Revista delatripa no 23

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NĂşmero 23 Marzo 2016.

delatripa: narrativa y algo mĂĄs, No. 23, Marzo 2016


Revista

Número 23. Marzo. 2016. Es un proyecto de la Catarsis Literaria El Drenaje, editada en Ensenada, Baja California. Revista de circulación mensual. Dirigida por Adán Echeverría. Edición. Larissa Calderón. Colaboraciones a romeolobos@yahoo.com.mx / Consejo Editorial: Narrativa y algo más

Alejandra Aké Sustersick, Joelia Dávila, Cristina Leirana, Larissa Calderón, Roberto Cardozo, Mario Pineda Quintal y Édgar Damián.

Contenido Juguemos a los encantados, pero ¿solos? Abraham Martínez González .................................. 3 ¿Me da pa'un taco? Luis Ángel Álvarez ................................................ 11 Cerdo y Brandy Óscar Tánat ........................................................... 12 8:00 p.m. Blanca Vázquez ..................................................... 19 El valor de un compuesto químico Jéssica de la Portilla Montaño ............................ 20 Los barba larga Óscar Godínez González ....................................... 21 Seshat Aylin Gabriela Salas ............................................. 33 Sueños mecánicos Manuel Crespo ..................................................... 37 Ni modos Juan Machín ......................................................... 42 La bandera de un niño Anel May Salazar .................................................. 45 Tres puntos sobre lectura, libros y poemas Adán Echeverría ................................................... 54 Relatos cortos francófonos contemporáneos Traducción Larissa Calderón ............................... 65 Consejos para soñar como poeta Jorge Manzanilla .................................................. 76

Incipit Blanca Vázquez ..................................................... 85 Desvaríos de la freaky neurosis Gema E. Cerón Bracamontes ................................ 87 Nos vemos en el slam Mario Pineda Quintal ........................................... 89

Columnas Ko’oten xook (Ven a leer) Ángel Augusto Uicab. ........................................... 79 Mi punto de risa Roberto Cardozo ................................................... 81 La Niña TodoMePasa dice... Jéssica de la Portilla Montaño. ............................ 83

Imágenes portada e interiores de la Artista

Chambrit@s delatripa: narrativa y algo más, No. 23, Marzo 2016


Juguemos a los encantados, pero ¿solos? Abraham Martínez González1 Jugaremos en el bosque, mientras el lobo no está, porque si el lobo aparece a todos nos comerá. Lobo, lobo, ¿estás ahí? Canción popular infantil

Espero que el caso de mi hijo sirva para mucha gente Tania, madre de Christopher

Resumen En estos párrafos, profundizaremos a través de una lectura crítica y psicoanalítica en el caso del niño Christopher que a la edad de seis años fue asesinado en mayo del 2015 en el estado de Chihuahua, México, por cinco sujetos adolescentes. En la autopsia se indicó que murió por asfixia, estrangulación y por objetos contundentes. En el costado derecho de su cuerpo tenía 22 puñaladas; y adentro de la bolsa derecha de su pantalón, como un sello de su infancia, un carrito azul con el que solía jugar. A partir del análisis sobre lo dicho en tan terrible evento, se ofrecen líneas de reflexión en torno a una sociedad que está dejando solos a sus integrantes más jóvenes, a veces por trabajo, otras sin motivos claros. Ante esto, veremos las aterradoras consecuencias que no dejan de moldear una realidad que tiene como marca particular: la soledad. Palabras clave: niño, soledad, síntoma, Ley, juego, adulto..

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inco adolescentes a los que ahora el futuro les es más incierto que en sus "juegos", cometieron un asesinato que se enmarca en la perversidad; no hay otra manera de decirlo: fue un acto perverso. Si, hubo una manifestación breve, casi laxa de culpa, —como el momento en que uno de los involucrados dice escuchar "la voz" del Negrito—, pero en los hechos, la maquinación de estos sujetos prevé la muerte sin límites y sin rastro alguno de consideración al otro, al semejante. De acuerdo a los distintos documentos periodísticos, Christopher a quien apodaban el Negrito murió de la siguiente manera —se recomienda discreción, violencia explícita: Jueves 14 de mayo. Eran las 2 de la tarde, cuando en una de las calles de la colonia Laderas

de San Guillermo, Valeria encontró a Christopher y le propuso que fuera con ella a tirar al barranco a un perro moribundo que llevaba de una cadena. En el camino encontraron a Jesús David, y a los hermanos de la niña: Jorge Eduardo e Irving. Entre todos decidieron pasar por Alma Leticia a su casa para que los acompañara. Llegaron al barranco, atrás del Cereso número 1 de Aquiles Serdán, una zona conurbada de Chihuahua, y mataron al can, primero a pedradas, luego con un cuchillo que llevaba Alma Leticia. Luego le pusieron la cadena a El Negrito y empezaron a arrastrarlo. "Ese día en el arroyo jugábamos a ser sicarios cuando a Irving se le vino en mente secuestrar

1. Psicoanalista, profesor de la UMSNH y del IMCED. Miembro activo de Espacio Analítico Mexicano. delatripa: narrativa y algo más, No. 23, Marzo 2016

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a El Negrito, dijo que le traía ganas… El Negrito empezó a llorar; le tapamos la cara con el hule de un paraguas que estaba en el arroyo, Irving le dijo que se callara, porque si no lo iba a matar. Como no se callaba le puso un plástico en la boca y un palo en el cuello. Él estaba en el suelo". "Luego Irving se subió al palo y luego Valeria, porque estaba más gorda y El Negrito todavía estaba respirando. Valeria dijo que todavía estaba vivo y le empezaron a aventar piedras en la cabeza, Valeria le dio varias puñaladas por las costillas con el cuchillo de Lety y de ahí lo empezaron a enterrar. Lety me dijo que la ayudara a hacer el hoyo donde lo enterramos. Le eché hierbas encima y nos fuimos cada quien para su casa, nos fuimos a bañar. La cadena y el cuchillo que llevaban sangre de El Negrito y del perro los limpiamos. A Irving le gusta matar perros. Dijimos que nos íbamos a ir a Guachochi; ahí el tío de uno de nosotros es la mano derecha de El Chapo, y él nos ayudaría a ser sicarios". (El Universal, domingo 23 de agosto 2015).

Transcribimos lo anterior con toda la intención de escuchar el testimonio de una de las adolescentes participantes en el asesinato, al mismo tiempo que queremos dejar una huella en el lector para como dice la madre del Negrito, sirva para mucha gente. Pero analicemos antes de la muerte, cómo se dieron los hechos. Es engañado, llevado a través del artificio por sus captores a "jugar al secuestro", "a ser sicarios", como dijo una de ellas. ¿Por qué fue tan fácil llevárselo? Pensemos en el carácter lúdico del caso: el lugar es descrito como un fraccionamiento alejado de la masa poblacional, es decir, un sitio solitario que resulta idóneo para el ocio y la vagancia, y como se sabe, para la misma delincuencia, entonces si alguien ofrece la oportunidad de re-crearse en un sitio así, cómo no hacerlo. En psicoanálisis sabemos que no existen los niños con DDA, Hiperactividad, etc.,

existen niños aburridos, en tanto la carencia de espacios de carácter transicional como los que otorga el juego al lado de otros niños o de un adulto. En este sentido, el juego del secuestro como representación de la realidad, se ofrece como una manera de acceder al mundo por parte del niño. El niño juega a lo que percibe en el mundo, lo que escucha, sobre todo. ¿Cómo no jugar al secuestro, si así podré entender un poco de qué se trata de lo que hablan a mí alrededor, saber qué se siente? Christopher fue encantado, como en los tradicionales juegos de niños. Se quedó fascinado con la propuesta de los "más grandes", como comúnmente los niños se refieren a los adolescentes, lo qué pasó después, ya se sabe. La novela de El señor de las moscas (1972/2003)2, resulta ilustrativa a este respecto: cuando se dejan solos, en total abandono a un grupo de niños o adolescentes, la muerte es poca; la violencia, el horror, opacan totalmente los discursos que pudieran anteceder al sujeto. Ahí no se habla de bulliyng, ni de maltrato psicológico ni de políticas educativas que puedan contener toda la intempestiva de la pulsión3. Recordemos: los niños juegan a lo que ven, lo que escuchan; la clínica con ellos lo comprueba, pues cuando se trata de que representen sus problemas lo hacen a través del juego. Y así como los muchachos en ese terrible asesinato taparon el cadáver con ramas y con un animal muerto "para que no llamara la atención", así las autoridades que dicen hacerse cargo, son responsables de tapar con basura, con más mierda, como lo que sucediera por ejemplo en la Guardería ABC4. Discursos disfrazados con los que a su vez, se intenta encantar, fascinar a la sociedad —darle atole con el dedo, como se dice en México. Pero entonces, ¿ahora a quién responsabilizar de este acto

2. Obra que fue llevada al cine con el mismo título, bajo la dirección de Harry Hook. 3. Concepto freudiano que hace referencia al empuje psíquico en el sujeto, como un hambre psíquica que tiene un origen, un objeto y un fin. Para mayor comprensión, revisar Pulsión y destinos de pulsión (1915). 4. En dicha guardería, el 5 de junio de 2009, en Hermosillo, Sonora, fallecieron calcinados 49 niños, y más de 100 heridos en un acto de corrupción y negligencia. Hasta el momento no se han compelido las responsabilidades correspondientes ante tan espantoso evento, incluso el IMSS que se sabe es quien subsidiaba a la guardería se ha desentendido de los afectados, manifestando con esto, otra manera como la institución, el Estado hace silencio ante sus responsabilidades.

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de horror? La sociedad en general se polariza ante este tipo de eventos dividiéndose principalmente en dos opiniones que chocan. Por un lado, los que culpan a los jóvenes, haciendo una descarga de sus propias problemáticas hacía el mundo de los adolescentes, algo que ya de por sí se presenta a diario. El adulto culpa al joven de los males que aquejan al mundo, lo sella con palabras-marcas, que van desde lo fuera de la ley hasta lo maligno, como en el caso del conjunto de estéticas contraculturales que abanderan muchas veces los jóvenes. Este bando de la población descalifica y hasta ha exigido la muerte de los "muchachos malditos"; los llaman asesinos, desgraciados. "Mátenlos a los hijos de la chingada", recuerda al viejo ciego —imagen conceptual del mundo adulto que degrada y rechaza a los jóvenes— de la película Los olvidados de Luis Buñuel5, cuando amenazaba y maldecía a los muchachos, simplemente por sus risas. En otro lado, está el sector de la población que los creen victimas de lo que pasa en la sociedad, por lo tanto, ni pena ni culpa. Para ellos, estos adolescentes son un producto —sin deseo—, de una sociedad descompuesta, enferma. Es decir, se les psicologiza6, convirtiéndolos en objeto de estudio, de pena, opinando esto y aquello, sin dejarles que ellos sean los que tengan que responder al respecto de su acto. Cosa muy común en la actualidad sobre los niños y jóvenes, pero que definitivamente exige obliterar una realidad, un evento que realmente sucedió y que de hecho, se venía anunciando desde antes con los juegos que desarrollaban los muchachos que mataron a Christopher en un síntoma muy particular: el acto de matar animales en los alrededores de su fraccionamiento sin ninguna compasión; "a Irving le gustaba matar perros", testimonió una de las adolescentes. Aquí al no ofrecerles un espacio para

la rectificación de su síntoma, vía la palabra que compromete y confronta, la única oferta para ellos es: guardarlos y tenerlos como objetos de estudio —psicólogos, antropólogos y psiquiatras se están relamiendo los bigotes. Pero tomemos en cuenta lo importante que son los primeros signos de un síntoma. Desde la perspectiva del psicoanálisis: una medida cautelar en respuesta a una problemática inaccesible para la conciencia, pero que no es posible callar. Es decir, ante lo no dicho (Mannoni, 1967/1987) se produce una formación reactiva que se representa en el cuerpo o en el acto del sujeto. En psicoanálisis sabemos que no se trata de silenciar un síntoma por medio de terapias normalizadoras o medicinas. Se trata en cambio, de escuchar a los sujetos y colocarlos en la posición donde logren escucharse ellos mismos, con lo cual como hemos presenciado y comunicado en otro espacio (Martínez González, 2015), significa la posibilidad de re-inventarse, de cambiar el texto de sujeto-víctima, por el de sujeto-protagonista, partícipe de su propia historia. Con los muchachos que asesinaron a Christopher hubo síntomas, avisos que ya anunciaban una problemática, que ya evidenciaban sujetos fuera de la Ley, pero no la ley de los ciudadanos —que tampoco fue aplicada—, sino que se trata de la Ley como principio universal que sirve para regular la existencia social, o sea, la palabra que hace algo con el cuerpo, con la pulsión. Es decir, el sujeto necesita de la Ley para ser precisamente sujeto del lenguaje, para imaginar, hablar si quiere en torno a la muerte y crear en base a ella, para no llevarlo al acto7. Para estos jóvenes tampoco hubo oportunidad de ley social —escuela mediante— pues los que no iban a la secundaria habían sido expulsados de la misma.

5. Película que ganara en 1951 el premio al mejor director en Cannes, y donde se retrata la vida del México que supuestamente había entrado en la modernidad, pero que era pura simulación en tanto una realidad cotidiana, la de los pobres, la de los olvidados. 6. Término que utilizara Gilles Lipovetsky en su texto La era del vacío (1983), para referirse al sujeto posmoderno enmarcado en el hedonismo y la falta de responsabilidad, que además se ve reducido en su capacidad de decidir en tanto se le victimiza. 7. Dice Lacan (1953) que "la Ley es esencialmente humana; es la Ley lo que separa al hombre de otros animales, al regular las relaciones sexuales que, entre los animales, no están reguladas; la Ley humana es primordial…". Está estructura legal-lingüística es el orden simbólico en sí. delatripa: narrativa y algo más, No. 23, Marzo 2016

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Ahora pensemos, cuando no hay adultos, cuando no hay juegos en el entendido de que el juego con otro requiere invariablemente la puesta en marcha de la regla, de la Ley, tenemos niños aburridos pero también desolados del contacto con otros semejantes. Algunos son sumergidos en las pantallas —celulares, tabletas, pantallas—, como acto de privatización de la existencia, justificando una "unión" familiar: "mejor te compro el celular, pero no salgas, afuera hay mucho peligro". Y en dicha privatización, el niño o el adolescente se ve reducido en sus posibilidades de socializar en la convención que el adulto le hace: "Te compro el aparato para que me dejes hacer mis cosas". Surge entonces la necesidad de preguntarnos acerca de los adultos, su lugar, su palabra. ¿Dónde estaban los adultos en el caso de Christopher? ¿Qué hacen los adultos ahora mientras los niños, los adolescentes buscan con que "divertirse"? Es más, ¿existen los adultos?

atender, y no dejarlo en un sencillo y corriente: "solo quiere llamar la atención". Sus puestas en acto representan la cotidianidad y la violencia con que son marcados por la sociedad, y que ellos convenientemente, adoptan gozosamente en el sentido de que hay algo de lo que hacen que les permite disfrutar en cierta medida, de otra forma no lo harían. Un joven paciente decía: "la verdad es que siento bonito cuando le pego a mis compañeros en la escuela"; por lo tanto, aquí ni víctimas ni psicologización. Si está ahí, en esa posición, es porque advierte un goce, no importando que esa suerte de compulsión devenga de un sufrimiento inconsciente. Entonces es oportuno señalar que como se denota en la clínica con adolescentes, éstos exteriorizan un sufrimiento a decir de Juan David Nasio (2011), que ha de proyectarse en actos que ponen en riesgo su propia integridad ante la falta de simbolización de la que son presas.

Se ha mencionado además, que uno de los sujetos que mataron a Christopher —el mayor—, era el líder de los cinco, tal vez ahí la perversión ya está instalada, y en esos casos lo mejor es el aislamiento de la sociedad por el bien de ésta y del propio sujeto. Incluso una de las jóvenes, denunció cómo el mayor amenazaba a los demás para que siguieran sus "juegos". A este respecto, diversos estudios de corte psicoanalítico han atestiguado lo conveniente que resulta el internamiento para algunos sujetos de características perversas, en el entendido de que cuando la institución es adecuada —no una cárcel donde al contrario, sólo va a pulir sus actos transgresores al ser confinado a otros sujetos ya de estructuras perversas irreversibles—, puede ofrecer continente y acompañamiento en el devenir de sujeto, y en ocasiones, hasta presentar mejorías8.

La otra situación que puede abordarse es: ¿qué se hace con los niños y los adolescentes en la vida actual? Sabemos que lo más fácil es golpearlos y amanzarlos para que "se porten bien", o en su defecto, comprarles aparatos que los controlan y los mantienen alejados del peligro, en detrimento de la salud psíquica, es decir, no se les acompaña en su desarrollo académico, mucho menos en lo psicológico. Otra vertiente de esto es cuando se les manda a jugar a "donde no moleste". ¿Quién les dijo a los adultos que a cierta edad estaba prohibido jugar, que existía un límite de edad? Estamos seguros que el juego es parte de la vida, y cuando se comparte de esa manera el tiempo con los hijos, con los alumnos, en el caso de los maestros, la experiencia es transformadora para ambos. Pero esto innegablemente nos lleva a visualizar el mundo actual, con su dinámica posmoderna; una vida donde no hay tiempo para estar con los niños, menos con los adolescentes en tanto la idea de creerlos insoportables. Al final, valdrá

Algo se tiene que hacer con los niños y adolescentes que vagan y vandalizan las comunidades, realmente atender lo que se tiene que

8. Véase por ejemplo el estudio: Reflexión sobre los desafíos en la práctica clínica con jóvenes en institución de internamiento para jóvenes infractores, de Daniela Sierra Morán y María del Carmen Rojas Hernández que publicaran en la Revista Uaricha de la UMSNH en su número 28 (http://www.revistauaricha.umich.mx/uaricha28.html)

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la pena preguntarnos sobre el tipo de mundo que hemos construido, donde estúpidamente nos llenamos de materiales inservibles para alejarnos de nuestros hijos, llámense bienes materiales o medios tecnológicos. ¿O será que en el fondo, esos niños, esos adolescentes, representan el recuerdo de nosotros mismos cuando fuimos niños, por eso mejor alejarse?, y si fuera así, ¿qué están representándonos que nos hacemos a un lado o los evitamos o los expulsamos? Creemos que no se trató de un "se nos pasó la mano", como dijeron los sujetos que mataron a Christopher, en el sentido de verse como ajenos al acto. Insistimos, se les tiene que confrontar con su verbo hecho acción. Pero escuchemos atentamente: "se nos pasó la mano". ¿Hacia dónde, en qué lugar se instaló la mano? ¿De qué mano hablan? Un sentido a estas preguntas sólo podrá elaborarse a partir de alguien que escuche atentamente lo que tengan que decir. En el momento que se les "diagnostique", y se les medique, ya no habrá sujeto con quien hablar, y de nuevo la dinámica social se verá sumergida en el juego de los encantados, pero encantados ante la soledad, la sangre, el horror, el animal muerto y un carrito azul sin dueño.

Nasio, Juan David (2011) ¿Cómo actuar con un adolescente difícil? Argentina: Paidós. Sierra Morán, D. y Rojas Hernández, Ma. del Carmen (2015) Reflexión sobre los desafíos en la práctica clínica con jóvenes en institución de internamiento para jóvenes infractores. En Revista Uaricha de la UMSNH, Núm. 28. Buñuel, L. (Director) (1950). Los olvidados [Película]. México: Estudios Tepeyac. El Universal (Domingo 23 de agosto 2015).Teníamos que matar a Christopher. Recuperado de: http:// www.zocalo.com.mx/seccion/articulo/teniamos-ganasde-matar-a-christopher-1440375064 Cristina Pérez-Stadelmann (Sábado 20 de febrero 2016). Crónica. Menores huirían para ser sicarios. Recuperado de: http://www.eluniversal.com.mx/articulo/estados/2016/02/20/cronica-menores-huirianpara-ser-sicarios

Referencias Golding, W. (1972/2003) El señor de las moscas. México. Alianza Editorial. Freud, S. (1915/2001) Pulsión y destinos de pulsión. En Obras Completas Tomo XIV. Argentina: Amorrortu. Lacan, J. (1953/2005) Función y campo de la palabra y el lenguaje en psicoanálisis. Argentina: Siglo XXI. Lipovetsky, Gilles (1986/2003) La era del vacío. España: Anagrama. Mannoni, Maud (1967/1987) El Niño, su "enfermedad" y los otros. Buenos Aires: Nueva Visión. Martínez González, Abraham (2015) Con "texto" de violencia. Reflexiones desde el trabajo psicoanalítico con adolescentes. En: Revista Uaricha de la UMSNH, Núm. 29. Recuperado: http://www.revistauaricha.umich.mx/ Articulos/uaricha_1229_052-066.pdf delatripa: narrativa y algo más, No. 23, Marzo 2016

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¿Me da pa'un taco? Luis Ángel Álvarez

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e da pa'un taco? Me dice el amigo con la mano extendida, con el antojo en la mirada que casi se le ve el cilantro por la ranura del ojo. Pero y yo cómo voy a saber, amigo, de cuáles tacos son los que te gustan; si no es lo mismo que te de dos pesos y vayas al carrito que se pone a media cuadra entre dos llantas tiradas pintadas de naranja como el trompo por el que cuelga la gota de grasa cayendo en la cebolla remojada y las deliciosas tostadas por las tortillas que se cayeron por el equivocado malabarismo del taquero, a que te gusten los tacos de los lujosos establecimientos donde además te van a cobrar la propina del mesero. Y no, no te vayas. Por supuesto que te voy a dar para un taco, si se trata de uno solamente. Cómo le voy a negar al amigo el gusto si se ve que se le viene antojando desde quién sabe cuánto rato, a tal grado de que venga y me diga sin pena que le dé para satisfacer tan exquisito placer que es un suplicio andar por la calle sin poder quitarse el gusto de comerse al menos uno. Seguro es de los que baña el taco y la mesa con salsa de la que pica y pico de gallo a pesar de que ya le puso cebolla y cilantro, y ni alcanza todo a caber en esa tortilla perfecta que abraza como una casa a sus bien dorados inquilinos. El amigo, el pobre amigo no tiene hambre, lo que tiene y además le hace falta es mejorar su discurso, pues amigo, al menos dime de cuál guiso, si con piña o doble tortilla, si de harina o de maíz, y no lo digo por mí, que ahorita te doy pa'l taco, permíteme poquito que esto te va a servir para ocasiones futuras, pa'cuando, como dices, se te antoje otro, qué tal que te doy nomás pa'uno y se te antoja el segundo. La verdad es que uno no se puede comer nomás un taco, es algo impensable, irracional si me apuras, o será que ya traes (no me diga amigo que no trae nada en las bolsas) pa'quién sabe cuántos tacos y quieres completar pa'otro por si acaso. ¿Sabes qué, amigo? Ya se me antojaron. Mira, mejor te acompaño, venden unos buenísimos aquí bajando, hay rokola y una mesera que siempre sonríe cuando te toma la orden, tiene tan buena memoria que no carga libretita y te escucha atentamente como si estuvieras recitando un poema, la cocina está tan cerquita de las mesas que huele a pastor y bistek como sólo puede oler en el cielo, aparte el menú es amplio, tienen quesadillas y alambres y no sé qué tantas maravillas que se les ocurren. Yo te invito los tacos que gustes, sí, los que quieras amigo, verás que no me pesa, de esa manera no tienes que contestarme a tantas preguntas y… ¿Que no me moleste?, ¿que ya así está bien?, ¿buen día?, ¿por qué te vas?, ¿amigo? Bueno, pues yo sí voy, ya decía yo que ni se le antojaban tanto.

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Cerdo y Brandy Oscar Tánat

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erdo, pinche cerdo" así se le decían en el pueblo. De vez en cuando una patada, otro día los piedrazos repentinos de los niños, a veces el encierro. —Mira carnal, ya tengo la costumbre; a ti por lo menos te alimentan, a mí no me dan ni huesos— le recordaba Perro para consolarlo. —Hueso no come hueso— respondía Cerdo, y carcajeaban. Perro y Cerdo, sin nombre, sólo eso: eran compas desde pequeños. En esa vieja casucha habían crecido y habían sido testigos de los más atroces actos. La madre de Cerdo fue desollada, justo en sus cerdas narices, con su cerda cara. La imagen vendría a Cerdo cada noche; un relámpago, una risa humana en la casucha, y un estar pensando en eso. La imagen era nítida: llegaron los cabrones, cuchillo en mano, ¡zaz!, un medio corte a la yugular, la cerda quedó abierta, exhibiendo quién sabe qué órgano blanquecino… hasta desangrarse. Media hora de agonía, los gritos, media hora los azotes para que se callara. Cerda ya le había dicho. —Vendrán por nosotros, vendrán para asesinarnos, por eso nos alimentan, por eso. —¿Y no podemos irnos?, ¿huir?— preguntaba Cerdo. —Imposible, alguien más nos agarraría allá afuera. Todo cerdo está condenado por el hecho de serlo. Cerda le contó que esa onda de comérselos venía desde viejos remotos tiempos. Una 12

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práctica que se había transmitido de generación en generación, y que ella sabía porque cada generación de cerdos lo cuenta a la siguiente. Habían nacido para eso, en su carne estaba escrito su destino. La imagen seguía ahí fresca, tan dura como un hueso, lagrimeante como el deseo de venganza. Su madre agonizante no sería un acto impune, buscaría el modo, cómo hacer que esa muerte se pagara. Buscaría. Perro lo tenía claro, Cerdo sería asesinado de la misma forma que la vieja Cerda, quizá de peor manera. Había visto morir a los pollos, había visto a los toros desangrarse lentamente. Perro, sin más amigos que el Cerdo regordete, pensó en darle un aliciente, al menos podría regalarle unos buenos años. Quizá le valdría divertirse antes de llegar a esa oscuridad eterna. Lo arrastró a los paseos nocturnos, le mostró la vida de los perros, las peleas callejeras, las apuestas por un hueso. Ahí, en ese ambiente fue dónde Cerdo conoció a Brandy, un perro que había llegado al pueblo de la mano de un forastero que muriera asesinado, "problemas de drogas", decía. Pinche Brandy, era negro y tosco, pero inteligente, una combinación que, según Perro, no era fácil de encontrar. Se había quedado sólo después de la muerte de su dueño y por lo consiguiente, en la calle. Comenzó a liderar una banda de perros, sin hogar y "libres", solía decir. Asaltaban hombres a medio camino, en la oscuridad de los montes, y les robaban principalmente comida. Estaban organizados: uno de la banda, el más pequeño, hacía guardia en el


camino y con tres ladridos, cuatro a veces, avisaba. La emboscada no se hacía esperar: de frente, ante los ojos de la víctima, aparecían los de dientes más grandes —aunque flacos— a los costados los de ladrido imponente para apabullar el oído —aunque no tuvieran dientes—, y atrás Brandy, callado, mirando fijamente, olfateando el miedo.

cuantas mordidas antes de que nos pesquen a todos. Lo siento.

La banda tenía ubicados a los hombres del pueblo, sabían cuándo era día de mercado, y a qué hora regresarían. Los espiaban en rondines tranquilos, mientras hacían sus compras, se paseaban de un lado a otro entre los puestos de frutas, de carne, entre la basura, sin que nadie se inmutara por ello; allí no ladraban, no hacían escándalo, a veces incluso eran amigables, así sabían si valdría la pena o no un asalto "a hocico armado". Las justificaciones de Brandy no eran descabelladas, era eso o morir de hambre, había que demostrarle a los hombres que el mundo no es sólo de ellos.

—Mira carnal —dijo Brandy a Cerdo— lo mejor es que te quedes acá con los salvajes, que ya no te retaches allá con esos amos de mierda.

Anteriormente Brandy se había ganado el pan con el olfato. Contaba que había sido entrenado para reconocer los químicos; pronto supo para qué servían y cómo se utilizaban. Conocía bien a los hombres. —Mi amo producía droga, por eso lo mataron; me enseñó a reconocer aromas. —¿Y eso para que sirve?— preguntó Perro. —Para hacerte rico— respondía Brandy no sin soltar un gruñido a manera de carcajada. Perro, impresionado por las historias de Brandy, y una vez que Cerdo fue aceptado por la banda, propuso darles un buen susto a sus amos. Quizá de esa manera salvarían a Cerdo. Brandy no quiso. —No somos lo suficientemente fuertes. Ellos tienen armas, a lo mucho daríamos unas

—¿Y sí los agarramos en emboscada?— propuso Tyoko, el flacucho de la banda pero el más veloz. —Esos nunca caminan, siempre traen camioneta— replicó Cerdo.

Pero Cerdo no tenía intención de escapar, de verse como un cobarde. Encontraría el modo de vengar la muerte de su madre. Además qué haría un cerdo entre esa manada de perros. Sin dientes afilados, y sin velocidad estaría perdido, pensaba que a la larga se volvería una carga, y entonces vendrían los problemas. Aunque quizá, para su venganza, los perros le ayudarían.

2 La quinceañera andaba de lentejuelas, pese a estar embarazada; la panza se le asomaba entre los apretados pliegues del vestido, sus padres le organizaron un fiestón. Meses antes lo habían planeado. Cuando llegó el momento le dieron cran a una res y a su único cerdo, darían un festín a los invitados. No se les hizo curioso que éste no chillara tanto como la cerda de hace tres años, cuando la boda del primogénito de la familia, aquella si les había destrozado hasta los tímpanos. Agarraron a Cerdo por sorpresa, lo llamaron como de costumbre para ofrecerle una buena ración de maíz; la niña pequeña lo agarró de la cola y ¡sopas! que le dan cuchillo. El cerdo ni chistó, parecía aceptar su muerte como ningún otro animal lo había hecho en la casucha. Ni delatripa: narrativa y algo más, No. 23, Marzo 2016

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siquiera titubeó cuando los niños vinieron a darle los azotes "pa que se ponga blanda la carne" según la costumbre. Sólo la más pequeña de la casa, la que todavía no podía decir ni pío, se percató de que había algo anormal en los ojos de ese animal, un extraño fulgor, una vidriosidad en la mirada que no había visto nunca en otros animales; vio cómo el cerdo parecía sonreír a la mitad de su masacre; mostraba apenas los dientes mientras se desangraba. Perro sólo miró desde lejos, detrás del viejo árbol sin hojas donde depositaban la basura, y lloró en silencio. Por más hambriento que estuviera, no engulliría la carne de su antiguo camarada. A través de sus ojos se veía la tierra teñirse de rojo, y a algunos pájaros que aguardaban estupefactos sobre las ramas. Luego la olla, los granos de maíz, los condimentos. La cabeza sumergida en agua hirviente y un aroma afrodisiaco. Las mesas bien dispuestas, la música, el vals, las chelas. La sonrisa de los chambelanes que no apartaban los ojos del escote de encaje de la quinceañera. "Pinche Alicía, se está poniendo bien buena". Las múltiples postales en los ojos de la cabeza de Cerdo —ahora sobre una bandeja— no quedarían en el olvido: la gente saboreando

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el caldo, la carne pellizcada con dedos inocentes. Los comensales más generosos arrojando a Perro las sobras en el plato, algunas todavía con rastros de carne. Perro sólo las olía, recordaba el aroma del viejo camarada, y se apartaba a las esquinas, cabeza cabizbaja, desde donde no podía dejar de imaginar lo que ocurriría mañana, lo feliz que Cerdo estaría. Pinche Brandy, que sabio había sido el cabrón en sus consejos, que chingón el asalto a la tlapalería. Apenas había sido ayer. —¿De verdad quieres hacer esto?— le había preguntado a Cerdo —No tengo alternativa. Esa misma noche del asalto, la víspera de los quince años, ladraron hasta el cansancio en honor al valiente. Todos los perros del pueblo lo sabían, nadie acudió a husmear en la fiesta. Cerdo ingirió el veneno a la mañana siguiente, a eso de las seis, y a las siete lo mataron. Un día después de los quince años no hubo más festejo que el funeral: cien personas muertas por comer cerdo envenenado, eso decían los diarios, incluyendo a los niños, a los amos y a la quinceañera que guardaba en su vientre un cuerpecillo y que, de milagro, se había salvado.


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8:00 p.m. Blanca Vázquez

Sentía un vértigo emocionante. Por fin estaría junto a ella y su corazón se aceleraba. ¿Cómo lo recibiría? se acordó de su e-mail y había dicho que con "un abrazo fuerte y una sonrisa alegre". Le observó en la sala de espera, guardó su imagen en su memoria, recorrió su figura. Unas puertas automáticas los separaban, él recogía su equipaje. Sus pasos se fueron acercando y sus brazos rodearon su cuerpo. —Te amo. No se conocían físicamente, pero se reconocieron, ambos entraron por cada rincón del otro. Fueron días llenos de cosas cotidianas, de simples situaciones que revolucionaban los ánimos. Ellos entendieron que los detalles guardarán para siempre esos tiempos vividos y se sintieron agradecidos. El avión parte a las ocho de la noche, su destino le espera.

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El valor de un compuesto químico Jéssica de la Portilla Montaño Basado en la experiencia de mi amigo Sergio R.

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o tendría que haber vergüenza en ponerse de pie y admitir si se ha padecido una enfermedad o trastorno mental. Pocos se atreven por el estigma, por miedo a ser señalados y reducir sus experiencias a una etiqueta psiquiátrica. Es distinto con los alcohólicos y adictos a drogas en proceso de remisión. La recuperación exige transmitir el mensaje, ir a reuniones para hablar y escuchar las diferencias y similitudes. "Me llamo tal, y soy alcohólico" es una frase que se dice millones de veces a diario en los recintos de Doble A, alrededor del mundo.

En cambio son pocas las personas comunes, que no sean parte de la vida pública, que se atreven a levantar la mano para decir: Soy bipolar. Sufro distimia. Me diagnosticaron Border. ¿Y qué hay sobre la ansiedad, un padecimiento que es compañero secundario de los arriba mencionados? La ansiedad per se, la ansiedad como un cuadro clínico, que no permite pasar un día sin llevarse la mano al pecho, con miedo a que el corazón estalle en un ataque de pánico. La ansiedad de salir a la calle, causada por el estrés posterior a un evento —digamos, después de aquel fatídico once de septiembre—, o por un desbalance neuroquímico, tal vez un cambio en la dieta que bajó los niveles de serotonina en el cerebro. No ha pasado de moda decir que uno va a terapia, como si fuera el equivalente a ir al 20

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gimnasio a ejercitar el cuerpo. Terapia Gestalt, Constelaciones Familiares, Psicoanálisis Freudiano y todas sus variantes... Pero nunca, jamás ha estado "de moda" decir: me recetaron tal medicamento para vencer un mal anímico que me acongojaba. ¿Por qué uno sí presume cuántas cajetillas se fumó, cuántas cervezas bebió al hilo para pasarla "bien" en una fiesta o concierto? No sé quién sería capaz de decir: Traigo encima media diazepam para controlar el cotidiano estrés laboral. O un: Me recetaron medio Sinogan para vencer mis delirantes alucinaciones. No debiera haber pena en admitir que se venció un problema gracias a un medicamento. ¿Por qué no darle crédito, por qué no agradecer al compuesto químico que fue capaz de permitirnos respirar tranquilos una vez más? No sólo admitir, sino proclamar —con orgullo, ¿por qué no?: Sí, tomo amitriptilina según me indicó la doctora, y ahora soy capaz de salir a la calle sin temor alguno. Sí, la consumí durante algún tiempo, el necesario para no tener miedo a los lugares abiertos, y hoy puedo subir a mi moto y conducir al lugar que yo quiera... ¿Por qué no recorrer en ella el continente americano y decirle a quienes hoy padecen agorafobia: Sí, es posible salir del infierno mental y volver a ser libre? Porque esta es mi historia, porque sé lo que se siente, y que sí es posible vivir otra vez.


Los barba larga Oscar Godínez González En las profundidades del mar Caribe, suelen, dicen, escucharse cantos de sirenas. Cuentan que es el mar más peligroso de todos los mares. Se dice que ahí habitan los Barba Larga, ellos son los piratas más peligrosos que existen en los mares. Son sanguinarios, crueles, pero muy fieles. Se dice que no son cualquier tipo de piratas, se cuenta que tienen súper poderes, son capaces de volar y por eso vigilan a todos los que estamos en tierra, se les ha visto con armas nucleares, se cuenta que están preparándose para conquistar al mundo. Acá donde vivo algunos les esperan con antorchas y trinches, el pueblo se está preparando para su llegada. Lo que nos saben es que yo, de tanto mirar al cielo y hacia el mar me he dado cuenta que para la gran suerte de todos, estos Barba Larga se embriagaron con su delicioso ron y rebasaron los límites de velocidad de su barco y encallaron en una zona rocosa, su barco se partió en dos y todos se han ahogado. Yo sé que sólo son rumores, bueno, eso es lo que se cuenta.

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Seshat Aylin Gabriela Salas

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omo todas las noches, la pequeña Rossie esperaba en su habitación a que su padre llegara para contarle un dulce cuento. Su padre, aunque llegara agotado del trabajo, siempre se tomaba un tiempo para pasarla con su hijita. —¡Papi papi! ¡Cuéntame un cuento! —Veamos…que tenemos por aquí— su padre examinaba el pequeño librero en la habitación de su hija. —Esta vez quiero uno de terror— dijo la niña haciendo un puchero. Su padre se quedó pensativo. No había ningún cuento de terror. —Lo siento cariño, pero no hay —Entonces uno que te sepas… Había una vez, un científico loco, muy loco, su nombre era Jasón. Aparte de loco, estaba obsesionado con vampiros. El sabía perfectamente que no existían, que sólo eran una gran leyenda. Pero en su mentalidad, existía una ideología diferente a los demás. Soñaba con crear el primer vampiro del siglo XX, y probablemente de toda la humanidad. Creía que, así como los monos evolucionaron a humanos, estos podrían volver a cambiar física e inmunológicamente. Por eso un día asistió a una convención de científicos, les había mostrado sus ideas: “Los humanos son tontos, flojos, comelones, y absurdos por la manera en que se les educó. Si se les educa a ser rápidos, ágiles, inteligentes y cautelosos, podrán ser mejores ¡Como los vampiros ¡Si desde pequeños reciben sangre, su cuerpo la necesitara para vivir! Podemos ocultarlos del sol, podemos crear un vampiro!” Al terminar su discurso, los

científicos rieron. Se burlaron y salieron de la sala. Dejando a Jasón como un tonto y catalogado para uno de los eventos más ridículos en Portland. Tanta burla no fue suficiente para eliminar las ideas de su cabeza. Con o sin la ayuda de sus científicos "amigos" haría su nuevo mundo de vampiros. Esa misma noche, Jasón efectuaría su plan b. Asistió a un bar y se busco a una mujer perdida, la cual encontró con facilidad. Hizo lo que tenía que hacer, y después de 9 meses, el producto respiró. Para él no era su hijo, sino parte de sus planes. Y aunque el bebé era un experimento, tendría que tener un nombre. Uno aterrador, uno que al pronunciarlo, las personas se estremecieran, que tuviera el poder de erizar los pelos de la piel con tan solo oírlo. Se decidió por Seshat. Aunque no irradiaba tanto miedo, se empeñaría en que el nombre se convirtiera en algo difícil de pronunciar. Justo como les había dicho a los científicos, para que un niño pueda convertirse en un vampiro tenía que crecer siendo uno. Fue así como desde un principio, la leche se vio sustituida por sangre. Jasón se encargó de que Seshat no tomara ningún rayo de sol. Haciendo a su piel sensible. En cuanto a la sangre, Jasón se encargaba de conseguirla. Su técnica era totalmente morbosa. Mientras Seshat dormía, Jasón salía a la ciudad, iba a un bar y buscaba a alguien totalmente perdido en alcohol. Por lo general, se empeñaba en buscar mujeres. Cuando el alimento de su hijo era seleccionado, Jasón la llevaba al estacionamiento por medios seductivos. Y cuando no había posibles testigos, Jasón ataba a su víctima de los pies a una rama o delatripa: narrativa y algo más, No. 23, Marzo 2016

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algo en la que pudiera colgar. Lentamente, con un cuchillo le rasgaba las venas del cuello. La sangre comenzaba a correr por el resto de la cara cayendo sobre en botellas que Jasón ponía en el suelo. Mientras su padre caminaba de regreso a casa, con botellas en mano, el olor a sangre despertaba a Seshat. Hacia los ejercicios encargados por su padre, desde intelectuales hasta físicos, y la limpieza del hogar, y para cuando Jasón llegaba, Seshat podía disfrutar la sangre. Cuando Seshat tuvo edad suficiente, fue sometido a un afilado de dientes. Como su padre le había prohibido cualquier contacto con humano, Jasón tuvo que ingeniárselas para hacer el trabajo el solo. Olvidó la anestesia, y ese día su hijo se la pasó gimiendo del dolor. Pero claro, todo era en busca de resultados, así que cuando Seshat se hubo recuperado del dolor bucal, su padre le trajo el primer cuerpo humano. Esta vez, Seshat tendría que matarlo y absorber su sangre. Se trataba de una niña, que aun seguía viva. Ella forcejeaba con las ataduras, pero le fue imposible escapar. Su asesino fue cruel. Primero, con los dientes filosos le hizo una herida en la vena del cuello, luego, incrustó sus dientes. La pequeña no lo entendía, no entendía porque tenía que morir de esa forma tan cruel y lentamente, ni por qué su asesino era de su misma edad. Esos pensamientos durarían el resto de su vida, se limitó a sólo unos instantes. Para sorpresa de Jasón, Seshat lo había impresionado. Su primera víctima había sido un éxito, y Seshat se encontraba satisfecho. Satisfecho de por fin haber podido succionar la sangre directo de su origen. Pero a la vez, un remordimiento vagaba en su conciencia. Los ojos de la niña, los habían visto suplicantes y exigiendo ayuda. No había vuelta atrás, su padre le había dejado muy claro que la culpa de todo lo malo la tenían los humanos.

