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Síntesis final (Norma 36

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los yacimientos y los trabajadores tradicionales o más recientes del mar, sean pescadores de puertos lejanos u operarios de industrias marítimas. Aunque estos grupos tengan un modo distinto de integrarse en la comunidad, tienen sentimientos muy arraigados sobre el patrimonio marítimo y el medio en el que trabajan. Es posible que no sea tan fácil implicarlos en el proyecto, pero a la larga merecerá la pena.

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Síntesis final

 © Ships of Discovery. Composición fotográfica del pecio del Endymion, Islas Turcas y Caicos, Reino Unido. En este mosaico fotográfico se marca la posición de anclas, cañones y carronadas ocultos en el pecio del Endimión, un navío de la armada británica de quinta categoría que naufragó mientras patrullaba cerca de las Islas Turcas y Caicos en 1790.

La Norma 36 se ocupa de la síntesis final realizada tras la conclusión de una actividad dirigida al patrimonio cultural subacuático.

Norma 36. La síntesis final de cada proyecto:

a) se hará pública tan pronto como sea posible, habida cuenta de la complejidad del proyecto y el carácter confidencial o delicado de la información; y b) se depositará en los registros públicos correspondientes.

Diferencia entre el informe final y la síntesis final para el público

Una síntesis final dirigida al público es muy distinta del informe final del proyecto del que se ocupa la Norma 30. Mucha de la información técnica que aparece en los informes no suele ser necesaria a la hora de informar al público sobre los objetivos y resultados del proyecto, aunque los directores del proyecto pueden preferir poner los informes del proyecto a disposición de todo aquel que tenga interés en conocerlo más a fondo. Así pues, las síntesis para el público pueden ser más cortas

 © BAR / FPAN. Mapa de los parques de pecios protegidos de Florida. En 1987 el estado de Florida comenzó a implantar un sistema de parques subacuáticos de pecios y otros yacimientos históricos. Los pecios se han convertido en una popular atracción para buceadores que desean conocer de primera mano la historia de Florida. Aparte de su interés arqueológico, albergan una vida marina exuberante que hace de ellos verdaderos museos vivientes bajo el agua. Cada yacimiento se explica en su placa subacuática correspondiente. En las tiendas de buceo locales se pueden encontrar folletos informativos y guías subacuáticas plastificadas. Los parques están abiertos al público todo el año y son gratuitos. De momento hay once parques, pero se están habilitando otros. También se puede disfrutar de ellos en la página www.museumsinthesea.com, donde pueden descargarse vídeos de cada pecio y de la vida marina que lo rodea, así como de la historia del navío. y adoptar un formato completamente distinto. También hay que plantearse la posibilidad de traducirlas.

Posibilidades de síntesis pública

Los medios aceptados y eficaces de sintetizar la información con vistas a la educación pública son múltiples: folletos, prospectos, carteles, documentales, manuales ilustrados, artículos en revistas, exposiciones, muestras de objetos y documentos, páginas Web, etc. Si el yacimiento está abierto al público (Norma 7) las guías resistentes al agua, los zócalos subacuáticos y las rutas marcadas con cuerdas son métodos probados y satisfactorios que facilitarán la experiencia. En todo el mundo hay buenos ejemplos de los que pueden extraerse ideas y modelos. De todos modos, si se va a hacer del yacimiento una reserva arqueológica subacuática o un pecio para visitas guiadas de buceo, no hay que olvidar el material divulgativo para el público que no practica el buceo.

También puede ser apropiado agrupar ciertos yacimientos de patrimonio cultural subacuático en rutas de patrimonio marítimo que incluyan otros yacimientos subacuáticos o de superficie. Estas rutas estimulan el turismo, dan empuje a la economía local, educan a

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La Norma 36 exige publicar una síntesis final del proyecto y depositarla en los registros públicos. Para ello conviene:

1) Entender que la síntesis pública del proyecto suele ser distinta que el informe final del proyecto. 2) Sopesar las alternativas de divulgación de esta síntesis pública: páginas Web, carteles, guías de yacimientos, folletos o publicaciones ilustradas. 3) Publicar actualizaciones periódicas si se trata de un proyecto de larga duración; no hay que esperar a la conclusión del proyecto para explicárselo al público. 4) Saber que hay información demasiado confidencial para compartirla inmediatamente con el público. 5) Depositar la síntesis en archivos u otros lugares donde permanezca a disposición del público. También hay que contemplar la posibilidad de publicar material divulgativo en Internet.

ciudadanos y visitantes, promueven la apreciación de la historia y la cultura, y son eficaces herramientas de gestión.

