Revista pascua 2018

Page 1



E

mpujados por el Espíritu Santo al desierto cuaresmal, año con año la Iglesia del Señor se dispone a renovarse, para llegar a la tierra prometida en la Pascua de Dios. El camino cuaresmal conlleva sus sacrificios, pero hemos comprobado año con año, que lo áspero de la penitencia cuaresmal es sumamente benéfico para alcanzar la transformación en la vida personal y comunitaria. Hoy tenemos ante nuestros ojos unas situaciones que vivimos como pueblo de Dios, y que demandan que todos los discípulos del Señor asumamos, como Él lo hizo, un posicionamiento valiente, con nuevas actitudes y acciones de pastoral deliberadas. Entre las múltiples realidades con que Dios nos llama a responderle, tenemos algunas muy sobresalientes, a las cuales queremos responder organizadamente desde la pastoral litúrgica, estas son:

Pascua 2018

03


En esta edición, de la revista de animación y formación, encontraremos algunos materiales para aprovechar este tiempo de gracia, tanto para compartir en los grupos, como para realizar algunos momentos de oraciones y celebraciones comunitarias. La línea temática abordará estas

duras realidades de inseguridad, corrupción y muerte que hoy padece nuestro pueblo, será ese nuestro camino cuaresmal, además nos animaremos a hacer un compromiso de

frente a Dios, resucitando con su Hijo Jesucristo, mediante acciones y tareas que den vida a nuestros hermanos. El Arzobispo Ruy Rendón Leal, nos sugiere cómo aprovechar este tiempo cuaresmal, en su mensaje para vivir esta Pascua. Así mismo el Pbro. Lic. Carlos Mario Jiménez Vargas, nos ayuda a entender lo que San Juan Pablo II denunciaba y hoy seguimos padeciendo, la llamada “cultura de la muerte”. Por su parte el escritor y columnista Dr. Ernesto Camou Healy, con su visión laical, nos enriquece el panorama de lo que en nuestro país se presenta como fenómeno y reto a entender para solucionar.

La sagrada liturgia, estudiada como ciencia, es fuente de ricas posibilidades para responder a Dios en las diversas situaciones históricas. Por ello la Lic. María Guadalupe Puente Cuevas nos ayuda a recordar los inicios de nuestra Iglesia y su liturgia en la iniciación cristiana, vemos cómo ha sido y como puede ser posible la deseada transformación personal y comunitaria desde una auténtica celebración de los misterios de la fe. De igual modo la Lic. María Adriana de Jesús Romero retoma la enseñanza conciliar y destaca la esencia de la liturgia de la Iglesia, como potenciadora de la vida humana y de la vida nueva en Cristo. Hemos introducido por primera vez en esta revista, un documento textual del magisterio de Iglesia, se trata de la Instrucción Ad resurgendum cum Christo acerca de la sepultura de los difuntos y la conservación de las cenizas en caso de cremación, esperamos que ayude en los grupos y equipos de pastoral para la madurez en la fe y en el servicio que prestan.

04 Pascua 2018


En la misma sección de formación y animación presentamos algunos aspectos básicos para la celebración de exequias, mismas que todo servidor de la liturgia debe saber. Por su parte el Pbro. Erik Urías Ibarra nos sensibiliza a cerca de la difícil, pero indispensable actividad eclesial de los MESC, a la hora de acompañar a hermanos enfermos y cercanos a su muerte.

De igual modo el Pbro. Jorge Estrella Morales, desde la visión psicológica y de pastoral social, nos habla del proceso de duelo que todos vivimos en algunos momentos de nuestras vidas, será importante manejar estos conocimientos para posteriormente tomar conciencia y mejorar en la preparación de las celebraciones exequiales y posteriores momentos de oración con quienes han perdido seres queridos. Por su parte el Pbro. Marco Antonio Islas Félix propondrá algunos materiales y contenidos para realizar el canto en la Pascua del Señor. Así mismo el Pbro. Pedro Moreno Valenzuela nos pone en contacto con algunos contenidos teológicos y litúrgicos del Viernes Santo, mismos que sin duda, podrán ayudarnos en nuestros equipos de pastoral litúrgica parroquial. En la sección de animación y de las devociones, encontraremos las oraciones y ejercicios de piedad propios de la cuaresma y semana santa, así como las horas santas y devociones marianas, las cuales buscan provocar en los fieles, una respuesta decidida a las realidades de violencia y muerte que al inicio hemos señalado.

Deseamos, en esta comisión, que la Pascua del Señor brinde un nuevo impulso a las comunidades. Por ello, de nueva cuenta ponemos en tus manos y en las manos de Dios estos materiales, esperando que los frutos sean abundantes y provechosos para nuestro país y para nuestra Iglesia.

Pascua 2018

05


Contenido Pascua 2018

Año III edición 10

03 Editorial de nuestro 07 Mensaje obispo para cuaresma

47

Miercoles de ceniza

51 67

Horas santas para cuaresma

09

Cultura de la muerte

72

Las siete palabras de Jesús en la cruz

14

Generación sin esperanza

77

Via Crucis camino hacia la Pascua

88

Rosario de pésame

18

Una Iglesia que prepara para la vida

94

Rosario Pascual

99

Horas santas para pascua

22

La Iglesia celebra la vida

25 Cristiana sepultura 29

¿Qué son las exequias?

32

Acompañar el miedo a la muerte

es el 35 ¿Qué Proceso de Duelo

39

Viernes santo: la muertedel señor

42

Nuestra muerte en Cristo: Viernes santo

44

El canto durante la pascua

Marca Registrada

06 Navidad 2017

121

Celebración comunitaria de la penitencia en cuaresma

Espacio del lector

Comisión Diocesana para la Pastoral Litúrgica Arquidiócesis de Hermosillo COORDINADOR: Pbro. Isaac Urías Ibarra Dimensiones: Pbro. Luis Armando Gónzalez Torres Pbro. Marco Antonio Islas Félix Pbro. Pedro Moreno Valenzuela Pbro. Raúl E. Camarillo Blásquez Pbro. Erik Urias Ibarra

Eloisa Fabrett Socorrito Maya Fernando Parada Jaime Heredia Marianela González Rosaura Urquidez Ramoncita Serna Ana Silvia Valenzuela Hugo Félix Yolanda Zubiate Carmelita Teros Otilia Villarreal Guadalupe German

Comisión Diocesana para la Pastoral Litúrgica

Tel. 2152696 pastoralliturgicahillo@hotmail.com Comisión de Liturgia Hillo

Diseño editorial: Arely Zagasta Diseñadora Gráfica

Impreso por: Carmona Impresores


MENSAJE DE NUESTRO OBISPO PARA CUARESMA “Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida, porque amamos a nuestros hermanos. El que no ama permanece en la muerte”.

M

uy queridos hermanos y hermanas en Cristo Jesús:

La Cuaresma es un tiempo de gracia que el Señor nos ofrece para renovar, fortalecer y comprometer nuestra vida personal, familiar y eclesial. Como tiempo de preparación para la Pascua, la Cuaresma comienza el miércoles de ceniza y concluye el jueves santo por la mañana. Es un tiempo favorable para intensificar la oración, practicar el ayuno y desbordarnos en caridad hacia el hermano necesitado. Así mismo, escuchando con el corazón la Palabra que Dios nos estará compartiendo en la sagrada escritura, en la liturgia y en el prójimo, sin duda tendremos muchos elementos a nuestro alcance para descubrir lo que el Señor hoy en día quiere de nosotros. Les propongo para esta Cuaresma:

1. Renovar con fe nuestra vida personal, familiar y eclesial. Se trata de convertir nuestra mente y nuestro corazón de tal manera que los criterios que nos muevan sean los criterios del Evangelio de Jesús y no los criterios particulares que muchas veces están marcados por el egoísmo. Un buen examen de conciencia, hecho con responsabilidad y honestidad, nos ayudará a detectar esas limitaciones que conviene, arrepentidos, poner en la presencia de Dios por medio de una buena confesión. Renovar el entorno familiar, quitando aquellas actitudes pesimistas y negativas que nos desunen o que nos hacen indiferentes a las necesidades de nuestra gente. Los padres y los hijos tienen aquí una gran tarea por realizar. Durante la Cuaresma habrá que reunirnos y, en ambiente de oración, ponernos de acuerdo para reavivar nuestros ideales familiares que con el correr del tiempo se van apagando. Renovar el ambiente de nuestra comunidad eclesial, buscando que la Iglesia aparezca como signo claro de la presencia del Reino en medio de una sociedad que vive sin Dios. Qué importante es que en las comunidades parroquiales se vivan los valores del Reino: vida, amor, gracia, justicia, unidad, verdad y paz. Todos los que formamos parte de una comunidad tenemos el compromiso de luchar permanentemente por estos valores. Pascua 2018

07


2. Fortalecer con esperanza nuestra vida personal, familiar y eclesial. Hoy más que nunca necesitamos el don de fortaleza que nos haga capaces de afrontar con valentía los grandes retos personales del tiempo presente. La gran tentación, al no ver un mañana prometedor, es claudicar, abandonando nuestros principios e ideales. No estamos solos. El Señor es nuestra fuerza, perseveremos en el buen camino. Y, ¿qué decir de nuestra vida familiar, muchas veces dañada por la desesperanza y la frustración? ¡Ánimo! Tenemos que reconstruir sólidos lazos familiares ya que es en el hogar donde se enseña y se aprende a dialogar, a compartir, a perdonar, a orar, a ser solidarios. Debemos también fortalecer el ambiente de Iglesia fijándonos no tanto en las debilidades y problemáticas, sino sobre todo en aquello positivo que tenemos en nuestra comunidad: predicación de la Palabra, celebraciones litúrgicas, obras de servicio, movimientos y asociaciones laicales. Así también, aprovechando lo que se nos ofrece en este tiempo litúrgico, como por ejemplo: ejercicios de piedad, retiros espirituales, homilías, reuniones parroquiales.

En este compartir, nuestra familia puede involucrarse participando en algún proyecto fraterno a favor de algún sector de la población; los hijos deben ser testigos del corazón bondadoso de sus padres, incluso como familia se puede llevar a cabo alguna obra de misericordia que contribuya para mitigar el dolor o la necesidad de los demás. El compromiso, por último, como comunidad eclesial, conviene dirigirlo a una obra especial de nuestra Iglesia. Tantas instituciones e iniciativas de carácter social que tenemos en la arquidiócesis de Hermosillo: casas de atención a migrantes e indigentes, casas hogar, asilos, centros de rehabilitación, centros de escucha, pastoral de la salud, etc. La Cuaresma, sin duda, es el tiempo oportuno para abrir el corazón de nuestras comunidades y volcarnos en ayuda solidaria con estos grupos humanos más vulnerables. Que todos vivamos una excelente Cuaresma, que lleguemos bien dispuestos a celebrar los Misterios que nos han dado nueva Vida. Y que la Santísima Virgen María, Nuestra Señora de la Asunción, interceda por nosotros ante su hijo Jesucristo. Amén.

3. Comprometer con caridad nuestra vida personal, familiar y eclesial. La Cuaresma no solo es tiempo para recibir gracias de Dios; también y, sobre todo, es tiempo para dar y compartir. En efecto, el Señor nos invita de manera particular a que nos acerquemos a los hermanos y hermanas que pasan por situaciones difíciles y que abramos nuestro corazón ofreciéndoles una palabra, un gesto, una ayuda concreta y efectiva que les haga sentirse reconfortados y motivados para continuar su diario camino de lucha y de esfuerzo.   08 Pascua 2018

+ Ruy Rendón Leal Arzobispo de Hermosillo


Pbro. Carlos Mario Jiménez Vargas Licenciado en filosofia Coordinador diocesano para la pastoral profética.

«

Todo delito contra la vida es un atentado contra la paz,

especialmente si hace mella en la conducta del pueblo..., por el contrario, donde los derechos del hombre son profesados realmente y reconocidos y defendidos públicamente, la paz se convierte en la atmósfera alegre y operante de la convivencia social»

Pablo VI, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, 1977: AAS 68 (1976), 711-712.

¿Qué es la cultura de la muerte? El término cultura de la muerte se refiere a una mentalidad, a una manera de ver al ser humano y al mundo, que fomenta la destrucción de la vida humana más débil e inocente…frente a una realidad más amplia, que se puede considerar como una verdadera y auténtica estructura de pecado, caracterizada por la difusión de una cultura contraria a la

solidaridad, que en muchos casos se configura como verdadera «cultura de muerte» … Se desencadena así una especie de «conjura contra la vida», que afecta no sólo a las personas concretas en sus relaciones individuales, familiares o de grupo, sino que va más allá llegando a perjudicar y alterar, a nivel mundial, las relaciones entre los pueblos y los Estados. Evangelium vitae, n. 12. Pascua 2018

09


¿Cuáles son las causas que provocan la cultura de la muerte? Entre algunas de las causas que han generado y agravado la llamada “cultura de la muerte”, está la crisis religiosa, que deriva en la actual crisis antropológica1. Con la declaratoria “Dios ha muerto”, se derrumba el concepto de hombre, se replantea el sentido de la existencia y su manera de estar en el mundo. Negada o puesta en duda la vida del más allá, la humanidad debe plantearse cómo resolver su más acá. Esto exige una nueva visión de la práctica moral y de procurar nuevas justificaciones teóricas, para concretar la identidad y funcionalidad de un nuevo proyecto social. En este contexto, habiendo perdido el criterio religioso como referencia exclusiva, es suplido por un nuevo referente: el individuo. Aunque en la modernidad ilustrada se manifestó muy optimista con su ateísmo humanista, la historia derivó en otros dramas. Por una parte, el derrumbe de la credibilidad en todo proyecto políticosocial, pues terminaron en regímenes tiránicos y totalitarios (Hitler, Stalin, Mussolini…), los cuales se fortalecían sacrificando al individuo en favor de lo colectivo. Tal proyecto invocó al fantasma de la guerra, que apareció para tratar de recuperar la paz y la libertad. Por otra parte, tras los fracasos de los proyectos político-sociales, viene como reacción la exaltación del individuo. La propuesta de la teoría del liberalismo se mancuerna con el capitalismo. Ambas, se conjugan para generar en las nuevas sociedades una mentalidad egoísta y hedonista. Por un lado, los Estados deben de promover y proteger algunos privilegios del individuo por encima de los intereses colectivos; siempre bajo un lenguaje de “leyes” y “derechos”, en favor de los individuos y las minorías, que tan cruelmente fueron negados durante los regímenes totalitarios. Esto abre un nuevo horizonte en la convivencia social, pues algunas conductas de los individuos pueden tener una justificación en el marco legal, más no por ello, sean moralmente buenas para la propia persona y quienes le rodean. Por otra parte, el capitalismo proyecta un estilo 10 Pascua 2018

de vida basado en el consumismo y el confort. El dinero es quien da poder adquisitivo para acceder a mayores bienes de consumo, por ello se vuelve el referente motivacional más importante. Se enajena al individuo estimulando el placer de los sentidos. La identidad y valor de cada individuo está en función de su capacidad económica. La mentalidad capitalista vuelve caprichosa a la persona, su voluntad de poder se expresa en la lógica del comprar, acumular, dominar, alterar los órdenes establecidos, manipular, competir, destruir, contaminar, sacrificar, olvidar, etc. La práctica ética no está en función de una escala de valores objetivos perfectamente probados en la procuración del bien personal y social, sino en la procuración de la satisfacción que cada uno pueda obtener, a través de los medios que le sean posibles. Pareciera que el ideal mayor en el capitalismo es la ilusión de ser los absolutos, quienes alcancen la cúspide, para sentirse bien al ser reconocidos y admirados por los demás. Al final de la historia, es otra versión de totalitarismo y tiranía. Bajo este marco de ideas se germina la cultura de la muerte. El ser humano que ha perdido la referencia a la trascendencia2, siente que todo le es posible y lícito realizar justificándose en el uso de la ciencia y la tecnología. El hombre hace uso de su libertad, bajo el velo del escepticismo, duda de las instituciones religiosas, familiares, políticas, educativas y culturales. En este contexto toda posibilidad para encontrar sentido en un proyecto social está destinada al fracaso, pues la existencia del hombre está referenciada a su individualismo y asumir la felicidad como satisfacción, cada individuo se siente absoluto. El hombre no se siente responsable de nadie, es un lobo solitario que busca estratégicamente servirse de todos y de todo para sí mismo, evitando saberse comprometido a algo o a alguien. En esta lógica se instrumentaliza hasta la muerte a los demás, para lucrar con ellos y obtener ganancias. Irónicamente, se prefiere la alternativa de la muerte a enfrentar el dolor o la frustración durante esta vida.


¿Cómo se difunde la cultura de la muerte? Desde mi perspectiva, la cultura de la muerte se ha difundido en nuestra sociedad gracias a dos actitudes nuestras. Por una parte, la actitud pasiva, en nuestra generación hemos consentido toda clase de expresiones e imposiciones de los antivalores que no defienden, ni promueven el valor de la vida. Aceptamos separar la fe de la vida ordinaria, es decir, los contenidos para la práctica religiosa han quedado como un asunto de la vida privada, consintiendo que los criterios consumistas y seculares sean los que ordenan y se imponen en la vida pública. Se ha vuelto más cómodo delegar el trabajo en pro de la vida a otras personas u

organizaciones, en lugar de ser nosotros agentes más activos. Pretendemos pagar para que otros hagan lo que nos toca. Por otra parte, la actitud activa, un ejemplo de ello, son los medios masivos de comunicación y entretenimiento (cine, radio, televisión, literatura, internet, videojuegos etc.) han sobreexplotado los guiones y las escenas de violencia y crímenes, han alterado nuestra sensibilidad para presenciar el dolor y el resistir al horror de lo inhumano. Han sabido influir en la configuración de los nuevos criterios que rigen la consciencia y las decisiones de las personas. Vivimos sometidos a las noticias de impacto, donde se exhibe lo

más brutal que puede sacudir la conciencia de las personas, nos hemos acostumbrado a esperar el número de muertos por causa de la guerra, el terrorismo, el narcotráfico, los suicidios, etc. Aunado al impacto de los medios de comunicación en el tema de la cultura de la muerte, están las propuestas legislativas que plantean legalizar formas de muerte, como el aborto, la eutanasia, manipulación y experimentación con material genético, legalización de la droga, permisos para la sobreexplotación de los ecosistemas, causando daños irreparables, etc. Esta descripción queda definida por Edmund Burke: “Para que triunfe el mal, sólo es necesario que los buenos no hagan nada.”

Pascua 2018

11


¿Cuáles son los principios que enseña la Iglesia sobre la vida?

sea, de la inviolabilidad del hombre, en cuyo rostro brilla el esplendor de Dios (cf. Gn 9, 5-6). Veritatis splendor 90.

Ante esta cultura de la muerte que avanza por distintos medios, vale la pena recordar que Cristo no es sólo quien tiene palabras de vida eterna, sino que Él mismo es la Vida . Por ello, el cristiano asume la vida como un don dado y sostenido por Dios. De aquí, que asumamos los dos principios fundamentales que la Iglesia nos enseña: El primero es el respeto a la vida, este “es el principio fundamental, sin el cual no tienen sentido los derechos humanos. «El ser humano debe ser respetado y tratado como persona desde el instante de su concepción y, por eso, a partir de ese mismo momento se le deben reconocer los derechos de la persona, principalmente el derecho inviolable de todo ser humano inocente a la vida».” Evangelium Vitae, n. 60. El segundo principio es la dignidad humana, la cual es un don y una tarea que hace referencia al valor inherente al ser humano en cuanto ser racional, dotado de libertad y poder creador, pues las personas pueden modelar y mejorar su vida mediante la toma de decisiones y el ejercicio de su libertad. Ser imagen de Dios que se realiza en el reconocerse y “hacerse” como hijo y hermano. La dignidad se explica en buena medida por la “autonomía” propia del ser humano. El ser humano posee dignidad por sí mismo, no viene dada por factores o individuos externos, se tiene desde el mismo instante de su nacimiento y es inalienable. Por ello, cada persona, precisamente en virtud del misterio del Verbo de Dios hecho carne (cf. Jn 1, 14), es confiada a la solicitud materna de la Iglesia. Por eso, toda amenaza a la dignidad y a la vida del hombre repercute en el corazón mismo de la Iglesia, afecta al núcleo de su fe en la encarnación redentora del Hijo de Dios, la compromete en su misión de anunciar el Evangelio de la vida por todo el mundo y a cada criatura (cf. Mc 16, 15). EvangeliumVitae, n. 3. Cabe resaltar que, la relación entre fe y moral resplandece con toda su intensidad en el respeto incondicionado que se debe a las exigencias ineludibles de la dignidad personal de cada hombre, exigencias tuteladas por las normas morales que prohíben, sin excepción, los actos intrínsecamente malos. La universalidad y la inmutabilidad de la norma moral manifiestan y, al mismo tiempo, se ponen al servicio de la absoluta dignidad personal, o 12 Pascua 2018

Conclusión Se puede entender la cultura de la muerte como: « Todo lo que se opone a la vida, como los homicidios de cualquier género, los genocidios, el aborto, la eutanasia y el mismo suicidio voluntario; todo lo que viola la integridad de la persona humana, como las mutilaciones, las torturas corporales y mentales, incluso los intentos de coacción psicológica; todo lo que ofende a la dignidad humana, como las condiciones infrahumanas de vida, los encarcelamientos arbitrarios, las deportaciones, la esclavitud, la prostitución, la trata de blancas y de jóvenes; también las condiciones ignominiosas de trabajo en las que los obreros son tratados como meros instrumentos de lucro, no como personas libres y responsables; todas estas cosas y otras semejantes son ciertamente oprobios que, al corromper la civilización humana, deshonran más a quienes los practican que a quienes padecen la injusticia y son totalmente contrarios al honor debido al Creador » Evangelium Vitae 3. Por ello, mientras no exista una conciencia generalizada, que vuelva a poner como centro y fundamento el valor y el respeto por la vida, las expresiones de muerte seguirán avanzando. “No es posible construir el bien común sin reconocer y tutelar el derecho a la vida, sobre el que se fundamentan y desarrollan todos los demás derechos inalienables del ser humano. Ni puede tener bases sólidas una sociedad que —mientras afirma valores como la dignidad de la persona, la justicia y la paz— se contradice radicalmente aceptando o tolerando las formas más diversas de desprecio y violación de la vida humana sobre todo si es débil y marginada. Sólo el respeto de la vida puede fundamentar y garantizar los bienes más preciosos y necesarios de la sociedad, como la democracia y la paz.” Evangelium Vitae 101.


Urge una auténtica conversión en la vida de nuestra Iglesia, debemos aprender formas nuevas para trabajar en la defensa y respeto a la vida, no como una moda o un tema exclusivo de algún sector de la Iglesia, sino como una urgencia común a la humanidad, que los signos de los tiempos nos lo exigen. Y ¿Por dónde empezar?

1

.- Comencemos a nivel personal, por valorar y agradecer a Dios por el don de nuestras propias vidas; llevando a cabo algunas oraciones, reflexiones terapéuticas y momentos de compartir entre los grupos, pero haciendo énfasis en la belleza y valor de la vida, podremos ir permeando en conciencia de los fieles de las parroquias, mismos que serán los agentes de cambio en nuestra sociedad.

2

.- A nivel moral, sintiéndonos responsables de los pobres y olvidados, en un mundo de consumo y de prisas, que cae con facilidad en la indiferencia y apatía del dolor de otros; los agentes de pastoral mediante signos o gestos, deberán integrar creativamente en las celebraciones litúrgicas, las iniciativas y acciones de los grupos parroquiales, de los movimientos, de las asociaciones civiles, que estén en favor de los más necesitados, ello para potenciarlas y promoverlas, de modo que sean cada vez más los fieles, que, acudiendo a las misas los domingos, sean sensibilizados para responder al llamado de prestar un servicio, llevando ellos mismos apoyos materiales y afectivos a los hermanos.

veces es necesario incursionar en las redes sociales, tener presencia activa en las calles, presionar valiente y pacíficamente a aquellos por quienes oramos todos los domingos, nuestras autoridades.

4

.- A nivel social, reconstruyendo el tejido social, desintegrado por tantos factores que nos han llevado a la barbarie deshumanizante de la persona, que enfrenta las variadas y crueles formas de crisis en la vida. Los grupos parroquiales tanto los que se preparan para bautizar, como los que se preparan para el matrimonio, así como quienes colaboran en los grupos de catequesis infantil y juvenil, deberán recibir una sólida formación para que todos los fieles de nuestra Iglesia, sean capaces de actuar con inteligencia y liberad ante cualquier iniciativa de ley y/o políticas públicas que trate a cerca del respeto a la vida humana y los derechos fundamentales de las personas, sea para rechazarla tajantemente ejerciendo presión social, o ya sea para promoverla y abrazarla abiertamente usando los medios a nuestro alcance. ¡Conservemos la esperanza!, pues “La esperanza cristiana es un poderoso recurso social al servicio del desarrollo humano integral, en la libertad y en la justicia.” Caritas in veritate, n. 34.

3

.- A nivel comunitario, trabajando por ser signos de vida y comunión, generando vida con nuestro compromiso y caridad con el prójimo, por amor a Dios; si nos sumamos a algunas iniciativas de otros grupos de la comunidad que luchan por los derechos de las personas y por el respeto a la vida, podremos abonar el terreno en favor de la cultura de la vida. A 1

…la cuestión social se ha convertido radialmente en una cuestión antropológica y la raíz de todo tipo de deshumanización es la pretensión de

prescindir de Dios y de su proyecto de vida. CEM, Que en Cristo nuestra Paz, México tenga vida digna, 2010, n. 112.

“El hombre tiene la tentación de…considerarse como norma única, exclusiva y absoluta de la vida. Cuando el hombre se endiosa a sí mismo, se deshumaniza y cede fácilmente a la tentación de la violencia.” Que en Cristo nuestra Paz, México tenga vida digna, n. 121. 2

“Cristo es el modelo perfecto de cómo se vive la vida; Él mismo es la vida divina que se nos comunica. Él es la medida, el hombre verdadero, la medida del verdadero humanismo. Por ello estamos convencidos que la transformación interior de la persona humana, en su progresiva conformación con Cristo, es el punto de partida esencial de una renovación real de sus relaciones con las demás personas.” CEM, Que en Cristo nuestra paz…, n.145. Pascua 2018 3

13


Dr. Ernesto Camou Healy Escritor y columnista

N

o es posible negar que en las últimas décadas la violencia en México se ha incrementado casi exponencialmente. Es un fenómeno nacional, que tiene más énfasis en algunas regiones, pero ya sabemos que ninguna está exenta y la experiencia nos ha enseñado también que a todos nos afecta y cualquiera puede sufrir algún episodio violento.

La cifra de homicidios en el país crece año con año, desde hace algunos lustros. Eso ha generado cambios de peso en los usos y costumbres del campo y las ciudades: tenemos conciencia de vivir en un medio inseguro, intentamos cuidarnos, evitamos situaciones comprometidas, buscamos no viajar a regiones particularmente peligrosas; es un cambio cultural ordenado a preservar la vida y a afirmar que se tiene derecho a disfrutarla a pesar de los serios impedimentos que se viven cotidianamente. 14 Pascua 2018


La pregunta de peso es por las causas de tal fenómeno: ¿Cómo es que México se ha tornado violento y peligroso? ¿Por qué? Y, sobre todo ¿qué se puede y debe hacer en este entorno tan complicado y alarmante? Para tratar de entender en alguna medida es necesario remontarnos a la historia reciente: en 1976 rindió protesta como presidente de la república el Lic. José López Portillo. Se tomaron entonces una serie de decisiones económicas cuyas consecuencias aún estamos viviendo, y que provocaron un proceso inflacionario tremendo que obligó a los siguientes gobiernos a tomar medidas radicales para contenerlo: se logró, pero a costos sociales altísimos, pues en la práctica se cargó un peso desproporcionado de la recuperación a los asalariados que vieron descender sus entradas,

ya magras entonces, a niveles inferiores a los que habían tenido la generación de sus padres. En tiempos de Miguel de la Madrid y luego Carlos Salinas de Gortari, se puso en función un férreo control de los salarios, siempre subían menos que la inflación, lo que trajo, para las mayorías mexicanas, un progresivo descenso de sus ingresos reales que ha durado ya casi treinta años; no en balde en el mismo periodo la pobreza entre los mexicanos se ha incrementado exponencialmente, al grado que ahora la mitad de los connacionales vive en pobreza o pobreza extrema. Ha habido un proceso de concentración de la riqueza, y el 20% de las familias acapara casi la mitad de la riqueza, mientras la quinta parte con menores ingresos se tiene que conformar con apenas el 6% del total...

Pascua 2018

15


Desde esta perspectiva, es posible afirmar que la mayor parte de los mexicanos, esos que no pasan de los 35 años y que se encuentran, con sus familias, situados entre la mitad de la población en situación de pobreza, han crecido y llegado a adultos viendo cómo sus posibilidades económicas y de vida son menores que los de sus padres: para ellos, su experiencia de futuro ha ido de medianía a pobreza, un descenso constante tanto en sus ingresos como en sus oportunidades, un progresivo cierre de su horizonte vital. Esto ha ido creando una cultura de la decepción, incluso desesperación. Vivir es, para muchos, equivalente a caer; ni siquiera pueden aspirar a tener el nivel de vida de sus padres. A esta situación vital se añade otra, de raíz global y consecuencias locales: el narcotráfico que inició como trasiego de drogas para surtir el inmenso y desbocado mercado norteamericano. Su necesidad de paraísos artificiales nos colocó en la tesitura de ser transportistas y vendedores de droga en su frontera. Actividad ilegal y letal que ha ido creciendo descomunalmente, que amenaza con corromper toda la trama del aparato gubernamental, y que además, ha ido descomponiendo familias y comunidades por toda la geografía nacional. Las cifras de homicidios en los últimos 20 años son escalofriantes. En 1990 murieron asesinados 14,497, cifra que ascendió levemente diez años después a 10,743. Ya en el año de 2010 el número de muertos se había incrementado a 25,737, y en 2017 es posible que la cifra de asesinados ronde los 28,000, el doble de hace 27 años. Resulta pavoroso constatar que nos hemos ido acostumbrando a la muerte, y muerte violenta... Estas dos dinámicas de deterioro, la injusta concentración de la riqueza y el narcotráfico depredador y corruptor, configuran los brazos de las pinzas que están conformando la vida y activando la violencia que se suele cebar, sobre todo en los jóvenes de escasos recursos, que constituyen en estos años la mayoría de la población mexicana.

16 Pascua 2018


Tenemos pues, una muchedumbre juvenil que ha ido creciendo y haciéndose adulta en la desolada experiencia vital de deterioro constante y paulatino. Muchos luchan por sobrevivir y encontrar asideros para sus problemas, logran estudiar o trabajar con dificultades y así se van abriendo camino. Pero otros son presa fácil de la droga, o de los mercaderes de estupefacientes, para los que son carne de cañón, sicarios desechables, y pocos son los que sobreviven para escapar de las estructuras del crimen organizado. No pueden confiar en nada, ni nadie, tampoco en sí mismos. Casi nada tiene sentido, sólo la gratificación inmediata, la droga y el alcohol y la violencia. No tienen el respeto de nadie, y a nadie respetan. De alguna manera el resto de los personajes de su entorno son enemigos, rivales o presas... Y esto sucede en barrios populares, de clase media baja y, sobre todo, en regiones campesinas, que se resienten aún del descuido gubernamental, verdadero hostigamiento económico que los ha forzado a emigrar, y olvidarse de su cometido histórico, la producción de alimentos, maíz sobre todo, para surtirse a sí mismos y a su entorno cercano. La activa, y por demás irresponsable, negligencia de los gobiernos recientes los ha colocado en la disyuntiva de huir o ser víctimas de las bandas criminales que han llegado a controlar regiones enteras, parcelas de la geografía nacional sustraídas de la ley y la economía mexicanas. Eso genera desesperanza, desilusión y un profundo hartazgo de una sociedad que los ha condenado a la miseria. Lo anterior ha configurado un fenómeno demográfico patético: el surgimiento de dos o tres generaciones que han llegado a la vida adulta, un conjunto de mexicanos jóvenes que crecieron y viven en una desesperanza fundamental, conscientes de no tener un futuro digno, sabedores que fueron relegados por las instituciones de gobierno, y sin opciones válidas de trabajo y ocupación que les permitan un sustento razonable. Es un conjunto poblacional que llegará a los 70 años en la década del 2060. Su experiencia y desencanto, si no se logra un remedio eficaz, puede permear la vida y la cultura del país por muchos años más. Son, definitivamente, un reto para la comunidad... y una deuda social pendiente y, sobre todo, urgente.

Eso está trastocando la vida y las expectativas de muchos mexicanos: los acostumbrados a la violencia y a la miseria, los que sienten en lo más profundo que no hay esperanza, que la sociedad los ha condenado y que necesitan defenderse de quienes los colocaron en esa tesitura, del gobierno y sus fuerzas de seguridad, del resto de la sociedad que los expulsa hacia la exclusión y la violencia.

Se trata de un desafío mayúsculo y de largo plazo. No se puede solucionar sin un cambio a fondo en el sistema político, y una efectiva transformación del Estado. Se requiere eficacia y honestidad, democracia real y gobernantes dispuestos a mandar obedeciendo a los ciudadanos. Desde la perspectiva de la comunidad eclesial católica, veo que se necesita una pastoral que reconozca el problema y esté dispuesta a un acompañamiento humilde a las comunidades y grupos sociales afectados, tanto los que sufren el problema como aquellos que lo provocan. Y parece urgente diseñar nuevas formas de expresar la fe, que permita a esas comunidades cobrar conciencia de su problemática y entorno, que sean creativas, vibrantes y creadoras de esperanza.

Pascua 2018

17


Hna. María Guadalupe Puente Cuevas, MJH Licenciada en sagrada liturgica

Iniciación cristiana, un auténtico camino de transformación y vida para todos (catecumenado).

E

n la situación político - social que estamos viviendo en nuestro País, es necesario recordar y retomar algunas constantes del Catecumenado antiguo como camino de preparación a los Sacramentos de Iniciación Cristiana, que pueden ayudarnos a iluminar y contrarrestar la cultura de muerte que con pesar estamos padeciendo los mexicanos.

El catecumenado es la institución iniciática de carácter catequéticolitúrgico-moral, creada por la Iglesia de los primeros siglos, con el fin de preparar y conducir a los convertidos adultos, a través de un proceso espaciado y dividido por etapas, al encuentro pleno con el Misterio de Cristo y con la vida de la comunidad eclesial, expresado en su momento culminante por los ritos del Bautismo, Confirmación y Eucaristía.

La realidad social de nuestra Iglesia actual, de alguna manera se ve reflejada en la situación que se vivía durante el s. II en la que resulta patente la necesidad del catecumenado, dada la situación en que vivía la Iglesia (reducida, perseguida, en ambiente pagano y hostil...), la dificultad de mantenerse en la fe, la urgencia de profundizar en la conversión, la exigencia de conservar la unidad eclesial. Conscientes de que todo esto exige una preparación y un discernimiento serios, se ordena un proceso catecumenal por etapas, en orden a la conversión sincera y a la transformación total de la vida en Cristo.

18 Pascua 2018


El catecumenado está vinculado a unas constantes de evangelización anteriores que lo fundamentan, constituyen y configuran. Veamos las más importantes.

1

. JESÚS ES SEÑOR. El Evangelio anuncia un hecho que conmueve los cimientos de la experiencia humana común: el hecho es que Jesús actúa en la historia a la manera de Dios, es decir, como Señor. Así lo proclama Pedro: “Sepa con certeza toda la casa de Israel que Dios ha constituido Señor y Cristo a este Jesús a quien ustedes han crucificado” (Hech 2,36; cf 3,13-18; 1 Cor 15,3-8; Flp 2,11). Su Misterio Pascual ha inaugurado para el mundo entero el amanecer de un nuevo día, el día de la resurrección, el “tercer día”. El “tercer día” no es un día solar de calendario, sino todo un período de tiempo, el tiempo que sigue a la resurrección de Jesús. El “tercer día” es, por tanto, un día que queda abierto y que no se cerrará jamás.

el publicano quien vuelve a casa justificado, pues ha dado el primer paso en el camino del Evangelio: el reconocimiento del propio pecado (Lc 18,9-14). En la curación del paralítico, Jesús discierne signos claros de conversión y de fe: aunque no puede moverse, el paralítico, llevado entre cuatro, llega hasta donde está Jesús, pasando por encima de todos: “Abrieron el techo encima de donde él estaba y, a través de la abertura que hicieron, descolgaron la camilla donde yacía el paralítico” (Mc 2,4). Jesús, al ver todo esto, le anuncia de entrada el perdón de los pecados, con el consiguiente escándalo de escribas y fariseos. La curación posterior del paralítico será la señal de que Jesús puede actuar de ese modo y de que tiene poder en la tierra para perdonar los pecados.

2

4

3

5

. CONVERSIÓN. El hecho de que Jesús sea reconocido como Señor de la historia supone un cambio profundo, radical. “Al oír esto, dijeron con el corazón compungido a Pedro y a los demás apóstoles: ¿Qué hemos de hacer, hermanos? Pedro les contestó: Conviértanse”, (Hech 2,37; Lc 3,1-18). ¡Abandonen esa justicia y ese orden que han crucificado a Cristo! Es sumamente importante esto: si la predicación exige conversión no es en virtud de una exhortación moralizadora, sino porque anuncia el acontecimiento de la salvación, el Reino de Dios en la persona de Jesús. En virtud de dicho acontecimiento, la conversión del hombre le es anunciada gratuitamente. El hombre, en efecto, está sometido a señores muy poderosos como para que por sí mismo pueda cambiar. La conversión se realiza en el contexto de un proceso. Es un seguimiento (Mt 4,18-22; Mc 1,16-20; Lc 5,1-11; Jn 1,35-51). El seguimiento es la respuesta dada a la llamada de Jesús. Los primeros pasos y los restantes irán haciendo una historia que será reconocida y celebrada como historia de salvación.

. EL PERDÓN DE PARTE DE DIOS. A la fe y a la conversión inicial, el Evangelio responde con el perdón total: Dios no tiene nada contra ti. Dios te ama. En la parábola del fariseo y del publicano, es

. EL DON DEL ESPÍRITU SANTO. “Recibirán el don del Espíritu Santo, pues la Promesa es para ustedes y para sus hijos, y para todos los que están lejos, para cuantos llame el Señor, Dios nuestro” (Hech 2,38s; Lc 24,49). En virtud de esto, el Evangelio proclama un hecho actual: el Espíritu Santo en acción, dando testimonio de Cristo (Cf. Jn 15,26). El Espíritu estará con ustedes (primera promesa: Jn 14,16-17). El Espíritu los conducirá hasta la verdad completa. Para estar bien no basta realizar obras “buenas” moralmente, sino haber sido encaminado por Dios hacia la plenitud existencial que se manifiesta actualmente en Cristo. Más aún, el reconocimiento actual de Jesús como Señor se vuelve posible por la acción del Espíritu: “Nadie puede decir: ¡Jesús es el Señor! sino por influjo del Espíritu Santo” (1 Cor 12,3). No tenemos un retrato del Espíritu, pero podemos experimentar su acción: es como el viento (Jn 3,8), como el agua (Ez 36,25-26), como el fuego (Jer 20,9; Hech 2,3-4), como el aceite (Is 61,1-2; Le 4,18).

. TESTIGOS. Así lo dice Pedro el día de Pentecostés: “A este Jesús Dios le resucitó; de lo cual todos nosotros somos testigos. (Hech 2,32-33; 1 Cor 15,5-8). Pablo apela a la experiencia del Espíritu, Pascua 2018

19


al cumplimiento efectivo de la Palabra proclamada, a la vigencia permanente del anuncio. En la evangelización primitiva, como Jesús había anunciado (Jn 7,37s), la acción del Espíritu se prodiga generosamente. Una y otra vez, en ámbito comunitario, los reunidos se convierten en asombrados testigos del cumplimiento de la Promesa de Jesús: “Estaba Pedro diciendo estas cosas cuando el Espíritu Santo cayó sobre todos los que escuchaban la Palabra” (Hech 10,44).

6

. INCORPORACIÓN A LA COMUNIDAD. Quien acoge la evangelización y es bautizado se incorpora a la comunidad. Evangelizar es formar comunidad. Según los Hechos de los Apóstoles, así nace y crece la primera comunidad cristiana: “Los que acogieron su Palabra fueron bautizados. Aquel día se les unieron unas tres mil personas” (2,41). Y también: “El Señor agregaba cada día a la comunidad a los que se habían de salvar” (Hech 2,47; 19,9). La evangelización, pues, crea comunidad, hace Iglesia. Quien acoge la Palabra proclamada se vincula a la comunidad cristiana, al menos de forma

20 Pascua 2018

inicial. Tratándose de una evangelización primera, la vinculación a la comunidad será, de momento, también primera o inicial. Esta primera integración comunitaria es uno de los signos de la conversión inicial: es el primer paso dado de lo individual a lo comunitario. El creyente no va por libre, sino que marcha en grupo, como Pueblo de Dios (Cf. LG 2).

7

. PAPEL DEL PUEBLO DE DIOS. La función del Pueblo de Dios es muy importante en todo el proceso, es quien acompaña a los catecúmenos en su iniciación, está presente en su preparación, en la evangelización, en las celebraciones, participa activamente en la oración y con su testimonio. La comunidad es el medio más sensible de que disponemos para percibir la acción del Espíritu, escuchar la Palabra de Dios y reconocer la presencia del Señor. La comunidad es el Cuerpo de Cristo Resucitado (Cf. Ef 1,22-23; Cf. LG 7), creación del Espíritu: “En un solo Espíritu hemos sido bautizados para no formar más que un solo cuerpo” (1 Cor 12,13).


Algunas sugerencias pastorales que a partir de las constantes de la iniciación cristiana pueden iluminar y erradicar la cultura de la muerte.

1

. El proceso del catecumenado no terminaba con el bautismo. Continuaba con las catequesis mistagógicas a los neófitos durante la pascua, destinadas a la explicación y comentario de los ritos celebrados, a la apertura de los ojos al Misterio, a la experiencia de la fe y del gozoso encuentro con la comunidad creyente y resucitada. Los testimonios más importantes (Cirilo de Jerusalén, Teodoro de Mopsuestia, Ambrosio) dan fe de la importancia de este momento. En nuestras comunidades parroquiales es necesario implantar las catequesis mistagógicas y si ya se tienen, impulsarlas y reforzarlas.

2

. En el encuentro con Cristo, Pablo descubre la consistencia del universo (Col 1,17) y la esperanza del mundo (Ef 2,11s). Ciertamente, como proclama Pedro, “no se nos ha dado otro nombre, otra realidad, otra experiencia semejante, en la que podamos ser salvos” (Hech 4,12). Nuestras catequesis y celebraciones tienen que llevar a la persona a este encuentro personal con Cristo, es necesario revisar si lo que creemos celebramos, si nuestras celebraciones realmente manifiestan lo que creemos y son aptas de llevar a las personas al encuentro personal con Cristo.

3

. Si el hombre cambia profundamente, si el hombre sigue un proceso serio de conversión, entonces es que el Reino de Dios ha aparecido en medio de nosotros. La fuerza de Dios se manifiesta en contraste con la debilidad del hombre (2 Cor 12,9).

4

. Para que el Espíritu Santo sea reconocido, es preciso que sea anunciado. La acción del Espíritu es una realidad que brota en abundancia como fruto de la pascua de Cristo (Jn 7,37-39).

Desde entonces, la hora del Espíritu ha llegado. También para el mundo de hoy. Es necesario que se manifieste en obras concretas la acción del Espíritu Santo, ¿cómo será posible que sepa cada uno que ha recibido el Espíritu?

5

. Quien evangeliza es un testigo, no un predicador vacío y superficial de la Palabra de Dios; por eso, desde la experiencia de fe convoca a la experiencia de fe. Como dijo Pablo VI: En el fondo, ¿hay otra forma de comunicar el Evangelio que no sea la de transmitir a otro la propia experiencia de fe? (Cf. EN 46).

6

. La comunidad es seno materno donde se forma el hombre nuevo. La semilla es la Palabra de Dios. La concepción del hombre nuevo se realiza en la evangelización primera. El hecho comunitario se convierte también en fuente de enseñanza, de comunión, de celebración y de oración: “Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones” (Hech 2,42).

Nuestras comunidades tienen que ser abiertas, que se alegren al recibir continuamente nuevos miembros, disponiendo siempre un nuevo sitio para un hermano más. Respetando la iniciativa del Señor, que “agrega cada día a la comunidad a los que se van salvando” (Hech 2,47). Así los sacramentos de Iniciación serán fermento de vida nueva en la comunidad eclesial. Pascua 2018

21


Hna. Ma. Adriana de Jesús Romero G. PDDM Licenciada en sagrada liturgia

Sacrosanctum Concilium la nueva forma de entender y vivir el culto y la salvación en medio de la historia: celebraciones fructuosas que dan vida.

L

a Constitución Sacrosanctum Concilium (SC) fue la primicia del Concilio Vaticano II, aprobada el 4 de diciembre de 1963, ella nos transmite la preocupación de nuestros Pastores por renovar la vida litúrgica, de fomentarla y de que estuviera en continuidad con la Tradición viva de la Iglesia, a fin de que el pueblo de Dios participe de manera consciente, activa y piadosa (SC 14). Sus siete capítulos nos ofrecen las bases para la renovación de la liturgia. En los rituales de los sacramentos y sacramentales vemos plasmado la reforma que pedía la Constitución, sobre todo en los prenotandas, encontramos los aspectos teológicos, bíblicos, pastorales y catequéticos para que la comunidad celebre el Misterio Pascual de Cristo. Se nos ofrece el fundamento de lo que creemos, celebramos y nos esforzamos por vivir, siendo constructores del Reino de Dios en este mundo que nos tocó vivir.

22 Pascua 2018

El capítulo I de la SC lleva por título: «Principios generales para la reforma y el fomento de la sagrada liturgia». Aquí encontramos el marco teológico de fondo para toda la renovación y el fomento de la liturgia. Está dividido en cinco partes:

1. Naturaleza de la sagrada liturgia y su importancia en la vida de la Iglesia. 2. Necesidad de promover la educación litúrgica y la participación activa. 3. Reforma de la sagrada liturgia. 4. Fomento de la vida litúrgica en las diócesis y en la parroquia. 5. Promoción de la acción litúrgica pastoral.


El capítulo comienza poniendo a la liturgia dentro de la Historia de Salvación, como el proyecto del Padre: “Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” (1Tim 2,4), así inicia la historia de salvación (SC 5-7, cf. DV 2-4), podemos contemplar cómo la redención de la humanidad es prefigurada en el Antiguo Testamento y llevada a cumplimiento en Cristo: quien se encarna haciéndose uno como nosotros, vive en el seno de una familia y cumple su misión de anunciar el Reino de Dios y culmina viviendo su Misterio Pascual. La Pascua del Hijo de Dios es colocada al centro de la Historia de la Salvación, porque en Él se realizó plenamente nuestra reconciliación y se nos dio la plenitud del culto divino (SC 5). En cada acción litúrgica, la Iglesia evoca y presencializa la obra salvadora realizada por Dios en Cristo y se asocia así al culto definitivo tributado por él al Padre por la acción del Espíritu Santo. Subrayamos el aspecto cristológico de la liturgia, porque ésta es: “ejercicio del sacerdocio de Jesucristo en la que mediante signos sensibles (elementos que puedo ver, tocar, gustar, oler y escuchar), se significa y se realiza, según el modo propio de cada uno, la santificación del hombre y, así el Cuerpo místico de Cristo, esto es, la cabeza y sus miembros, ejerce el culto público íntegro” (SC7). Podemos contemplar la dimensión descendente: Dios nos santifica y la dimensión ascendente: nosotros lo glorificamos. En esta definición resaltamos el principio cristológico, eclesiológico y su doble dinamismo: de santificación y glorificación a Dios, porque habiendo experimentado su amor, el perdón de los pecados, el don de la filiación y de la vida nueva, la Iglesia lo glorifica, da gracias, alaba y bendice a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.

“La Iglesia no deja de reunirse para celebrar el Misterio Pascual de Cristo” y al celebrarlo, “se hace de nuevo presente su victoria y el triunfo de su Muerte” (SC 6). Nuestra vida cristiana inicia con la acogida de la Buena Nueva y con el sacramento del Bautismo nos unimos a Cristo con una muerte como la suya y sepultados con él en la muerte, somos juntamente con él, vivificados y resucitados (Rm 6,4-5), somos injertados en el Misterio Pascual de Jesucristo y siendo hijos en el Hijo recibimos el Espíritu Santo con el sacramento de la Confirmación y participamos de la Cena del Señor, el culmen de comunión con Cristo. Pascua 2018

23


El mandato del Señor: “Hagan esto en memoria mía” (1Co 11,24) no apunta sólo a la repetición de un rito sacramental. Lo que nos está pidiendo es que hagamos con nuestra vida lo que él hizo con la suya: la total entrega al Padre, que nos dejemos triturar para ser pan para los demás. Hagamos memorial de un pasado, que se hace presente en el hoy que estamos viviendo y anticipemos el futuro de la salvación y glorificación a Dios Uno y Trino. Si la liturgia es actualización de la salvación realizada por Cristo a través de su Misterio Pascual, la SC pide que ejerzamos nuestro sacerdocio común y que nuestra participación en ella sea plena, consciente, activa y fructuosa (SC 14, 48), para que se dé la unidad entre lo que celebramos y vivimos. Al final de cada celebración escuchamos: “vayamos a vivir lo que aquí hemos celebrado”, ¿Qué relación hay entre liturgia y vida? ¿Cómo vivir en lo concreto de nuestro diario vivir el misterio que celebramos? Jesús de Nazaret, nos enseñó que el verdadero culto es la vida entera del hombre o mujer, su ejercicio en las virtudes de fe, esperanza y caridad. Su entrega no se expresó solo en el calvario, sino durante toda su vida, su diario vivir fue una oblación ininterrumpida hasta que expresó: “Padre en tus manos encomiendo mi espíritu” (Lc 23, 46). Su total disponibilidad y obediencia a Dios fue el verdadero culto al Padre, en Él vemos la coherencia entre culto y caridad. Es en lo cotidiano de la vida que hemos de glorificar a Dios, san Pablo nos exhorta “ofrézcanse ustedes mismos como una ofrenda viva, santa y agradable a Dios, porque en esto consiste el verdadero culto” (Rm 12, 1-2). En la carta a los Hebreos nos dice: “Conserven entre ustedes el amor fraterno y no se olviden de practicar la hospitalidad, ya que por ella, algunos han hospedado ángeles sin saberlo” (13,1-2). En otro texto exhorta: “no se olviden de hacer el bien y de ayudarse mutuamente, ésos son los sacrificios que agradan a Dios” (Hb 13,16). 24 Pascua 2018

Para concluir los invito a esforzarnos por acabar con esta dicotomía entre lo que creo, celebro y vivo y me dirán ¿Cómo? Hemos de dar pasitos y cada uno conoce su realidad, a nivel personal hemos de superar la mentalidad ritualista e individualista: “Dios y yo”, los sacramentos de la iniciación nos habilitan a vivir en la unidad e igualdad, somos hijos de Dios, en la fraternidad y comunión, a la fidelidad a nuestra misión de servicio incondicional y al compartir nuestro bienes materiales y espirituales. Inmersos en la sociedad, a nivel nacional acabar con la cultura de muerte: la corrupción, la lucha de poder, la indiferencia, el relativismo ético, etc., y hemos de ser defensores de la vida, del respeto de la dignidad humana, de los derechos humanos, sembrando el grano de la vida, del amor y servicio en nuestra familia, con nuestros vecinos, en el ambiente de escuela, de trabajo, hasta poder cambiar la situación de nuestra sociedad. Hay que ser cristianos las 24 horas, porque nos hemos encontrado con Jesucristo vivo y hemos aceptado hacer todo por Él, con Él y en Él.


Pbro. Isaac Urías Ibarra Coordinador diocesano para la pastoral litúrgica

N

uestras acciones y decisiones, están fuertemente condicionadas por “el mundo de las opiniones”, mismo que llega a nosotros a través de los aparatos electrónicos, y a veces sin darnos cuenta somos presa de la publicidad con su mercadotecnia, sin embargo cuando enfrentamos el fallecimiento de un ser querido o simplemente, ante la pregunta a cerca de nuestra propia muerte y de lo que serán nuestros funerales podemos confundirnos, y emitir cualquier opinión a cerca de las innumerables opciones que hoy se presentan, respecto del trato que debemos dar a los restos humanos. Muchas personas buscan eliminar el “trauma” de la muerte a cualquier precio, otros buscan relativizar e incluso muchos quieren banalizar o negar esta dura realidad de la propia existencia, pero por supuesto, ello no contribuye a llevar una auténtica vida cristiana, que como ya sabemos, el cristianismo ha apostado siempre por la verdad y asume esas consecuencias en la esperanza de la Pascua del Señor. Hace tiempo que empezamos a ver personas que, ante su propia muerte o la de sus seres queridos, piden ser cremados, para después hacer con sus restos una serie de cosas, que a veces, nos parecen extrañas o ajenas a nuestra identidad cristiana. En los actuales escenarios que vivimos, debemos tener clara la enseñanza de la Iglesia al respecto. Recientemente en el pontificado de Francisco se nos regala un documento que nos recuerda la

visión de fe respecto del trato que debemos dar a nuestros difuntos. Será muy oportuno leer atentamente este documento doctrinal para desprender de ello, no solo decisiones personales o familiares respecto de la propia defunción, sino para ir contribuyendo a tener en nuestras comunidades, una pastoral organizada, que ame la vida, haga su opción por ella, pero iluminados por la Resurrección; y desde allí siga haciendo extensiva la comunión de los santos que Cristo nos ha alcanzado. Debemos siempre, remar contracorriente y recuperar el carácter sagrado del acontecimiento de la muerte, solo así recobraremos el carácter sagrado de la misma vida, ya que, como se decía hace años: “Quien no se prepara para morir, tampoco se prepara para vivir”, así vemos como muchas personas hacen de su vida una improvisación, centrada en lo inmediato, lo que a la larga termina con mayor sufrimiento para todos. Al terminar de leer la Instrucción Ad resurgendum cum Christo podremos darnos cuenta que, como Iglesia, necesitamos rechazar algunas propuestas comerciales de algunas instancias que prestan servicios funerarios, incluso desde una pastoral social, es básico poder brindar, como parroquia, decanato o diócesis, los tiempos y los espacios físicos a nuestros fieles, para responder a las convicciones de nuestra fe, y para poder dar un trato adecuado a los restos de nuestros hermanos. Pascua 2018

25


CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE

Instrucción Ad resurgendum cum Christo acerca de la sepultura de los difuntos y la conservación de las cenizas en caso de cremación 1. Para resucitar con Cristo, es necesario morir con Cristo, es necesario «dejar este cuerpo para ir a morar cerca del Señor» (2 Co 5, 8). Con la Instrucción Piam et constantem del 5 de julio de 1963, el entonces Santo Oficio, estableció que «la Iglesia aconseja vivamente la piadosa costumbre de sepultar el cadáver de los difuntos», pero agregó que la cremación no es «contraria a ninguna verdad natural o sobrenatural» y que no se les negaran los sacramentos y los funerales a los que habían solicitado ser cremados, siempre que esta opción no obedezca a la «negación de los dogmas cristianos o por odio contra la religión católica y la Iglesia». Este cambio de la disciplina eclesiástica ha sido incorporado en el Código de Derecho Canónico (1983) y en el Código de Cánones de las Iglesias Orientales (1990). Mientras tanto, la práctica de la cremación se ha difundido notablemente en muchos países, pero al mismo tiempo también se han propagado nuevas ideas en desacuerdo con la fe de la Iglesia. Después de haber debidamente escuchado a la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el Consejo Pontificio para los Textos Legislativos y muchas Conferencias Episcopales y Sínodos de los Obispos de las Iglesias Orientales, la Congregación para la Doctrina de la Fe ha considerado conveniente la publicación de una nueva Instrucción, con el fin de reafirmar las razones doctrinales y pastorales para la preferencia de la sepultura de los cuerpos y de emanar normas relativas a la conservación de las cenizas en el caso de la cremación. 2. La resurrección de Jesús es la verdad culminante de la fe cristiana, predicada como una parte esencial del Misterio pascual desde los orígenes del cristianismo: «Les he trasmitido en primer lugar, lo que yo mismo recibí: Cristo murió por nuestros pecados, conforme a la Escritura. Fue sepultado y resucitó al tercer día, de acuerdo con la Escritura. Se apareció a Pedro y después a los Doce» (1 Co15,3-5). Por su muerte y resurrección, Cristo nos libera del pecado y nos da acceso a una nueva vida: «a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos… también nosotros vivamos una nueva vida» (Rm 6,4). Además, el Cristo resucitado es principio y fuente de nuestra resurrección futura: «Cristo resucitó de entre los muertos, como primicia de los que durmieron… del mismo modo que en Adán mueren todos, así también todos revivirán en Cristo» (1 Co 15, 20-22). Si es verdad que Cristo nos resucitará en el último día, también lo es, en cierto modo, que nosotros ya hemos resucitado con Cristo. En el Bautismo, de hecho, hemos sido sumergidos en la muerte y resurrección de Cristo y asimilados sacramentalmente a él: «Sepultados con él en el bautismo, con él habéis resucitado por la fe en la acción de Dios, que le resucitó de entre los muertos» (Col2, 12). Unidos a Cristo por el Bautismo, los creyentes participan ya realmente en la vida celestial de Cristo resucitado (cf. Ef 2, 6). Gracias a Cristo, la muerte cristiana tiene un sentido positivo. La visión cristiana de la muerte se expresa de modo privilegiado en la liturgia de la Iglesia: «La vida de los que en ti creemos, Señor, no termina, se transforma: y, al deshacerse nuestra morada terrenal, adquirimos una mansión eterna en el cielo». Por

26 Pascua 2018


la muerte, el alma se separa del cuerpo, pero en la resurrección Dios devolverá la vida incorruptible a nuestro cuerpo transformado, reuniéndolo con nuestra alma. También en nuestros días, la Iglesia está llamada a anunciar la fe en la resurrección: «La resurrección de los muertos es esperanza de los cristianos; somos cristianos por creer en ella». 3. Siguiendo la antiquísima tradición cristiana, la Iglesia recomienda insistentemente que los cuerpos de los difuntos sean sepultados en los cementerios u otros lugares sagrados. En la memoria de la muerte, sepultura y resurrección del Señor, misterio a la luz del cual se manifiesta el sentido cristiano de la muerte, la inhumación es en primer lugar la forma más adecuada para expresar la fe y la esperanza en la resurrección corporal. La Iglesia, como madre acompaña al cristiano durante su peregrinación terrena, ofrece al Padre, en Cristo, el hijo de su gracia, y entregará sus restos mortales a la tierra con la esperanza de que resucitará en la gloria. Enterrando los cuerpos de los fieles difuntos, la Iglesia confirma su fe en la resurrección de la carne, y pone de relieve la alta dignidad del cuerpo humano como parte integrante de la persona con la cual el cuerpo comparte la historia. No puede permitir, por lo tanto, actitudes y rituales que impliquen conceptos erróneos de la muerte, considerada como anulación definitiva de la persona, o como momento de fusión con la Madre naturaleza o con el universo, o como una etapa en el proceso de re-encarnación, o como la liberación definitiva de la “prisión” del cuerpo. Además, la sepultura en los cementerios u otros lugares sagrados responde adecuadamente a la compasión y el respeto debido a los cuerpos de los fieles difuntos, que mediante el Bautismo se han convertido en templo del Espíritu Santo y de los cuales, «como herramientas y vasos, se ha servido piadosamente el Espíritu para llevar a cabo muchas obras buenas». Tobías el justo es elogiado por los méritos adquiridos ante Dios por haber sepultado a los muertos, y la Iglesia considera la sepultura de los muertos como una obra de misericordia corporal. Por último, la sepultura de los cuerpos de los fieles difuntos en los cementerios u otros lugares sagrados favorece el recuerdo y la oración por los difuntos por parte de los familiares y de toda la comunidad cristiana, y la veneración de los mártires y santos. Mediante la sepultura de los cuerpos en los cementerios, en las iglesias o en las áreas a ellos dedicadas, la tradición cristiana ha custodiado la comunión entre los vivos y los muertos, y se ha opuesto a la tendencia a ocultar o privatizar el evento de la muerte y el significado que tiene para los cristianos. 4. Cuando razones de tipo higiénicas, económicas o sociales lleven a optar por la cremación, ésta no debe ser contraria a la voluntad expresa o razonablemente presunta del fiel difunto, la Iglesia no ve razones doctrinales para evitar esta práctica, ya que la cremación del cadáver no toca el alma y no impide a la omnipotencia divina resucitar el cuerpo y por lo tanto no contiene la negación objetiva de la doctrina cristiana sobre la inmortalidad del alma y la resurrección del cuerpo. La Iglesia sigue prefiriendo la sepultura de los cuerpos, porque con ella se demuestra un mayor aprecio por los difuntos; sin embargo, la cremación no está prohibida, «a no ser que haya sido elegida por razones contrarias a la doctrina cristiana».

Pascua 2018

27


En ausencia de razones contrarias a la doctrina cristiana, la Iglesia, después de la celebración de las exequias, acompaña la cremación con especiales indicaciones litúrgicas y pastorales, teniendo un cuidado particular para evitar cualquier tipo de escándalo o indiferencia religiosa. 5. Si por razones legítimas se opta por la cremación del cadáver, las cenizas del difunto, por regla general, deben mantenerse en un lugar sagrado, es decir, en el cementerio o, si es el caso, en una iglesia o en un área especialmente dedicada a tal fin por la autoridad eclesiástica competente. Desde el principio, los cristianos han deseado que sus difuntos fueran objeto de oraciones y recuerdo de parte de la comunidad cristiana. Sus tumbas se convirtieron en lugares de oración, recuerdo y reflexión. Los fieles difuntos son parte de la Iglesia, que cree en la comunión «de los que peregrinan en la tierra, de los que se purifican después de muertos y de los que gozan de la bienaventuranza celeste, y que todos se unen en una sola Iglesia». La conservación de las cenizas en un lugar sagrado puede ayudar a reducir el riesgo de sustraer a los difuntos de la oración y el recuerdo de los familiares y de la comunidad cristiana. Así, además, se evita la posibilidad de olvido, falta de respeto y malos tratos, que pueden sobrevenir sobre todo una vez pasada la primera generación, así como prácticas inconvenientes o supersticiosas. 6. Por las razones mencionadas anteriormente, no está permitida la conservación de las cenizas en el hogar. Sólo en casos de graves y excepcionales circunstancias, dependiendo de las condiciones culturales de carácter local, el Ordinario, de acuerdo con la Conferencia Episcopal o con el Sínodo de los Obispos de las Iglesias Orientales, puede conceder el permiso para conservar las cenizas en el hogar. Las cenizas, sin embargo, no pueden ser divididas entre los diferentes núcleos familiares y se les debe asegurar respeto y condiciones adecuadas de conservación. 7. Para evitar cualquier malentendido panteísta, naturalista o nihilista, no sea permitida la dispersión de las cenizas en el aire, en la tierra o en el agua o en cualquier otra forma, o la conversión de las cenizas en recuerdos conmemorativos, en piezas de joyería o en otros artículos, teniendo en cuenta que para estas formas de proceder no se pueden invocar razones higiénicas, sociales o económicas que pueden motivar la opción de la cremación. 8. En el caso de que el difunto hubiera dispuesto la cremación y la dispersión de sus cenizas en la naturaleza por razones contrarias a la fe cristiana, se le han de negar las exequias, de acuerdo con la norma del derecho. El Sumo Pontífice Francisco, en audiencia concedida al infrascrito Cardenal Prefecto el 18 de marzo de 2016, ha aprobado la presente Instrucción, decidida en la Sesión Ordinaria de esta Congregación el 2 de marzo de 2016, y ha ordenado su publicación. Roma, de la sede de la Congregación para la Doctrina de la Fe, 15 de agosto de 2016, Solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María. GerhardCard. Müller Prefecto

28 Pascua 2018


Pbro. Isaac Urías Ibarra Coordinador diocesano para la pastoral litúrgica

E

s cierto, a menudo pasamos por duras pruebas, pero jamás debe decaer la certeza de que el Señor nos ama. Su misericordia se expresa también en la cercanía, en el afecto y en el apoyo… Todos tenemos necesidad de consuelo, porque ninguno es inmune al sufrimiento, al dolor y a la incomprensión. Cuánto dolor puede causar una palabra rencorosa,

fruto de la envidia, de los celos y de la rabia. Cuánto sufrimiento provoca la experiencia de la traición, de la violencia y del abandono; cuánta amargura ante la muerte de los seres queridos. Sin embargo, Dios nunca permanece distante cuando se viven estos dramas. Una palabra que da ánimo, un abrazo que te hace sentir comprendido, una caricia que hace percibir el amor, una oración que permite ser más fuerte…, son todas expresiones de la cercanía de Dios a través del consuelo ofrecido por los hermanos .” Nos lo expresaba el papa Francisco, en el número 13 de su carta apostólica Misericordia et misera al concluir el año jubilar, queriendo extender las gracias de la Misericordia Divina.

Pascua 2018

29


La Iglesia del Señor nace y crece mediante la enseñanza y practica de las obras de misericordia, el mismo Señor Jesús enseñó y practicó estas obras de misericordia. Así mismo, cuando se trata de los difuntos, la Iglesia a lo largo de los siglos ha formulado su doctrina mediante las denominadas obras de misericordia corporales (enterrar a los difuntos) y con las obras de misericordia espirituales (orar por vivos y difuntos). Ante este imperativo moral, propio de la vocación de cada miembro de la Iglesia, podemos preguntamos lo siguiente: ¿Cómo responder desde la acción litúrgica a la realización de estas obras de misericordia? Sin duda es amplio el marco doctrinal que trata de las celebraciones de exequias o de difuntos, sin embargo mencionamos sólo algunos aspectos generales que seguramente podrán enriquecer los servicios de los equipos de pastoral litúrgica en las comunidades:

30 Pascua 2018

1

.- ¿QUÉ SON LAS EXEQUIAS?

La Iglesia, en las exequias de sus hijos, celebra el misterio pascual, para que los que por el bautismo fueron incorporados a Cristo, muerto y resucitado, lleguen también con Él a la vida eterna, primero con el alma, que tendrá que purificarse para entrar al cielo con los santos, después con el cuerpo, que esperará la bienaventurada esperanza del retorno de Cristo y la resurrección de los muertos. Por este motivo, la Iglesia ofrece por los difuntos el sacrificio eucarístico de la Pascua de Cristo, y ora y celebra sufragios por ellos, de tal manera que, comunicándose entre sí todos los miembros de Cristo, estos piden por los difuntos el auxilio espiritual y, por los otros, el consuelo de la esperanza. Es importante recordar que, las exequias no son un sacramento, ya que los sacramentos son para los vivos, no para los muertos.


2

.- ¿CÓMO CELEBRAR LAS EXEQUIAS?

Se pueden celebrar exequias dentro de la celebración de la Eucaristía, pero también fuera de la celebración de la Eucaristía. La celebración se inicia en la iglesia con la recepción del cuerpo del difunto en la puerta del templo y es conducido hasta al pie del presbiterio, mirando hacia el altar. Si el difunto es un obispo o un presbítero, el cuerpo es colocado mirando hacia el pueblo. De esta manera recordamos que el obispo o presbítero presidía la asamblea litúrgica y en el caso del laico difunto, asistía y participaba en la asamblea litúrgica, cada uno desde su lugar. Acto seguido se enciende el cirio pascual, recordando la esperanza en la resurrección que Cristo nos trae. El cirio pascual es colocado a los pies del difunto. Después tiene lugar la Liturgia de la Palabra, como es costumbre. Después del evangelio, tiene lugar la homilía y seguidamente la oración de los fieles. Si hay misa, sigue la liturgia de la Eucaristía, como es costumbre, hasta la oración de postcomunión. Después de la oración de comunión, tiene lugar el rito de despedida. Si no hay misa, después de la oración de los fieles se dice la oración del Padrenuestro, y a continuación el rito de despedida. El rito de despedida se inicia con una monición pidiendo a Dios el perdón de los pecados del difunto y seguidamente se le asperge con agua bendecida, recordando su bautismo y, si se puede, se le inciensa,

para recordar su dignidad de Hijo de Dios. Finalmente, tiene lugar una larga oración final en que se pide a Dios que abra las puertas del cielo al difunto y a los que estamos aquí nos dé el consuelo y la esperanza. Finalmente, el cuerpo del difunto es conducido al cementerio, donde recibe sepultura cristiana o bien al lugar donde se hará la cremación, para después depositar las cenizas en el lugar apropiado y destinado para ello. Allí, si es posible, se hará una breve oración.

3

.- COSAS A TENER EN CUENTA

El cirio pascual tiene que estar colocado a los pies del difunto, no en el ambón. Hay que evitar que la celebración quede ahogada por cantos que no tengan nada que ver con la fe cristiana, ni tampoco con demasiados parlamentos, y mucho menos de suma exaltación de las cualidades de la persona fallecida, para que sea una celebración sencilla, pero vivida y centrada en Cristo y en su misterio pascual. Es recomendable que el que presida las exequias, sea un ministro ordenado o un laico que lo haga con un tono acogedor y teniendo en cuenta la situación de cada familia. Una buena recomendación es ir a visitar o platicar con la familia previamente.

Actualmente por la variedad de ofertas comerciales en los servicios funerarios o por muchas otras circunstancias, entre los miembros de nuestras comunidades, se llevan a cabo una serie de celebraciones como son: celebración con las cenizas dentro o fuera de misa, celebración de cuerpo presente en las funerarias o casas de los familiares, etc. Para cada una de estas celebraciones existe una normativa junto con sus indicaciones, será oportuno estudiar el ritual de exequias y sus prenotadas, para preparar más adecuadamente cada una de ellas. Pascua 2018

31


Pbro. Erik Urías Ibarra Coordinador Diocesano de MESC

Tarea permanente del MESC

E

l tema de la muerte es común a todas las filosofías, se cuestionan acerca de ella y muchos filósofos están convencidos de que la causa primitiva del miedo del hombre es el miedo a la muerte. Experimentamos una finitud y nos sentimos limitados, eso nos da una sensación de inseguridad. Diariamente nos enfrentamos a situaciones que nos hacen replantear nuestra vida siempre amenazada por la sombra de la muerte, vemos noticias de terremotos, huracanes, guerras, etc. Y podemos observarlas como algo lejano, podemos llegar a sentir algo de compasión, pero sigue siendo algo externo, sin embargo; cuando nos toca en lo más cercano, con nuestra familia, amigos o simplemente cuando experimentamos el peligro inminente de perder la vida, entonces la visión de la muerte exige una respuesta rápida y contundente. En la tarea de acompañar y llevar el Sagrado Sacramento a los enfermos no podemos desviar la mirada de la figura atemorizante de la muerte, pero siempre iluminándola por medio de la fe en “El Resucitado”, debemos ejercitarnos para soportar esa mirada sabiendo descubrir el paso de Dios en ese trance final del hermano sufriente. En los Evangelios de Mt y Mc el ángel dirige sus palabras a las mujeres: “no teman”, palabras que en muchos pasajes se repetirán. Vencer el miedo a base de confianza en aquel que nos ha llamado, la resurrección significa vencer el miedo a la muerte.

