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Lisandro Meza, el artista de la alegría del Caribe

Por Ensuncho de la Bárcena1

Uno escucha el nombre de Lisandro Meza y evoca alegría, porque cuando interpreta el acordeón da alegría, sentimiento.

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Cuando se escucha a este hombre juguetón y cuando suena su acordeón manifiesta todo. Nacido en Los

Palmitos (Sucre), un pueblo pequeño, bendecido por el Divino Rostro del Campano, que apareció en año 1933, en una imagen que generó mucha devoción.

“Cuando la gente me pregunta cuántos países conoces, yo le digo a mí no me hable de países sino de continentes. Soy de los pocos artistas colombianos que he ido dos veces al África, conozco a Centroamérica, el Cono Sur, Europa, Norte América”, dice el artista.

E: ¿Quiénes eran sus padres, cómo se llamaban y cuántos hermanos tiene usted?

L: Sí, yo soy hijo de Reimundo Meza y Victoria

Márquez; somos ocho hermanos, ya se nos murió uno, Jorge Meza.

E: ¿A qué se dedicaban sus padres por allá en 1939?

L: Mi padre era contratista de madera; tenía un aserrío, era agricultor, teníamos una familia bien alimentada y querida por sus padres. Todas las cosas que cosechó mi padre la hemos recogido sus hijos.

1 Entrevista realizada el 25 de Julio de 2020, por Ensuncho de la Bárcena. https://www.facebook.com/watch/?v=975729692879296 Lisandro Meza http://me-tro.blogspot.com/2013/10/lisandro-meza-lejania.html

E: Su madre, ¿a qué se dedicaba?

L: Mi mamá, era ama de casa. E: Usted nació el 26 de septiembre de 1939. Es un cantautor muy conocido en varios continentes; es un gran colombiano porque ha llevado la música a muchas partes, ¿en qué momento tiene contacto con la música, qué instrumento interpreta y cuándo tiene el primer contacto con el acordeón?

L: Yo aprendí con un acordeón pirata. Aprendí de un acordeón que le sacaba de un obrero de mi padre que lo llevaba a la finca y cuando salía a las labores del campo él tenía un acordeón y yo se lo sacaba de una maleta. Me hice a una ganzúa y le sacaba el instrumento. Ahí aprendí a tocarlo. Le decía a Socarrás si tenía pacto con el demonio porque sonaba sólo el acordeón, pero el que lo estaba tocando era yo. De la finca La Armenia en

Magdalena, la finca del doctor Chávez. Me descubrieron porque una vez se emborrachó Pedro Socarrás, que era el dueño del acordeón; lo tenían en una cama de tijera, se emborrachó

Pedro, yo le dije a un primo que se llamaba Edison: agarre la guacharaca para que me acompañe, me dijo que si estaba loco, entonces cogí el acordeón me puse a tocarlo, se sorprendió y comenzó a tocar la guacharaca, el que tocaba la

caja estaba dormido; agarró la caja y comenzó a acompañarme. La gente que estaba en el patio se acercó y vio que el que estaba tocando era yo, ahí me vio el tío, que fue quien me descubrió. Me puse a llorar del susto, porque pensé que me iban a regañar, porque agarrar un instrumento sin el permiso del dueño era un atrevimiento. Le avisaron a mi padre, él se vino y yo de la alegría solté el acordeón y lo abracé, después de que lo suelto me pregunto: ¿quién te enseñó?, y le dije, yo solo. Ese día él mandó a comprar un acordeón a Plato, Magdalena. Me compraron un acordeón que valió $75. Ahí comencé a tocar el acordeón y grabé mi primer disco que se llamaba Los ojos de Celina.

E: ¿Qué edad tenía usted cuando grabó el primer disco?

