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Yenny Bastida Entre tejidos y texturas

En el dinámico mundo de la moda, donde la producción masiva y el consumo desenfrenado son una realidad, algunos diseñadores se han propuesto marcar la diferencia. En nuestro país, la diseñadora Yenny Bastida ha surgido como un referente en la creación de moda bajo los términos de sustentabilidad. Su enfoque ético se manifiesta en la confección de prendas hechas a pedido, utilizando fibras naturales y reduciendo así el desperdicio textil.

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¿Cómo evalúa su carrera a lo largo de estos años?

—En retrospectiva, puedo evaluar mi carrera en dos fases distintas. Este 2023 cumplimos el vigésimo aniversario.

Todas las prendas que componen sus colecciones se fabrican a pedido, utilizando el método conocido como “made-to-order”

Los primeros 10 años representaron para mí la pasión por desarrollar y aprender un oficio, por crear o fundar algo que tuviera un sentido, un significado real. Durante ese tiempo, pude crecer tanto personal como profesionalmente. Recientemente, he reflexionado sobre estos últimos 10 años. Han sido tiempos sumamente intensos, en los que he comprendido que muchas de mis experiencias anteriores son las que me han llevado hasta donde estoy ahora. Durante esta fase, he adquirido madurez y he sentido la necesidad de convertir mi proyecto en algo más que una simple marca de ropa. Esta marca no se limita únicamente a prendas o productos, sino que representa un grupo, un equipo y las personas que las visten. Es un camino que ha sido construido en base a las experiencias y en el cual hemos podido desarrollarnos tanto individualmente como en equipo. Además, hemos facilitado que otros también puedan crecer y motivarse para crear, guiados por nuestros principios y valores. Puedo afirmar, que mi carrera es el resultado de los talentos de las personas que he tenido el privilegio de reunir a lo largo de este camino. Considero un honor llamar a este conjunto de logros una marca, ya que no son solo míos, sino de todos aquellos que han estado involucrados en cada paso de este proyecto.

¿Qué es la moda para Yenny Bastida?

—Para mí, la moda es una forma de expresión comparable a un lienzo para un pintor, a una piedra para un escultor o al barro y la arcilla para un apasionado de la cerámica. Al igual que un músico que canta o toca un instrumento, la moda me permite expresarme. He logrado traducir aquello que me inspira en forma de prendas de vestir. Para mí, la moda es la capacidad de comunicar temas profundos y plasmarlos visualmente en lugar de hacerlo a través de un libro o una canción. Es la oportunidad de transmitir mensajes significativos mediante un buen diseño.

¿Cómo define su estilo?

—Me gusta responder a esta pregunta. Siempre hemos sido apasionados y amantes de la feminidad, valorando la belleza y reconociendo el maravilloso poder de la mujer. Esta perspectiva no solo abarca a quienes producimos la ropa, sino también a quie- nes la visten. Siempre nos hemos esforzado por crear diseños únicos y muy femeninos. Cada una de nuestras piezas busca dejar una impresión duradera y trascender. En cuanto a la descripción de nuestra marca, tenemos una forma hermosa de expresarlo. Nos definimos como una marca de ready-to-wear o pret-a-porter que celebra la belleza de las prendas hechas a mano, siguiendo prácticas éticas e inspirándonos en la cultura popular y el arte de Venezuela. Fusionamos la tradición con la feminidad contemporánea en una propuesta resort elevada, renovada en cada temporada con diseños que son un ejemplo de lujo sostenible. Esta descripción captura la esencia de nuestra marca y el estilo que nos caracteriza.

¿Cuáles son los tejidos favoritos para sus piezas?

—Una de las cosas que más me inspira son las texturas, especialmente las de las telas y los tejidos. La posibilidad de crear productos desde cero, desde la construcción y las manos involucradas, es una experiencia que siempre me transporta y me permite crecer más allá de la idea inicial. Además, las labores manuales me conmueven profundamente, una influencia que proviene de mis abuelas. Ambas fueron y siguen siendo figuras muy importantes en mi vida. De ser mujeres súper femeninas y elegantes, poseen una sensibilidad extraordinaria en el área de las manualida- des y la costura. Es algo que llevo en mi ADN y en mis venas, esa pasión por las labores manuales.