32 Pascua 2018

En la Eucaristía celebramos siempre la muerte y resurrección de Jesús para superar nuestro miedo a la muerte, un regalo que nos ayudará a mirar ese temor y transformarlo en esperanza, es confrontación, pero a la vez, nos sitúa delante de Cristo que ha superado la muerte. La Eucaristía elimina la separación entre la vida y la muerte, entre vivos y muertos, entre cielo y tierra, en ella hay comunión y el amor crece más que el miedo a morir, la celebración es triunfo del amor sobre el dolor de la muerte.


Contario a esto, una visión materialista de la muerte nos dice que no puede existir vida después de la muerte, puesto que el hombre y su cuerpo, constituido por átomos y dotado de energía, son una unidad, una misma cosa, de modo que al morir el cuerpo, su alma, y por consiguiente la totalidad de su existencia, debe considerarse extinguida. La Iglesia en su ministerio nos enseña: “en las exequias de sus hijos, celebra el Misterio Pascual, para que quienes por el bautismo fueron incorporados a Cristo, muerto y resucitado, pasen también con él a la vida eterna, primero con el alma, que tendrá que purificarse para entrar en el cielo con los santos y elegidos, después con el cuerpo, que deberá aguardar la bienaventurada esperanza del advenimiento de Cristo y la resurrección de los muertos” Introducción al Ritual de exequias.

Para el MESC la tarea de acompañar e iluminar la realidad de la muerte es una prioridad, a menudo las personas a las cuales se les visita están pasando por momentos de precariedad física, ya sea por alguna enfermedad o simplemente por la ancianidad, ante ello la mirada tierna del ministro debe ayudar a que la esperanza brille, no se puede contentar solo con llevar el sacramento, es necesario que la presencia de Dios se haga visible también en la persona del ministro, tocar la herida del dolor, del miedo, de la angustia y de la duda, sabiendo que ese hermano es otro Cristo, otro que por el bautismo fue “cristificado” (ungido), alguien que desde su condición mortal ha sido elevado a la condición divina por el sacramento bautismal, pero que también sufre la pasión de la cruz, en carne propia o en la pérdida de un ser querido.

Ahora bien, en muchas ocasiones se le pide al MESC que ayude en la celebración de una liturgia exequial, quiero darte algunos puntos que te puedan ayudar a enriquecer tu acompañamiento pastoral: En ninguna otra actividad litúrgica se exige más MESC que las palabras que se dirijan a quienes han perdido a un ser querido. Se pide que interiormente esté cercano, que ofrezca el consuelo justo de una participación verdaderamente humana. No con un sentimentalismo o con una emoción fácil que lleve a la exacerbación de las emociones, sino con la cercanía que da el aceptar nuestra realidad limitada. Esta cercanía le dará la capacidad de encontrar la palabra precisa y el tono adecuado. Recordar que en esos momentos la persona se hace muchos cuestionamientos ante la muerte y quisiera tener la respuesta. La única respuesta es la esperanza en Aquel que resucitó de entre los muertos y que se conmueve del dolor de quien sufre la muerte. Las palabras deberán buscar colocar la vida del difunto, el dolor de los familiares y amigos bajo la cruz de Cristo como signo de la victoria sobre la muerte.

Pascua 2018

33


Evítese reducir en la reflexión referir una colección de “vaguedades” e “ideas generales”, “frases hechas” carentes de sentido. Es necesario actualizar interiormente lo que esa muerte supone para los familiares. Existe la tentación de querer exponer teóricamente verdades objetivas y dar respuesta a las interrogantes. Recuerda siempre que el mal y la muerte son un misterio. En muchas ocasiones las personas que acuden a unas exequias constituyen una comunidad de fe, como es el caso de la misa dominical, otros vienen sólo por solidaridad con el difunto o con su familia, de alguna manera es un acto social. En este grupo puede haber alejados de la Iglesia o con ignorancia acerca de las oraciones, posturas o ritos. El MESC con la debida paciencia deberá renunciar a “regañar” o hacer sentir mal a los presentes sólo por no participar activamente, asimismo no aprovechar la celebración para hacer una predicación misionera. La mejor alocución misionera es que vean que creemos en aquello que estamos celebrando. La reflexión en la celebración exequial debe ser un recuerdo del difunto, evitando el “elogio fúnebre” y a la vez proporcionar un auténtico consuelo a los que quedan. Es importante el diálogo con los familiares. Téngase en cuenta que a veces este contacto es difícil: Porque el difunto o sus familiares no tenían ninguna relación con la parroquia; por una muerte trágica o temprana; por la relación del difunto conflictiva con la familia; un suicidio o una muerte producto del narcotráfico. En tal caso privilegiar siempre en el mensaje el carácter personal, sin ser biográfico, incluso se puede hacer alusión brevemente al testimonio cristiano de su vida, si constituye motivo de edificación y de acción de gracias. Es valioso iluminar el momento con los tiempos litúrgicos ya que ellos pueden hacer tocar a los oyentes. Por ejemplo: En Navidad podemos referirnos a la condición humana que Jesús comparte con nosotros para llevarnos a la vida, y en Pascua podemos iluminar con alguno de los relatos pascuales y relacionar la muerte y resurrección de Jesús con las del difunto.

Es necesario que la Eucaristía que ha sido recuerdo de la muerte y resurrección de Cristo haga su obra en la tarea evangelizadora del MESC, no se puede ser un simple espectador, un vigía incólume, alguien que no exprese emoción o pasión por lo que contemplan sus ojos. El hermano tocado por la posibilidad de la muerte o aquel que ha perdido a un ser querido es la meta de tu tarea, en virtud que es Cristo mismo que sufre, y ante su dolor. La Eucaristía será entonces el paso triunfador del Señor a través de la muerte a la vida y que confiamos al difunto en esta comunión con el que por él murió y resucitó. No solo entendida racionalmente sino vivida, asumida y anunciada con nuestra vida. 34 Pascua 2018


Pbro. Jorge Daniel Estrella Morales Coordinador diocesano de pastoral de la salud.

L

a vivencia de pérdida de un ser querido es una realidad que toda persona experimentará en un momento u otro de su vida. Ciertamente, es algo que no escogemos, ni mucho menos deseamos. Desde esta perspectiva, “…ella nos convierte en víctimas, en supervivientes involuntarios…” (Neimeyer, 2000).

RESPUESTA A LA PÉRDIDA Y TIPOS DE DUELO Cuando una persona experimenta la pérdida de un ser querido comienza a vivir un duelo. Este es una respuesta a la pérdida que se despliega a lo largo de un tiempo y que implica vivir una serie de dinámicas complejas que involucran todas las dimensiones de la persona y que necesariamente habrá que sentir, experimentar y afrontar para que su vivencia sea adecuada. Existe toda una tipología de duelos patológicos que son el resultado de una vivencia inadecuada de este. A este tipo de duelos se les conoce como complicados o disfuncionales. Pueden ser de tipo crónico, retrasado o negado. (Bermejo J. C., 2005)


EL TIEMPO Y LAS REACCIONES BIOGRÁFICAS DEL DUELO Jorge Tizón menciona que el duelo es el período de tiempo en que la persona manifiesta, a nivel psicológico, biológico y/o social, fenómenos mentales y de conducta relacionada con una pérdida (Tizón, 2013). Además de estas manifestaciones del duelo en los distintos niveles de la persona, es necesario agregar el nivel espiritual. Tal definición nos habla de dos componentes importantes, tales como las manifestaciones bio-psico-socialespirituales. y el tiempo. Con respecto a este, los dolientes suelen preguntarse por el tiempo de duración de su dolor (nadie desea convivir mucho tiempo con sentimientos dolorosos), pero además, la misma sociedad ejerce presión para que el tiempo de duelo sea corto. La Asociación Americana de Psiquiatría, que habla del duelo dentro de los trastornos depresivos, habla de dos semanas, hasta dos meses (APA, 2014); otros autores hablarán de un año, otros de 12 a 18 meses, otros de hasta 4 años. Los que acompañamos a personas en duelo, sabemos que es inadecuado hablar de un tiempo determinado, pues es un proceso subjetivo que depende de muchas variables para llegar a su resolución, tales como el tipo de vínculo, el tipo de personalidad, las características de la muerte, el apoyo social y las crisis concurrentes. (Montoya, 2012)

PROCESO DE DUELO Se entiende por proceso (o trabajo) de duelo a ese conjunto de fenómenos psicológicos experimentados, a manera de proceso, desde el momento de la pérdida (o previamente a ella) hasta la elaboración del duelo. (Tizón, 2013) Este trabajo supone en el superviviente la experiencia dinámica que lleva a pensar sin culpa sobre la pérdida, expresar los sentimientos que ésta provoca, analizar las consecuencias que dicha pérdida está suponiendo y poner en práctica conductas tendientes a afrontar la vida en toda su riqueza (Magaña & Bermejo, 2013). Advierto previamente que elaborar un duelo no significa dejar de echar de menos y olvidar. Ese amor permanecerá siempre, pero su lugar dentro de uno deberá cambiar; se deberá decir el adiós postrero y dejarlo ir con amor (O´Connor, 2007). Además, el proceso nunca será lineal o escalonado, sino más bien con una serie de vaivenes que puede crear la sensación de estar estancado o en retroceso. Algunos aspectos que al añadirse al duelo pueden alterar el proceso de elaboración de un duelo normal, y en algunos casos complicarlo o hacer de él una patología, son las relacionadas con las herencias, la culpa mal sana, la sexualidad, es aspecto económico, entre otros. (Bermejo, Magaña, & Villacieros, 2016)

PARA AFRONTAR EL DUELO

Existen diferentes teorías sobre el cómo podría un superviviente llegar a una resolución favorable para su persona. Aquí expongo brevemente las aportaciones del Dr. Neimeyer en su guía para afrontar el duelo, donde habla del trabajo a manera de desafíos que el deudo debe afrontar (Neimeyer, 2000). La primera tarea es el reconocer la realidad de la pérdida, que, aunque parezca obvio, puede ser difícil de superar. Es un trabajo intensamente emocional y consiste en ir cayendo en cuenta de que mi ser querido ha muerto y ya no estará más a mi lado, que ha desaparecido ese rol valioso que me ayudaba a definir mi identidad.Una 36 Pascua 2018


segunda tarea es abrirse al dolor de una manera equilibrada, donde por una parte se debe disponer a abrazar el dolor de la pérdida el tiempo suficiente para aprender las lecciones que esto enseña; por otro lado, distraerse del duelo cuando aparecen necesidades prácticas o fisiológicas. Otra tarea es revisar el mundo de significados, porque la pérdida nos roba/ destruye las creencias y presuposiciones que habían sido hasta ese momento las bases que sustentaban nuestro estilo de vida. El duelo pone en jaque, por ejemplo, en nuestras sensaciones de invulnerabilidad, de justicia divina, de seguridad, de autosuficiencia, etc. Reconstruir la relación con lo que se ha perdido es otra tarea fundamental en el proceso de duelo y consiste en aprender que la muerte transforma la relación o el vínculo en lugar de ponerle un fin. No se trata de olvidar a las personas que han muerto para “seguir adelante sin mirar atrás”, sino en convertir la relación en base a una conexión simbólica. Finalmente, el reinventarse a uno mismo, porque sin duda una parte de nosotros muere con nuestro ser amado, generando un vacío en el interior. Nunca se vuelve a ser la misma persona después del duelo, pero, con mucho esfuerzo, se puede construir una identidad que empate con el nuevo rol de vida. Los hábitos cotidianos se mezclan de nuevo y se unen

los patrones antiguos con los nuevos. Se vive con nuevos proyectos.

SOBRE EL PORQUÉ AYUDAR AL SUPERVIVIENTE

La presencia y la acción en el mundo de la salud y del sufrimiento es una manifestación constante de la comunidad eclesial por seguir siendo fiel al mandato de Jesús: “Vayan por todo el mundo y prediquen la Buena Nueva” (Mc 16, 15). Es en los Evangelios donde encontramos una faceta de Jesús como médico de la carne y del espíritu, manifestada en expresiones, como el Siervo sufriente, el divino Samaritano y como un promotor de la vida y la salud. En esta última expresión, Jesús se muestra en su persona y en sus obras, como una persona madura y equilibrada, donde emplea sus energías de mente y corazón con una sabiduría que sabe llegar a lo profundo del corazón. Su amor al hombre lo manifiesta en su trato y su capacidad para relacionarse con todos; sabe comprender, muestra empatía y compasión, es capaz de dar esperanza, además de armonizar la ternura y la fuerza. Acoge las experiencias negativas sin ignorar su doloroso peso. Es en Él donde la condición humana muestra su rostro redimido, y las aspiraciones humanas más profundas encuentran su realización. (Brusco & Pintor, 1999)

Pascua 2018

37


LOS GRUPOS DE AYUDA MUTUA EN DUELO GAMD

Los GAMD, son de naturaleza comunitaria, no profesional (es deseable que el facilitador esté cualificado para ello), se basan en la experiencia vivida y compartida. La eficacia del proceso de duelo está en el compartir y escuchar, generando la sensación de no estar solo, sino acompañado. Sentirse acogido, expresar sin miedo a ser juzgado, crear sentido de pertenencia ayuda a adquirir nuevo conocimiento y nueva perspectiva de la vida, restaura la confianza personal y el deseo de vivir de nuevo (Pangrazzi, 2016) En ellos se trabaja mucho la dimensión emotiva y espiritual de la persona. Son las emociones y sentimientos los que se abren y sanan y se aprenden a gestionar, sobre todo por medio de la narrativa; la espiritualidad desde la oración, los sacramentos, los retiros, la dirección espiritual, la reflexión, etc.

ACOMPAÑAMIENTO

El acompañamiento a las personas en duelo es y debe ser un trabajo de eclesialidad, donde varios esfuerzos pastorales, como por ejemplo la pastoral familiar, litúrgica y social se unen con el propósito de lograr una mayor eficacia de la evangelización. Es

Dentro de las comunidades cristianas, son una expresión de la solidaridad y de la sensibilidad ante el dolor del hermano. Un lugar donde encontrar sentido cristiano al dolor, para que este no sea infecundo. Son puerta abierta a la sociedad que sufre y anhela superar el propio mal con la ayuda de la fe y en compañía de los demás.

en esta realidad donde somos llamados a ir creando, desde los GAMD, una cultura del duelo, donde este sea aceptado en las familias como parte de la vida, para comprender que el superviviente necesita ayuda y tiempo para recuperar su vida, donde seamos sensibles al dolor que sobre todo en esta cultura de la muerte, estamos viviendo acuciante y dolorosamente.

Lo ideal para que una persona participe de un GAMD parroquial es la voluntariedad, pues es la misma persona quien necesita pedir la ayuda. No es pertinente la participación de personas en fase de shock y embotamiento, por ello su posible ingreso será después de algunos meses de vivir su duelo. Aquellos con alguna enfermedad/trastorno mental, depresión profunda, resistencia a compartir en grupo no pueden ser aceptadas, sino tratadas con algún especialista u ofreciéndoles acompañamiento individual, por medio del sacerdote, el facilitador, el psicólogo de la parroquia, etc.

38 Pascua 2018

Aunado a esto último, es ya muy necesario y urgente, involucrar a diferentes agentes de pastoral en la preparación personal y para generar espacios de formación y capacitación, como diplomados de espiritualidad, de relación de ayuda, de tanatología, entre otros, para que nuestras parroquias también sean centros humanitarios de escucha y contención para ser frente a la situación de deterioro en México. (CEM, 2010) Cuaresma-Pascua 2017


Pbro. Pedro Moreno Valenzuela Ceremoniero del Arzobispo

I

niciamos este artículo teniendo en cuenta lo que la Carta Circular de la Congregación para el Culto Divino, sobre la preparación y celebración de las fiestas pascuales de año 1988, dice sobe el Triduo Pascual: “La Iglesia celebra cada año los grandes misterios de la redención de los hombres desde la Misa vespertina del jueves en la Cena del Señor «hasta las Vísperas del domingo de Resurrección». Este período de tiempo se denomina justamente el «Triduo del crucificado, sepultado y resucitado» (san Agustín, Ep. 55,

24); se llama también «Triduo pascual» porque en su celebración se hace presente y se realiza el misterio de la Pascua, es decir el tránsito del Señor de este mundo al Padre. En esta celebración del misterio, por medio de los signos litúrgicos y sacramentales la Iglesia se une en íntima comunión con Cristo, su Esposo”. (38). La carta resalta toda una dinámica íntimamente conectada, que se da en el transcurso de tres días y cuya inauguración se da desde la víspera. A veces resulta difícil entender que la celebración vespertina del Jueves Santo ha

sido sólo preludio de la Pascua y es ahora, al inicio del Triduo Pascual, cuando la liturgia nos va hacer pasar a través del misterio de Cristo crucificado y muerto (Viernes santo), sepultado (Sábado santo), y resucitado (Domingo de Pascua). Esto nos hace comprender que la celebración del Viernes santo no puede estar desconectado de los otros días del Triduo, el hacerlo así se correría el peligro de que la celebración de este día se quede nada más en la muerte, casi como independizándola de lo que sigue.

Pascua 2018

39


Para nuestro artículo tendremos en cuenta las dos celebraciones litúrgicas más importantes de este día: La solemne acción litúrgica del Viernes Santo de la Pasión del Señor y la Liturgia de las Horas de este día y, en torno a las cuales adquieren su significado los actos de piedad que se suelen realizar en este día. Así lo sugiere la misma Carta circular: “Los ejercicios de piedad, como son el «Via Crucis», las procesiones de la Pasión y el recuerdo de los dolores de la Santísima Virgen María en modo alguno pueden ser descuidados, dada su importancia pastoral. Los textos y los cantos utilizados, en los mismos han de responder al espíritu de la liturgia del día. Los horarios de estos ejercicios piadosos han de regularse con el horario de la celebración litúrgica de tal manera que aparezca claro que la acción litúrgica por su misma naturaleza está por encima de los ejercicios piadosos”. (72) Partamos pues de la Celebración Litúrgica de la Pasión del Señor. La reforma conciliar tuvo mucho cuidado en el momento de hacer la selección de los textos, que se utilizan para la celebración de este día, estuvieran en conexión con los demás textos del Triduo Pascual (Jueves, Viernes, Sábado Santo y Vigilia Pascual), pues lo que importa es salvaguardar la unidad del mismo Triduo, tal como se entendía en sus orígenes y la única forma era el comprender como todo el Triduo Pascual tiene su centro en la Pascua. Ya desde el inicio de la Celebración Litúrgica de la Pasión del Señor, en la primera oración colecta que el Misal Romano ofrece como opción para este día del Viernes Santo, sugiere la inauguración del misterio Pascual: “Por medio de su sangre instituyó el Misterio Pascual”. El Misal Romano nos presenta tres momentos de esta solemne acción litúrgica: 1. La liturgia de la Palabra. Este primer momento se abre con el último y cuarto cántico del Siervo doliente, del libro del profeta Isaías, ya que los otros tres se escucharon con anterioridad, el primero el Domingo de ramos de la Pasión del Señor, el segundo y tercero el lunes, martes y miércoles santo. Después como segunda lectura un pasaje de la carta a los Hebreros y como Evangelio la Pasión según san Juan. Estas lecturas no han sido puestas al azar, sino que existe una completa conexión en el conjunto que nos ofrece la Liturgia de la Palabra de este día, el Siervo, tal como lo describe el autor de la primera lectura, es figura profética, llena de fuerza, de Jesús en su Pasión. Totalmente aniquilado, pero a la vez con esperanza. Verá descendencia y por el serán salvados muchos. La carta a los Hebreos narra la Pasión de Jesús desde otra faceta, Él es el Sumo Sacerdote, 40 Pascua 2018

que con sus gritos y lágrimas pide ser liberado de la muerte, y al ser escuchado fue liberado de ella pues entra en un nuevo estado de existencia siendo así constituido salvador de todos. Y finalmente la lectura de Pasión según san Juan, la cual siempre se lee cada año, a diferencia del Domingo de Ramos en el cual cada año se lee un evangelio sinóptico diferente. Esta lectura es la más importante de toda la celebración y constituye así su centro por ello se lee totalmente y no se da la opción de una lectura breve, esta importancia es señalada en palabras sencillas por la Ordenación de las Lecturas de la Misa: “La acción litúrgica del viernes santo llega a su momento culminante en el relato según san Juan de la pasión de aquel que, como el Siervo del Señor, anunciado en el libro de Isaías, se ha convertido realmente en el único sacerdote al ofrecerse a sí mismo al Padre” (33). Estas lecturas van seguidas de la plegaria universal de los fieles, que en este día cobran un especial relieve, ya que es el único recuerdo que se tenía antes de la reforma conciliar de este rito, pues en el antiguo Misal de san Pío V no existía más que en este día. Después la reforma conciliar restauró este rito en todas las celebraciones eucarísticas. La solemnidad en su forma de realizarse se destaca en la universalidad y gradación de las preces así como también en forma diaconal y presbiteral de realizarse. Estas oraciones, dice la Carta circular para la preparación de las fiestas pascuales “expresan el valor universal de la Pasión de Cristo, clavado en la Cruz para la salvación de todo el mundo” (67). La segunda parte de la celebración Litúrgica del Viernes Santo es la adoración de la Cruz, de la cual el Misal Romano ofrece dos posibilidades, la primera es la forma antigua un tanto dramatizada sin procesión donde desde el presbiterio se muestra la Cruz, con elementos que parecen no tener ningún sentido, como el hecho de que la Cruz esté tapada e irla destapando gradualmente. La segunda forma es con procesión desde el fondo de la iglesia, con una Cruz descubierta, para relativizar lo secundario de irla destapando y quitarle toda dramatización. Esta forma de realizar el rito de la adoración de la Cruz se enlaza muy bien con el rito que se realizara en el tercer día del Triduo en la noche de la Pascua, la entrada en procesión con el cirio pascual. “Este rito ha de hacerse con un esplendor digno de la gloria del misterio de nuestra salvación; tanto la invitación al mostrar la Cruz como la respuesta del pueblo hágase con canto, y no se omita el silencio de reverencia que sigue a cada una de las postraciones,


mientras el sacerdote celebrante, permaneciendo de pie, muestra elevada la Cruz” (Carta Circular para la preparación de las fiestas pascuales (68). La tercer parte de la celebración es la recepción de la Comunión. El Viernes Santo no celebramos la Eucaristía si no que se distribuye el Pan eucarístico consagrado el Jueves santo por la tarde. Para hacer menos difícil la comprensión de esta Comunión eucarística en una acción litúrgica que tiene toda su atención únicamente en la Liturgia de la Palabra y la adoración de la Cruz, es preciso insistir en la unidad de todo el Triduo Pascual y en la relación de la Eucaristía, Sacramento con la Cruz. Es por ello que el Misal Romano da la siguiente advertencia sobre la Misa del Jueves Santo de la cena del Señor: “Si en la misma iglesia no se va a celebrar la Pasión del Señor el Viernes Santo, la Misa concluye como es de costumbre” (Jueves Santo de la Cena del Señor, n. 29), y la Carta Circular para la preparación de las fiestas pascuales lo vuelve a reafirmar: “El traslado y la reserva del Santísimo Sacramento no han de hacerse si en esa iglesia no tendrá lugar la celebración de la Pasión del Señor, el Viernes” (n 54). La Celebración litúrgica de la pasión del Señor termina sin la bendición acostumbrada, con una oración sobre el pueblo. Esta oración subraya sobre todo la actualización del acontecimiento que se ha celebrado destacando sobre todo el carácter pascual de este, conectando así con los dos días siguientes del Triduo: “Envía, Señor, sobre este pueblo tuyo, que ha conmemorado la muerte de tu Hijo, en espera de la resurrección” (Misal Romano, Viernes Santo de la Pasión del Señor, n. 31). Pasemos ahora a los aspectos Pascuales destacados en la Liturgia de las Horas. Ante todo, hay que tener en cuenta lo que la Ordenación General de la Liturgia de las Horas señala con respecto a este día: “El Viernes y el Sábado Santo se organizará, antes de las Laudes matutinas, según fuese posible, una celebración pública del Oficio de la lectura con asistencia del pueblo” (210). Y la Carta Circular para la preparación de las fiestas pascuales insiste en lo mismo: “Se recomienda que, en este día, se celebre en las iglesias el Oficio de lectura y las Laudes, con participación de los fieles”. (62). Esta sugerencia es un gran momento pues a través de la oración oficial de la Iglesia el pueblo es invitado

a la meditación de la pasión, muerte y sepultura del Señor, en espera del anuncio de su resurrección. En las diversas horas de este día del Viernes hay una riqueza de oraciones, cantos y lecturas que centran muy bien el misterio que celebramos. Por ejemplo, las lecturas son, sobre todo, de los cantos del Siervo de Yahvé de acuerdo al libro del profeta Isaías, de la carta a los Hebreos, y libro del profeta Jeremías, y por supuesto que la presencia de los santos padres en el Oficio de lectura, se resalta a través de una segunda lectura en la cual comentan los hechos de la pasión del Señor a la luz de la Pascua. Los salmos seleccionados expresan el dolor y la tragedia de Jesús en su camino de la Cruz y también el drama de todos los que, como él sufren en este mundo. El Oficio de lectura se abre con tres salmos de singular aplicación cristológica a la pasión que Jesús recita en la Cruz. Las Laudes se centran en el valor redentor de la muerte del Señor y en la exaltación de la Cruz. Los otros elementos de cada hora como son las antífonas van desgranando los distintos momentos de la pasión. Recojo aquí lo que el Padre José Aldazábal dice sobre el Viernes santo: “El Viernes Santo es el primer día del Triduo. Empezamos a celebrar en plenitud el misterio, ya inaugurado con la Eucaristía del Jueves: el acontecimiento de la muerte salvadora del Mesías y el nacimiento de su comunidad, la Iglesia, “del costado de Cristo en la Cruz”, como Eva nació del costado de Adán, según el relato del Génesis. El Viernes Santo ya es Pascua. No es preparación, sino el primer día de la Pascua, formando una unidad dinámica con el Sábado y el Domingo. El Viernes Santo celebramos la totalidad del misterio pascual, aunque subrayando su primer acto, la muerte en la Cruz” (El Triduo Pascual, en “Viernes Santo” Centre de Pastoral Litúrgica, Barcelona 1998, 96-97). Termino este artículo relacionándolo con las exequias cristinas. En ellas la Iglesia celebra el misterio Pascual, para que quienes fueron incorporados a Cristo, muerto y resucitado por el Bautismo, pasen con él a la vida y aguarden el triunfo definitivo de Cristo y la resurrección de los muertos (Cfr. SC, 82). El Misal Romano de Paulo VI y en la Liturgia de las Horas, se ha tenido en cuenta de modo especial lo indicado en la constitución Sacrosanctum Concilium (81), donde se dice que las exequias deben expresar el sentido pascual de la muerte cristiana. Pascua 2018

41


Dimensión de animación y formación litúrgica

H

emos elaborado la edición de esta revista inspirados en las duras realidades de muerte que hoy padecemos en nuestro país. Al acercarse la Pascua del Señor debemos aprovechar el gran misterio de su Muerte, mismo que celebramos intensamente en el Triduo Pascual, específicamente el Viernes Santo, donde descubrimos que Jesús en la Cruz es el representante de todos los maltratados en la vida. La expresión: “Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado”, se convierte en el grito solidario de todos los débiles, las víctimas de la violencia, de pobres y pecadores. Viernes Santo es el día de la Cruz, es el día de la redención, es el día en que el Señor Jesús es más hombre que nunca. El Viernes es el “Día del dolor de Dios”: Dios, entregando a su Hijo, salva al esclavo. Con el amor, vence al pecado. No echa mano de la justicia: ¡lo vence con su propio dolor! muere por solidaridad plena con la humanidad. El viernes es día de ayuno pascual, fue lo primero que se organizó en la Iglesia para celebrar la pascua,

42 Pascua 2018

alrededor de los siglos II y III D.C. Hoy sabemos que el ayuno de viernes no es un ayuno penitencial, como en la cuaresma, sino más bien celebrativo, es ritual, contemplativo del misterio de la Cruz. La comunidad ayuna en espera del Esposo Resucitado. Pero en la sociedad de hoy el ayuno lo toma como medio curativo, como dieta para adelgazar, como signo de protesta (huelga de hambre), o de solidaridad (ayuno voluntario). Sin embargo, en la espiritualidad cristiana el ayuno se vive como un gesto profético de renuncia a cosas superfluas, como ascesis de autocontrol en una sociedad permisiva. El viernes ya es Pascua: Es el primer día del Triduo; es la celebración de la muerte salvadora del Mesías y el nacimiento de su comunidad, la Iglesia. Una comunidad que nace del costado abierto de Jesucristo (así como Eva nació del costado de Adán). Es el día de la muerte de Cristo, pero es una muerte cargada de esperanza, porque nosotros sabemos que esta cruz termina en vida, es por eso que en la adoración de la Cruz podemos cantar: “Tu Cruz adoramos Señor, y tu santa resurrección alabamos y glorificamos, pues del árbol de la Cruz ha venido la alegría al mundo entero”.


Algunos aspectos de la liturgia de la muerte del Señor: •El Viernes Santo es “alitúrgico” en el sentido eucarístico; en este día no se celebra la Eucaristía. Durante el Viernes y Sábado Santo no se celebra ningún sacramento. No tenemos Eucaristía, pero sí una celebración litúrgica de la muerte del Señor. •La celebración contiene: Liturgia de la Palabra, Adoración de la Cruz, Sagrada comunión. •El sagrario lo vemos abierto y vacío, así como el altar despojado. •Se inicia con una postración del sacerdote y en silencio (no hay canto de entrada). •Este día no necesita muchas moniciones. Basta hacer bien las cosas: La entrada en silencio; la postración; la buena proclamación de las lecturas; la oración universal pausada, expresiva. •Es una celebración llena de dramatismo; no triste, pero sí seria y sobria y llena de esperanza. •Son muy especiales los improperios, cargados de resonancia interior para cada asistente: “Yo te saqué de Egipto... Yo te guié cuarenta años por el desierto... Yo te planté como viña mía escogida y hermosa... pero tú preparaste una cruz para tu Salvador...” No hay que pensar en los judíos, hay que pensar en nosotros los pecadores que hemos crucificado a Cristo en la Cruz. •¡Ya es pascua, la cuaresma ya terminó el día anterior!. Por lo que el color es ROJO, color de sangre, de amor, de muerte. No estamos de luto. ¡Es una muerte llena de esperanza…! RITOS DE ENTRADA: Debemos tener en cuenta que el día Viernes está centrado en la CRUZ, no en la comunión eucarística. No hay canto de entrada. El sacerdote se postra en el suelo o se arrodilla. Pero es mejor postrarse, “esta postración, que es un rito propio de este día, se ha de conservar diligentemente, por cuanto significa tanto la humillación del hombre terreno cuanto la tristeza y el dolor de la Iglesia” (Circ 65).

Lo que si es importante es dar tiempo a todos para que pasen a besar la Cruz. Se la adora con seriedad, con gratitud, porque en esta Cruz está nuestra reconciliación. Esta Cruz, además de ser el símbolo de la humillación de Cristo, lo es también de su victoria: la prueba de hasta dónde llega su amor. Es Cruz de dolor y a la vez Cruz victoriosa, y eso da a la comunidad cristiana la ocasión de mostrarle su fe y su respuesta de amor. Se puede besar, o tocar con la mano y santiguarse. Existe la posibilidad que ofrece el Misal de una adoración de la Cruz colectiva, con unos momentos de silencio y se muestra a todos a la vez. Pero no hay que recurrir a la duplicidad de cruces, con el fin de ahorrar tiempo. LA COMUNIÓN DEL VIERNES: El Viernes Santo no celebramos la Eucaristía, pero sí se participan de los frutos de nuestra salvación. Hoy parece que sería mejor distribuir la comunión en silencio, ya que la entrega de Cristo en la Cruz impulsa nuestra entrega también en esa Comunión. “Terminada la celebración, se despoja el altar, dejando la Cruz con cuatro candelabros. Dispóngase en la iglesia un lugar adecuado (por ejemplo, la capilla donde se colocó́ la reserva de la Eucaristía el Jueves), para colocar allí la Cruz, a fin de que los fieles puedan adorarla, besarla y permanecer en oración y meditación” (Circ 71). Teniendo en cuenta estos aspectos teológicoespirituales de la liturgia del Viernes Santo, esperamos que nuestras comunidades se vean beneficiadas de la preparación y celebración de la misma, así como el perfeccionamiento de las diversas expresiones de piedad popular que este día se realizan en las parroquias y no siempre conducen a una auténtica asimilación de nuestras realidades, para la conversión y redención en el amor de Dios.

RITOS DE ADORACIÓN DE LA CRUZ: Antes la Cruz se introducía tapada y se hacían 3 genuflexiones antes de pasar a besarla personalmente. Hoy, introducirla tapada no parece tener demasiado sentido. Pascua 2018

43


Pbro. Marco Antonio Islas Félix Coordinador diocesano de música litúrgica

T

dice Jesús: En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros. (Jn 14,2)

Hoy celebramos que nuestro Señor Jesucristo es nuestra pascua, el cordero que se inmola y nos entrega su propia vida para nuestra salvación, es la fiesta de nuestro bautismo, la fiesta de una vida nueva que camina hacia la tierra prometida. Así mismo nos los

La pascua debe ser pues, desde nuestra fe, un tiempo de alegría y de gozo manifestado en un realce musical, de abundancia y florecimiento de nuestro canto que sea vivo y glorioso. Hagamos nuestras las palabras de San Agustín: «Sólo el hombre nuevo puede cantar el cántico nuevo»; y de la misma manera, lo que nos dice San Atanasio: «Cristo resucitado viene a animar una gran fiesta en lo más íntimo del hombre».

oda nuestra fe cristiana tiene como centro la pascua. Ya San Pablo nos lo dice: y si Cristo no ha resucitado, vana es entonces nuestra predicación, y vana también vuestra fe. (1 Cor 15,14). Así la fiesta pascual es la fiesta de nuestra salvación que el pueblo hebreo celebraba para recordar que Dios los había rescatado de la esclavitud de Egipto para conducirlos a la tierra prometida.

