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DAAR

Los músicos siempre suelen expresar su yo interior a través de su arte. Lo bueno, lo malo; lo vivido y lo anhelado. Los sentimientos de los artistas se ven plasmados en forma de beats y melodías, que acaban convirtiéndose en testamento de su universo personal y creativo.

Este es el caso particular del artista que presentamos a continuación y de su último trabajo. Daar, alias de Álvaro Aragonés,

nos presenta un álbum personal y exuberante, con un sonido envolvente, rico en capas y texturas. Se trata de ‘Entire’, que presenta a través de la etiqueta canadiense Silent Season y que viene con una combinación única de técnicas de producción, con hardware y software, además de la inclusión de recursos como las grabaciones de campo y diferentes sampleos.

Conceptos, realidades y lugares se entremezclan en los paisajes sonoros de Daar, que nos trae una electrónica que mezcla lo terrestre con la ciencia ficción o el silencio con la percusión.

‘Entire’ es una obra compuesta por un total de ocho producciones que fueron compuestas por Daar en pleno confinamiento domiciliario durante la primera ola de la pandemia del año pasado. Un trabajo plagado de sonidos escapistas que invitan a la relajación y a la evasión de nuestra mente en paisajes sonoros más agradables; totalmente alejados de lo que significa estar encerrado en una habitación mientras que lo único que pasa es el tiempo. Hablamos con Daar para que nos cuente los entresijos de este nuevo trabajo suyo y cómo ha sido el proceso para crear este nuevo imaginario sonoro. ¡Música, maestro!

¡Hola, Álvaro! Un placer tenerte de nuevo en nuestras páginas. ¿Cómo ha empezado tu año?

¡Hola chicos! Pues la verdad es que ha empezado de la mejor manera, aunque bajo las circunstancias actuales, me considero un privilegiado y estoy viviendo un momento dulce

Acabas de publicar ‘Entire’, tu último álbum en Silent Season, el reverenciado sello canadiense. ¿Cómo surge tu relación con ellos? ¿Cómo se planteó sacar un nuevo álbum con ellos?

Surgió de la forma más natural, yo tenía terminado este álbum y les envié la demo, siempre había escuchado referencias y artistas de este sello, y tenía mucha ilusión en poder trabajar con ellos.

Consta de ocho cortes, que según entiendo compusiste durante el confinamiento. ¿Cómo fue ese tiempo para ti a nivel personal? ¿Cómo te pilló la situación?

Llegué a Madrid dos días antes de que nos confinaran con un cacao mental importante ya que a nivel personal no estaba atravesando mi mejor momento y para colmo, nos tememos que encerrar en casa. Mi única vía de escape era meterme en el estudio sin mirar el reloj y tratar de expresar lo que estaba sintiendo. Aprendí mucho de mi mismo y acabe terminando este LP en tiempo record.

Y, ¿a nivel creativo y sonoro? Mucha de la música que hemos oído proveniente del confinamiento – sin importar género o artista – ha sido más reflexiva, oscura e introspectiva de lo acostumbrado…

Fue muy productivo, no siempre tenía tiempo de pasar muchas horas en el estudio y dada la situación aproveché al máximo. Creo que es algo que no solo me ha pasado a mí y que ha ayudado a muchos artistas a desnudarse en este sentido, sacar cosas que llevaban dentro y generar un sonido mas personal.

De hecho, comentabas que no te encontrabas bien con tu vida en general y usaste la música para expresar lo que en ese momento sentías… ¿Qué tan importante es haber tenido la música como vía de escape? ¿Dirías que fue terapéutico?

Increíblemente terapéutico, pasaba horas escuchando música cada día, leyendo libros y en general reflexionando mucho.

Estoy seguro que sin música se hubiese hecho mucho más duro.

¿Cómo es tu proceso creativo actualmente y cómo ha cambiado con respecto a trabajos como tu debut de largo, ‘A Place To Be’, o ‘Quetzal’?

Realmente no tengo un proceso definido, intervienen muchos factores, para crear

“Entire” había una situación detrás que no existía en trabajos anteriores y que obviamente afectó, en este caso, positivamente. Siempre busco un late-motiv que me haga tomar enfoque de lo que quiero, “Quetzal” por ejemplo, sale a raíz de ver una película inspirada en la civilización Maya. “A Place To Be” de mi afición por viajar.

