Cada día se talan 1.000.000 de árboles alrededor del mundo. Mantener los espacios verdes y repoblar los árboles talados evita la desertificiación, permite la purificación del aire y la diversificación del paisaje rural y del entorno urbano.
1 El diseño de este libro ha sido adecuado para consumir menor cantidad de papel blanco. Reutilizá el papel blanco que descartes para segundos usos. Hacé circular esta y otras publicaciones impresas en papel.
Letras del valle 12 : Literatura y memoria oral peritense 1a ed . - Perito Moreno : Municipalidad de Perito Moreno, 2016. 112 p. ; 21 x 15 cm. ISBN 978-987-27078-5-9 CDD 306.44089
“LETRAS DEL VALLE 12” LITERATURA Y MEMORIA ORAL PERITENSE 1a Edición Perito Moreno : Municipalidad de Perito Moreno, 2016. ISBN 978-987-27078-4-2 Impreso en la Argentina
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2016, Centro Municipal de Cultura Municipalidad de Perito Moreno C/ Sarmiento 1517 . (9040) Perito Moreno Provincia de Santa Cruz . Patagonia Argentina Intendente Municipal: Mauro Casarini Secretario de Gobierno: Julio Ojeda Directora de Cultura: Valeria A. García Subdirectora de Cultura: Sabrina Korodi Asesor de Cultura: Prof. Leandro Allochis www.culturaperitomoreno.com.ar
Libro de Distribución Gratuita . Prohibida su venta La propiedad intelectual de la totalidad de los textos contenidos en la presente edición quedan a resguardo de la Municipalidad de Perito Moreno a través de su Centro Municipal de Cultural, por lo que cualquier intención de reproducción y/o uso de los mismos serán permitido estrictamente con fines educativos y de difusión cultural, debiendo en todos los casos hacer mención del autor y del presente Certamen como fuente bibliográfica. Idea Original de Certamen: Prof. Néstor Moro Diseño de cubierta y diagramación: Leandro Allochis Fotografía de Portada: Archivo Familia Amado / Asado Popular – 25 de Mayo de 1.924 : Alí Mattar – Qasín Mattar – Benjamín Fernández – Hnos. Beroiza – Pedro Iturrioz – Angus Mc Pherson – Jalil Amado (Padre) – Pedro Sandote - Germán Sandote – Sr. Martínez (de las “Barrancas de Martínez”)
Letras del Valle LITERATURA Y MEMORIA ORAL PERITENSE
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EDICIÓN Nº 12
“YO ESTUVE AHÍ”
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ÍNDICE
Pág. Mensaje medioambiental.........................................................................................................................001 Bienvenida....................................................................................................................................................006 Fuentes Orales............................................................................................................................................007 Fuentes Visuales........................................................................................................................................007
EN LA VIDA SOCIAL CAPÍTULO CAPÍTULO CAPÍTULO CAPÍTULO
1: Élida Casarini ..............................................................................................................008 2: Mini Mood Thomas de Ramos.....................................................................020 3: Daniel Fernández, María González e Irene Melo..........................028 4: Matilde Cabezas...................................................................................................052
EN LAs reuniones y los festejos CAPÍTULO 5: “Moroca” Santana .......................................................................................................056 CAPÍTULO 6: “Quique” Hamer.....................................................................................................068 CAPÍTULO 7: Omar Castillo...........................................................................................................075 CAPÍTULO 8: Carlos Casarini......................................................................................................080
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EN Los comercios
CAPÍTULO 9: Segundo Amado y Mercedes Osses................................................................086 CAPÍTULO 10: Jóse Bilardo...........................................................................................................096 CAPÍTULO 11: Marcelino Fernández.......................................................................................104 CAPÍTULO 12: Margarita Kascezezyszyn de Dadín.....................................................112
EN el campo CAPÍTULO CAPÍTULO CAPÍTULO CAPÍTULO CAPÍTULO CAPÍTULO
13: Olegario Mena......................................................................................................126 14: “Tito” Gayet............................................................................................................132 15: Gilberto Aguilar...................................................................................................138 16: Dartagnan Bucci.................................................................................................144 17: Irineo Huichaca...................................................................................................151 18: Constancia “Nena” Bucci.............................................................................158
ESCRITORES LOCALES / Cuento corto HA MUERTO DON TRIFULGIO /Por María Marlene Morales...................................167 TRAVESURAS / Por Erika Mabel Mardones......................................................................168 LA NIÑA Y SU PAVO VERDE / Por María Marlene Morales.....................................171 FUTURO INCIERTO / Por Erika Mabel Mardones...........................................................172
BIENVENIDA
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En una reunión de gauchos alrededor del fogón, en un mostrador de bar, en una mateada entre vecinas... y en tantos momentos y lugares tradicionales de Perito Moreno y sus alrededores, las historias y anécdotas aparecen una y otra vez como formas de reconstruir un pasado que ya no está, pero que perdura en las palabras. Antes y ahora las narraciones orales han servido para compartir nuestras experiencias y escuchar la mirada personal sobre realidad de un hecho, un lugar, una época. Es gracias a este intercambio de versiones múltiples y diferentes como se construye la historia social de una comunidad. Tras 12 años de publicación, “Letras del Valle” continúa reuniendo estas historias y registrándolas en forma de libro, para que estas voces salgan a la luz y nos cuente sus miradas particulares sobre nuestro pueblo, sus costumbres y su gente. En la Edición de este año titulada “YO ESTUVE AHÍ” se recopilan entrevistas inéditas, nunca antes publicadas, realizadas durante el año 2004 y 2005 mediante el proyecto de entrevistas audiovisuales “Historias al Viento”, producido por Fabián Bezunartea, a antiguos pobladores que dan cuenta de la vida social de Perito Moreno entre las décadas de 1940 y 1980. Estas narraciones han sido completadas con nuevas entrevistas y fotografías para actualizar y enriquecer este cúmulo de miradas. Un libro que agrega más visiones sobre el pasado local y rural, contradiciendo el refrán de “A las palabras se las lleva el viento”, ya que el viento que pareciera borrarlo todo en nuestros pueblos sureños, es resistido por los registros y entrevistas, para traernos antiguas y nuevas voces. Voces que pueden ayudar a entender nuestro presente y fortalecer nuestro futuro como comunidad, como lugar repleto de historias que conforman nuestro modo de ser, nuestra IDENTIDAD PERITENSE. Dra. Valeria García / Prof. Leandro Allochis
FUENTES ORALES Entrevistas realizadas por el Centro Municipal de Cultura 2016 Entrevistadores: Sabrina Korodi, Valeria García, Aluhén Seguel Entrevistas realizadas para “Historias al Viento” Año: 2004-2005 Idea, producción y entrevistas: Fabián Bezunartea Cámaras: Enrique Reichert . Cristian Rodríguez Director Canal 11 T.V.: Gasparín O. Vargas Edición Transcriptores: Pamela Messina, Cintia Sastre, Verónica Aguila, Sandra Belmar, Sabrina Korodi, Valeria García Edición: Valeria García, Aluhén Seguel, Rocio Navarro Continuidad narrativa: Leandro Allochis Correctores: Cintia Sastre, Sabrina Korodi, Valeria García Digitalización de imágenes: Mauro Prati, Cintia Sastre FUENTES VISUALES - ARCHIVO HISTÓRICO MUNICIPAL / CMC -MARIELA BURGOS -MAURO PRATI -CARLOS CASARINI -FRANCO BUCCI -MARIA FELISA ARZU -ARTURO PURICELLI -ELENA GARCIA -VERONICA AGUILA -GRACIELA CASTILLO -DELIA QUINTERO -MAURO PRATI -CARLOS LANNI -ENRIQUETA CABEZAS -VILMA RAMOS -PAOLA SANDIN -JULIA MENA -OMAR CASTILLO -SHAQUIB HAMER -SEGUNDO AMADO -EVA AMADO -FEDERICO GAYET -OLGA “MOROCA” SANTANA -CARLA PESSOLANO -MARGARITA KASCEZEZYSZYN -DORA BASSANI -CONSTANCIA “NENA” BUCCI -OSCAR GARCÍA -JATTAR HAMER -GRISEL MORISIO -SUSANA QUINTERO
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CAPÍTULO 1
élida casarini
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EN EL CAMPO Mi papá se llamaba Lucas Martín Casarini y mi mamá Juana Dolores Aldauc Bidigay, ella nació en Tres Arroyos provincia de Buenos Aires. Yo tengo 83 años nací en Lago Blanco, Provincia de Chubut, de las hermanas mujeres soy la segunda, primero viene Hilda luego Nelly. En total somos 12 hermanos, seis nacimos en Lago Blanco y el resto en Perito. Por el lado de mi papá, mis abuelos eran italianos, por el lado de mi mamá, el apellido Aldauc, árabes. Por eso hay mucha comida turca que nos hacía mi mamá y yo también hago, por ejemplo el quepi, baclava. Mi papá, vino como juez de paz desde Río Mayo. Luego fué Comisionado de Fomento en el año 1952, recuerdo que era un hombre muy popular, muy querido, era como el padre de muchos. Cuando nos vinimos para acá yo era chica, vivíamos en el campo, en la estancia “Los Manantiales”, en donde está Luti Pérez. Yo tenía entre 13 y 14 años cuando vinimos a vivir a Perito, Hilda tendría como 16, pero antes veníamos a Perito a visitar las amistades que tenía mi padre, a Don Prieto, el dueño del Hotel “Fénix” y la señora. A los Epul, Don Manuel Epul y Doña Sara Chicahuala, todos eran amigos... Don Segovia, Don Pedro Hernández, también amigos de mi papá, gente antigua... los Torres, Artemio, Armando, también eran amigos. Don Héctor Sabella, el viejo Sabella, todos iban al campo, el finado Gandolfo, Don Lapeyre, el Dr. Natale, Julio Vanci, Julián Chivichenco, esos todos eran las amistades de él, amigos amigos. Cuando hacían asado a nosotras nos tocaba lavar los platos y nosotras teníamos que hacer pizzas, entradas, de todo teníamos que hacer. Cuando mi papá quedaba, nosotros nos íbamos a hacer otras cosas por ahí, ellos quedaban de sobremesa, chupando y conversando cosas de hombres. Mi mamá salía con nosotros y decía: -”Van a quedar ellos conversando, nosotros vamos a ir a la quinta...”
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Año 1942: Nelly y Lida Casarini, Perico Olivares. Estancia “Los Manantiales”.
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Mis papás eran personas muy respetuosas, los dos muy cariñosos, les encantaba recibir gente, con nosotros eran muy cariñosos. Pero también nos tenían cortitos, todo al pié de la letra, no nos podíamos reír en la mesa porque enseguida nos retaban...Hilda me echaba la culpa a mí y ella era la promotora. Mi papá era un hombre muy servicial, ayudaba mucho a la gente, así como era Carlos. Él era el más parecido en la forma de ser, para atender la gente, familiero, siempre con locuras. Y mi mamá tenía a la Lucha Molina, la mujer de don Pedro Molina, la mujer propia, ella fué la empleada de mi mamá en el campo. Ella se escapaba, se iba al pueblo y a la madrugada aparecía. Después había un picarón, que ella le abría la ventana y el picarón entraba a visitar a Lucha. ¡Mamita la controlaba, le ponía harina en el piso y lo pescó! Ahí encontró las pisadas y las manos marcadas. De primera, cuando vinimos de Lago Blanco, vivimos en el Juzgado, en las casitas del frente? Ahí vivíamos. Vivíamos en la casa en donde está la Lola Mani, en la esquina vivíamos nosotros, en donde Fernández. Eso fué la casa propia nuestra, que le compró el finado mi padre a un tal Molina que era de “Casa de Piedra”. Después mi papá compró esto y nos vinimos para acá, se la cambió Dante Linero a mi papá por una casa que él tenía en Comodoro. Vinimos del campo en el año 1939, para el 40/48 ya estábamos ahí. Esa casa de Linero antes era clandestina, ahí trabajaban mujeres a las que les gustaban los hombres. No voy a nombrar los nombres porque acá hay gente, hay familias y viven los hijos, sobrinos, de esas personas. Las traían en un camión. Un primo hermano mío, Amín Hamer. Él era el encargado de traer harina y mujeres en el camión. ¡Que loco Amín! Arriba de las bolsas de harina venían las mujeres tapaditas. Hoy son mujeres bien, de acá de Perito, que tienen la edad mía, eran lindas mujeres. Nosotros veníamos del campo en carros de bueyes a Perito y antes los inviernos eran bravísimos, peor que ahora... Para poder entrar al galpón teníamos que llevar la máquina de Vialidad para que saque la nieve, sino no entraban con los coches. EN LA INFANCIA A estudiar, fuí a la Escuela 12, en el edificio de ladrillo y adobe mezclado. Pero fuimos de grandes, yo hice hasta segundo, después se enfermó mi mamá y abandonamos todos para cuidarla a ella. Los maestros fueron Goycochea, Romero, Doña María, Laura Villata, Victoria Castillo. Tuvimos una infancia muy linda, jugábamos con las muñecas, a la casita, Hilda tenía la suya y yo la mía. Teníamos de todo tipo de juguetes, mamita nos los traía de Comodoro. Recuerdo que César Ramos, pobre, se enoja-
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Año aprox. 1940: Jorge, Carlos, Dardo e Hilda Casarini, “Toti” Fontora (amiga que vino de Bs. As con su mamá) Lugar: Estancia “Los Manantiales”
ba cuando iban Pelusa y Chiche al campo, que jugábamos a la casita con ellos, les decía: -”¡¡Si nosotros somos los primeros que vinimos acá, a que vienen ustedes acá!!”. Yo le decía -”Dejalos, si estos vienen a pasear, siempre han venido, toda la vida”. Ya eran muchachos grandes, de 15, 14 años. También iban Pocho Ramos, la Nelly, todos. A nosotros nunca nos faltó nada, teníamos de todo. Vos entrabas a la despensa y estaba repleto. Cuando mamita entraba a la despensa decía -”Yo no sé quién será el bandido acá” - “¿Por qué?” -le digo- “¡Porque hay dos latas de durazno abiertas, le tomaron el jugo!”- “Ah! serán los muchachos”- le digo yo. Con un clavito y un martillo lo sacábamos, teníamos sed y tomábamos jugo. Éramos un montón pero cada uno tenía su pieza. Yo le metía llave a la pieza y los otros meta golpe con la puerta, para abrir, para jugar a los carneros, a los topazos. Jugábamos, a la escondida, debajo de la cama, todo. Tenía que levantarse mamita y retarnos.
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Una vez estaba mi mamá sentada en el sillón y Óscar de la puerta de allá de la casa, le dice -”¡Mamita mirá!”-, mamita miró y él con una onda, che, le tiró una piedra, como para matar un pajarito y le pegó en el ojo y le dice Óscar -” Ah! Mamita tiene novio”. Después, llegó a la noche Óscar porque andaba disparando para que no le pegue. Daban la vuelta a la cama para pegarle y no, no podían!! Lo tuvo que defender César, los chicos, porque le dejo el ojo “así”!! Nunca más le tiró una piedra a mamita. EN LAS FIESTAS Cuando recién llegamos no nos dejaban ir al baile de Santana, mi papá y mi mamá, parece que no les gustaba. Después yo empecé a hacer amistades y salíamos para allá, por la calle, entre los mogotes... En invierno íbamos de zapatilla, con los zapatos en la mano, en una bolsita. Mi mamá nos hacía la ropa, pero yo prefería mandarme a hacer a mi gusto, todos acampanados hasta abajo y con unos tacos “así”. Para cada baile teníamos un vestido nuevo. Acá me hacía la ropa Goelbia Taboada, ella era la modista nuestra. Después Doña Catalina Segovia, también, los vestidos de baile. La tela la compraba mi mamá en Casa “Samso”, “Gévirtzman”, Casa “Lago Buenos Aires”, y los modelos los sacábamos de las revistas “Para Tí”. Los cabecillas de las salidas éramos Carlos y yo, a la Hilda no le gustaba mucho y a la Lida tampoco. A los bailes recién fuí cuando tenía 19 años... me amanecía en los bailes. Vos sabes que una vez, salí del baile, quedaron los otros borrachos y yo me traje una botella de “Tres Plumas” debajo del
Año 1945: Salim Hamer y su esposa, Élida y Nilda con su padre Don Lucas Casarini. Frente de la casa de familia Casarini.
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Grupo musical
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sacón... y no hallaba la puerta de la pieza! Y mi mamá me dice: - “¿Qué te pasa?”- “ Tengo sueño, vine del baile y la luz alumbra”- ¡Y caí a la cama como plomo y con la botellita “acá”! Para pedir permiso, Carlos nervioso me echaba a mi primero -”Élida, decile que vamos a ir al baile”- y ella me decía -” Dígale a su padre “, así que yo iba y le decía, dice papito: -”Bueno, vaya nomás ¿ Con quién va?” - “ Vamos con la Elvira, Perico, las chicas... con todos ellos”. Salíamos al “Chile-Argentina” de Santana, al Club “Lago Buenos Aires”, “Juventud Unida”, el “4 de Junio”. Después bailábamos en el “Botín Chueco” que le decían, en donde está la Sofía Pezo, nos divertíamos, era un ambiente lindo y familiar. En mi casa también se hacían muchos bailes, hasta que desapareció Carlos. Era una costumbre, eran muy lindos, divertidos y familieros... los cumpleaños igual, siempre se festejaban haciendo fiesta e invitando amistades. Mi hermano Jorge tocaba el bandoneón, Don Miguel Campano, Perico, Don Jeréz, Caco también (Leuquén), pobre Caco. ¡Que lindo que toca el acordeón y el bandoneón, eh! Para las fiestas empezaban en vísperas de navidad y duraban tres días
Casa de Ramos Generales “La Mercantil”
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Ramos Generales “La Anónima”. Actual edificio Flia. Segovia.
meta baile. Hasta las 8 o 9 de la mañana meta baile, y corriendo carreras en la mitad de la calle. También se festejaba la señalada en el campo ¡Era fabulosa! Iba la mitad de Perito, invitada por mi padre. Sabían poner 7 u 8 corderos al asador, nosotros hacíamos de todo, pastelitos, empanadas, tortas dulces. Yo era la cabecilla de hacer las cosas dulces, decoraba las tortas. Se hacía de todo, preparábamos lechón, pavo, pollo relleno... Mi mamá hacía ravioles, de todo hacíamos para las fiestas. Ella hacía brazo gitano, arrollado de chocolate relleno de dulce de leche, eso hacía mamita... ¡Qué rico! Vieras que lindo. Mamá compraba todo envasado de Comodoro para preparar, las grajeas en frasquitos, para darle lujo a las tortas
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EN PERITO En ese tiempo estaba “La Anónima”, estaba de gerente el viejito Chicahuala, no sé si era hermano o marido de Doña Sara Chicahuala, era uno chuequito. Ahí tenían de todo por bulto cerrado: harina, maíz, conservas, de todo tenían, todo por bolsas. También estaba Casa “Mattar”, Casa “Alonso”, “Chabeldín”, la casa de los Nauche también. El hotel de Tejedor en donde paraba toda la gente que venía, mi papá también paraba allá, nos llevaba a comer. Era una hermosura y atendían de bien... Doña Joaquina y el viejito Tejedor. Las familias potentadas eran los Mattar, la familia Vanci, la familia Bucci, la familia Lapeyre, Don Astorgano que era transportista, familia de los Pérez y doña María. Conocí a Don Pedro Iturrioz también, que era español, bien coloradito de cara, todavía me parece que lo veo con la gorrita visera. Él vendía de todo ahí, tenía almacén. Igual como el papá de Doña Lola Mani que tenía el negocio también frente al Hospital, al lado de los González, don Magani, ellos también eran gente bien. También Don Antonio García y Doña Paquita. Y Jesús Larrañaga que fué muy amigo de mi papá, Federico Müller, vecinos del campo, las hijas de don Jesús Larrañaga. A mí, Federico Müller me andaba arrastrando el ala, yo era jovencita. Mamita me decía que le cebe mate -”¡¡Que le cebe la Hilda!!”- le decía yo. Cada vez que le cebaba me agarraba la mano. Después en la época que se vivió bien, cuando estaba Amieva. ¡Pero que recto que era, era bravo! Pero funcionaba todo bien, era otra cosa, era muy diferente a ahora. En la época que estaba Cresencio... y Jalil Hámer que querían poner bombas para sacarlo al pobre Cresencio, porque no lo querían. Pero no lo voltearon los peronistas.
EN LA JUVENTUD Mi adolescencia fué muy linda, disfruté mucho. Salíamos a todas partes. Mi papá y mi mamá nos llevaban a todos lados a pasear, a las carreras. Todos bien arregladitos, nos sacaban fotos al lado del coche. Tenía coche mi finado padre, coche y camioneta. Cuando llegamos nosotros, pocos habían. Estaban los de Casa “Mattar”, después la chacra de Sara Chicahuala. Éste, de la estancia... McPherson, también era amigo de él, de la señora doña Elida Goya también amistades, la familia Bucci, los Sandines, esos eran todos amistades de él, Don Antonio Prieto. Todos ellos tenían vehículo. Yo era la niñera de mis hermanos, de Juan y de Eugenio. Mamita los tuvo y después... me los largaba a mí o a la Hilda y la Hilda se enojaba: -”Yo no quiero estar cuidando chicos!!!” - “¡Es tu hermano!”- le decía yo. La Hilda era fatal, no quería saber nada, había que lavar los pañales, ponerlos a hervir con jabón blanco y refregarlos bien, antes no habían pañales descartables. Yo críe a Juan, críe a Eugenio, eran chiquititos ¡¡Bien fajaditos!! Bien así las manitos, parecían choricitos, para que se críen derechitos, no
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Año aprox.1938: Flia. Casarini y Flia. Korloski. En Lago Blanco, Valle Huemules.
chuecos. No como los chicos de ahora que nacen, les ponen un pañalcito y los dejan así nomás, pateando. La Hilda la veía cosiendo en la máquina, y le decía: -”¿Qué está haciendo mamita?” -”¿No ves lo que estoy haciendo? Estoy haciendo ropita”-. La Hilda le decía -”¿No me vas a decir que viene otro hermanito?” - “¡¡Más vale!!”. La Hilda no quería saber nada porque éramos muchos, éramos 16 hermanos, algunos fallecieron de chiquitos. Uno falleció de un año, ya caminaba pobrecito, falleció de una bronco neumonía en el campo, se llamaba Ernesto Juan. Y hay una nenita sepultada en el campo, Irma Beatriz, 20 días tenía, falleció de difteria. Y Julio es sobrino mío, es hijo de César. Él también se crió con mi mamá y mi papá, era chiquito cuando se vino para acá. No sé si tenía 14 o 15 años cuando entró a Vialidad.
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EN LA FAMILIA Yo me casé a los 26 años, de ahí me voy de la casa de mis padres. Mi casamiento fué sencillo, por Civil nomás, sin fiesta ni nada. Mis hijos, todos nacieron acá, a Chiche lo recibió el Dr. Natale, a la “Yany”, el Dr. Bimbi. Yo críe sola a mis chicos Y cuando yo salía a pasear, que me hacía la rabona, el Chiche quedaba con la Hilda. Se enojaban las chicas, me decían: -”¡¡Mama nos dejó solas y se fué a pasear con papá!!” Mi mamá falleció el 19 de noviembre de 1973. Cuando mi mamá falleció Juan tenía 22 años, así que Óscar habrá tenido 16/17 años. Primero fallece mi papá, mamita se llevó diez años con él. Ella, pobrecita, se fué a Sarmiento a ver a César y a recibir un hotel que había comprado, fué a pasear y una semana duró allá. Cuando se fueron a levantar los muchachos la encontraron muerta, estaba durmiendo con Julio. Mi papá murió de un ataque en el campo y estaba durmiendo con Óscar que tendría 11/12 años. Yo estaba en el Portezuelo cuando me avisaron. Mi papá antes de morir, ya había apalabrado al que le iba a comprar el campo y justo que iba a recibir el campo ese día murió él, el 25 de febrero del año 1967. Ese día falleció mi papá. Ya estaba la escritura, todo hecho, así que mi mamá respetó eso, lo entregó a un señor de Comodoro, después Baruki Pérez se quedó con todo eso. Yo no fuí más allá, tampoco me gusta ir. Me da mucha lástima. La casa que está ahí es la original, en donde vivimos nosotros, todo hecho de piedra, el paredón, todo de piedra. Ahora somos cinco. Está Juan, la Martina, Jorge y Eugenio. Igual después seguimos haciendo todo lo que ellos hacían, lo seguimos haciendo con Juan. Siempre nos reunimos, todos juntos. Desde que se fué
Carlos, Juan empezó a carnear gallinas y ahí nos empezamos a reunir y comer cazuelas. Juan es el que está en la casa, está solito. Extraño a todos, pero más extraño a Carlos. Yo me casé pero toda la vida estuve en la casa con ellos. Yo me iba por ahí y volvía a la casa. Y de Carlos, siempre, a toda hora estamos acordándonos, era muy bueno y familiero. A mí, me gustaría que todos ellos estén bien, toda mi familia, que estén bien mis nietitos y ayudarles en todo lo que pueda, principalmente al Brian y al Antoni que lo tengo acá, a los dos. Los otros dos están lejos pobrecitos. Siempre me imaginé que alguno de mis hermanos iba a llegar a algo de mi padre, porque mi papá siempre fué muy inteligente, muy político. Yo tenía siempre fe que alguno de mis sobrinos iba a llegar. En estas elecciones voté a mi sobrino, orgullosa estoy, es el Intendente. Que ande bien nomás, le deseo lo mejor, aunque muchos no lo quieren. Cuando una persona quiere andar bien, no les agrada. De los Casarini, soy la única radical. Una vez estábamos en la mesa, una “sesión” tenían, salí ganando yo y los peronistas terminaron disparando todos. Mi papá si era peronista, y yo siempre fuí radical. Íbamos caminando en la calle los dos y yo le dije a mi papá: “Yo no me voy a desafiliar del partido” y me dijo que yo era dueña, que ya era grande y sabía lo que tenía que hacer. Y no me dijo nada, Yo voto a la persona, pero la idea mía... aunque ande mal el radicalismo siempre lo voté, nunca me di vuelta. Tengo a mis hermanos que son peronistas y ellos me respetan, mi marido fué siempre radical y respetuoso, los Allochis todos son radicales. Acá tengo un montón de amigas, la Pichona Pérez Osses, Coya, toda la familia Coya, todos, Chiripa, la Adela, todos ellos fueron compañeros nuestros, los chicos de Ramos. Yo sigo andando todo el día, trabajando afuera... hoy amontoné un montón de hojas. Pero el otro día me agarró la humedad, estuve de jodida, me dolían los huesos... todo. Éste (Chiche) me empezó a dar remedios -”¡Dejate de joder con andar afuera!”- me dice. Pero siempre cuando salgo me gusta andar pintoresca. Sí, uno no se arregla... Siempre me pongo los ruleros, me hago la permanente ¿Por qué se va a abandonar?
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CAPÍTULO 2
mINI MOOD THOMAS dE RAMOS
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EN LA ESCUELA Yo nací el 18 de septiembre de 1921, en Trevelin, o cerca de Trevelin, más para el lado del valle “16 de Octubre”. Somos descendientes de galeses, pero de padres y abuelos argentinos. Llegamos a Perito cuando tenía 8 años porque mi padre se encontró en Comodoro con los mapuches, con Andrés Maliqueo y él le ofreció venir a trabajar su chacra a medias. Nos vinimos en un camión, toda la familia, a la costa del Fénix. Más o menos frente a la estancia de Bucci, es una de las últimas de este lado del río. Ahí cosechaban alfalfa, avena, cría de cerdo... de toda clase de cosas. Seguramente los productos se venderían acá o en otro lado, pero más que nada eran para consumo personal, se guardaba para el invierno. Primero fui a una escuela de Esquel, después vine acá, pero estuvimos un año en el campo, así que nos vinimos acá al pueblo y empecé de nuevo la escuela a los 13 años. Para mí en Perito todo era una novedad, nos gustó venir a vivir acá. A Perito llegamos en el año 30 más o menos. Había muy pocas casas y eran muy pocos habitantes. En todo el pueblo había muchas matas, en los patios de las casas, en la escuela había mucha cantidad. Arboles había muy poco, después se fueron plantando a medida que se fue poblando y vino más gente de otro lado. A la primer Escuela que yo fui no es la actual. Era una casita de ladrillos que se encontraba más al fondo de donde hoy se encuentra la escuela actual, en un terreno grande que donó el señor Agnus Mac Pherson. Había un solo aula y ahí vivían también los hermanos Salguero, el señor Raúl Salguero que era el director y sus dos hermanos que eran maestros, así que eran tres hermanos maestros que daban clases ahí. Lástima que después de eso se demolió esa casa para hacer otra cosa...no está más. Después vinieron maestros de Buenos Aires, un señor Argañaraz, otro que
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Mini Mood. En la puerta de su comercio “Casa Ramos”
se llamaba Gómez... mi mamá le daba pensión a uno de ellos. Yo también tuve pensionista acá, maestras llamadas Sumich, un apellido muy conocido, de Estancia “Los Toldos”. Ella y la madre eran dueñas de esa estancia, esas chicas eran maestras y amigas de mi casa. EN LA VIDA DE PUEBLO En esa época no era Municipio, era Comisión de Fomento, se encontraba ahí mismo en donde se encuentra la Municipalidad (edificio antiguo), nada mas que era un lugar mucho más reducido, y el Juzgado de Paz que estaba a la orilla del Río Fénix. La Policía estuvo primero, y cuando llegó Gendarmería en 1944, la gente se asustó un poco, cuando vieron llegar los camiones, nadie salía, no había comunicación. Hasta que la gente se enteró que venían a hacer un puesto fronterizo, se alarmó. Ya que la zona tenía necesidades de cubrir la seguridad en la frontera se concretó la creación del Escuadrón 39 “Lago Buenos Aires”, luego se lo nombra Escuadrón “Perito Moreno”. El comandante, que venía al mando se hizo amigo de mi marido y venia a comer seguido a casa, Tufé Alé Sabinas, era de origen turco.
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Había comercios, pero no en mucha cantidad, ni kioscos. Hoteles estaban la Fonda de Don Nauche, el Hotel “Fénix” de Don Esteban Prieto, el Hotel de Tejedor, que estaba en donde hoy está Gendarmería. En 1925 estaba Chabeldín, que eran tres hermanos, ahí se conseguía de todo un poco, era como un ramos generales y el de Jesús García que es de 1937 mas o menos. Antes se trabajaba mucho, mi mama llegó a cosechar lentejas, que es muy difícil de cosechar. Ella sembraba, criaba gallinas, se sembraba verdura y con eso se podía vivir. Todo era a base de sacrificio, hacer el pan en la casa, lavar la ropa en una tina. En esa época la carne la vendía el señor Ángel Cabezas, que venía con un carrito tirado por un caballo, con un toldo que funcionaba de techo y los ganchos para colgar la carne. Así que venía a la puerta de la casa a ofrecer. En una cajita de madera traía los sesos, las patitas, el mondongo, las lenguas. Después venia el hermano, que era el lechero, que entraba por el fondo y te dejaba la botella de leche en la cocina, te anotaba en la libreta y después a fin de mes se pagaba, con el carnicero se hacía lo mismo. Y el panadero, Don Joaquín Ayestarán, que también tenía su carrito con su caballo y su capota y unas canastas grandes con mucho pan fresco. También venía hasta la casa y el pan se compraba en la puerta. En Perito habían muchas chacras, y se regaban a través de canales que venían del río, teníamos canales por todo el pueblo, nosotros teníamos
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Mini Mood y su esposo Carlos Ramos junto a sus hijos Aníbal, Vilma, Oscar y César. Frente de su comercio “Casa Ramos”.
quinta y así regábamos las papas. Pero después, durante la gestión de un intendente, el Señor Arrocha, que estuvo muy poco tiempo, hizo sacar todos los canales.
