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Narrar para vivir, una esperanza a través de la fuerza de la palabra

NARRAR PARA VIVIR

UNA ESPERANZA A TRAVÉS DE LA FUERZA DE LA PALABRA

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Redactado por: Pamela Pinto Rosado Estudiante del programa

TALENTOS

En el departamento de Bolívar hay un municipio de nombre San Juan de Nepomuceno, de ahí es Mayerlis Angarita Robles, abogada de profesión, líder social de corazón, nació en 1980, época de una Colombia enmarcada por un período terrorífico; con tan solo 12 años conoció los horrores de la guerra con la desaparición de su madre y la muerte de su tío por parte de grupos paramilitares. Aún en ese contexto, Mayerlis refleja el perfil de una mujer luchadora, en su rostro y forma de hablar contagia la alegría que es típica de los habitantes de las sabanas aledañas al Mar Caribe, pero su voz no deja de quebrarse cuando recuerda los difíciles momentos por los que han tenido que atravesar su comunidad, su familia y ella misma. Con un liderazgo innato atizado por las cicatrices de la guerra en vida, Mayerlis siendo adolescente comenzó a formar parte de procesos comunitarios y regionales por la reivindicación de los derechos humanos donde entendió la importancia de narrar la memoria. En el año 2000 Mayerlis Angarita da a luz “NARRAR PARA VIVIR” como una organización clandestina, pero con toda la fuerza para luchar pacificamente por sus derechos, con una metodología empírica por la necesidad de sobrevivir a los desmanes del conflicto donde las mujeres se habían convertido en motines de guerra; amedrentadas y llenas de prohibiciones por la última lágrima. Cuando una camioneta diariamente rondaba el pueblo, su medio idóneo de defensa fueron las ollas de sancocho comunitarias donde estas mujeres a través de la narración oral podían hacerle resistencia al dolor.

“Narrar para vivir” gracias a la lucha incansable de Mayerlis Angarita Robles se convierte en la red de mujeres victimas o más bien, sobrevivientes de la violencia por conflicto armado interno más grande de Colombia con la preocupación de más de 840 mujeres de los 15 municipios de la región de los Montes de María, mujeres que han decidido con mucha valentía cambiar el rumbo de su historia, organizándose como estrategia de resistencia civil y como una forma de superación del dolor, apostándole a la verdad como arma social a través

de sus historias, de la palabra, para exigir al Estado colombiano implementar acciones de protección y reparación colectiva frente a múltiples violaciones de derechos que han sufrido.

En 2014 la lucha de Mayerlis, y la de más de 840 mujeres, fue aprobada en los comités territoriales de Justicia Transicional de Sucre y Bolívar, por lo que se vienen adelantando las fases de implementación y seguimiento del plan integral conformado por quince medidas, a 2017 cuenta con avances significativos en la implementación de garantía de no repetición, de rehabilitación, satisfacción y restitución. Tantos éxitos han llevado a Mayerlis a ser galardonada con los premios Anne Klein en Alemania en marzo de 2018 y premio Mujer Coraje entregado por la embajada de Estados Unidos. Más que un premio para ella, para Mayerlis es un premio para todas las mujeres y un empujón para seguir en pie de lucha, lucha que cada día toma más fuerza y responsabilidades, lucha que no a todos les genera felicidad, debido al temor y las constantes amenazas contra su vida, Mayerlis tiene clara su misión: “Llenar de valor a la mujer que está en la última vereda y decirle usted debe hacer esto, debe contar su verdad, porque esta es la ruta para que usted acceda, mínimamente a la justicia, a la tierra y a sus derechos”.

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