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MANUEL ABUD

CEO La Academia Latina de la Grabación

Esindudable que los devastadores efectos de esta pandemia dejarán huella indeleble en nuestra generación, por lo que mi primera reflexión es de solidaridad, empatía y apoyo a todos aquellos que perdieron a un ser querido. La industria de la música ha sido una de las más afectadas por este desequilibrio mundial. Muchos miembros de nuestra comunidad perdieron abruptamente su trabajo y principal medio de sustento; de un momento a otro se quedaron con pocas opciones para seguir desarrollando su arte. Como toda gran crisis, esta pandemia también ha sacado lo mejor de las personas y nos ha dado lecciones invaluables. Una de ellas es la reafirmación de la música como lenguaje universal. La música nos humaniza, ayuda al saneamiento comunitario y es un medio de inspiración. Durante el primer año de la pandemia, la música nos unió. Fue impresionante ver cómo los artistas y músicos salían a sus balcones a compartir su talento.

Estados Unidos de América

Regalaron alegría en medio de la incertidumbre y el dolor. Esas imágenes quedarán plasmadas en nuestra memoria para siempre.

La pandemia nos sirvió además para recordar que pocas cosas nos conmueven tanto como experimentar la música en vivo. Poco a poco, en este segundo año en el que por fin podemos volver a estar juntos, hemos sentido de nuevo la energía que solo se genera con un espectáculo musical en vivo. Y creo que estos regresarán con más fuerza. Pareciera como si la pandemia nos hubiera recordado lo mucho que la convivencia y la música nos dan.

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