Complejidad del proyecto

Los proyectos arqueológicos, especialmente cuando se trata de la excavación total de un yacimiento, suelen prolongarse durante años o décadas. La cantidad de material cultural recuperado que hay que conservar, analizar e interpretar requiere mucho tiempo, que se suma al que transcurre entre el descubrimiento del yacimiento y la investigación y entre ésta y la publicación del informe y la síntesis final. Es un hecho aceptado y sabido en la comunidad científica, pero el público estará ansioso por conocer los resultados y descubrimientos de las investigaciones en curso. Por eso conviene preparar informes periódicos o provisionales dirigidos al público, sean comunicados de prensa o artículos que detallen la labor realizada hasta el momento. Las páginas Web son un medio sumamente eficaz y relativamente sencillo para mantener al público al corriente de los avances de un proyecto; muchas páginas Web de proyectos disponen de “blogs” en los que se reseñan las actividades diarias. Al mantener al público al corriente del proyecto, el equipo también mantiene vivo su entusiasmo e interés.

 © Swedish Maritime Museum. El Museo Vasa, Estocolmo, Suecia. El Museo Vasa tiene fama de disponer de un servicio al visitante muy profesional, como no se encuentra en otros museos. Para dar la bienvenida al máximo número de visitantes cualquier día y sean cuales sean las condiciones meteorológicas, se ha creado un sistema especial de colas y guías. La entrada está diseñada para que la gente entre de forma más directa. El horario de apertura es generoso y se deja que entren grupos antes o después de cerrar. Continuamente se realizan visitas guiadas en varios idiomas para grupos de estudiantes de las culturas más dispares. Los textos y vídeos también suelen escribirse y narrarse en distintos idiomas. El personal del museo tiene muchos recursos para alejar a los grupos de los puntos más transitados del museo. Los visitantes, que en su mayoría están en el Vasa por primera vez, disponen de guías de muchas clases por todo el museo. Junto a la entrada hay una taquilla de atención al visitante que hace las veces de punto de información y central de reservas de taxis y servicios similares.

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Información confidencial

En algunos casos el yacimiento puede ser demasiado frágil o la información demasiado confidencial desde el punto de vista científico para compartirla inmediatamente con el público. Cuando un yacimiento está en peligro inminente de pillaje o vandalismo, por ejemplo, es conveniente no desvelar su localización precisa. En un pecio a medio excavar, con tracas de madera u otros componentes frágiles expuestos, no es conveniente organizar visitas. Si se descubren restos humanos, es posible que los arqueólogos se vean obligados a ocultar el descubrimiento al público por razones éticas o legales, o por el respeto a las costumbres culturales del lugar. La decisión debe tomarse teniendo en cuenta las circunstancias de cada caso particular, pero tarde o temprano el director del equipo debe estar dispuesto a responder de la decisión que haya tomado, puesto que el patrimonio y la investigación arqueológica son asuntos de carácter público y no confidencial.

Registros públicos adecuados

Se considera un registro público adecuado cualquier depósito al que pueda acceder el público. Puede ser una biblioteca pública, el archivo de un museo local, el centro de documentación científica de una sociedad

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histórica local, una biblioteca universitaria o un archivo municipal, comarcal, estatal o cualquier otro archivo gubernamental. Internet es posiblemente uno de los mejores depósitos de documentos públicos, puesto que es accesible desde todo el mundo. Así pues, hay que pensar en colgar el material dirigido al público en la página Web del proyecto o vincularlo a la del organismo que lo patrocina. De este modo, los internautas podrán consultarlo o descargarlo a discreción y el proyecto llegará al mayor número de gente posible.

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