1 minute read

EL MEOLLO DEL ASUNTO

DESPEGUE

EL MEOLLO DEL ASUNTO

Cuando pude volver a volar, se sintió mejor que nunca. Apenas terminó el confinamiento, agarré un parapente nuevo y fui a volar a un despegue conocido. El día estaba soleado y perfecto y había docenas de pilotos. Las condiciones eran buenas, había suficiente espacio en el aire y remontamos y bailamos como patinadores en una pista de hielo. ¡Perfecto!

Nadie voló lejos porque nos recomendaron no hacer distancia sino vuelos locales. Así que jugué mi juego preferido de simplemente intentar subir mejor, más alto y eficiente con las ascendencias suaves que se desprendían de la ladera. Al igual que la mayoría de los pilotos, podría hacer lo mismo durante horas y divertirme.

¡NOS ENCANTA VOLAR! Tobias Dimmler se hace amigo del Jungfrau (4158m) en Suiza el 19 de mayo de 2020

Foto: Tobias Dimmler

El confinamiento me enseñó lo siguiente en cuanto al vuelo: los privilegios que tenemos son especiales y podemos perderlos fácilmente. No importa si no podemos volar, si no podemos hacer distancia o si hemos estado confinados, lo que hacemos depende mucho de lo que otros nos permitan hacer. Gracias a los responsables de las zonas de vuelo, secretarias de los clubes y voluntarios de las asociaciones de vuelo que invierten tiempo tramitando accesos, reglas y normas. Y gracias por seguirlo haciendo durante estos últimos meses tan extraños.

Sé que volar distancia todavía no está en los planes de muchos, así que en este número vemos algunas cosas que podemos hacer en casa. Desde ver cómo funciona el acelerador hasta hacer un triángulo, no desperdiciamos tiempo en el aire: siempre hay algo que aprender.

A pesar de las restricciones de viaje vigentes para muchos, que ha hecho que se cancele casi toda la temporada de competencias, igual optamos por el factor inspirador. Desde explorar las tierras altas de Etiopía hasta hacer dinámica en las laderas de hierba de Castelluccio en Italia y dejamos que nuestra mente vuele y sueñe un poco.

Disfruta la revista y cuídate cuando vuelvas a volar.

Ed Ewing, Editor

This article is from: