Las reveladoras cartas de César Moro, 1939.
Pág. 18 ARTE Y CULTURA LGTBIQ+
FEBRERO 2022 | DISTRIBUCIÓN GRATUITA
Estado de Limbo, Lilith Puñal y Shañu. Tres nuevos rostros de la ilustración LTGB+ en el Perú
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crónicas de la diversidad
LIMA, PERÚ | NÚMERO 22
Lxs chicxs superpoderosxs 1
REVISTA CRÓNICAS DE LA DIVERSIDAD ISSN DIGITAL 2710-1711
Dirección Ángela Luna Consejo Consultivo Claudia Salazar Jiménez Profesora en California State Polytechnic University, Pomona Germán Navarro Espinach Profesor de la Universidad de Zaragoza, España Ricard Huerta Profesor de la Universidad de Valencia, España Richard Leonardo-Loayza Profesor de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima Diseño gráfico Cesar ‘Chechi’ Chávez Colaboradorxs en este número: Alan Concepción-Cuenca, Ella Goñez, Julio Lossio, Esthefany Lozano, Mariajosé Manrique, Ayrton Quispe Policarpo, Diego Ramos, Sebastian Valencio Paniagua, Samantha Vilchez Contreras. Foto portada: César Chávez. Coordinadores de esta edición: Nathanael Peralta Luis y Julio Lossio Quichiz. Asesoría legal: Alonso R. Ynga Zevallos.
Empresa Editora Diversidades SAC. Todos los derechos reservados. Las opiniones de quienes escriben aquí son personales y no comprometen a la revista ni a institución alguna. Si desea publicar un aviso, favor de escribir a ventas@cronicasdeladiversidad.com Para colaboraciones y artículos dirigirse a jlossio@cronicasdeladiversidad.com Desde su creación esta revista se ha basado en el trabajo voluntario de muchas personas. Sin sus colaboraciones esta revista no existiría. Muchas gracias a todas ellas. Si desean contribuir económicamente pueden hacer sus donaciones en la cuenta en soles BCP N° 19116836822-0-89 / CCI: 00219111683682208957 a nombre de César Chávez. Lima, febrero 2022.
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Contenido
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Créditos.
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Contenido.
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Editorial, por Ángela Luna.
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Especial: Guerrerxs de tinta, por Gia Lujuria. 8.
Lilith Puñal.
10.
Estado de Limbo.
12.
Shañu: Nieto de las brujas.
18.
César Moro y el amor, por Julio Lossio.
24.
Cuando quise ser yo, por Mariajosé Manrique.
26.
Reforma Trans UNMSM: La lucha trans y no binaria en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, por Ella Goñez.
28.
Una pócima para el corazón (cuento), por Ayrton Quispe Policarpo.
30.
¿Cómo aceptarme si la sociedad no lo hace?, por Sebastian Valencio Paniagua.
32.
Bibliotecas como espacios de inclusión para la comunidad LGBTIQ+, por Alan Concepción-Cuenca.
34.
Devenir en mí misma: Un testimonio, por Esthefany Lozano.
36.
Besos sin sostén, por Samantha Vilchez Contreras.
38.
Curiosidad, por Diego Ramos.
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Editorial
Iniciamos nuestro primer número del año con una buena noticia. Con el apoyo del Ministerio de Cultura del Perú hemos lanzado el 2do Curso de Literatura LTGB+ Peruana, proyecto ganador del «Concurso Nacional de Proyectos para el Fomento de la Lectura y la Escritura - 2021». Este curso comprenderá seis módulos que abarcan los periodos más importantes del desarrollo de una literatura diversa así como de sus autorxs, aún desconocidos por nuestra sociedad. Las clases magistrales y los talleres de escritura y lectura estarán a cargo de reconocidxs escritorxs, académicxs y mediadorxs culturales. Por ello, los/las/les invitamos a inscribirse ya que este programa está dirigido a todas aquellas personas interesadas en temas de arte, humanidades y ciencias sociales. Para los/as/es amantes del cómic, hemos preparado un especial a cargo de Gia Lujuria quien nos cuenta la vida y trayectoría artística de lxs talentosxs Lilith Puñal, Estado de Limbo y Shañu (Nieto de las brujas). Lilith es reconocida porque sus creaciones (dibujos y tatuajes) están llenas de ternura, pero al mismo tiempo son revolucionarias al visibilizar personas marginadas, racializadas, rechazadas/violentadas. Estado de Limbo con sus ilustraciones ha logrado construir un registro gráfico de la cultura marica/gay/trans contemporánea con personajes memorables como: Hija de Perra, Sergio Urrego, la drag queen Chi Chi DeVayne, La Veneno y la de Zuleymi Sánchez. Y, por su parte, Shañu (Nieto de las Brujas) dibuja personajes socialmente relegadxs —homosexuales, trans, marrones, indígenas— con amor y ternura, reivindicando su belleza y amor sin importar los estereotipos y prejuicios, además cargado de mensajes poderosos contra la discriminación. En la sección Literatura, Julio Lossio nos deleita con las apasionadas y ardientes cartas que el poeta peruano César Moro le escribió a Antonio estando en México, durante la década de los años 30 que, según varios autores, fue el mejor momento de su producción poética. Continuando con la buena literatura, tenemos «Una pócima para el corazón», cuento escrito por Ayrton Quispe e ilustrado por Chechi Chávez, en la que cuenta la historia de Mario, un niño de 10 años que descubre su sexualidad a temprana edad y que conoce el amor en una sociedad prejuiciosa como la nuestra. Menos mal Ayrton nos llena de ilusión con un final que no se lo pueden perder. Finalmente, cerramos la revista con siete increíbles historias de resistencia y lucha por el respeto y reconocimiento de una sociedad aún conservadora como es la peruana. Estos relatos nos permitirán reflexionar, sobre todo en estos momentos que nuevamente estamos sumergidos en una grave crisis política, lo peligroso que los grupos ultraconservadores tomen el poder de nuestro país para incorporar a las políticas públicas agendas de odio e ideologías fundamentalistas. Ángela Luna / Directora 4
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do curso
litera tura ltgb peruana INSCRIPCIONES https://bit.ly/3H9PHme
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Especial : Guerrerxs de tinta
Guerrerxs d La nueva sangre de la ilustración LTGB+ en el Perú.
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Especial: Guerrerxs de tinta
de tinta escribe: Gia Lujuria fotos: César Chávez
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Especial : Guerrerxs de tinta
Lilith Puñal Lilith Puñal es una ilustradora y tatuadora limeña a quien aprecio y admiro mucho como artista, una travesti con agujas como se nos presenta en su cuenta de Instagram. En dicha plataforma, ella nos ha venido compartiendo sus dibujos desde el año 2016. Una variedad de dibujos en su mayoría a un solo color (negro, usualmente) de animales y plantas, con un estilo bastante auténtico y sobre todo minucioso, que realza y aprecia la belleza de estos seres que comparten el planeta con nosotros, y que no siempre son apreciados en muchos de los aspectos básicos de la vida, por lo cual ella nos interpela al respecto a través de sus trazos. A su vez, Lilith nos presenta retratos o dibujos de personas diversas (no hegemónicas) que nos conectan con sus historias y valor político. También podemos apreciar en su trabajo, una cosmovisión que nos conecta con nuestro planeta y el espacio que lo rodea. La Puñal publicó en diciembre de 2018, dos cuadernos de tatuajes o dibujos que nacieron para ser tatuados, como ella misma los denominaría. En ambos cuadernos, podemos encontrar varios de sus mejores dibujos, los cuales reafirman su estilo y talento, que ya vienen siendo demostrados desde 2016 como menciono previamente. En ese mismo mes y año, Lilith publicó Gino. Plantitas. Rafa. Perritos y Yo, un fotolibro que reúne una serie de fotografías tomadas en el año 2015, las cuales nos narran algunas de sus experiencias en esa época de su vida, así como también muchos detalles de la vida citadina, que a veces ignoramos por la frialdad del desarrollo y lo urbano. Posteriormente, Lilith publicó de manera digital en abril de 2020, Gimnasia Maina, un comic inspirado en Maina, su gatita, quien es la protagonista de una secuencia de retratos dibujados a full color, en diferentes posturas y movimientos, los cuales van acompañados de textos reflectivos escritos por la Puñal. Asimismo, en agosto de ese mismo año, Lilith publicó en formato físico y digital el fanzine Poemas a Maina, en colaboración con la Editorial Membrana Ediciones, la cual es también un colectivo al que Lilith pertenece. En junio de 2021, Lilith también publicó en formato físico y digital, el libro para colorear Para no perder la fe, con algunos de sus diseños de tatuajes. Este libro contiene diez dibujos impresos digitalmente en formato A4, los cuales pueden retirarse del libro para ser pegados en paredes y/o adornar nuestras casas, como ella nos propone. Este libro también contiene texto escrito por ella misma. Una de las publicaciones más resaltantes en físico de la Puñal, es el fanzine Niñes, el cual fue publicado también con Membrana Ediciones en el 2018. Este fanzine, recopila muchas cartas enviadas en eternos retornos con amigas de Lilith. Así como también conversaciones sobre sus vínculos, acompañamientos y protecciones mutuas desde cartas. Niñes, es una prueba de la sensibilidad de esta escritora e ilustradora trans limeña, no solo por los animales, plantas y cosmos, sino también por los afectos y las relaciones con otras personas de orientaciones sexuales e identidades diversas. La ternura también es revolucionaria, recita muchas veces Lilith, y pues sí que lo es; más aun entre personas socialmente marginadas, racializadas, rechazadas y/o violentadas, como lo somos las maricas y trans. Si están en busca de ilustraciones originales, con un toque más íntimo y personal, Lilith es una buena opción. Links de acceso: https://www.instagram.com/lilithemperatriz/ https://www.instagram.com/p/CQtqptGhyXC/?utm_medium=copy_link https://www.instagram.com/lilithemperatriz/p/B_nTGH2B28i/?utm_medium=copy_link https://www.instagram.com/p/BrlDbqBnJEM/?utm_medium=copy_link https://www.instagram.com/p/BrnjIJ2nGMo/?utm_medium=copy_link https://www.instagram.com/lilithemperatriz/p/Brp2002n8wR/?utm_medium=copy_link https://www.instagram.com/p/CCoWnIthVNz/?utm_medium=copy_link https://www.instagram.com/membranaediciones/ https://linktr.ee/membranaediciones
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Especial: Guerrerxs de tinta
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Especial : Guerrerxs de tinta
