Año VII, Número 129, 1ra. quincena de septiembre de 2016
PLAGIOS Y MENTIRITAS BLANCAS Mario Rechy Montiel CUANDO LAS REFORMAS NOS ALCANZAN María de Lourdes Herrera Feria RAFAEL AGUILAR TALAMANTES Rodolfo Echeverría Martínez ARCHIVÍSTICA, ARCHIVOS Y ARCHIVISTAS Carlos Garrido Vargas LA HONESTIDAD COMO SUBVERSIÓN Carlos Figueroa Ibarra DESDE LA FACULTAD Mariano Torres Bautista POLICULT DIEZ Jorge Meléndez Preciado DE PLANTAS Y ANIMALES Cecilia Vázquez Ahumada REINCIGRAMA Fernando Contreras AQUÍ, PUROS CUENTOS Paco Rubín FRANTASÍAS José Fragoso Cervón ARITMOMANÍA Gabriela Breña PADRE, PAPÁ Y PAPI
Mario Rechy Montiel*
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Vivimos en un país permisivo, tal vez más que tolerante y más bien indolente y cómplice. En medio del escándalo por la tesis de licenciatura del titular del Poder Ejecutivo, que en un 28 por ciento fue calcada de otros autores, los comentarios se centran en la calificación, o mejor dicho en la descalificación ética del presidente. Sin embargo, lo que realmente importa es el clima moral y la forma de ser de una sociedad que vive cotidianamente este tipo de acciones y hechos.
ecía Goethe que no deberían sorprendernos los grandes hombres sino la época que los hacía posibles. Y a contrario sensu, no deberían impresionarnos los políticos que plagian o que mienten, sino la sociedad que los encumbra y que luego los tolera. Hace ya años, cuando visitaba la biblioteca del ITAM en el barrio de Tizapán en San Ángel, me enteré, por comentario de los bibliotecarios, que durante la estancia de Felipe Calderón, que también fue presidente de México, notaron que cuando él iba a consultar algún libro durante un curso o diplomado que tomó en esa institución, solía arrancar las páginas que contenían la información que estaba buscando. Y que nunca nadie ni le reprendió ni cobró los daños. Más recientemente me enteré también que cuando se decidió la construcción del puente que vinculó la calzada Ignacio Zaragoza con la autopista a Puebla, se abrió una licitación pública para que los interesados presentaran un proyecto con su respectiva memoria de cálculo detallada, en un plazo tan perentorio que materialmente nadie iba a poder cumplir, pues el tiempo requerido, tan solo para escribir la lista de materiales y operaciones rebasaba, con mucho, los términos perentorios del plazo. Y que milagrosamente la constructora que al otro día de la convocatoria pudo entregar el expediente completo, con un costo naturalmente más alto que las demás, se la relacionaba con el jefe de gobierno de la ciudad en aquél entonces. Siendo evidente, en este caso, que la bitácora se había escrito o formulado antes de redactar la convocatoria. Curiosamente, este jefe de gobierno es el mismo que no tiene propiedades, el que aparece en público como el más pobre de los que han gobernado a México. Pero más antes, un oficial mayor de la ciudad de México me había comentado que nada menos que el hijo de un hijo de general que era tenido como líder moral de la izquierda, se había apropiado de varios terrenos importantes de la ciudad durante su gestión como jefe de gobierno, entre otros del que hoy es sede de un hotel en el crucero de viaducto y avenida de los Insurgentes. La lista de lo que me han referido los hombres del poder, incluye obras, saqueos del presupuesto, utilización de recursos públicos para fines privados; la lista, tan solo de lo que vi o me refirieron testigos directos de primera mano, llenaría decenas de páginas. Hasta incendios provocados para cobrar seguros, me contaron del célebre hermano de un ejecutivo, que permaneció preso durante años pero por otros delitos, para ser finalmente exonerado. Lo grave no es la corrupción de una persona, o la falsedad de su imagen, sino lo generalizado de esa actitud y talante en todos los hombres del poder en México. Yo mismo he sido víctima indirecta o directa de este tipo de prácticas. La más reciente por cierto en la persona de mi hijo menor, que presentó un elaborado trabajo * Reincidente no incluye sección de Sociales
que le llevó varios meses de ardua labor, junto con un equipo de profesionales que sumaba varias docenas de gente de primera línea, para aspirar a un apoyo de IMCINE, para lo cual entregó un grueso expediente, pero que no pudo acompañar con una constancia fiscal que debía entregarle el SAT, dependiente de la Secretaría de Hacienda. Y lo que ocurrió es que IMCINE rechazó su expediente, no por no cumplir con el contenido de la convocatoria, sino porque su constancia del SAT no estaba incluida, a pesar de que existían pruebas de que tal constancia se había solicitado con suficiente anticipación a la dependencia. Curiosamente, la tal constancia se entregó a mi hijo un día después de haber sido rechazado por IMCINE. De tal forma que existen mecanismos para que no cuente el mérito de un trabajo o la calidad de una propuesta, sino el escamoteo de un trámite, y las convocatorias a modo. Tampoco México es una excepción. Me tocó conocer en Rusia relatos detallados sobre los negocios de Putin con las cervecerías, o del alcalde de Moscú con las constructoras. Por solo mencionar de paso algún ejemplo. Los rusos hablaban hace ya lustros de una cultura del cinismo que, por cierto, se institucionalizó durante el régimen de Brezhnev pues, pobrecitos funcionarios, como sus salarios eran republicanamente modestos, institucionalizaron las chapuzas y el robo hormiga, antes del gran saqueo del patrimonio público posterior a la perestroika. Hay cosas que se deben denunciar, y hay cosas que más bien convendría desentrañar en sus causas y en sus mecanismos. Hoy se denuncia a Peña porque muchos están hartos de sus atropellos, pero quitarle el título de licenciado no resuelve el problema. Aunque pueda dar satisfacción a muchos y tenga una significación política trascendente, a solo dos años y medio de la sucesión presidencial. Cuando un célebre autor escribió la literatura de la Revolución, recogiendo lo mejor de la historia en la Sombra del Caudillo o en cualquiera otra de sus novelas (Martín Luis guzmán), otro autor ya había retratado la corrupción que se había institucionalizado desde Plutarco Elías Calles (véase la novela de Árqueles Vela de título La Volanda, que es una de las pocas novelas de la corriente estridentista que cimbró la cultura nacional en los años veinte). Jorge Portilla estudió la fenomenología del relajo, esa actitud o forma celebratoria de informalidad que tienen ciertos núcleos de nuestra sociedad. Otros autores analizaron varios elementos de nuestra identidad. Algunos con gran tino y profundidad. Otros con escasa verosimilitud, aunque con gran difusión y popularidad. Y para citar unos cuantos nombres o casos, mencionaremos a Samuel Ramos con su libro El perfil del hombre y la cultura en México, y a Paz, con su tontería del hijo de la chingada, como identidad última del mexicano. En México, el poder ha sido buscado y justificado, desde hace mucho tiempo, con pretextos ideológicos, de
una supuesta razón de Estado, o condición inmanente. Así como los norteamericanos creen en el destino manifiesto, y justifican su intervencionismo en una estupidez ideológica semejante, así en México, algunos se invisten o creen representantes de un destino nacional, o de un conjunto de ideas que autoriza a emplear cualquier medio o cometer cualquier atropello. Pero el poder no solamente es un cargo público o una representación legislativa, también lo es una función administrativa, a veces aparentemente menor, pero que puede tener terrible y trascendental incidencia en la vida de grupos humanos o de comunidades enteras. Esta semana tercera de agosto denuncia la revista Proceso el caso de un presidente municipal que es socio de la delincuencia, pero que es intocable, a pesar de las enormes implicaciones que ello tiene en la vida y muerte de sus gobernados. En las librerías se vende hoy un texto que contiene pruebas sobre la relación entre los que desaparecieron a los estudiantes de Ayotzinapa y las altas esferas de gobernación, el ejército y las policías. Y nadie hace nada. Todo ello me parece más grave que el plagio de textos. Claro está que siguiendo los pasos de todos estos que mienten, manipulan y atropellan desde las altas esferas del poder, los mediocres que ocupan cargos menores en la administración, como estos de IMCINE, no revisan la calidad de las propuestas o el cumplimiento de las cosas de fondo, sino que se basan en formalidades sobre algo que saben que se tramitó, pero que probablemente saben también que está detenido… porque piensan que si los de arriba lo hacen, por qué no van a poder hacerlo también ellos. En su ceguera, y ciertamente deshonestidad, piensan que sus omisiones, engañifas, ocultamientos, son mentiritas piadosas o necesarias para favorecer a alguien o a ellos mismos. Ojalá y estemos llegando a tal nivel de hartazgo que la ciudadanía pueda empezar a plantearse que no necesitamos pretextos ideológicos que oculten las tranzas del poder, y que estemos llegando al momento en que lo que celebraremos será la transparencia, la entrega clara de cuentas y la confesión de limitaciones. Sería el comienzo de la formación de nuevos políticos y servidores públicos, que en lugar de la manipulación buscaran los verdaderos consensos, y en lugar de engatusar a la población, persiguieran su participación comprometida y consciente. Porque la democracia no se construye con borregos, sino con comunidades y personas celosas de su dignidad y su propio criterio. *El autor estudió Antropología Social y Economía y no se graduó en nada. Sin embargo, ha sido profesor de Antropología Social, Economía Campesina, Sociología, Metodología de la Ciencia y Ecología en la Universidad Autónoma de Chapingo, en la ENAH, en la UAM y en la Universidad Iberoamericana.
