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Rocío Prieto Valdivia

Bajo el barandal.

Volver a la normalidad

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“ ”La vida es de pronto el aprendizaje de la nada Raúl Cota Álvarez

Han pasado las semanas y con ello nuestros días de normalidad. Las prisas, los paseos con la familia, los niños corriendo por el parque o en sus centros escolares. Es triste saber qu la delincuencia no para o será que con la e pandemia y el confinamiento ellos se hicieron visibles.

Nos enfrentamos a retos inimaginables, el temor, la impotencia y la apatía han formulado todos aquellos juegos de poder.

Vivir junto al enemigo para algunas mujeres es cosa de la normalidad pandémica.

La vida como la conocíamos ¿ha dejado de existir? O es un mal sueño del cuál no hemos ¿ despertado aún Mientras afuera el mundo y sus ? áreas verdes se regeneran y se anuncia que esté 2020 es uno de los mejores momentos para el planeta ierra. Los habitantes en confinamiento T han dejado de contaminar. Los cines, las plazas y los destinos turísticos yacen en desolación.

Toda actividad comercial no esencial es casi nula. El miedo a ser una cifra es la cadena que ata al ser humano cuatro paredes ; conforman nuestro h bita , la caja idiota á t remplaza al maestro en algunas casas, en otras una imagen y una voz. Atrás quedaron las graduaciones en donde vimos bailar a los recién graduados. Nuestra nueva normalidad es hacer una fila, sonar el claxon y llenar el auto de globos de colores.

Aún así tenemos otra opción , : sumergirnos en alguna historia feliz y buscar la curación para estos momentos tan insoportables qué se viven, olvidarnos de las cifras, del desempleo, de las calles vacías, de los semáforos en rojo, de la impotencia al no poder llenar la nevera.

Nuestra nueva normalidad es abandonar los vínculos familiares y volver al inicio , cuándo éramos solo dos personas intentando sobrevivir. Aprendiendo el uno del otro.

Pero toda está fantasía es solo un síntoma más del confinamiento, de nuestros primeros 90 días del nuevo régimen comunista qué avanza a grandes pasos.

Me intentó tallar los ojos y observar tras este barandal imaginario, la brisa marina de está escarpada costa me hace delirar y ver en el fondo del oleaje marino a los cachalotes retozando y ver a los e ,nsenadenses felices deambulando por las calles maltrechas de este puerto antes , prosperó y un destino añorado para los miles de turistas.

No no ólo son los cruceros qué descansan en las , . S inmediaciones del océano.

Nuestra nueva normalidad incluye una persona por familia en los supermercados, ser parte de las cifras de personas propensas a seguir en la lista de las funerarias, el desacato a salir después de las 9:00 pm incluye cuantiosas multas. Los permisos para trabajar en la nueva normalidad para los restaurantes es de más de tres ceros. Y los empleados de maquilas al gar te. e

Sigamos fingiendo que no pasa nada, qué esta farsa es una idealización del nuevo orden mundial

De una normalidad que incluye una jaula construida de sueños.

Dónde dos una vez se unieron para escribir una historia nueva.

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