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—¿Por qué tienes que matar humanos para alimentarme?— preguntaba cuando practicaban esgrima. —Ellos tienen la culpa, la culpa de todo— decía entrecortadamente mientras se esforzaba por ganarle a su hijo, lo que cada vez era más difícil. —La culpa… claro, ¿ellos mataron a mamá, cierto? —la pregunta tomó por sorpresa a Jasón, haciéndolo perder el arma— ¿Fueron ellos? —volvió a preguntar Seshat con sus ojos impacientes y en algún lugar de ellos, con un dolor. De nuevo Jasón se encontraba entre la espada y la pared a causa de su hijo. Nunca le había platicado sobre su madre, ni quien fue ni qué pasó con ella. Quizás debería inventar algo, sí, eso debía hacer. —Ellos la mataron; y por eso te debes vengar, matar a cada uno sin piedad alguna. Cruelmente, a sangre fría, como si no hubiera un mañana, debes, debes…—Jasón hizo una pausa al observar la cara de su pequeño— ¡Estas llorando!— gritó lleno de enojo y furia, enojado, tomo a su hijo por la camisa —¡Eres un vampiro! ¡Y los vampiros no lloran!— y arrojó a su hijo por el suelo, mientras se iba maldiciendo por lo bajo. Seshat seguía llorando. Quizás el fuera un vampiro, pero no quería matar. ¿Por qué era su padre tan cruel con él? ¿Por qué se había enojado tan fácilmente por haber llorado? Por lo que Seshat había leído, el llanto era el resultado de una emoción, y en la mayoría de las veces, impredecible. Era injusto. Eso no se quedaría atrás… no más. Y un día, Seshat decidió ir a la ciudad. —¿Cuándo podré ir a la ciudad? Su padre se encontraba cortando pinos, para poder venderlos en la próxima navidad. Desconcentrado ante la pregunta de Seshat, bajó el hacha y lo examinó de pies a cabeza, deteniéndose en una mochila color menta colgada en su espalda


Jasón frunció el ceño en dirección a la mochila, exigiendo una explicación. —Oh, la mochila; es para cuando salgamos a la ciudad. ¡Ya está todo preparado! Jasón rodó los ojos y se concentró de nuevo en su trabajo —No digas tonterías Seshat, ni te ilusiones, falta mucho para eso. —Pero yo quiero conocer gente —ontraatacó Seshat un poco indignado— incluso, quiero tener amigos, como… como Peter Pan. —¡Te dije que no digas tonterías! Solo iras cuando seas mayor, y será para matar— dijo su padre enojado, y con ira se acercó a su hijo y le arrebató la mochila. —Jamás, escucha, JAMÁS vayas a la ciudad sin mi permiso— Jasón se dió la vuelta y comenzó a marchar hacia la cabaña. Jasón creía que hacia bien al prohibir la salida, pero lo que no sabía era que, Seshat tenía una gran manía con las cosas prohibidas. Y menos sabía que su hijo le tenía gran rencor. Para demostrarlo, Seshat se vengaría, pero debía romper la regla más importante de todas: conocer a los humanos, poder estudiarlos por sí mismo. Así que Seshat viajó a la ciudad, de noche, por supuesto. Fue un viaje corto gracias a las habilidades y condiciones de Seshat, que pudo correr sin parar por casi dos horas. Lamentablemente, al llegar estaba sediento. Podía sentir su garganta palpitar y sus venas tensándose contra su piel. Pero aun así, Seshat estaba seguro que aguantaría. Quería mostrarle a su padre que no todos los humanos era culpables, así que estaba decidido a interactuar con ellos, mostrar que no había miedo y lo más importante, que no hay razón para matar. Se adentró en la ciudad. Con lo que Seshat no contaba, era la habilidad para controlarse. Había sido entrenado para matar al primer indicio de sangre, no para controlarse.

Otra razón más para odiar a su padre. Otra razón más para vengarse. Cada vez se sentía más sediento, así que cuando llego a la ciudad, sucedió lo que Seshat no quería. Oír el palpitar de la sangre. No pudo resistirse. Se abalanzó sobre el primer cuerpo que encontró. Clavó sus colmillos en la vena del cuello y succionó. Sabia deliciosa, jugosa y fresca. Cuando hubo terminado, la necesidad de tomar estaba más calmada.Sin embargo, no saciada. Aun así, Seshat decidió seguir su camino. Estaba en plena ejecución del plan, así que no lo podría dar de baja. Pero lo primero, antes que nada, seria cambiarse de atuendo. Su ropa sí que daba escalofríos, así que se aproximó a la tienda más cercana que vio. Una vez que se cambió, y se salió sin pagar —la gente no se atrevió a reclamarle, ya que su apariencia daba miedo— comenzó a buscar alguien con quien poder charlar, interactuar, crear algo así como una amistad. O al menos alguien para demostrar que ¡no había razón para matar! Que la bandera estaba en son de paz. Después de buscar por 3 horas y media, Seshat dio con su objetivo. El humano cuyo nombre era Red, se veía totalmente inofensivo, por lo que Seshat se acercó a él. Para ser más exacto, se aproximó a tal grado que olió su dulce aroma. Seshat se lamentaba por esos pensamientos, solo que eran impredecibles... Todo en aquel humano de nombre Red parecía apetecible. Estaba arrepentido de haber ido a la ciudad. Sabía que ya no habría vuelta atrás. Una vez que clavara sus colmillos, se descontrolaría totalmente. Se encontraba entre la espada y la pared. Matar o no matar. La sangre bombeaba en el cuello de Red. Matar o no matar. delatripa: narrativa y algo más, No. 23, Marzo 2016

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Su olor era tan exquisito y apetecible. ¿Matar o no matar? Matar

Al terminar de contar la historia, la niña quedo estupefacta, y con ojos vidriosos. —No llores pequeña— dijo el padre avergonzado por poner a su hija en tal estado. —Tengo miedo —respondió con voz quebrada— ¿Do-dónde está él ahora? ¿Y su papá? ¿Qué pasó con Jasón? ¿Están en la cárcel, verdad? —preguntó la hija, pero sólo recibía una mirada impaciente de su padre, una mirada

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insistente y fuerte— Papá, dime, ¿están en la cárcel?— volvió a insistir. —Me hubiera gustado decir que su padre y Seshat se encontraron y huyeron a tiempo, pero no fue así pequeña, no fue así. Seshat fue mandado a un reformatorio, donde le enseñaron que no era más que un simple humano con enfermedades mentales, en cambio, Jasón si fue a la cárcel. Pero lo peor de todo es que ahora Seshat tiene su familia, y finge ser un hombre normal.— Respondió Seshat con voz ronca. Y clavó sus colmillos en la garganta de la pequeña.


Sueños mecánicos Manuel Crespo

A

brí los ojos para no cerrarlos en toda la madrugada. Encendí la luz, lo recuerdo bien, con la mano izquierda. No tenia noción alguna de que todo era parte de un sueño postergado. Eran las cuatro de la mañana con no sé cuántos minutos. El grillo de los recuerdos entonaba su clásico ruidito insoportable para llamar la atención, y lo hizo: como se atreve a joderme de esta manera. Estaba teniendo uno de los sueños más placenteros del mundo. En ese otro sueño hacia el amor con dos rubias rusas y una colombianita de lujo. Después, no supe más, me vi envuelto en la nostalgia. Abrí los ojos como esperando verte a mi lado... Esta vez no encendí la luz. Deje que el primer espasmo se lo llevara el grillo jodón. Y se presentó lo que me temía —solo falta que tu recuerdo se asome por mi ventana no sé con qué pretexto— dije. Afortunadamente, no fue así. Pude cerrar los ojos. Creo que pude cerrar los ojos fugazmente. Lo hice como parte de una estrategia que por razones ajenas a mí ya estaba contemplada. Sabía que esa pequeña ironía de cerrar forzosamente los ojos, era para pensar en ti, así que decidí encender la luz.

II Una hormiga, que vagaba en mi antebrazo, hizo que nuevamente abriera los ojos. Yo dormía. Pude dormir como cinco minutos si no es que menos. La contemplé vanamente mientras me preguntaba ¿Cómo diablos había

llegado hasta aquí? Puede que la teoría de mi madre sirva de respuesta en estos momentos, pero sinceramente, no creo que las hormigas puedan andar en el techo con este clima y menos a estas horas. Así fui cerrando los párpados. Yo aún contemplaba a la hormiga negra que se había ganado el sobrenombre de "hormiga araña". Ésta, iba desapareciendo y apareciendo, al precipicio que eran mis dedos, pero frenaba, daba una que otra vuelta, hacía un par de calentamientos y de nuevo seguía con su estúpida rutina… hasta agotarse. Ya muerta de cansancio, se fue a otro sueño o a despertar de su sueño, seguramente.

III Esta vez tardé un poquito menos en abrir los ojos. Pues el ronquido de mi hermanito Javier perturbó un sueño obligado por razones obvias. A esos tipos de sueños también se les conoce como "Sueños mecánicos". Como preámbulo, esa noche había leído a medias algunos cuentos de Bestiario de Julio Cortázar. Llegué hasta el penúltimo cuento. No soy de leer seguidamente, a menos que la casa esté vacía o libre de gritos y persecuciones como mínimo. Luego le siguieron Mario Benedetti y Jaime Sabines, ¡ah! y otro autor que no recuerdo el nombre. Pero si de algo les sirve, también era argentino. Entre la neblina vi al Cortázar de los ochenta. Se le veía lúcido, fuerte, seguro como él mismo. Dictaba algunas palabras en francés delatripa: narrativa y algo más, No. 23, Marzo 2016

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como parte de un ejercicio que hasta ahora no comprendo. No lo podía creer, mucho menos cuando su voz fran-ché con su inconfundible pronunciación de la r como doble rr, se dirigía a mí. —Tóbal, si su atención está en otra parte es mejor que salga a realizar los pendientes, lo espero mañana.— Era una injusticia lo que Cortázar había cometido conmigo (pensé) y aún más, porque ni siquiera me dejó decirle que no soy Tóbal, si no Mario Jaime Borges. Entonces supuse que ya formaba parte de una escena melancólica. Y arrodillado pues, en los cajones abiertos de mi soledad, supuse que mi vida era un verdadero sueño y que yo había nacido antes de tiempo, pero sin saberlo.

IV Esta vez no me atreví a encender la luz por cobardía. Ahora creo que esa niña que me llama papá y me mira dulcemente a los ojos y arroja su muñeca al suelo y me mira encarcelado de afuera hacia adentro y no puede abrazarme ni yo a ella, es parte de una nostalgia repentina —Quizás no fijé bien la ventana.— Eso no importa, pues he abierto los ojos para no cerrarlos, estoy decidido. Aunque Luz Matilde son bonitos nombres, sólo puedo llamarte hija del clima como instinto paternal.

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V Llevo cinco minutos observando las estrellas, pensando que debería estar despierto. Pero lo estoy. Estoy despierto para no abrir nuevamente los ojos. Cerré los ojos con la esperanza de escuchar al grillito jodón, de ver a la hormiga araña, de abrazar a Luz Matilde. Entonces creí estar despierto. Ahora pienso en Cortázar, en mi cambio de nombre. Pienso en tí, amor, y qué bueno que no eres un sueño. Inmediatamente encendí la luz, abrí los ojos, apagué la luz o cerré los ojos, no estoy seguro…


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Ni modos… Juan Machín

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uenas tardes, me llamo Juan Machín, soy una persona extremadamente puntual, trato de controlar el tiempo, en la medida de lo humanamente posible, y me pongo muy nervioso con el menor retraso o contratiempo. Por eso, le pido de la manera más atenta, le suplico, que la próxima vez llegue justo a la hora que acordamos. Bueno, le cuento todo. Hace un año me invitaron a un congreso internacional, aquí en Guatemala, sobre jóvenes y farmacodependencias, para que presentara la experiencia y el Modelo ECO2 que hemos desarrollado en México. Los organizadores me contactaron de último momento, el viernes 9 de septiembre y con un fin de semana atravesado. Acepté la invitación y, sin recibir más información, la madrugada del lunes 12 ya estaba camino al aeropuerto de la Ciudad de México. Normalmente hubiera recibido más información, así que durante el fin de semana estuve checando mi correo, sin éxito. Incluso en el aeropuerto revisé nuevamente antes de partir. Nada.

En otras ocasiones, me había ido igualmente a eventos en otras ciudades y otros países sin todos los datos, confiado siempre en los organizadores; pero, en esta ocasión, no tenía la más mínima referencia, ni teléfono, ni siquiera el lugar donde se realizaría el congreso. Así que, al llenar la forma de migración en el aeropuerto de Guatemala en el apartado "destino final" tuve una ligera sensación de inseguridad y sólo escribí "Guatemala". Me tranquilicé al cruzar la salida, casi de inmediato, al ver a una delgada y hermosa muchacha que levantaba un gran cartel en el que se leía: "MÉXICO", y me sonrió, 42

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como si me reconociera. Le hice un ligero saludo con la cabeza y ella señaló hacia un auto que estaba estacionado a pocos metros de la entrada. Al extenderme la mano para ayudarme con mi maletín, me informó que se llamaba Cristina y me dio la bienvenida con un marcado acento argentino, que me hizo sonreír. "Ni modos, me dijo, soy argentina", adivinando mi sorpresa inicial. "Era la única que tenía coche y disponibilidad, así que me contrataron para venirte a buscar, ni modos". El "ni modos", que decía al mismo tiempo que alzaba ligeramente los hombros y levantaba pícaramente la ceja derecha, me causó gracia e hizo que me simpatizara; sin embargo, los criterios de selección hicieron que me preocupara nuevamente: tenía el tiempo justo para llegar, dar la conferencia y regresar casi inmediatamente; incluso no podría quedarme, muy a mi pesar, a la sesión de preguntas y respuestas. En síntesis, necesitaba asegurarme de la exactitud de los tiempos. Le pregunté a mi "Jaime" improvisada, qué tan lejos quedaba la sede del congreso, porque mi ponencia estaba prevista para las doce en punto, ya pasaban de las diez y me gustaría escuchar a los otros ponentes. Cristina no lo sabía con exactitud, le habían dado un croquis en el que no se veía muy lejos, pero, "Guatemala es impredecible, ni modos", me dijo. "No te preocupés, manejo rápido", completó inmediatamente, para tranquilizarme, seguramente, ante la cara de angustia que puse. En efecto, manejaba rápido. Dio un brusco arrancón y se coló velozmente en el tráfico, rebasando despiadadamente a otros autos, gritando sin parar a todos los conductores que


se le atravesaban. En el camino me informó cómo su papá, que había sido taxista en Roma, le había enseñado a manejar, ni modos, a la italiana. A pesar de la habilidad de manejo y la rapidez con que conducía Cristina, mi inquietud no disminuyó porque era evidente que no conocía bien la ciudad (tenía apenas unas semanas de vivir allí, me contó después). Periódicamente, exclamaba "¡ups!" y me informaba que se había pasado, que tenía que haber dado vuelta una o dos cuadras antes, que ese rumbo no lo conocía, terminando en cada ocasión con su "ni modos", mientras yo no dejaba de ver el reloj y sufría con el avance implacable del segundero (¡el tiempo, siempre el maldito tiempo!). En cuatro ocasiones viró a la izquierda donde claramente se señalaba que estaba prohibido, se lanzó en sentido contrario en dos calles y una avenida, donde fuimos objeto de todos los insultos que conocen los guatemaltecos. Mientras trataba de darme informaciones turísticas para tranquilizarme y evitar que siguiera viendo compulsivamente el reloj. "Mirá, ese el parque central", me decía para inmediatamente corregirse, "no, perdón, el parque central está allá, creo", y así, por el estilo. A pesar de la velocidad y las infracciones, Cristina reconoció, después de las once y media, que, ni modos, estaba perdida. Estudió atentamente su croquis, volteó para todos lados y, repentinamente, se echó en reversa a toda velocidad tres cuadras, para retomar una avenida importante, donde trataría de ubicarse, mientras yo, al borde del infarto, pensaba en que ojalá el tiempo, contra lo que pensaba Prigogine, fuera reversible y, finalmente, tan sólo una ilusión como afirmaba Einstein. Deseaba poder meter reversa y estar otra vez en México, lejos de estos sobresaltos. Después de dar vueltas y más vueltas, preguntar una y otra vez, recibiendo pormenorizadas explicaciones que ella parecía entender, nos

dieron las dos de la tarde. Yo estaba molesto, verdaderamente enfadado, algo que, como puede corroborar fácilmente con todos mis conocidos, es muy raro en mí. Le dije que no tenía sentido ya presentarme, que hiciera el favor de llevarme al aeropuerto, porque podría perder también mi vuelo de regreso. "Ni modos, vos tendrás que tomar otro vuelo, yo tengo que llevarte al congreso; si no, no me van a pagar. ¿Sabés? Necesito la plata para financiar mis estudios. No me hagás quedar mal, ¡plis! ¿sip?", me pidió suplicante con unos grandes ojos tiernos. Me conmovió y pensé que yo no ganaba nada, tampoco, no presentándome. Podían entender que no fue mi culpa, yo soy una persona extremadamente puntual, pero, por desgracia, es imposible tener el control del tiempo, y tal vez podrían reprogramar mi intervención. En la tarde había una plenaria... en fin, acepté. Sin embargo, Cristina siguió perdida, recorriendo los laberintos de Guatemala como chofer de microbús chilango y violando todas las leyes de tránsito imaginables. Conforme el tiempo pasaba, mi paciencia disminuía y mi enojo aumentaba. Finalmente, a las seis con quince, se detuvo bruscamente frente a un pequeño hotel de tres estrellas. "Llegamos. Tarde, ni modos, pero llegamos". Me bajé del auto y vi frente a mí una gran manta de bienvenida al "Congreso mundial de Terapias Alternativas". Le comenté a Cristina mi sorpresa de que no anunciaran el congreso sobre jóvenes y farmacodependencias. —¿Cuál congreso?, me preguntó. —Mi congreso, dije. —Este es tu congreso— dijo, señalando la manta que pendía frente a nosotros. —No, el mío es sobre jóvenes y farmacodependencias. delatripa: narrativa y algo más, No. 23, Marzo 2016

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—Mirá, a éste es el que me dijeron que te trajera. Aquí, claramente, dice: llevar al señor Manuel Velasco al "Congreso mundial de Terapias Alternativas" en el Hotel Europeo, se anexa croquis. —Espera, espera, yo no soy Manuel Velasco, soy Juan Machín— le grité exasperado. —Entonces, perdoná... hubo una equivocación, pero, ché, ni modos, ¿por qué no vos te quedás en éste? Ve, en el programa mencionan una terapia con ayahuasca que, dicen, es maravillosa... Ni modos... Cuando me volvió a decir "ni modos" no pude más y fue cuando perdí la cabeza,. Entiéndame, cualquiera hubiera perdido el control...

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—Perdone, señor Machín, le voy a ser franco. La verdad, como ya le deben de haber informado sus anteriores abogados, lo que me ha contado no justifica la agresión. La señorita quedó llena de contusiones y moretes, presentaba lesiones que tardan más de 10 días en desaparecer... Aunque ella no presentó cargos, el intento de homicidio se persigue de oficio. No lo voy a poder sacar de aquí todavía en un buen tiempo, ni modos...


La bandera de un niño Anel May Salzar

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uando era pequeña siempre soñaba con muchas cosas, entre ellas estaba el escribir el más hermoso texto que representara a mi bandera; no sé por qué, siempre fue mi símbolo patrio favorito. Me gustaba verla ondear desde la ventana de mi salón de clases. Imaginaba cómo sería su textura, y me preguntaba quién y por qué había elegido pintarla con esos colores tan vivos, tan puros… Cuando mis maestros me explicaban la historia del escudo, de cómo los aztecas buscaban el símbolo de su leyenda en un águila devorando una serpiente parada sobre un nopal, me hacía preguntas infantiles como: ¿De qué color sería la serpiente? ¿De qué tamaño sería el águila? ¿Cómo es que pudo crecer un nopal dentro de un islote en un lago? Me hubiese encantado tener una máquina del tiempo y regresar a ése momento a mirar lo que en realidad había pasado. Y cuando escuchaba lo que representaban los colores de la misma, el verde la esperanza, el blanco la unidad y el rojo la sangre derramada por los héroes nacionales, me emocionaba pensando en las batallas ganadas, en los héroes patriotas; yo también quería ser tan importante como ellos y ver mi nombre escrito en el muro de mi escuela primaria, qué orgullosa me habría sentido en ése momento. Cuando era niña me emocionaba al límite al escuchar ésas historias, y por eso ahora me pregunto ¿Por qué los niños de ahora no se emocionan con ésas historias como lo hacíamos antes? ¿Por qué algunos alumnos son

irrespetuosos y no se comportan debidamente cuando ven pasar la bandera junto a ellos durante el homenaje? Yo ya estoy vieja y la piel se me sigue erizando cuando escucho los primeros acordes de nuestro glorioso himno mexicano, cuando veo a la escolta portando orgullosa a la bandera nacional, cuando veo nuestro escudo adornando el hermoso color blanco de nuestra bandera. Y ni qué decir cuando viajo al extranjero y veo o escucho alguno de nuestros símbolos patrios; sonrío emocionada y volteo para ver a quién le puedo decir que ésa es mi bandera o que ése es el himno que representa a mi país. Y me da tristeza que mis alumnos no sientan lo mismo, quiero transmitirles ése amor que siento por nuestra patria, ése cariño enraizado que llevo en el alma por mis símbolos patrios, por el himno, el escudo y la bandera. Es por eso que hoy vengo a contarles esta historia, que es mi versión romántica del bello vestido que hoy lleva puesto. En una ocasión, la bandera de México estaba ondeando en el asta bandera de la escuela, orgullosa de su linaje, cuando de pronto escuchó a unos estudiantes de primer grado de secundaria cuchichear y le pareció que lo que hablaban le concernía, por lo que prestó mucha atención para escuchar la plática completa. Las niñas comentaban que estaban hartas de tener que permanecer mucho rato sin moverse durante los homenajes y que les cansaba mucho mantener levantado el brazo durante todo el rato que duraban los honores a la bandera, que era un fastidio el homenaje y que si por ellas fuera delatripa: narrativa y algo más, No. 23, Marzo 2016

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lo eliminarían por completo de los usos y costumbres no sólo de su escuela sino de todas las escuelas del país. La bandera al escuchar estos comentarios, dejó de ondear y se quedó muy quietecita el resto del día, así estuvo pensando y pensando y ni siquiera su amigo el viento la pudo sacar de su marasmo. Así estuvo hasta que la bajaron de su lugar y la guardaron, hasta entonces pudo dormir y soñar con mejores épocas, cuando aún los niños eran bien educados y guardaban respeto por los símbolos patrios. Al siguiente homenaje en la escuela comenzó a prestar importancia en las actitudes de la mayoría de los alumnos durante los honores a la bandera y lo que vio le pareció increíble: algunos alumnos no estaban cantando el himno, otros estaban conversando, otros no hacían el saludo sólo por irreverencia y la mayoría de los docentes estaban más ocupados tratando de controlar a los alumnos de sus respectivos grupos, que prestando atención a la ceremonia. Sólo unos cuantas personas en toda la escuela se mostraban respetuosos en ése momento, y la mayoría de ellos eran maestros, asi que para la bandera no contaban, pues se supone que son quienes deben poner el ejemplo a los alumnos. Ésa noche, la bandera no pudo más y convocó en sueños a todas las banderas del país y entre todas decidieron que si ya nadie les iba a prestar la atención adecuada, ya no había necesidad de permanecer en sus puestos, así que acordaron esconderse de las miradas de los hombres, y así lo hicieron. También acordaron regresar el día que un alma pura las llamara con el corazón, desde el fondo de su alma. Así que todas las banderas del país desaparecieron sin más ni más de un día para otro, y era un verdadero misterio para los humanos el 46

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no saber qué había sucedido. Se habían perdido dos de los símbolos patrios: el escudo y la bandera nacional. Y no había explicación para un fenómeno de tal magnitud. Hubo muchas especulaciones, dijeron que se las habían robado, los de izquierda mencionaron que era un complot de los de derecha y viceversa, incluso un ufólogo confundido declaró que ¡fue obra de los extraterrestres! El caso es que no había solución: No existían más banderas en el país. Y con ellas, también se dejó de escuchar en muchos lugares el himno, pues normalmente se cantaba en los homenajes y a falta de ellos pues también cayó en desuso. De pronto, a alguien se le ocurrió la magnífica idea de elaborar nuevas banderas. ¡Sí! Ésa era la solución dijeron los expertos, pero lo cierto fue que tal vez por coincidencia o por acuerdo onírico con las banderas, todo el mundo olvidó cómo se hacían, ya no quedaba nadie sobre la faz de la tierra que pudiera elaborar una bandera mexicana, puesto que las banderas habían declarado su regreso, cuando un alma pura las invocara desde el fondo de su alma. Así las cosas, mientras tanto por aquí y por allá se escuchaban los suspiros de la gente mencionar: ¿te acuerdas de lo hermosa que era nuestra bandera? Qué orgullosa se veía con su traje tricolor! Y qué bellamente era adornada con el escudo en su centro! Oh bandera! Preciosa bandera mexicana, cuánto te extrañamos. Y dejaron de cantar los niños en los homenajes, pero ahora hasta eso extrañaban y suspirando anhelaban: ¡oh, cómo si regresase nuestra hermosa bandera! ¡Hasta muy bien me portase! En una pequeña escuela rural, un curioso pequeñito, cuyos ojos aún veían al mundo con alma de niño, decidió crear su propia bandera,


así que sin ayuda de ningún adulto y sólo con lo que podían llevar sus manitas, se dio a la tarea de recrear en el patio de su escuela una bandera humilde pero aun así era la más hermosa que ojos humanos hubiesen visto:

La voz que le había hecho la pregunta al niño, no era otra que la de su bandera, quien tornándose hacia él le dio un beso en la mejilla y le dijo, descansa hermoso niño que mañana será un día emocionante.

El color verde, fue el primero que eligió y también fue el más sencillo para elaborar. Lo representó con la húmeda vegetación que abundaba en su pueblo, el color blanco lo elaboró con infinidad de florecillas silvestres que encontró en los montes y la tonalidad roja se la dio con cientos de rosas perfumadas que con sus puras manitas había cortado, sin importarle las heridas que se hacía en los dedos. Y su magnífica obra la culminó con el escudo que realizó pintando arena de varias tonalidades para dibujar el águila y la serpiente sobre el nopal.

A la mañana siguiente, el pequeño se despertó asustado al escuchar muchas voces, ya los maestros y sus compañeros habían llegado a la escuela y contemplaban admirados el trabajo del niño, pero más que nada estaban admirados de que en el asta, la bandera de nuestro país ondeaba con todo esplendor.

Al terminar su obra, el pequeño estaba exhausto y se acostó a descansar un rato a los pies de su bandera, hasta que semidormido escuchó a una voz preguntarle que por qué había hecho eso. Él pensando que su maestra le hablaba le dijo que era porque no podía olvidar la hermosura de su bandera y que sus colores y formas inundaban su mente y su corazón día con día, y no podía tolerar no verla nunca más porque la amaba con toda su alma porque representaba a su alma, a su pueblo y a su país.

Y no sólo en ésa escuela ocurrió el milagro, sino en todas las escuelas y palacios de gobierno del país y en toda plaza cívica se veía ondear a la bandera renacida con la esperanza y el amor puro del alma de un niño. A partir de ése momento, las cosas cambiaron en nuestro país, pues a pesar de que muchos de los problemas de los que adolecemos continuaron, con la bandera había renacido la esperanza, la fe y el orgullo de todos los mexicanos y así que cada uno comenzó a poner su mejor esfuerzo desde sus diferentes actividades y poco a poco las cosas comienzan a mejorar.

Nota: Cuento ganador del Concurso Nacional de Expresión Literaria sobre los Símbolos Patrios 2015. delatripa: narrativa y algo más, No. 23, Marzo 2016

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Tres puntos sobre lectura, libros y poemas Adán Echeverría

S

obre la poesía mexicana los apuntes necesariamente son varios en los terrenos de lo estético, y con la pretensión de abarcar toda la literatura se ha intentado contenerla mediante límites e imposiciones que no ganan nada en importancia, pero suman a la tradición lectora. Estos aparentes límites en que se intenta agrupar, tienen todo de visiones socia-les, enfados políticos, y pretensiones de inclu-sión, y poco de valor más allá de la consecuente aspiracional de llegar a un mayor número de lectores, para lo cual siempre servirá el presupuesto, el mecanismo de los contactos sujetos en el tiempo, y las instituciones en que se demarquen. La poesía es mucho mayor —toda la literatura— a estos parabienes de los autores y antologadores. Lo estético es apenas un sujeto comunicativo, que no deja de ser un reflejo de las lecturas y experiencia de cada autor. El avance tecnológico con fines de comunicación ha prendido desde los noventas del siglo XX, las posibilidades para que el alcance lector tenga solo una limitación, las ganas de quien quiere buscar información. Su precaria conciencia de qué quiero encontrar y sobre qué quiero validar mis búsquedas. De esta forma la poesía —como muchos otros temas que quieran estudiarse— ya no dependen de los grupúsculos que quieran apropiarse las verdades absolutas. Estas torceduras generacionales, y sus consabidas tomaduras de pelo, no son más que ejercicios superfluos, en los que las convenciones vigentes pretenden acomodarse de acuerdo a los muy diversos factores que representen a una generación: por edad, las décadas de su nacimiento, o por las posibilidades en que se representan las figuraciones de eventos o sucesos, trágicos o mercadológicos; y entonces poder hablar de generaciones X, Atari, del Terremoto (en México refiriéndose al ocurrido en 1985). Todas al final, en 54

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esta vigencia, han dejado de apuntar sobre el divergente discurso en el que se asienta la obra de los autores que se van leyendo y releyendo. Porque precisamente en este releer los trabajos de los poetas mexi-canos y extranjeros afincados y editados en México es en donde se puede reconocer si se está entrando o no a la tradición literaria de nuestro país. La multiplicidad de talleres lite-rarios, encuentros de escritores, premios de literatura, ferias de libro y la lectura, portales de internet, blogs —bitácoras electrónicas— páginas en redes sociales, revistas virtuales; en fin, desde cualquier medio uno se va enterando de las producciones literarias, y éstas han dejado de ser pocas, aunque mantienen algunos vicios, que lejos están de lo literario, y nada tienen que ver con la estética sino con la simple banalidad que rodea, como un aura, a los autores que se lo permiten. En la literatura mexicana, en la poesía, el discurso viene a ser lo que menos conoce la gente que gusta leer. Haga usted este ejercicio: Hábleme del libro más importante de Julián Herbert, cuál es la temática principal de Alejandro Tarrab, de Maricela Guerrero, de Manuel Iris, Nadia Escalante, Daniel Bencomo o Daniel Saldaña Paris, de Dolores Dorantes, Amaranta Caballero, Lucía Yépez, o Alexandra Botto. ¿Es posible agrupar las poéticas de Ángel Ortuño, Luis Alberto Arellano, Álvaro Solís? ¿Cuál es el mejor poema que ha dado a la tradición Karen Villeda? ¿Cuál es el estado de la poesía escrita por mujeres en las primeras dos décadas del siglo XXI? ¿Cuáles pueden ser la preocupaciones de las poetas mexicanas en esta actualidad, si con Susana González-Aktories señalamos que: 'es ya en si un hecho indignante que a estas alturas de la historia literaria se sigan elaborando antologías exclusivamente femeninas'?


Porque a la poesía sólo se acercan los poetas (hombres y mujeres), pero muchos poetas se acercan más a otros poetas que a los poemas que estos desarrollan. Los poetas no se acercan a la crítica, la soslayan, no se dejan atrapar sobre ella, no se dejan recibir en sus versos, no conocen a sus colegas, sus fórmulas, sus texturas, sus inclinaciones, cuáles son y han sido sus lecturas, cuál su evolución, escriben poemas, ensayos, cuentos, novelas, o sólo poemas. Los poetas de este año 2016, en México, tienen cientos de contactos poetas en las redes sociales, muchos de ellos becarios, premiados, editados en la enorme diversidad que existe, y ni aun así se leen, ni escriben sobre sus obras nada más allá que unas palabras de presentación de libro, las reseñas halagadoras, algunas diatribas si no somos compas, pero pocos son los estudios profundos sobre sus poéticas, visiones, posturas, y además, sobre aquellos que — quieran o no los académicos— forman parte de su misma generación de escritores. El tema es amplio y los textos pocos. Ya en 2009, los promotores culturales que gustan de la poesía mexicana Rubén Falconi y Romina Cazón, lanzaron el Panorama de la Poesía Mexicana, en la que agrupan la obra de 69 autores. Y desde 2008, yo tuve la oportunidad de reunir en el proyecto Del silencio hacia la luz. Mapa poético de México, la voz de al menos unos 600 autores publicados y premiados en el país; en las páginas de estas obras, los temas son tan variados, incluidos esos temas que pueden causar escozor, lo que habla tanto de preocupaciones vigentes como de posturas críticas sobre la época en que se escribe. Porque los autores retratan ese fragmento social que les toca mirar, pensar, criticar además de vivir; y hay que validar lo dicho por González-Aktories: "la poesía mexicana actual se ha vuelto inabarcable". El académico Mario Calderón (como le gusta que le digan) señalaba en un pequeño texto publicado en la revista de una universidad, que poetas de "la generación de los 50" del estado de Puebla no eran considerados en los diccionarios de escritores del país, y apunta, dándose los dotes de ingeniero vial

que "a pesar de que Puebla se halla a dos horas de distancia de la Ciudad de México". Pero Mario Calderón, más allá de su constante quejerío de: háganme caso o les mando a mi hijo, tampoco discute propuestas poéticas, visiones, ni el desarrollo de la crítica como tal de la poesía. Es decir, no hace crítica, retrata, muestra, se queja, pero no hace crítica ni profundiza jamás. Hablar y quejarse, poco escribir sobre los autores, es la tónica de siempre, y cuando alguien escribe sobre las obras, se acusan de Resentidos, de Provincianos, de Renegados, de Oficialistas, de… ¿Existen libros sobre la poesía mexicana? Claro que existen. Existen libros, existen prólogos, existen artículos críticos, pero no son del todo abrevados; no se difunden, no se discuten, no se cuestionan. La discusión es la misma. Son muchos los poetas, pocos los que leen la obra, pocos los que critican, pocos los que profundizan, pocos los que se acercan a estos estudios de manera concienzuda. Una de las formas de acercarse a la Poesía Mexicana, considerando entonces el amplio número de obras, autores, premios, becas y demás, es hacerlo por medio de las Antologías. Las antologías que han recogido aquello de lo que líneas arriba hemos dicho, esa intención de poner límites para poder congregar y retratar un espacio de tiempo de la creación poética. "Los años más fecundos en la elaboración de antologías poéticas comienzan en la década de los setenta, con la publicación de treinta y seis antologías." dice Susana González-Aktories, y luego intenta ser más clara y señala que Zaid además de poner al día un ejercicio crítico-estadístico de poetas, desarrolla la "antolometría" es decir, "la evaluación de los poetas mediante estadísticas y taxonomías de diversos tipos." Cero profundidad sobre el pensamiento a través del tiempo que viven los autores. Malva Flores, en el prólogo de su La culpa es por cantar (precisamente un libro en el que se busca discutir sobre poesía mexicana) nos recuerda que "Ser incómodo" ha sido la función de los poetas pero, además de pellizcarle el culo a la presentadora, o delatripa: narrativa y algo más, No. 23, Marzo 2016

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levantarse en el foro, y hacer el performance de tipo(a) rudo(a) "o de protagonizar escándalos en las ferias y pasillos literarios, los poetas eran incómodos porque eran críticos (no sólo de poesía). Eso también ya está pasado de moda, al menos en la forma como acostumbrábamos." Y es lo bastante castrante. Las lecturas de poemas vueltas espectáculo: ¡me desnudo y que me bañen con sangre! ¿Escuchaste el poema?, No, pero qué buenas tetas de la chava. Aún recuerdo un encuentro de escritores en Mexicali, el turno de leer al poeta Óscar David López, quien se levantó de la mesa, se acercó a una esquina del entarimado, sacó de una bolsa dos maracas, y comenzó a agitarlas mientras iba declamando los poemas del que era su más reciente libro. El compañero a lado mío, se inclinó para decirme: Supongo que las maracas vienen con el libro, para que tenga sentido el performance. El romanticismo del poeta aún nos queda a algunos, y se nos tacha, como atinadamente define Malva Flores, de 'poetas de mantel': "poetas que no practican gimnasia en el escenario, no disponen de un aparato pictóricoesotérico- musical que los acompañe y leen sentados frente a una mesa cubierta con un paño verde o azul". Pero el escándalo ahí pervive. Las redes sociales han dado valor a los miles de millones de individuos e individuas que leen poemas, escriben textos para ponerse a discutir con los poetas. No tengo porque esperar que una editorial diga que soy poeta. ¿Y dónde publicas tus textos? En un blog que está súper genial, hay buenísimos poetas, excelentes, y mis textos gustan mucho. No creo necesitar el premio Aguascalientes, ni que me publique Tierra Adentro para saber que mis poemas son mejores que los de muchos que están antologados por todos lados. Que hueva estar comprando libros en las librerías, si uno puede obtener lo que quiera del internet. O el post que recientemente leí en la red social: "Me decían que vaya a talleres de literatura, me decían que tome clases de literatura, que busque becas, que busque ganar premios, pero acá les dejo la carta de la editorial Po… que ha decidido 56

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publicarme sin todas esas jaladas que me dijeron que haga y no hice. ¿Cómo les quedó el ojo?". Y no cabe en el orgullo. Para publicar un libro en papel, deja que alguien invierta en ti, no seas tan soberbio. Y validarse con un: “T.S. Elliot, publicaba sus propias obras. No tiene nada de malo que tú mismo seas gestor de tu obra, y creador”. Y el único lector, añadiría.

1. Del Wereverfresa a la noche triste de Castro-Chimal No culpen a la sociedad de lo que lee. Si las editoriales y los medios de comunicación, que se mueven por el dinero que en ellos invierten sus anunciantes, esas mismas empresas editoriales, promueven ese tipo de lectura, la gente —que pretende ser lectora— eso leerá, deseará leer y promoverá como lecturas necesarias entre los suyos. Uno se acerca a los stands de libros de una feria, camina en las librerías y ahí están las listas de "Los más vendidos". Uno lee reseñas todo el año, y algunos esperan ansiosos esas listas de Los Mejores Libros del Año, pero no quiere resistir y pensar que la gran mayoría de esas reseñas son pagadas a los reseñistas por las mismas editoriales, con el fin de promover a sus autores. Hay reseñistas honestos, pero por supuesto. Pero si un reseñista se lanza contra una obra para decir lo que realmente piensa, la editorial no lo buscará, ni le pagará sus columnitas. Entonces el crítico honesto se ve tentado a hablar de la literatura, de las oportunidades, y no profundizar en una obra. Vivir del: todos los libros nos dejan algo, pero no aclarar que lo que nos puede dejar incluso es No volver a leer a ese autor. Me da gusto que la gente lea, intento poner de mi parte —al igual que muchos otros promotores de lectura— en sugerir lecturas, autores y obras a los participantes de mi taller, a los compañeros escritores para que lean más allá del entretenerse, a los que escriben en mi revista para que lean más allá de la propia obra personal, y en brindar espacios para el


esparcimiento del pensamiento de aquellos que les gusta la lectura. Me da gusto que la gente lea — insisto, insistiré siempre—, y quisiera muchos espacios y oportunidades para que puedan hacerlo y contagiar siempre a más personas de este vicio. Pero desde la casa, desde la lap, el feis, o la tableta, es difícil competir con empresas mercantiles que influyen económicamente en universidades y gobiernos para la planeación —y la estadística— de ferias de libro y lectura, como en Mérida la de la Filey, cuyos principales organizadores son personajes de la Universidad Autónoma de Yucatán. Mi crítica no es solamente a las empresas editoriales, que de sus ventas tienen que sobrevivir. Mi crítica es a esos universitarios cuyos estudios —muchas veces con formación cercana a la literatura, la sociología— sí les han hecho tener conocimiento y saber, y tienen conciencia de qué cosa es un texto literario, y qué cosa solo es un producto mercantil de una editorial (Jordi Rosado, Werever[loquesea], Carlos Cuauhtémoc Sánchez y otros), y se privan de opinar, o peor… enaltecen — por un sueldo— participar, organizar, decidir, planear, llamar por teléfono, hacerla de staff, y en fin… trabajar como organizadores de estas ferias de lectura y libros a favor de esas empresas editoriales que ofertan un sin fín de basura literaria, y como personas formadas en letras, critican a los lectores que se acercan a esos héroes del decoro, la buena conciencia y la parafernalia tipográfica. Como universitario que has sido formado en letras, saber que ofreces como literatura un producto que es otra cosa, cuando tienes cuatro o cinco años de estudios de literatura, es como ser biólogo y promover el daño sobre un manglar porque te pagan un buen dinero (en ocasiones ni siquiera tan bueno). ¿Dónde el juramento como profesional para los egresados de escuelas y licenciaturas en literatura? ¿Cuál es —si lo hay— o cual sería su juramento profesional? Yo prometo siempre ser crítico de todo texto que pretenda aparecer como literario, habrían de decirse.

Mientras los fotógrafos de los periódicos de una ciudad se dan a la tarea de documentar eventos multitudinarios sobre esos "bufones literarios" que promueven las editoriales, existen autores como Raquel Castro y Alberto Chimal, Rodrigo Castillo, que se enfrentan a salones vacíos por la pobre o nula promoción que se ha hecho de sus obras de ficción, o sus ensayos literarios. Ya he visto que la editorial de Rodrigo Castillo, sobre ensayo literario deportivo, respecto del boxeo (La dulce ciencia), intente una presentación en una Feria del Libro y se encuentre totalmente vacía, pero decenas corren a tomarse la foto con E. Poni, con Carlos Cuauhtémoc, con Jordi Rosado, y demás fauna, para publicar en feis y decir: Este soy Yo, con la Poni —se que todos tienen la suya. Poner a competir a poetas y narradores en los mismos salones que los Youtubers, es un equívoco. Es además, una forma trágica de humillar a un escritor literario, que sabido es no tendrá las mismas oportunidades para acercar lectores. No solo es que su editorial no haya hecho la suficiente promoción de su trabajo literario, de su obra; acá lo terrible es que esos estudiantes de literatura que se dedican a trabajar como staff dentro de la feria, aquellos organizadores, en toda jerarquía de decisión, no promuevan a todos los escritores por igual, intentando que cada quien tenga su propio público. Luego esos mismos promotores de cultura, de lectura, esos estudiantes de literatura de las universidades, señalan que no hay calidad en la feria, cuando compañeros suyos, maestros suyos, autoridades de su Alma Mater, son quienes organizan dichos programas junto con las editoriales, y no se permiten la sana división de espacios, de programas de mano, de estructuración de temáticas y los tiempos dentro de las ferias. Que se arruinen solos, parecen decir. Den gracias que les dimos espacio. Hay que culpar a los organizadores por no estar a la altura, culpar a las mismas editoriales por publicar diversidad de temas y ofrecerla como si de literatura se tratase, y culpar a todos los que participan en los medios de

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comunicación que promueven y reportan y no critican lo que se ofrece en estas ferias. Culpar a los mismos escritores por no hablar sobre los libros, por no promover la calidad literaria, y por seguir permitiéndose la descalificación barata, sin pizca de profundidad. No puede ser válido culpar a los que van luego por el autógrafo de cualquiera de esos bufones literarios, ¡carajo, les han dicho que son escritores, y se los topan en ferias de libro! Cuando queramos que se lea buena literatura, empecemos por criticar la que hoy nos ofertan las librerías.

2) Definamos lectura definamos libro definamos feria Demos un paso, definitivamente para afuera de esta Escuela del Resentimiento, que bien ha sabido mencionar Harold Bloom, y de la cual Mariano Azuela en la mitad del siglo XX dejó zanjada la discusión entre académicos y escritores al señalar lo aburrido y engorroso que puede ser para alguien que desde la academia busca ser crítico de la literatura, sin permitirse escribirla, cultivarla y menos analizarla. Y digo que la discusión quedó zanjada, y es penoso que en el 2016, el ya mencionado "académico" Mario Calderón vuelva sobre esos pasos a querer señalar que solo pueden criticar la literatura aquellos que tengan estudios académicos en el tema, validado por algún posgrado. Pero más penoso resulta leer los textos de Mario Calderón, o que otros personajes de la literaturta se suban a esta tonta discusión: En qué te convierte discutir con un tonto. Para dar respuesta a alguien como Mario Calderón, baste leer sus trabajos académicos, para darse cuenta, que no tiene sentido tomarlo en serio. En estos prolegómenos en que siempre se pretende la desnudez de las conciencias, que más bien parece "el rasgarse las vestiduras", habría bien en definirse primero lo que es una feria, un libro, una lectura, un poema, lo literario. Dejar el ridículo aspaviento sobre Qué se debe o No encontrar dentro de una Feria de Libro, Lectura y demás apuntes en 58

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el título de los mencionados eventos. Ser conscientes de que el mundo no solo lee poesía, ni solo lee ensayo académico, ni ensayo literario, cuento, novela, y que las biografías de los escritores y escritoras no es aquello sobre lo que se trazan las ganancias de las empresas editoriales, que bien o mal, trabajan, generan empleo, pagan sus impuestos, y contribuyen a la cultura en este país, con un superávit de 600 parásitos diputados que nos endeudan cada día más. Cuando vamos a la librerías —no sea usted mentiroso, señor lector y reconózcalo—, los espacios para los libros literarios son los más pequeños. Pensemos en algunos ejemplos para la ciudad de Mérida, en Yucatán. 1) La Librería y Editorial Dante. Con varias sucursales en Mérida, el estado de Yucatán, y si me apuran hasta hace algunos años llegaban hasta los estados de Quintana Roo y Campeche, pero habrían ustedes de cotejarlo, quizá hayan tenido que retroceder al paso de las devaluaciones. Hablemos del Centro Cultural Dante, justo en la Prolongación Paseo de Montejo. Un edificio de tres pisos, donde el primer piso es la librería, asentada en un espacio aproximado de 40 x 40 metros (consulte un arquitecto para las medidas). El espacio tiene en los primeros quince metros unos escalones hacia un segundo nivel. En este nivel de alrededor de 25 x 40 metros (cuenten sus pasos si lo desean), del lado izquierdo usted podrá encontrar una pared, y sí… ahí, es donde ocurre el acervo literario de la librería, ordenada alfabéticamente. Toda esa pared son libros literarios de autores de diversos países. Se dice que esta librería no encontrarás libros a favor del Comunismo, sobra decir que el dueño de esta empresa es un cubano, de esos que salieron del régimen y se asentaron en Mérida, años ha. Pero puedes encontrar literatura (¿eso quieren no? libros literarios); bien, pues esa paredsota, -solo esa- tiene literatura. Entre los anaqueles de esa pared uno puede, sí es gran buscador, encontrarse algunas obras de poesía, una tablita o dos del anaquel, y si bien les va en ocasiones tienen, en la pared del fondo, un pedacito dedicado a Literatura Mexicana. ¿Y


entonces? ¿Y todos los demás anaqueles de las demás paredes? Pues sí, querido lector. También existen otros libros que no son de literatura. Y la Editorial Dante, -vayan y pregunten- no existirían ni vivirían sólo de las ventas de libros de literatura, ni los clásicos y esos dramas de los lectores. (Si no leen a Shakespeare, dejo de respirar, se los juro). El ejemplo 2) dejémoselo a la Librería Gandhi. Hago un paréntesis para apuntar: Si querida mujer rabiosa y divorciada (que no pone su nombre para hacerse responsable de su texto) de la revista Algarabía, en su número dedicado a las mujeres del año 2016, las mujeres de Yucatán no solo leen recetarios de cocina yucateca y a Corín Tellado, también en ese pueblito de casi un millón de habitantes hay Librerías Gandhi, como hay librerías Educal, Trillas, Porrúa, y museos, y parques, y Cineteca, y Academia Francesa, y demás cosillas que no tuviste oportunidad de revisar, para que la flamante editora de Algarabía te publicara ese malísimo y mal escrito texto en su revistita. Dejando la digresión aparte, la librería Gandhi, situada en Plaza Galerías en el norte de la ciudad de Mérida, tiene un pequeño espacio para los libros de literatura. Una pequeña pared, del lado de la puerta que da a la plaza, y unos anaqueles, tres o cuatro, que por ambos lados acomodan libros, igual ordenados alfabéticamente. Y todos los demás espacios, es para otro número inmenso de libros: superación, religión, jardinería, niños, jóvenes, política, sociología, antropología, carísimos libros de arte -hermosos igual- discos compactos, blue rays, y otras linduras. Así que nuestro segundo ejemplo, igual vende y oferta otros productos como Libros (sí señor, no es un sueño, ocurre) además de los libros de literatura (aunque se muera de nuevo la Bovary). Los ejemplos 3) librería de la Universidad Autónoma de Yucatán, 4) librería Porrúa, 5) sucursales de las librerías Educal, 6) librería del Sedeculta, por mencionar las más conocidas, tienen su pequeñito espacio para los libros de literatura, y muchos otros libros en una enorme diversidad de temas. Aumentemos la Biblioteca del Edificio Cen-

tral de la UADY, y la Biblioteca Central Estatal Manuel Cepeda Peraza, con una pequeña sala de libros literarios, y el resto de su acervo compuesto de mucha más temática. Luego entonces: si se venden en librerías, tienen hojas escritas e impresas, una cubierta a manera de portada, y deben ser leídos para enterarte de su contenido, entonces parece y se asemeja a un LIBRO, aunque su contenido no fuera literario. Si las librerías que conocemos en Mérida (como en muchas otras ciudades) están surtidas y ofertan al público otras temáticas que no solo las literarias y académicas, deberíamos coincidir en que las ferias, mencionemos algunas: Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil, Feria Internacional del Libro de Guadalajara, y la que sucede en Mérida denominada Feria Internacional de la Lectura Yucatán, que ofertan eso que hemos aceptado en llamar libros, no deberíamos esperar que solo abunden los libros literarios, y que solo caminen por ahí los escritores con su aura de Chéjov, Sallinger, Poe, Kafka, Cervantes, Camus, Garro, Lessing, Chimal, Jorge Lara, Jhonny Euán. Pasearán por esos pasillos, también los Sociólogos, Médicos, Psicoanalistas, Literatos, Críticos, Youtubers, Mercadólogos, y demás, de acuerdo al éxito que estén reportándole a las editoriales que invirtieron en ellos. Para los que nos gusta la literatura, claro que sería una joya, y un gran acierto, que se difundieran libros con una profundidad rebosante de ideas, pero tendremos que aceptar -aunque nos duela y enojeque el dinero mueve al mundo, y que toda empresa editorial que se beneficias del dinero que pagan por comprar sus productos, llevará a las Ferias a los autores que más ganancias les reporten. Esto es un negocio, dejad atrás el romanticismo literario. Sin embargo, los organizadores habrían de tomar determinaciones para, tal como sucede en las librerías, hacer sus ferias y eventos por géneros, y estoy seguro que todos quedaríamos conformes si delatripa: narrativa y algo más, No. 23, Marzo 2016

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hubiera Ferias solo del Libro Literario, y decirle adiós a los Youtubers como Werever(loquesea). Feria del libro Cómico, Feria del Libro Académico, tal como está la Feria del Libro Infantil y Juvenil, que arriba he mencionado. Mientras esto no suceda, es vergonzoso que se lancen contra los lectores que hacen largas filas para tener el autógrafo de lo que hemos osado en llamar: un bufón literario, y llorar porque no hacen la misma fila para que Jorge Volpi firme sus ejemplares. No ataquemos a los lectores. No digamos: Mejor sería que yo escribiera mierda para poder competir (quizá ya la escribas, y nadie ha tenido el valor de decírtelo —te recuerdo que los escritores mexicanos no acostumbran a criticar el trabajo de nadie, principalmente porque no lo leen, no te sonrojes). Mientras no se definan ferias de acuerdo a los géneros en que se distinguen los libros, las Ferias de Libros serán justo eso Ferias, súbase en el carrusel y decida bien a qué autores ir a ver, tal como decide a quién leer, cuando intenta comprarse un libro. Pero piense usted en que si algunos autores literarios de por sí se portan como unos mamones sin siquiera vender ni agotar sus ediciones de 300 ejemplares, no quiero pensar en el cómo serían si vendieran lo que vende Carlos Cuauhtémoc Sánchez.

3. De una discusión (sin) estética sobre un portal de poesía Tal como afirma el estúpido dicho "todas las mujeres son unas putas / menos mi mamá, mi hermana y mi hija", los hipócritas se van desgarrando las vestiduras, y quieren proclamar que la estupidez y la soberbia no vienen a ser la misma cosa. Pero lo son. Alguna vez le dije a mi sobrina: "Si dices que tu profesor es un estúpido, en qué te conviertes al discutir con él". Todos sabemos de la existencia de "los machitos de ordenador", porque desde la comodidad de tu casa y sofá, puedes mentarle la madre a alguien, amenazarlo y hasta decirle: "Cuando vengas a Cuernavaca, te voy a partir la madre, por 60

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haberme descubierto y expuesto junto a los del Círculo de Poesía y todas sus tranzas". O decirle lo que quieras: Lo tuyo no es poesía. Y entonces agredir: A tu madre sí que le ha gustado. Y luego querer decir que de esto se trata la crítica literaria. Tres temas entonces: 1) lo que es y no es la poesía, el arte, la literatura (y su discusión de arandelas y arañazos), 2) lo que es el ser gregarios, agruparse, coincidir y tomar partido por quien se victimiza, sin conocer más allá de las múltiples historias, creer siempre lo primero que lee en las redes sociales sin indagar en serio en cada tema, y 3) el convertirse en aquello mismo con que se discute y menosprecia. Si discutes con un "tonto", te conviertes en otro tonto. De la literatura, poética y estética, cada quien sus gustos: y que el tiempo ponga en su lugar a los poetas. Los premios, publicaciones y becas, en este México, no validan el excelente poema y poeta, toda vez que las becas no se brindan a la excelencia. La riña, la rijosidad y los distintos motes de "emergente", la otra poesía, el poeta de arrabal, los excluidos, los acusa-mafias, tampoco validan poetas y poemas. ¿Y entonces qué valida al poema y al poeta? Y la respuesta no es más que otra pregunta: ¿Es importante? Pero no se suben a una discusión seria, de posturas y propuestas, evidencias y muestra de fallos. Leamos los poemas entonces. Si dos andan discutiendo sobre poesía en una red social, en este tenor: Los poetas de tu página son malos; mi trabajo es mil veces mejor. Y se replica: Tú eres cursi, y se la pasan dándose de zapes por sus definiciones de estética, presupuestos, o demás, productos de esa Escuela del Resentimiento, tan acunada entre escritores mexicanos, allá ellos, son muy sus ganas de pelear estupideces. Pero cuando uno de esos personajes, en un portal de feis, se las da de 'Adorador de Ted Bundy', o de cualquier sicópata dice que prefiere a la hija del contrincante con quien discute, en su cama, pues habla de quien es. Y en efecto debería ser denunciado. Quizá por fanfarrón y por irse de lengua vía teclado. Debería demandársele.


Dudo mucho que el tipejo en cuestión esté buscando agredir sexualmente a una niña de dos años —la edad de la hija del 'poeta ofendido', quien ahora lo ha expuesto a la comunidad literaria de México. No soy sicólogo ni siquiatra (gracias a Krishna), pero cierto es que el hecho en sí mismo, no me parece el patrón de comportamiento de un pederasta; quien las más de las veces busca pasar desapercibido para los adultos, y vuela por debajo del radar. Eso de andar anunciando en las redes sociales que cometerán ese delito de abuso de una menor de dos años, no me parece una amenaza; pero sí me parecen habladurías de un pobre imbécil (de quien no necesito escribir el nombre porque no intento que se quede en el inconsciente de nadie); me parece un tipo con quien no vale la pena discutir, que no merece mayor atención como la que "muchos otros poetas", quieren darle. Lo triste del asunto es que —y por eso escribo este comentario— algunos de los que decidieron sentirse ofendidos cuando se hicieron públicas las acusaciones, quieran asumir al comentar en los post de la discusión: "Ya se notaba en sus poemas, (añadiendo la liga a los malísimos poemas del fulano), que el tipo es un pederasta", y luego pongan textos tomados de la Revista Clarimonda, o alguna otra liga en la internet. Como si dicha revista, al publicar sus escritos, le diera la validez a las acciones que el citado individuo pueda cometer como delitos, en su vida privada. Expongo acá algunos de esos post: "Esta bazofia no puede ampararse en la libertad de expresión ni en la creatividad, y van de la mano con sus actos misóginos pedófilos" (señala una acalorada Ivette Lacaba); "Tiene un blog, cuyo primer poema demuestra lo retorcida que es su mente" (dice luego Ricardo Lozano); al parecer desconociendo lo que es un hablante lírico o un personaje dentro de un trabajo literario —no discutamos la estética de los textos del personaje en cuestión, acá no vale la pena entrar en ese asunto, toda vez que un hecho es que le han publicado algunos libros.

Enrique Serna señala que para las mujeres la actitud de los poetas al elevarlas a un altar terminó por dañar al paso de los años: "La idolatría masculina era en realidad una discriminación encubierta, porque si bien los varones endiosaban a la amada cuando querían conquistarla, en la vida real no podían tolerar sus anhelos de independencia." Ya Baudelaire sentenció: "Amar a una mujer inteligente es placer de pederasta". Acá entonces valdrá la pena recordar que "pederasta" es el abuso sexual de un menor, y "pedofilia", la atracción sexual por estas personitas. Al fulano de la discusión debe demandársele en las instancias legales por sus dichos que rebasaron el decoro, la prudencia, el bien hablar, pero no se puede llegar a decir: "y sus versos lo delatan como pederasta, como pedófilo" como posteara Joaquín Peón Iñiguez, editor y escritor yucateco radicado en Jalisco; o —desde su parapeto de ridículo y penoso centralismo— señalar como J.M Servín: "yo creo que sólo es el típico escritor resentido que abunda en el interior del país, esto es una muestra de su frustración porque nadie lo pela", porque supongo que en la Ciudad de México, capital del país, o en las capitales de las otras 31 entidades federativa del país, no existen 'típicos escritores resentidos', solo en provincia (lo que sea que esto signifique en un mundo globalizado). Susana González Aktories tiene a bien indicar que en México el problema del centralismo sigue tan vigente como hace décadas; y no es un absurdo reconocer que la poesía de la que más se habla en los medios de comunicación, y redes sociales, termina siendo la de los grupos poéticos de la Ciudad de México; y el permanente equívoco de que los poetas que quieren triunfar, tienen que seguir haciendo un esfuerzo por vincularse con grupos de esas latitudes. Eso ha quedado superado, por más que a muchos aún les cause escozor como a Servín. Es de pena en verdad que los poemas que alguien escribe, quieran ser tomados como Prueba Pericial o Prueba Sicológica para trazar el Perfil Siquiátrico de un individuo, que por fanfarrón se quiso

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pasar de "machito de ordenador", discutiendo con un tío, que igual andaba de "fanfarrón" y pretencioso. Si quisiéramos aceptar que los que escriben sobre "incesto", "violencia sexual", "maltrato", "pederastía" "asesinatos", son autores que 'segurísimo' son asesinos, violadores, perpetradores, pederastas en potencia, ¿a dónde nos conduciría este razonamiento de a = b? Qué pena, querida comunidad de escritores. La polémica es sobre que el individuo "tachado hoy de posible pederasta", criticaba el portal de nombre Poesía Mexa (https://poesiamexa.wordpress.com/), apenas un blog de wordpress, donde se pueden descargar libros en PDF de autores mexicanos. Y de ese mismo portal de Poesía Mexa he podido sacar algunos autores, escogido algunos versos, de lo que... por el símil de los temas, deberían ser entonces (de acuerdo a los argumentos expuestos por algunos comentaristas de ese pleito de red social) posibles infractores sexuales, asesinos, violentos, que 'bien apuntan las cosas que de seguro serían capaces de hacer': 1) "descubrir que mi novia era hombre, matarla, cocinarlo (tampoco diría que soy celosa o temperamental) o reunir firmas para que la casa del caníbal se vuelva un restaurante vegano", versos extraídos de un poema de Ángel Ortuño en uno de los libros que cuelgan de ese portal de Poesía Mexa. Me parece un texto sumamente interesante; pero de acuerdo a lo que van contando sobre el supuesto "pederasta", entonces el poeta A. Ortuño, que escribe los versos citados, cuyo hablante lírico quiere comerse a su novia, luego de matarla, debería ser un posible asesino. No lo creo. No saquemos los versos del contexto, entendamos de una buena vez la idea del hablante lírico, la recreación de personajes. Porque en esto raya la idiotez del tema. En que una cosa es una infracción verbal, una fanfarronería de red social, que merece la sanción de los operadores mismos donde se suscribe, y levantar una denuncia en el Ministerio Público del Estado Mexicano, en las Autoridades Cibernéticas, solicitar una orden de 62

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restricción, e intentar probar que el susodicho personaje quería lastimar a una niña de dos años. Y con la finalidad de mostrar algunos ejemplos, trataré de llegar a diez, he acá los versos de algunos poetas que encuentran en el mismo portal de Poesía Mexa, con algunos de la antología Panorámica de la Poesía Mexicana de Falconi y Cazón: 2) sigo aquí porque / me tiré por la ventana / en medio de la noche / cuando tenía 7 años / porque violé a mi madre / y lamí un cuchillo / como si fuera mi padre / sigo aquí porque es cálido / y no necesito / ninguna esperanza / solo olvido /y ropa limpia (Ismael Velázquez Juárez). 3) Se puede matar con el mismo juego, llevando cables a los cuellos de las personas, despeinando sus cabezas con la estática. Sus aureolas atadas lentamente, suspendidas como un tendedero de apóstoles en cables. (Alejandro Tarrab). 4) "La niña juega inocente, del otro lado del cristal, mientras yo me concentro en humedecer mi vagina un poco más." (Carla Patricia Quintanar). 5) El olor de una virgen despierta a los durmientes / de dientes afilados / y cuajadas lagrimas / El olor de una virgen / como neblina / cubre el pantano: / tiernas margaritas flotan sobre hirvientes ponzoñas / grandes fauces las devoran / y, como plumas, sus pétalos vuelan / El olor de una virgen / rompe cadenas de Titanes / y los cien brazos de los monstruos / la cubren de caricias / El olor de una virgen /ha penetrado la tierra /y todos los demonios danzan / redimidos. (Yolanda Ramírez Michel). 6) "Uno sueña con él en todas sus formas / y aparece en el cuerpo de un violentísimo hombre / y en su mirada arde el odio que ha tragado / el amor" (Estephani Granda Lamadrid). 7) "y polvo de alquitrán en los pulmones / y sexo y droga y quizás amor, quizás un poco de amor. / Punto" (Mario Z Puglisi). 8) —Llévese a mi hija, don Abramo. / Es flaca, pero tiene / ojos de lechuza, / ancas firmes. / Cám-


biele el nombre. / Llévesela, don Vincenzo, / y hágala bien feliz / con sus comercios. (Paula Abramo). 9) Seríamos capaces de matar con tal de que no los consumieras, ya tú sabes, ¡eh! Lo hacemos por ti y por tu bien. De la oficina de alcohol, azúcares, carbohidratos y explosivos te aseguramos que somos capaces de matar por tu seguridad: Imagine all, like us. (Maricela Guerrero). 10) Marcas para que nunca me olvides, cicatrices para que me tengas en tu pensamiento, ¿te duele? Es una forma de amar, amar y doler, amor y dolor, quien te quiere te hará llorar (Maricela Guerrero). La aparente violencia que se cita en los anteriores versos, son un reflejo de una sociedad, una búsqueda por medio de la palabra de exponer historias, sensaciones, visiones, experiencias mentales, casualidades de lo social en que cada autor se mira inmerso y presenta una reacción estética. Es triste que se celebren como intelectuales y como poetas, y entonces acusen al otro de Enfermo Mental, sin antes leer sus propias composiciones poéticas, las que ustedes mismos y mismas, escriben. Los invito a buscar conmigo, la violencia sexual y, física, contra la mujer, niños y niñas, ancianos, la violencia respecto del Otro que existe en la poesía mexicana, solamente para validar o invalidar aquello que muchos de ustedes postearon. Por ahora me viene a la mente, entre la literatura universal: El juguete rabioso, Las cavas del vaticano, La biblia satánica, Historia de un Ojo, Canonicemos a las putas, este último poema de Jaime Sabines, uno de esos autores siempre mencionado por un gran número de lectores mexicanos, más allá de otros poetas; y de ese poema, como de Jaime Sabines jamás he escuchado a nadie decir: Sabines prefería a las putas; pobre de su familia, seguro regenteaba a las pobres

mujeres, lo dice claro en sus versos, seguro las lastimaba, y las sobajaba y..., que lo bloqueen del feis. ¿Cuántos libros has leído de violencia explícita? En verdad crees que el autor del libro, tiene además una vida llena de delitos sexuales, violentos y de lessa humanidad. ¡Por favor! Y no puedo imaginarme que le pasaría al escritor de la novela Lolita, si en esta contemporaneidad se atreviera a postear un pequeño fragmento de su obra; tal vez algo como ésto: "Hay que ser artista y loco, un ser infinitamente melancólico, con una burbuja de ardiente veneno en las entrañas y una llama de suprema voluptuosidad siempre encendida en su sutil espinazo (¡oh, cómo tiene uno que rebajarse y esconderse!), para reconocer de inmediato, por signos inefables —el diseño ligeramente felino de un pómulo, la delicadeza de un miembro aterciopelado y otros indicios que la desesperación, la vergüenza y las lágrimas de ternura me prohiben enumerar—, al pequeño demonio mortífero entre el común de las niñas; y allí está, no reconocida e ignorante de su fantástico poder." (Vladimir Nabokov).

Referencias Calderón, M. (s/f) Desde la orilla o la generación de los 50 en Puebla. Graffylia. revista de la facultad de filosofía y letras. pp. 92-103 Falconi, R y R. Cazón. 2009. Panorama de la poesía mexicana. Revista Almiar. Margen Cero. 148 pp. González-Aktories, S. 1995. Antologías poéticas en México.Una aproximación hacia el fin de siglo. Anales de Literatura Hispanoamericana, núm. 24. Servicio de Publicaciones. UCM. Madrid, 239-250. Serna, Enrique. Placer de pederasta. Letras Libres en línea. http://www.letraslibres.com/revista/tertulia/placer-depederasta, revisión realizada el día 25 de marzo de 2016.

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Relatos cortos francófonos contemporáneos Traducción Larissa Calderón

Post scriptum France Coué (Francia)

La definición del diccionario nos dice "nombre invariablemente masculino — "escribir después" ¿Pero después de qué? Después de la firma… pero cuando no está firmada ¿Tenemos el derecho de meter un post-scriptum? Y ¿por qué después? ¿Se trata de un simple olvido, un atolondramiento… ¿el autor se acuerda justo antes de darle el lengüetazo en la solapa del sobre, justo antes de darle clic a la tecla de envío, un detalle omitido que va a cambiar todo en su redacción, una información insignificante pero que quiere añadir? O lo contrario ¿lo esencial de lo que quiso decir se esconde en el PS? Todo el parloteo arriba del PS no sería entonces más que el pretexto de éste último. La última línea sería, pues, la primera. El autor diría sin decir, osaría sin osar, a riesgo que su PS no sea visto, ni leído. Y si no escribimos más que en PS.

Post scriptum France Coué

La définition du dictionnaire nous dit "nom invariable masculin — écrire après". Mais après quoi? Après la signature...mais quand ce n’est pas signé a-t-on le droit de mettre un postscriptum? Et pourquoi après? Est-ce un simple oubli, une étourderie...l'auteur se rappelle juste avant le coup de langue sur le rabat de l’enveloppe, juste avant le clic sur la touche envoie, un détail omis qui va tout changer dans sa rédaction, un information insignifiante mais qu il tient à rajouter ? Ou au contraire, l'essentiel de ce que voulait dire l’auteur se cache dans le PS? Tout le babillage au? dessus du PS ne serait alors que le prétexte de ce dernier. La dernière ligne se trouverait donc être la première. L'auteur dirait sans dire, oserait sans oser, au risque que son PS ne soit pas vu, pas lu. Et si nous n’écrivions qu en PS? delatripa: narrativa y algo más, No. 23, Marzo 2016

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mi respuesta… Claire Sarvisé (Francia)

Releí esas líneas tranquilamente, deteniéndome largamente en ciertas frases tuyas. Durante algunos instantes mi mirada abandonó la pantalla, vi el cielo gris y blanco detrás de las cortinas de encaje. Siguiendo pequeñas nubes blancas, mis pensamientos vagabundean. Como cada vez que leo tus letras destinada s tu musa Fatma, entré suavemente. Estabas sentado con la espalda curveada, no veía la expresión de tu rostro, inclinabas la cabeza en una hoja cubierta de palabras azules, palabras grises, palabras que excavando en tu memoria, palabras buscando su lugar en el papel. Pero reconocí tu mano impaciente guiando la pluma. Las pequeñas nubes desaparecieron, descendí a la tierra retomando mi lectura. Cuando hube terminado, tu carta me pareció diferente. Ciertas palabras quedaban ocultas, algunas frases tomaban otra significación… Esta carta es pacífica Rachid. Esa paz que viene de la confianza recíproca de dos seres que se aman.

ma réponse ... Claire Sarvisé

J’ai relu ces lignes tranquillement, m’arrêtant longuement sur certaines de tes phrases. Pendant quelques instants mon regard a quitté l’écran, j’ai regardé le ciel gris blanc derrière les rideaux de dentelles. En suivant des petits nuages blancs, mes pensées vagabondèrent. Comme à chaque fois que je lis tes lettres destinées à ta muse FAtma, je suis entrée doucement. Tu étais assis le dos courbé, je ne voyais pas l´expression de ton visage, tu penchais la tête sur une feuille recouverte de mots bleus, de mots gris, de mots qui fouillaient ta mémoire, de mots qui cherchaient leur place sur le papier. Mais je reconnus ta main impatiente qui guidait ta plume. Les petits nuages blancs disparurent, je redescendis sur terre et repris ma lecture. Quand j´eus fini, ta lettre m’apparut différente. Certains mots restaient discrets, quelques phrases prenaient une autre signification... Cette lettre est paisible Rachid - Cette paix qui vient de la confiance réciproque de deux êtres qui s´aiment.

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¿Quién es Marguerite Oppenheim? Wright Salisbury (Francia)

Hasta esa alcoba embalsamada —¿Quién es Marguerite Oppenheim? pregunté a mi nuevo amigo. —Debe preguntarme, más bien, quien era Marguerite Oppenheim, respondió. Ella era la que escapó. Sabe, tomamos más de aquello que se nos escapa, mejor si se trata de una mujer, una bella mujer, una bella mujer joven. Suspiró, había bebido mucho vino esa tarde, se le veía de un humor reflexivo. —Fue hace muchos años, muchos siglos… "Debía estar demasiado ebrio", pensé. "Dice cualquier cosa." Lo había invitado a mi casa a tomar un trago con intención de pedirle un poco de dinero, tenía un semblante muy próspero, pero aún no había encontrado la oportunidad de sacarle el tema, así que me sorprendió cuando me dijo —¿Usted quiere que le preste dinero? —¡Pero, no, no!, grité, puede ser que con demasiada insistencia.— ¡Para nada! —Discúlpeme, respondió. La mayoría de las personas quieren pedirme dinero. Fue así como perdí a mi pequeña Marguerite. En fin, no exactamente. El hombre que fue la causa de la pérdida de Marguerite no quería dinero, quería juventud… y al final y esencialmente, a Marguerite. Yo estaba confundido, por decir lo menos. Eso no tenía ningún sentido. —¡Fue mi culpa, completamente mi culpa! continuó.— Estaba tan determinado en tener al joven hombre que dejé escapar mi Marguerite. ¿Recuerda la música y la letra de Berlioz? Comenzó a cantar en voz baja: "¡Hay que seguirme todavía

Donde reposa tu bien amada Para ti solo divino tesoro!" —¡Que locura, que tontería, que estupidez! ¿Y que gané? ¡Su alma! ¡Sin valor! ¡Con mi poder, hubiera podido, hubiera debido, ganar su amor! "¡Tropas infernales Suenen sus trompetas triunfales Él es nuestro!" —Bla, bla, bla. ¡Bufón, imbécil! ¡Tan orgulloso de su conquista que olvidaría lo que era más importante, el amor de Marguerite! ¡Lo que tenía, tendría, hasta la eternidad! Todo el mundo piensa que soy muy inteligente. ¡El príncipe de las tinieblas! ¡ja! ¡El príncipe de los idiotas! Lo dejé hablar, porque él parecía querer hacerlo. Pero había terminado. Se levantó y tirando un fajo espeso de billetes en la mesa, se puso el impermeable negro con la solapa roja flamante. —Pero, ¿cómo puedo reembolsarlo?, le pregunté. —¡Nunca!, gritoneó —Nadie puede reembolsarme jamás. Se bamboleó al atravesar la puerta y en las tinieblas de la noche. Mientras desaparecía, escuché un coro infernal que cantaba misteriosamente: "¿De esta alma tan orgullosa Para siempre eres dueño Y vencedor, Mefisto? " Oí, más débil, una voz que chillaba, —¡Amo! ¡Vencedor! ¡Ja! delatripa: narrativa y algo más, No. 23, Marzo 2016

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Qui est Marguerite Oppenheim? Wright Salisbury

—Qui est Marguerite Oppenheim? j’ai demandé à mon nouveau ami.

"Il faut me suivre encore

—Vous devez me demander plutôt, qui était Marguerite Oppenheim, il a répondu. Elle était l'une qui a échappé. Vous savez, on prise le plus celle qui nous a éludé, bien plus si c'était une femme, une belle femme, une belle jeune femme.

Où repose ta bien-aimée

Il a soupiré. Il avait bu beaucoup de vin ce soir là, et il semblait être dans une humeur réfléchie. —Il y avait été beaucoup d'années, beaucoup de siècles... "Il doit être très enivré", j'ai pensé. "Il dit n'importe quoi." Je l’avait invité chez moi à prendre un pot dans l'intention de lui emprunter un peu d'argent, puisqu’il avait l’air plutôt prospère, mais je n'avais pas encore trouvé l'opportunité de lui poser le sujet, et donc j’étais étonné quand il m'a dit - Voudrais-vous me prêter de l’argent? —Mais non, non! j’ai crié, peut-être avec trop d'insistence. —Pas du tout ! —Pardonnez-moi, il a répondu. —La plupart des gens veulent m'emprunter de l'argent. C'était comme ça que j'ai perdu ma petite Marguerite. Enfin, pas exactement. L'homme qui était la cause de la perte de Marguerite ne voulait pas d'argent; il voulait la jeunesse... et à la fin, et essentiellement, Marguerite. J'étais confus, à dire le moins. Ça n'avait aucun sens du tout. —C'était ma faute, complétement ma faute! il a continué. —J'étais si déterminé d'avoir le jeune homme que j'ai laissé échapper ma Marguerite. Vous vous souvenez de la musique et des mots de Berlioz ? Il a commencé à chanter à voix basse: 68

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Jusqu'à cette alcôve embaumée

A toi seul divin trésor!" —Quelle folie, quelle bétise, quelle stupidité ! Et qu'est-ce que j'avais gagné ? Son âme ! Sans valeur ! Alors que avec ma puissance, j'aurais pu, j'aurais dû, gagné son amour! "Cohortes infernales Sonnez vos trompes triomphales! Il est à nous!" —Bla bla bla. Bouffon, imbécile! Si fier de ma conquête que j'avais oublié ce qui était le plus important, l'amour de Marguerite! Ce que celui-là avait, aura, jusqu'à l'éternité! Tout le monde pense que je suis si intelligent. Le Prince des Ténèbres ! Ha ! Le Prince des Idiots! Je l'ai laissé parler, puisque c'était ce qu'il semblait vouloir faire. Mais il avait fini. Il s'est levé et, jetant un paquet épais de billets sur la table, il a mis son impermeable noir avec la doublure rouge flambante. —Mais comment puis-je vous rembourser? Quand?, je lui ai demandé. —Jamais !, il a braillé —Personne ne peut jamais me rembourser! Et il a chancelé à travers la porte et dans les ténèbres de la nuit. Comme il disparaissait, j'ai entendu un choeur infernal qui chantait mystérieusement: " De cette âme si fière A jamais es-tu maître Et vainqueur, Méfisto?" Et j'ai entendu, plus faible, une voix qui en criant, —Maître! Vainqueur ! Ha!


In Tenebras Descendus Tristan Durieu (Francia)

Un viento glacial soplaba sobre las hierbas grises y a lo alto del campo desolado. El aire podía tocarse, la niebla tenía un olor terrible, cercano a la putrefacción. Era justo antes de la noche, no se veía nada, todo estaba muy sombrío y en penumbra, pero persistía en el aire una ínfima luz gris. Como el símbolo de la esperanza última antes que la noche perdurara. El tiempo encontraba aquí un eco particular, como indisociable de la muerte, de la existencia. El hombre avanzaba sin ninguna apariencia humana, ni animal tampoco, simplemente una cosa que avanzaba lentamente en las tinieblas naciendo. Prácticamente desnudo, marchaba y el aire soplaba en su piel dura y negra de mugre. Ciego, completamente ciego, avanzaba. Un dolor de cabeza espantoso le comprimía y desgarraba la cabeza. Sin duda el viento que entraba por sus oídos y le latigueaba la piel estaba ahí por alguna razón. Ese viento horrible que parecía no cesar jamás. La noche uniéndose con la bruma daban una oscuridad móvil, degradada en colores lúgubres. El avanzaba. ¿Cuántas estrella invisibles se escondían detrás de esa noche? ¿Brillaba todavía o bien la lluvia hubo engendrado su deshielo? ¿Y señor, que se encontraba detrás de esa cubertura húmeda? La marcha le hacía olvidar, pero la fatiga lo hacía reflexionar en su propio peso. Toda cosa era en vano, sin interés, horriblemente trivial. Y esa idea se incrustaba un poco más a cada uno de sus pasos en su cráneo. El caminada, pero, ¿por qué caminaba? ¿Qué había en el fondo que justificaba todo eso? Nada, no había nada, pero caminaba y eso lo hacía olvidar. Un paso, dos pasos, tres pasos… y eso no parecía tener fin después de la noche de los tiempos. Además nada alrededor, solo la hierba congelada que crujía bajo sus pies. Sus ojos se cerraban, sus piernas continuaban avanzando sin aprobación de su cerebro, no sentía nada. Anestesiado. Colapsa y cuando su cuerpo cae el suelo pareció tragárselo. El desaparece.

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In Tenebras Descendus Tristan Durieu

Un vent glacial soufflait sur les herbes grises et haute du champs désolé. L'air était palpable, le brouillard avait une odeur terrible, proche de celle de la putréfaction. C'était juste avant la nuit, on ne voyait rien, tout était beaucoup trop sombre et floue, mais il persistait dans l'air une infime lumière grise. Comme le symbole d'un dernier espoir avant la nuit qui durerait. Le temps trouvait ici un écho particulier, ici il était comme indissociable de la mort, de l'inexistence. L'homme avançait sans aucune apparence humaine, ni animal d'ailleurs, simplement une chose qui avançait lentement dans les ténèbres naissant. Pratiquement nu, il marchait et l'air soufflait sur sa peau dur et noir de crasse. Aveugle, complètement aveugle, il avançait. Un mal de tête épouvantable lui compressait et lui déchirait la tête. Sans doute le vent qui entrait dans ses oreille et lui fouettait la peau y était pour quelque chose. Ce vent horrible qui semblait ne jamais cesser. La nuit qui s'unissait avec le brouillard donnait un noir mouvant, dégradé de couleurs lugubres. Il avançait. Combien d'étoiles invisibles se cachait derrière cette nuit? Brillait elle encore ou bien la pluie avait elle engendré leurs fonte? Et seigneur, que se trouvait il derrière cette couverture humide? La marche lui faisait oublié, mais la fatigue le faisait fléchir sous son propre poids. Toute chose est vaine, sans intérêt, horriblement triviale. Et cette idée s'incrustait un peu plus à chacun de ses pas dans son crâne. Il marchais, mais pourquoi donc marchait il? Qui avait il au bout qui pouvait justifier tout cela? Rien, il n'y avait rien, mais il marchait et cela lui faisait oublier. Un pas, deux pas, trois pas… et cela ne semblait avoir de fin depuis la nuit des temps. Et puis rien autour, juste l'herbe gelée qui craquait sous ses pieds. Ses yeux se fermaient, ses jambes continuait d'avancé sans l'accord de son cerveau, il ne sentait plus rien. Anesthésier. Il chuta et lorsque son corps fut à terre le sol sembla l'avaler, il disparut.

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yo recuperé el tiempo perdido Sylvie Anceret (Francia)

El libro ha sido publicado… Comentario del autor sobre "yo recuperé el tiempo perdido" Una linda historia, corta y conmovedora. Una mujer, un camino, los sufrimientos y las alegrías, la historia del una infancia mecida por la falta de amor y un final pleno de ternura.

j´ai rattrappé le temps perdu Sylvie Anceret

Le livre a été publié... Commentaire d´auteur à "j´ai rattrappé le temps perdu": Une jolie histoire, courte et touchante. Une femme, un parcours, des douleurs et des joies. L'histoire d'une enfance bercée par le manque d'amour et d'une réusiite pleine de tendresse.