Estado de Limbo En el año 2015, después de haber atravesado una situación de salud crítica, decidí reincorporarme al movimiento LGBTIQ+, inicialmente al activismo. Fue así que retorné al MHOL (Movimiento Homosexual de Lima), asistiendo a los talleres que se impartían los sábados, en el espacio denominado «La Oveja Arco Iris». En ese espacio se compartía, además de información valiosa, arte para jóvenes y adolescentes diversxs. Un día, mi amiga Mayu, me habló de Hija de Perra y me mostró varias imágenes y dibujos de ella. Entre esos dibujos, había un sticker que Estado de Limbo había impreso con una ilustración de la Perra. Al verlo, me quedé maravillada con la estética que usaba la Limbo para graficar a sus divas; para ese entonces no conocía mucho de su trabajo, sino que fue hasta el 2017 que pude tener más alcance a sus ilustraciones en fanzines e historietas. Ese mismo año, empecé a seguir a Estado de Limbo en sus redes sociales y pude conocer el fanzine Blue Moon Motel, el cual contenía una historieta homoerótica inspirada en la canción de Nicole Dollanganger, que lleva ese mismo nombre. Las gráficas llamaron bastante mi atención, era la primera vez que veía un cómic de este tipo, y hecho por unx artista peruanx. Por esa razón, decidí investigar más del trabajo de Estado de Limbo a través de sus redes sociales, llevándome una grata sorpresa, puesto que no solo había publicado Blue Moon Motel hacía un año; sino que también pude ver que ilustraba personajes, cantantes LGBTIQ+ y aliadxs, así como también drag queens icónicas que yo admiraba o algunas que aún no conocía. Los personajes de Estado de Limbo suelen ser bastante andróginos y siguen una línea bastante particular en el manga. Posteriormente, en el 2018, tuve más cercanía con Estado de Limbo y pude conocerle en persona. Ese año, yo ya venía realizando diversos eventos contraculturales para la diversidad sexual y de género. Estos eventos incluían ferias autogestivas en varias de las cuales, participó la Limbo, fue así que pude tener al alcance su trabajo en físico. Personajes reales o de ficción interpretados de maneras muy etéreas y a la vez futuristas. De ojos y pestañas grandes, con atuendos alucinantes, drag queens en su mayoría. También había parejas homosexuales ilustradas de formas no necesariamente hegemónicas, con cuerpos diversos e intervenidos para mostrar una apariencia más neutra, cuerpos que pudieran leerse masculinos, pero de facciones feminizadas, detalles en el dibujo de las pestañas, las caídas del cabello, las miradas, los labios, el maquillaje, esos pequeños detalles que irrumpen en la interpretación social de un cuerpo homosexual. Fue así que me convertí en una admiradora de su trabajo y su arte. En el 2019, Estado de Limbo publicó el fanzine Azúcar Amargo, inicialmente con la Editorial Salchipapa, y que fue posteriormente re editado y publicado por Perverso Editorial. Tuve el honor de ser parte del programa con artistas invitadxs a la presentación de dicho fanzine. En este fanzine inspirado en la canción de Fey, que lleva el mismo nombre, se nos narra con ilustraciones que, en una escuela católica, dos estudiantes luchan una última batalla contra el acoso y homofobia de sus tutores. Mientras tanto, en el Purgatorio dos maho shojos buscan detener un monstruo condenado por Dios que busca venganza. Este fanzine, inicialmente contenía un póster original y stickers de sus personajes principales. Entre las ilustraciones incluidas en este fanzine, podemos encontrar ángeles, demonixs, deidades drag, un cura infectado y mutante por su propio odio, jóvenes en boxers, usando botas con tacones largos y puntiagudos, muy del estilo Limbo. Además de hermosos paisajes ficticios que comprenderían el purgatorio e infierno maricas. Posteriormente a la publicación de Azúcar Amargo, Estado de Limbo publicó otros fanzines e historietas como, Baloncesto, Revista de Gimnasia, Olas, Agüita, Tips para superar a tu ex y su más reciente comic Telepatía, este último uno de mis favoritos, el cual nos muestra una historia homoerótica de un ángel que baja a Sodoma por un portal que abre en Grindr, inspirada en la canción con el mismo nombre de Kali Uchis. Además de estas publicaciones, Estado de Limbo nos ha venido regalando grandiosas piezas de arte donde se ilustran muy a su estilo, frases, canciones, cantantes y escenas de series o películas muy icónicas, las cuales se encuentran disponibles en stickers, posters y hasta estampados en polos. Lo que quiero resaltar sobre la Estado de Limbo, es que además de ofrecernos ilustraciones inéditas y originales, ha venido construyendo un registro gráfico de la cultura marica/gay/trans contemporánea, lo cual estoy segura sirve como referencia para muchxs de sus seguidorxs. Entre mis favoritas de las ilustraciones de la Limbo inspiradas en personas reales, por no decir todas y solo por mencionar unas cuantas, se encuentran las de Hija de Perra, Sergio Urrego, la drag queen Chi Chi DeVayne, la de nuestra icónica madre La Veneno y la de Zuleymi Sánchez.
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Especial: Guerrerxs de tinta
En el mes de agosto del presente año, Estado de Limbo se encargó de dar vida a las diez Exploradoras de la Luna, que hacen parte del fanzine con el mismo nombre, un pequeño libro mágico creado por mí, editado y publicado por Perverso Editorial, en septiembre de este mismo año. La Limbo transformó a diez de mis amigxs que ya han muerto, por diferentes y trágicas razones, en guerreras de la Luna o sailor scouts como las denomina el famoso anime y manga Sailor Moon, en el cual me inspiré para crear este libro. En sus ilustraciones se refleja el poder, la belleza, la feminidad, el traquerío, la escarcha, el drag y la mariconería que tenían estos diez referentes, respetando los detalles del manga original y las características físicas de cada Exploradora. Una de ellas es Zuleymi Sánchez a quién menciono previamente. De manera adicional, luego de publicar Azúcar Amargo, la Limbo nos ha venido compartiendo mix tapes con la temática de sus ilustraciones y fanzines, que se encuentran disponibles en plataformas como Soundcloud y Mixcloud. Todas sus ilustraciones y el detalle de todos los fanzines que ha publicado se pueden ver en sus página de Facebook e Instagram, y para adquirir los diferentes productos y el material que esta ilustradora limeña produce, pueden contactarla a través de estas plataformas con su mismo nombre @estadodelimbo. / /
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Especial : Guerrerxs de tinta
Shañu: Nieto de las brujas Una protesta contra la hegemonía hetero-cisgénero de los cuerpos, esa sería una de las formas de describir el trabajo de Shañu (Nieto de las Brujas). Desde el 2019 sigo su trabajo, el cual conocí a través de sus redes sociales, Instagram específicamente. Al inicio, Shañu compartía retratos y autorretratos pintados a mano y digitalizados para su difusión. Los retratos nos muestran personas socialmente racializadas, ya sean afro, marrones, indígenas, maricas o no hegemónicas, con una mirada de amor, complicidad y ternura que pueden notarse al verlas, también con intención de reivindicar su belleza, pero sobre todo su existencia y resistencia. Hace poco más de un año, Shañu nos ha venido compartiendo ilustraciones tanto hechas a mano como digitalizadas, en las cuales podemos ver parejas de chicos homosexuales o chicas lesbianas más cercanxs a la realidad de nuestra raza, escapando del ojo que sobrepone a personas LGBTIQ+ blancas en su inspiración. También podemos ver personas trans diversas en expresión de género y corporalidades. Shañu ha acompañado varias de sus ilustraciones, con mensajes de protesta importantes ante la actual coyuntura, cargada de racismo, clasismo, homofobia y transfobia. Mensajes como «existo y resisto», «que lo marica sea revolucionario», «resistencia marica y marrón sudaka», «maricas y proletarios», «cuerpa combativa», «no seas policía, mejor perrea», «les hombres trans existen», «¿homofóbico, podrás ser como yo?», «tu homofobia es mi progreso», «los hombres trans también pueden gestar», «perreo encima de tu homofobia», «nuestros afectos son revolucionarios», entre otras frases, son las que acompañan estas potentes ilustraciones, las cuales protestan por sí solas al verlas. Shañu también se ha permitido intervenir imágenes de chicos que socialmente, se esperaría o demandaría sean masculinos o heterosexuales, tales como escolares, trabajadores, agricultores, policías, serenazgo, militares, incluso portando una banda presidencial, interviniendo visualmente de este modo, la imagen de personas con cargos de poder e instituciones que podrían ser consideradas intocables para nuestra sociedad, lo cual es un aspecto que amo del arte de Shañu. Asimismo, ha intervenido imágenes religiosas, colocando a mujeres trans como parte de estos íconos religiosos, lo cual en sí mismo representa un grito contra la iglesia católica. De las muchas ilustraciones que me gustan de Shañu, resaltaría la del chofer y el cobrador besándose frente a su combi, la de lx niñx no binarix mirándose con ternura frente a un espejo, la de dos policías maricas perreando, la del beso de a tres ardiendo en fuego total, la del chico Sailor Moon marrón y peludo (de lejos una de mis favoritas), la de la pareja de cholitos maricas abrazados frente a la montaña, la del beso entre dos hombres serenazgo, la de la milica pasiva dispuesta a entregarse «hasta quemar el último cartucho», la de la marica gorda y marrón presidenta portando su banda con una feminidad completamente descarada, la de la traca desnuda, acostada sobre las banderas arcoíris y trans, y por supuesto, la de las chicas trans posando delante del marco tradicional, que acompaña a las más sagradas imágenes religiosas de nuestro país. Finalmente, me gustaría resaltar la última pintura digitalizada que compartió Shañu en su cuenta de Instagram, la cual está inspirada en las Kari Warmis (personajes con características femeninas y masculinas), con el fin de dar visibilidad a las disidencias precolombinas. Shañu nos recuerda en la descripción de su obra, que muchas veces relacionamos lo LGTBQ+ con lo occidental y lo blanco, ignorando que antes de la colonización en las culturas originarias, ya existían las disidencias sexuales en todo el Abya Yala, donde el respeto y aceptación a la diversidad (tercer género) en el mundo andino, según varios autores, era concebido desde un punto ceremonial o simbólico; sin embargo, fue en la colonización que estas identidades fueron satanizadas y perseguidas. Este tercer género confrontaba de manera radical los conceptos y los «valores» medievales que traían los españoles. Este tipo de mensajes agrega un valor inmensurable al trabajo artístico de Shañu, ya que no solo brinda un contenido visual, sino que también consiste una protesta sociopolítica necesaria e importante como menciono inicialmente, la cual sirve como referente para lxs seguidorxs de su arte. / /
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Especial: Guerrerxs de tinta
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Especial : Guerrerxs de tinta
Lilith Puñal Lilith Emperatriz Placido San Martín. Lima, 1991. «Estudié grabado y actualmente me dedico a tatuar, hacer fanzines y cositas bonitas, a crear contenido gráfico para la colectiva Rosa Rabiosa y Cabritas Resistiendo. He sido fundadora de la colectiva editorial Membrana Edición la cual finalizó a mediados del año 2021. Creo fuertemente que cuando una travesti alza la voz el mundo se cae a pedazos. No nos callemos.» Pueden encontrar su trabajo en estos enlaces:
Niñes (2018)
https://www.instagram.com/lilithemperatriz/ https://linktr.ee/membranaediciones
Gino. Plantitas. Rafa. Perritos y Yo (2018)
Cuaderno de tattoos (2018)
Gimnacia Maina (2020)
Libro para colorear (2021)
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Especial: Guerrerxs de tinta
Rodrigo Ccallo (Estado de Limbo) Rodrigo Ccallo, también conocida como Estado de Limbo, nació en Miraflores, Lima en el año 1996. Estudió Comunicaciones en UCAL (Universidad de Ciencias y Artes de América Latina) y Diseño Publicitario en el Instituto Superior Tecnológico Público de Diseño y Comunicación (IDC). Estado de Limbo ha publicado los fanzines Blue Moon Motel en 2016, Baloncesto en 2019, Azúcar Amargo en 2019, inicialmente con la Editorial Salchipapa, y luego con la Editorial Perverso. También ha publicado el fanzine Revista de Gimnasia en 2020, los cómics Telepatía, Tips para superar a tu ex y el poemario-fanzine Exploradoras de la Luna en colaboración con la escritora Gia Lujuria, en el 2021.
