Año 8 :: Diciembre de 2015
REVISTA DE DISTRIBUCIÓN GRATUITA DE LA ESCUELA WALDORF CUARTO CRECIENTE Gral. M. Güemes 1747 Florida . Jardín: 4791-3904. Primaria: 4795-6700 y 4797-5140. www.cuartocreciente.edu.ar
Índice Visita de Preescolares a Primaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . .2 Ser Padrinos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .3 Época de Lengua 6to grado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .4 Kermesse . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .10 La construcción de 4to grado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .11 El Adviento y la Navidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .14 Cuentos para cada semana de Adviento . . . . . . . . . . .16 Fiesta de la Música en la Escuela.. . . . . . . . . . . . . . . . . .20
Ciclos que finalizan, ciclos que inician. El fin de año, la ncavidad, nos invitan nos convocan nos invitana ahacer
Renovando el Jardín . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .22
una mirada dretrospectiva a hechar luz sobre el año
Los niños Hacen, Dicen, Cuentan . . . . . . . . . . . . . . . . . .24
transcurrido las vivencias las experiencias las emo-
Los inicios de la Escuela. Nota a Ana Fierro. . . . . . . . . .26
ciones. El verano florece, muestra los frutos como los
Antroposofía. El Abrazo Waldorf . . . . . . . . . . . . . . . . . .30
niños expresan su sentir. Manifiestan el proceso que han
Cuentos y Labores de Navidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .31 Antroposofía. Palabras de maestro . . . . . . . . . . . . . . . .34
realizado durante todo un año. En este 2015 la revista La Ronda transitó un nuevo camino junto a toda nuestra comunidad, junto a los emprendedores y comerciantes del
Recetas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .37
barrio que nos apoyaron y creyeron en nosotros junto a
Nuestra Escuela . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .38
los maestro sniños y padres que aportaron su creatividad
Agenda Cultural de Verano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .39
su saber sus ganas, sus deseos. Este 2015 despedimos a
Información Institucional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .40
los niños de 6to, el grupo de la maestra Yanina queienes
”Germinan las plantas en lo profundo de la tierra. Brotan las hierbas por el poder del aire. Maduran los frutos con la fuerza del sol así germina el alma en el fondo del corazón. Así brota el poder del espíritu a la luz del mundo. Así madura la fuerza del hombre
atraviesan un nuevo umbral, el inicio de un nuevo ciclo. Este 2015 los preescolares cruzan otro umbral cierran su cilo en jardín inician la primaria. Como en el movimiento de las matreas, abanzamos y rretrocedemos, pero siempre vamos hacia adelante. con nuevos alumbramientos. Como la navidad (la natividad, el nacimiento) les deseamos que el próximo año esté colmado de nuevas esperanzas, de nuevas ilusiones, de nuevos desafíos, que como siempre, con valor afrontaremos.
al resplandor divino”.
Hicimos esta revista: Inés Clément, María Beatriz González, Yanina Martul, Luciana Vicente y Alejandra Ruiz. Agradecemos a los padres y maestros que colaboraron con las notas, a Andrea Genovés e Ignacio Gabriel por sus fotografías y a todos los que de una forma u otra pusieron su granito de arena para realizar esta revista. Si quiere sumarse a la comisión de difusión, colaborar vendiendo publicidad para esta revista o comentarnos algo sobre la misma, escríbanos a: larondarevista@cuartocreciente.edu.ar
Muchas gracias!
LA VIDA EN LA ESCUELA
Preescolares: hacia un nuevo
umbral de crecimiento
Todo el Jardín se prepara para acompañar a los preescolares en su tránsito a la escuela primaria, atesorando en los corazones los recuerdos de sus primeros pasos en Jardín y llevando de la mano con alegría, paso a paso, por este nnuevo camino. Los presco se prepararon todo el año con actividades especiales, los días miércoles en el SUM del Jardín.
Las actividades de los preescolares en Jardín
LA VIDA EN LA ESCUELA
Ser Padrinos
4° grado recibe a los Preescolares Por Javiera Miguez. Maestra de 4to grado.
Los preescolares visitan la primaria, y son recibidos por el grupo de 4° grado, quienes el año entrante serán sus padrinos. El acompañamiento de los padrinos es un puente, un encuentro y un vínculo de contención, en el que los niños de 5° grado, reciben, brindan seguridad y confianza a los niños de 1° grado, recién llegados a la primaria, en este nuevo umbral de crecimiento.
La visita
Los preescolares fueron recibidos con mucho entusiasmo y amor. Caminaron desde el Edificio de Jardín con sus maestras hasta la primaria; donde los esperaron los niños de 4to con un puente de telas en la entrada. Luego fuimos al aula juntos, nos presentamos y recorrimos toda la primaria visitando cada uno de los grados; donde niños y maestros nos esperaban con canciones y bellas palabras. Para cerrar este hermoso encuentro, en el que los niños ya iban de la mano con sus futuros padrinos, los niños de 4to interpretaron una obra de teatro; el cuento de digitalito, que despertó asombro y risas en nuestros queridos preescolares. Con plenitud compartimos un rico banquete, agasajando a nuestros invitados, que se llevaron un sencillo regalito, pero my especial preparado por sus padrinos para ellos. Recibir a los preescolares fue una experiencia hermosa para los niños de 4to, y también para los pequeños de Jardín; la comunidad teje y entreteje sus redes, sus lazos de continuidad en los cambios y transiciones. El pasaje a primaria, el cruce de este umbral, signo de un nuevo comienzo, conmueve a toda la escuela, que recibe con entusiasmo a los más pequeños; pero también los niños de 4to, perciben en este vínculo, al ser nombrados padrinos, un nuevo nombre –hasta entonces nunca usado-, una nueva semilla que crece en el corazón.
Gracias queridos preescolares! Los esperamos el año entrante en nuestra primaria, para seguir caminando y aprendiendo juntos.
ÉPOCAS EN LA ESCUELA
Lengua y Literatura
6to grado "Los cuentos de Terramar" Durante la última época de lengua en 6º grado, nos embarcamos en un proyecto que tuvo como eje la novela “Un mago de Terramar”, parte de la saga “Historias de Terramar”, de Ursula K. Le Guin. El cierre de época consistió en la escritura personal de un cuento basado en alguno de los personajes secundarios de la obra. Se trabajó en la construcción del personaje y la trama, y cada niño escribió su trabajo final. Aquí compartimos cuatro de aquellos trabajos del compilado “Otras historias de Terramar” realizado por los niños de 6º grado. Por Yanina Martul. Maestra de 6to grado.
La infancia de Ogion Violeta Costa Calvo, 6º Hace tiempo atrás, cuando Ged no había nacido, vivía un niño llamado Ogion, que, en el futuro, sería su maestro, el que le enseñaría el grandioso y brillante poder de la magia. Esta historia comienza acá. Ogion era un chico alto, flaco, de ojos marrones, de tez media rojiza y cabellera castaña. Su padre, Somalo, era un hombre de carácter malo. Robusto, impaciente, corpulento, maltrataba a su hijo y a su esposa Oranea. Oranea era una mujer muy bella, tenía un carácter muy dulce y tranquilo y cantaba como un ángel… pero Somalo no la dejaba cantar. A menudo la interrumpía diciéndole – dejá de cantar y trabajá, que solo servís para eso. Ella callaba y le hacía caso. Oranea tenía la cabellera rojiza que caía como lava de volcán en sus hombros; de tez blanca como la luna, sus ojos celestes como el cielo mostraban tristeza y miedo, pero a la vez, compasión. Sin poder cantar, el corazón de Oranea se fue marchitando, hasta que un día, finalmente murió. Ogión culpó a Somalo por la muerte de su amada madre, y su corazón se llenó de odio hacia su padre. El tiempo pasó. Ogion tenía ya once años, y era un chico muy solitario. No tenía amigos, y cuando podía, se apartaba del pueblo para no estar con gente. La ira que sentía contra su padre le perturbaba la cabeza, no podía estar tranquilo. A cada momento pensaba en ese enojo que le llegaba hasta la garganta, como si fuera un volcán de lava ardiente. Tenía miedo de que lo matara a él tal como había matado a su madre, y por eso se pasaba el tiempo fuera de su casa. La ira lo hacía tener conductas muy agresivas. Se agredía a sí mismo, destruía objetos, tenía mal trato con la gente y todos lo despreciaban. Cuando cumplió trece años, un desconocido mago llegó a la aldea de Purrak, en Enland. Ogion lo miraba de lejos, subido a un árbol, donde siempre se sentaba a contemplar el mar y a soñar con poder navegar algún día, lejos. El mago era un hombre alto, flaco, de tez muy morena, con el cabello rubio, con ojos muy celestes y claros (como si quisieran decirle algo a alguien).
Cuando empezó a caminar, la gente lo recibió y le dio una gran bienvenida, ya que no había mago en la aldea. Le ofrecieron una cabaña y el mago aceptó. Ogion lo observaba y veía con atención cada cosa que el recién llegado hacía. Al día siguiente, al atardecer, el recién llegado se acercó a Ogion y le dijo en secreto, - Ven conmigo, muchacho. Sin decir palabra, el chico lo siguió hasta donde el mago estaba hospedado, y entonces por fin se presentó, pero solo frente a Ogion. “Me llamo Nemmerle” dijo con voz dulce y clara, “soy un mago, vengo de Osskil.” También Ogion se presentó ante el mago diciendo su nombre. Así pasaron la noche juntos, mientras se contaban sus historias de vida. Esa noche, el muchacho pudo estar tranquilo y se olvidó por un momento de la ira. A la mañana siguiente se despertó en la cabaña de Nemmerle; por fin había dormido en una cama de plumas, cálida y confortable, porque Ogion siempre dormí en el piso, con un poco de paja y a veces un fuego, cuando encontraba madera. El mago lo saludó con dulzura y le ofreció algo de comer. Durante tres semanas se vieron muy frecuentemente, y siguieron compartiendo hermosas conversaciones, hasta que un día Nemmerle anunció la necesidad de darle un nombre verdadero a Ogion, y cumplieron la ceremonia. -Tu nombre es Semel. Maestro y discípulo fueron juntos a la cabaña, y en silencio se sentaron. Entonces el mago, seriamente, le dijo: “ Tienes una misión. Terrenon me ha enviado aquí a nombrarte y a anunciártela. Semel, algún día deberás dominar un terremoto con tu magia, que aprenderás aquí en Enland”. Ogion aceptó todo lo que escuchó y volvió a su casa meditativo, y poco tiempo después empezaron las prácticas de hechicería. Aprendió las runas, sortilegios de ilusión, de transformación y aprendió a dominar el viento, entre otras cosas. Cuando Semel tenía ya 16 años y aprendió el gran arte de la magia, se hizo
necesario que aprendiera a dominar su ira y desarrollara su paciencia. el gran maestro puso toda su fuerza para ayudarlo con esta gran y fundamental tarea. Nemmerle trabajó con mucho amor tallando una vara de hechicero, y una noche, en una sencilla ceremonia, se la entregó a Semel y le dijo seriamente “en tres días deberás cumplir tu misión.” Cuando llegó el día del terremoto, Semel meditó en silencio sobre lo que le había dicho su maestro. Logró dominar su ira con muchísima fuerza, y pudo toda su energía en función de su tarea. Mientras tanto, algunos vecinos de la aldea observaban perplejos la gran hazaña del muchacho. Sorprendidos por la valentía que emanaba de sus actos, los habitantes del pueblo cambiaron para siempre su mirada sobre ese joven. Semel sentía como la calma lo dominaba, y así logró dominar el terremoto… Después de su hazaña, su maestro lo abrazó y le dijo -¡Lo has logrado! Has dominado tu ira y la transformaste en una fuerza
buena. te felicito, cumpliste la misión de un verdadero mago. Semel se sentía libre. Agradeció a su maestro y pidió perdón a su padre. Nemmerle se despidió y se marchó a la escuela de hechicería en Roke. -Adiós, mi joven hechicero, visítame en roke- dijo Nemmerle. Semel también partió rumbo a Re Albi, despidiéndose de todos amorosamente, hasta de su padre, sintiéndose libre de todas las cosas malas que había hecho, pero sobre todo, habiéndose perdonado a sí mismo.
FIN Agradecimientos: A Milagros Domínguez Tedesco le quiero agradecer por su increíble paciencia a la hora de ayudare a escribir, por su a poyo y por las ideas que me dio; A Rafael Mendez Casariego por sus ideas, y ¡a mi mamá! Violeta Costa Calvo.