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1234 Thea Pijpers (Alemania)

Al momento de mi llegada a las Islas Cook, trate de comprar un coche. Eso no era tan simple como pensé, porque casi no había. Hoy la situación ha cambiado. Cada familia posee como mínimo dos autos. En esa época era muy difícil, yo tuve que esperar un tiempo considerable antes que "Motor-Centre" puso un automóvil a la venta. Era un "Charade" que perteneció a miembros del gobierno, desde luego no era nuevo. Era un lindo cochecito blanco, el numero de la placa era: 1 2 3 4, lo cual encontré muy original. A la derecha de mi casa tenía un espacio con plantas, dando hacia un riachuelo, el cual más adelante entra al mar, y preví ese lugar para estacionar mi auto. Alrededor de mi casa casi no había plantas, todo fue construido muy recientemente. Pasaba mis días en mi jardín, plantando árboles, palmeras, pandanos, etc… Igualmente planté trozos y ramas de hibiscos recién cortados, directamente en la tierra. Era francamente un trabajo bien hecho, el resultado me daba mucha satisfacción, porque se podía, casi, ver las plantas crecer. Aunque el suelo era arenoso y pobre, por ser tan cercano al mar, todo parecía crecer bien. Como era un debutante en los asuntos de eso que es hoy llamo "mi" isla, evidentemente no cocía nada de tormentas o mareas. Naturalmente uno escucha hablar o le lee cosas… pero si uno no las vive, no las puede creer. La tormenta llegó por no menos de tres días y tres noches, Cada hora, salía para ver si todo 72

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estaba aún en su sitio. Todo estuvo perfectamente en orden hasta la mañana a las 9 hrs. A partir de ese momento, todo se torno calmo, como en cámara lenta, la tierra debajo de mi auto comenzaba a tomar vida, se movía y deslizaba centímetro por centímetro y mi coche resbaló imperturbablemente hacia el riachuelo que se convirtió en un torrente violento. Era algo sensacional de ver. La gente de los alrededores vinieron con cuerdas para detener mi auto, pero sin éxito. Cayó suavemente y navegaba hacia el mar. El número de placas 1 2 3 4 aún fue visible por un largo rato. Era absolutamente terrible. Uno puede burlarse de tal historia y encontrarla solo chusca, si a uno no le concierne personalmente. Yo no podía. Cuando el coche llegó al mar y "nadaba" tranquilamente, un hombre inteligente tenía organizado, en ese lapso, una grúa y de esta manera, el auto podía ser arrastrado a tierra firme. ¡Pero en qué estado! La radio y otras cosas continuaban flotando en el agua. Era una imagen para los Dioses… La televisión de las Islas vinieron igual y no paraban de filmar la escena trágica para mí, y cómica al mismo tiempo. No era lindo, pero ahora, con el recuerdo, yo me rio también. La coronación de esta historia es, cada vez que la televisión muestra una catástrofe, las imágenes de mi auto 1 2 3 4 vuelven a la pantalla. ¡Viva la alegría!


1234 Thea Pijpers

Tout au debut de mon arrivee dans les Iles de Cook, j'ai essaye d'acheter une voiture . Ceci n'était pas aussi simple que l'on pense, car il n'y avait presque pas. Aujourd'hui la situation a bien change. Chaque famille possede au minimum deux voitures. A l'epoque c'était tres difficile et j'ai du attendre un bon moment avant que " Motor Centre " a propose une voiture a vendre. C'était une voiture " Charade " qui avait été utilise par des membres du gouvernement, donc elle n'était pas neuve. C'était une jolie petite voiture blanche. Le numero des plaques était : 1 2 3 4 ce que je trouvais assez original. A la droite de ma maision était un pre avec des plantes, donnant vers la petite riviere laquelle, plus loin entre dans la mer et j 'ai prevu cette place pour garer ma voiture. Autour de ma maison, il n'y avait presque pas de plantes, car tout venait d'etre fait tres recemment. J'ai passe toutes mes journees dans mon jardin, a planter des arbres, palmiers. des Pandanus etc… et je plantais egalement des bout de branches d'Hibiscus fraichement coupees directement dans la terre. C'était franchement bien du travail, mais le resultat donnait beaucoup de satisfaction, car on pouvait presque voir pousser les plantes. Bien que le sol était tres sablonneux et pauvre, car c'était pres de la mer, tout poussait pas trop mal. Comme j'etais une debutante sur tous les plans de ce qui est maintenant " mon " ile, je ne connaissait evidemment rien des tempetes et des marees. Naturellement on entend parler, on lis des choses… mais si on ne les a pas vecu, on ne peut les croire.

La tempete arrivait et il a plus pendant trois jours et trois nuits. Chaque heure, je sortais pour voir si tout était encore en place. Tout était parfaitement en ordre jusqu'au matin a 9h. A partir de ce moment, tout doucement, comme au ralenti, la terre en dessous de ma voiture devenait vivant, bougeait et s'abassait centimetre par centimetre et ma voiture glissait imperturbablement vers la petite riviere qui est devenue un torrent violent. C'était une petite sensation a voir. Les gens des alentours venaient avec des cordes pour retenir ma voiture, mais sans succes! Elle plongeais tous doucement et voguait vers la mer. Le numro des plaques 1 2 3 4 était encore visible pendant un bon moment. C'était absolument terrible. On peut profiter d'une telle histoire et la trouver marrante seulement, si on n'est pas concerne personnellement. Moi, je ne pouvais pas. Quant la voiture était arrivee a la mer et " nageais " tranquillement, un homme intelligent avait, dans l'intervalle, organise une grue et de cette facon, la voiture pouvait etre hisse sur le sol ferme. Mais dans quel etat! La radio et bien d'autres choses continuaient a flotter dans l'eau. C'était un image pour les Dieux…La Television des Iles de Cook était venue egalement et ils n'ont pas arrete de filmer la scene tragique pour moi, et comique en meme temps. Ce n'était pas joli, mais maintenant, avec du recul, je rigole aussi. Le couronnement de cette histoire est: a chaque fois que la television montre une catastrophe, les images de ma voiture 1 2 3 4 revienne sur l'ecran. Vive la joie!! Todos los textos han sido tomados de fr.e-stories.org delatripa: narrativa y algo más, No. 23, Marzo 2016

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Consejos para soñar como poeta Jorge Manzanilla

¿E

stás cansado de perder todos los certámenes de literatura?¿Eres un chavoruco que no entra en las convocatorias? ¿Has perdido las becas estatales? ¿Ya no sueñas con el Fonca? ¿Te siguen haciendo bullyng en los talleres literarios? ¿Tus dramas personales no son suficientes para terminar tu poema? Aquí dejo un decálogo que bien puede servirte: 1.- Aprovecha los temas en boga: Todos sabemos que el narcotráfico es un tema recurrente en nuestro México, pero también hay otros temas que son usados para que aquel editor que te ha mandado al carajo se fije en tu archivo de Word, que humildemente llamas obra literaria. Piensa en Ayotzinapa como sinónimo de novelas y antologías de poesía que se han hecho al respecto, para ello Tryno Maldonado te lo puede aclarar desde el Instagram con fotos de chavales de la escuela normal guerrerense. Piensa en las discusiones de feminismo o incluso en el gobierno. Recuerda que eres izquierdozo, hasta parece que no tienes redes sociales y no te has dado cuenta de toda la parafernalia intelectualoide que pasa por tus ojos. Un buen ejemplo de tema actual lo encuentras en la estancia del Papa. ¡Vamos, saca tu lado ateo!, utiliza las redes para blasfemar o desempolvar aquellas frases nihilistas que nunca pudiste decirle a tu mami cuando te obligaba ir a misa los domingos. Tu posible editor pegará un brinco de felicidad al enterarse que has escrito (o reescrito) sobre el Padre Maciel y la pedofilia de sacerdotes. ¡Caray, ya hasta me dieron ganas de comprar ese pinche libro!, ojalá salga en Alfaguara o Punto de Partida. 76

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2.- Dime con quién andas: ¿Tus amigos escritores les encanta la peda y las drogas?, vas bien mi amigo, hasta ya hueles a la resaca de Bukowski. Sin embargo, ten en cuenta que estas influencias no serán bien vistas por el canon literario; es decir, olvídate que te inviten a encuentros, revistas o, peor aún, que no te publiquen nada por ser considerado un autor menor e irresponsable. Para ello, júntate con aquella banda que ya se ganó aunque sea un premio en su pueblo bicicletero, hazte novio o novia de escritores que están ganando un prestigio (no importa tu preferencia sexual). Forma un grupo literario como: Perros de la metáfora, Hoja del tiempo, Voces Jóvenes, Sangre de Poetas, Colectivo lechuza, etc. Saca tu lado creativo, seguramente obtendrás mejores nombres y hasta a la mejor tu hermana que no terminó de estudiar diseño gráfico te haga el paro con el logo. Sube fotos y etiquétalos. Aquí hablando de literatura con/ terminando la presentación de/ una cena después de/.No me preguntes cómo, pero vendrán los premios y becas. Ojalá que cuando ganes me invites a tu ceremonia y me permitas salir en la foto. 3.- Crea blog y/o revista virtual: Una de las tereas principales del escritor es que no sólo escriben, también le hace a la talacha de editar, difundir y gestionar. ¿Pues no hay chamba, qué hacemos?, por lo que te sugiero que inmediatamente abras un blog y convoques a participar a todos los escritores del feis a tu revista virtual de inmediato. En google hay varias convocatorias de cientos de revistas, copia y pega sus lineamientos. Nomás no seas tan cabrón y cámbiele un poquito para que no se note el


descaro. Recuerda que sobre todas las cosas, tienes que devolver el paro a todos aquellos escritores que te publicaron tus poemas en sus revistas, dale preferencia. Cree en tu rol de editor con frases como: Cierre de convocatoria el día tal, en este número el tema es el narcotráfico. Sé acorde a los meses que vives como: A todos los interesados en participar en la revista, les recordamos que en el mes de noviembre se publicarán calaveritas. Para mayores informes manda un inbox al Facebook de Perrosrománticos.blogspot.com

ten tu libro trata de invitar a tus maestros de la carrera, si ellos no pueden ser parte de tu "noche especial" pues invita a tus amigos para los comentarios de la mesa solemne. Recuerda que el presentador es el chambelán de tu libro. Eres ya todo un quinceañero y empiezas a crecer como poeta. Ahora todos comentarán tu libro con frases como: En esta búsqueda incesante del yo poético/ Me parece interesante el uso del lenguaje/Ya lo decía Octavio Paz en El Arco y la Lira/ una joven propuesta/ un libro arriesgado pero interesante, etc.

Carajo, ya hasta quiero participar en tu proyecto cultural. ¡Eres un innovador de la literatura mexicana!

Si tienes dudas, escribirme a mi correo o en su defecto invítame a presentar tu libro.

4.- Ser visible en recitales: ¿En verdad ni tus cuates te invitan a sus lecturas y/o encuentros?, no te preocupes, si esos cabrones no quieren invitarte, pues ellos se lo pierden. Ahora acude a la escuela donde estudiaste tu secundaria, tus maestros estarán orgullosos que has crecido y eres todo un intelectual. Ofrece charlas, háblales de la importancia de la literatura en nuestra época, fomenta la lectura (desde luego la de tus cuates). Pero por favor, no les digas dónde trabajas. En dado caso que ya tengas una plaquette publicada, lee tus textos más moderados en lenguaje para los chamacos pajeros. No se vaya a encabronar la maestra por decir verga cada dos versos. Dile a tu hermana que te grabe mientras lees en un sofá con un cigarro en la mano. Inmediatamente postéalo y etiqueta a tu crush. 5.- Presentaciones de libro: Pues has tenido mucha suerte en que te publicaran en la cartonera que tanto querías, aunque es una pena que en la contraportada venga el logo de leche Lala, ni hablar, algún detalle editorial tenía que fallar, ya sabes pinches erratas. Cuando presen-

6.-Reseñas de libro: ¿Alguna vez te has preguntando cómo pueden reseñar tantas veces un libro tan malo? ¡Es muy fácil! junta tu equipo multinivel de escritores, trata de obtener la siguiente estructura: El primero que sea parte de la logia de editoriales independientes, el segundo que tenga algunos premios estatales y/o nacionales, esto para que te legitime como una joven promesa, y el tercero y no menos importante, que trabaje para el gobierno o sea parte de revistas oficiales de literatura. Cada uno te colocará en sus estándares editoriales y en una que otra antología que vaya saliendo en el camino. Voces jóvenes de México/Los 5 poetas más guapos del Instagram/Poetas de Coyoacán y la Colonia Roma. Entre otros títulos sugerentes. 7.- Encuentros de escritores: reseña a 10 escritores jóvenes y comenta los estados de por lo menos 5 promotores culturales. Sigue las páginas oficiales de los encuentros y "hazte notar" con comentarios afectivos. Una vez que llegues a tu primer encuentro no faltará quien te invite al siguiente.

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8.- Becas y premios: Mete a todo concurso o beca que se te cruce, sino lo ganas despotrica contra el galardón y los jurados, luego llora cual niña en tus redes sociales con frases como: Mafias literarias hacen de las suyas, no vuelvo a concursar, los amigos siempre ganan, el jurado es amigo de pedas del ganador. Acto seguido, manda a la siguiente convocatoria que encuentres. 9.-Relaciones con el canon: Publica tus poemas en Facebook y etiqueta a todos tus amigos escritores, incluye uno que otro poeta consagrado para que la banda te relacione con el "canon literario. Aprende el oficio de la lambisconería vía like.

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10.- Postura literaria: Mantente en las redes sociales como el poeta maldito y corrosivo que eres, no importa que en tus textos seas tan blanco como Luis García Montero o una novela de Corín Tellado. La raza literaria rara vez leerá tus textos mal tallerados, lo que realmente vale es tu condición de poeta ante el mundo.


Ko’oten xook (Ven a leer) por Ángel Augusto Uicab

29 ó Las formas de la libertad. Imagina que estás en una habitación oscura. Lo único que puedes visualizar es una pared blanca frente a ti. Enseguida la luz de un proyector se enciende. Solo hasta ese momento te das cuenta que estás sentado en una de esas butacas como las hay en el cine. No se escucha más que el sonido de tu respiración y las revoluciones de la cinta, puesto que el video es mudo y en blanco-negro. En la pared corren imágenes de tu pasado: Un día soleado en casa de la abuela. La escena es en el patio trasero. Un par de adultos sonrientes, tus papás, miran el instante en que un niño —o niña, según el género del lector— "…con los puños y los ojos apretados entra[ndo] al agua, a la piscina de tres metros, de kilómetros de infancia." Sí, esa personita eres tú. Entonces una sensación indescriptible se apodera de ti. Dedos fríos recorren tu espalda y brazos. Ahí en tu garganta florece un nudo. En tus ojos se asoman las lágrimas pero no lloras, en lugar de eso sonríes. Me parece la mejor forma de explicar lo que provoca leer 29. El poemario está dividido en dos partes. Cada parte, a su vez, se divide en diez poemas en los que se reflejan la década de los 19-29 años de la autora. La primera parte aborda el tema de la libertad como búsqueda, como exploración. La segunda, la vida como un campo de batalla. En ambas partes es evidente la importancia del amor y la familia, del amor a la familia.

La manera de escribir de la autora en estos poemas que son narraciones o narraciones que son poemas, la cito para dejar claro "Mi poesía es súper narrativa, mi narración es súper poética.", está cargada de esa emoción que solo la nostalgia por el pasado y el amor a la familia pueden proporcionar. De esta forma Ileana nos hace partícipes de su historia, así como de sus pasiones, aspiraciones y temores. 29 es una aventura al pasado, un salto al tiempo para encontrarse con el "yo" que se había olvidado en alguna parte. La autora nos guía de la mano para encontrarnos con "esa chica de cabello largo y oscuro" (p. 14), "esa chica amante" (p.14), "la chica buena que fui en algún punto dentro de la sabana" (p. 21). Nos hace sabedores de sus "sueños de grandeza de estaciones lejanas" (p. 21) a los que lamentablemente "No puedes volver" (p. 16). Pero, ¿no es 29 una forma de volver? ¿No es escribir sobre el pasado una forma de volver? Y es por eso mismo que apunta "Y escribo, porque tengo miedo" (p. 11), miedo a perder los recuerdos, quizá. delatripa: narrativa y algo más, No. 23, Marzo 2016

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Como se dijo anteriormente, la primera parte del poemario trata sobre la Libertad. Por eso la autora es reiterativa en el tema y propone diferentes formas de ver, de conseguir la Libertad: "la libertad son las serpientes acuáticas, doradas como la desnudez de marzo. El transcurso de los meses." (p. 9), "Los dementes son libres" (p. 11), "Quería ser libre, rescatar a un príncipe y escuchar hasta el sueño el canto de las flores del camino" (p. 13), "La libertad es medio círculo amarillo como un susurro blancuzco, esa caricia que corto con los dientes", "la libertad es un círculo verde" (p. 16), "la libertad es aspirar entrar a la escuela de arte" (p. 18), "la libertad es una hilera blanca sobre negro como diademas para niñas judías que no saben hablar" (p. 20). En fin, Ileana invita a buscar las formas de ser libres, sin temor, de la forma que sea, pero libres. También escribir es una forma de liberar. La segunda parte se centra en el tema de la vida, vista a modo de campo de batalla. Cuántas veces no se nos ha dicho que en la vida hay que luchar para no dejarse vencer, y la autora lo asienta en el poema 20: "conseguí una trinchera en el campo de batalla" (p. 25). Ileana nos persuade a seguir luchando "Todo estará bien. Todo estará en su sitio. Las placas tectónicas no podrán parar… Todo estará bien. Hemos perdido otra franja del país, nos han mutilado una pierna" (p. 24) Hay que seguir. La vida es una batalla día a día "la guerra llegó a nuestra zona" (p. 31), "la ciudad es una aduana" (p. 27). La guerra seguirá tomando territorio, entrará a la casa, a la habitación, a la cama si la dejamos. Sí, la vida, la guerra es difícil, por suerte están esos soldados que luchan a nuestro lado, aquel Mi-

guel Ángel de 29, el que siempre regresa "Él me eleva en sus brazos. Salimos así donde llueve el volcán y es domingo" (p. 27). También estarán esas personitas que son la luz que ilumina el camino cuando todo parece oscuro, los que alientan a seguir "Mi pequeña… me enseña cómo es caer y levantarse, como si tal cosa, como si nada." (p. 27). Nos demuestra la autora el amor a su familia, y lo remarca en el final "Pienso en el globo de color dorado de ese chico en la guerra, y en como procura guardarlo, procura que nada lo empolve." (p. 34). Yo creo que ese globo dorado se refiere al amor a su familia. Ileana dedica parte de 29 a los poetas de su generación, a los nacidos en los 80's, esa "generación que escribe poemas en horario de oficina… que escribe versos en Post-it de colores" (p. 27). Y hace una invitación a los poetas y a los lectores, a observar esas cosas que parecen mínimas, sin importancia, por ejemplo "…ese lunar. Lugares ocultos para los que van de prisa" (p. 26). Invita a no solo observar y sonreír sino a escribir poemas. Para finalizar, transcribo parte del poema con que cierra 29: No pienso en el futuro. Espero, que dos o tres personas respiren y que aún sea posible escribir, palabras que las balas no puedan penetrar.

Ileana Garma. 2015. 29. Fondo Editorial Tierra Adentro. Colección La Ceibita. 36 p.

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Mi punto de risa por Roberto Cardozo

Andar en el urbano.

Durante muchos años, el centro de Mérida (la de Yucatán), concentró todos los movimientos comerciales de la ciudad. Incluso ahora, los mayores siguen teniendo predilección por las compras en el centro en comparación con las plazas comerciales. Hasta aquí, todo parece ser una cuestión sin mayor problema y una situación cultural del meridano. Con el crecimiento exponencial de la ciudad, la población ha aumentado poniendo en una situación crítica a diversos sectores de importancia como lo es el transporte público. En días anteriores, se hizo viral la noticia de que el sistema de taxis Uber se encuentra operando en esta ciudad y han surgido nuevas y antiguas discusiones sobre el tema. El primer tema de discusión, que no perece tener una salida, es el hecho del mal servicio del transporte público. Unidades en mal estado, horarios desorganizados, rutas que obligan al usuario a tener que llegar al centro de la ciudad para poder seguir hacia su destino, tarifas elevadas para el servicio que se brinda, entre otras, son las aristas que abonan al tema. En las redes sociales he leído cómo, algunos usuarios, en su desesperación piden que se reporten las unidades y se invente que el operador está siendo grosero o alguna otra mentira para echarles a las autoridades.