L: Tenía 14 años. Era en acetato, grabé y canté. Me sonaba muy desafinado, pero grabé el primer 78 rpm, tocaba en los picós (fiestas), para que me colocaran los discos. Un día le dije a un muchacho: ¿sabe quién toca ahí?, él me dijo: ¿quién?, yo le dije: ese soy yo, él no lo creyó. Le dije ponga el disco y verá que canto igual, lo puso y se dio cuenta que era cierto.

E: ¿Dónde fue esa primera grabación suya?

L: La primera grabación la hice en Magangué, luego grabé con Carlos y Roberto Román, Los Vallenatos, eran los que acompañaban a Aníbal Velázquez,- en esa época. Yo reemplacé a Aníbal Velásquez porque ellos pelearon; de ahí fui cogiendo fama y grabé con Los Vallenatos del Magdalena, Lisandro

Meza y Los Muchachos de El Pinal.

Lisandro y los Corraleros

E: ¿Cómo llegó usted a los Corraleros de Majagual?, porque esa fue su primera agrupación de gran éxito.

L: Yo llegué a los Corraleros de Majagual en el año 65, que salió Alfredo Gutiérrez, me tocó reemplazarlo, pero le cambié el estilo, no podía tocar el acordeón como Alfredo porque lo tocaba rápido, porque yo tengo un concepto diferente de la música. Hice el primer arreglo de Suéltala pa' que se defienda, le incluí el bajo electrónico, se oyó algo diferente; hice arreglo de canciones como La burrita, Hace un mes, La vieja Pancha, El caballo relinchón, de Calixto Ochoa… una cantidad de arreglos y me cogieron confianza, y me cogieron cariño los compañeros de los Corraleros. E: Maestro, cuéntenos la historia suya en Los

Corraleros, esa agrupación histórica, cómo fue que usted llegó, por sugerencia de quién, cómo se dio ese paso…

L: Kike Bonfante me llamó y fui a reemplazar a Alfredo

Gutiérrez y ahí fue cuando hice los arreglos de todos esos temas que te dije. Yo grabé en Bogotá un disco Mosaico Doble 0, con Discos Vergara y

Juventud plaga y loca, comenzó el disco a sonar en Barranquilla y cogí fama, de un muchacho de la Sabana y me llamaron a reemplazar a Alfredo

Gutiérrez. E: Alfredo Gutiérrez es de Palmito, ¿usted lo conocía?

L: Alfredo es de Paloquemao, de un corregimiento de Palmito.

L: A Alfredo lo conocí en la casa de Calixto Ochoa, que estábamos haciendo unos arreglos para acordeones, ahí conocí a Alfredo. Fue creciendo y cogiendo fama y una vez lo llamé y le dije como debía comportarse, porque era muy loco; le dije que los artistas no se comportaban así, que tenía que comportarse como era Lisandro Meza y él me puso atención, él es un gran músico.

E: Usted le “jaló” las orejas para que se comportara bien.

L: Sí, exacto. Luego crecieron mis hijos Charo Meza, tengo a Joche que me toca el acordeón en el grupo,

Lisandro Meza Jr. el nieto, ese legado musical del cual estoy muy orgulloso.

E: ¿Usted tiene 14 hijos?

L: Sí, 14 hijos. E: Tengo entendido que Los Corraleros de Majagual fue una agrupación que fundó Toño Fuentes, ¿cómo fue ese contacto con él? porque la disquera funcionaba en Medellín, cuéntenos esa experiencia con Discos

Fuentes.

L: Al salir Alfredo de Los Corraleros se quedaron sin acordeonista, entonces Kike Bonfante, mira hay un muchacho en la Sabana, que suena bien y toca bien el acordeón, y como el pez grande se traga al más pequeño, entonces yo deseoso de estar con Los Corraleros y con una casa disquera como Discos Fuentes, me llamaron a reemplazar a

Alfredo Gutiérrez.

