3 minute read
Nave Oporto: Un taller compartido en Madrid por Pablo Ángel Barrios
Nave Oporto: Un taller compartido en Madrid
Pablo Ángel Barrios Martínez Máster en Economía de la Cultura y Emprendimiento por la Universidad Erasmus de Róterdam.
Advertisement
IG: @pablobarrios5
Desde la crisis económica y financiera del 2008, el distrito de Carabanchel en Madrid se ha convertido en uno de los polos de atracción de las industrias creativas y culturales. En este entorno post-industrial de antiguas fábricas textiles, la representación de las artes plásticas resalta cada más con más de 53 talleres de artistas individuales y colectivos. Uno de los estudios compartidos de referencia es Nave Oporto situado en la Avenida Pedro Diez, 25, que es uno de los centros neurálgicos del arte contemporáneo español e internacional.
Este espacio nace de las necesidades y relaciones profesionales establecidas de sus integrantes y de los estragos económicos provocados por la crisis del 2008. Inicialmente, estaba compuesto por siete miembros que han ampliado su familia artística hasta los 16 miembros teniendo actualmente a un artista en residencia que es Isidro Blasco. Los artistas que componen este espacio artístico son de media carrera y consolidados. El criterio más importante para formar parte es la calidad artística. Este taller compartido de artistas está dividido en dos plantas donde los artistas han decidido seguir utilizando
el logo, la marca y la página web que han creado en términos de capital cultural y social donde lo individual y lo colectivo se equilibran. En la segunda planta del taller compartido, se encuentran Santiago Giralda, Raúl Hidalgo, Jimena Kato, Belén Rodríguez, Manuel Saro y Miguel Ángel Tornero. En la planta baja del edificio, se encuentran los restantes miembros que son Irma ÁlvarezLaviada, Elvira Amor, Nicolás Combarro, Marta Corsini, FOD, Miguel Fructuoso, Miki Leal, Sonia Navarro, Beatriz Ruibal, Santigio Ydañez e Isidro Blasco. La
ampliación del espacio fue causada por el creciente número de integrantes y la necesidad de un mayor espacio para que los artistas puedan desempeñar adecuadamente sus prácticas artísticas dentro de un entorno inspirador. Hay que añadir que los estudios de artistas están adquiriendo nuevas funciones ante los cambios en la estructura de los eco sistemas de las mercados internacionales del arte.
Este estudio colectivo se ha constituido en una asociación para facilitar su gestión y para hacer frente a la escasez de los recursos. Además, posee como anfitriona a una coordinadora de eventos que es María Tolmos que no ingiere en la carrera individual de los artistas. Este organismo vivo ha adquirido nuevas funciones a sus iniciales como son las de un espacio expositivo y de un centro de experimentación. En un primer lugar, se limitaban únicamente a abaratar los costes de este espacio. Paulatinamente, este ente ha ido aportando unos beneficios sociales y psicológicos para sus integrantes entre las cuales se encuentra la de aumentar la capacidad de resiliencia de los artistas para que puedan desarrollar sus carreras. Un nuevo modelo de negocio se ha perfilado
donde la organización de eventos como el Carajillo (ARCO VIP), los open-studios y la colaboración con residencias artísticas como Mundo Dios o fundaciones como Ankaria ya son actividades diarias. La imagen insular y romántica del estudio del artista como solo un centro de producción donde lo intimo y lo privado confluyen se ve atenuada por la nueva realidad que están experimentando estos lugares.
Unas de sus particularidades es que su espacio es abierto y está dividido por paredes móviles que sirven a modo de almacén para sus miembros. Esta flexibilidad del espacio permite reajustarlo a las necesidades de sus integrantes donde las interacciones sociales de cooperación (red de contactos, alquiler de espacios, ayuda mutua en la confección de los dossiers artísticos) y de colaboración (Proyecto Ecovidrio, Stand Alhambra de Miki Leal Arco VIP 2019 y la exposición de Irma Álvarez-Laviada Fundación Cerezales Antonino y Cinia 2019) prevalecen sobre las de competencia (Premios y becas). Su compartimentación abierta y el ambiente hogareño adquieren ciertas cualidades de un Coworking donde la fertilización, el cruce y la influencia de las distintas disciplinas artísticas entre sus miembros hace un elogio a la historia del arte.