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DOCTORADO EN EDUCACION CON ÉNFASIS EN MEDIACIÓN PEDAGÓGICA

ESTADO DE EMERGENCIA Recrear la Vida Ecoespiritual

Luis Guillermo Guerrero Guevara*

UNIVERSIDAD DE LA SALLE SAN JOSÉ DE COSTA RICA Bogotá D.C. (Colombia), Septiembre de 2010 *

Aprendiente del Doctorado en Educación con énfasis en mediación pedagógica de la Universidad de la Salle, San José de Costa Rica. Filósofo, Licenciado en Teólogía y Magíster en Desarrollo Rural de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá D.C. (Colombia).mail: direccionprogramas@cinep.org.co; luisguillermo44@hotmail.com


D E D I C ATO R I A

A Tika y Cami, mujeres compañeras de mi viaje; y a mis padres; con ellos he sentido la profundidad espiritual del amor transformador en mi existencia. A los compañeros aprendientes del rizoma en educación y desarrollo humano, quienes me animaron a cada paso: Marco Fidel nos abrió el camino del Doctorado; Luz Elena siempre nos animó a entregarnos al trabajo y nos dio ejemplo; Alberto nunca dejó pasar por alto los matices y diferencias entre nosotros. Los cuatro disfrutamos muchos momentos de gozo en el encuentro y la meditación que resultó siendo el Doctorado para nuestras vidas. A los amigos y amigas que han acompañado el camino de mi vida; todos y todas me enseñan a desplegar, recoger y expandir las velas de mi pequeña barca para navegar por el océano de la Vida, para llegar y zarpar de los puertos y asumir los rumbos. Finalmente quiero reconocer el cuidadoso trabajo de Mercy Corredor quien nos acompañó con sus aportes de arte gráfico en los trabajos grupales y en esta elaboración de la Chifladura personal.


PR ES E N TAC I Ó N "El sentido de la evolución, que involucra tanto la materia, como la vida y el pensamiento (o el espíritu), está comprendido en un principio descriptivo de la mayor generalidad: la tendencia hacia el logro de mayores niveles de complejidad y, simultáneamente, al logro de mayores niveles de conciencia". Teilhard de Chardin S.J Percibo el mundo en un "Estado de Emergencia", tanto por la evidente crisis a la que ha llegado el modelo de desarrollo imperante, como por la imperiosa necesidad de que emerjan nuevas alternativas para reorganizar la Vida. ¿De dónde y porqué surge esa crisis del mundo? ¿En qué momento un modelo de progreso y de civilización que buscaba la felicidad de la humanidad se vuelve en contra de la Vida misma? ¿En dónde se perdió el camino? ¿Qué originó la crisis del modelo que suponía el crecimiento de la vida? ¿Dónde buscar el fondo de las causas, cuáles han sido sus implicaciones y por cómo generar las claves de solución para que la Vida del mundo retome y recree un camino vivificante y deseche los caminos de la depredación de la naturaleza, la división y la guerra en las sociedades y cultural del mundo? De este tipo de preguntas me surgió una "idea", un "insights", una intuición profunda, que poco a poco he venido enriqueciendo y modelando, como escultor trabajando la piedra, o el músico afinando su tonada. Esta intuición profunda la resumo así: la crisis del modelo de desarrollo, es esencialmente una crisis espiritual de la humanidad que necesita ser recreada a partir de un nuevo paradigma que supere la división entre el espíritu y la materia y recupere la UNIDAD DE LA VIDA. Esta Unidad contiene un mensaje profundo: en la base de un nuevo desarrollo, la Unidad materia-

espíritu (Ecoespiritualidad), como paradigma de recreación de la Vida, llevará a una nueva forma de concebir y organizar el mundo, pues la Unidad esencialmente es interacción entre distintos pero complementarios; relación que será más fuerte en la medida que ella se fundamente en el reconocimiento, en el respeto y finalmente en el Amor. Para explicitar este planteamiento, en el trabajo presento cuatro capítulos: el primero muestra la crisis del desarrollo como crisis espiritual; el segundo capítulo propone tanto la importancia de los paradigmas como la emergencia de un nuevo paradigma para superar la crisis espiritual; y en el tercer capítulo se profundiza en la significación del nuevo paradigma espíritumaterial para un nuevo desarrollo de la Vida. Pero no solo es importante construir un nuevo paradigma sino que es esencial generar espacios de aprendizaje del mismo, de eso se trata el cuarto y último capítulo de mi trabajo: la biopedagogía como mediación para expandir la ecoespiritualidad, un camino para la recreación de la Unidad de la Vida. Finalmente, utilizando la imagen y la palabra como mediación pedagógica, presento un anexo con un material que sintetiza, de manera simbólica, el mensaje que he construido en la meditación sobre la Unidad Ecoespiritual como generadora de un nuevo desarrollo y de una nueva manera de transformar la Vida en su Totalidad. Mi deseo es que todos los que se acerquen a este trabajo activen en su ser de investigadores (o buscadores del misterio de la Vida), una nueva comprensión sobre el fundamento profundo de la Vida: la UNIDAD ESPIRITUMATERIAL, desde la cual los seres humanos seremos capaces de recrear un desarrollo más equitativo, justo y digno, pero al mismo tiempo un desarrollo cuyo centro no seremos nosotros sino la Vida misma con todas sus especies animales, vegetales, minerales y en todas sus expresiones.


Espero que quienes se acerquen a este escrito encuentren un espacio de crecimiento espiritual o por lo menos un mensaje de sentido para fortalecer su búsqueda en la comprensión del misterio de la Vida.

"Toda ciencia trascendiendo"

Entréme donde no supe: y qu e d é me n o sabiend o, toda ciencia trascendiendo. 1. Yo no supe dónde estaba, p ero, cua nd o a l l í me vi , sin saber dónde me estaba, grandes cosas entendí; no diré lo que sentí, que me quedé no sabiendo, toda ciencia trascendiendo. 2. De paz y de piedad era la ciencia perfecta, en profunda soledad entendida, vía recta; era cosa tan secreta, que me quedé balbuciendo, toda ciencia trascendiendo. 3. Estab a ta n em b ebid o, tan absorto y ajenado, que se quedó mi sentido de todo sentir privado, y el espíritu dotado de un entender no entendiendo, toda ciencia trascendiendo. 4. El que allí llega de vero de sí mismo desfallece; cuanto sabía primero mucho bajo le parece, y Su ciencia tanto crece, que se queda no sabiendo, toda ciencia trascendiendo.

5. Cuanto más alto se sube, tanto menos se entendía, que es la tenebrosa nube que a la noche esclarecía: por eso quien la sabía queda siempre no sabiendo, toda ciencia trascendiendo.

6. Este saber no sabiendo es de tan alto poder, que los sabios arguyendo jamás le pueden vencer; que no llega su saber a no entender entendiendo, toda ciencia trascendiendo. 7. Y es de tan alta excelencia aqueste sumo saber, que no hay facultad ni ciencia que la puedan emprender; q u ie n s e s u pie re ve n c e r con un no saber sabiendo, irá siempre trascendiendo. 8. Y, si lo queréis oír, consiste esta suma ciencia en un subido sentir de la divinal esencia; es obra de su clemencia hacer quedar no entendiendo, toda ciencia trascendiendo.

San Juan de la Cruz (1590)


CONTENIDO Introducción

Capítulo I: El desarrollo actual revela una crisis espiritual de la vida

7

1.

Una comprensión sobre la crisis del desarrollo actual como crisis espiritual de la vida.

7

2.

La vida: del "orden" desorganizado al complejo "caos" organizado.

24

3.

La sorprendente UNIDAD de la VIDA. El Hylé (materia) - Pneuma (espíritu)

35

4.

Metanoia: de la teología del kairos a una espiritualidad holista

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Capítulo II: Cambio de paradigma para transformar la crisis espiritual del desarrollo. 44

1.

¿Qué es un paradigma?

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2.

Características del cambio de paradigma: del paradigma científico racionalista / mecanicista, al Paradigma de la integralidad compleja, holística y ecológica de la realidad.

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¿De qué se trata la física o teoría cuántica y su interconexión profunda con la dimensión espiritual?

48

4.

¿Por qué aparece y es necesario el cambio de Paradigma?

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5.

¿Construir un paradigma o un dogma?

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3.

6. Una sociedad vista desde la dogmatización paradigmática

53

Capítulo III: Ecoespiritualidad: una apuesta por la vida

57

0.

De la preocupación a la ocupación Ecoespiritual de la Vida

57

¿Cómo siento y comprendo la insosteniblidad de la Vida y la propuesta de la Ecoespiritualidad desde mi experiencia personal aquí y ahora en la realidad colombiana donde vivo?

60

Una hipótesis sobre cómo vivir una ecoespiritualidad sostenible

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1. 2.


Todos los seres y las cosas del mundo estamos hechos de un mismo

3. "patrón original"

67

4. La ecoespiritulidad es un camino profundamente solidario y amoroso que busca un desarrollo social, económico, político y cultural, en tensión armónica con la naturaleza.

5. El mundo inconsútil: laUnidad eco-espiritual de la vida

71 75

Mi experiencia sobre la unidad vital materia -espíritu, como vivencia

6. ecoespiritual.

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Capítulo IV: Biopedagogia un camino de aprendizaje ecoespiritual

87

1. La pregunta por la Vida el punto de partida de la biopedagogía

87

¿Cómo concebir Biopedagogía y Ecoespiritualidad? Dos conceptos

2. para aprender a recrear la Vida.

89

3. Aproximaciones a una biopedagogia mediadora de la ecoespiritualidad

94

4. El arte del Amor un camino ecoespiritual para el desarrollo de la Vida

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5. La ecoespiritualidad como aprendizaje y experiencia del Amor eficaz

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6. La práctica del Amor una alquimia ecoespiritual

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Bibliografía: Los maestros y maestras. Anexo: ESTADO DE EMERGENCIA. Recrear la vida ecoespiritual.


CAPITULO I

EL DESARROLLO ACTUAL REVELA UNA CRISIS ESPIRITUAL DE LA VIDA

"La crítica ambiental al desarrollo, es igualmente una crítica a la rica pero limitante experiencia del pensamiento racional tal como lo ha construido la civilización europea. No se trata de abandonar los paradigmas de la ciencia, sino de transformarlos. No se trata de regresar a la estructura cohesionadora del mito, sino de encontrar nuevos 1 caminos científicos que permitan la continuidad de la vida" .

A. Ángel Maya

1. UNA COMPRENSIÓN SOBRE LA CRISIS DEL DESARROLLO ACTUAL COMO CRISIS ESPIRITUAL DE LA VIDA.

Yo siento y lo he conversado y discutido con muchas personas, que la crisis ambiental, que en el fondo es una crisis del modelo de desarrollo actual revela una verdadera crisis espiritual del desarrollo. Esta percepción, me ha llevado a buscar el origen de la mencionada crisis en una nueva comprensión sobre la relación originaria entre los "reinos" y especies de la naturaleza, que es el origen y evolución misma de lo que ES la VIDA. Pero también, porque estos llamados "reinos" (animal, vegetal, mineral) son la expresión de una misma fuente: la Unidad inseparable de la materia/espíritu. Hace unas cinco décadas, por los años 60, me acuerdo que el tema de la contaminación del ambiente, el tratamiento y las escasez de los recursos naturales, la gestión administrativa de los medios y condiciones de vida, la vida sana y la relación de estas dimensiones con las tradiciones culturales de

las comunidades, eran asuntos muy poco visibles, y tanto los problemas como las soluciones de estos aspectos de la vida pertenecían a campos particulares y aislados del saber científico, tecnológico o de las cie n cias h u ma n as, s e g ú n fu e ra e l c as o. Hoy veo que dada la dinámica del crecimiento poblacional, la demanda de nuevos bienes y servicios, los altos niveles de contaminación, el hambre y la pobreza de millones de seres humanos y el impacto que esto ha ocasionado no sólo a la especie humana sino a los ecosistemas en general, el asunto de la "crisis ambiental" nos toca a todos, como comunidad social, y a "todo" el ambiente como organización eco-sistémica. Por eso creo que cualquier ciencia, tecnología o saber tradicional, desde sus propias fuerzas y condiciones, no podrá nunca dar una solución o 7

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ANGEL Maya, Augusto. El Reto de la Vida. Ecosistema y Cultura. Una introducción al estudio del medio ambiente. ECOFONDO. Serie Construyendo el Futuro No. 4. Año 1996, Bogotá; Colombia; p.2


una respuesta a la totalidad del problema ambiental y del desarrollo que hoy afrontamos en el mundo y más aún en los países empobrecidos que el desarrollo económico mundial ha creado. Se hace cada día más necesaria y urgente, crear una visión integral de la relación entre las diversos reinos y especies de la naturaleza y los sistemas sociales que las distintas culturas han generado; de tal manera que tanto las ciencias naturales, tecnológicas, interpretativas y sociales, así como los saberes tradicionales de los pueblos, sean interlocutores del "saber" de las demás especies y del "saber" de la evolución del "universo" en general. Ahora bien, también en mi trabajo como educador he visto como algunos profesionales de todas las ciencias, así como líderes sociales y del mundo económico y empresarial, preocupados por ésta crisis y por tener una visión y una respuesta integral a la misma, se ha formulado una pregunta, de una u otra forma, la siguiente pregunta que guía este Capítulo I de mi Chifladura:

¿Qué es el en fondo lo que produjo esta crisis actual del desarrollo, de la cual una de sus mayores expresiones es la desigualdad, la pobreza de millones de seres humanos, la devastación de la naturaleza y la gran contaminación que tenemos hoy en día?

Algunas de las soluciones y enfoques de interpretación de la crisis son radicales, utópicos, inviables y contradictorios; se instalan en el "círculo de la muerte", señalan a los contradictores como enemigos y buscan acabar con ellos. En medio de esta guerra fratricida se buscan argumentos teóricos encubridores de perversos intereses económicos y políticos, aumentando la ya crítica situación de la crisis que vengo mencionando.

Por eso, en este Capítulo I voy a proponerles dos tareas: en primer lugar, quiero ampliar la pregunta, no porque intente agotar una respuesta, eso es una tarea imposible, sino porque mi deseo es llegar a una mejor formulación de ellas; y, en segundo lugar, quiero retomar lo que me han enseñado el profesor 2 Arturo Escobar y que he trabajado con cientos de personas, en diferentes contextos, y que para este primer Capítulo me parece bien iluminador. Se trata, en concreto, de responder a la pregunta formulada desde la perspectiva cinco enfoques que interpretan la "crisis ambiental o crisis del desarrollo", entendida como "una gran crisis espiritual de la Vida". Estos 3 enfoques son: El Economicista, El Cultural-ambiental, El Religioso, El Ecosocialista Y el enfoque de la Reinvención de la naturaleza.

Contexto histórico para comprender la "crisis espiritual de la vida" expresada en la actual crisis ambiental y del desarrollo. Si alguien me pidiera resumir el contexto histórico de esta crisis le diría esta frase: vamos a realizar un viaje desde el siglo XV hasta el siglo XXI; es decir vamos a iniciar en una estación de la humanidad llamado "paradigma de la naturaleza orgánica" al paradigma de la "civilización de la naturaleza capitalizada y reinventada" de finales del siglo XX y principios del XXI. Y enseguida le contaría que: desde los albores de la "revolución industrial" en el siglo XIX, ya se levantaban voces de diverso volumen que alertaban, no sin reservas o incluso a veces de manera radical, sobre las limitaciones que implicaba el modelo de desarrollo científico-tecnológico en su aplicación sobre los recursos naturales limitados (fisiócratas), así como también sobre las relaciones sociales, los medios y las condiciones de producción (Marx y Engels). 8

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Arturo Escobar nación en Manizales (Colombia) Es un antropólogo colombiano y profesor en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill. Sus áreas de interés son la ecología política, la antropología del desarrollo, los movimientos sociales, la ciencia y la tecnología, así como cuestiones sobre Colombia. Escobar comenzó con trabajos de campo para el Departamento de Planeación Nacional colombiano en 1981-82, analizó la región de los bosques tropicales del Pacífico de Colombia en 1993-1994. Terminó su Ph.D. en 1987 en la Universidad de California en Berkeley. Actualmente es Catedrático Adjunto de Antropología de la Universidad de Massachusetts, en Amherst.

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Cabe indicar que no podemos pretender concebir estos enfoques como esquemas "puros" o "aislados", por el contrario, ellos se interrelacionan de una u otra forma, según las opciones analíticas de los autores. En este escrito por razones de comprensión, tomaremos por separado los cinco enfoques intentando sistematizar la diversidad de posiciones sobre la crisis del desarrollo.


A pesar de que éstas primeras críticas no prosperaron y de que algunos de los críticos, como es el caso de los sociedades de economía centralizada inspiradas en el marxismo-leninismo, entraron en la misma competencia por el poder económico mundial, a partir de la depresión económica de finales de la tercera década del Siglo XX se empieza a gestar una vigorosa crítica en torno a la crisis ambiental, social y cultural, generada por el modelo de desarrollo de los países industrializados del mundo. Por eso hoy, a finales del siglo XX, la crisis del ambiente compromete no sólo el asunto de la escasez de los recursos naturales, sino la misma existencia de la vida global del planeta, por eso es una crisis del modelo de desarrollo y más allá una crisis de sus más profundos fundamentos y sentidos; por eso es una crisis también espiritual. En este contexto, los movimientos sociales de carácter ambiental, las organizaciones populares de diverso tipo, las ONGs, los Estados, las organizaciones internacionales como el sistema ONU y las reuniones mundiales sobre el medio ambiente y desarrollo, levantan diversos análisis y postulan soluciones encontradas y contradictorias alrededor de la llamada "crisis medio-ambiental y del desarrollo", esgrimiendo una gama de argumentos que se pueden caracterizar desde los cinco enfoques arriba señalados. Algunos autores contemporáneos, desde una clave histórica de largo aliento, o como dicen una visión estructural, caracterizan el proceso de Occidente, como la hibridación no secuencial de tres concepciones simbólicas sobre la relación de la naturaleza con las culturas de la humanidad: una concepción orgánica de la naturaleza de la época pre-moderna (Siglo XV-XVI), la capitalizada de la modernidad (Siglo XVIII-XX) y la naturaleza construida o reinventada de la posmodernidad (finales del Siglo XX). Dicho de otra manera, en la antesala del siglo XXI, la especie humana, y sus diversas expresiones cultutrales, expresa su relación con la naturaleza en

una hibridación de modelos simbólicos y espirituales de desarrollo que sintetizan el acumulado histórico 4 cultural de occidente. En este contexto, la pregunta central que se viene debatiendo atañe fundamentalmente a la "crisis ambiental y del desarrollo", entendida como el rompimiento profundo en las relaciones en la humanidad y la naturaleza, por eso mismo es una crisis de sentido de Vida y en esa medida en un crisis espiritual. Sin embargo, esta formulación simple y directa, puede llevarnos a lugares ambiguos; por eso, se hace necesario una categorización más refinada, completa y global de la pregunta, -y por lo mismo más compleja-, alrededor de lo que puede significar esta "crisis". La pregunta puede ser formulada de diversas maneras. Por eso he querido optar, en primera instancia, por señalar los elementos más significativos que nos ayuden a una mejor expresión de la misma, con el 5 fin de poderla trabajar desde los diferentes enfoques. La pregunta sobre la mencionada "crisis" no se puede formular simplemente desde una sola y única ciencia o saber; es decir, no es un cuestionamiento para ser respondido solamente por los especialistas en ambiente, ni por los economistas, los biólogos, los antropólogos, ni los filósofos o los políticos, etc. De otro lado, tampoco es un problema que se soluciona preservando la naturaleza, ni solamente adecuando los sistemas artificiales creados por las culturas, ni tampoco es un asunto que ya tiene respuesta desde los saberes tradicionales de las culturas populares, por el hecho de tener una concepción más integral de la vida. Los componentes del problema ambiental y del desarrollo que hoy vivimos son mucho más complejos y difíciles de responder. Es el gran reto de la humanidad, de Usted y mío, aquí y ahora, en los primeros años de este tercer milenio de la era cristiana. Por eso, para poder formular la pregunta es no sólo necesario sino urgente, tener una visión integral u holística de la Vida. 9 5

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Ver: ESCOBAR, Arturo. El desarrollo sostenible: diálogo de discursos. En: Revista Foro No.23. Abril de 1994. Ediciones Foro Nacional por Colombia. Santafé de Bogotá.

Es importante señalar, por un lado, que el cuestionamiento señala un rumbo, una opción de quien escribe estas páginas. De otra parte, cada uno de los enfoques se hace sus propias preguntas lo cual es parte de su posicionamiento y de su aparato crítico. Es decir, las preguntas de un enfoque pueden hacer parte de las afirmaciones, supuestos y puntos de partida del enfoque opuesto. Todo para decir que las preguntas que hacemos no son neutrales, sino que hacen parte de nuestra toma de posición ideológica y de una opción ética que tengo en mi memoria.


Para decirlo de una vez, esta crisis tiene que ver el TODO de la Vida, con la globalidad, con el sistema estructural de la existencia, con el fondo espiritual de ella . Pero... nadie puede decir que tiene la "verdad absoluta", -acaso hay verdades o conocimientos absolutos de algo? -. Nada aquí es el centro y a la vez todo es centro. El todo es parte y la parte es todo. Ni el "antropocentrismo" y ni el "naturocentrismo", pueden levantase como el núcleo desde el cual se resuelva la cuestión que tenemos entre manos. Se necesita, como criterio de formulación para hacer una pregunta aproximativa, el reconocimiento y valoración de la complejidad que viaja entre lo "ordenado" y lo "caótico", espectro dentro del cual la vida está constitutivamente construida. Para llegar a la pregunta, les propongo que miremos las ideas del último párrafo con mayor detenimiento: La Vida, pues, está hecha de la Unidad inseparable de materia y energía que se encuentran en la naturaleza. Todas las especies vivas somos, no solamente tenemos, materia y energía. La naturaleza posee leyes de comportamiento que las ciencias como la biología, la física, la química, etc., nos han dicho que existen, pero también existen otros saberes no científicos que nos han explicado su comprensión sobre lo que significa la Vida, con otros lenguajes y componentes, unos de esos saberes son las experiencias místicas, la sabiduría ancestral de los pueblos nativos e indígenas y las espiritualidades que nacen en el seno de las culturas y sociedades. Por eso, la vida no solo es materia y energía. El solo hecho de formularse las leyes de la naturaleza, que hasta el momento se han hallado, tiene implícita y explícitamente, la intervención de la conciencia humana (de la cultura) que también es parte de la naturaleza misma, pero que sin embargo, los paradigmas mecánicos han intentado separar, unas veces con "éxito", y sin embargo, la mayor de la veces lo que han creado es una relación asimétrica entre el sujeto-objeto, entre en conocimiento, la dimensión espiritual y material de la Unidad de la Vida.