Mariano E. Torres Bautista*
Marion Lloyd ex corresponsal del diario Houston Chronicle en México, publicó “¿El plagiador se convierte en presidente?” Esta nota que recupera Laura Barranco reportera de Aristegui Noticias rebasa el inaudito caso de plagio encontrado en la ahora famosa tesis presentada en una de las universidades privadas más caras del país: El presidencialismo mexicano y Álvaro Obregón, de cuyos 682 párrafos, en al menos 197 han sido detectadas transcripciones sin señalar la fuente.
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a nota es un tácito reconocimiento al carácter más laboral y de ajuste de cuentas político que verdaderamente académico, didáctico o pedagógico de una más de las fallidas “reformas estructurales”, la reforma educativa, que han profundizado el estancamiento del país, sin que ofrezca hasta ahora ningún resultado a los problemas que enfrenta México: sus largas jornadas, baja productividad (que es parte del resultado de estas políticas de alargamiento de jornadas de trabajo). Independientemente de lo que se volvió viral en redes y noticiarios electrónicos, el experto en educación Roberto Rodríguez “encontró que el documento copió literalmente cuatro párrafos de un reporte de 2012 de la OCDE sobre sobre el sistema de educación de México, sin entrecomillar o citar fuentes”. El mismo investigador también encontró que la “página 104 del documento, se inspira en gran medida y sin atribución una serie de cambios curriculares implementados por el gobierno previo de Felipe Calderón en 2011”. Rodríguez también destaca que “el documento copia literalmente cuatro párrafos de un reporte de 2012 de la OCDE sobre el sistema de educación de México”. Por muchas partes se le puede encontrar el famoso “corta-pega”.
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ace muchos años, cerca de 50, al ingresar a la entonces Escuela Nacional de Economía (hace mucho tiempo convertida en Facultad), encontré en los muros de aquel edificio algunos letreros que llamaban la atención: “Se escriben tesis a máquina” (no había computadores, obvio). “Se editan tesis en 24 horas” (Impresionante). Y otro que era más inquietante: “Se escriben tesis”. Consultando acerca de este último, me dijeron que algunos alumnos que no encontraban chamba de economistas, para sacar lana se dedicaban a elaborar trabajos al gusto del cliente, ya que algunos no tenían tiempo para hacer lo que se necesitaba, pasaron de noche por la escuela (es decir, aprobaron las materias como fuera) o simplemente querían recibirse a las volandas y no les importaba cómo. Sonreí. Ahora que Carmen Aristegui investigó que a los 25 años, Enrique Peña Nieto se recibió en la Universidad Panamericana con el trabajo: El presidencialismo mexicano y Álvaro Obregón, pero que de las 200 páginas (ligerita) y los 682 párrafos, casi el 30 por ciento es un plagio, uno se da cuenta porque en Los Pinos continúan en su mundo feliz, no obstante que la realidad mexicana sea de horror para la mayoría de los ciuda2
La Real Academia Española de la Lengua define como plagio: “la acción de copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias”. Esto permite comprender las implicaciones no solo jurídicas como es la violación de derechos de autor. Tomar datos sin citar, para hacer pasar como propia una producción, significa que no hay un verdadero aporte a la solución del problema, que no hay una reflexión sobre fallidas intervenciones ni mucho menos un avance en el “Estado de la cuestión”, tal y como se conoce a esta preocupación en los medios académicos. Cabe preguntarse ¿por qué se ha caído en esta postración intelectual, en este desierto de ideas? Quien fuera mi maestro en la Universidad de París, señalaba en su seminario sobre: “La Modernidad y sus autores” que por élites se entendía a quienes encabezaban las corrientes, fuesen tecnológicas (las élites científicas) económicas (la élite empresarial) y hasta deportivas. El término de la lengua francesa era entonces un símil de la alocución griega “Aristocracia” (Aristos = mejores o cúspide; Kratos= poder), desprestigiada a partir de la Revolución Francesa. Ante los flagrantes casos de plagio es evidente que no estamos gobernados por ninguna elite política sino
por una mafia impúdica, deshonesta además de incompetente. Por lo tanto, la cacareada “Reforma Educativa” está condenada al fracaso toda vez que es producto de ideas ineficaces o de limitados alcances y no contiene ninguna solución innovadora a un problema estructural. Las respuestas oficiales a la valiente denuncia sobre el plagio también demuestran un fallido remedo de voceros de otros tiempos encargados de explicar “lo que quiso decir en realidad” aquel chusco ejecutivo con sus ocurrencias. Dejar al tiempo el fruto de la siembra actual de ideas prescritas es trasladar a otros la responsabilidad de los propios actos. Si esto es posible prever de la reforma laboral y ajuste de cuentas político aplicado al sistema educativo ¿qué podemos esperar de las otras “Reformas” como la energética o la laboral? ¿También son producto del plagio? ¿No estaremos ante directrices externas dictadas a nuestra poco defendible clase política?
danos. El lema mexicano sería en este sexenio. “Copia que algo queda”. Lo mismo en innovación, donde no avanzamos; en deportes, que dimos una probada muy suculenta en Río; en economía, donde seguimos el camino neoliberal a rajatabla no obstante que Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía, diga que eso ya acabó: en la enseñanza de las ciencias económicas en las universidades, insisten en tener como gurús a Frederick Hayek, a pesar que en Harvard ya regresaron a estudiar a Carlitos Marx y su importante y espinoso libro: El capital, y un largo etcétera. El asunto de copiar y pegar (copy-paste), es algo terrible, indigno y castigable. En Hungría, renunció el primer ministro Pál Schmitt, cuando lo cacharon que se fusiló (no olvidar que los marxistas chinos decían que “el poder nace del fusil”), una obra que hablaba acerca de los juegos olímpicos, su tesis doctoral. Pero supimos que antes la escribió un búlgaro, del cual utilizó menos párrafos el magyar que nuestro mexiquense hoy famoso. Para la dama de hierro dos (la primera fue Margaret Tatcher), Ángela Merkel, le resultó terrible y casi llega a las lágrimas, enterarse que su ministro de la Defensa, Karl Theodor Zu Gutenberg (saludos, imprentero maravilloso), también lejos de ideas originales, se apropió sin decir nada de otro que había escrito acerca del derecho en el idioma de Schiller. Y Karl, tocayo de Marx, también dimitió. Dos casos de honorabilidad, sin duda, no obstante el precio que debieron pagar. Hay varios sitios en Google que nos hablan de lugares donde cacharon a los que les gusta el camino fácil y expedito para hacerse de un título de doctor, hoy indispensable para obtener una chamba de intendente. Acerca de dicha estafa, recuerda Guillermo Sheridan en su colaboración a El Universal (23 de agosto), sobre Dave Tomar, el mercenario académico. Y dice que uno puede asegurarse que los amanuenses harán trabajos casi impecables, ya que se puede pedir y cotejar que hicieron la chamba sin meterse en camisa de once varas.
¿Por qué entonces don Enrique hizo las cosas tan mal? Hace un cuarto de siglo no teníamos ni remota idea que la internet podría descubrir muchas cosas. La universidad donde estudió Enrique- ligada al Opus Dei-, seguramente no fue muy exigente y su asesor de tesis, hoy magistrado del poder judicial en el DF, Eduardo Alfonso Guerrero, quien asesoró decenas de tesis y fue jurado en cientos más (¿le confiarán algún juicio alguien a Poncho luego de este ridículo?), dice que el trabajo que él leyó estaba bien hecho ya que se citaba a los diversos autores: Jorge Carpizo, Diego Valadés, José María Calderón y otros, y se les daba crédito a sus trabajos y se entrecomillaba correctamente. Pero, ¡oh Dios! la mecanógrafa cometió muchos errores. Recuerde que si hay un fraude, el de abajo es el malvado. Al respecto, dos incluidos en el hoy famoso texto, los investigadores Enrique Krauze y Víctor López Villafañe, han criticado acremente a Peña Nieto. El primero diciendo que el trabajo de Enrique es irresponsable, inadmisible y no se trata únicamente de “errores de estilo”, como dijeron en la Presidencia de la República. Y el segundo, puso en duda la excelencia de la Universidad Panamericana, dijo que Enrique ni siquiera leyó los 10 libros que plagia ya que recordó que en la FIL de Guadalajara sufrió para recordar únicamente La Biblia y señaló que seguramente le hicieron la tarea. En Change Org. que pide se le retire el título a Peña Nieto, hay ahora cerca de 130 mil firmas, promovidas por Guillermo Luna. Pero cada día se suman más a la lista para que lejos de llamarlo licenciado, se le diga ciudadano. Mientras esto ocurre, antes del “novedoso” informe presidencial, que es un vil montaje, encontramos que la confianza en las instituciones mexicanas de 2013 a 2015, se ha reducido a la mitad (El Universal, "Editorial del 23 de agosto).
* El autor es Doctor en Historia por la Universidad de París I, Phanteon- Sorbonne; actualmente se desempeña como profesor/investigador en el programa de Maestría en Antropología Social de la BUAP.
* El autor es profesor en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y periodista.
Enrique Condés Lara*
María de Lourdes Herrera Feria*
A finales de los años 70 del siglo XX presenciamos y sufrimos una serie de desastres económicos de alcance global: la crisis del petróleo, el desmesurado crecimiento de la deuda externa de los estados nacionales, quiebras financieras y múltiples catástrofes económicas. Las consecuencias de esas crisis –hambruna, insalubridad, altas tasas de mortalidad, bajos niveles de escolaridad, desigualdad, pobreza y marginación– rebasaron fronteras, menoscabaron los frágiles equilibrios geopolíticos y afectaron a la población mundial.
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rganismos y corporaciones supranacionales, reaccionaron. Su respuesta se orientó a tomar medidas para intervenir en los asuntos nacionales, so pretexto de mejorar las condiciones económicas para asegurar el bienestar de las mayorías. A ese conjunto de medidas se les conoció como ajustes estructurales; el término sirvió para describir las políticas impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial a los países en desarrollo. El diseño y la aplicación de esas políticas se convirtieron en condición inexcusable para obtener préstamos del FMI o del Banco Mundial, o para conseguir tasas de interés más bajas sobre los empréstitos ya existentes. Los países que no adoptaron esos programas de ajuste estructural quedaron sujetos a severas restricciones de financiamiento y, los que las adoptaron parcialmente, fueron sometidos a una rigurosa disciplina fiscal. En términos generales, los préstamos tanto del Banco Mundial como los del FMI debían orientarse a promover el crecimiento económico, a generar ingresos y a saldar la deuda que los países en vías de desarrollo habían acumulado. Sin embargo, los resultados no fueron los esperados, entre otras razones, porque esos programas de ajuste estructural impusieron políticas genéricas de libre mercado sin considerar la diversidad de los niveles de desarrollo de los países prestatarios. En términos coloquiales: el remedio resultó peor que la enfermedad. A principio del tercer milenio, frente al negativo saldo social de la economía global, los 189 países miembros de las Naciones Unidas establecieron los ‘nuevos’ objetivos del milenio enfocados, principalmente, en el desarrollo humano: erradicar la pobreza extrema y el hambre, lograr la enseñanza primaria universal; promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer; reducir la mortalidad infantil; mejorar la salud materna; combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades; garantizar la sostenibilidad del medio ambiente; y, fomentar una asociación mundial para el desarrollo. Así enunciados, estos objetivos aparecen loables e impostergables, el problema ha sido que, para alcanzarlos, se han aplicado estrategias globales homogéneas a realidades locales diversas. En el afán por conseguir estos objetivos se ha preconizado como estrategia única la liberalización de las economías de forma regulada y progresiva para elevar su productividad. Se han auspiciado cambios internos: privatización y desregulación; y cambios externos, especialmente la reducción de barreras comerciales. Algunas de las condiciones para el ajuste estructural pueden incluir: recorte de gasto social, también conocido como austeridad; crecimiento de la exportación directa y en la extracción de recursos; devaluación de monedas; liberalización del comercio o levantamiento de restricciones a la importación y a la exportación; disciplina fiscal y ausencia de gasto excesivo; remoción de controles de precios y subsidios estatales; privatización o desinversión de todas o parte de las empre-
sas propiedad del Estado; preeminencia de los derechos de los inversionistas extranjeros de cara a leyes nacionales; mejoras en la gobernanza y lucha contra la corrupción política. En suma, estabilizar, liberalizar y privatizar, sin priorizar o guardarse de los efectos secundarios, con los resultados que están a la vista. En este contexto deben situarse los diversos y sucesivos programas de ajuste estructural que ha emprendido el gobierno federal mexicano en las últimas dos décadas. Los esfuerzos por alinear a la economía mexicana con los requerimientos de la economía global obtuvieron el impulso definitivo con el consenso del PRI, el PAN y el PRD; el llamado ‘Pacto por México’ hizo posible que en los últimos veinte meses se aprobaran once reformas estructurales: reforma energética, reforma en materia de telecomunicaciones y radiodifusión, reforma en materia de competencia económica, reforma financiera, reforma hacendaria, reforma laboral, reforma educativa, reforma del Código Nacional de Procedimientos Penales, nueva Ley de Amparo, reforma político-electoral y, reforma en materia de transparencia. Todas con la justificación de mejorar la productividad, la competitividad y la flexibilidad de la economía del país. En este panorama, la reforma educativa es estratégica. La transformación de los contenidos de la enseñanza, del modelo de aprendizaje y de la práctica educativa es la condición necesaria para que las nuevas generaciones se adapten a los paradigmas de la productividad, la competitividad y la flexibilidad. Los promotores de la reforma educativa nos han repetido, hasta la saciedad, que su propósito es responder al reclamo social de mejorar la calidad de la educación básica y media superior, reducir la desigualdad en el acceso a la educación y asegurar una educación obligatoria de calidad. Sin embargo, en la práctica hemos visto que los tiempos dedicados a la actividad educativa se recortan, que el proceso de enseñanza se burocratiza –el docente se ve confinado a la tarea de llenar formatos, planes de clase, registrar evidencias y rendir informes–, que la evaluación del aprendizaje se banaliza –el alumno no puede ser reprobado para no afectar su autoestima aunque no haya alcanzado los objetivos de los programas educativos–, que el contenido de los programas se reduce a la adquisición de competencias genéricas. Los resultados no pueden ser más desalentadores: después
de cursar los niveles básico, medio y medio superior de enseñanza, un alarmante porcentaje de la población escolar no alcanza a adquirir las competencias de la lectura y la escritura. Y ya entrados en gastos, esas reformas también inciden en la educación superior. El contenido de los programas se reduce, también el número de materias, así como los requerimientos para la obtención de los grados (con un dejo de orgullo las instituciones proclaman múltiples opciones de titulación que elevan, presumen, la eficiencia terminal). Los planes de estudio se reelaboran cada cuatro o cinco años, sin ninguna valoración de los efectos o resultados obtenidos por los planes y programas previos. Jubilosamente las universidades se suman a la inercia reformista, desterrando, por ociosos, los cursos teóricos y favoreciendo los cursos prácticos, más útiles al modelo globalizador. Tarde o temprano las consecuencias de las reformas emprendidas nos alcanzarán. * La autora es Doctora en Historia por la Universidad Libre de Berlín; actualmente se desempeña como docente de tiempo completo en el Colegio de Historia de la FF y L de la BUAP.
