UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA – UNAD ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES, ARTES Y HUMANIDADES PROGRAMA DE PSICOLOGÍA. POLÍTICAS PÚBLICAS Y DESARROLLO HUMANO.
Fase 5 Evaluación Final. Diana Marcela Peña de Bolívar. Código 38683010 Grupo: 403029_18
TUTORA: Sandra Melo Zipacon CEAD: José Acevedo y Gómez. Bogotá, D. C. mayo 19 de 2020.
DIANA MARCELA PEÑA DE BOLÍVAR
Bogotá, mayo de 2020.
PSICOLOGÍA EN ACCIÓN. Boletín de noticias. Facultad de Psicología – UNAD. La Organización Mundial de la Salud (OMS), define la salud mental como “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.
LA SALUD MENTAL: UN ESTADO DE BIENESTAR. Los problemas de salud mental constituyen una parte importante de las enfermedades que aquejan a la sociedad moderna; Las personas que padecen enfermedades mentales no tratadas, representan un alto costo para la sociedad porque “poseen más probabilidades de manifestar otras enfermedades, son menos capaces de cuidarse a sí mismas, tienen pocas perspectivas de participar en la economía de la nación y pueden estar más inclinadas a cometer actos delictivos” (Coon y Mitterer, 2010, p. 105).
involucrar desde un principio: es la propia comunidad la que debe recibir apoyo para desarrollar su potencial humano y de esta forma hacerlos participes de la superación de sus dificultades.
Por estas razones, es un imperativo político y ético que los gobiernos emprendan acciones para promocionar y mejorar la salud mental de sus ciudadanos. Guzmán (2015) afirma que “una política pública existirá siempre y cuando el Estado a través de la autoridad pública asuma la responsabilidad de alcanzar objetivos estimados como deseables para transformar el estado de las cosas, percibido como problemático por la sociedad” (p. 5). También es importante señalar, que el éxito de una política pública radica en el conocimiento del entorno en que se va a implementar; cualquier tipo de intervención se debe realizar en base a la perspectiva de los sujetos afectados, a quienes se les debe
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RESPONSABILIDAD DEL PSICÓLOGO. De acuerdo al código de Ética del Psicólogo (2000), “el psicólogo debe actuar con base en el respeto por los derechos fundamentales, la dignidad y el valor de las personas y de la sociedad” (p. 214). Por lo tanto, en el diseño de una Política Pública, el psicólogo debe seleccionar una metodología participativa que mejore la calidad de vida y el bienestar de la comunidad, tanto en situaciones de conflicto, como en las de necesidad. El psicólogo además debe buscar la superación de la resistencias, individuales y colectivas, que generen conflicto, en la exploración de acciones que promuevan el bienestar de la comunidad, a través de la implementación de la política pública adecuada.
Existen algunos elementos socioculturales que inciden en el desarrollo humano, fomentando un contexto que facilite expandir nuestro potencial y seleccionar una forma de vida gratificante. Para alcanzar este resultado, se requiere de una autoridad politica que establezca y haga cumplir las normas destinadas a satisfacer las necesidades humanas básicas, facilitar la reproducción y la crianza de los hijos, y la transmisión de valores culturales. El empoderamiento hace referencia al proceso por el cual los miembros de una comunidad aumentan el control sobre los factores que dan forma a sus vidas, por lo tanto, empoderar es más que participar o comprometer a la comunidad: implica acciones que apuntan explícitamente hacia el cambio social y político, en un proceso de renegociación del poder para obtener más control. De esta manera se reconoce que si algunas personas serán empoderadas, otras compartirán su poder existente y cederán parte de él.
la posibilidad de –y disposición a– acceder a ese poder por parte de sus miembros. CONCLUSIONES. El poder es un concepto central en el empoderamiento de la comunidad, puesto que la promoción de la salud opera invariablemente en el ámbito de una lucha de poder, en el entendido que el empoderamiento necesariamente aborda aspectos sociales, culturales, políticos y económicos que sustentan la salud y busca construir alianzas con otros sectores para encontrar soluciones. En el contexto de América Latina, Montero (2003) prefiere hablar de potenciación, que se encuentra más unida a la emancipación colectiva, al control y el poder adquirido por la comunidad y sus miembros organizados como “actores sociales constructores de su realidad y de los cambios que en ella ocurren” (p. 70).
RECOMENDACIONES. Como estrategia de empoderamiento para la promoción y la prevención la salud mental en la comunidad, se alienta utilizar el Modelo de Recursos, el cual asume que el poder, junto con otros recursos, se crea al constituir un espacio social (grupo, institución, equipo, empresa, asamblea, asociación, etc.) con lo que el poder variara (aunque no sea realmente ilimitado) en función del espacio social y de lo que aporten sus integrantes (energía y deseos de trabajar, organización, conocimiento, interacción y relación, técnica, etc.), con lo que la clave de las posibilidades de empoderamiento y desarrollo humano serán la forma más o menos equitativa en que se distribuyan los recursos creados y
REFERENCIAS. Código Ético del Psicólogo. (2000). Revista Latinoamericana de Psicología, 32 (1), 209-225. Coon, D. y Metterer, J (2010). Introducción a la Psicología. El acceso a la mente y la conducta. Duodécima edición. Cengage Learning, S. A. de C. V. México. Guzmán, M. C. E. (2015).Las políticas públicas: cuadernos de notas. Cap. 1. (pp 5-12). Recuperado de: http://bibliotecavirtual.unad.edu.co/login?url=http:/ /search.ebscohost.com/login.aspx?direct=true&db=n lebk&AN=1531649&lang=es&site=edslive&scope=site&ebv=EB&ppid=pp_a Montero, M. (2003). Teoría y práctica de la Psicología Comunitaria. Buenos Aires. Paidós. pág. 2