Pero, mirando más allá, la humanidad no solo ha "intervenido" en la evolución, en los ecosistemas desde afuera, esto es un mito. La humanidad lo hace desde dentro, desde lo que es como especie de la naturaleza, como hija de la tierra. Al hacerlo, no solo genera cultura en términos de saber científico y tecnológico, sino que hace posible su acción, mediante la creación de sistemas sociales,-económicos y políticos-, y de modelos de desarrollo para organizar relaciones de poder, de transformación, de comunicación y de identidad cultural, de tal manera que genera modelos distintos de relacionarse consigo mismo y con su entorno como parte de él. Al hacer este tipo de procedimientos, las culturas y las sociedades humanas, entran en un estadio dialógico con las otras especies de la naturaleza y consigo mismo. Sin embargo, por definir esta relación como un "diálogo", no se pude aseverar, de una vez por todas, que éste sea horizontal y armonioso. Es precisamente aquí, en la manera y en el sentido que le damos a la relación con nuestras "especies hermanas", donde surgen los mayores problemas de lo que hoy llamamos la "crisis espiritual del desarrollo, que se manifiesta como uno de sus mayores signos en la crisis ambiental y social". En esta camino histórico, la humanidad, para relacionarse, como parte de la naturaleza, con la naturaleza misma, creó desde el siglo XIV con precursores como Grosseteste en Occidente quien recogió ideas de los presocráticos, un sistema de conocimiento -de comprensión o aprehensión- que se fue poco a poco formalizando, por así decirlo, y que generó que cultura occidental buscara el dominio y a la vez se sintiera superior a su propia naturaleza; en este sentido el hombre se "autodesnaturalizó", esto es para la religión judeo-cristiana el pecado original: apartarse de la naturaleza y no saber convivir en el paraíso con todas las especias y reinos de su madre tierra. Este sistema o paradigma de conocimiento alcanza - según el decir de algunos- una "formulación madura", expresada con la categorización sistemática de filósofos-científicos como Galileo, Newton, Descartes

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y con la cúspide del racionalizamos Kantiano y de otros que formulan los imperativos categóricos de la Razón Pura y la Razón Práctica. Así pues, el paradigma de conocimiento empíricoracionalista, mecanicista y matemático, posó su fuerza en la medición de la naturaleza y definió que ella no solo tenía un valor de uso sino un valor de cambio (A. Smith., Ricardo y K. Marx). El imperialismo antropocéntrico se creyó ganador y pretendió solucionar todas las necesidades humanas con la manipulación de las leyes naturales; sin embargo, la sabiduría de la naturaleza, de la cual hace parte la misma humanidad, desde que inició a caminar este modelo de conocimiento y desarrollo, advirtió sobre los problemas que éste engendraba en sus propias entrañas. El pensamiento racional, si bien significó para la humanidad un inusitado dominio tecnológico, trajo por igual la desaparición de muchas culturas como escenario y camino de adaptación al medio desde otros puntos de comprensión de la Vida. A pesar de los intentos de hacerle una crítica sopesada, hasta hoy continúan siendo más "importantes" los asuntos del bienestar, interpretados como la respuesta a las necesidades humanas inmediatas, las ansias de poder político y económico, el dominio de las culturas industrializadas, etc. Por eso, el paradigma científico-tecnológico ofrece, aún todavía para muchos de nosotros, una alternativa viable. En todo este complejo inventario de elementos para una formulación más profunda de la pregunta sobre la "crisis espiritual de la Vida", el reconocimiento y valoración que la humanidad tiene de sí misma y de la naturaleza, involucra cuestionamientos éticos, morales y religiosos que, al mismo tiempo hacen subir el nivel de complejidad del cuestionamiento de la "crisis"; pues no solo se trata de la construir alternativas culturales, políticas, económicas, científicotecnológicas, ecológicas, sino también caminos de aprendizajes para construir sentidos de fondo de la Vida; caminos Espirituales.

Vistos los elementos generales para plantear un cuestionamiento fundamental a la "crisis espiritual de la Vida", la pregunta puede ser formulada de manera aproxi ma t iva, en l os s ig u ient es t é rm i n os : ¿Se puede interpretar actualmente la crisis del desarrollo social y ambiental como una "crisis de la espiritualidad de la Vida", en el sentido de que aquella crisis ha generado una tensión destructiva que puede llegar a convertirse en una amenaza que aniquile de manera prematura la Vida misma sobre el planeta? O, por el contrario, puede ser esta crisis la oportunidad para que la humanidad genere nuevas alternativas y resignifique de manera profunda el valor de la VIDA cuya fuente original propongo que sea comprendida como la UNIDAD ESPIRITU/MATERIA? En el siguiente apartado afrontaremos esta pregunta, desde los cinco enfoques de compresión que nos propone Arturo Escobar: el economicista, el culturalambiental, el religioso, el ecosocialista y un enfoque que hoy está en perspectiva innovadora: la reinvención de la naturaleza.

Enfoques para comprender e interpretar la "crisis de la espiritualidad de la Vida", expresada en la crisis ambiental y del tipo de desarrollo hegemónico que hoy vivimos.

En general, se puede decir que los cinco enfoques ya mencionados, son esencialmente discursos a la vez históricos, interpretativos y simbólicos, los cuales intentan ofrecer respuestas a la pregunta que he formulado sobre la "crisis de la espiritualidad de la Vida". Pero al mismo tiempo, los enfoques giran alrededor o bien de la reformulación del modelo de desarrollo actual (economicismo y re-invención de la naturaleza), o bien de la crítica más o menos radical sobre este modelo o de forma de vivir, que actualmente es hegemónico en el planeta tierra (cultural-ambiental, religioso y ecosocialista).

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Quiero hacer caer en cuenta que estos enfoques nos e s t á n h a ci e n d o m i r a r t r e s d i m e n s i o n e s simultáneamente, y en esto no nos podemos perder: existe una crisis ambiental evidente, pero esa crisis esté referida al modelo de desarrollo o al modo de vida que los seres humanos en su relación con los demás seres del planeta estamos viviendo; pero igualmente esta forma de vida está ligado a la concepción, a la comprensión y sentido que los seres humanos comprendemos de la Vida, es aquí donde también quiero señalar que existe una crisis de mayor fondo, la crisis de la espiritualidad de la vida, pues si hemos llegado y generado a esa crisis del ambiente y del desarrollo tan nefasta y perversa, a pesar de sus logros, es porque nos hemos desconectado de la fuente que es la Vida: la Unidad inseparable Materia/Espíritu. La primera vez que leí estos enfoques para entender la crisis, solamente llegué a captar que la crisis ambiental era una crisis del modelo de desarrollo vigente y hegemónico en el mundo actual, pues todos los enfoques insisten de manera explícita que si el modelo continúa como hasta el momento ha sido concebido y aplicado, las consecuencias serán nefastas más temprano que tarde. El modelo actual de desarrollo, creado por la carrera científico-tecnológica de los países industrializados y exportada a los llamados, desde la lógica del desarrollo hegemónico, "países sub-desarrollados", ha sobrepasado ya los márgenes de tolerancia de los territorios (los niveles de resilencia: los márgenes de sostenibilidad de la Vida, o lo que llaman los técnicos la capacidad de carga de un territorio o de un proceso), entrando en una fase de alta tensión destructiva en medio de la relación que se da entre los sistemas vivos de la naturaleza (la energía y la materia) y lo que la humanidad ha creado para relacionarse con ellos, los sistemas económicos, el conocimiento y las herramientas y científico tecnológicas, los principios éticos, las creencias culturales y los sentidos espirituales. Esta carrera desenfrenada, está comprobado, ha colapsado. Son muy graves los diversos fenómenos ocasionados: la contaminación, la devastación de los bosques, de los páramos donde se produce el

agua, la pérdida de la biodiversidad en diferentes ecosistemas, la pobreza de millones de seres humanos, la exclusión política, la economía ilícita mundial de las substancias psicoactivas y de las drogas en general, la concentración de capitales y de medios de producción en pocas manos, las diversas violencias ejercidas sobre millones de comunidades, de mujeres, de niños y ancianos, la segregación de los pueblos indígenas y tantos otros flagelos de las sociedades actuales. Todo lo anterior no es otra cosa que desde la física se llama la producción de una alta entropía; es decir, la generación de una energía desordenada difícil de capturar para ser reutilizada de tal manera que no se generen impactos negativos. La concentración de las fuentes de baja entropía (energía que si se puede utilizar y de fácil acceso para la vida humana) en pocas manos y su consecuencia directa: el aumento de la pobreza; la depredación y escasez de los recursos naturales en favor de la rentabilidad económica; la ampliación de los mercados y la exclusión económica y política de los países "subdesarrollados"; y la dinámica de globalización, fragmentación y la autonomía cultural aislacionista, generada por la contradicción entre las culturas hegemónicas de las naciones ricas sobre las resistentes culturas pobres. Propongo que ahora veamos cómo cada uno de los cinco enfoques anunciados interpreta y abren caminos de comprensión a la pregunta sobre la crisis ambiental, del desarrollo y de la espiritualidad de la Vida. El primer enfoque llamado "economicismo-liberal", plantea que hoy existe una nueva realidad en la cual el modelo de desarrollo científico-técnico ha generado una situación de incapacidad humana para encuadrar su acción en el patrón de la naturaleza. Situación que se torna amenazadora y letal sino se reconoce y si además no se realiza una intervención reformulada en términos de planeación, gerencia y una nueva tecnología. Este enfoque, basado en el paradigma del conocimiento objetivo científico-tecnológico, lanza como estrategia de solución el concepto de "Desarrollo 12


Sostenible", resumido en el Informe Bruntland publicado en 1987. Para salir de la "crisis" la realidad social puede ser gestionada y planificada paulatinamente, mediante la intervención de una ciencia y una tecnología adecuadas. El enfoque reitera que con este tipo de estrategias se puede continuar, sin tantos traumatismos estructurales, por el camino de la expansión del libre mercado como encargado de regular la oferta, la demanda y la capitalización de los medios, los bienes y las condiciones de producción. De esta manera la economía, con algunas reformulaciones más o menos tangenciales, pero sin poner en duda sus leyes fundamentales, puede con la tecnología como bandera de progreso aliviar, sino totalmente, en gran medida la "crisis" que hoy enfrenta el mundo. A pesar de que el "Desarrollo Sostenible" reconoce que la naturaleza tiene recursos limitados, su alto uso y el impacto que sobre ellos se ejerce, se resuelve colocándole valores monetarios, sin reparar en que los bienes quedan sujetos a la posesión de unos pocos con capacidad de pagar por ellos. Para este enfoque, el remedio de la "crisis" se controla mediante la acumulación de recursos naturales en quienes poseen la capacidad de pagar por ellos, lo que en sus reglas económicas significa, una estrategia para preservar los recursos de la naturaleza y controlar la competencia social por ellos. Detrás de esta argumentación lógica que justifica las estrategias económicas para salir de la "crisis" se esconde una d i n á m ic a d e a c a p a ra m i e n t o y e g o í s m o. En este escenario, los deseos, la agencias y la capacidad de elección de las personas y colectividades entran a ser limitadas por la "mano invisible" de la regulación del mercado, que es a su vez regulador de los precios. Nada se escapa del "libre mercado", pero la relación del mercado con la libertad no pasa de ser sino un eufemismo. El precio es el escenario de las relaciones y todo bien es cuantificable; el desarrollo sostenible se basa por tanto en esta premisa o regla de oro. Por eso se llega a soluciones como: "el que contamina paga", "el que genera alta riqueza es quien tiene las mayores ventajas, posibilidades y derechos" y "quien activa la economía tiene más exenciones de impuestos".

Al respecto de la "crisis ambiental", Naredo dice: "La pretensión de hacer una economía del medio ambiente (entorno o medio físico) es otro ejemplo de amnesia histórica, que denota la indolencia de la economía para revisar sus fundamentos cuando las circunstancias lo exigen... La ciencia económica corriente no ha estudiado el medio ambiente, ella abandonó las preocupaciones fisiócratas originarias y se quedó en el campo de los valores monetarios 6 y de cambio" Ahora bien, desde el punto de vista ético, el bien social se da en la medida que cada individuo persigue su fin de la manera más eficientemente posible. Este procedimiento es otro medio regulador de la sostenibilidad del desarrollo. En resumen, la calidad de la vida se mide en la posibilidad de acceder a los bienes materiales, mediante los mecanismos reguladores del mercado, los demás elementos y dimensiones de la vida se desvanecen. Por ejemplo, los bienes culturales, espirituales, afectivos, etc., de ser posible, se deben objetivizar como bienes de consumo y ponerles un precio. Desde este enfoque, el Informe Bruntland resumió el enfoque economicista al decir que: "una ecología sana es buena economía". Y agrega: "La planificación ambiental maximiza recursos para que la creatividad humana maximice el futuro". Por este camino, pienso que la visión economicista, identifica desarrollo con crecimiento planificado de la economía, dando resultados nefastos, pues toda cultura y todo sistema social y, por supuesto, hasta la naturaleza, con su fuente de unidad materia/ espíritu, se hacen presa fácil de las dinámicas de precios de oferta y demanda del mercado, propiciando, al mismo tiempo, el mito del consumismo, que identifica este tipo de desarrollo con el "progreso" y la "civilización" que salvará el mundo. Al enfoque economicista, Nicholas Georgescu, responde con una fuerte crítica desde las leyes de 7 la termodinámica : Los economistas han vivido hace más de 100 años adheridos a la epistemología y al modelo mecanicista neo-clásico de la utilidad y el propio interés. Los economistas neo-clásicos y modernos, parecieran no conocer que la economía de cualquier proceso de la Vida no está gobernada 13

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NAREDO, José Manuel. Desde el sistema económico hacia la economía de los sistemas.

7

Ver: GEORGESCU-ROEGEN, Nicholas. Energía y mitos económicos. 1972.


por las leyes de la mecánica, sino por la ley de la entropía. Si ellos no disponen de estos conocimientos, no podrán desenvolverse bien en su campo, pues la entropía es la ley más realmente económica de todas las leyes de la naturaleza. La termodinámica con su segunda ley (entropía) reconoce la diferencia cualitativa que los economistas deben hacer entre los insumos de recursos valiosos (entropía baja) y los productos finales de desechos sin valor (entropía alta).

Visto desde la Vida de los pueblos latinoamericanos, hacer coincidir el desarrollo con el ambiente, se torna en un asunto no solo político y económico, sino eminentemente cultural/espiritual que, dados los resultados de las reuniones sobre medio ambiente como las de Río de Janeiro en 1992, es difícil de aceptar para las naciones industrializadas que invocan el desarrollo sostenible desde una visión economicista-liberal para hacer crecer y acumular capitales, fundamentos de la economía mundial.

Sin embargo, -continúa diciendo Georgescu-, la gran mayoría de los economistas lo que hacen es elaborar una "burda" coincidencia entre la economía y la mecánica, creando un modelo econométrico que encubre los problemas fundamentales de la relación entre las leyes naturales y los sistemas socio-culturales, donde se encuentran dimensiones de fondo como la espiritualidad de la Vida.

En el segundo enfoque "cultural/ambiental" , encuentro que su discurso no elabora una interpretación tan homogénea de la "crisis". Existen, por el contrario, varios matices del enfoque cultural, para la muestra muestro tres de ellos:

Los economistas modernos han eludido el asunto de la limitación de los recursos naturales y, aceptando el concepto de Pigou de "un estado estacionario en el que la corriente material surge de una fuente invariable", crean mitos y espejismos como el estado estacionario, o el mito de la posibilidad infinita de encontrar soluciones tecnológicas para la accesibilidad y utilización de fuentes de baja entropía, o el mito del movimiento continuo y perpetuo en los que podemos emplear la misma energía una y otra vez, como si fuera posible la reversibilidad de la alta hacia la baja entropía, venciendo por medios tecnológicos, la segunda ley de la termodinámica. Por otra parte, -siguiendo el análisis de Arturo Escobardesde la perspectiva de los Estados latinoamericanos, el camino del Desarrollo Sostenible es inaplicable sino se tienen en cuenta condiciones como la diversidad de problemas ecológicos por regiones, la deuda externa, la caducidad de los modelos de desarrollo para la región, la desigualdad mundial y la deuda ambiental histórica de los países ricos, el respeto al pluralismo cultural, por las ricas tradiciones espirituales de los pueblos nativos y la protección al patrimonio natural, genético y de la biodiversidad.

Mientras que Arturo Escobar presenta una visión radical de este enfoque contrastándolo con el enfoque liberal-economicista, Marvin Harris hace una explicación materialista racional de los mitos fundantes 8 de algunas culturas y su relación con la naturaleza ; de otra parte, Arturo Angel Maya, presenta una relación compleja e integral entre ecosistemas, 9 ciencia-tecnológica, culturas y ética . La visión radical culturalista hace una crítica de oposición al enfoque economicista y, desde allí, enfatiza la cultura como instancia fundamental de la relación entre las sociedades y la naturaleza. Argumenta la imposibilidad de reconciliar la concepción de desarrollo entendido como crecimiento económico con el ambiente, tal como lo intenta plantear el Desarrollo Sostenible de los países industrializados, al proponer que sólo con unos ajustes del mercado, el acercamiento de la economía a la ecología y la realización de un desarrollo ecológicamente respetuoso, el asunto de la "crisis ambiental y del desarrollo" se verá solucionado. Al decir de los culturalistas radicales, y en esto coincido con ellos, éste tipo de argumentaciones del economicismo, sólo han servido para encubrir ta nto la ne c es idad u rgente d e mo d i fic a r sustancialmente la estructura económica global, como la urgencia de reconocer la crisis de sentido de vida y de espiritualidad que vivimos hoy las sociedades 14 9

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Ver: HARRIS, Marvin. Vacas, Cerdos, Guerras y Brujas. Los enigmas de la cultura. Alianza editorial. Madrid. Edición 17. 1996

Ver: ANGEL MAYA, Augusto. Desarrollo Sostenible o Cambio Cultural. En: Memorias del Seminario Internacional El Desarrollo Rural hacia el siglo XXI, Pontificia Universidad Javeriana, Junio de 1994, Bogotá. pp-208-228


del siglo XXI. El liberalismo económico siempre ha creído que, con el crecimiento económico erradicará el problema ambiental, la pobreza, la infelicidad humana y el vacío espiritual de la Vida, pero lo cierto es que nunca ponen sobre la mesa la discusión sobre la acción eco -destructiva y las causas estructurales de porqué los pobres sigue siendo más pobres y loos ricos más ricos, pues si esto se hace se llegaría a descubrir, -y esto ellos mismos lo saben, que es el mismo modelo de desarrollo el que genera la pauperización, el sacrificio de millones de seres humanos y el vacío espiritual cuya raíz es la separación de la Unidad materia/espíritu, fuente original de la Vida. Ante esta perspectiva de destrucción y muerte de la naturaleza y de la Vida misma, los culturalistas radicales rescatan el valor de la naturaleza como fuente de Vida material, espiritual y como entidad autónoma. Desde esta perspectiva, la naturaleza no es un ser aparte, ni externo de la Vida, sino que es allí donde está contenida toda la VIDA. Desde otro matiz cultural, Marvin Harris, plantea la necesidad dar una explicación científica a la cultura para desentrañar la relación de la humanidad con la naturaleza. Los enigmas, mitos y leyendas culturales son los disfraces que utilizan las culturas para arropar las verdades que sirven para relacionarse con el mundo material, espiritual y social. Harris propone entonces, pasar de una conciencia cotidiana mistificada, aislada de los hechos prácticos y adormecida por la ignorancia (conciencia inmadura que no va más allá del mito), el miedo (entendido como conciencia falsa) y el conflicto (control de los poderes sociales), a una conciencia madura que interprete la relación entre el hombre y la naturaleza desde una comprensión objetiva y material. Desde esta perspectiva, definida como: análisis objetivo de la cultura, Harris ofrece suficientes argumentos que legitiman o dan fundamento a ciertas actitudes, prácticas, símbolos, valores y sentidos de culturas particulares y que para otras culturas pueden llegar a significar la mayor incoherencia. De otra parte, la propuesta de análisis cultural que hace éste autor, representa una visión tan objetiva de la cultura, que puede estar en el otro extremo de la

visión culturalista radical que acabamos de ver, incluso puede llegar a ser funcional a los mitos que genera el enfoque economicista. En tercer lugar, la propuesta de Ángel Maya de interrelacionar la cultura, de manera integral, con los ecosistemas, el paradigma de la cienciatecnológica adaptada y la ética, y desde allí, aproximarse a la "crisis ambiental y del desarrollo", parece ofrecer luces para reconciliar posiciones extremas; no solo entre los matices de análisis cultural, sino entre los diversos enfoques de interpretación de las crisis que estoy visibilizando. Angel Maya insiste en que el pensamiento ambiental (pensamiento holista e integral) desborda las coordenadas de un conocimiento racionalista, positivista y empirísta que se basa en la medición exacta de los fenómenos. El pensamiento ambiental urge, busca y se basa en la diversidad de conoceres, en la interdisciplinariedad de saberes y quiere aproximarse a la complejidad de las construcciones culturales que las sociedades han construido en su relación con la naturaleza. Desde esta perspectiva, el objeto de los estudios culturales ambientales para la solución de la "crisis", es encontrar nuevos equilibrios, pues los modelos de desarrollo ya no coinciden con los márgenes de resilencia ecosistémicos. Construir estos nuevos equilibrios es la materia prima para generar nuevas culturas ambientales y la restitución de la unidad materia (energía) / espíritu. Esto no significa encajar forzosamente a las sociedades dentro del ecosistema que les toco vivir, ni tampoco saber "conservar" el ambiente, sino re-aprender a transformar la Vida, pues la especie humana no tiene sino la alternativa evolutiva de la transformación del orden ecosistémico, esa es su gran Misión. Se trata entonces de realizar transformaciones culturales, más concretamente, de lograr nuevos equilibrios entre las dimensiones determinantes, originarias y fundantes de la Vida, de tal manera que no se traspasen las barreras ecosistémicas ni se desligue la Unidad original de la Vida, sino todo lo contrario. En todo esto entra en juego la sostenibilidad de la Vida, por eso mismo su importancia. 15


En este sentido, crear nuevos equilibrios mediante la transformación tecnológica adaptada a los ecosistemas, significa afirmar una cultura adaptativa y no simplemente plantear la posibilidad de un desarrollo sostenible. Todo lo cual nos lleva a plantear la necesidad profundas transformaciones culturales, de sentido profundo y por eso espirituales al interior de la naturaleza. Por eso mismo, es necesariamente i n d i s p e n sa b l e c o n o c er y c o mp re n d er l as especificidades de las diversas culturas, con el fin de clarificar por dónde se deben generar esos nuevos equilibrios entre naturaleza y cultura, para llegar a reconstruir la unidad materia/espíritu en esas culturas concretas. Afirma Angel Maya sobre esta realidad: "Hoy en día la amenaza al orden de la vida no depende sólo de una avanzada tecnología o de los instrumentos científicos de análisis. Depende sobre todo de la adaptación de los sistemas sociales y políticos, de los valores éticos y de las creencias espirituales. El capitalismo es destructivo no sólo por poseer la bomba atómica, sino porque la 10 reproducción del capital exige la muerte de la vida" . Un tercer enfoque para la interpretación de la "crisis espiritual del desarrollo" es el "ético/religioso". E.F. Schumacher, analiza la concepción cristiana y budista de la Vida, introduciendo elementos que ayudan a vislumbrar las posibilidades de un desarrollo de la vida bajo los principios básicos de la igualdad, 11 la equidad y la justicia. Las religiones Cristiana y Budista, según Schumacher, hacen una dura crítica a los planteamientos básicos del desarrollo en las sociedades industrializadas; esta sociedades al sobrevalorar el poder de la razón humana, y bajo la aparente omnipotencia de la ciencia y la tecnología, ocasionaron, por un lado, el rompimiento del "equilibrio" entre desarrollo y crecimiento. Y, de otra parte, no alcanzaron el ideal del pleno desarrollo humano como lo habían soñado: planeación del desarrollo.