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EN LAS FIESTAS Era una vida tranquila porque no había a donde ir. Solo se hacían los bailes de carnaval, que se hacían en el salón de Pessolano, después en el salón de Iturrióz, una casa viejita que hay en una esquina. Después estuvo el “Juventud Unida”, un local en el que se bailaba y tenía escenario en donde se hacían comedias, con gente de acá. Se bailaba con la música en tocadiscos nomás, orquestas venían muy de vez en cuando. Yo fui a algunos bailes, pero nosotros no teníamos las condiciones para asistir a todas las fiestas. Después para el día del pueblo se hacia una fiesta en la Plaza. Se hacían muchos juegos, como el de la sortija... Se enterraba un pavo en la tierra y le dejaban el cogote afuera, le vendaban los ojos a la gente que quería participar y el que le pegaba con el palo en la cabeza se lo ganaba (risas). Y después el chancho enjabonado: un lechón que se disparaba y había que agarrarlo. Cuando había un baile los estancieros venían. Don Mac Pherson venía con su señora, y se hacían asados y participaban de esos juegos. A Mc Pherson lo conocí mucho, era una excelente persona. Mi tío trabajo 14 años para él, era peón de campo, y este señor traía todos los días a los chicos a la escuela en un jeep. Él ayudó mucho a la escuela, donó un terreno y ayudó a mucha gente, yo particularmente tengo un muy buen recuerdo de él. Otras personas destacadas pueden ser, Jesús Larrañaga que tenía una estancia por acá cerca, después Don Héctor Quinteros que también tenía una estancia, Dartagnan Bucci era muy conocido, Tristán Martínez. Se hacían grandes fiestas. No había electricidad, ni gas, ni teléfono... no había nada de nada. Pero yo viví feliz. Acá nos conocíamos todos, éramos pocos, pero éramos como una gran familia. EN CASA “RAMOS” Yo me casé en 1940 con Carlos Segundo Ramos y el 25 de octubre de 1943 abrimos el almacén. Primero era almacén, después fue ramos generales y luego había de todo, cosas para los caballos como mandiles, bastos, frenos, rebenques, cuchillos, de todo. Después con los años, mi marido compró una chacra a orillas del lago y se dedicó también a la cría de animales, ovejas, siembra de alfalfa, avena, a poner frutales... para darle de comer a los caballos, mucho después tuvimos vacas. Después de que tuvimos corriente, siempre tuvimos radio. Mi marido ha-
blaba todas las mañanas con la gente de los campos cercanos para ver si necesitaban algo. Mi hija Vilma es radio aficionada y yo también. Todavía tenemos el equipo y funciona, pero ya no lo usamos porque ahora existe la comodidad del teléfono, no hay que buscar la frecuencia y no molestar a algún colega, pero hemos disfrutado muchísimo de la radio. Yo una vez, me encontraba sola en mi casa y hubo un accidente, era un dueño de una Estancia, Salmerón Fernández que vivía en Comodoro y se había accidentado un peón de él. Mandaron un avión de Comodoro a buscarlo y se lo llevaron. Este señor estaba tan agradecido porque yo hablé con un radio aficionado de Comodoro para que le avisaran. Yo en ese entonces era presidenta de la Cooperadora Escolar (lo fui durante 10 años) y mandó un cheque de obsequio para la Cooperadora. Porque los estancieros se destacaban en la vida del pueblo, a ellos les encantaba compartir con la gente. ENTRE TEHUELCHES Yo, se puede decir, que me hice sola, estudiaba sola, compre muchos libros. A mi mamá le gustaba leer, leía las novelas de Dumas, unas historias maravillosas de esa época, leía hasta tarde. Me interesó siempre la vida del hombre tehuelche, algo que he defendido siempre. Mi trabajo de investigación lo hago hace más de treinta años que trabajo en esto, investigando, recolectando. Mucha gente viene a ver la colección que fui armando de fósiles petrificados. Antes de escribir mi libro, elegí el título “Por amor a mi tierra”, pero lo podría haber mejorado mucho si hubiera sabido que iba a tener tanta repercusión, lo piden de todos lados. Me parece injusto que les hayan quitado las tierras a los indios y que los hayan corrido cada vez más lejos hasta que los dejaron sin nada. Ahí surgieron los malones porque los indios se enojaban, por fuerza debían salir a defender sus tierras, pero no eran malos, porque cuando los galeses llegaron al valle del Chubut, eran amigos y les enseñaron a usar el lazo y el caballo y les contaron que podían comer, como también los indios aprendieron a hacer el pan. La palabra Tehuelche significa gente brava pero no era así... yo tomo como referencia lo que contaban mis abuelos en el valle. Mi abuela por ejemplo, afuera tenía un horno de pan, y el tehuelche venia despacito, descalzo o con unas chancletas nomás, le robaban un pan del horno y se iban, calladitos como habían llegado. Mi abuela les tenía un poquito de miedo, porque su marido salía a trabajar la tierra y quedaba sola, por eso se cuidaba un poco de ellos. Ellos más que nada eran cazadores, cazaban guanaco y avestruz que se le
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sacaban las plumas. El cuero de guanaco salía mucho para hacer quillangos, porque en el año 38 recuerdo que un mapuche nos hizo un quillango para nuestro casamiento. Ellos venían acá, venían a la tienda “Buenos Aires”, al Hotel de Santana y cambiaban sus cueros por comida y tabaco. En el campo, cuando ellos vivían en el Río Pinturas, en el tiempo que los patos, avutardas, avestruces ponían huevos ellos los recolectaban y los ponían en un pozo y los enterraban, ahí se conservaban y tenían huevos todo el año. Ellos hacían mucho dulce de macachín, comían calafate y mucho piche. Yo conozco todos los asentamientos de ellos y ahí se encuentra mucha cantidad de cáscaras de huevos y caparazón de piche, los consumían en cantidad. Eran tranquilos, no molestaban a nadie, aunque la gente del pueblo si los miraba como algo raro. Yo conocí a José Vera, era un hombre altísimo, lo conocí en el cine de Pessolano. A los mapuches conocí mucho porque vivían cerca de donde estábamos nosotros, ellos comían carne de yegua y de avestruz. Mi mamá quedo asombrada un día que a Antonio Maliqueo se les escaparon los caballos. Mi mamá justo estaba en la puerta de la casa y él le decía: - ¡Che señora, atájalo al caballo! Porque ellos hablaban así, todo cambiado. Los mapuches eran muy tranquilos, mas malos eran los Araucanos que venían de Chile, que venían con más ganas de matar siempre, eran más bravos.
Reconocimiento por el 50 Aniversario de la Escuela N° 12.
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Año 1940: Casamiento de Mini y Carlos Ramos.
CAPÍTULO 3
DANIEL FERNáNDEZ, MARÍA GONZÁLEZ E IRENE MELO
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EN EL CAMPO Daniel: Yo nací el 01 de Febrero de 1926, acá, en Perito. María: Mis padres: Federico González, mi mamá Isabel Torres Moya. Mi papá tenía taller mecánico al principio y después fue transportista también, tenía un Overland, un coche Overland negro. Después un Chevrolet 4, después un Chevrolet 6 y así hasta que llegó al Internacional modelo 38. Irene: Yo nací en el año `18, pero yo no nací acá, eh! No soy de acá. El 20 de Junio de 1928, en Gobernador Costa. No me acuerdo, ni siquiera el número de mi libreta, cuando me vienen a preguntar tengo que rajar a buscarla, que desgracia… María: Tenés que cambiar en la computadora, ahora es online nuevo ahora. Irene: Yo llego por primera vez acá en el año 1929. Yo tenía 5 años cuando llegué acá. Nací en el 18 y vine en el 29... Ah! Entonces he venido antes. Yo vine con una tía y un tío. Mi tío vino a trabajar al sur, a la estancia del tío José. Vinimos al “Hotel Europa” de Las Heras y de ahí nos trajo José Puricelli, el hermano del finado Arturo, hasta acá, hasta el bar del tío. Ahí estuvimos enterradas en “La Cantera”... pasamos más miedo. La pasamos encerradas con mi tía porque mi tío se mandó a mudar, no lo vimos más, y después el tío José, el se iba y nosotras solíamos estar encerradas días y días. Salíamos en el día un poquito y cuando ya ladraba el perro que teníamos, listo. No nos veía más nadie. María: Yo nací el 26 de Mayo de 1913. En Comodoro Rivadavia, en la calle Chacabuco y Dorrego, hasta el número si quiere le digo! Dorrego 508. Comodoro cumplió 100 años ahora, yo tengo 90. Mi Papá se casó en Comodoro Rivadavia, vino de España en el año `10, se casó en el mismo año `10, y después emigró acá, a Perito Moreno. Mi papá hizo de transportista,
Preparativos para estrenar obra de teatro. Rigoberto Zarate, Sara Martinez, Antonio Garcia , Carlos Garcia, Rosa Giamberardino y Adela de la Rosa. .
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después cuando compró el campo, no siguió con el transporte.
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EN LA PATAGONIA TRÁGICA María: Mi papá compró un campo acá. En aquellos años no se compraba, como eran campos fiscales , solicitaba uno y alambraba y se instalaba y después venía el agrimensor y ahí le adjudicaban el campo, se pagaba en cuotas muy pequeñas , eran campos abiertos. Mi papá trajo a mi tío; mi tío José que compró donde compró Sandín ahora . Compró papá y vino mi tío José , donde estaba Tino Dadín, donde está Allochis, “La María” es eso. Yo llegué a los 8 años, cuando estaba La Patagonia Trágica, porque papá nos trajo de vacaciones a mí, a mi hermana y a una amiga. Y justo se armó la revolución y nos tocó, nosotras no sabíamos nada. Justo ese verano, terminamos la escuela y papá nos trajo de vacaciones y de buenas a primeras llegaron los gendarmes, nosotros no sabíamos por qué . No había comunicación, no había radio ni nada. Así que preguntamos, papá había salido, estaba en el pueblo y de repente llegaron 4 o 5 gendarmes, registraron toda la casa, miraban por todas partes, hasta debajo de las camas y nosotras aterradas con 8, 9 años, mi mamá que no estaba acostumbrada a ver eso y ver esa policía en la puerta te daba un susto bárbaro. Yo les tire una caja de galletitas… no me olvido mirá de aquellos años, se la alcancé a uno que quedó de a caballo y el empezó a comer, me dijo nada más que: -”Gracias”. Nosotras habíamos visto anteriormente que mi tío, (porque mi tío viajaba mucho acá a Perito, traía verduras, traía pescado, se pescaba mucho en el lago, todas las semanas traía mercadería al pueblo , en ese tiempo estaba el hotel de pepillo), cuando volvió vimos que escondió las armas , tenía Winchester, una escopeta, entonces las escondió debajo de la parva. La cuestión que nosotros lo vimos, no nos llamó la atención a nosotras, pero como él se había enterado en el pueblo que estaban los huelguistas entonces, el los escondió. No le encontraron nada porque si no le sacaban todo, asique eso me quedó grabado hasta el día de hoy . Otra historia es con el papá de Daniel. El papá de Daniel hacia el correo, tenía un coche y con eso hacía el correo a Las Heras. El mismo día se puede decir: Papá salió y se fue con Benjamín Fernández, mi papá en su Ford , si se quedaban sin batería no tenían más luz . Bueno, se quedaron sin luz llegando a Las Heras, como se quedaron sin luz la policía los tomó como espías , los agarraron y los metieron en vagones para matarlos. Daniel.: En los vagones del ferrocarril los metieron, así como presos en los vagones los tenían, ya para limpiarlos María: Los hacían hacer las fosas, 4 o 5 hacían el pozo, entonces los ponían en la orilla, un palo en la cabeza y listo los mataban. Bueno, entonces papá
Familia Puricelli.
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Irene Melo junto a sus hijos: Raúl ,Arturo y José Puricelli y Armando Olivares.
y Benjamín tenían conocimiento del jefe de La Anónima de Las Heras, papá pidió de hablar con él y los salvaron. Sino los matan y nosotros sin saber nada porque imaginate, sin comunicación, no sabíamos nada. Papá nos contó lo que había pasado, eso no se me olvida hasta el día de hoy. EN EL PUEBLO María: A Perito vine por primera vez, cuando me casé , el 18 de Agosto del 32. En 1927, papá compró “El Pluma,” yo con 14 años, la edad de la inocencia. Yo ese viaje lloré todo el camino, salir de Comodoro y ver ese desierto. Lloré todo el camino, después volvimos a Comodoro. Después papá cambio “El Pluma” por ese campo de la costa del lago, a un turco. Yo me grabo las fechas porque uno las sufre. Cuando uno es adolescente y te traen de la ciudad y te meten al campo, donde no ves más que ovejas y vacas es terrible. Es terrible para una chica, por eso no me olvido las fechas. Yo de grande enseñaba corte y confección, en la Escuela 12, otro poco en Los Antiguos y 18 años en la escuela del padre. Yo desde que me casé, fui modista muchos años, modista y peluquera, hacía las dos cosas. Antes se peinaba la gente, para ir al baile. Eran las 2 de la mañana y yo estaba tra32
Casamiento de Irene Garcia y Adolfo Nieves. Delmiro Tejedor (Juez), Dr. Natale , Adolfo y Doña María Gonzalez.
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Año 1933: Antonio García, María González y su hija Elena García.
bajando. Porque yo hacía la ropa a medida, y antes se vestía bien, se vestía muy bien. Yo para hombre no hacía ropa, pero había un sastre, un gallego. El hombre no iba sin corbata al baile, porque ninguna chica iba a bailar con alguno que se pusiera un FarWest y descamisado y alpargatas, ninguna chica. Daniel: El pueblo era muy chiquito, pocos árboles, pocas casas también, donde vivo yo, el Dr. Bimbi , donde está el Geriátrico, ahí no había nada más que monte, ahí no había nada. Y la Comisaría estaba donde está ahora, pero era una casa vieja. El Juzgado, eso lo hizo Gregores. En Santa Cruz, Gregores hizo muchísimo, todo con sueldos de agentes porque a mi padre le pagaba el flete del correo con sueldo de agente. Daniel: El primer surtidor lo debe haber tenido mi padre, en el taller, en el año 30. María: No, Prieto fue el primero. Daniel: No antes tuvo mi padre. Tuvo surtidor María: No, en el 30 tenía Prieto. Estoy segura, después tuvo García Daniel: No sé, Prieto agarró la concesión de YPF. Papá tenía surtidor que estaba mas en la calle estaba, porque en aquellos tiempos cada cual edificaba donde le parecía entonces el taller estaba todo en la calle. A la par del “Hotel Belgrano”, porque el Belgrano después era nuestro. Lo hizo papá 34
Año 1960 : Hotel Belgrano
Año 1967: Entrega de diplomas Aero Club Lago Bueno Aires. Antonio Tejedor, Daniel Fernández ,Shaquib Hamer y Julio Martínez .
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Año 2003: Cumpléaños N° 78 de Daniel Fernández.
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primero , entonces quedó la calle libre, ahí quedaba una mano nomas, escasa para pasar y la casa vivienda también ocupaba toda la vereda , después la arregló y la puso en línea. Después la Sala de Primeros Auxilios estaba donde ahora es el Geriátrico. María: Nosotros integramos la Comisión en el año 29 que nos designó Gregores a la Sra. De Cabo, a la Sra. de Mattar, a la Sra. de Hernández y a mí para integrar la comisión para la Sala de Primeros Auxilios, que no había nada, y estaba el cuñado de Cabo, enfermero era y la hermana de él que era enfermera. Era una salita de dos habitaciones, pero nosotros la equipamos. Mirá yo traje la designación. Irene: Que memoria tiene esta chica… María: Yo soy una computadora, mira acá esta la designación del 39: “Expediente N° 505 – 5 /1939 – Gallegos Abril 7 – Visto y resultando conveniente la Resolución de una Comisión de Señoras que atienda todos los asuntos relacionados con la instalación , administración de los fondos y funcionamiento de la Sala de Primeros Auxilios de Lago Buenos Aires una vez entregada . El Gobernador del Territorio resuelve 1°) Designar a las Sras: Esther Pesolanno – María J. de González - María S. de Hernández - Gertrudis de Cabo – Zaida Mattar para que constituidas en Comisión se hagan cargo con intervención de la Gobernación de todos los asuntos relacionados con la instalación, administración de fondos y funcionamiento de la Sala de Primeros Auxilios de Lago Buenos Aires 2°) Una vez constituida las autoridades se deberá comunicarlo a la gobernación para disponer se haga entrega de los materiales, edificios, fondos y demás que hubiere con este destino 3°) Diríjase las notas numero, tómese contaduría, resérvese , archívese. Juan M. Gregores Gobernador “ María: Del año 39, ahí empecé a trabajar yo, fijate si tengo experiencia. Necesitábamos cualquier cantidad de dinero, estaba desmantelada, había dos camitas y Cabo el enfermero hacía de médico. Daniel: Con el tema de la carne, el pan y la leche, al principio había repartidores, los carniceros por ejemplo todas las mañanas entraban pegaban un grito, porque la gente dormía a lo mejor; - “¿Que carne queres que te deje?”... y en una libreta te anotaba hasta fin de mes. Se comía guiso, puchero, estofado, asado, empanadas, algunas masas... tallarines, ravioles. Fruta y verdura acá no llegaba nada, de ningún lado y el que tenía algo lo tenía en su patio, guindas me parece que había, ruibarbos...con el ruibarbo se hacía dulce María: El ruibarbo lo trajo Mc Pherson, el lo distribuyó. En el año 30 ya llegaban frutas frescas, donde nosotros pusimos el negocio, Antonio traía frutas y las vendíamos ahí. Pero muchas cosas cambiaron cuando cortaron los
canales de riego en todo el pueblo, no me acuerdo el año , ahí empezó a mermar la huerta todo… Irene: En el campo también se hacía quinta, ahí en “La Paloma”, teníamos quintas grandes: zanahoria, papa, teníamos nabos que eran tan ricos, hoy día nadie come. Teníamos vacas, hacíamos queso, hacíamos mantequilla... gallinas, pollos. En “La Paloma” teníamos arriba de 70 pollos, cualquier cantidad. María: Se acostumbraba comer en familia, los fines de semana se comía en familia, con amigos. Difícilmente uno no tuviera un amigo para comer juntos, yo me acuerdo que casi no comíamos solos. Lo que no se introdujo fue la pizza. Recién por el año 50 se agarró la costumbre de la pizza, que la introdujo fue el italiano este, el de la farmacia Bazzi, que era italiano. Daniel: Cada negocio tenía un palenque, y el negocio que mas trabajaba tenía 4 o 5 caballos. Un palenque era un palo plantado que tenía 4 o 5 caballos atados, y el hotel de Tejedor un corralón grande para los caballos, el tenía pensión completa . Tenía pensión para el que venía, pensión para los caballos, pensión para los perros, tenía almacén, tienda, de todo. Así que de ahí no necesitaba venir al pueblo , se los atendía a todos, se les daba de comer a los caballos, a los perros, se les daba agua en el corralón, había un pozo que se les daba agua a los caballos , era el único que atendía así. María: Cuando Gendarmería vino tiraron todo abajo Daniel: Acá todo era de adobe, porque era como mas abrigado y más sano, dicen había paredes en la parte de atrás que era todo de botellas. Botellas pegadas con barro. Antes se hacía así, tapiales con botellas. Y sin cimientos, ladrillos sobre la tierra y listo. Las Heras tiene mucho de chapa todavía. María: Se usaba chapa y forrado con empapelado y los pisos de linóleo, grueso, muy bonito se pegaba en el suelo. Irene: Muy húmedo, en el invierno esa casa… no se cae mas. María: Acá Antonio mi marido quemaba ladrillo en el 45 más o menos Daniel: Y acá Marcos Figueroa también se dedicaba a quemar ladrillos. EN LAS FIESTAS Y REUNIONES Daniel: Después se hacían fiestas, se hacían picnic, se juntaban varias familias, y decías -”Vamos a hacer un picnic a la costa del lago”- y se iba toda la gente y pasaban el día allá, hacían asado y que se yo. María: Se iban el sábado y se quedaban hasta el domingo. María: También se jugaba al fútbol. Jugaba el equipo de Mc Pherson contra el pueblo. A Antonio le tenían bronca porque jugaba en el equipo de Mc Pherson, entonces el equipo de Mc Pherson jugaba contra el pueblo, eso fue en el 31, yo estaba de novia en ese tiempo.
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Daniel: Si le habremos robado la soga del mástil a la plaza porque nos habían sacado la cancha de ahí y ahí justamente en un partido le quebraron una pierna a Juan Lombard y estaba Mc Pherson y ahí nomás se la entablilló y listo. En ese tiempo no sé si habría doctor en Perito. María: Si había, un veterinario era. Era más burro ese Aparicio. Mi hermano Paco se cayó de un carro y se quebró la pierna y Aparicio lo enyesó en ese momento, la pierna se le hinchó de tal manera y gritó toda la noche y yo con un serrucho de la carne le corté el yeso y al otro día a Aparicio le dije de todo. ¡Como le va a enyesar la pierna caliente! Daniel: Iban en la mañana y venían en la tarde. Yo debo tener alguna fotografía de algunos asados, en lo de Chabeldín me parece, pero debe estar todo el pueblo. María: ¿Te acordás Irene las canastas que se hacían en lo de Chabeldín? Se jugaba lotería igual. Irene: No se dé que me estás hablando. María: ¡Cuando jugábamos lotería en lo de Chabeldín! Con la mujer de Natale, Otilia y después comíamos churros y chocolate. Hacíamos vida nocturna, no te creas, jugábamos al rummy, a la canasta y más que nada a la lotería. Y lo de Chabeldín era la casa preferida. Todavía estaba soltera Laura, estaba de empleada pobre Laura, ahí conoció al viejo y se enamoró del viejo. María: En las reuniones se tocaba mucho el acordeón, la guitarra y después la victrola. Para los casamientos y las fiestas patrias se festejaban mucho. Había una comisión de fiestas, mi marido y yo la integramos, teníamos una comisión de fiestas permanentes. El intendente o comisionado que estaba, designaba una comisión de fiestas: 5 miembros, tesorero, presidente, dos vocales y se armaba la comisión de fiestas, y se encargaba de organizar las fiestas para todos los actos. María: Se festejaba con desfile, de la escuela, de la Policía y desfile de los chicos del colegio también y baile el 24 de mayo a la noche. Daniel: Asado popular, eso para las fiestas patrias no fallaba. Y en los carnavales la fiesta duraba toda la semana o todo el mes, viste que antes los carnavales eran el mes entero. Había corso, todos los días. Era una calle adornada, unas cuadras y los vehículos también el que quería disfrazarlo. Todos disfrazados, y en las noches las mujeres y los hombres todos disfrazados, cantidad de serpentina y papel picado que había que sacarlo del salón a cada rato afuera María: Nosotros hacíamos carrozas. Hicimos un barco y nos vestimos de marineros. Y sacamos el primer premio. Marineros norteamericanos, de blanco. Irene: Che y cuando teníamos el “Juventud Unida”, cuando nos disfrazamos
Año 1930 aprox: Baile popular.
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¿Te acordás vos? Se disfrazó Julia Pessolano, Lina Prieto ( que hacía de mi marido, era el Dr. “no sé cuanto”) y yo con otro nombre. Pero andábamos disfrazadas eh, que no nos conocía nadie y sabes que cuando bailaba con Lina se me desmayaba a cada rato y la teníamos que sacar afuera… -”¡Ay me muero!”- decía -” ¡Quiero un poco de aire!” Y nos matábamos de risa y se amontonaba “así” la gente. Daniel: Me acuerdo un carnaval que Crescencio se disfrazó de mujer en el Juventud y nadie lo conocía... y como bailaba con tacos altos! Unos tacos bárbaros y era Crescencio disfrazado de mujer. Después enfrente al “Juventud Unida” estaba el “4 de Junio”, donde está el taller de Hamer. María: El Salón “4 de Junio” y la cancha “4 de Junio” eran lo mismo, que era donde está la plaza ahora y se llama así porque se fundó el 4 de junio, en plena revolución del tiempo de Perón, no sé qué pasó ese día. Daniel: También estaba el Salón de Iturrióz, la esquina que dicen que va a ser Museo ahora. Ese fue el primer salón de baile. Después estaba Pessolano y la casa de Pancho Canto, frente a Carlos Ramos, ahí también se hacían bailes. María: Esa tenía un saloncito chiquito, no era cabaret pero era algo parecido, era un estilo así, con esas bailarinas que tenía. Cabaret si había en la casa de los Casarini. Ese era el grande, y había uno más chico enfrente. El grande era de Dante Lineros. María: Después estaba el “puloid”, nosotros le decíamos así a lo de Santana. Iban borrachos de todo tipo Daniel: Ahí iba toda la negrada. Ahí se bailaba en piso de tierra, cualquier tipo de traje que llevaras, los pantalones hasta la mitad eran tierra. Pero para divertirse la muchachada, era a más no poder, ahí a puro acordeón que tocaba Segundo Amado. María: En los campos también se hacían fiestas, en la señalada se festejaba mucho Irene: Cuando era joven que estaba en la casa de mi tío no había fiestas, las hacíamos ahí en las estancias vecinas. Nos íbamos a bailar, nos juntábamos y estábamos quince días bailando, montón de muchachos y chicas bailando. CON MC PHERSON María: Para los asados populares de las fechas patrias Mc Pherson nos daba todo. Las frutas, el asado, el pan. Todo. Mc Pherson en particular, los otros daban pero eran más reticentes. Porque él no hacía esa diferencia de clases, ni calidad de personas. Para él eran todos iguales. Daniel: El era el más grande de todos los pobladores también y todos los campos de alrededor, todos formaban el campo de Mc Pherson, hasta el
Agnus Mc Pherson (en el centro) en Asado Popular de 25 de Mayo de 1.924
hotel, ahí llegaba el campo de Mc Pherson. El casco estaba ahí en el “Paje Chico”. María: Después el 12 de Octubre, el aniversario de la Estancia lo festejaba, iban todos. El 12 de octubre el tenía la costumbre de festejar. Todos, después te voy a buscar una foto, pero estaban todos, toda esa gente humilde con chicos en la estancia. Y cuando el llegaba al pueblo, todos los Prieto, todos, llegaba Mc Pherson y era como el padre del pueblo. Era un personaje. Daniel: Eso de los homenajes se empezó a usar ahora último y la juventud no sabe nada de Mc Pherson, ni de Mc Pherson ni de ningún poblador viejo. María: Imaginate que Mc Pherson estaba por el año 25, 27 cuando estuve en la costa del lago, nos hicimos amigos… después nos hicimos amigos de los chicos, de los hijos de ellos. Irene: Sí, yo también, que no lo voy a conocer, lo conocí también. María: Yo bailé tantas veces con Mc Pherson... le gustaba bailar, le gustaban las fiestas. Daniel: Antes del 20 estaba acá porque mi mamá trabajaba de sirvienta de Mc Pherson y mi mamá se caso antes del 20, que se casó en la estancia de
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Mc Pherson, era una muchacha de unos 13 años. Mc Pherson era escocés. Si, fue uno de los primeros pobladores. María: No sé porque no le pusieron Mc Pherson a alguna calle, que era el padre del pueblo. Le tenían que haber puesto.
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EN LA ESCUELA Daniel: Jugábamos a veces con una pelota de trapo , a veces por ahí algún padre le traía al chico un futbol, pero un futbol n° 3. Irene: Y las chicas con las muñecas. Esas de trapo que hacían las madres, yo tenía muñecas grandes que hacía mi tía y me entretenía con esa muñeca, era mi compañía, vuelta y vuelta la llevaba del brazo, hasta que se le salió el brazo. Irene: Mis chicos vinieron a la escuela acá y después cuando ya fueron grandecitos los mandé a la escuela de los curas, a Deseado, después a Río Grande y así. Después los llevé a Córdoba para que estudiaran, luché bastante para que estudiaran. Daniel: La escuela era la casita esa de adobe, sobre la calle Estrada. Y después donde está la 12, para el fondo del patio habían otras dos piezas que también daban clases y estaba el maestro Muñoz. Esa quedó ahí, frente al Belgrano, la casita de los Arbe, esa casita. Esa la debería confiscar la municipalidad, porque deben ser como 50 sucesores, eso no se arregla más. Y el castigo mayor del maestro Muñoz era, si eras varón… sentarlo con una chica, era una vergüenza para uno. Yo fui un día castigado, me mandaron de la otra escuela porque ahí estaba el Director. Un hombre viejo era, él daba clases ahí. Yo tenía una liga de cámara y me parece que le había pegado a una chica, que es finada, la morocha Villar... se quemó esa chica, en la casa nuestra, jugando a las casitas prendieron un calentador con mis hermanas y creyendo que era querosén le echaron un poquito con una latita y era nafta del taller de papá. Ella se echó esa nafta encima y se ardió completa. Disparamos a llamar a mamá a la casa y vino mamá y ella iba corriendo, ardiendo para la casa y al frente en el galpón había una pila de bolsones de lana. Agarró uno y la abrazó y le apagó todo el fuego , toda la llama. Irene: ¿Y se murió? Daniel: No, no. Le sacaron toda la ropa, batieron huevo y le pusieron huevo a todo el cuerpo y se salvó. EN LOS FLETES María: Mi papá era fletero con carretas. Tenía tres carretas. El acarreaba mercadería, se llevaba lana y traía mercadería a los comercios. Transportista…, carrero, carrero, en ese tiempo se llamaban carreros. Tenía tres cha-
Camión fletero de combustible . Hotel “Fénix”.
tas, la Giralda, la Porteña y la Esmeralda. La Giralda era la más grande que manejaba él, era igual a la que estaba acá en frente de la laguna, por lo menos llevaba 15 o 20 caballos. Viste que la chata que está ahí, tiene un banco, es el pescante que le llamaban, este tenía un látigo con que arreaban los caballos. Daniel: Los cadeneros tiraban del eje de adelante, de las puntas del eje, pero adelante de eso del vareo, el vareo era el que movía la dirección de la chata y los cadeneros tiraban, y delante de esa fila llevaban otra fila de caballos y a lo mejor otra más. María: Otra más… 22 caballos llevaban, yo me acuerdo que 22 caballos. Yo le sentía contar a mi papá, después se hacía un mes de Comodoro Rivadavia a Perito Moreno, un mes de viaje. Ellos juntaban las chatas, hacían carpas y debajo de las chatas como eran tan altas (viste como son de altas) hacían los fogones, ahí cocinaban, si llovía, se quedaban. Venían arriba en semejante pescante, caminando. El viento lo soportaban, pero cuando había temporal de lluvia y nieve , y eso… hacían campamento y se quedaban. Tenían unas llantas tremendas, unas ruedas tremendas, muy gruesas de acero. Daniel: Una llanta de hierro. Era toda de madera, pero afuera era una llanta
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de hierro. Se quebraba. Justamente hace dos días fue César Ramos, a preguntarme como se pegaba el hierro antes, uno con otro, porque él encontró un hierro pegado (quien sabe de los años que eran y no era soldadura) para ver qué podía hacer, entonces le digo, -”Mirá, ese trabajo lo hacía mi papá!”Y el herrero de Benigno Riera que estaba en la casa, donde está Pirulo, ahí era la herrería. Se rompía la llanta, entonces, la ponían en la fragua, y la coloreaban hasta que se pusiera casi blanca que buscara casi de cubrirse, y entonces, ahí venía un metal que era como lo que traen adentro las baterías, como el plomo de las baterías, eso lo ponían entre las dos partes calientes y lo golpeaban con maza, entre dos. Uno daba un golpe y después el otro y así hasta que se pegaban bien, a eso le llamaban recalcado. María: La fragua era como que se pisaba y se le daba aire, uno pisaba y le daba aire para soplar el carbón con el mismo pedal. Carbón de piedra. Daniel: Mi padre, Benjamín Fernández empezó con los Chevrolet 4, Ford T y fue ascendiendo así hasta que llegó al modelo 38, ahí después ya no trabajó mas y yo me fui a trabajar de chofer a los 15 años a Las Heras a trabajar 4 años, después vine y le compré a pagar con fletes ese camión a mi padre
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Década de 1930: Transporte de Pessolano cruzando el Río Fénix
que lo tenía abandonado en el patio. Yo le hacía todos los fletes que eran de él, el los cobraba. En un año se lo pagué. Y desde ahí seguí siempre con camiones , llegué a tener el camión más grande que había acá en Perito , que fue un Diamond Guerrero de 3 diferenciales y yo cargaba 27.000 Kg., de plomo. Fleteábamos acá nomas, a Las Heras, acá a Los Antiguos, a Chile Chico porque las mercaderías de Chile Chico iban todas de Las Heras, y todo lo que producía Chile Chico iba a Las Heras, madera, lana lo que fuera. Las rutas eran una locura, piedras mas que nada, ese camino de acá, 45 km , 50 de la “Yegua Muerta”, eso era un pedregal pura piedra era el camino el camino era angostito. Gomas simples todas. No había un camión que usara duales. Era un pedrero vivo. María: Huellas, huellas. Los carros hicieron las huellas. Y los carros viste como eran, si había un camino malo, se desviaba el carro, se torcía y agarraba el mejor, después seguimos con los Ford. A mí me tocó en los años 30 con mi papá, que llegó de Balmaceda con un ataque de peritonitis y lo traemos con el Ford acá, creo que estaba el Dr. Aparicio que nos dijo que no tenía cura, que había que mandarlo a Comodoro. Yo con 17 años y mi mamá que no tenía experiencia, preparamos el Ford, 2 latas de nafta, 2 latas de agua (porque llevaba partes iguales de agua y nafta, cuando hervía el cachirulo gastaba más agua que nafta). Así que salí de acá y tarde 2 días sin parar, con esas huellas, con mi papá acostado atrás, mi mamá adelante, mi hermana y yo. La única que manejaba era yo. Llegamos a Las Heras, por la subida de Cameron, pasábamos por la Pampa de la Yegua muerta, tenías que ir bordeando porque si le pegabas al diferencial o la manija que tenías para darle cuerda, porque los coches no tenían arranque. Como llegué a Comodoro sin dormir no lo sé. Mi mamá se lo lleva a La Española, pero no lo pudieron operar asique lo embarcaron a Buenos Aires con 2 enfermeros y nosotras nos volvimos con el Ford otra vez a Perito. Yo no sé cómo pude llegar. Daniel: Los que cambiaban auto seguido en el pueblo eran Mc. Pherson, Quinteros y Bucci María: En esa época estaba el transporte patagónico, y estaba el ferrocarril San Antonio – Buenos Aires. Vos tenías que ir hasta San Antonio para llegar a Buenos Aires. Y había otro tren chiquito de Comodoro que llegaba hasta Sarmiento. Autovía era, la diferencia con un tren es que era más chico, un vagón, dos vagones eran. Irene: Decímelo a mí, cuando yo fui enferma en el año 49, me fui a Córdoba, me llevaron hasta San Antonio en vehículo y de ahí me embarcaron en el tren, casi me morí también. Daniel: Y también estaba el barco. Nosotros fuimos a Buenos Aires una vez
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en el San Julián que era de “La Anónima” y tardamos 7 días María: El barco desde Buenos Aires tardaba 5 días Estamos hablando del año 25, 22. Se fue mamá a operar a Buenos Aires y se fue en barco, que la agarró un temporal y nosotros no sabíamos dónde estaba la calle San Martín de Comodoro. Era un barrial, había un oleaje y un temporal tremendo y no sabíamos dónde estaba el barco y nosotras paraditas ahí en la calle Dorrego que tenía vista al mar. Daniel: De acá de Deseado también había autovía hasta Las Heras, ese viajaba 2 veces por semana. Pasajeros y correspondencia y el tren una vez por semana. De las minas ya no sacan como sacábamos nosotros, plomo y cobre , allá están sacando cobre solamente. Irene: Y ahora que están destrozando tanto campo con lo de las mineras. ¿Qué es lo que sacan de acá ? Daniel: Oro dicen. Irene: Yo no sé che. Eso debe ser algo que no dan a conocer a los estancieros... porque imagínate vos a Castañón lo que le pasó... al final se le quedaron con la estancia los de la minera. María: Pero el estanciero es el dueño de la tierra, en el sentido general no les corresponde Daniel: Algo le dan al estanciero, pero no se qué porcentaje, ahora creo que no les dan nada, o muy poco. Irene: Los únicos que han cumplido con los ganaderos es Repsol Y.P.F y no sé qué otra empresa mas, que han pagado a los dueños del campo, pero las demás nada, che. EN EL CORREO Y LAS COMUNICACIONES María: El primer correo lo tenía Antonio, en la casita que vivía Aurelio Pessolano en el colegio viejo, en esas dos casitas de atrás, esa fue la primera estafeta de correo, más o menos por el año 26, 27, hasta que se cambiaron a la otra casita de García y Alonso, donde tenían un comercio, fundado más o menos por el año 27, 28 después el correo se pasó ahí. Daniel: Esa era como una ochava que salía para afuera, después hicieron galpones y emparejaron todo. María: No eso era de Abadie. Eso lo compró después. Y Jesús no tenía nada que ver, Jesús se agregó después. Cuando se separó la sociedad, que tuvieron donde estaba P.A.M.I, ahí en la esquina , ellos se cambiaron en el año 39, en lo que es “La Mercantil” ahora y nosotros abrimos el negocio en el 40. Daniel: Y de ahí el correo lo tuvo Pedro Hernández y trabajaba Francisco Gil. Yo trabajé 3 meses, mi primer trabajo. Ganaba $25,00.- por mes, tenía
Año 1945: Se instala en la localidad la Aeroposta Argentina.
que ir a las 9:00 de la mañana, sacudir todas las estanterías, venía la señora y pasaba el dedo por la estantería para ver si había polvo. María: Y si, le gustaba la limpieza. Daniel: Hasta las 9:00 de la noche, y los días que había correo hasta las 2, 3 de la mañana. Y antes no había giros, no había nada, eran sobres, pero había que armarlos. Entonces había dinero en efectivo que iba en una bolsa de lona con un candado. Las encomiendas iban en unos canastos de mimbre también con candados. El correo era de acá era hasta Las Heras y de ahí en ferrocarril hasta Deseado que venía una vez por semana, si había barco, sino esperaba a que llegara el barco. Los camiones mataron los trenes, todo, más directo era también, porque de acá iban directo a Comodoro. Daniel: La primer radio era una sola yo la vi en Casa Mattar. Era con auriculares. Después salieron las radios con mueble y todo eso. Irene: Por allá por el 35 nacieron las radios. María: ¡No! Antes. Yo en el 28 ya tenía radio. Teníamos una así alta como el televisor. Mira me acuerdo tan bien del 30, que estaba Juan Cabo de vecino nuestro, que venía a escuchar la radio a la casa. En esa época entraba Radio Splendid, Radio el Mundo, Radio Rivadavia, radios que ahora no en-
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Década 1970: Casa “La Electrónica” de Jalil Hámer .
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tran. Como no había televisión ni nada, escuchábamos las novelas. Radio Nacional no había, acá teníamos a Jalil Hamer, que era emisora y pasaba música con parlantes. Daniel: Teníamos molino para cargar la batería. La televisión llegó después, mas tarde María: La TV llegó después del año 70 y pico. En Buenos Aires había televisión, en blanco y negro. En color en los 70, 78. En el 82 cuando se inauguró el mundial. La televisión a color la estrenó la Pinky. Daniel: Y la primer usina la tenía Jalil, el alumbrado público en la calle. Pero trajo un motorcito muy chiquito que no le dio resultado. María: Pero en las casas no teníamos, era para la calle nomas. Estaba la comisión de la usina, que querían poner la hidráulica. En cualquier caída de agua, se puede hacer en una caída de agua y hasta te sale más barato. Se gasta una sola vez y ya está. Daniel: Jalil hizo mucho. Le pusieron a un pasaje el nombre, porque arriesgó su vida muchas veces. Fuera la hora que fuera, y el viento que hubiera el se subía al avión y salía nomas. Irene: Era muy emprendedor… ¿Vos lo conociste a Armando, mi hijo? Era piloto, hizo el curso en Córdoba, ya que no pudo estudiar porque tenía que
ayudarme a mí en el campo y no dejarme sola, tenía 14, 15 años y me dice -”Que te voy a dejar sola con los chicos tan chiquitos”- y se fue a Buenos Aires, lo aceptaron allá pero le dio pena y agarró sus cosas y se vino. Y se vino sin decirme ni A, se vino trabajando… lavaba copas, hacía de todo, así se vino hasta Comodoro. Siete días tardó para venir. EN LA VIDA POLITICA Daniel: La primer Comisión de Fomento me parece que estaba donde está “La Mercantil”, en la casa de los Abadie. María: Al comisionado lo elegía la gobernación, lo designaban, no había elecciones, las elecciones se conocieron después. Acá no había política. Cuando empezó la política empezó la división del pueblo. Daniel: Antes no se votaba ni nada, no nos interesaba nada. Los peones de la Municipalidad trabajaban todo el día. María: Antes todos respetaban al Intendente, él daba una orden y se respetaba, antes se respetaba todo. Antes estaba uniformado todo. Nada más se respetaba, había respeto. Los impuestos llegaron cuando había intervención militar que dependíamos de Comodoro Rivadavia, y teníamos a Amieva acá. 49
Interventor municipal Osvaldo Amieva, entre 1967 y 1971.
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Ese nos hacía bailar la cueca acá. No se casaba con nadie. Nos obligó a poner arboles en la vereda, esos olmos, que los vendía el gallego Soto. Yo después los saqué pero si no poníamos arboles que no correspondían con la vereda nos multaba. María: Y teníamos a Fantini de Comisario, que era más bravo. Daniel: El que caía borracho, pelado y a trabajar a la calle. Había un tal Juan Gomina, era mozo y trabajaba en el Fénix y usaba melena, bien peinado a la gomina, cayó y al otro día… pelado. Ese cuando lo largaron se fue de Perito y nunca más… de vergüenza. María: De buenas a primeras se comentó que iba a venir Gendarmería y bueno hubo un poco de división entre los del pueblo y los gendarmes... era la juventud, eran los muchachos que se celaban con los gendarmes. Gente nueva, gendarmes lindos y eso les gustaba a las chicas. Entonces empezó a haber un poco de pica entre ellos y en los bailes se peleaban. Después se casaron chicas con los gendarmes y hoy hay muchas familias formadas con gendarmes. También estaban los aduaneros, en Los Antiguos y después se pasó acá donde está Toti, no… donde está Luti, ahí estaba la Aduana. Pero no había problemas con la frontera, a veces con Antonio nos quedábamos en el Río Jeinimeni, que no tenía paso, un baqueano tenía que pasar con nosotros y nos metió en un pozón y nos quedamos metidos en el río , después nos sacaron con un carro, Bugarín nos rescató. Muertos de risa, la vieja era muy gorda, y empezó a rodar, casi se nos cae del carro, Daniel: Otro Intendente... este que era dentista de Gendarmería… Arrocha. Él hizo cortar las acacias de Prieto. Justo las estaban cortando y yo le digo: -”¿Usted está cortando esto?, y estuvimos presos en un calabozo incomunicados por romperle una rama a esa acacia. Yo y un compañero, presos 8 meses. Irene: Y cuando estuvo este loco... Amieva, que nos llenó las casas de postes ¡ Y peleador era che, malo! Boca sucia era. Conmigo peleó una vez porque los agarran a Pirulo y Arturo, que eran chicos , en la camioneta nueva, y no sé quien le llevaría el chisme , alguno del pueblo… por envidia…y le fueron a decir que los chicos andaban corriendo por el pueblo. Les quitó la camioneta y les dijo que los iba a meter presos, y se enteró mi hermano y lo fue a ver, y le dijo: ya lo voy a arreglar cuando venga la madre y él no sabía que yo era hermana de Melo y cuando yo llegué ahí estaba Pedro con Amieva. Pedro me dice: -”No digas que sos mi hermana, que quiero ver cómo te trata”. Entonces me dice: -”A sus hijos les voy a cobrar una buena multa porque anduvieron corriendo por las calles” . -”Pero Ud. los vió - le digo. -”No, me dijeron”-. -”Ah! , así que Ud., se lleva por lo que le dicen, entonces dígame quien es la persona que le dijo... Primera-
mente tiene que saber cómo proceder con la gente del pueblo”. Después nos hicimos muy amigos. Daniel: Boca sucia era, “El loco Amieva” le llamaban. Yo me encontré con él en Buenos Aires, ni un hotel pude encontrar esa vuelta. Por ahí conseguí uno, un boliche, llevaba a mi suegra y a mi señora. Al otro día cuando me levanto salgo a la puerta y me encuentro a Amieva. Gordo estaba, hinchado. -”Estoy jodido me dice, estoy embromado, tengo cáncer”. Daniel: Acá el que la corrió fue el gobernador , este que entró de a caballo en el pueblo … Cepernic María: La venida de Cepernic fue una división grande y podría haber corrido sangre. No hablemos de política. Esto fue cuando estaba de Intendente Crescencio, 63? 73? Cepernic quiso engañar al pueblo, lo convocó y cuando quisieron dar la sorpresa, el pueblo reaccionó. Daniel: Las mujeres pegaban carterazos allá en la Comuna. Irene: Yo no estaba, lo único que sé es que Cepernic era una persona honesta, muy buena persona. María. Pero una cosa es ser buena y otra cosa es ser fanático. Irene: Lo fanático es para el deporte, mejor lo dejamos así. María: Mejor no sigamos, viste llegamos hasta la política y se cortó la conversación. 51
CAPÍTULO 4
Matilde cabezas
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EN EL TAMBO Mi nombre es Matilde Cabezas, nací el 21… el 20 de mayo de 1921, acá en Perito. Mi papá era conocido de acá, él era Español, él no era de acá. Vino de España y no sé cuántos años anduvo, después se casó con mi mamá y ahí pusieron la lechería. Mi mamá era nacida en Argentina, pero venia de Neuquén, no sé de donde, en ese tiempo. Yo tengo tres hijos, el… Tachín y la que está en Córdoba la hija más chica y la Cuca. Yo siempre en Perito, no me he ido nunca, cuando mucho un mes que salgo nada más, listo. Mi papá tenía lechería, chacra...cosechaba el pasto, enfardaba y vendía, y la mitad dejaba para las vacas. Era un tambo que quedaba como quien va a Los Antiguos y se aparta del camino. Ahora está mi familia, mi hermano había quedado ahí, pero falleció. El finado papá tenía muchas vacas, tenía para ordeñar en la casa hasta 15 veces. Porque la gente pedía, y si no pedían no puede estar juntando y sacando leche ¿Para qué? ¿Para qué se eche a perder todo? ¡No! El mismo la traía la leche en un carrito al pueblo, con un caballo. Después el finado papá se largó a cortar ladrillos, yo tenía que contarle, venderle todo y anotar, porque yo era la que sacaba todas las cuentas. ESCUELA Y BAILES Fue buena mi infancia, me crié bien ahí.... a los trece, catorce años andaba con los terneros las vacas a la ciega. Todos los días iba a la escuela de a caballo, éramos seis hermanos. Algunos teníamos la edad para venir a la mañana, los otros venían a la tarde. No me acuerdo donde dejábamos los caballos, no sé en qué patio por ahí. Después nos íbamos otra vez. La chacra quedaba cerca del pueblo, y en ese tiempo estaba la finada
Década de 1970: Hospital local. Adelina Allochis, Sarita Velázquez, Matilde Cabezas , Lola de Treffinger, Amina de Crespo, Ángela Castillo, Martina Coya, Emilia Subiabre, Amelia Aldaz, Edelmira Farías y Balbina Cabezas.
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mamá también así que íbamos caminando a comprar, y a pasear acá donde la viuda Mattar, algunos conocidos que teníamos acá. Comprábamos de todo para la casa, los vicios. En Casa Mattar más que en ninguna otra casa. Bueno era más chico el negocio, pero tenían de todo y ellos eran ricos… Después de grande, a los bailes cada uno iba con su familia. Yo iba con mis hermanos. Eran a la noche, pero ahí a veces se amanecía, según como esté, si estaba feo, cortaban, si estaba lindo lo dejaban. En la chacra teníamos radio, eso sí, y… la vitrola. Los discos que venían antes, cualquier cantidad, de todo, rancheras de todo, lo que quisiera.
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HOSPITAL Yo después me cambié, me vine al pueblo y “dentre” a trabajar en lo de Ramos, en el negocio, estuve unos cuantos años ahí. Me he olvidado de mucho, a la edad mía…Es mucha edad además yo he andado media… descompuesta, la edad misma le hace que uno no tenga la memoria que tenía antes. Y después de ahí, me anotaron al Hospital y Mini me consiguió el turno ahí para trabajar en el hospital, así que ahí me mandaron a hacer el curso de enfermera a Comodoro, a Gallegos, después entré a trabajar de enfermera. En 1965 entré en el hospital, a fines del 65, hasta 1979, ahí me jubilé. El Hospital era en el geriátrico. Muy bueno el doctor Natale, el tenía su consultorio, trabajaba en el hospital pero muy bueno, el con los empleados del hospital, era diez puntos. SEGURIDAD El pueblo antes eran pocas casas... no como ahora, no, era muy poco. Si había árboles, eso siempre hubo y la laguna si, esa siempre estuvo. Ahora hay de todo, pero hay otra cosa, la gente tiene más plata, están más acomodados todos, no como antes…antes era más difícil, si es que tenías y podías hacer algo lo hacías, si no nada…. El pueblo era tranquilo, era chico, pero ahora está un infierno, (risas). En la chacra se dejaba todo abierto, porque antes no pasaba nada, pero ahora salga usted y deje su casa abierta, después cuando venga, vamos a ver si encuentra la mitad de las cosas, no les importa nada ahora. Yo nunca cerraba la puerta, pero la Cuca tiene tanto miedo, porque ellas tienen miedo, dice: -”Mamá, vos son las ocho y media las nueve y estás con la puerta abierta! ¡De repente se te va a meter alguien acá adentro!-… Pero como voy a estar con la puerta cerrada todo el día con llave - le digo - Si pasa algo voy a llamar a la Policía... yo tengo ahí el teléfono. Vos déjame no más, yo tengo la Policía a una cuadra acá, todos me conocen, me tienen
en la palma de la mano-. A la noche si cierro, pero en la tarde temprano no me gusta, es una cosa que estoy tan acostumbrada que por ahí viene gente... ¿Y uno va estar con llave a las 6, 7 de la tarde? No, no no!
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Año 1970: Matilde Cabezas con su nieto Gustavo “Taby” Reber. Hospital local.
CAPÍTULO 5
“mOROCA” SANTANA
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EN EL SALÓN DE SANTANA Mi nombre completo es Olga Margarita Santana, más conocida como Moroca. Nací 21 de Diciembre de 1945, acá en Perito. Tengo dos hermanos, Oscar René, Julio del Carmen y dos hermanas por parte de padre. Mi papá se llamaba Juan Paulino Santana, llegó acá en el año 37 más o menos, vino desde la Isla Tai Tai, en Chiloe. Su abuelo era italiano y sus papás eran chilenos. Yo creo que vino por razones de trabajo, era viajante de a caballo, un mercachifle. Sé que por aquellos años trabajaba de mozo en el Hotel “Fénix”, el hotel de Prieto, donde está la farmacia ahora, ahí trabajaba. El Hotel nuestro se llamaba “Chile – Argentina” cuando lo hicieron y después cuando hubo ese problema con Chile, le hicieron sacar el nombre Chile y quedó Hotel “Argentino”. Yo nací en el año 45 y mi papá ya tenía su propio hotel, nací en el hotel. Pero no era el hotel como ahora, era más chico. Los bailes en el hotel integrando la Colectividad Chilena, después las fiestas patrias y empiezan más o menos en el año 50, junto con la inauguración nueva del otro pedazo de salón. Primero era un salón chico y cuando se hizo el más grande, no sé si fue un 5 de mayo, se lo inauguró y ahí ya quedó. Cuando lo hacía la Colectividad Chilena ellos hacían todo, mi papá les daba el Salón porque él era integrante de la Colectividad. Y cuando hacían las fiestas patrias venía Gendarmería, gente de la Municipalidad, ellos iban y organizaban todo, ponían banderas y todo. También se hacían ahí casamientos, hubo muchos. Se casó ahí la mamá de Betty Morfinqueo que se casó con Hermenegildo Morfinqueo. Ellos hicieron el casamiento ahí, muy lindo, muy paquete. Después se casó Juan Uribe, que viene a ser cuñado de Luisa Cárcamo, pero el mas groso de todos fue el de Lida Casarini.
Año apróx. 1962: Cervando García, Rosita Gallardo, Sonia Oyarzún, Betty Osses, Moroca Santana, Lucía Figueroa, Lidia Y Delia Osses. “Hotel Chile - Argentino”
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Y después también existían más salones como el “4 de Junio” y después estaba el Salón de la que ahora es la Escuela 13, que era el Salón Municipal y el Club “Juventud Unida”, que se prendió fuego. En el Aero Club también se hacían bailes. En esa época se respetaban mucho las fiestas, las fiestas patrias. Era todo un respeto, se hacían las veladas patrióticas, incluso venía gente de Chile, que las invitaban. Todo se hacía ahí. Para las fiestas grandes había mucha competencia, con el Aero Club. Con el Aero Club el que tenía vehículo llevaba su vehículo, y si no te ibas caminando o pasaba la camioneta, porque Jalil Hamer tenía camioneta y él era el que acarreaba más gente. Todos hacían fiestas y era una competencia. Pero donde terminaban a lo último... en el Hotel de Santana. Y claro la gente se iba de los otros y no sé porque motivo, pero terminaban donde Santana. Eran como grupos que decían: “Vamos al Juventud… ¡Vamos!, Vamos al “Aeroclub… ¡Allá vamos! Y hasta había peleas, porque te robaban la gente de tu Salón para llevárselo al otro Salón.
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Era cena y baile. Hoy si me mandas a hacer empanadas te digo “¡No las sé hacer!” porque teníamos una mesa larga y para todos los bailes teníamos que hacer empanadas y pollo. Para los bailes se usaban las lámparas Petromax porque te largaban la luz a las 7 de la tarde, eso invierno y más o menos hasta la 1. La música era con orquestas a cargo de Leuquén que tocaba con Miguel Campano, él tocaba el acordeón y el otro la guitarra. Vivían en el hotel, Campano vivía en el Hotel, cliente viejo era. Estaban también los Amado, así le llamábamos nosotros, ellos eran los primeros, después ya vinieron Los Leiva. Y también música con discos, que entre paréntesis la que pasaba la música era yo. En aquel tiempo era “DJ”, yo pasaba todos los avisos por el alto parlante, esas bocinas grandotas. Esa era la publicidad, después de la 1 cuando se cortaba la luz, empezaba la orquesta La gente se concentraba a las 10 de la noche. A las diez la gente ya estaba, algunos cenaban en su casa, otros en el salón y de ahí al baile, no se perdía tiempo, no como ahora que te miran y te miran, si bailas o no bailas. Ahí se armaba el baile completo hasta las 6, 7 de la mañana. Iba mucha gente de campo y después gente de acá del pueblo, como la familia Casarini que eran infaltables. También estaban los Gallardo, Rosita con toda su familia, ellos iban y elegían su mesa y ponían un papelito de reserva y nadie lo tocaba. El baile era para toda la familia, venían con cuatro o cinco chicos,
Año 1966: Emiliano Leiva, María Hernádez, Rosa Gallardo y Raul Hernández. Hotel y bar “Chile- Argentina”
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Década del 70: Baile en Salón Municipal.
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todos a la fiesta, fuera invierno o verano. Habían unas banquetas largas de madera y ahí acostaban a los chicos, tapados con camperas. Porque en esa época no había gas, no había calefacción… había calefacción humana nomas. Entrabas con frío pero una vez que empezabas a bailar ya se pasaba. En los bailes se peleaba mucho, en ese tiempo eran más herejes, se peleaban con armas. Una vez afuera, en la vereda, que le pegaron una puñalada a Tato Subiabre. Él entró por el Hotel, se fue por todo el pasillo, salió por el portón de allá atrás y terminó en lo de la “Meche” Orellana... ahí cayó. Hasta los años 80 más o menos se hicieron los bailes constantes, después se hacían bailes, a lo lejos, muy a lo lejos pero yo calculo que a los 80 y monedas ya no se hacían, empezó a cambiar la gente. El Hotel se termina porque mi papá quedó solo, falleció mi mamá en el 76, un 16 de Diciembre del 76. Ahí ya se descontroló todo, quedó mi papá solo y él era muy rebelde, era de pocas pulgas. Bueno, tenía todos los defectos. Tenía sus cosas buenas y sus cosas malas, era muy… como se dice, tenía carácter. Carácter bravo, pero era muy amable con la gente, si te podía ayudar, te ayudaba. Pero ya te digo, una vez que falleció mi mamá todo se fue abajo. Mi papá lo empezó a alquilar porque nunca quiso que nosotros, que éramos tres hermanos, nunca nos quiso dar el hotel para trabajarlo. Siempre era gente de afuera. Y en el 2006 se quemó el Hotel, mi papá ya había fallecido, lo estábamos arreglando con Oscar, le había puesto machimbre, todo machimbre, todo nuevito estaba, el boliche, el pasillo. Y cuando se incendió se vendió todo, yo no quise nada, no quise saber más nada de nada, no. No se había hecho sucesión porque mi papá no quiso, porque él estando en vida nosotros le dijimos, y no. Dijo que ya lo “estaban matando”, viste como era la gente de antes. Y después de que fallece mi mamá tuvimos problemas con mi papá, esas cosas de familia. Así que ya nos separamos todos. Que pasó después no sé, porque nunca más pisé el hotel. EN EL PUEBLO La gente que vivía acá vivía en su casa haciendo sus cosas, el que no vendía verduras vendía la leche, andaba el lechero Gerardo Cabezas que iba casa por casa, con su carrito. El pan lo comprábamos en “La Industrial”, de Ayestarán. Y si no se hacía en la casa y se tenía la huerta en la casa. Mi mamá era todo. Era la sirvienta, la dueña de casa, todo, y tenía su quinta y sembraba de todo; papa, zanahoria, cebolla, ajo, perejil, cilantro, lo que no alcanzaba en la tierra lo hacía en cajones. Mi mamá que era ama de casa, era también modista y también hacía de todo para vender en el hotel y para la gente, empanadas, pollo, se la rebuscaba haciendo cosas y mi papá las vendía. Después tenía el gallinero.
Año 1964: Asalto en Hotel “Santá Cruz”. Elba de la Torre, Moroca Santana, María Hernández y Hernán Hernandez
Año 1976: Sálon Municipal. Moroca y su marido Cervando, “Chiche” Yerio, Vita Coya, Vilma Latorre y Pepe “de la Usina” Pérez.
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Gallinas, pollitos, pavos... hasta una vaca nos trajo mi papá una vez. Comercios estaba “Chabeldín”, “La Mercantil”, “Mattar”, que eran como negocios mayoristas, ellos vendían de todo, por bulto cerrado, por paquete, todo. A veces pasaba un camión que dejaba mercadería. Y mi papá compraba todo por bulto cerrado. Cajas de arvejas, de durazno, de tomate y después la carne, día por medio se compraba un capón que tenías que cortarlo a serrucho porque no existían las máquinas esas de cortar carne, todo con serrucho. Todo iba a parar al sótano del hotel, toda la mercadería, esa era la heladora.
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La ropa sobre todo venía por “La Mercantil” que tenía tienda, almacén, todo junto y la tienda “Buenos Aires” (le estoy haciendo propaganda), ellos traían ropa, ahora no me acuerdo el apellido, me parece que eran Belgas, ellos traían todo… traían mucha tela, pasa que antes se hacía mucho la ropa. Y para las fiestas vos tenías que ir de pollera, la mujer no usaba mucho el pantalón, recién se empezaron a usar los pantalones en los bailes cuando salieron esos patas de elefante. Leíamos revistas como “Patoruzito”, “Condorito” y la “Para tí”, de ahí se sacaba la moda para los bailes. Las mujeres, vestidos y los hombres con pantalón, traje. En el invierno las mujeres todas bien vestiditas, pero con botas de goma y llevaban su bolsita con sus zapatos, y nada de zapatos bajitos. Zapatos taco alto, todas con tacos altos. EN LAS INSTITUCIONES Me acuerdo del Padre Giori, él comía en mi casa con papá. Para mi papá era sagrado que tenía que comer acá con él. Mi papá le hizo un salón aparte, comían los dos juntos. Todos los días teníamos que ir a misa, sino te tiraban las orejas. Él miraba la hora… y a misa. Teníamos una capilla chiquita primero, antes de la iglesia. Tenías que respetar los días religiosos. En Semana Santa no vas a comer carne, ni se te ocurra. La gente pescaba del río o del lago, no sé, y vendía. Iban, no sé. Yo odiaba Semana Santa... teníamos familia en Chile y nos mandaban bolsas grandes de mariscos. ¡Sabes lo que era limpiar todo eso! Incluso cuando fallecía alguien se tocaban las campanas de la iglesia. Y para semana santa y todo eso, vos escuchabas la radio y era toda esa música, triste, triste.
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Año 1950: Moroca Santana, junto a sus padres y su hermano Julio.
En la Municipalidad, en el 73 fue el problema que querían sacar a Crescencio Arbe de Intendente, yo tenía unos 27 años. Fue complicado, yo también estaba ahí, del lado de Crescencio... Cuando se armó el despelote yo andaba metida ahí en el Comité, que estaba allá donde ahora está Plácido, una casa chiquitita. Yo soy Radical... y de Boca !!!! Para el partido Radical militaban Isabel Martínez, Fela, Berta Varela, Polito Amado… éramos muchos. Pero en aquellos años se peleaba cara a cara entre los partidos, no como ahora con los famosos aparatitos, con el facebook, que te ponen ahí, esas porquerías.
Después en el 76 vino el Golpe Militar y fue horrible. Me acuerdo para una navidad fuimos al baile en “El Austral” y era pura policía, que no eran de acá ¿Y sabes que hacían? Metían las armas debajo de la mesa y bailaban. La pasamos muy mal, muy feo. Todo era estricto, no podías andar en la calle después de las 10 de la noche, te cortaban la luz y todo y si andabas, tenías que andar con documento, sino te metían adentro. O sea que no eras dueño de tu vida. En el 83 con la democracia todo fue distinto, ahí abrías los brazos y salías volando. Decías. “¡Esta es la mía!”
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ENTRE LA FAMILIA Yo terminé la primaria, mis compañeros eran Margarita de La Torre, Dora Prieto, Ana Figueroa, Armando Mora, Susana Pessolano, pero el Secundario no lo terminé, una que acá no había y otra que papá me mandó a trabajar. A Oscar si lo dejaron ir a estudiar ¿Vos lo viste? ¿Tiene título? Nada. A mi hermano mayor también lo mandaron a estudiar, hizo un año de policía allá en Gallegos y no fue más. Pero yo como era la oveja negra de la casa, no podía salir de la casa, nada, yo tenía que trabajar. La idea mía era tocar piano y siempre mi papá me decía: -”¿Y tocando el piano se va a ganar la vida?”. Igual después hice estudios a larga distancia, hice un año de pintura sobre tela, hice un año de peluquera y un año de dibujo. Me casé con Servando García, le decían el “Gato”. Ya una vez que me casé aprendí a vivir mi vida, porque viví en el Hotel hasta los 20 años. No me casé… me fui directamente. Que destino me iba a tocar no sabía. Nos fuimos los dos… hasta que el falleció. Yo me liberé a los 20 años después de ahí ya todo el mundo, ya todo era distinto. Cuando teníamos esa casa, vivía llena de chicos. En esa casa donde yo estaba, pasaron todos los chicos del pueblo. ¿Por qué a mí nunca me dieron una casa? Porque yo era “la hija de” y además tenía un marido que… ¿Cómo es? Éramos los dos solos, no teníamos hijos, teníamos que tener un hijo para que nos den una casa. Si yo habré peleado para que me den una casa, si yo no quería que me la regalen, porque nunca pretendí que me regalen nada. Según la gente yo me crié a lo rico. Todo mentira, yo me crié trabajando, trabajaba a la par de todos. Bueno yo empecé a trabajar a los 30 años casi, 29 o 30, pero fueron por circunstancias, porque tuve un problema con Servando que tenía que ir a Buenos Aires a operarse, en aquellos años era otra cosa, hoy día te abren
Año apróx. 1965: Padre Giori, Paulino Santana, Isabel Igor, Artemio de la Torre. En la enramada (futuro Salón municipal”.
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Año 1985: Visíta del Presidente Raúl Alfonsín con Moroca Santana y Lucía Figueroa.
66 un ojo, te lo sacan y te lo ponen de vuelta, y él tenía un problema en un ojo, tres meses estuvimos en Buenos Aires, para eso tuvimos que sacar un préstamo en el banco. Porque hasta ahí el único que trabajaba era él, él nunca me dejo trabajar, claro si yo me había criado trabajando. Trabajé en la Escuela 12, empecé en el Comedor Escolar en el 83 y ahí me jubilé, en la 12. La vida de antes era muy dura, pero era linda. Yo me adapto a todo lo que viene pero me quedo con la vida de antes. Porque hoy día, empecemos por la juventud... me da mucha pena la juventud. Los veo muy… como se dice, desamorados a los chicos, muy aburridos, muy caídos. Yo no tuve hijos pero fue así, por bien o por mal pero no tuve hijos. Soy la menos indicada en decir estas cosas, pero lo veo. Pero calculo que es según como te lleven...si el padre te larga la cadena el chico se te va, se te va. A nosotros nos apretaban el cuello, eran más autoritarios, te exigían más. La juventud tiene que cambiar, tienen que ser como eran antes. Era una cosa sana que te podías divertir. Eso si me gustaría un cambio rotundo porque los chicos están muy agresivos, muy atrevidos, no respetan. A mí me da mucha pena. Vienen otras generaciones, anda a saber qué es lo que va a pasar.
Vos llegas a grande, como yo que tengo 70 años y yo veo y he visto cosas, cosas malas, cosas feas, pasé frio, pasé hambre, pasé de todo, yo no me crie offf…! En la casa se trabajaba a la par de mi mamá, de mi papá, de la empleada y yo era una empleada más. No es como ahora que la nena esta fumándose un pucho y la empleada le está haciendo las cosas. Vos antes estabas ahí en tu casa, de ahí no salías, salías a hacer compras o a visitar a la vecina. En mi caso mi mamá era todo, ella era todo, hombre, mujer y hacia todos los trabajos que había que hacer, que planchar, que lavar. Ella nunca fue a un baile, nunca fue a un cine. Nosotros vivíamos junto a los Latorre, con Margarita que es mi única amiga que tengo. Es la única con la que nos confesamos todo, nos hablamos todo. Tenemos que salir por ahí, salimos las dos, no tenemos nada, pero nos criamos juntas, por ley nos criamos juntas, hasta hoy. Yo trabaje mucho en mi vida, mucho, mucho, mucho, y duro. Picaba leña, sabes que yo cortaba la leña con el hacha, así, le daba nomás! Cuando había baile tenias que lavar copa por copa... las botellas de vidrio, el día que se armaba una pelea aguantate el botellazo, aguantate todo, era muy crudo todo. Yo trabaje mucho y sufrí mucho en mi vida, o sea, pero gracias a Dios aprendí, aprendí a respetar. Ahora hago de niñera, le cuido la nena a Oscarcito, le cuido la casa. Vengo acá y me pongo a hacer cosas. Le ayudo a Marita, porque ella en su trabajo está todo el día fuera de la casa, yo estoy todo el día sola. Asique me pongo a planchar, a limpiar. Traigo la ropa de los chicos, le plancho la ropa, limpio la casa. Ahora hago mi vida como quiero. Va, como quiero no, pero no me manda nadie
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CAPÍTULO 6
“quique” hamer
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EN EL AERO CLUB Para arrancar con el aeroclub se juntó un grupo de gente, Jalil era el iniciador del tema porque tenía vocación de chico de volar. Jalil ya había hecho un curso de piloto, en el 42 en el Palomar en Bs As, con 17 horas nada más. Después en el año 64, entro en otro curso, en Sarmiento y se iba de acá dos veces por semana, muchas veces se volvía porque el viento no los dejaba volar porque los avioncitos eran muy livianitos. El Aero Club comienza a funcionar en el año 1946 y en 1950 se consigue la personalidad jurídica de la nación firmados por el gobierno Juan Domingo Perón. Después cuando fue el golpe militar fue intervenido, auque estaba hecha parte del hangar pero no había aviones, igual intervinieron hasta el año 1964. Al Aero Club lo formaron la comisión directiva y se consiguieron socios, y recién se pudo comprar un avión para el aeroclub en el año 67. Que este nos sirvió para hacer los cursos de pilotos a nosotros también, en el 67. Y en el 68 se compró el Cessna 182, que con ese avión se han salvado muchísimas vidas. El primer pagaré lo puso el Dr. Bimbi porque en ese tiempo se hacia una vaquita lechera viste como quien dice juntaban guita de todos lados, los pobladores, gente del pueblo y así juntaron guita y compraron el Cessna. Con ese se patrullaban después las estancias, los caminos. Cuando nevaba mucho Jalil salía con el avión a recorrer las rutas por si había algún auto encerrado en la nieve. Jalil se compra su primer avión propio en los 60, un Luscombe y después el Helio Courier otro avión, era un avión tipo senda, un avión-ambulancia, ese aterrizaba en 150 metros y volaba en 150 metros... una polenta bárbara. Ese se voló para un baile del Aero Club, que se levantó un ventarrón y lo tiró
Quique Hamer trayendo leña del Portezuelo a Perito Moreno.
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sobre el alambre de García, y no sirvió más ese avión. Otras vez unos se fueron al Tucu tucu, no pudieron volver. No se sabía dónde estaban. Y Jalil salió con el avión, no me acuerdo con quién de Gendarmería, con De Lafore y salieron por toda la ruta y los encontraron por allá cerca de la Pellegrini para abajo, venían avanzando despacito. Jalil les tiraba chocolates cigarrillos, le tiraban del avión a los muchachos que venían. EN LOS BAILES La época brillante del Aero Club fue del año 70 en adelante, era los años de la vaca gorda, que bajaba la gente del campo a los bailes del Aero Club. Como se bailaba “de alpargata y sin plata” y no se cobraba entrada todos venían al baile, aparte se sentaban en una mesa y éramos 10 o 12 o 15, los que estuviéramos en cada mesa y todos pagaban la vuelta o se compraban votos para elegir a la reina. Miles y miles de votos se compraban... si vos comprabas un voto, yo compraba a quinientos, depende la reina que quisieran sacar. Se rifaban tortas, se rifaban pollos.... se juntaba guita, y con eso se iba comprando los aviones, mas ayuda la provincia y la Fuerza Aérea viste, porque era mucha guita comprar aviones. Hubo una época muy buena si, hasta el 80. 70
Por la Comisión Directiva pasó medio pueblo, estaban los Abadíe, los Garcia, médicos, comisarios... había cualquier cantidad, la mayor parte del pueblo en aquel tiempo pasó por la dirección comitiva del Aero Club. Y también Jalil luchó como negro para hacer los cursos de pilotos y no era fácil. En aquel tiempo la Fuerza Aérea te daba por piloto recibido, el 79 % te aportaba para el piloto y habilitación... y Fomento te conseguía la nafta. Vos te recibís de piloto a las cuarenta horas. Después tenes que hacerte 25 horas solo para poder llevar pasajero... 65 claro. No, no es fácil, hay que tener vocación, ganas y no aflojarle. Hoy es imposible comprar un avión. Pero pienso, Perito Moreno con seis mil habitantes que tiene, tiene tres aviones. Yo creo que Rio Gallegos me parece que tiene dos o tres aviones con cien mil habitantes y Comodoro tiene cuatro aviones con doscientos mil habitantes. Y nosotros con seis mil habitantes tenemos tres aviones. Tres aviones y te podría decir que única mano porque se compraron de fábrica los tres.Tenemos un Cherokee de escuela, un PA-28 tenemos el CESSNA-182 y tenemos el ARROW- 3 ambulancia. Muchas ventajas... En una hora veinte estas en Comodoro Rivadavia, con
Año 1960: “Quique” Hamer en su moto Halcón. Chacra “10 hermanos”, Ing. Pallavicini
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Jalil Hamer . Carrera de autos en Perito Moreno.
los aviones que tenemos. . El Cessna en poco techo te aterriza, todos los aviones que tenemos acá. Te aterrizan en la ruta con los asfaltos que hay, en caso de emergencia te tiras a la ruta. Pero el avión tiene máxima seguridad, generalmente son fallas humanas. Acá si hubo un accidente, de un Instructor de vuelo, en un APA12 que teníamos nosotros. Vino Pocho Ramos piloteando y tenía que ir el avión a Comodoro a hacerle el servise y el Instructor de vuelo baja al piloto... sube él en avión y sale y se le planta el motor allá arriba y lo aterrizo ahí, lo pico para aterrizarlo. Porque si lleva velocidad le levanta un poquito la nariz y lo aterriza. Resulta que no tenía la velocidad necesaria asique cuando lo quiso levantar se le trabó. Se estropeó toda la cara, todo.
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EN LAS CENAS DE LOS VIERNES Nosotros estuvimos casi 15 años sin cobrar cuotas y decidimos un día hacer una camaradería entre diez, doce, quince, veinte muchachos del Aero Club y hacíamos una cena viste todos los viernes. Para levantar un crédito en el Banco Nación que nos saco Caña García y la señora de Hito García. Sacaron dos créditos, uno Caña y otro la señora. Con eso se compraron las maderas, chapas, todo, la instalación de luz... todo con el crédito ese. Y lo fuimos pagando con las cenas. En tres años se pagaron los créditos. No solo eso, se compraron las estufas, las heladeras el freezer, todo con las cenas. Pero desde hace dos años ya no pudimos mantenerlas porque empezó a subir la carne empezó a subir todo y la cena nos salía cara. Habían muchos muchachos de pocos recursos, viste como puede ser Lázaro, Miranda, son trabajadores de pocos recursos asique se le ponía pesado a todos, asique empezamos a cobrar cuotas de vuelta. Por suerte tenemos buenas cobradoras, porque es difícil cobrar cuotas. Una cuota del Aero Club sale 5 pesos, un peso para la cobradora y cuatro para el club. Hoy actualmente mira debemos andar pisoteando los trescientos socios, de que empezamos hace dos años hasta ahora, es lindo que lo llamen los que quieran hacerse socios, que lo llamen por radio a uno, entonces yo mismo voy y lo hago socio. Otro tema muy importante, del apoyo de la historia del Aero Club es Vialidad Provincial. Gracias a Vialidad Provincial nosotros mantenemos la pista en muy buen estado: nieva y en el acto nos mandan la máquina. Y en la época de Jalil se hicieron 20 pistas en todas las estancias de mayor riesgo. Así en caso de alguna gravedad el avión y Jalil iba y veía las señales que
15 de Marzo de 1954: Casamiento de “Quique” Hamer y Nélida Brahim. Club “4 de Junio”
ponían los estancieros... de que vaya el médico, acá le falta remedios, acá le falta comida, todo eso. Habíamos adiestrado a todos los pobladores a que hagan señales. Tenemos esperanzas que nos asfalten la pista. Porque otro temita...la pista del club es una pista alternativa, cuando el aeropuerto está cerrado por la niebla arriba, los aviones van hasta el lago para ver si pueden volver a aterrizar. Un montón de veces, cuando los aviones volaban todos los días, los vuelos diarios que habían del LADE a la vuelta aterrizaban acá. Porque la neblina, esta neblina de repente la vez en la loma y en el pueblo está despejado. Los vuelos largos son generalmente a Gallegos, el Bolsón, Comodoro… hasta Neuquén fui yo una vez, a los cincuenta años, cuando cumplió Neuquén en el año 86. Fui yo en el ambulancia porque nos pagaron la nafta, el gasto de hotel, la nafta ida y vuelta. Fui yo, pase a alzar un pasajero a Comodoro y estuvimos tres días en Neuquén. Todo fue una idea de Jalil. Él nos hizo pilotos a nosotros. Y hay muchos: Pelusa Mattar, Chiche Mattar, Pessolano, König, Pessolano, Gevirtzman, un montón de pilotos. Pero muchos se han ido a otros lugares. Algunos ya pasamos de rosca, como yo, que podemos volar como copiloto sí, pero como pilotos no. Puedo volar pero no debo.
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El Aero Club es una asociación de bien público y nace del esfuerzo propio que uno hace, de la vocación, de ganas de que eso no caiga y vaya siempre para adelante. El Aero Club es del pueblo, “es” gracias a Perito Moreno. Está para cuando el pueblo lo precise, ojalá que siempre ande bien, para que en el momento que lo precisen, esté.
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Gracias a Dios hoy estamos re contra bien. Re bien. Yo no sé como lo ve la gente de afuera pero uno que está toda la vida en esto lo ve que está bien firme el tema del aeroclub. La gente lo acepta, yo diría que en el tiempo de Jalil, igual en este momento todo el mundo paga las cuotas mejor que diez pesos los jubilados, se paga cinco pesos mejor que los veinte de los jubilados. Y no fallan, no fallan los socios, tenemos socios nuevos todos pagan. Sacando algunos que se van por alguna emergencia, pero todo muy bien Se acepta totalmente, lo acepta porque es una necesidad para cualquiera de nosotros, ojalá que nunca lo precisemos. El aeroclub estando andando esta para la gente que lo precise, para lo que el médico diga, el médico dice solicita el avión y vos tenés. Antes era el triple, en aquel tiempo no había caminos no había nada, todo se movía, que se yo, hemos salvado vidas, muchísimas personas se han salvado gracias a los aviones. De volar uno no se olvida, porque esto es entrenamiento nomas, mira no tiene ninguna ciencia. Cuando vos más volás, mejor te sentís. Y tenés que asimilar de a poquito, volar 15 minutos, cuando vas a hacer el curso vos, te hacen el chequeo de cabina viste, como un auto nuevo, vos comprás un auto, te dan la llave del motor, la llave de arranque, tenés el freno, esto es lo mismo, te hacen chequeo de cabina un día o dos, después te hacen recorrida general de afuera: mira las ruedas, mirar las hélices , mirar los comandos, si no hay nada suelto en las alas… Pero el avión tiene máxima seguridad, “YO PREFIERO ANDAR ARRIBA Y NO EN EL SUELO, MIL VECES.”
CAPÍTULO 7
omar castillo EL INCENDIO DEL CLUB “JUVENTUD UNIDA”(*) Nosotros estuvimos viviendo ahí en el Club un año y medio cuando mis viejos alquilaban la parte de la cantina. Yo tendría entre 13 y 14 años, mis hermanos eran más chicos y nos fuimos todos a vivir ahí, todos menos los dos mayores que vivíamos en la casa de Méndez. Tenía una pieza, cocina y comedor porque también era para dar comida a la gente que venía del campo en aquella época. Era un bar, tipo churrasquería, entonces venía la gente, querían almorzar y bueno, se les hacía comida y se les brindaba el servicio que estaba haciendo mi viejo en ese caso y mi mamá. También estaba el salón de fiestas. Ese sí, se usaba para ocasiones, digamos, fiestas patrias, carnaval, se hacían fiestas de carnaval. El “Juventud Unida” era un grupo de socios que había, como Presidente estuvo Gevirtzman, después estuvo Delfín Tejedor, que siempre andaban ahí en el Club. Era lindo estar ahí. El Club era un lugar para todos. En ese tiempo Perito Moreno, nuestro pueblo, era chiquito... habríamos 1500 o 1200 habitantes y toda la gente se reunía ahí, en ese Club. También habían otros, estaba el “4 de Junio” al frente del Juventud Unida, en lo de Abel Hamer. Después estaba el que está en lo de Santana, donde está Don Tino Dadín había otro. Se realizaban distintas fiestas, de carnavales... así que vos ibas de un lado al otro. El incendio sucedió el 25 de mayo de 1966. Esa noche era la fiesta de gala del 25 de Mayo, estaban tocando los Hermanos Leiva, que era el conjunto del pueblo: Héctor y Emiliano Leiva, que los hijos están acá en el pueblo. Tipo cinco o seis de la mañana se terminó el baile. Nosotros estuvimos hasta las diez de la noche, porque en ese entonces, no es como hoy. Antes nuestros viejos nos dejaban hasta las diez, once de la noche y después tenías que irte a tu casa a dormir.
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Al otro día nos van a avisar que se estaba incendiando el Juventud Unida y cuando llegamos ya se había quemado integro. Se quemó todo, no había nada, cenizas nomás. Estaban las paredes nomás del club, y mi familia se salva gracias a la familia Quinteros, ellos eran vecinos. El fuego habrá comenzado tipo siete y media, ocho y ya a las nueve, nueve y media no había nada. Doña Elvira sale y ve el humo, le avisa a Don Félix, y él sale corriendo para ver lo que sucedía y ve que era en el Club. Golpea las ventanas de la habitación y no contestaba nadie, asique da la vuelta y tiró la puerta... la tuvo que tirar para salvar a nuestros viejos y a nuestros hermanos. En esa época teníamos luz las 24 horas, pero calefacción a gas no, solo leña y kerosene. Hacia frio, por ahí ponían las estufas esas BRAM-METAL que venían con unos mecheritos, que más o menos calefaccionaban, pero hacía frío. Muchos dijeron que la causa fue un corto circuito, un problema eléctrico... no se supo nada más. La construcción era todo de ladrillo, y el techo era de chapa de cartón, que una vez que agarra fuego eso, de años que estaba re seco, ardió pero… enseguida. 76
Año: apróx 1960 . Festejo de Carnaval. Club “Juventud Unida “. Victor Abadie, Antonio Prieto y Delia Tejedor.
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Aparentemente los que eran socios se han dividido, no se han juntado más para levantar de vuelta el club. Después del incendio quedaron las paredes muchos años ahí, después lo demolieron todo y creo que hoy por hoy no queda nada.
* Club social y deportivo local que durante las décadas del 50 y 60 ofreció bailes, especialmente en fechas patrias y carnavales. El salón se iluminaba con 6 lámparas a kerosene, y se calefaccionaba con dos estufas Volcán. Con frecuencia los integrantes del club debían pedir el permiso de los padres para que dejaran concurrir a sus hijas. La música estaba a cargo de grupos invitados y de José Pérez a cargo de la vitrola. Se realizaban bailes de disfraces, representación de comedias o competencias para elegir a los mejores bailarines, por ritmo. Su historia culmina en 1966 con la destrucción total del edificio tras un devastador y misterioso incendio.
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Construcción del sótano del Club “Juventud Unida”
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Año: 1966: Documento de la Inspección de Policia de Santa Cruz por el cual el Sargento Félix Quintero es promovido a una jerarquía superior en reconocimiento a su actuación durante el incendio del Club “Juventud Unida”.
CAPÍTULO 8 CARLOS CASARINI
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EN EL CAMPO Yo nací en Lago Blanco, en la Estancia “Valle Huemúles”, el 10 de diciembre de 1936. Éramos doce hermanos, ahora quedamos once. Seis nacimos en Lago Blanco y seis en Perito. Mi padre se llamaba Lucas Martín Casarini y mi madre Juana Aldauc Dolores. Mi vieja, pobre ¡Como cosía! Todo el día haciendo sábanas y déle nomás. Y meta lavar lana, escurrir lana, para hacer colchones, todo de lana, pero nunca nos faltó nada… nunca… hasta la ropa hacía. Pobres viejos, nos criaban a todos, y todos trabajábamos a la par. Que la quinta, que las vacas, el queso, la manteca, el dulce, si antes no había. El campo fue una vida muy linda, sana… La verdad es que no nos gustaba venir al pueblo, estábamos acostumbrados al campo, teníamos maestro y todo allá, Don Miguel Migone, que nos daba clase igual que en un colegio. Después fue Romero y Doña María y nos obligaron a venir al colegio. Pero ya sabíamos leer, escribir… vinimos bastante inteligentes del campo ¡No nos criamos así nomás! EN LOS INVIERNOS DE ANTES Bravísimo, che, el invierno. Nos hacían las botas de cuero de potro... los zapatos, viste, los zapatones. No había zapatos, usábamos los botines “Patria”, esos. Todas esas cosas. Los hacía Don Máximo, pobre, un encargado que trajo del Uruguay, que era muy amigo del finadito que estuvo en Lago Blanco, estuvo muchos años. En invierno hacíamos chorizos, carneábamos dos chanchos, tres, Tino nos iba a ayudar y él se traía una partida acá al pueblo. Con canastos andábamos vendiendo, entre la nieve. Hemos pasado cada una, pero vivíamos bien, nunca nos faltó cosas en la casa, jamás. De Comodoro nos traían todo
Año apróx 1965: Adel Hamer y su Sra. Carlos y Eugenio Casarini en Mar del Plata trabajando en el hotel de Adel.
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para prepararnos, yerba, azúcar… Llena la despensa, los barriles de vino. Nos criaron bien gracias a Dios, no? Tenemos una cualidad por lo menos.
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EN LAS FIESTAS Antes se vivía mejor, no sé, nosotros vivíamos bien. Cuando hacíamos las fiestas en el campo, iba toda la gente del pueblo, iban allá, comían asado, bailaban, jugaban a la taba, nada que ver ahora! Venían un fin de semana.... Decían -”Vamos a hacer una fiesta”-, y ya ponían los asados, unos bailaban, otros jugaban a las cartas. Joda! Joda! Cuando fuimos creciendo veníamos a los bailes acá, la primera que trajeron fue a cargo de mi hermana mayor, la Hilda, que es la que tengo ahora, ella nos criaba. Cuando inicio “Santana”, el primer baile en “el Argentino”, no nos dejaban ir ahí… Pero una noche fuimos, nos escapamos con la Elvira y con Perico… ¡Pero qué enojados estaban los viejos porque habíamos ido donde Santana! Eran bailes muy lindos, hermosos. Tenía piso de tierra, buena orquesta: “Los Leiva”, pobres, que llegaron de Chile, tocaban el acordeón. Pero baile, baile, eh! Amanecíamos… Yo cuando quiero hago fiestas aca en nuestra casa familiar en el pueblo y vienen todos. De vez en cuando hacemos comilonas, nos juntamos todos. Antes hacíamos bailes de carnaval, con Ricardo, todo...lleno! Eran las once de la mañana y los viejos corrían carreras de a pie y los otros meta baile, así que hacíamos de todo... pero hermoso! Y todo eso se terminó yá. Viste que la amistad no es como antes, mucho egoísmo, que se yo, no es como nos criamos antes nosotros, que nos criamos de una manera sana, ahora no… es puro chupe, todo muy… no podés ir a un baile que ya… puro escándalo nomás. Acá en nuestra casa también haciamos fiestas. Esta casa primero era de Dante Linero, era grande ya cuando papá la compró...porque la idea del otro era para poner en esos años, como una casa de estas… clandestinas. Dicen en esos años que llevaban la harina de acá a Chile y de allá traían las mujeres, las hacía trabajar acá. Sí, si, tiene su nombrada esta casa, sí… Dante Linero era pícaro. Tenía un boliche, en la parte del frente y hacían baile. Acá bailaba Don Lorenzo Allochis... bailaban tango con la finada Elvira. La hacía trabajar, la traía, la llevaba. Yo modifiqué la casa, dividí la galería y le di toda la parte del frente a Eugenio, que trabajen ahí, porque para qué semejante caserón, solo no lo iba a mantener tampoco, es mucho.
Año apróx 1971: Jorge Casarini, abuela Juana, César Casarini, Zulema Valenzuela, Oscar Casarini, Élida Casarini con su hija Mima Allochis, Hilda Casarini, Esther Valenzuela, Martina , Julio Valenzuela y Chiche Allochis.
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Año 1970: Nelly, César , Vilma e Irene Granillo (hijas de Nelly). Frente a casa de Nelly (Avenida Sán Martín).
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EN EL PUEBLO Tendría mis 16 años cuando nos trajeron al pueblo a los seis mayores, las chicas eran grandes. Cuando llegamos nosotros, llegamos a vivir derecho al Juzgado… los seis. Mi viejo era Juez, después también fue Intendente, cuando la Municipalidad era Comisión de Fomento. Él fue muy bueno... pobre. Sacaba su plata del bolsillo, compraba el combustible, compraba el Kerosene, todo, para darle a la gente que necesitaba, fue muy bueno, una persona buenísima... pobre. Él nunca se fijó para darle a cualquiera. Lo querían mucho. Llegamos acá en el año 39 y acá no había nada, todo casa de tierras, las calles, las veredas, no había nada. Era pobre, pobre, puro médano nomás. Y en esos años había veces que el Río Fénix venía crecido y lo cruzábamos todo a bueyes, con los carros, no se podía cruzar con vehículo, o no sé podía venir por la nieve tampoco. Teníamos que venir con los bueyes, llevar las cosas en el carro, ir, volver, y así. Aparte que era muy llovedor, muy nevador antes. La poca gente que había en Perito se dedicaba mucho al trabajo, a fuerza de pulmones. Valía mucho la plata, los comercios igual trabajaban mucho, por eso decían, “en Lago Buenos Aires corre plata”. Sí, y era la verdad, trabajaba bien el pueblo. No había medios para traer el combustible, tenías que equiparte bien para el invierno, a nosotros nunca nos faltó porque llevábamos tambores. Estaba don Verdugo que toda la vida explotó leña. El de la casa grande, allá, que está frente de Pessolano, en una esquina, la casa larga, esa es de Don Verdugo. En esa época ya estaban las familias de los Allochis, los Roberts, Don Luis García, los Pérez, los Coya…pobres. Los Coya y nosotros íbamos, salíamos del colegio y nos íbamos a la chacra de los Coya; eran… mirá, todavía siguen, gente buena, trabajadores. Mc Pherson… era muy amigo de mi viejo, íbamos al campo de él, a la estancia. Mc Pherson, el padre de la Rosa Faedo, todos nos criamos juntos. Y acá en el pueblo antes nunca compramos la verdura, siempre la tuvimos en casa, tanto acá en la quinta como en el campo. La mayoría de la gente, tenía su quinta. Los canales pasaban por todos lados, acá en la calle San Martín y todos, teníamos el canal ahí en la San Martín, regábamos con los canales, después ya se taparon. Todo cambió. Habían pocos autos, dos o tres, estaban las primeras chatas, la Chevrolet que trajo mi viejo, la del Dr. Natale que todavía tiene Hassan una, la roja. Tres chatas, las tres vinieron juntas, una trajo mi finadito, otra trajo Natale y otra Jalil de Comodoro ¡¡Una novedad, cuando veían las chatas nuevas,
Año 1950 aprox.: Don Lucas con su camioneta Chevrolet rodeado de su familia y amigos . “Los Manantiales”
porque acá era puro bueye, caballo y dale nomás!! Nosotros íbamos a pie al campo, yo me iba con dos damajuanas de vino y así, otros con bolsos. La primer Librería era la de Don Pedro Hernández, traía revistas de todo, cuadernos, de todo. Quedaba ahí donde está la vieja Lazcano. De la casa de Abadie, adonde vive la Pelusa Méndez, bueno, al lado. Al lado estaba la librería de Don Pedro, tenía de todo, el viejo. EN LOS CAMBIOS Cuando ya empezaron con la ruta, con el asfalto, que ahí empezó el movimiento. Ya con ese furor, hasta ahora, ya se vino el gas, se vino el teléfono, ya empezaron a venir empresas. ¡No! Cambió mucho! Es otra vida… ya nada es como antes. Antes era más, no sé, me parece que se vivía mejor, vos ibas a comprar a un negocio, comprabas, pero con poco o mucho, pero traías al rolete. Si comparo las dos vidas juntas, la de antes y la de ahora yo preferiría la vida de antes. Me parece que la vida de antes hacíamos mucho más, teníamos más, si querías hacer una cosa la hacías. Y ahora ya no alcanza, no podes hacer ningún adelanto, está bien que tengamos comodidad pero todo lo otro se va perdiendo. Antes no, antes hacías una cosa y se cumplía y salías adelante nomás. Ahora querés hacer algo y tenés que dejarlo por la mitad, por eso para mí la vida de antes era mejor.
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CAPÍTULO 9
SEGUNDO AMADO Y MERCEDES OSSES
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LOS COMERCIOS Segundo: Yo nací en la frontera con Chile, en un paraje, en el Portezuelo. Yo nací el 25 de noviembre del año 21 pero me asentaron el 25 de febrero del año 22. No me acuerdo el nombre de la estancia donde nací, y mi padre no trabajaba ahí, vivía en un puesto. El era mercachifle, en esos años le compraba la mercadería a Lausen, en Río Mayo y como en el año 24, 23 estuvo ahí y después se fue a vivir a Balmaceda, a Chile y en Balmaceda estuvo hasta fin del año 26 y se trasladó a Puerto Ibáñez. Ahí yo tenía cinco años y tenía otro hermano nacido ahí. Mi padre se llamaba Jalil Amado y vino de Beirut, de Arabia, Beirut es la capital del Líbano. Viene él y otros parientes más. El apellido de él era Amar, y acá cuando vinieron a Buenos Aires, en migraciones le pusieron Amado, y así a muchos les pasó lo mismo, les cambiaron el nombre. Como en el 37, vine a Perito, 15 años tendría, y cuando me vine del todo para acá tendría 17, cuando empecé a trabajar en “La Anónima”. Porque allá no había trabajo, no había nada. “La Anónima” era en lo que ahora es de Segovia, enfrente del Colegio 12. En el 36 más o menos se fueron los dueños y quedó Pedro Hernández, que era yerno de uno de los capos, del gerente, y compró y se quedó ahí. Eran ramos generales, ropa, tienda, forrajearía. Yo fui cadete primero, y hacía de todo... abrir mercadería, traer cosas al negocio, atender, de todo. Los pedidos los hacían los comerciantes a Buenos Aires, venían en barco a Puerto Deseado, de Puerto Deseado en ferrocarril a Las Heras y de acá iban los camiones a cargar a Las Heras. Estaba Marcos Figueroa que tenía dos camioncitos, un Ford 36 y un camión Internacional, y también traía la correspondencia. Yo también atendía el correo para despachar cartas porque el correo también estaba ahí en el negocio, y traía todo en canas-
Año 1962: Aisito Amado, Jalil Segundo Amado, Francisco Riquelme y Víctor Tálamo. En el bar del Club “ Juventud Unida”.
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tos grandes y venía cada 15 días. Marcos Figueroa viene siendo el suegro de Guille Bilardo, del intendente, el venía con los camiones, traía la correspondencia. Don Marcos Figueroa, vivía en Las Heras , pero después se hizo la casa acá, frente a Bucci, después falleció en Las Heras. En esa época había pocos vehículos en el pueblo: estaban también Astor Gano y Don Benjamín Fernández , el papá de Daniel Fernández , el tenía un camión grande Internacional . Combustible en ese tiempo, había tambores, en donde está la farmacia ahora, en el Hotel “Fénix” que era de Don Esteban Prieto y él tenía la Estación de servicio, con los surtidores que se manejaban a manija, se bombeaban. Baruki Pérez también tenía camión, modelo 56 creo que era, el papá de Luti, y en cada viaje a Comodoro traían 20 tambores más o menos de 200 lts. Kerosene, nafta, todo. Pedro Hernández que era dueño de La Anónima luego le vendió a Segovia y compró la Estancia donde esta Sabella, “Casa de Piedra”. Después vendió la estancia y se fue a Mar del Plata con la familia. Yo ahí me fui a trabajar con Mattar, que era más chiquito, era una casa vieja de adobe y chapa. Ahí empecé a trabajar el 2 de Noviembre de 1942 hasta el 17 de Noviembre de 1967... 25 años, de un solo tirón. Chiche era chico, Pelusa también (Hijos del dueño). 88
LA ESCUELA Mercedes: Yo nací el 10 de Octubre de 1925, nací en Alto Río Mayo y en el año 38, vine a Perito. Mi mamá era sola con nosotros, mi papá falleció mucho tiempo antes, así que nos vinimos a Perito, ella trabajaba de doméstica. Y después empecé a trabajar también yo, porque acá no había para hacer más, para estudiar, no había plata. Así que acá trabajamos con mamá y mis hermanos. En el año 43 conozco a mi marido. Fui a la escuela acá, en la misma escuela de ahora, pero en la parte chiquita, adelante, ahí en la casita vieja... Eran poquitos alumnos, el maestro Salguero y su hermana la maestra que eran del norte. La escuela…para atrás era todo abierto, donde está el Belgrano ahora, que era de Benjamín Fernández, atrás de Mc Pherson. Esa zona, aparte del Hotel Belgrano, todo era de Mc Pherson... donde está el agua corriente ahora, eso era un puesto de la estancia de Mc Pherson y ahí tenía vacas, animales, todo. Después la Municipalidad agarró un terreno para potrero municipal de ahí, de lo de Mc Pherson, y le hicieron un cambio...por eso Mc Pherson le da a la municipalidad el valle y una estancia.
Foto familiar.: Don Segundo y Doña Mercedes junto a sus hijos Tesoro, Susana,Adriana, Eva, Marfa, Raúl, Húgo, Hipólito, Eduardo y Omar.
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CASA “AMADO” Segundo: Después de trabajar en Mattar tuve la peluquería. Desde el año 42, ese año compre la peluquería en Las Heras, pero antes sin tener la peluquería cortaba el pelo igual, con la tijera, un peine. Tenía muchos clientes, esa gente de antes...el viejo Sandín, el papá del Negro… todos los viejos de antes, los Mattar…. A todos les cortaba el cabello, últimamente al Escuadrón de Gendarmería, cuando estaba el comandante Collado acá, se cortaban todos los viernes. Tengo la valijita para ir a domicilio. También estaba de peluquero Eduardo Navarta donde está Aerolíneas ahora, el papá del que es suegro de Polito, mi hijo. Ese fue el que yo conocí, el primer peluquero. Yo tuve que ir a rendir, porque para instalar una peluquería había que tener diploma, había que ir a Comodoro a rendir exámen. Fui yo y la María Antonia, que ahora es viejita, la suegra del Dr. Bimbi. Y yo empecé con el negocio de Ramos Generales en el 74, pero la peluquería ya la tenía del año 47, que era Comisión de Fomento, si, me parece que estaba acá (señala lugar). El pueblo tenía su trazado, pero todo era matas de neneo y calafate, y el pueblo estaba trazado con estacas. Estaba Don García de intendente, y le dije: “Doctor tengo un terreno afuera del pueblo ¿Me podría dar más al centro?”, le digo. Yo quería para el lado del hospital... y me dijo: - “No tengo más...Solar “D” de la manzana 28 y confórmese con eso”. ¡Y yo que iba a reclamar porque iba a estar fuera del pueblo! Así que en el 74 abrí el negocio, con un poquito de Tienda, una vitrina, y ahí empecé. Casa Amado, así se llama. Ahí ya empecé a conocer a los viajantes y me empezaron a mandar mercadería de Buenos Aires, firmaba los pagarés. Cuando dejó de funcionar el ferrocarril cambió mucho, empezó el movimiento a Comodoro Rivadavia y acá los pobladores llevaban todos los frutos del campo a Puerto Deseado y después se cambiaron a Comodoro, había más camiones LA VIDA ANTES Segundo: Nosotros tenemos diez hijos y nietos como 30. Mercedes: 33 nietos y 11 bisnietos. Segundo: Y todos argentinos. Algunos se fueron a Comodoro, una falleció. Todos los Amado son parientes, todos de la misma familia. Cada familia tenía su caballo, no tenían auto, tenían caballo, sulky igual. Y estaban los que repartían carne, pan, en carro. Yo les compraba siempre un capón entero, en la despensa colgaba el capón, y siempre tenía la despensa llena, harina por bolsa, eso yo compraba donde Mattar, Chabeldín. Dos lecheros había: Ángel y Francisco Cabezas, un carrito y un caballo. Casa por casa
Año 1962 : Jefe de Aduana Lezcano, Arturo Varela, Benedicto Leiva, Jalil Segundo Amado y señor López. En el Bar “El Americano” .
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repartía. Acá siempre dejábamos 5 Lts. más o menos todos los días. Sin heladera en invierno no pasaba nada. Hacía arroz con leche, café con leche para los chicos, dulce de leche también, los viejos lecheros hacían quesito y vendían. Cabezas tenía como 40, 50 vacas. El pan lo repartía el panadero, igual se hacía en las casas, yo traía esas bolsas de 70kg. Fruta, verduras, eso no porque mal que mal uno tenía su huertita. Todo casero eso, hasta ahora tenemos gallinero. Con los viajes también era distinto antes. Yo fui por primera vez a Comodoro en el 43, con mi patrón. Mattar, en un camión. De acá hasta Las Heras demoramos un día y después fue por Olnie medio día más. Por la Estancia la Oriental. Antes el transporte Giobbi se iba por ahí, por la oriental. Casi un día y medio, había que madrugar mucho y viajar todo el día. No había asfalto, no había nada y porque los camiones no son como ahora, ahora es todo moderno, llegas a Comodoro en dos horas. El Giobbi salía a las 5 de la mañana de Comodoro y llegaba acá a las 8 de la noche.
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Mercedes: Manteníamos diez hijos y el empleado. Nosotros en ese tiempo bien, trabajaba él, yo era ama de casa nomás. Uno tiene que arreglarse como pueda. Los chicos para vestirlos yo los vestía con ropa, yo les tejía, hasta le hice ropa con bolsas de harina. Manteles, servilletas, todo hacia, le hacía jardineras a las chicas. A veces la Sra. De Mattar me daba ropa. No como ahora que ven una cosa los chicos y se la compran…. Están llenos de ropa. Segundo: Con las bolsas de harina, algunas tenían un genero que podías hacer hasta sábanas. Hacia sábanas y cuando las colgabas para que se sequen decía: Molinos Río de la Plata. No se podía comprar tampoco. Y en ese tiempo no había gas, agua había que sacar de un pozo con el balde, cuando se hacía la casa, lo primero que se hacía era el pozo para el agua, una cadena, una soga y en el verano cuando tenias un cordero lo bajabas con una bolsa, porque no había heladera. Empezaba el invierno en abril ya, en esa época había dos estaciones, el invierno y la estación de servicio. Mercedes: Y las escarchas cuando nevaba , que había que sacar agua del pozo, se escarchaba el agua dentro de la casa, la nieve , no como ahora que hay un poquitito de nieve y ya se asustan. Segundo: Cuando compré acá puse como 30 manzanos y ciruelas, teníamos quinta, ella sembraba papas, la gente tenía su quintita. Porque no venían los fruteros, por ahí a lo lejos venía uno. Pero ahora nadie tiene quinta, ahora hasta de Mendoza viene el camión con papas, con verduras, y nadie siembra. Todos tenían quinta, por todas partes y ahora no siembra nadie
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Década 1980: Interior de Ramos Generales “Casa Amado” . Mercedes Osses, Susana Amado y Segundo Amado.
y había que regar con canales, o sino a balde. Antes había canales, todo, para la quinta, para las chacras. Han anulado todo, desde que llegó el agua corriente , también por las calles, bocacalles para hacer alcantarillas todo mucho gasto para el gobierno, se perdió todo cuando llegó el agua corriente. Después puso el motor de la luz Pessolano. Todo comienza a cambiar cuando empieza a crecer con los años. Va de a poco cambiando, de repente llega la luz, el agua. Eso fue mucho después. Ya se empieza a hacer ciudad. Como en el año 39 viene el cine, yo todavía estaba en La Anónima. Una o dos veces por semana se pasaba películas, 2 o 3 pesos costaría la entrada.
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SALUD Mercedes: Primero hubo un enfermero. Segundo: Ah, si. Era yerno de Daniel Fernández, el estuvo mucho tiempo y después vino el Dr. García, el que fue Intendente, después vino el Dr. Natale Mercedes: Después de Natale estuvo Del Pozo. Segundo: Don Julio Ovalle era el dueño de la farmacia, un italiano. Ahí en el Comité Radical, ahí estaba la primer farmacia después se cambió acá donde esta Leiva. Mercedes: El Dr. Nuñez también estuvo. Ese vino como en el año 39, 40. Yo trabajé con el Dr. esos años. Segundo: Antes que te casaras. POLITICA Segundo: No había campañas políticas, éramos pocos pobladores. Podíamos ir a votar tranquilamente y de alguna forma se sabía quiénes eran los candidatos. Hacían un buen asado al asador e invitaban al pueblo a comer Mercedes: Y más o menos como ahora, viste. Hacían asado en una parte, los otros en otra Y cuando lo hacían los otros también iban todos a comer. Cuando entró Perón se hizo Municipalidad. Cuando entró Evita ella fue la que… en el 46 yo la voté. Segundo: Cuando Crescencio, que era radical se postuló para intendente ¿te acordás? Había un hombre que andaba paleteando y le gustaba mucho el vino, y andaba atrás de Crescencio: - “Che Crescencio, vos sabes en la casa hasta la abuelita es radical che! “... y comía asado y bastante vino... ahí era radical. Una vez hubo lío ahí, los radicales con los peronistas ¡Qué sé yo! Un despelote de la gran siete hubo. No me acuerdo bien. No estuve.
BAILES POPULARES Segundo: Yo tocaba el acordeón y cuando Santana abrió el salón yo era músico ahí. Se festejaba de lo lindo el día del pueblo...baile, asado, organizaban las comisiones de fiesta, colectividades. La Colectividad Chilena que estaba acá. Santana era el mentor, el capo de la colectividad y ahí se hacían los bailes. ¡Uhh, la polvareda se levantaba! Hasta las 7, 8 de la mañana eran los bailes y comenzaban tipo 11 y media, 12. Iban mujeres solas, pero ya tenían que tener 20 años por lo menos. Mercedes: También se hacían bailes en el salón de Pessolano, bailes familiares. Con disco nomás, por ahí… con orquesta Segundo: Y para ir al baile, allá en lo de Pessolano, un barrial era la calle . Para el 25 de Mayo, siempre llovía, nevaba. Yo llevaba los zapatos envueltos en una bolsa y el pantalón y me cambiaba allá. Me ponía pantalón y botas... saco y camisa, eso si. El pantalón lo llevaba acá doblado en el brazo y los zapatos en una bolsa, por el barro que había en las calles. Las calles eran todas de tierra.
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CAPÍTULO 10 JOSé BILARDO
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EN LA PATAGONIA Mi padre llega a Argentina aproximadamente en 1910. Mi padre viene con un hermano de Italia. Vinieron unos cuantos, unos se quedaron en Bahía, otros se quedaron en Buenos Aires, tengo unos parientes que se llaman Farasi también, otros Siulo, ahí tengo unos cuantos parientes, son todos de allá de Sicilia, de la tierra Bruciato, como dicen ellos, de la tierra quemada. Los tiene mal el Vesubio allá. Mi viejo nunca, nunca volvió a Italia.. La pasó tan mal allá... acá siempre estuvo mucho mejor, así que, nunca tuvo ambiciones de volver a Italia. Él se acostumbró a lo nuestro, se levantaba a tomar mates con nosotros, en fin, todas las costumbres Argentinas. Él decía: - “Yo estoy tranquilo acá, hice toda mi familia, tengo todo, así que me siento feliz acá “-. Él llega soltero acá, y al poco tiempo se casó, porque ya se conocían de Italia, y bueno se casaron en Bahía Blanca. Nacimos todos en Bahía Blanca, pero nos criamos en Río negro, entre General Roca y Cervantes. Yo nací en 1916, íbamos a la escuela ahí. Yo me acuerdo la huelga del 21 acá, se hablaba también de la expedición que tuvo Umberto Nobile en el polo norte, también estaba en vigencia Firpo y Dempsey que era la gran pelea del siglo. Y no había radio no había nada, así que con lo que uno se encontraba, con una revista… Éramos chacareros sí, pero nunca tuvimos mucha suerte en las chacras, siempre por una cosa o por otra nos iba mal…Mi padre trabajó mucho, pero nunca tuvo un buen pasar, nunca progreso mucho. Siempre, siempre, en la pobreza. Yo ni me quiero acordar porque trabajamos mucho y al final de cuentas no conseguimos nada, digamos no hubo ningún progresó. Mucho esfuerzo ni un progreso. Después vino una tormenta, me acuerdo un 10 de enero, una tormenta que nunca vi nada igual, una tormenta de esas que rompían, unas piedras gigantes, mataban animales, con una fuerza venían. Y de ahí yo cambie, me dije: - No, esto no va más, así que me voy-. Así que a
Año 1962: Baruki Pérez entrega la intendencia a Jóse Bilardo.
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Año 1965: Entrega de gobierno de José Bilardo a Norberto Arrocha.
mí me aburrió eso y cuando tuve 18 años raje a la mierda. Estuve un tiempo en General Roca, como en el 37. Ahí hacíamos cajones de frutas, pero cuando se terminó la cuestión de la fruta, seguimos con la carpintería que después el mismo taller pasó a ser Escuela de Artes y Oficios donde yo también actué como maestro. Hacíamos puertas, hacíamos de todo. No fui a ninguna escuela de artes y oficios, nada, aprendí así no más, trabajando.
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EN GENDARMERIA Yo llegue el 51, en el día 19 de enero. Vine como gendarme, estuve en varios escuadrones y ya había estado en Rio Mayo y me mostró los planos el jefe, y me dice: -”Tenemos un hotel”. Era todo piedra y barro, era de los Tejedores. Era una fonda, pasaban acá y se quedaban ahí, los arrieros, todas esas cosas. Pero muy precario, todo muy precario. En los planos estaba muy lindo, cuando llegamos acá…daban unas ganas de llorar. El jefe me dijo: - “Acompañame aunque sea seis meses y yo te doy el pase a donde vos quieras”-. Era el comandante Jarque, que le hice hacer la plazoleta, le hice hacer la placa ahí. Así armamos el Escuadrón. Cuando llegamos acá ¡Maaah! Eso era un desastre, así que, toda la gente… Oficiales, Suboficiales, Gendarmes, todo el mundo, pala y carretilla y pico y dele, así no más... Para cobrar los sueldos teníamos que ir a Comodoro, en un camión de Chile Chico, con unas mantas, un día para ir, un día para estar allá y otro día para volver, en los tiempos normales, porque cuando había nieve ni siquiera se. Así que… fue muy penoso muy duro, muy duro en un principio. A los gendarmes se los recibía bien porque era gente que venía de las ciudades y siempre tenían algo nuevo ¿No?...me acuerdo que los domingos teníamos esos aparatos grandes así, de televisión que era a válvulas esas, no eran a transistores y teníamos los güinchajes. Cargábamos las baterías pero se gastaban batería a rolete , así que en lo mejor que estábamos escuchando un partido y “brrr” se apagaba. Viento había siempre, así que poníamos la otra para seguir escuchando a ver si habían metido algún gol, y mientras otros cebaban mate, otros hacían churros y esa era la diversión que teníamos los domingos. Después que armamos el Escuadrón, fuimos a hacer el de Los Antiguos. La primera sección se hizo en Los Antiguos y después en el Portezuelo, luego en Pallavicini y después los últimos se hicieron en Posadas. Había un ranchito más o menos en Los Antiguos. Se hizo la guardia, para la gente que pasaba para allá. Porque había contrabando, por ejemplo, en ese tiempo había un oficial de policía y había un agente nada más, entonces estaba un tal Lapeyre y él hacía contrabando en el Portezuelo.
2000, 3000 animales, lo mandaban a hacer un censo, entonces ellos tenían libertad como para 8 o 10 días pasar todos los animales. Cuando llegó Gendarmería se terminó todo eso. Se terminó el negocio, de contrabando de ovejas para Chile. La mayoría de las veces íbamos con un Unimog y si no de a caballo, no había otra forma para ir al Portezuelo. Había un jefe que era muy bueno, un tal Collado que era sanjuanino, era de a caballo el tipo y decía (aunque se podía en el Unimog) -”Tenemos que ir a caballo no más”- y muchos gendarmes nunca habían visto un caballo, así que sufrían los tipos, llegaban allá ya casi muertos, lo hacía a propósito. EN PERITO MORENO Cuando yo vine acá, la primera carpintería la puse yo. Había comprado una máquina por intermedio del banco y resulta que cuando llegamos acá y ¡No había corriente, no había nada! Tuve que ir a las estancias para que me prestaran un motor de esos de esquila. Muy duro fue todo eso. Muy duro, no conseguía nada acá, no había nada de nada. Llegamos por unas huellas, y el pueblo...no había nada acá. Eran 4, 5 casas, Casa “Mattar” estaba, estaba el Correo ahí donde dice Tintorería, el agua de la laguna salía afuera... el agua con el viento. Era una pista de patinaje eso (risas)… Yo cuando vine para acá, el Guille tenía un año, él es del año 50, después tenía otro hijo más, ese se mató en la base de Río Grande. Era muy corajudo y se tenían que poner esos caños a 90 metros de altura y no sé qué le pasó si se mareo o qué... cayo ahí, se mató. Y bueno, tuve dos hijos no más, dos varones. Guille estúdio un poco acá y después se fue a Deseado y de ahí a Río Grande, allá estaba la madre, yo ya me había divorciado, así que, prácticamente estuvo más con la madre que conmigo. Había muy pocos pobladores en el pueblo y en las pocas estancias que habían, eran casi todos palo blanco, al último se quedaron siendo los dueños, el caso de Quinteros, el caso de Cabo, el caso de tantos acá... Larrañaga, todos esos. Eran todas estancias de los Menéndez Behety. No sé cómo los tipos se quedaron con la estancia, no sé qué leyes hubo, pero fue así, todas las estancias acá son mal habidas, muy pocas son las que son compradas. Creo que algunas de Bucci, pero muy pocas. Incluso en las carnicerías valía mucho más el cordero o el capón o lo que sea, por la lana, y no por la carne. Había una sola carnicería que era la de Pepe González que estaba en frente del Geriátrico. Ahí, solía haber pelea, éramos cuarenta, siempre nos querían atropellar. Había una paleta, y todos decían:- “¡A mí, a mi Pepe! - Ni la pesaban ni nada, la ponían así no más. A veces salíamos con una cabeza porque no
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había más nada, ni con la plata. Hasta que el Jefe de Escuadrón agarró y dijo: - “Bueno esto no puede seguir así”- Y agarró y se armó una carnicería, ahí donde estaba la proveeduría antes. Se trajo una maquina ahí para cortar e íbamos y carneábamos directamente en el campo. Con el Kerosene pasaba lo mismo, había una sola farmacia, un surtidor de un tal Esteban Prieto. Ahí pasaban más querosene y nafta para Chile Chico, así que teníamos que franelearlo bastante al viejo para que nos de 5 litros de Kerosene. Fue muy duro al principio acá, muy duro... unas ganas de desertar. Después yo hice la primera fábrica de block, la primera fábrica de mosaico, la primera carpintería..,. Así que, no me creo como un pionero, pero hice mucho acá y todo lo que tengo fue a fuerza de pulmón. Una prueba evidente fue lo de un cajón de muerto. En un momento que me iba de vacaciones, me dice el Doctor:- “Pucha se murió un tipo de Vialidad. Porque no le haces un cajón para darle sepultura cristianamente”- Y bueno me convencieron. Estaban las maderas escarchadas, así que hacia fuerza contra la guía para adelante y para abajo y me zafó la mano, me agarró los dedos, ahí habían quedado los tendones. Habían quedado los tendones y podría haberlos recuperado pero en ese tiempo, el médico optó por lo más fácil. Cortó el dedo con la tijera y listo. 100
EN LA MUNICIPALIDAD Cuando nosotros llegamos, creo que estaba el interventor, no había intendente, sino Don Lucas Casarini y no se hablaba mucho de política en ese tiempo. Después nosotros mientras estábamos en Gendarmería no podíamos hacer política, así que después que me retiré empecé a trabajar (antes también lo hacía pero bajo cuerda), pero era Jalil el que tenía todo más o menos... Jalil Hamer. Él también estaba muy perseguido por la Revolución Libertadora, le habían pedido su fusilamiento y todo. No se logró, pero estuvo a punto. Entonces él dejo todo y me dice: -”Hacete cargo vos, porque a mí no me quieren más”- así pasé a ser el presidente del Partido, entre el 59 y el 60. En ese tiempo no se podía hablar de peronismo ni nada de esas cosas, estaba totalmente prohibido, así que lo hacíamos a escondidas. Yo entre acá por el Partido Populista, ni siquiera justicialista, Populista. Fue una casualidad porque ese año se votó en blanco, cuando estaba el Dr. Illia, todo el mundo voto en blanco, era la única comuna justicialista o populista o peronista en todo el ámbito nacional y salí yo de Intendente. La única, ¡Así también me la hicieron pasar! Del 62 al 65 estuve yo, después me sacó el golpe de estado de Onganía. Mientras me mandaron tres veces a intervención los radicales de acá, no me fue tan fácil. Martinovic estaba de Gobernador y eran todos radicales
Década de 1970 : Marcha de campaña del Partido peronista . Av. San Martín
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y en el orden Nacional estaba Illia, así que yo no tenía ningún padrino. Me daban con cuenta gota la plata, mientras que otras comunas le daban en demasía, así que yo tengo un resentimiento bastante grande con los radicales porque a mí me hicieron la vida imposible.
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Yo cuando estuve de Intendente tenía 20 tipos, éramos 20 en total y teníamos incluido Servicios Públicos, así que yo con 20 tipos nos arreglábamos para manejar la Comuna. Yo hice el Cementerio, todos los árboles que están en el Cementerio los puse yo. Tenía a uno que le faltaba un brazo y le digo “Mira sácame los árboles que están de más acá y pasámelos al Cementerio”. También limpiamos los canales, veíamos las chacras, esas cosas, que no le faltaran agua, era lo único que hacíamos, porque no teníamos un mango, gracias a los señores radicales. Tenía de Secretario de Hacienda un tal Adel Hamer, muy ducho en la cuestión de la Municipalidad. Fuimos a Gallegos, conseguimos un Decreto para que nos den lo que corresponde, la coparticipación y la regalías. Asique llegó un tal Barca que era Ministro de Gobierno, agarró el Decreto y dice:- “Ahh para Perito Moreno ¡Ahh, que renuncien! Pa pa pa”- Así me trataban a mí, Así nos trataban estos porquerías, acá me mandaron tres veces a intervención... los Tejedor, pero no encontraron nada, iban al Banco a ver si había una coma fuera de lugar, para mandarme a la intervención. Yo no quise renunciar porque tenía mucha gente a cargo mío que eran todos del partido. Proposiciones deshonestas también tuve bastantes. Una vez Crescencio Arbe me dijo: - “Si Usted quiere una Secretaria y vamos todos juntos…”- . “No”, le dije, para vivir de rodillas no. Le digo: -”Hagan un Decreto ustedes y anúlenme y listo”-. También estaba Barcae, un turco grandote... Así que tengo bastantes malos recuerdos de esos señores que me hicieron la vida imposible. Así que yo cuando vino el golpe de estado me alegre mucho. EN LA VIDA POLITICA Con respecto al conflicto del 73, eso nos avergonzó un poco a todos, porque la culpa la tuvo el Gobernador Cepernic. Se había hecho una elección y había ganado como Intendente radical Crescencio Arbe. Se hizo la elección de Perón al poquito tiempo y vino Cepernic y me dijo:- “Yo tengo una plata para Perito Moreno, pero vamos a esperar las elecciones. Si ustedes ganan acá y en Los Antiguos, acá vamos a cambiar todo”-. El Gobernador nos embaló en eso, aunque yo no estaba tampoco muy de acuerdo. Pero en la elección de Perón ganamos por muerte acá y en Los Antiguos también, así que vino al otro día y quiso cambiar el gobierno y cambió el gobierno. No entraba ni salía nadie de acá, estaba Gendarmería. Pero eso
fue algo que nos hizo hacer el Gobernador. Nos pidió acumular gente, uno me llamo y así. Y se hizo ahí donde está el Hotel Austral, ahí se hizo todo ahí. Se hizo cambio de Comisario y lo puso a un tal Seba de interventor... hizo unos despelote. Ahí andábamos todas las columnas, unos íbamos otros veníamos... mire si sale un tiro ahí, todavía estaríamos en guerra. Éramos puros chicos, nos conocíamos todos y eso fue una bestialidad. Tenía al hijo mío ahí, andaba con el camión y arriba del camión había unos cuarenta trabucos de esos ya para entrar en guerra. Nunca tendríamos que haber llegado a eso, pero ya digo el que nos inculcó eso y nos animó a hacer el despelote fue el Gobernador. Asique ahí se fue Chiche Mattar (que era Diputado Radical) a Buenos Aires y dijo:- “Está pasando esto y esto” y la orden vino de arriba, que dejáramos las cosas como estaban y así que volvieron los radicales. Yo acepto que fuimos arbitrarios en ese aspecto y yo mismo me avergüenzo de haber hecho una cosa así, ellos ganaron... bueno macanudo. La política hay que saberla llevar y no es enconarse así y decir –“No, estos radicales no”- . Yo a la gente la calculo por sus méritos, por lo que trabaja, por lo que hace, no por su idea política. Yo tengo orgullo por Santa Cruz, más por Perito Moreno, no tengo en cuenta su color político, a mí me gusta la gente que va y cumple. Si alguien ganó una elección por una mayoría lo voto, respetémoslo y apoyémoslo para que haga buen gobierno. Pero acá si lo hizo fulano vamos a borrarlo todo... Eso ha sido negativo totalmente para el país y todavía se sigue con esas actitudes, no hemos cambiado mucho, somos bastantes negativos en eso.
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CAPÍTULO 11
marcelino fernández
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EL TALLER Yo vengo a vivir a Perito Moreno en el año 1955, el 20 de octubre, pero conocía Perito Moreno desde el 49, en viajes que he hecho con camiones en busca de pasto y esas cosas. Trabajaba en la zona de San Julián y estuve como seis años con camión, después que terminaba la faena en esa zona venia a buscar pasto acá... siempre acarreábamos de 4 a 5 mil fardos todos los años, cosa que ahora no se junta en ningún lado, y se sacaban de dos chacras nada más. Este pasto se vendía en la zona de las Orquetas, Tucu-Tucu y parte de Posadas. Cuando yo vine en el 55, fue en la revolución y estaba de Interventor Delmiro Tejedor. Desde que llegué siempre tuve taller mecánico, me vine con todas las herramientas para instalarlo y compré en donde estoy actualmente (Av. San Martín). En el taller teníamos de todo, los de diesel, hasta los comunes como los Ford52, la mayoría era 52 o cuarenta y tanto así que había que trabajar mucho, también camiones Diesel, Detroit y los Mac. Los repuestos había que pedirlo a Buenos Aires directamente, teníamos el servicio de Aerolíneas que venía dos veces por semana y cumplían con el tiempo, así que las cosas que podrían haber sido transportadas por avión se lo hacía. Me vine a Perito porque en otros lugares tenía que competir dentro de mi trabajo. Cuando llegué estaba el de Elpidio Tejedor y yo, que estaba más instalado, tenía lo que necesitaban, los repuestos. ¡Mejor que yo no había!...Porque no había otro (risas). EL PUEBLO ANTES Era un pueblo demasiado chico, no teníamos luz, no había agua corriente, no había nada. Un pueblo que iniciaba recién...tendría 2.000 habitantes, mas no tendría. Lo único, que había era mucho tráfico, porque venían muchos camiones con el mineral chileno y la lana de Vázquez para acá. Comercios estaba García, Mattar, Chabeldín, Tejedor... después almacenes
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Año 1950: Marcelino Férnandez trabajando en su taller.
muy chiquitos. Los alimentos de la mayoría se mantenían dentro de los pozos y nada más, a parte no se hacían las reservas que se hacen hoy en día, ni venían las conservas. Todo era seco...se comía muy distinto. Casi todo el mundo en su casa tenía su gallinero, entonces se consumía mucha ave y muy poca carne de capón. La vaca ni existía porque nadie comía vaca. La única carnicería que había era la de González y vendía carne cuando tenía, cuando nos enterábamos que tenía, le comprábamos porque se le acababa rápido. Los panaderos salían a repartir el pan de casa en casa, pero justo cuando yo vine se estaba terminando eso. También tenían el lechero, había dos lecherías, la de García y la de Cabezas. La fruta era cada tanto, cuando alguno traía en un camión de Las Heras, pero casi nada. La fruta era toda de producción local y lo que se podía cosechar acá, como manzanas o duraznos que casi todos tenían en su casa su arbolito. Para salir del pueblo estaba la empresa Giobbi. Era una calamidad, un sacrificio viajar para Comodoro, pero era lo único que había... salía a las 5 de la mañana de Comodoro Rivadavia y aproximadamente entre las 9 y 11 de la noche llegaban a Perito, si tenían suerte, sino hacían escala en Las Heras y venían al otro día. Casi nunca viajaba en Giobbi, porque tenía vehículo propio... pero auxiliarlos, tuve que hacerlo más de una vez. 106
AGUA Y LUZ Estuve cuando se inició la obra del agua, estuve de inspector de obra y trabajé para la empresa, que se hace más o menos en 1960, creo que en esa época estaba Perón. En cuanto a la luz, la mayoría usaba faroles a querosén, algunos teníamos equipo de luz, entre ellos yo que ni bien me instalé traje el equipo y le daba luz al Hotel Belgrano para las heladeras, lo que es el despacho de bebidas. También le daba energía a la casa de al lado de Espina que tenia la casa de repuestos y hacíamos como una cooperativa para podernos mantener. En el Hotel Belgrano estaba Elías Seba, que antes trabajaba en Vialidad, éramos conocidos viejos y cuando llegó acá compró el Hotel y comenzamos el negocio de que él ponía el combustible, el vecino el aceite y yo el motor, teníamos energía desde las 7 de la mañana hasta la 1 de la mañana, la única heladera era la del Hotel. El combustible en Perito Moreno se nos traía de tanto en tanto, pero como había mucho tráfico a las Heras por la explotación de los minerales, entre 14 y 15 camiones diarios pasaban por acá para acarrear el material, nos proveíamos de ahí. Lo único que había acá en nafta, era el surtidor. El que quería tener combustible tenía que ser precavido y proveerse en el verano. Para el invierno teníamos que juntar el querosén para pasarlo y después
Año 1946: Marcelino con su transporte.
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nos manteníamos a leña que había en cantidad, había gente que se dedicaba a acarrear, a traer en camiones.
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RELACIONES EN EL PUEBLO En Perito antes había una familiaridad bárbara, todos éramos amigos, conocidos, que nos hacíamos favores los unos a los otros. Gendarmería por ejemplo, era una familia más, antes la gente de Gendarmería era muy distinta y se daban mucho con el pueblo. Estoy muy satisfecho con las personas y muy buenos amigos que hice en el tiempo de gendarmería hasta que finalizaron de construir el barrio. A partir de eso cambió todo, tomó otra categoría y se perdió toda la familiaridad. Fuera de eso, el trato con la gente del pueblo era muy bueno, nos visitábamos todos, nos ayudábamos entre todos. Con Los Antiguos tuvimos siempre buena relación, entre los talleres, los negocios. Ellos estaban como nosotros, eran poca gente. Tenían 4 o 5 casitas y los negocios, después era todo chacra y no había otra cosa. Antes, las familias de las estancias, vivían ahí todo el año, todas las familias, y si habían niños los mandaban a la escuela pero se mantenían en el campo, así que para relacionarnos solo era en el momento que uno visitaba alguna estancia. Por ahí llegaban al pueblo de paseo, o a hacer las compras y se acabó. En el pueblo siempre hacían favores, llegaban las fiestas patrias, que más que menos, contribuían con corderos, capones. Lo mismo que uno les hacía un favor y venía un cordero, ahora no se ve un cordero ni de casualidad. Teníamos trato frecuente con todos, con todos los estancieros éramos amigos. LAS CHACRAS Antes exportábamos una cantidad bárbara de pasto, y las máquinas que habían era el caballito, rastras y arados de mancera. Así que ahora, me da un poco de tristeza y vergüenza, porque con todos los adelantos que tenemos, no hay una sola chacra que pueda producir el pasto para el consumo de una sola chacra. Con los adelantos que hay los chacareros no progresan nada, todos quieren que los sirvan. Me gustaría que todo el mundo que dice que va a hacer algo, que lo haga. No que pidan un préstamo para hacer una casa, y cuando les llega el préstamo lo primero que hacen es tener cuatro ruedas y la casa no se hizo nunca. Otra cosa que he visto y me duele, como por ejemplo con el chacarero Ramos, que es un hombre que trabaja con su vivero y que ha pagado hasta el último centavo de su vivero y otros que han pedido plata para lo mismo y no lo han cumplido ni lo han hecho. Eso quiere decir que todos los de Perito Moreno estamos pagando esa deuda.
Año 1944: Casamiento de Marcelino con María Novoa.
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Año 1925: Marcelino con su hermano Joaquín.
También hay chacras que por ahí no lo vemos pero no las trabajan. Se habla de la falta de agua pero antes había mucho menos, pero había que cuidarla. No como ahora que piden que se la manden o tiene que venir el del Consejo Agrario a regarles, a ararles, a sembrarles, a cortarles el pasto, a enfardárselos... Después lo único que hacen es venderlo, y como nadie lo cuidó no rindió ese terreno. Lo mismo ha ocurrido acá con los ajos, en otros lados han dado un resultado bárbaro, acá no comemos nunca una cabeza de ajo de Perito Moreno, es una vergüenza y sin embargo, la chacra de nuestro Diputado fue sembrada por todo el Consejo Agrario, por INTA y por todos y no se cosechó un ajo. También consiguió préstamos para vacas y para poner una lechería y no hay nada. Nada se logra con obras como el canal que le llaman de Las Hormigas (que no lo és, porque este canal no nace en el campo de los Mattar, sino en el campo de los Goya) y que no trae agua ni para regar un jardín... entonces obras de estas no necesitamos en Perito Moreno. Se le hizo mucha propaganda, como al bosque que se instaló, que era un orgullo para Perito Moreno, pero que hoy vemos cuatro yuyos que no se quieren morir, pero de lo sembrado nada.
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UN PUEBLO QUE CAMBIA Perito comenzó a cambiar cuando se empezaron las obras del agua, que se puso la usina. Se instaló Vialidad y contribuyó mucho en el adelanto de Perito, porque no teníamos ningún tipo de auxilio. Antes para ir a Caracoles en julio se cortaba la ruta y hasta agosto no se podía ir. Las rutas eran angostitas, poco ripio y mucho barro y la máquina pasaba una vez cada dos años, tenían máquinas muy rudimentarias y la base se encontraba en Las Heras. Cuando venían tenían que armar los campamentos con carpas o casitas, con dos chapas, y ahí vivían los viales. Yo preferiría que el pueblo tuviera las comodidades que tenemos ahora, pero que no sucediera lo que hoy pasa en Perito, en aquel tiempo no se robaba como ahora. Antes se robaba una batería de un vehículo pero a las dos horas aparecía el ladrón... Y como en toda la República Argentina, está la corrupción acá. Hay corrupción en todos los lugares y nosotros no vamos a hacer la excepción. En esa época el comerciante casi nada tenía que ver con la política... justamente cuando comenzó el descendiente de los viejos comerciantes a relacionarse con la política, más se nos echó a perder el pueblo. Antes las personas tenían mayor arraigo, toda gente de mucha palabra y confianza para uno. Entre ellos puedo destacar a Jalil Chabeldín uno de los comerciantes de mayor capital que había acá, él no tenía problema en fiarte si no tenías y que le pagues al otro día, también prestarte plata si
no tenías. Era una persona a la que no podías dejar de hacerle un favor, aunque poco necesitaba, porque era de una honradez bárbara. Si, ahora es muy distinto todo, al chico si no lo van a buscar, no va a la escuela. Antes, yo recuerdo que de la familia Allochis venían de la chacra, cerca del Aeródromo... de a pie. El padre traía a los más chicos arriba del caballo y los dejaba frente al cementerio, desde ahí los chicos venían caminando hasta acá. Ahora siempre se quejan, de si llegó tarde o temprano el vehículo, pero nadie colabora. Ahora no pasa nada, quisiera que se hicieran las cosas, tenemos una juventud que se está echando a perder, los chicos salen de los bailes con unos “peludos” bárbaros, las chicas... Yo veo que tanta liviandad y libertad, no es buena. A lo mejor estoy equivocado pero no creo.
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Año 1966: Marcelino integró el primer grupo de pilotos recibidos del Aero Club local.
CAPÍTULO 12
MARGARITA KASCEZEZYSZYN
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EN EL CAMPO Mi nombre completo es Margarita Kascezezyszyn pero se pronuncia “cachisen” en el idioma polaco, porque es apellido polaco. Por supuesto que al leerlo no se puede pronunciar de esa manera, por lo que el que no sabe polaco, no lo sabe pronunciar. Nací acá, en el 1941, en Perito, por acá cerquita, en esta calle Belgrano que es ahora, porque antes no tenía ni nombres. Pero, nací en un ranchito de adobe, hecho por mi abuela. Ella amasaba el barro, los adobes y levantaba las paredes. Mi abuela era de apellido Aldea, pero era muy conocida como Doña Griselda acá. Ella no tenía Nacionalidad, nunca tuvo documentos y no sabía si era argentina, chilena, peruana o boliviana... pero venía del norte de Chile, en épocas que las fronteras no existían. Era una sola cosa, como hay gente chilena que fueron asentadas acá en Argentina. O sea que el padre, iba y los registraba a todos juntos en el primer Registro Civil que había. Como quien registraba, viste, una tropilla de caballo medio parecido. Mi abuela vino más o menos en el año 20. Ella este… era viuda, viuda separada… digamos. Llegó de a caballo, con tropillas, con pilcheros, como llegaban la mayoría. Porque antes una mujer o un hombre con tropilla de a caballo y pilcheros era lo mismo. Era la manera de viajar, digamos. Acá conoció a quien fue después el marido de ella, un Marcos Osses, de una familia de la costa del lago, de este lado del Fénix. Porque del lado del Fénix Grande hay otros Osses, pero nada que ver con ellos. O sea diferentes Osses, diferentes familias. Eran varios los Osses, primero estuvo este… Don Aníbal Riquelme, casado con una hermana de don Marcos, Doña Herminia Osses. Y ahí se empezaron a asentar los Escande, eh... Pierrasteguy que eran todos de las mismas familias. En esos años había muchos campos, había espacio, lugares para asentarse, para hacer su ranchito y… sembrar y cultivar. Era la forma de vida
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Año 1962: Margarita Kascezezyszyn montando su yegua “Nieve Roja”. En la estancia de Casarini.
que tenían. Por ejemplo, mi abuelo se metió de prepo como quien dice en el campo de Muller, a la costa del lago. No había campos ya, estaban todos ocupados. Pero estaban ocupados de palabra, de porque sí, pero no registrados y estaban vacíos sin alambrar. Un arroyo, aquel monte... ese eran los límites que había entre campos. Y ellos se metieron ahí en lo que es ahora la chacra “La Lucha”. Que están este... los Cárcamos ahí. Mi juventud, mi infancia la pase en esa chacra, en el campo. Porque prácticamente Perito se formó de gente rural, que trabajaba en el campo. No había ninguna empresa ni cosa parecida. Todos trabajaban en el campo, aparte cada estancia necesitaba mucha gente para trabajar. No iban dos o tres como ahora, eran 15 o 20 en cada trabajo. Y mucha gente pasaba el invierno en cada estancia, con tropillas de caballos, amansando potros… era otra forma de vida… había más colaboración, la gente colaboraba unos con otros. Porque por ejemplo en una estancia un domador recorría los campos y abría camino a las ovejas, en época de la nieve, con las mismas tropillas. Ellos estaban bajo techo y a la vez colaboraban con el encargado, capataz o lo que sea de la estancia.