Blue Moon Motel (2017)
Estado de Limbo describe su arte ilustrativo como «dibujos gays desde la catarsis», que incluyen fantasía, pop stars, la muerte y música. Para conocer más de su trabajo, se pueden dirigir a sus redes sociales: https://www.facebook.com/estadodelimbo https://www.instagram.com/estadodelimbo/
Azúcar Amargo (2019)
Revista de Gimnasia (2020)
Telepatía (2021)
Las Exploradoras de la Luna (2021)
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Especial : Guerrerxs de tinta
Shañu (Nieto de las Brujas) Miguel Ángel León Pérez, también conocidx como Shañu, nació el 20 de septiembre de 1993, en la ciudad de Lima. Shañu es hijx de migrantes andinos, de madre ancashina y padre juninense, desde muy pequeño tuvo atracción y sensibilidad por diversas manifestaciones artísticas, esto le llevó ya de adultx a conectarse mucho más con el arte por medio del dibujo y la pintura. Shañu estudió diseño gráfico en el Instituto Superior Tecnológico Público de Diseño y Comunicación (IDC). Actualmente estudia en la Escuela Nacional de Bellas Artes del Perú y a partir del 2020, empezó a realizar obras (ilustración digital, pinturas, dibujos, etc) con temática LGTBQ, pues siente que es su responsabilidad como artista marica, transmitir un mensaje a la sociedad. Podemos conocer más del trabajo de Shañu en su cuenta de Instagram: https://www.instagram.com/nieto_de_las_brujas/
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Especial: Guerrerxs de tinta
Lilith Puñal
Estado de Limbo
Shañu
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César Moro y el amor
escribe: Julio Lossio
En marzo de 1938, a los 34 años, César Moro (Lima, 1903-1956) desembarca en México y empieza una de sus etapas más creativas, a la que sus biógrafos llamarán «El ciclo mexicano» o «El ciclo de Antonio». Entre otras cosas escribe, en sus primeros años en México, La Tortuga Ecuestre, El Castillo de Grisú y Carta de amor, lo mejor de su producción poética según varios autores. Al parecer, al poco tiempo de llegar a México conoce a Antonio. En junio de 1976, en el número 19 de la revista Creación y Crítica se publican cinco cartas de Moro bajo el título «Cartas de amor». En el 2016, en el libro Obra Poética Completa II editado por Sur Librería Anticuaria (Moro 2016-A), se publica una más, en total seis, bajo el nombre «Cartas a Antonio». En Eternidad de la noche. Cartas de César Moro a Emilio Adolfo Westphalen (Moro, 2020) encontramos también menciones a su relación con Antonio. Importantes documentos, todas estas cartas, por ser unas referencias únicas de un peruano de la primera mitad del siglo XX sobre su relación homosexual, pero además porque reflejan muchos de los tópicos de la vida de dos amantes del mismo sexo que aún permanecen: el ocultamiento de Antonio, la espera de un amante que lleva una doble vida y al que no puedes llamar o visitar, la ansiedad, la soledad, la rabia, el aferrarse a una ilusión... Al parecer la homosexualidad de Moro no era cosa que el poeta ocultaba. Ya la vemos mencionada en diatribas de Vicente Huidobro y Eduardo Anguita en la feroz polémica que tuvo Moro con el primero en 1935 (ver la reproducción de la revista Vital de Huidobro en Moro 2016-B). Y nos cuenta Mariela Dreyfus en su libro Soberanía y transgresión: César Moro (2008) que, al llegar Moro a México se vincula al colectivo «Contemporáneos» donde «Moro halló total libertad para manifestar su orientación homosexual, compartida además por varios conspicuos miembros del colectivo» (página 58). Reproducimos aquí algunas líneas de sus cartas de 1938 y 1939 (las palabras entre corchetes son las que difícilmente se comprenden de su caligrafía, las negritas son las palabras que se encuentran subrayadas o en rojo en su manuscrito). Domingo 23 de octubre de 1938 “Un deseo de verdadera comunicación contigo se hace más y más urgente. A veces me parece que no somos bastante amigos, que tienes todavía muchas reservas conmigo. Quizá yo, sin quererlo, tenga la culpa. Enteramente a la merced de tu presencia ardientemente deseada o de tu ausencia desesperadamente vivida, cuando estoy frente a tí estoy bajo tu imperio absoluto. Si estás alegre estoy alegre, si estás triste estoy triste: no tengo tiempo de pensar, sólo puedo sentir. Cuando te vas pienso y reflexiono y me avergüenzo de imaginar que puedes juzgarme egoísta, o aún peor, que puedes interpretar mi vehemencia como la voracidad elemental de la satisfacción de un deseo. Esto estaría muy lejos de la verdad. Mi afecto por ti es tan profundo, tan leal, tan puro que no puede tener uno sino múltiples aspectos.» (Cartas a Antonio, Moro 2016-A, página 339) 18
Los anteojos de azufre (1958). Edición de 2016.
Miércoles 25 de enero de 1939 «El amor en la noche. Un tumulto se anuncia, un tumulto como de sangre que se vierte. Las alas del mundo empiezan a dormir, y solo tus ojos iluminan el silencio, el gran silencio que reina a tu llegada. Y te desprendes como un árbol o como la noche, a pasos callados, como el gran caballero que aparece en los sueños. Con tu rostro severo, con el misterio y la distancia y con el gran silencio. Yo no podré besarte, a veces dices, yo no podré besarte... El corazón respira apenas ante el milagro repentino de tu presencia. Los ojos quisieran guardar para siempre el color de incendio de tus ojos, el resplandor de tu mirada, el exacto volumen de tu cuerpo, y devorarte y envolverte y guardarte ajeno a todas las miradas.» (Cartas a Antonio, Moro 2016-A, página 341) Martes 28 de febrero de 1939 «medianoche» «Te puedo dar todos los nombres: cielo, vida, alfabeto, aire que respiro.» (Cartas a Antonio, Moro 2016-A, página 343) Domingo 18 de junio de 1939 «Te quiero con tu gran crueldad, porque apareces en medio de mi sueño y me levantas y como un dios, como un auténtico dios, como el único y verdadero, con la injusticia de los dioses, todo negro dios nocturno [...] Todo sexo y todo fuego, así eres. Todo hielo y todo sombra, así eres. Hermoso demonio de la noche, tigre implacable de testículos de estrella, gran tigre negro de semen inagotable de nubes inundando el mundo». (Cartas a Antonio, Moro 2016-A, páginas 345 y 346) Martes 20 de junio de 1939 «A medida que va transcurriendo el tiempo (son las cuatro de la tarde) y su aparición pasa a ser del dominio de lo imposible, se percibe una especie de alivio, insensato y cobarde. Sin duda se trata de nuestro odioso instinto de conservación. Nos planteamos todas las posibilidades, aún las más horribles e hirientes para uno mismo, y así seguimos adelante con aquella estúpida e incontrolable esperanza de que muy pronto todo se va a arreglar; además de la certeza absoluta de que con su sola presencia, nuestro amor borrará hasta el menor recuerdo de esos momentos de ridícula angustia. Voy a salir a la calle, a hacer lo que tengo que hacer, es decir, solo aquello que no debería hacer y que me permite vivir, mantener la fuerza física para soportar semejante suplicio, semejante chantaje.» (Cartas a Westphalen, Moro 2020, páginas 22 y 23) 19
Eternidad de la noche. Cartas de César Moro a Emilio Adolfo Westphalen 1939-1955 (2020).
Sábado 24 de junio de 1939 «Las montañas de Chosica no tienen equivalente [...] una atmósfera poética por excelencia, donde escribir cosas bellas podría ser factible, donde el amor tendría su ámbito ideal y donde, al amanecer, sería tan agradable despertarse al lado del cuerpo amado, reverenciado e idolatrado. Tan solo viviendo allí -y únicamente en ese particular lugar de todo el Perú-, uno no ha de saber de nostalgias [...] Me encantaría poder llevarme para allá a mi amor y tan solo vivir ahí, bien lejos de la clerical y agobiante ciudad de Lima, lejos de sus colinas de polvo místico y de su repugnante olor a sotana.» (Cartas a Westphalen, Moro 2020, páginas 30 y 31)
Lunes 10 de julio de 1939 «Sigo sin encontrar trabajo, lo cual me tiene muy agobiado. Mi actividad se limita a copiar a máquina algunas cosas y lograr ganar algo los días que hago copias. Si no fuere porque es en México el lugar donde vive el ser a quien amo y que me tiene atrapado, me iría del país sin remordimiento alguno.» (Cartas a Westphalen, Moro 2020, página 34)
Domingo 23 de julio de 1939 «Prisionero por siempre de mi soledad, presento ese característico contraste entre gestos y sentimientos de la esquizofrenia. Cuando me encuentro a merced de la desgracia, cuando las manifestaciones del amor me resultan más incómodas que la ausencia, entonces no doy ni con las palabras ni con los gestos y me vuelvo más frío que un témpano de hielo. El terrible estado de indiferencia del que hablan los místicos que saben del amor, aún si de un amor indirecto y retorcido se trata, con un destinatario inexistente y absurdo, más no obstante amor. El amor no correspondido: el único que conozco. El otro no es parte de mi patrimonio. Literalmente, uno vive hambriento y con hambre de todo. Eso es lo que me tocó en suerte, mi destino.» (Cartas a Westphalen, Moro 2020, página 40)
Martes 25 de julio de 1939 «Ahora dónde ir, dónde volver la cara, a quién contar lo que puede sufrir un ser humano que a veces desconozco y que siento como un extranjero enloquecido dentro de una casa vacía. Qué puede reservarme la vida sino la repetición constante de un solo instante, del más amargo de los instantes. Cada nuevo día que viene no hace sino traerme la misma desesperación; mi primer pensamiento, al despertar eres tú; el último al dormir eres tú. Y mi sueño no es sino una angustiosa búsqueda de ti. Sueño que te vas, que me abandonas, como si pudiera abandonarse algo que nunca se ha aceptado. Porque tú nunca me has aceptado, nunca has querido saber nada de mí.» (Cartas a Antonio, Moro 2016-A, página 348) 20
Obra poética, publicado por el INC (1980).
