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María Jesús Mendez
from Revista delatripa 41
by delatripa
Capítulo piloto
China nos trajo un virus y no es lo que estás pensando
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¿Cuándo podríamos decir que necesitamos un alto a tanto contenido en canales de streaming? Alguna vez pensé que nunca, sabía que nos encontramos en una época donde existe mucho contenido por ver en las diversas plataformas sin embargo con la llegada de la cuarentena los contenidos se multiplicaron.
Sí, es junio 2020 y algunos llevamos en cuarentena poco más de 100 días, no importa cuándo leas esto, sé que este año será recordado y pasará a la historia, se quedará grabado en nuestro adn como el año en el aprendimos a hacer las cosas diferentes, tal vez marcará cambios en nuestras rutas personales, y en definitiva buscaremos darle un significado y pasar la página lo más pronto posible.
Efecto Cuarentena; hablar de la cuarentena, pero regresando a la temática de esta columna, los múltiples contenidos que surgieron y, debo ser clara, no hablo de las series en esta ocasión, estoy hablando de que mucha gente se dio a la tarea de crear contenidos, ya sea para hablar del mundo de Harry Potter, o convertirse en Tiktokers o llenar nuestra oferta de cursos a distancia y no se diga de las múltiples conferencias en la vida laboral o que se nos ocurrió hacer reuniones y celebrar cumpleaños vía Zoom , o que un día Paulina Rubio se convirtiera en tendencia por una malograda interpretación para un concierto benéfico a distancia.
Los influencers han ganado y perdido seguidores tan pronto como te molesta el cubrebocas, los encuentros generacionales en plataformas donde los adolescentes se divertían , mientras que los ya entrados en los treinta ni se daban por enterados, crean choques y críticas mutuas; sí, estoy hablando del TikTok, esta red social China que ha permitido que mucha gente extrovertida , muestre desde la habilidad de hacer fonomímica (Lip sync, por si me lee algún centennial), hacer un tutorial de cocina de 1 minuto de duración, y coreografías, muchas, muchas coreografías; creo que esta red se ha vuelto, la favorita de en este período de encierro; sin embargo, y como todo adulto, asustada por las nuevas tecnologías y sin caer en la satanización, me preocupa un poco que nos acostumbremos a contenidos tan cortos y nuestra capacidad de atención continúe en descenso.
Debo decir que hay verdaderas “joyas” de entretenimiento en TikTok, y tener la capacidad de hacerlo en 60 segundos, creo que tiene mérito.
Se puede observar el esfuerzo de quienes se atreven a crear, la inversión de tiempo para aprender una coreografía, los cambios de vestuario y, sí, tratar de hacer reír a los demás.
También existe contenido educativo, profesores que han animado a sus estudiantes a crear contenidos como actividad para alguna material escolar.
Puntos para los educadores que incorporan medios que atrapan.
Dentro de la amplia oferta que ya teníamos de las productoras de contenido, TikTok nos viene a decir, no tienes que ser Beyoncé, Thalía o Merryl Streep, solo tienes que animarte y no temerle al ridículo; eso sí , practica, practica, practica, hasta que esa coreografía sea digna de cargarla.
Lo aspiracional que le llaman en este loco mundo confinado.