Realidades como el agotamiento de los recursos, su mala utilización, el desperdicio, la contaminación, la degradación ambiental y las relaciones asimétricas en la distribución de la riqueza, la pobreza, la guerra y el sin sentido de la vida, ponen en claro la limitación y la parte perversa del sistema científico-tecnológico, generando una crisis de magnitudes mundiales que pone en un alto riesgo la vida misma no solo de la humanidad sino de todas las demás especies y reinos del planeta. Estas realidades no sólo tienen costos materiales, sino sobre todo "costos" sociales, sicológicos, éticos y espirituales que abarcan el sentido mismo de la existencia. Por este camino, Schumacher recurre al "Fundamento" ético espiritual que expone Ignacio de Loyola, al explicitar el deber ser de la relación entre los seres humanos y las cosas: "El hombre fue creado para alabar, reverenciar y servir a Dios, nuestro Señor, a fin de salvar así su alma; y las cosas de la Tierra se crearon para el hombre, para ayudarlo en la consecución del fin para el que fue creado... El hombre debe hacer uso de tales cosas sólo en la medida en que le ayuden a alcanzar ese fin. Y debe alejarse de ellas sólo en 12 la medida en que lo perjudiquen." La lógica y el sentido común del Evangelio cristiano, propone una relación de equidad entre la humanidad y el cosmos. La misión de la especie humana no es el empoderamiento, ni el uso egocéntrico de los bienes; todo lo contrario, el uso de los bienes debe estar proporcionado al crecimiento no solo de la humanidad sino de todo el cosmos. La concepción de salvación para la tradición bíblica judeo-cristina está intimamente ligada a la dinámica de la creación; la primera manifestación de Dios como Salvador Universal es la Creación de la Vida en toda su magnitud, con toda su UNIDAD inseparable: ESPIRITU/MATERIA. Desde este enfoque, la sobrevaloración de un modelo de desarrollo que propugne como ideal la producción

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ANGEL MAYA, Augusto. Ciencia, Cultura y Medio Ambiente. En: Cuadernos de Agroindustria y Economía Rural. No.26. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá. 1991 p.103

Ver: SCHUMACHER, E.F. La edad de la abundancia: una concepción cristiana. La Economía budista. En: Economía, Ecología y ética. Herman E. Daly. (Compilador). Fondo de Cultura Económica. México. Edición en Español. 1989. pp. 136-153 12

W.H. Longridge, The Spiritual Exercises of St. Ignatius of Loyola, A.R. Mowbray, Londres y Oxford, 1922. Citado por E.F. Schumacher. Op. Cit. pp.137-138


y el consumo desproporcionado de los bienes es un sistema que, en su raíz social, ética y espiritual, no conduce y va en contra del proyecto creador / salvador y liberador que Dios quiere para sus hijos (léase no solo los hijos humanos, sino toda la creación, todo el cosmos): la creación de la naturaleza; y en consecuencia tampoco conduce a la distribución justa de los bienes de uso, como camino de universal para la paz y la justicia social. En consecuencia, la visión cristina, no cuestiona la capacidad técnica en sí misma, -como instrumento que el hombre ha creado en su relación con el cosmos- sino, la concepción y aplicación del sistema de valores y fines que el hombre persigue en los modelos de desarrollo que levantan como prioridad el uso ilimitado e injusto de estos bienes. El asunto, pues, no sólo atañe a la distribución injusta de los bienes entre los seres humanos, sino al tratamiento depredatorio que la especie humana ejerce sobre los mismos, rompiendo la Unidad y el equilibrio del cosmos. Por eso, la visión cristiana no sólo propone la salvación para la humanidad, sino la salvación (entendida como bondad, felicidad, libertad, estados de perfección mística) de la creación entera. Ahora bien, para la realización de este deber ser, el cristianismo explicita algunos criterios básicos de acción, mediante los cuales la humanidad cautiva del sistema productivista, eficientista y consumista, se puede liberar: lo pequeño, lo sencillo, lo abaratado y lo no violento. Por este camino práctico los individuos, las comunidades y las sociedades deben avanzar diaria y cotidianamente, de tal manera que su proceso de humanización sea llegar a ser "hijo de Dios": llegar a la perfección del amor, a la Unidad Espíritu/Material, es decir, a la salvación compartida y comunitaria con todas las criaturas hermanas del cosmos. La humanidad no puede ser el animal superior que domina y explota la creación, esto es el total desamor y el rompimiento de la Unidad que lleva a la división, la guerra y la destrucción (pecado: rompimiento de la Unidad). Por su propio camino espiritual en el Budismo, según Schumacher, el trabajo humano es concebido como fuente de riqueza, contradiciendo uno de los principios generales de la economía moderna, pues para ésta,

el trabajo humano se reduce a una partida de costos que se debe limitar cada vez más. El trabajo en el Budismo debe cumplir tres propósitos esenciales: usar y desarrollar las facultades humanas, capacitar a las personas para superar el egocentrismo y proporcionarle los bienes y servicios para una existencia digna. Por eso, a diferencia del economicismo, el trabajo humano en el Budismo es la posibilidad de ser persona, de ser feliz, de realizarse como ser humano. Es un camino de purificación, de crecimiento de la dignidad y de la libertad. Por eso, el trabajo es un espacio sagrado que debe ser respetado y defendido; más allá de ser un derecho y un deber social es un derecho y deber sagrado; es el escenario del crecimiento espiritual. En este sentido, los bienes y los productos son sagrados, nadie tiene el derecho de adueñarse indiscriminadamente de ellos, pues lo que impide la dignidad y la libertad es ser esclavos de la riqueza y no la riqueza en sí misma. Los criterios económicos de acción Budistas coinciden con los Cristianos: se trata de hacer crecer "el Buen Sustento", sobre la base de lo sencillo y lo no violento. Se afirma, contradiciendo los criterios de verdad de la economía moderna, que el modelo óptimo de consumo es: "el máximo de bienestar con el mínimo de consumo de los medios". Finalmente, para alcanzar el objetivo de la economía Budista, los seres humanos debemos reconocer nuestra relación de dependencia y ser reverentes con el ecosistema, debemos sentirnos pertenecientes al cosmos, al universo, recuperar nuestra conexión y ser una especie más en él, esta realidad demanda entonces otro tipo de conciencia y de relación donde no cabe la violencia de la explotación de la naturaleza, ni la concentración de la riqueza, ni menos la guerra, la segregación o la arrogancia de sentirse el amo del mundo. El camino para alcanzar el "Buen sustento" necesita como requisito indispensable una sana y equilibrada relación con el mundo que es esencialmente sagrado, de tal manera que se genere un crecimiento de la producción como servicio a la libertad y a la dignidad de toda expresión de Vida. 17


El cuarto enfoque para comprender la "crisis", Arturo Escobar lo denomina eco-socialista. La base crítica de este enfoque parte de un replanteamiento de la economía política moderna. En síntesis, el capital opera en dos formas: la moderna del capital ecológico y la posmoderna. En la primera forma (moderna), el capital se rige bajo la lógica de la cultura y racionalidad capitalistas modernas. Esta forma, además de la contradicción fundamental formulada por Marx entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción, que priorizaba la realización del valor y la plusvalía, sobre la producción misma y la alienación (objetivación) del trabajador; posee en sus entrañas una segunda contradicción: el capitalismo se reestructura cada vez más a expensas de las c o n d i ci o n e s i n h u m a n a s d e p r o d u c ci ó n . En esta lógica, cualquier elemento es tratado como mercancía, aunque no se produzca como tal. Así, la fuerza de trabajo, la naturaleza, el espacio urbano, etc., se convierten en mercancías, es decir, tienen valor no solo de uso sino de cambio; generándose una mercancía ficticia que es aprovechada para sacar alcanzar mayores niveles de plusvalía concentrada en pocas manos, lo que significa alienación, empobrecimiento y opresión humana.

La historia de occidente nos muestra esta realidad con hechos concretos. La lucha sindicalizada de los movimientos sociales responde a estas contradicciones del capitalismo: por un lado, luchan por la protección de las condiciones de producción; y por otro lado, por el control, de los programas y políticas estatales y del capital. Con estas luchas se busca la reestructuración de las condiciones de producción que alienten hacia la democratización del Estado, de la economía y de toda la sociedad. Por otro, la segunda forma en que opera el capital, la posmoderna del capital ecológico, formula alternativas de solución a la primera forma, intentando responder a su doble contradicción. En la perspectiva posmoderna la naturaleza es vista como fuente de valor en sí misma, posición contraria a la forma moderna que considera a la naturaleza como un factor externo del modelo económico para la generación de capital. Desde aquí, propone la conservación y autogestión de un sistema de naturaleza capitalizada y cerrada sobre sí misma, de tal manera que se logre una renovada concepción simbólica de la naturaleza, con el fin de reconquistarla y de re-convertirla.

La contradicción se da en la medida que la Modernidad capitaliza progresivamente cualquiera de las condiciones de producción que posee la naturaleza y la vida humana misma. Dicho de otra manera, el mismo sistema capitalista las degrada, las destruye, y sin embargo, al mismo tiempo, tiene que mantenerlas (aplicación de las tecnologías) para l o g ra r s u o b j e t iv o : l a m a yo r g a n a n ci a.

Aparentemente hay un cambio de perspectiva; sin embargo, si se analiza con cuidado sale a la luz la perversidad del planteamiento: el posmodernismo antepone una nueva concepción de la naturaleza como valor en sí misma, pero el fin perseguido es el mismo de la economía moderna: la producción eficiente, el consumo, el valor y la ganancia; cuidar y ampliar la fuerza del capital por los medios que sean necesarios, por encima de las condiciones de producción.

Según este enfoque, esta contradicción capitalista requiere de una alta intervención estatal, de tal manera que se hagan más explícitas y visibles las dimensiones social, política y cultural de la producción. Esto trae como consecuencia una mayor socialización del proceso de acumulación del capital, formulándose un problema político que acelera la oposición de los movimientos sociales afectados y puede hacer colapsar los objetivos del capital.

La cuestión tiene un fondo de mayor alienación que el planteado por Marx en la primera contradicción del capitalismo moderno. Por un lado, el posmodernismo propone la conquista simbólica (semiótica) del territorio; en palabras más sencillas, hace que las comunidades se conviertan en guardianas de sus recursos, de su cultura y de su sociedad. Por otro lado, propone una conquista simbólica de los conocimientos tradicionales de las 18


culturas: comunidades guardianas de su saber. Al final, estas dos conquistas simbólicas, hacen que el capital renueve sus fuerzas y tome nuevos fueros para realizar los mismos objetivos de la economía moderna de hace ya más de dos siglos. Finalmente, lo que está conquistando el planteamiento posmoderno (neo-liberal) es la posibilidad de nuevos recursos, de nuevos saberes, de nuevos medios, para alimentar los intereses del capital. A pesar del juego neo-liberal, posible de calificar como un planteamiento sutilmente maquiavélico, hoy los movimientos sociales como los Zapatistas de Chiapas (México) han elaborado con sus acciones políticas y culturales, respuestas concretas que ponen al descubierto la falacia del "nuevo desarrollo capitalista". El neoliberalismo político y económico pretende no la sustentabilidad de la naturaleza, de las culturas y el crecimiento justo y espiritual de los pueblos, en términos de equidad, participación y justicia para todos, sino la sustentabilidad del capital económico a pesar de los sacrificios de millones de seres humanos y de los patrimonios de la naturaleza. A pesar de esta crítica de las visiones ecosocialistas al capitalismo moderno y posmoderno, sus propuestas de una teoría positiva de la producción no son muy claras de cara a los propósitos que me he propuesto de reflexionar y meditar en dónde nosotros los seres humanos hemos quebrado la Unidad espíritu/materia que originó, sustenta y alimenta la Vida. Las teorizaciones de E. Leff, desde una perspectiva ecosocialista, - al parecer todavía con la necesidad de un mayor desarrollo- plantean al interrelacionar desarrollo sustentable y racionalidad ambiental un camino de solución integral a la "crisis ambiental y del desarrollo actual". El eje sobre el cual gira la propuesta comprende elementos como: la ecología, la cultura, la tecnología y la participación activa de los movimientos sociales, con el fin de desarrollar una racionalidad productiva y ambiental con innovaciones tecnológicas coherentes con el funcionamiento de ellas. Este es un camino que está por hacerse, donde está en juego la sustentabilidad de la Vida.

Finalmente, en el quinto enfoque llamado "reinvención de la naturaleza", participan ciencias como la biología molecular, la biotecnología y la cibernética. Bajo el paradigma histórico, Donna Haraway, plantea que la ciencia es un medio narrativo, un puente, que interrelaciona la naturaleza y la cultura. La ciencia ha producido verdades que no son simples reflejos de la esencia de las cosas, sino que son el producto histórico de la relación entre el medio natural y la cultura que en él se desarrolla; por eso, la ciencia es una herramienta de conocimiento que tiene una función eminentemente política. De esta premisa se desprende el argumento de la no neutralidad política de las ciencias, especialmente de las llamadas ciencias puras o exactas. Ellas, por ejemplo, están ligadas en los países industrializados, a la reproducción de las relaciones sociales capitalistas bajo la premisa de la escasez, la producción, la competencia, el crecimiento del capital y el consumo como paradigma de felicidad; es decir, los máximos principios y fines del capitalismo y del patriarcado aún vigentes. En este enfoque, la naturaleza es intervenida por la ciencia con el fin de llevar a su desarrollo este tipo de sentidos e imaginarios culturales, sobre los cuales se ha construido la historia de los países altamente desarrollados que persiguen los máximos grados de "bienestar", muchas veces sin valorar a fondo los medios y los pueblos que ponen al servicio de ese "bien-estar" . En la actualidad, la ciencia desde hace ya varias décadas viene investigando y desarrollando un nuevo paradigma cultural: el CYBORG. Paradigma que se busca desarrollar con el único fin de solucionar la "crisis del desarrollo del modelo social y económico capitalista" de los países altamente industrializados del planeta. El Cyborg es un sistema híbrido, ensamblado a partir de máquinas y organismos vivos. Sistema en el que interviene una nueva concepción de la tecnología, del organismo biológico natural, de la economía y de la cultura entendida como una nueva simbología del sentido de la Vida. 19


Este enfoque propone no sólo una alta intervención de la ciencia y la tecnología sobre la naturaleza, sino una nueva interrelación complementaria entre las dos. Nociones como organismo, especie, individuo, naturaleza, ecosistemas, etc., se reconceptualizan y en un sentido no peyorativo del término se "des-naturalizan" y se construye un nuevo referente simbólico cultural y social: la cibercultura.

Escenarios de conversación y preguntas para alimentar la búsqueda de nuevas comprensiones sobre la crisis de la espiritualidad de la vida

La cibercultura, al marcar hoy la tendencia de algunos escenarios científicos del primer mundo, propugna por una transformación profunda de las relaciones entre la naturaleza, la cultura, la ciencia-tecnológica y los procesos sociales. Basada en los nuevos alcances de las tecnologías informáticas, la biotecnología, la genética y la biología molecular.

Una claridad que encuentro en esta exposición de enfoques para comprender la "crisis" es que sin lugar a muchas dudas el paradigma de la epistemología mecanicista ha podido perpetuarse en los últimos 300 años, como la llave que nos abre una puerta para llegar a una comprensión y para transformar las diversas dimensiones de la Vida con toda su complejidad. A pesar de que de que la humanidad ha tenido y tiene la posibilidad de conocer y experimentar otras formas diferentes de hacer esa misma comprensión y de relacionarse con la naturaleza y el cosmos desde otras interpretaciones y modos de actuar ("holística", "compleja", "religiosa", integral), este paradigma moderno de la ciencias y tecnologías racionalistas ha permanecido por la fuerza de su capacidad dominante o convincente, durante estos tres último siglos y sigue hacia un cuarto siglo con nuevos ímpetus.

Ahora bien, el optimismo del enfoque cibercultural o de la "re-invención de la naturaleza", como se ha ido desarrollando hasta el momento, se ve profundamente empañado si, por un lado, le hacemos la pregunta ética, sobre todo en temas como la manipulación genética y la clonación de seres vivos y cibernéticos con fines no claramente definidos. Aún más, la cibercultura se vería interpelada a fondo sobre su proceder, si le preguntamos sobre sus fines alrededor de la construcción de sociedades más ju s t a s y e s pi ri t u a l m e n t e m á s re a l iza d a s. Hasta hoy, la biotecnología aplicada ha profundizado la asimetría entre las sociedades ricas y las pobres, generando un mayor control de las empresas del norte sobre el material genético encontrado en la rica biodiversidad de los países del sur; asegurando, de esta manera, la base de una inmensa industria posmoderna que hasta el momento parece estar en su estadio inicial, pero que no muestra claramente ya, desde este inicio, un interés por la búsqueda del origen de la Unidad espiritual/material de la Vida

Sin embargo, no es claro solamente decir que la libertad de elección humana actúa y listo, o que el hombre es un suicida, o que no tiene sino una pretensión economicista y por eso opta por la una relación mecánica con el ecosistema y los patrimonios naturales para resolver sus necesidades biológicas o para colmar su desmedida ambición. El meollo del asunto de la "crisis del ambiental, del modelo de desarrollo dominante y en últimas de la espiritualidad de este desarrollo" radica en las opciones que hacen las comunidades locales y la sociedad global internacional, la comunidad humana ha buscado intencional y conscientemente aplicar una visión mecanicista y racionalista, enraizada en una cultura globalizadora, con el fin de relacionarse con los ecosistemas y el cosmos en general, provocando, tanto los "avances" como los complejos "problemas" que ha causado a la naturaleza, a las relaciones sociales y los retos que ha impuesto para que los seres humanos encuentren en esa relación u n sent id o profu nd o a s u ser espi ri t ua l.

La frontera entre la naturaleza y la cultura (organismo y máquina) es derrumbada por la intervención de la ciencia-tecnológica; lo natural y lo tecnológico empiezan a ser reinterpretados como actores materiales, simbólicos (culturales) y sociales; abocados a ser reconstruidos en medio de fuerzas sociales contradictorias por la presión de los intereses científicos, comerciales y políticos.

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Por otro lado, si pensamos en términos de edades geológicas, fácilmente se puede afirmar que el proceso humano es relativamente corto en términos de la evolución universal de la Vida en general y del planeta tierra en particular. La Vida que le ha tocado vivir en conciencia a la especie humana, tal cual hoy la conocemos, ha sido esencialmente construida por múltiples organismos pluricelulares y por la conciencia humana. Por tanto, sino no reconocemos que la Vida de la especie humana es una expresión de la evolución, que no somos el centro sino parte de un proceso evolutivo, los humanos podemos continuar ocasionando "despropósitos" que a c t u a l m e n t e a l c a n zo a f o r m u l a r l o s a s í : La vida de la especie humana es eterna. Es decir, tiene la capacidad de poner, con su conciencia, con la tecnología, las ciencias y su fuerza creadora y re-creadora, el mundo bajo sus pies. Es el mito de la eternidad humana y del antropocentrismo.

La vida de la especie humana así como las de las demás especies hay que dejarlas fluir; hay que entrar en la lógica de la evolución y dejar que ella decida sobre el destino total de las especies. Es el mito del evolucionismo lógico de la naturaleza que pregona el ambientalismo radical, la cual concibe la ac ci ó n hu ma na c o mo u na p er vers i ó n.

El problema también se puede formular de esta manera: ¿Para quién y a costa de quién se están creando los estados de armonía social, económica, cultural y espiritual que se pregonan por todas partes y a los cuatro vientos? Podemos crear "espejismos" teóricos, como dice Georgescu por ejemplo al referirse al "estado estacionario de la economía (bioeconomía)", pero si no pensamos estas posibilidades desde la problemática de las asimetrías sociales, la diversidad cultural mundial, la recuperación y el crecimiento de los sujetos, el cuidado de las demás especies de la naturaleza y un crecimiento de visión que recupera la unidad Espíritu/Materia, las posibilidades reales de generar salidas a la "crisis espiritual del desarrollo", todo este esfuerzo se puede quedar en meras "ilusiones ópticas" como la del oasis en el desierto, sin posibilidades reales de existencia. En todo este debate podemos decir que para una conversación respetuosa y a fondo debemos colocar sobre la mesa, además de las diversidades culturales, los intereses del modelo neo-liberal que hoy impera y la necesidad de que se asuman responsabilidades y determinaciones políticas y éticas más allá de la "buena voluntad" de los actores y sujetos sociales confrontados, acercándonos cada vez más a la combinación creativa y compleja entre las siguientes comprensiones o "racionalidades", de tal manera que nos vayamos acercando a la reconstrucción de la Unidad de la Vida.

La especie humana, concebida como un todo homogéneo, tiene en sus manos la solución de la "crisis". Es el mito de la "hermandad humana", que desde una concepción ahistórica, desconoce las injusticias y asimetrías (desigualdades) de los procesos económicos, políticos y culturales de las sociedades humanas y, con su argumentación de la salvación para todos, se aprovecha de la misma "crisis" para subyugar a los seres humanos, explotar los recursos que no ha podido depredar de la naturaleza y concentrar medios, conocimientos, patrimonios colectivos, un bienestar egoísta y pseudoespiritualidades que alienan el sentido de la vida humana.

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Racionalidad ECOLOGICA (ecosistemas naturales)

Reconstrucción de la Unidad Espíritu/Materia

Racionalidad ECONÓMICA - POLITICA Transformación de la Naturaleza y la Sociedad

Racionalidad CULTURAL Visión diversidades e interculturalidad - Global

La racionalidad ecológica nos conecta con los ecosistemas naturales y nos muestra que la unidad de la materia, la energía del espíritu se hace patente en cada ser de la naturaleza y en sus interacciones.

En este escenario de conversación han surgido preguntas que en proceso de reflexión y discernimiento que he desarrollado durante varios años hemos trabajado con cientos de personas y compañeros/as de camino, estas preguntas si bien parecen en primera instancia inabarcables nos han dado la posibilidad de ponerle un horizonte a nuestras conversaciones.

La racionalidad económica - política es la capacidad que tenemos los seres humanos convocados en sociedades concretas para relacionarnos y transformar la naturaleza, hacer acuerdos, tomar decisiones, resolver los conflictos y establecer pactos. La racionalidad económica - política hoy está determinada por un nuevo orden globalizante que gira sobre el núcleo de la economía y le impone reglas a la política. La racionalidad cultural es la posibilidad que tenemos de reconocer y valorar que si bien los seres humanos compartimos las notas fundamentales de lo que es un ser humano, cada ser humano, misteriosa y sagradamente, único e irrepetible como individuo que convive con otros, establece una forma un modo esencial de vivir, en su relación con el ecosistema y con su historia económica y política, a eso se le ha llamado cultura, pero nunca existe en singular, sino en plural, por eso hablamos de culturas encarnadas en sociedades y contextos concretos.

¿Qué necesitan las sociedades y culturas del siglo XXI para que logren conjugar la coherencia que debería existir entre los ecosistemas, los sistemas políticos/económicos y las interrelaciones culturales para buscar la superación de la crisis espiritual del desarrollo que se manifiesta en la devastación de la naturaleza y en la pobreza y en la violación de los derechos humanos integrales de millones de seres humanos en el mundo? ¿Cuáles son las claves para que la conciencia humana se relacione con la naturaleza de tal manera que su acción sea coherente y respetuosa con la evolución de los ecosistemas y de las culturas, de tal manera que se establezcan límites a la acumulación y concentración de capitales y del poder para la toma de decisiones en el ejercicio de la política? 22


¿Podemos afirmar que la especie humana en los últimos 300 años de su historia, con la aplicación del paradigma científico-tecnológico, rompió su relación con la inteligencia y con la unidad de los ecosistemas, convirtiendo el mundo en un depósito a su servicio, desmandándose y contraviniendo los márgenes o límites de la Vida (rompiendo la resilencia) y del equilibrio global de los ecosistemas, hasta llegar a un punto de no retorno que ya estamos viviendo? ¿Nuestra visión antropocéntrica, subjetiva e individual no esconde sino nuestra incapacidad de dialogar con las demás especies, nuestra falta de comprensión de los procesos de la naturaleza y nuestra sentido de vida fundado en el derecho a dominar por ser la especie "inteligente" y con mayor conciencia sobre la tierra? ¿Acaso tener mayor inteligencia, mayor conciencia, mayor capacidad de dominio, nos da el derecho a ser dueños y dominar a las demás especies del universos terrenal? ¿Se desprende de nuestro poder de invención y de creación de grandes acervos tecnológicos el que justifiquemos sistemas económicos, políticos y religiosos que dominen a otros hermanos de especie y a otros seres de la naturaleza? ¿Qué entendimiento y sentimiento espiritual tienen estas justificaciones sobre el valor de la Vida? ¿Cuál es el aporte, rol o papel de la especie humana en la naturaleza? El ecosistema busca, en su propia lógica y con sus propias leyes, la articulación de todas las funciones para lograr el equilibrio global; sin embargo, no todas las culturas ni todas la épocas, han seguido la lógica de la armonía con la naturaleza, sino por el contrario han generado altos niveles de competencia y alta entropía en ella y, de manera análoga, han creado sistemas artificiales de desarrollo con índices de crecimiento que agotan, pervierten y malgastan la vida misma. ¿Qué valoración o explicación podemos dar a estas inconsistencias de la actuación humana, más allá del lugar común que nos dice que el ser humano es libre y toma decisiones y que puede ocurrir que algunas o muchas veces ellas no son coherentes con la dinámica de la evolución de la Vida o, simplemente, diciendo que sus paradigmas de conocimiento están equivocados?

¿La solución está en que los seres humanos volvamos a redescubrir la lógica de las leyes naturales para rencontrarnos con la línea de la evolución de la naturaleza, pero cómo atender a esta visión simplista sin tener en cuenta que nos encontramos en sociedades asimétricas, no igualitarias, asimétricas y excluyentes, como las actuales? ¿Qué le puede traer a las naciones pobres del mundo el despliegue tecnológico de la cibercultura, si hasta el momento lo que se creía el modelo de desarrollo y salvación tecnológica de la modernidad industrial para todo el mundo, no le dio sino exclusión, mayor empobrecimiento y una crisis espiritual del desarrollo que no logramos ni siquiera aceptar como punto estructural de la misma crisis? ¿Cómo pretende la cibercultura reinventar la naturaleza si lo que se vislumbra es que el material para crear los Cyborg es el mismo material genético, patrimonio de culturas ancestrales de países como Colombia y muchos otros del mal llamado "tercer mundo" que gozan de una rica biodiversidad y cuya relación cultural con ellos tiene una lógica de uso propia de los saberes tradicionales? A esos cuestionamientos, y otros que son posibles de hacer, se añade el hecho de que el hombre es juez y parte en las preguntas, por tanto, no podemos suponer que está totalmente libre de prejuicios, condicionamientos y sospechas. Sin embargo, no podemos limitarnos en la posibilidad de preguntarnos por nuestras propias actuaciones, menos aún de omitir una auto-evaluación crítica de la manera como estamos ejerciendo nuestra responsabilidad de ser la especie que tiene niveles de inteligencia y de conciencia refleja que nos da mayores posibilidades de incidir y transformar el mundo. Lo que no significa que tenemos el derecho a contaminarlo, depredarlo y convertirlo es un campo de guerra y destrucción. La exigencia en la seriedad y profundidad de nuestra actuación como seres humanos en el mundo es muy alta responsabilidad.

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2. LA VIDA: DEL "ORDEN" DESORGANIZADO AL COMPLEJO "CAOS" ORGANIZADO.

"Todo lo que la antigua física concebía como elemento simple es organización. El átomo es organización; la molécula es organización; el astro es organización; la vida es organización; la sociedad es organización. Pero ignoramos todo el sentido de este término: organización". E. MORIN.

Alguna vez le escuché, ya ni me acuerdo, que la Vida es una paradoja, y la frase que abre este apartado la pensé como un resumen de esa afirmación. En estos momentos quiero invitar a quien lea este escrito a adentrarse conmigo en la posibilidad de vislumbrar por dónde es que hemos llegado a esa "crisis de la espiritualidad del desarrollo, que como lo he venido repitiendo a lo largo del texto, no es más que una "crisis de la espiritualidad de la Vida, porque se la ha distorsionado y se le ha socavado su Unidad Espíritu/Materia-Energía" Hoy podemos ver que al iniciar el tercer milenio de la era cristiana, en medio de profundas contradicciones y cambios mucho más rápidos sobre el sentido de la vida, de la naturaleza, del comportamiento humano, del conocimiento, de la tecnología, de la sociedad, de los sistemas económicos y políticos, generadas por la crisis del paradigma científico-tecnológico, llamado también por otros, paradigma fisicalista, se levantan críticas y preguntas de fondo en todas las ciencias humanas y sociales buscando nuevas significaciones paradigmáticas sobre modelos de sociedades y de desarrollo.

¿Es el paradigma del desarrollo científico-tecnológico, que desde hace más de 300 años se viene aplicando para comprender y transformar la vida, la respuesta acertada a la búsqueda del sentido total de la Vida, o, por el contrario, es el causante de la infelicidad humana, de la devastación galopante de la naturaleza, de las incoherencias del comportamiento humano, de la falta de creatividad del conocimiento, de las injusticias económicas y políticos de las naciones desarrolladas y de la hegemonía cultural de éstas sobre otras subalternizadas y hasta de la posible destrucción prematura del planeta ? ¿Dadas estas contradicciones es posible continuar sosteniendo, como propende el "paradigma fisicalista", que los organismos vivos, las sociedades e incluso las culturas, se comprenden y ordenan según el método científico, en cuya base está la separación entre el sujeto cognoscente Vs objeto conocido. Para lo cual se aplica el camino de la desagregación del objeto en sus partes "primarias" con el fin de manipular y poner al servicio de la humanidad la naturaleza mientras que aquella se erige como centro? ¿Es posible plantear que existen otros paradigmas para la comprensión de los procesos de la Vida como Unidad Total? En otras palabras: es posible una Teoría General que comprenda por qué y cómo la Totalidad de la Vida se da como un sistema único e indivisible con su autoorganización? ¿Está abierta la posibilidad de comprender la Vida Total del Universo, como un proceso que tiene en sí mismo su propio desarrollo, a la manera de un sistema autorregulado o autorreferente, sin tener como referente el paradigma científico/tecnológico (sistema abierto), sino, al contrario, teniendo como base su propio desarrollo; tal como lo propone el paradigma organísmico-autopoiético? ¿Este paradigma puede ser la base de una Teoría General de Sistemas que no solo ofrezca una explicación a los interrogantes existenciales de la Vida contemporánea, sino también luces y caminos sobre la Vida como emergencia total de la Unidad del Universo?

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Hoy más que nunca se han hecho evidentes, por los resultados del desarrollo y su impacto nefasto en el ambiente, las limitaciones que el paradigma tecnológico (fisicalista) produjo al hacer conocimiento e impactar sobre la realidad. Necesitamos, por eso, de otros modos de comprender y vivir la existencia del cosmos y de las sociedades, de tal manera que propongan alternativas y soluciones integrales a problemas como la preeminencia y el supuesto triunfo de un racionalismo dominante, a la especialización cerrada y endógena de los campos del conocimiento, a la desagregación y compartimentación de la Vida, al dominio implacable y anti- ecológico de nosotros los seres hombre sobre la naturaleza, a la esclavización social y cultural de unos hombres sobre otros, al desconocimiento de otros saberes más integrales y complejos, a la cosificación de los valores éticos, y al productivismo y consumismo de los mercados; y, por fin: a la crisis espiritual del desarrollo. Por eso, desde el punto de vista epistemológico los nuevos paradigmas, como el organísmicoautopoiético, señala que una ruta apropiada para la construcción del conocimiento es la vía de la autoconciencia e interdisciplinariedad científica. Esta orientación epistemológica reconoce la integralidad e interconexión entre los saberes científicos y no científicos, entre el conocimiento y la acción, entre la naturaleza y la humanidad; lo que devela las limitaciones, logros y problemas que tiene el paradigma científico-tecnológico al hacer y aplicar sus conocimientos en el mundo. En este apartado quiero aproximarme a algunos elementos de la Teoría General de Sistemas que hagan posible entender cómo los modelos de "sistemas abiertos y cerrados", aplicados a los organismos vivos, al conocimiento, al comportamiento humano, a la organización social y a la comprensión espiritual de la Vida, ayudan a la mejor comprensión de la crisis del paradigma del desarrollo planteados en los interrogantes que se he planteado. Iniciemos conversando sobre la primera parte de la paradoja: el "orden" desorganizado.

El paradigma fisicalista de las ciencias, funda en la historia humana una nueva manera de comprender la Vida Total, de cómo los organismos vivos hacen conocimiento, se comportan y se organizan. Este paradigma es el "orden" de las ciencias físicas y naturales, iniciado por la filosofía griega hace más de 25 siglos y, posteriormente, retomado en la época del Renacimiento (S. XVI-XVII) por la tradición científica propia de la historia cultural de Occidente: Galileo, Newton, Descartes, Bacon y Kant. Paradigma que se sustentado, incluso hasta nuestros días en la premisa de que la naturaleza, el mundo y la Vida como totalidad, está subsumidos en un caos profundo, el cual, con la intervención objetiva y clara de la razón humana tuvo la oportunidad y el beneficio de ser ordenado para beneficio de la humanidad como la especie poseedora de la razón. A diferencia de los primeros pasos realizados por los griegos, quienes se preguntaban desde el "asombro" (pathos: la íntima emoción en la contemplación de la Vida) el "por qué de las cosas del mundo y de la Vida" sin que la humanidad fuera el centro del universo, la tradición renacentista se pregunta sobre el cómo del mundo y de la Vida, teniendo como instrumento de explicación la razón humana (antropocentrismo). De esta forma lo cuantitativo, lo positivo, lo empírico, lo racional y la duda metódica se convierten en la regla de oro, reveladora de verdades exactas, matemáticas, puras y objetivas. Es aquí, en este proceso histórico-cultural de Occidente, donde se da una nueva manera de pensar y relacionarse la humanidad con el mundo, con la naturaleza y con su propia Vida. El ser humano con su razón y su praxis inicia el proceso paradójico de: "ordenar" (Desordenar) el supuesto "caos" (orden) de la Vida. Antes de continuar desarrollando lo que ha sido el paradigma científico tecnológico (fisicalista) y su incidencia en la comprensión y transformación de la Vida, quiero proponer que veamos los qué significa la noción de SISTEMA, con el fin de reflexionar cómo se ha dado la transición del paradigma fisicalista hacia el paradigma organísmico (holistico) 25


que hace algunas décadas se presenta como alternativa para comprender y construir la Vida. Según E. Morín, el sistema se puede definir como "una interrelación de elementos que constituyen una entidad o unidad global. La mayor parte de las definiciones de sistema, desde el siglo 17 hasta hoy reconocen estos dos rasgos esenciales, poniendo acento bien sea en el rasgo de totalidad o globalidad, 13 bien sea en el rasgo relacional". Pero la mejor definición, continúa diciendo Morín, es la de Ferdinand de Soaussure: "El sistema es una totalidad organizada, hecha de elementos - acciones o individuos- solidarios que no pueden ser definidos más que los unos con relación a los otros en función 14 de su lugar en esa totalidad (Soaussure 1931) "

En conclusión se puede decir, desde Bertalanffy, que la mayoría de los sistemas vivos son sistemas abiertos en estado uniforme-estático o de equilibrio verdadero (entra y sale energía del ambiente/entorno), que se relacionan con procesos dinámicos que pueden alcanzar un valor o estado equifinal (proceso que no sigue un camino fijo), independiente de las condiciones iniciales en las que surge. La concepción de sistema orgánico como sistema abierto es de vital importancia para la explicación de los diferentes fenómenos de los organismos vivos y constituye pilar un fundamental sobre el cual se desarrollan las ciencias.

En el enfoque clásico, el sistema era definido como un conjunto de elementos interrelacionados que conformaban un todo. Estos elementos y el todo como conjunto están influenciados y dependen del 15 entorno exterior . Por eso la definición clásica insiste en una explicación de los sistemas como esencialmente abiertos.

En este mismo sentido, la aplicación del MSA, al conocimiento humano en cuanto paradigma epistemológico, cobró, desde hace tres siglos con la revolución científica, una nueva dimensión: el ser humano como especie que genera conocimiento, es el sujeto cognoscente, el centro ordenador del "caos" presente en la realidad. Para realizar esta labor de ordenamiento los seres humanos (sujetos) utilizan la razón aplicada al mundo empírico, como instrumento para clarificar la situación y constitución de las partes que conforman el todo (objeto) a develar, a ordenar. Se establece así la separación entre sujeto cognoscente y objeto conocido, provocando la especialización del conocimiento científico tecnológico, la desagregación de la realidad en partes manipulables y la búsqueda del sentido de la vida por el camino de la explicación del "cómo y el para qué" son las cosas (quehacer), dejando a un lado la tradicional pregunta filosófica griega del "Por qué" de las cosas, del mundo.

Desde este principio básico, el Modelo de Sistemas Abiertos (MSA) explica la conformación de los organismos vivos como un proceso donde se dan "innumerables interrelaciones químicas y físicas "ordenadas" de tal manera que permiten al ser vivo persistir, crecer, reproducirse, realizar sus actividades especializadas y habituales, etc. En el sistema abierto el organismo vivo importa y exporta materia-energía, la cual tiene como fin obtener un resultado que va desde lo más elemental hasta lo más complejo: 16 desde la célula hasta el ecosistema complejo"

Morris Berman afirma al respecto: "El descubrimiento fundamental de la revolución científica -descubrimiento simbolizado por los trabajos de Newton y Galileofue que en realidad no había ningún gran choque entre el racionalismo (cartesiano) y el empirismo (baconiano). El primero dice que las leyes del pensamiento se conforman con las leyes de las cosas; el último dice que siempre coteja sus pensamientos con los datos, de modo que se pueda saber qué pensamientos pensar... El matrimonio entre razón y empirismo, expresó este cambio significativo: mientras

Se da pues la articulación de tres elementos que definitivamente constituyen un sistema: totalidad, interrelaciones y organización; este último elemento había estado hasta el presente subsumido por los otros dos, especialmente por la concepción de interrelación con el entorno. Hoy el concepto de organización recobra una importancia clave para el quehacer de las ciencias y de la actividad humana.

26 15 13

Morin, Edgar. El Método. La Naturaleza de la Naturaleza. Cátedra. Madrid 1983. p. 123

Ver: Luhmann, Niklas. Sociedad y sistemas: la ambición de la teoría. Introducción. Ignacio Izuzquiza. Paidós. Barcelona. 1990 p. 17 16

14

Morin, E. Op.Cit. 122

Ver: Bertalanffy, Ludwig Von. Teoría General de Sistemas. Capítulo VI, sobre el modelo de sistema abierto. FCE, Méjico, 1994.


el cómo se hizo cada vez más importante, el por qué se hizo cada vez más irrelevante. En el siglo XX 17 el cómo se ha convertido en nuestro por qué". Este fue el primer alejamiento crucial que se tuvo, en el siglo XVII, con respecto de los griegos. El segundo lo explicita M. Berman así: "la convicción de que el mundo está ante nosotros para que actuemos sobre él, no únicamente para ser contemplado. El pensamiento griego es estático, la ciencia moderna es dinámica. En el siglo XVI Europa descubrió, o más bien, decidió que el asunto es 18 HACER, y no SER". Por este mismo camino se llega a plantear la necesidad de especializar el conocimiento para profundizar en la explicación y tener claridad de cómo funcionan las partes y cómo el Todo llega a tener la posibilidad de existencia y de funcionamiento. El paradigma de la ciencia-tecnológica, cuya más alta expresión de realidad es la física y la matemática, es el camino de la certeza, es la manera como se llega a la comprensión de las verdades esenciales sobre cómo es la Vida verdaderamente. De otro lado, saberes o "ciencias" como la teología y la filosofía, cuyo paradigma de conocimiento se fundamentaban en la pregunta del "Por qué" o del "ser", quedan relegadas y señaladas como perturbadoras del conocimiento, de la civilización y el progreso humano. El paradigma de la ciencia y la tecnológica llega poco a poco a levantarse como la base de una nueva y radical epistemología, hasta el punto constituirse en la piedra angular de la revolución industrial que hoy tenemos, en cuya base está la filosofía empirista, positivista y mecanicista desde el siglo XVII hasta nuestros días. M. Berman hace una síntesis elocuente crítica sobre este cambio fundamental en la historia del pensamiento y sus implicaciones para la sociedad moderna industrial de principios del siglo XX que aún es válida para el modelo de sociedad postindustrial en la que actualmente vivimos, dice:

"La elevación de la tecnología al nivel de la filosofía -que es lo realmente crucial para la historia del pensamiento humano- tienen su expresión concreta en el concepto de experimento: una situación artificial en que los secretos de la naturaleza son extraídos bajo apremio. Si el mundo, la vida, la naturaleza y todo el universo "antes era visto como algo vivo, poseyendo sus propias metas y objetivos, dados por una energía divina, pero no posibles de ser manipulados por el ser humano; ahora es visto como una colección de materia inerte que se mueve sin fin ni significado. El paradigma tecnológico es: la igualdad de la verdad con la utilidad, por eso se convierte el Mundo y la Vida también en mercancía; por eso la manipulación del ambiente (Naturaleza) hecha con un objetivo la ganancia económica concentrada, el avance tecnológico al servicio de ella, el poder político que esto da y el bienestar humano vivido desde la exclusión. La visión o el paradigma holístico, según el paradigma fisicalista, no es más que una trampa romántica. No al holísmo, si a la dominación mecánica-tecnológica y racionalista sobre la naturaleza; no al ritmo eterno de la ecología (Naturaleza), sí al manejo consciente del mundo; no a la magia de la personalidad, si al 19 fetichismo de las comodidades". Indudablemente desde el paradigma de las ciencias físicas y tecnológicas, se desprenden consecuencias para la conformación de los sistemas sociales y culturales: la organización socio-cultural se concibe como un conjunto interrelacionado de elementos o dimensiones que articulados en un sistema coherente hacen posible la vida comunitaria de un pueblo. Dimensiones como la política, la economía, la cultura, la religión y las instituciones sociales, no son autónomas; todas ellas en un contexto histórico, mediante sus mutuas interrelaciones a la manera de un modelo de sistema abierto y no autorregulado, hacen posible la convivencia en la colectividad. Por lo menos esto lo plantea como ideal o "deber ser" d e u na so cie d a d c o h erent e y a rm ó n ic a.

27 18

BERMAN, MORRIS. Op.cit. pág.29

17

BERMAN, MORRIS. El Reencantamiento del Mundo. Ed. Cuatro Vientos. Santiago de Chile. 5a. edición 1995. p. 2

19

Berman, Morris. Op. Cit. págs. 30-31-45


A esta concepción le apuestan teorías sociológicas como el Funcionalismo de Talcot Parsons y Durkhaim, desde la cual afirman que: existe estructura social porque hay funciones en la sociedad que interrelacionadas la conforman. O teorías como el estructuralismo de Weber que insisten en cómo los condicionamientos de la estructura son las que determinan las funciones en la sociedad y no las funciones las que determinan la estructura social. El materialismo histórico marxista, acoge también esta concepción general de sistema abierto cuando dice que la organización social depende de la estructura económica la cual genera enlaces político sociales y formas de producción que determinan la misma organización. Aunque, según Bertalanffy, estas posiciones sociológicas abren el camino para plantear una Teoría General de Sistemas, proponiendo leyes generales sobre la historia y los sistemas sociales, ellas no llegan a plantear la existencia de sociedades autorreferentes, autodesarrolladas o autocreadas, como si lo afirman Niklas Luhmann y los estudios de Maturana y Varela al plantear la sociedad como un sistema cerrado de comunicaciones que se, relacionan de manera profunda con el entorno, (se podría decir: con otras sociedades y culturas) en la medida en que ellas en su interior se han autodesarrollados. De otra parte, el modelo de Sistema Abierto, puede parecer más funcional al capitalismo cuando dice: se necesitan los máximos rendimientos y la máxima producción con los mínimos costos para que la sociedad viva en el total bienestar. Por este camino, asuntos como la depredación de la naturaleza y la tolerancia a ciertos niveles de contaminación, se legitiman, ya que si el uso depredatorio de la naturaleza se paga, quien ejecuta, tienen derecho a depredar. Esto se justifica porque la especie humana al ser la "legítima dominadora" de la naturaleza y al crear las patentes de sus descubrimientos, tiene la licencia para manipular la Vida. El progreso y la civilización son derechos adquiridos por ser "el rey" de las especies. Todo lo cual le da la potestad de poder usar lo que descubre, pues lo descubierto por la

humanidad es de su propiedad y puede hacer uso de eso para los intereses propios. De esta manera, a partir de la dominación de la naturaleza, nace la concepción de la hegemonía del poder económico, político y cultural de unos pueblos sobre otros. El conocimiento da privilegios, da poder y hasta éticamente fabrica argumentos para legitimar que los pueblos "desarrollados" puedan subalternizar a los demás que "no saben" manipular, ni descubrir todo lo que la naturaleza nos da. El descubrimiento les da derecho de ser dueños y de cobrar un costo a todos los demás seres humanos. De esta manera, los que no tengan cómo acceder o pagar bienes, servicios o materiales, no tienen el derecho de poseer o usar esos bienes. De esta manera, hoy prevalece el criterio de que los medios de obtención se hacen más importantes que el bien en sí mismo, y si bien muchas veces estos bienes atentan contra la naturaleza, la humanidad, sin embargo, sigue legitimando, con su capacidad de inteligencia, el supuesto y perverso derecho de subsumir a los demás no importando incluso su eliminación. En conclusión, el paradigma fisicalista y algunos elementos del modelo de sistemas abiertos, especialmente aquellos que imprimen mayor importancia a la separación de "las partes" del "Todo" y esconden la importancia de la organización como un "Todo" complejo y armónico, pueden llegar a legitimar organizaciones sociales asimétricas como las que hoy tenemos, donde el "Todo" debe ser funcional a la parte de la sociedad que más se desarrolle, subyugando a las demás. Por ejemplo, la visión economicista de la vida, haciendo desaparecer el todo integral y complejo de la sociedad y llegando a límites infernales como el mercado consumista, segregacionista y hedonista del mundo actual. Así mismo, las sociedades desarrolladas desde el paradigma científico/tecnológico, pueden justificar su hegemonía en el escenario de la globalización cultural. Estas sociedades, dado su poder, se han abrogado el derecho de hacer depender a las sociedades y culturas "sub-desarrolladas", porque tienen la fuerza del poder científico y tecnológico, 28


según ellos necesario y suficiente para darle sentido y valor ético a la existencia. Desde este poder dominador imponen sistemas religiosos, filosóficos, creencias organizadas y modelos de Vida alienantes. Por eso, los saberes sociales y culturales de los mal l l a m a d o " p u e b l o s s u b - d e s a r ro l l a d o s " s o n anatematizados, calificados como pre-científicos, atrasados y hasta bárbaros. Desde el poder que según ellos les entrega la verdad y el conocimiento del paradigma científico/tecnológico, justifican la dominación, la subyugación y el desconocimiento de los sentidos, saberes, conocimientos y desarrollos espirituales de los pueblos dominados. La segunda parte de la paradoja de la Vida nos habla sobre el complejo "caos organizado", en el marco de los sistemas "cerrados autorreferentes". Morin nos dice: "La vida es un sistema de sistemas de sistemas, no solamente porque el organismo es un sistema de órganos que son sistemas de moléculas que son sistemas de átomos, sino también porque el ser vivo es un sistema individual que participa de un sistema de reproducción, tanto uno como otro participan en un ecosistema, el cual participa en la biosfera. Estábamos hasta tal punto bajo el dominio de un pensamiento disociativo y aislante, y esta 20 evidencia no se había observado." La teoría de Sistemas Cerrados, a diferencia de la teoría de Sistemas Abiertos, propone que los sistemas no se dan por las interrelaciones entre elementos en un entorno para conformar un "Todo" (Unidad), sino que lo prioritario de los organismos vivos son sus diferenciaciones con el entorno, su autodesarrollo y autodeterminación. Autores como Luhmann, Maturana y Varela, me han enseñado a entender los sistemas autorreferentes, autorregulados y autopoiéticos. Y, lo hacen desde diversos estudios realizados sobre los organismos vivos en la biología o desde las ciencias médicas, del comportamiento y de la comunicación. Otros más comprensibles para mí lo hacen desde la espiritualidad, como Krischnamurty, Progof, Francisco de Así o Ignacio de Loyola. Otros altamente complejos, para mí, lo hacen desde la física cuántica, empezando por Einstein.

