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Mujer, identidad e imagen

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Identidad Boricua

Identidad Boricua

Adriana Esteve G.

Office at Night, Edward Hopper, 1940.

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La mujer ha sido ampliamente representada en el arte y ahora también en los medios digitales. En el siglo XXI, el siglo de la imagen, en el que se comparten miles de ellas por segundo —y a las que en muchas ocasiones se les otorga la condición de verdad por el mero hecho de ser vistas—, las mujeres aparecen constantemente, ya sea en entornos culturales como los museos o en la publicidad de medios digitales. En este contexto empiezan a surgir preguntas, que no necesariamente cuentan con una respuesta única, pero que pueden ayudar a reflexionar el tema: ¿Qué mujer es la que vemos representada?, ¿están todas?, ¿siempre es la misma?, ¿qué realiza en la imagen?

Para tratar de dar respuesta a algunas de estas preguntas empecemos por definir que para este texto la identidad de la mujer se constituye por el conjunto de acciones y actitudes socialmente aceptadas. Y, ¿cómo se definen estás? a través del lenguaje visual, el lenguaje oral/escrito y su reiteración en el tiempo.

En este caso hablaremos del lenguaje oral/ escrito y del visual, son lenguajes que se alimentan mutuamente, que poseen características y consecuencias similares, como otorgar lugar o invisibilizar, ignorar o reconocer, violentar o apoyar.

En el caso del oral/escrito tomemos como ejemplo el diccionario más usado en el castellano, el de la Real Academia de la Lengua Española, donde en varias de las acepciones de mujer la define por sus atributos sexuales o por su actividad laboral limitada a los cuidados del hogar o por dedicarse a la prostitución:

3. f. mujer que tiene las cualidades consideradas femeninas por excelencia. ¡Esa sí que es una mujer! U. t. c. adj. Muy mujer. mujer de la calle 1. f. mujer normal y corriente. 2. f. Prostituta que busca a sus clientes en la calle. mujer del partido 1. f. prostituta. mujer fatal 1. f. mujer seductora que ejerce sobre los hombres una atracción irresistible y peligrosa. mujer mundana 1. f. p. us. prostituta.

mujer objeto 1. f. mujer que es valorada exclusivamente por su belleza o atractivo sexual. mujer pública 1. f. prostituta. pobre mujer 1. f. mujer de cortos talentos e instrucción. 2. f. mujer de poca habilidad y sin vigor ni resolución. ser mujer una niña o adolescente 1. loc. verb. Haber tenido la menstruación por primera vez.

Si la Real Academia además de normar el lenguaje es un registro de su uso, queda de manifiesto la imagen que se sigue proponiendo de la mujer. Consideremos otro caso, un grupo escolar donde la mayoría son niñas, pero deben hablar en masculino por ser el plural genérico de la lengua castellana, pero cuando salen los niños del salón ya pueden hablar en femenino ¿Qué le significa a esas niñas en términos de identidad este plural masculino genérico?, ¿realmente se sienten incluidas?, ¿se considerarán igual que los niños?, son preguntas para reflexionar cómo impacta a las niñas y mujeres el no ser nombradas si hay un hombre presente. Y porque lo mismo que en el lenguaje oral/escrito ocurre en la imagen, en ella vemos características construidas por las relaciones en las que viven. ¿Por qué la mujer ha tardado tantos años en querer ser tratada y mostrada de otra forma? ¿Qué razón hay para que la mujer no sea mostrada en más variedad de profesiones?, ¿por qué la mujer está definida por su belleza física o por su estado civil? Son preguntas que surgen al revisar el registro de la imagen que se ve en la pintura de caballete o en la publicidad.

Aún en el siglo XXI, con más mujeres que cuentan con estudios y que se dedican a mayor variedad de trabajos, sigue habiendo una mayoría de ellas subordinadas y sin acceso a derechos básicos. Al hacer un breve recorrido por las imágenes publicitarias es común ver a la mujer en trabajos menos demandantes intelectualmente que los realizados por los hombres, pero sí que las encontramos en trabajos de asistencia, cuidados o limpieza. En muchos casos lo que vemos son hombres en la imagen realizando actividades donde podría haber mujeres, pero no las hay y es normal para todos no verlas, ver sólo hombres trabajar, hacer deporte, descansar.

En la imagen y en el texto debería haber diversidad, diferentes culturas, colores, cuerpos. Las mujeres no siempre enfrentan lo mismo; hay mujeres que luchan por ser libres, por la capacidad de decidir trabajar, qué ropa usar, si quieren tener hijos o no. Las luchas y necesidades son distintas, no hay una mujer, hay multiplicidad de ellas, se debe considerar que no todas requieren lo mismo, y para que dejen de ser ignoradas o menospreciadas hay que cambiar el paradigma establecido; la diversidad de mujeres en las imágenes las hacen visibles, por ello

Desnudo Barroco, German Gedovius, 1920. Museo Nacional de Arte INBA Si la Real Academia además de normar el lenguaje es un registro de su uso, queda de manifiesto la imagen que se sigue proponiendo de la mujer.

It Was The Sound Of Their Feet, Aleah Chapin, 2014. Oil on linen

la importancia de que se vean mujeres de distintas edades, cuerpos, colores, culturas y acciones.

Como conclusión, a las mujeres se les ha asignado un lugar y posición a través del silencio o al no ser incluidas en mayor diversidad de imágenes, ni representadas en actividades que salen del estereotipo femenino o en actividades llamadas masculinas, como la política o el deporte. Por ello importa que las mismas mujeres se nombren y se muestren en imágenes, para moverse del lugar asignado y tomar posición en otros espacios, nombrarlas y nombrarse, ser sujeto llamado y que llama. Al final buscar contenidos que muestren la diversidad de ellas y que existen.

Adriana Esteve es diseñadora editorial, originaria de la Ciudad de México y doctoranda en Cartografías del Arte Contemporáneo por el INBAL. Su tema de interés es la imagen de la mujer y la falta de diversidad de mujeres en las imágenes, así como el lenguaje y su impacto en la identidad femenina.

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