Miércoles 26 de julio de 1939 “La cobardía y el [servilismo] del hombre son sumamente elásticos, se pueden soportar cargas inconcebibles. Y ¿en nombre de qué, por Dios? No hay nada más fácil que poner fin a esta lucha, a la vergüenza de seguir con vida, despertando día con día para hacer frente a los mismos gestos, a los mismos disgustos. Mi único pretexto es este amor desquiciado. Me lleva a unos niveles de tensión extrema. Tan solo un empujón más y habré perdido el equilibrio. A toda costa, contra viento y marea, me aferro a la mentira. Cierro los ojos ante la evidencia. No puedo asumir, en lo que respecta al amor, la abominable tarea del inquisidor. Lo único que sé es que existe, y eso basta. Sin embargo, las circunstancias, el empeño, la fulgurante ceguera se encuentran enfrentados en una lucha sin cuartel. No soy capaz, ni jamás podré juzgar a mi amor. Pero mucho me temo que llegará el día en que caeré abatido y entonces, puesto que me hacen a un lado, me veré forzado a apartarme y eso será el fin de todo. No más sombras, ni luz, ya nada que nombrar, cero llamadas, cero respuestas. Nada podría ir peor.” (Cartas a Westphalen, Moro 2020, páginas 41 y 42)
Domingo 20 de agosto de 1939, «Media noche y ¼» «Mi funesto cumpleaños pasó sin que él se presentara. Todo el día estuve pensando en él, esperándolo, imaginando su sonrisa, anticipando lo que me diría. Pero nada. ¿Puedes creerlo? No ocurrió nada. Debo ser odiado y perseguido cuando me toca aguantar lo que soporto. ¿Cómo podría compensar mi frustrada espera? Acabo de escribirle a mi madre. Mi madre y tú, los dos únicos seres que tal vez me quieren en este mundo. Me he convertido en un monstruo infame, me siento tan desgraciado. Además, soy un cobarde. Aún estoy con vida. No tienes idea de lo que esto quiere decir: seguir con vida. Tan lejos como alcanzo a ver hacia atrás o hacia adelante, soy y he sido profundamente desgraciado. Además, aquella tenaz esperanza de verlo llegar, de saber de él. Esa esperanza que no me da tregua. Me rodeo de fetiches, de amuletos para volver más objetiva su presencia. Me invaden los presentimientos, me siento desgraciado, eso es todo, horriblemente desgraciado. Quisiera como Edipo pincharme los ojos con un broche, pero no lo hago. Soy inmensamente más desgraciado que él. ¿Cómo zafarme de esta manifiesta desgracia, [tan predecible]? No hay forma, nada. Mi cabeza estalla en mil pedazos, mi corazón se rompe, mientras a lo lejos se escucha una música, y mañana, después de haberme acostado, tendré que volverme a levantar. Ni una sola lágrima, y aún si las hubiera, ¿qué se puede hacer? He estado bebiendo, me gustaría seguir haciéndolo, empeño inútil. Mi amor sigue allí, enfrente mío.» (Cartas a Westphalen, Moro 2020, páginas 50 y 51)
Lunes 28 de agosto de 1939 «El sábado llegó mi amor, cada vez más bello, cada vez más frustrante y más atractivo. Por la mañana lloraba viéndolo vestirse y salir, yo más ligado a él que nunca, él más dueño de sí, más aéreo, más libre. ¡La locura más absoluta! Protagonizar la dicha o la desesperanza en solitario, ante un individuo de fuego y de hielo, ante un ser tan inhumano. Soy 21
Soberanía y transgresión: César Moro, de Mariela Dreyfus (2008).
reacio a cualquier tipo de análisis en ese ámbito. ¿Cómo intentar una justificación? No hay forma de quejarme de mi amor, de su imprescindible presencia, del tormento que conlleva el amor. ¿Qué sería de mi vida sin amor? Una vida mil veces más vacía, con una tranquilidad mucho más peligrosa y tanto más insoportable que este “morir de no morir”. [...] Se va mi amor, ocho días transcurrirán y es posible que lo vea regresar rebosante de todos los secretos [acumulados], de toda la experiencia vivida en esos ocho días, en cambio yo frente a él, perdido y sin saber qué hacer. Bueno no se diga más, así es el amor. Dejemos que siga su curso. ¡Que viva el amor!» (Cartas a Westphalen, Moro 2020, páginas 52 y 53) Sábado 2 de setiembre de 1939 «Acaba de irse, más allá de lo concebible en él se materializa toda mi desgracia y toda mi estúpida esperanza. Me quedo en México porque él está aquí, él conforma mi vida, mi pobre y miserable vida, no es más que eso, algo del todo ordinario, para nada notable, más bien totalmente trivial: tantos otros seres han amado, entre miles de individuos, yo también amo. Él sabe decir las palabras más crueles, aquellas que lo hieren a uno en lo más profundo, sin dejar salida alguna. Es la fuerza maravillosa que me impide vivir como viven los demás. Hemos vivido, hemos pasado todos por catástrofes, pero el único tema que me apasiona es él. Soy de lo peor, más débil que cualquiera, pero lo amo. ¿Qué puedo hacer? Lo amo mi querido amigo, y todavía tengo la dicha de tenerte a ti, el más querido entre todos mis amigos. Me gustaría quejarme contigo, lamentarme a través del aire. [...] Ya no logro curarme de un cuerpo a través de otro cuerpo, como solía hacerlo. La belleza no ha abandonado al mundo, evidentemente, más ha ido a alojarse, portadora de todos sus endemoniados encantos, en un solo ser, tanto más negro que la noche, tanto más bello que la suerte, tanto más amargo y más [tentador] que la vida en sí de los animales. Quisiera ser tiburón tigre o cualquier otro animal repugnante. Según nuestra cobarde mirada, la bestia más horrenda. Me gustaría poder prescindir de mis sentidos, pues me llevan siempre al mismo callejón sin salida: enfrente mío solo la muerte o el amor y no puedo más que reprocharme de optar por ese cruento amor.» (Cartas a Westphalen, Moro 2020, páginas 56 y 57) Domingo 17 de setiembre de 1939 «Siempre, para todo y en todas partes, hay que esperar. Aguardar ocho días para ver a mi amor, de prisa y corriendo, toda una larga semana para luego no poder saciar mis ansias de su presencia, de su voz, de su olor, de su mirada. Maldita vida. ¡Que los demás busquen por otra parte sus recompensas! A mí la fama o los negocios me dejan absolutamente frío, en mi caso lo único que existe es el amor total, devastador, desesperado. Y aún así soy feliz, tremendamente feliz.» (Cartas a Westphalen, Moro 2020, página 62)
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Ejemplares de la revista Creación y Crítica (1971-1977).
Martes 10 de octubre de 1939 «No puedo resolverme a aceptar el hecho evidente, crudelísimo, de saberte distante, indiferente, ajeno. Lo sé, no puedo aceptarlo. Te adoro. Palabras, palabras… Nada es comparable a la sensación de mi ternura por tí; llámala de cualquier modo: justa, injusta, reprobable, monstruosa; también es un hecho innegable, más fuerte que mi muerte, más fuerte que el infierno de cada día y que la desesperación en que me debato. Es así, así será siempre. Nada tengo que reprocharte o debiera reprocharte hasta el aire que respiro; no es tu culpa ser lo más hermoso y lo más terrible de mi vida. Tu ausencia, tu sadismo, tu indiferencia: qué cosa puedo hallar fuera de tu mundo absorbente sino el silencio y la sombra mortales en que a lo largo de los días te busco.» (Cartas a Antonio, Moro 2016-A, páginas 352 y 353) Sábado 30 de diciembre «Esta noche aguardaba su presencia, vana espera. Logro vivir de esa desesperanza que prolonga mi vida; igual que un avaro cualquiera, hago cálculos, invierto a plazos mi felicidad, la pospongo y, como todos los avaros, de seguro moriré sin haberla alcanzado, así como ellos mueren sin haber gastado un centavo, postergando aquel siniestro resplandor del oro que se arroja y que está hecho para opacar cualquier cosa y todo sentimiento, el amor es un juego de aniquilación.» (Cartas a Westphalen, Moro 2020, páginas 81 y 82) Las 5 cartas publicadas en la revista Creación y Crítica se pueden encontrar también en Moro 1980 que se puede encontrar completo en internet, aquí: https://bit.ly/3g6kkgL
• • • • Bibliografía Dreyfus, Mariela 2008. Soberanía y transgresión: César Moro. Universidad Ricardo Palma, Lima. Moro, César 1980. Obra Poética 1. Instituto Nacional de Cultura, Lima. Moro, César 2016-A. Obra Poética Completa II. Sur Librería Anticuaria y Academia Peruana de la Lengua, Lima. Moro, César 2016-B. Los anteojos de Azufre. Sur Librería Anticuaria y Academia Peruana de la Lengua, Lima. Moro, César 2020. Eternidad de la noche. Cartas de César Moro a Emilio Adolfo Westphalen. Fondo de Cultura Económica y Casa de la Literatura Peruana, Lima. / / 23
Cuando quise ser yo escribe: Mariajosé Manrique1
Es una tarde cualquiera y, como cualquier tarde, dos amigos caminan de regreso de la escuela por un camino que han hecho cientos de veces. El chico deja en casa a su compañera como de costumbre, aunque tenga que tomar un gran desvío asegurándose que llegue bien, no quiere mañana o más tarde ver en las noticias que le ocurriera alguna desgracia. Si eres mujer, desde que entras a la secundaria es incómodo y peligroso salir o ir por la calle sin un hombre al lado, porque le tienen más respeto a la propiedad de ese hombre, que ti misma como ser humano. Tendría tan solo 12 años cuando el primer silbido me hizo sentir humillada y el primer piropo no deseado me causó asco. Fue ahí cuando decidí cambiar mi ropa y tratar de pasar lo más inadvertida posible para solucionar el problema, como si fuera mi culpa que aquellos hombres me degradaran, cosificaran y sexualizaran, incluso si no cumplía sus estereotipos imposibles de belleza y, sobre todo, aún siendo una niña. A todas las mujeres, desde pequeñas, nos enseñan cómo evitar, sin éxito, las agresiones tanto verbales como físicas, responsabilizándonos por estas. Sin embargo, nadie, en ningún momento, les enseña a los agresores a no agredir. Por el contrario, a estos se les excusa y, peor aún, se les celebra aquellas actitudes por el simple y estúpido hecho de tener un sobrevalorado pene. Volviendo al inicio, a aquella tarde normal de martes, aquella tarde normal para cualquiera excepto para esa chica de 13 años que está al borde de un ataque de pánico al ver rebuscada su habitación y con una madre furiosa en medio del caos con sus secretos más oscuros en la mano. ¿Qué podría haber encontrado para que estuviera tan enojada? Ni drogas, cigarros o alcohol, sino poemas de amor, que seguramente de no estar dirigidos a otra chica no habrían causado tantos problemas. Actualmente tengo 19 años, puedo asegurar que esa tarde marcó un antes y un después, y que es causante de la mayoría de mis actitudes al día de hoy, porque fue derribar y reestructurar mi mundo.
