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Los cambios tienen costo
Richard Leslie Ramsay
Director Revista DESAFÍO EXPORTAR
Empieza el mes de octubre donde vamos a presenciar el enfrentamiento gobierno vs. sindicalismo, siendo el que hace más ruido Aerolíneas Argentinas. Para los sentimientos encontrados instalados en la gente el controvertido Pablo Biró, dirigente sindical de los pilotos, le hacen recaer la responsabilidad de paros que son secundados por empresas de servicios aleatorias a Aerolíneas Argentinas. Es de desear que el conflicto tenga un final feliz, evitando caer en situaciones conocidas como los intentos de privatización anteriores. El monopolio aéreo no es bueno, ya que en las low cost encuentran posibilidades de volar a un costo moderado.
Una empresa líder, nacional y con espíritu de desarrollo actúa como lo hizo Astillero Rio Santiago cuando su presidente era el capitán de navío (R), Enrique Carranza, que siendo este astillero el más grande y desarrollado, a su sombra y con la protección de éste, ayudó y propició el crecimiento de más de 17 astilleros hasta convertir al país en un país con gran industria naval, líder en la región.
Aerolíneas Argentinas, sobreprotegida de cualquier competencia, consigue el efecto contrario al buscado, ya que genera anticuerpos en la gente, aún en aquellos que no han volado nunca y que tendrían pocas posibilidades de hacerlo.
Los daños que ocasiona son inmedibles, tanto para pasajeros locales como extranjeros y, en particular, para el país. Los pasajeros del exterior afectados por vuelos suspendidos, que ocasionaron y ocasionan pérdidas de conexiones, vacaciones, reservas hoteleras, entrevistas médicas, etc., no vuelven a volar por Aerolíneas Argentinas expresando a viva voz que nadie más lo haga.
Hacemos votos para que la conflictiva situación se reencause y la normalidad vuelva a ser la norma que impere en este importante sector del transporte aéreo. En otro orden, el presidente Javier Milei hizo la presentación del partido La libertad avanza, en medio de una multitudinaria asistencia de seguidores que ovacionó cada vez que Milei expresaba el sentimiento que impera en la mayoría de la población sobre los políticos corruptos que ponen el pie para que el gobierno fracase en lugar de entender que si al presidente Javier Milei la va bien a la gente le iría mejor. El sentimiento hostil hacia la política es generado desde la misma política ya que la gente siente a la clase política muy lejos de los problemas que vive la gente en el día a día, y la única preocupación es como terminar el mandato cuánto menos ricos. Cada vez que los senadores se aumentan la dieta es una bofetada en la gente que se siente traicionada, y la grieta entre el pueblo y los políticos es cada vez más profunda.
En cierto modo entendemos las formas y el vocabulario chabacano utilizado en algunos pasajes por el presidente que quiere sentirse junto a la gente y de esa forma mejor entendido e interpretado. Decía Javier Milei que la gente está mejor en cuanto a su economía, y eso en absoluto es cierto, ya que la mayoría se encuentra haciendo un esfuerzo tremendo para sobrevivir. Servicios, transporte, las prepagas que hicieron caso omiso a frenar los aumentos y devolver lo cobrado de más con espurias maniobras, las góndolas que muestran un producto estático en el precio y nueve aumentan… Esta es la realidad. Si algún cercano al presidente le edita el diario de Yrigoyen, muy mal hecho porque lo aleja de la realidad y lo pone en pie de igualdad con los políticos que criticamos. Estamos convencidos que la línea encarada para salir de la trampa que instaló el kirchnerismo a lo largo 16 años es la correcta, y de terminar exitosamente este período presidencial los argentinos veremos la luz al final del túnel. Pero como decía un político cuyo nombre prefiero olvidar: la única verdad es la realidad. richardleslieramsay@gmail.com