44 Pascua 2018


Por lo tanto, nuestro canto, como lenguaje universal, que exprese las ideas y los sentimientos, las actitudes y los deseos de estas fiestas pascuales, donde manifieste nuestra postura ante Dios (alabanza y petición) y una sintonía con la comunidad en el misterio que celebramos. Canto que forme comunidad. Es muy importante que nuestro canto sea común para que convoque y haga participar a la comunidad y así, manifestar nuestra fe no sólo personal, sino que, como iglesia, manifestemos esa comunidad de creer que Cristo resucitado nos ha unido para que como iglesia peregrinante vayamos alegres a la casa del Señor. El canto es el mejor signo del sentir común. El valor del canto es el de crear un clima más festivo y solemne, ya sea expresando con mayor delicadeza la oración o fomentando la unidad. “Nada más festivo y más grato en las celebraciones sagradas, exprese su fe y su piedad por el canto” (MS 16). Así dentro de las recomendaciones de los cantos pascuales es el canto del “Aleluya”, el cual no hemos cantado durante la Cuaresma, y rebrota en la vigilia. Debe expresar el sentido y ese gozo que se prolongan en la octava de Pascua y en todo el tiempo pascual, pasando por la fiesta de la Ascensión del Señor, hasta la fiesta de Pentecostés. Esos 50 días son, como nos dice la Iglesia, como un solo día de fiesta. Durante todo el tiempo pascual se deberían cantar cantos de resurrección, también en la Ascensión y la venida del Espíritu Santo, que no son fiestas separadas. Estas dos últimas también deberían agregar cantos propios, sobre todo cantos al Espíritu Santo. Procuremos un “Aleluya” vibrante que, bien ensayado desde el principio de la Cuaresma, lo pueda cantar al unísono toda la asamblea durante la Octava Pascual.

Pascua 2018

45


Otro canto que se debe resaltar es el “Gloria” dándole esa solemnidad y ese sentido extraordinario que, cuando se canta con fuerza en la Noche santa de Pascua, se convierta en el “Gloria” propio de la cincuentena, o por lo menos de la Octava de Pascua. Es bueno recordar que el “Gloria” que se escoja debe recoger en su totalidad el texto litúrgico del Misal Romano.

También, recordemos que las Cincuentena Pascual termina con la fiesta de Pentecostés. Así que no estaría mal, Desde el principio del tiempo de Pascua, introducir cantos del Espíritu Santo, pero esto debe ir en aumento a medida que se acerque Pentecostés: será también una manera de dar algo de “variedad de color”, que siempre ayuda.

No podemos dejar de mencionar que hay otros cantos muy especiales que no deben dejarse de entonar como es el pregón pascual, en la vigilia pascual, inicio de la pascua. Noche de vela en que la comunidad da honor al Señor Jesucristo quien ha roto las cadenas del pecado y de la muerte.

Por último, el tiempo Pascual: después de la Semana Santa parece a veces como punto final a todo el recorrido de la cuaresma. No debe ser así. La Iglesia le da una gran importancia al tiempo Pascual. ¡Es el centro de nuestra fe! Son cincuenta días en los que debemos planificar bien cada domingo hasta la fiesta de Pentecostés.

Así mismo, otro de los cantos que debemos de preparar son para la liturgia bautismal con sus letanías propias o bien, en la renovación de las promesas bautismales con un canto durante la aspersión del agua. Otro canto es el saludar durante los domingos de pascua a nuestra madre la Virgen María, recordando su alegría por la resurrección de su Hijo, el canto apropiado es “Regina Coeli Laetare.”

46 Pascua 2018

Celebrar la Pascua con nuestro canto, debe resaltar la alegría de ser hombres nuevos caminando con la fuerza del Espíritu Santo; y que como iglesia seguimos a Jesucristo para que nos conduzca hacia la presencia del Padre por toda la eternidad. Que Dios bendiga siempre el esfuerzo y empeño para que nuestras comunidades parroquiales a través del canto litúrgico hagan enaltecer a sus asambleas la alegría de la Pascua. ¡Cantemos a Dios su Victoria!


MIERCOLES DE CENIZA

Esquema para la imposición de ceniza sin celebración eucarística

Monición Inicial La ceniza es un signo de nuestra fragilidad humana, la cual nos invita a reconocer que los hombres y mujeres sin Dios somos como polvo. La cuaresma es tiempo de reconciliación, renovación, de conversión, un espacio de cuarenta días para recrear nuestra vida. Con el miércoles de ceniza damos principio al tiempo de Cuaresma y es, de hecho, la puerta de entrada a este tiempo. Durante estos cuarenta días seremos peregrinos que se lanzan y

preparan para alcanzar una meta: la Pascua. En este camino de preparación es necesario darnos cuenta de lo que tenemos para el viaje, de lo que llevamos cargando en el fondo de nuestro corazón y ver si eso que llevamos es suficiente y necesario o habría que sacar algunas cosas que sólo harán más pesado nuestro camino a la Pascua. Sabemos que la forma y tipo de sociedad en la que vivimos dificulta nuestra realización como hijos de Dios, porque algunos de los valores que nos aporta son falsos y nos llevan por caminos equivocados como: la ambición, el egoísmo, el individualismo, la competencia, la Pascua 2018

47


falta de solidaridad, la corrupción, la injusticia y muchas otras cosas que nos quitan la paz interior y el deseo de hacer la voluntad del Padre. Por eso este miércoles de ceniza es la gran oportunidad que la Iglesia nos ofrece para hacer un pequeño alto en el camino, reconocer nuestros avances, los tropiezos que hemos dado y lo que nos falta para alcanzar nuestro destino. Iniciemos pues nuestra celebración cantando. Oremos al buen Dios para que su gracia nos guíe, nos acompañe y nos asista en estos días de preparación a la celebración de la Pascua del Señor. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. R. Amén. Saludo Los saludo a todos ustedes como enviado de nuestro párroco (o sacerdote encargado). Bendigamos juntos al Señor que nos convoca para alimentarnos con su Palabra y para prepararnos mediante la penitencia a la celebración de las fiestas pascuales. R. Bendito seas por siempre, Señor. Oración colecta Que el día de ayuno con el que iniciamos, Señor, esta Cuaresma, sea el principio de una verdadera conversión a ti, y que nuestros actos de penitencia nos ayuden a vencer el espíritu del mal. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén. LITURGIA DE LA PALABRA Del salmo 50 R. Misericordia, Señor, hemos pecado. Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate de mí y olvida mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y purifícame de mis pecados. R. 48 Pascua 2018

Puesto que reconozco mis culpas, Tengo siempre presentes mis pecados. Contra ti solo pequé, Señor, haciendo lo que a tus ojos era malo. R. Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti, ni retires de mi tu santo Espíritu. R. Devuélveme tu salvación, que regocija, y mantén en mí un alma generosa. Señor, abre mis labios y cantará mi boca tu alabanza. R. Del santo Evangelio según san Mateo. En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Tengan cuidado de no practicar sus obras de piedad delante de los hombres para que los vean. De lo contrario, no tendrán recompensa con su Padre celestial. Por lo tanto, cuando des limosna, no lo anuncies con trompeta, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, para que los alaben los hombres. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará. Cuando ustedes hagan oración, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que la gente los vea. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora ante tu Padre, que está allí en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará. Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como esos hipócritas que descuidan la apariencia de su rostro, para que la gente note que están ayunando. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que no sepa la gente que estás ayunando, sino tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará”. Palabra del Señor.


R. Gloria a ti, Señor Jesús. Reflexión Jesús habla de justicia, es decir, en sentido bíblico: de la fidelidad a Dios que debe animar toda la vida moral y sienta un principio con tres aplicaciones concretas. El principio es obrar por Dios y no por el aplauso de los hombres. Las aplicaciones se refieren a tres obras buenas, en las que los judíos hacían consistir esa justicia ante Dios, es decir, la religión y la piedad. Estas tres obras son la limosna, la oración y el ayuno. En cada caso concreto Jesús contrasta la conducta de los hipócritas con la actitud del verdadero adorador del Padre, que nos recompensará porque “ve en lo secreto”. Más que fines en sí mismos, la limosna, la oración y el ayuno, a los que hay que unir la escucha de la Palabra de Dios y la caridad fraterna, son signos que expresan y medios que reafirman la conversión en este tiempo cuaresmal. AYUNO: es la práctica de limitar el consumo de comida y bebida para imitar los sufrimientos de Cristo durante su pasión y a través de toda su vida terrena. Pero el ayuno es algo más que solo privarse de alimentos, sino también de rencores, egoísmos, comodidades, juicios, amarguras, desinterés, pesimismo y todo aquello que nos aleja de los hermanos y con ello del proyecto de Dios. PENITENCIA: Es el acto de estar convencidos plenamente de un cambio de vida lo cual se representa a través de un sacrificio (cuyo significado es “hacer sagradas las cosas”), debemos hacerlos con alegría, ya que es por amor a Dios. Si no lo hacemos así, solo causaremos lástima y compasión y dejará de tener sentido. CARIDAD: La limosna cristiana es el encuentro de dos manos que se tienden una hacia otra, la mano de dos hermanos que se juntan, el más emocionado y el más dichoso de los cuales no es el que recibe, sino el que da

más que un deber es una necesidad de nuestro corazón con respecto a los que sufren. En efecto, ¿puedo pensar fríamente que existen cerca de mí unos seres humanos, honrados y trabajadores como yo, hijos de Dios como yo, y que no están seguros del mañana, o que hoy están pasando hambre? ¿Qué hay cerca de mí niños que no pueden crecer, madres que no pueden criarlos, ancianos que acaban en la indigencia una vida laboriosa? ¿Por qué ellos y no yo? Hay hombres como yo, que trabajan para procurarme el alimento, el vestido, todo lo que me hace falta. ¿Voy a limitarme a acusar los defectos de la sociedad y de los poderes públicos, cuando puedo, por poco que sea, aliviar su sufrimiento y su inquietud? Hay cerca de nosotros seres enfermos que han perdido toda esperanza de curación. ¡Y no va a oprimirse nuestro corazón ante este pensamiento! Cerca de nosotros hay hogares rotos, seres traicionados y abandonados, que maldicen una vida demasiado cruel... Ni nuestra conciencia ni nuestro corazón podrán estar tranquilos en tanto no hayamos participado en su desgracia, en tanto no les hayamos dado una parte de la dicha de que gozamos. Y cualquiera que sea la manera como nuestra compasión se manifieste: don material, don de nuestro tiempo, don de nuestra amistad, todas esas formas de la limosna cristiana serán una obra de justicia fraterna. La suma de dolores que caen sobre tantos de nuestro semejante acaba uno por asombrarse de ser dichoso y casi por reprochárselo. ORACIÓN: Diversos tipos de oración: Con palabras del evangelio, Cantando, en silencio, deja hablar a tu corazón, con temas: como el perdón, la confianza, la conversión, el derecho a la vida, los valores familiares, la convivencia fraterna en nuestras comunidades y parroquias. Pero si la ceniza no va acompañada de voluntad de cambio --conversión- no tiene sentido, se vuelve acto vacío y pantomima religiosa. Al imponemos la ceniza, se nos dirá: “Arrepiéntete y cree en el Evangelio”. Frase lema que sintetiza Pascua 2018

49


el mensaje inicial de Jesús cuando comenzó su predicación; programa que resume la tarea de la cuaresma. No es una consigna aguafiestas, sino una llamada a la sinceridad radical, un mensaje alegre de liberación y libertad de todo lo que es lastre y hojarasca, apariencia e hipocresía, egoísmo y lujuria, soberbia y desamor. Así, como sugiere la oración colecta de esta celebración, manteniéndonos en espíritu de conversión, lograremos vencer el mal que quiere dominarnos. La imposición de la ceniza -rito antiguo, no anticuado- encierra un mensaje trascendente. No es solamente un símbolo de nuestra caducidad, y menos todavía un gesto morboso y masoquista. Es también y, sobre todo, un signo de comienzo de vida y renovación. Con ella empezamos el camino hacia la pascua. Aniquilando en las cenizas de la conversión al hombre viejo y pecador que campea en nosotros, nacerá el hombre nuevo con Cristo resucitado

Te pedimos perdón, Señor, por las ocasiones que, como sociedad civil, no construimos ciudadanías inclusivas y hospitalarias. Perdón, Señor, perdón. Te pedimos perdón, Señor, por las ocasiones que no trabajamos por proteger ni cuidar de las personas, sus derechos y dignidad. Perdón, Señor, perdón. Te pedimos perdón, Señor, por las ocasiones que hemos excluido, marginado y discriminado a los diferentes, víctimas de la sociedad. Perdón, Señor, perdón. Te pedimos perdón, Señor, porque se nos ha olvidado ser abrazo, encuentro, pan en el camino. Perdón, Señor, perdón. Silencio Imposición de la Ceniza

Silencio meditativo

Arrepiéntete y cree en el Evangelio

RECONCILIACIÓN CON DIOS

Ya que por Jesucristo somos hijos de Dios, digamos confiadamente a nuestro Padre:

Estimados hermanos y hermanas, hoy estamos aquí reunidos para celebrar el Miércoles de Ceniza y dar inicio a la cuaresma. La ceniza es un signo de nuestra fragilidad humana, la cual nos invita a reconocer que los hombres y mujeres sin Dios somos como polvo. La cuaresma es tiempo de reconciliación, renovación, de conversión, un espacio de cuarenta días para recrear nuestra vida. A cada petición de perdón respondemos: Perdón, Señor, perdón. Te pedimos perdón, Señor, por las ocasiones que, como Iglesia, no hemos reconocido tu rostro en migrantes, pobres, ignorados, abusados. Perdón, Señor, perdón. Te pedimos perdón, Señor, por las ocasiones que, como Iglesia, no trabajamos por la convivencia respetuosa entre los pueblos, la tolerancia y la inclusión. Perdón, Señor, perdón.

50 Pascua 2018

Padre nuestro… Conclusión del Rito Señor, abre nuestro corazón a la justicia y a la caridad para que observemos así el único ayuno que tú quieres, y que conduce a nuestra salvación. Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Pueden ir en paz


Pascua 2018

51


EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO ESTACIONES EUCARÍSTICAS Nos faltan palabras para mostrarte nuestro agradecimiento, Señor y Padre nuestro, por habernos dado a tu Hijo Jesús, que a lo largo de toda su vida, haciendo el bien, queriendo a la gente, te ha ido trasparentando y revelándonos que eres un Dios bueno. PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA Jesús no improvisó su mensaje ni su vida, pasó antes por el desierto. Allí escuchó tu voz, la meditó e hizo propio tu proyecto sobre el mundo. En la oración y en el silencio se llenó de tu Espíritu y se forjó para enfrentar y superar las dificultades que le esperaban. PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA Recordamos con cariño y mucho respeto toda la vida de Jesús, que no escatimó esfuerzos y arriesgó su vida por difundir tu mensaje hasta que finalmente sufrió por ello la muerte más injusta. Gracias, Padre santo, por una vida tan ejemplar y heroica. PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA CANTO 52 Pascua 2018


ORACIÓN INTRODUCTORIA Gracias, Padre, porque infundes confianza en nosotros y sabemos que podemos hacer frente a las tentaciones que nos acechan a cada paso, como las del consumismo desmedido que nos ciega, y nos esconde los mejores valores y el auténtico disfrute de la vida, o la tentación de dominar a los demás, de tratar de servirnos de ellos, olvidando la inigualable satisfacción de sentirnos útiles y regalar felicidad. Querríamos superar nuestras propias debilidades y dedicarnos con la fuerza de tu Espíritu a luchar contra las injusticias que desgraciadamente padece la mayor parte de la humanidad. Invocamos tu auxilio, Padre Dios, al tiempo que bendecimos tu nombre. Amen SILENCIO Del santo Evangelio según san Marcos 1, 1215 En aquel tiempo, el Espíritu impulsó a Jesús a retirarse al desierto, donde permaneció cuarenta días y fue tentado por Satanás. Vivió allí entre animales salvajes, y los ángeles le servían. Después de que arrestaron a Juan Bautista, Jesús se fue a Galilea para predicar el Evangelio de Dios y decía: Se ha cumplido el tiempo y el Reino de Dios ya está cerca. Arrepiéntanse y crean en el Evangelio. SILENCIO MEDITATIVO REFLEXION Comenzamos hoy nuestro recorrido personal y comunitario por el tiempo de Cuaresma. El Espíritu Santo nos invita a través del evangelista a visitar el desierto, lugar de silencio, de encuentro personal; lugar donde podremos escuchar la voz de Dios con más nitidez que en la cotidianeidad. Pero el desierto no es fácil para nadie, como no lo fue para Jesús. El desierto no desaparece de nuestra vida, porque es lugar de contradicción, de desequilibrio, de lucha constante, de inseguridad. Sin embargo, deberíamos visitar de vez en cuando el desierto

de forma consciente para volver a Dios y abrir caminos nuevos que nos acerquen a Él. El evangelista nos dice que Jesús vivía acompañado de alimañas y de ángeles que le sirven. Las alimañas son los peligros que cada día nos acechan como le pasó a Jesús y los ángeles el bien que podemos encontrar porque Dios pone en nuestro camino lo mejor de la creación. También podemos interpretarlo como un acercamiento a la ecología. Las alimañas son el ser humano que no respeta la naturaleza, creación que Dios pone a nuestro alcance; y los ángeles, el ser humano que trabaja y coopera con el Creador para que la naturaleza sea un lugar acogedor para todos. Como cristianos vivimos momentos muy complicados, nada más hay que escuchar las noticias. Pero quizás es que estamos tan inmersos en el ruido que no somos capaces de escuchar a Dios, por eso el Espíritu nos empuja al desierto, para que escuchemos la voz de Dios que cada día habla a nuestro corazón, pero somos tan orgullosos. Estamos tan pendientes de obtener más y más que no somos capaces de parar, escuchar, interiorizar y salir fortalecidos del desierto que cada día atravesamos sin percatarnos de ello. En estos días prestaremos más atención, iremos encontrando la gracia, el perdón y la cercanía con nuestro creador, como lo hizo Jesús, el Hijo de Dios. Pongamos en esta Cuaresma una intención especial por toda la humanidad. Para que nos respetemos en las distintas confesiones religiosas o ideales políticos y no haya más muertes a manos del fanatismo más radical. ¡¡¡ «Pasemos de la indiferencia a la ternura»!!! PRECES: Para que la Iglesia confíe siempre y por encima de todo en la Palabra de Dios y en su fuerza liberadora. Roguemos al Señor... Para que hagamos caso a las voces que nos llaman a buscar una sociedad más justa y un ser humano más fraterno. Roguemos... Pascua 2018

53


Para que, frente al individualismo y el egoísmo, nosotros pongamos el valor de la solidaridad entre las personas. Roguemos... Para que seamos conscientes de que Dios está siempre a nuestro lado, aunque a veces no lo parezca, en la tentación y en las dificultades. Roguemos…. ORACIÓN CONCLUSIVA R. Infúndenos tu Espíritu, Padre nuestro que estás en nosotros, lo necesitamos para superar nuestras inclinaciones al mal. Querríamos tener una firme voluntad de conversión, empezando por ahondar en nuestra vida interior, frecuentando la meditación, la oración más íntima, superar nuestro afán desmedido del propio bienestar, evitar cualquier abuso de la bondad de los demás y poner en primer plano la felicidad de quienes conviven con nosotros y los que viven lejos y olvidados de todos. R. Te pedimos humildemente que abras nuestros oídos para que podamos escuchar tu voz en nuestro interior. R. Apaga tanto ruido que nos envuelve y no nos dejan oírte. Eres lo más importante de nuestra vida y apenas tenemos tiempo para Ti. Gracias, Padre, en el nombre de tu Hijo Jesús, queremos brindarte nuestro mejor homenaje. R. Padre nuestro…… V/. Les diste el Pan del Cielo. R/. Que contiene en sí todo deleite. Oremos. Oh Dios, que en este Sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu Pasión. Concédenos venerar de tal modo los misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos continuamente en nosotros los frutos de tu redención. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. -Amén. Bendito sea Dios. 54 Pascua 2018

Bendito sea su santo Nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el Nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo Consolador. Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e Inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo Esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.


EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO ESTACIONES EUCARÍSTICAS Envíanos tu Espíritu, te necesitamos. Tenemos por delante una tarea inmensa y urgente, hacer que en este mundo reines Tú, que reine el amor y la equidad. PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA Queremos descubrir a los hermanos tu bondad infinita, para que nadie te tema ni se esconda de Ti, para que todos aprendan a quererte y te bendigan. Y el primer paso, lo sabemos, es convertirnos nosotros. No podemos predicar a Jesús si no le seguimos fielmente, si antes no hemos tratado de imitarle en todo. PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA La fuerza para tanto empeño, la podemos tener en Ti, en la oración continua, que es lo que hizo Jesús. Gracias, Padre nuestro, por abrirnos tus brazos, por acogernos como hijos. Uniendo nuestras voces, en presencia de tu Hijo Jesús, te glorificamos y bendecimos ahora como querríamos hacer toda la eternidad. PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA Pascua 2018

55


CANTO ORACIÓN INTRODUCTORIA Es el momento, Dios nuestro, de volver a darte gracias por tu buen Hijo Jesús, de quien dijiste que tanto amabas. Él supo corresponder a tu amor, vivió constantemente en tu presencia, y nos descubrió esta gran noticia, que eres nuestro Padre y nuestra Madre y por eso eres tan bueno con nosotros. Jesús ha sabido despertar la conciencia de mucha gente, ha sido sin duda tu mejor mensajero, tu auténtico vicario, quien más fielmente te ha representado ante la humanidad y quien con más exactitud te ha encarnado y hecho visible. Queremos manifestarte, Padre y Madre, nuestro agradecimiento y gozo por Jesús, por su valioso y valiente testimonio. SILENCIO Del santo Evangelio según san Marcos 9, 2-10 Seis días después, toma Jesús consigo a Pedro, Santiago y Juan, y los lleva, a ellos solos, aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos, y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, tanto que nadie en la tierra sería capaz de blanquearlos de ese modo. Se les aparecieron Elías y Moisés, y conversaban con Jesús. Toma la palabra Pedro y dice a Jesús: «Maestro, bueno es estarnos aquí. Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías»; pues no sabía qué responder ya que estaban atemorizados. Entonces se formó una nube que les cubrió con su sombra, y vino una voz desde la nube: «Este es mi Hijo amado, escúchenlo.» Y de pronto, mirando en derredor, ya no vieron a nadie más que a Jesús solo con ellos. Y cuando bajaban del monte les ordenó que a nadie contasen lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. Ellos observaron esta recomendación, discutiendo entre sí qué era eso de «resucitar de entre los muertos. SILENCIO MEDITATIVO 56 Pascua 2018

REFLEXIÓN El evangelista nos habla en este segundo domingo de Cuaresma de la Transfiguración, y este relato fue muy importante entre los primeros seguidores de Jesús, como quizás debería serlo hoy entre nosotros. Pero quizás seamos escépticos en cuanto a creer en este misterio que hace que Jesús se vea envuelto en un resplandor y los apóstoles que lo acompañaban por una nube en la que una voz anuncia que «Jesús es el Hijo Amado». Lo que nos dice esta escena es que nosotros como Iglesia tenemos que vivir escuchando y viviendo el evangelio cada día. Hoy vemos como Jesús encuentra dificultad para llegar a los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Muchos han dejado la práctica religiosa, otros no han escuchado hablar de Él y tal vez nunca lo conozcan, tampoco se acercan a las comunidades parroquiales, a la iglesia, en definitiva, porque sólo ven adoctrinamiento y, en muchas ocasiones, falta de amor. Sin embargo, nosotros, los que nos decimos seguidores de Jesús, pertenezcamos o no a la Iglesia tenemos que seguir anunciando su Palabra, tenemos que hacerla creíble con nuestro testimonio de vida, dando amor donde quiera que estemos, extendiendo nuestras manos para que sean apoyo y aliento de los más desfavorecidos. Debemos, como cristianos, leer las Escrituras, familiarizarnos con ellas, conocerlas, practicarlas y empezar a cambiar una práctica muchas veces vacía, por una práctica que demuestre que nuestro seguimiento es un seguimiento renovador, lleno de luz y de esperanza, porque de esta forma descubriremos y ayudaremos a descubrir a los demás que la Buena Noticia tiene vigencia hoy y siempre, y su fuerza es la verdad y el amor. ¡Déjense transfigurar por el amor de Dios y sean felices! PRECES R. “Que la luz de Jesús transforme nuestras vidas”


Por el Papa, los obispos y sacerdotes para que anuncien el Evangelio y por medio de la luz de Cristo, nos transformemos a vivir la caridad, la fraternidad y las buenas obras. R. Por los niños y los jóvenes, para que la luz de Cristo les ilumine y encuentren su vocación de católicos prácticos, en la vida religiosa o sacerdotal. R. Por nosotros, los aquí presentes: para que podamos centrarnos en el tema de esta Cuaresma y así vivamos este tiempo de gracia con más entusiasmo y dedicación. R. Por todos nuestros enfermos y ancianos: para que nuestras oraciones y nuestras visitas a ellos les ayude a vivir mejor esta cuaresma. R. ORACIÓN CONCLUSIVA Te dirigimos, Dios y Señor, esta humilde plegaria para agradecerte las grandes cosas que has hecho, la creación de todo el infinito universo. Pero nos sentimos agradecidos especialmente, porque has querido que te llamemos y te sintamos Padre, porque nos tratas como hijos y contamos con tu incondicional cariño.

frutos de tu redención. Que vives y reinas por los siglos de los siglos. -Amén. Bendito sea Dios. Bendito sea su santo Nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el Nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo Consolador. Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e Inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo Esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos

Gracias, Padre, por habernos regalado la maravilla de tu presencia viva en nosotros. Queremos bendecirte y responder a tu amor, sirviéndote como profetas y proclamando ante el mundo que eres un Dios bueno, Padre de todos, que no pretendes otra cosa que nuestra felicidad, y que sólo nos pides que nos llevemos bien entre todos. Por eso te cantamos con alegría y te alabamos. Padrenuestro V/. Les diste el Pan del Cielo. R/. Que contiene en sí todo deleite. Oremos. Oh Dios, que en este Sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu Pasión. Concédenos venerar de tal modo los misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos continuamente en nosotros los Pascua 2018

57


EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO ESTACIONES EUCARÍSTICAS Bendito seas, Padre Dios, por tu Mesías, Jesús de Nazaret, a quien seguimos como a nuestro único líder y a quien queremos como amigo y hermano. Gracias por tu mensajero. A través de su vida y su Palabra te has revelado a la humanidad. PADRENUESTRO, GLORIA

AVE

MARÍA

Y

Jesús nos ha enseñado a compartir panes y peces, a dedicar a los demás nuestro tiempo, a escuchar y atender a sus problemas. Por él hemos conocido, aunque después lo hayamos olvidado, que lo que importa es ser fiel a la propia conciencia, que el hombre vale más que el sábado y toda la ley. PADRENUESTRO, GLORIA

AVE

MARÍA

Y

Jesús ha significado nuestra liberación personal, vivir tu fe en libertad, sentirnos hijos y no siervos. La eucaristía no ha de quedar en mero rito, en pura farsa. Jesús se merece que sigamos realmente sus pasos. 58 Pascua 2018


PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA CANTO ORACIÓN INTRODUCTORIA El recuerdo de la vida de Jesús nos mueva ser otros Cristos y a difundir su mensaje liberador. Inspíranos, Padre, necesitamos tu Espíritu, tu fuerza, para enfrentarnos con eficacia a nuestra responsabilidad. Ayúdanos a ser fieles testigos tuyos y verdaderos seguidores de Jesús, siendo la sal que hace buena y sabrosa la vida de nuestros hermanos siendo la luz que ilumina sus caminos hacia Ti. Que no nos conformemos con esperar que nos construyan otros tu Reino. Trabajar por la salud y la dignidad de todas las personas, en especial de las más pobres, sería la señal inequívoca para sentirnos de verdad cristianos. Te pedimos finalmente, Padre Dios, que tu Espíritu, el Amor, nos cale hasta el fondo, y nos impulse a seguir los pasos de tu Hijo Jesús. SILENCIO Del santo Evangelio según san Juan 2, 13-25 Se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas en sus puestos. Haciendo un látigo con cuerdas, echó a todos fuera del Templo, con las ovejas y los bueyes; desparramó el dinero de los cambistas y les volcó las mesas; y dijo a los que vendían palomas: «Saquen eso de aquí. No conviertan la Casa de mi Padre en una casa de mercado.» Sus discípulos se acordaron de que estaba escrito: El celo por tu Casa me devorará. Los judíos entonces le replicaron diciéndole: «Qué señal nos muestras para obrar así?» Jesús les respondió: «Destruyan este Santuario y en tres días lo levantaré.» Los judíos le contestaron: «Cuarenta y seis años se han tardado en construir este Santuario, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?» Pero él hablaba del Santuario de su cuerpo. Cuando resucitó, pues, de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho eso, y creyeron

en la Escritura y en las palabras que había dicho Jesús. Mientras estuvo en Jerusalén, por la fiesta de la Pascua, creyeron muchos en su nombre al ver las señales que realizaba. Pero Jesús no se confiaba a ellos porque los conocía a todos y no tenía necesidad de que se le diera testimonio acerca de los hombres, pues él conocía lo que hay en el hombre. SILENCIO MEDITATIVO REFLEXION Jesús sube a Jerusalén acompañado de sus discípulos para celebrar la Pascua, cuando llega al templo ve que en la puerta del mismo hay vendedores de animales de todo tipo para hacer sacrificios a Dios, personas que cambian las monedas paganas por la oficial que aceptaban los sacerdotes… Ante esta visión Jesús reacciona con energía e indignación porque ve que la casa de Dios se ha convertido en un mercado. Arroja a los mercaderes de forma inmediata y grita con fuerza: «No conviertan la casa de mi Padre en un mercado» Él actúa de esta forma porque el culto a Dios no tiene nada que ver con un intercambio, ni con un negocio para que los sacerdotes se enriquezcan, tampoco con comprar a Dios: te ofrezco un sacrificio y a cambio tú me das lo que te pido. Para Jesús Dios es amor y nunca sacrificio como refleja la Sagrada Escritura a través de los profetas. Para Jesús el templo es la casa del Padre donde todos sus hijos son acogidos, donde el amor prevalece por encima del dinero, de los odios y desigualdades sociales. Porque el templo es la casa donde se reúnen sus hijos formando la gran familia de los hijos de Dios. ¿Cuántos templos hoy se convierten en tiendas, negocios, que nada tienen que ver con el culto a Dios? Y alejando a muchos que sólo buscan vivir el Evangelio y ser testimonios del Amor de Dios. No colaboremos en hacer de la casa de Dios un centro de intercambios o negocio, ni participemos del consumismo, que se ha filtrado en los sacramentos de nuestro Señor Pascua 2018

59


en algunas comunidades, sino construyamos nuestra Iglesia, como un hogar acogedor, con las puertas abiertas para todos los desvalidos, un hogar donde todos, absolutamente todos, tengamos cabida y nos sintamos verdaderos hijos y seguidores de Jesús.

que nos respetemos y nos llevemos bien. Amen

PRECES

Oremos. Oh Dios, que en este Sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu Pasión. Concédenos venerar de tal modo los misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos continuamente en nosotros los frutos de tu redención. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. -Amén.

R. “Señor, dame de esa agua para no tener más sed” Por el Papa y toda la iglesia: para que, escuchando la Palabra de Dios, nos abramos a ella y la transmitamos sin temor ni egoísmo. R. Por todos los gobernantes del mundo: para que no endurezcan sus corazones ante la miseria y los pecados sociales, sino que busquen caminos de desarrollo y valores cristianos. R. Por todas las familias divididas que viven situaciones difíciles, mujeres y niños maltratados: para que Jesús sacie su sed de felicidad y bienestar. R. Por todos los padres y madres: para que dediquen suficiente tiempo y amor a sus hijos en vez de llenarlos de cosas materiales. R. Por todos nosotros, aquí presentes: para que vivamos el gozo de nuestra salvación con un corazón agradecido, siempre dispuestos a servir a nuestros hermanos más necesitados. R. ORACIÓN CONCLUSIVA Dios Padre de todos nosotros, te dirigimos esta oración para darte gracias y bendecirte porque eres nuestra fuente de vida y de esperanza. De Ti brota el amor, la fuerza, el deseo de vivir. Tú eres bondad infinita y nos animas a querer a amigos y enemigos. No eres Dios que te guste morar en grandes templos, sino que quieres ser venerado en espíritu y en verdad y prefieres la oración íntima y personal al culto más solemne. Es nuestro mayor orgullo tener un Dios como Tú. Debemos y queremos anunciar bien al toque tu amor y misericordia no tienen límites, que es santo y bendito tu nombre, Padre Dios. Gracias, Señor, queremos responder a tanto cariño, pero sabemos que lo único que quieres de nosotros es 60 Pascua 2018

Padrenuestro V/. Les diste el Pan del Cielo. R/. Que contiene en sí todo deleite.

Bendito sea Dios. Bendito sea su santo Nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el Nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar Bendito sea el Espíritu Santo Consolador. Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e Inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo Esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.


EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO ESTACIONES EUCARÍSTICAS Te damos gracias, Padre nuestro, por tu Hijo Jesús. Su atractivo y liderazgo nos ha reunido en torno a Ti. Jesús es la prueba viviente de tu amor hacia nosotros. Su vida acompasó una total entrega a los demás con una continua oración. PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA Y tanto llegó a identificarse contigo que conocerle a él es como conocerte a Ti. Él nos ha enseñado en sus parábolas que nos buscas, que nos esperas, que te interesamos, que te alegras cuando volvemos la mirada hacia Ti, PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA Que celebras fiestas en el cielo cuando nos encontramos con nosotros mismos y nos ponemos de nuevo al servicio de nuestros hermanos. Padre de Jesús y Padre nuestro, tratamos ahora de recordar toda su vida, repitiendo las palabras y gestos de su última cena. PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA CANTO Pascua 2018

61


ORACIÓN INTRODUCTORIA Recordamos agradecidos la vida entera de Jesús, tu Hijo, su compromiso vital con la humanidad. Queremos que esta eucaristía represente también nuestro testimonio personal y comunitario. Conociendo nuestra limitación queremos seguir a Jesús, ser sus testigos, luz y sal para la gente de hoy. Has delegado en nosotros la responsabilidad de gobernar este mundo y nuestra misión es hacerlo menos injusto y más solidario. Danos tu Espíritu, Padre, envíanos como mensajeros tuyos, que entre todos los seres humanos de buena voluntad construyamos tu reino, hagamos realidad tu proyecto. Y te bendecimos, junto con tu Hijo Jesús, como queremos hacerlo por toda la eternidad SILENCIO Del santo Evangelio según san Juan 3, 14-21 En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. El juicio consiste en esto: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.» SILENCIO MEDITATIVO REFLEXION En el evangelio de hoy vemos que Jesús se 62 Pascua 2018

encuentra con un fariseo llamado Nicodemo y éste es quien busca a Jesús, presiente que Jesús viene de Dios. Nicodemo puede ser todas aquellas personas que buscan de corazón a Jesús, y llegan a encontrarlo, por ello en la narración del evangelista aparece Jesús con largo monólogo donde nos invita a vivir buscando la luz y alejándonos de la oscuridad. Jesús dice que «Dios amó tanto al mundo que entregó a su Hijo para que todos nos salvemos y tengamos vida eterna». Estamos tan acostumbrados a vivir estresados, a presumir de fe y de amor, que no caemos en la cuenta que la mayoría de las veces lo que hacemos es simplemente una rutina, porque creer en Jesús es poner nuestra mirada en Él en los momentos buenos, pero también en los difíciles y duros, porque si miramos hacia Él nuestra vida será realmente luz. Jesús nos manda continuamente señales de amor, de vida y también de esperanza. Cuando veamos a Cristo en la cruz no pensemos que ha terminado su amor, que ya no puede abrazar, ni acoger, recordemos que el Padre sigue con sus brazos extendidos para acoger, mecer, abrazar y sostener a todos a aquellos que lo necesiten. Dios ha mandado su Hijo al mundo para que todos podamos acogernos a su amor, nadie nos lo impone, es un acto voluntario, nosotros tenemos que tomar la decisión en libertad, pero cada vez más personas rechazan la luz que viene de Jesús muerto en la cruz y resucitado. Pensemos si buscamos la luz en nuestra vida o nos escondemos en la oscuridad. Hoy celebramos el día del Seminario y vemos como, a pesar del ajetreo, todavía hay jóvenes que deciden dedicar su vida a ser testimonio del amor a Dios y dar esperanza a los más desfavorecidos. PRECES R. “Cristo, luz de las naciones, ilumina nuestras vidas” Por todos los pueblos del mundo: para que el Señor ilumine la tarea evangelizadora de la Iglesia y fecunde su misión. R.