Para Luhmann, "el sistema autorreferente supone importantes diferencias respecto al concepto clásico de sistema. proveniente de la cibernética y con evidentes aplicaciones en las neurociencias. El sistema se define precisamente, por su diferencia respecto a su entorno. De este modo, el sistema incluye siempre en su misma constitución la diferencia respecto a su entorno y sólo puede entenderse como tal desde 21 esa diferencia". Por eso, es un sistema autopoiético (autocreativo), es decir, es un sistema que puede crear su propia estructura así como también los elementos de los cuales se compone, es el rasgo característico de 22 todo organismo vivo. Es claro que para estos maestros, y no se puede llegar a confusiones, los sistemas autorreferentes no son simplemente sistemas cerrados en sí mismos, como lo entiende el esquema cartesiano y positivista; aquí no se puede usar la dicotomía afuera/adentro, sujeto/objeto, menos la visión moralista: bueno/malo. Para Luhmann, "estos sistemas poseen clausura y apertura; en ellos, a un mayor nivel de clausura autopoiética y autorreferencia se da también un 23 mayor nivel de apertura del sistema" . Entra aquí a tener una fuerza prominente el papel creativo de la paradoja de la Vida que estoy mostrando y acariciendo en mis pensamientos; ella ofrece la posibilidad de comprender de otra forma cómo los sistemas autopoiéticos y autorreferentes no son sistemas cerrados en sí mismos a pesar de que su base funcional y estructural está dentro de su propio desarrollo interno. Los seres que emergen de esta comprensión son seres con identidad y sociabilidad a la vez, con materialidad y espiritualidad a la vez, simultáneamente, son una unidad múltiple, un todo que se muestra al mismo tiempo con sus partes y como todo, al mismo tiempo y en el mismo escenario, es una exposición "holográfica": la parte muestra el "todo" y el "todo" muestra la parte, no la subsume, por eso el "Todo" no es la simple suma de las partes. Es mucho más, es la relación. Para clarificar más esta paradoja, Luhmann, expresa que entre los diferentes sistemas autorreferentes (vivos, psíquicos-personales, sociales y espirituales) es "evidente que existe un modo de relación en el cual 29

20 21

Morin, Edgar. Op. cit. p. 121 Luhmann, N. Op. Cit. pág. 19

22 23

Ver: Maturana, H. y Varela F. El árbol del conocimiento. pp.9-21

Luhmann, N. op. cit. pág. 21


se respeta la independencia y la clausura de cada uno de ellos. Este modo de relación se conoce bajo el nombre de "interpenetración", operación mediante la cual un sistema pone a disposición del otro su propia estructura para que pueda seguir construyéndose la complejidad que le es propia. Así mismo, cada uno de esos sistemas puede diferenciar su estructura en distintos subsistemas mediante un proceso de diferenciación que enriquece notablemente el propio sistema y que es, ordinariamente, de tipo 24 evolutivo" . Pero la Teoría o la comprensión de la Autorreferencia, según estos y otros autores, no es propiamente una herramienta teórica fabricada o preconcebida por el pensamiento humano racional para comprender y explicar qué son y cómo se hacen los organismos vivos. Todo lo contrario, la posibilidad de formular esta comprensión se ha dado porque los mismos organismos vivos nos muestran, con su propio desarrollo en la práctica vívida, los elementos para hacer posible formular esta concepción sobre la Vida. Desde esta evidencia ha sido posible su formulación. Si la base de la Teoría de los Sistemas Abiertos es la interacción dinámica entre sus componentes y la determinación del entorno sobre ellos, la base del la Teoría de los Sistemas Cerrados es el ciclo de la retroalimentación, la información y la diferencia de los organismos respecto del entorno (a la manera del autogobierno de la cibernética), lo cual hace posible el desarrollo de la Vida misma. Bajo esta comprensión, conceptos como autorregulación, autosuficiencia, autogeneración, autocreación, etc., entran a clarificar el tipo de dinámica desarrollada por ellos, como productores de su propio desarrollo, de su propia autodeterminación como organismos vivos. Creo que en este sentido se puede estar hablando de la posibilidad de construir un paradigma diferente al que habitualmente las ciencias nos han acostumbrado a usar, es como una Teoría General de las Ciencias diferente, o mejor, una nueva forma de pensar y de entender que quehacer de la Vida en su totalidad. Este paradigma plantean cambios totalizadores, rupturas en las formas de conocer y

acercarse a la realidad y de transformarla. Todo lo cual interpela e interpone cuestionamientos substanciales a los conocimientos construidos por las ciencias que se basan en el paradigma científico/técnico, ciencias que han abarcado diversos tópicos de la Vida, desde las ciencias naturales como la biología, la química, la física, pasando por las ciencias llamadas exactas como las matemáticas lineales y el cálculo, hasta las ciencias sociales, humanas, filosóficas, religiosas y teológicas, y de estas últimas los estudios sobre espiritualidad. Considero que este paradigma de la autopoiésis levanta otro manera de comprender todas las dimensiones de la Vida en su totalidad de expresiones. Este paradigma distinto, llamado "organísmico" por Bertalanffy, y desarrollado por Luhmann para hablar sobre la teoría de los sistemas autorreferentes o cerrados y que otros maestros lo plantean para otros campos de la Vida, hacen entonces posible pensar la construcción del conocimiento, la dinámica de las relaciones sociales y la vivencia de la Unidad espíritu/material de otra manera: autopoiéticamente, autorreguladamente y auto- determinadamente. Más adelante desarrollo esto por ahora solo queda enunciado. En cuanto a la construcción del conocimiento, la Teoría General de Sistemas y en particular desde la teoría de sistemas cerrados, E. Morín propone el "pensamiento complejo", caracterizado por la integralidad del conocer; o lo que es igual: la autoconciencia y el autoconocimiento. Poniendo en cuestión no solo los métodos del sistema tradicional del conocimiento científico diseccionado, objetivizante, positivista y especializado, sino también la argumentación segmentaria (analiza partes de un todo y luego las suma y expresa que ese es el todo en funcionamiento, pero pasa inadvertido por la totalidad, por la organización, por la identidad de las partes en su relación con el todo -que es más que la suma de esas partes-), sostiene la teoría y la práctica de ese modo de concebir y vivir la Vida. La nueva manera de hacer conocimiento contempla la diversidad de verdades y no le hace el juego a las verdades "absolutas" y "hegemónicas". El conocimiento no se hace por una sola vía, ni existe 30

24

Luhamann, N. Op. cit. pág. 25


un sólo saber, ni un sólo método, ni un solo dueño. El conocer complejo nos acerca a la vida organizacional de los seres vivos y nos hace beber de su propia "lógica" para comprender los procesos de cambio que ella misma realiza. Al contrario, el conocer científico-tecnológico, persiguiendo las explicaciones sobre las causas últimas, desagregó la totalidad organizada o, mejor, el "caos" ordenado que es la vida. Por este camino el método científico, basado en el principio de la reductibilidad posibilitó la experimentación indiscriminada sobre la naturaleza, manipuló y transformó el mundo de los objetos físicoquímicos, para llegar a los principios primarios. Este movimiento originó, posteriormente, en todas las ciencias incluidas las sociales, filosóficas y teológicas, la intencionalidad de encontrar un elemento primordial para poder explicar su objeto de estudio, aislándolo de su entorno; y objetivizó tanto los fines como los medios y hasta el sujeto observador. La complejidad, percibida y calificada como confusión, era y es aún para algunos, el "enemigo", el "caos" y el "desorden". En los estudios sobre la naturaleza, en la intervención sobre ella, se pasó por encima de su propia sabiduría y ordenamiento. En los estudios sobre el comportamiento se objetivizó al sujeto y se lo hizo responder al esquema conductista del estímulo Vs. respuesta. En las ciencias sociales se funcionalizó la interpretación del orden social, se quiso medir por leyes, en cierto sentido absolutas, las relaciones sociales, pasando por encima de la diversidad cultural, de la historia, de la pluralidad de concepciones no científicas, de los saberes, de las espiritualidades y de la complejidad misma de la vida socio-cultural. Se dictaminó que la naturaleza y la vida estaban desordenadas y que había que solucionar esta situación para remediar los problemas históricos de la época pre-moderna. Sin embargo, hoy en la época que algunos llaman "post -moderna" el paradigma fisicalista científico/tecnológico entra en crisis por diferentes factores: los mismos estudios de los físicos, en especial de los cuánticos, descubren que el átomo no es la primera unidad indivisible, sino que él es un sistema construido por partículas diversas en interacción que

no son posibles de objetivizar, individualizar o aislar como última realidad. La masa de partículas como los fotones no están en reposo, no muestran una substancia particular, no se distinguen y a veces hasta no son reales y más bien se muestran en un continuum de interrelaciones e intercambios. Es decir, todo va siendo referido a la organización de un sistema. De esta manera se puede deducir que el Universo no está fundado en una Unidad indivisible -la cual siempre ha buscado el paradigma fisicalista, sino en un sistema verdaderamente Uno pero complejo, Uno pero diverso, Unidad / Diversidad, simultánemente. Parafraseando a Morín: el universo y la vida misma es un "caos ordenado" y no un "caos 25 desordenado". Ante la tradicional búsqueda del orden y la objetividad realizado por la física clásica, E. Morín propone otra desde otra perspectiva, la búsqueda de la interacción, con el fin de reinterpretar la tarea de la construcción del conocimiento y de la transformación de la realidad: "El orden era la noción que, aplastando a todas las demás, había aplastado también la idea de organización. Después de los surgimientos del desorden y de los primeros reflujos del "orden", hemos visto por fin a la interacción convertirse en la idea central de la física moderna. La interacción es efectivamente una noción necesaria, crucial; es la placa giratoria donde se encuentra la idea de desorden, la idea de orden, la idea de t ra n s formaci ó n, en d efi n i t iva, la id e a d e 26 organización" . La organización no es reductible a una relación mecánica de elementos de un todo, ni tampoco se da en la medida que el hombre, desde su conocer, la aplique como concepto a la realidad conocida. En la "Naturaleza no hay un principio sui generis de organización u organtropía que provoque deux ex machina la reunión de los elementos que deben constituir el sistema. No hay principio sistémico anterior y exterior a las interacciones de los elementos. Si hay principio organizador, nace de los encuentros aleatorios, de la copulación del desorden y el orden, 27 en y por la catástrofe" (Thom,1972) . De esta manera la organización viene a ser "en una primera definición, la disposición de relaciones entre 31

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Ver. MORIN, Edgar. op.cit. pág. 119

Morin; Edgar. op.cit. pág.116

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Morin; Edgar Op. cit. pág. 125-126


componentes o individuos que produce una Unidad compleja o sistema, dotado de cualidades desconocidas en el nivel de los componentes o individuos. La organización une (asocia y/o combina) de forma interrelacional elementos, eventos o individuos diversos que a partir de ahí se convierten en los componentes de un Todo. Asegura solidaridad y solidez relativa a estas uniones, asegura, pues, al sistema una cierta posibilidad de duración a pesar de las perturbaciones aleatorias. La organización, pues: transforma, produce, reúne, unifica, sostiene 28 y mantiene. Entiendo que en esto que existe una triada de nociones que son inseparables: el sistema, la organización y la interrelación. "Toda interrelación dotada de cierta estabilidad o regularidad toma carácter organizacional y produce un sistema". Existe una reciprocidad circular entre estas tres nociones, pero cada una de ellas es posible de diferenciar: "la interrelación remite a los tipos de unión entre los elementos y de estos con el Todo. La idea de sistema remite a la Unidad compleja del Todo, a sus características y propiedades fenoménicas. La idea de organización remite a la disposición de las partes 29 dentro, en y por un Todo". De esta manera, comprendo con Morin, la construcción de un concepto trinitario que concierna a la "physis organizada" que conocemos, y que es útil para hablar tanto del átomo como de la estrella, tanto de los organismos vivos como de la organización social. Tanto de la materia y el espíritu que son a la vez parte y todo, sin separación ni costura alguna (inconsútil: integro, completo, todo). Desde estas nociones sobre organización sistémica, se propone también una nueva manera de hacer conocimiento como visión integral de la realidad, tal como ella es. Esta manera quiere llegar, por eso, a una visión del mundo, y de lo que hay en él, como organismo total/diverso. Planteando de esta manera, una ciencia de la organización de la sociedad humana que garantice la continuidad del planeta. En esta concepción la humanidad es ante todo social, o mejor, holística y no solo económica, política, cultural, etc. como una organización funcional de compartimentos estancos.

En el centro del asunto está la integralidad: no hay una separación entre la humanidad y la naturaleza; entre el sujeto y el objeto; ni existe la supremacía del sujeto sobre el objeto, ni del espíritu sobre la materia o al contrario. Los seres humanos no somos el centro sino parte del mundo, pero a la vez somos naturaleza, somos parte de ella. La construcción de un nuevo paradigma para la generación de conocimiento y transformación de la realidad, implica con urgencia tener profundamente en cuenta las culturas y los procesos históricos-sociales vividos por los pueblos particulares, esto es un reto constante con el cual este paradigma holistico se debe confrontar cotidianamente; de no ser así posiblemente el nuevo paradigma quedará subsumido en una moda teórica del "neo-racionalismo", o de la "nueva era" contemporánea o, peor aún, cooptado o destruida por la tradicional y prepotente modernidad ilustrada científica-técnica que aún persiste hoy con su fuerza. Por eso, autores como Luhmann, Morín, Morris, Maturana y Varela, se han convertido en defensores de la urgencia de pensar de un modo radicalmente nuevo acorde con los actuales tiempos de búsqueda de nuevos sentidos y de recuperación de la sabiduría vivida. Se trata de pensar de un modo nuevo esos paradigmas de integralidad y de complejidad (el caos) que culturas ancestrales y nuevas tienen como riqueza. Entiendo que no se trata de apartar o disolver lo complejo de un modo mecánico, sino de enfrentar lo complejo de un modo directo y transformador. Se trata de crear nuevos caminos para abordar la realidad de la Vida compleja y no de eliminar la complejidad o salir de escapada 30 frente a ella. Por ejemplo, los chilenos Maturana y Varela, desde la neurobiología y la teoría de la autopoiésis, nos han mostrado la posibilidad de recrear el sistema social. Desde aquí plantean el aprendizaje social como un proceso de conocerse desde sí mismo para comprender lo exterior. En este proceso de autoconocimiento es de esencial importancia la capacidad de comunicación entre los individuo y de estos con la naturaleza. En ellos, el problema comunicativo no se afronta como se hace 32

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Morin, Edgar. Op. Cit. pág.126

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Morin; Edgar. Op.cit. pág.127

30

Ver: Luhmann, N. op. cit. p. 16 y 35.


tradicionalmente, entre el sujeto que conoce y el objeto conocido. Desde su perspectiva autopoiética, por el contrario, la comunicación se define como autoconocimiento para construir libertad, teniendo como principio el respeto por el conocimiento y la comunicación libre del Otro sujeto activo con identidad y autodeterminación (ética comunicativa - J. Habermas). Por este mismo camino, Luhmann define a la "sociedad como un sistema autorreferente y autopoiético que se compone de comunicaciones". Más adelante dirá, alrededor del tema de la "sociedad sin hombres" que, "la sociedad no está compuesta de seres humanos sino de comunicaciones, los seres humanos son el entorno de la sociedad y no componentes de 31 la misma" . La sociedad en su interior, al hacer diferencia de subsistemas lo que genera es una paradoja: el derecho, la religión, la economía, la política, etc., cada uno de ellos independiente y con su propia operación comunicativa, reduciéndose a una complejidad de funciones altamente especializadas y diferenciadas, hacen parte de la misma complejidad. En estos momentos me vuelvo a tener la necesidad de plantear algunas ideas y preguntas para que e nt re m os e n e s t a d o d e a l e r t a refl exi ó n : Nos encontramos hoy con la posibilidad, como dice B. Morris, de "reencantar la vida", de re-crearla, de pensarla complejamente y de hacer una relacionalidad distinta entre los seres humanos y de ellos y ellas con la naturaleza; reconociendo la organización que ella misma alberga en su interior. Sin embargo, el racionalismo científico-técnico, todavía no recoge las velas de sus barcos, al contrario, animado por el mercado neo-liberal, continúa depredando la naturaleza y la Vida misma, atento a su máximo principio de existencia: "amigo cuánto tienes acumulado, cuánto vales…". Se pregona la recuperación ecológica, se hacen campañas anticontaminantes, se levantan los gritos partidarios por un mundo ecológico, verde y natural y, sin embargo, nacen cada día más industrias y cada día muere un río. Nos rasgamos las vestiduras ante semejante holocausto y, paradójicamente, el

mercado productivista y consumista, elimina seres humanos por la insatisfacción de las necesidades básicas. Las decisiones políticas de las "potencias" superdesarrolladas viven en la mayor incoherencia: por un lado, rechazan la depredación de la naturaleza y se autodenominan defensoras de los derechos humanos y sociales, del respeto de las diferencias raciales, ideológicas y espirituales y, por otro lado, alimentan con tecnologías de punta industrial, con el mercado armamentista, con la política de libre mercado y la globalización cultural, la autodestrucción de la naturaleza, la exclusión económica, la segregación cultural y religiosa, así como la dominación política de la mayor parte de los pueblos que ellos llaman de manera inconsciente "subdesarrollados". Se plantea, desde la teoría de la autopoiésis y del paradigma organísmico, el reconocimiento de la diversidad, de la identidad autónoma y de la integralidad de la Vida por la vía de la apertura, la intercomunicación y la "interpenetración" de los sistemas y, sin embargo, con estas mismas concepciones se legitiman sentidos individualistas y relativistas de la vida: todo puede ser, todo vale igual, todo lo pueden hacer. Nada más lejano de lo que realmente buscan estos sentidos y comprensiones diferentes de la Vida. Como humanos, así como somos capaces de comprender una nueva idea, respetarla y enriquecerla; somos igualmente capaces de pervertirla y ponerla al servicio de intereses egocentristas. La intencionalidad del "nuevo paradigma" del conocimiento, llamado por algunos autores, paradigma holistico, no es caer en ese autonomismo, integracionismo y relativismo individualista. Lo que intenta plantear es la no absolutización de la autonomía, de la verdad, de la supremacía del sujeto sobre el objeto, de la sobrevaloración de la razón, del irreconocimiento de los sentimientos y de otros saberes, de la dominación de la especie humana sobre la naturaleza y la hegemonía socio-cultural y espiritual de unos seres humanos sobre otros, o de la opresión del hombre sobre la mujer y los niños/as. 33

31

Luhmann, N. op. cit. pág. 25-27


Por eso, creo que es urgente que el ser humano vuelva a ser parte del mundo. Es urgente que la humanidad se reconozca como parte del mundo, que haga una reconversión, que pare el conocer objetivo, para aprender de otros conoceres y dejarse "reencantar". No se trata de volver a darle sentido al mundo desde los solos parámetros humanos, sino de darnos la oportunidad, como seres humanos, de relacionarnos con el SER DEL MUNDO, el cual demanda de nosotros la máxima responsabilidad de comprender y sentir su "caos ordenado". Creo necesario un posicionamiento, un lugar distinto, de la humanidad en el mundo y en la naturaleza, para ser co-partícipes de la reconstrucción de alternativas frente a los problemas que hoy vivimos como parte del planeta. Los problemas vividos hoy en el mundo, no se resuelven simplemente con un instrumental metodológico para conocer, ni con un cambio mecanicista o utilitarista de un nuevo paradigma para conocer y transformar la realidad; se trata de un asunto de mayor fondo: es una reflexión y acción que propende por cambios en los enfoques y la preponderancia que la humanidad le ha dado a las ciencias y a la tecnología, no para acabarlas sino para reubicarlas, para que brinden mejores resultados a la humanidad, para que de campo a otras sabidurías humanas y de la naturaleza; la ciencia cuando se hace dogma, igual o peor que las religiones organizadas con sus dogmas y la pretensión de adueñarse de la vida, hacen retroceder cientos de siglos la evolución de una Vida digna y feliz a los mismos seres humanos, al mundo con todo lo que él es y contiene y al Universo. Por el efecto de la interconexión universal cualquier acción amorosa o envidiosa se transmite al Todo. La búsqueda de una nueva manera de conocer e intervenir en la realidad, es progresiva y al mismo tiempo es lenta y difícil. El trabajo por encontrar los paradigmas dignos de abrir puertas para las construir las soluciones no es un asunto de mecánica mental, de elucubraciones fantásticas o de simple imaginación científica, -precisamente esto es otro de los asuntos que se quieren superar-, el asunto reclama de parte de la humanidad la suficiente creatividad y la descentración y reubicación del ser humano como

parte del mundo, para dejar que entre la Vida con todo su misterioso poder y vuelva a tomar su lugar. Es por eso que los grupos interdisciplinarios tienen la posibilidad, si superan el mecanicismo del conocer y el pragmatismo del transformar la realidad, de avanzar en una dirección importante. Por ejemplo, porque no pensar en diseñar, en medio de la vida práctica, una nueva actitud ética y espiritual para producir conocimiento, pero no solo como un ejercicio desde sí y para sí el prestigio para enriquecer mis cuentas bancarias, sino como un ejercicio que genere conocimiento para una mejor convivencia y justicia social; y para esto como llamar a otros saberes culturales y no solo a los investigadores científicos, pero también contando con ellos. Se trataría entonces de salirnos del formato habitual: llamar a unos "señores hombres científicos" que piensen por todos nosotros para sacarnos de la urgencia que tenemos en uno u otro problema; y por el contrario, desbordar los edificios de las universidades, de los institutos de investigación, de las oficinas de los Estados y hacer un trabajo de relación profunda y respetuosa de saberes para hallar alternativas éticamente incluyentes, económicamente viables, políticamente negociadas, culturalmente legítimas y espiritualmente profundas. Eso implica procesos de un alto contenido y desarrollo de la creatividad. Empezar a "reencantar" (recrear) el mundo de una manera diferente (M. Berman), desde la creación e incidencia de un pensamiento y una acción compleja, para confrontar los problemas del "desencantamiento del mundo", inundado por la ciencia, la tecnología, la tecnocracia y el mercado neoliberal: "la cadena del desencantamiento". Por este camino, los nuevos movimientos sociales, que se van creando en diferentes países del mundo, desde el espacio de la sociedad civil, (como el Foro Social Mundial y los Movimientos Arco Iris de todo tipo y en muy diversos temas) y no propiamente desde intereses simplemente políticos, tienen hoy en día la posibilidad de explicitar su accionar social en una nueva forma de rehacer comunidad social (movimientos verdes, ecologistas, étnicos, regionalesterritoriales, etc.). Todo esto me hace ver que el problema no es solo de talante científico y social, sino también, ético, cultural y profundamente espiritual. 34


3. La sorprendente UNIDAD de la VIDA. El Hylé (materia) - Pneuma (espíritu)

"La ciencia mecanicista impuso una visión de la realidad arrojando luz hacia algunos aspectos de la misma y dejando otros en tinieblas... El éxito alcanzado en el desarrollo tecnológico fue acompañado por una deshumanización profunda, se produjo una pérdida de sentido de vida y una depredación generalizada de los recursos naturales 32 del planeta."