Mariajosé Manrique es estudiante de Literatura de la Universidad Nacional Federico Villarreal, persona en proceso de deconstrucción, insomne voluntaria y amante de los animales. 1
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Recuerdo cómo lo negué todo a punto de llorar por más obvio e innegable que fuera, cómo fui invalidada y eso, conociendo a mi madre, me pareció la mejor posibilidad, como me sentía enferma de angustia de lo que iba a ocurrir después, y, como temía, los días siguientes no fueron mejores. Llenos de discusiones constantes por cualquier estupidez, fui alejada de mis amigos, me cambiaron de escuela, lo peor fue aprender a guardarme las cosas y crear un muro entre yo y las personas que deberían supuestamente ser mis mejores amigos. Algo está jodido en el mundo cuando el amor genera aversión, odio, violencia y hasta muerte. Luego de meses, lo que parecía ser un tema olvidado, causó en mí una curiosidad peligrosa y me pregunté ¿por qué yo había reaccionado tan mal? Yo no veía nada de malo en mí y en que me gustara aquella niña tan linda que me trataba tan bonito. Supe que los demás no lo verían así, había crecido oyendo comentarios negativos al respecto, que nunca me parecieron correctos, pero que nunca había hecho nada por detener. Era aquella opresión la que estaba equivocada y yo había sido cómplice con mi silencio todas esas veces que hacían chistes fuera de lugar, que criticaban a los vecinos o familiares, que usaban palabras peyorativas para referirse a cualquiera que no cumpliera con sus expectativas heteronormadas. Había estado aterrada frente a los gritos y a aquella necesidad de aprobación parental, pero ya no iba a tolerar algo que sabía que estaba mal, no me sentía segura, pero debía intentarlo, empezar de algún modo a cambiar esas conductas por lo menos en mí, y dejar de hacer el mismo daño que me hicieron. A los 14, adaptada en una nueva escuela, descubrí el feminismo. La intención del profesor de religión definitivamente no fue que nos interesáramos por este, sino todo lo contrario, pero mientras más despotricaba contra estas mujeres que trataban de cambiar un mundo de hombres a un mundo para todes, más me interesaba saber qué tenían para decir. Todo esto se habló por la única razón de que habría una marcha «provida», la cual estaría pasando por encima del derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo y era indispensable la asistencia para aprobar el curso de religión. Ese bimestre jalé religión por no asistir, me parecía insólito cómo por una nota querían obligarnos a fomentar la opresión y cómo creían que teníamos la edad suficiente para parir, pero no para recibir educación sexual. El siguiente año tuvieron que cambiarme de escuela de nuevo, por la falta de amigos y el hecho de que, de alguna manera, todos sabían mi sexualidad y se creían con el derecho de opinar sobre ello para bien o para mal, a mi madre le pareció un rumor ofensivo. Pero para mí, que lo supieran, era lo de menos. ¿Por qué tendría que esconderme? Ofensivo era que algunos chicos hicieran comentarios subidos de tono al respecto, me parecía indignante. ¿Quiénes demonios se creían? ¿Y quién demonios les había mentido que, por el simple hecho de tener un pene, del cual tanto presumían y que ni siquiera sabían utilizar, las chicas tenían que caer rendidas a sus pies? Pero de poco o nada sirvió, ya que al cabo de unos meses volvió a ocurrir lo mismo con mis nuevos compañeros. La importante diferencia es que en aquel nuevo lugar encontré amigas que me defendieron, me apoyaron y se abrieron a deconstruirse junto a mí de mano de una profesora que dijo las palabras correctas en el momento correcto. Actualmente tengo 19 años y sigo en ese proceso. Reconozco que aún hay veces que busco aprobación general, pero intento superarlo y expresarme lo más libremente que puedo, educarme y crecer, defender mis ideas, soñar mucho y buscar generar un ambiente seguro y justo para todas las personas que me rodean. / /
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Reforma Trans UNMSM: La lucha trans y no binaria en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos escribe: Ella Goñez1
Antes de relatar todo lo que muero por expresar, quiero decirles que lamento si mi experiencia personal no se ajusta a las teorías que se han escrito sobre nosotrxs, si creen que mi existencia perpetúa estereotipos de género y si la forma en la cual me expreso no cumple con los parámetros bajo los que una persona trans es medida. Mi nombre es Ella, estudio Ciencia Política en la UNMSM, estoy a puertas de egresar y llevo conmigo la rabia de no haber logrado que mi universidad reconozca mi identidad y la de mis compañerxs. Cuando ingresé, solo me reconocía como una persona bisexual porque las orientaciones sexuales y el binarismo de género eran lo único que conocía, tenía apenas 17 años y venía reprimiendo mis emociones y deseos desde la pubertad. No era un chico trans, estaba segure de eso y, sin embargo, verme y que lxs demás me vean como mujer tampoco era lo que deseaba, no sabía quién era y solo cumplía con lo que esperaban de mí. Hasta hace algún tiempo, el hecho de haber comprendido que era una persona trans no binaria recién en mi tercer año de universidad, me resultaba anecdótico, pero con todo lo que he tenido que pasar después de hallarme a mí misme, lo único que me produce es rabia, frustración y tristeza. ¿Si me hubieran enseñado de ello en el colegio, mi vida hubiera sido mejor? Creo fervientemente que la respuesta es afirmativa, que no hubiera crecido odiando a mi cuerpo, lastimándome y creyendo que algo malo me pasaba, llorando por no sentirme suficiente e ignorando mi verdadero yo, escondiéndome de todxs en plena adolescencia porque no me gustaba la forma en que me trataban, en la que me veían. Una persona trans no binaria fue quien me salvó y desde ahí entendí que solo nosotrxs nos apoyamos y defendemos en esta sociedad tan hostil. Le conocí y me habló del proyecto Reforma Trans UNMSM, el cual consiste en una propuesta de política de identidad de género que elle y una compañera presentaron, asesoradxs por el consultorio ÚNICXS, en el 2019 a la universidad. Dicha propuesta tiene 4 puntos: el reconocimiento de la identidad en los documentos internos, campañas de sensibilización a la comunidad universitaria, la adaptación de espacios y actividades curriculares y, por último, sanciones administrativas a quienes cometieran actos de discriminación contra estudiantes trans y no binarios. El consultorio ÚNICXS ayudó con la Reforma Trans que se llevó a cabo en la Pontificia Universidad Católica del Perú, esta reforma y la posterior que se dio en la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa fueron los antecedentes y referentes pertinentes que jugaban a favor de la aprobación de la reforma trans en la UNMSM.
Ella Goñez es estudiante del 5to año de la carrera de Ciencia Política en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde es parte del Círculo de Estudios e Investigación de Políticas Públicas - CEIPOL. A su vez, se desempeña como coordinadorx de relaciones interinstitucionales del colectivo Versiones LGBT San Marcos y es parte de la colectiva Reforma Trans UNMSM. Actualmente, es parte de la Dirección de Investigación en Evidencia: Observatorio de Políticas Públicas para el Desarrollo, espacio donde se encarga de trabajar el enfoque de género en las propuestas de investigación. 1
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archivo
Mis compañerxs estuvieron todos los días tras la vicerrectora académica, Elizabeth Canales, quien en el año 2019 había prometido elevar la propuesta a la Asamblea Universitaria; sin embargo, luego de que se la entregaron, no volvió a recibirlxs en su despacho ni trató de comunicarse. En el año 2020 yo ingresé a este colectivo y me aboqué de lleno a la difusión de nuestras demandas ya que la propuesta entregada anteriormente desapareció de los registros de la universidad cuando llegó la pandemia y se creó el portal web de atención de trámites. Luego de consultarlo con la abogada de ÚNICXS que nos apoyaba, ingresamos el documento nuevamente en julio del año pasado y para noviembre nos dimos cuenta que, según el portal web de trámites, había sido rechazado, pero no nos había llegado ninguna explicación a nuestros canales de atención. Una vez más fuimos burladxs. En el colectivo Reforma Trans UNMSM ya teníamos varios integrantes de diferentes carreras y con ellxs volvimos a plantear nuestras acciones. Es así que nos reunimos con todo aquel que estuviese dispuesto a escucharnos. Tuvimos reuniones con los despachos ministeriales de Rocío Silva Santisteban, Daniel Olivares y Alberto de Belaunde, quienes enviaron solicitudes de información a la UNMSM; sin embargo, ninguna fue contestada. Nos reunimos con las candidatas Gahela Cari y Gabriela Salvador para hacerles llegar nuestras demandas, lastimosamente ninguna obtuvo una curul en el Congreso. La última acción que emprendimos fue denunciar a la UNMSM este año a través de la SUNEDU y la Defensoría del Pueblo, por fin respondieron a través de la Defensoría; no obstante, las respuestas que brindaron a nuestra política de identidad de género no fueron más que excusas, desconocimiento de la situación de las personas trans y no binarias y el querer pasar por alto deliberadamente los ejemplos de la PUCP y la UNSA. A pesar de las decepciones que hemos pasado en estos años, de la postergación de nuestros derechos y la discriminación estructural que atravesamos todos los dias desde el acceder a clases con un nombre con el cual no nos identificamos hasta el egresar con un título que no refleja quiénes somos, seguimos resistiendo y animando a demás estudiantes trans y no binarios a alzar su voz, a tomar las riendas de su propia lucha. Mis compas y yo soñamos con espacios de educación superior donde podamos desarrollarnos plenamente, estamos segurxs de lograrlo. / /
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Una pócima para el corazón (cuento)
texto: Ayrton Quispe Policarpo ilustración: Chechi Chávez
Sucedió hace ya bastante tiempo, tanto que no logro calcular cuánto, en una ciudad muy grande, de aquellas que desprenden una gran cantidad de luces de colores, de esas que hipnotizan a cualquiera que pasee por sus calles. Y hablando de calles, en estas nunca podía faltar algún comercio, uno de comida rápida, otro de ropa y así la ciudad completa era un comercio viviente. Con gente que, saliendo de su trabajo, compraba; que en sus días de descanso, compraba, era un lugar donde todo estaba envasado, donde todo se podía conseguir con visitar alguna tienda, era una ciudad tan viva, tan llena. Pero no todo era perfecto, como eran tantas personas a veces el agua no alcanzaba para todos, pero eso lo solucionaron poniendo un gran tanque de agua al centro de la ciudad.
era algo que no les gustaba o no entendían lo hacían viral, lo hacían meme y todos se burlaban. A Mario nadie lo entendía porque era diferente, y por eso lo excluían de los grupos que se formaban en su colegio, eso le ponía muy triste. Un día llegó a su colegio un niño nuevo de un lugar muy lejano, tan lejano que su nombre no salía en los mapas de Google. El niño se presentó con su salón. Se llamaba Dilan, a quien todos excluyeron porque no tenía celular, ni tampoco usaba ropa de alguna marca reconocida, incluso se llegó a decir que usaba ropa de dudosas procedencias.
