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EL CAPI - GAVIN MCCLURG - CONFINAMIENTO

Ilustración: Steve Ham

Como pilotos, sabemos lo que es esperar. Queremos volar pero no podemos, así que ocupamos los minutos, horas y hasta días sufriendo con otros pilotos, revisando la previsión por enésima vez, lanzando piedras a los zapatos... ya sabes cómo es.

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Pero nuestra comunidad enfrenta una espera diferente, una en la que quizás no ayude lanzar piedras a los zapatos. Coronavirus. Cuando leas esto, quizás la pandemia será un recuerdo lejano y aterrador. O puede que estemos al borde del apocalipsis. Pero cuando escribí este artículo, apenas empezaba todo. Deja que te dé un paseo por esta semana de la historia. Es la segunda semana de marzo 2020. La Organización Mundial de la Salud declaró oficialmente pandemia el brote de coronavirus. Muchos países, incluyendo Reino Unido, Estados Unidos, Francia, España, Países Bajos, Bélgica, Austria, Polonia, Alemania y otros, siguieron los pasos de Italia, Corea, China e Irán y declararon estado de emergencia. Sudáfrica declaró “estado de desastre nacional”, que me parece una denominación más correcta.

Se prohibieron la mayoría de los encuentros públicos; se cancelaron conciertos: en todo el mundo, se cerraron iglesias, mezquitas, escuelas, atracciones turísticas, restaurantes y “servicios no esenciales”. Fue una mala semana para la industria del turismo porque casi todo el mundo que pensaba viajar canceló sus planes. Las aerolíneas cancelaron la mayoría de los vuelos. Los cruceros cancelaron TODO. Se prohibieron los viajes a Estados Unidos provenientes de Europa.

Si te gustan los deportes, no hay mucho que ver porque cualquier evento que reúna multitudes fue cancelado, en algunos casos el resto de la temporada.

Todos recordamos cuando cayó Lehman en 2008 y los mercados globales se montaron en un ascensor que fue directo al sótano.

La pandemia del coronavirus hace que ese evento parezca una caricatura. También fue la semana en la que se canceló la Superfinal de la PWCA en Brasil. Ahora que veo mi calendario de competencias y planes de vuelo para los próximos meses, las semanas coloridas en mi calendario de Google ahora son grises. ¿Sucederá el Eiger Tour? ¿El Vercofly? ¿El campeonato de EEUU? ¿Y la Copa del Mundo en Francia, Italia y Argentina? Un apostador no estaría cómodo con las probabilidades.

Nos dicen que lo mejor es “aplanar la curva” mediante el distanciamiento social. Muchos nos contagiaremos, algunos estiman que será un 70%. Si todos nos enfermamos al mismo tiempo, los hospitales y sistemas de salud colapsarán, como se ha visto en Italia.

Después del contagio viene la locura cuando la gente entra en pánico. Ya lo hemos visto aquí en Estados Unidos cuando la gente ha arrasado con la comida en las tiendas, y por alguna razón, con el papel higiénico. ¡Supongo que a algunos les preocupa no poder limpiarse el trasero!

El punto es que es un momento de incertidumbre increíble y sin precedentes. Es aterrador. Pero la buena noticia es que es exactamente lo que los pilotos enfrentan todo el tiempo “Una incertidumbre increíble y sin precedentes”. Los pilotos quizás tengan más capacidad de lidiar con el miedo y lo desconocido que la mayoría de la sociedad. Pero si quieres algunos consejos, a continuación algunos consejos para la espera en tiempos de coronavirus: Mantente saludable. Los humanos no son muy buenos aislados. El distanciamiento social significa trabajar desde la casa (de ser posible) y limitar el contacto con los demás, lo que nos hace irritables - y comer de más - y no recibir suficiente luz del sol (vitamina D) y más. Sal si puedes. Mantente en forma. Come bien. La comunidad sube al despegue en auto y puede ser que los teleféricos estén cerrados, pero el paramontañismo te mantendrá cuerdo si está permitido volar donde vives. El ejercicio cardiovascular y la luz del sol son excelentes para el sistema inmunológico. La luz del sol también mata a los virus expuestos, así que mientras más tiempo pases afuera, mejor.

Desconéctate de las redes sociales. Entretente a la antigua, leyendo. Haz lo que siempre habías querido hacer pero nunca tenías tiempo. ¿No puedes volar? Visualízalo. Los estudios demuestran que la visualización puede estar muy cerca a lo real a la hora de mejorar.

Ayuda a los más necesitados. El altruismo es una supervitamina.

Escucha podcasts. Hay cosas impresionantes por ahí. Para empezar, sugiero Cloudbase Mayhem.

Haz algo, cultiva algo. Ensúciate las manos. El esfuerzo tangible y el trabajo al aire libre son buenos para el alma.

Evita dejarte llevar. El estrés crónico tiene un impacto fisiológico en el cuerpo, así como consumir demasiada azúcar y alimentos procesados.

Compra un asiento tipo bidé japonés para el inodoro. ¡Consiste en un asiento calentito y agua tibia para tu trasero! Serán los $200 mejores invertidos de tu vida. Te reirás a carcajadas cuando veas a la gente acaparar papel higiénico y además, salvarás árboles.

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