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EN LAS COSTUMBRES Y bueno la radio la teníamos a batería, en el campo. Se escuchaba radio, la de Comodoro solamente, Lu4, a Carlos Omar, en la mañana. Nos juntábamos varios, era escuchar el horario de los noticieros y los programas que hubieran medios importantes digamos… de música y esas cosas. Las novelas eran por radio pero nunca me gustó escucharlas. Sí cuando era chica veía a mis tías y eso, llorando pegadas a una radio y no sabía por qué... Porque estaban escuchando las novelas (risas). El que seguía una novela era religiosa, ya se juntaban a la hora de la novela y ahí estaban. No todos tenían radio, porque tenías que tener la batería y el molino de viento para cargarla. Y si no, estaban otras radios que venían con unas pilas grandes. Esas también había que cargarlas pero no sé donde las cargaban… Yo fui hasta tercer grado solamente, cuando estábamos en Comodoro. Después me vine al campo con la promesa de que iba a volver al pueblo o a Comodoro para seguir en el colegio de las monjas, pero me quedé ahí. Ahí quede, no me vinieron a buscar nunca. Acá los chicos del colegio para ir a la escuela venían de a caballos. Dejaban los caballitos atados por ahí atrás en la casa de…, bueno ahora no está más, el Hotel “Fénix” tampoco... ahí atrás en los arboles quedaban los caballitos atados. Para que queden más cerca del colegio.
Kascezezyszyn
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Asique después de grande, bueno lo poco que pude estudiar, me gustó siempre estudiar, me gusto siempre leer. Hice cursos por correspondencia, en esos años se hacían los cursos por correspondencias, digamos en el 53, 54. Me recibí de profesora de corte y confección... Hice curso de relojería y joyería. Quise estudiar después, pero no me gustó, la técnica que se usa de desecamiento, para embalsamar y disecar. Pero ya no me gustó la técnica por eso no la quise hacer. Me enteraba de los cursos por las revistas, la “Para Ti”, tenía “El mundo argentino” una revista, señora revista que vendría a ser la “Gente” que es ahora, las foto -novelas. Cualquier cantidad de foto-novelas. Después teníamos el “Alma que canta” y “Canta claro”, revistas toda de canciones, asi que las letras de las canciones las sabíamos todas. Ni sé quién las traía pero cada tanto aparecían… pero esas revistas pasaban de mano en mano, porque se recorrían todo el pueblo. Y siempre se guardaban porque no importaba la fecha, no interesaba la fecha de la revista.
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EN LA VIDA COTIDIANA En el pueblo teníamos muchos baldíos, médano, para ir de un lado a otro tenías que ir por entre los montes, por el caminito, entre los médanos. Donde está ahora el Correo, por ejemplo, era todo médano... calafate, duraznillos, molles. Encima había un montón, mucho monte, que eso se fue eliminando con la tala de sacar leña. Ahí para allá tenias todos caminitos por entre los montes, o donde está la plaza y donde está la iglesia. No había calles, calles en sí eran muy pocas. Caminos y huellas que se hacían y si había mucho barro en el invierno se agarraba por arriba de los montes por otro lado porque no había traza de pueblo... eran casas unas por acá otras por allá todas retiradas, a lo lejos. Por ejemplo ponele de acá a la casa de los Berra, ellos tenían corrales grandes, tenían los caballos, bueyes porque traían leña para el invierno, para vender. Y eso había que ir por entre los montes. Ni gas ni agua corriente, pozos de agua si por supuesto, estaba el pozo de agua. Y la leña bueno era combustión a leña. Por eso ya se esperaba en abril que la gente toda estaba acarreando sus carreadas de leña para juntar, amontonar y ya tener para pasar el invierno. O nos calentábamos también con estufas volcán. La bomba, el querosene. En invierno no se salía. Era muy difícil salir, el que salía arriesgaba que lo agarre una tormenta de nieve y quedar por ahí. La gente ya a fines de abril estaban todos encerrados cuando mucho en mayo, de tener las provisiones en la casa, todo preparado. Porque después se cerraban y no entraba nadie al pueblo.
Año 1972: Segundo Hernández y Félix Giaupe (esquiladores). Frente al Hotel “Argentino”.
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Año 1972 : “Negro” Soto, Juan Nahuel, Laureano Rojas. Calle 9 de julio y Avenida Juan Domingo Péron.
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Y colectivos estaba el Giobbi, el único medio de transporte; el avión, teníamos el avión. Claro el avión siempre existió, LADE hace muchos años que está. El avión que había era muy chiquito. Inclusive me recuerdo mucho del avión que cayó en la meseta. Que salió de la meseta y sobrevoló acá al pueblo que estaba todo oxidado abajo, siempre hubieron aviones, y bueno el Giobbi no sé en qué año habrá llegado. El Giobbi tenía parada en el Hotel Belgrano, que antes era de los Cabo. Después que apareció el COMI. El Giobbi estuvo viniendo hasta cuantos años, hasta el 70 y algo estuvo viniendo el Giobbi, si. 70 y más del 70. En invierno escaseaba a veces la harina, escaseaba el azúcar, escaseaba la yerba, el tabaco, el papel. Por más que te aprovisionaras por ahí, no había entrada al pueblo de los camiones que traían la mercadería. Además si entraban no salían, porque nosotros estábamos en un bajo, ahora no, todos esos altos que hay lo han emparejado, tenés por donde salir. Inclusive ahora actualmente si llega a nevar muy fuerte y a escarchar mucho no se puede salir, cuesta salir. La subidita del puesto policial para arriba se pone resbalosa y antes era más alta. Los comercios viejos que habían, Chabeldin, Mattar, La Mercantil, Ramos, digamos ellos compraban por ejemplo a la gente, ponele al campo compraban la lana, los cueros. El comerciante le compraba los cueros todos los productos de lana, digamos de ojo, todas esas cosas, pastos al campesino y cambiaban por mercadería, ese era el negocio que se hacía. El precio lo ponían ellos. A cambio después de provisiones, el alambre para enfardar y todo lo que se necesitara. Eso sí, tiraban todo el año para poder cobrar. Porque hasta que no hubiera la cosecha no podían cobrar tampoco. Era la forma que había de trabajar...cambio de mercadería por productos. Perito era todo valle, valle y juncales, porque había muchos juncales. Perito Moreno fue formado, asentado sobre un valle, de a poco se lo fue quitando. Y bueno, no hay nada ahora... es seco. Porque la laguna cuando se secó daba pena verla, estaba el médano ahí y las raíces de los juncos secos. Porque la fueron rellenando, quitándole de a poco, quitando con los rellenos que a su vez iba tapando las mismas vertientes, porque estaba todo rodeado de vertientes. En la casa de Marcelino Fernández que ahora está todo rellenado que ahora está el monumento a la madre, bueno ahí había manantiales, vertientes, vertía el agua hacia la laguna. En el patio de Pancho Canto, que antes esa casa era de Cabo, ahí había manantiales. Bueno la laguna esa cuando se congelaba, me contaba mi abuela, que hubo un ruso que era “Pipe”, no sé qué nombre le daba ella, que tenía un
cachirulo, un Ford T, que hizo una jugada que cruzaba la laguna con el coche, con el camión, camioncito...y la cruzó!! Alcanzó a cruzarla y justo ahí se le rompió la escarcha y sacó el cachirulo… pero él se ganó la apuesta. La atropelló a la laguna, la pasó. Pero era escarcha, teníamos heladas, cuando helaba, helaba fuerte. No salíamos de los 10° bajo cero permanentemente cuando empezaba a escarchar y era todos los días. Ya te digo las primeras nevadas eran del 1° al 10 de mayo. Ahora el clima ha cambiado totalmente. EN LOS COMERCIOS Antes todo lo que se comía era natural, había que hacerlo, había que elaborarlo, no ibas al mercado a comprar la comida hecha, ni los fiambres ni nada. Tampoco tenías medios para guardar mucha comida, no existían los freezer, estaban los sótanos. O tenías sótano o hacías una cueva por ahí para guardar las papas y zanahorias y todas esas verduras que por ahí pudieras guardar en invierno para que no se congelen. Frutas frescas no había. Veías un frutero una vez a las quinientas que venía algún camión y trajera. Yo me acuerdo que mi abuela compraba los cajones de uvas ¿Quién los traía? no sé. Traía de comodoro por ahí, o quizás de las Heras... como venia el tren a las Heras. Después el tomate, no existía el tomate en lata, era el Pomidor, me acuerdo la tableta seca 119 ¿Viste como esos chicles en tableta? Bueno esto era el Pomidor tomate seco, en pasta. Le ponías unos trocitos al agua caliente se disolvía y era salsa de tomate. A veces solía escasear la yerba y el azúcar, harina. O no se medían bien, o había más consumo, no sé, pero de repente escaseaba. El aceite venía en latas de 20 litros. Ya tenías todo calculado el gasto del año. Después la mayoría de la gente tenía un chancho a engorde para en invierno carnearlo, ya se traía un novillo una yegua, lo que sea mezclaban ahí, para pasar el invierno. En charqui, chorizos, panceta, jamones, todo se elaboraba, elaboración propia. Teníamos los tambos, estaba Cabezas con sus tambos. Y el que más que menos que tuviera un patio más o menos grande tenía su vaquita lechera también... Santana tenía vaca lechera en el Hotel... la gente del Hotel tomaba la leche fresca. EN LOS BAILES FIESTAS Yo cuando venia al pueblo a bailar ya era más o menos el 55. Veníamos con carros de caballos cuando estaban las fiestas del 25 de Mayo, 9 de Julio que habían carreras y a las fiestas y se hacía fiesta y había baile y la
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gente se divertía toda. Carnavales bueno... carnaval era el mes completo, toda la semana estábamos viniendo. Y eran bailes desde el viernes hasta el lunes en la madrugada estábamos. Veníamos al pueblo a divertirnos, (risas) para bailar. Nosotros nos quedábamos, en ese tiempo, ya en mi época digamos de mi juventud, estaba el Hotel de Santana, “Chile y Argentina” era antes. Ahí paraba la mayoría gente del campo, habían corrales, donde se dejaban los caballos… se les daba forraje tenían todo ahí para los animales. Los palenques al frente, las veredas llenas de palenques donde se ataban todos los caballos, toda la gente andaba de a caballos. Autos, el único auto más que conocido era el de Larrañaga. Un coche era un lujo, aparte acá en pueblo lleno de canales no podían andar, eran coches largos (risas), quedaban colgados. Bailábamos en el Salón de Santana, estaba el Juventud Unida, el cuatro que le decíamos, el 4 de Junio, que es donde está ahora el galpón de Hamer ese también era salón de baile y acá en este bar (Hotel Argentino), en este salón también se hacían. Te digo que todos completos, todos llenos, todos se divertían, todos bailaban. En todos lados había baile. Y éramos una cuadrilla, recorríamos todos los salones, andábamos en todos los salones, un rato en cada salón. Había salones también en “La Anónima” y en lo de Casarini, pero eso era otro tipo de salón, otro tipo de bailes. Claro eso era un… no sé cómo le llamarían en esos años viste, tenían otro nombre. Mmm… quilombo. Quilombo, ese era el nombre. El “Juventud Unida” ya era para otra categoría ahí, no iba la gente que venía del campo. Pero ellos, los del “Juventud Unida” sí venían a los bailes a Santana y eso. No era porque hubiera diferencias, no había grandes diferencias, éramos una comunidad totalmente integrada. Se bailaba con una vitrola, con la manija, la vitrola con discos. Y sino con orquestas digamos que se hacían así en el pueblo. Por ahí se cortaba la luz, fallaba algo… Me acuerdo el “Nene” Tálamo, ése cuando se cortaba la música por cualquier problema que hubiera, él sacaba la armónica y seguíamos bailando con la armónica. No había problema (risas). Nos iluminábamos con la Petromax...dos por tres estaba la llamarada de la lámpara viste pero se seguía bailando. Siempre estaba el control de la policía, el que estuviera molestando lo sacaban para afuera y listo. O se armaba grande o no se armaba nada. Por ahí si se armaban unas grandes peleas, volaban sillas de todo. Te digo, yo cuando veía que el ambiente estaba medio fulero, me iba. Y menores de edad, criaturas, chiquitos chicos, como andan ahora metidos en todos lados, no. Eso no. Y si tenían chicos, acá había una pieza donde se quedaban todos los chiquitos, habían camas donde se amontonaban (risas). Ahí se
Año 1959: Margarita y “Tino” Dádin en su campo , Estancia “La María”.
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Año 1980: Victor Oyarzún, Lucio Cárcamo, Faustino Dadin y Mario Hita. En el bar del hotel “Santa Cruz”.
iban quedando los bebés durmiendo. A cada rato las madres vigilando a sus hijos por supuesto. Carnaval era bailar en la noche y jugar en el día y en las calles, en todos lados era una diversión. Porque todos tirábamos agua, todos nos mojábamos. Aparte antes teníamos una manera más sana de divertirnos, era otra forma de diversión, era divertirnos sanamente... hoy ya no hay esa diversión. Antes los bailes eran a todas luces, a toda luz y era una diversión, un lujo ver a una pareja que supiera bailar y hacerle rueda, porque bailaban lindo, bailaban bien. Antes eran bailes de la noche y bailes en el día también, estaban los bailes de los chicos para la tarde. Para carnavales tenían sus bailes los chicos también para divertirse. Que nosotros nos íbamos a meter al baile y nos sacaban, los chicos nos corrían a nosotros, como en los bailes de los grandes no se permitían a los chicos así que a nosotros nos corrían de los bailes de ellos. Era otra manera de divertirse, otra forma de comunicarse que se yo. Hoy eso no existe, es todo oscuro, a media luz ¿Qué ves a media luz? ¿Cuál es la diversión? ¿Donde está la diversión? No existe.
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EN EL HOTEL “SANTA CRUZ” Nosotros empezamos en el 71 con este Hotel. Lo compramos, se lo compramos al finado si yo me pongo hablar, tengo que hablar de puros finados (risas) a Chabeldin. Chabeldin era el dueño de esto, del local. Pero la existencia todo lo que ves adentro era de Patico, otro finado mas. Patico finado, Salomón , todos finados. Patico Riquelme, Francisco Riquelme era el nombre. Compramos el local y para que ellos nos entreguen el local teníamos que comprarle la existencia, asi que tuvimos que comprar la existencia, sino no, no se retiraban. Teníamos que comprarlo con todo, con personal y todo. En esos años se trabajaba muchísimo, antes era más que nada la comparsa de esquila y la gente de campo la que mas paraba. Algunos peones de campo pasaban el invierno acá. Comida, le dábamos todo. Después empezaron las empresas. Empezó la empresa “Alfini”, que empezaron con los, estos barrios de acá, los primeros barrios. Después hemos tenido las empresas de “Torraca”... Se venían quedando acá y se trabajaba bien en esa época. Había movimiento de gente, ahora es medio relativo el asunto. A principio de los 90, ahí empezó a fallar, a mermar a mermar, ya cada vez menos. Bueno esto empezó a mermar ya hace varios años, con los cambios de moneda, la última vez que cambio la moneda ya ahí se fue a pique todo. EN EL CAMBIO DE TIEMPOS
Antes estábamos con las puertas abiertas, no se echaban llaves a las puertas, nadie echaba llave a las puertas. Las casas estaban abiertas siempre nos encontrábamos con algún personaje. Por ahí andábamos en el campo trabajando, haciendo cosas de repente llegábamos y encontrábamos a alguien en casa pero no era gente mala. No había maldad, no. Era gente que si pasaba era porque necesitaba. El revólver nunca se le cayó a nadie, antes siempre usaban el revólver y el cuchillo, era muy común, la gente de campo que lo use. Lo usaban sin que vos te des cuenta, no lo andaban trayendo a la vista ni matoneando. Era un elemento más de trabajo por si se encontraba con un león con un zorro que se yo. En el pueblo también lo usaban. Pero, por ejemplo, llegaban al pueblo y el cuchillo y el revólver lo sacaban, lo guardaban, se lo daban al dueño del local que lo guarden, para evitar problemas. No andaban como ahora que les parece porque tienen un cuchillo, un revólver lo tienen que mostrar, no. No porque a causa de ello pasa muchas veces no todos resisten de que se ofendan así o le estén insultando porque tienen un cuchillo o están armados. Aunque sí había matreros. Y bueno si prácticamente acá, vamos a decir, no lo vamos a negar, que estas zonas se formaron de gente matrera, que eran evadidos de la justicia. Como fuere muchos eran matreros, tenían sus historias. En esa época venia mucha gente de Chile, de a pie, venían familias completas de a pie, cualquier cantidad de gente. Dos por tres se nos aparecían, y aparecía gente extraña, bastante rara y después aparecían los Carabineros preguntando si había pasado una persona “así, asá”, que se escapaban de la cárcel. Te daban los datos, las señas, más o menos particulares de la persona porque no existía la foto. Una vez me acuerdo, que venía uno inclusive con la ropa de presidario, traía el traje de presidario. No rayado, no era rayado, era un color gris, gris acerado, una tela de algodón gruesa. Encima se notaba.... los bigotes todos afeitados, la cabeza afeitada todo pelado y tenía una cicatriz fresca, no levantaba la mirada del suelo. Estábamos yo y mi abuela solas, y se nos presentó de golpe en la casa, en la tarde. Así que mi abuela cuando lo vio así que le desconfió, lo primero que le preparó bastante… una buena taza de café con leche, un jarro, no una taza, era un jarro. Bastante pan y queso cosa que comiera y se fuera. Porque en esos años a la gente que venía, siempre se le brindaba comida, si había comido, se la preguntaba si quería comer. Así que cuando salió lo seguimos, entre los montes lo íbamos siguiendo a ver si se iba. Se fue para las minas de Chile, a trabajar a las minas y después aparecieron preguntando por él.
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EN UN NUEVO PUEBLO Que se yo antes éramos más patriotas quizás un poquito más, no sé, pienso que éramos más patriotas, teníamos más esperanzas, teníamos, mas ilusiones cosas que últimamente nos pisotearon, nos quitaron hasta las creencias. Hasta las ganas de bailar, si. Porque imagínate ahora estamos en pleno carnaval y no hemos escuchado ni decir vamos a hacer una reunión aunque sea hacer un corso en la calle, antes los carnavales eran en las calles en todos lados. Había diversión sana y amistad. Vos tenías un amigo y era un amigo, una amiga, hoy no, no existen esas cosas hay otro interés, otra forma de diversión que le llaman diversión, que yo no le llamo diversión. Inclusive si teníamos un amigo que por ahí se pasaba en las copas bueno después entre todos los otros amigos le dábamos una lavada de bocha, porque no podía ser, no podía dejarnos mal al resto. Nos ayudábamos unos con otros, era una forma de ayudarse a no caer, a no tropezar. Hoy no, hoy le ponemos el pie para que se caiga...Lo pisan, para ascender un poco, para ser más alto. Nadie quiere trabajar empezando por ahí...“Porque yo no te voy a servir a vos, porque te tengo que servir a vos si yo no soy tu sirviente” y así. Y antes no había eso, no existía ese egoísmo. Aparte la gente era voluntaria, hoy no hay voluntad, vos ves que en el día los chicos están sentados, a lo mejor mirando televisión y están todo el día sentados y llega la tarde, la noche y empiezan a movilizarse y a salir, empiezan a crear ganas de salir de andar de noche. Esto ya viene de varios años atrás de cambios, de querer cambiar, de querer parecernos a otros países subdesarrollados. Me gustaría ayudar a la juventud, de que la juventud “viera” y que todos colaboráramos un poquito en ayudar a esos chicos que por ahí se están descarriando, que los vemos y miramos para otro lado, que los padres no seamos tan ciegos. Y señalar y marcar aquella persona que se dedica a ponerlos en malos lugares. A pesar de todo, la verdad que me quedo con el Perito de ahora. Siempre me gustó mi pueblo, antes cuando era ranchito de adobe, lleno de montes... y como lo es ahora, mas todavia me gusta, porque va cambiando relativamente, el cambio se va notando. Aparte que es un pueblo que no tiene ningun otro tipo de produccion mas que el campo, y el campo esta fundido, hoy es un pueblo estatal. Hoy tenemos un pueblo estatal, y antes no. Necesitamos fuentes de trabajo que no sean estatales, no se puede agrandar un pueblo sin trabajo. Porque un pueblo sin trabajo ¿De qué vive? No les queda otra que robarse unos a otros...
Carrera de caballos en Perito Moreno.
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CAPÍTULO 13
OLEGARIO MENA
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EN RÍO SENGUER Mi nombre es Olegario Mena Barrera por madre, nací en el Paraje Talagapa, en Río Negro el año 1907. Es un paraje en Neuquén, yo no conozco pero por datos de otras personas me dicen que es Neuquén el paraje ese Talagapa. Yo me crié huérfano, porque mis padres tenían muchos chicos y se venían pa’ ca’, pal sur y no me traen a mi porque yo era tullido de las piernas. Entonces me dejaron en poder de una comadre, o sea yo me crie en poder de una comadre y del viejito Herrera, Elida Rubilar se llamaba la viejita, la señora de Herrera. Ellos salieron en febrero o marzo de allá, los viejos salieron en 1900 y llegaron en abril, según los viejos me contaban a mí, que en abril llegaron al alto Rio Senguer. Ellos traían ovejas, vacas, carros de bueyes y hacían campamento donde querían. Traían como 15.000 animales y los carros de bueyes y como 200 vacas, como 800 yeguas, un arreo grande. El viejo era rico porque había sido expedicionario del desierto del tiempo de San Martin. Como ahí no había escuela, no me mandaron a la escuela los viejos. En esos años había que mandarlos a Buenos Aires a estudiar, entonces como nosotros éramos dos hermanos, no hermanos, hermanos de crianza. Se llamaba Raimundo Beliglio y a él lo llevaron dos años a Buenos Aires a estudiar y después al poco tiempo cuando vino lo mataron porque era bastante…. de a caballo. Fue a entregar una tropilla de potro a una estancia y cuando venía de vuelta paso donde había unas muchachas que estaban de baile y ahí se quedo en la noche y en la madrugada le pegaron un tiro, tendría 21-22 años, joven, éramos muchachos jóvenes. Mi juventud la pasé en Alto Rio Senguer y el Coite, trabajando en el campo, cuidando las ovejas de repuntes porque no había alambrados, la hacienda ya estaba acostumbrada, llegando la tarde ella sola buscaba los rodeos. Cerquita de la casa hacían rodeo nomas, porque en esos años habían muchos leones, tigres
Don Olegario y su hija Julia en el Festejo de su cumpleaños N° 100.
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Desfile día del pueblo: En centro atrás Olegario Mena. A los lados Carlos Cárcamo y Juan Riquelme
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todo eso había en Alto Rio Senguer, el Río Fontana que le dicen, la cordillera. Cinco años estuvo ahí el viejo y ahí compro, en el coite, y se hizo casa el viejo. Había que ir con los carros de bueyes a Rawson a vender la lana y traer los víveres para el año. Meses demorábamos pa’ llegar allá, porque no había agua y poco pasto, puro guadal, partes que de 5-6 ,leguas de 20 leguas que no hay agua. Y ahí venían compradores del norte no se de que parte venían y llevaban 200, 300 vacunos o 600 ovejas. De arreo se los llevaban, como hasta hace pocos años al Ingeniero Jacovacci. En esos tiempos había policía que era muy buena, la más mala que hubo fue la fronteriza. La fronteriza es igual que el regimiento de la Gendarmería, que salían las comisiones para agarrar gente que andaba disparando y otros que andaban sin papel, que no sabían de donde eran nacidos y si contestaban mal los llevaban. Y un día andaba en los cañadones así cuando subía al cañadón pa’ pasar para el otro lado veo una multitud de gente como 50 o 100 personas, yo quise disparar, entonces me rodearon ellos, se abrieron unos pa´ un lado y otros pa´ otro lado cuando me rodearon. Entonces me saludo un teniente y me dijo: -”¿Quién sos vos?”- fulano de tal - “¿Y adonde vivís?” - en tal parte - “¡ Y nos llevás ?- Si, como no señor - Así que los llevé, y cuando llegó se abrazaron con el viejo, que le pasó el galpón para hacer el sepolazo. Sepolazo es cuando lo estaquean a uno de los pie, le ponen una estaca al lado y le ponen las cadenas y los grifos en los pies uno pa’ cada lado, asique nosotros sabíamos ir a ver a los presos que tenían ahí en el galpón y yo un día le pregunte al sargento pa´ que los ponen a esos hombres así y me dice: - Eso los ponemos a los malos y si vos te portas mal igual te vamos a poner también eso - ¡Yo salí disparado pa´ la casa de los viejos! Yo tenía 16 años y ahí fui al servicio militar en el servicio militar estuve tres meses y me enfermé de la fiebre amarilla y entonces el viejo, el viejo que me crió a mí, Herrera fue allá y pago 50 pesos y me trajo de vuelta, en esos años se pagaba 50 pesos y sacaban de soldado. Nosotros vivíamos cerquita de los toldos habían tolderías en esos años no hacían casas hacían toldos nomas de neneo y cuero de vaca, cuero de guanaco, esos eran los techos y las paredes igual estaqueadas. Los indios se hicieron amigos con los viejos, entonces todos éramos uno nomás, a mi me trataban como hijo, como paisano. Ellos tenían poca hacienda, tenían poquitas ovejas, yeguas si, yeguas tenían muchas y vacas no se precisaba tener porque había mucha hacienda baguala. Lo mas que se comía en esos años era la carne de guanaco, carne de yegua, avestruces, peludo,
Esquiladores en zona Río Mayo.
piche. Nosotros cazábamos porque son sabrosos los piches y los peludos igual, venados había mucho también huemules y el león también es bueno para comer yo también. Cuando ya me fui haciendo hombre empecé a usar arma pero nunca fui desordenado para usar armas. En el pueblo también solía andar pero como no tomaba mucho nadie me provocaba y yo no provocaba a nadie, con todos era amigo, como parientes. El año 26 murió el viejito Herrera entonces entré de encargado de mensual de la viejita, yo estuve en el Coite hasta el 56 porque cuando, estuve un año trabajando mensual y después de encargado. en esos años entraron a venir esos vehículos y a llegar los camiones unos norteamericanos a Alto Rio Senguer y esos fueron los que echaron a perder los trabajos de carro de caballo y vagones. Y después vinieron las maquinas de esquila esas vinieron creo que el 29 o el 30, 1.930. Dejé de trabajar allá porque la hija de ellos se casó con un estanciero y siempre andaban jodiendo con el marido de ella que le dejara su parte y por ahí anduvimos medios disgustándonos, entonces yo fui y le dije a la vieja: -”Mire mamá yo ahora me voy a retirar y ponga a quien quiera usted” –. Mama tenía 94 años, cuando falleció, falleció de 105. Yo saqué mi parte de ovejas, vacas, yegua de todo saqué, vendí una parte y cuando me vine acá el 56 deje 800 ovejas mías en poder de mi cuñado sin ningún papel, como, a lo gaucho. Y pasó dos años que no fui pa´ allá y
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cuando fui me las negó y nos anduvimos disgustando y me llevo Gendarmería al cuartel y ahí me estuvo aconsejando un comandante, porque yo, a mi modo de ver, era para matarlo, pelearlo. Mire que 800 ovejas y 46 yegüerizos me los negó.
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EN PERITO MORENO En el 56 me vine a conocer a mi mamá, Faustina Barrera que trabajaba en el hospital de enfermera y me gustó el pueblito acá porque en esos años habrían unas ochenta casas, bolichitos chicos y la mayoría eran chilenos, porque decían que este paraje era chileno también. Había mucho chileno, casi todos pobladores chilenos y se preocupaban poco, los únicos habitantes más viejos fueron los Tejedores, los Mattar y los García, esas eran las casas de argentinos que habían. Gringos eran, pero eran argentinos. Estaba un hermano mío por parte de madre, un tal Barrera, el loco le dicen, era milico, pero no sirvió pa´ milico, le sacaron la ropa (risas). Compré la existencia de un bar y alquilé la casa, ahí en la esquina del barrio de Gendarmería y de la cancha de fúbol, al salto de calle, se llamaba Churrasquería “Gómez”. Ahí empecé a trabajar y por unas alcahueterías disgustamos con el comisario, un tal Cabral, y decían que en la casa jugábamos por plata y en la noche se apareció, estábamos jugando por una cazuela pa´ un domingo y como el bar tenia pasadizo le digo -” Pa´ adonde va usted” - dice – “Soy el Comisario” – “Usted es Comisario en su Comisaría y yo soy el “Comisario” acá- así que se fue y me citó pa´ el otro día . En ese tiempo por la comisaría ahí donde la Mara. ¿Cómo se llama? Está al frente de lo de Andrade allá arriba, donde las Orellanas, ahí era la comisaría. Fui y me dijo – “Yo no te voy a cerrar pero me vas a tener que pagar 500 pesos todos los meses “– “¿ Darle 500 pesos a Usted? ¿No tiene sueldo? Yo no le doy nada” – Y me cerró nomás. Yo estaba con arma en la oficina, yo había ido dispuesto, a que se diera vuelta, yo andaba bastante indignado esos días. Así que hizo pagar todo lo que me debían los milicos. Me dieron la plata y se las dí a unos presos que habían ahí: -”Esto es para ustedes pa´ que coman, compren ustedes lo que quiera comprar”-, delante del Comisario. Después fui a lo de… una casa ahí del turco Amado al lado, ahí estuve alquilando y éramos conocidos con el Juez de Paz, un tal Morales al que le compré una chacrita, la compre por 200 pesos y en ese tiempo eran como 10.000 de ahora. Acá cosechaba avena, alfalfa, trigo, papa, alcanzaba para vivir de la chacra.
EN EL PLUMA Después dentré a trabajar por día con el coronel Rabe que le decían, de Buenos Aires era teniente, tenía el campo ahí en El Pluma y a las dos horas que estábamos allá me puso de encargado de la gente y echo a los otros, unos chilotes tenia ahí, los trato fierísimo y les preguntó quién le ha dado pasto a los caballo al lado de la puerta del chalet - “Vos chilote de mierda te mandas a mudar hoy mismo de acá porque no servís ni pa´ mierda” - le dijo así. Y bueno duré siete años y ocho meses hasta que él murió y después el hijo que hasta yo le había enseñado a andar en caballo, un día me retó, porque yo había llevado la gente pa´ pelar ojo y no les quiso pagar por 100 pesos y me dice - “Váyase a la puta que lo parió usted con todos los sinvergüenza de mierda que ha traído” - y esto y lo otro, bueno agarre y me … y se fue pa´ dentro cerró la puerta y se fue pa´ dentro yo dije va a ir a buscar el revólver... lo voy a esperar y listo, esperé como media hora ahí afuera, no volvió, así que me fui. Me pagó como…. Me pagó la mitad porque lo demás me embrolló con el juez que había, la mitad me pagó del trabajo pero no me les he callado tampoco a los patrones, si, porque eso nos enseñó el General Perón cuando anduvo, saber cobrar el trabajo de uno. De Evita me acuerdo le mandó pero una cantidad de ropa a los chicos míos y víveres y regalos de toda clase. Siempre, de que conocí al General Perón, fui peronista, porque él nos enseño a cobrar los trabajos, trabajábamos de las seis de la mañana hasta las doce de la noche por 10 pesos. Y desde que vino el General Perón terminó todo eso tanto los estancieros como las estancias grandes a todos los achicó, el decretó las ocho horas, ocho horas de trabajo y nada más. Se cumplía eso, se cumplía en esos años, mientras estuvo Perón, se cumplía porque él andaba, él no mandaba a la estancia, él iba personalmente, tanto a las estancias como a los pobladores de a caballo en ese tiempo.
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CAPÍTULO 14 “tITO” GAYET
EN PERITO Yo nací en el año 24, en 1.924 en San Julián, un 4 de enero. Llegamos a Perito a fines del 28, principio del 29 más o menos. Esto acá no era nada, eran pocas casas, una sola calle, la San Martín, pero no completa porque estaba hasta ahí, donde está la Iglesia y de ahí para allá, la ruta. Monte, monte todo... calafate. Nosotros nos vinimos como en el 33. Este fue un matorral y ahí hicieron campamento y cortaron adobe, hicieron un pozo y cortaron adobe y vinimos acá, donde estaba mi mamá. Ahí nos dieron un solar, hicieron una piecita y ahí estábamos, 132 Pocas casas había y comercios estaba la de Mattar, la de Chabeldín, García. Esteban Prieto tenía el Hotel “Fénix”, enfrente donde está “La Mercantil” ahora. Y al fondo Pessolano y Segovia y la Comisión de Fomento, que habían varias piezas y en una de esas piezas estaba la Comisión de Fomento. Por allá vivía un solo hombre que era Luis García, que está enfrente de Gendarmería. En ese tiempo el hombre no vendería leche, vendía pasto más bien porque tenía chacra. Vendía leche el hijo el nieto y esas cosas. Estaba Jesús García, Antonio García, Alonso García y Fidel García, cuatro hermanos. Jesús García hizo esa casa allá, el mayor... parece que fuera el mayor. Donde está la Iglesia, bueno ahí estaba la madre de Esteban Sandoval, que andaba tirado, andaba de inútil, un borrachín, yo lo conocí. La madre era la dueña y vendió, le vendió a Carlos Pino eso. Carlos Pino estaba allá en la estancia del “Rodeo 13” esa era la estancia de Carlos Pino y le compró ese terreno. Después se hizo la Iglesia...cerraron todo y se hizo la Iglesia pero ahora último, después del 40 digamos. Ahí donde Pessolano hacían los bailes donde está el cine, pero ya fue más después, más adelante, yo te estoy hablando del 30, habrían 300 personas… Yo te estoy hablando del 30 y algo pa´ adelante nomás, murió tanta
Año 2005: “Tito” Gayet con sus bisnietos Aníbal y Analía Olivares.
gente... Pessolano como yo decía eran tres, Orlando, Aurelio y Ricardo Pessolano. Aurelio el que estaba en la escuela. Tenían unos camiones, tenían una casa de negocio, Pessolano, tenía una casa igual que Mattar. También se hacían bailes en esa casa vieja que está enfrente de la panadería de los Tejedor, frente al Banco (Se refiere al actual salón Iturrióz). Tocaban unos guitarreros, así nomás de aficionados todos. Uno tocaba la guitarra, el otro el acordeón pero, bastante bien todo... de moderno no había nada. De acá del pueblo puedo contar de algunos de los viejos que ya no existe ninguno. Hay que recorrer la memoria un poco. Estaban los Charampas, Los Lombart… Los Nauche que tenían panadería, en el año 29...el viejo. Era panadería “La Esperanza” y daban de comer ahí. Me acuerdo bien en el año 29, yo iba a buscar pan, a 25 centavos el pan. Sí, $ 0,25 centavos hasta ahora último, hasta el 40 era barato todo todavía. Y del 40 pa´ arriba, se fue todo pa´ arriba, pero hasta el 40 no. En el 45 yo hice el servicio militar, en el 45, y me acuerdo bien que iba a comprar el kg de carne y lo tenían a $0.25 la carne… a $0.25 centavos lo tenían. Las Lombart estaban allá en la punta de la plaza, por allá arriba estaban, varias hermanas. Iban a la escuela, de eso me acuerdo bien. Varias her-
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manas eran... 2 varones parece y como 8 mujeres. La “Pollo” era la menor. Cisterna se llamaba el chileno ese... qué es hojalatero, cuestión de chapas y eso. Te arreglaba portones viejos, estufas de chapa, a esas cosas se dedicaba. Era borrachín era.
