VOLUMEN 18 EDICIÓN 1 FEB-ABR
Estrategia de control de Erwinia amylovora a través de inductores de resistencia sistémica vegetal y agentes modificadores de condiciones favorables para su proliferación
Ing. Juan Carlos González Hernández Asesor técnico
E
xisten diversas enfermedades en el manejo fitosanitario de manzano durante todo su ciclo productivo que pueden manifestarse en etapas cruciales que expresen una buena producción y calidad de frutos.
Erwinia amylovora es el agente causal de mancha de fuego o fuego bacteriano, una de las enfermedades con más incidencia y propagación del manzano, existen diferentes variables que influyen en la presencia del patógeno como: presencia del inóculo, manejo agronómico y condiciones ambientales; entre otras, que son favorables para la propagación de la bacteria. Esta enfermedad se encuentra presente en el ambiente, restos vegetales, cánceres del hospedante y el suelo, el inóculo se encuentra en estado de latencia en busca de condiciones ideales hasta llegar a la etapa de adaptación y proliferar la especie hasta primavera (pre- brotación). Por lo tanto, la implementación de una estrategia de control durante la floración y desarrollo del fruto es crucial para ejercer un control con los distintos medios, el cual se adapte mejor al productor y con ello mejorar la situación de los huertos. Esta estrategia se basa en el implemento de inductores de mecanismos de resistencia sistémica vegetal, monitoreo por medio de instrumentos de medición de campo como: pH, CE, ORP, termómetros, técnica de impresión de estigmas, entre otros. Por ejemplo, equipos de resonancia magnética que brindan datos y la situación actual de los diferentes órganos del manzano como: flor, rama, hojas, tallo, raíz, fruto, yemas, suelo y otras herramientas con las que cuenta la Unión Agrícola Regional de Fruticultores del Estado de Chihuahua (UNIFRUT) para dar el servicio y así un manejo agronómico más eficiente.
Las plantas sufren constantemente daños biológicos causados por: patógenos, virus, bacterias, hongos, oomicetos y plagas, entre otros, como daños físicos y la exposición de agentes químicos, por lo que han desarrollado mecanismos de defensa pasiva y defensa activa, los cuales le permiten defenderse mediante sistemas complejos que activan la capacidad de la planta para protegerse. Dentro de los diferentes mecanismos de defensa existe un proceso de reconocimiento e hipersensibilidad en el cual la planta activa genes asociados a los posibles ataques, así mismo como proteínas de resistencia específicas que activan los mecanismos de resistencia sistémica adquirida e inducida según sea la severidad del daño e inicia vías de señalización a través del ácido jasmónico (JA) ácido salicílico (SA) y etileno (ET).
UNIFRUT
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