A Mario le cayó como anillo al dedo la llegada de Dilan. Ambos jugaban mucho, eran muy cercanos, pasaban mucho tiempo juntos. Un día Mario iba a su casa y al otro Dilan se Hablemos de Mario, era un niño no mayor a 10 años si quedaba en la de Mario. Sus ojos brillaban cuando se miraban. mal no recuerdo. A él no le gustaba para nada vestir de formas tan pomposas como los otros niños en su ciudad. Con Eran tan unidos que hasta un día Mario sintió que cuando decir pomposo me refiero a vestir con lujos, llenos de plucaminaba junto a Dilan su corazón se ponía a latir muy rápido mas, pantalones caros, zapatos que brillan tanto como una estrella; tampoco le gustaba presumir de lo que tenía como y Dilan le confesó que a él le pasaba igual, ambos se dieron sus vecinos, que lo único que hablaban era de su celular de cuenta que esa sensación que les provocaba sus corazones no último modelo, «que tal aplicación puede hacer esto», «que era mala, al contrario, se sentía muy bien y eso les gustaba. mi celular puede enviar olor», y tantas cosas que podían haUn día, mientras paseaban sorprendiéndose de los colores cer esas benditas cosas. Mario se sentía extraño cuando iba de paseo con los que decían ser sus amigos, porque en vez de los anuncios de las tiendas, sus manos se rozaron y sinde admirar el paisaje o disfrutar del juego al que iban, ellos tieron que esa sensación de su corazón se hacía más fuerte, solo se dedicaban a tomar fotos o grabar, y luego no hacían se sintieron muy felices, entonces decidieron caminar de la nada más que ver su celular. Mario se sentía solo, y a esto me mano. A la gente que andaba con los ojos puestos en sus cerefería con «tan vivo, tan lleno, pero tan vacío». Todos tan lulares por primera vez les llamó la atención algo más que un ocupados en las apariencias, que no les importaba el resto, meme, era algo extraño para ellos, nunca habían visto semesolo se unían cuando pasaba algo fuera de lo normal, y si eso jante… ni siquiera conocían una palabra para lo que veían: 28
dos niños caminando de la mano… Como no entendían les tomaron fotos para enseñárselas a otras personas a ver si alguien entendía algo, pero como nadie entendía lo único que hicieron fue hacer memes de lo visto, todos se reían de ellos. Eso siempre pasa cuando la gente solo mira lo superficial, pero no piensa en lo que pasa dentro en el corazón. Ah, pobres chicos, los que les pasó fue terrible. No podían ni jugar porque de inmediato se reían de ellos y, como pasa con la gente que no entiende algo, de las burlas pasaron a los insultos. Ya no podían jugar juntos sin que alguien los señalara, o les tomen más fotos para seguir burlándose. Una vez una señora se les acercó y les dio dinero para que vayan a una tienda a comprarse medicamentos porque lo que tenían de seguro era una enfermedad, que los niños a su edad deberían estar preocupados por otras cosas como un celular o la última actualización de algún juego en internet o en comprar ropa. Ellos aceptaron el dinero, primero pensaron en comprar dulces, pero como todos los miraban raro, a Mario le dio vergüenza y no quiso seguir el plan. Mario, que no quería que siguieran burlándose de ellos, se alejó de Dilan, pero Dilan no quería alejarse, a él no le importaba. Lo único que le importaba era que se sentía bien junto a Mario. Pero las críticas pesaron más y Mario por fin dejó de ver a Dilan, y es que «esto es lo mejor, lo que ellos hacen está mal, pues es obvio, ¿cómo no lo había visto antes? Es muy tonto, la gente no debe andar sintiendo por sentir, esas cosas están mal, mejor es pasar el tiempo viendo películas en YouTube, por ejemplo». Un día, cuando Mario caminaba por el patio del colegio, vio a lo lejos cómo unos niños se paraban cerca de Dilan riéndose, grabando, empujándolo. Mario no aguantó ver que se burlen de alguien a quien quería mucho y, llorando, agarró la mano de su amigo y ambos se fueron corriendo del colegio. que la señora les había dado para comprarse medicamentos. entonces volteó donde el hechicero y le dijo «¡Señor, deme Dilan, que también lloraba, le pedía que lo suelte; pero Ma- muchas de esas pócimas!» rio seguía pensando mientras caminaba «¿y si ellos no eran los que estaban mal?», «¿y si era la gente la que se equivoMario y Dilan tenían miedo, pero no les importó nada. El caba?». Quizás las cosas eran al revés, una vez vio en la tele hechicero les dio su bendición, y cuando un hechicero te que los científicos primero crean algo que no saben qué es, bendice la suerte te acompaña. Ambos se escabulleron al y luego ven para lo que sirve y así venderlo. Lo más probable gran tanque de agua de la ciudad, subieron a lo más alto, es que con ellos sea igual, las cosas siempre son al revés, la y desde allí vaciaron todas las pócimas (que eran muchas) ciencia lo dice. que les había vendido el hechicero, riendo felices, mientras sus corazones latían a mil por segundo. Cuando terminaron, Muy cerca del centro de la ciudad, en una calle de color cada uno fue a su casa a dormir, a esperar a que la gente morado había una tienda muy chiquita donde un hechicero toque el agua combinada con la pócima. de muchos años, pero que parecía bastante joven, vendía cosas de todo tipo, pero no vendía nada a menos que la perY así fue. Llegó el siguiente día, la gente se bañó, tomó sona que lo pida lo necesite. desayuno, tomó agua. Mario y Dilan salieron caminando de la mano y nadie dijo nada. Estaban felices. Y más felices y Mario entró con Dilan de la mano a la tienda. «¿Qué hacen sorprendidos quedaron al ver a la gente que ya no miraba unos niños tan pequeños aquí?» —dijo el hechicero— «us- su celular, ni tampoco miraba los mostradores de las tiendas. tedes necesitan algo, pero eso no debo decirlo yo». Mario Ahora la gente se miraba a los ojos, a veces mientras camirespondió contándole lo que había pasado y le preguntó si naban veían que, como ellos, dos chicos mayores también lo que sentía cuando estaba con Dilan era anormal. «Ahora caminaban de la mano, más adelante una chica y un chico. nadie siente, solo ve las apariencias. Nadie piensa, parecen máquinas, parece que han olvidado cómo mirar el corazón, Cuando iban camino al colegio la señora que tiempo atrás como lo hacen ustedes. Son tan contradictorias las personas» les había dado dinero para medicamentos se les acercó muy respondió el hechicero, que era muy paciente. «¡Señor, vén- feliz y les dijo: «Se ven muy tiernos, chicos. Me alegra ver a dame algo para que la gente no se burle de nosotros!» Le dijo unos niños tan felices juntos». Los dos niños se miraron y la Mario, a lo que el hombre respondió que no podía darles eso, abrazaron con mucha fuerza, con todo su corazón. eso no era lo que necesitaban. Entonces Dilan, que había esY así no solo Mario y Dilan, sino la ciudad entera empezó a tado callado durante la conversación, dijo «entonces denos algo para que la gente vea y sienta nuestros corazones». El entender al corazón y eso les hizo ser más felices. Y es que, hechicero, respondió que eso sí podía darles, pero como era aunque el billete que me dieron esos niños no alcanzaba ni una poción especial, costaría mucho. Entonces Mario, en- para comprar una pócima, yo nunca niego un producto a tristecido porque no tenían dinero, miró al piso y, cuando se quien lo necesite, eso también me hace muy feliz. disponía a rendirse y dar un paso para salir de la tienda, metió la mano a su bolsillo y, ¡oh sorpresa! allí estaba el dinero Y colorín colorado este cuento ha acabado. / / 29
¿Cómo aceptarme si la sociedad no lo hace? escribe: Sebastian Valencio Paniagua1
Hoy en día vivimos en una sociedad a la cual no le agrada lo desconocido, incluso juzgan a las personas que viven la vida a su manera. ¿Alguna vez te han dicho: «quiérete tal cómo eres»? Pero, ¿cómo es posible quererse uno mismo si las personas no lo hacen, no te aceptan y, lamentablemente, es tanta la presión que al final termina cohibiéndote. Un ángel sin alas, no es un ángel. Luego de un año desastroso, en el que repetía de grado y atravesaba una dolorosa ruptura amorosa, ingresé a un nuevo colegio, uno muy diferente al anterior. Todo fue estresante al principio, no tenía ningún amigo o amiga. El tercer día de clases un chico se sentó a mi lado por orden del profesor, no sé el porqué, o cómo es que me sentía tan nervioso, mis manos estaban sudorosas, sentía que mi rostro explotaría de tanto calor. En ese momento conocí a Pipe, así le decíamos de cariño: un chico no tan alto, con el pelo lacio en cierto tono castaño, contextura delgada y una mirada cautivadora. Nuevas sensaciones se arremolinaban en mi corazón. Nunca había sentido nada igual, y menos hacia un varón, pero lo disfrutaba, aunque trataba de ocultarlo. Sin darme cuenta, las semanas transcurrían con rapidez, nos sentábamos a diario juntos. Él era muy bueno en matemáticas, por eso le pedía consejos, o quizás solo aparentaba ser pésimo en el curso para que Pipe pudiera explicarme cosas que fingía no entender. Todo se volvió mutuo, yo lo ayudaba con sus tareas de inglés y lenguaje, y él, a cambio, me enseñaba trigonometría. Las cosas marchaban bien hasta que un profesor empezó a hacernos cargamontón. Al principio lo ignoraba y le devolvía las «bromas», pero esto cada vez empeoraba; por momentos solo quería que parara. ¿Cómo reaccionaría Pipe ante esta situación?, ¿cómo se sentiría? Lo descubrí de la peor manera. Felipe, al sentirse acosado no dijo nada, simplemente se alejó, y me quedé solo de nuevo. Todas las emociones que afrontaba eran nuevas, pero no ajenas a mí, siempre me había visto a mí mismo como alguien completamente
heterosexual, pero aquel sentimiento de tristeza que me llevó a derramar lágrimas por un chico despertó mis dudas. Todo se sentía tan extraño. ¿Acaso me había enamorado? La respuesta era evidente, pero de algún modo no quería aceptarlo. Los días transcurrieron lentamente, le confesé mis sentimientos a mi mejor amiga, Carolina, quien era comprensiva y bastante atrevida; ideó un plan para que él y yo podamos conversar. Organizó una fiesta con pretextos estudiantiles, así no levantaría sospechas (le pedí que sea discreta). Como dije, todo esto era nuevo para mí y no quería ser juzgado, por decirlo de alguna manera. Llegado el día de la fiesta, con un par de tragos encima, llevé a Pipe a un cuarto en el segundo piso, estando a solas le confesé todo lo que estaba sintiendo. Ni siquiera lo dejé hablar, me tiré encima suyo y lo besé. ¿Cómo olvidar ese beso? Era mi primer beso con otro chico, me sentía en las nubes, no sé si era el trago o la emoción, pero eso me hizo volar. Sin embargo, mientras más alto estés, más dolorosa es la caída. Él me empujó hacia atrás, me miró con cara de asco, sentí que algo en mi corazón hizo «¡crack!». Salí corriendo de aquel lugar, me fui sin siquiera voltear a ver si me seguía, en el fondo sabía que no lo haría, su cara lo dijo todo. Pipe me bloqueó de todas las redes sociales, en el colegio nunca más nos dirigimos la palabra; yo solo quería pedirle perdón, mentirle, decirle que todo fue culpa del alcohol, pero jamás me escucharía. Puede que esta no haya sido la mejor experiencia, pero sirvió para descubrirme, conocerme mejor, saber qué me gusta y qué es lo que quiero. Hoy en día me siento de lo mejor, amo como soy y ya no tengo miedo al decir que me abro a todo tipo de personas, sean mujeres, hombres, homosexuales, bisexuales, etc. Soy un ángel, habrá quienes quieran cortarme las alas, pero nunca lo lograrán. Por fin vencí a mis propios demonios. ¿Aún hay gente que cree intimidarnos por imponernos que el amor solo se tiene que dar entre hombres y mujeres? / /
Sebastian Fernando Valencio Paniagua es estudiante de Literatura en la Universidad Nacional Federico Villarreal, amante del romanticismo y los gatos (sueño vivir con 26 de ellos). 1
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¡Nuevo lanzamiento!
EN EL JARDÍN DE LIRIOS El amor entre mujeres en la cultura pop asiática
De Alexandra Arana Blas con prólogo de Carla Sagástegui
El libro recopila diversos ensayos sobre anime, manga, videojuegos, manhua, manhwa y manga peruano. Con ellos no solo nos presenta el contexto en el que nacieron dichas obras, sino también los múltiples usos y formas de representar la diversidad sexual, en especial el deseo entre mujeres, a nivel narrativo.