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Carlos Figueroa Ibarra*
La corrupción en la clase política y el Estado es tan grande que en buena parte del mundo la honestidad se ha convertido en un arma poderosa para sumar simpatías. En la medida en que la corrupción es enfermedad extendida, la honestidad se ha vuelto en algo que subvierte el orden establecido.
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ue la demanda de honestidad lo que derribó al gobierno de Pérez Molina en Guatemala. Es la imagen de corrupción lo que tiene a Peña Nieto en los niveles más bajos de aceptación en México. Pepe Mujica, el ex presidente de Uruguay, se ha convertido en el paradigma de lo que estoy diciendo. Hace un tiempo me sorprendió que un querido amigo, ferviente simpatizante de la derecha, me haya hablado del ex guerrillero tupamaro en términos sumamente elogiosos. La venalidad estatal y política es tan grande, que hasta ha relativizado un tanto la animosidad que generan las diferencias ideológicas y políticas. Un político o una política honesta puede convertirse en un personaje sumamente irritante para el establishment por su peligrosidad y por el arrastre que entre la ciudadanía puede llegar a tener. En estas últimas semanas la declaración de bienes e ingresos que hizo el líder de la oposición en México, Andrés Manuel López Obrador, generó acerbos ataques por parte de los líderes de los partidos de la derecha neoliberal (el PRI y el PAN). También de buena parte de los comentaristas de radio y televisión que apuntalan al actual régimen. López Obrador declaró que no tiene bien ninguno, los pocos que tenía ya los heredó a sus hijos. Su ingreso mensual es de 50 mil pesos mexicanos (aproximadamente 2,777 dólares) y recibe además ingresos por las regalías de sus libros y las conferencias que da. A los opulentos políticos de la derecha no les ha quedado más que señalar que López Obrador no dice de dónde saca el dinero para sus constantes giras por todo el país. Fácil de responder: Morena ya tiene ingresos porque es un partido con registro. Resulta asombrosa la virulencia del establishment contra el líder de la oposición, cuando a la esposa de Peña Nieto se le descubrió una casa valuada en 7 millones de dólares y obtenida de manera oscura. Ni que decir de la suntuosa residencia de descanso del secretario de Hacienda, Luis Videgaray. O del lujoso departamento en Miami de la pareja presidencial mexicana, valuado en 1.7 millones y cuyo impuesto predial anual equivale a diez meses de salario del propio López Obrador. O del descubrimiento reciente hecho por el equipo de la periodista Carmen Aristegui: Peña Nieto plagió casi el 30% de su tesis de licenciatura. Dicho sea de paso, el plagio de tesis para obtener grados es frecuente en la clase política: Schmidt (Hungría, 2012), Guttenberg y Schavan (Alemania, 2011, 2013), Ponta (Rumanía, 2013), Baldizón (Guatemala, 2014) y Putin en 2006 cuyo caso no trascendió. La corrupción no tiene ideologías y también existe en el sector privado. Se ha vuelto una enfermedad sistémica. Por eso hoy, ser honesto es ser subversivo. * El autor es profesor/investigador del programa de Sociología de Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la BUAP. 4
Rodolfo Echeverría Martínez*
“Cuba no está sola, también en Baja California hay sierras y de ser necesario allí iniciaremos la revolución en apoyo a la revolución cubana”, decía un joven moreno, alto y muy agitado en el auditorio de Economía de la UNAM repleto de estudiantes que apoyaban a la revolución cubana a principios de 1960. ¿Quién es este cuate, me dije, si en BC no hay sierra más que la de San Pedro Mártir y para una guerrilla no da? Ese era Rafael Aguilar Talamantes, conocido como “el grillo”.
A
sí lo conocí. Tenía entonces apenas 20 años de edad y recién llegado de Ensenada. Fue el primer encuentro. Me acerqué a él y le comenté: “Yo soy de BC, de Tijuana, y allá no hay sierras para la guerrilla” Y me dijo: “lo dije por decir, para agitar a la raza a apoyar a los cubanos”. A partir de ahí hubo varios encuentros posteriores. Durante ese año se orquestaron varias acciones en contra de la revolución cubana por parte del gobierno de EU, pero el estudiantado de Economía apoyaba firmemente aquella nueva revolución. En el país se iba conformando poco a poco una juventud rebelde que rechazaba los diversos actos represivos del gobierno mexicano y protestaba por algunos sucesos semejantes en el mundo. También había acciones por la libertad de los presos políticos en México, de apoyo al movimiento magisterial y otros. En la ENE había una efervescencia política constante, siempre nos estábamos movilizando por algo, apoyando cualquier causa de los oprimidos, de los explotados, de los pobres, de los reprimidos. No luchábamos ni protestábamos por el poder; nuestra lucha, nuestra protesta, nuestro enfrentamiento era contra el autoritarismo gubernamental, en contra de sus formas de ejercer el gobierno. La verdad es que aquella era una generación de jóvenes a quien la revolución mexicana le representaba muy poco y que, poco a poco, estaba descubriendo como actuaban en realidad los gobiernos de esa revolución: represión a los estudiantes politécnicos y el cierre del internado, en 1956; la represión a los estudiantes que protestaron por el aumento de la tarifa a los autobuses urbanos, en 1959; la represión a los maestros del DF y a los ferrocarrileros, etc. Aquéllos jóvenes no podíamos sentirse identificados con tales actos y rechazaban a los gobernantes. El hecho es que en septiembre de 1960, Rafael Aguilar Talamantes y yo fuimos a la casa de Eduardo Pascual Moncayo y allí firmamos la solicitud de ingreso al Partido Comunista Mexicano. Desconozco cómo fue el proceso de acercamiento de “el pato” Pascual a Talamantes; el mío fue en la cárcel cuando nos detuvieron apoyando a los maestros en su lucha, en agosto de 1960. El grillo Talamantes siempre se distinguió como un auténtico líder, como orador, como dirigente y organizador, aunque esto último no era muy de su manera de ser, eso lo dejaba a otros ya que siempre estaba en la actividad constante, en movimiento; la inquietud era una virtud que tenía pues siempre estaba en acción; para él, el inmovilismo era la inanición. Cuando la dirección nacional del PCM, encabezada por Arnoldo Martínez Verdugo expulsó en pleno a todo el Comité del DF en 1961, también disolvió a todas las células del PCM que había en la UNAM y los miembros del partido que no fuimos expulsados quedamos al garete o fuimos canalizados hacia los clubes de la JCM. De esa manera, Talamantes y yo fuimos a trabajar políticamente en el club de la JCM de Economía, llamado al parecer Julio Antonio Mella, (las células o los clubs debían tener un nombre que las identificara y siempre se les ponía el de alguien del santoral revolucionario). Talamantes se metió de lleno a trabajar entre el estudiantado, regresó a Baja California y actuó intensamente en la recién formada Universidad Autónoma de Baja California, con los estudiantes de Tijuana, Ensenada y Mexicali en la formación de la asociación de estudiantes. Cuando a los dos nos incorporaron a la dirección nacional del JCM, se fue a hacer un trabajo por todas las Normales Rurales del país; allí atrajo a los principales líderes de esas escuelas y los integró a la JCM. En una reunión muy formal de la dirección nacional de la JCM donde estábamos con Raúl Álvarez Garín, la chata Campa, Soria, Armando Real, Marcos Leonel Posadas, Celso Garza y José Antonio Retana, discutimos la posibilidad y la necesidad de formar una central nacional de estudiantes y las perspectivas y posibilidades de ello, pero no se tomaba ninguna decisión porque había temor de fracasar. Así estábamos, sin decisión alguna, cuando al día siguiente en el diario Excélsior apareció un desplegado de una plana convocando a un congreso nacional estudiantil y a la formación de la central nacional de estudiantes; se proponía para mayo de 1963 en la Universidad Nicolaíta de Morelia. Fue Talamantes quien elaboró y metió esa convocatoria al periódico; para la dirección de la JCM fue un hecho consumado y tuvimos que meternos de lleno a trabajar para que no resultara un fracaso. El congreso estudiantil fue todo un éxito, lo mismo que la CNED, que tuvo mucha influencia en la provincia y no tanto en el DF. Talamantes era entonces un joven revolucionario, no fue ni era un marxista, su visión político ideológica era más bien de las revoluciones de liberación y de un marcado nacionalismo; era un rebelde matizado, no leía ni estudiaba, era más bien de un pragmatismo y activismo constante. Ese era su mundo y así trabajaba, hasta antes de ser encarcelado en 1966. Después de la cárcel donde estuvo 5 años de manera injusta, no lo volví a tratar sino hasta 1988 cuando la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas, y eso en muy contadas ocasiones. Ese fue “el grillo” Talamantes que conocí. *El autor fue integrante del Comité Central del Partido Comunista Mexicano, desde 1972 hasta su disolución en 1981; también fue parte de la Comisión Ejecutiva del Comité Central.
Cecilia Vázquez Ahumada*
Trabajo a destajo, pintando con el mismo entusiasmo con el que un marsellés se comería una bullabesa1, lo cual no te sorprenderá cuando sepas que lo que estoy pintando son unos girasoles. Vincent van Gogh (1853-1890)
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sta planta es originara de América. Se han encontrado restos arqueológicos de girasol (Helianthus anuus) en Tabasco y Morelos, por eso se sabe que su origen es mesoamericano. El girasol es comestible, comercial y, por lo tanto, de gran utilidad. Tiene diferentes nombres: calom, jáquima, maravilla, mirasol, tlapololote, quisnaniquitonal (Guerrero), acahual, chimalat, yendri (otomíes de Hidalgo), xiricamata (Michoacán), suchín (idioma pame) maíz de Texas, flor de sol, flor de escudo, lampote y polocote. Su cultivo se debe a que es alimenticia, oleaginosa y ornamental. Actualmente se cultiva en todo el mundo. Es una planta que se renueva anualmente y puede llegar a medir hasta tres metros; sus hojas y tallos son erectos y largos, con pelos toscos. Posee brácteas, es decir, hojas que nacen del pedúnculo de las flores, que son diferentes de las hojas verdaderas. Las abejas son sus principales polinizadores. Las semillas de la planta eran un alimento fundamental para los pueblos originarios de América. Grupos del oeste de Norteamérica, lo molían para obtener harina y consumían la cabeza carnosa de la planta, donde se encierran las semillas, como una hortaliza. Los indios hopi, extraían pinturas corporales, para tejidos y cerámica del girasol; los tintes extraídos eran azules, negros, púrpura y rojos. El tallo y las hojas se convertían en fibras para producir tejidos. Los girasoles se usaban en América para curar heridas, picaduras de animales y mordidas de serpientes. Tanto en Mesoamérica como en Perú representaba al sol. En el Códice Florentino se dice que esta planta se usa para combatir el dolor de ojos, el calor interior (la fiebre) y como auxiliar de la digestión porque purifica los intestinos. Las semillas de girasol llegaron a Europa a través de las naves españolas, y de ahí se extendieron a todo el mundo. Pedro el Grande, emperador de Rusia entre 1682 y 1725, llevó las semillas de girasol a su país, haciendo que los campesinos de aquellas tierras aprendieran a cultivarlo y disfrutar de sus semillas, ricas en aceite. Los campos de girasol en Ru-
sia durante el siglo XIX, con su heliotropismo, es decir, con su capacidad para girar las flores para captar la luz solar, complementaron los campos de trigo. Para 1930, Stalin (1879-1953), fomentó la investigación y, gracias a ello, se llegaron a producir girasoles con flores de 30 centímetros de diámetro. La producción de girasol en la URSS, garantizaba la producción de aceite. Argentina, China y los Estados Unidos, son también grandes productores de girasol. Las semillas de girasol se consumen tostándolas y salándolas. Igual que el aceite de girasol, son ricas en vitamina E. El aceite de girasol sirve para cocinar y para producir biodiesel; además, los restos del prensado sirven para alimentar ganado. Las fibras de su tallo y hojas son útiles en la fabricación de papel. Con el girasol también se hace comida para pájaros, panes y repostería. Un inventor descubrió que el centro del tallo tiene una gravedad aún menor que la del corcho y con ello construyó cinturones de seguridad y flotadores. Sobrevivientes de la tragedia del Titanic (1912), también deben su buena suerte a los salvavidas hechos de tallo de girasol. Los cuadros de girasoles de Van Gogh están realizado con la técnica del impasto, es decir, la pintura al óleo con pinceladas gruesas, dándole el efecto tridimensional a las flores y el jarrón que las contiene. La depresión que sufría este pintor holandés lo llevó al suicidio, pero su arte ha quedado en sus lienzos de maravillosos colores, donde los girasoles son ya un icono del arte de todos los tiempos. En México hay cerca de 350 géneros y 3,080 especies nativas de Asteraceae, familia de donde procede el girasol. Hay especias ornamentales, alimenticias y medicinales, pero todos son llamadas, indistintamente, girasol. Se siembra en verano, cuatro plantas por cada metro lineal y se espera un mes para cosecharla.