La VIDA es el paradigma

Un mensaje que estoy dejando claro es que, en los últimos tres siglos, los pueblos influenciados por la cultura occidental han vivido bajo el dominio del paradigma científico tecnológico. Este paradigma emergió como una reacción frente al paradigma religioso basado en las explicaciones de una fuerte corriente teológica dominante de toda la Edad Media en el mundo europeo. La cúspide del paradigma científico giró y sigue girando alrededor de una cosmovisión que explica la Vida bajo los marcos de una epistemología racionalista, cartesiana y newtoniana; cosmovisión dualista que concibe la Vida entre los natural y lo sobrenatural, entre la fe y la razón, entre la conciencia y la realidad, y entre el espíritu y la materia. Esta explicación racionalista, que pretende llenar de comprensión la totalidad de la vida, entiende la mente y la conciencia como instrumentos para su transformación, excluyendo otro tipo de explicaciones posibles basadas en las dimensiones no tangibles, inmateriales, culturales, espirituales y religiosas; haciendo grandes esfuerzos por borrar todo rastro de sacralización y misterio para comprender, por un solo camino, la compleja trama que es la Vida.

Pero este juicio que expreso sobre el paradigma científico-tecnológico no puedo basar sobre una crítica ciega del mismo; caería en una posición igualmente dualista, polarizada y sospechosa. Debo reconocer que el paradigma científico-tecnológico debe ser rigurosa y complejamente comprendido. Sus aportaciones sobre la percepción del proceso de la Vida, sobre las "leyes" de la naturaleza, sobre los comportamientos humanos, así como las ciencias físicas, biológicas, antropológicas, sociales, y muchas otras disciplinas de investigación, colocaron a la humanidad en un escenario de importantes oportunidades y posibilidades para que la Vida fuera entendida, sentida, palpada y desentrañada con grandes potencialidades. El gran "error" del paradigma no está en su verdad propiamente dicha, sino en creer que su limitada verdad para comprender y desarrollar la vida es la única y que las demás verdades, elaboradas desde otros paradigmas, no son válidas. Entrados los pueblos de occidente en el siglo XIX, vemos como el paradigma científico-tecnológico alcanza grandes saltos y se consolida como el camino del desarrollo: el pleno dominio y gobernancia del ser humano sobre la naturaleza para ser feliz. Desde la primera revolución industrial y las que le siguieron en el siglo XX (atómica, cibernética, biotenológica), este paradigma muestra que la especie humana tiene una capacidad inmensa, con su mente, su conciencia y pensamiento, para cambiar procesos y transformar la Vida; hasta el punto de soñar y dedicar millones de dólares en la construcción de fórmulas para saber más de la evolución y origen de vida, en su sentido estrictamente "físico" /"material", o para llegar a crear la Vida por otros caminos, mediante procedimientos químicos y físicos de una compleja filigrana, como la que anunciaron el Presidente Clinton y el Primer ministro Inglés Mayer, a principios del siglo XXI: "Hemos descubierto el mapa del genoma humano, este es uno de los grandes hallazgos de la humanidad en toda su historia". Si bien podemos asegurar que algunos o muchos de estos esfuerzos humanos han ofrecido posibilidades para que la Vida en el planeta se realice plenamente, también los resultados del desarrollo científico35

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Gallegos Nava, Ramón. Educación Holista. Pedagogía del amor universal. pág. 4.


-tecnológico que hoy vemos, sentimos y analizamos, nos muestran igualmente otros resultados negativos: millones de mujeres, niños y hombres pobres en cientos de países del mundo, incluidas poblaciones del primer mundo; gentes con hambre, sin esperanzas de vida, sin futuro, con vacíos existenciales profundos a pesar de la abundancia y del alto consumo en los países del llamado primer mundo; niveles insostenibles de contaminación, basuras artificiales y nucleares; destrucción de suelos, biomasa y de fuentes hídricas, cambios climáticos con graves alteraciones en los procesos naturales: huracanes, lluvia ácida, calentamiento global; altos niveles de consumo de drogas alucinógenas y psicoactivas, guerras por el dominio de fuentes de energía fósil e hídrica. La pregunta que me asalta es: ¿Si el paradigma científico-tecnológico buscaba el pleno desarrollo del ser humano y su felicidad, porqué una gran mayoría de los seres humanos viven hoy en semejantes situación de pobreza material y de pérdida del sentido existencial para vivir? ¿Si el paradigma científico-tecnológico tenía como objetivo el pleno desarrollo humano, porque hoy se manifiesta de manera tan concreta y contundente que en lugar de desarrollo humano, es decir de VIDA con todo lo que ella implica, lo que él ha producido es, en primer lugar, un desarrollo asimétrico que muestra unos pocos humanos que tienen amplias oportunidades, libertades y necesidades resueltas y muchos humanos desposeídos que mueren sin ningún derecho reconocido sin oportunidades ni necesidades básicas satisfechas, ni libertad ni justicia? Pero además, este paradigma también ha producido entre el ser humano y las demás especies de la naturaleza, una relación desigual basada en el uso, en el acaparamiento, en la explotación, en el dominio sobre todas las especies, con el fin de satisfacer no solo las necesidades materiales, psicológicas, epistemológicas y espirituales de la especie humana, sino especialmente dos poderes que no parecen tener límites para la humanidad: me refiero al económico y al político.

Finalmente, quienes originaron, secundaron y hoy continúan alimentando el paradigma científicotecnológico, han creado "herramientas" poderosas para controlar el proceso de la Vida. Entre las más significativas herramientas de control encuentro: Modelos explicativos de la vida con una cosmovisión y una epistemología racionalista que tienen como base el paradigma científico / tecnológico, regido por leyes que explican y controlan los procesos naturales, e incluso proponen leyes para los procesos culturales y sociales. Estos modelos son la base para hacer educación y procesos pedagógicos altamente especializados, en los que se forma a las personas para atender una parte muy precisa del mundo, sin atender a las complejas relaciones que se dan entre los diversos escenarios de la naturaleza y sus especies, las sociedades y las culturas. Los modelos racionalistas no aceptan otro tipo de comprensiones de la vida basadas en la búsqueda de explicaciones integrales, complejas, dinámicas e interconectadas, en donde otras capacidades humanas como la intuición, la percepción, la incertidumbre, los saberes culturales ancestrales, el misterio, la mística, la conciencia y la mente expandida, abren la posibilidad de comprender la Vida de otras maneras. Si bien estas comprensiones no están basadas esencialmente en la existencia de la prueba material objetiva ni en las leyes científicas y tecnológicas, no quiere decir que ellas estén en contra de la racionalidad científica y sus logros, ni tampoco que aquellas sean simple especulación. Finalmente, lo que vemos es que los otros "modelos de comprensión" sobre la Vida quieren visibilizar y profundizar la existencia de otros caminos para entender y transformar la vida. Entiendo que mientras el paradigma científicotecnológico utiliza como metáfora para explicar la Vida, la "maquina" y la desagregación de sus partes como fundamento para comprender el Todo; otros paradigmas como el Holismo, enfatizan la metáfora 36


del "organismo" complejo, integral y dinámico para acercarse a una explicación de la Vida. Si mientras en la explicación científica-tecnológica la Vida es como un "reloj", como una "maquina" que está compuesta por partes, y si entendemos qué son y cómo funcionan esas partes, podemos comprender la Vida; en las explicaciones holistas la vida es como un ser vivo, y en consecuencia, el dinamismo de ese organismo, su complejidad e integralidad hace que el Todo no sea la sola la suma de sus partes, sino que también y simultáneamente, que las partes estén contenidas en el Todo como lo explica el efecto holográfico. Estas "herramientas" del paradigma científico tecnológico han cumplido su labor, han ayudado a la humanidad ha realizar obras impresionantes y de un altísimo valor, especialmente en el campo de la medicina, de las comunicaciones, la astronomía, la psicología, la biología, la física y en muchos otros campos de la vida. A pesar de sus evidentes limitaciones y la creación de graves situaciones para las sociedades y las culturas, no podemos afirmar que el paradigma científico tecnológico lleve en sus entrañas una perversión demoníaca. Tampoco podemos afirmar que el paradigma religioso de la Edad Media, sea el causante de todos los problemas ocurridos en ese período de la historia de Occidente. El paradigma no "camina solo", funciona en un contexto y bajo los condicionamientos de los seres humanos que encarnan los poderes económicos, políticos y culturales de una determinada época histórica. Los paradigmas son hijos de las conciencias humanas ubicadas en tiempos y contextos concretos; es decir, no se dan en el vacío; ellos "per se", no son la causa final de lo que se produce en el escenario social, político, ambiental, económico, espiritual y cultural en una época, sociedad y contexto determinado. En este sentido, es posible plantear que un sector hegemónico y dominante de la sociedad occidental, y en los últimos 50 años también de la sociedad oriental, secundado por otros que están a sus servicio, así como por otros sectores que viven dominados y sin mucha resistencia a su poder, son partícipes de

profundos y lamentables errores de interpretación y aplicación del paradigma científico-tecnológico desde las últimas décadas del siglo XIX hasta nuestros días. Entre otras grandes limitaciones, además de los nefastos resultados ya señalados, podríamos anotar: " Una comprensión fragmentada de la vida. La compleja integralidad es vista como una situación caótica en donde reina, según la ciencia, el oscuro "desorden". " El antropocentrismo coloca a la humanidad como la especie que tiene el derecho de dominar y gobernar a las demás especies para ponerlas a su servicio y provecho. " El desarrollo humano tiene como condición primordial el crecimiento material (reduccionismo materialista) que se fundamenta en la combinación de factores económicos regulados por los principios de la libertad humana en función de la libre competencia y el libre mercado. " Las ciencias son concebidas como leyes que explican y determinan la Vida. El determinismo científico excluye otras comprensiones sobre el proceso de la vida. El modelo científico tecnológico, racional, mecánico y positivo, no acepta nada que no sea explicado con "verdades" objetivas, incluso aquellas que nacen en su mismo seno, tales como la física cuántica, aún no son trabajadas con amplitud y profundidad en las escuelas y universidades actuales. " La espiritualidad para el paradigma científicotecnológico es un fenómeno "paranormal", la acepta como dogma religioso institucionalizado, como una dimensión aparte donde la humanidad se refugia para darle explicación a lo que aún la ciencia no ha comprendido. De alguna manera se acepta que el mundo espiritual es una explicación ciega en donde la razón aún no logra llegar. " Es poco discutible que el modelo de desarrollo actual, basado en el paradigma científico tecnológico, ha mostrado sus límites. En contra de todo vaticinio y de toda hipótesis contraria, el modelo de desarrollo 37


ha sido el factor determinante para que la pobreza, el hambre, las desigualdades en la sociedades nacionales y la asimetría entre los pueblos y naciones del planeta, así como la destrucción de los patrimonios naturales y la infelicidad humana y de las otras especies haya llegado a extremos insostenibles.

En consecuencia, si bien los paradigmas son instrumentos ellos no son un fin en sí mismos, creo que la dogmatización de cualquier paradigma, el dominio de uno de ellos sobre los otros, al contrario de aportar claridad niega la complejidad, la integralidad y el dinamismo de la VIDA.

Nos encontramos pues ante la insoslayable realidad de un paradigma que, queriendo ofrecer una solución a la medida de los problemas humanos, ha pasado durante cerca de tres siglos, no sólo arrollando a la misma especia humana sino que ha permitido, no sin darse cuenta de su propios errores, el caos y la depredación de las demás especies, poniendo en grave peligro la existencia de toda forma de vida orgánica en el planeta.

En este sentido, el paradigma que más me hace sentido y mejor explica y me hace comprender la VIDA es, paradójicamente, la construcción de la VIDA misma. Pero esta explicación no propiamente solo racional, ni solo emocional, ni solo sensitiva, es comprensible en la medida que ella se muestra como totalidad material y espiritual simultáneamente. No se puede comprender la Vida sino en la Unidad espíritu/material que ella es ; es decir no se la puede comprender bien sino en su dimensión holística; si la diseccionamos por partes, no me es posible comprenderla, ni relacionarme con ella, ni transformarla, y por tanto no será posible relacionarme profundamente con su misteriosa, encantadora y hermosa profundidad.

Pero hoy no solo existe la crítica al paradigma científico-tecnológico, existen nuevas propuestas paradigmáticas que se vienen planteando desde entrado el siglo XX como ya lo expuse en párrafos anteriores. Elementos del "nuevo" paradigma llamado organísmico por Bertalanffy, holistico por autores como Morris Berman, sistemas autorreferentes o autopoiéticos por Niklas Luhmann, Maturana, Varela o sistemas complejos por Edgar Morin; comprensiones de la vida que están avanzando en una corriente teórica cuyo marco la podemos sintetizar en lo que algunos llaman la Teoría General de Sistemas (TGS), ha generado discusiones muy importantes tanto alrededor del conocimiento, las neurociencias, la biología, la física, así como en las ciencias sociales, al analizar la política económica de mercado, el neo-conservadurismo de Estado funcional al mercado, la diversidad cultural, los procesos educativos, la socialización cultural de las nuevas generaciones humanas y los cada vez más necesarios trabajos sobre los sujeto diferenciados y su dimensión interior como la espiritualidad en el desarrollo de la Vida. Si bien entendemos que estos paradigmas tiene como fundamento ese marco de comprensión de la TGS, teoría de la cual existe una amplia bibliografía, y que ellos buscan, al igual que el paradigma científico-tecnológico, una comprensión de la totalidad de la Vida, queremos insistir que la VIDA, en su insondable, misteriosa y profunda trama, no se agota en la explicación paradigmática de ninguno de ellos.

Creo que la VIDA no necesita explicaciones, ella se explica así misma, la VIDA como totalidad es la maestra, la VIDA se resiste a que una sola explicación paradigmática la agote. La VIDA es, entonces, ese insondable y sagrado misterio en el que se expresa l a t o t a l id a d / u n id a d d e l a exi st e n cia : materia/espíritu.

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4. Metanoia33 : de la teología del kairos34 a una espiritualidad holista

¿Qué entendemos por transformación? Es, sin duda, algo muy sencillo: ver lo falso como falso y lo verdadero como verdadero. Ver también la verdad en falso, y ver lo falso en aquello que ha sido aceptado como verdad... Porque cuando veis muy claramente que algo es la verdad, esa verdad es liberadora. Cuando veis que algo es falso, esa cosa falsa se desprende. Cuando veis que las ceremonias son simples y vanas repeticiones; cuando veis la verdad acerca de ellas y no las justificáis, prodúcese la transformación, porque otra atadura ha desaparecido... El amor no es diferente de la 35 verdad". J. Krishnamurti .

En mis estudios de teología he percibido que las teologías occidentales de los últimos tres siglos han sido influenciadas, elaboradas pero también otras veces han debatido el paradigma científico tecnológico, pero las teologías que tienen especial valides son las afines a la visión científica racionalista del mundo. Hoy, con la visión holista de la vida, la espiritualidad se libera de la estrecha casa de la teología tradicional y puede ser comprendida como un camino fundamental de la conciencia para el crecimiento sostenible de la Vida. Hace ya varios años, algunos profesores de la facultad de teología me enseñaban, que de cada teología, de cada religión, de cada fe se derivaba una espiritualidad. Los libros, manuales y documentos que leí afirmaban lo ya afirmado por los dogmas de la religión cristiana institucionalizada.

En las aulas se respiraba un ambiente de aprendizaje doctrinal, a pesar del esfuerzo de aquellos maestros que nos mostraban caminos probables pero poco posibles para adentrarnos en búsquedas teológicas creativas y críticas al calor de la teología de la liberación; mientras que los más ortodoxos profesores y alumnos insistían en que teología sola había una en cada religión y que otras interpretaciones no eran sino "desviación", lecturas "apócrifas" que no correspondían al depósito doctrinal y verdadero de la fe que profesábamos. Era realmente difícil encontrar un curso para buscar, para investigar, para crear, para disentir otro tipo de comprensiones que no fueran las basadas en la teología racionaista; se aceptaba la discusión para la comprensión de algo definido, se aceptaba la contradicción siempre y cuando no se tocaran las duras paredes del dogma doctrinal del cristianismo católico. Se hablaba mucho de teología, de la interpretación de los libros sagrados con todas las herramientas hermenéuticas, exegéticas y semiológicas, indudablemente aprendí mucho de estas ciencias del leguaje, de la historia y de la antropología del cristianismo, así como de los recursos pastorales para evangelizar y para afirmar la Fe intocable. No puedo negar que en esta experiencia de hacerme teólogo profesional aprendí mucho sobre cómo sobrevivir y ser creativo en un ambiente donde disentir no hace parte de la relación pedagógica y donde alimentar la afirmación de la doctrina acabada es el objetivo mayor. Esta experiencia me ayudó a no rendirme frente a una propuesta de adoctrinamiento y sin embargo seguir buscando otros caminos posibles para comprender y aportar a los procesos sociales donde trabajaba como respuesta a los contextos sociales impactados por la injusticia y la segragación de los humanos más pobres de varios lugares de mi país. Mientras me enseñaban teología, en muchas ocasiones me sentía haciendo algo así como una "contra-teología" en la "clandestinidad". El esfuerzo era doble, dar cuenta de la doctrina a quienes la demandaban y por otro lado, separar tiempo y energía para leer los libros, muchas veces no aceptados por los cánones, para hacer otros tipos de lecturas heterodoxas de la teología para que 39

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En griego bíblico Metanoia significa: cambio o transformación profunda. En griego bíblico Kairos significa tiempo propicio de liberación y salvación.

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KRISHNAMURTI, J. La libertad primera y última. Ed. Furugugu. Medellín Colombia. 1993.pp. 296-297.


respondieran y fuera más coherente con los procesos, p ro b l e m a s y p re g u n t a s d e l a re a l i d a d. En resumen puedo decir que de esta época quedó una lección con sus límites y sus frutos: aprendí mucho de TEOLOGIA, pero muy poco de ESPIRITULIDAD. Como afirma Gallegos Nava, "en la religión la visión holista también es bloqueada cuando el condicionamiento de las iglesias pone freno a la indagación espiritual, y esto se manifiesta cuando creemos que la religión institucionalizada es la mejor; entonces el hombre abandona la búsqueda de la verdad, del orden interno, la experiencia sustantiva de la espiritualidad, y se queda en el ritual, el libro, el s í m b o l o, se que da c o n l o muer to ; el autoconocimiento que es el único conocimiento verdadero en el campo espiritual va a ser sustituido por explicaciones e ideas forjadas en la ortodoxia de un templo; en estas condiciones la visión holística no es posible, en su lugar tendremos intolerancia, 36 dogmas y temor" Por eso, el título de este escrito habla de la "metanoia", p a l a b ra g rie g a q u e s ig n i fic a c o nvers i ó n /transformación; que para este caso la entiendo como el movimiento interior que surge en toda persona cuando en su experiencia espiritual o mística se encuentra con la revelación del sentido de la vida en plenitud. En palabras religiosas, se encuentra con el misterio insondable de la divinidad que es la fuente inagotable de la Vida. La metanoia es entonces un cambio profundo de la persona en el vivir, en el ser, en el pensar, en las relaciones con los demás y en su sentido total de vida. Metanoia, para pasar de una teología centrada en la doctrina dogmática de la religión institucionalizada, a una experiencia profundamente espiritual que alimenta la vida toda, que es co-creadora, que genera vínculos de crecimiento mutuo entre la especie humana y la naturaleza, que establece relaciones humanas justas, que genera culturas, sociedades y modos de ser y estar en el mundo basados en el respeto, el reconocimiento y el amor. Metanoia para comprender la UNIDAD TOTAL de la materia/espíritu en todo el ser de los seres y cosas.

Por eso, una espiritualidad de este tipo es Kairós, termino griego que significa literalmente "período de tiempo" y es usado en la Biblia judeo-cristiana como un tiempo de gran importancia religiosa, un tiempo especial y favorable para la salvación, entendida como liberación de toda esclavitud, donde se recrea la Vida en su totalidad. "Pues dice Él (Dios): en el tiempo favorable te escuché y en el día de salvación te ayudé. Mirad ahora el momento favorable; mirad ahora el día de 37 salvación" En este escrito, no pretendo entrar a refutar las posiciones, dogmas ni doctrinas teológicas de las religiones institucionalizadas, definitivamente no creo que sea el camino para encontrar lo que intento comprender como espiritualidad. Ellas se han encargado de refutarse mutuamente. Lo que quiero compartir es cómo estoy comprendiendo la espiritualidad por el camino del holísmo. Tengo claro que la espiritualidad, como experiencia humana, no se agota en ninguna de las religiones institucionalizadas, a pesar del esfuerzo que ellas hacen por demostrar doctrinalmente que cada una tiene la "verdad" revelada. Una primera comprensión me dice que la espiritualidad está inscrita en el TODO de UNIDAD de la VIDA, y que no es una parte de la Vida ni es el centro ni es lo más importante, sino que es HOLON, es TODO, como también lo son otros "componentes" o "dimensiones" de la VIDA. Siento pues la necesidad de reflexionar en las páginas finales de este primer capítulo, y acompañado por algunos autores, la relación que existe entre espiritualidad y holísmo, así como los aportes que esta relación le pueden ofrecer a los procesos educativos que realizo en la búsqueda de un desarrollo humano integral y sostenible. En esto, tengo a la vez, como punto de referencia mi propia vivencia, pero también, las enseñanzas y experiencias vividas con las personas y comunidades que he tenido la oportunidad de conocer en diversos trabajos con comunidades campesinas de mi país.

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Gallegos Nava, Ramón. Educación Holista. Pedagogía del amor universal. 1999, México. p. 24

.II Corintios 6,2. texto Tomado de las cartas de Pablo de Tarso, un perseguidos y luego seguidor de Jesús de Nazareth, que vivió en el Siglo I d.c. Libro del Nuevo Testamento cristiano.


El término holista proviene del griego holos, que significa totalidad. Este concepto designa una manera de comprender la realidad como totalidad integrada. De esta manera decir holismo significa que la realidad es una totalidad no dividida, no fragmentada y, por tanto, el TODO como realidad fundamental, es un flujo dinámico, y complejo que no se explica por el solo esfuerzo intelectual de las ciencias duras y sociales positiva, sino que necesita otro tipo de comprensiones: la intuición, las emociones, el arte, la ciencia, la mística, los saberes culturales, la afectividad, donde se desarrollan otros niveles y estados de la mente y de la conciencia humana y universal. En este sentido "el principio fundamental de la visión holista es el supuesto de totalidad, que percibe que el Universo está conectado con lo demás, es una re d v i v a d e re l a ci o n e s c o n s t i t u i d a p o r totalidades/parte, todo está interconectado formando sistemas y subsistemas; el ser humano es UNO con ese universo, su conciencia es la conciencia del 38 universo". La visión holista surge también de la crítica a la "visión científica racional" la cual al convertirse en una comprensión dominante y determinista de la realidad, llevada a sus extremos cientificistas, se convirtió en un "monstruo" que aplaza y finalmente destruye el amor y finalmente hasta la dimensión espiritual del desarrollo humano. En esta situación, las culturas modernas, nacidas en las entrañas de las épocas renacentista y de la ilustración en occidente, llegan a crear un sentido de vida que solo confiaba en la dimensión empírica del mundo, en la prueba científica fáctica y "objetiva". Por eso durante más de tres siglos la humanidad ha construido culturas antropocéntricas que si bien han generado resultados sobre la evolución de la especie humana, también ha creado procesos antiecológicos, antiestéticos, antisociales y antiespirituales. Estas culturas perciben la naturaleza como un objeto "muerto", en el sentido que ella se puede usar al antojo de las necesidades de los seres humanos y

de sistemas económicos que ponen en el centro el crecimiento del capital y no la sostenibilidad de la Vida en todas sus expresiones. Es por este camino que he llegado a comprende que la espiritualidad vivida desde el paradigma holista es una experiencia que ayuda a comprender, de manera directa, lo que significa la TOTALIDAD y UNIDAD de la existencia. En este proceso de experiencia espiritual, la espiritualidad es una dimensión donde -se reconoce el orden fundamental del universo y su identidad con ese orden; el que a su vez significa Amor Universal, Compasión y Libertad incondicional, esta es la naturaleza de la 39 espiritualidad" . Esto es muy diferente a lo que se ha entendido como fe religiosa o como religión institucionalizada. Ahora bien, uno de los aspectos que considero más interesantes de la visión y experiencia espiritual holista, es que ella no elimina ni subvalora la ciencia. Entiendo que la visión holista emergente incluye una nueva ciencia en relación con una nueva espiritualidad. Las dos basadas en una nueva comprensión del universo (Kosmos: uno solo y total), en el que no solo habitamos sino al cual pertenecemos. La visión holista ya no confunde ciencia y espiritualidad, como sucede con el paradigma científico/tecnológico, pero tampoco las separa, sino que las integra en un marco ampliado 40 de la experiencia humana y del cosmos . En este sentido, afirma Gallegos, la nueva ciencia es una "ciencia de frontera" que ha refutado y puesto en cintura las ficciones del cientificismo. Aldous Huxley la llamó la filosofía perenne, la genuina 41 espiritualidad. (p. viii) Al contrario, "la conquista científica y tecnológica de la naturaleza expresa una mentalidad de dominio que se ha intensificado por la creencia en el progreso ilimitado. Este desencantamiento del mundo generó una conciencia científica alineada, fragmentada y, aunque parezca raro, una inmensa violencia en el 42 espíritu humano " (p10) 41

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40

Ibid, GALLEGOS, p.7 Ibid, GALLEGOS, p. 18. Ibid, Gallegos, p. 5

41

Ibid, Gallegos, p. viii

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Ibid, Gallegos, p 10 y 13. "El paradigma científico mecanicista fue cuestionado por el pensamiento alternativo del siglo XX profundamente arraigado en lo que Aldous Huxley llamó la filosofía perenne: un conjunto de discernimientos filosóficoespirituales que ha estado presente en las diferentes culturas a través de los últimos tres mil años. La filosofía perenne se ha actualizado en las diferentes épocas con los grandes maestros universales, que han señalado el carácter fundamentalmente espiritual del ser humano y la existencia de una sabiduría para su autorrealización"(p.13)


"Qué es una mente religiosa en el sentido de espiritual? Es la mente que está consciente del momento presente, observando la verdad. Esta son también las cualidades de la mente científica. La religión organizada reemplazó a la observación de la verdad a su indagación por la creencia religiosa, basada principalmente en los dogmas, pero reforzada por los rituales y códigos morales, perdiendo así la percepción científica. Mucho se ha escrito y dicho acerca de la conexión entre mente religiosa y la 43 mente científica" Si el paradigma científico tecnológico puso toda su en la comprobación material y objetiva de la realidad, construyendo un enorme edificio de procedimientos y mecanismos para transformar la naturaleza, en la visión holista, la conciencia es el fundamento de la totalidad y la base de cualquier forma de conocimiento. Desde ella es posible y deseable la integración de la ciencia, de la materia (energía) con la espiritualidad. Si bien esta integración ya existía antes de la revolución científica; en este momento de la historia la tendencia es hacia el reencuentro. La ciencia se ha empezado a ocupar de cuestiones últimas como el origen del universo, la realidad última de la materia, los fenómenos no locales, los órdenes superiores; la espiritualidad ha renacido despojada de todo dogma supersticioso, mitos, creencias y autoritarismos, definiéndose como experiencia humana de la última realidad. Así, ciencia y espiritualidad están entrando en una relación que enriquece la experiencia humana y son la base de la nueva cultura del siglo XXI; hoy más que nunca cabe hablar de lo que llamó David Bohm "el espíritu 44 de la ciencia" . Durante los últimos tres siglos el paradigma científicotecnológico desarrollado en occidente se orientó hacia el dominio del mundo externo, del mundo material. Se suponía que esto nos daría el bienestar y la felicidad; fue un paso evolutivo que aportó a la humanidad y quizás necesario, en cierto sentido, para comprender nuestra misión en el mundo. Hoy, la visión holista, apunta a que el próximo paso evolutivo sea, un salto cualitativo en la comprensión y en el crecimiento de nuestro ser interior, para

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Lee, Mark. Krishnamurti y los educadores: obediencia a la verdad, no al maestro. En: El destino indivisible de la Educación. Ramón Gallegos Nava (Compilador) Fundación Internacional Nuevos paradigmas del Hombre. Guadalajara, México. 1997.

construir una síntesis que relacione de manera integral la materia y el espíritu, se superen los dualismos, las fragmentaciones y se genere un despliegue de nuestro potencial humano. Este giro en la dirección del desarrollo humano y de la totalidad de la Vida sobre el mundo es fundamental, ya que los grades problema sociales, personales, culturales, económicos, ambiéntales y políticos que enfrentamos actualmente, se derivan de los conflictos en la relación de los seres humanos consigo mismos: autoritarismos, corrupción, pérdida de sentido, violencia; y de su relación con los demás seres de la naturaleza. De esta manera creo que un camino para indagar sobre nosotros mismos, para autoconocernos de manera profunda es la espiritualidad, entendida como la búsqueda de sentido, de orden, de comprensión de sí mismo en la relación, primero que todo, consigo mismo, pero también necesaria e inevitablemente, con los otros, con el mundo y el universo. Este autoconocimiento no significa cerrarse en sí mismo, sino conocerse en medio de las relaciones, manifestando el respeto, el reconocimiento, la compasión, solidaridad, libertad y, finalmente, el amor eficaz, rotundo e impronunciable por y para los otros seres con quienes compartimos la Vida. Por eso, conocerse a sí mismo, es el camino para conocer y transformar la sociedad y el mundo. En sentido nuestro aspectos como la educación holista se interesa por la transformación integral del ser humano, reconociendo no solo el aspecto intelectual, sino también el emocional, físico, social, político, estético, espiritual y todas las dimensiones del desarrollo humano. La educación holista, vista de esta manera, es un "campo emergente" sumamente importante y reciente que aún no se ha desarrollado de manera plena y amplia. La educación holista es sin duda la educación del siglo XXI, destinada a formar seres humanos con una conciencia planetaria, 45 una visión de paz, amor e inteligencia" . De esta manera la educación holista alimenta especialmente este tipo de educación, cuyo fin esencial es despertar la conciencia espiritual y reconocer al ser humano como una criatura fundamentalmente espiritual, en busca de sentido para vivir y con una amplia capacidad de ser para los demás para encontrarse a así mismo. 42 44

Ibid, Gallegos, p 127

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Ibis. GALLEGOS, p. viii


Pero me pregunto: ¿Cómo construirnos como seres humanos integrales en medio de culturas y sociedades que impulsan, en primer lugar, la división interior del ser humano, la explicación dualista de la vida (materia / espíritu, interior / exterior, etc.), y además promueven modelos de vida competitivos, sostenimiento de las guerras, segregaciones raciales, re l ig iosas, e c o n ó m ic as y d e t o d o t i p o ? El principio de toda división y conflicto es el desarrollo desproporcionado del "ego" que nos conduce a la desintegración. Hay una desnaturalización y reducción de lo humano y de la isma naturaleza. Se desconoce la contemplación, la creación, la ciencia, el amor como legitimación del otro diferente en la convivencia y la fraternidad, así como la paz social y la paz del espíritu. Se desconoce la profundidad de la Vida humana y de todo el cosmos, y finalmente el horizonte trascendente se bloqueas. El pobre no es nada, no puede nada, no vale nada, no sabe nada, no tiene nada. Gran confusión entre el ser y el tener. "Dime cuánto tienes y te diré cuánto vales". La destrucción del ser humano se da en último término en el interior de su ser, se rompe su Unidad c o mo ser ma teria l / espi ri t ua l, c o n g raves consecuencias para su cuerpo, para la sociedad y para todo el planeta. La gran pregunta es entonces: ¿Cómo debe ser esa persona que tenemos como tarea que desarrollar? ¿Cuándo el individuo es o se siente como un Todo integral? ¿Dónde podremos encontrar el germen de humanidad que cultivado pueda desarrollar seres humanos capaces de amor, libertad, solidaridad, 46 verdad, autonomía, madurez?

Al acento en la liberación social se añade el énfasis en el sentido espiritual de la vida, con el fin de restablecer la totalidad de la condición humana. La búsqueda del sentido de la vida por el camino del crecimiento espiritual del ser humano nos lleva a hablar de la integración del sujeto. Esta es toda una tarea educativa que conduce a la interioridad, desde ella creo que se puede establecer una relación renovada con la misión de construir y recrear el mundo, desde lo personal hasta lo social, en contextos culturales definidos. En este sentido, estoy de acuerdo con los que afirman que el mundo en su globalidad y la sociedad concreta en la que vivimos, serán mejores o peores en la medida en que cada uno de nosotros seamos mejores o peores. Esta comprensión, permite dar un paso, más allá de la desilusión, la resignación, el sentimiento de impotencia o la vana ilusión que muchos hemos sentido, al ver cómo los problemas estructurales que vivimos no cambian en el corto o mediano plazo. Finalmente, entiendo que después de una teología no deviene una espiritualidad, sino que la espiritualidad y la nueva ciencia, basadas las dos en la conciencia, son los fundamentos para la construcción holista de la Vida. Percibo que el holísmo, si se lo comprende solo como concepto teórico se lo debilita; por eso creo que es más una manera de sentir, entender y de actuar en coherencia con la integralidad y unidad de la Vida en todas sus múltiples, complejas y dinámicas manifestaciones.

Ahora no estamos tan seguros de las respuestas y certezas como antes que sí teníamos una fórmula, desde el dogma religioso o desde la ideología política y económica. Surgen nuevas formas de pensar la vida colectiva, la naturaleza, el universo, el ser humano. Es decir, al problema de la miseria material, que no es de pocos seres humanos en el mundo, se agrega el problema del incipiente desarrollo espiritual, pur material y espíritu hacen parta de la misma realidad en todos los seres, en todas las cosas y en todos los procesos de la vida. 43 46

Mejía, Jorge Julio. La Integración del Sujeto. Ed. CINEP. 1994. Bogotá.


CAPITULO II

CONSTRUIR UN PARADIGMA: UN CAMINO PARA TRANSFORMAR LA CRISIS ESPIRITUAL DEL DESARROLLO

En el capítulo anterior mostré una compresión de la crisis espiritual del desarrollo y me acerqué al paradigma de la visión integral de la Vida, Holismo, para decir que por este paradigma es posible superar una visión limitada, fragmentada, especializada y compartimentada de la Vida como lo desarrolla el paradigma racionalista científico-tecnológico desde hace tres siglos. En este capítulo quiero invitar a los que lectores a que miremos qué significa, más a fondo, un paradigma o visión de la Vida, cómo se caracteriza, cómo influye en la comprensión y actuación de los seres humanos y de qué manera los físicos cuánticos construyeron otra manera de ver la Vida encontrando relaciones y coincidencias de enfoques con filósofos, teólogos, analistas de otras ciencias sociales y humanas, así como de líderes espirituales reconocidos en el mundo. Mi propósito es que este capítulo me ayude y aporte a otros a comprender la utilidad e importancia de lo que significa la construcción de un paradigma como sistema de comprensión y transformación de la Vida. Los paradigmas definen, como todos sabemos, el sentido de la vida y lo que implica concebir este sentido de una u otra forma para el desarrollo de la Vida en sus diversas dimensiones y con toda su profundidad. Quiero empezar esta conversación trayendo a cuento algunas percepciones y preguntas que he compartido con varios amigos y que me ayudan desatar esta conversación sobre la construcción de un paradigma, son las siguientes:

Debemos tener claro que los paradigmas no se pueden convertir en trampas o condicionantes de nuestros sentidos, de nuestra razón, de nuestros afectos, principios, creencias, acciones y de nuestras relaciones humanas con el cosmos y con las sociedades y culturas donde vivimos. Los paradigmas no pueden convertirse en dogmas ni en verdades reveladas, ellos no pueden estar esclavizando el pensamiento ni la acción humana, deben ser, al contrario, faros indicadores u orientadores para superar los obstáculos y necesidades de la Vida. Un paradigma debe servir para develar la historia donde él se construye, debe servir para indicar que pensamos de nosotros mismos como personas y como colectivos que comparten un territorio, una cultura y una sociedad. El paradigma debe mostrara la estructura tanto de los sentimiento, afectos y pensamientos de una sociedad y cultura determinadas; pero también deben expresar qué desean esas culturas y sociedades; y cómo ellas escogen unas formas de para vivir la Vida. Si un paradigma, cualquiera que él sea, no rompe con las tradiciones de su época, ni recoge los grandes problemas y alternativas de su época, no puede llamarse verdaderamente un paradigma. Los paradigmas son globales, envolventes, complejos, determinantes, profundos, su diferencia con lo que hemos llamado "modelos" o con las "ideas fuerza" debe ser clara; en esto no podemos confundirnos, ni equivocarnos, so pena de no saber leer los cambios de épocas y de signos profundos de los tiempos que se están viviendo.

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1. ¿Qué es un paradigma?

El término paradigma deriva directamente de la ), lo palabra griega paradeigma ( podemos traducir así: "para" (junto) y "deigma" (modelo, ejemplo): "es el ejemplo que sirve de norma". En términos epistemológicos el paradigma o, mejor, los paradigmas, establecen una nueva visión de la realidad. En términos éticos, - paradigmas propugnan por un profundo cambio de nuestros valores para vivir la existencia. Por tanto, los p a ra d i g m a s c o n s t r u y e n t ra n s f o r m a ci o n e s fundamentales en nuestros pensamientos y conceptos, en nuestra conciencia, en nuestras percepciones, emociones, valores y creencias. Es un cambio cultural que compone una visión nueva de la realidad. Los paradigmas son también aquellos principios que asocian o disocian las nociones fundamentales que rigen y controlan todo el discurso teórico que transforma la realidad. Una modificación en el paradigma significa una modificación en la comprensión y por tanto de cómo transformamos la realidad. Por ejemplo el paso del modelo gravitatorio de Tolomeo (el sol gira alrededor de la tierra), al paradigma Galileano (la tierra gira alrededor del sol), produce consecuencias trascendentes en la propia visión del mundo, en las relaciones humanos y de de los seres humanos con la naturaleza, así como de las creencias y los sentidos espirituales de las personas y de colectivos y sociedades enteras. Otro ejemplo: del modelo escolástico de la edad media, al modelo científico moderno de Descartes ya hay un salto importante en la percepción y concepción de la Vida(siglo XVII). A partir de la obra de Kühn: "La estructura de las revoluciones científicas", se populariza el término y la acepción del mismo que hoy usamos. Khün aporta ideas importantes sobre la conformación de los paradigmas, hablando desde el punto de vista del paradigma de las ciencias. Nos dice que la evolución científica implica una evolución de las cosas y que la ciencia se desarrolla por revoluciones paradigmáticas.

La moderna epistemología nos ha permitido ver (y los ejemplos anteriores lo constatan) que el conocimiento científico no es el único conocimiento, pero es uno de los más dominantes y consistentes de nuestros últimos tres o cuatro siglos de la era cristiana. Realmente es el conocimiento que ha permitido democratizar, en el sentido de ampliar el Lconocimiento de la ciencia y debilitar el conocimiento dogmático teológico - religioso como modo de producir verdad. La ciencia como dice Khun no es un dogma, por lo tanto no debe ser dogmática. Varela que confiesa ser un tradicional amante de la heterodoxia y un ávido buscador de la diversidad de sentidos para comprender la realidad, nos dice: "Cada época de la historia humana produce a través de las prácticas sociales cotidianas y su lenguaje, una estructura imaginaria. La ciencia forma parte de estas prácticas sociales y las ideas científicas acerca de la naturaleza constituyen apenas una dimensión de esta estructura imaginaria. Los historiadores y filósofos modernos, han demostrado que la imaginación científica sufre mutaciones radicales de una época a otra y que las ciencias se parecen más a una epopeya novelística que a un progreso lineal. La historia humana de la naturaleza es una narración 47 que merece ser contada de más de un modo" . Y continúa diciendo Cabezas González en el texto citado: "En cierto modo, las teorías científicas reflejan las ideologías en la medida que están unidas a las visiones del mundo. Nos hace falta una ciencia "noológica" (estudio de la mente o inteligencia) que permita ver como autoproducen, cómo se conectan y cómo se propagan las ideas. Una sociología de la ciencia está siendo necesaria. Pues hay que prevenir cómo determina la ciencia al sistema y al ecosistema y ver también qué utiliza el sistema de la ciencia y como, con ello, explota y domina al ecosistema. El hombre se rinde ante la evidencia de los efectos de los adelantos científicos de los cuales la masa humana no comprende nada. Las ciencias microbiológicas y microelectrónicas construyen un nuevo tipo de hombre y una nueva visión del mundo. Evidentemente, el viejo paradigma aún está en juego. 45

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Este texto es citado por Bernardino Cabezas González de la Universidad Complutense de Madrid; en el trabajo sobre Paradigma de las ciencias sociales (hacia el nuevo):Nueva forma de mirar, de ver y de hacer. http://www.ucm.es/info/eurotheo/diccionario/N/nuevo_paradigma.htm, Marzo de 2010


Hay que contar con él para ver las diferencias de juego deseable y dejarlo como testigo de una mala experiencia del hombre". En esta perspectiva, Cabezas González afirma, analizando el futuro de la humanidad: (ella) "se enfrenta a las macrodimensiones y a las microdimensiones (ambas con una complejidad que trasciende a la comprensión desde el sentido común y desde el alcance de las ciencias fragmentadas). (la humanidad) guiada por el viejo paradigma, cada vez es más impotente y cada vez sabe menos de la globalidad, aunque algunos sepan más de la especificidad. El sentido común ante la complejidad del mundo se debilita. Por eso el sujeto cada vez está más fuera de juego; está vencido por la complejidad, con la cual hay que contar. Morin cuestiona que el conocimiento, tal como lo utilizamos, sea realmente cognoscente. El problema es conocer y comprender el conocimiento y los efectos que produce".

2. Características del cambio de paradigma: del paradigma científico racionalista / mecanicista al Paradigma de la integralidad compleja, holística y ecológica de la realidad.

Algo de historia: Entre 1500 y 1700 se produjo un cambio radical en la mentalidad de las personas, de las sociedades de la cultura occidental europea, sobre las ideas que estas sociedades tenían acerca de la comprensión del mundo. Esta mentalidad o percepción del mundo dieron a la civilización occidental los rasgos que caracterizan la era moderna y se convirtieron en las bases del paradigma que ha dominado nuestra cultura durante los últimos trescientos años y que ahora parece estar a punto de culminar. Antes de 1500, en Europa, y en la mayoría de las demás civilizaciones, predominaba una visión orgánica del

mundo: las personas vivían en pequeñas comunidades solidarias y sentían la naturaleza en términos de relaciones orgánicas cuyos rasgos característicos eran la interdependencia de los fenómenos naturales y espirituales y la subordinación de las necesidades individuales a las comunitarias. La ciencia medieval se basaba al mismo tiempo en la razón y en la fe y su meta principal era comprender el significado y la importancia de las cosas, no predecirlas ni controlarlas. Los científicos que investigaban el objetivo primario de los distintos fenómenos naturales daban la máxima importancia a todo lo relacionado con Dios, con el alma humana y con la ética. Entre el siglo XVI y XVII la visión orgánica / espiritual del mundo fue reemplazada por la concepción de un mundo similar a una "máquina". La "máquina" del mundo se volvió la metáfora dominante de la era moderna. Esto sucedió por los cambios revolucionarios en el campo de la física y la astronomía que culminaron en la teorías de Copérnico, Galileo y Newton. Se creó un nuevo método de investigación, definido por Francis Bacon, que incluía dos teorías: la descripción matemática de la naturaleza y el método analítico de razonamiento concebido por René Descartes. Es la era de la Revolución Científica, iniciada con Nicolás Copérnico, quien cambió la visión geocéntrica expuesta por Tolomeo y descrita en la Biblia (aceptada por más de mil años) y propuso la visión heliocéntrica: la tierra gira alrededor del sol, el sol es el centro. El sol es una estrella menor que está al borde de la galaxia. Con esta visión la humanidad fue despojada de la orgullosa convicción de creerse la figura central de la creación divina. Posteriormente Johannes Kepler, científico y místico, formuló las leyes empíricas sobre el movimiento planetario confirmando el sistema ideado por Copérnico y finalmente Galileo Galilei logró poner en duda la antigua cosmología y afirmar la validez científica de la hipótesis concebida por Copérnico. Posteriormente todo apuntó, con Descartes, a la "certeza científica absoluta" como dogma de fe. Pero, en el siglo XX, la física nos ha demostrado con la fuerza de sus argumentos, que no existe una certeza científica absoluta y que todos nuestros 46


conceptos y nuestras teorías son aproximativos y limitados. En este sentido, aceptar la visión de Descartes (ciencia = matemáticas = lenguaje de la naturaleza) como la verdad absoluta y su método como una manera válida de lograr el conocimiento, nos ha llevado a generar una de las principales causas de nuestro desequilibrio cultural y como lo afirmé en el Capítulo 1°, la causa principal de la "crisis espiritual del desarrollo". El descubrimiento de la evolución biológica obligó a los científicos a abandonar el concepto cartesiano de la máquina del mundo que surgió perfectamente de las manos de su Creador. En su lugar, el universo se concibe como un sistema en evolución y en permanente movimiento, en él las estructuras complejas se desarrollan de forma simple. En la física se vislumbraron ideas similares. Pero mientras en la biología la evolución significaba un movimiento hacia un orden y una complejidad superior, en física se trataba exactamente de lo contrario, esto es, de un movimiento hacia un desorden creciente (alta entropía). Los físicos llegaron a este cambio por las leyes de la termodinámica (la ciencia de la complejidad): la primera ley: la de la conservación de la energía (su forma puede cambiar de la manera más complicada, pero nada de la energía se pierde). La segunda ley de la termodinámica: la de la dispersión de la energía (la cantidad de energía útil se reduce y se dispersa, convirtiéndose en calor, fricción, etc. Esto introdujo en la física la idea de proceso irreversible, la energía no se pude recuperar totalmente (se pasa del orden al desorden = entropía: grado de evolución hacia el desorden de un sistema físico- Rudolf Clausius). A finales del siglo XIX la mecánica newtoniana había perdido su papel como la teoría fundamental de los fenómenos naturales. La electrodinámica de Maxwell y la teoría de la evolución de Darwin suponían una serie de conceptos que iban mucho más allá del modelo newtoniano y revelaban que el universo era mucho más complejo que lo que Descartes y newton habían creído. En el siglo XX la situación cambió radicalmente con la teoría de la relatividad y de la cuántica, que echaron por tierra los principales

conceptos de la visión cartesiana y de la mecánica newtoniana. Aquí nace un nuevo paradigma que aún no termina por consolidarse. De esta manera, la física moderna se inicia con Albert Einstein (1905). Su teoría general de la relatividad ofrece una estructura común a dos teorías de la física clásica: la electrodinámica y la mecánica. Unifica y completa el esquema de la física clásica; lo que supone un cambio radical de los conceptos tradicionales de tiempo y espacio y por ello socava los cimientos de la visión newtoniana del mundo. Allí surge la teoría cuántica, conocida también como la teoría de los fenómenos atómicos: una nueva manera de concebir la radiación electromagnética. Y es en este momento donde ocurre u hecho asombroso. A través de la exploración del mundo atómico y subatómico, los científicos entraron en contacto con una realidad misteriosa e inesperada quebrantando los cimientos de su visión del mundo obligándolos a pensar de manera totalmente diferente. En el siglo XX los físicos se enfrentaron por primera vez con un serio desafío a su capacidad de comprender el universo. Cada vez que, en un experimento atómico le preguntaban algo a la naturaleza, ésta les respondía con una paradoja. Desde esta experiencia concluyeron que todos sus conceptos básicos, su terminología y su manera de pensar eran insuficientes para descubrir los fenómenos atómicos. No se trataba de un problema solamente intelectual sino de una experiencia existencial y emotiva de gran intensidad: la naturaleza les parecía más absurda (paradójica) cuando se adentraban más y más en ella averiguando los asuntos atómicos con las herramientas conceptuales clásicas. Para solventar esta contradicción paradojal intentaron con algún éxito hacer preguntas penetrando y compenetrándose con el espíritu de la física (teoría) cuántica (1900-1930), y encontraron una fórmula matemática precisa y sólida para su teoría. En este grupo internacional se encontraban científicos de la estatura de: Werner Heinsemberg, Max Planck, Albert Einstein, Neir Bohr, Louis de Broglie, Erwin Schrödinger, Wolfang Pauli y Paul Dirac.