Por los gobernantes de nuestros pueblos y naciones: para que caminen como hijos de la luz, busquen la verdad y el bien común, comprometiéndose en conseguir la justicia. R. Por los jóvenes, esperanza del mundo actual: para que descubran a Jesucristo y siguiéndolo transformen nuestra sociedad. R. Por todos los enfermos de nuestra comunidad, por los minusválidos, los que carecen del pan de cada día, las mujeres y los niños maltratados: para que podamos ver en ellos la imagen de Cristo. R. ORACIÓN CONCLUSIVA

Bendito sea su santo Nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el Nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar Bendito sea el Espíritu Santo Consolador. Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e Inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo Esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.

No podemos nunca dejar de darte gracias, Dios nuestro, porque nos has tratado como un padre y una madre y has salido a nuestro encuentro, te has adelantado a darnos tu cariño, sin tener en cuenta siquiera cómo te correspondemos. Gracias por ser como eres, puro amor, pura bondad y generosidad. Gracias porque estás en nuestro interior, porque nos sostienes y nos das la vida. Gracias porque no quieres que ninguno de nosotros sufra ninguna penalidad. Te confesamos, Padre, que nos cuesta imaginar tu amor incondicional, gratuito, porque somos irremediablemente interesados cuando amamos a los nuestros. Humildemente, pero también con cariño de hijos, queremos expresarte ahora nuestro agradecimiento. Amen. Padrenuestro V/. Les diste el Pan del Cielo. R/. Que contiene en sí todo deleite. Oremos. Oh Dios, que en este Sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu Pasión. Concédenos venerar de tal modo los misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos continuamente en nosotros los frutos de tu redención. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. -Amén. Bendito sea Dios. Pascua 2018

63


EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO ESTACIONES EUCARÍSTICAS Te agradecemos ahora, Padre y Dios nuestro, la vida y la Palabra de Jesús de Nazaret, que son nuestro norte y guía. Jesús nos invita a seguirle, a dejar atrás nuestro apego al yo y al dinero y a descubrir las verdaderas riquezas que has puesto a nuestro alcance. PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA Queremos recordar sus buenos consejos, que el grano de trigo no muere en la tierra sino fructifica, que no tenemos nada que temer, pero sí mucho que amar, que siendo más hermanos de todos, entregándonos a los demás, nos hacemos mejores personas, seremos plenamente humanos. PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA Jesús nos enseñó que la auténtica felicidad se encuentra dándose, como él se dio. Y nos pidió que no olvidáramos su testimonio de vida. PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA 64 Pascua 2018


CANTO ORACIÓN INTRODUCTORIA Necesitamos, Señor, tu sabiduría para apreciar lo que es realmente valioso. Danos discernimiento para no codiciar lo que no nos conviene, para no dejarnos engañar por nadie ni por nosotros mismos. Necesitamos tu empuje, tu Espíritu de amor, Padre santo, para saber renunciar, radicalmente, a lujos y comodidades que otros están muy lejos de tener. Convierte nuestro corazón, haznos más humanos, que a pesar de tanta mala noticia que nos llega, volvamos a conmovernos y a sentir como propias las tragedias que nos rodean. Convéncenos de que un cirio consumiéndose es como da luz. En presencia de Jesús, con el impulso que nos da su vida, brindamos por tu Reino, para que se haga realidad nuestro común sueño. Amén SILENCIO Del santo Evangelio según san Juan 12, 2033 En aquel tiempo, entre los que habían llegado a Jerusalén para dar culto a Dios con ocasión de la fiesta, había algunos griegos. Estos se acercaron a Felipe, que era natural de Betsaida de Galilea, y le dijeron. «Señor, queremos ver a Jesús». Felipe se lo dijo a Andrés, y los dos juntos se lo hicieron saber a Jesús. Jesús contestó: «Ha llegado la hora en que Dios va a glorificar al Hijo del hombre. Yo les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda infecundo; pero si muere dará fruto abundante. Quien aprecia su vida terrena, la perderá; en cambio, quien sepa desprenderse de ella, la conservará para la vida eterna. Si alguien quiere servirme, que me siga; correrá la misma suerte que yo. Todo aquél que me sirva será honrado por mi Padre. Me encuentro profundamente angustiado; pero ¿qué es lo que puedo decir? ¿Padre, líbrame de esta hora? De ningún modo; porque he venido precisamente para aceptar esta hora. Padre, glorifica tu nombre». Entonces se oyó esta voz venida del cielo: Yo lo he glorificado y volveré

a glorificarlo. De los que estaban presentes, unos creyeron que había sido un trueno; otros decían: Le ha hablado un ángel. Jesús explicó: Esta voz se ha dejado oír no por mí, sino por ustedes. Es ahora cuando el mundo va a ser juzgado; es ahora cuando el que tiraniza a este mundo va a ser arrojado fuera. Y yo una vez que haya sido elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacía mí. Con esta afirmación, Jesús quiso dar a entender la forma en que iba a morir. SILENCIO MEDITATIVO REFLEXIÓN Estamos casi al final de la vida pública de Jesús y el evangelio, hoy, nos presenta a unos peregrinos que vienen a celebrar la Pascua, y le hacen una petición a Felipe: «Queremos ver a Jesús». Podemos aplicarnos a nosotros esta petición, nos acercamos a la Iglesia pidiendo ver a Jesús. Y ellos, al igual que nosotros, no lo hacen por curiosidad sino porque han descubierto en Él algo importante, algo que nos ayuda a vivir nuestra vida de forma totalmente diferente a como lo hacemos. Jesús será crucificado en pocos días y como hombre debe sentir preocupación, por ello contesta con unas palabras que quizás nos desconcierten, igual que desconcertó a aquellos hombres: «Llega la hora de que sea glorificado el Hijo del Hombre». Sabe que ha llegado su hora, que morirá, pero también tiene la certeza que todos veremos su glorificación en la Resurrección. Ellos no lo entenderían, pero y nosotros, ¿lo entendemos? Cada año rememoramos en Semana Santa todo aquel acontecimiento, aquel dolor, también su Resurrección, pero ¿lo creemos o sólo lo vivimos como unas vacaciones, como un conjunto artístico en la calle pero sin más repercusión? Si leemos con detenimiento el evangelio, si nos paramos en cada palabra, en cada gesto, en cada signo, que hace Jesús estamos descubriendo el amor más sublime, el más altruista: Dios a través de su Hijo, nos lo hace saber. Dios es Amor. Pascua 2018

65


Con la metáfora del grano de trigo del evangelio de hoy, nos está diciendo Jesús que cuando el grano muere, crece, brota de nuevo la vida, pero si el grano se queda en su envoltura no dará vida. Jesús lo repite en varias ocasiones, si nos agarramos a nuestra vida, a nuestras ideas, de forma egoísta, ésta no tendrá sentido, pero si sabemos compartirla con amor y generosidad si lo tendrá. Vivimos en estos momentos una crisis, no sólo de dinero, sino también de valores, pero caigamos en la cuenta de que también hay muchas personas que tienen una actitud abierta, generosa, que comparten su vida, que intentan cada día hacer la vida de los demás más justa y humana, personas e instituciones que extienden sus manos para acoger al más deprimido, al más marginado. Esa manera de vivir es seguir a Jesús y entender que, a través de la fe, Dios nos ama. PRECES R. “Señor, Ven y camina con nosotros” Por los gobernantes de las naciones: para que dirijan los destinos de sus pueblos con justicia, promoviendo el bienestar de todos los hombres y mujeres. R. Por nuestros hermanos alejados de la Iglesia: para que sepamos acogerlos y ofrecerles amor y esperanza. R. Por nuestros jóvenes: para que en estos días de cuaresma hagan un alto para meditar en el mensaje de Salvación que Cristo les ofrece. R. Por los misioneros que trabajan por un mundo más humano, más justo y fraterno. R. Por los aquí reunidos, para que no temamos ante la muerte, pues creemos que Jesús es la vida. R. ORACIÓN CONCLUSIVA Queremos expresarte, Señor, nuestro más sincero agradecimiento porque no eres un 66 Pascua 2018

Dios justiciero que premia y castiga, no eres un Dios todopoderoso sino todo-amoroso, eres un Dios bueno, que disipa nuestros miedos, en el que se puede confiar. Gracias, Padre, por tu amor incondicional, y porque, aunque no seamos conscientes de tu compañía nos sostienes en la vida y estás con nosotros. No hemos de hacer méritos para ganarnos tu cariño. Y no podremos nunca corresponder a tanto amor, siempre estaremos en deuda contigo, pero con humildad y sencillez, aceptando nuestra pobreza, ponemos lo que somos, cada día, al servicio de los demás. Amén Padrenuestro V/. Les diste el Pan del Cielo. R/. Que contiene en sí todo deleite. Oremos. Oh Dios, que en este Sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu Pasión. Concédenos venerar de tal modo los misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos continuamente en nosotros los frutos de tu redención. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Bendito sea Dios. Bendito sea su santo Nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el Nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo Consolador. Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e Inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo Esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.


CELEBRACIÓN

COMUNITARIA DE LA PENITENCIA EN CUARESMA Proponemos esta celebración para realizarse durante la Cuaresma. Es bueno que nos acompañen los símbolos tradicionales de la Cuaresma: la cruz del presbiterio iluminada y con cirios encendidos; un recipiente con ceniza y el Evangeliario (o leccionario) que nos recuerden CONVIERTANSE Y CREAN EN EL EVANGELIO. Estos símbolos pueden introducirse en la procesión de entrada.

Pascua 2018

67


RITOS INICIALES CANTO DE ENTRADA SALUDO DEL PRESIDENTE En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Bendito sea Dios, que en su infinito amor nos ha dado a su Hijo Jesucristo. Que su misericordia esté con todos vosotros. Hermanas y hermanos: sean bienvenidos. Durante esta Cuaresma nos venimos preparando para celebrar la Pascua del Señor que significa morir para poder resucitar con Él. Algo así como clavar nuestros pecados en el madero de la cruz, para revestirnos de la vida nueva del Espíritu. 68 Pascua 2018

En esta celebración queremos mirarnos en el espejo de Cristo, para medir la distancia entre su vida y la nuestra, para sopesar lo que nos sobra y lo que nos falta, para sentir la necesidad de la conversión y abrirnos a la gracia del Espíritu. ORACIÓN PRESIDENCIAL Oremos pidiendo a Dios que nos ilumine para ver con claridad el camino de la conversión. (Instantes de silencio) Dios Padre, rico en misericordia, al ponernos en tu presencia y revisar nuestras vidas, descubrimos que estamos lejos de responderte con total generosidad y por ello reconocemos tu bondad y nuestro pecado. Danos ánimo para recorrer con entusiasmo el camino de conversión a Ti. Por Jesucristo nuestro Señor.


LITURGIA DE LA PALABRA MONICIÓN El pecado de omisión puede ser considerado como el pecado del mundo. Continuamente oímos hablar de hambre, de desempleo, de pobreza, de guerras, de inmigrantes, de excluidos... Ahora bien, ¿no formamos nosotros parte de esta sociedad consumista y derrochadora que al mismo tiempo se lamenta de la pobreza y miseria de tantos seres humanos? Escuchemos al Señor en el evangelio. LECTURA Mc 10, 17-27 “Jesús estaba a punto de partir, cuando un hombre corrió a su encuentro, se arrodilló delante de él y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para conseguir la vida eterna?» Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo Dios. Ya conoces los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no digas cosas falsas de tu hermano, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre.» El hombre le contestó: «Maestro, todo eso lo he practicado desde muy joven.». Jesús fijó su mirada en él, le tomó cariño y le dijo: «Sólo te falta una cosa: vete, vende todo lo que tienes y reparte el dinero entre los pobres, y tendrás un tesoro en el Cielo. Después, ven y sígueme.» Al oír esto se desanimó totalmente, pues era un hombre muy rico, y se fue triste. Entonces Jesús paseó su mirada sobre sus discípulos y les dijo: «¡Qué difícilmente entrarán en el Reino de Dios los que tienen riquezas!» Los discípulos se sorprendieron al oír estas palabras, pero Jesús insistió: «Hijos, ¡qué difícil es entrar en el Reino de Dios! Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja que para un rico entrar en el Reino de Dios.» Ellos se asombraron todavía más y comentaban: «Entonces, ¿quién podrá salvarse?» Jesús los miró fijamente y les dijo: «Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para Dios todo es posible.»”

Examen Después de escuchar la Palabra del Señor, pensemos: ¿No hay en mi vida amigos y conocidos a los que podría ayudar, con los que podría ser más amable y servicial? ¿Busco el bien de los demás, o solamente estoy preocupado por mis propias cosas? En nuestra sociedad hay ancianos abandonados, drogadictos, deficientes, excluidos,.... ¿qué hago yo por ellos? ¿soy para los demás? ¿tengo tiempo para escuchar, para sonreír, para dar una palabra de ánimo,….? ¿transmito optimismo a quienes se encuentran deprimidos y sin ilusión? ¿soy constructor de esperanza? Tal vez mi respuesta es decirme que no puedo ha¬cer nada, que estas cosas me superan y desbordan. ¿De verdad creo que no podría aportar mi granito de arena de alguna forma contra la corrupción, la violencia, la inseguridad de nuestras comunidades? ¿Soy consciente de todas las formas de muerte en la sociedad, aborto, abusos, materialismo, idolatrías? ¿Me pregunto sinceramente y sin miedos qué es lo que quiere Dios de mí? ¿Hasta qué punto estoy disponible para cambiar y actuar se¬gún los proyectos que Dios tiene sobre mi persona? ¿Deseo de todo corazón que el Espíritu de Jesús me muestre en esta Cuaresma mi propio camino para ser testigo fiel del Evangelio y así anunciar al mundo la Buena Noticia pascual? (Silencio meditativo) REFLEXIÓN ¿Quién, que de una u otra manera se haya interrogado acerca de su fidelidad al Evangelio, no se siente reflejado en este pasaje? Como la mayor parte de los relatos evangélicos, éste también está surcado por detalles que le otorgan gran capacidad para reflejar sentimientos y actitudes de honda humanidad y espiritualidad. Volvemos a encontrarnos con un Jesús que, en este caso y una vez más, se pone en camino en manos del Espíritu. Pascua 2018

69


El texto nos describe en detalle la manera como una persona se dirige de pronto a Jesús, revelándonos así la actitud espiritual de dicha persona: corre, al encuentro de Jesús, se arrodilla, ante El, le pregunta, y se dirige a Él como Maestro bueno, esto es: siente la urgencia de discernir su propia vida, percibe que para ello necesita encontrarse con Jesús, adopta una posición de total humildad ante El, busca tener un encuentro franco y directo; finalmente, le reconoce como el Maestro que puede aclarar su dilema existencial clave, ya que es bueno. La reacción de Jesús al ser llamado bueno revela su papel mediador y su especial relación con el Padre. Jesús cuestiona el apelativo de bueno y lo atribuye exclusivamente al Padre, actualizando ante su interlocutor su radical amor a Dios como único centro de su existencia, e invitándole a hacer lo propio. ¿Quién, que haya tratado de ser franco y noble consigo mismo y con Jesús, no se siente reflejado en la búsqueda anhelante que revela la respuesta de la persona a la lista de preceptos que Jesús le acaba de enumerar? Sentimos que, aunque no resulte siempre fácil cumplir los preceptos, el hacerlo no es suficiente; presentimos que ellos son indicadores de algo mucho más importante que deseamos alcanzar. Es precisamente la nobleza de esa búsqueda anhelante la que, de pronto, toca el corazón de Jesús y le mueve a mirar fijamente, con cariño, a su interlocutor. El gesto, como en otras ocasiones en el Evangelio, muestra la hondura de su encarnación a través de su profunda humanidad. También muchos de nosotros hemos sentido su mirada penetrante en el pozo de nuestro corazón, hemos experimentado su amor y, por tanto, hemos escuchado su invitación: “Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, reparte el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme.” Y, por ello, nos sentimos plenamente reflejados en la tristeza y la falta de audacia del noble discípulo para dar el salto cualitativo que Jesús le demanda. No basta con la solidaridad distributiva dentro de nuestra propia sociedad, sino que 70 Pascua 2018

esa solidaridad ha de extenderse a todas las personas creadas por Dios. Como individuos y como comunidad cristiana hemos de buscar los necesarios cauces prácticos a tal fin. Es urgente que nos preguntemos si no somos “Epulones“ indiferentes ante los “Lázaros” del mundo, que gimen a nuestra puerta. También es preciso que aprendamos de tanta gente humilde entre nosotros, muchos de ellos pensionistas, que, como la viuda del Evangelio, entregan su óbolo, movidos por la caridad. No es ni fácil ni sencillo dar pasos concretos en esta materia ni personal, ni familiar, ni socialmente, por lo que supone de renuncia y de navegar contra corriente. De ahí que el salto que nos pide Jesús, mirándonos fijamente y amándonos profundamente, nos entristezca y nos asuste. Por ello mismo resulta del todo imprescindible. En este punto como en muchos otros, vivir con la mirada puesta en nuestro tesoro del cielo, esto es en el Dios a la vez trascendente e íntimo, que nos libera de cadenas y nos ayuda a ser más creativos.

LITURGIA DEL SACRAMENTO PETICIÓN COMUNITARIA DE PERDÓN Presidente: Conscientes de nuestra realidad, acudimos a Dios, rico en misericordia. Se lee el siguiente texto con antífonas penitenciales al principio, final (e intercaladas). También podrían leerlo a dos coros todos los presentes. A: Yo sé que me quieres, Señor, porque eres bueno, porque tienes un corazón sensible, perdóname; límpiame de mis pecados y de mis caídas continuas, levántame. B: Qué alegría saber que eres Padre, y también justo y recto, y que juzgas sin chantajes ni partidismos. Tú me miras fijamente y amas lo puro y limpio dentro de mí y me hablas suavemente como amigo en el silencio.


A: Devuélveme, que lo perdí, el gozo y la alegría, y toda mi vida salte en fiesta. Somos amigos: olvida el mal que hice, y ayúdame con tu amistad a renovarme. B: Dame, te lo pido, la alegría de tu salvación, y un corazón sincero que se juegue todo por ti; les diré a todos que tus caminos son formidables y a los que pecan sin conocerte que prueben lo que eres Tú. A: Dame vida, que yo amo el vivir, Tú que eres el Dios de la Vida. Y con ella diré a los hombres y mujeres que contigo todo es posible. Abre mi corazón y mis labios, hacia ti, Señor, para que diga cuanto te quiero. B: Sé bueno conmigo y con los otros y fortalece nuestras vidas indefensas. A ti nuestra vida dura de cada día te ofrecemos, para que Tú, Dios nuestro, sobre tu altar, encuentres nuestro don y lo recibas con alegría. TODOS: Devuélvenos, te lo pedimos, el gozo y la alegría, y toda nuestra vida salte hoy en fiesta. Somos amigos: olvida el mal que te causamos, y ayúdanos con tu amistad a convertirnos.

ACCIÓN DE GRACIAS Y DESPEDIDA ORACIÓN PRESIDENCIAL DE ACCIÓN DE GRACIAS Dios, Padre bueno, te damos gracias por el perdón recibido. Aquí nos tienes, dispuestos a hacer eficaz la luz recibida, abiertos a tus llamadas. Queremos proclamar que tú vives, y que tu misericordia es eterna. Bendito seas por los siglos de los siglos. Amén. BENDICIÓN El Señor esté con ustedes. Dios Padre los bendiga y los ayude a ser testigos del perdón celebrado. Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo descienda sobre ustedes. El Señor los ha perdonado. Pueden ir en paz.

PADRE NUESTRO Haznos, Señor Jesús, como tú: pobres, humildes, serviciales, solidarios, generosos y compasivos. Con la oración que Tú mismo nos enseñaste nos dirigimos a tu Padre y nuestro Padre: Padrenuestro... GESTO DE LA PAZ (si se desea) Presidente: En Cristo, que nos ha hecho hermanos y hermanas con su cruz, y como signo de reconciliación, daos la paz. CONFESIÓN PERSONAL Y ABSOLUCIÓN Silencio meditativo, mientras se realizan las confesiones. Si son muchos las personas a confesar pueden intercalarse canto penitenciales. Pascua 2018

71


LAS SIETE PALABRAS DE JESÚS EN LA CRUZ Viernes santo después del viacrucis Durante las últimas horas de la vida de Jesús, pronunció únicamente siete palabras clavado en la cruz donde él murió. En estas palabras se encierra el valor de su entrega, con ellas nos enseña, nos consuela y nos hace tener esperanzas. Escuchemos con mucha atención y hagámoslas nuestras, tomemos su mensaje para nuestras vidas.

72 Pascua 2018


PRIMER PALABRA: PERDÓN (LUCAS 23:34)

“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” Jesús estaba sufriendo el peor castigo que alguien podía recibir, había sido azotado, golpeado, sus manos y sus pies habían sido clavados en el madero de la cruz, los soldados romanos estaban acostumbrados a recibir insultos, ofensas, maldiciones, de parte de aquellos que eran crucificados, pero esta vez escucharon unas palabras que nunca habían escuchado, oyeron a ese hombre hablando palabras de perdón, de misericordia, “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen”. Jesús terminaba sus días en este mundo perdonando, sin rencores ni amargura en su corazón, él los había perdonado y pedía a su Padre celestial que los perdonara también, el no dijo Padre yo los perdono, pero destrúyelos tú, él no estaba clamando por venganza, él estaba pidiendo misericordia para los que lo había crucificado, para los que le había causado tanto dolor. Esta palabra de Jesús es un llamado a cada uno de nosotros a perdonar a los que nos ofenden, a los que nos han causado dolor o sufrimiento en nuestra vida, a perdonar sin anhelar venganza. Cuantas personas terminan sus días odiando, con un corazón lleno de resentimiento y amargura, esta noche Jesús nos dice a cada uno de nosotros: no te vayas de este mundo sin haber perdonado. Muchos decimos: que Dios te perdone, pero yo no. Otros decimos yo te perdono pero que Dios no te tenga misericordia, pero eso no es la actitud que Dios quiere de nosotros, como cristianos tenemos que comprender que ese perdón de Jesús en la cruz es para cada uno de nosotros, pues él fue crucificado por nuestros pecados.

Es difícil perdonar. El dolor, el orgullo, la propia dignidad, cuando es violentada, grita pidiendo “justicia”, buscando “reparación”, exigiendo “venganza”... pero ¿perdón? Dios también me sigue perdonando hoy, por cosas que en mi vida destruyen, rompen, hieren a otros, a mi mundo... por mi pecado. Reflexionemos... - ¿Hasta qué punto creo que la gente puede equivocarse y seguir siendo digna de confianza?

SEGUNDA PALABRA: SALVACIÓN (LUCAS 23:39-43)

“Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso” Jesús murió exactamente como había vivido su vida, a la par de pecadores y teniendo de ellos misericordia, él fue crucificado en medio de dos malhechores, que seguramente habían cometido crímenes muy graves para haber sido condenados a ese tipo de muerte. Uno de ellos se burló de él, lo escarneció, lo menospreció, pero el otro reconoció su pecado, y lo reconoció a él como salvador, y le hizo una petición estando en agonía: acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Ese hombre no recibió de Jesús rechazo, sino una palabra de salvación, el demostró que era lo que había dicho: la puerta de la salvación (Juan 10:9) el Señor entrego su vida abriéndole la puerta del reino de Dios a los pecadores. Esta palabra nos da varias enseñanzas muy importantes para nuestra vida: A) nunca es demasiado tarde para arrepentirse Pascua 2018

73


B) nunca se es demasiado pecador para entrar al reino de Dios. C) no tenemos que cerrarle la puerta de la salvación a nadie, la última persona a la cual Jesús le predicó era un malhechor, un ladrón, todos caben en el reino de Dios. Reflexionemos... - En este momento ¿a quién le podemos dar esperanza?

TERCER PALABRA: AMOR (JUAN 9:25-27)

“Mujer ahí tienes a tu Hijo… ahí tienes a tu madre” Todos sus discípulos lo habían abandonado, menos Juan, que estaba junto a María contemplando a su Hijo en la cruz. Eran momentos muy duros para María, viendo morir a su Hijo, agonizando, sufriendo, la profecía que le dio Simeón cuando Jesús fue presentado en el templo se estaba cumpliendo (Lucas 2:34-35) la espada del dolor estaba atravesando su alma. Jesús mostro su amor para su madre María no dejándola desamparada, se cree que José ya había muerto, pero Jesús no se desatendió de ella. Es maravilloso ver como el Señor estaba cumpliendo su misión redentora, como él estaba cumpliendo el plan eterno de la redención, pero tuvo el amor para no descuidar a su madre terrenal. Este es un ejemplo maravilloso para cada uno de nosotros que muchas veces descuidamos a nuestros padres o a nuestra familia por todas las cosas importantes que tenemos que hacer, nos descuidamos de las personas que amamos y nos aman porque estamos cumpliendo importantes proyectos o ministerios. Jesús estaba cumpliendo el plan más grande para la humanidad, pero tuvo tiempo para tener cuidado para su madre. 74 Pascua 2018

Reflexionemos... ¿Ayudas a otros a afrontar los momentos difíciles?

CUARTA PALABRA: ANGUSTIA (MATEO 27:45-46)

“¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado? Para comprender mejor el significado de esas palabras tan impactantes de nuestro Señor Jesucristo tenemos que leer el salmo 22 que es un salmo mesiánico escrito por David (salmo 22:1) El título del salmo dice “sobre ajeletsahar” que significa el ciervo de la aurora o el corazón del amanecer, según los historiadores judíos este salmo era cantado cuando se ofrecía el sacrificio del cordero de la mañana. Jesús el cordero perfecto estaba siendo ofrecido en sacrificio, el Padre celestial estaba entregando a su Hijo unigénito por la humanidad pecadora, por cada uno de nosotros. El Padre celestial no permitió que Abraham sacrificara a su hijo Isaac (Genesis 22:11-13) ahora el Padre celestial estaba sacrificando a su Hijo por nosotros, y por eso el Señor con agonía expresa: ¿Porqué me has desamparado?, para que nos demos cuenta la agonía, el dolor, el sufrimiento que significaba para Dios ese sacrificio. No solo el Hijo sufría, sino el Padre permitiendo que su Hijo muriera en la cruz. Cada uno de nosotros por ese amor de Dios por nosotros, tenemos que amarlo, que honrarlo y alabarlo cada día de nuestra vida. ¿Quién no tiene momentos de noche oscura? De depresión, de inseguridad, de absoluta incertidumbre... Esos momentos en los que parece que todas tus opciones han sido


equivocadas, que cada decisión te ha llevado por un sendero erróneo. Esos tiempos en que te muerde la soledad, el fracaso, la miseria propia y ajena. ¿Quién no tiene momentos de escepticismo, de sinsentido, de amargura? ¿Quién no se pregunta, tal vez por un instante fugaz pero punzante, dónde está Dios ahora? La duda no es inhumana, ni el enfado, ni el miedo... El reto está en no ceder, en no creer que todo ha sido una mentira. El desafío es no abandonar, no rendirse, no capitular en esos momentos. Reflexionemos... ¿Aceptas el que pueda haber momentos en que “no sientes” a Dios, y sin embargo, te atreves a seguir adelante con proyectos, compromisos y esfuerzos en su nombre?

QUINTA PALABRA: AGONÍA (JUAN 19:28)

“tengo sed” Tenemos que comprender que uno de los sufrimientos más grandes para los que morían crucificados no eran solamente los clavos, sino la deshidratación, la perdida poco apoco de la sangre, la fiebre por la insolación, por las heridas infectadas, eso hacia que la boca se secara, que la lengua se pegara al paladar (salmo 22:15) Grita el hombre con la garganta reseca. Quiero justicia, clama la joven utilizada en los burdeles del mundo. “Pan”, pide el niño con la barriga inflada de aire y de hambre. Paz, exclama el testigo de atrocidades sin fin. Amor, pide el muchacho solitario por ser extraño. Casa, sueña el mendigo que duerme en un banco. Trabajo, suspira una joven que se siente fracasar. Libertad, escribe el presidiario en sus poemas. Salud, recita el enfermo desde su cama... Voces de pena, voces de llanto, voces que reflejan los dolores del mundo. Hay alaridos, y también

susurros, todos cargados de pena. Tu voz en la cruz recoge todos esos aullidos de la humanidad rota. Y no hay explicación. No hay sentido. No hay justicia. Sólo un grito más: “Basta ya”. Reflexionemos... ¿A quién necesitas atreverte a escuchar? ¿Qué gritos escuchas tú? ¿Qué hacer?

SEXTA PALABRA: ESPERANZA (JUAN 19:30)

“Todo está cumplido” Jesús dejo bien claro que su obra redentora no quedaba a medias, sino que estaba terminada, que su misión había sido cumplida, y por eso expresó la palabra griega “tetelestai” que en español es “consumado es” “Consumado es” tenía varios significados en el tiempo bíblico y cada uno de esos significados fueron cumplidos por nuestro Señor en la cruz. “Consumado es” era usado cuando en una batalla el general del ejército victorioso subía un monte y gritaba tetelestai, la batalla había sido ganada, Jesús gano la batalla contra satanás (Colosenses 2:14-15) “Consumado es” también era una palabra usada en el comercio, cuando se cancelaba una deuda se decía “tetelestai” es decir, la deuda esta cancelada, Jesús pagó nuestra deuda con Dios, nos justificó y por medio de él tenemos paz con Dios. (Romanos 5:1) Todos tenemos nuestras luchas pequeñas o grandes, nuestros compromisos que nos cuestan sudor y a veces lágrimas, pero que queremos vivir... y cada día tiene algo de tarea y misión. Y cada año, y cada etapa del camino... Ojalá pueda, a veces, aun cargado de ingenuidad, mirar atrás y sentir que las cosas se van cumpliendo, y reposarme en ti. Pascua 2018

75


Reflexionemos... - ¿Has caminado y cubierto etapas, sabiendo que el camino continua pero tus huellas están atrás?

SÉPTIMA PALABRA: CONFIANZA (LUCAS 23:46)

“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” Jesús estaba confiado que al morir no estaría más solo, el Padre estaría con él, sabía que su vida no quedaría a merced de la muerte, ni de satanás, sino en las manos de Dios. Su cuerpo seria bajado de la cruz por los soldados romanos y entregado a José de Arimatea para ser sepultado (Marcos 15:4246) Jesús no se preocupó por quien se haría cargo de su cuerpo sino de su espíritu, el confiaba que aún mas allá de la muerte su Padre celestial estaría con el (Salmo 48:14)

76 Pascua 2018

Cuantas personas se han ocupado de las cosas materiales cuando llegue el día de su muerte, ya aseguraron su ceremonia fúnebre, ya dejaron repartidos sus bienes materiales, pero no han entregado su alma al Señor. Cada persona que tiene a Cristo en su corazón nunca se separara de Dios, ni la muerte misma (Romanos 8:38-39) No sólo el día de la muerte, sino cada día. En este mundo que en todo busca seguridades, que en todo quiere tener salvavidas. En este mundo que me invita a tener siempre cubiertas las espaldas...quiero arriesgar, apostar por ti y tu proyecto y tu Reino. Quiero saberme confiado, atravesar tormentas o espacios serenos, sintiendo que en tus manos voy protegido. Que tus manos curan, acarician, sanan, acunan, sostienen... firmes y tiernas a la vez. Reflexionemos... ¿Qué está cumplido en tu vida? ¿Qué huellas vas dejando en los corazones de los tuyos?


Pascua 2018

77


INTRODUCCCIÓN: Vamos a recorrer el camino de nuestro Señor hacia la cruz y hacia su muerte, éste mismo camino nos conducirá hacia su gloriosa resurrección. Esta ocasión asumimos duras realidades que hoy enfrentamos como iglesia y sociedad: Una auténtica cultura de la muerte y la violencia. Dispongámonos para morir con Cristo y resucitar con Él a la vida nueva que nos ha conseguido. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ORACIÓN Jesús queremos seguirte con nuestra cruz, y estamos dispuestos a llegar hasta el final del camino, que es la resurrección. Porque la vida surge de la muerte. Queremos asumir las actitudes de Jesús, es decir, su fidelidad al Padre y a los hombres concretos con su historia, hasta arriesgar la vida, acompañando a los oprimidos, quienes perdieron toda esperanza, superando complicaciones y comprometiéndonos con tu causa hasta llegar a la victoria.

PRIMERA ESTACIÓN: CONDENAMOS A MUERTE

Guía: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Todos: Que por tu santa Cruz redimiste al mundo. LECTURA: Juan 11,52-53.57. Jesús había de morir para reunir a los hijos de Dios que estaban dispersos. Desde ese día, el consejo de los sumos sacerdotes y los ancianos tomó la decisión de darle muerte. Habían dado órdenes de que, si alguno sabía dónde estaba, lo notificara para detenerle. Palabra de Dios. R/ te alabamos Señor COMENTARIO: Es Pilato, son las autoridades religiosas, son las muchedumbres, quienes hacen un juicio amañado y condenan a Jesús. Desde pequeños se premia la mentira y hacemos burla a quien 78 Pascua 2018

dice siempre la verdad. Los padres de familia sucumben y consienten todo ante los berrinches de sus hijos pequeños, nos hemos acostumbrado al chantaje emocional en casa, al encubrimiento y a ir haciendo concesiones de cosas importantes que ahora hemos ingenuamente banalizado. Hoy tristemente, a nivel social contemplamos las mismas calumnias, corrupciones, simulaciones y alegatos jurídicos, para condenar a tantos hermanos inocentes, así como para liberar a tanto delincuente y criminal de cuello blanco que no dejan de provocar maldad-muerte por todas partes. Las actuales fallas en la impartición de justicia son los primeros eslabones de una sola cadena de delitos, que termina esclavizando y matando a nuestras familias y sociedad. Pidamos a Dios para que nos haga participar cristiana y cívicamente, con dignidad, para construir un sistema social y judicial que brinde una auténtica justicia para todos en nuestro país. ORACIÓN: Señor Jesús ¡cuánto sufres aún en los condenados por nuevos Pilatos! Tú sufres con ellos; tú callas con ellos: en el calabozo de castigo, en la sala de torturas físicas y psicológicas, en la clínica psiquiátrica, en el centro de rehabilitación, en las casas de seguridad, en la noche, la soledad y el abandono. Haz que no condenemos injustamente a los demás, pero haz que sí nos organicemos para mejorar estas situaciones. Que no seamos apáticos en la participación social, que nos manifestemos en todo escenario social y luchemos por alcanzar un mundo más justo. Te lo pedimos a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Guía: Señor, pequé, ten misericordia de mí. Todos: Pecamos, Señor, y nos pesa, ten misericordia de nosotros. Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

SEGUNDA ESTACIÓN:

JESÚS SIGUE CARGANDO NUESTRA CRUZ Guía: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Todos: Que por tu santa Cruz redimiste al mundo.