HORIZONTALES 1. Escritor español, señalado de plagio por la escritora Carmen Formoso, quien dice que su novela La cruz de San Andrés se parece mucho a la suya Carmen, Carmela, Carmiña. 5. Copia que una persona hace de las ideas, las palabras o las obras de otra, presentándolas como si fueran propias. 10. Gusano que se incrusta en las llagas de los animales. 12 Época. 13. Símbolo del sodio. 15. Compositor mexicano, denunciado por Wayne como plagiario de la canción Somos novios, registrada por éste en EU como It’s imposible. 18. Letra griega. 19. (Rosa), presentadora de televisión, en su novela Sabor a hiel plagia a varios autores. 21. Autora de La Noche de Tlatelolco, señalada como plagiaria de distintos autores, incluso a Jorge Luis Borges. 22. Movimiento Al Socialismo (sigla). 23. (Campos), autor de “Cariño malo”, acusó a Manzanero de apropiación ilícita, falsedad genérica y estafa. 24. Me dirigiré a un lugar. 25. Grupo de rock oriundo de Jalisco, se le señaló como plagiario por su cd “Drama y Luz” es casi idéntica a la de “In Vino Veritas”, del conjunto de rock “Airway Lanes”. 28. Verbalmente. 29. Compositor mexicano, se le ha señalado como comprador de canciones, lo dijo en entrevista para la obra Una historia novelada el poeta Elías Nandino. 32. Se consume con el fuego. 34. Apócope de santo. 37. Sangre de los dioses en los poemas homéricos. 39. Fundador de la República Popular China. 40. ( Jorge), escritor argentino, acusado de plagiar a la filósofa Mónica Carvallé en La sabiduría recobrada, para su novela Shimriti. 42. Municipio de Brasil, en Río Grande do Norte. 43. Moneda de cobre usada en la antigua Roma. 44. Escritor mexicano, acusado por Víctor de Celorio de plagiar parte de su obra El unicornio azul.
46. Símbolo del astato. 47. Óxido de calcio. 48. Yunque de los plateros. 50. Cinta señalada como plagio porque es similar a Danza con lobos, aunque con efectos especiales. 51. (Luis), perdió demanda ante Marco Lifshitz por usar el tema “Siento nuestro aliento”, para el éxito, “Amarte es un placer”. VERTICALES 1. Aperitivo elaborado de pequeño tamaño y generalmente decorado. 2. Onomatopeya del ruido que expresa la risa. 3. Enojo, coraje. 4. Vacuno que sobrepasa un año de edad sin llegar a dos. 6. Madre de Pólux y Cástor, en la mitología griega. 7. Anillo. 8. Símbolo del galio. 9. Flojas, descuidadas. 11. Descender, precipitarse al suelo. 14. Orificio del recto. 16. Mil cincuenta y uno en números romanos. 17. Símbolos del nitrógeno y neón. 18. Dios pastoril. 20. (Brye Echenique), escritor peruano, acusado de haber plagiado 16 artículos periodísticos de medios como La Vanguardia. 22. Instrumento musical de percusión de la familia de los idiófonos. 26. Papagayo. 27. Ondulación. 30. Conjunto de crías que paren de una vez las hembras de los animales. 31. Propio de los animales por su violencia o irracionalidad. 33. A nivel. 34. Escritor francés, autor de Los misterios de París. 35. Enfermedad de la piel típica de la adolescencia. 36. Corteza de encina (inv.). 38. Ánsar, pato. 40. Documento pontificio relativo a materia de fe o de interés general, concesión de privilegios, etc. 41. Ser fantástico parecido al hombre que, según ciertas leyendas, habita en la vertiente sur del Himalaya. 44. Frente Auténtico del Trabajo (sigla). 45. Cuerpo aeriforme a la temperatura y presión ordinarias (inv.). 47. Símbolo del calcio. 49. Apócope de suyo.
* La autora es Licenciada en Antropología Social por la BUAP, actualmente adscrita al INAHPuebla.
PROFESIONISTA El meteorólogo, en la oficina, pronosticaba el clima... laboral FUEGO Él tenía un corazón de piedra. Ella tenía un corazón de piedra. Y al encontrarse, piedra con piedra hicieron fuego. COSTUMBRES Popeye al ir al gimnasio, en lugar de levantar pesas, levantaba latas de espinacas.
JURAMENTO Beatriz le reprochaba a su marido que le fuera infiel y no durmiera en casa, —si es que dormía—. Timoteo, el marido, argumentó: cuando nos casamos, prometí serte fiel en lo próspero y en lo adverso, y amarte y respetarte todos los días de mi vida. Pero jamás mencioné las noches.
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ARCHIVÍSTICA, ARCHIVOS Y ARCHIVISTAS Carlos Garrido Vargas *
La Archivística es una disciplina que tiene teoría, metodología y un lenguaje o vocabulario propio. Para la doctora Antonia Heredia Herrera, archivera –como se dicen en España-, es “la ciencia de los documentos de archivo y de los archivos como custodios de aquellos y como sistemas responsables de su gestión, así como de la metodología aplicada a unos y otros y cuyo objetivo es potenciar el uso y servicio de los documentos y de los archivos” (Antonia Heredia Herrera: Lenguaje y vocabulario archivísticos, algo más que un diccionario, Junta de Andalucía, Sevilla, España, 2011. p. 44).
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a archivística se basa en dos principios básicos son su piedra angular: el principio de procedencia y respecto al orden original, y el ciclo vital del documento o teoría de las tres edades. El principio de procedencia es, quizá, como diría Heredia (2013, p. 59), el que da identidad con respecto a otras disciplinas. Enunciado allá por 1841 en Francia por el archivista Natalis de Wailly, tal principio nos dice que los documentos de un fondo no deben ser mezclados con los de otros fondos, respetando el orden con el cual se produjeron. El otro principio, el ciclo vital del documento, nacido en Estados Unidos en la primera mitad del siglo XX, nos dice que los documentos atraviesan por distintas edades o etapas: activa, semiactiva e inactiva. En la primera etapa los documentos se producen y sirven para llevar a cabo una serie de trámites y su consulta es constante; durante la etapa semiactiva, su uso es esporádico y se resguardan por si hubiera la necesidad de recurrir a ellos; en estas dos primeras etapas existe un valor administrativo del documento. En la última etapa, la inactiva, el valor administrativo ha caducado y los documentos, previa valoración, habrán de ser eliminados o conservados, sirviendo como fuente para investigaciones históricas, principalmente. Así mismo, la archivística se vale de una serie de funciones/procesos que forman parte de su cuerpo teórico-metodológico. Entre estas funciones/procesos tenemos la valoración documental, la organización y la descripción. La valoración supone la identificación y análisis de los valores documentales los cuales pueden ser administrativo, legal o fiscal (valores primarios) y testimonial, evidencial o histórico (valores secundarios). La organización se compone de dos actividades: clasificar y ordenar. No son sinónimos. La clasificación supone el establecimiento de clases, de jerarquías y se ve reflejada en el llamado Cuadro de Clasificación; mientras que la ordenación supone alineación –orden cronológico, alfabético, alfanumérico, entre otros-. La descripción por su parte implica la elaboración de una representación, básicamente, de documentos y del contexto en que estos se producen. Como toda disciplina, la archivística es proclive a replantearse su teoría y metodología. Sin embargo, ello no implica la negación de sus principios o un cambio radical de los mismos. La existencia de otras realidades como son los documentos y archivos electrónicos, no sugiere un viraje de 360 grados; más bien, una adecuación a esa realidad. El objeto de estudio de la archivística son los documentos, y de manera más precisa los documentos de archivo, aunque no de forma exclusiva, toda vez que existe otro objeto o mejor dicho sujeto: los Archivos –la institución que produce, resguarda y conserva los documentos-. El documento es un registro de información en cualquier soporte –papel, piedra, pergamino, plástico, vidrio, entre otros- y aunque el documento de archivo puede tener estas mismas características, la diferencia de éste con aquél está en que el documento de archivo es único, seriado, auténtico, íntegro, fiable, tiene productor, es testi6