Versión digital disponible en: https://issuu.com/cronicasdeladiversidad/docs/aarana
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Bibliotecas como espacios de inclusión para la comunidad LGBTIQ+ escribe: Alan Concepción-Cuenca1
A lo largo de los años, las bibliotecas han pasado por una serie de cambios y adaptaciones en su relación con la comunidad a la que atienden. De ser lugares destinados principalmente a la lectura y la investigación, se han convertido en espacios de encuentro para el diálogo, la reflexión y el entretenimiento. Y es que las bibliotecas son quizá los lugares más democráticos que existen, en donde todas las personas, sin ningún tipo de discriminación, tienen la posibilidad de acceder a una serie de recursos informativos, tanto en formato físico como digital; así como participar en actividades culturales de aprendizaje e integración con su entorno social. Cuando hablamos de bibliotecas, es necesario considerar la existencia de una tipología que las clasifica en bibliotecas escolares, públicas, universitarias, especializadas y nacionales. Cada una de ellas cumple funciones específicas en la atención a su público usuario que, por lo general, posee características e intereses similares o particulares. La comunidad LGBTIQ+ podría encontrar en la biblioteca un espacio de refugio y de manifestación libre de su identidad de género, orientación sexual y expresión de género. Para ello, es importante que el personal bibliotecario esté conformado por profesionales que pongan en marcha una serie de estrategias, programas y actividades con perspectiva de género, que permitan generar un verdadero ambiente de inclusión. También es recomendable el acercamiento a colectivas y asociaciones integradas por personas de la diversidad sexual, pues a través de ellas se pueden encaminar iniciativas que promuevan diferentes dinámicas de interacción, además de contribuir a la difusión dentro de un contexto local. Uno de los procesos fundamentales de toda biblioteca es el desarrollo de las colecciones. El material bibliográfico disponible en las salas de lectura debe reflejar de manera positiva el valor de la diversidad. En la colección infantil, se puede incluir una selección de libros informativos y álbumes ilustrados que aborden temas como familias homoparentales, aceptación de las diferencias y respeto por las expresiones de género. En la colección general, no pueden faltar las publicaciones literarias, así como textos especializados e investigaciones de diversas disciplinas que incorporen de forma transversal las temáticas y problemáticas de la población LGBTIQ+.
Alan Concepción-Cuenca es profesional en Ciencias de la Información por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha participado en el Programa de Capacitación Universitaria en Bibliotecología Social en la Universidad de Buenos Aires (Argentina) y en el Programa Especializado en Mediación de Lectura y Escritura de la Cátedra de Lectura, Escritura y Bibliotecas (CERLALC, 2019). Desde el 2017, coordina el Grupo Impulsor de Bibliotecas Comunales. Ha creado el colectivo Bibliotecas con Orgullo, para difundir iniciativas dirigidas a la comunidad LGBTIQ+ desde las bibliotecas peruanas. Actualmente, es asistente de coordinación de las Estaciones de Biblioteca Pública de la Biblioteca Nacional del Perú y mediador de lectura voluntario en la Biblioteca Fitekantropus. 1
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Para el diseño de los servicios, el personal bibliotecario debe identificar la información que requiere o que considere útil para quienes integran la comunidad LGBTIQ+. Por lo tanto, es necesario realizar un trabajo de búsqueda, recopilación y organización de recursos informativos físicos (trípticos, folletos, afiches, etc.) y digitales (documentos oficiales, artículos académicos, infografías, etc.) que estén a disposición de cualquier persona usuaria interesada en consultar fuentes confiables para su aprendizaje autónomo o como parte de algún tema de investigación. Se sabe también que en muchas ocasiones el acceso a este tipo de recursos puede resultar limitado; por tal motivo, desde la biblioteca se pueden proponer iniciativas para la documentación de una memoria local LGBTIQ+, a través de la producción de registros sonoros y/o audiovisuales, donde se recopilen experiencias, testimonios, fotografías y biografías de activistas de la comunidad conformada por lesbianas, gays, bisexuales, trans, intersexuales, queer y otras disidencias. Las actividades de promoción de la lectura son realizadas en todo tipo de biblioteca. Para promover la circulación de los libros con temática LGBTIQ+ se deben generar estrategias de difusión de estas colecciones, como por ejemplo la elaboración de reseñas bibliográficas o la presentación de libros donde participen autores o autoras, especialistas y el público lector más asiduo. De igual manera, se pueden programar sesiones de lectura en voz alta, clubes de lectura o tertulias literarias, que son espacios de conversación para el público de todas las edades, donde encuentran la oportunidad para interpretar, intercambiar opiniones, recordar experiencias, cuestionar o criticar a partir de la lectura de obras literarias o en torno a las temáticas que se plantean. Posteriormente, se puede estimular la escritura creativa en quienes sienten la necesidad de expresar sus ideas o emociones a través de microtalleres que les permitan escribir un cuento, un poema, un ensayo o cualquier otro tipo de texto. Al finalizar esta propuesta, se podría editar una publicación donde se recopilen todos estos escritos, que luego puedan ser leídos por otras personas desde un blog o como parte de un recurso físico disponible en la sala de lectura. En las bibliotecas, se presentan además actividades culturales que incentivan el desarrollo personal, el aprendizaje colectivo y el acceso a distintas manifestaciones artísticas. Se debe procurar que estas expresen la diversidad de su comunidad, con temas que propicien la empatía y sensibilicen sobre las principales problemáticas de la sociedad. Para establecer una programación de actividades culturales dirigida a la comunidad LGBTIQ+ y al público interesado, se pueden vincular las fechas de festividades LGBTIQ+, tanto las celebraciones como las conmemoraciones. En ese sentido, algunas actividades recomendadas son las exposiciones bibliográficas, las visitas de autores y autoras de literatura, las charlas, los conversatorios, los recitales poéticos, las proyecciones de cortometrajes, los cineforos, los cursos, los talleres, las ferias informativas, entre otras. Es importante tener en cuenta que la comunidad LGBTIQ+ está integrada también por personas que no expresan abiertamente su orientación sexual. Por esa razón, el personal de la biblioteca debe establecer un protocolo mínimo, a fin de no vulnerar el derecho a la privacidad de quienes hagan uso de las colecciones y los servicios bibliotecarios. De igual manera, existen personas que no se identifican con el binarismo de género; por tal motivo, se sugiere utilizar las diversas formas de lenguaje inclusivo en la redacción de publicaciones, convocatorias, registros, formularios o encuestas; de modo que ninguna persona se sienta excluida. Considero importante destacar el gran aporte de Crónicas de la Diversidad al apoyar la implementación de las Bibliotecas de la Diversidad, cuatro espacios de lectura ubicadas en las ciudades de Arequipa, Chiclayo, Huancayo y Lima. Gracias al financiamiento de un proyecto ganador de los Estímulos Económicos para el Libro y la Lectura del Ministerio de Cultura, se adquirió material bibliográfico con temática LGBTIQ+ de autores y autoras del Perú, tanto de editoriales internacionales como de editoriales independientes peruanas. Para finalizar, contarles que el 2021 ha sido declarado como el Año Iberoamericano de las Bibliotecas, establecido en la XX Conferencia Iberoamericana de Ministras y Ministros de Cultura de Iberoamérica del 2019. Por esa razón, comparto mi deseo de que cada vez más bibliotecas den apertura a la realización de actividades dirigidas a la población LGBTIQ+, sin temor a la censura y con la convicción de que quienes formamos parte del personal bibliotecario (profesionales y técnicos) estaremos cumpliendo una más de nuestras funciones: brindar información pertinente y de calidad para todas, todos y todes. / /
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Devenir en mí misma: Un testimonio escribe: Esthefany Lozano1
Mi proceso de deconstrucción ha sido acompañado de avances y retrocesos. Después de todo, autoidentificarse como feminista es solo uno de los primeros pasos dentro de un viaje sumamente largo. Sin embargo, algo que he sabido desarrollar con el tiempo es cuestionar constantemente, tanto a lo que me rodea como a mí misma. Y creo que el tiempo en el cual más he aprendido a hacerlo y crecí como persona fue durante mi periodo universitario. Cuando inicié mis estudios en la universidad, me encontraba en una etapa de mi vida a la cual podría catalogar como contradictoria. Si bien ya había iniciado mi viaje en el feminismo tiempo atrás, no había logrado encontrar un lugar físico en donde compartir mis dudas, experiencias, conocimientos o reflexiones. Sumado a ello, yo era una persona tímida que le costaba alzar la voz y expresar opiniones, especialmente, frente a mucha gente y más si esta era desconocida. Me sentía atrapada, quería expresarme, pero al mismo tiempo no quería ser escuchada ni percibida. Y, a pesar de que un espacio universitario se puede interpretar como un lugar lleno de nuevas perspectivas y conocimientos, la universidad me recibió con un conservadurismo más puro que aquel que experimenté en el colegio. Aunque durante todo el tiempo que duraron mis estudios de pregrado escuché comentarios misóginos y homofóbicos, el primer año fue sin duda alguna el que más me sorprendió y bajoneó. En aquel año, a uno de los docentes no le bastaba con persuadir a las estudiantes mujeres para que no realizaran estudios de género, porque según él ya había demasiados y no eran tan necesarios, sino que cada que tenía la oportunidad lanzaba comentarios sexistas y misóginos, los cuales muchas veces disfrazaba de «bromas» u «opiniones». «Opiniones» que nadie buscaba rebatir o cuestionar en clase, incluida yo. No porque pensara que él estuviera en lo correcto, sino porque la idea de contradecir a un profesor en un espacio que recién estaba explorando y rodeada de personas prácticamente desconocidas me generaba una sensación de angustia. Y así como yo sentía incomodidad para responder, mis compañeros y compañeras debieron sentir algo parecido, ya que no recuerdo haber alcanzado a escuchar alguna queja al respecto.
