3 minute read

Relatos de docentes | Educación Especial - Pandemia, cocina y virtualidad

Gisele Farfán, Escuela Manuel Dorrego

Gabriela Mendoza, Escuela Manuel Dorrego Noelia Fava, Escuela Manuel Dorrego

Advertisement

María Martha Skiba, Escuela Manuel Dorrego María de los Ángeles José, Escuela Manuel Dorrego Lorena Lohaiza, Escuela Manuel Dorrego

Mariel Melo, Escuela Manuel Dorrego

RELATOS DE DOCENTES | EDUCACIÓN ESPECIAL

PANDEMIA, COCINA Y VIRTUALIDAD

Relato de la directora del CFI Javier Durlach, en su rol de maestra durante la pandemia.

Prof. Verónica Mancini

Directora del CFI Javier Durlach

Hola, mi nombre es Verónica Mancini, soy docente del CFI Javier Durlach de la Municipalidad de Vicente López. Agradezco al Equipo Ted Entramar por esta invitación para contar cuál fue mi

experiencia en esos particulares años 2020/21. Soy profesora de Educación Especial para personas con necesidades educativas derivadas de la discapacidad intelectual. Me desempeño como profesora de taller de cocina desde hace 26 años, en un espacio equipado y preparado para enseñar el oficio de ayudante de cocina.

La cocina, que es sabor, es aroma, es textura, es saber si la masa levó bien, si la tarta que llevé al horno por el olor se está quemando o no, si una preparación está bien condimentada, en fin. Teniendo en cuenta la población con la que trabajo, el contacto y la manipulación directa con materias primas, utensilios, herramientas y maquinarias, ¡es fundamental! Ese acercamiento, permite ir incorporando los conceptos, hábitos, habilidades y competencias propias, tan necesarias para acreditar la formación gastronómica de nuestros estudiantes.

Al llegar la pandemia, en primera instancia, imprimimos unos cuadernillos con actividades porque en quince días volvíamos a la presencialidad. Y para estar conectados con los y las estudiantes armamos un grupo cerrado en facebook para compartir experiencias con toda la comunidad educativa. En paralelo armé un grupo de WhatsApp con los estudiantes y sus familias, para mantener una comunicación fluida y sobre todo sostener el vínculo afectivo-pedagógico tan necesario para el hecho educativo, que implica mucho más que solamente transmitir contenidos.

Al extenderse el ASPO, me tuve que replantear, ¿Cómo enseño a cocinar sin cocinar? En ese momento todos los recursos pedagógicos y didácticos con los que contaba, me resultaban insuficientes. ¿Cómo haría el seguimiento del proceso de aprendizaje? ¿qué era lo que aprendían o no mis estudiantes? Me preocupaba si mis estudiantes podrían imprimir o no las actividades, si tendrían conectividad, qué medios usaríamos para llegar a ellos.

Fue entonces que redescubrí las herramientas de Google, el Drive no sólo como un reservorio de documentos compartidos, sino como la posibilidad de producir y guardar allí, liberando espacio en mi celular y mi computadora. Comencé a armar actividades en documentos de Drive con imágenes, tablas, y así conseguí que las actividades fueran más atractivas y motivantes.

Seguía extendiéndose el ASPO, y era necesario el encuentro, el abrazo virtual, las miradas y sonrisas de todos, que no entraban en las llamadas de whatsapp, entonces comenzaron las videoreuniones por Zoom y Meet.

Necesitaba tener la posibilidad de transmitir por lo menos alguna de las recetas que había planificado para el 2020, y comencé a grabar videotutoriales de mis recetas. Eso implicó aprender a filmar correctamente, tener en cuenta la luz, el enfoque, primeros planos, etc.

Pero estos videos se hacían muy largos, entonces comencé a usar You Cut, que me permitía cortar las partes que no habían salido bien, poner música, insertar separadores, pero igual resultaba que eran archivos muy pesados para compartir por whatsapp o mail y fue en ese momento, en que armé mi canal de Youtube, que me permitía guardar mis videos allí y compartir los enlaces para que todos tuvieran acceso.

Una manera de plasmar si los alumnos iban avanzando y realizaban las actividades, era mediante

This article is from: