CI DE VUELO
EL CAPI GAVIN MCCLURG
CONFINAMIENTO
C
Ilustración: Steve Ham
42
omo pilotos, sabemos lo que es esperar. Queremos volar pero no podemos, así que ocupamos los minutos, horas y hasta días sufriendo con otros pilotos, revisando la previsión por enésima vez, lanzando piedras a los zapatos... ya sabes cómo es. Pero nuestra comunidad enfrenta una espera diferente, una en la que quizás no ayude lanzar piedras a los zapatos. Coronavirus. Cuando leas esto, quizás la pandemia será un recuerdo lejano y aterrador. O puede que estemos al borde del apocalipsis. Pero cuando escribí este artículo, apenas empezaba todo. Deja que te dé un paseo por esta semana de la historia. Es la segunda semana de marzo 2020. La Organización Mundial de la Salud declaró oficialmente pandemia el brote de coronavirus. Muchos países, incluyendo Reino Unido, Estados Unidos, Francia, España, Países Bajos, Bélgica, Austria, Polonia, Alemania y otros,
siguieron los pasos de Italia, Corea, China e Irán y declararon estado de emergencia. Sudáfrica declaró “estado de desastre nacional”, que me parece una denominación más correcta. Se prohibieron la mayoría de los encuentros públicos; se cancelaron conciertos: en todo el mundo, se cerraron iglesias, mezquitas, escuelas, atracciones turísticas, restaurantes y “servicios no esenciales”. Fue una mala semana para la industria del turismo porque casi todo el mundo que pensaba viajar canceló sus planes. Las aerolíneas cancelaron la mayoría de los vuelos. Los cruceros cancelaron TODO. Se prohibieron los viajes a Estados Unidos provenientes de Europa. Si te gustan los deportes, no hay mucho que ver porque cualquier evento que reúna multitudes fue cancelado, en algunos casos el resto de la temporada. Todos recordamos cuando cayó Lehman en 2008 y los mercados globales se montaron en un ascensor que fue directo al sótano.