LECTURA: Juan 19, 16-17 Entonces [Pilato] se lo entregó para que lo crucificaran. Tomaron a Jesús, y, cargando él mismo con la cruz, salió al sitio llamado «de la Calavera» (que en hebreo se dice Gólgota). Palabra de Dios. R/ Te alabamos Señor. COMENTARIO: Fue obligado a cargar el instrumento de su propia muerte, la cruz. “Eran nuestros delitos los que cargaba, eran nuestros sufrimientos…” En nuestros tiempos los sufrimientos son algo inconcebible, buscamos hacer muchas cosas para evitar los sufrimientos y para evitar que otros se enteren de nuestras dolencias. Hoy muchos migrantes e indigentes en las calles, que cargan con su cruz, son ignorados, abusados, eliminados de nuestras ciudades, miles y miles de embarazos “legalmente” interrumpidos, muchos ancianos que sufren enfermedades y son dejados en completo abandono, miles de familias víctimas de robos, secuestros, asesinatos. Todo ello resulta muy desagradable y hacemos lo posible por ocultarlo. Pidamos a Dios un corazón sensible, que seamos capaces de reconocer a Cristo en los hermanos que sufren y llevan su pesada cruz. Y cuando nos toque cargar nuestra cruz, que la llevemos con caridad y dignidad, que podamos hablar de nuestras penas, que podamos compartir abiertamente hasta los propios sufrimientos, para también saber gloriarnos de la cruz de nuestro Señor Jesucristo. ORACIÓN: Señor Jesús: Sólo tú tienes respuesta a todo lo que sucede en el mundo. Ayúdanos a entender que sólo sacrificando un poco de nosotros mismos lograremos el triunfo del amor. Que, renunciando a nuestro egoísmo, ayudemos a los demás a cargar con su cruz, en lugar de hacérsela más pesada. Ante la crisis económica, social y de valores que sufrimos, maduremos en la solidaridad. Que bajo la sombra de tu Cruz meditemos en los signos de los tiempos y asumamos contigo la historia para redimirla. Que no se nos convierta la Cruz de los demás y tampoco la nuestra en algo ordinario que intentemos evadir o dejar de ver. Te lo pedimos

a Ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Guía: Señor, pequé, ten misericordia de mí. Todos: Pecamos, Señor, y nos pesa, ten misericordia de nosotros. Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

TERCERA ESTACIÓN:

JESÚS ESTA CON LOS CAIDOS. Guía: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Todos: Que por tu santa Cruz redimiste al mundo. LECTURA: Mateo 11, 28-30 «Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraran descanso para sus almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera». Palabra de Dios. R/te alabamos Señor. COMENTARIO: Jesús fue solidario en todo con nosotros, hasta en la debilidad humana. Fue probado en todas nuestras debilidades y en todo supo ser solidario con los demás. Cayó y se levantó para continuar su camino de salvación. La primera cerveza, la primera intoxicación con drogas, el primer robo, el primer acto de corrupción, la primera infidelidad, etc. En toda experiencia humana siempre hay una primera vez, y para esa primera vez los medios electrónicos y sus estrategias de publicidad juegan un papel fundamental, sin embargo, aunque no convenga a la industria del crimen, de nosotros depende si existe una segunda, una tercera, o mil más. En todo momento somos conscientes de nuestra fragilidad, de nuestras debilidades y limites, Jesús nos enseña que siempre es posible levantarnos y continuar el camino de salvación. Pidamos a Dios que nos haga descubrir la fuerza interior que nos ha dado, para poder levantarnos siempre y no permanecer tirados, como Pascua 2018

79


muertos a la orilla del camino, provocando más sufrimiento y escándalo a los hermanos. ORACIÓN: Señor, caemos por la comodidad, la flojera, la indiferencia religiosa, la apatía frente a la situación social. Es por eso que nuestra realidad está por los suelos, y nosotros con ella. Ante nuestros sufrimientos y caídas, queremos ser fuertes, y no huir como los cobardes. No podemos quedarnos tirados, si tú te levantaste. Ayúdanos a levantar a nuestro pueblo hasta el proyecto que tú tienes sobre él, pasando por el sacrificio que nos impone el amor. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Guía: Señor, pequé, ten misericordia de mí. Todos: Pecamos, Señor, y nos pesa, ten misericordia de nosotros. Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

CUARTA ESTACIÓN:

MARIA NOS ENSEÑA EL CAMINO DE LA CRUZ Guía: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Todos: Que por tu santa Cruz redimiste al mundo. LECTURA: Lucas 11,27-28. Estando Jesús predicando, una mujer de entre la multitud exclamó: “Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te amamantaron”. Pero Jesús contestó: “Más dichosos aun los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica”. Palabra de Dios. R/Te alabamos Señor. COMENTARIO: La fidelidad y presencia de María nos recuerda el papel de las madres en el sufrimiento de sus hijos. Recodamos a las madres solteras que se afanan por mitigar el sufrimiento de unos hijos sin padre. Traemos a nuestras mentes a tantas madres que valientemente enfrentan el maltrato y la violencia por parte de sus parejas o en sus trabajos, todo por garantizar la tranquilidad, el bienestar de sus hijos. Hoy tenemos cada vez más, a madres valientes, que prefieren denunciar a sus 80 Pascua 2018

propios hijos ante las autoridades o recluirlos en algún centro de desintoxicación, antes que verlos sufrir o ver sufrir a otras personas por causa de ellos. Pidamos a Dios que nos permita descubrir y promover el gran valor e importancia de toda mujer en nuestro pueblo, para que desde ese reconocimiento se alimente y renazca el futuro de una nueva sociedad, hijos de madres equilibradas, fieles, prudentes y perseverantes, que a la vez acompañarán a los hijos de nuestra Madre del cielo hermanados en Cristo. ORACIÓN: Jesús, tú quisiste asociar íntimamente a María Santísima en tu obra redentora. Gracias porque en todas las situaciones que vivimos ella nos acompaña como madre y nos sirve de modelo en tu seguimiento. Que nos siga iluminando con su testimonio, ya que requerimos de mucha valentía para seguirte, como ella, en nuestra vida ordinaria. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Guía: Señor, pequé, ten misericordia de mí. Todos: Pecamos, Señor, y nos pesa, ten misericordia de nosotros. Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

QUINTA ESTACIÓN:

AYUDEMOS A JESÚS CON LA CRUZ. Guía: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Todos: Que por tu santa Cruz redimiste al mundo. LECTURA: Lucas 6,29-31.35. Jesús dijo: “Amen a sus enemigos, hagan el bien a quien les hace mal, bendigan a los que los maldigan, y rueguen por quienes los calumnian. Al que te hiera en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite el manto, no le niegues la túnica; al que te pida dale, y al que tome lo tuyo no se lo reclames. Haz a los demás lo que quieres que te hagan a ti. Amen a sus enemigos, hagan el bien, y presten sin esperar nada a cambio, y su recompensa será grande, pues serán hijos del Altísimo que es bueno hasta con los ingratos y perversos”. Palabra de Dios. R/ te alabamos Señor.


COMENTARIO: A Israel le gustaban las procesiones. Pero el viernes santo, en lugar de hosannas, grito desaforado “Crucifícale”. Y nadie se animó a socorrer a Jesús, por sus miedos. A Simón hubo que obligarle a cargar la cruz, sin saber que era un servicio real cargar la cruz de ese condenado a muerte. Es difícil marchar llevando un cirio, un estandarte, la cruz o el incensario, en una procesión, ante las burlas de los demás, cuando debemos vencer el propio miedo y los respetos humanos. En cuantas ocasiones los jóvenes, los varones y los profesionistas no participan en los eventos religiosos populares, o se sienten presionados. Es doblemente difícil participar en la caridad organizada y permanente de nuestras comunidades, hoy el mundo nos empuja a responderle al Señor, prestando un auténtico servicio organizado y bien pensado en favor de quienes son víctima de la actual cultura de la muerte en que vivimos, donde se mata indiscriminadamente desde antes de nacer y se elimina a todo aquel que busca un mundo más justo, más limpio y más bello. Pidamos a Dios que le escuchemos y le respondamos generosa y valientemente en medio de nuestros hermanos. ORACIÓN: Jesús: danos la fuerza de ser solidarios contigo y con tu causa, no sólo cuando van las cosas bien, sino también cuando pareces fracasar y nos pones en riesgos. Que nuestra solidaridad no sean promesas, pactos escritos, romanticismo, sino actitudes para hacer mejor todo. La solidaridad se muestra cuando nos ayudamos unos a otros, amparamos a una madre sola, apoyamos la rehabilitación de un drogadicto, ofrecemos una oportunidad de estudio o trabajo, socorremos a un preso, promovemos a un pobre, somos voluntarios para un servicio parroquial. Danos, en nuestra caminar por la vida, deseos de ser Cireneos. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Guía: Señor, pequé, ten misericordia de mí. Todos: Pecamos, Señor, y nos pesa, ten misericordia de nosotros. Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

SEXTA ESTACIÓN:

LIMPIEMOS EL ROSTRO DE JESÚS Guía: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Todos: Que por tu santa Cruz redimiste al mundo. LECTURA: Corintios 4, 6 Pues el Dios que dijo: «Brille la luz del seno de las tinieblas» ha brillado en nuestros corazones, para que resplandezca el conocimiento de la gloria de Dios reflejada en el rostro de Cristo. Palabra de Dios. R/ Te alabamos Señor. COMENTARIO: Cuando todos miraban a Jesús como un delincuente, Verónica tuvo el ánimo de burlar la seguridad judicial y el espionaje fariseo para limpiar aquel rostro ensangrentado. Sólo se limpia lo que está sucio. Hay muchos que hoy siguen limpiando ese rostro destrozado de Jesús, aunque no salgan en televisión porque no es noticia que se venda, estos hermanos nuestros no prestan el servicio a miserables, sino al mismo Jesús: Los rasgos doloridos del torturado para que se confiese culpable de un delito que no cometió; el maquillaje de la prostituta engañada y víctima; el rostro debilitado de un canceroso; la hinchazón de un alcohólico, el desfiguro de un drogadicto; los rasgos de una persona Down; la agonía de enfermos terminales de esclerosis o de sida; la invalidez de ancianos o accidentados; la fama de la muchacha que todos traen en boca. Pidamos a Dios la astucia para asistir y limpiar esos rostros del Señor con nuestra caridad. ORACIÓN: Señor Jesucristo, tú viniste a limpiar en nosotros tu imagen viva, antes empañada por el pecado. Pero nosotros nos aferramos a ensuciarlo con nuestra realidad, con mentiras, hipocresías, abusos, intentos de mostrar una aparente buena imagen, traiciones. Haz que mantengamos limpia nuestra conciencia, nuestra casa, nuestros salones de clases, nuestras calles, y nuestra historia, con acciones de la justicia y caridad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén Pascua 2018

81


Guía: Señor, pequé, ten misericordia de mí. Todos: Pecamos, Señor, y nos pesa, ten misericordia de nosotros. Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

SEPTIMA ESTACIÓN: HACEMOS CAER A JESÚS

Guía: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Todos: Que por tu santa Cruz redimiste al mundo. LECTURA: Pedro 2, 24 Él llevó nuestros pecados en su cuerpo hasta el leño, para que, muertos a los pecados, vivamos para la justicia. Con sus heridas fuimos curados. Palabra de Dios. R/Te alabamos Señor. COMENTARIO: Todos los medios de comunicación están llenos de información sobre festivales, deportes, escándalos de figuras públicas, eventos de ricos, los abusos y excesos de políticos, informaciones de la bolsa de valores. Pero muy poco se menciona sobre aquellos que están en la parte sombría de la vida, en la decadencia y marginación. Hay pueblos en eterna guerra y muerte que nunca son noticia porque no afectan a los grandes. El sufrimiento diario carece de atractivo y sensacionalismo para un reportaje. Pero si algún reportero busca responder a su vocación lo tumban y desaparecen. Pero Jesús no se olvida de los que están en las salas del hospital civil o regional, de los que no tienen seguro de vida, de los aislados por el sida o la tuberculosis, de los que se van deteriorando físicamente en su trabajo mal pagado, de los enfermos mentales encerrados en manicomios, de los que quedan tirados en la carretera después de un accidente, de los ancianos abandonados por sus familiares en un asilo de caridad después de despojarlos de sus bienes. Tampoco de los que se dejan caer solos en el vicio, el materialismo, la vida sin sentido, la delincuencia, y miles de adicciones y evasiones. Pidamos a Dios que siempre nos visite en los momentos de nuestras desgracias.

82 Pascua 2018

ORACIÓN: Señor, cuando oigamos la ambulancia o veamos las clínicas y centros de salud, rezaremos por los enfermos del cuerpo o de la mente, pidiéndote que surjan muchos enfermeros y personas buenas que los atiendan. Que su corazón no esté empedernido como el de los que prefieren sus pasatiempos a la caridad con el prójimo. Que de tu segunda caída saquemos fuerzas para ayudar a los olvidados, tenderles la mano fraterna, liberándolos para tu santo servicio. Danos fuerza para levantarnos siempre. Que la fe en ti y el amor a los demás sea nuestra meta y nada nos detenga. Que en las predicaciones dominicales, confesiones, mensajes de la vida, vayamos cambiando, que nos comuniquen la fuerza para levantarnos, sin pretender que otros lo hagan por nosotros. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Guía: Señor, pequé, ten misericordia de mí. Todos: Pecamos, Señor, y nos pesa, ten misericordia de nosotros. Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

OCTAVA ESTACIÓN:

JESÚS NOS CONSUELA CUANDO LLORAMOS Guía: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Todos: Que por tu santa Cruz redimiste al mundo. LECTURA: Juan 8,4-5.7.9-11. Dijeron a Jesús: “Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés nos mandó en la Ley apedrear a estas mujeres ¿Tú que dices? Jesús dijo: “El que esté sin pecado que arroje la primera piedra”. Se fueron retirando todos, comenzando por los más viejos, y quedó solo Jesús con la mujer. Jesús le dijo: “Mujer ¿dónde están? ¿nadie te ha condenado? Ella respondió: “Nadie, Señor”. Jesús le dijo: “Tampoco yo te condeno; vete, y en adelante no peques más”. Palabra de Dios. R/Te alabamos Señor. COMENTARIO: Hasta en los periódicos más escandalosos se busca algún reportaje lastimero que haga llorar, en


las películas más corrientes se busca una escena conmovedora que provoque llanto, o se organizan eventos de asociaciones para obtener dinero para causas nobles con imágenes lastimeras. Es un frío cálculo comercial orientado al ansia de sensaciones. Muchos espectadores lloran, pero no desean que cambien las situaciones, ni se preparan para nuevas situaciones que vamos creando, sino prefieren evadirse horas y horas frente a la televisión. Los medios de comunicación no forman para afrontar el dolor como parte de la vida y salir ganando al estilo de Jesús. También la Pasión de Cristo es para muchos sólo una sensación espantosa. Por eso, Él mismo preparó a las mujeres para un sufrimiento mayor. Porque hay muchas mujeres que sufren terriblemente. Pero Jesús les dice: “No llores por tu hijo que se fue a la guerra o murió joven de leucemia; sino más bien por el que se fue sano al norte, pero está lejos de la fe. No llores por tu hijo que nació con una lesión cerebral o una atrofia, o que está accidentado, sino por tu hijo que progresa a base de fraudes y materialismo. No llores por tu hija tan cariñosa y maternal que no halla con quien casarse y se está quedando soltera, sino por tus hijas fáciles y provocativas que tienen muchos afectos, aunque sea sólo por jugar con ellos y que están destruyendo otros hogares. No llores por tu hijo que no gana dinero, aunque siempre sirve a los demás, sino por el que tiene muchos dólares, pero su corazón se endureció frente a la miseria del prójimo”. Pidamos a Dios sabiduría para alimentar nuestro interior y poder trasformar nuestras realidades. ORACIÓN: Señor Jesucristo, nacido de una mujer para rescatarnos del pecado; consuela a las mujeres que lloran junto a nuestro camino de muerte, levanta a las que están caídas, y ayúdanos a fortalecer integralmente a la mujer en nuestra comunidad. Danos fuerza para consolar a nuestro mundo que llora sin sentido. Que nada de lo que suceda nos sea indiferente. Que levantemos nuestra realidad hasta la altura de tu Reino, no siendo espectadores sino actores de la civilización del amor. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

Guía: Señor, pequé, ten misericordia de mí. Todos: Pecamos, Señor, y nos pesa, ten misericordia de nosotros. Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

NOVENA ESTACIÓN: JESÚS NOS LEVANTA

Guía: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Todos: Que por tu santa Cruz redimiste al mundo. LECTURA: Lamentaciones 3, 27-32 Bueno es para el hombre soportar el yugo desde su juventud. Que se sienta solitario y silencioso, cuando el Señor se lo impone; que ponga su boca en el polvo: quizá haya esperanza; que tienda la mejilla a quien lo hiere, que se harte de oprobios. Porque el Señor no desecha para siempre a los humanos: si llega a afligir, se apiada luego según su inmenso amor. Palabra de Dios. R/Te alabamos Señor. COMENTARIO: Qué doloroso es recaer una y otra vez, a pesar de todos los esfuerzos, cuando ya casi se creía superado el problema. Qué doloroso cuando los demás le empujan a caer y con tenacidad hacen todo lo posible hasta que suceda, y entonces se burlan del caído en lugar de ayudarlo a levantarse. Pero más doloroso es quedarse caído y ya no hacer el esfuerzo por salir de esa situación. Qué doloroso cuando se perdieron todas las esperanzas, y no se hace nada por solucionar un problema. Cuando caemos en el conformismo, y decimos que es la voluntad de Dios para no superarnos. Todos los días, los medios de comunicación nos presentan catástrofes, accidentes, hechos de violencia familiar o callejera, pero nos hemos acostumbrado a no percibir en ellos el llamado de Dios. Es fácil aceptar su voluntad cuando todo va bien, prospera el negocio, los hijos entienden, y parece que Dios castiga a los otros. Pero es más difícil aceptarla en las pequeñas contrariedades del destino, cuando una gran tribulación, quiebra, Pascua 2018

83


enfermedad incurable, muerte, se presenta de improviso en nuestra propia vida. Nuestra patria tiende a dar marcha atrás en varios aspectos, porque ha caído en el conformismo y hay miedos a un verdadero cambio: sin corrupción, con aplicación pareja de la ley, con una auténtica democracia. Muchas familias ya habían avanzado en la definición de su papel social, pero ahora muchas prefieren replegarse sobre sí mismas y refugiarse en la tradición o en la anónima opinión pública. Algunas parroquias habían emprendido una nueva evangelización en comunión y participación, y ahora muchas prefieren una acción directiva y técnica. Así caídos ¿cómo llegaremos a la cima del Calvario? Pidamos a Dios que seamos optimistas ante las dificultades, para levantarnos siempre y evitar que otros caigan en el pesimismo, que impide construir el Reino inaugurado por Jesús. ORACIÓN: Cristo Jesús, que quisiste probar nuestras recaídas para darnos la fuerza de levantarnos. Danos la fuerza de voluntad para levantar a nuestros grupos, a nuestras familias, a nuestra nación, a nuestros campesinos, a nuestros compañeros adictos. Haz que seamos gente responsable, y que saquemos fuerza de nuestra debilidad para llegar a la cima. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Guía: Señor, pequé, ten misericordia de mí. Todos: Pecamos, Señor, y nos pesa, ten misericordia de nosotros. Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

DECIMA ESTACIÓN: DESPOJAMOS A JESÚS

Guía: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Todos: Que por tu santa Cruz redimiste al mundo. 84 Pascua 2018

LECTURA: Juan 19, 23 Los soldados... cogieron su ropa, haciendo cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura, tejida toda de una pieza de arriba abajo. Palabra de Dios. R/Te alabamos Señor COMENTARIO: Jesús fue despojado de todo: su gloria, su dignidad, sus pertenencias, su credibilidad, su defensa, sus objetos personales, y expuesto al morbo de las multitudes. Su cuerpo dejó ver las heridas nuevamente abiertas, y desnudo se convirtió en espectáculo para la gente de insana curiosidad. Pero ese cuerpo era el lugar de la revelación de Dios. Es un problema la pornografía infantil, el aumento de homosexualidad entre adolescentes, el libertinaje sexual en los medios, el lucimiento de cuerpos tatuados con groseras figuras, el espectáculo de niños de la calle y pordioseros, la escasa ropa de las modas, artistas impúdicos que exhiben sus escándalos, los excesos en gimnasios para tener un cuerpo atlético. No parece que el cuerpo humano sea corona de la creación, templo de Dios, para tratarlo con respeto reverencial. - Pero también cuántos son despojados de sus ahorros, de su casa, de su trabajo, de educación, del derecho a un hogar y una familia estable, de protección y seguridad. Esta crisis ha dejado a muchos semidesnudos, con hambre y cansados de esta vida. Pidamos a Dios que no escandalicemos a nuestros hermanos, y que no nos escandalicemos cuando nuestros hermanos desnudan sus heridas provocadas por el mal que todos padecemos. ORACIÓN: Señor Jesucristo, que te despojaste de tu gloria divina para hacerte siervo y someterte a la muerte humillante de la cruz, despojado de tu dignidad, para salvarnos. Te pedimos por todos los que limpian vidrios de carros, los que venden chicles, los que lanzan fuego en los cruceros, los que roban para sobrevivir, los que se drogan para no sentir su miseria. Danos sensibilidad para gritar por ellos a la sociedad, porque son signo vivo de la corrupción social, de la falta de oportunidades


reales de trabajo, de la injusticia institucionalizada, y de la falta de fe. Que no olvidemos que nuestro cuerpo oculta y expresa nuestra alma inmortal que lleva tu imagen. Tú que vives y reinas por los siglos. Amén. Guía: Señor, pequé, ten misericordia de mí. Todos: Pecamos, Señor, y nos pesa, ten misericordia de nosotros. Padre Nuestro y Gloria.

ORACIÓN: Señor, que el vecino país del norte, sumido en excesivo consumismo, desenfreno y prepotencia, comprenda su vocación de servicio al bien de la humanidad; que nosotros tendamos la mano a todos los caídos en las redes del mal; y que nos convenzamos que sólo en tu Cruz se halla el auxilio y la salvación. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

UNDECIMA ESTACIÓN:

Guía: Señor, pequé, ten misericordia de mí. Todos: Pecamos, Señor, y nos pesa, ten misericordia de nosotros. Padre Nuestro Ave María y Gloria.

Guía: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Todos: Que por tu santa Cruz redimiste al mundo.

DUODECIMA ESTACIÓN:

CLAVAMOS A JESÚS EN LA CRUZ

LECTURA: Juan 19, 18-22 Lo crucificaron y con él a otros dos, uno a cada lado, y en medio, Jesús. Y Pilato escribió un letrero y lo puso encima de la cruz; en él estaba escrito: «Jesús, el Nazareno, el rey de los judíos». Palabra de Dios. R/te alabamos Señor. COMENTARIO: Golpes de terribles martillos resuenan por todo el mundo estremeciéndolo: poder del narcotráfico, peligro de una guerra nuclear, aumento de actividad sísmica, calentamiento de la tierra, caída del sistema económico mundial, reaparición de epidemias. Jesús consintió que sus manos fueran clavadas a la cruz, porque muchas manos humanas se tienden ávidas y codiciosas hacia el placer sin medida, el poder sin escrúpulos, la riqueza, la estafa, la violencia. Las manos, que deben bendecir y hacer el bien, son usadas para el crimen, el atraco y el desorden. Jesús consiente que claven sus pies a la cruz porque nosotros, en vez de seguir el camino del amor, vamos a lugares donde se abusa del alcohol, se busca el placer fácil, se pone droga al alcance, se destruye la santidad y la paz de las familias, y el futuro de la población. Pidamos a Dios generosidad y diligencia ante las desgracias ajenas.

JESÚS MUERE HOY

Guía: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Todos: Que por tu santa Cruz redimiste al mundo. LECTURA: Mateo 27, 45-46 Desde la hora sexta hasta la hora nona vinieron tinieblas sobre toda la tierra. A la hora nona, Jesús gritó con voz potente: «Elí, Elí, lemá sabaktaní» (es decir: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?») Palabra de Dios. R/Te alabamos Señor. COMENTARIO: ¿De qué sirve maldecir al mundo con su absurda injusticia, violencia y dureza de corazón? Jesús no lo maldijo, sino que lo redimió. Nos perdonó a todos, salvándonos con amor. Desde la cruz contempló el mundo entero a lo largo de todos los siglos. Su crucifixión pertenece a la historia y a la eternidad, por eso está presente en cada Eucaristía. El mundo tiene redención, los problemas tienen remedio, en Cristo sí hay solución. Pidamos a Dios un alma buena que siempre perdone y nunca guarde odios para poder sumarnos al proyecto de Cristo. ORACIÓN: Jesús. Nadie te quita la vida, sino quisiste darla voluntariamente para redimirnos. Ya que te has Pascua 2018

85


entregado a la muerte por nosotros, quítanos toda mediocridad, para demostrar con orgullo al mundo que somos cristianos y que tenemos una respuesta eficaz. Que convenzamos a los demás que tu última palabra no es de muerte, sino de resurrección. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Guía: Señor, pequé, ten misericordia de mí. Todos: Pecamos, Señor, y nos pesa, ten misericordia de nosotros. Padre Nuestro …..

DECIMOTERCERA ESTACIÓN:

RECIBAMOS EL CUERPO SIN VIDA DE JESÚS Guía: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Todos: Que por tu santa Cruz redimiste al mundo. LECTURA: Juan 16,21-22. Jesús dijo: “La mujer, cuando va a dar a luz, está triste, porque le ha llegado su hora; pero cuando ha dado a luz a un niño, ya no se acuerda del aprieto por el gozo de que le ha nacido un hombre al mundo. Ustedes también están tristes ahora, pero volveré a verlos y se alegrará su corazón con una alegría que nadie les podrá quitar”. Palabra de Dios. R/te alabamos Señor. COMENTARIO: Jesús murió perdonando y yace en los brazos de su serena Madre que en El recibe a sus demás hijos. Mientras el mundo, en cambio, arde en deseos de venganza y clama por más sangre. No basta la sangre de tantos atentados, de tantas guerras, de tantos homicidios y suicidios, de tantos abortos, de tantas operaciones quirúrgicas. Hemos querido sepultar para siempre tu mensaje, escondiéndolo en la privacidad de las conciencias, para que no salga al público. Mientras cientos de comunicadores enajenan a las masas y a los menores con audiovisuales excitantes de nuestra sensualidad, pero al servicio de los poderosos. Los niños aprenden pronto a robar, fornicar y matar en la televisión, asesinando su inocencia y aplastando a los demás. 86 Pascua 2018

La radicalización, la despiadada pugna de barrios y partidos políticos lleva al odio y venganza, en una verdadera guerra interna que en cualquier momento se puede tornar sangrienta. Nosotros, como María, tenemos la esperanza segura de que resucitará en nuestras vidas e instituciones. Pidamos a Dios que veamos las duras realidades de muerte, como una llamada de Dios para renovar la vida de todos, pero desde el amor del Crucificado. ORACIÓN: Jesús, tú reposas en el regazo de tu Madre como prenda de que está vencido el poder del mal y purificados nuestros pecados. La sangre de los mártires es semilla de cristianos. Haz de nosotros tus nuevos mártires. Danos la valentía de llevarte a todas nuestras realidades: el barrio, la familia, la escuela, el trabajo. Que no nos de vergüenza decir que creemos en ti y que con tu muerte nos diste la vida. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén Guía: Señor, pequé, ten misericordia de mí. Todos: Pecamos, Señor, y nos pesa, ten misericordia de nosotros. Padre nuestro……

DECIMOCUARTA ESTACIÓN: JESÚS SEPULTA LA MUERTE

Guía: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Todos: Que por tu santa Cruz redimiste al mundo. LECTURA: Juan 11,25-26.43-44 Jesús dijo: “Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá, y todo el que vive y cree en mí no morirá para siempre. ¿Crees tú esto?” Y gritó con fuerte voz: “¡Lázaro, sal fuera!”. Y salió el muerto, atado de pies y manos con vendas y envuelto el rostro con un sudario. Jesús les dice: “Desátenlo y déjenlo andar”. Palabra de Dios. R/ te alabamos Señor.


COMENTARIO: En el mundo hay muchos sepelios y sepulturas, muchas capillas y funerarias en los que no se dice ninguna oración, ni se vive la esperanza a la sombra de la Cruz. Es más atractivo el mensaje televisivo que la resurrección del Señor. Para los ateos, la muerte es una catástrofe; para los tibios, un chiste o desengaño; para los cristianos fervorosos, una ganancia, en encuentro definitivo con el Señor, el nacimiento al cielo. Pidamos a Dios que veamos la muerte propia y la de nuestros hermanos, como una oportunidad para plenificarnos desde este mundo, como Cristo el Señor. ORACIÓN: Jesús, no podemos dejarte sepultado, pues tú eres el camino para toda la humanidad perdida. Haz que resucitemos al mundo yerto con nuestro testimonio valiente de ti. Que no nos quedemos con la experiencia de sentir bonito, sino busquemos la transformación de nuestra realidad, siendo más realistas, más sensibles a los que mueren. Haz que estemos convencidos que, a semejanza tuya, también resucitaremos triunfantes. Te pedimos por los muertos en bombardeos, en accidentes viales, en el mar o en el aire, y en los laboratorios. Haz que comprendamos que todo dolor es sólo una purificación, y que tras el viernes santo está el domingo de pascua. Haz que llevemos tu mensaje hasta donde están los alejados y marginados, y hasta los centros de decisión y de poder, para que ahí repiquen las campanas de la Pascua. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Guía: Señor, pequé, ten misericordia de mí. Todos: Pecamos, Señor, y nos pesa, ten misericordia de nosotros. Padre Nuestro ….

DECIMOQUINTA ESTACIÓN:

JESÚS RESUCITADO NOS DA VIDA NUEVA Guía: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Todos: Que por tu santa Cruz redimiste al mundo. LECTURA: Lucas 24, 5-6 ¿Por qué buscáis entre los muertos al que está

vivo? No está aquí, ha resucitado. Palabra de Dios. R/te alabamos Señor. COMENTARIO: Jesús se ha abajado hasta nuestras situaciones de muerte: indocumentados, mujeres presionadas para ser libertinas, pordioseros por negocio, forasteros, drogadictos, despojados, líderes indiferentes, asesinos con armas de poder y dinero. Pero para hacerlos superar esas situaciones con su Resurrección, transformándolas en vida nueva. Jesús está vivo, para resucitarnos a nosotros. Resucitar nos trae una misión. El Resucitado pone en nuestras manos el cambiar muchas situaciones de muerte, en condiciones de liberación integral y de vida. Con Cristo resucitado, la realidad se transforma en nuestras manos. ORACIÓN: Señor Jesucristo, hemos meditado tu vía crucis actual. Hemos visto que cualquier diario o noticiero puede servirnos de libro de oraciones, y que cada estadística puede convertirse en una santa alarma sísmica, ante el cual reaccionamos como cristianos ante la tragedia del mundo. Haz que veamos el mundo, con sus mega-tendencias y catástrofes, al amparo de tu Cruz. Resucita en nosotros, porque estamos completando tu Pasión en favor de tu Iglesia. Gracias porque tú vives en las manos que transforman, gracias a Ti que vives y reina por los siglos de los siglos. Amén. Guía: Señor, pequé, ten misericordia de mí. Todos: Pecamos, Señor, y nos pesa, ten misericordia de nosotros. CONCLUSIÓN Para finalizar nuestro vía crucis, en silencio, démonos el abrazo de paz. El abrazo dado a los demás sea el abrazo que Jesús hoy nos ha dado por amor, al entregar su vida por nosotros. Que este abrazo ayude a otros a resucitar, y no le fallemos, como Judas, que a pesar de abrazarlo lo traicionó. Sólo en Cristo, el hombre nuevo, se encuentra la felicidad perfecta. SUGERENCIAS: Se pueden hacer cartoncillos con características positiva del discípulo misionero, y se van dando en cada estación para llevar como recordatorio.

Pascua 2018

87


88 Pascua 2018


Oración inicial En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Virgen Santísima, Madre de Dios y Madre nuestra. En este viernes santo estamos aquí para acompañarte en tu dolor. Te damos el pésame por la muerte de tu Hijo. Tu único apoyo, te has quedado sola… estamos contigo. Un día lo aceptaste en tus entrañas y lo llevaste nueve meses, hoy lo aceptas muerto y lo llevas al sepulcro. Un día en la pobreza de una cueva, lo envolviste en pañales y lo acostaste en un pesebre para que lo adoraran los ángeles y los pastores, hoy lo envuelves en un sudario y lo acuestas en la fría loza de un sepulcro prestado, custodiado por soldados. ¡Qué contraste! No pudiste cerrarle los ojos, ni limpiarle el sudor de la agonía, ni darle de beber un poco de agua, ni decirle al oído la última oración. ¡Cuánto sufrías, Madre tierna e inocente! Aunque toda tu vida estuviste preparada, esperando la espada de dolor que traspasaría tu alma, eso no menguaba tu dolor moral. Pero sufrías con gran esperanza, valerosamente, pues estabas de pie, uniendo tu dolor a su dolor redentor a favor del mundo. En realidad no estás sola, tú nos aceptaste como tus hijos y nos cuidarás como lo hiciste con Jesús. No nos abandonas porque tu corazón se purificó en el crisol del dolor, y solo sabe perdonar y amar como Él. PRIMER MISTERIO:

María llora por amor Madre, tú ahora estás llorando, llena de amor, por la ruina de nuestra población. Se ha apoderado de nuestras nuevas generaciones el consumismo, el erotismo y secularismo. Se siente un gran vacío de Dios. Aumenta el clima de tensiones… violencia. Las ambiciones nos dividen y oponen. Se intenta llenar el vacío con una cultura de la muerte: droga, prostitución, delincuencia, adivinación, magia, pleitos. Cuántas sectas prometen en vano llenar ese vacío.