No defiendo a los operadores, porque tanto me ha tocado ver a quienes se esmeran en su trabajo como a quienes son verdaderos asesinos potenciales. No defiendo a los usuarios, porque me ha tocado ver a quienes son conscientes de las limitaciones del transporte y tienen conciencia cívica como a quienes no se preocupan por el reglamento y piden la parada a media esquina o no bajan por la puerta trasera. También le recuerdo a los usuarios que unas administraciones pasadas, una alcaldesa intentó reorganizar el transporte público y los paraderos del centro, recibiendo muchas críticas negativas, sobre todo de aquellos mercenarios políticos que aprovechan cualquier tema con fines electoreros. Desde mi punto de vista, la reorganización de los paraderos del centro, era el inicio de una nueva etapa de reordenamiento al transporte público. Ahora se intenta con la puesta en marcha de SITUR, quien regulará el transporte. Todo será una pérdida de tiempo si no se toman en cuenta varios factores, como el que siga siendo el centro de la ciudad, el punto de transbordo de la mayoría de las rutas. También hay que pensar en reorganizar la dinámica económica, de tal forma que en cada delatripa: narrativa y algo más, No. 23, Marzo 2016

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sector de la ciudad, uno pueda encontrar las opciones suficientes de trabajo, esparcimiento y abasto, con tal de no tener que trasladarse hasta lugares lejanos al lugar de vivienda. Los permisionarios del transporte público deberían poner sus barbas a remojar, aunque Uber no es el verdadero problema ni la solución, se debe establecer una nueva dinámica del transporte. En otras ciudades se utilizan los taxis colectivos, compartir el auto,

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andar en bicicleta, el sistema subterráneo, redes de estaciones que permiten el transbordo sin tener que pagar otro boleto. Mérida tiene potencial para mejorar su sistema, por lo que es necesario comenzar a pensar en cuál es el sistema que mejor le queda a nuestra ciudad blanca.


La Niña TodoMePasa dice: por Jéssica de la Portilla Montaño

Soy más bien huevona.

...o al menos eso es lo que ha pensado de mí el noventa y nueve por ciento de mis familiares, profesores, colegas, ex lectores... y mis jefes. Oh sí. Cientos de miles de ex jefes. Con decirles que mi ex empleada doméstica se quejó con mi mamá y con mi abuela ("historia verífica", decía Adal Ramones hace veinte años cuando era medio famosón) de que, cito: "Cómo es posible que una mujer de veintidieciséis años se queje porque no le tienen listos los uniformes de la oficina". Oh sí: la ex terapeuta freudiana que cada semana barría y trapeaba mi hogar se quejó por tener que... ¡¡¡lavar cinco playeras extras!!! ¿Será que debí facilitarle un poco el trabajo?, ¿hacerle un martini con doble aceituna mientras yo pasaba el plumero por los rincones de mi casa que ella considerara indispensables? (Pero, como nunca falla la Ley de Murphy: clásico que cambias de doméstica porque la actual ya es más amiga molona que empleada... y llega una nueva que te roba la medalla de oro que te regaló tu abuelita hace veintidiez años, cuando hiciste tu Primera Comunión. ¡AUCHHH!!! ¡Sóbese donde más le duela!)

Vaya: hasta la numerología me tacha de tal forma, porque al sumar los dígitos de mi fecha de nacimiento encontré que mi destino era (según Kala Ruíz) trabajar el doble que el resto de las personas para obtener la mitad de resultados, y todo por el "karma" de que en mis innumerables y desconocidas vidas pasadas fui de lo más perezosa. Bueno, puesn: ¿Y qué culpa tengo (Fatmagül) de que mis yo de otros siglos hayan sido emperatrices cleopatrescas que no movían media uña porque sus esclavos les complacían el más mínimo berrinche, y hasta las viboritas se encargaban de "suicidarlas"?, porque qué flojera y cero fashion andarse haciendo cortaditas cuya sangre de inmediato coagula, y doble pereza estar tragando una aspirina tras otra para facilitar el show... (quien lo sabe lo sabe, y quien no pues que investigue eso de la aspirina, porque qué flojera estarles explicando la historia de mi vida a ustedes, mis queridos ex lectores del mañana. ¡Y ahora hasta la historia de mis vidas pasadas les tengo que inventar! ¡Habrase visto!)

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Pero como que ya me estoy desviando del tema, y pues qué flojera escribir ciento cuarenta caracteres de más (por eso todos me unfollowean de Twitter, I guess). Estábamos en que: ¿Quién no ha tenido un mal jefe? ¿O dos? O diez... ¿diez mil?, ¿eh? ¡Diiigo!, porque no todos somos capaces de tener la estabilidad laboral, mental, anímica, amorosa, espiritual y bla bla bla que supuestamente tiene la "gente normal" (lo que sea que eso signifique para nosotros los "anormales"). Les contaba que mi primera chamba fue en una Tienda de la Esquina en Coyoacán, con una mujercita de ascendencia extranjera que se sentía -y sospecho que aún se siente- con el derecho de esclavizar al pueblo mexicano de lunes a sábado, en jornada completa y pagando sólo diez pesos de entonces por cada hora extra. Luego de darle las gracias por hacerme vivir una experiencia tan pero tan proletaria, decidí ponerme las pilas para la universidad... propósito que no me duró demasiado, como siempre cuando se trata de mis buenas intenciones. Se podría decir que mi segundo trabajo fue un avance notable: cajera en el restaurante de un 'benefactor' de mi familia. Más que restaurante era algo así como una cantina privada para amigos, conocidos y demás, porque no había mucha concurrencia a pesar de que la comida -y, ejem, la bebida- era buenérrima, los mejores dedos de queso que he probado jamás. En esta chamba hice lo que el resto del planeta bien sabe que es mi actividad favorita: procrastinar. Según mi mala memoria, llegaba al restaurante después de la una de la tarde, y si había seis o siete mesas en

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todo el día era mucho. Así que mientras tanto no me quedaba de otra que leer un libro tras otro, ya qué ya qué, o ponerme a ver videos de MTV en la pantalla gigante que tenía justo enfrente. Creo que fue una de las fases en que más leí en toda mi vida, así hayan sido puras mafufadas como El Manifiesto Comunista, ya saben: de cuando tienes 18 años y quieres irte unos meses con tus tíos de Cuba "para conocer el marxismo de cerca", o sea guauu, el sueño de cualquier PP (por "Princess Prole"... no por Pau Peña, ¡eh!): ir a convivir con otros más pobres que tú. Era esa época antigua en que Sean Lennon se lanzó como cantante, Plastilina Mosh revivió a Lyn May para uno de sus videos más famosos -de los tres que recuerdo de ellos... o dos...-, y una de mis mayores obsesiones comenzó cuando tuve la mala malísima idea de pedirle a mi mamá que me comprara en Liverpool un disco compacto "de un tal AntiCristo Superestrella". Mis quincenas completas servían para comprar libros que no recuerdo si al menos abrí, y en música que cierto ex parásito me desapareció. En cuanto a los jefes de esa segunda chambita, eran lo más relax del mundo, básicamente porque (ventaja del nepotismo) tenían que tratar con mi jefa-jefa: el encargado y su encargado, el cual me caía superbien porque se la pasaba bromeando (su frase clásica era: "Niña, qué tienen tus ojos... y era bizca, ¿no?"). Estuve ahí hasta que regresé a la universidad, mientras el horario me lo permitió, aguantando a uno que otro ente extraño que iba a verme para ligar aunque el tipo apenas si abría la boca. Y después...


Incipit

por Blanca Vázquez

Dos hombres en mi vida "Renunciar a mi pasión es como desgarrar con mis uñas una parte viva de mi corazón." Gabriele d' Annunzio

He conocido un hombre que habla y sabe muchas cosas sobre el arte, más bien sobre la vida, porque también sabe de historia y de música y de cine y de tanto y tanto. Él no tiene un título universitario ni ha hecho posgrados académicos que tanto refriegan en la cara (y en los currículos vitae) algunos profesores de cualquier universidad, brinda cátedra y desde hace varios años. Él enseña, se comparte, se brinda y sí, sí es exigente. Cuando lo escucho pienso en todo lo que aún me falta por aprender y lo disfruto, mucho. Sé que me apasiona la enseñanza, así quisiera ver o sentir a los jóvenes que están en las aulas, ellos están más preocupados por concluir la carrera universitaria porque alguien de su familia ya le tiene reservada una plaza o un lugarcillo en el gobierno. Hay algo en sus miradas que no me convence, es ese algo que se llama sorpresa. El conocimiento causa sorpresa porque uno tiene curiosidad, porque trata de resolver dudas, preguntas a cosas simples o demasiado complicadas (eso, según se mire). Éste hombre me comparte un Diplomado sobre Cultura, cada ocho días, sin pagar un céntimo, acudo a tomar la clase, y durante cuatro horas disfruto escuchando sus anécdotas, viendo los documentales

que escoge para los que vamos y yo con mi cuadernito de notas voy haciendo toda una serie de recordatorios que no debo dejar pasar para la semanasiguiente y siempre salgo con una sonrisa y mi corazón henchido por tanta pasión. Se preguntarán por qué escribo sobre eso, o sobre algo que parece irrelevante, se los diré. Ustedes y yo, tenemos a otro ser que mes con mes nos va alentando para que no dejemos de escribir, para que continuemos creyendo en esto que se llama palabra, y es que la palabra es lo único que le queda al ser humano para saberse humano, así, delatripa no mengua y sale contra viento y marea. No es elitista ni excluyente, es como mi maestro del diplomado, porque no te etiqueta ni requiere que seas un laureado escritor o ganador de becas para estar en contacto con otros que como yo leemos la revista por pasión y por saber que en este país y en otros lugares la gente sigue escribiendo y en muchos casos, más de lo que podría medir INEGI. He entendido que nada sin pasión puede hacerse, sí, sé que me dirán que sí y que revise a mi alrededor y vea que aún sin pasión se vive, pero yo delatripa: narrativa y algo más, No. 23, Marzo 2016

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les pregunto ¿Cómo se vive? O mejor diría cómo se sobrevive. Ricardo Infante y Adán Echeverría son dos seres que han invadido mi espacio, no, no lo han invadido, lo han colmado de situaciones excitantes y eso me sienta bien. Podrán creer que le hago la barba al buen Adán, no, para nada. Es más, sólo le conozco por internet y escuchado su voz algunas veces por el

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celular, pero me siento comprometida con él y con todo el equipo, sino no estaríamos unidos tantos y tantas. Soy afortunada, dos hombres en mi vida y con ninguno de los dos tengo conflictos por la sábana, la quincena o por las decisiones que tomo. Dos hombres muy cercanos a esta mujer apasionada.


Desvaríos de la freaky neurosis por Gema E. Cerón Bracamonte

Andanzas de caballero o Las enseñanzas del Quijote "La ciencia no nos ha enseñado aún si la locura es o no lo más sublime de la inteligencia". Edgar Allan Poe

"En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme"…, así inicia una de las más grandes joyas de la Literatura universal; y con ello, las aventuras de Don Alonso Quijano "el bueno". Hombre rayando los cincuenta, enloquecido por múltiples historias de caballería, que se autonombra "Don Quijote", llamando "Rocinante" a su flaco caballo y "Dulcinea del Toboso" a Aldonza Lorenzo, una labradora en quien deposita sus amores. Decidido a toda costa a salir por el mundo y deshacer todo tipo de agravios, armándose caballero en una humilde posada, con mujeres de dudosa reputación, a quien confunde con doncellas honorables. Después de ser nombrado caballero, regresa a su tierra para hacerse de un escudero, convenciendo a su vecino, un labrador analfabeta llamado Sancho Panza, para acompañarle en sus aventuras. Sancho acude bajo la promesa de que lo hicieran dueño o gobernador de una ínsula o propiedad alguna y ambos personajes, tan contrastantes en su educación como en su fisonomía, parten juntos a la aventura. Tres salidas realiza Don Quijote, la primera para armarse caballero y las otras acompañado de su fiel escudero. Pero la fortuna no favorece a nuestro héroe y su trastornada mente le hará convertir molinos de viento en gigantes, rebaños de ovejas en ejércitos y creer

que cada obstáculo o empresa mal lograda es causada por encantamientos de sus enemigos. "El caballero de la triste figura", como le llama Sancho Panza o "Caballero de los leones", por haberse enfrentado a unos leones cautivos; es un hombre de temperamento volátil, que no soporta las ofensas y reacciona de manera violenta hacia ellas. Quienes se topan con él se dan cuenta de su locura y no dudan en aprovechar el momento para hacer escarnio de su condición. A pesar de todas las adversidades, Don Quijote es hombre de firmes convicciones, dispuesto a defender la honra de las doncellas, libertar cautivos (aunque mal le paguen), siempre listo para luchar por una buena causa. Es por ello, que a pesar de todas las burlas o bromas que le hicieren, es siempre grata su presencia para aquellos que con él conviven, pues como cita Don Lorenzo de Miranda: "…él es un entreverado loco, lleno de lúcidos intervalos". delatripa: narrativa y algo más, No. 23, Marzo 2016

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Es Don Quijote de la Mancha una sátira a las historias de caballería pero a la vez, una novela llena de momentos conmovedores que igual nos hace reír y llorar. Miguel de Cervantes nos lleva de la mano hacia un caudal de emociones diversas, de alegrías y sinsabores como la vida misma. Es muestra del gran ingenio de su autor, "el manco de Lepanto", cuando hace referencia a sí mismo en diversas partes de la obra, por ejemplo cuando saca a relucir un libro de su autoría, propiedad de Don Alonso; o en las alusiones a Rinconete y Cortadillo y la batalla de Lepanto.Así como hablar de diversos historiadores, falsos por supuesto, para hacer parecer reales las aventuras de Don Quijote. Es curioso que Cervantes criticara con tanto fervor las novelas de caballería. Sin duda me parece, que él debió haber leído muchas, pues hace diversas alusiones a múltiples obras y héroes caballerescos. Me atrevo a decir que incluso las disfrutara y suelo preguntarme si en la descripción del personaje no se proyectara él mismo, con esa figura flaca, de nariz aguileña, que así luce Miguel de Cervantes en aquel retrato tan famoso, atribuido a Juan de Jáuregui. Cervantes luchó por su patria y no olvidemos que Don Quijote también era un caballero dispuesto a pelear por sus propios ideales.

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¿Qué puede aprenderse de Don Quijote? a no rendirse, a ser honesto y hablar con verdad, a luchar por la justicia y por los sueños. Que la hermosura del alma es mucho mejor que la del cuerpo. Que la libertad es el don más preciado del ser humano y debemos luchar por ella con nuestra vida misma. Que no importa si nos tachan de locos, anticuados o impulsivos, al final es la nobleza de nuestro corazón la que nos granjeará el apoyo de las personas menos esperadas. Del fiel Sancho podemos aprender la importancia de ser leal, de no abandonar a quien te necesita, que la sabiduría también puedes encontrarla en las personas más sencillas. Fue sorprendente por ejemplo, descubrir a Sancho como un gobernador tan juicioso en sus acciones, aunque poco le durara el puesto. Que si Alonso Quijano, al final de su vida maldijera los libros de caballería y con ello renegara lo que alguna vez fue, importa poco. Yo me quedo con aquel loco caballero…"honesto en las palabras, liberal en las obras, valiente en los hechos, sufrido en los trabajos, caritativo con los menesterosos, y, finalmente, mantenedor de la verdad, aunque le cueste la vida el defenderla". Por esto y más declaro:¡Don Quijote, soy tu fan!.


Nos vemos en el slam por Mario Pineda Quintal

Etapa de transición Recapitulemos. Antes y un poquito después del 2010 la escena yucateca de música alternativa concentraba la mayoría de sus eventos en locales de sindicatos, foros autogestivos, parques, espacios transformados para el toquín y uno que otro bar de la ciudad de Mérida. Estas sedes, en mi opinión, se convirtieron en los sitios ideales para ir a escuchar y bailar los géneros del movimiento. Parecía que en ellos veríamos el paso generacional de las agrupaciones, la consolidación de algunas, regresos nostálgicos, la aparición de nuevas bandas con nuevos músicos y otras con integrantes ya conocidos por el público. Sin embargo, por diversas razones, entre dicho año y el 2015 las actividades en la capital disminuyeron lo que dio camino a una descentralización favorable, ya que como mencionamos en la columna anterior, en los municipios del interior del estado creció la iniciativa por parte de jóvenes para organizar tocadas en las cabeceras o comisarías. Siguiendo con la entrevista del promotor cultural Carlos Herrera, él opina que este cambio representa una etapa de esfuerzos valiosos en la organización de eventos, lo cual vino a contribuir para que la música alternativa saliera a otros puntos del estado, alejándose del Centro Histórico de Mérida y propiciando la aparición de nuevos públicos y nuevas bandas que poco a poco establecen un mapa musical en el territorio para saber en cuáles regiones suena más reggae, metal, ska, rap, rock y otros géneros. El integrante del colectivo Radiacción también comenta que la actual labor para crear los toquines

en los municipios puede ser similar a la que tuvieron los precursores del rock en la entidad, quienes vivieron una etapa de gestores, en que además de organizar, también tocaban y fomentaban una apertura hacia los seguidores de la música alternativa. Sin duda, repetir esta acción permitirá a los nuevos públicos seguir hundiendo esa mala imagen del rock, además de ampliar sus gustos y conocimientos musicales más allá de las jaranas y trovas. Mientras esto ocurre fuera de la capital, Herrera nos dice que Mérida ha entrado a una nueva dinámica de organización de eventos y sedes, lo que demuestra la diversificación de públicos y propuestas en la escena. Le doy la razón. Actualmente esta ciudad da otra perspectiva y otros rumbos para encontrar la fiesta. Si hace unos años, La Quilla presentó en sus diferentes escenarios a una gran cantidad de bandas sin importar sus sonidos, hoy Delorean Bar, ubicado al inicio de Prolongación Montejo, cumple similar tarea dando espacio a bandas nuevas y de antaño. Antes el bar “El Templo” cerraba su estacionamiento para que en vez de coches haya instrumentos y slam, hoy eso se ha perdido en este lugar pero la fiesta se movió al patio central del café Momento, que por lo general cada sábado ofrece un cartel musical. Estos ejemplos solo son una parte de la transformación que está ocurriendo en Mérida, creo que estamos en una etapa de transición hacia una nueva diversidad de sedes, que al final de cuentas, estén o no en la capital, en el centro histórico o en sus barrios cercanos, cumplen la misión de ser el punto de reunión musical que mantiene vivo el espíritu alternativo. delatripa: narrativa y algo más, No. 23, Marzo 2016

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Con este número 23, la revista delatripa: narrativa y algo más, cumple ya tres años de existencia, en la publicación de ensayos, comentarios críticos, cuentos, minificciones, narraciones cortas, narraciones libres, fragmentos de novela, textos dramáticos, reseñas, columnas de opinión, brindando además un espacio especial a los artistas visuales. Con este número ampliamos además nuestro espacio para columnistas. Tres compañeros y tres compañeras que número a número nos cuentan algo de su visión respecto de la sociedad, la cultura y el arte de los lugares en donde habitan: Blanca en el estado de Guerrero, Jéssica en León, Guanajuato. Por ellos agradezco a todos el compromiso. A Mario Pineda, compañero de años de taller literario; lo conocí cuando apenas estaba estudiando la preparatoria, y el muchacho creció, estudió una licenciatura, se ha casado ya, trabaja como negro, y se da la oportunidad mes a mes de presentar para cada número de la revista sus visiones de la cultura que se desarrolla en Mérida, la de Yucatán. Mario ha estado presente en los 23 números de la revista, vaya que ni siquiera yo. El Consejo Editorial ha tenido algunas modificaciones, y algunos columnistas se atrevieron en algún momento y luego guardaron silencio otra vez. A todos les guardo un profundo respeto y reconocimiento, por permitir que su nombre, sus comentarios y charlas, sigan cercanos a nuestro proyecto. El proyecto comenzó en Mérida, por cuestiones smplistas de residencia, y ha sido la movilidad por la que tuvimos la oportunidad de realizar dos números en la ciudad de Morelia, y al parecer la estaremos haciendo, durante algunos años, desde Ensenada en el estado de Baja California. Agradezco así mismo a todos los compañeros de la Catarsis Literaria El Drenaje, en todos sus momentos, de inicios y primerizas búsquedas, sus etapas de silencio y discusión que sobre la vida, y la literatura hemos tenido oportunidad de gozar. A Cristna Leirana, que igual continúa pendiente de nuestro proyecto, cuya contribución siempre será importante. A Alejandra Aké, a Joelia Dávila, a Edgar Damián; así como a Mary Mezeta por su labor en las redes sociales. A todos los colaboradores que han pasado por la revista, algunos con esa constancia que a uno no deja de sorprenderle como Juan Machín, Gonzalo Vilo, Ángel Fuentes Balam, entre tantos otros. A las nuevas voces que se acercan, a los que viven fuera de las fronteras de México, a todos, mil gracas. Y en particular quiero agradecerte a tí, querido lector, que durante tres años, y 23 números has querido conocernos. Recuerda, compañero, nuestra revista no solo busca tu lectura, requiere también tu comentario. Lee, comenta, disfruta, comparte con los tuyos. Este sigue siendo el romeolobos@yahoo.com.mx

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Dr Adán Echeverría-García 90

delatripa: narrativa y algo más, No. 23, Marzo 2016


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