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JUVENTUD Protegiendo el tesoro

La medicina antienvejecimiento propone alcanzar una longevidad saludable a través de la prevención personalizada de las condiciones de la edad.

No podemos ir contra este pronóstico, pero sí podemos limitar al máximo las enfermedades que acompañan a este inevitable proceso para vivir mejor

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El antiaging estudia cómo envejecemos y por qué al hacerlo aparecen ciertas enfermedades, con el fin de prevenir, ralentizar o invertir sus efectos. Para ello, se maneja la biotecnología y muchas propuestas de la medicina natural.

Prevenir el envejecimiento

Es recomendable cuidarse a partir de los 35 o 40 años, porque suele bajar el ritmo de regeneración celular y se puede empezar a notar que el cuerpo o la cabeza no responden como antes.

Tener y mantener hábitos de vida saludables (dieta balanceada, ejercicio, hacer meditación, no consumir cigarrillo, usar protector solar a diario) y acudir con tu dermatólogo de confianza para mantener una rutina efectiva según cada caso, a base de antioxidantes y retinoides tópicos, son ideales para prevenir el antienvejecimiento. También los tratamientos a base de tecnologías lumínicas como láseres e inyectables como bioestimuladores de colágeno son de gran ayuda.

S Ntomas

-Sobrepeso

-Estrés reiterado

-Pérdida de memoria

-Falta de energía

-Molestias digestivas

-Menor líbido

-Dolores articulares

-Trastornos del sueño

-Pérdida de masa muscular

-Flacidez

-Celulitis

-Estrías

-Adiposidad

En cualquier caso, si eres más joven y se presentan estos signos, el objetivo es siempre el mismo: favorecer un envejecimiento más saludable corrigiendo en lo posible sus causas y devolviendo al organismo el equilibrio perdido.

Los factores que influyen en esa pérdida de equilibrio son muchos. Se calcula que la genética es responsable hasta en un 30%. El 70% restante lo determinan factores medioambientales: la dieta, la contaminación, el sedentarismo, el trabajo, las relaciones afectivas, entre otras. La combinación de estos factores es tan compleja y varía tanto de una persona a otra que las recetas generales de cómo llevar una vida saludable y envejecer bien no funcionan del todo.

Medir el envejecimiento

A nivel biológico, la degeneración es una acumulación de daños en el organismo que conduce a la pérdida de facultades físicas y psíquicas, pero ¿cómo se mide? Y ¿cómo se sabe si se está envejeciendo bien o se podría envejecer mejor?

Los años cumplidos revelan el tiempo que se lleva en el mundo, pero no la cantidad de daños acumulados en ese periodo. Para esto último se ha acuñado la expresión de edad biológica. El problema es que cada parte del cuerpo envejece a un ritmo distinto. Sí se puede medir el deterioro de las distintas funciones corporales y mentales para compararlo con el de la media de la población de la misma edad.

Esto permite dibujar un retrato minucioso de la salud de cada persona y actuar sobre las funciones más envejecidas. En este principio se basan los llamados biomarcadores o indicadores de envejecimiento, una herramienta básica de los tratamientos antiedad.

Pruebas

-Antecedentes y hábitos -Exploración física -Funciones psíquicas -Composición corporal -Desequilibrio hormonal

Algunas Claves

La doctora Yoraima Petter, internista y dermatólogo (@yoraimapetter) y el doctor Juan Carlos Méndez, especialista en medicina antienvejecimiento (@doctorantivejez) explicaron sobre cómo ganar masa muscular para mantenernos jóvenes, vitales y la importancia de ganar y mantener masa muscular para ralentizar el proceso de envejecimiento.

“Mantener la masa muscular es particularmente difícil para los mayores de 30 años, especialmente cuando hay falta de ejercicio, porque la edad actúa como un reloj que avanza progresivamente consumiendo músculo y fuerza. Nuestros músculos comienzan a deteriorarse naturalmente tan pronto llegamos a los 30. Cuando tenemos 40 años, perdemos aproximadamente el 8% de nuestra masa muscular cada década. Eso se acelera a un ritmo más rápido después de los 60”, determinan los especialistas.

El proceso por el cual perder músculo, fuerza y movilidad con la edad se llama sarcopenia Se manifiesta con debilidad generalizada, cansancio, falta de energía, de equilibrio y torpeza al caminar o mantenerse en pie. Esto explica el por qué las personas mayores son más propensas a caerse o tener accidentes mientras caminan.

Ganar y preservar la masa muscular tiene muchos beneficios: reduce el riesgo de mortalidad por insuficiencia cardíaca y cáncer, mantiene la masa y la densidad ósea, baja los riesgos de discapacidad, aumenta el metabolismo y disminuye la grasa corporal, mantiene la sensibilidad a la insulina previniendo la diabetes y optimiza nuestra calidad de vida general.

Genes Y Envejecimiento

- Los seres humanos tenemos entre 25.000 y 30.000 genes, cada uno con diferentes polimorfismos o formas de manifestarse a nivel biológico. De cómo se expresan algunos genes dependen nuestra longevidad y predisposición a enfermar.

-La tecnología ha hecho posible que en los tratamientos antiaging se estén realizando ya pruebas genéticas. Algunas empresas han desarrollado chips que permiten analizar múltiples genes a la vez. “Nos queda muchísimo por saber, pero aun así podemos establecer el riesgo que tiene cada persona de desarrollar ciertas enfermedades”, explica la dermatóloga Lisbella Asuaje.

-“Genéticamente se puede ver, por ejemplo, si existe mayor riesgo de osteoporosis. Esto permite actuar sobre la dieta y otros hábitos para compensar la susceptibilidad que marca la genética: suprimiendo café y bebidas azucaradas, aconsejando ejercicios que minimizan la pérdida de densidad ósea, corrigiendo la falta de calcio u otros minerales”.

-Además del riesgo de osteoporosis, genéticamente se puede establecer la sensibilidad a la insulina, la capacidad de eliminar sustancias tóxicas o asimilar el calcio o el ácido fólico, la susceptibilidad a enfermedades cardiovasculares o degenerativas como cáncer o Alzheimer, si se reacciona bien a ciertos fármacos.

-Nuestra carga genética nos da la predisposición para envejecer de una determinada forma, pero en la actualidad se conoce el impacto del exposoma (es decir factores externos como la dieta, polución, contaminación, radiación ultravioleta, etc.) en la expresión o no de ciertos genes, conocido como epigenética (es decir como el ambiente influye en la manifestación o no de ciertos genes).

-Se están realizando pruebas genéticas que aportan información muy valiosa para diseñar protocolos personalizados a cada caso.

LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL (IA) ES UN CAMPO DE ESTUDIO QUE BUSCA DESARROLLAR MÁQUINAS

Y PROGRAMAS CAPACES DE REALIZAR TAREAS

QUE REQUIEREN DE INTELIGENCIA HUMANA. DESDE LOS PRIMEROS CONCEPTOS HASTA LAS TECNOLOGÍAS MODERNAS QUE CONOCEMOS HOY EN DÍA, HA HABIDO IMPORTANTES AVANCES

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