¿Cómo asume la internacionalización a la que aspira todo diseñador de moda?

—Considero que el proceso de internacionalización es un camino que requiere paciencia y fe. Es como lanzarse al vacío, sabiendo que tu convicción, tu producto y tus valores, junto con todo lo que respalda tu marca, te sostendrán en el aire o te servirán de colchón cuando caigas. Hemos trabajado arduamente durante mucho tiempo, y nuestra promesa, tanto como producto y como marca, es lo suficientemente sólida y fuerte. Cuando cruzamos las fronteras, nuestra propuesta se convierte en un favorito, siendo bien recibida en el lugar al que vamos. Hemos comprendido y comprobado que, sin importar el destino al que nos lleva nuestro camino, lo hacemos con la misma fórmula de honestidad, humildad y, sobre todo, seguridad. Sabemos que nuestro producto tiene la capacidad de traspasar fronteras y convertirse en parte integral del lugar al que llega, porque lo hacemos con una sensibilidad especial.

Coméntenos sobre su más reciente colección.

—La inspiración para mí surge de una búsqueda constante de temas que pueda traducir en mi trabajo. No quiero limitarme a hablar sobre algo en particular, así que me propuse investigar aquello que resuene con motivación. Comencé a explorar la importancia de la cultura y el cultivo en nuestras tierras, ya que son fuentes de inspiración para muchas celebraciones culturales en nuestra región. Muchas de estas celebraciones están representadas por mujeres y están entrelazadas con la religión católica debido al mestizaje. A pesar de que vivimos en un continente machista, la imagen femenina tiene una gran relevancia en nuestra región, ya que es a través de la mujer que se nutre y se origina lo más sublime, como la madre tierra. Estas palabras y conceptos se unieron en mi mente, y encontré que la palabra “colere” es un término en latín del cual derivan muchas otras palabras, incluyendo “cultura”, que representa el desarrollo urbano y ciudadano. Es también una palabra de la que derivan conceptos tan importantes como “cultivar”, la cual no solo tiene múltiples significados, sino que también da origen a términos como “culto”. Así, la palabra “cultura” se convierte en una noción de gran importancia que abarca muchos aspectos de mi inspiración. Además, esta inspiración tiene mucho sentido en el contexto de nuestro trabajo en textiles, donde estamos enfocados en utilizar fibras naturales como la curagua y el moriche, y en ser cada vez más auténticos. Esta colección representa un paso significativo en la consolidación de nuestros valores más profundos y sinceros. En el área textil, hemos combinado diferentes telas y fibras, incluyendo aquellas protegidas por la UNESCO, como la curagua originaria de Aguasay, en el estado Monagas. Además, hemos desarrollado nuevas téc- nicas de ganchillo y tejido. Esta colección es un testimonio del compromiso de nuestra marca con la sostenibilidad y la moda, y refleja nuestra intención de trascender y cruzar fronteras a través de la comunicación que transmitimos a través de la ropa.

¿Cuáles son sus planes inmediatos?

—Estamos desarrollando nuestra actual temporada, que se caracteriza por su vibrante paleta de colores. Esta colección se entrelazará de manera armoniosa con la anterior, aún sin nombre, pero que lleva por título provisional “Colere”. Estamos entusiasmados y tenemos grandes planes para ella. Como marca, cuidamos meticulosamente cada paso que damos. No hacemos nada por simple obligación, sino que siempre nos esforzamos por ser auténticos y transparentes. Buscamos el éxito real, sin pretensiones. Todo esto requiere un gran esfuerzo intelectual y emocional. Nos tomamos cada aspecto muy en serio, asegurándonos de que cada detalle esté en su lugar correcto.

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