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IX. DOCUMENTACIÓN
© Z.Morsy. Investigadores del proyecto de Exploración del Mar Rojo 2010 elaboran los planos del yacimiento de los arrecifes de Fury Shoals.
Nuestro conocimiento del patrimonio cultural subacuático existe y se preserva gracias a la documentación. Para que la sociedad y las generaciones venideras puedan aprender de la arqueología, el saber adquirido durante cada proyecto arqueológico debe documentarse y ponerse a disposición del público de forma ordenada. La documentación arqueológica reúne así la información sobre los yacimientos históricos y prehistóricos de forma sistemática y profesional. La destrucción de los yacimientos arqueológicos sumergidos a causa de la extracción de objetos, la pesca, el tendido de tuberías y otras actividades hace aún más acuciante la necesidad de una buena documentación. Dos Normas del Anexo se ocupan de este tema: la Norma 26 y la Norma 27.
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Como ya se ha dicho, la creación de conocimiento arqueológico es un proceso iterativo. Los datos obtenidos en trabajos de campo previos se reevalúan en los estudios preliminares de cada nuevo proyecto o plan de gestión. Estos datos son, por otra parte, la primera fuente de información a la que acudir si una nueva interpretación histórica plantea nuevas preguntas científicas que no se respondieron en su momento porque sencillamente no se habían formulado. Por este motivo, la documentación trata de registrar objetivamente todas las observaciones, hallazgos y actividades con el máximo de precisión y exhaustividad.