Yo le fui sincero al viejo Toño Fuentes. Le dije: yo tengo un concepto diferente de la música, no

toco el acordeón como Alfredo Gutiérrez, no lo toco tan rápido, tengo un estilo, porque yo estaba creando mi propio estilo, me gusta inventar mis propias cosas. Me dijo: ¿qué vas hacer?, le dije, yo hago una maqueta y si le gusta me quedo con Los Corraleros y si no, me voy. Le gustó a él mi sinceridad y franqueza

La primera fue Suéltala pa' que se defienda, el timbalero fue Fruko, tenía 12 años, ahí fue donde (sic) le puse el sobrenombre de Fruko, porque se parecía a una muñeca que estaba afuera en una pancarta de la fábrica. Era una muñeca que tenía un solo diente y la cabellera desordenada. Se parecía mucho a Fruko, igualito y cuando me preguntaron quién iba a tocar los timbales, yo dije Fruko, y se me quedó mirando y se quedó así.

Los hijos de La Niña Luz

E: En los Corraleros había grandes músicos, por ejemplo, Chelo Cáceres, ¿qué me puede decir de él?

L: Un gran músico y arreglista. Tenía un arreglo muy hermoso, después llegó Ramón Darío Benítez, duré 14 años con Los Corraleros. Cuando salí quedé con las ganas de tener un grupo que sonara como ellos, pero no los encontraba, entonces me fui para Medellín a hacer una diligencia y a grabar. Cuando vine me contaron que había venido un empresario buscando a Lisandro Meza para que tocara en una fiesta en Momíl, Córdoba. Cuando llegó, solo encontró a mis hijos que estaban pequeños, sonando el acordeón, la guitarra, la caja, el tambor. Preguntó por mí y ellos le dijeron que no estaba y dijo: si no está Lisandro me llevo a los hijos de la niña Luz, y me dijeron que él se los llevó. De inmediato se me vino a la cabeza y dije: así se va a llamar la agrupación:

Lisandro Meza y los Hijos de la

Niña Luz y grabamos el primer disco, Las tapas. L: Mi esposa, la mamá de mis hijos. L: Siete, los mayores. L: Lisandro Meza Jr., José Luis, Bertha Lucía, cantante, Patricia, que es la administradora; Lina Meza, médica; Silvia Meza, la esposa de Lucho Ossa; Joche que es el cantante y músico, porque me acompaña en el acordeón.

Las tapas están en el suelo…

E: Los primeros discos que graban son El saludo, La gorra que no se me cae y Las tapas. ¿Cómo fue la grabación de Las tapas, dónde se produjo y quién fue el productor de ese disco?

L: Las tapas la grabé en Discos Fuentes; me llevé a Joe Arroyo para que cantara ese tema, pero cuando se lo solté me di cuenta que le faltara verraquera, no tenía la savia del folclor. Yo le dije: Joe más adelante vas a tocar otra cosa, porque este tema lo voy tocar yo, porque uno sabe la malicia y las ganas, porque ese tema es de malicia, entonces, grabé Las tapas. La primera vez que me bajé en Palmito en la variante, en una cantina, un muchacho me dijo: oye viejo Lisandro, de dónde vienes, le dije de Medellín. Acá te traje algo para que lo pongas y si te suena y le saqué el disco. Y lo pone, había como cuatro borrachos y se pusieron a bailar y lo pidieron varias veces, yo dije: esto va a

E: La Niña Luz ¿quién es?, cuéntanos. ser un escándalo.

Lisandro Meza https://www.scoopnest.com/es/user/CaracolTV/990402788923527169-lisandro-meza-

E: ¿Cuántos hijos tuvo con ella?

E: ¿Cuáles son los nombres?

un-artista-que-logr-llevar-al-vallenato-al-otro-lado-del-mundo Una vez fui a Cartagena a hacer una diligencia, sin saber que el disco estaba en apogeo, un 8 de noviembre y había un picó y sonó como cuatro veces. Dije, sí, me lo habían contado y no lo creía.

