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A qué restaurante vamos?

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Agua de la vida

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Cuando se trata de elegir a cual restaurante ir a comer, tengo un real problema: ¡No sé dónde! Todo depende de mi ánimo, del porqué voy a salir, si voy a compartir con mi señora, estar con un grupo de amigos, quizás para una reunión de trabajo también, en fin, una multitud de razones que nos hacen preferir un restaurante a otro. Existen varias revistas, sitios en Internet y otras publicaciones que nos pueden ayudar al momento de tomar una decisión.

En los últimos años, la gastronomía ha ido ganando peso, importancia y valor en nuestra sociedad. Ir a comer o a cenar a determinados restaurantes es sinónimo de cierta categoría social. Esto ha hecho que hayamos pasado del antiguo “salir a comer con la familia” al “vamos al restaurante”. Por tanto, esto ha provocado que nuestra relación con los restaurantes haya cambiado. Antes, lo habitual era que las familias tuvieran un “restaurante favorito”, y todas las celebraciones que merecieran la pena acababan irremediablemente en el mismo sitio e incluso con el mismo menú. Hoy en día, cuando decidimos salir a comer fuera de casa, sin querer repetir siempre el mismo restaurante, estamos obligados a buscar referencias y opiniones sobre el sitio que pensamos visitar, de manera que nuestra pequeña aventura no se convierta en una gran pesadilla. Confío bastante en la opinión de mis amigos y familiares que tienen los mismos gustos que yo y que a su vez también recalcan los defectos al igual que yo. A ellos les podemos preguntar, sin complejos, todo lo que nos puede preocupar sobre el restaurante que acaban de probar, el ambiente, el tipo de cocina, la decoración, la higiene del restaurante, en qué mesa se sentaron, qué les pareció la calidad de la comida y del servicio, qué nos recomiendan, qué no, y claro, si está bien el precio que pagaron por todo, para no dejar todo nuestro sueldo en ello. Entonces, con esto estoy tranquilo, yo sé donde iré y se supone que no estaré decepcionado, sobre todo si me recomiendan probar los platos que ellos mismos comieron. Y no les voy a mentir, en varias oportunidades la sorpresa ha sido muy grata. Una vez entregada la carta por el mesero, es importante fijarse de qué manera ofrece el menú, muchas veces hay conceptos técnicos que no entendemos o algunas preparaciones o palabras que desconocemos en las descripciones de los platos y es aquí donde el mozo debe hacer su labor y explicar lo mejor posible lo que el chef ofrece. Además es importante que el mesero cumpla con lo que realmente quiere y pide el cliente. Ejemplo, si pedimos un platillo con poco picante, sin tomate y sin cebolla, ¿qué es lo que nos traen? El platillo con mucho tomate y mucha cebolla. Esto es señal de que el mozo no está poniendo atención al cliente.

Lo que lamento de algunos restaurantes es que no tienen una estandarización respecto a la presentación de sus platos. En algunas ocasiones, pedimos con mi señora el mismo plato y sorpresa, no viene con la misma presentación. Así que me pregunto si realmente es el mismo plato el que pedimos. La misma cosa pasa con el servicio, cada mozo tiene su personalidad y su forma de atender a los clientes, sin embargo, la mecánica del servicio debe ser la misma para todos los que nos atienden. Por ejemplo, servir por la derecha y no hacerlo como se le antoje al mozo. ¡Espero que su próxima visita a un restaurante sea de su agrado!

HOY PODEMOS EMPEZAR A HABLAR DE LAS OFERTAS DE LOS RESTAURANTES. LA VERDAD ES QUE CADA LOCAL TIENE SUS ESPECIALIDADES, SUS ORIGINALIDADES, YA SEAN CASERAS, TÍPICAS O INTERNACIONALES.

SACPARAGUAY@GMAIL.COM SERVICE ADVICE CONSULTING, HOTELS & RESTAURANTS

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