monio y prueba de una o varias acciones. El documento de archivo, diría Heredia (Manual de Archivística Básica: Gestión y Sistemas, AHU/BUAP, 2013. p. 30), está enmarcado por dos coordenadas: “el productor que lo genera en virtud de las funciones que tiene atribuidas o reconocidas y la función/actividad que lo determina…”. Todos pueden ser documentos, pero no todos los documentos son documentos de archivo, es decir, proclives a formar parte de un fondo documental; de igual forma, no es documento de archivo por encontrarse en un Archivo, lo cual parecería una obviedad, sino por las características antes mencionadas. Entre las características del documento de archivo están el contenido, estructura, fecha, el tipo documental, el formato, firmas, productor o productores, sellos, por citar algunos. El documento de archivo se produce, no se crea. Por otra parte hay que aclarar que documento e información no son sinónimos aunque muchos, lo peor de todo es que también algunos archivistas, así lo estimen. El documento tiene información pero la información no es un documento. La información puede actualizarse, el documento de archivo no. La materia prima del archivista es el documento de archivo no la información como tal. Otra cosa es que todos los documentos, sean de archivo o no, tengan información. En cuanto al otro objeto o sujeto de estudio: el Archivo, habrá que decir que es la institución, el órgano, la unidad administrativa, familia, persona o sistema, que custodia los documentos y es responsable de las funciones, actividades y procesos relacionados con la gestión documental. Existen clases o tipos de Archivos de acuerdo a las funciones que se desarrollan en cada uno: Archivo de trámite/gestión/oficina, Archivo de concentración/intermedio y Archivo histórico. El Archivo de trámite es el que custodia los documentos de la etapa activa, dichos documentos se encuentran en tramitación. Los Archivos de Concentración son los responsables de custodiar los documentos cuya tramitación ha concluido pero se conservan por fines de aclaraciones o posibles consultas de los órganos productores. Estas dos clases o tipos de Archivos podemos denominarlos como administrativos. Por último, tenemos el Archivo histórico, cuya función en custodiar los documentos que han de conservarse de forma permanente, los cuales conforman el patrimonio documental. No todos los documentos que se producen se conservan en los Archivos históricos. Los profesionales encargados de la gestión documental y la administración de Archivos son los archivistas –archiveros, archivónomos, archivólogos, gestores documentales, según sea el país-. El archivista, entre varias definiciones, es “…aquella persona con formación especializada y competencia técnica en los diferentes ámbitos de la administración de documentos y archivos.” ( José Ramón Cruz Mundet: Diccionario de Archivística. Alianza Editorial, España, 2011. p. 76). Anteriormente, aunque no superado del todo, los Archivos eran vistos como lugares del castigo a los que enviaban a cualquier persona sin preparación para desarrollar las funciones y actividades propias de esta disciplina.
Por otro lado, en los Archivos históricos existía una larga tradición, no superada del todo aunque con otras características, de que llegaran profesionales de otras áreas tales como bibliotecarios o historiadores. Ello ha quedado de manifiesto en las formas de organización y descripción documental existentes en varios Archivos históricos. Heredia Herrera (2013, p. 25.), en alusión a los historiadores afirma que “…por el hecho de ser tales no son archiveros aunque en más de una ocasión, por ausencia de archiveros, bienintencionadamente, los han sustituido realizando actividades archivísticas a partir de una metodología propia cuyos resultados no siempre han sido afortunados”. Sin embargo, esto aplica también para otros profesionales como los bibliotecarios o los informáticos. Ello no supone negar el trabajo inter y multidisciplinario, siempre y cuando exista una formación en materia de archivos y archivística. En este sentido, más allá del nombre, que conviene tener presente, lo que importa en el fondo de todo esto es la “…responsabilidad que la tarea archivística implica como posibilidad de resguardo, organización y difusión de la actividad administrativa y de la memoria histórica de la humanidad” (Gustavo Villanueva Bazán: La Archivística: Objeto e identidad, Archivo Histórico BUAP/ RENAIES/H. Ayuntamiento de Puebla de Zaragoza, México, 2007. p. 56) Debe quedar claro que quienes se dedican de manera profesional a esta disciplina beben ser personas preparadas y capacitadas, y que existe todo un corpus teóricometodológico que sustenta su actuar. Los archivistas, entre otros, son los responsable de la conformación y conservación del patrimonio documental, y de parte de la memoria del mundo. * El autor cuenta con Maestría en Gestión Documental y Administración de Archivos por la Universidad Internacional de Andalucía, y es profesor/investigador del Archivo Histórico Universitario de la BUAP.
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José Fragoso Cervón*
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ste método es importante porque permite contrastar los discursos vivenciales del mundo de los alucinados y los del mundo de los hombres grises de finales del siglo pasado. Ello sirve para comprender los cambios generacionales de interpretación de la sociedad de la segunda mitad años del siglo XX. Era un alucine escuchar el regaño de los hombres grises: “te estas convirtiendo en un vicioso rebelde sin causa”, “deja de fumar esa maldita yerba y de escuchar esa música loca (Rock, Elvis Presley, Riky Nelson, Boby Darin, Rolling Stones, Beatles, etc.)”, “deja de imitar a esos actores antisociales” (Marlon Brando, Sandra Dee, James Dean, etc.); además, “ya deja esas lecturas (Alma Encadenada, la Náusea, las producciones de editorial Duda, Las Enseñanzas de Don Juan, Un Mundo Feliz, etc.), que te están enfermando la mente”. Todo eso me lo decía mi padre medio borracho, con una cuba de ron Batey en la mano (cirrosis) y un cigarro del Prado en la otra (cáncer). Lo recuerdo sentado brindando frente a la televisión viendo las transmisiones de Box el sábado por la tarde–noche, también viendo (bastante incrospido) en las mañanas del domingo el fútbol, (por supuesto, fanático del América) comentado por Fernando Marcos (“se me hace muy redondo para huevo y muy ojón para paloma”) y en la tarde los toros de la plaza México reseñados por un tal Paco Malgesto (“el torero le dio un pase hooondo y profuuuundo de pecho al toro”). Sus argumentos sobre el “bien social” los sacaba del televisivo noticiero diario “24 horas” de Martínez Carpinteyro primeramente, y después del conductista Jacobo Zabludovsky (que dizque intelectual). Hacía un par de décadas había terminado la segunda guerra mundial y nos encontrábamos en el periodo de la guerra fría que dividió al mundo en dos bloques (capitalistas y socialistas) metidos en una carrera de desarrollo de las más sofisticadas armas nucleares indispensables para una la tercera guerra mundial (no chingues): los arsenales atómicos llegaron a ser tan grandes que podían acabar infinidad de veces no sólo la vida orgánica de la tierra, sino la tierra misma (¡chíngale!). Lo angustiante era que con sólo apretar un botón, los radares de uno y otro lado, automáticamente desatarían una serie de réplicas y contra-réplicas que acabarían con todo. Lo más terrorífico era que un hombrecillo en la borrachera del poder y con la justificación de la defensa de la hegemonía de su país lo podía hacer.