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EN LA ESCUELA A esa Escuela fui yo, primaria. Pero no era escuela, no era nada, era una pieza sola nomás, al fondo había una cocinita y nada más, donde está la casita rosada, una sola aula nada más. Pero si éramos 10 o 12, para qué quería más grande, sobraba todavía. Fui con las hermanas de...que yo me acuerde bien, eran las hermanas de Daniel Fernández. Y una entenada de Jesús García, “Pepita” le decíamos, tenía un apellido vasco ¡Ay no me voy a acordar…no! No me acuerdo quien otros más habían. Yo fui como 4 años, 5 años, como 5 años y alcancé a llegar hasta 4º nomás y no había más tampoco. Un poco aprendí a leer y a escribir, no le digo bien, pero sí, las cuatro operaciones bien. Eso sí, más que nada. Pero habían muchos acá en la costa del Fénix para arriba que ni vinieron a la escuela y si vinieron, un año no vinieron más. Paisanitos mas ariscos que la mierda. Para arriba habían muchas familias, familias grandes eran pero que venían acá y ¿ A dónde dejaban los chicos? ¿Dónde los ponían para que se quedaran acá para mandarlos a la escuela? ¡Tenían que pagar! ¿Y cuánto pagaban? No podían pagar, tenían que hacer una casa, por lo menos hacer un algo para vivir ellos también. Estaba Mariqueo, Pinchulef , Maldonado, Milco y no me acuerdo que otro puede ser acá en Perito…Epul, acá está el canal, Epul. ENTRE EL CAMPO Y EL PUEBLO Había mucho catamarqueño por esos años, en la estancia Mc Pherson eran todos catamarqueños. Mc Pherson era un inglés, que era un poblador de ovejas, estancia de muchos animales. Lo que se precisaba, un capón, se iba el día sábado adonde Mc Pherson y tenía un capón. Quería media res y tenía media res. Carneaba 3 o 4 capones 5 o 6 res, le vendía a la gente. Mc Pherson, entonces manejaba todo, claro yo creo que Mc Pherson nunca molestó a nadie. Pasaba la tropa por el medio del pueblo sí, pero si no habían casas casi, vehículos no había, ni perros, ni nada y el andaba en lo oscuro el gringo, trote y trote, pero era buenísimo ¿Quién iba a molestar a Mc Pherson? Por medio del pueblo pasaba, sí señor, la hacienda la tenía allá, como 4000 animales, donde esta Filín. Ni alquilaba, ni nada, metía la hacienda
Año 2014: Reconocimiento a “Tito” Gayet por antiguo poblador. Claudio Gayet, Federico Gayet, Juana Cárdenas.
porque estaba libre el campo. Cualquier cantidad de peones, tenía tropas de mula, carros de mula, cortaban leña y esas cosas. Igual que Magani, era el abuelo de Luti Pérez. Tenían la tropa de mula, tenía, sabía andar él con la tropa también, él manejaba los carros. Magani, este otro Federico Zizac que está allá por la Estancia “El Verdugo”, tenía, en vez de un carro, tenía 8 o 10 carros de mula. Pessolano tenía unos camiones, con cubiertas macizas, sin cámaras. Cuando nos encajábamos no sacabas más un camión de esos, ni aunque te cagués... si para ir a Las Heras nomás precisaban un mes ir y volver por el camino de huella. EN EL TRABAJO DE CAMPO Toda mi vida trabajé en el campo. Yo tendría 12 años por ahí, 12, 13 años cuando ya salía a trabajar por día, ya a los 16 años entre ahí con Rocha de ayudante de campo, ganaba mínimo, el sueldo que le pagaban al puestero $50.00, pero era plata. Dos ovillos. Donde María Flores estuve mensual después me fui encargado del campo , estuve 24 añitos...una vida, me jubilé ahí, a los 60 años, porque uno no se jubila a los 60 años sabe, a los 64, 65, claro. Después seguí trabajando, hasta los 70 años, 68,
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70 años así mensual, sacando leña, cualquier cosa de esa, vendiendo camionadas de leña, o trabajando mensual. Yo fui, pero de acompañante, la tropa cuando cruzó por lo de Filín, yo fui hasta la mitad del campo en la barranca. Fui limpiando...eso es ir delante, hay que hacer a un lado los animales porque si no los van a llevar a todos. Es lindo es. Era. Ahora no. Ahora no se hizo más eso. Antes el aguatero era Galbarino, había un chileno que le decían Galbarino Barrientos que tenía un ranchito y tenía un carrito de 4 ruedas, de 2 ruedas y él iba campeando los campamentos. Decía bueno vamos a hacer una tirada, a las 12 vamos a llegar a la punta de la cancha de aviación. De acá a ahí sería una legua y media. De ahí a la tarde otra legua y media más. Más o menos. 3 leguas por día más o menos entonces el ataba su carrito después de comer se iba y encantado hacía la noche allá. Después no tenía más que arrear, hacia puchero, no hacía nada más.
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Una vuelta venía arrastrando un león y de repente se me larga, se larga abajo…había un pozo de nieve y se larga el león. Así... abajo. Y yo me quedé arriba mirando, veía el rastro. Le chumbeaban los perros pero no se animaban a bajar, no se animaban a tirarse abajo tampoco. Por ahí agarré un perro y lo tiré abajo, agarré otro perro y lo tiré abajo y yo miraba el rastro ahí y el perro buscaba pa´ acá , después me hacia pa´ este lado ¡Que perro de mierda! Si el rastro está ahí, cómo busca pa´llá el perro, mira pa´cá. Asique agarré y salté abajo... menos mal que no había ningún pozo. Era nieve nomás amontonada. claro si el león estaba allá no tan lejos, por eso los perros lo miraban y por eso no iban pa´llá ¡ Que van a venir si los veía la leona! Antes no había trabajo más que las ovejas y el trabajo por día en el campo ¿Quién edificaba? Nadie. El que hacía un rancho lo hacía pobremente, uno no más, chueco, torcido con clavos y le afirmaba un poste para que no se caiga y listo, al costado de la ruta. A otro lado… no se podía ir, no tendrían medio pa´ irse- La gente vivía del trabajo por día, porque había mucha hacienda, sí, el trabajo por día, que ganabas $1.50 por día por ejemplo, tenía un mes de trabajo y uno hacía la cuenta ya tenía una cantidad de plata… ! Las cosas eran baratas¡ ¿Ahora qué hace con esa plata? Ahora hay trabajo, pero la gente anda mañera para trabajar, eso lo que pasa, no quiere trabajar . Pero el trabajo en el campo siempre fue mal pagado, la verdad de la cosa es esa, siempre todo problema… pero más sacrificado es el tropero, arriar, es mas sacrificado que trabajar mensual, porque usted trabaja mensual y
10 o 12 horas duerme tranquilo, se va, se acuesta a dormir, si tiene guitarra, guitarrea y se divierte solo, aunque sea ahí, pero el arriar no. Sacó las ovejas y tiene que andar detrás de ellas hasta que las entregó pero no se puede acostar a dormir y a la noche...sino quién cuida a las ovejas...usted no duerme tranquilo y en el día …marchar…no se descansa. EN LOS ARREOS Yo lo hice. Bastante lejos de acá, queda en Chile allá, ir a Coyhaique, pasar por acá para ir a Coyhaique, de Chile a Chile , sale del valle de Chile, pega la vuelta acá y entra a Chile de vuelta , 60 días che , usted las ve hasta en la sopa a las ovejas…nadando entre ovejas…tampoco puede dejar un hombre solo con 3.000 animales , tiene que acompañar hasta que encuentre una persona más para poner en ese lugar. Más sacrificado, llueve, truene, nieve, lo que haga tiene que andar a la siga de ellos, hay veces que está nevando y bueno… paciencia, es jodido, ¡Era! Ahora no porque, quién, ¿Quién arrea ahora? Nadie. Ahora eso es un trabajo de joda, de unos 3 días. Lleno de corrales de aquí hasta que llegue allá, tienen corrales por todos lados, ahora. Ahora tienen hasta gas arriba de la meseta, antes no, había que andar buscando para hacer un asado un leño de piedra, ese mogote, como un mogote pero con menor estatura, como una hebra que cuando está seco arde que da gusto. Una vez que arde un tronco de esos de madera, este agarra y meten un tronco de esos y al otro día amanece enterita la brasa , enterita, enterita hace brasa y calienta y hacen asado y no para una persona sino para 10, 15 hicieron. Sabíamos haber 20, 30 arriba de la meseta cuando se juntaban la hacienda, eh, mucha gente. Ohhhh! Tras que estaba Pérez y Sandín juntos, Yerio y no me acuerdo quién era el otro, juntos los dos, Pepe, Pérez. Pero eso se terminó ahora todos tienen cerrado, todo dividido. Antes era una sola la meseta.
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CAPÍTULO 15
GILBERTO AGUILAR
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EN LA ESCUELA Nací el 20 de Agosto de 1931 en Puerto Palavicini, pero después me asentaron acá en Perito, cuando era un Paraje. Mi viejo siempre trabajó en arreos, mientras yo estaba con mi madre… en realidad no me crié con ella. Estuve con mi madre solo un año y algo y mi viejo se separó de mi madre y me llevó para Chile, para Ibañez. Él ahí era secretario de las maestras (risas), para los mandados. A mis nueve años me vine al colegio acá.. Mi viejo pagaba $25 por mes para que me tuvieran acá en una casa. Pero fui poco al colegio, fui un año. El pueblo era chico, una casa por allá… otra por acá… era chico.La parte del centro, la casa donde está García, eso era lo más poblado que había ahí, “La Mercantil”. Casi todos los que estábamos en el colegio éramos del campo. Íbamos a la escuela con los Coya, los Pérez, los Cabo. Todos esos fuimos juntos para el Colegio. Jugábamos juntos: Uno hacía de galgo, el otro hacía de avestruz, y corríamos hasta hacernos miercole la ropa. Una vuelta estuve como una hora, me tuvieron con unas boleadoras, un rebenque, me tuvieron con las manos para arriba de castigo. Porque resulta que yo era el galgo y los otros avestruces… agarre uno del guardapolvo y se le volaron todos los botones y se rajó y a la miercole… me llevó un maestro, un tal Ramos, mas malo que la miercole era el viejo. Yo estaba con el “Turco” Amado… ¡Esos turcos se peleaban tanto ! Se peleaban en la mesa, había una mesa grande y ahí se agarraban, se tiraban con lo que tenían. Eso que la madre de Segundo les “daba” que le hacía retumbar el espinazo, con un palo. Estaba el Sito, el Tolo, el Chichin, el Coco, la Moroca, la Juana, el Pacha, el Chata, un montón de turcos. Yo con el finado Coco Amado éramos muy camaradas Asique un día agarré y digo, me voy para el campo. Y me fui ahí al campo del
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Año 1998: Gilberto Aguilar con su esposa Emilia y sus nietos Nayla y Facundo. Chacra “El Molle”
tío Ernesto, allá en la Estancia “El Extraviado”, ahí me fui a refugiar. EN LOS ARREOS Cuando tenía trece años hice mi primer arreo, de Comodoro hasta acá. Demoramos un mes y medio y éramos entre cinco o seis personas, arreábamos mil animales, cuidándolos de día y noche. En el verano, arreamos para el lado de Trelew. Sacábamos los animales por acá, por lo de Segovia, la costa del Pinturas, Las Heras, por la Pellegrini y de ahí se embarcaba en el tren, sabían ir como hasta veintidós vagones de hacienda para Deseado. Se ganaban tres pesos por día, así en el campo, y en los arreos diez. Todo el día, el día y la noche, para mejor las noches largas, y eran bravas esas, acá en la Pampa del Castillo… Acá el matadero estaba el matadero justo donde está el aeropuerto, para el lado de abajo, donde está el alambre, después lo sacaron porque cuando ya venían carreteando los aviones, se levantaban cualquier cantidad de gaviotas, viste. En ese tiempo, carneábamos 400 capones por día, y terminábamos como a las dos de la mañana, y a a la tarde estaba toda la carne en el mercado, en Comodoro. Todos portugueses en esa zona, todos con camiones, cachirulos viejos, iban despacito, en ese tiempo los estancieros vendían, y todos los años cambiaban la camioneta, valía la lana viste. 140
Arreo de ovejas frente al antiguo edificio Escuela N° 12
Después estuve de puestero en la meseta, con Teyo Vargas, en el de campo que tenía Bain, el de “La Bahía”. Vos sabés la cantidad de guanacos que murieron cuando se alambró ahí, cientos de guanacos, había en los rincones las osamentas, los años que no conocían el alambre los pobres bichos! Y el guanaco en el verano subía y en el invierno bajaba campo abajo, ahí en ese campo estábamos nosotros. Después el guanaco se hizo baqueano, los pocos que quedaron ya no los agarran, arriba es muy feo para correr, los chulengos se salvan ahí. EN EL PUEBLO En el 54 entre a YPF, pero viste que los tontos y los piojos no se terminan nunca… ví a uno que iba a caballo, y dije puta mirá este, me voy a ir a la miércoles. Y me fui a vivir a una Estancia a Sierra Cuadrada y de ahí me vine para acá, ya en el año 63 me vine del todo. Pero ya para esa época había chacras grandes, estaba la de Coya, la de Roberts, la Indolisa, Miguel Fernández, y esto para acá eran todas chacritas. Lo que más ganancia daba era el pasto porque verduras se cosechaba poco. Después tuve la suerte de entrar a Servicios Públicos, ahí me hizo entrar Chiripa, eso se lo tengo que agradecer todos los días de mi vida, por esta jubilación que estoy cobrando, porque él me hizo entrar y yo ya tenía como cuarenta años y tenía que tener 35…Estuve 19 años y salí con un sueldo más o menos. Ahí en la bomba no había nada de forestación, poca había, yo hice todos esos cercos que están ahí, los hice todos, los cerquitos de adentro, eso, las plantaciones del baldío, todas las inicié yo. EN LA CHACRA Uno que es medio inquieto, me gusta el laburo, y en el pueblo no me iba a hallar, me voy al campo con alguno pensé, por ahí, aunque sea a cuidar gallinas. Después me puse a ver si me daban un pedazo de tierra, y acá vendía Cascón, me habían dicho, el finado Cascón, había un pedazo de tierra lindo y vine y lo miré, me gustó asique fui a solicitarlo, y me dijo el de Tierras que no, que era de uno de San Julián, y me dieron ese, un solar nomas, yo le digo no, lo estaban midiendo y yo le digo, no lo midas más, déjalo. Yo quería un pedazo de tierra para sembrar y el que me querían dar no servía. Después salió que querían la licitación y me sacó un pliego Rudy, lo llenamos y salimos, lejos, por puntaje, ¡Más contento que la miercole! Acá no había nada, calafate, molle. Vinimos acá con la Emilia y entramos a
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Año apróx 1995: Gilberto Aguilar haciendo asado a orillas del Río Fénix.
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Gilberto Aguilar yendo al campo con “Teyo“ Vargas.
cerrar, tenía la cachirula vieja, y cuando escarchillaba un poco, nos metíamos adentro, nos poníamos a tomar mate, después ya metí una carpa, hasta que cerré todo y a laburar. La verdad que tuve suerte, a lo último, porque me vine a casar ya viejo, como 40 años por ahí tendría, hace más de 25 años que estamos casados, que me está aguantando. Acá es tranquilo, piola... con el pastito ese, viste, me saco un ternero para el invierno y el invierno paso tranquilo. Y en el verano arranca el trabajo, bueno… hasta donde dé el cuerpo, viejo.
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CAPÍTULO 16
DARTAGNAN BUCCI
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VIDA DE CAMPO No me acuerdo en que año llegué a Perito, porque yo era chiquito. Cuando mis padres llegaron, vinieron derecho al campo a trabajar, en la Estancia “La Anita”, que después se llamó “Santa Constancia”, queda en el Lago Buenos Aires, lado norte, frente a Los Antiguos al otro lado. Y ellos no tuvieron casa acá en Perito nunca, yo vine a Perito prácticamente cuando mis hijos ya pudieron ir al colegio. Si veníamos siempre al pueblo, pero en la semana, a veces cada dos semanas, un mes, pero definitivamente vinimos cuando los hijos empezaron a estudiar. En las vacaciones nos volvíamos al campo. Cuando éramos chicos nos quedábamos todo el año en el campo, pasábamos el invierno, a veces en invierno no se podía salir. Un Agosto, me acuerdo, estuvimos un mes sin poder salir, no había caso, ni con camión uno salía y yo tenía camión, pero no. Cuando veníamos parábamos en el Hotel “Fénix”, siempre, en lo de Prieto. Los trabajos en el campo los hacían, además de la familia, diez, doce personas. La gente antes venía a caballo, venían una vez al año o cada seis meses, dos o tres días tardaban. En el pueblo los hoteles tenían todos un corral, no tenían el garaje para ponerlos, tenían el corral para poner al caballo y pasto. La familia venía en carro. Para el campo una vez al año se compraba el alimento, papá iba a Comodoro, todo se compraba en “La Anónima”. Allá comprábamos y después lo traía el fletero, que era Astorgano o a veces Carlos Ramos, él también era el fletero de la estancia. Algunos pobladores compraban en Deseado, porque en ese tiempo se viajaba mucho a Deseado, todo por crédito. Nosotros estudiábamos en el campo, teníamos maestras. También tuvimos un maestro…un animal...nos daba clase y trabajaba en el campo. Buscaba flechas todo el día, tenía una colección de flechas bárbara. En la estancia teníamos un motor de luz, el primer motor que se puso, yo tendría unos 10 años, 11, aún me acuerdo que era un motor naftero chico y
Dartagnan Bucci y su esposa Constancia Pope con sus hijos Dartagnan, Ileana ,Guillermo Phortos, Ciprione Espartaco y Constancia . Estancia “Santa Constancia”.
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era con equipo a batería de 32 voltios, andaba una hora el motor. Cargaba la batería, daba luz toda la noche, tenía luz la casa. También tuvimos equipos de motor grande, motor lister trifásico, ese lo usábamos para trabajar en el garaje, en el taller, para soldar o para las máquinas en la carpintería. Todavía tenemos un motor ahí no sé, de 50 años trabajando, un motor Lister. Son motores de 600, 800 revoluciones, son de bajas revoluciones, no como motores hoy en día que son de alta, son altas revoluciones de 1500, 3000. Antes no se vivía como ahora, que vienen en un ratito al pueblo, antes había huella, recuerdo en invierno para salir del campo, había que cruzar un valle que se llama Pasto Blanco. Papá mandaba dos peones a caballo primero al valle, para cuartear el coche para parar y a la tarde tenían que estar ahí esperando de vuelta para parar, sino se encajaba. Siempre íbamos por Oldich, la Pampa de Oldich ¡Más alta la pampa! Queda saliendo de Las Heras, donde agarra para caleta. Seria derecho para el norte, ahí hay una subida grande, que es la subida de Camerón. En ese tiempo era todo mas sacrificado, porque había que estar en el campo, se hacía todo a caballo, no había tanta maquinaría para trabajar. Si había que hacer un canal, había que hacerlos a pala o muchas veces la esquila se hacía con las tijeras. 146
LA ELECTRÓNICA Las radios eran todas a válvula, lámparas grandes, pilas, las radios de las pilas, algunas se recargaban, eran todas a batería. Cuando tenía 20 años, estudié electrónica a distancia y arreglaba las cosas en el campo, ahí tenía mi taller. Nos mandaban los materiales, las lecciones y tenían que evaluarnos, tenía que mandarlos de vuelta a Buenos Aires, allá me las mandaban corregidas, me mandaban material, estuve como dos años o tres años, pero no, no me recibí después de viejo. En ese tiempo cuando yo estudiaba no existía el transistor. El transistor ya lo estudie solo, lo moderno de hoy en día, lo aprendí solo. Me acuerdo que decía antes... “Televisión no quería estudiar”, porque decía yo, no va a llegar nunca a Perito, así que no quería aprender. Y acá arreglaba de todo en el pueblo, arreglaba cama de dentista, estos aparatos (no me acuerdo el nombre) para hacer los análisis, esos como los que tienen en el hospital y los frasquitos, eso también. Radio Aficionado empecé como hace treinta años, unos treinta años más o menos, no me acuerdo bien tampoco. Era una cosa muy útil, mucho en toda la población, en la estancia, casi todos tenían. Algunos equipos chicos, tenían Pérez, Garitaonandia, Sabella, tenían todos. Tenían un horario, como ser yo en la estancia tenía un horario, eran las 6:00, entonces llamaba acá a las 5x6, yo tenía la 5x2 y llamábamos.
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Año apróx 1945: Dartagnan Bucci junto a su peón Pinchulef. Estancia “Santa Constancia”.
Dartagnan Bucci. Cédula de identidad.
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Década del 50: Dartagnan junto al transportador de lanas de Chile.
PERITO ANTES A Perito nos vinimos cuando la hija Susana tenía 9 años, sería el año 61, por ahí, cuando compré esta casa en Perito, que tuve a los chicos estudiando, se usaba lámpara y vela, lámparas a Kerosene, la Petromax, sino velas. Y la calefacción, había leña. Cuando llegué a Perito, recuerdo estaba el negocio de Hernández, que es allá donde esta Segovia, de Gendarmería para acá. Yo trabajaba mucho con Hernández, cuando andaba con las máquinas, comprábamos muchas cosas ahí, éramos amigos. Y Hernández tenía el Correo ahí. Después, habían otras casas acá que no me acuerdo, estaba García, Chabeldin. Había, no sé, yo no me acuerdo muy bien, Urquiza, no sé, había otras casas. En el pueblo había teléfonos, pero pocos, el correo tenia teléfono. Para llamar tenías que estar cuatro o cinco horas. De ahí, me acuerdo una vez, tenía que llamar a Comodoro y Buenos Aires, estuve de la una a la cinco de la tarde esperando ahí. Cuando conocí el primer teléfono donde estaba mi abuelo en “La Oriental”, en todas partes era por alambre. También había telégrafos, creo que Aerolíneas o Aeroposta se comunicaban por telégrafo. Todo Código Morse, algo sabía yo y porque del equipo entiendo, tengo para transmitir código Morse, así eran los equipos, antes tenían para el correo también, tenía que saber. Tengo un equipo chiquito, que tenes que andar apretando. LANA Y ESQUILA También me dediqué a la esquila, empecé en el año 48, esquilaba con máquina de ocho tijeras. Trabajaba acá del Portezuelo hasta lo de Puricelli... “La Paloma”, hasta ahí. Después esquilaba acá “Bahía”, “Lagunita”, que “Lagunita” tenía 13.000 ovejas, “Bahía” tenía 12.000, 13.000. Yo esquilé muchos años en el portezuelo también, ahí donde esta González ahora, que es de los Bonavides. Empezaba en noviembre y terminaba en febrero. Traía muchos esquiladores de Chile, hice muchos esquiladores, aprendió mucha gente a esquilar por mí. La comparsa venía completa, porque vienen los esquiladores, vienen los playeros: diez esquiladores, dos agarradores, dos playeros, dos prenseros, dos embellonadores, un cocinero y un mecánico, que casi siempre fui yo. Y la lana se sacaba… esos primeros años en camión, camiones que cargaban 3.000 Kg., 2.000 Kg. Había fleteros en Perito, uno es el que era dueño de esta casa, se llamaba Astorgano, una muy buena persona, era hermano de Pérez, del padre de los Pérez, que tienen acá una chacra. El tren de las Las Heras se llevaba la lana, se llevaba la hacienda. En partes
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todavía están las mangas donde se acarreaban la hacienda, y la lana se llevaba a Deseado. La lana se mandaba a consignación, se entregaba a Ángel Vega, Méndez, y ellos la vendían. Por lo general, la lana iba toda a Buenos Aires, se vendía en Buenos Aires o en Monte Grande. Antes estabas tranquilo, contento, trabajando te salvabas. La gente que iba a buscar trabajo al campo, se encontraba con que estaba lleno, había más gente en el campo, porque en el “Fénix” estaba lleno de gente. Antes acá arriba, había familias, sin las familias no había nadie. Antes la gente iba a trabajar, iban a caballo. Ahora si no los viene a buscar en camión o coche... no van!
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CAPÍTULO 17
irineo huichaca EN LA TOLDERÍA Fabián Bezunartea: - Don Irineo, como era la vida en la Toldería, en el Chalía? Irineo Huichaca:- Yo soy Mapuche. En la Toldería se vivía a lo pobre, claro, nosotros los hermanos nos criamos descalzos, con polleritas nomás, mucha pobreza había, en esos años. Ahora no, están bien, tienen casa, tienen todo. En aquel tiempo nadie sembraba nada, tenían miedo de agacharse. Se comía carne de yegua. No calzábamos. No habían ni guanacos en aquellos años, los guanacos estaban todos del otro lado, de aquí para allá nada. Por acá no había tolderías. Ahí están los Vera allá abajo en la costa del Deseado, pero tenían casa, no tenían toldería. Los que tenían una toldería eran los Chapalala, vivían del otro lado del Pintura. F.B.:- ¿Cuantos años tenía cuando se va de la toldería? I.H.:- Eso ya sería de grandecito porque disparé. Yo fui dispuesto de chiquito nomás, yo me mandaba solo pero mi madre no me pudo mantener, me daba, pero adonde me daba y no me gustaba, ahí así que me disparaba de a pié. Yo disparé, me llevaba una tía de allá del otro lado del Paso Río Mayo, Cañadón Cantao se llama el lugar. Y me vino todo bien con un tío político, me dice: -Quedate acá, yo voy a ir a avisarle a tu tía que mañana te llevo.-, bueno, no quería ir yo, al tiempo de los sulkys, en donde andaban en sulkys, así que yo digo... me vuelvo nomás Y me vine de a pie, ahí cerca están los Tramaleo. También fui cacique un tiempo.
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Año 2001: Irineo Huichaca en el Bar de Mercedes “Meche” Orellana, “La Tranquera”
Pero ese día salí temprano de lo de los Tramaleo, en ese tiempo no se tomaba ni el café ni la leche, era el churrasco en la mañana. Faltaba leña y yo fui voluntario, pero con mala idea. Había otro paisano, al que le dije que fuéramos a la loma a buscar leña. Le dije que sacara de una mata bajita y torcida. Mientras el sacaba leña, yo me fui más arriba, hasta que llegué al filo, ahí me largué y no me vieron mas. Por ahí me encontré un carrero que me preguntó que andaba haciendo, yo le dije que andaba campeando los caballos. Me dio una torta, y ese fué mi desayuno. Llegué al entrar el sol a Paso Río Mayo, del otro lado, con los tobillos hinchados. Caminé como 14 leguas. A la noche dormía en el campo nomás, en cualquier lado, buscaba un reparito, ahí me dormí. F.B.:- Como se llamaba su madre Irineo? I.H.:- Serafina Aquico F.B.:- ¿Por qué nunca volvió a su tierra? I.H.:- Y no me gustaba allá, así que me vine y no me conocía, de nombre si, por que lo había dicho la finada madre, tiene tres hermanos al sur, así que los fui a conocer. Después hicimos como dos viajes. F.B.:- Nunca extrañó para allá? I.H.:- No F.B.:- Porque Ud. vino y no volvió a ver más a su madre ni a su padre, nadie. I.H.:- No, no, no. Mi padre falleció en Rawson, cayó preso. 153 F.B.:- Nunca se casó Don Irineo? I.H.:.- No F.B.:- ¿Usted cree en Dios, Don Irineo? I.H.:- Si, de muy chico. Ahora voy a la iglesia porque nos llevan, de acá nos llevan (Geriátrico). Creo en Dios, eso lo decía la finada madre, hay un Dios en la vida y hay que creer en él, hasta ahora no me olvido. En la Toldería todos creían en Dios... ellos no sabían n leer ni escribir, pero sabían eso, tienen su historia, su sabiduría. EN EL CAMPO I.H.:- Cuando era muchacho trabajé llevando la lana, allá en Río Mayo, en aquel tiempo se cargaba en chata a 102 llevando la lana. En ese tiempo existían los fardos. Se hacía lo que se llamaba “lienzo”, ponían un lienzo en cuatro puntas, ahí iba poniendo el vellón y cuando estaba lleno lo ataban de las cuatro puntas, y después va costurado y lo llevaban en carreta. También trabajé por la zona del Pinturas, en todas las estancias, porque antes habían muchas ovejas acá, ahora están las estancias fundidas. Yo trabajé más por día nomás. Trabajé todas las estancias de Pelegrini. En ese tiempo se pagaba $4 por día, en el 34 empecé a trabajar en las estancias.
Era lindo. Lo trataban bien a uno. Ni siquiera pagaban $4 por día, yo trabajé 10 días, $40. Vine a Perito, me vestí, me sobró plata y ahora con $40 no hace nada uno. De Mac Pherson nunca trabajé. La estancia era grande, pero ahora ya no, cuando tenía campo todo esto era de él. Tenía ovejas, yeguas, de todo tenía. Después de grande trabajé acá en el pueblo, en una chacra con una señora que quedó viuda, estuve 20 años, de ahí caí enfermo y la dueña falleció así que me internaron acá.
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EN EL INSTITUTO GEOGRÁFICO MILITAR Un recuerdo lindo cuando trabajé en el Instituto Geográfico Militar. Anduve dos años, salimos de acá en el 46, de acá nos fuimos a los Pelegrini, de ahí bajamos, nos fuimos a pasar el invierno allá abajo “Estancia Balcarce”, y de ahí nos fuimos al pueblo de Las Heras, hicimos campamento a dos leguas del pueblo, el jefe era buenísimo y los sábados nos daba permiso para ir al pueblo sábado y domingo, el lunes teníamos que estar en el trabajo. Así que ahí tuve una cosa divertida, todos compañeros que trabajaban, amanecíamos bailando. Hoy no se si existe, era donde una vieja que tenía boliche, chilena, “Antuca” se llamaba, ahí se bailaba. Queda en la orilla, estos día están las casas ahí, en Las Heras. En el Instituto había que llevar agua, llevar la pirka que le llaman, que eso va enterrado poniendo señal en los cerros altos. Un baqueano nos llevaba. Así que llegamos al lugar a escarbar ahí a enterrar, pilares, eso quedó todo escrito y fuimos a terminar en Río Chico. Eso va trecho a trecho, acampando. En ese tiempo ni habían ni chatas, coches, ni nada, vagoneta, carro de mula, surque (sulky) nada más, todo a caballo. EN PERITO MORENO I.H.:- Yo nunca saqué la cuenta pero que estoy acá en Perito del 71. F.B.:- Le gusta Perito? I.H.:- Siii, yo lo vi crecer y pienso dejar mis restos acá, porque todos mis amigos están ahí. Familias enteras, conocidos... Yo venía acá, del lado sur del lado del Pintura, que yo por ahí anduve muchos años. Cuando llegué a Perito, en esos años había pocas casas, yo conocí en el 40, acá. Perito era chico sin arboledas, con matas, todo llenos de matas. La gente era buena, de trabajo. Ahora Perito está lindo, grande. Mejor que antes. Más cómodo todo, ahora está muy bien. En Perito había un turco a donde está Chabeldín, ahí había un turco que lo
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Año 1995: Magdalena Allochis e Irineo Huichaca con Aracelli Donoso.
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Año 2001: Irineo Huichaca en el Bar de Mercedes “Meche” Orellana. “La Tranquera”
llamaban “El Turco Guacho”, ahí compraba yo, todo barato. El único que yo conocí fué ese, después el hotel de Tejedor, a donde está el cartel de gendarmería. Si paraba ahí yo, paraba mucha gente de campo. en ese tiempo todos andaban caminando o de a caballo. Transporte no había. Uno agarraba a alguno de esos camioneros que viajaban que iban a Comodoro, volvían así. Acá el primero que conocí fué el dueño del Hotel Tejedor, Tejedor Antonio y los hijos que ahora son hombres, ya muchachos. Después los Nauche, tenían una fonda por ahí. Claro, ahí se dice hotel, en aquel tiempo hospedaje. Se llamaba fonda “La Esperanza” de Nauche. Bar había... pocos habían, no me acuerdo como se me llamaba el nombre de este bar, es el más viejo. Panadería había. Eso quedaba acá en el centro. No me acuerdo del dueño, un vasco era, no me acuerdo el nombre. F.B.:- Ayestarán. I.B.:- Si. F.B.:- Tiene amigos Ud. don Irineo, acá en Perito? I.H.:- Amigos sí, varios. De acá conozco mucho, he conocido a casi todo el pueblo. También, tengo un
amigo que trabajamos juntos por día, ahora vive acá el hombre, se casó, tiene su familia, su casa, hijos; ese fue peón, domador, puestero. Un tiempo fui domador también, si, cuando era joven. F.B.:- Usted que le diría a la gente de Perito, que mensaje le daría? I.H.:- Ahh... no sé, tendría que hacer memoria...Yo que puedo decir... Me gustaría ir a pasear a otro pueblo, pero no llega. F.B.:- A lo mejor volvemos y hacemos otras preguntas I.H.:- Siiii!!! F.B.:- Puede ser? I.H.:- Como no, cualquier momento.
