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FERNANDO VICARIO

Director Consultores Culturales

Comencé a trabajar en el mundo de la cultura desde el terreno de lo internacional. Ahora lo vivo desde lo local. De los grandes acuerdos, convenios y pactos de cooperación para el desarrollo cultural, a los espacios de bailes locales, gastronomías propias, mercados municipales y casas de la cultura para los habitantes del lugar; un cambio que me está enseñando que la mejor forma de devolver la cultura a la gente es repensar su papel en los territorios que hemos olvidado por el auge de los megaespacios y las megaciudades. Nos ensordecieron los best seller y la cultura mainstream. Nos cegó el auge de esa economía de la creatividad basada en la masificación y nos nubló la vista “el color del dinero”, que de pronto se volvió naranja. Como siempre, el reto es aprender de lo vivido para poderlo vivir mejor. No pretendo que se deje de trabajar en lo internacional, no busco que se acabe el proceso imprescindible de cooperación ni creo que sea bueno derribar los logros de las industrias de la cultura conseguidos hasta el momento.

Pero a todo ello hemos de devolverle la mirada y el peso de lo local, de la diversidad, de la identidad propia de quienes de verdad construyen miradas diferentes y nos regalan esa heterogeneidad que es la sal de la vida. Todo se construyó con parámetros excesivamente comunes para facilitar su expansión, ahora hemos de facilitar la inclusión de quienes hemos sacado, de aquellos a quienes hemos silenciado. Es la esencia de la cultura, la capacidad de estar juntos con quienes no conocemos y queremos conocer.

Parafraseando al poeta Celaya, la cultura es un arma cargada de futuro, y el futuro o lo llenamos de diversidad o estamos abocados a un mundo repleto de excluidos.

Recuperemos lo local en la mirada de la industria cultural. Volvamos a pensar en pequeño para tener grandes triunfos, que no son solo los que generan dinero, son sobre todo los que propician inclusiones y valores compartidos. Este es el reto del siglo XXI: incluir y hacerlo con equidad.

La cultura es un arma cargada de futuro, y el futuro o lo llenamos de diversidad o estamos abocados a un mundo repleto de excluidos. Fernando Vicario

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