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logística
Opinión
Alejandro Arroyo Welbers
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Director ITBA Maestria Logistica de Proyectos y CEO Southmark Logistics SA.
¿Será porque mi viejo era médico o porque lo he escuchado contar innumerables anécdotas sobre clínicas, hospitales y situaciones diversas que me quedó grabado en el inconsciente? No lo sé; lo que sí sé es que me parece atinado comparar las distintas ramas de la medicina con aquellas del mundo logístico, ya que si bien ambas nada tienen que ver entre sí -a menos que un container se caiga arriba de un estibador y termine en el hospital- requieren de un alto grado de especialización. Así como en un hospital encontramos profesionales especializados en traumatología, pediatría, hematología, oncología, psiquiatría, endocrinología, neurología y demás, la logística no queda exenta de un alto grado de especialización profesional. Así es como tenemos profesionales en el mundo del transporte marítimo especializados en cargas secas, también los tenemos en cargas líquidas, refrigeradas y congeladas, break-bulk o cargas de proyecto, contenedores, ganado en pie, vehículos, gas natural licuado, cargas peligrosas etc. Si bien se trata de buques que navegan del puerto A al puerto B, cada segmento obedece a modalidades operativas distintas, contratos específicos, y dinámicas de negociación diferentes que los hacen realmente únicos. Requieren, en la mayoría de los casos, muchos años de especialización y experiencia de gestión. Sobre todo cuando consideramos la dificultad en anticipar tendencias y el impacto de las tecnologías en las modalidades operativas. A su vez, el transporte fluvial, si bien se desarrolla en un ámbito acuático y comparte ciertos parámetros comunes al transporte marítimo, dista mucho de ser comparable a este último en virtud a la enorme cantidad de restricciones operativas y normativas que un profesional de este segmento debe conocer para enfrentar e intentar salir airoso. El transporte carretero por caso, exige de una enorme especialización toda vez que una cosa es el transporte de llanura de larga distancia, otra cosa es la distribución urbana, el transporte de montaña o de selva, o bien el transporte de carga extra-pesada o extra-dimensionada. Son todas especializaciones que obedecen a modalidades, dinámicas y equipos de distinta performance. El FFCC, por ejemplo, requiere de otro tipo de pensamiento logístico y el apoyo de otras especialidades en virtud a que la operativa y la dinámica de este segmento es más bien lineal y debe gestionar una oferta más bien poco o nada elástica ante escenarios que por lo general, demandan una mayor versatilidad. Esa linealidad en la gestión suele ser acompañada o complementada por profesionales del área intermodal, cuyo pensamiento logístico se relaciona a la combinación de medios e infraestructura a los efectos de potenciar los hinterlands naturales que nacen a partir de cada cabecera de FFCC a lo largo de su trazado. Cabe destacar en este sentido la experiencia de CN Rail y CP Rail, ambos de Canadá, en donde sus respectivos trazados se desarrollan con estaciones intermodales a través de Canadá y los EEUU, con una activa participación de especialistas de diversas disciplinas logísticas, muchas veces especializados en las mercaderías que se suelen operar en sus áreas de influencia. A su vez, el FFCC en sí mismo, exige cierto nivel de especialización que obedece al tipo de carga que
Vademécum logístico
transporta, sean éstas graneles secos o líquidos, pallets, contenedores, siderurgia, vehículos etc. El transporte aéreo requiere de una alta especialización en cuanto a la gestión comercial y la gestión técnica, toda vez que no es lo mismo operar bodegas de aviones de línea de fuselaje angosto o fuselaje ancho, o aviones cargueros de distinta configuración, versatilidad y capacidad, verdad? Tanto las modalidades como los contratos requieren de un cierto nivel de especificidad. Ya entrando al mundo de los proyectos, la especialización se torna más evidente, conforme se evidencia la complejidad de la “enfermedad” si lo llevamos al área de la medicina, o bien desde otro ángulo, según sea la dificultad del proyecto. De allí surgen especialidades tales como “jungle logistics” o profesionales en el área de logística de selva, típicamente en los países del Amazonas o regiones tales como el sudeste de Asia, o “desert logistics” en los países árabes, o “mining logistics” para proyectos mineros de alta montaña, u “offshore logistics” para proyectos en alta mar, ya sean de hidrocarburos, eólicos, mineros, o energías marinas. La movilización de personal y la operación de helicópteros suele ser también una especialidad compleja en proyectos remotos. Todos estos segmentos obedecen a contratos específicos que no sólo comprenden la especificidad del sector, sino también la topografía y el contexto en la cual se desarrollan, para lo cual las tecnologías, los medios, los proveedores y las ventanas de operación suelen ser únicos e irrepetibles. El mundo de los proyectos también exige un alto grado de especialización operativa y comercial, ya sea se trate de proyectos eólicos, de energía nuclear, hidroeléctricos, o de hidrocarburos -por nombrar tal vez los más comunes a nuestra geografía- ya que representan no sólo proveedores únicos, sino que también requieren una considerable comprensión de todo lo relativo a gestión de riesgos y seguros. Por caso, el tendido de ductos y su operación, siendo una actividad de alto capital intensivo, puede considerarse como otra especialización, al igual que la operación de infraestructuras logísticas tales como terminales portuarias, terminales de carga aérea, plataformas logísticas, depósitos fiscales etc. Claro está, tal vez habría que adicionarle a la logística una dificultad que la medicina no contempla y que se relaciona con las ventanas de operaciones y el régimen climático que limita las operaciones por nieve, hielo, lluvias, vientos etc. - todo lo cual y afortunadamente, los hospitales lo tienen solucionado.