Ged y los Hechizos
Iván Gabriel Calegari 6to
UN DÍA A GED LO LLAMAN DE OTRO LUGAR, PORQUE NECESITABAN DE SU MAGIA Y SUS HECHIZOS PORQUE SE HABÍAN QUEDADO A OSCURAS. GED VA AL LUGAR QUE SE LLAMA CUEVA DE OSOS PORQUE ES UN LUGAR DONDE VIVEN LOS OSOS. ERA UNA ALDEA DE GENTE BUENA. GED LLEGÓ AL PUEBLO Y ENTONCES LES HIZO HECHIZOS A TODOS PARA DARLES SU LUZ DICIENDO LAS PALABRAS MÁGICAS. LA GENTE DEL PUEBLO AGRADECIO A GED Y LE TRAJERON COMIDA. GED COMIO MUY BIEN Y FELIZ.
FIN
ÉPOCAS EN LA ESCUELA
La infancia de la tía de Ged, Kechén Nicolás Olivera. 6to Cuando Kechén tenía cinco años su madre, Uankay, murió al ser atacada su aldea, Díez Alisos, por los Perregaleses. Ella murió arrojándose a una flecha que iba a impactar en Kechén. Kechén y Uankay eran muy unidas porque a la niña no le era nada fácil hacer amigos, y por lo tanto, la mayoría del tiempo lo pasaban juntas, jugando, tejiendo, charlando, etcétera. Al morir su madre, Kechén no hablo por dos semanas. El padre, Chumalu, maltrataba a sus hijas porque no sabía cómo consolarlas. Un día, cuando Kechén tenía seis años, ella, su padre y su hermana Karey (la futura madre de Ged) se fueron a vivir a Kargad, en una isla llamada Karego_At, donde vivían famosos piratas, robustos, de tez morena, con brazos fuertes y con voz ronca por el humo de las quemas de los capturados. A Kechén no le gustaba nada ese pueblo. Ella y Karey eran las únicas mujeres en toda la isla. Ella le dijo a Chumalu -¿qué es este lugar tan horrible? Chumalu gritando contestó - ¡Es donde vas a vivir por lo menos hasta que cumplas dieciocho! Kechén hizo silencio por un momento después del susto que le había dado su padre. Chumalu grito-¡Síganme!Cuando Kechén levantó la cabeza vio una casa con maderas podridas y astilladas. Entonces Chumalu dijo - ¡Bienvenidas a su nueva casa! Kechén no aguantó y se largó a llorar, con las manos en su pelo enmarañado por el humo de las quemas. Karey con sarcasmo dijo -Qué linda casa…-. Al entrar lo primero que vio fueron diez goteras enormes; había olor a basura en toda la casa, sillas rotas y cuadros quemados. Chumalu consiguió trabajo como pescador. Ganaba muy poco dinero y solo les alcanzaba para comer una vez por día. Kechén y Karey tenían que limpiar y arreglar la casa sólo cuando Chumalu compraba materiales para trabajar. Así pasó el tiempo hasta que un día, cuando Kechén tenía quince años, vio como empujaban a los capturados hacía las quemas donde iban a ser vaporizados. De pronto se dio cuenta de que estaban apartando a uno de ellos hacía otro camino. Kechén sintió curiosidad y los siguió. Escondida atrás de un árbol alcanzó a escuchar a los soldados obligando al capturado a enseñarle magia a Zoulander, el hijo del jefe de Karego_At. No Consiguieron que el mago lo hiciera y lo encerraron en ese mismo lugar. Kechén fue a su casa pensando en volver para hablar con el mago. La noche siguiente fue con un pedazo de pan que tenía guardado, a la celda donde habían encerrado al mago el día anterior. Kechén escondida atrás de la basura vio como el prisionero estaba agitando la mano con una moneda levitando encima de él; sin sacar la vista de la moneda el mago dijo - Es de mala educación espiar ala genteKechén sorprendida y con miedo respondió – Perdón, es que ayer vi como lo obligaban para que le enseñara magia a Zoulander, y me preguntaba si podría enseñarme a mí -¿Por qué enseñarte ati y no a Zoulander?- Porque ellos no te preguntaron, y no creo que a ningún hechicero le guste que lo obliguen a hacer algo; en cambio yo te lo pregunté y te traje un pedazo pan por si lo quieres comer.
- Veo en ti mucho talento, no quiero el pan pero voy a enseñarteKechén saltó de alegría y el mago interrumpió su festejo y dijoVen todas las noches, porque si nos descubren, me van a matar. Y necesito saber algo más.-¿Qué?-¿Cuál es tu nombre verdadero?Aunque en todo el archipiélago los niños al cumplir trece años pasan por una ceremonia donde un mago les dice su nombre verdadero, Kechén no lo sabía porque en Karego_At no había magos. - No tengo nombre verdadero, sólo el que me dieron mis padres-¿Cuál es?-Kechén.Esa noche volvió a su casa muy alegre. Kechén iba todas las noches a aprender magia con su nuevo maestro. Así paso un año. La noche de su cumpleaños número dieciséis, Kechén fue con su maestro, como todas las noches, y vio a otra persona en la celda en lugar del mago. Ella le preguntó - ¿Dónde está el anterior prisionero?El hombre contestó, - Descubrieron que estaba enseñándole magia a una persona, que por lo que veo eres tú, y lo vaporizaron.Si no me equivoco, debes querer sobrevivir, si eso es lo que quieres deberías escapar a otra isla.Con mucha tristeza por la muerte de su maestro, Kechén agradeció la información y fue a buscar a Karey, que en tres días iba a volver a Diez Alisos, porque tenía diecinueve años y un matrimonio arreglado con un herrero un año mayor que ella, llamado Olaf. Al encontrar a su hermana, Kechén le conto que en las noches se escapaba para aprender magia con un prisionero, que lo habían descubierto enseñándole y que por eso lo habían matado y ahora la iban a matar a ella. Karey la interrumpió y dijo - Si sabes magia haz un hechizo de ilusión.- No tuve el tiempo suficiente para aprender ese tipo de hechizos solo aprendí lo básico- Muéstrame uno que sepas.Kechén susurró unas palabras extrañas y se le posó un halcón en el brazo; Karey dijo - Prepara tus cosas, nos vamos mañana. Al día siguiente Karey fue a buscar el dinero que había juntado con su trabajo secreto como mensajera, y junto a Kechén fue al puerto de Karego_ At. En el puerto encontraron a un navegante que por poco dinero los llevaría a Diez Alisos. Al llegar, Karey agarró un papel donde su padre le había escrito las indicaciones para encontrar la casa de su futuro esposo. Cuando encontró el lugar, vio una casa igual a la que el papel describía. Karey tocó la puerta y abrió un hombre con brazos grandes y fuertes.Entonces Karey le dijo - Tu debes ser Olaf-Sí pero ¿Quién eres tú?-
-Soy Karey tu futura esposa-¿No ibas a llegar en dos días?- Sí, pero mi hermana Kechén tenía que escapar de los kargos.
Olaf las dejó pasar; conocieron a su familia y, desde ese día, Karey se quedó viviendo ahí. Kechén se convirtió en la hechicera del pueblo y se hizo una casa de madera de roble. Con treinta y cuatro años Karey tuvo a su séptimo hijo,
Ged, y murió en el parto. Al tener mucho trabajo, Olaf, dejó a Ged al cuidado de Kechén y ahí comienza la historia de Ged, el Mesías de los Magos, cuya historia pueden encontrar en el libro: “Un mago de Terramar”.
Fin
Segoy y la creación
Rafael Mendez Casariego. 6to.
Sólo en el silencio la palabra Sólo en la oscuridad la luz, Sólo en la muerte la vida; El vuelo del halcón Brillará en el cielo vacío Ursula K. Le Guin Muchos milenios en el pasado, antes del que reconocido hechicero Ged, o cualquier otro ser existiera, el planeta era oscuro sombrío y solo habitado por un inmenso y al parecer, infinito mar. El cielo que se alzaba sobre el tormentoso mar era negro azabache, y no había estrellas ni luna en él. En ese tiempo cuando ni los días eran contados se alzaron dos gigantescas olas, estas olas serian en milenios llamadas por los hombres “Ezilrib” y “Laserrín”. Ezilrib se alzó desafiante sobre el negro mar y choco fuerte contra Laserrín. Al chocar, Las dos grandes olas, formaron un gigantesco arrecife, “Terrenon”; era negro punzante, cubierto de una potente aura mágica y con conciencia y alma propia. Terrenon susurraba en la oscuridad, verdaderos nombres, y creaba poderosos seres: “Dragones”. Estos eran seres sobre naturales, sabios, grandes y con escamas a modo de piel, que escupían fuego, y que hablaban entre ellos la verdadera lengua. Pero Terrrenon estaba triste, Muchas de sus hermosas creaciones, los Dragones, morían ahogados sobre el oscuro mar al no tener tierra donde posarse ni comida para comer. Terrenon dejó de crear vida durante mucho tiempo… Hasta que unió todas sus fuerzas, hasta su último aliento y creo a “Rerr”; pasado el titánico esfuerzo Terrenon quedo trasformado en una pequeña y ordinaria piedra, se hundió en el tormentoso mar, donde tiempo después sería encontrada por los ciudadanos de “Osskil”. Rerr, al nacer, tomo la forma de un gran felino; tenía ojos verde como la esmeralda, pelaje dorado como el oro y de roja cabellera, como la lava; mitad hombre, mitad felino, Rerr surcaba todos los días el cielo iluminando el silencioso y oscuro mar. Así lo hizo por mucho tiempo, hasta que un triste y terrible día llegó… Rerr murió y de su espesa y rojiza sangre que cayó al mar nació un nuevo ser, Segoy. Segoy fue creado por el mar, comía algas y otros alimentos que encontraba en el fondo de las profundidades, creció fuerte y maduro como el ser poderoso que era. Segoy acostumbraba a pasar el tiempo sentado sobre las olas; estudiaba el mar y lo poco que habitaba en él. Así Segoy se convirtió en un ser sabio y poderoso. A menudo era visitado por los pocos dragones que quedaban, los más fuertes, los que sobrevivían y volaban sobre el mar sin poder descansar. Estos le rogaban una y otra vez lo mismo, que creara la tierra para poder posarse y al fin descansar. Segoy se negaba, ya que sus conocimientos y sus poderes no eran los suficientemente fuertes; sin embargo creó algo que satisfizo a los dragones y a
cualquier ser que habitara el planeta. Tomó algas del lecho marino y con ellas formo un cuerpo, con el agua del mar le puso sangre y por último con perlas, sus ojos. Así Segoy creó un ser llamado “Pez” que significa el pegajoso ya que nunca saldría del mar. Los dragones no tuvieron la tierra que reclamaban pero si tuvieron comida en abundancia. Sin embargo el mundo seguía siendo oscuro y descolorido, por esta razón Segoy se arrancó su enorme y canosa barba y creo el cuerpo y las majestuosas alas de un nuevo ser, formado también con los huesos de peces muertos, y cantando transmitió su canto a su nueva creación. Segoy vio alejarse volando majestuosamente a su nueva creación, que imponía color y alegría al cielo. Segoy le había dado al mundo color alegría y música. Pasaron muchos años hasta que un día, Segoy se despertó preparado para el desafío más grande que tenía que enfrentar: construir la tierra donde en un futuro habitarían los nuevos seres. Juntó todas sus fuerzas, al igual que tiempo atrás había hecho Terrenon,y recitó: -¡Solo en el silencio la palabra, solo en la oscuridad la luz, solo en la muerte la vida; el vuelo del halcón brilla en el cielo vacío. Ni bien hubo terminado, el verso resonó sobre todo el mar; un estruendoso ruido y a continuación emergieron poderosas centenares de islas, ninguna igual a otra, y cada una con su verdadero nombre; luego Segoy se arrancó las pestañas y sopló. Estas volaron y se posaron sobre las islas; Segoy las enterró una a una , sabia que algún día se convertirían en poderosos árboles. Una vez que hubo terminado, se sentó sobre una enorme piedra y contemplo satisfecho su mayor obra. Luego cerró los ojos y murió. Dicen que al morir, Segoy se convirtió en un poderoso roble que vivió centenares de años. La razón por la cual nació la raza humana nadie la sabe con exactitud, algunos afirman que nacimos de las lágrimas de Segoy, pero nadie sabe.
Fin Agradecimientos: A Milagros Domínguez Tedesco y a Violeta Costa Calvo por sus increíbles y originales descripciones de los personajes, que me ayudaron mucho en el momento de escribir. Quiero agradecerle también a mi querido hermano Felipe por pasar en limpio este cuento en la computadora, y hacerlo posible. Biografía del autor (escrita por él mismo) Rafael Méndez Casariego nació en Argentina, Buenos Aires, y se formó en la escuela waldorf Cuarto Creciente. Trabajó en varios cuentos tales como “Scarlet y el colegio de magos”; luego escribió “Segoy y la creación” entre otros. Actualmente cursa el sexto grado en la Escuela Cuarto Creciente y rinde exámenes aspirando a entrar en el prestigioso colegio secundario Carlos Pellegrini.
©2015ManosMisioneras
UNA MANO HACE MUCHO, MUCHAS MANOS HACEN MÁS Aportamos talentos, tiempo y voluntad para mejorar la calidad de vida de las comunidades rurales de nuestro país.
Hoy necesitamos tu mano para seguir creciendo. ¡Acercate!
www.facebook.com/ManosMisioneras
www.manosmisioneras.org.ar
FIESTAS EN LA ESCUELA
La Kermesse en Cuarto Creciente por Andrezza Prates. Mamá de Caetano, Morena y Gonzalo.
En la primera Kermesse que vivencié como familia de Cuarto Creciente, comencé a participar en la organización, era el año 2012… desde aquel momento disfruto del armado de esta fiesta. Es hermoso ver la alegría de los chicos, corriendo, jugando, riéndose entre ellos y con sus padres… La organización empieza meses antes, cuando en la comisión de Eventos determinamos que regalo recibirá cada niño al terminar la Kermesse. Es como una especie de presente que les recordará lo bien que la pasaron esa tarde. Siempre tratamos de que sean juguetes o juegos de mesa, algo que convoque a la imaginación y a la diversión de jugar… Luego pensamos cuáles serán los juegos, este año tuvimos mucha ayuda de los maestros para diseñar y planificar. Los juegos que no funcionaron el año anterior los descartamos, los que siempre generan suceso los repetimos (¡Como el laberinto oscuro! Muy esperado siempre!) Están los juegos que tradicionalmente siempre estarán: como el juego de pesca, la carrera de barquitos o el tumba- latas… y están los novedosos de cada año …de a poquito se van consolidando las propuestas lúdicas. El tercer punto en la organización, y no menos importante, es el buffet. Ya dice el refrán: “Panza llena, corazón contento” así que nos esmeramos al máximo en la comidas elegidas, para que estemos todos contentos, desde los carnívoros a los veganos y para “bolsillos” de variados tamaños… Pero para que toda la Kermesse sea un éxito, hay algo mucho más importante que toda esta organización: la participación de los padres y maestros. Esa entrega incondicional que brindan los padres, va desde la donación de materiales, la confección y armado de regalos a la atención del bufet y a los juegos. Todos empeñados en que este todo listo, que todo funcione, en que no queden cosas sueltas, ni nada fuera de lugar y al mismo tiempo sin perder la capacidad de divertirnos compartiendo la hermosa tarde. Porque de eso se trata nuestra kermesse ¡Es una fiesta para los chicos y con los chicos! Una linda oportunidad de mostrar a todos los que vienen ese día, la alegría que se respira al ser parte de la comunidad de Cuarto Creciente. Porque prima la solidaridad y el compañerismo, por eso somos cada vez más los involucrados en hacer de ese encuentro una verdadera fiesta!
Sigamos participando, sigamos poniendo cuerpo y alma para construir esa fiesta, la fiesta del juego y de la alegría: La kermesse de Cuarto Creciente!
La Construcción en 4to grado.
“El horno de barro.” Entre tantos trabajos que realizó 4to grado, comenza-
mos la construcción: habitar en la tierra, en este cuerpo, en esta casa. Habitar el cuerpo, sentirse en él, afirmar los pies en esta tierra y las manos en el hacer. El niño - que cruza el rubicón- comienza lentamente a desplegar sus fuerzas en el mundo que lo rodea, que habita, y el primer espacio es el cuerpo, que se escenifica en la construción. Manos a la obra: los niños de 4to deciden en su pensar, hacer un horno de barro. Un horno en el cuál poder cocinar, calentar transformar el alimento. ¡Qué gran aventura comenzamos! La maestra Javiera comenzó a buscar, a rastrear las formas, los modos...un horno de barro, un horno de adobe... en nuestra escuela. Muy pronto apareció la comunidad, niños, padres y la maestra comenzamos a vibrar en la sintonía de nuestra labor, de nuestra tarea. Los niños junto a Javi comenzaron a hacer ladrillos de arcilla, las primeras bases, la piedra fundante. Luego hicieron una hermosa maqueta del horno de barro. Ya comenzabamos a ver nuestro sueño realizado. Nos reunimos en la casa de Cecilia, mamá de Félix, en una hermosa reunión de trabajo: cómo comenzaríamos, qué necesitamos para nuestro horno. Muy pronto esta idea tomaba forma, ¡se parecía cada vez más a un horno!. Hasta que un sábado por la mañana llegó el gran día. Nos reunimos en la escuela y comenzamos a trabajar: el lugar -sobre la tierra- firme y seguro, para sostener el horno. Los ladrillos y el cemento: debemos contruir las bases y finalmente la forma: el adobe, ladrillo a ladrillo recubierto del barro, con paja y bosta. Manitos negras, mates, y mucho entuciasmo. Varios sábados nos reunimos, viendo como crecía, como se alzaba el hermoso horno de barro. Nos reímos, trabajamos, descansamos un rato, luego seguimos. Siempre con la alegría, con la fuerza de estar juntos: de construir. Y así, paso a paso, corazón a corazón, un sábado de noviembre, vimos finalizado el horno: el horno de barro de nuestra escuela. Celebramos con un rico asado, todos juntos, como una manada, llena de ilusiones y de sueños realizados. Gracias a Javi, a todos los papás y las mamás, a nuestros hermosos niños, y muy especialmente a Diego -el papá de Ana- que trajo al ayuda del gran Felipe: un hombre que viajó desde Salta, hace ya muchos años, y nos enseñó su amor a la tierra, al barro, y a levantar ladrillo a ladrillo, los sueños de una comunidad.
Por María Beatriz, mamá del grado.
Dra.
Anabelle Pin Odontóloga
Odontología de Orientación Antroposófica Odontopediatría Ortodoncia en niños Odontología en general Charlas informativas de Prevención para escuelas Consultorio:
4543 9929 - 4545 8296
ADVIENTO Y NAVIDAD
Los Ángeles de
Adviento Leyenda Rusa
El Ángel Azul Dios llamó a sus ángeles y eligió entre ellos los que prepararían la tierra para anunciar la venida de su Hijo. El primer ángel tiene alas azules. Voló a través de la más profunda oscuridad, entró en la esfera de la Tierra y una onda de luz azul cruzaba la corteza coloreando las rocas, formando una plataforma que comenzó a brillar e irradiar luz a todos los rincones del universo. Comienza el Adviento ¿Cómo sabemos que se aproxima la Navida d? No la podemos percibir con los ojos, pues los días y las noches transcurren como siempre y los seres humanos viven y se ocupan de sus asuntos como de costumbre. No se la puede escuchar con los oídos, pues son siempre los mismos ruidos que resuenan: los automóviles que pasan, los aviones que aterrizan, los niños que juegan... Y sin embargo, cuatro semanas antes de Navidad pasa algo muy importante: Un gran ángel desciende del cielo para invitar a los habitantes de la tierra a preparar la Navidad; este ángel viste una gran capa azul, tejida de silencio y de paz. La mayoría de la gente no lo percibe, porque están muy ocupados en otras cosas, pero el ángel canta con voz profunda, y solamente aquellos que tienen el corazón atento pueden escucharlo. Su canto dice así: “El cielo viene sobre la tierra, Dios viene a habitar en el corazón de los hombres, ¡poned atención!, ¡abridle la puerta!”. Y así es como en este día el ángel pasa y habla a todos los seres humanos, y aquellos que lo escuchan se disponen a preparar la Navidad, cantando algunas canciones y encendiendo velas... 1er º Domingo de Adviento: Preparación del pesebre. Cubrir el lugar elegido para el nacimiento con una tela “azul profundo” y poner piedras en él. El reino mineral es el primero que se prepara para la llegada del niño celestial. Cuando los niños participan en el montaje del Belén se sienten muy felices al colocar sus propias piedras, conchas y piedras preciosas.
El Ángel Verde El segundo ángel tiene alas verdes. Una vez que la luz toca la tierra, todas las tonalidades de verde forman una hermosa acuarela. Flores por todas partes y las hojas revoloteando entre las ramas de los árboles como mariposas. Cada onda de la luz verde es acompañada por el murmullo de los arroyos y el eco atronador de las cascadas. El viento anuncia a los cuatro rincones del mundo la venida del niño divino. 2do º Domingo de Adviento: preparación del pesebre El Belén ahora recibe los tesoros del mundo vegetal: semillas, plantas, flores. Los niños recogen sólo lo que haya descartado la naturaleza. Observar, afinar la mirada y darse cuenta de lo que la naturaleza nos ofrece en esta ocasión. Un tejido ligero azul pálido se incorpora al suelo, formando un lago sereno. La naturaleza está llena de nuevos colores y miradas.
El Ángel Amarillo
El Ángel Rojo
El tercer ángel tiene alas amarillas. Recibió un rayo de luz desde el Sol. Cuando llegó a la tierra los pájaros encantados con esa luz, se adornaban con plumas brillantes y comenzaron a cantar y bailar. Las mariposas volaron agitadas y los rayos de luz plasmaron hermosos diseños en sus alas. Los animales de los cuatro rincones del mundo, curiosos, quieren saber cuando llegará el niño celestial. Todos se calientan con la luz y se adornan, cada uno a su manera.
El cuarto ángel tiene alas rojas. Él recibió directamente de Dios el rojo de la llama, para iluminar los corazones humanos, anunciando una nueva era para la humanidad en la tierra.
3er º Domingo de Adviento: preparación del pesebre. Una tela de color amarillo suave se ha incorporado en el pesebre al fondo. Los animales van llegando: la vaquita se coloca en el establo. Ovejas y pequeñas mascotas aguardan la llegada de Jesús. María y José están en camino, con el buen burro. A los niños les encanta colocar a los animalitos en el pesebre. No se preocupe acerca de la proporción de piezas. Todos son curiosos y quieren participar!
4to Domingo de Adviento: preparación del pesebre. En nuestro pesebre, los pastores se acercan, María y José están casi están llegando a cada hogar, en los cuatro rincones del mundo los corazones están llenos de luz, de esperanza y de amor.
ADVIENTO Y NAVIDAD
Cuentos para cada semana de
Adviento
Primer semana de adviento Camino a Belén Eran tres los que estaban en camino: María, José y el burro que trotaba alegremente adelante. José llevaba su bastón. Estaba acostumbrado a caminar largos trayectos a buen paso. María, la dulce madre de Jesús, hacía como podía para ir a su ritmo, pero sus pies tropezaban a menudo con las piedras del camino. Cerraba los dientes para esconder su dolor. Dejó escapar una lágrima que no consiguió retener. El pequeño burro no se enteró de nada y José tampoco: estaba atento para no perder el camino. El ángel que acompañaba a los viajeros vio que María lloraba. Entonces se inclinó hacia ella y le dijo: “¿Por qué lloras pequeña amada de Dios? Estás camino a Belén; allá el niño Jesús vendrá al mundo. ¿No estás feliz de esto?” María le respondió: “El pensamiento de que el Niño va a nacer me colma de alegría. Lo que me entristece son estos guijarros contra los que tropiezo y me lastiman los pies”. Tras estas palabras, el ángel se volvió hacia las piedras. Los miró con sus ojos celestiales radiantes de luz. Y he aquí, las piedras se transformaron bajo su mirada: sus ángulos y sus aristas cortantes se redondearon y tomaron reflejos coloreados. Algunas llegaron a ser incluso transparentes como el cristal y centelleaban sobre el camino, iluminadas por el ángel. Entonces María avanzó con paso seguro. Delante de ella el camino lucía e irradiaba y ya ningún dolor vino a molestar su andar hacia Belén.
Segunda semana de adviento: Las manzanas del paraíso
En el jardín del Paraíso, había un árbol que nadie tocaba: era el árbol de Dios. Portaba manzanas rojas, las más bellas que pueden imaginar. Todos los animales y los pájaros que pasaban cerca de este árbol detenían su curso o vuelo para contemplarlo, por lo bello que era: En aquel
tiempo Adán y Eva vivían en este jardín. Iban a menudo a admirar el árbol, cuyos frutos estaban reservados para dios. Un día, la serpiente había convencido a Eva de cortar una manzana del árbol y probarla. Después le había dado a Adán, el cual probó también. Entonces el árbol, de repente había perdido su esplendor. Y cuando Adán y Eva fueron arrojados del Paraíso, el jardín estaba triste por su bello árbol.¿Que acto temerario! Los frutos del árbol habían palidecido de terror, se habían vuelto pequeños y duros, y su gusto jugoso y azucarado se había vuelto amargo como la hiel. Así el manzano debía volver a encontrar un día de su belleza. Cientos de años más tarde uno de sus brotes se plantó en el jardín de María y José en Nazaret. El arbolito desmirriado creció. Cada año daba frutos pálidos, duros y amargos, que nadie comía ni siquiera el burrito. Un día de primavera el ángel vino al encuentro de María y le anunció que ella sería la madre de Jesús. Cuando atravesaba el jardín, el ángel pasó cerca del manzano y susurró: “Prepárate, manzanito, pues el tiempo de tu miseria ha terminado. En Navidad, el hijo de Dios vendrá al mundo. Recuerda que eres el árbol que porta los frutos de Dios”. En el curso de las semanas siguientes, María y José, muy asombrados, pudieron observar como el árbol se erguía, y florecía con tal magnificencia que se podía pensar que se podía venir abajo por la carga de las flores. Su follaje se llenó entonces de trinar y el zumbido de las abejas que llegaban de lejos atraídas por la golosina, para libar sus flores. Después vino el tiempo en que la frondosidad del árbol escondió lo que se estaba preparando. Y cuando maduraron sus frutos, no eran ya pequeños y duros sino muy grandes y con una forma redonda y hermosa. Y he aquí que las manzanas se fueron coloreando. Al principio eran de un rosa delicado que se volvía cada vez más intenso; y al final, tenían mejillas de un rojo radiante. ¿Sabéis porque llegaron a ser tan rojas? Es muy sencillo: estaban felices de poder ser de nuevo los frutos de dios, quien iba a venir pronto a la Tierra. María recogió sus frutos en un canasto, y viendo que
ADVIENTO Y NAVIDAD
eran tan firmes y tan buenos, les dijo a José: “Vamos a guardarlas para el niño”. Y cuando partieron hacia Belén, María y José cargaron sobre el lomo del burro una bolsa de manzanas para el niño. Ellos no las tocaron ni cuando tuvieron hambre. He aquí como el manzano fue liberado de su maldición. Hoy dona sus frutos a los hombres. Cada año sin embargo quedan algunas para el Niño Jesús: las más rojas. Muestran, en particular, cuanto se alegra el manzano de que Dios haya venido al mundo.
Tercer semana de adviento La Prisa del burrito ¿Conoces a los burros? Son caprichosos. Robustos y resistentes se les puede cargar con bultos pesados. Pero a veces se obstinan. Entonces se vuelven sordos para todo: Tanto como para las súplicas como para los retos. Aunque trates de hacerlos avanzar: ellos arraigan sus patas y no se mueven ni un paso. Si tratas de tirar de ellos como si trataras de empujarlos: ¡Nada que hacer! Entonces te desesperas, y de nuevo adorables, fieles y entregados. Toda testarudez ha desaparecido como por encanto. El pequeño burro de maría y José era como todos los burros: testarudo caprichoso y adorable. El viaje a belén hubiera sido largo y difícil con un animal como éste, si no hubiese sido que de repente se volvió dulce y dócil. Y esto fue así: José había cargado el burrito. Había puesto todo lo que iba a necesitar durante el viaje. El pequeño asno se había quedado firme y tranquilo. Parecía ser el más dulce, el más amable de los burros de Nazaret. José tomó la brida en su mano; era hora de irse. En este momento el burrito se empecinó en sus patas y rechazó dar un paso. José le acarició, después le retó, pero en vano; el burrito no hacía el menor movimiento. María probó suerte. Rascó sus crines entre las orejas. “Ven”, le decía, “vamos, ven, ya es hora, el camino es largo”. Pero nada que hacer, el burrito quedó inamovible. Cuando la situación parecía desesperada, el ángel Gabriel intervino. Así como si nada se apreció ante el burrito y le dijo: “El viaje hasta Belén será penoso. El trayecto será largo para tus patitas flacas. Es preferible que te quedes aquí, has tenido razón para estar testarudo. Yo voy a llamar algunos ángeles que te llevarán tu carga”. Después añadió: “¡Que pena que tu no estarás cerca del Niño Jesús cuando nazca!” ¡No escucharás cantar a los ángeles! ¡No comerás del heno del pesebre, el buen heno que servirá de colchón al Niño Jesús!” ¿El canto de los ángeles? ¿Acaso los ángeles cantan ya? Levantó su hocico al viento: sí, le parecía sentir el olor del heno. Entonces partió al trote encabezando al grupo. Todo su empecinamiento se había olvidado. Ahora tenía prisa por llegar a Belén. Al atardecer hubiera preferido no descansar. Y por la mañana, antes de que l sol hubiera salido, él era siempre el primero que se despertaba. Decía: “¡hi-han!”, “¡hi-han”!, que quería decir: “Levantarse ya es hora”. Salgamos hacia Belén, vamos a escuchar a
los ángeles y a probar el buen heno”. ¡Ah, sí! Los asnos son capaces de muchas cosas, cuando lo ángeles les hablan.
Cuarta semana de adviento El Hijo de Dios La noche caía, la Noche Santa y un gran silencio reinaba sobre la Tierra. Era como si el mundo retuviese su aliento. Pero en el cielo, los ángeles elevaban su mirada hacia las esferas más altas, donde, en medio del círculo de los Querubines y serafines, se erguía el trono de Dios. Y he aquí lo que se había esperado por tanto tiempo, deseado tan ardientemente, se produjo: de pronto el círculo se abrió y el trono de dios se hizo visible para los moradores de los cielos. Del trono surgía alguien tan claro y luminoso, tan sereno y puro, que incluso el lenguaje de los ángeles no sabría describirlo. Miró con benevolencia la ronda de los ángeles que elevaban sus ojos hacia él y no cesaban de adorarlo. Pero el se hizo a un lado, y la mirada grave y solemne de Dios Padre atravesó las esferas celestes. Delante de El se abrió un camino luminoso que descendía cada vez más hasta llegar a la Tierra. Allí, los Ángeles no vieron más que un establo pobre, donde una mujer y hombre estaban sentados cerca de un pesebre, en compañía de un buey y un asno. El hombre dormía. Pero la mujer dirigía la mirada hacia el cielo, y cuando percibía el camino luminoso, elevó sus brazos. Entonces el ser de luz, el Hijo de Dios que había surgido del trono de Dios, comenzó a descender por él y a medida que bajaba y atravesaba los círculos de todos los ángeles, éstos entonaban un canto cada vez más grandioso. Al pasar de un círculo a otro, el Hijo de Dios se transformaba sin cesar y primero se volvió semejante a los Serafines, los ángeles más elevados; después era como los Querubines, y fue dejando una tras otra todas las formas de gloria celestial como quien se quita un vestido. Pasó por el círculo de los Arcángeles, para volverse a encontrar en el de los Ángeles, y para dejarlos a ellos también. El pobre establo irradió claridad cuando el Ser de luz se aproximó a María y la cubrió con su sombra luminosa… y su luz se volvió a encontrar en los ojos del Niño. Que la madre de Dios tenía sobre sus rodillas. Entonces el canto de los ángeles prorrumpió de nuevo en los cielos y la Tierra resonó con su alabanza: “Hoy os ha nacido el Salvador, Cristo, el Seños.” Jamás desde esta noche, el círculo de los Querubines y de los Serafines se ha vuelto a cerrar. El camino luminoso vuelve a unir desde entonces y para siempre el Trono de Dios a la Tierra y cada año, Cristo desciende desde allí, desde su Padre hacia los hombres, para nacer entre ellos y llegar a ser semejante; y para plantar su luz en los corazones, a fin de que empiece a brillar en sus miradas, como ya brilló otrora en los ojos del Niño Jesús.
fin
DÍA A DÍA EN LA ESCUELA
Fiesta de la
Música
De 1ro a 6to año los niños nos deleitaron con una hermosa muestra de lo trabajado durante el año en la clase de música; con sus voces, sus flautas, sus violines y otros instrumentos.
Dice una abuela sabia que yo conozco, que la música es la más sagrada de todas las artes. La música es algo que traemos, a través de nosotros, y hacemos sonar en el mundo. La música nos atraviesa, y llega a los demás impregnada de la emoción que nos provoca al cantarla, o al ejecutarla en un instrumento. Y si nos entregamos, al atravesarnos, nos deja llenos por dentro. Cuenta esta abuela sabia la historia de su pequeña nieta. La niña nació completamente sorda. Sus oídos no registraban sonido alguno fuera de ella. Hoy la ciencia puede curar muchos problemas que son del cuerpo, y cuando la pequeña niña creció lo suficiente, los médicos pudieron operarla e implantarle un aparato que le permitió escuchar. De todos los sonidos que descubrió, lo que más le gustaba escuchar a la niña era la música. Creció feliz, aprendiendo a cantar y a conversar con sus seres queridos, y su infancia y su adolescencia estuvieron llenas de sonidos: los pájaros, los autos, las voces, los ladridos, los aviones, las olas, las hojas, las palabras, la música, la hermosa música. Cuando aquella niña creció y cumplió diecinueve años, el aparato que le permitía escuchar se dañó, y la joven volvió a quedar un tiempo largo sin la posibilidad de oír. Pero al tiempo de estar en el silencio, la joven comenzó a escuchar música. No podía escuchar las bocinas, ni las voces, ni los pájaros, ni las palabras, ni los aviones, ni nada más, solamente música. Anduvieron un tiempo de pruebas y estudios, pero todo seguía indicando que su oído seguía sin poder escuchar. Entonces se dieron cuenta de que la música que la joven escuchaba no provenía de afuera. La música que escuchaba simplemente sonaba dentro suyo. Era la música que había escuchado, la que había cantado, la que había bailado, la que había tocado en su violín, en su flauta, en su guitarra. Aunque no podía oír lo que sonaba fuera, ella toda estaba llena de música.
DÍA A DÍA EN LA ESCUELA
Cuánto podemos lograr
trabajando en
equipo!
Sabemos que en el primer septenio los conocimientos se acercan al niño a partir de la imitación, de la imaginación, de la fantasía y del juego libre que les permiten el desarrollo de la capacidad psicomotora y de los sentidos. Para eso los espacios internos y externos del jardín deben proporcionarle al niño juegos que le permita conocer su cuerpo y a se mover con autonomía y seguridad. En el patio, el juego debe desarrollar la coordinación, el equilibrio, la lateralidad y orientación espacial. En nuestro jardín había un juego de patio que era lindo, pequeño y proporcionaba a los chicos lindas mañanas y tardes de juegos entre compañeros, pero hacía muchos años que existía y necesitaba un descanso. A partir de muchas propuestas de los padres de sala de la tarde, surgió la idea de realizar una Feria Americana para recaudar fondos para cambiar el juego del patio. Rápidamente la idea fue hablada entre las tres salas del jardín y armamos comisiones para organizar el evento. Cada comisión estuvo a cargo de una tarea como seleccionar y separar las ropas para la feria, armado del buffet, organización y decoración de evento. Fue un evento totalmente organizado y idealizado por los padres y madres del jardín de nuestra escuela. Era nuestra primera experiencia organizando un evento, los nervios y la responsabilidad estaban latentes pero con un gran trabajo en equipo la feria se llevó a cabo el 5 de septiembre en la escuela primaria. El trabajo fue en conjunto, se generó un ambiente muy cálido y armonioso que compartimos en familia. Y para nuestra alegría, al final del evento, tuvimos la gran sorpresa de que la suma adquirida era el valor ideal para cambiar el juego del patio. En la semana siguiente nos pusimos a elegir el
juego. La elección debería potencializar y estimular las habilidades básicas del primer septenio, para eso, tuvimos el apoyo y las orientaciones de Lorena Schierloh, directora de nuestro jardín, que nos ayudó a elegir un juego que trabajase con la lateralidad, el equilibrio, movimiento y orientación espacial. Después de largos meses de espera por las lluvias, por contratiempos, el juego fue instalado el sábado 21 de noviembre y la emoción nos dominó como si fuéramos niños. La emoción de ver una conquista, de ver que tanto esfuerzo y trabajo en equipo vale la pena. Rudolf Steiner dijo que “una vida social saludable sólo se consigue cuando en el espejo de cada alma, la comunidad entera encuentra su reflejo. Y cuando la virtud de cada uno, vive en toda la comunidad”. Nos parece que de eso se trata involucrarse y participar de la escuela. Es crear una gran comunidad que se ayuda, que participa y está unida, y solamente así podremos demostrar a nuestros hijos que podemos trabajar en equipo para un bien más grande. En el camino, nuestros hijos, vieron cuánto trabajamos en conjunto para lograr algo para nuestra escuela y acreditamos que esta enseñanza quedará para siempre en ellos. Pero, el laburo no se terminó, vamos por más: estamos preparando un arenero hermoso, lindas palas de maderas y cuencos de zinc para jugar en el patio, lanas para las manualidades y para un futuro muy próximo una huerta! Les agradecemos a toda la comunidad escolar y a los padres que hicieron posible este camino. Padres y madres del Jardín - Sala Turno Tarde
LOS NIÑOS HACEN, DICEN, CUENTAN MI ABUELA LILA por Camila Del Yesso
Mi abuela se llama Lila Bonfiglioli. Esposa de Heraldo Wehberg, quien tuvo con ella tres hijos, Marcelo, Evelyn y Erik. Lila levaba su vida como autora, maestra y poeta. Como autora, escribió tres libros. El primero se llama “Sazonar con hierbas y especias”, editorial La Colmena. El segundo, “Sopas con hierbas y especias.” El tercero, “Salsas con hierbas y especias”. En todos los libros ponía sus poemas. Al final de su primer libro, en la última parte “¿Cerramos el libro?”, escribió: “En seguida comienza otra vez el ritual de comer… que Dios bendiga vuestra mesa y vuestro pan; que viváis cara a cara con la naturaleza… y que en el arte de cocinar encontréis la sana, ancestral alegría de hacer algo por los seres que os rodean… “ Y un final agradeciendo a su esposo y a sus hijos. En su segundo libro, escribe: “En memoria de mis padres, que allá en Santa Rosa del Conlara de San Luis, me enseñaron que el amor puede llegar por muchos caminos e instalarse día a día en la mesa familiar.” Otra cosa que dice allí también es: “Que el alimento sea tu medicina (Hipócrates). Y lo será si acostumbras a incluir hierbas aromáticas y especias a la comida diaria. Por sus virtudes, son verdaderas aliadas de la mejor medicina: la prevención.” Además de las recetas, en sus tres libros, todo esto. En sus tiempos como maestra, trabajó en un colegio llamado Moner Sanz, en un 5º grado. Lila tenía como costumbre hacer dibujos muy lindos. Eran tan bellos que los niños pedían que los que venían en el turno de la tarde, por favor no los borraran. Alguien que una vez vio sus dibujos le dijo - Vos deberías ser maestra waldorf. Pero mi abuela no sabía lo que era la pedagogía waldorf. Y acá termina todo lo que yo sé. Si volvemos a los libros, me di cuenta de que tras todos esos poemas y dibujos, parecía que sus libros estaban basados más allá de todas las recetas; hay poemas y dibujos que te llenan. Además, estos libros ella se los daba a cualquier persona, y esa persona podía conocer mucho más, porque sus libros tenían todo su amor.
UNA ENTREVISTA A MI MISMO EN EL FUTURO. Revista digital El árbol. Buenos Aires, 23 de noviembre de 2090. Extracto de la entrevista a Rafael Méndez Casariego (El lobo)
(Viajamos a Mendoza, dónde El lobo vive y escribe sus obras desde hace cincuenta años. En su pequeña cabaña de montaña, ha escrito su trilogía Argus –elogiada por la crítica-, Cuentos de invierno, y Yo y la montaña , entre otros. A sus 97 años, nos recibe en su humilde morada para compartir con nosotros su experiencia de vida) -Lobo, ¿qué recuerdos tiene de su infancia, su escuela? -Mi infancia fue muy importante e influyó mucho, no sólo en mi labor como escritor, sino en toda mi vida. Mi escuela era un lindo lugar, en el que aprendíamos y nos divertíamos. Mi maestra se llamaba Yanina, y recuerdo qué bien tocaba los tambores; con ella aprendí muchas cosas, pero en especial, mi gusto por el dibujo y la escritura. Fue gracias a ella que escribí mi primer cuento. Recuerdo que llegaba andando en una bicicleta, abrigada con unos grandes mantos de colores. Me acuerdo muchas cosas de mi infancia y de mi escuela, recuerdo a Emilio, Josué, Fede, ¡grandes maestros!, pero también me acuerdo de todos mis compañeros. Tengo la alegría de todavía poder compartir grandes momentos con mi gran amigo Nicolás Olivera; con él encontré mi gran pasión por el futbol. Actualmente me sigo encontrando con él para tomar unos mates y jugar a la escoba del quince.
El grupo de niños que este año egresa ha hecho un largo recorrido con la palabra en sí como eje de trabajo. La comunicación entre las personas es un desafío cada vez más difícil, en tiempos en que el silencio necesario es una realidad poco posible, recuperar el valor de la palabra se hace necesario. El aprendizaje de la comunicación no violenta, la identificación de la carga anímica de la palabra, y también la palabra como creadora de realidad, y como manifestación plástica en la literatura, hasta llegar a la gran tarea de aprender a decir, a poner en palabras, a comunicar, a crear sus propias imágenes. Esa montaña, cuya altura han conquistado, comenzó con este bello trabajo de cierre de primer grado; un cuento colectivo, redactado en conjunto, que fue presentado como sorpresa a los papás. Basado en la narrativa de los hermanos Grimm, aquí va:
“Un cuento mezclado” Había una vez hace mucho tiempo atrás un anciano y sabio rey que tenía tres hijos. El mayor, orgulloso y soberbio, se creía mejor que todos los demás. El del medio era un haragán al que todo le daba igual. Y el más pequeño era la burla de los otros dos por ser ingenuo y confiado, y lo llamaban Bobalicón. Cierto día el rey los llamó y les dijo: - Hijos míos, ha llegado el momento de saber quién de ustedes tiene corazón de rey. Estoy viejo y cansado y en poco tiempo dejaré mi trono, por eso es necesario decidir. Para saber quien de ustedes será el futuro rey tenéis que ir a ver a la vieja bruja del bosque encantado. Así fue como los tres muchachos partieron juntos rumbo al bosque para ver a la bruja. Caminaron varios días bosque adentro, adelante el mayor partiendo ramas y cortando hojas con su espada, detrás el haragán quejándose de su cansancio y al final Bobalicón pidiendo disculpas a los árboles por molestar su descanso Llegaron a una casita pequeña en el centro del bosque de la que salió una viejecita arrugada como una pasa de uva. - Yo soy la bruja del bosque encantado. En este bosque, además de mi casa, hay tres castillos hechizados y en cada uno una princesa. Solamente una de ellas tiene corazón de reina. Para llegar a ellas deberéis pasar cuatro pruebas. La primera será traer aquí al unicornio blanco. ¿Quién será el primero en hacer el intento?- dijo la bruja. - Yo lo haré- dijo el hermano mayor. Para buscar al unicornio se armó con arcos, flechas, espadas, sogas y cuchillos, y se dirigió al claro donde el unicornio pastaba. Ni bien vio al fabuloso animal, el hermano mayor cargó sus armas y se acercó para cazarlo, pero el unicornio de un solo cabezazo lo mandó directo a la torre de uno de los castillos. Le tocó el turno entonces al hermano del medio. Desganado y protestando se acercó de muy mal modo e intentó asir el cuello del unicornio y éste, de un cabezazo, lo mandó directo a la torre del segundo castillo. Entonces llegó el turno de Bobalicón. Él se acercó suavemente con las manos extendidas y le dijo al unicornio que no le haría daño. Se miraron a los ojos y el unicornio lo subió a su lomo. La bruja lo vio llegar y le dijo:
- Ahora debes ir a buscar a la sílfide y responder su acertijo. Ella te dirá dónde debes buscar la olla de oro de donde nace el arco iris. Vuelve cuando la tengas. El joven se dejó llevar por el unicornio y llegó a donde la sílfide, sentada en su trono de hojas, peinaba su largo cabello violeta. - Dime ahora, noble caballero: ¿Cuántos años tiene el mundo?preguntó la sílfide. Bobalicón no sabía la respuesta. Entonces cerró los ojos e hizo mucho, mucho silencio, tanto hasta que pudo escuchar claramente la voz de la brisa que soplaba la respuesta en su oído. - Tiempo no tiene principio ni fin. El mundo tiene tantos años como el tiempo. La sílfide sonrió y le dijo: -Ve a buscar la olla de oro de donde nace el arco iris. La encontrarás en el árbol de la vida. La brisa te dirá cómo llegar. La brisa guió a Bobalicón hasta el árbol de la vida. Allí vivía el topo sabio. El anciano animal le dijo: - Para darte la olla debes cumplir una prueba de valor. Tienes que domar al dragón de tres cabezas. Entonces el topo sabio le dio a Bobalicón un pedazo de madera del árbol de la vida. Con mucho amor, él talló su espada. Montado en el unicornio buscó por el bosque, guiado por la brisa, hasta que encontró al enorme dragón. Bobalicón bajó de su caballo, se paró frente al dragón y levantando su espada llena de amor venció al dragón y lo llevó junto al topo. Volvió con la olla de oro a donde estaba la bruja del bosque. Y entonces la anciana le dijo: - La última prueba es esta: de las tres princesas que habitan los castillos solo una tiene corazón de reina. Debes adivinar cuál es, y entonces serás rey. Las tres princesas eran muy hermosas y muy dulces y era muy difícil saber cuál de ellas era la correcta. Entonces Bobalicón cerró los ojos y su corazón de rey sintió amor por aquella que tenía corazón de reina. Y así, Bobalicón y su princesa rescataron a los hermanos y a las otras princesas y todos volvieron al castillo del anciano rey. Se celebró una gran boda en donde todos los príncipes se casaron con las princesas, y Bobalicón y su reina fueron felices y gobernaron con sabiduría y amor durante muchos años.
Había una vez un sueño
El mundo es de los que se atreven a cambiarlo Reportaje a ANA MARÍA VALLEJOS DE FIERRO, fundadora del impulso de Cuarto Creciente. Nota realizada por Yanina Martul, maestra de 6to.
En el momento en que uno se compromete definidamente consigo mismo y con los demás, entonces la Providencia también se mueve. Toda clase de cosas suceden para ayudarnos, una corriente de acontecimientos brota de esta decisión, haciendo surgir a nuestro favor todo tipo de acciones, reuniones y ayuda material que ningún hombre podría haber soñado. Cualquier cosa que puedas hacer o sueñes que puedes hacer, hazla. El coraje contiene genio, poder y magia. Comienza ahora! Goethe
Cada espacio en el que uno desenvuelve su vida cotidiana, tiene origen en una idea, en un impulso que anida en un corazón. Una casa fue alguna vez la idea de un arquitecto; una pequeña empresa fue alguna vez el sueño de un abuelo obrero. Un proyecto es un sueño que un día brota en un corazón, en varios corazones, en alguna loca conversación nocturna, en un sanador intento de ponerse en marcha para cambiar una realidad que se siente mejorable. En los tiempos que nos corren y nos tienen corriendo, muy pocas veces nos detenemos en detalles tan mínimos como estos. Lo esencial sigue quedando invisible a nuestros ojos. Entramos y salimos con más atención en la carrera que correremos cada día que en hacernos las preguntas necesarias para desacelerar la marcha y poder contemplar para comprender. Y vamos olvidando que en la raíz, en el germen, en el origen, está la matriz
El patio de la escuela como era en 1997 antes de empezar la obra.
HISTORIA DE LA ESCUELA
Ana Fierro con los primeros niños del Jardín Cuarto Creciente en su casa.
que, una y otra vez, volverá sobre su forma original. Una comunidad que intenta formarse necesita conocer su origen, para comprender su esencia y poder construir su identidad. Desde nuestra mirada pedagógica, hay un amplio espacio para estudiar la Historia del mundo de una manera viva, a través de la narración, tendiendo puentes para comprender los procesos actuales, y volverse actor consciente de su tiempo. Y esa tarea, para validarse, empieza por casa. Tomando el hilo de Ariadna desde el lugar donde hoy estamos, en esta escuela que nos congrega en su construcción, en su ser, desandando los tramos de su historia, en la punta del ovillo del largo recorrido donde hoy crecen nuestros niños, están las manos de Ana, la maestra en cuyo corazón anidó la semilla de un impulso, y encontró la inmensa fuerza necesaria para volverse real. Luego de una maravilloso encuentro, de una charla en donde el amor fue una presencia constante, aquí te la presento. Una casita con un corazón enorme. Ana María Vallejos de Fierro tiene unos ojos azules serenos, que muestran todo el tiempo las luces de cada emoción que pasa por su alma. Su voz es muy dulce. Toda ella es pura dulzura. Anda de acá para allá, parece brincar atendiendo mi visita, sin perder la suavidad nunca en la palabra ni en el gesto. Maestra Normal Nacional y Licenciada en Filosofía, esposa de Hernán Fierro, madre de siete hijos y abuela de una parva de nietos, tres de los cuales siguen siendo hoy alumnos de la escuela. Me recibe con los brazos abiertos desde la puerta de su casita en Florida, allí donde el jardín funcionó por primera vez, en el living de su casa rodeada de hortensias y con caminitos de laja. Paso la pequeña puertita blanca y siento que estoy yendo hacia mi infancia. Ana me espera con torta y galletitas, y cada vez que sonríe, me hace sonreír a mí. No soy una buena periodista, así que mi primera pregunta es algo así: “Ana… ¿cómo fue?¿ qué sabías?¿ cómo llegaste a..?” mientras hago ademanes con las manos. Se ríe, y como una encantadora maestra, empieza a hablar, y yo me quedo calladita escuchando… “Al terminar el secundario y recibirme de Maestra
Normal Nacional, comencé mis estudios de Filosofía en la UCA. Siempre me fascinó el tema de la persona, la mirada sobre el ser humano. Yo tenía una mirada integral sobre la persona, y aquél lugar compartía mi misma mirada. A medida que avanzaba en mis estudios, encontraba una contradicción: declamábamos una visión integral de la persona, cuerpo y alma, cabeza y sentir, pero las instituciones enseñábamos solamente para la cabeza. Cuando recién me casaba, tuve por primera vez el impulso de abrir una escuela, un lugar en donde poner mis ideas en práctica, pero finalmente aquella oportunidad no se dio. Sin embargo, la idea nunca iba a abandonar mis pensamientos. Seguí estudiando, obtuve mi licenciatura, y con el tiempo, un día llegué a tomar la cátedra de Introducción a la Filosofía, allí en la UCA, para los alumnos que cursaban las carreras de psicopedagogía y psicología. Me preocupaba especialmente por estructurar los programas de la materia de acuerdo a esta mirada integral de la persona, cabeza y sentir, cuerpo y alma, intentando dar a los futuros profesionales una idea antropológica, una idea de la persona sobre la cual trabajar, para así poder decidir en función de ella cómo enseñar después. Mientras tanto, mis cinco hijos mayores iban a la escuela. A pesar de que había elegido las propuestas que más se acercaban a mi forma de pensar la educación, finalmente también les enseñaban para la cabeza. Entonces decidí empezar a escribir lo que tenía en mente, esa forma que intuía debía tener una escuela para educar desde una mirada integral. El programa tenía que tener todas las materias intelectuales, pero también tenía que tener actividades manuales, arte, música, despliegue físico… ¡no me alcanzaban las horas para dar tantas materias! Por aquel entonces, en los años ochenta, la televisión comenzaba a ser protagonista, y en mi casa, como en todas, los chicos hacían zapping. A mi me volvía loca esa costumbre. ¿Cómo podían mirar una cosa, y al rato otra, y enseguida otra? ¡Era una locura! Y ahí me di cuenta de que eso era lo que hacían también en la escuela. Saltaban de una materia a la otra todos los días. Entonces se me ocurrió que las materias tenían que ser como pequeños cursos intensivos, con clases de no más de dos horas por día, para llegar a un tema de principio a fin. ¡Hasta logré hacer un plan de horarios con clases y materias! Pero todo no era más que un sueño, una utopía. Sin embargo, cuando nacieron mis dos hijos más chicos, enloquecí un poco. Yo quería otra forma de escuela otra forma de enseñar y aprender, y empecé a hablar de mi idea, de encontrar una forma que respetara y educara a la persona desde esa mirada integral. Una amiga mía al escucharme, me dijo que ya había algo muy parecido a lo que yo decía, y así conocí la escuela Rudolf Steiner, muy cerca de mi casa. Allí me entrevisté con una maestra muy viejita que me contó sobre la pedagogía, y yo quedé flechada. Y así entré en contacto con la pedagogía a través de mis hijos más pequeños. En el año 1989 un cartel en la escuela anunciaba la apertura del primer Seminario de Formación en Peda-
HISTORIA DE LA ESCUELA
Plantando lo que hoy es el bosquecito.
gogía Waldorf. No iba a ser sencillo llevar adelante mis estudios siendo madre de siete niños y con horario de cursada diario y vespertino, pero con el apoyo de mi esposo y de mis hijos mayores, aquel año inicié mi formación pedagógica en la Sociedad Antroposófica de la calle Larralde. Y me maravillé. A medida que escuchaba aquellas ideas, que estudiaba, no podía creer que solamente hubiera dos escuelas de este tipo en Buenos Aires. Una maestra de la Steiner me permitió acompañar sus clases un tiempo, fue una maravilla ver cómo se llevaban a cabo esas ideas. ¡Esto tenía que multiplicarse! Cuando terminé el Seminario, en mí ganaba cada vez más fuerza la idea de que esta forma de enseñar debía difundirse y crecer. Cierto día estaba en casa, conversando con una amiga que compartía mis ideas, lamentando la poca cantidad de escuelas, y ella me dijo mirando alrededor: - pero… acá tenés lugar. ¿Por qué no empezás acá un jardín? Y así empezó todo.” -¿Acá?- le digo sorprendida. Así era el 2do piso de la escuela en 1997.
- ¡Si, acá! Vení que te muestro- dice Ana y salta del sillón floreado con un movimiento ágil, y ya se pone en marcha. La sigo atravesando el pasillo, y llegamos al jardín de invierno tras la cocina. Aquí, en el año 1992, un grupo de niños dio vida al sueño de Ana por primera vez. Sobre las baldosas color terracota hay una hermosa y antigua mesa de patas cortas. “Era una mesa de mi abuela que teníamos en el quincho. Un amigo carpintero le cortó las patas, y aquí trabajábamos con los niños. El primer día eran tres, y al final de la semana ya eran doce, y ese fue el número que se mantuvo hasta fin de año.” Su marido, Hernán, señala en la pared, cerca del techo de madera, los ganchos que sostenían la tela de la casita que había en la sala. Cruzamos los enormes ventanales hacia un verde jardín. Todavía está allí el arenero, custodiado por dos viejos ciruelos cargados de fruta. -¿Vos plantaste los ciruelos que hay en el patio de la escuela?- le pregunto. -Si- me contesta, mientras le sonríe toda la cara. Una semilla en tierra fértil. Ana sigue con su relato, y yo me vuelvo a sentar en el sillón enorme de la sala, a escucharla. “Al final de aquel primer año recorrido con el primer grupo de niños, quedé maravillada. Pude ver lo que los chicos son y lo que pueden ser, todo el potencial que puede salir a la luz si nosotros los dejamos ser, si les permitimos ser. Yo enseñaba en la facultad aún, por aquellos días, y no entendía cómo nuestro sistema educativo convertía a aquellos niños maravillosos en esos jóvenes sin capacidad de aprender que veía en mis clases. Al iniciar las clases el año siguiente, el jardín ya se había expandido por mi casa, el primer cuarto ya no era suficiente, y ahora acaparaba todo el jardín de invierno. ¡Mi familia vivía arrinconada en la sala de estar! En el año ’94 alquilamos una casa en la calle Quintana, pero el jardín seguía creciendo, y las reformas edilicias que había que hacer no eran posibles en una casa alquilada. La jefa de inspectoras nos sugirió que era necesario encontrar un lugar que se pudiera adecuar. Teníamos que lograr comprar algo que pudiéramos modificar. Junto a padres del jardín que habían ofrecido apoyo financiero y voluntad de ser parte del proyecto, gestionaríamos un préstamo para lograr la compra de algún lugar y lograr la habilitación de la escuela. Yo tenía en mente que fuera un lugar con un galpón, algo grande atrás, que pudiera aprovecharse en sus dimensiones. Un día, a finales del año ’97, llegamos a la calle Güemes al 1700. Lo ví y me pareció un espacio soñado…
La construcción avanza en el 2do piso...
pero estaba en ruinas. Había sido una vieja fábrica de lencería, y el vendedor explicaba que era tan cara la demolición de la estructura de hormigón, que el lugar resultaba imposible de vender. ¡Y para mí, esa estructura era soñada! Firme y sin columnas interiores, lista para convertirse en aulas… Decidimos que aquél era el lugar, y encaminamos la compra. Por distintas razones, tres semanas antes de concretar la compra, aquellos que nos iban a acompañar en el compromiso financiero para comprar el lugar, decidieron retirarse. Tuvimos un encuentro en donde nos enteramos de la triste noticia, y a mí se me vino todo abajo. Salimos de aquella reunión, y yo debo haber estado gris. Aquél lugar era un basurero, pero también estaba así de mal nuestra casa cuando la habíamos comprado al casarnos. Seis años deshabitada, y la habíamos arreglado, la habíamos transformado. No sé cómo me habrá visto mi esposo; pero cuando subimos al auto, me dijo “nosotros vamos a seguir adelante”. Era una locura. No teníamos con qué pagar. Entonces hipotecamos nuestra propia casa, y logramos la compra del lugar. Trabajamos muchísimo junto a mi familia y a las familias del jardín. ¡Sacamos once volquetes de basura! Construimos la primera sala adelante (hoy sala de maestros), dos salas en el pasillo y al fondo, un SUM. Ya teníamos más de treinta niños en el jardín, la escuela se impulsaba y crecía. En el año ’99 comenzaron los primeros intentos para iniciar la escuela primaria, que recién se consolidaría en el año 2004. La debacle económica del año 2001 fue un temporal difícil. Habíamos puesto en juego nuestra casa, y teníamos un crédito para pagar. Habíamos costeado también los arreglos del edificio haciendo malabares económicos. En medio del caos, íbamos zafando, hasta que por fin, en el año 2002, logramos cancelar la deuda y liberar la hipoteca de nuestra casa. Estábamos cenando juntos, mi marido y yo, celebrando, y entonces le dije ¿sabés? yo creo que lo que tenemos que hacer ahora es crear una asociación civil sin fines de lucro para trabajar conjuntamente con las maestras y los padres… ¡casi se muere al escuchar! Acabábamos de salir de una y yo le venía con un invento nuevo… Se ríe al recordar y suspira. El amor se le asoma todo el tiempo en la voz y en la mirada. Cuenta anécdotas de
ratas, y ventanas mal puestas, y del inmenso trabajo de construir junto a otros lo que se sueña. Aprovecho y le hago la pregunta que me intriga desde hace años:” - ¿Y por qué le pusiste este nombre a la escuela, Ana?” Otra vez se le ven pasar los recuerdos por la mirada; “cuando buscábamos un nombre, un amigo trajo ideas para compartir, y cuando vi Cuarto Creciente, sentí que era ese. Ese cuarto de mi casa que había crecido, esa luna que da la fuerza para que las plantas crezcan, esa fuerza de lo que crece. Ese era el nombre.” dice, y cierra cada frase con una sonrisa, habla llena de amor de cada detalle. Ana cuenta una y otra, un montón de historias, unas maravillosas, otras dificilísimas, todas entretejidas por el deseo de construir un espacio pensado para crecer aprendiendo. “A veces en la vida hacés la plancha, disfrutás, descansás… pero eso no te modifica. Los problemas te mueven, te sacuden… son para crecer.” dice; y me sigue maravillando ver que la sombra que cruza por sus ojos no empaña el sol que le brilla cuando vuelve a hablar de su escuela, de su sueño, del proyecto que dio a luz y que sigue viendo crecer. Finalmente, en el año 2005, Ana María cede la titularidad del impulso y se conforma por primera vez la Asociación Civil Luna Nueva, dando forma a ese espacio que soñó (¡y con el que casi atraganta a su esposo en una cena!), ese espacio de encuentro entre las familias y los maestros de la escuela, la comunidad que se asocia libremente en nombre de los niños, dueños reales del impulso, que son quienes nos convocan a encontrarnos y construir juntos un espacio mejor para ellos y para nosotros mismos, continuando con el impulso de esta primera soñadora con tantas agallas. Hay gestos que uno hace en el mundo movido por el amor, el amor por las ideas, el amor por la vida, por la humanidad en sí. Y con esos gestos de amor, con el coraje que emanan, siembran la vida de una comunidad entera. No olvidemos cada día, al cruzar el portón verde de la escuela, que andamos metidos en un sueño de amor. Con una raíz así, no queda más remedio que florecer con fuerza.
ANTROPOSOFÍA
El abrazo Waldorf Por Mariano Kasanetz
En la osada tarea de llevar adelante una escuela Waldorf nos encon-tramos en un tejido de relaciones extremadamente complejo. Maestros, niños, padres, entorno social, cultural, legal, etc. Cada niño es un misterio. En realidad lo que conocemos de él es una mínima parte de su ser. Es aquello que ya se ha mostrado, que pudo des-arrollarse, expresarse, y que fuimos capaces de percibir en alguna medida. Por otro lado lo que lo empuja a ser, lo que lo lleva a desplegar cualidades a lo largo de su vida, aquello que surgirá de los encuentros que tenga con el mundo y con los hombres, en fin, su devenir, está oculto a nuestra vista. Solo percibimos en primera instancia lo que ya ha devenido de él.
Con cada ser humano ocurre lo mismo. Su misterio queda en general fuera de foco y nos relacionamos con él por lo que suponemos que es. Y con la escuela como organismo, como cuerpo, como ser social ocurre de la misma manera. Resulta difícil percibir su núcleo, podríamos decir su designio, entendido como identidad más profunda.
En la pedagogía Waldorf se hace fuerte hincapié en orientar la mirada hacia el niño tratando de percibir justamente su capacidad de devenir. La fuerza que lo impulsa desde lo más profundo de su ser a desarrollarse en su vida. Y el maestro se convierte así en un acompañante, en un posibilitador del designio del niño, en un partero paso a paso en la vida escolar del niño. Por supuesto esto vale también para los padres, familiares, padrinos. Y vale también, aunque resulte muy difícil, para nosotros, adultos, unos con otros.
Pero lo que nos ocupa ahora es la escuela. La escuela es nuestro organismo común; es el cuerpo al que pertenecemos como miembros maestros, padres, niños, amigos.
Y también, como en el caso de cada ser humano, conocemos lo que ya se ha mostrado de ella, su cáscara edilicia, su orde-namiento institucional, administrativo, las relaciones más o menos cercanas con padres y maestros, su historia. Aquí cabe entonces también la pregunta acerca de su designio, de su identidad profunda. Si pudiésemos orientar nuestra relación con la escuela de tal manera que sirvamos a su designio, entonces comenzaríamos a vivenciar un tipo de armonía muy dinámica pero serena. En una escuela Waldorf cada órgano social necesita reconocer su labor concreta para la salud del cuerpo social. Maestros, niños, padres, tienen espacios y responsabili-
dades diferentes.
Como proyecto pedagógico los capitanes de una escuela Waldorf son indelegablemente los maestros. Ellos conforman el núcleo de la escuela. En los maestros confluye la responsabilidad última de posibilitar que la escuela devenga. En la reunión general de maestros confluye, se percibe a sí mismo el ser de la escuela. Allí se centra, se despierta, el organismo escolar y desde allí irradia su fuerza. Éste es el órgano propio del ángel de la escuela. Este ser espiritual es el verdadero impulsor, los maestros los portadores de ese impulso. En la reunión general de maestros el ángel puede hacer fluir sus espiraciones. Y esto impone la necesidad de aprender a percibirlas, de dejarse inspirar, de hacerse sensibles al designio de la escuela. Allí se puede hablar como de un manantial en cuanto al destino de la escuela y refrescarse como maestros Waldorf en él. Allí se perciben las necesidades de la escuela y se toman las decisiones pertinentes. Esto abarca por supuesto todos los aspectos del organismo escolar: el pedagógico-espiritual, el económico-vital, y el vincular-legal. Los padres confían a sus hijos a este espacio social pedagógico y hacen posible que haya depositarios de este trabajo. Ellos ceden voluntariamente la guía educativa escolar de sus hijos a este ángel y a los maestros porta-dores del impulso educativo Waldorf. De esta manera deciden integrar en sus propias vidas a este ser escolar e integrarse como parte de este organismo.
Los padres son responsables ya desde antes del camino educativo de sus hijos y ahora deciden agregar el entorno escolar a ese proceso. Entonces pueden convertirse en guardianes de la escuela, posibilitando la realización del proceso educativo e integrándolo en sus hogares.
Podríamos decir, resumiendo, que los padres conforman la periferia de la escuela, los maestros el centro, y entre ambos están los niños abrazados por todos ellos. La salud de todo organismo depende de que cada cual haga su tarea. Conocerla y asumirla es, una vez más, una cuestión de coraje.” Mariano Kasanetz, es sacerdote de la Comunidad de Cristianos de Buenos Aires.
PEDAGOGÍA
Cuentos y Labores para Jardín y Primaria
CUENTOS
Cómo la NIEVE RECIBIÓ SU
COLOR Era verano cuando Dios Padre creó el mundo y repartió los colores. En estos quehaceres participaban también los ángeles, y en el reparto nadie pensó en la nieve. Así la hierba se volvió verde, las rosas rojas y el cielo azul, el diente de león se puso amarillo y la ardilla tomó el color pardo. Todos se alegraron. Pero cuando se terminó el año y empezó a caer la nieve, ésta ningún no tenia ningún color. Fue a preguntarle a Dios Padre: -¿Debo pasar por el mundo sin que nadie me vea? Se decidió que no había más remedio que buscar por el mundo a alguien que tuviera la generosidad de compartir con ella su color. La nieve anduvo y anduvo, llevada por al viento. Primero encontró a la rosa, y pensó que sería aun color muy noble para vestirse con él. -Querida rosa, ¿quieres compartir tu color con alguien que no tiene ninguno y a quién nadie puede ver? -Fría nieve, no te acerques demasiado –dijo la rosa sacó sus espinas-. Nunca te daré mi color, tú que hielas mi capullo y mis hojas. La pobre nieve tuvo que marcharse como llegó. Siguiendo su camino se encontró con un prado donde había algunos dientes de león. -¿No queréis compartir un poco de vuestro color con alguien que no tiene ninguno y a quien nadie puede ver?-preguntó la nieve. -somos tan amarillas porque lo necesitamos. No nos sobra color. Habrías de estar contenta de que a pesar de tus fría y terribles garras nadie te pueda ver. Nuevamente tuvo que marcharse. Poco después se encontró con unas campánulas azules en una pendiente.
-¿No queréis compartir un poco de color con alguien que no tiene ninguno y a quién nadie puede ver? –les preguntó la nieve. Pero cuando las campánulas se dieron cuenta de que era la nieve, tuvieron miedo y se escondieron entre la hierba. Así, la nieve comprendió que ellas tampoco que ellas tampoco tenían un poco de color para ella. Continuó su camino de flor en flor, pero en todas partes recibía la misma respuesta. Preguntó a la piedra, a la hierba, a los árboles y a las nubes, a los hombres y a los animales. Nadie quiso compartir su color con ella. Finalmente ya había preguntado a cada una de las cosas del mundo y tan sólo le quedaba por preguntar a una florcita blanca. -Tú eres la última a quien puedo preguntar, pero no creo que puedas compartir tu color con alguien que está tan fría como yo. Pero la florecilla blanca no respondió como los demás. -Si te gusta el color blanco hay una buena solución-dijo ella- pues la creación sería muy mala si nadie tuviera corazón para compartir contigo su color. Dicho esto, cogió un poco del color blanco de su flor y se lo entregó a la nieve. Así, la nieve recibió el color más puro y claro de todas las criaturas. Entonces le dijo la nieve a la flor: -Tú vas a ser la primera flor de la primavera, y aunque crezcas cuando todavía haya nieve, yo nuca te haré daño. Esta flor es la campanilla blanca.
CUENTOS
POR QUÉ SE ALEGRARON LOS
CORDERITOS
CUANDO LLEGÓ LA
NAVIDAD
Poco tiempo después de que el ángel Gabriel hubo visitado a la Virgen María, se puso ésta en camino para visitar a su prima Isabel. Para ello tuvo que atravesar montañas y montañas, durante muchos días. Un día, cuando todavía estaba muy lejos del pueblo más cercano se hizo de noche. Buscó un lugar donde albergarse. Solamente unos corderitos pastaban por allí cerca. Entonces, María se recostó en el suelo bajo un árbol. Pero he aquí que empezó a sentir frío y pensó para sí: “quiera Dios, que si paso frío esta noche, mi pequeño niño no sufra en mi cuerpo ningún daño”. Entonces, al momento y de todas partes se acercaron los corderitos y con sus calientes y gruesas pieles la arroparon y calentaron. Así que en poco tiempo se encontró totalmente rodeada por ellos, desde los más grandes hasta los más pequeños. Se habían dado cuenta de que María era una madre santa, pues llevaba en ella al niño de Dios. Por eso no habían tenido ningún miedo y se habían estrechado los unos contra los otros para proteger al niño del frío. Y he aquí que en la noche apareció un ángel y dijo a los corderitos: “Porque habéis calentado a María-Madre y al niño de Dios, seréis los primeros ne conocer la Buena Nueva del nacimiento del niño de Dios en la Tierra”. Así fue como los corderitos tuvieron su secreto, del que mucho se alegraban. Y de esto no contaron nada a nadie, ni siquiera a los pastores ni a los perros que cuidaban los rebaños. Al día siguiente continuó María su camino, caliente y fortalecida. Llegó a casa de su prima Isabel sana y salva y permaneció durante tres meses junto a ella.
CUENTOS
BUEY
CÓMO AL SE LE PROMETIÓ UNA GRAN
ALEGRÍA
Cuando María caminaba de vuelta a casa, empezó a notar que el caminar le resultaba fatigoso. Muy a menudo tenía que pararse y descansar. Una de las veces se detuvo a la orilla del camino. Se sintió débil y empezó a llorar: “No puedo más. Ay mucho camino por andar y las piernas ya no me quieren llevar más ni a mí ni al niño. ¡Ay! ¿Cómo podría llegar a casa?” Y he aquí que oyó un resoplido. Levantó su mirada y vio que junto a ella se encontraba un buey pardo, unido a un carro. Este volvió a resoplar como queriendo decir: “sube al carro, yo te llevaré a casa”. El buey no se encontraba muy lejos del camino que hacía María y estaba esperando a su señor, que se había albergado en casa de un amigo y le había dicho: “Espera aquí, vuelvo enseguida”. Pero nada, no volvía. Entonces el buey había oído llorar a una mujer. Aquel llanto tenía algo muy especial, y había notado que aquella mujer llevaba en su seno a un niño celestial. Entonces se dijo a sí mismo: “Ella es la madre de Dios. Quiero ayudarla. Aunque mi señor me castigue por no haber esperado. Dios es el señor más grande. No puedo por menos que servirle en esta ocasión”. Cuando María levantó la mirada y vio ante sí al buey tirando el carro dijo: “Esto es la ayuda de Dios”. Acarició al buen animal y éste la llevó a casa tirando del carro. Después, trotando volvió allí donde estaba su señor por el camino que lleva a Belén. Su señor no le castigo pues pensó para sí: “he dejado al animal esperar tanto rato, que se ha ido solo”. Al atardecer, cuando el buey se encontraba en el establo se le apareció el ángel y le dijo: “buey, porque hoy has tirado del carro llevando a la madre de Dios y a su niño hacia casa, te será concedida en agradecimiento una gran alegría. En tu establo nacerá el Niño Divino y yacerá en tu pesebre”. Y así el buey tuvo también su secreto. Era muy feliz y esperaba todos los días que la palabra del ángel se cumpliera.
La palabra
es la herramienta del maestro “…buscamos que en oportunidad de todo este hablar acerca del mundo, los niños se encuentren colmados por un clima de asombro y de admiración, dado que cuanto más se asombran y mayor es su admiración, tanto antes podrán despertar. En todas estas ocupaciones la palabra es la herramienta del maestro. El maestro tiene que descubrir dentro de sí el manantial, la fuente de la palabra. El camino para ello le es señalado mediante el estudio antroposófico del hombre. Esta fuerza está a la disposición del maestro y mediante la misma es dignificado de convertirse en mediador y dador de fuerzas de asistencia, mayores que él mismo. De esta manera el maestro vivencia, como a través de la palabra puede erguir al cuerpo enfermo, puede sanar las fuerzas vitales. La palabra comprensiva podrá aproximarse sin provocar enojo, a las dificultades del cuerpo anímico de los niños aportándoles perdón y con ello, sosiego. La justa y efectiva palabra de consuelo aportará al yo de los niños, valentía de desarrollo y ardor de despliegue, lo cual están aguardando, sedientos.” Social es aquel que convierte el pesar, la necesidad del otro ser humano, en el motivo de su accionar.
Rudolf Steiner
LABORES
LABORES
Noche anunciada, noche de amor. Dios ha nacido, pĂŠtalo y flor. Todo es silencio y serenidad. Paz a los hombres, es Navidad. Ariel RamĂrez
COSAS RICAS PARA las
RECETAS
Fiestas
STOLLEN (Pan Dulce Alemán) INGREDIENTES Leche 125 cc Manteca 150 g Manteca 50 g Cardamomo molido A gusto Azúcar impalpable Cantidad necesaria Ralladura de limón A gusto Levadura fresca 40 grs. Azúcar 50 grs.
Harina 450 grs. Sal 10 g Yemas 5 Unidades Esencia de vainilla A gusto Ron 50 cc Cáscaras de naranja confitadas 30 g Almendras tostadas 75 g Cáscaras de limón confitado 30 g Pasas de uva 175 grs.
PREPARARACIÓN:
Coloque en un recipiente la levadura junto con la leche, el azúcar y 50gr de harina tamizada, mezcle hasta integrar los ingredientes, luego cubra con papel film y deje levar a temperatura ambiente hasta que forme una espuma. Tamice sobre la mesada el resto de la harina junto con la sal y el cardamomo formando una corona. Funda la manteca y una vez tibia agregue las yemas y los perfumes, mezcle. Coloque la espuma y la mezcla de manteca con yemas en el centro de la corona, integre todos los ingredientes hasta formar una masa homogénea, luego amase unos minutos hasta que se despegue de la mesada, cubra con papel film y deje reposar durante 20 minutos. Con un palo de amasar estire la masa, incorpore luego las frutas previamente hidratadas en ron durante 8 horas y escurridas, cubra toda la superficie y forme un bollo para luego volver a estirarla de unos 4cm de alto, pliegue en 3 haciendo que cada capa sea un poco más pequeña que la anterior, dándole una forma a la pieza de labio, deje levar en un sitio tibio hasta que casi duplique su volumen. Cocine en horno a 170°C durante 45 minutos. Retire y pincele con la manteca fundida. Espolvoree con azúcar impalpable.
PAN DULCE¡Con estas cantidades salen dos hermosos pan dulces!
Ingredientes 100gr. de levadura 150 cc de leche tibia 1kg de harina 0000 230 gr. de azúcar con 225 g de manteca derretida 4 huevos 1 cdita de aroma a pan dulce 1 cdita de agua de azahar 1 cda de vino dulce 1 cdita de coñac, ½ cdita de extracto de malta ralladura de 1 limón o naranja ½ cdita de sal 1 cucharada de miel. 1kg. de frutas secas y frutas abrillantadas (almendras, castañas, nueces, avellanas, pasas de uva)
Paso a paso
Dos días antes de hacer el pan dulce mezclar cascaritas de naranja, de limón, cerezas confitadas, pasas de uva rubias y negras con marsala u oporto. Dejarlo macerar. Mezclar la levadura junto con la leche tibia, 1 cucharada de azúcar y 1 cucharada de harina. Tapar y dejar fermentar. Mezclar en un bol el azúcar, la manteca derretida, 4 huevos y 1 cdita de aroma a pan dulce, 1 cdita de agua de azahar, el vino dulce, el coñac, el extracto de malta, la ralladura, la ½ cdita de sal y la miel. Incorporar el fermento, a lo anterior, mezclar e ir agregando de a poco 1 kg de harina 0000, mezclando los líquidos con los sólidos. Tratar de formar una mezcla tierna, volcar sobre la mesada en-
harinada y amasar para unir todo en una preparación húmeda y que se sostenga. Tapar y dejar levar hasta que haya duplicado su volumen, desgasificar. Incorporar 800 g de frutas secas en total (mitad de la que está en maceración, bien escurrida y mitad de los frutos secos); las cantidades pueden variar y también la elección de los ingredientes. Tratar de armar un bollo tierno con frutas, separar en dos mitades, distribuir cada mitad en un molde de papel, presionar un poco para que se adhiera a las paredes, tapar, dejar levar. Cortar la superficie en cruz, pintar con huevo, decorar con frutas seleccionadas y hornear unos 45 minutos (controlar el punto de coccíón). Retirar, dejar enfriar y pincelar con glacé liviano. Agregar más frutas en la superficie.
Nuestra Escuela La escuela Cuarto Creciente nació en el año 1992 bajo el capullo del Jardín de Infantes. En el año 1998 nos mudamos al edificio de la calle Güemes, donde hoy funcionamos. En el año 2005, junto con el inicio de la escuela primaria, creamos la Asociación Civil Luna Nueva: persona jurídica responsable civil, legal y administrativa de la escuela. Año tras año, fuimos creciendo. Sembrando semillas. Albergando nuevas esperanzas. Luego de 23 años, sentimos, creemos, damos vida al proyecto día a día. Como en una espiral de formas concéntricas, nos movemos. Avanzamos. En el centro de la espiral: nuestra escuela -el espacio de encuentro donde se desarrolla el sentir, el pensar y el hacer- el acto pedagógico donde se despliegan las fuerza vitales del niño- llama viva de nuestra misión. A su alrededor los maestros: encargados de velar este impulso creador. Despliegan y construyen. Plasman la propuesta pedagógica de nuestra escuela. Luego los padres, en acto con nuestra presencia: garantía de confianza y respeto hacia la autoridad amada que construyen nuestros niños. Vinculando el acontecer cotidiano al sustento material -única base de fortalecimiento económica de nuestra escuela, a través del aporte mensual. Finalmente La Asociación Civil y la Comisión Directiva: el manto que recubre. El abrigo que da forma legal e institucional a nuestro impulso. Gracias a los maestros y a todos los que trabajan en nuestra escuela, que cada día se entregan con amor a su labor. Gracias a los padres que suman sus fuerzas, ganas y energías. Esto que construimos juntos, con amor, es lo que perdurará. Todos aquellos padres y maestros que así lo deseen, pueden ser miembros activos de la Asociación Civil Luna Nueva. Vénganse; que queremos contar con tod@s.
¡¡¡ Los esperamos!!!
FERIAS DE NAVIDAD
BAZAR DE NAVIDAD ESCUELA CUARTO CRECIENTE Gral. Martín de Güemes 1747 Abrirá sus puertas el sábado 12 de diciembre luego de la Muestra de Euritmia. y las semanas del 14 al 18 de diciembre y del 21 al 23 de diciembre de 12 a 15hs. FERIA DE ARTESANOS Y PRODUCTOR ORGANICOS ESCUELA RUDOLF STEINER WARNES 1357 Domingo 13 de diciembre de 15 a 20h (se suspende por lluvia) Más de 60 artesanos, música en vivo, deliciosos buffet, regalos para Navidad directos del productor.
SALIDAS
PARQUE DE LOS NIÑOS Av. Intendente Cantilo s/n Buenos Aires Playa 2016 Desde 10/01 a 4/03 De martes a domingo de 10 a 20hs Actividades deportivas y juegos de agua RESERVA ECOLOGICA DE VICENTE LOPEZ Paraná y Río de la Plata ( Altura Av. del Libertador al 4000, La Lucila). 9 a 18hs .La Reserva Ecológica de Vicente López tiene una superficie aproximada de 3,5 has. Esta pequeña porción del noreste bonaerense comprende a ocho ambientes naturales. El sauzal, el pantano, el talar, la selva marginal, el pastizal, la laguna con su vegetación flotante, el matorral ribereño, y por fuera, el juncal.
Se realizará el domingo 13 de diciembre a las 15:30 hs. Gratuito con inscripción previa: eventos@fundaciondelatierra.org Organiza: Dirección de Ecología y Conservación de la Biodiversidad de San Isidro junto a Fundación de la Tierra. EXPLORATORIO Avenida Sarmiento y Avenida Belisario Roldán, San Isidro. Módulos interactivos para que grandes y chicos puedan experimentar, disfrutar y divertirse con la ciencia. Miércoles, Jueves y Viernes, 09:30 hs. a 17:00 hs. Hasta el 13 de diciembre Sábado y Domingo, 13:00 hs. a 19:30 hs. hasta el 13 de diciembre
PARA LOS GRANDES NOCHE DE LAS LIBRERIAS Viernes 18 de diciembre A partir de las 20h
CINE BAJO LAS ESTRELLAS ECuNHi (predio de la ex ESMA) Av. del Libertador 8151 - Los jueves a las 20 hs. Si llueve, no se suspende: se traslada al microcine climatizado Jueves 14 de enero: Moby Dick (John Huston, 1956) Jueves 21 de enero: Sed de Mal (Orson Welles, 1958) Jueves 28 de enero: Vivir su vida (Jean-Luc Godard,1962) Jueves 4 de febrero: Barbarroja (Akira Kurosawa, 1965) Jueves 11 de febrero: Andréi Rublev (A.Tarkovski, 1966) Jueves 18 de febrero: El Padrino (F. F. Coppola, 1972) Jueves 25 de febrero: Amarcord (Federico Fellini, 1973)
PARA LOS CHICOS
CINE Casa de la Cultura - Gutierrez 1060 Viernes 11 a las 17 hs Ponyo de Hayao Miyazaki TALLER PARA NIÑOS SOBRE PLANTAS NATIVAS Parque Natural Municipal Ribera Norte - Camino de la Ribera 480, Acassuso. Junto a la Fundación de la Tierra, cerramos el año con este nuevo taller sobre plantas nativas. Los niños aprenderán la importancia que tienen estas plantas dentro de los ecosistemas y además, podrán aprender como una planta puede atraer mariposas y aves a nuestros jardines. Además se llevaran una plantita de regalo.
AGENDA de verano Actividades gratuitas
La importancia de asociarnos Hace veinte años atrás, una maestra dio cabida en su corazón a un impulso destinado a ser comunitario. Llamadas por este impulso, las primeras familias, las pioneras, se fueron acercando, y comenzó la difícil tarea de reunir voluntades con una misión común: darle forma a un proyecto y a un espacio en donde educar a los niños. Nuestra escuela no tiene dueño. No hay detrás de un escritorio ningún propietario. Esta escuela es de quienes la habitan y la construyen. Esta escuela es un proyecto comunitario. Para tejer una comunidad, es necesario un espacio de encuentro, en donde el espíritu de ese impulso que nos convoca se plasme en el intercambio. Ese espacio es la Asociación Civil Luna Nueva. En esta nueva etapa, en la que nos convoca la gran empresa de concretar nuestro cuerpo, nuestra casa, la compra del edificio de nuestra escuela, te necesitamos. Porque queremos construir una comunidad con diálogo, con encuentro, con intercambio y con presencia. Asociación Civil Luna Nueva
COMISIONES DE TRABAJO EN NUESTRA ESCUELA
LAS COMISIONES SON EQUIPOS DE TRABAJO QUE REQUIEREN LA AYUDA DE TODOS AQUELLOS QUIENES, INSPIRADOS EN LA VIDA COTIDIANA DE LA ESCUELA, QUIERAN CONTRIBUIR A CONSTRUIR UN MEJOR ESPACIO. ¡ESTÁN TODOS INVITADOS A PARTICIPAR Y SUMAR VOLUNTADES! Eventos: eventos@cuartocreciente.edu.ar // Tienda: tienda@cuartocreciente.edu.ar Aportes: aportes@cuartocreciente.edu.ar // Mantenimiento: mantenimiento@cuartocreciente.edu.ar Difusión: difusion@cuartocreciente.edu.ar // Revista La Ronda: larondarevista@cuartocreciente.edu.ar Stand Sabe la Tierra: difusion@cuartocreciente.edu.ar // Recursos (Casa Propia) casapropia@cuartocreciente.edu.ar
PRIMARIA Güemes 1747 - Florida / Vicente López tel. +54 11 4718-1140 primaria@cuartocreciente.edu.ar JARDÍN Haedo 1684 - Florida / Vicente López tel. +54 11 4791-3904 jardin@cuartocreciente.edu.ar