7 minute read

Mujeres: líderes de la comunicación desde la academia

Next Article
Editorial

Editorial

Redactado por: Lorena Vargas Docente del programa

ROSY

Advertisement

EN LA ACADEMIA

Magíster y comunicadora, Rosy Eugenia Reyes Pinilla, actual directora de la Maestría en Comunicación, Cultura y Frontera de la Universidad, fue la autora del Programa de Comunicación Social de la Universidad de Pamplona, hace 22 años

“La educación es esencial para que las mujeres puedan alcanzar la igualdad de género y convertirse en agentes de cambio”, así lo reseña ONU Mujeres y lo ha entendido con hechos y registros la Universidad de Pamplona evidenciando que esta premisa hace parte de su esencia y convencimiento cada día, permitiendo que los principales escenarios institucionales tengan el sello y el distintivo de la mujer. Ellas, han sido protagonistas asumiendo la alta dirección, la secretaría general, los “staff” que acompañan la rectoría y en la actualidad, dependencias relevantes y articuladoras como Interacción Social, Posgrados y la Vicerrectoría Administrativa, entre otros, siendo la mujer Unipamplona, un sinónimo de profesionalismo.

La filosofía ha sido transversal en diversas áreas, tanto administrativas como académicas, en donde la pasión por la enseñanza y el desempeño ante nuevos retos han dado resultados importantes logrados por mujeres empoderadas, quienes con convicción llevan un trabajo adelantado por los derechos de todas, en la academia.

Desde su historia y en la actualidad, el Departamento de Comunicación Social, es una muestra fehaciente del liderazgo de ellas. Fue en el 2000 -el año de las expectativas por la proximidad de un nuevo milenio- el que también abrió en grande la puerta para hacer realidad los sueños de jóvenes que vieron en esta Casa de Estudios, la oportunidad de formarse como comunicadores sociales en la zona del nororiente colombiano. Fue el primer programa de comunicación ofrecido por una institución pública en Norte de Santander y que contó con el aporte de una profesional para su consolidación.

“La idea de crear un programa de comunicación nació en 1999 con la rectoría de Álvaro González Joves. Se acababa de construir un edificio de laboratorios, y se había hecho la infraestructura para una sala de grabación de audio y un estudio de TV. Cuando yo llego –hace 22 años- el rector me pide poner todo en funcionamiento, sacar la licencia de la emisora y crear el Centro de Producción de TV. El 4 de julio de 1999 iniciaron las operaciones”. Así lo detalla la Magíster y comunicadora, Rosy Eugenia Reyes Pinilla, actual directora de la Maestría en Comunicación, Cultura y Frontera de la Universidad, quien además de asumir y lograr este reto, también consolidó el documento inicial que daría vida al Departamento de Comunicación Social. Con el apoyo de docentes como Luis Gustavo Araque, V y Luis Alberto Gualdrón (Q.E.P.D.), -Vicerrectores de Interacción Social y Académico de la época, respectivamente- y de amigos comunicadores de otras regiones, se puso en marcha la carrera universitaria. “Fue un reto bonito. Tuve mucha ansiedad por lo que pudiera pasar, pero el apoyo de ellos fue vital para que el proceso continuara”, reconoce Reyes Pinilla.

En su condición de mujer, dice que el reto fue interesante, que implicó riesgos, aspectos positivos y negativos, pero hubo equipo y se dieron los resultados. Los logros y la eficacia para crear grupos de trabajo, la capacidad para tomar decisiones en momentos complejos y de actuar en muchas direcciones; el profesionalismo y el don connatural del cuidado y la orientación a las personas –que redunda en la educación- quizá fue lo que llevó a que nuevamente el voto de confianza se otorgara a una mujer, esta vez para asumir el reto de consolidar una extensión de la carrera.

