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Alicia Gallardo Lagno, subsecretaria de Pesca y Acuicultura
from Revista AQUA 246
SEGÚN LO INFORMADO POR LA AUTORIDAD, ESTE AÑO EL ESFUERZO PARA LA PESCA Y LA ACUICULTURA APUNTARÁ A LA REACTIVACIÓN ECONÓMICA Y LA RECUPERACIÓN DE EMPLEOS.
SE ESPERA IMPULSAR UNA NUTRIDA AGENDA PARA CONTRIBUIR
A QUE AMBOS SECTORES AFRONTEN DE LA MEJOR FORMA LA
ACTUAL CONTINGENCIA.
El pasado 6 de enero, se dio a conocer la designación de Alicia Gallardo como la nueva subsecretaria de Pesca y Acuicultura de Chile, en reemplazo del ex subsecretario, Román Zelaya. La noticia fue muy bien recibida tanto desde el sector pesquero como acuícola. Y es que Alicia Gallardo no es extraña para estos rubros. La ejecutiva cuenta con una amplia trayectoria en el servicio público ligado a las actividades costeras, principalmente, de la mano del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), del cual llegó a ser directora nacional antes de asumir estas nuevas funciones.
Este nombramiento también fue recibido como una suerte de renovación y nuevos aires para la institucionalidad pesquera del país, puesto que Alicia Gallardo es la primera mujer en ocupar este cargo desde que se creó en 1977, sucediendo a 15 subsecretarios, todos hombres.
“Me siento muy honrada por la confianza que el Presidente de la República y el ministro de Economía, Fomento y Turismo depositaron en mí al designarme en este cargo. Soy la primera mujer que ejerce esta función en los casi 45 años de historia de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), lo cual representa un privilegio, pero también grandes desafíos”, expresó la autoridad en entrevista con AQUA.
Añadió que una de las prioridades de su gestión será avanzar hacia una mayor equidad de género en la pesca artesanal y pequeña acuicultura, pues son miles las mujeres que se desempeñan en estos rubros, cumpliendo roles tremendamente relevantes y que requieren un mayor apoyo y visibilización. De igual forma, la subsecretaria tiene la misión de ayudar a la pesca y acuicultura nacional a salir adelante luego de los efectos que ha tenido la pandemia del Covid-19, apuntando hacia una pronta reactivación económica.
¿Cuáles serán los principales temas en su agenda para este año 2021?
Una de las prioridades de mi gestión se relaciona con avanzar de manera concreta hacia una mayor equidad de género en la pesca artesanal y la pequeña acuicultura. Las mujeres que integran el Registro Pesquero Artesanal (RPA) son 23.000. Y un número similar trabaja en la acuicultura de pequeña escala y en actividades conexas de la pesca, vale decir, en oficios propios de las caletas, como charqueadoras, fileteadoras o encarnadoras, por ejemplo. Otra tarea clave pasa por articular más eficazmente los esfuerzos de Subpesca, Sernapesca e Indespa en beneficio de nuestras usuarias y usuarios. También pondremos acento en salvaguardar los recursos hidrobiológicos mediante el fortalecimiento de la institucionalidad sectorial y de una regulación que posibilite un desarrollo sustentable.
Resulta además perentorio progresar en la agenda legislativa que impulsa el Ejecutivo en favor del sector. En ese ámbito, hay iniciativas esenciales como, por ejemplo, la llamada Ley Corta, que perfecciona la Ley de Pesca. Hemos definido, asimismo, como una de nuestras prioridades el convertir a las caletas en espacios eficientes y polos de crecimiento, con el fin de acercarlas a la comunidad y disminuir las brechas que dificultan el desarrollo de quienes allí trabajan.
Fotografía: Subpesca.
En cuanto a la pesca artesanal, una demanda muy antigua tiene que ver con revisar el sistema de caducidades en el RPA. ¿Está en los planes de la Subpesca abordar este asunto?
El sistema de caducidades es un elemento esencial para el funcionamiento cotidiano del sector pesquero artesanal. En el marco de la Ley 21.259, que impulsó nuestro Gobierno para apoyar a pescadores y pescadoras frente al impacto de la pandemia, se dispuso la suspensión de las caducidades en el RPA hasta el 31 de diciembre de 2022. Sin perjuicio de lo anterior, en el contexto de la discusión de la Ley Corta que tramita actualmente el Congreso existe un mandato de hacer una revisión completa del RPA, lo que, por supuesto, incluye las caducidades.
Hoy se está dando en el Congreso una ardua discusión en torno a eliminar la pesca de arrastre de la merluza común. La Subpesca, ¿tiene alguna opinión en este tema? ¿Cree posible que se pueda recuperar esta pesquería?
Más allá de la discusión que ha tenido lugar en el Congreso, debemos poner el foco en un plan integral destinado a la recuperación de la merluza común. Se trata de un recurso significativo por factores diversos, que van desde su importancia económica para el sector artesanal, hasta su lugar de privilegio en las cocinas de los hogares chilenos. Subpesca viene trabajando desde hace un tiempo en esto y, en concordancia con el Comité de Manejo correspondiente, hemos determinado una estrategia de captura tendiente a alcanzar el máximo rendimiento sostenible de la pesquería. Así, desde 2014 a la fecha, ha sido posible casi duplicar la cuota de este recurso a partir de los indicios de recuperación observados. Seguiremos trabajando con el Comité de Manejo –integrado, entre otros, por pescadores artesanales– para completar el plan de recuperación. Todo lo anterior, en línea con el principio de sustentabilidad que anima a la Subpesca y las demás instituciones públicas del sector pesquero y acuícola nacional.
En cuanto a la pesca ilegal, ¿qué nuevas medidas se podrían tomar para combatir estas acciones?
La pesca ilegal genera perjuicios múltiples. Luchar contra este flagelo es un deber. En esa línea, el esfuerzo que lleva adelante la institucionalidad pública –Sernapesca, Armada, las policías y la Red Sustenta– debe mantenerse y perfeccionarse. En el efectivo trabajo realizado durante el último tiempo, ha sido clave el análisis de datos y el uso de perfiles de riesgo y de otras herramientas que anteriormente no estaban debidamente incorporadas en la fiscalización. En 2020, las incautaciones de merluza común aumentaron notoriamente.
Este año, tenemos el desafío de seguir avanzando. Algunos de los caminos para lograrlo son mejorar nuestros sistemas de inteligencia; emplear de modo creciente tecnologías innovadoras, como drones o imágenes satelitales; e incluso usar las redes sociales para fiscalizar. Debemos también tener en cuenta que la sanción es el término del proceso de fiscalización y que, en algunos casos, la energía debe ponerse más bien en la disuasión o en la prevención.
Respecto de la acuicultura, ¿cuáles, a su juicio, son los principales desafíos del sector, especialmente para la salmonicultura?
Los principales desafíos que enfrenta la salmonicultura en Chile y el mundo están relacionados con materias ambientales y sociales. Hoy, la ciudadanía está consciente de los problemas medioambientales y está disponible, por ejemplo, para perseguir las responsabilidades por conductas que estime reñidas con este ámbito. Cada día más, las demandas sociales medioambientales van incorporándose progresiva y paulatinamente a la normativa, por lo cual la acuicultura sostenible debe prever una buena relación con las comunidades costeras. Ello se consigue con diálogo, trabajo conjunto y colaborativo. La industria salmonicultora es una fuente importante de empleo en las regiones en que se emplaza. Sin embargo, públicamente, algunos actores ponen el acento en determinadas externalidades negativas. Nos parece que una industria moderna y con las proyecciones que esta tiene debiera entender lo importante que es la sustentabilidad medioambiental y la inserción en las comunidades locales, entregando información precisa, transparente y oportuna, de modo que se conozca la actividad, sus beneficios y la responsabilidad con que ella es realizada.
Recientemente, usted declaró la necesidad de avanzar en la Ley de Mitílidos. ¿Por qué es tan importante progresar en esta materia?
Porque esta ley establece la posibilidad de relocalizar centros de cultivos que no sean de salmones –choritos y algas principalmente– por los problemas de emplazamiento que se presentan derivados de complejidades cartográficas históricas (producto de la época en que se otorgaron las concesiones). La ley, además, establece que la Subsecretaría elaborará las propuestas de relocalización de las concesiones que se encuentren en una misma área. Esto es importante e innovador, porque estamos hablando de un segmento de la acuicultura que, a diferencia del cultivo de salmones, cuenta con menores recursos económicos para poder enfrentar este anhelado sueño. Asimismo, esto permitirá facilitar la tramitación de las solicitudes, evitando sobreposiciones y demoras injustificadas. Esta ley nos permitirá avanzar hacia el ordenamiento integral de la acuicultura a nivel nacional.
Por último, ¿cuáles son sus proyecciones para el sector pesquero y acuícola para este año 2021? La pandemia, ¿seguirá complicando a estos rubros?
El año pasado, pese a todas las complicaciones derivadas de la pandemia, el sector pesquero continuó funcionando gracias a diversas medidas de la autoridad, pero también a partir del tremendo esfuerzo de los hombres y mujeres que se desempeñan en el sector artesanal. Este año, tenemos la esperanza de que el panorama general del sector vaya mejorando. Como autoridad, seguiremos desplegando iniciativas para afrontar los efectos negativos de la pandemia. En ese esfuerzo serán cruciales, por ejemplo, los recursos asociados a diversos programas del Indespa. Y también medidas administrativas que favorezcan al sector artesanal. De igual forma, a pesar de los difíciles momentos que nos ha tocado vivir, estamos orgullosos de que la acuicultura, como actividad económica esencial, haya sido capaz de enfrentar esta situación sin poner en riesgo su continuidad. Ese es el resultado de un trabajo público-privado colaborativo.
Este año, el esfuerzo del Gobierno, para la pesca y la acuicultura, apuntará a la reactivación económica y la recuperación de empleos. Bajo esa premisa, como Subsecretaría desplegaremos una nutrida agenda en materias como acercamiento con la ciudadanía, fomento, diversificación productiva, simplificación de trámites, digitalización de los procesos, entre otros, con el fin de contribuir a que ambos sectores afronten de la mejor forma posible la actual etapa de contingencia.

Alicia Gallardo es la primera mujer en ocupar el cargo de subsecretaria de Pesca en Chile.