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Diario de resistencia(s) al terror desde afuera

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Divina Lujuria

Divina Lujuria

Escribe: Andrea Gómez1

13 de diciembre de 2022.

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Estoy en mis redes sociales compartiendo todas las noticias y videos que encuentro sobre la represión en Perú. Vivo hace 6 años y medio en Ciudad de México: desde afuera testimonié la crueldad contra lxs manifestantes, y la ocupación desalmada de poder de Manuel Merino y sus cómplices; desde afuera, ahora vivo otro golpe más.

Posteo: “Cada año que pasa he visto de lejos cómo la política peruana va de mal en peor, cómo se radicalizan las opiniones, cómo se sataniza a la población de modo más abierto. La brutalidad empleada contra compatriotas es incitada por quienes no tienen ningún interés en el bienestar del país, sino en concentrar poder aunque sea con sangre. Si pudiera subirme a un avión ya mismo a unirme a las marchas lo haría sin chistar. Pero no puedo. Haré lo que está a mi alcance: firmar peticiones, donar a lxs heridxs, rebotar información fidedigna por acá. […] La patria nunca se olvida. Desde mi rinconcito procuraré luchar por ella”.

Dicho día acaba con 6 muertes. Subo como historia un video en los alrededores del aeropuerto Velasco Astete de Cusco, donde un policía grita “Mátalo a ese huevón”2

15 de diciembre de 2022.

Se confirman 21 muertes desde que asumió el mandato Dina Boluarte. Una compañera ecuatoriana me manda un mensaje.

— Andrea, ¿no se están organizando para manifestarse? Esto es terrible. Algo se tiene que hacer.

— Amiga, pero ¿quiénes?

— La comunidad peruana acá. Hicimos una red luego de lo ocurrido en Ecuador, si algo organizan dime por aquí.

— En esta ciudad no hay comunidad peruana. Fui antes a eventos de peruanxs, había fujimoristas y viejos fachos que hablaban de matar a Ollanta Humala “cuando se pudo”.

— De por sí es terrible.

— Voy a ver si se organiza algo… pero necesito saber quién más se apuntaría.

— Pues cuenta conmigo.

Luego del chat, me pregunto cómo explicarle las profundas escisiones entre peruanxs, que se reflejan entre quienes residimos en el exterior. Si hay algo extremadamente frustrante durante todo el transcurso de la actual crisis, es la falta de apoyo de otrxs peruanxs en México. Ello no se debe únicamente a no compartir las mismas opiniones políticas, a si respaldamos a figuras o a partidos específicos. La división está entroncada en las versiones disímiles de la historia reciente y no tan reciente del país, y de quién es consideradx como peruanx y quién no. Cuelgo un reel donde militares entran a un grifo en Ayacucho y desde ahí disparan a ciudadanxs, confrontando al dueño3. Recuerdo los atentados terroristas en la esquina de mi callejón, coche-bomba y camión-bomba, donde también había uno. El fuego candente de la gasolina ardiendo no es nada con lo cual jugar. Es una vorágine que hace llorar los ojos, te agacha al suelo buscando aire más limpio, y suena a una multitud de hojas doblándose al mismo tiempo. Esto también es parte del legado de las violencias que nos separan.

21 de diciembre de 2022.

Finalmente, fue con dicha compañera ecuatoriana y con una conocida chilena que organizamos una concentración en el Ángel de la Independencia. El día previo recibo un mensaje de una mujer que dice que estamos amenazadas por la DBA mexicana. Cuestiono cómo puede existir una derecha bruta y achorada si es un término peruano, y para qué se irían en contra nuestro. Quizá porque Lilia Castillo y sus hijos ya están en Ciudad de México bajo asilo político. Amigas mexicanas que se unieron a la convocatoria comentan que es rarísimo que algo así ocurra, o que impidan la congregación en este lugar. El domingo anterior argentinxs inundaron el Ángel por ganar el Mundial de fútbol y nadie les dijo nada. La misma persona intenta llamar telefónicamente, aunque le menciono que soy autista y no contesto comunicaciones intempestivas. Su último mensaje lee: “Entonces con mayor peligro para ustedes”.

Llegamos poco a poco al Ángel. Pintamos entre un grupo de una decena de personas banderolas con los nombres de lxs, en ese momento, 28 muertxs. Decidimos movernos a las gradas del Ángel y se suman otras personas. Damos la vuelta al monumento, turistas nos toman fotos, y un par de camionerxs tocan sus cláxones. Cerramos diciendo que debemos volver a protestar y algunxs vamos al restaurante surcoreano a unas cuadras a almorzar/cenar. Miro alrededor y pienso en quiénes protestamos. Lo pienso mientras escribo con x en vez de a u o.

26 de diciembre de 2022.

Van 28 muertes desde que empezó el gobierno de Dina Boluarte, o mejor dicho, su co-gobierno con la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas. Nos congregamos al frente de la Embajada de Perú en México un grupo de 7 personas frente a doce policías con escudos y rifles. Ningunx realmente está custodiando: después de tasarnos los primeros minutos determinaron que éramos inofensivxs. Regresamos poco después de una hora en transporte público, habiendo entregado nuestro pronunciamiento a la embajada4.

Luego nos enteramos que el Partido Comunista Mexicano fue a la Embajada poco después de estar nosotrxs, con las caras cubiertas, y grafitearon la entrada con, entre otros lemas, “Viva PCP” con la hoz y el martillo. En este país, hay intereses políticos que se han cruzado con nuestro deseo de protestar por nuestro país; y como en muchos lugares, llegan versiones tergiversadas de lo que ocurrió en Perú y de qué puede representar una pinta como la hecha en la Embajada. Ello incluye la omisión deliberada de violencias contra personas a quienes se ha rechazado como humanas, a quienes se las toma como de menor valor. Aunque en la metrópoli donde vivimos la repercusión contra tratos discriminatorios por identidad de género y/u orientación sexual es mucho mayor que en Lima, ello no significa que no exista. Me pregunto si los cruces con grupos políticos y autoridades mexicanas sería igual si supieran que soy bisexual.

12 de enero de 2023.

Estoy llegando en metro al Monumento a la Revolución, donde decidimos hacer una vigilia por los ya 48 muertxs. Durante Fiestas, entre compañerxs compartimos videos y noticias de mayor represión en varias regiones, el desalojo de manifestantes de provincias de la Plaza Manco Cápac en La Victoria, el arresto de más de 200 personas en el centro de Lima, y finalmente la masacre en Puno. Vi dos asesinatos sin querer.

Vuelvo a mirar a quienes nos juntamos a protestar. Un cuir, una lesbiana, una bisexual. Una autista, una mujer de baja visión, una neuroatípica. Una iquiteña, una huaracina. Todxs ofendidxs, todxs unidxs contra algo que nos parece evidente ser un completo abuso de poder. ¿Por qué somos nosotrxs lxs que salimos, lxs que estamos al frente aun sabiendo a lo que nos arriesgamos? Mientras arengamos, volanteamos y leemos los nombres de lxs 48 compatriotas que ya nos faltan, sigo cuestionándome: ¿por qué otrxs peruanxs, que en teoría tendrían más facilidad para no ser asediadxs, para transitar en calles no accesibles, no están aquí?

¿Quiénes nos indignamos?

En este evento se aparece una mujer a gritar que la vigilia “no sirve para nada” y que “nadie nos va a hacer caso”. La mujer que el mes pasado me amedrentó llega y le dice a la prensa que ella está en una organización que ha congregado la acción, hasta que la interrumpo delante de las cámaras. Me dice que soy una enferma mental. Un hombre toma el micrófono y echa la culpa de todo al sionismo, mandándose un discurso anti-semita. Recuerdo lo que mi compañera ecuatoriana me mandó: “La impotencia de ver desde lo lejos lo que pasa es horrible”. Sí, pero ninguna de esas personas muestra interés en el ensañamiento continuo contra el pueblo peruano desde diciembre en Perú, sino en sus propias agendas donde no todxs somos dignxs de solidaridad.

21 de enero de 2023.

Tipeo estas líneas de madrugada. Hace dos días tuvimos una videollamada para discutir la acción en Revolución, que acabó con que alguien me replica que decirle terrorista al “Doctor” Abimael Guzmán es lenguaje de enemiga de clase. Decidimos retirar del grupo en el cual nos ordenamos contra la dictadura de Boluarte a toda persona que niegue el terrorismo.

¿Quiénes quedamos?

Lxs que estuvimos desde el inicio pintando cartulinas, etiquetando a prensa, gritando por nuestrxs ahora 55 muertxs. Somos lxs que pensamos que toda vida humana vale, porque nos han gritado india, prieto, machona, tortillera, enferma mental y pinche ciega. En primera línea, quedamos lxs que ya fuimos vulneradxs porque la indolencia no nos es ajena, y quizá porque ya arriesgamos tanto en nuestras vidas diarias, que contentxs hacerlo defendiendo a nuestra patria.

Dos días antes, comparto un video donde la arenga de lxs protestantes transitando Bajada Balta es “Ustedes racistas, son los terroristas”5. Hago lo mismo con una publicación donde se ve un militar disparando armamento sin identificar desde helicópteros en Juliaca6. Comento que esto es terrorismo de estado. Como indica mi compañero cuir, el terrorismo es una metodología, no una ideología. Y ésta fue diseñada para inculcar horror, para que en todas tus entrañas experimentes un estremecimiento repulso tan extremo que no quede duda de su poder. Elucidar que ello nos resulta más cercanxs a quienes nos alejamos de la “normalidad” hegemónica, incluyendo por nuestro género y sexualidad, no es ningún descubrimiento. No obstante, es la pieza que nos motiva a no detenernxs frente a lo que sabemos es vejación: lo olemos desde otro hemisferio.

Notas:

1. Andrea Gómez - Antropóloga peruana enfocada en cuerpo, belleza y género; formada en la Pontificia Universidad Católica del Perú y en la Universidad Autónoma Metropolitana – unidad Iztapalapa. Ganadora del Premio Fray Bernardino De Sahagún del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, por la Mejor Tesis de Doctorado en las áreas de Etnología y Antropología Social en 2021. Asimismo, es mujer autista, investigando el autismo y la neurodiversidad desde los estudios sobre y desde el cuerpo, los estudios críticos en discapacidad y la auto-etnografía. Feminista, con experiencia activista y producción académica sobre salud sexual y reproductiva. Escritora de no-ficción y de auto-etnografía. Coordinadora del Grupo de Trabajo Corporalidades y Belleza dentro del Seminario Permanente de Corporalidades - SERCORP y miembra de la Red Peruana-mexicana por la Democracia en Perú. Instagram: @reddemocraciape

2. https://www.instagram.com/reel/CmF5-DHggg7/

3. https://www.instagram.com/reel/CmNI44OtPfQ/

4. https://forms.gle/S7JSXX4Hf8yc5osh6

5. https://www.instagram.com/reel/Cnn5WZfMBY9/

6. https://www.instagram.com/p/Cnkx-qGrSaG/

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