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Recuento histórico de la Mujer en la Universidad de Pamplona

“REDACTADO”, LA NUEVA REVISTA

sello Unipamplona

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Redactado por: Flor Delia Pulido Castellanos

EN CONTEXTO

Los diferentes roles que las mujeres hemos desempeñado durante 60 años en nuestra Universidad de Pamplona han coadyuvado al fortalecimiento de la triada: academia, investigación y extensión, haciéndola trascendente desde el desempeño de miles de egresados de diferentes disciplinas con proeficiencia, tanto en Colombia como en el exterior. El escritor Alphonse de Lamartine afirmaba: “Hay una mujer al principio de todas las grandes cosas”. Y es verdad, veamos por qué:

La presencia de las mujeres en el Alma Máter apareció desde que se creó. Entre los 40 fundadores estaba Doña Alicia Guerrero de Lamus y la señora Cecilia Torres de Mogollón única mujer elegida para la Junta Consultiva el 23 de noviembre de 1960, día de la Fundación. En VI Congreso Internacional de Español y Literatura, de izquierda a derecha: Mag. José del Carmen Bolívar R. (Q. E. P. D.), Dr. Álvaro González J., Rector (Q. E. P. D.), Mag. Flor Delia Pulido C., Decana Facultad Artes y Humanidades (organizadora). Mag. Esperanza Paredes H., Vicerrectora Académica, Mag. Yolanda Gallardo de Parada Vicerrectora Administrativa. (Foto: Propiedad Flor Delia Pulido)

Su hija Cecilia Mogollón Torres fue la primera mujer en ocupar un escaño en el Consejo Superior Universitario (1970), luego fungió como Alcaldesa de Pamplona. La primera sede de la institución fue la casa de doña Gertrudys V., de Trujillo, en la Carrera 3ª con Calle 4ª esquina, la arrendó por $900 mensuales al Pbro. José Rafael Faría Bermúdez, en noviembre de 1960, para iniciar “la universidad”. En ese momento para muchos incrédulos era “La escuelita del Padre Faría” o “Escuela Normal Grande”.

Inició la administración con cinco mujeres quienes colaboraron con pertenencia para concretar el proyecto de Educación Superior para Pamplona; secretaria Mery Villamizar P., Sub-secretaria General Beatriz Suescún B., y bibliotecarias Yolanda Cabeza, Leonor Valero e Ivone Peñaranda. Algunas, nos miran desde el espacio sideral y observan que valió la pena haber apoyado el sueño quijotesco del ilustre fundador Faría.

En febrero de 1961, inició la Escuela de Servicio Social dirigida por Doña Alicia de Pinzón y las docentes Inés B. de Fernández y la Licenciada Judith Castellanos. De 14 estudiantes 10 eran mujeres que perseveraron en sus estudios, otros se fueron a Bogotá. Se recuerda a: Cristina Martínez, Filomena Urbina S., Leonor Mendoza M., Carmen Rivera, Nelly Contreras, Margot de Castro, Maruja Araque, Beatriz Contreras, Myriam de Jordán y Teresa Parra P., los restantes eran hombres.

En marzo de 1961, empezó labores la Escuela Superior de Secretariado Bilingüe con 19 estudiantes, finalizaron Mercedes Fernández C., Mariela Granados F., Gladys Latorre R., Myriam Medina G., Margarita Laguado B., Martha Cecilia Mendoza R., y Victoria Villamizar L. Las mujeres hemos marcado pauta de compromiso y credibilidad con la Universidad de Pamplona y sus programas. El problema es qu en el año 62, no estaban aprobadas las carreras y esto provocó deserción.

El padre Faría iba a las casas de los estudiantes a pedirles que regresaran a la Universidad, becó algunos y a los mejores egresados de las Normales del Departamento Norte de Santander, su filantropía era proverbial. Becadas: María Smith Rueda, Itsmenia Galvis, Bertha Ortiz, Esther Góngora, Paulina Mateus, Rosana Rueda (luego fue docente UP), Mercedes Faría, Graciela de Ramírez, Ligia Lamus, Gabina Caballero y algunos hombres. De las profesoras se recuerda a María Aldana H., y a Yolanda Cabeza P., como mujeres dedicadas a su docencia. En 1963 la Universidad de Pamplona se cristalizó con la Facultad de Ciencias de la Educación y las carreras de Filología e Idiomas, Psicología y Pedagogía. Pamplona no estaba preparada para recibir estudiantes de otras ciudades, el Padre Faría solicitó colaboración a las Comunidades Religiosas, para que atendieran residencias femeninas. La Comunidad de las Juanistas solucionó su petición. Docentes femeninas de tiempo completo de esa época: María José Fussett, Isaura de Romero, Elisa Dulcey, Hilda Guarín S., maestras doctas en sus disciplinas. Las dos primeras dejaron huella profunda en los pupilos y en la Universidad, años más tarde fui su estudiante.

La presencia de la mujer en la belleza y en la cultura, se dio en el reinado organizado por primera vez ese año, en la semana universitaria, por el consejo estudiantil. Varios reinados se han organizado en la Universidad, la primera reina fue Rosaura Hernández, los últimos permitían intercambio con otras universidades. La presencia de lo femenino está en los sitios de ubicación: el Campus Universitario era de la Normal Femenina y el Gobierno Nacional lo adjudicó al Alma Máter, la Casa Águeda Gallardo históricamente relieva a la libertadora del yugo español en Pamplona, La Casona la compró el Padre Faría a la Comunidad Española de las Hermanas del Santo Ángel.

