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La Robótica y la Programación, ejes que marcaron mi carrera - Lic. Horacio Felamini
de las TIC a las TED, la potencia de la tecnología digital favoreciendo la educación me apasionaba y deseaba ser parte de esa transformación!
No tuve hasta el 2012 la posibilidad de trabajar junto a Cris, momento en que me convocó a ser parte de su equipo, confió en mí, permitiéndome crecer hasta el día de hoy. Su hermoso equipo, hace 10 años, me recibía como si siempre hubiera sido parte y comencé a trabajar junto a compañeros y compañeras de quienes sigo aprendiendo cada día.
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Hoy hablamos de programación, robótica, realidad virtual, simuladores, entre tantas alternativas de cara al futuro y el Equipo Ted Entramar hace su aporte para que tanto docentes como estudiantes sean protagonistas de esta transformación.
Durante todos estos años, mi experiencia con la tecnología fue y sigue siendo maravillosa, inspiradora, desafiante, no solo por todo lo que me permitió desde lo laboral y personal, sino porque a través de ella pude darme cuenta cuál era mi verdadera vocación, la docencia!
Gracias Mae, quien fue parte del Equipo TED, por alentarme!
Gracias Cris, por inspirarme y acompañarme a cada paso!!
Gracias colegas, que día a día me permiten continuar aprendiendo, para seguir caminando juntos y consolidar este Equipo TED Entramar del que siento mucho orgullo de formar parte!!
¡Felices 25 años Equipo TED! - ¡Felices 10 años ENTRAMAR!
Lic. Horacio Felamini
Referente TED Educación Especial
LA ROBÓTICA Y LA PROGRAMACIÓN, EJES QUE MARCARON MI CARRERA
Los que peinamos canas (expresión que nos ubica en el tiempo, sobre todo, el que llevamos vivos) crecimos leyendo comics y mirando series y películas donde tanto los actores principales como secundarios fueron robots.
Recuerdo que los Supersónicos (dibujo animado de los ‘50 -‘60) eran una familia humana que tenía una robot empleada doméstica (Robotina) y un robot mascota (Orbit). También fui fanático televidente del dibujo japonés Astroboy pero, en este caso, se trataba de un androide que hasta tenía sentimientos y que fue creado por un científico para “reemplazar” a su hijo fallecido en un accidente automovilístico. Hacia fines de los ‘70 disfruté de la saga Stars War donde humanos convivían con robots y androides. Destaco en mi evocación a dos de los androides: R2-D2, una suerte de técnico a bordo de naves espaciales y C-3P0 un experto en comunicación y protocolo; ambos cumplían acciones orientadas a estar al servicio de los humanos. Y así podría seguir haciendo referencias interminables a la utilización de la robótica en la ficción pero no es motivo de esta nota. Sí me gustaría contarles que durante muchos años fui profesor de programación Basic y Pascal y que, en los comienzos
de mi carrera docente (1990), tuve la posibilidad de capacitarme en robótica de la mano del Centro Blas Pascal dirigido por mi admirada profesora de la Universidad de Morón Ana María Andrada. Recuerdo que en esos tiempos logramos programar un brazo articulado para que seleccionara objetos según color y los depositara en una cinta transportadora para luego ubicarlos en cajas diferentes. Pero, por los años 2000, la informática educativa prefirió seguir el camino de los paquetes utilitarios, generando así, usuarios creativos y eficientes de software confeccionado por mega empresas que inundaron el mercado en forma monopólica, en la mayoría de los casos.
Percibo y celebro que en estos tiempos se haya vuelto la idea de enseñar programación y robótica en las escuelas.
Es difícil transmitir la sensación que se siente cuando un docente logra hacer accionar a un elemento cumpliendo con las consignas pensadas y programadas por su “creador”. Imaginen entonces, lo que pasa por la cabeza de un pibe o piba cuando ve que su robot cumple con las órdenes seleccionadas y ubicadas según su lógica. Se viven entonces momentos mágicos y de muchísima felicidad por haber logrado un objetivo a través de un “aparato que hace lo que se le ordenó”.
Si hablamos de robótica no podemos dejar de lado a la electrónica y a su larguísima historia en nuestra vida cotidiana. El primer transistor data de 1947 y día a día no para de crecer y de reinventarse en tamaños nano mensurables. La electrónica y la informática van de la mano junto a la mecánica y la física a la hora de pensar en la construcción y puesta en marcha de un robot.
Construir un robot en los ‘90 era un tanto inalcanzable, al menos para un docente argentino, ya sea por costos o por falta de una transposición didáctica adecuada para los que no éramos ni técnicos ni ingenieros. Gracias al momento tecnológico que estamos viviendo, la fabricación en serie de componentes electrónicos y la divulgación de contenidos adaptados a usuarios con pocos conocimientos técnicos, podemos decir que estamos en condiciones de alcanzar la utopía de construir nuestro propio robot con elementos que se pueden adquirir en negocios del barrio y a un precio accesible.
Es cierto que en Internet se pueden encontrar tutoriales hasta para cambiar una bombita de luz y, si uno navega, y se pierde por los rincones de robótica que tiene YouTube, va a encontrar infinidades de canales dedicados a la construcción de “tu propio robot”. Pero cuando se trata de enseñar y de estar al frente de alumnos, el mejor camino a seguir es la capacitación continua. Es por eso que durante los últimos años los dediqué a estudiar robótica educativa y electrónica básica. Esto me volvió a abrir el panorama sobre el armado y la programación de robots y debo confesar que, gracias a la motivación que me genera la temática y a la ansiedad que me caracteriza, implementé inmediatamente todo lo aprendido y con resultados sumamente satisfactorios y placenteros.
Logré que mis alumnos y alumnas de 7mo grado armaran un robot seguidor de luz. Planifiqué para los 6tos grados el estudio de programación por bloques para desarrollar algoritmos que permitan el funcionamiento de robots MakeBlock que contienen placas tipo Arduino, actuadores, sensores y motores. Con mis estudiantes de primer ciclo y de educación especial trabajo desafíos simples o de baja complejidad utilizando la plataforma Pilas Bloques. En fin, la robótica y la programación integran lo cotidiano de mis clases.
Es notable el avance logrado por la tecnología y la llegada que tiene a nuestros estudiantes de todos los niveles. Me siento un privilegiado por haber transitado estas décadas siendo, a la vez, testigo y protagonista de la evolución de la electrónica, de la internet y de la informática en