Esa época se caracterizaba por la masiva propaganda del triunfo yanqui en revistas como Selecciones del Reader Digest, Life y muchas otras; también en el cine, con películas como Proa al sol, Brindis de Sangre, Tiburones de Acero Los Puentes de Toko-Ri, El Día D y otras; en libros, en el radio, etc. El argumento en muchos casos consistía en presentar como un sólo gringo acababa con un ejército de malditos alemanes o Japoneses (cualquier Rocky actual por poner un ejemplo, se les quedaba chico). Si bien México sólo participó con un “escuadrón” (el 201) en la II Guerra, la victoriosa propaganda militar gringa hacia que la mentalidad de nuestros padres fuera semi- militarista y sumamente autoritaria (al menos la de la inmensa mayoría, para no herir susceptibilidades) y se creyeran mínimamente sargentos. Y es ahí donde estaba el quid del problema: la educación y el trato (en casa, escuela y sociedad) que recibíamos era la de viles soldados rasos. Y así como en la milicia, las órdenes que se nos daban no se discutían, se obedecían y se tenían que ejecutar sin ningún tipo de protesta; otra cosa significaba insubordinación y se castigaba. Así, nuestra generación estaba condenada a ser obediente y sin imaginación, o bien ser escarmentada principalmente en la parte económica (a los jóvenes no nos daban domingo, o se a las mujeres se les quitaba el permiso para salir a fiestas). Para el hombre, la disciplina casera empezaba con la creación de una imagen de gente decente: teníamos que cortarnos el pelo a la ”brosh” (tipo soldado americano) o de casquete corto, llegar a casa a las 6 de la tarde, los menores de 16 años, y a las 9 de la noche los jóvenes de mayor edad; no fumar, no tomar, tener permiso para ir a fiestas sólo los fines de semana (si te portabas bien) y llegar temprano, vestir como gente bien (pantalón de pinzas y con valenciana tipo militar) y, eso sí, los zapatos bien boleados. La frase favorita que se soltaban era: “como te ven te tratan”. Y como no nos gustaba el mundo que se nos estaban heredando, se desató una lucha generacional a fin de que jóvenes pudiéramos ser libres (let it be, peace and love) y buscar nuestra propia filosofía de la vida. Y fuimos rebeldes sin causa, mugrosos hippies mariguanos o radicales de izquierda. La verdad es que había de tocho y para tochos. ¡Qué pinche alucine! * El autor es Doctor en Sociología Jurídica por la BUAP y cuatachín.
El fin de semana del Memorial Day (Día de los caídos-lunes 30 de mayo) en Estados Unidos cobró sus víctimas. Fecha conmemorativa de las pérdidas humanas de las fuerzas armadas norteamericanas habidas en combate en las guerras por ellas emprendidas, es celebrada cada año el último lunes del mes de mayo. • Desde la noche del viernes 27 de mayo hasta la noche del lunes siguiente, en Chicago hubo 49 tiroteos, 64 heridos de bala con 6 muertos. • Mujeres: 8 (1 fallecida) y hombres el resto: 56 (7 fallecidos). • Hispanos: 11; blancos: 1; afroamericanos (para ser políticamente correcta): 52. • Esta ciudad de 2.7 millones de habitantes, solamente detrás de Nueva York y Los Ángeles en cantidad de población en EU, ha sufrido ya antes del mentado Memorial Day:177 tiroteos en 2016 con 233 personas fallecidas. • El incremento respecto al mismo periodo del año anterior es del 50%. • El 78% de los baleados (50 víctimas) están en los registros de la policía. Son reincidentes de algún modo: han baleado a alguien o han sido baleados en el pasado: miembros de pandillas casi seguramente. • De las víctimas de este fin de semana, una ha sido baleada ya en 3 ocasiones. • Estudios realizados muestran que solamente 1 habitante de Chicago de cada 3 piensa que la policía hace un buen trabajo. El 50% opina que llamar a la policía en caso de violencia solamente empeora las cosas. • Hay que señalar que la opinión ciudadana está influida por el hecho de que de los homicidios ocurridos en 2015, aproximadamente 470, solamente ¼ fueron resueltos. • ¿Por qué la inmensa mayoría de los heridos son negros? Fuente:http://www.nytimes.com/interactive/2016/06/04/us/chicago-shootings. html?emc=edit_na_20160605&nlid=66708203&ref=cta&_r=0
Solución al Reincigrama de este número
Director y editor: Enrique Condés Lara Consejo Editorial: Mariano E. Torres Bautista, Juan Lozada León, José Fragoso Cervón, María de Lourdes Herrera Feria, Hugo López Coronel, Gabriela Breña, Francisco Hernández Echeverría Cecilia Vázquez Ahumada y Eulogio Romero Rodríguez, Octavio Spíndola Zago Corrección: Enrique Condés Breña Diseño: El Errante Editor Correo electrónico: buzon.reincidente@gmail.com *No incluye sección de Sociales
RE~INCIDENTE. Año VII. No. 129. Primera quincena de septiembre de 2016. Es una publicación quincenal editada por el C. Enrique Condés Lara, domicilio Costado del Atrio de San Francisco 22 bis. Cuadrante de san Francisco, Delegación Coyoacán, CP. 04320, tel. (55) 55-17-76-63. Correo electrónico: buzon.reincidente@gmail.com. Editor responsable: Enrique Condés Lara. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo 04-2011-032210460200-101. ISSN: 2007-476X. Otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Certificado de Licitud y Contenido No. 15198 otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas de la Secretaría de Gobernación. Impresa en los talleres de El Errante, Editor. Privada Emiliano Zapata No. 5947, San Baltasar Campeche, Puebla Pue. C.P. 72550. Este número se terminó de imprimir en septiembre de 2016 con un tiraje de 5000 ejemplares. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de RE-INCIDENTE.
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ero cómo han cambiado los tiempos. Hasta hace cosa de un siglo, los hijos acataban el cuarto mandamiento (“Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar”), como un verdadero dictamen de Dios. Imperaban normas estrictas de educación: Nadie se sentaba a la mesa antes que el padre, nadie hablaba sin permiso del padre, nadie se levantaba de la mesa si el padre no se había levantado antes; por algo era el padre. La madre fue siempre el eje sentimental de la casa, el padre siempre la autoridad suprema. Todo empezó a cambiar hace unas siete décadas, cuando el padre dejó de ser el padre y se convirtió en papá. El mero sustantivo era ya una derrota. Padre es una palabra sólida, rocosa, imponente; papá es un apelativo para oso de felpa o para perro faldero; da demasiada confianza. Además, con el uso de papá el hijo se sintió autorizado para protestar, cosa que nunca había ocurrido cuando el papá era el padre. A diferencia del padre, el papá era tolerante. Permitía al hijo que fumara en su presencia, en vez de arrancarle los dientes con una trompada, como hacía el padre en circunstancias parecidas. Los hijos empezaron a llevar amigos a la casa y a organizar bailes y fiestas, mientras papá y mamá se desvelaban y comentaban en voz baja: “Bueno, por lo menos tranquiliza saber que están to-
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mándose unos tragos en casa y no en quién sabe dónde”. El papá marcó un acercamiento generacional muy importante, algo que el padre desaconsejaba por completo. Los hijos empezaron a comer en la sala mirando la tele, mientras papá y mamá lo hacían solos en la mesa. Papá seguía siendo la autoridad de la casa, pero una autoridad bastante maltrecha. Era, en fin, un tipo querido; lavaba, planchaba, cocinaba y, además, se le podía pedir un consejo o también dinero prestado. Y entonces vino ¡papi! Papi es un invento reciente de los últimos 20 ó 30 años. Descendiente menguado y raquítico de padre y de papá, ya que ni siquiera se le consulta ni se le pregunta nada. Simplemente se le notifica. “Papi, me llevo el coche, dame para gasolina”. Incluso, le ordenan que se vaya al cine con mami mientras los hijos están de fiesta en casa. Lo tutean y hasta le indican cómo dirigirse a ellos: ¡Papi, no me vuelvas a llamar “chiquita” delante de Jonathan! No se sabe qué seguirá después de papi. Quizá la esclavitud o el destierro definitivo. Como han sido las cosas, la perspectiva se anticipa aterradora. Después de haber sido alguien nieto de padre, hijo de papá y papi para sus hijos, seguramente sus nietos le empezaran a llamar “¡¡¡pa...!!!”... ¿¿PA´QUÉ SIRVES??