En 1967 optaron el título de Licenciados en Psicopedagogía Gladys Baptista B., Graciela de Ramírez, Maruja Rincón D. (como directora para la época del 70 consolidó el Centro de Educación Media de la Universidad de Pamplona y en la Universidad concretó la carrera de Comercio), Cecilia Sánchez Leal, Balbina Landazábal, Rosana Rueda y Gladys Mendoza de Ayala. Ella sobresalió como estudiante, docente y administrativa. Evoco su lucha con la maestra Beatriz Acevedo y con el arquitecto Tristán Arbeláez (Q. E. P. D.), con sensibilidad y fortaleza para que las directivas de la Universidad dieran visto bueno a la carrera de música.

EN LA ACADEMIA

Les decían: “Es muy costosa”. El Rector Dr. Álvaro González Joves (Q. E. P. D.), les apoyó; el día del “sí” lloraban de felicidad al ver cumplido su deseo. Hoy la carrera de Música es orgullo de la región.

La Unipamplona, en pro de sus mujeres docentes y estudiantes, madres gestantes o con hijos creó el CAIMIUP y en honor a una gran maestra pamplonesa de niños desvalidos le dio el nombre de Tomasita Contreras Pulido. De otro lado, en la galería de Rectores están las Dras. María Eugenia de Romero y Esperanza Paredes Hernández (quien fue docente, investigadora y como Vicerrectora Académica organizó un interesante Diplomado sobre la mujer). Cada una desarrolló los compromisos adquiridos con entrega y perseverancia.

Hablar de la presencia de la mujer y su importancia en la Universidad de Pamplona es tema amplio, se necesita escribir un libro de semblanzas para reconocerles su labor y su sentido de pertenencia. Pero como vivimos en un mundo tan falocrático se olvidan sus roles y su desempeño. La primera Ministra de Israel, Golda Meir afirmaba: “No puedo decir si las mujeres son mejores que los hombres. Sin embargo, si puedo decir sin duda que no son peores”.

Hemos hecho historia en los cargos como docentes, investigadoras, asesoras y administrativas; nuestro trabajo ha sido decisivo para el progreso de múltiples proyectos. En la Universidad a Distancia las profesoras Cayalina de Carvajal y Yolanda de Camperos; iban a los CREADS a inspeccionar programas académicos y a realizar exámenes a los estudiantes; viajaban en lancha, en bus para llegar a sitios lejanos como Apartadó, Mutatá y Chinú y en zonas rurales de Sucre y Córdoba donde trabajan los estudiantes hasta comimos culebra. Con los postgrados las profesoras teníamos peripecias para llegar a sitios de la Guajira o a San José de Las Piedras en el Estado Zulia en Venezuela, todo para sacar avante nuestra Universidad en su misión y visión.

El actuar de mujeres emprendedoras sigue vivo en los departamentos, facultades, comités y carreras. En Comunicación Social la mayoría de las docentes en Pamplona como en Cúcuta son mujeres sobresalientes; Rossy Reyes (autora del programa), Adriana Lucía Vega, Victoria Sarmiento, Dimelza Villamizar, Johana Rozo, Viviana Esguerra, entre otras; en Lengua Castellana y Comunicación; Rosa Celis, Doris Vanegas, Sonia Patricia Gómez, Alba Marina Mogollón, Alba Rocío Becerra; en Lenguas Extranjeras se recuerda la excelencia de Myrian Luna, Clara Villamizar, Rosario Socha (Q. E. P. D.). Gaby Salas B., y las de ahora Myriam Gómez, Claudia Mosquera y demás compañeras (algunas extranjeras), junto a sus colegas hombres han obtenido éxitos y han preparado integralmente a sus estudiantes.

Algunas secretarias jubiladas de la Universidad de Pamplona, aún se reúnen para revivir su labor en nuestra Alma Máter.

Las doctoras Olga Mariela Canal M. y Diana Villamizar C., fueron autoras del Programa de Psicología en él, ellas y más mujeres han sobresalido por su talento y dedicación, como otras que no se nombran.

En la actualidad un grupo de secretarias jubiladas aún comparten alegrías y penas, actitud muy linda para destacar la amistad y fraternidad que nació en el claustro universitario donde apoyaron con sapiencias a sus jefes. Recuerdo con afecto a quienes están en las praderas celestiales Ivonne Useche de Delgado y Eddy Navia C., laboraron con tesón y firmeza, buena parte de la organización del actual Archivo General se debe a las enseñanzas y preparación que dieron a todas las secretarias de la universidad.

Me enorgullezco de todas las mujeres que se desempeñan en las siete facultades, en las oficinas, en servicios generales; ellas han dejado su granito de arena para ver a nuestra Institución entre las mejores del país. ¡Qué pesar no poderlas nombrar a todas, porque han destacado a la Universidad de Pamplona!

Personalmente agradezco a las administraciones que me dieron la oportunidad de realizarme como persona y como profesional; en mis roles de estudiante, docente en pregrado y postgrado, decana en tres oportunidades, (primera decana de la Facultad de Artes y Humanidades), miembro de Consejo Superior Universitario en dos momentos, consolidadora del programa Lingüística – Literatura, directora de la Escuela de Postgrado a finales del 80 y principios del 90, organizadora de Congresos Internacionales de Español y Literatura y como primera coordinadora y oferente de la Especialización en Metodología de la Enseñanza del Español y la Literatura (Primer Postgrado en la UP), para conseguir convenios exitosos con otras universidades del país, entre otras labores que desarrollé en favor de mi Universidad de Pamplona.

¡Un abrazo fraterno y de felicitación a todas las mujeres que han hecho posible parte de su historia de vida y de la historia de nuestra Alma Máter!

BIBLIOGRAFÍA

PELÁEZ HERRERA, Juan de Dios (2011). Universidad de Pamplona 50 años de Historia y de Vida. Pamplona: Litoflórez.

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