“Cuando se pensó en el programa en Villa del Rosario, el rector Álvaro González Joves me delegó la tarea de crearlo y de estar a cargo de él. En ese momento, en 2004, inauguramos la sede e iniciamos con 70 estudiantes” recuerda la Magíster y comunicadora, Adriana Vega Guerrero, quien desde el año 2002 ha ocupado roles directivos en el programa, pero también como docente, ha orientado el proceso de los universitarios en sus distintas fases, desde el primer semestre hasta cuando cumplen sus prácticas profesionales. “En el campo de la comunicación, vemos que cuando ingresan nuevos estudiantes son más las universitarias mujeres, y esto también sucede en la parte docente, que son quienes más quieren generar cambios en la sociedad desde la comunicación”, agrega. Actualmente, de los 38 docentes que hacen parte del Departamento, 23 son mujeres que acompañan el proceso académico, y son quienes siguen todos los días logrando resultados significativos desde la comunicación y la academia. En el contexto estudiantil la situación no es diferente. De los 642 estudiantes que se matricularon en 2021, 404 son mujeres (53 en la ampliación Cúcuta, 112 en Villa del Rosario y 239 en Pamplona El liderazgo femenino en la academia desde el Departamento de Comunicación ha hablado desde su historia y es así como hoy, quienes conocen la trayectoria de la carrera recuerdan también los aportes de mujeres docentes como Esperanza Rodríguez, Victoria Sarmiento, Clara Liliana Parra (Q.E.P.D), Caterine Mojica, Astrid Carolina Gómez, Lola Viviana Esguerra Villamizar, y muchas otras valiosas y valerosas profesionales que, pese a la dinámica de un mundo que sigue marcando diferencias y condicionando libertades y derechos a partir del género, han demostrado con acciones y resultados, competencias y amor por la comunicación.

En esta etapa, la dirección del programa está a cargo de la maestrante, Comunicadora y Licenciada, Dimelza Johana Villamizar Ramírez, y la coordinación en Cúcuta, de la magister. María Victoria Romero Barraza. Nuevamente, dos profesionales orgullosamente egresadas de la Universidad de Pamplona asumen el reto y retribuyen a su academia la oportunidad que recibieron y que de la mejor manera buscan ofrecer a las actuales generaciones. “Primeramente, lo que soy, profesional y laboralmente, se lo debo a mi Universidad; orgullosa de haberme educado y ahora servir a ella y a la comunidad. Pienso que el liderazgo de la mujer en estos escenarios es fundamental teniendo en cuenta nuestra visión holística de las cosas. La comunicación es un mundo muy amplio, una esfera completa en donde nosotras venimos a poner un toque de distinción y una muestra de lo que podemos hacer con las capacidades múltiples que tiene todo ser humano”, reflexiona Villamizar Ramírez, quien destaca también que la postura femenina proporciona la integralidad que requiere la comunicación y es la premisa sobre la cual se proyectan a los futuros profesionales de la carrera.

“Creo que siempre hemos tenido el posicionamiento en la Comunicación desde hace muchos años” cuenta la docente del programa en Cúcuta, Caterine Mojica, quien dice que también recuerda cómo desde su época estudiantil la relación mujer – comunicación, fue gran referente para la pasión que le despierta la comunicación organizacional y su liderazgo en el escenario.

Afirmación que respalda la docente Esperanza Rodríguez, quien también ha cumplido un rol importante en la historia de este proyecto académico que ha alcanzado múltiples reconocimientos del sector productivo y empresarial por las altas cualidades y capacidades del Comunicador Social, cumpliendo el propósito que un día de trazaron unas valientes y decididas mujeres, como insumo de la academia en la región. El Departamento de Comunicación Social de la Universidad de Pamplona, desde sus inicios y en la actualidad ha sido un escenario propicio para el reconocimiento de las potencialidades de la mujer en la academia. Desde la docencia, la investigación, la proyección social y el direccionamiento estratégico, el sello femenino se ha mantenido vigente dejando en evidencia la intención de cambio, transformación y crecimiento por el que un grupo de lideresas trabajan desde hace dos décadas, y en el que esperan avanzar haciendo equipo con los hombres como alianza necesaria y estratégica para la consolidación, o su defecto, el aporte a una sociedad con más igualdad y equidad. Al paso de los logros la tarea continua. No hay descanso en un mundo donde cada día se siguen abriendo oportunidades y retos, pero también nuevas brechas, desde el reconocimiento de la sociedad, el apoyo entre hombres y también entre mujeres que encontrarán desde la sororidad, creyendo en sí mismas, las maneras de romper con las desigualdades, la discriminación y la mejor forma de avanzar juntas.

This article is from: