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Les Naus de l’Art: Una Nocomunidad fraternal por Pep Puig Mestres
Les Naus de l’Art: Una Nocomunidad fraternal
Pep Puig Mestres
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www: puigmestres.com
En Les Naus de l’Art de La Floresta (Barcelona) habita un variopinto grupo de artistas que trabajan duro, aman sus artes y oficios, tienen familias que levantar , impuestos y alquileres que pagar. Trabajadores que hacen de sus artes una forma de entender la vida a base de trabajo duro y constante.
Entre ellos no hay más regla de convivencia que el respeto y el sentido común y esto tan simple genera una fraternidad natural y confortable que está por encima de cualquier intento de categorizar a esta genuina Nocomunidad.
Esto podría parecer el panegírico de un lugar escondido en los bosques que rodean la gran ciudad. Pero lo cierto es que cuando aterricé aquí hace apenas tres años, me sentí libre como hacía tiempo y se dispararon resortes ocultos y olvidados que de manera insospechada me impulsaron a explorar nuevos terrenos en mi búsqueda.
La libertad es cara, pero no tiene precio Antigua granja de pollos escondida en los bosques que rodean el noroeste de Barcelona, hoy Parque Natural de Collserola, cuando los pollos volaron quién sabe dónde, las naves fueron parceladas en distintos talleres y hoy los pollos son artistas. Les Naus no tiene vínculos con institución pública alguna. Esto tiene el inconveniente de estar sometidos a la ley de la selva inmobiliaria con sus aumentos de precio arbitrarios y escandalosos, pero tiene la ventaja de que somos libres. No hay horarios, control, ni vigilancia o fiscalización alguna de nuestra actividad. No hay que justificar nada ante nadie salvo ante nosotros mismos. Un precio caro en dinero, pero que a estas alturas me parece razonable porque la libertad no tiene precio.
Ahora se habla mucho de hibridación, una intención estimulante pero que no tiene nada de novedoso. Hibridar, mezclar, interactuar, influir, hacer que tu propia expresión se confunda y fusione con otros universos expresivos ya lo hacían los hombres de las cavernas cuando eran capaces de dejar una huella indeleble de su mundo interactuando con el universo pétreo de sus grutas oscuras. Geología y expresión ya se hibridaban 40.000 años atrás en la cueva de Chauvet.
En Les Naus de l’Art no sé si se hibrida o no pero lo que surge de este lugar tiene el sello de lo auténtico y genuino, de aquello hecho con lo mejor de cada uno salpicado por las influencias del entorno.
Mi nueva frontera entre memoria y azar Escribo este artículo mientras me estoy mudando de espacio. El Azar, mi gran aliado, me ha permitido trasladarme a un nuevo taller justo a 20 metros de donde he trabajado los últimos tres años. 48m2 diáfanos con grandes ventanales que dan al bosque. Sólo veo verde. Orientado a Noreste, por la mañana el sol entra a raudales y los pájaros son la banda sonora. Para un urbanita como yo esto es un lujo asiático.
Organizar el taller es una creación determinante para el futuro de lo que allí pueda surgir. Justo estoy en ese momento montando un espacio desde cero y haciéndolo pensando que puede transformarse de múltiples maneras como si fuese de goma.. En un par de semanas habitaré mi nueva cueva y allí me hibridaré con todo lo que se ponga a tiro y me seduzca amorosamente.
En todo caso, entre memoria y deseo, un nuevo espacio es el mejor vehículo para explorar nuevos universos.
Así me siento ahora: en una nueva frontera, casi desnudo y sin visado. Dispuesto a cruzarla clandestinamente y adentrarme en terreno virgen para llegar a otro límite y empezar de nuevo o acabar estrellado en el muro de la incertidumbre.
Hans Nottelmann http://onlywoodbcn.net/ Barbara Zimmermann https://www.bzimmermannbcn.com/ Gerard Mas http://www.gerardmas.com/esp-autor.htm Vanessa Miralles https://www.instagram.com/mimuvanessa/?hl=es