No queremos que sigas llorando también por tus hijos perdidos, muertos sin ilusión ni esperanza. Que no llores junto al accidentado por imprudencia… junto al muerto por sobredosis… Junto al suicida que creyó escapar a sus problemas… junto a la muchacha fácil que se desligó de sus padres para hacerse juguete de cualquier tirano aprovechado… junto al drogadicto que frustró su juventud. Junto al apático que desperdició sus capacidades… Junto al hijo engendrado que nunca nació… junto al ratero que pasa en prisión sus mejores años… junto al que sufre porque le falta techo, escuela y amor. Y a nosotros, Madre, no nos duele ni nuestra situación de ruina ni tu dolor. Quisiéramos ser el espejo en el cuál se dibuje la Pasión de tu Hijo en la que nos amó hasta el extremo, no para condenarnos sino para salvarnos. Quisiéramos escuchar la voz del Espíritu Santo que nos dice: “Con todo corazón honra a tu Padre, y no olvides los dolores de tu madre”. (Sirácide 7,27). Padre nuestro, 10 Ave María y Gloria. CANTO SEGUNDO MISTERIO:

María llora llena de esperanza Madre, lo cierto es que tu Hijo murió… desapareció. El mundo está lleno de idolatrías y falsas imágenes de Dios. Hemos contaminado el ambiente, agotado los recursos naturales, destruido el mundo. No vivimos como hermanos, sino que provocamos rupturas, heridas, distanciamientos, nuestras relaciones humanas están invadidas del cáncer de la corrupción y el egoísmo. Hemos acallado nuestra conciencia para que no nos inquiete. A muchos no les importa vivir en pecado. Hemos expulsado de entre los vivos a tu Hijo, a quien tú lloras desconsolada. Madre, pero Jesús desapareció para dar mucho fruto. Su obra de salvación perdura a través de Pascua 2018

89


los siglos y por todas las regiones del mundo. Nosotros somos su obra. Con razón dijo: “Si tuvieran fe, harían las obras que yo hago, y las harían todavía mayores”. Por eso Madre, nosotros queremos llorar contigo lágrimas de amor y esperanza también para nuestro mundo: “Si el grano de trigo muere, producirá mucho fruto”. De este modo queremos llenar el vacío que dejó tu Hijo. Nosotros queremos ser una prolongación de tu presencia para quienes se quedan en sus dudas de fe, para los drogadictos que no se deciden a pedir ayuda, para las familias que han callado por mucho tiempo una situación que les hundía, para los enfermos mentales y los inválidos. Y, llenos de esperanza te decimos ¡Estamos contigo! Padre nuestro, 10 Ave María y Gloria. CANTO

Pero todo esto no son sino avisos, son lecciones para que aprendamos de la vida, como tú lo hiciste. Son un aviso de instrucción para que no olvidemos los bienes del cielo y los asuntos que se refieren a nuestra salvación eterna. Avisos de corrección a pecados públicos para que enderecen sus caminos. También es un aviso de misericordia. Como el Señor dijo: “Vuélvete a mí, tu Redentor” (Is 44, 22). Madre nos humillamos bajo la poderosa mano de Dios (1 Pe 5,6), y gritamos llenos de confianza como Pedro: “¿Sálvanos, Señor, que perecemos?”. Padre nuestro, 10 Ave María y Gloria.

TERCER MISTERIO:

María nos advierte para que cambiemos. Las heridas en el cuerpo de Jesús eran lesiones en tu corazón de madre tierna. Has sido una madre tan cariñosa, tan afectuosa. Cuando limpiabas la sangre de su cuerpo yerto, sin duda que resonaban en tus oídos sus palabras: “Mujer, ahí tienes a tu Hijo”. (Jn. 19, 26-27). En la Cruz recibiste al traidor a cambio de Jesús, al siervo a cambio del señor; al discípulo a cambio del maestro; al pecador a cambio del justo. Madre, vivimos en medio de la crisis, que nos afecta por todos lados: crisis económica, social, política, religiosa. Somos un pueblo humillado y rendido. Sufrimos una serie de calamidades. Crecen las adicciones entre adolescentes y mujeres, aumenta el desempleo, nos agobian tanto la apatía como el remordimiento, aumenta el número de menores delincuentes. 90 Pascua 2018

La crisis política se manifiesta en el ambiente de decepción frente a los partidos, frente a las estrategias de formación cívica y participación; en el fanatismo de los partidos; en nuestra impotencia por cambiar el sistema corrupto en que vivimos, en nuestra falta de participación.

CANTO CUARTO MISTERIO:

María, reina de los mártires. Madre, cuántas escenas de fervor hasta el martirio se vieron en nuestras tierras, como en las persecuciones del imperio romano en la heroica Iglesia antigua. En medio de los tormentos, injusticias y escenas de dolor, de maldad, cuánto testimonio se dio del nombre de tu Hijo. La sangre de los mártires es semilla de cristianos. Reconocemos el martirio de tantos que trabajaron a escondidas, que se sintieron sin apoyo, que fueron traicionados, que eran mal vistos, que fueron perseguidos, que pasaron por verdaderas crisis de fe. Los mártires son los héroes del cristianismo. Nosotros te acompañamos, María, aceptando nuestro martirio. Queremos tener tu mismo valor, para estar de pie frente a la Cruz. Queremos, como tu Jesús, salir al encuentro de la Cruz y abrazarla para la salvación de nuestros hermanos.


Queremos, como tú, esperar contra toda esperanza. Tenemos motivos para saber que tu Jesús resucita entre nosotros; crece la conciencia en los problemas y nuestra corresponsabilidad; los intentos de compartir lo que tenemos y podemos, el diálogo entre generaciones y clases sociales; el respeto entre tendencias ideológicas y políticas, la conversión de pecadores instalados en su mal; el servicio al pobre y sin apoyo. “En sus llagas hemos sido curados”. Que contigo seamos los nuevos mártires de Cristo, en virtud de nuestra Confirmación sacramental.

Madre, tú sufriste mucho en la Calle de la Amargura. Recuerda ese encuentro con tu Jesús. ¿Qué oíste? Rumores de su aprensión, condenas, burlas, acusaciones, críticas, compadecimientos. ¿Qué viste? A tu Hijo desfigurado, las desgracias de Jesús, el odio del pueblo, la crueldad de los verdugos. Y pensaste sin duda, que todos habían sufrido una equivocación, como cuando el espíritu de confusión se apoderó de todos los profetas de Israel. ¿Y qué pensaste? Que tu Hijo lo había aceptado, para eso había venido, el amor no regatea esfuerzos.

Padre nuestro, 10 Ave María y Gloria.

Hoy lloras ante nuevas muertes de tus hijos: Abortos, drogadicción, suicidios, eutanasia, violaciones, agresiones, enfermedades no atendidas correctamente, explotación, …..

CANTO QUINTO MISTERIO:

El misterio del dolor Madre, cuánto sufres al pie de la Cruz. Pero tu dolor no es sino un pálido reflejo del dolor de Dios. En efecto, cuánto dolor siente el Padre Celestial al entregar a su Hijo único, el amado. Como Abraham cuando iba a sacrificar a Isaac, el hijo de la promesa, cuando van subiendo al monte con la leña para el sacrificio, con angustia y zozobra. Con un corazón de madre, sufres el Sacrificio del Calvario, del Hijo único, el Hijo amado del Padre.

No queremos ofrecerte demostraciones inútiles, sino que te demostraremos nuestra compañía cargando la cruz diaria. Sin cobardía, sin respetos humanos, como verdaderos apóstoles. Con decisión, como lo hiciste tú: no de lejos. Queremos sufrir y darle sentido a ese sufrimiento y transformarlo. Estamos contigo, María. Padre nuestro, 10 Ave María y Gloria. CANTO

Pascua 2018

91


LETANIAS DE LOS DOLORES DE MARÍA SANTÍSIMA Señor, ten piedad de nosotros y aumenta nuestra fe Cristo, ten piedad de nosotros y aumenta nuestra fe Señor, ten piedad de nosotros y aumenta nuestra fe Cristo, óyenos y aumenta nuestra fe Cristo, escúchanos y aumenta nuestra fe Dios Padre Celestial, ten piedad de nosotros y aumenta nuestra fe Dios, Hijo Redentor del mundo, ten piedad de nosotros y aumenta ntra. fe Dios, Espíritu Santo, ten piedad de nosotros y aumenta ntra. Fe. Santísima Trinidad que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros y aumenta ntra. fe Santa María, Auméntanos la fe Santa Madre de Dios “ “ “ Santa Virgen de las Vírgenes “ “ “ Madre crucificada “ “ “ Madre dolorosa “ “ “ Madre afligida “ “ “ Madre abandonada “ “ “ Madre desolada “ “ “ Madre privada de su Hijo “ “ “ Madre traspasada por la espada “ “ “ Madre abrumada por los dolores “ “ “ Madre llena de angustia “ “ “ Madre clavada a la cruz en su corazón “ “ “ Madre tristísima “ “ “ Fuente de lágrimas “ “ “ Cúmulos de sufrimientos “ “ “ Espejo de paciencia “ “ “ Roca de constancia “ “ “ Refugio de los abandonados “ “ “ Escudo de los oprimidos “ “ “ Derrota de los incrédulos “ “ “ Consuelo de los míseros “ “ “ Medicina de los enfermos “ “ “ Fortaleza de los débiles “ “ “ Puerto de los náufragos “ “ “ Apaciguadora de las tormentas “ “ “ Auxiliadora de los necesitados “ “ “ Terror de los que incitan al mal “ “ “ Tesoro de los fieles “ “ “ Inspiración de los profetas “ “ “ Sostén de los apóstoles “ “ “ Corona de los mártires “ “ “ Luz de los confesores “ “ “ 92 Pascua 2018


Flor de las Vírgenes Consuelo de las viudas Alegría de todos los santos

Auméntanos la fe “ “ “ “ “ “

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo; perdónanos Señor Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo; escúchanos Señor Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo; Ten piedad de nosotros

Oración: Oh Dios, en cuya Pasión fue traspasada de dolor el alma dulcísima de la gloriosa Virgen y Madre María, según la profecía de Simeón; concédenos propicio, que cuantos veneramos sus dolores y hacemos memoria de ello, consigamos el feliz efecto de tu sagrada Pasión. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Conclusión Madre, te hemos acompañado en este rosario de pésame. No queremos dejarte sola en esta noche de espera, larga y cruel. Nosotros muchas veces vivimos como si la vida deba terminarse con la muerte. Como si estuviéramos destinados a

permanecer para siempre en esta tierra, atados a los bienes terrenos, esclavizados por nuestras pasiones, adictos a nuestros actos. No tememos caer en el vicio ni en el infierno. No nos importa que se pisotee la inocencia de las nuevas generaciones. Necesitamos tus lágrimas, María. Que comprendamos que tú lloras por lo que verdaderamente vale la pena llorar. Madre, que no busquemos entre los muertos a Cristo, que es la vida. Que nuestra fe no sea sólo un archivo de recuerdos que se empolva. Que nos animemos a dar el paso hoy. Y en nuestra vida de amor, de servicio y de solidaridad fraterna, encontrarás a tu Hijo resucitado. Amén. Canto   Pascua 2018

93


94 Pascua 2018


Los ejercicios piadosos o las devociones populares deben manar de la liturgia y conducir a ella, en consonancia, de forma complementaria: “Se puede mantener que la característica litúrgica de un determinado día debe prevalecer sobre su situación en la semana; pues no resulta ajeno a la naturaleza del Rosario realizar, según los días del año litúrgico, oportunas sustituciones de los misterios, que permitan armonizar ulteriormente el ejercicio de piedad con el tiempo litúrgico” (Directorio sobre piedad popular y liturgia, n. 200). Proponemos este esquema para rezar el Rosario durante la cincuentena pascual, que nos ayude a reflexionar sobre nuestras actitudes que construyen o destruyen comunidades, como una respuesta a Dios que nos ama tanto que nos entregó a su Hijo y lo resucitó de entre los muertos para que nosotros resucitáramos a una vida de comunión, justicia, paz, solidaridad. Sugerimos ofrecer, junto con las flores que siempre hacemos, signos que nos hablen de vida, paz, esperanza, y que quizás puedan servir a personas de nuestras comunidades, como pañales, medicamentos banderitas blancas con frases bíblicas o motivacionales, etc. Oración inicial En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. ORACIÓN Oh María, portadora de la vida, mensajera de la paz, nosotros te suplicamos, trae la paz al mundo entero, paz y alegría en la Iglesia, paz y vida en las familias, paz en los corazones, paz y justicia en nuestro país, paz y solidaridad en el mundo entero. Que todos nosotros seamos como tú, mensajeros e instrumentos de una vida de fraternidad y paz. Que el Espíritu Santo, el santificador, venga con el don de la paz, por la puerta de nuestros corazones. Amén.

CREDO Creemos, Jesucristo, en tu Palabra; que nos llama a la conversión, para que en ella encontremos la paz interior y así podamos dar frutos de justicia. Creemos Jesucristo que tú eres la vid y nosotros los sarmientos y que debemos estar plenamente unidos a ti para poder dar frutos, para que nuestra vida no sea estéril. Creemos en ti Espíritu Santo. Fuerza renovadora de la faz de la tierra. Llénanos con el fuego de tu amor para que seamos promotores de paz y de justicia. Que amemos lo que es noble, justo y recto. Enséñanos el camino de la verdad. Amén. Reflexión La violencia no se vence con la violencia. Que nuestro grito de dolor vaya siempre acompañado por la fe, la esperanza y el testimonio del amor de Dios. El mundo tiene necesidad de Dios. Tiene necesidad de valores éticos y espirituales, universales y compartidos, y la religión puede contribuir de manera preciosa a su búsqueda, para la construcción de un orden social justo y pacífico, a nivel nacional e internacional. La vida es un don de Dios y, al mismo tiempo, un proyecto que realizar, pero que nunca se cumplirá totalmente. Una sociedad reconciliada con Dios está más cerca de una vida en paz, que no es la simple ausencia de la guerra. La paz, por el contrario, es el resultado de un proceso de purificación y elevación cultural, moral y espiritual de cada persona y cada pueblo, en el que la dignidad humana es respetada plenamente. Tenemos la certeza que Dios siempre escucha nuestras plegarias, que vuelve su rostro hacia nuestras miserias, ve nuestras opresiones y esclavitudes, acudamos a él para que, con mano poderosa y brazo fuerte, nos de su sabiduría y fuerza para que vivamos una auténtica conversión; en este momento en que nuestra patria sufre la violencia que se ejerce sobre la dignidad de las personas y que clama al cielo el don de la justicia. Pascua 2018

95


Primer Misterio: Jesús es vida y paz La paz les dejo, mi paz les doy: no como el mundo la da, yo se la doy. No se turben sus corazones, ni tengan miedo. Han oído como yo les he dicho: Voy, y vengo a ustedes. Si me amaran, ciertamente se alegrarían, porque les he dicho que voy al Padre: porque el Padre es más grande que yo. Les he dicho esto antes que suceda, para que cuando se cumpla, ustedes crean. Oración Señor Jesucristo, que nos diste la vida en la cruz, que eres tú mismo nuestra paz y reconciliación, y que tan a menudo dijiste: “La paz contigo, la paz les doy.” Haz que todos hombres y mujeres den testimonio de la verdad, de la justicia y del amor fraternal. Destierra de nuestros corazones cualquier cosa que podría poner en peligro la vida y la paz. Ilumina a nuestros gobernantes para que ellos puedan garantizar y puedan defender el gran regalo de la vida. Que todas las personas de la tierra se sientan hermanos y hermanas. Que el anhelo por la paz y el respeto a la vida se haga presente y perdure por encima de cualquier situación. Jaculatoria: María ruega por nosotros y logra para el mundo vida en la verdad, en la paz, en la justicia, en la caridad de Cristo. Padre Nuestro, Ave María (10 veces) y Gloria.

Segundo Misterio: Jesús es familia Prometamos convertir nuestra comunidad en un nuevo Belén, en otro Nazaret. Amémonos mutuamente como amamos a Jesús. En el hogar de Nazaret se respiraba amor, unidad, oración, sacrificio y trabajo infatigable; pero, sobre todo, una profunda comprensión, mutua estima y permanente solicitud de todos por todos. Oración Padre Celestial, nos has dado un modelo de vida en 96 Pascua 2018

la Sagrada Familia de Nazaret. Ayúdanos, Padre amado, a hacer de nuestra familia otro Nazaret, donde reine el amor, la paz y la alegría. Que sea profundamente contemplativa, intensamente eucarística y vibrante con alegría. Ayúdanos a permanecer unidos por la oración en familia en los momentos de gozo y de dolor. Enséñanos a ver a Jesucristo en los miembros de nuestra familia especialmente en los momentos de angustia. Haz que el corazón de Jesús Eucaristía haga nuestros corazones mansos y humildes como el suyo y ayúdanos a sobrellevar las obligaciones familiares. Haz que nos amemos más y más unos a otros cada día como Dios nos ama a cada uno de nosotros. Jaculatoria, Padre Nuestro, Ave María (10 veces) y Gloria.

Tercer Misterio: Jesús llama a ser promotores de vida y paz La paz terrenal es imagen y fruto de la paz de Cristo, el ‘Príncipe de la paz’ mesiánica. Por la sangre de su cruz, ‘dio muerte al odio en su carne’, reconcilió con Dios a los hombres le hizo de su Iglesia el sacramento de la unidad del género humano y de su unión con Dios. ‘Él es nuestra vida’. ‘Él es nuestra paz’ Decimos: ‘bienaventurados los que construyen la paz y respetan la vida’ Oración María, Madre del redentor, implora para nosotros el don de la vida en Cristo, tú diste a luz al Salvador del mundo, enviado a anunciar la paz a los cercanos y lejanos y a reunir a los hombres de toda raza y estirpe en una sola familia. Escucha las súplicas de tus hijos, por los pueblos que sufren muerte, violencia, haz que pronto claree para ellos el alba de la paz y de la vida nueva.


Virgen María, acuérdate de cuantos son víctimas de la guerra, terrorismo, injusticias, haz que se unan a los sufrimientos de Cristo, tu Hijo, ayúdales a seguirlo por el camino del Calvario, para descubrir en la Cruz el secreto de una vida nueva, no ya sujeta a muerte. Habla a los corazones de los responsables de la suerte de los pueblos, que trabajen por una paz duradera y benéfica. Virgen gloriosa, reaviva en todos los hombres la esperanza del encuentro feliz con Dios. Amén. Jaculatoria, Padre Nuestro, Ave María (10 veces) y Gloria.

Quinto Misterio: Jesús nos da la vida. Estén siempre alegres en el Señor; se los repito, estén alegres. Que su mesura sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. No se inquieten por cosa alguna; antes bien, en toda ocasión, presentar a Dios sus peticiones, mediante la oración y la súplica, acompañadas de la acción de gracias.

Y procuren la paz de la ciudad a la cual los hice transportar, y rueguen por ella al Señor; porque en su paz tendrán ustedes paz. Jeremías 29:7.

Y la paz de Dios, que supera todo conocimiento, custodiará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. Por lo demás, hermanos, todo cuanto hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y cosa digna de elogio, todo eso ténganlo en cuenta. Todo cuanto han aprendido y recibido y oído y visto en mí, pónganlo por obra y el Dios de la paz estará con ustedes.

Oración

Oración

Señor, ante tu altar pongo mi ciudad, mi pueblo, mi comunidad para que la paz infinita fluya como un río de agua viva y la bendición sobreabunde. Pido por los gobernantes y los que están en puestos de poder para que así podamos vivir reposadamente.

Renueva en nosotros las maravillas de tu misericordia; envía tu Espíritu sobre nosotros, para que él pueda obrar en la intimidad de nuestros corazones; para que los enemigos puedan empezar a dialogar; para que los enfermos encuentren tu vida; y para que las personas puedan encontrar entre sí el respeto de su dignidad.

Cuarto misterio: Jesús es pueblo

Purifícanos con la limpieza de tu verdad y guía nuestros pasos en santidad interior. Danos concordia y paz a nosotros y a todos los seres vivos de la tierra, como la distes a nuestros padres cuando te suplicaron, con fe verdadera, dispuestos a obedecer al Santísimo y Todo poderoso. Concede a los que nos gobiernan y nos conducen en la tierra, un recto uso de la soberanía que les has otorgado. Señor, haz sus criterios conformes a lo que es bueno y agradable a ti, para que, utilizando con reverencia, paz y bondad el poder que les has concedido, respetando la vida y valorando a cada ser humano. Jaculatoria, Padre Nuestro, Ave María (10 veces) y Gloria.

Padre celestial, te pedimos que la luz de la presencia sacramental de tu Hijo Jesucristo ilumine nuestros corazones, que nos ayude a distinguir todo lo que sutilmente nos aparta de tu amor y nos hace alterar la armonía en nuestras relaciones con las personas que convivimos día con día, con nuestra familia, con los enfermos de nuestras comunidades y en nuestra relación contigo. Ayúdanos a reconocer y valorar la vida de cada uno, a saber acompañarlos en sus enfermedades y dificultades. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Jaculatoria, Padre Nuestro, Ave María (10 veces) y Gloria.

Pascua 2018

97


Oración final. Oración por la Vida de Juan Pablo II Oh, María, aurora del mundo nuevo, Madre de los vivientes, a ti confiamos la causa de la vida: mira Madre el número inmenso de niños a quienes se impide nacer, de pobres a quienes se hace difícil vivir, de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana, de ancianos y enfermos muertos a causa de la indiferencia o de una presunta piedad. Haz que quienes creen en tu Hijo sepan anunciar con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida.

98 Pascua 2018

Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo, la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia, para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad, la civilización de la verdad y del amor, para alabanza y gloria de Dios Creador y amante de la vida. Amén Concluimos: Ruega por nosotros santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén


Pascua 2018 99


Primera semana EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO ESTACIONES EUCARÍSTICAS Es justo que aclamemos tu nombre y te bendigamos, Padre santo, es lo que nos corresponde hacer en este día de resurrección y vida. Reunidos, Señor, junto a ti, recordamos el misterio de tu pascua y adoramos tu santa presencia PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA Aunque todavía vivimos en una penumbra de fe, te damos gracias porque vislumbramos ya un amplio horizonte de esperanza. Reunidos, Señor, junto a ti, recordamos el misterio de tu pascua y adoramos tu santa presencia PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA 100 Pascua 2018

Celebramos la pascua de tu Hijo Jesús y gritamos gozosos el aleluya. Reunidos, Señor, junto a ti, recordamos el misterio de tu pascua y adoramos tu santa presencia PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA CANTO ORACIÓN INTRODUCTORIA Todos: Este es el día del triunfo del Señor. Aleluya. Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna. Diga la casa de Israel: “Su misericordia es eterna”. R. La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es nuestro orgullo. No moriré, continuaré viviendo para contar lo que el Señor ha hecho. R. La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular. Esto es obra de la mano del Señor, es un milagro patente. R. SILENCIO


Del santo evangelio según san Juan 20, 1-9 El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la piedra quitada del sepulcro. Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.» Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos. SILENCIO MEDITATIVO PARA REFLEXIONAR Los cristianos de hoy nos identificamos más con el Viernes Santo. La Pasión, el sufrimiento, la sangre, la guerra, las víctimas, todos somos víctimas o nos identificamos con las víctimas… La muerte es glorificada y las pantallas se llenan de tragedia. Somos el pueblo del Viernes Santo y de los funerales abarrotados. ¿Y el Día de Pascua? ¿Y el domingo, día pascual? Pascua, el día más joven del año, día de la risa, de la alegría, de la muerte vencida, el día sin mortajas, sin piedras y de puertas abiertas… No sabemos cómo vivirlo. Tan acostumbrados estamos a la seriedad de los funerales que no sabemos qué hacer con la fuerza nueva; Los cristianos, los cristianos de la Pascua, somos convocados a ejercer el ministerio de la esperanza y de la fe de la Pascua.

¡Qué hermoso! Una mujer, María Magdalena, predicó el primer sermón de Pascua de Resurrección. Se lo predicó a unos hombres que, muertos de miedo, habían echado la piedra al cenáculo. La resurrección de Jesús comporta un “no” rotundo a la impunidad y a la violencia. Jesús no resucita para reivindicar su muerte, sino para proclamar que la Vida plena es la voluntad de Dios. Ni los verdugos, ni los acusadores, ni los traidores tienen la última palabra. Sólo Dios lleva la voz cantante, pues sólo Él es capaz de dirigir la historia de manera imprevista e insospechada. Los seres humanos respiramos siempre anhelos de ser más, de llegar más alto. Nos constituye un deseo de ser infinitos. Pero nos vemos burlados por nuestras limitaciones en todos los ámbitos y sobre todo por la muerte que como una losa fría troncha todos nuestros mejores proyectos. No es fácil esta vida humana, que aspira siempre a lo sublime y eterno, pero con frecuencia se queda en lo rastrero y caduco ¡Cuántas promesas de amor sepultadas por el egoísmo! ¡cuántos empeños por la justicia que terminan en fracaso! ¡cuántos atropellos impunes contra víctimas inocentes silenciadas para siempre! Respondemos: Gracias Jesús porque tú presencia instaura el Reino de Justicia y Verdad, Libertad y Amor. Los cuatro valores para lograr la vida en la paz verdadera. ORACIÓN. ¡Jesús ha resucitado! Este es hoy nuestro anuncio y el anuncio que comparten millones de creyentes que en todas partes del mundo conmemoran el triunfo de la vida sobre la muerte ¡Jesús ha resucitado!

Pascua 2018

101


Y las sonrisas nos brotan por todos los poros al recordar que la violencia fue derrotada, que el inocente que ayer fue crucificado hoy brilla refulgente, derrochando vida plena por los cuatro costados ¡Jesús ha resucitado! Ha llegado al fin la verdadera vida, la que podemos vivir sin miedo al hambre, sin miedo a la ignominia, sin miedo a la inflación y ladrón de casas, sin miedo al agiotista, ni a la enfermedad, sin miedo a la violencia de los delincuentes. ¡Jesús ha resucitado! Y en su resurrección estriba nuestra fuerza: el desafío que hoy nos reta es elegir entre libertad o esclavitud, entre democracia o autoritarismo, entre respeto o discriminación, entre equidad de género o machismo, entre pensamiento único y pensamiento plural, entre desprecio y tolerancia, entre pobreza y vida digna ¡Jesús ha resucitado! Sí, hermanas y hermanos, el desafío hoy es entre vida o muerte. A nosotros nos queda desmontarla, bajarla de los cielos a la tierra, hacerla nuestra herencia, apropiarnos de su fuerza indestructible, contagiar de indignación los corazones y nos hace rebeldes, porque triunfa por encima del desánimo y la resignación. ¡Felices quienes celebran esta fuerza y se revisten con ella! ¡Jesús resucitó y eso debiera bastarnos para cambiar el mundo! ¡Jesús ha resucitado! TODOS (Se entona con fuerza y alegría) Venció la paz a la guerra y al odio venció el amor. Las lanzas se vuelven cañas. ¡Aleluya, corazón! 102 Pascua 2018

Padre de bondad infinita, bendícenos, ya que somos tus hijos, y derrama tu Espíritu sobre nosotros para que comprendamos que la vida de la que gozó Jesús antes y después de su muerte, es la misma vida que podemos tener nosotros si morimos al egoísmo y nacemos al verdadero amor a los demás, si muriendo en el día a día a todo lo terreno, nacemos también en el día a día a lo divino. TODOS (Se entona con fuerza y alegría) Venció la luz a las sombras y el gozo venció al dolor. El llanto cambia el sentido. ¡Aleluya, corazón! Padre nuestro. V/. Les diste el Pan del Cielo. R/. Que contiene en sí todo deleite. Oremos. Oh Dios, que en este Sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu Pasión. Concédenos venerar de tal modo los misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos continuamente en nosotros los frutos de tu redención. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. -Amén. Bendito sea Dios. Bendito sea su santo Nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el Nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo Consolador. Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e Inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo Esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.


Segunda semana EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO ESTACIONES EUCARÍSTICAS Es éste el momento de elevar a ti, Padre amantísimo, esta oración para expresarte nuestro agradecimiento más sincero por cuanto has hecho por todos nosotros, Reunidos, Señor, junto a ti, recordamos el misterio de tu pascua y adoramos tu santa presencia

y Padre de misericordia. Sólo tú eres santo, sólo tú te mereces el nombre de Padre y Madre. Reunidos, Señor, junto a ti, recordamos el misterio de tu pascua y adoramos tu santa presencia PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA CANTO

PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA

ORACIÓN INTRODUCTORIA

Queremos unirnos a todas las personas de buena voluntad, a quienes amas, y colaborar con ellas en la construcción de un mundo en paz. Sabemos que esa será tu mayor gloria. Reunidos, Señor, junto a ti, recordamos el misterio de tu pascua y adoramos tu santa presencia

Todos: La misericordia del Señor es eterna. Aleluya.

PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA Con todo cariño, te alabamos, te adoramos, te damos gracias y bendecimos tu nombre, Dios

Diga la casa de Israel: “Su misericordia es eterna”. Diga la casa de Aarón: “Su misericordia es eterna”. Digan los que temen al Señor: “Su misericordia es eterna”. R. La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es nuestro orgullo. No moriré, continuaré viviendo para contar lo que el Señor ha hecho. Me castigó, me castigó el Señor; pero no me abandonó a la muerte. R. Pascua 2018

102


La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular. Esto es obra de la mano del Señor, es un milagro patente. Este es el día del triunfo del Señor, día de júbilo y de gozo. R. SILENCIO Del santo Evangelio según san Juan 20, 19-31 Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz esté con ustedes». Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. Jesús les dijo otra vez: «La paz esté con ustedes. Como el Padre me envió, también yo os envío». Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo. A quienes perdonen los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengan, les quedan retenidos». Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor». Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré». Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con ellos. Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: «La paz esté con ustedes». Luego dice a Tomás: «Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente». Tomás le contestó: «Señor mío y Dios mío». Jesús le dice: «Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído». Jesús realizó en presencia de los discípulos otras muchas señales que no están escritas en este libro. Estas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengan vida en su nombre. SILENCIO MEDITATIVO

104 Pascua 2018

REFLEXIÓN Paz es el nombre de la resurrección. Cristo, cuando se aparece a sus discípulos, utiliza la palabra “shâlôm”, que era un saludo familiar para todo israelita, una expresión augural. La paz era un don de Yahvé, y más que un vocablo, era un concepto teológico. El estado de paz, en una persona, indicaba una condición de plenitud, de bienestar, realizable solamente por medio de una íntima comunión con Yahvé. Es una paz diversa. Excluye el miedo, brota de la lógica del ir más adelante, de la capacidad de andar contra corriente. Tomás es más que una de las figuras de los discípulos de Jesús. Es un prototipo de discípulo y de comunidad cristiana, que se dio, se da y se dará. Y que debe llamarnos a la reflexión a los cristianos modernos. Es un discípulo que cree, pero que no acaba de entregarse a la fe. Quiere seguir a Jesús, pero continúa pensando con los criterios de antes del llamado. ¿No es este el caso de muchos de nosotros, en especial de los que militamos muy cerca de Jesús? PRECES Hermanos, el Señor Jesús se nos ha hecho cercano, compañero en nuestro camino, testigo de nuestras incertidumbres y dificultades. Oremos juntos, para que permanezca siempre con nosotros. R. Jesús Resucitado escucha nuestras plegarias Creo, Señor Jesús, en ti, que tú has derribado el odio que separaba judíos de paganos, libres de esclavos, creyentes de no creyentes. R. Tú eres quien ha derribado el muro de separación, el muro que enfrentaba a los pueblos, razas, lenguas, culturas y religiones. R. Tú eres quien nos ha reconciliado con el Padre y entre nosotros, como hermanos, destruyendo el poder del pecado: odio, rivalidad, venganza, ira… R. Tú has dado muerte a la muerte, resucitando a la Vida nueva, Vida Eterna. Gracias, Jesucristo. Tú has sembrado en cada uno de nosotros, los que creemos en Ti, semillas de eternidad. R.


Tú nos llamas a participar de tu Eternidad, desde aquí, entre los hermanos olvidados en las calles, hospitales, asilos, con los compañeros de trabajo explotados, con los miembros de familias que viven en violencia. R. Pero, mientras peregrinamos por la tierra, nos anticipas tu Vida divina en la Eucaristía y en el perdón de los pecados por tu misericordia. R. ORACIÓN CONCLUSIVA Padre y Madre nuestros, siguiendo los deseos de tu Hijo Jesús, nos comprometemos no ya a repetir los signos eucarísticos sino a plasmar en nuestras vidas la entrega que significan. Sabemos, aunque parezca un atrevimiento, que debemos ser tus manos y suplirte cada día, Dios todo-amor y nada-poderoso, atendiendo las súplicas de nuestros hermanos, teniendo piedad de los que más sufren y eliminando de nuestro mundo el pecado, la opresión y las injusticias. Necesitamos que derrames tu Espíritu sobre nosotros, porque queremos transformar nuestros criterios rastreros e interesados y adoptar las maneras revolucionarias de ser y actuar de Jesús, que nos consta son como las tuyas. Ayúdanos a llevar adelante esta inmensa tarea de reconstrucción del Reino.

Por Jesucristo, nuestro Señor. Bendito sea Dios. Bendito sea su santo Nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el Nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo Consolador. Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e Inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo Esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.

TODOS (Se entona con fuerza y alegría) La muerte ha sido quebrada. Siembra de resurrección, el hombre lleva en su entraña. ¡Aleluya, corazón! Padrenuestro. V/. Les diste el Pan del Cielo. R/. Que contiene en sí todo deleite. Oremos. A quienes creemos y confesamos que en este sacramento está realmente presente Jesucristo, el cual para redimirnos nació de la Virgen María, padeció muerte de cruz y resucitó de entre los muertos, concédenos, Dios nuestro, obtener de él nuestra salvación eterna. Pascua 2018

105


Tercer semana EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO ESTACIONES EUCARÍSTICAS Dios de Poder y gloria, por tu santa voluntad resucitaste a Jesús de la muerte para que podamos compartir su vida eternamente. Reunidos, Señor, junto a ti, recordamos el misterio de tu pascua y adoramos tu santa presencia

Llénanos de tu compasión para que, con corazones, amorosos podamos servir por amor a Ti a los débiles y necesitados. Reunidos, Señor, junto a ti, recordamos el misterio de tu pascua y adoramos tu santa presencia PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA CANTO

PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA

ORACIÓN INTRODUCTORIA

Al regocijarnos y darte gracias por tu gran bondad y misericordia ayúdanos a acercarnos a los que no creen todavía en la verdad del Evangelio. Reunidos, Señor, junto a ti, recordamos el misterio de tu pascua y adoramos tu santa presencia

Todos: En ti, Señor, confío. Aleluya.

PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA 106 Pascua 2018

Tú que conoces lo justo de mi causa, Señor, responde a mi clamor. Tú que me has sacado con bien de mis angustias, apiádate y escucha mi oración, R. Admirable en bondad ha sido el Señor para conmigo, y siempre que lo invoco me ha escuchado; por eso en él confío. R.