Una vez fuimos a Valledupar y estaba un tipo con la esposa. Escucharon en un picó Las tapas, pararon el carro y se bajaron a bailar los cuatros en la mitad de la calle. Ese disco llegó a Cartagena, a Barranquilla, a todas partes. Ese fue el gran éxito.

E: Usted es conocido como el Rey de la Cumbia, es auténtico por su estilo y porque viene de una zona caracterizada por la cumbia, por su origen…

L: Tengo una canción y un poema sobre los Montes de María:

Montes de María al pie de un palo de campano Montes de María allí hay un sueño provinciano, anoche tuve un sueño que me llenó de ilusión.

Soñé que era un ricacho y que estaba echando bueno que era amigo del gobierno y me prestaban atención y consigo solución para todos los problemas que sufre la gente buena que vive allá en mi región.

Montes de María al pie de un palo de campano Montes de María allí hay un sueño provinciano.

E ¿Usted conoció a Andrés Landero?

L: Sí, claro, mi gran amigo, lo sentí mucho cuando murió, era muy auténtico, así como hablaba cantaba. No grabamos nunca.

E: ¿Usted conoció a los Gaiteros de San Jacinto, estuvo cerca de ellos?

L: Mira cuando yo salía a las corralejas, a rebuscarme con mi grupo, con la guacharaca y la caja, la tumbadora y el acordeón, yo dejaba a los muchachos en cualquier cantina, tómense una cerveza,- mientras regreso.

Yo acompañaba a tocar a Toño Fernández el gaitero de San Jacinto, salía a acompañarlos para aprender cómo se tocaba el llamador, el tambor, los instrumentos, para saber más del folclor. Yo conozco los ritmos de la cumbia, del mapalé y el fandango, porque conozco la malicia y la tonada de cada instrumento. Tocaba el tambor y las maracas con ellos, para cogerle el son a la cumbia sanjasintera. Yo aprendí de los Gaiteros de San Jacinto.

La Miseria humana

E: En el año 75 le puso música de Gabriel Escorcia

Gravini y esa grabación sigue siendo muy escuchada.

Cuéntenos la historia de La miseria humana, ¿cómo se acercó a este poema y le puso música?

L: Una vez estaba en mi casa durmiendo y llegaron unos borrachos y se ubicaron en una terraza a cantar La miseria humana. Yo llamé a Luz, estás escuchando eso, tiene una profundidad, la letra.

Yo nunca había escuchado, y quién canta eso; me dijo, debe ser uno que le dicen el Pisolo, que canta esas cosas.

Luego me fui para la finca. A las seis de la mañana me lo encontré en un barrio que le dicen Tingale, le dije: ¡epa!, ustedes fueron los que no me dejaron dormir; me contestó: viejo Lisa, me deja para la botellita. Yo se las doy pero si me cantan de nuevo la poesía que cantaron anoche; me dijo, hasta diez veces te la cantamos.

Me regresé, les compré la botella y traje la grabadora y les grabé la canción y me puse a escucharla. No sé a qué horas regresé a la finca, porque la estaba escuchando. Cuando regresé ya le tenía la música; como a las nueve de la mañana la tenía lista, porque eso era un poema que no tenía música.

Yo grabé La miseria humana en tonada de poesía, 36 versos, me tuve que grabar la tonada de la poesía, porque es algo diferente.

Una noche de misterio, estando el mundo dormido buscando un amor perdido, pasé por el cementerio desde el azul hemisferio, la luna su luz ponía sobre la muralla fría, de la necrópolis santa en donde a los muertos canta, el búho su triste elegía.

Ensuncho de la Bárcena. Comunicador Social de la Universidad de Bogotá, Jorge Tadeo Lozano, Seccional del Caribe (2001). Autor de los libros “El Poeta en el Hotel” (2004) y “La voz desconocida. Del blog al papel” (2010). Actual estudiante del Máster de Escritura Creativa en la Universidad de Salamanca (España).

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