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Garantizar el disfrute público del patrimonio
© MMRG. El profesor Lloyd Huff (derecha), La profesora Nadia Mhammdi (centro) y Mohamed Ali Geawhari (izquierda) examinan los datos de una ecosonda durante el proyecto de Exploración Marítima Marroquí en el Oued Loukkos (Marruecos). El proyecto de Exploración Marítima Marroquí llevado a cabo en el Oued Loukkos (Marruecos) cuenta con un equipo multidisciplinar para documentar los vestigios del antiguo puerto de Lixus y estudiar la evolución geológica de la cuenca del Oued Loukkos en los últimos 3.000 años. Además de arqueólogos marítimos y terrestres, participó en el proyecto el profesor en Hidrografía Lloyd Huff, del Centro de Cartografía Costera y Oceánica de la Universidad de New Hampshire, la profesora en Geología marina Nadia Mhammdiand (centro) y Mohamed Ali Geawhari (izquierda), del Departamento de Física Terrestre de la Universidad Mohamed V - Agdal (Rabat, Marruecos), que en la foto examinan los datos obtenidos en tiempo real con una ecosonda mientras exploran el río en una barca de pesca. La “sala” de electrónica de la barca se protegió de los elementos con un armazón de tubos de PVC y una cubierta de plástico (octubre de 2010). del equipo poseen un nivel de formación mínimo que se ajuste a la función que se les asigna. Esta formación pueden adquirirla durante el proyecto o haberla adquirido previamente en cursos como los que imparte la Nautical Archaeology Society (NAS), cuyo programa de formación se creó a raíz del interés y la alta participación amateur en el proyecto del Mary Rose.
Ya tengan estos miembros amateurs conocimientos que puedan acreditar o reciban su formación durante el proyecto, los directores del proyecto y demás arqueólogos del equipo no deben olvidar nunca el grado de competencia de sus colegas amateurs al asignarles su labor. En cualquier caso, conviene alentar a los miembros amateurs a explorar y desarrollar sus capacidades.
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Independientemente de la composición del equipo, éste es el medio que conducirá a alcanzar los objetivos marcados y, como tal, es un aspecto importantísimo de la planificación del proyecto. Si se descuida, las consecuencias para el patrimonio arqueológico pueden ser nefastas.
La norma actual de exigir la presencia de un arqueólogo cualificado y un equipo competente no ha sido acogida con el mismo entusiasmo en todas partes. Esta exigencia puede poner fin a las actividades de empresas pura-
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Competencia y cualificación
mente comerciales con presunta experiencia de “investigación” del patrimonio subacuático, que acusan ahora a los arqueólogos de monopolizar un bien que debería ser público.
En realidad no hay tal monopolio por parte de los arqueólogos. El patrimonio subacuático, conviene subrayarlo, sigue siendo un bien público. El patrimonio posee un valor excepcional para la humanidad y debe gestionarse e investigarse como tal, en beneficio del público y teniendo en cuenta que es un bien frágil y no renovable.
En otros tiempos, muchas actividades dirigidas al patrimonio subacuático beneficiaban sólo a las empresas comerciales que participaban en ellas, a costa del propio patrimonio arqueológico y de la sociedad. Esto debe cambiar. Exigir la presencia de un arqueólogo no equivale a vetar la participación de personal amateur en proyectos de esta índole, implica únicamente que debe ser un profesional cualificado y competente quien fije el programa de investigación y gestione y dirija los proyectos.
La dirección y gestión de investigaciones dirigidas al patrimonio subacuático es una tarea muy sacrificada para
© Museo Nacional de Arqueología Subacuática ARQUA. Visita especial orientada al público infantil, con disfraces y actuaciones de teatro, en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática ARQUA de Cartagena, España.
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los arqueólogos y conlleva grandes responsabilidades. Los arqueólogos deben:
• garantizar que las labores que se efectúen causan el menor “daño” posible al patrimonio cultural y redundan al mismo tiempo en el mayor beneficio para la sociedad y en un incremento de nuestro conocimiento y nuestra comprensión de la historia; y • garantizar el acceso del público, cuando lo estimen indicado. Competencia y cualificación