Creo que lo que todos mis trabajos tienen en común es que nacen de una especie de señal estimulante, algo que me inspira por pequeño que sea y es ahí donde comienza ese proceso de creación.

¿Cómo es tu estudio?

¡Mas pequeño de lo que me gustaría! Lo tengo ubicado en casa, en una habitación independiente y con las herramientas de trabajo que utilizo a diario. Una cosa en la que trabajé el año pasado fue en desprenderme de máquinas que no utilizaba con frecuencia, quedándome con lo realmente necesario. Una lucha eterna contra el denominado GAS… (risas)

El sonido que desarrollas en este trabajo es menos pistero que ‘A Place To Be’… de hecho, tenemos entendido que parte de los sonidos son grabaciones de campo desde tu balcón… ¿Qué te atrajo de esos sonidos para querer incluirlos?

Una de las cosas que más me llamó la atención durante el confinamiento era la capacidad de apreciar el silencio en una ciudad como Madrid. De ahí, que cuando dos personas se encontraban debajo de mi balcón era casi un acontecimiento único, no pude evitar tomar grabaciones que luego acabe utilizando en alguno de los temas de “Entire”.

¿Cómo procesas las grabaciones de campo hasta convertirlas en sonidos aprovechables en una producción?

Lo que me gusta de usar grabaciones de campo es la autenticidad de las mismas, no las proceso demasiado para que no pierdan su carácter. En algunos casos reduzco o filtro ruidos que se han colado, pero poco más.

¿Y tu directo? ¿Cómo configuras tus lives en la actualidad?

Ahora estoy en un momento muy freak de las máquinas, voy con hardware y en función del evento me adapto. Como decía anteriormente aprendí a desprenderme de lo que no utilizaba y eso me ha facilitado tener claro que usar en según que actuación.

Suelo llevar 3-4 sintes como mucho que secuencio desde la Octatrack. Lo acompaño con un par de pedales para efectos y todo se procesa a través de una mesa analógica antes de salir al sistema de sonido.

La última vez que DJ Mag ES habló contigo vivías en Berlín. Ahora, y aunque eres de Ciudad Real, has vuelto a Madrid… ¿Cómo ha sido este cambio? ¿Ha afectado a tu sonido?

Ha sido duro porque me encantaba vivir en Berlín, pero después de cuatro años un tren pasó y me subí. Me ha costado mucho adaptarme a Madrid la verdad, es una ciudad que va constantemente en sexta velocidad o así lo percibo yo.

En relación a mi sonido creo que no ha cambiado mucho, aunque ahora si cabe estoy en un mood muy ambient.

¿Cómo percibes el estado actual de la escena nacional? (pre-covid)

Considero que estaba en un momento buenísimo, con muchísimo talento y artistazos que a veces no sabemos valorar en nuestro país. Lo que no me gusta es la eterna persecución y demonización a la escena de la música electrónica, ¡un DJ también es cultura!

El COVID ha golpeado duramente a la escena musical, en todos los niveles. ¿Crees que cuando se pueda volver a abrir clubes y haya festivales, cambiará algo?

Seguramente si, todo esto está siendo un trauma que va a marcar los siguientes años y no creo que solo en eventos masivos, en nuestra cotidianeidad, en nuestras relaciones sociales.. tiene pinta de que hay ciertas medidas que han llegado para quedarse.

Se hablaba mucho de mirar hacia casa, de que probablemente los promotores se vean obligados a contar con talentos locales, de una reconfiguración de la escena… ¿lo ves una posibilidad?

Lo veo y lo espero con ganas, es el momento perfecto y hay que ayudarse en este sector tan maltratado.

Antes se te conocía mucho por el alias Funkvarosound… ¿algún plan de resucitarlo en el futuro? ¿O es una etapa ya quemada en tu vida?

Es una página muy bonita de mi vida pero que ya se escribió, ahora estoy en otro momento con el proyecto actual y quiero crecer con él.

¿Qué otros planes tienes para este 2021?

Estoy trabajando en un proyecto audiovisual para un fotógrafo, escribiendo un nuevo EP con tintes más rítmicos y retomando una plataforma llamada Worst

Seat Ever con mi compañero de batallas

Santy Le Funke.

¿Algo que te gustaría añadir? ¡Viva la sanidad pública!

¡Muchas gracias por tu tiempo, Álvaro!

¡Gracias a vosotros! Un abrazo.

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