LA CIUDAD — UNA OPORTUNIDAD PARA EL COMERCIO DE PROXIMIDAD
Una de las actividades principales con la que los humanos nos relacionamos es el comercio. Las transacciones en las ciudades principalmente se producen en las plantas bajas; así que podemos decir que la actividad comercial crea ciudad. La ciudad es el centro neurálgico de la expansión de la humanidad y también de sus huéspedes. Encarna la expansión de la cultura, de la convivencia, del contacto visual, emocional y también físico. Pero, en este momento, las urbes se enfrentan a un “reto” contra un sorprendente, por inesperado, ataque virulento. Este desafío nos da una potente perspectiva de nuestras capacidades para resolver agresiones que llegan de fuera, pero se nos incrustan en el interior y nos hace pasar de tener un riesgo de infección a ser portadores y aliados involuntarios del enemigo.
El pequeño comercio ha sido uno de los sectores económicos más afectados por la pandemia. (Unsplash).
Como la energía, el retail ni se crea, ni se destruye; pero es cierto que determinados segmentos han canibalizado e incluso han hecho desaparecer a otros. El pequeño comerciante se encuentra, desde hace mucho, en el denominado “Océano Rojo”, en el que es difícil sobrevivir frente a las grandes marcas. Es el momento de dejar de lado la competición y nadar en un “Océano Azul”, donde la estrategia consiste en ampliar el mercado a través de la Innovación. Pero para ello, primero hay que encontrarlo o incluso crearlo. Para acabarlo de complicar, estos días, debido a la Covid-19, el retail ha visto cerrar sus puertas eliminando totalmente esa doble connotación de consumo y ocio a la cual ya nos habíamos acostumbrado. El aprovisionamiento formaba parte de nuestra agenda 69