En paz, Señor, me acuesto y duermo en paz, pues sólo tú, Señor, eres mi tranquilidad. R. SILENCIO Del santo Evangelio según san Lucas 24, 35-48 Cuando los dos discípulos regresaron de Emaús y llegaron al sitio donde estaban reunidos los apóstoles, les contaron lo que había pasado en el camino y cómo le habían conocido en la fracción del pan. Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dijo: «La paz esté con ustedes.» Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu. Pero él les dijo: «¿Por qué se desconciertan, y por qué se suscitan dudas en sus corazones? Miren mis manos y mis pies; soy yo mismo. Tóquenme y fíjense bien que un espíritu no tiene carne y huesos como ven que yo tengo.» Y, diciendo esto, les mostró las manos y los pies. Como ellos no acabasen de creerlo a causa de la alegría y estuviesen asombrados, les dijo: «¿Tienen aquí algo de comer?» Ellos le ofrecieron parte de un pez asado. Lo tomó y comió delante de ellos. Después les dijo: «Todo esto se los había dicho cuando todavía estaba con ustedes: Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca de mí.» Y, entonces, abrió sus mentes para que comprendieran las Escrituras, y les dijo: «Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día y se predicara en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén. Ustedes son testigos de estas cosas. SILENCIO MEDITATIVO REFLEXIÓN La resurrección es creíble también a causa de las vidas cambiadas de estos discípulos, convertidos

en testigos. Antes de su aparición, estaban vencidos y temerosos. Después de su aparición, y especialmente después de Pentecostés, encontraron valor para predicar en público en cualquier esquina de Jerusalén durante Pentecostés, y 5.000 se convirtieron en el primer sermón de Pedro (Hechos 2). Y los Apóstoles siguieron adelante hasta dar su vida para cambiar el mundo, conscientes de la presencia de Jesús resucitado, que está junto a nosotros. El pecado es la única muerte a la que debíamos tener miedo, porque es la única realidad que aniquila la verdadera Vida. Pero pecado es siempre hacer daño a los demás o hacerse daño a sí mismo. Solo cuando hay injusticia y opresión podemos decir con propiedad que hay pecado. Si hay pecado, hay muerte y, por tanto, falta de Vida. Vemos en Él al Padre. No precisamente porque manifiesta “poderes” sino porque manifiesta amor, cuidado por el hombre. Por eso es Jesús revelación de Dios. Y esa es, exactamente, la Misión, nuestra misión, la misión de la iglesia: convertirse, dejarse llenar del Espíritu de Jesús, y obrar luego, como presencia del bien, de la curación, del interés por todos y cada uno de los hijos.... Todo cristiano, el que está lleno del Espíritu de Jesús, actúa siempre curando, trabajando por el bien, trabajando contra el mal.... en todas las obras de su vida. Y en él, en su honradez, su preocupación por los que le rodean, su trabajo por evitar males... se hace visible el Espíritu de Jesús. Eso será motivo de fe para todos. SILENCIO MEDITATIVO PRECES Estamos inmersos en una sociedad donde los valores que imperan son el poder, el prestigio, la riqueza material y donde tantas veces nos falta el servicio como actitud personal. Por ello pedimos perdón: Pascua 2018

107


R. Perdón, oh Dios mío.

Padrenuestro.

Porque en muchas ocasiones nuestras actividades profesionales van sólo encaminadas al lucro personal y no las dirigimos al servicio a los demás. R. Porque hemos permitido que la violencia se incremente en nuestra patria. R. Por el miedo y la inseguridad en que viven los niños, los adolescentes, los jóvenes, las familias y las comunidades de México. R. Por la violencia que se vive dentro de las familias, por nuestras omisiones y por acostumbrarnos a vivir en un mundo violento. R. Por nuestra indiferencia al dolor de las víctimas. R. Por la sangre de los niños abortados, por la sangre de las mujeres asesinadas. R. Por los que han sido ejecutados con crueldad y frialdad inhumana. R. Por la pérdida de la vida social, la convivencia armónica y pacífica. R. Por todos los signos de violencia, que van acabando poco a poco con la vida comunitaria. R.

V/. Les diste el Pan del Cielo. R/. Que contiene en sí todo deleite.

ORACIÓN CONCLUSIVA Partir y repartir, la entrega por amor y con amor, esa es nuestra fe. Agradecemos la entrega de Jesús que le llevó a la muerte, confiamos en tu amor infinito que le ha llevado de nuevo a la vida y deseamos que Jesús nos acompañe en el camino hacia ti. Nos enseñó que eres bueno con nosotros porque eres nuestro Padre. Nos precedió en el camino que lleva a la plenitud del ser humano y atestiguó con su muerte su total entrega por el bien de la humanidad. Nos dejó el encargo, en forma de símbolos, que también nosotros debemos darlo todo por la construcción del Reino. TODOS (Se entona con fuerza y alegría) A la tierra venció el cielo y el bien al mal derrotó en el árbol de la Cruz. ¡Aleluya, corazón! 108 Pascua 2018

Oremos. Dios y padre nuestro, concédenos celebrar dignamente al Cordero Pascual, muerto por nosotros en la cruz y oculto en este sacramento, para que, terminada nuestra peregrinación en la tierra, podamos contemplarlo cara a cara en la gloria del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Bendito sea Dios. Bendito sea su santo Nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el Nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo Consolador. Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e Inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo Esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.


Cuarta semana EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO

PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA

ESTACIONES EUCARÍSTICAS

CANTO

Señor, que iluminas nuestras vidas, que nos ayudas a ver cuándo estamos solos y desorientados. Enciende tu Luz en nuestro interior para que nuestra vida sea una señal luminosa en el camino de nuestros hermanos. Reunidos, Señor, junto a ti, recordamos el misterio de tu pascua y adoramos tu santa presencia

ORACIÓN INTRODUCTORIA

PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA Limpia nuestros ojos para poder descubrir las luces que brillan en la vida de los otros. Reunidos, Señor, junto a ti, recordamos el misterio de tu pascua y adoramos tu santa presencia PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA Queremos compartirlas y formar una gran familia, una gran comunidad que sea como una antorcha que llegue hasta los rincones lejanos. Reunidos, Señor, junto a ti, recordamos el misterio de tu pascua y adoramos tu santa presencia

Todos: La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular. Aleluya. Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna. Más vale refugiarse en el Señor, que poner en los hombres la confianza; más vale refugiarse en el Señor, que buscar con los fuertes una alianza. R. Te doy gracias, Señor, pues me escuchaste y fuiste para mí la salvación. La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular. Esto es obra de la mano del Señor, es un milagro patente. R. Bendito el que viene en nombre del Señor. Que Dios desde su templo nos bendiga. Tú eres mi Dios, y te doy gracias. Tú eres mi Dios, y yo te alabo. Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna. R. SILENCIO Pascua 2018

109


Del santo Evangelio según san Juan 10, 11-18 Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa, porque es asalariado y no le importan nada las ovejas. Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí, como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas las tengo que conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor. Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida, para recobrarla de nuevo. Nadie me la quita; yo la doy voluntariamente. Tengo poder para darla y poder para recobrarla de nuevo; esa es la orden que he recibido de mi Padre. SILENCIO MEDITATIVO REFLEXIÓN El hombre de hoy rechaza con desdén el papel de oveja y la idea de rebaño, pero no se percata de que está completamente dentro. Uno de los fenómenos más evidentes de nuestra sociedad es la masificación. Nos dejamos guiar de manera por todo tipo de manipulación y de persuasión oculta. Otros crean modelos de bienestar y de comportamiento, ideales y objetivos de progreso, y nosotros los seguimos; vamos detrás, temerosos de perder el paso, condicionados y secuestrados por la publicidad. Comemos lo que nos dicen, vestimos como nos enseñan, hablamos como oímos hablar, por eslogan. El criterio por el que la mayoría se deja guiar en las propias opciones es el «Todos son así». Vemos modelos que imitar, pero olvidamos ver al hermano que necesita de nuestra individualidad original de hijos de Dios. La fe como aceptación de ideas no es más que un principio, incluso puede ser inútil. Se trata de que nuestra vida necesita sentido. Se trata de que 110 Pascua 2018

el sentido de la vida es la relación con Dios. Una serie de fórmulas teóricas sobre quién es Jesús no salva nuestra vida. Lo que salva nuestra vida es vivir de otra manera. Las ideas interesan cuando son motores de la vida. Y Jesús, creamos en Él al nivel que creamos, nos importa porque nos descubre quiénes somos y quién es Dios. Y esto puede cambiar nuestra manera de vivir, puede “salvar nuestra vida” Todos estos símbolos de Dios tienen la característica de su funcionalidad: La vida es ... ¿para qué es la vida? Nos encontramos con la esencia de la Revelación: Dios se revela para decirle al ser humano para qué es la vida: y el mensaje es que eres hijo, que puedes realizarte como hijo, que Dios cuenta contigo para que todos lo sepan y salven su vida. La vida es algo que debe ser salvado de la oscuridad y de la sed, del pecado y de la muerte. En Jesús encontramos pues la revelación de Dios y del ser humano: Dios se muestra “para que el hombre viva”. El ser humano es, esencialmente, “posibilidad de Dios”. PRECES Hermanos, reunidos alrededor de Cristo resucitado, dirijamos a Dios nuestro Padre, que nos ha engendrado a una vida nueva, y presentémosle confiadamente nuestras suplicas. R. Jesús Resucitado, buen pastor, guíanos por un camino de vida. Que todas las personas puedan evitar la tentación de resolver sus problemas recurriendo a la violencia, particularmente en contra de la vida humana en sus etapas más vulnerables, R. Por un cambio en leyes y actitudes que discriminan y marginan a los niños no nacidos, R. Que en el Espíritu de hermandad, demostrado


por Nuestro Señor, acojamos a los pobres, los no nacidos, los enfermos, los moribundos y todos aquellos que esperan ser ejecutados por haber recibido la pena capital, R. Que todas las Madres que se encuentran embarazadas, pero con miedo, puedan con la ayuda de la Iglesia, encontrar la fuerza y el coraje que necesitan para dar luz a la vida, R. Que todas nuestras decisiones vayan de acuerdo a la voluntad de Dios, encontrando en ella la verdadera libertad, R. Que Dios bendiga a todos los cirujanos, enfermeras, y a todo tipo de personal que trabaja en el área de salud, y les ayude a que utilicen sus talentos en favor de la promoción y respeto de la vida y no de la muerte ni de la destrucción, R. Por todas las personas en cargos gubernamentales, para que con valor avancen hacia la promoción de leyes que protejan la vida humana, R. ORACIÓN CONCLUSIVA Llénanos, Padre santo, de vida interior, danos hábito de oración, queremos hablarte con frecuencia y si fuera posible oír tu voz, escucharte. Nos proponemos cerrar los oídos a tanto ruido que nos ensordece y mirar más hacia dentro, donde tú estás. Queremos tener vivencia de ti, Señor, que esta experiencia vital sea nuestra auténtica religión, por encima de cualquier doctrina, culto o moral. Queremos seguir los pasos de Jesús, para que él sea nuestro único pastor y guía, nuestro mejor amigo, porque él no quiere someternos sino liberarnos, porque él nos conoce y nos llama por nuestro nombre. Queremos que Jesús sea la puerta y el camino que nos lleve a ti. Reparte tu Espíritu a todos los creyentes, para que

superemos generosamente nuestras diferencias y nos encontremos todos en la pura verdad del evangelio. Y que la unidad de tu rebaño y su voluntad de servicio sea testimonio de vida para todos los seres humanos. Padrenuestro. V/. Les diste el Pan del Cielo. R/. Que contiene en sí todo deleite. Oremos. Padre santo, que en tu Hijo Jesucristo nos diste el verdadero pan que descendió del cielo, fortalécenos con este alimento de vida eterna para que nunca nos apartemos de ti y podamos resucitar para la gloria en el último día. Por Jesucristo, nuestro Señor. Bendito sea Dios. Bendito sea su santo Nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el Nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo Consolador. Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e Inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo Esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.

Pascua 2018

111


Quinta semana EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO ESTACIONES EUCARÍSTICAS Señor de la Vida, que has puesto en nosotros las semillas más hermosas. Queremos cuidarlas, ayudarlas a crecer para que se conviertan en frutos de amor, de comprensión y esperanza. Reunidos, Señor, junto a ti, recordamos el misterio de tu pascua y adoramos tu santa presencia PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA Señor de la vida, te damos las gracias por toda la riqueza que has depositado en nuestro interior. Sentimos como crece junto a Ti nuestra ilusión, nuestra fuerza y alegría. Reunidos, Señor, junto a ti, recordamos el misterio de tu pascua y adoramos tu santa presencia 112 Pascua 2018

PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA Nos sentimos vivos y queremos compartir con todos nuestras semillas de Vida y Resurrección. Reunidos, Señor, junto a ti, recordamos el misterio de tu pascua y adoramos tu santa presencia PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA CANTO ORACIÓN INTRODUCTORIA R. Bendito sea el Señor. Aleluya. Le cumpliré mis promesas al Señor delante de sus fieles. Los pobres comerán hasta saciarse y alabarán al Señor los que lo buscan: su corazón ha de vivir para siempre. R. Recordarán al Señor y volverán a Él desde los


últimos lugares del mundo; en su presencia se postrarán todas las familias de los pueblos. Sólo ante Él se postrarán todos los que mueren. R. Mi descendencia lo servirá y le contará a la siguiente generación, al pueblo que ha de nacer, la justicia del Señor y todo lo que Él ha hecho. R. SILENCIO Del santo Evangelio según san Juan 15, 1-8 «Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto. Ustedes están ya limpios gracias a la Palabra que les he anunciado. Permanezcan en mí, como yo en ustedes. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco ustedes si no permanecen en mí. Yo soy la vid; ustedes los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no pueden hacer nada. Si alguno no permanece en mí, es arrojado fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen, los echan al fuego y arden. Si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán. La gloria de mi Padre está en que den mucho fruto, y sean mis discípulos. SILENCIO MEDITATIVO REFLEXIÓN Las expresiones que repite Jesús son: “permanecer” y “dar fruto”. La imagen de la vid y los sarmientos muestran lo que era ser discípulo para cristianos de todos los tiempos: estar unido a Jesús, escuchar, actualizar y hacer vida su Palabra e implicarse en la realidad=dar fruto. Actuar así da gloria al Padre y sentido pleno y alegría profunda a la vida. El mandamiento del amor es el principal de todos y el que nos ayuda a decidir qué es lo que

se debe hacer “aquí y ahora”. Se puede vivir la dimensión del don de sí mismo en la vida familiar y profesional, en la vida religiosa y sacerdotal, en la escuela y en la cosa pública, en el hospital y en la fábrica. Si nuestro corazón nos amonesta porque no hemos vivido la caridad, es inútil que nos desalentemos atrapados por los remordimientos. El verdadero arrepentimiento no se encuentra replegándose en sí mismo, sino volviendo a Dios para que Él, que es rico en misericordia, nos perdone y nos conceda la suficiente humildad para seguir adelante con entusiasmo. Nuestra experiencia pascual quiere decir que antes creíamos - de alguna manera - en Jesús, por lo que nos habían transmitido, porque estaba en nuestra cultura, porque nos parecía un buen sistema de pensamiento y prácticas religiosas... por muchas razones semejantes, todas ellas “de fuera a dentro”. Pero, progresivamente, lo hemos experimentado internamente, lo hemos vivenciado de tal manera que el conocimiento, la persuasión, la adhesión, se dan de dentro a fuera, como algo sentido personalmente, como se siente el amor a un ser querido, desde dentro, sin necesidad de demostración. Esa experiencia se alimenta, como todo lo que crece: se alimenta en la contemplación, se alimenta en las obras y se alimenta en la comunidad. PRECES (realizarla todos, pausadamente) Reconozco ante Ti, Señor, que no me gusta nada la pobreza, ni la austeridad, ni el dolor. Reconozco ante ti, Señor, que no soy amable, no-violento, comprensivo, cordial, servicial... que no me sale de dentro, que prefiero juzgar, imponer justicia, exigir. Reconozco ante Ti, Señor, que no miro a la gente con tus ojos. Tú miras a alguien y, Pascua 2018

113


primero, le quieres. Conozco gente así: primero querer, luego conocer. Son gente que te hacen ser mejor. Son de corazón limpio, no juzgan, acogen. Reconozco que mi corazón no es como tu corazón. Reconozco ante Ti, Señor, que apenas lucho por la justicia, que prefiero reservarme, que no pienso que son míos los problemas de los demás Reconozco ante Ti, Señor, que no perdono como Tú me perdonas, que llevo cuentas del mal, que creo tener experiencia de la vida cuanto menos me fío de los demás. Reconozco ante Ti, Señor, que no estoy deseoso de que venga tu Reino, que me gusta este reino mío, que me gustaría prolongar esta apariencia con sus comodidades y sus compensaciones... Tu Reino me queda lejos y apenas trabajo por él. Reconozco de Ti, Señor, que no deseo de corazón que se haga Tu Voluntad, aunque lo rezo así muchas veces. Prefiero que Tú me ayudes para que se cumpla mi voluntad. Me creo más listo que Tú y creo que sé lo que me conviene, mejor que Tú. Reconozco ante Ti, Señor, que necesito convertirme, que me conviertas, que me des la vuelta, que cambies mi corazón, que me des luz. Me reconozco pobre ante Ti, niño pequeño que necesita de Ti, mi Padre, mi Madre. ORACIÓN CONCLUSIVA Gracias, Padre, por ser el buen labrador que cuida cada día de su viña. Gracias, porque hemos encontrado en tu Hijo Jesús Ejemplo, fuerza, y savia, para vivir el sentido de nuestra vida. Estaba celebrando con ellos su cena de despedida y buscó un signo que nos recordara su mandamiento y su mensaje. Lo encontró en un pan partido, entregado, compartido y en 114 Pascua 2018

un vino, como una vida derramada, también compartida. Queremos ser fieles al mensaje que nos legó tu Hijo Jesús, esa buena noticia que le enfrentó con el poder y le costó la vida. Envíanos tu Espíritu para que nos guíe y fortifique en nuestro caminar. Queremos imitar a Jesús, queremos copiar su estilo de vida, su forma de amar y entregarse por los demás. Padre nuestro. V/. Les diste el Pan del Cielo. R/. Que contiene en sí todo deleite. Oremos. Ilumínanos, Dios nuestro, con la luz de la fe y enciende nuestros corazones con el fuego de tu amor, para que aceptemos que Cristo, nuestro Dios y Señor, está realmente presente en este sacramento, con amor y con fe. Por Jesucristo, nuestro Señor. Bendito sea Dios. Bendito sea su santo Nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el Nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo Consolador. Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e Inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo Esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.


Sexta semana EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO ESTACIONES EUCARÍSTICAS Señor, estamos aquí reunidos y sabemos que nos escuchas. Queremos ser para los demás ese pan compartido que da la Vida. Ese pan que se deja partir y comer con alegría y gozo. Reunidos, Señor, junto a ti, recordamos el misterio de tu pascua y adoramos tu santa presencia PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA Señor, que el amor que has puesto en nosotros haga que seamos con todos cada vez más cercanos, más comprensivos, más dialogantes. Queremos ser Vida para los demás, pan que les de esperanza, ilusión y alegría. Reunidos, Señor, junto a ti, recordamos el

misterio de tu pascua y adoramos tu santa presencia PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA Señor del Amor, queremos que a través de nuestra vida te encuentren a Ti que les dices: «Yo soy el Pan de Vida». Reunidos, Señor, junto a ti, recordamos el misterio de tu pascua y adoramos tu santa presencia PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA CANTO ORACIÓN INTRODUCTORIA R. El Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad. Aleluya. Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. R. Pascua 2018

115


El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel. R. La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos y naciones aclamen con júbilo al Señor. R. SILENCIO Del santo Evangelio según san Juan 15, 9-17 Como el Padre me amó, yo también los he amado a ustedes; permanezcan en mi amor. Si guardan mis mandamientos, permanecen en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Les he dicho esto, para que mi gozo esté en ustedes, y su gozo sea completo. Este es el mandamiento mío: que se amen los unos a los otros como yo los he amado. Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. No los llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a ustedes los he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre se los he dado a conocer. No me han elegido ustedes a mí, sino que yo los he elegido a ustedes, y los he destinado para que vayan y den fruto, y que su fruto permanezca; de modo que todo lo que pidan al Padre en mi nombre se les conceda. Lo que les mando es que se amen los unos a los otros. SILENCIO MEDITATIVO REFLEXIÓN Dios nos ama primero, nos concibe, nos perdona, nos regala a su Hijo y por ello estamos llamados a amar al prójimo como Cristo nos ama. Es decir, dando el primer paso, sin arrepentirnos nunca de darlo, y sin desesperar porque el prójimo no dé el paso hacia nosotros. Perdonándolo si nos ofendió. Bendiciéndolo si nos maldijo. Haciéndole el 116 Pascua 2018

bien si nos hizo daño. Nos cuesta creer en la gratuidad del amor del Padre. El amor del que nos habla el evangelio es mucho más que instinto o sentimiento. A veces tiene que superar sentimientos e ir mucho más allá del instinto. Esto nos despista y nos lleva a sentirnos incapaces de amar. Los sentimientos de rechazo a un terrorista o a un violador, pueden hacernos creer que nunca llegaré a amarle. El sentimiento es instintivo, involuntario y anterior a la intervención de nuestra voluntad. Pero el amor va más allá del sentimiento. Y la verdadera prueba de fuego del amor es el amor al enemigo. Si no llego hasta ese nivel, todos los demás amores que pueda desplegar son engañosos. El amor no es sacrificio ni renuncia, sino elección gozosa. Esto que acaba de decirnos el evangelio, no es fácil de comprender. Tampoco esa alegría de la que nos habla Jesús es un simple sentimiento pasajero; se trata más bien, de un estado permanente de plenitud y bienestar, por haber encontrado tu verdadero ser y descubrir que ese ser es inmutable y eternamente estable. Una vez que has descubierto tu ser luminoso indestructible, desaparece todo miedo, incluido el miedo a la muerte. Sin miedo, como decía Buda, no puede haber sufrimiento. Surgirá espontáneamente la alegría que es nuestro estado natural cuando nada impide que el ser se despliegue totalmente. Solo cuando has descubierto que lo que realmente eres, no puedes perderlo, estás en condiciones de vivir para los demás sin límites. El verdadero amor es don total. Si hay un límite en mi entrega, aún no he alcanzado el amor evangélico. Dar la vida, por los amigos y por los enemigos, es la consecuencia lógica del verdadero amor. No se trata de dar la vida biológica muriendo, sino de poner todo lo que somos al servicio de los demás.


PRECES Presentamos nuestros sueños y deseos ante el Señor, para que Él vaya haciendo de nuestra vida una historia de amor y de justicia, cada día un poco más auténtica: R. Escucha nuestra oración Para que, alimentados por tu pan, Señor, logremos vivir en la sabiduría y la seguridad de tu presencia en el caminar cotidiano. R. Para que, como dice San Pablo, no vivamos aturdidos, insensatos o con miedos, sino alegres, agradecidos y gozosos. R. Para que nuestra iglesia sea la auténtica presencia de Jesús entre nosotros. R. Para que todos los que hacen algo por los demás, descansen en ti y de noche les instruyas en tus sendas. R. Para que cada uno de nosotros sea una gran persona, padre o madre, hijo o hija, vecino, trabajador y ciudadano, colaborando siempre en el bien común. R. ORACIÓN CONCUSIVA Dios y Padre nuestro, la vida y la muerte de tu Hijo Jesús nos han abierto el camino hacia ti, nos han enseñado que igual que tú nos amas; igual que él nos amó, debemos amar a todos los seres humanos y luchar por su felicidad. Jesús comprobó nuestra debilidad y egoísmo, por eso nos dejó su Espíritu, capaz de conducirnos a la plenitud para la que nos has creado.

nosotros: amigo de unos y enemigo de otros. No eres el justiciero, sino sensible a los fallos de todos. Seguimos siendo duros de corazón para comprender hasta dónde llegó el mensaje liberador de Jesús. Gracias, Padre bueno, por tu infinita paciencia. Padre nuestro. V/. Les diste el Pan del Cielo. R/. Que contiene en sí todo deleite. Oremos. Dios nuestro, que este sacramento, por medio del cual te dignas renovarnos, nos llene de tu amor y nos ayude a llegar algún día a la gloria de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor. -Amén. Bendito sea Dios. Bendito sea su santo Nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el Nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo Consolador. Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e Inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo Esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.

Padre de bondad, reconocemos que existimos y vivimos rodeados de muestras permanentes de tu amor. Tu Hijo, y hermano nuestro, Jesús, es la muestra de tu amor inmenso a los hombres. No estás hecho a imagen nuestra. No eres como Pascua 2018

117


Septima semana EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO

PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA

ESTACIONES EUCARÍSTICAS Señor Jesús, queremos seguirte como los primeros apóstoles a quienes llamaste ‘para que estuvieran contigo’. Tú eres el camino hacia el Padre, por eso no podremos extraviarnos si te seguimos. Tú eres luz, guía segura, señal de pista hacia la meta; sólo tú das sentido a nuestro vivir. Reunidos, Señor, junto a ti, recordamos el misterio de tu pascua y adoramos tu santa presencia

Tú eres la vida de Dios, por eso nos animas y nos salvas de todas las muertes que amenazan con destruirnos. Tú nos acompañarás cuando atravesemos la frontera. También entonces -entonces sobre todo serás nuestro alimento, nuestro viático para el camino, continuarás llamándonos y nosotros te seguiremos: emprenderemos contigo nuestro último viaje. Reunidos, Señor, junto a ti, recordamos el misterio de tu pascua y adoramos tu santa presencia

PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA

PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA

Tú eres la verdad de Dios, eres nuestra raíz y nuestro cimiento, la roca firme, la piedra angular, el monte que no tiembla, el ‘Amén’, el Sí total, continuo y gozoso a la voluntad del Padre. Reunidos, Señor, junto a ti, recordamos el misterio de tu pascua y adoramos tu santa presencia

CANTO

118 Pascua 2018

ORACIÓN INTRODUCTORIA R. Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya.


Aplaudan, pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos; que el Señor, el Altísimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo. R. Entre voces de júbilo y trompetas, Dios, el Señor, asciende hasta su trono. Cantemos en honor de nuestro Dios, al rey honremos y cantemos todos. R. Porque Dios es el rey del universo, cantemos el mejor de nuestros cantos. Reina Dios sobre todas las naciones desde su trono santo. R. SILENCIO Del santo evangelio según san Marcos 16, 15-20 En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: «Vayan al mundo entero y proclamen el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, los acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos.» Después de hablarles, el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la Palabra con las señales que los acompañaban. SILENCIO MEDITATIVO REFLEXION. La verdadera ascensión de Jesús empezó en el pesebre y terminó en la cruz cuando exclamó: “consumatum est” (todo está cumplido). Ahí terminó la trayectoria humana de Jesús y sus posibilidades de crecer, de elevarse sobre sí mismo. Después de ese paso, todo es como un chispazo instantáneo que dura toda la eternidad. Pero había llegado a la meta, a la plenitud total en Dios, precisamen­te por haberse despegado (muerto) de todo lo que en él era caduco, transitorio, terreno. Solo permaneció de él lo que había de Dios y por tanto se identificó con Dios totalmente, divinamente. Esa es también nuestra meta. El camino también es el mismo que recorrió Jesús: despegarnos de nuestro ego.

La experiencia pascual, consistió en ver a Jesús de una manera nueva. El haber vivido con él, el haber escuchado lo que decía y visto lo que hacía, no los llevó a la comprensión de su verdadero ser. Estaban demasiado pegados a lo externo, y lo que hay de Divino en Jesús no puede entrar por los sentidos, ni ser fruto de la razón. Su desaparición física les obligó a mirar dentro de sí, y descubrir allí lo mismo que había vivido Jesús. Entonces ven al verdadero Jesús, el que vive y les sigue dando vida. Todos estamos llamados a anunciar el Evangelio. Esta misión no consiste sólo en el testimonio de vida, el verdadero seguidor de Cristo busca ocasiones para anunciar al Señor con la Palabra, con iniciativas, con acciones concretas. Hemos de comenzar anunciando a Cristo a los que viven a nuestro lado, en todo momento y en toda circunstancia. Cada día, cada actividad, cada instante pueden ser transformados en una ocasión para testimoniar al Señor. ¿Qué voy a hacer hoy por Cristo y mis hermanos los hombres? Ayúdanos, Jesús compañero, Jesús del abrazo y la mirada intensa, Jesús del coraje de amar hasta el extremo, a descubrir y amplificar el amor, que es anhelo genuino, integral e integrador, que provoca vida nueva. PRECES Agradecidos con Jesús el Señor, y antes de concluir esta hora santa hagamos un compromiso para vivir y promover la experiencia de la reconciliación que es el camino para alcanzar la paz. Contemplando a Jesús Eucaristía, pidamos su gracia para ser sus discípulos y misioneros de su paz, y la fortaleza para realizar el compromiso que hoy hemos asumido. R. ¡Oh Hijo de Dios! te rogamos óyenos. Todo cuanto hemos aprendido y recibido, oído y visto en ti, que sepamos ponerlo por obra, para que el Dios de la paz esté con nosotros. Por eso Señor, nos queremos comprometer a ser discípulos y misioneros, Constructores de la paz. R.

Pascua 2018

119


Necesitamos desarrollar en nuestras comunidades un proceso de iniciación cristiana, que tenga como base el Kerigma. Y que conduzca al encuentro personal con Jesucristo, para que nos lleve a la conversión. R. Necesitamos potenciar el papel de la familia en la construcción de la paz. Para que en ella se formen la identidad de los hombres y mujeres, promotores de la paz y de la justicia en la sociedad. R. Es necesario orientar la formación de los hijos en el respeto de la dignidad de cada persona y en los valores de la paz. Y así den testimonio de que por el amor se es capaz de acoger a otra persona en su diversidad. R. Es preciso hacer de todas las parroquia, espacio y signo de reconciliación. Para que en medio de una sociedad que se fragmenta y se dispersa, favorezcan espacios de encuentro y fortalecimiento en la vida comunitaria. R. La superación de la violencia sólo será posible con el hábil uso de herramientas como el testimonio, la fuerza moral, la razón y la palabra, que se consiguen con la educación y que capacitan de la paz. R. Señor Jesús, Tú eres nuestra paz, mira nuestra Patria dañada por la violencia y dispersa por el miedo y la inseguridad. Consuela el dolor de quienes sufren. Toca el corazón de quienes olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte. Dales el don de la conversión. Protege a las familias, a nuestros niños, adolescentes y jóvenes. a nuestros pueblos y comunidades. Que, como discípulos misioneros tuyos, ciudadanos responsables, sepamos ser promotores de justicia y de paz, para que en Ti, nuestro pueblo tenga vida digna. Amén. ORACIÓN CONCLUSIVA Queremos ser conscientes, Padre Dios, de la misión que nos confió Jesús antes de su partida. Quiso que nos sintiéramos hermanos unos de otros y repartiéramos el pan por igual entre todos, que veláramos porque no le faltara nada a los más débiles. Nos encargó que hiciéramos de 120 Pascua 2018

este mundo su reino, un mundo ideal, donde no hubiera pobres ni marginados y todos pudieran ser felices. Y supimos que no debíamos mirar más al cielo sino a nuestro alrededor. Queremos ser portavoces del mensaje en palabras y vida que nos dejó Y proclamar ante el mundo su eterna vida en el seno de Dios. Este es también el compromiso de vida al que nos lleva la fe en Cristo. Tenemos que pedir tu ayuda, tu Espíritu, Dios y Padre nuestro, porque la misión que nos encomendó Jesús nos desborda. Bajo la fuerza de tu aliento, queremos promover y extender tu reino, queremos apoyar a cuantos defienden los derechos humanos de todos, colaborar activamente en cualquier acción a favor de los necesitados y velar por que nadie ni nada nos quite la libertad que nos regalaste como mejor don. Padre nuestro. V/. Les diste el Pan del Cielo. R/. Que contiene en sí todo deleite. Oremos. Dios y Padre nuestro, que por medio de la muerte y resurrección de tu Hijo nos redimiste a todos, prosigue en nosotros la obra de tu amor, a fin de que el recuerdo constante del misterio de nuestra salvación nos impulse a conseguir plenamente sus frutos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Bendito sea Dios. Bendito sea su santo Nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el Nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo Consolador. Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e Inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo Esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.


Martina Robles De Rojas Secretaria parroquial de Catedral Las misas se solicitan a veces por teléfono o en la oficina de forma personal. Normalmente, ya sea de cuerpo presente o cenizas, si es en las misas fijas de la parroquia, esas misas ya están organizadas... cuando son en misa especial ellos deben traer sacerdote, se avisa a los coordinadores de ministros, lectores y colecta para la organización.

En la parroquia se cuenta con una ficha en la que se piden varios datos de la persona fallecida, lo que facilita al sacerdote brindar palabras adecuadas a los acompañantes. Me gustaría que se siga el ritual de exequias para cada causa de muerte, como ya se inició en la parroquia.

Elsa Myrna Evans de Parroquia San Peregrino La solicitud es directa en la oficina y acorde al horario que pueda el sacerdote, inmediatamente después se avisa a lectores y ministros. Con la ayuda del Sacristán organiza a los deudos. Me gustaría que hubiera siempre coro y que el cirio pascual este siempre prendido.

Martha Alicia Madrid López de la Parroquia de Cristo Rey La mayoría de las veces se dirigen directamente con el padre Santiago y el horario es acorde a la disponibilidad del padre, regularmente son por la mañana por el horario de los cementerios. El padre recibe al difunto y familiares en el atrio y entra con ellos, usa el agua bendita pero igual no usa el incienso ni se enciende el cirio. Solo una vez a observado que se usará incienso y cirio, porque era un servidor el fallecido. No se tiene un equipo para la celebración de difuntos, se comunica con lectores y MESC para ver quién puede ayudar, se trata de involucrar a familiares en las lecturas.

Pascua 2018

121


Miguel Ángel Ramírez Mercado de la Parroquia del Padre Nuestro Se dirigen a la oficina con la secretaria y se reporta con el padre para ver en que horario los pueda recibir, pero últimamente son antes del medio porque ahora en los panteones tiene que ser antes de las 3 pm el entierro y cuando son en la tarde es porque los van a sepultar en el panteón del ejido La Yesca o La Peña que ahí no hay hora de sepelio; en si no hay un horario fijo de la misa ya que es cuando el padre los pueda recibir cuando no pueden celebrar el párroco manda a celebrar la palabra a un MESC ya que no tiene vicario. Martha Inés Sánchez de Rectoría San Felipe de Jesús. El doliente solicita en la oficina la misa se le comunica al sacerdote, y acuerdan día y hora, Cuando el sacerdote no está disponible se busca otro sacerdote. El sacerdote decide lecturas y ornamento, regularmente las familiares solicitan leer, de otra manera se buscan lectores que ya estén preparados. De los ministros se escoge de los que estén disponibles. Es decisión del sacerdote Ciro, recepción del cuerpo.

Cuando son cenizas las celebran en la misa ordinaria de las 6pm. En cuanto a la celebración no se tiene un equipo especial para las misas de difuntos en ocasiones apoya un MESC y muy pocas veces participan los familiares en la misa se usa agua bendita, pero no se usa ni cirio ni incienso en la celebración. Me gustaría que hubiera un equipo preparado para las celebraciones de difunto y que el sacerdote en la homilía la reflexión se enfocara un poco más a evangelizar a los dolientes.

Sugerencias: que se reserve las primeras bancas para deudos, sobre todo para los que van acompañando el féretro, ya que algunas veces se quedan haciendo guardia durante la misa y eso no debe de ser. Que no dejen los arreglos que se enviaron a la funeraria y mucho menos poner algunos en el Sagrario. Que siempre se coloque el Cirio en la misa de difuntos. Siempre se realicen las misas en el templo y no en funerarias, por el desorden que se hace.

Rosa Icela Cordova Robles Catequista de santuario de Nuestra Señora de la Candelaria Las misas se solicitan en la oficina, es el grupo de liturgia el encargado de preparar y, algunas veces, procura que algún doliente participe en las lecturas, si es posible. Me gustaría que se proporcione mayor información al sacerdote referente al difunto para que se pueda dirigir a la familia y les de palabras oportunas.

Sarahi Vega Urias Catequista en el Centro San Ignacio de Loyola de la Parroquia de Nuestra Señora del Pilar Solicitada la misa se avisa al grupo de liturgia y ellos organizan las lecturas, también se pide ayuda a gente de la parroquia que sirve en algún grupo y en ese momento se encuentren ahí. Me gustaría que haya disposición del grupo de liturgia, que estén al pendiente para ayudar cuando sea necesario.

122 Pascua 2018




Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.