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CAPÍTULO 18
constancia “nena” bucci
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EN EL CAMPO Nací en el año 1922, en la zona de Comodoro Rivadavia, en la Estancia “La Oriental”. Mi papa era contador, trabajaba con los Menéndez. Ahí estuve hasta los 2 años, después ya me vine para Perito, a la Estancia “Santa Constancia”, que en ese entonces se llamaba “La Anita” y después se llamó “Lago Buenos Aires”, muy bien no me acuerdo, viste! Teníamos de vecinos a Malerba y Lema. Al pueblo veníamos a comprar pan y a veces mercadería, y si no íbamos a Comodoro ahí también comprábamos. Papá tenía auto y camión, en un día llegábamos a Las Heras, porque no había asfalto, después nos íbamos a “La Oriental” y de ahí Comodoro. La escuela la hicimos en el campo, nunca fuimos al colegio, teníamos maestras y maestros particulares en la casa. Venían de Trelew y estaban todo el año con nosotros. En ese tiempo escuchábamos la radio LU4 en Comodoro, en ese tiempo se oía muy bien LU4, después ya se perdió. Pasaban novelas a un horario y yo las escuchaba a todas. Me acuerdo que el Gobernador Gregores una vez pasó por la Estancia, estuvo almorzando, cenando y yo cociné todo. En las fechas especiales hacia por ejemplo, pollo, ravioles, esas cosas así. Yo cocinaba, papá me ayudaba a hacer el pan, hacíamos noventa panes, lo cocinaba en el horno grande y los guardaba él, teníamos que hacer comida para la gente del campo y nosotros. Tendríamos entre diez, doce personas más o menos trabajando. En ese tiempo había una comparsa que era italiana, yo le hacía tallarines caseros y un postre casero para los días de navidad. El padre de los Lanni estuvo trabajando de albañil allá, el cantaba... aga-
Década de 19 60: Festejo de comunión de Estela Sandin (Hija de “Nena” Bucci) . Héctor Sandin, Benito Sandin, Estela Sandin, Elba Romero, Florencio Barbich ,”juancho” Crespo, Cristina Magani, Juan Sandin, “Nena” Bucci, Baruki Pérez, Carlos Sandin, César Bucci, Florencio Barbich (hijo), Delia Malerba , Susana Cabezas , Betty Barbich.
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rraba la guitarra, también fue esquilador, ese era italiano. Cantaba vals, me acuerdo siempre, en la tardecita al terminar de trabajar cantaba. Cuando estaba en el campo cada uno hacia sus cosas. Mamá cosía, les hacía la ropa a todos, la ropa de los trajes cuando nosotras teníamos los bailes. Le cosía a los chicos, a mis hermanos las bombachas, las camperas, todo, todo! Los trajes a papá, todo! EN PERITO En Perito hoteles estaban el “Belgrano” y el Hotel “Fénix”, que en ese tiempo era de Esteban Prieto. Ahí parábamos, era lindo para ese tiempo, cómodo, grandecito. Para comprar estaba la “Anónima”, que estaba allá abajo, “Mattar”, “La Mercantil”, los Chabeldín, Urquiza en lo de Gevirtzman y Samso en la esquina de Zully Alvarado. Casi todos eran negocios chicos, el más grande era Mattar. La única panadería que había era esta, la de Ayestarán, que desde que yo tengo uso de razón estaba en el mismo lugar, si no pasábamos a comprar a Las Heras también. Después ya hacíamos en el campo, donde teníamos horno de barro. 160
Al pueblo me vine a vivir a los 28 años, cuando me casé, en el año 1950, un 25 de marzo. Puse un negocito al frente de la Municipalidad nueva y mi marido, Juan Sandín trabajaba con un camión. Perito era chiquitito, era todo yuyo, había unas casitas acá y para el fondo nada, nada de barrios. Esa parte donde se hicieron todas las viviendas del Barrio 112, era la chacra de Roberts y las cuarenta y tantas viviendas tampoco, todo ese barrio se hizo en unas chacritas de los Chicahuala. La Iglesia se hizo después cuando yo me vine acá, antes andaban, como se dice curas, padres que andaban de vez en cuando... misioneros. El padre Giori fue el que hizo la iglesia, era una persona muy buena. EN LAS FIESTAS Acá se hacían fiestas, ahí en el cine de Pessolano, se hacían los casamientos, fiestas. Después hacían a la vuelta de la esquina en el “Iturrioz”, pero no fui nunca ahí. Yo tenía mucho contacto con Comodoro, iba mucho para allá, tenía mi familia, mis tíos, abuelos. También se hacían bailes allá en el “Juventud Unida”... eso se quemó todo, donde está el parque, al lado de Quique Hamer. Ahí íbamos con orquesta casi siempre, a veces con música. Y después, también hacían baile en lo de Santana.
“Nena” Bucci con amigos.
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Década del 1940: Constancia “Nena” Bucci. Estancia Sánta Constancia.
Año 1965 aprox.: Parte trasera de la Parroquia en construcción usada como cancha de fútbol.
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Nos juntábamos para las fiestas con un aduanero que había acá en frente, Marmich, con Emilio Gómez, con los Abadie, por ahí hacíamos fiesta acá en la casa, o las fiestas de fin de año en la casa de ellos, era lindo todo, nos íbamos a Los Antiguos. Después esas familias se fueron terminando porque Emilio Gómez falleció, la señora se fue para Trelew, Marmich se fue también. Una mañana me levanto temprano, salgo a sacar las cenizas de la estufa, miro para allá y veo al aduanero que sale y tira un tiro al aire y me hace señas a mí ¿Para qué será? Me pregunté, era que se estaba prendiendo fuego el “Juventud Unida”, en ese tiempo vivían estos chicos Castillo, ellos estaban viviendo ahí y esa noche como hubo fiesta estaban durmiendo. Los sacaron por la ventana, a este chico “Quelito”, todos esos, creo que son tres Castillo, eran jovencitos. Eso se prendió fuego a la madrugada... me parece que el local era de los tejedores. EN LA VIDA POLÍTICA Lo de “la toma” del municipio, bueno eso no hace mucho que pasó. Era cuando querían poner a Cepernic. Si, lo querían poner de vuelta y había sacado al Radical que era Crescencio Arbe. Entonces ellos querían entrar por la fuerza... como quien dice! Pero el que había ganado en buena ley era Crescencio Arbe. En ese tiempo estaba el “Negro” (Sandín) de Concejal y Jorge González, el Juez. Así que, al “banquito”, al sillón, lo ocupo un rato Seba, después no me acuerdo si también Denette. Quisieron tomar la Municipalidad, pero ese día “se armó”!! Los radicales por un lado y los peronistas por otro lado. Gracias a Dios no pasó nada, porque uno se ponía a gritar de acá y los otros gritaban desde allá. Hasta el padre Giori pasó: “Prefiero que me maten a mí”, parece que dijo. Habían unos cuantos que estaban muy embravecidos, pero después se arregló todo y volvió el Intendente, el verdadero Intendente ¡Las políticas!...¡Que son tan cosa sucia, viste! EN LA VIDA DIARIA Cuando vine a Perito no había agua corriente, había pozo. El baño estaba afuera y había que sacar el agua de los pozos, para lavar, tener el agua para enjuagar y esas cosas. En el campo siempre había lavarropa, papá lo instalaba afuera, ahí tenia las canillas de agua. Había las planchitas que se calentaban con la estufa, la planchita con brasa y si no estaban las otras a base de nafta que tenían
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una bombita. Y el accidente más común era calentar la cera, las latas de cera las ponían al lado de la estufa a baño maría, eso era peligroso porque hacía una explosión!! Las estufas eran a leña, la luz la puso Jalil Hamer, hasta la una de la mañana, pero era algo privado, como quien dice. Antes no había televisión, los chicos jugaban... diferente a los modos de ahora, los chicos ahora… ¿Cuántos chicos hay? En ese tiempo cuantos chicos habría... Unos poquitos. Y esa escuela del Secundario no estaba. Acá primeramente empezaron a ir al Secundario de “Los Antiguos”, algunos chicos salieron así egresados, la Malena Tejedor que yo me acuerdo. Porque antes cuando salían los chicos de egresados se hacía una fiesta, íbamos todos. Siempre se hacía acá en Hotel “Austral” y eran pocos chicos que iban así al secundario, los demás se iban a estudiar a Comodoro. Las maestras de acá, estaban la Dora Prieto, Nely Prieto, Lina Prieto, Isabel Martínez, eran ya maestras nativas de acá.
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En esa época muy pocos tenían vehículo: Larrañaga, mi papá, me parece que Fernández, me parece que el papá de Daniel Fernández también tenía un coche, no sé quien más. Ese Cisterna era mecánico, no sé que era, inventor de todas las cosas. Médicos, el que más recuerdo es el Dr. Natale, y date cuenta que el Dr. Bimbi hace cuarenta años que esta, y el Dr. Natale no se cuantos años estuvo pero también muchos años. Después vino el Dr. Duronto. Si te enfermabas en el campo tenías que venir acá, en auto, en algún camioncito o alguna cosa que tuviera uno. La farmacia estaba por ahí donde esta Leiva. Yo no sé si en ese tiempo te derivaban, no me acuerdo. Parece que antes no había tanta gente enferma, te da la impresión! Aviones igual ya venían, porque un avión se cayó acá en la meseta con pasajeros y todo. Yo me acuerdo de viajar mucho en un avioncito de esos Twin Otter que iba a Gallegos, a Comodoro. Más o menos en dos horas estaba en comodoro y antes con el vehículo demorabas dos días. Después estaban mucho los aviones esos del aeroclub, por ejemplo, si había que llevar a un enfermo, estaban los pilotos, Jalil era piloto. EN EL ANTES Y EL AHORA En ese tiempo acá también yo atendía el negocio de noche y me venían a comprar la bebida, todos muy correctos. Nunca pude haber dicho de nadie
que me faltó el respeto ¡Nada! Yo estaba sola con mis chicos, toda la gente muy correcta. Me acuerdo que había un hombre, que no me acuerdo como se llamaba, esos que venían a las doce de la noche a buscar su “damajuanita” de vino y yo los atendía, nunca jamás me dijeron nada, nada. Nosotros cosechábamos en el campo manzanas, membrillos, peras, pero después bananas y mandarinas esas cosas no. Pero no la pasábamos mal porque una se acostumbra a las cosas, después como quien dice... hay mucho vicio. A nosotros no nos faltaba nada estábamos en el campo, teníamos la vaca para sacar leche y se hacían postres todos los días, yo cociné desde que tenía 13 años. Yo cocinaba y después en la tarde tenía tiempo para estar sentada. Tenía un hermoso jardín, gallinas, quinta, todo! Así que no faltaba nada. Una en el campo estaba tranquila, para dormir estaba tranquilo. Antes teníamos menos ambición, ahora ambicionamos todos. Había mucha escasez también, pero se vivía de otro modo, no se ambicionaba para mi modo de ver tanto, será el modo de vivir de cada uno, que se yo.
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escritores locales cuento corto
HA MUERTO DON TRIFULGIO Por María Marlene Morales En la pulpería del pueblo como era de costumbre se juntaban cinco o seis hombres a jugar al juego de barajas, al truco y al paso inglés. Cuando llovía todos estaban refugiados dentro de la pulpería y cuando calentaba el sol todo afuera a tabear. En el juego de la taba cada uno de ellos tenía un apodo o sea un sobrenombre que le caía como anillo al dedo.Estaba el “Profia” que siempre quería ganar y el “Pocas pulgas”, un hombre al que no lo podía mirar mucho porque enseguida pelaba el facón. Y el infaltable “Chamullo” que cuando se largaba a hablar no paraba mas y para colmo hablaba fuerte y sabía todo lo que pasaba en la vecindad. Y estaba también “Saihueque” al que se le pegaba todo lo ajeno y que siempre traía noticias fresquitas. Entra un poco más que corriendo y gritando: “Ha muerto DonTrifulgio”.”-Pobre viejo, era uno de los pocos que quedaban, vivió bastante, pobre viejo”- opinan de lo otra esquina del mostrador: -”Así cualquiera vive, si no le trabajado un día a nadie.Uno pasaba a la mañana por el frente de su casa y él sentado, calentándose al sol, armando su cigarrillo. Cuando yo ya volvía a mi casa el señor estaba a la inversa, a la siga del sol”. -”Déjate de pelar al pobre viejo” - grito “Profia”- a vos no se te escapa nada”. Y ya todos empezaron a gritar...-”Vamos vamos - gritó el dueño de la pulpería - si no se calman se van todos para juera.
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“Ya murió Don Trifulgio - dijo “Pocas pulgas”- acaso alguno de ustedes lo quiere seguir?”. Todos se quedaron mudos. Tenían que ser muy corajudos para aceptar la invitación. -”Ya dejesen de palabrerío - dijo Doña Pochocha, la mujer de “Pocas pulgas”- Te traje la verdura... tócate una rancherita o alguna de bailar y no te hagas problemaque cuando empiece la vecindad a escuchar la acordión solitas van a ir apareciendo todas las chinas del pago. Ahí nomás se armó el baile con un tierral en el piso mientras empezó a escasear el vino y la bota se pasaba la vuelta entera. -”Qué está pasando - dijo Chamullo - tengo la garganta seca y la barriga vacía y los talones los tengo rotos de tanto bailar. Tócate un rancherita que esta va se brava”- porque tenía que ser con relaciones. Estaban bailando y dice la china su primera relación: “-Aro aro aro... Si tu cara fuera pasto y yo mancaron, aunque este muerta de hambre no te doy ni un mordiscón-”. Y ya se le cambió la cara al bailarín que le contesta: “-Por una calle voy y por la otra doy la vuelta... la relación que me dijiste es como tu abuela la tuerta”. Estaba todo tan lindo que de repente se acordaron que había muerto Don Trifulgio y todos se pusieron a llorar. 168
TRAVESURAS Por Erika Mabel Mardones Robertito tenía 5 añitos y era bien gringuito, con su pelo casi blanco de rubio, ojos celestes.Vivió junto a sus padres y hermanos por parte de madre en la Estancia “La Iglesia” allá por el año 1.964.Cuando su padre tenía que levantarse a las 5 de la mañana para salir a recorrer el campo, Robertito se “colaba’’ cuando podía convencerlo. Tenía un caballo manso que solo él usaba; pero al correr las horas el pequeño se quedaba dormido arriba del caballo, al punto que una vez se cayó de él. Su padre Don Roberto al verlo caído, le causó gracia y comenzó a reírse; entonces el gringuito entre sorprendido y medio dormido se enojó -’’ ¿De qué te reís?” El padre no decía nada, solo se reía silenciosamente y él más se enojaba: ¡’-’No te rías… no te rías’’! repetía. Luego montó su petizo y continúo su andar al lado de su padre. En las tardes, cuando los peones terminaban su jornada de trabajo, Robertito se iba a la casa de ellos, le gustaba estar ahí. Como era el pequeño de la estancia la gente y sus hermanos de 10 o 15 años más que él, siempre
consentían sus caprichos. Pedro, uno de sus hermanos, siempre jugaba con el gringuito y se hacía el caballo para que su hermanito lo’’jineteara’’ o a veces ellos’’armaban’’ el tabaco en cigarrillo y le daban unas’’pintadas’’. Él chupaba el cigarrillo y salía tosiendo...para ellos era una’’gracia’’. A veces Rebeca, su mamá, agarraba el balde y se iba al corral a manear la vaca lechera que tenía para ordeñar y de repente aparecía el gringuito recién levantado y la madre lo veía y le llamaba la atención - ¿’’Qué haces acá’’? – y él le dice: - ¡’’Quería ver como ordeñaba las vacas’’! – ¡’’Andá a lavarte la cara’’! ¿Cómo vas andar como un lechuzón’’? Y él protestando se iba para la casa. Otras veces se sentía orgulloso cuando a su hermano Benito de 11 años lo mandaban a sacar las vacas del valle y no podía, entonces iba él, montando su caballo y saliendo al galope, solo se sentía el galope de los cascos de su petiso que se perdían entre los pastizales y pajonales, chapoteando en el agua y en un rato volvía con las vacas. Le gustaba que lo elogiaran, quería ser un buen chico y se esforzaba para ganarse ese lugar. Cuando Robertito quería aprender algo, a veces se lo pedía a su mamá y como Doña Rebeca tenía más tiempo le enseñaba, ella se defendía bastante en la cocina. Era su rostro indeleble en las comidas, con un condimento 169 insoslayable; pero también la Doña se defendía en los corrales. Un día el gringuito le pidió ayuda: - ¡’’Mamá ¿Me ayudas a hacer un asado al asador’’? Al tiempo, se vinieron a vivir a Perito. Compró Don Roberto un pedazo de parcela atrás del matadero. Para Robertito su infancia fue más de salir a trabajar al campo que de estudiar y alcanzó hacer hasta 3° grado nada más. Pero a pesar de todo para él fue una hermosa niñez en la serena placidez del campo, una vida sana. Andar en los corrales, entre vacas, ovejas o señaladas de corderos, tratando de aprender y ayudar en lo que podía. Volviendo a Perito… se hizo de amiguitos, cada vez que él o su hermano tenían que ir hacer mandados al pueblo lo hacían de a caballo y por ahí se encontraban y el que ganaba se llevaba una bolsa de manzanas que se recogían de los árboles frutales. Una vez Doña Rebeca mandó a comprar a Robertito y a su hermanito Omar al pueblo a Casa Chabeldin. Fueron a comprar azúcar y yerba, ellos sabían que tenían que volver con el vuelto y no gastarlo... pero el gringuito como era cachafaz, le iba hacer creer a su mamá que le había salido un poco más y compró 2 bergamotas, una para cada uno. Y al regresar a la casa, desmontaron los caballos en el puente y se ocuparon de comer la fruta antes de llegar a la chacra y Omar le dice a Robertito: -
¡’’Convídame de tu bergamota’’! – A lo que él le respondió -: ¡’’ ¡No, vos ya comiste la tuya’’! – Omar amenazaba a su hermano:-”¡Si no me das la mitad le voy a contar a mamá que gastaste plata en las bergamotas’’! –Y el gringuito furioso dice: -’’ ¿Así que le vas a decir a mamá? “– y sin pensarlo le dio una trompada y le partió el labio: - ¡’’Si vos le decís algo a mamá te voy a volver a dar más fuerte!’’ – Así lo convenció a Omar. Cuando llegaron a casa Doña Rebeca preguntó que había pasado y Robertito le mintió -: -’’! ¡Nos corrió “¡Juan de la Calle” y como Omar no le quiso dar sus bolitas, le pegó!”. Su mamá se sintió molesta por lo sucedido y unos días después bajó al pueblo y se encontró en la calle con Juan, un muchachote de 17 años y le llamó la atención. Este muchacho no entendía nada: -’’ ¡Pero doña Rebeca yo no le hice nada!’’ –’’ ¿Cómo que no. Vos le pegaste a Omarcito, es más chico que vos ¿No te da vergüenza’’? – Juan seguía negando y Rebeca le dice: -’’ ¡Que sea la última vez, sino te la vas a ver conmigo!” El muchacho quedó molestamente sorprendido y pensó’’Seguro que la Doña me confundió’’.(Pasaron los años y Robertito le contó la verdad a su mamá).
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Pero entre tantas travesuras al correr del tiempo, hubo una que lo marcó en su vida. Resulta que sus hermanos mayores trabajaban en el campo, pero cuando bajaban al pueblo, iban a la chacra y era costumbre reunirse en familia a comer un asado al asador,pero en una de esas reuniones, ellos habían invitado a unos amigos, así que después de almorzar, se quedaron haciendo sobremesa y parecía que era obligatoria la presencia del vino de la mesa. El problema fue que cuando se les terminaba el vino quien tenía que ir al pueblo a comprar era Robertito... que hacía 2 o 3 viajes al díay como su caballo no estaba tenía que caminar. Su hermano Alberto le dice:’’-Robertito anda a comprar vino’’ – y él ya cansado le contesta enojado: -’’ ¡Yo no voy a ir más a comprar, que vaya Benito!” – Alberto quiso nuevamente ordenarle: -’ ¡’Te dije que vayas a comprar!” – él gritó-’’ ¡No, no quiero, ya estoy cansado de ir y venir!” y la madre quiso amainar el conflicto y salió detrás del gringuito, llamándolo, pero él no quería escucharla, no quería regresar a la casa y enojado seguía caminando y gritando: - ¡’’ ¡Me voy a matar, me tienen cansado!” – y se dirigió derecho al puente y sin pensarlo… se tiró al río. El sonido fuerte y ruidoso del agua que corría por el río lo arrastró hacía el otro lado del brazo del río donde quedó atascado, él trató de incorporarse como pudo y al salir a la orilla. Oyó a su mamá gritarle a Benito:’--”Agarrá a tu hermano’’. Benito salió corriendo para agarrarlo y Robertito vio que su mamá traía el rebenque en la mano y comenzó a correr para que Benito no lo agarre, mientras que Doña Rebeca
venía al encuentro de él y no pudo escapar.Su madre lo llevaba de un brazo mientras que él recibía los rebencazos en su cuerpo; enojada con la actitud de pensar en matarse. Fue un gran castigo, que lo recordó siempre muy bien. Tenía la ropa mojada y cuando su mamá le pegó con el rebenque su cuerpo quedó ampollado. Su madre lo mandó a la cama, dolorido y llorando. Hoy él reflexiona y dice:’’Antes había más disciplina, los padres eran más estrictos, si te pegaban y castigaban estaba todo bien. ¡Hoy si le pones una mano encima, tu hijo es capaz de denunciarte!”. ¡Así es la vida…! Y la historia es lo que queda escrito. La verdadera historia, a veces definida, interpretada, descripta, fantaseada y recreada a través de los ojos de las personas. LA NIÑA Y SU PAVO VERDE Por María Marlene Morales Eran varios hermanos que vivían en un pequeño y hermoso pueblo, siempre jugando a la rayuela, a la payana. Las dos hermanas siempre andaban juntas,una rubia y la otra morocha. Agarraban los caballitos más pequeños y se iban a la loma. La niña morena siempre tenía la última palabra y le 171 dijo a su hermana y amiga a la vez: “Yo me subo primero”. Así que buscaron un montículo de tierra para subir y apenas estaban encima del animal lo talonearon. El animal salió como un balazo a toda carrera por el baldío donde entre dos árboles un alambre pasaba de un lado al otro haciendo de cordel. Desgracia mayor fue cuando el alambre les dio en todo el cuello, cayendo las dos para atrás. Tan fuerte fue el golpe que quedaron tendidas por un buen rato. Al llegar a la casa, cuando las ves su mamá les pregunta que le pasaba que estaba tan calladas, porque ellas eran como ardillas, no se quedaban quietas. “Bueno - les dice su mamá: - Ustedes se me van sin cenar a la cama”. Al otro día comenzó la rutina con el trabajo que le designó su señora madre: darle comida al perro y maíz a las gallinas. También tenían un borreguito que las corría y las topaba. Cuando volvieron, su mamá había pintado una puerta de color verde, con un poco de pintura ya media pastosa que quedaba en un tarro. Las niñas no tuvieron mejor idea de agarrar un pavo y pintarlo del mismo color de la puerta o sea verde. Cuando su mamá va a la huerta, ve al pavo tieso en el medio de la quinta: “¡Ay, ay qué voy hacer con estas niñas, me han dejado al pavo como una estatua!”. Ellas quisieron lavarlo, pero ya no se puedo hacer nada, el pavo murió. Este pequeño recuerdo de mi infancia se lo dedico a mi hermana Ana María.
FUTURO INCIERTO Por Erika Mabel Mardones
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Siempre hay alguien de nuestros antiguos pobladores que tienen algo para contar, algo para recordar, pedacitos de historias, anécdotas vividas, propias o de otras personas. Y me propuse con toda subjetividad que una trae, para luego de emprender el relato, escuchar y escribir con interés y respeto. En el año 1.940, llega a Perito Moreno, Maicol Kirby, de origen inglés (hijo de inmigrantes); tenía 25 años, junto a otros esquiladores, llegaron en un Ford A, ellos hacían su trabajo con tijeras manuales. Antes andaban de a caballo de estancia por estancia haciendo su trabajo. Fue así que Maicol le gustó el lugar y decidió establecerse en la zona, trabajando en actividades diarias, pero sobre todo de peón ovejero. Trabajaba 15 o 20 días en el campo y luego 3 o 4 días “bajaba al pueblo’’; era su rutina durante meses, que los aprovechaba para comprar, aunque a las estancias llegaban carretas cargadas de mercancías. Para Maicol’’bajar al pueblo’’ significaba hacer nuevos amigos, conocer a Perito... Se hospedaba en la fonda “La Esperanza’’ de Nauche y así fue conociendo gente, por lo cual no faltaba la cordial invitación de una cena en casa de familia, o tomar una copa en el bar, donde se juntaban a jugar truco, rummy o paso inglés. En una de esas “bajadas’’ Maicol se encontró con Alfredo Pino, habían trabajado juntos en una estancia varios días, en la cual se formo una amistad entre ellos. Alfredo estaba casado con Elvira tenían 2 hijos y su madre vivía con ellos; para él fue un gustazo ver a su amigo: -’’Hola amigazo ¿Cómo andas?’’ Maicol muy contento respondió: - ¡’’ ¡Hola amigo, bien, bien’’! – y se unieron en un gran abrazo. Luego de charlar un ratito, Alfredo invitó a Maicol a su casa, le presento su familia, tomaron unos mates mientras que Elvira y su suegra preparaban la cena. Como era sábado Alfredo se le ocurrió la idea junto a su esposa de invitarlo a salir a bailar al salón de Pessolano, su amigo acepto gustosamente. Llego la noctambula hora, se preparan y se dirigen los 3 al salón, quedando los chicos con la abuela. Alfredo le comenta a Maicol -: ¡’’ ¡Se ponen lindos los bailes, concurre mucha gente’’! – A lo que Maicol le dice -: ¡’’Pocas veces he tenido la oportunidad de salir a bailar, ya que trabajaba en el campo’’! – su amigo le dice -: ¡’’ ¡Te va a gustar, traen buena orquesta, tocan buena música’’! – Al llegar al salón se ubican en la mesa reservada con tiempo, y ya comenzó a llegar la gente. Inicia el baile y la orquesta empieza tocando un pasodoble, la
pista se llena rápidamente de parejas. El inglés de melancólicos ojos azules observa con ansiedad en su silla, recorría con su vista todo el salón, la gente bailando; hasta que en una mesa vio a una muchacha sentada, esperando que alguien la saque a bailar. Maicol, aunque un poco tímido pero decidido, se levanto de su silla y se dirigió a ella y la invito a bailar. Era María Pilar Clark, a ella se le ilumino el rostro con su encantadora sonrisa y acepto bailar con él. Cada vez que Maicol tenía oportunidad de sacarla a bailar, lo hacía para ir conociéndola más, porque él se sentía atraído por ella. Maicol le pregunta -: ¿’’Ud. ¿Vive acá’’? – María P. le dice -: ¡’’ ¡No, no vengo de Las Heras, vine acompañando a mi papá por unos negocios’’! – Maicol -: ¡’’ ¡Ah, qué pena’’! - ¿’’Y va a estar más días’’? – María P. responde -: ¡’’ ¡Tres días más, lo que pasa que mi padre transporta la producción de lana desde las estancias hacia los puertos’’! – Maicol: - ¡’’ ¡Ah, entonces tengo la posibilidad de verla nuevamente’’! –. ¡El inglés a medida que avanza la noche, la aprieta con más fuerza a la muchacha, y el mensaje que viene del corazón se transmite mejor de lo que haría la palabra hablada’’! ¡¡Sus corazones laten al unísono!! Y llega el último compás de la noche, ésta es la única oportunidad de convencer a María P. de acompañarla a la casa dónde ella se hospedaba y se lo pregunta: - ¿’’Puedo acompañarla’’? – Mientras que la música da sus últimos acordes, ella hace una breve pausa, antes de responder… y dice -:’’ ¡Sí, si promete portarse bien’’! – volvieron a verse en los siguientes días, la pasaron bien y ella se marcho, entre ellos quedo una luz de esperanza. Pasaron 2 meses y Maicol siempre sintió la necesidad de volver a ver a María P. y si todo iba bien, pediría la mano de la muchacha a sus padres para consolidar la relación. Se tomo unos días y aprovecho que su patrón tenía un viaje a Comodoro y viajo a Las Heras con ansias de estar con María P. Su patrón lo llevo a hospedarse al Hotel Europa, luego de averiguar el domicilio de la familia Clark, se encamina a la casa y golpea la puerta: - ¡’’toc, toc, toc’’! – desde la ventana doña Mimí le llamo la atención ver a un joven apuesto en frente de su casa y abre la puerta -: ¡’’Hola buenas tardes’’!, ¿Qué se le ofrece caballero’’? – Maicol con un gesto amable dice: - ¡’’Buenas tardes señora, ¿Se encuentra la señorita María Pilar’’? – al mismo tiempo que se va sacando el sombrero. Doña Mimí un poco inquieta, siente la necesidad de averiguar más sobre éste joven y dice -: ¿’’Quien la busca’’? – El gringo responde -: ¡’’ ¡Mi nombre es Maicol Kirby, conocí a la señorita en Perito’’! - a lo que doña Mimí lo invita a pasar a la casa, le ofrece asiento y se sienta frente a él, comienza hacerle preguntas y así saber cuáles son las intencio-
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nes con María P., Maicol responde con respeto todo lo que desea saber la señora, ella quedó un minuto en silencio y luego respondió:- ¡’’María P. es mi hija, ella viajó a Buenos Aires, la mandamos a terminar su carrera de abogacía, y solo una vez al año viene al pueblo’’! – doña Mimí lo había observado bien al joven como para decir que su institución femenina le daba pauta de que era un buen muchacho. Con pena, le aclaró su punto de vista del mejor modo posible -: ¡’’Ella (María P.) sabe que tiene que terminar sus estudios y después recién pensar en tener novio’’! – continúa: - ¡’’Disculpe que sea tan directa; ¡pero no me gusta darle vuelta al tema, si Ud. Desea esperarla, respeto su decisión, pero por ahora no hay permiso’’! Maicol abrumado por la noticia se despide de la señora disculpándose nuevamente; se aleja, volviendo al hotel, esa noche para Él es eterna, su mente no le permite relajarse, gira en torno a María P. Su cuerpo lucha con la ansiedad de tenerla en sus brazos y las preguntas que acechan su mente de la cual no encuentra ninguna respuesta: - ¿’’Será que mi error fue no haberme declarado’’? -: ¿’’Por qué no lo hice’’? - ¡¡’’Qué tonto fui’’!!, en silencio y volviendo a sus cabales se dijo así mismo -: ¡’’ ¡No, no soy un hombre de respeto’’!... ¡’’Pero la perdí… la perdí’’! No quiso quedarse ni un solo día más en el pueblo, en esa época no existían los transportes de pasajeros, la gente se movía en carretas o con alguna persona que tuviera un camión Ford T o 350, que utilizaban para transportar lana, como Maicol no conocía a nadie, se largó al camino haciendo dedo, fueron días, solo llevaba agua y un poco de pan. Las piernas se, le acalambraban le dolían los pies, lo único que él quería era llegar a Perito, al campo. Llegó al paraje “El Pluma’’, allí lo atendió un inglés que le decían “Montgomery’’, entablaron una cordial conversación de sus orígenes, le sirvió comida, trató de convencerlo de que se quedara hasta que pase un camión o una carreta que lo llevara, pero Maicol no quiso. ’’Montgomery’’ le preparó un poco de comida y agua y el gringo se marcho acompañado de la soledad, siguió caminando, caminando, caminando. Toda la suela de sus botas rotas, sus pies ampollados, sus piernas adoloridas, su cuerpo débil, cansado. Justo como iluminado del cielo, llegando a la “Pampa de la Yegua Muerta’’ apareció una Chevrolet 4, era el turco Brain, lo levantó y se asombró de verlo mal, le preguntó que le había pasado a lo que Maicol respondió: ¡’’fui hasta Las Heras a hacer unas cosas, pero necesitaba volver cuanto antes a mi trabajo; por eso me largué caminando’’! – no quiso dar ninguna explicación de lo que estaba viviendo. Fue una suerte encontrarse con el
turco, pues justo él iba a la estancia donde trabajaba Maicol, a cargar la lana, y llegaron directo allí. Maicol tuvo una semana en cama, a cuidado de la señora del patrón y curándose levemente los píes. Trabajó un tiempo más, en agradecimiento a la gente que lo cuidó como si fuera su hijo. Le contó a su patrón que se iría y su patrón se sintió triste por la noticia, no quería que se vaya. Pero… Maicol se fue, absorbido en su tristeza, quiso buscar otros rumbos y dejó la estancia, dejó Perito. Nunca más se supo de él, ¿Quién sabe qué caminos habrá tomado? Pero se fue… con “Un futuro incierto’’…
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