Edith Esthefany Lozano Rodríguez es egresada de la carrera de Antropología por la Universidad Nacional Federico Villarreal y es integrante del Colectivo de Estudios Feministas y Género UNFV. 1
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Sin embargo, recuerdo muy bien que en aquel año resonaba una noticia grotesca acerca de una violación grupal hacia una menor edad. El caso fue difundido una y otra vez por la prensa durante semanas hasta que apresaron a cada una de las personas involucradas. Como era de esperar, mi profesor no era ajeno a las noticias, por lo que en una de sus clases no tuvo mejor idea que escabullir una de sus «opiniones» cuando estaba tratando de explicar el deber de un forense en este tipo de casos. «Me disculparán, pero si a ella le pasó eso es porque era una puta», alegó el profesor casi susurrando. Esto era, tal vez, porque, si bien estaba convencido de lo que estaba diciendo, también sabía que no era «políticamente correcto». «¿Qué hacía en una fiesta llena de hombres? Era una puta». El salón entero permaneció en silencio. No me animé a alzar la mano, solo me quedé sorprendida y molesta, mirando a mi alrededor, esperando que alguien dijera algo. Esto último nunca sucedió. Es claro que para la sociedad es mucho más fácil culpabilizar a individuos por una problemática social que escudriñarse a sí misma. Inclusive si se catalogan como «enfermos» o «psicópatas» a los violadores, muchas veces no se deja de señalar a la víctima y justificar el destino que enfrentó. Siempre hay una responsabilidad en la mujer: porque si no eres santa, entonces eres puta. Y eso está marcado en la pedagogía sobre la sexualidad en nuestro país y esto, a su vez, alimenta la cultura de la violación. Y así, aunque nos parezca repugnante, nuestro silencio al respecto invisibiliza el problema. Probablemente aquel profesor piense que dijo una «verdad incómoda», después de todo, nadie lo contradijo. Y me pregunto cuántas otras estudiantes al igual que yo han permanecido calladas en las aulas para no incomodar al resto. Cuántas no tenían o no conocían un espacio seguro. Cuántas empiezan su camino en el feminismo en soledad y se preguntan si realmente pueden ser feministas. Anécdotas como estas abundan y no solo las mías, sino de muchas otras estudiantes. Muchas veces tan solo nos hacen ruido; otras, nos enfurecen e indignan. Muchas veces callamos por miedo, vergüenza o incluso porque lo hemos normalizado. Todo es parte de nuestro proceso de aprender y desaprender, el cual nunca termina. También es parte de ganar confianza y seguridad en nosotras, en lo que creemos y por lo que luchamos. Y así como muchas empezamos solas este camino largo de deconstrucción, tengo por seguro que en el recorrido encontramos compañía entre nosotras. / /
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Besos sin sostén escribe: Samantha Vilchez Contreras1
Son las 11:21 p. m. y una mujer corre asustada por la calle, me llega un mensaje y observo con ira que esa mujer es mi amiga, está asustada, tiembla y se culpa a sí misma por haber salido tan tarde; una palabra cruzó por mi mente en ese instante: sororidad. Realicé rápidamente una transferencia y así pudo irse a salvo a su hogar; esa noche ella podrá dormir tranquila, aunque una mujer en otra parte del país no correría con la misma suerte. Así como a ella, muchas de nosotras no estamos seguras, vivimos con el miedo a que este será nuestro último día aquí. El Instituto de Opinión Publica (IOP) de la PUCP afirma que 7 de cada 10 mujeres han sido acosadas a nivel nacional. Culpan a nuestra manera de vestir, los colores que usamos o nuestras actitudes «poco femeninas». ¿Qué nos hace diferentes de los hombres? Desearía una respuesta que no caiga en estereotipos —el silencio invade nuestras mentes—, correcto, no existe diferencia alguna, a no ser que quieran agregar el hecho de que yo no puedo salir sin recibir un «piropo» que no pedí o, debería decir, un insulto: «El rojo es color de las putas». Así me gritaron una vez por la calle. ¿El motivo? No sonreír ante un hombre que consideraba que su pene lo hacía superior y, por ende, todas deberían dirigirle una complaciente sonrisa. Tengo apenas 19 años y vivo en un mundo de hombres, un mundo en el cual las personas se asustan si utilizamos una letra que altere su lenguaje, un mundo que es tan mío como de ellos y tengo el derecho de llamarlo «munda» si se me da la gana, porque mi identidad se pierde si anulan mi género y minimizan mis actos. Vivo el machismo día a día. Dicen que debo sentarme derecha porque soy una señorita, siempre «darme a respetar» (cuando deberían enseñarles a ellos a respetarnos), usar brasier a pesar de que este me cause incomodidad y oprima mi libertad corporal. La gota
que colmó el vaso fue la imposición de mi orientación sexual y mi identidad de género: «Seguro le gusta su amiguito», «no juegues muy brusco, las mujeres son delicadas», «no te muestres interesada, vas a parecer una chica fácil»; todas estas fueron algunas de las frases que hasta ahora escucho. Yo era una mujercita, lo tenía clarísimo, mis características encajaban a la perfección, pero ¿eran esas mis propias ideas? A los 12 años empecé a odiarme, la culpable fue una niña. Probar sus besos provocó en mí una revolución de sentimientos. Hoy la veo caminar tranquila, quizá anulamos esos momentos de nuestras mentes, pero aquello nos hizo vivir desenfrenadamente. Nunca existieron sentimientos de por medio, éramos simples niñas jugando a darnos besos y abrazos, abrazos que terminaban en mis piernas rodeando su cintura, debo decir que nunca se rompió la barrera de la inocencia. En ese instante me tocó fluctuar entre el deseo y la cobardía de asumir lo que verdaderamente soy. Ser bisexual es complicado, ser mujer le agrega una chispa de lujuria que disfruto y aborrezco. Me envalentoné con los años, ahora sé que la sociedad le teme a las mujeres que alzan la voz y se deconstruyen. Aún tengo miedo de regresar a casa por las noches, aún miro a todos lados mientras cruzo los pasos de cebra en los cuales la gente se aglomera y los hombres usan el pretexto del poco espacio para rozar sus cobardes miembros «viriles» —ahora grito sin miedo y me tachan de exagerada—; aún estoy en proceso de deconstrucción, pero hoy me atrevo a vivir y cedo con responsabilidad a mis deseos, soy mujer y tengo pulsiones, tengo ganas de conocer el mundo y experimentar lo más que pueda, aunque un hombre intente llevarse el crédito por el simple hecho de haberse introducido en mí por primera vez, pobre iluso que romantizó su pene, la vida es dar y recibir. / /
Samantha Vilchez estudia Literatura en la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV), es feminista, virgo y ecologista. Actualmente, es voluntaria en Crea+ donde amadrina un niño de bajos recursos. 1
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! S O T N IE M A Z N A L S O V E ¡NU
Todo empezó con tu sonrisa de Andrea Abadie con ilustraciones de Lakita Canessa
Ella también es mi mamá de Samantha Merino Neyra con ilustraciones de Lakita Canessa
Encuentra estos cuentos infantiles en issuu.com/cronicasdeladiversidad
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Curiosidad escribe: Diego Ramos1
Pocos sucesos provocan en mí sorpresa o alegría, la mayor parte de estos son tristezas o estupideces. Cuando eres un pequeño y extraño niño de once años, nunca pueden faltar las estupideces: burlas inocentes que terminan en peleas sobre la tierra, risas extrañas que te juzgaban desde lejos o el desprecio a uno mismo. Pero de los pocos acontecimientos de mi vida que valen la pena recordar, hay algunos que me marcaron y sirvieron para saber quién soy ahora. Los años 2011 y 2012 despertaron en mí mucha curiosidad, no solo por la esperanza real que muchos le teníamos al fin del mundo pronosticado por los mayas, sino también por la música que sonaba en ese entonces. El k-pop apareció en la escena de la nada, como una gran explosión; de un idioma desconocido y una letra que nada tenía que ver con los caballos, la canción formó parte del soundtrack de mi vida durante esa época. Esta música me transporta a mi vida en la escuela primaria. Aquellos días en los que había vivido dividido entre dos distritos, los viajes en combi para ir de San Juan de Lurigancho a La Victoria, los paseos interminables por cada rincón de Gamarra, el poco dinero que ahorraba y que era entregado a vendedores de discos piratas para adquirir alguna película que nunca lograba diferenciar entre buena o mala, los ambulantes, gritos y gritos de señoras que, cargando sus ollas, recorrían de arriba abajo buscando un lugar donde posicionarse para vender los juanes calientitos, las escapadas para ir a hacer hora a la casa de amigos que nunca he vuelto a ver, mis horas sin dormir escuchando cómo el pan se preparaba para la venta de la mañana, las pajas de madrugada con el softporn que pasaba por televisión en canales donde ahora solo hay comedias de los noventa o que dejaron de existir, los ratos que pasaba viendo a los cómicos ambulantes interpretando de manera grotesca, pero a la vez «divertida», estereotipos homosexuales o los grandes actos de playback con canciones de Pandora. Todo esto consumía mis fines de semana en La Victoria, pero, durante la semana, tenía que pasarme las mañanas en la institución educativa Gran Amauta Mariátegui (un nombre muy digno para un lugar que olía a mierda), y las tardes, encerrado en mi casa jugando o viendo porno. Mis amigos del colegio (unos 3 a 4 niños sin nada que hacer) y yo éramos la «pandilla» o «esos vagos de mierda que no hacen tareas» —llamados así por la profesora del salón—. Tal vez, Santiago era el menos malo del grupo, era poco sociable y formaba parte de esos degenerados que, al igual que yo, descubrieron el porno antes que a las matemáticas. Como nosotros, en el salón, éramos los más amigos y pasábamos la mayor parte del tiempo hablando puras tonterías, la profesora nos juntaba en grupo para burlarse con ganas si nuestro trabajo resultaba deficiente.
Diego Ramos es estudiante de Literatura en la Universidad Nacional Federico Villarreal y de Filosofía en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, lucha contra la depresión. Actualmente está en proceso de deconstrucción. 1
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Recuerdo los días que pasaba en su casa: a su madre y a su tía, dos mujeres que me enseñaron muchas cosas que hasta ahora valoro. Santiago venía a mi casa pocas veces, y las veces que venía, no eran exactamente para hacer tareas. Yo era un niño curioso, y esa curiosidad me llevaba a explorar horizontes que nunca consideré prohibidos. Recuerdo que el día era caluroso y de un silencio cómplice. Estaba con Santiago, los dos sentados frente a mi vieja laptop, terminábamos una tarea y todo llegó de un momento a otro. A veces pasa que estás frente a la pantalla de un computador, reproduciendo alguna conferencia o documental y, por el azar del internet, terminas en algún video de animales o caídas chistosas, pues terminar viendo porno con tu mejor amigo no es algo muy común o, al menos, eso pensaba. Pasaba mucho, al menos en las cabinas, que alguno de los chicos, por puro morbo, pusiera algún video pornográfico a todo volumen. Pero nunca me pasó por la cabeza estar a solas con alguien viendo porno, y menos que ese alguien fuera mi mejor amigo. No recuerdo quién fue el primero, si él o yo, pero cuando me quise dar cuenta nuestros miembros estaban al aire y cada uno con su mano comenzó a frotársela. En algún momento Santiago tomó mi miembro como si fuera la propia y comenzó a ir de arriba abajo, de la base a la punta, en un movimiento lento de excitación, con sus dedos amorosos. Yo le seguí el juego e hice lo mismo con la suya. Poco a poco esto se convirtió un en juego de gemidos silenciosos, movimientos suaves que a veces se volvían bruscos y susurros internos que anunciaban un clímax secreto, era el propio universo experimentándose a sí mismo en nuestros cuerpos, siempre en silencio. No sé cuánto tiempo duró, pero de un momento a otro sentir el calor líquido de la eyaculación de mi amigo en mi mano, y mi propio semen siendo expulsado de mí. Cuando esto acabó, no dijimos nada, no había nada que decir, simplemente se fue y al día siguiente todo siguió como siempre, tal vez la vergüenza fue la que me impidió volver a mencionar el tema, o el miedo que me produjo el que me hubiera gustado tanto, pero el hecho no se volvió a repetir. En días como hoy, en los que debería estar feliz, me siento más triste todavía; extraño a mi mejor amigo, así como extraño a todas esas personas que alguna vez sintieron cariño por mí. Quisiera buscarlo solo para agradecerle, pero estoy seguro de que ya me olvidó. Otras situaciones, de tintes similares, acontecieron en mi vida; sin embargo, esta primera interacción homosexual prevalece en mi memoria hasta estos días. Es algo que, de cierta manera, define quien soy en estos días: un poco ensimismado en mis pensamientos, en recuerdos y deseos. En la actualidad, en mí prevalece una curiosidad bisexual que no me avergüenza, sino que me hace sentir vivo. / /
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Ya pueden encontrar nuestro libro de cómics LGTB+ SÚPER AMIGUES en las librerías: Casatomada Librería & Café Av. Petit Thouars 3506, San Isidro
Escena Libre
Av. Camino Real 1075, San Isidro
Librería Communitas
Av. Dos de Mayo 1690, San Isidro
Librería El Virrey de Miraflores Av. Bolognesi 510, Miraflores
Librería El Virrey de Lima
Pasaje Nicolás de Rivera 107, a media cuadra de la Plaza de Armas de Lima
Librería Sur
Av. Pardo y Aliaga 683, San Isidro
Librería Contracultura Av. Larco 986, Miraflores
Estruendomudo Librería & Editorial Av. Larco 508, Miraflores
Dibujos de Chechi Chaves y Lakita. Guión de Vero Ferrari, Lakita, Arturo Dávila y Gianna Camacho García. Incluye artículos de Manuel Siccha y Manuel Forno. Prólogo de Hans Fernández. El libro sale gratis por la compra de cualquier ejemplar de nuestras revistas.
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