Finalmente, debemos recordar que trabajar a distancia no significa que los horarios no existen. Debemos estipular hora de inicio y hora de fin de jornada, así como también respetar el tiempo libre de los que no laboran en la oficina, sus horas de comida y momentos en los que ellos mismos notifican sobre juntas en las que estarán participando o traslados hacia citas con otros clientes. La clave es empatía, por lo que es indispensable hacer un esfuerzo por estar al tanto del avance de cualquier empleado sin convertirnos en un obseso del control. Abrir espacios para tener reuniones por video solo por el gusto de compartir anécdotas con los compañeros y permitir que un chat también se convierta en otra herramienta para crecer la relación con todos los de tu empresa. También es la oportunidad para los colaboradores de tener una mayor satisfacción en el avance
de sus carreras y en la relación vida-trabajo; si bien es cierto que la práctica más común es la saturación de trabajo, las buenas prácticas se encaminan a desarrollar hábitos que permitan limitar el tiempo de trabajo, enfocarse en resultados, destinar más tiempo al crecimiento profesional y personal, y dedicar mayor y mejor tiempo a la familia. El Covid-19 está cambiando muchas cosas en nuestra vida. Qué mejor oportunidad para buscar el equilibrio en las actividades de trabajo, personales, espirituales, sociales y familiares. Colaboración: C.P.C. M.I. Mario Rizo Rivas mario.rizo@mx.gt.com