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3. ¿De qué se trata la física o teoría cuántica y su interconexión profunda con la dimensión espiritual?:

Para los que no somos cercanos a las ciencias físicas, como es mi caso, nos parece en principio que la relación entre físicos y personas que han crecido, estudiado y trabajado en otras ciencias, saberes y prácticas, es imposible. Esta concepción es parte de la deformación y tergiversación del paradigma científico/tecnológica, que como ya he repetido muchas veces, disecciona y separa la realidad, y destruye la unidad de la Vida. Precisamente, una manera de entender la paradigmática Unidad de la Vida como un Todo (Espíritu/Materia) es la teoría o física cuántica. Por lo menos en mi experiencia ha servido para tender puentes entre posiciones polares materialistas y espiritualistas, cuando ellas entran en un diálogo con las intuiciones y desarrollo de los cuánticos se empieza a descubrir esa sorprendente UNIDAD paradigmática del MUNDO, del COSMOS y del UNIVERSO o como un HOLON origen y fundamento del TODO. Las siguientes características de la física cuántica me revelaron e hicieron entender esa Unidad que manifiesto y que creo es clave para salir de la crisis espiritual del desarrollo: La teoría cuántica es un nuevo paradigma que muestra: Una profunda modificación de los conceptos tradicionales fundamentales a través de los cuales se experimenta el mundo: espacio, tiempo, materia, objeto, causa y efecto. Esto supuso un choque violento. Todo el edificio de la ciencia, con la cuántica, la matemática no lineal, y todo de lo que allí se deriva se venía abajo. La ciencia exacta y objetiva no existe.

Que perspectiva cartesiana del mundo es mecanicista; en cambio, la visión del mundo que emerge de la física cuántica se caracteriza por ser orgánica, holística y ecológica. Es como una visión de sistemas, en el sentido de la Teoría General de Sistemas, que expuse en el capítulo primero. Que el mundo no es una gran máquina formada por una gran cantidad de objetos, sino que se concibe como una UNIDAD INDIVISIBLE (inconsútil = integra), dinámica y compleja, cuyos elementos están estrechamente vinculados y pueden comprenderse sólo como modelos de un proceso cósmico. Investigaciones y estudios que llevaron a descubrir que los átomos distaban mucho de ser las partículas duras y sólidas de la teoría consagrada; y por el contrario, consistían en vastos espacios y un núcleo alrededor del cual se movían unas partículas extremadamente pequeñas: los electrones, por ejemplo. Incluso las partículas subatómicas (electrones, protones y los neutrones, situados en el núcleo) no tenían ninguna semejanza con los objetos sólidos descritos por la física clásica /mecánica. Estas unidades de materia subatómica son entidades duales muy abstractas: según como se las vea, unas veces aparecen como partículas, y otras, como ondas. Esta naturaleza dual también está presente en la luz (en forma de ondas electromagnéticas o de partículas). Einstein fue el primero en llamarlas "cuantos", de ahí el origen del término "física cuántica", hoy conocidas también con el nombre de fotones. Esta naturaleza dual es muy misteriosa. Parece imposible que algo pueda ser, al mismo tiempo, una partícula (entidad limitada a un volumen extremadamente reducido) y una onda que se difunde a través de una vasta región en el espacio. Esta fue la paradoja que los físicos tuvieron que aceptar. Pero se dieron cuenta que los conceptos de "partícula" y "onda" se referían a conceptos clásicos que jamás podrían describir completamente los fenómenos atómicos. Así, un electrón no es una partícula ni una onda, sin bien algunas veces tiene aspectos similares a los de una partícula y otras, a los de una onda. Unas veces se transforma en partícula y otras veces se transforma en onda. 48


Esto significa que ni los electrones, ni ningún otro "objeto" atómico tienen propiedades que sean independientes de su ENTORNO. Las propiedades dependerán de la situación experimental, esto es, del sistema con el que se vean obligadas a entablar una relación recíproca. En la física moderna (cuántica y teorías que la preceden como la relatividad de Eistein) se construyen nuevos conceptos que expresan la comprensión del mundo, tales como: el "principio de incertidumbre"(Hainsenber): son relaciones matemáticas que determinan hasta qué punto se pueden aplicar los conceptos clásicos (partícula, onda, posición, velocidad) para describir un fenómeno atómico sin la total precisión y exactitud. Es decir, la relación exacta entre conceptos clásicos se obtiene por medio del principio de incertidumbre. Y cuando hay incertidumbre no hay total exactitud por tanto no hay total control ni verdad ni saber absoluto, la verdad es relativa, hay aproximaciones a ella no seguridades sobre ella. Esto trae retos y desafíos al saber, a los dogmas científicos y religiosos.

menos fácticos). Los acontecimientos atómicos no ocurren con certeza en un momento definido y de manera definida, sino que muestran una "tendencia a ocurrir", eso es lo que dejan ver esas partículas subatómicas. En el formalismo de la mecánicacuántica estas tendencias se expresan como probabilidades y se relacionan con cantidades que toman forma de ondas; pero "ondas de probabilidad, conservando a su vez, la propiedad de ser también partículas". De esta manera todas las leyes y principios de la física cuántica (llamada también atómica) se expresan en términos de probabilidades. Nunca se puede predecir con seguridad un acontecimiento atómico: solamente se puede predecir la probabilidad de que ocurra. Esto destruye la idea clásica del objeto sólido. A nivel subatómico, los objetos de materia sólida de la física clásica se dispersan en formas ondulatorias de probabilidades. Estas ondas ni siquiera representan la probabilidad de ser una cosa, sino la probabilidad de que varias cosas establezcan una relación recíproca.

También N. Bohr, por este camino, introdujo la idea de complementariedad para explicar la relación existente entre pares de conceptos clásicos. La imagen de la onda y de la partícula son dos descripciones, relativamente ciertas y complementarias, de una misma realidad. Son parcialmente correctas y con un campo de aplicaciones limitado. Esta comprensión refuerza el principio de incertidumbre de Heinserberg. La noción de complementariedad se han convertido en parte esencial del concepto de naturaleza sostenido por los físicos. Bohr sugirió que esta idea o elemento de comprensión de la realidad, podría ser útil fuera del campo de la física. (en la biología, psicología, economía, etc.). Este principio también es aplicado en la filosofía china del yin y yang: son contrarios, polares pero también están relacionados de manera complementaria.

En los procesos de observación de la física cuántica se concluye que las partículas subatómicas no tienen ningún significado como entidades aisladas sino como correlaciones o conexiones e interacciones entre varios procesos y sistemas de observación y medida. Las partículas subatómicas no son "cosas" sino correlaciones de cosas, que a su vez, son correlaciones de otras "cosas" y así sucesivamente. En la teoría cuántica nunca se llega a una "cosa"; siempre se trata con correlaciones entre "cosas". Como la materia, la naturaleza no está formada por componentes básicos aislados, se trata, por el contrario, de una compleja red de relaciones entre las diferentes partes de un conjunto unificado. Para Heisember: "El mundo parece un complicado tejido de acontecimientos en el que toda suerte de conexiones se alternan, se superponen o se combinan y de ese modo determinan la textura del conjunto".

La física cuántica pone en duda la base misma de la visión mecanicista: el concepto de la realidad concreta asociado a materia. Pues a nivel subatómico, la materia no existe con certeza en un lugar definido, sino que muestra una "tendencia a existir" (lo sólido aparece en otros estados mucho

De esta manera al llegar a las partículas/ondas, la noción de la división en partes se derrumba; y, en todo este entramado de relaciones entra a ser muy útil la aproximación a la idea de la "no materia" que se hace ver real en las interconexiones o relaciones entre los seres y entre 49


las cosas, es aquí, en esta estrecha y diluida frontera donde se encuentra rondando al fascinante conector espiritual que diversas espiritualidades, filosofías y religiones han manifestado desde hace millares de años en el mundo. En la teoría cuántica, como en las espiritualidades más trabajadas y profundas, no hay partes aisladas, no existen partes aisladas, todo está interconectado, todo llega a la UNIDAD. Por tanto, la materia, la energía, el espacio, el tiempo, los objetos, se tiene que definir en cuanto a su correlación, a su interpenetración, su conexión, su complementariedad y no separadamente. Un objeto no se puede definir por lo que es en sí, sino por las probabilidades (incertidumbres) de las relaciones que guardan con los otros objetos. Estas conexiones ilimitadas son la esencia de la realidad cuántica, pero también de la realidad espiritual. De esta manera, el Universo entero influye en todos los acontecimientos que ocurren dentro de él y, si bien esta influencia no puede ser descrita detalladamente, se puede reconocer, observar y sentir un cierto orden y expresarlo en términos de leyes estadísticas probabilísticas y de sentidos espirituales en los lenguajes propios de la sabiduría humana. En resumen: la física cuántica ha reemplazado la imagen mecánica del universo por la de una Unidad indivisa y dinámica cuyas partes constitutivas están vinculadas en su esencia y solo pueden concebirse solo como modelo de un proceso cósmico material/espiritual (en nuestros limitados conceptos). A nivel subatómico, las correlaciones y las interacciones de las partes de la Unidad son más importantes que las partes mismas. Hay movimiento, pero no hay, en el fondo, objetos que se muevan; hay actividad, pero no hay actores; no existen danzantes, solo existe la danza. No existe la sola materia ni el solo espíritu, sino seres espirtumateriales.

4. ¿Por qué aparece y es necesario el cambio de Paradigma?

El cambio de paradigma aparece y es necesario que aparezca, cuando no es posible comprender y percibir el mundo, el cosmos y la naturaleza humana por los parámetros que son dominantes (habituales, "normales") en una época determinada. Un nuevo paradigma se va forjando cuando la mayor parte de la humanidad tiene una percepción limitada de la realidad que resulta totalmente inadecuada para entender tantos los principales problemas que se viven, lo cual tiene que ver con la manera de comprender lo que ya pasó y lo que se quiere y tiende a vivirse en el futuro. En esta época de la historial de la humanidad, al parecer se está dando una transición; o como se oye decir por la calle: "no es un cambio de época sino una época de profundos cambios", una transformación en la concepción de la Vida: de una concepción mecanicista cartesiana y newtoniana a 48 una visión holística y ecológica, parecida a las concepciones de los místicos de todas las épocas y de todas las tradiciones. Este es un giro un "Punto Crucial" (Kapra) de cambio para el planeta. El cambio de paradigma es necesario, porque se necesita una manera nueva de pensar y describir los fenómenos del mundo físico, social y espiritual. Con el nuevo paradigma es posible un conocimiento profundo de la naturaleza de la materia, del espíritu y de sus relaciones con la mente y la conciencia humana. Ya no como entidades separadas de un todo, sino como un TODO UNIFICADO. Para lo cual necesitamos crear o redescubrir nuevos lenguajes y códigos que renombren o generen nuevos conceptos de las realidades, con el fin de comunicarnos en esta nueva relación bajo la capa de nuevos paradigmas.

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El término holístico del griego holos ("todo) se refiere a una manera de entender la realidad desde el punto de vista de varias unidades integradas cuyas propiedades no pueden reducirse a las de unidades más pequeñas. Ni donde el Todo es la simple suma de las partes, es mucho más; es la interconexión y sus oportunidades y capacidades.


Para el paradigma que estoy destacando: el HOLISTICO, la nueva visión de la realidad comprende una Teoría INTEGRAL de SISTEMAS sobre la vida, la mente, la conciencia, el espíritu, la materia y la evolución. Por este camino el nuevo paradigma busca percepciones y comprensiones flexibles, fluctuantes y dinámicas (no fijas ni rígidas), integrales, interdependientes, polifacéticas, polisémicas y complejas; es decir, llama a diversas formas de inteligencia, seres con diversos saberes, experiencias y, a diferentes ciencias para dar cuenta de la percepción/comprensión de la realidad, con el fin de tener una visión "redonda" y no "cuadriculada" de la vida en sus diversas dimensiones (culturales, sociales, psicológicas, ambiéntales, políticas, económicas, espirituales, etc.) y hacer posible las transformaciones o cambios de la vida misma. La conciencia holística o también llamada por alguno ecológica surgirá solo cuando conjuguemos nuestros conocimientos racionales con la intuición de la naturaleza no lineal de nuestro entorno, con las sabidurías de sentido profundamente espiritual que todas las culturas milenarias tienen. Esta sabiduría intuitiva es una característica de las culturas tradicionales -especialmente las culturas indígenas y étnicas de muchos lugares del mundo- en las que la vida se organiza en torno a una conciencia del medio ecológico donde se convive con todas inteligencias de las especies animales, vegetales, minerales y de la conciencia humana. El nuevo paradigma busca descubrir y llegar a una nueva comprensión de la relación que debe existir entre el desarrollo del poder intelectual, del conocimiento científico y de las habilidades tecnológicas, con la sabiduría, la espiritualidad, la expansión de la conciencia, la ética y los procesos sociales. El nuevo paradigma propende por un enfoque ecológico amplio; enfoque que puede llamarse visión de sistemas, en el sentido de una Teoría General de Sistemas. En esta teoría, el mundo se concibe desde el punto de vista de la interrelación, interconexión e interdependencia de todos sus fenómenos, seres y cosas del cosmos. Un sistema, en esta estructura, es una UNIDAD INTEGRADA

cuyas propiedades no pueden reducirse a la de sus partes. Estos sistemas son organizamos vivientes, son sociedades y ecosistemas. Este nuevo paradigma pone de manifiesto nuevos conceptos en la física que hacen ver las limitaciones de la visión mecanicista del mundo. Por esta razón, se ha llegado a una visión ecológica y orgánica del mundo, muy similar a la de los místicos y a las espiritualidades profundas de todas las épocas y tradiciones. El universo ya no es una máquina compuesta de una cantidad de objetos separados, sino una UNIDAD INDIVISIBLE Y ARMONIOSA, una red de relaciones dinámicas de la cual el observador humano y su conciencia forman parte esencial, PERO NO ES EL CENTRO. Esta visión no se auto declara como la verdad revelada, como la cosmovisión exacta de la realidad, sino como un esfuerzo por aproximarse a la verdad, y deja espacio a la indeterminación, al "principio de la incertidumbre", y deja también espacio a la libertad de la evolución y sus "emergencias". En comparación a la visión científica que se ha declarado más de una vez como la visión que tiene la verdadera, completa, exacta y definitiva naturaleza de las cosas y de la realidad. En pocas palabras, por eso, los científicos no tratarán nunca de la verdad, sino de una descripción limitada y aproximativa de la misma.

5. ¿Construir un paradigma o un dogma?

La siguiente fábula me hizo sentido para entender con simplicidad y profundidad lo que significa la construcción de un paradigma, y me hizo caer en cuenta de que no se trata de cambiar un paradigma por otro, sino de que varios de ellos funcionan como caminos para llegar a la verdad, al origen, a la belleza y al bien de la realidad. La claridad que se puede sospechar es que todos ellos buscan alimentar la Vida, pero cuando uno de ellos se quiere imponer sobre los otros, se quiere adueñar de la verdad, la reacción, emerge una fuerte contradicción que no demora en desatar la división, la guerra y la muerte de la vida. 51


Propongo la lectura de este mensaje para que pensemos si de lo que se trata es de un paradigma, de una relación complementaria y dialógica de paradigmas o de la construcción un dogma paradigmático que puede llegar a la destrucción de la creatividad de la vida. "Un grupo de científicos colocó cinco monos en una jaula, en cuyo centro colocaron una escalera y, sobre ella, un montón de bananos. Cuando un mono subía la escalera para agarrar los bananos, los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que quedaban en el suelo. Después de algún tiempo, cuando un mono iba a subir la escalera, los otros lo agarraban a palos. Pasado algún tiempo más, ningún mono subía la escalera, a pesar de la tentación de los bananos. Entonces, los científicos sustituyeron uno de los monos. La primera cosa que hizo fue subir la escalera, siendo rápidamente bajado por los otros, quienes le pegaron. Después de algunas palizas, el nuevo integrante del grupo ya no subió más la escalera. Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió lo mismo. El primer sustituto participó con entusiasmo de la paliza al novato. Un tercero fue cambiado, y se repitió el hecho. El cuarto y, finalmente, el último de los veteranos fue sustituido. Los científicos quedaron, entonces, con un grupo de cinco monos que, aún cuando nunca recibieron un baño de agua fría, continuaban golpeando a aquel que intentase llegar a los bananos. Si fuese posible preguntar a algunos de ellos por qué le pegaban a quien intentase subir la escalera, con certeza la respuesta sería: "No sé, las cosas siempre se han hecho así, aquí..." ¿le suena conocido?" ¿Es que solo por el hecho que siempre se han hecho así las cosas, es esa la mejor forma de hacerlas? La obsolescencia total de los procesos informáticos actualmente no sobrepasan los tres años a lo sumo, ¿por qué entonces, no revisamos los procesos que p o s i b l e m e n t e t i e n e n m u ch o s m á s a ñ o s ?

Joel Arthur Barkeren en su libro "Paradigmas el negocio de descubrir el futuro", define paradigma como: "Un conjunto de reglas y disposiciones (escritas o no) que hace dos cosas: establecer o definir límites, e indicar cómo comportarse dentro de tales límites para tener éxito, el cual se mide por la habilidad para resolver problemas" En cierto sentido, un paradigma indica la existencia de un juego, en qué consiste y cómo jugarlo con éxito de acuerdo con las reglas establecidas es la llave para comprenderlo y dialogar con él. Un cambio paradigmático es, por tanto, un cambio hacia un nuevo juego, un nuevo conjunto de reglas, criterios o tendencias para vivir y descubrir el sentido de lo vivido. Pero más importante que conocer esas nuevas reglas, es conocer qué fue lo que dio lugar al cambio; no hay que esperar a que las tendencias se desarrollen, sino buscar a las personas que están enredándose o controvirtiendo con las reglas, porque esa es la primera señal de un cambio importante. Los paradigmas son situaciones o modos de actuar que aceptamos de hecho, regularmente sin ver las alternativas disponibles, lo cual nos lleva en ocasiones a actuar de una manera que no es la más adecuada. Es necesario reconocer cuándo comienzan a cambiar las reglas del juego y más aún, tener una actitud abierta hacia esos cambios, dejar de pensar que nosotros somos los que tenemos siempre la razón y que todos los demás están equivocados. Cuando un paradigma cambia, establece nuevas condiciones y supuestos que traen consigo retos y oportunidades. El éxito de cada persona y organización dependerá del entendimiento, autocrítica y adaptación a nuevos paradigmas. La teoría de la evolución sugiere que el mundo es de los que se adaptan mejor a él. Los paradigmas establecen indicaciones y orientaciones de cómo se deben hacer las cosas; el cambio llega cuando esas orientaciones no ofrecen retos, oportunidades y claridades para el mejor convivir de los seres en el mundo. Por eso, si se limita a las personas a pensar en situaciones establecidas, lo que sucede es que se les impone un bloqueo a nuestra capacidad de observar el mundo como un Todo y de buscar alternativas pensando de manera no convencional. 52


Un nuevo paradigma aparece cuando se acumula un exceso de cuestiones que se salen del marco ordinario y el paradigma actual no puede explicar. Todo nuevo paradigma implica un principio que siempre existió pero que hasta entonces nadie había reconocido, es ente sentido un paradigma debe ser necesariamente incluyente. Actualmente creo, como dicen muchos otros autores y personas que trabajan este tema de los paradigmas y de los grandes cambios y tendencias del mundo, que estamos entrando en una nueva era: transitamos del paradigma de la sociedad industrial, científico/tecnológico y racionalista, al paradigma de la sociedad del conocimiento holistico; dicho conocimiento (traducido como valor, tecnología, habilidad y oportunidad) es y será la fuente de un mejor vivir para las diversas especies y seres del mundo. En este sentido la principal función de una sociedad y de una cultura será la de hacer que sus contextos, sus territorios, con todo lo que ellos contienen, produzcan un conocimiento tal que la vida allí sea un desarrollo armonioso y que los problemas y conflictos sean oportunidades para enriquecer los paradigmas y crear los cambios n e c esa rios p a ra u n a c o nvive n cia p l e n a.

6. Una sociedad vista desde la dogmatización paradigmática49

Reflexionar, discernir, preguntar y escudriñar, es una práctica activa y muy dinámica que puede llegar a subvertir órdenes paradigmáticos en las sociedades, en las orga n izacio nes, en las rel ig io nes institucionalizadas y hasta en las culturas. Por eso, reflexionar no es una práctica reconocida como tal en los paradigmas clásicos hegemónicos cuyo principio rector es el orden que controla, determina y delimita. Estos paradigmas inculcan, incluso a veces de manera velada, la idea de que pensar y mandar es asunto de algunos pocos que tienen ese don. Esta lógica paradigmática, fundada conscientemente, constituye uno de los dispositivos de dominación: "No te comas el coco dicen algunos

de los que lo tienen ya comido". En los paradigmas complejos holísticos o que algunos llaman de "segundo orden" para diferenciarlos de los dominantes que se imponen como de "primer orden", la reflexión se incorpora a la actividad del pensamiento; es más, es la base del pensamiento. Reflexionar es hablar con el pensamiento, hacerle preguntas; reflexionar es también tomar posiciones y crear alternativas creativas respecto al medio y a sus fenómenos y situaciones. En los sistemas sociales producidos por paradigmas dominantes, las relaciones son asimétricas, las preguntas las hacen los que mandan y las respuestas las dan los que obedecen. Los nuevo paradigmas intentan establecer relaciones simétricas: que todos puedan preguntar y todos se hagan responsables de sus respuestas. Pero no pocas veces, en las historias de nuestros contextos sociales más cercanos, los responsables de las instituciones religiosas y políticas, apoyados en el modelo del paradigma de dominación, cuando tienen que responder de los abusos de sus actuaciones, se acogen al derecho (que ellos se han dado) del secreto de conciencia. El sistema de dominación impone una jerarquía: los que están debajo no pueden preguntar ni oponerse a lo que deciden los de arriba. La oposición, la subversión, la idea y las prácticas alternativas puede tipificarse penalmente. Si esto ocurre habrá consecuencias: la formalidad, las normas, costumbres y tradiciones imponen sus reglas y medios exclusivos para imponerlas, y recintos cerrados (cárceles) para los que no las cumplen, cosa que no estaría mal si éstos incluyeran a todos igualmente. O finalmente, se crearán estrategias de eliminación del contrario, para proteger al poder de dominación de las "herejías" y "blasfemias" de aquellos que proponen y subvierten el orden establecido con otros paradigmas para vivir la vida. Para alimentar, imponer y hacer sustentable el orden de dominación arbitrario y para que se cumplan las prescripciones y las proscripciones, se instituye, se institucionaliza y materializa el paradigma, basado en la fuerza, en organizaciones como el ejército, os cuerpos de seguridad de los Estados, la policía, las cárceles, los manicomios, pero también otras 53

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Esta reflexión la he realizado a partir de una conversación con textos de Bernardino Cabezas González. Universidad Complutense de Madrid (España).


lmenos beligerantes pero igualmente efectivas como las escuelas y las religiones institucionalizadas; todas ellas amparada en leyes, con apariencia de legitimidad, avaladas por una filosofía que justifica la lógica del sistema. Para reproducirlo y mantenerlo, se han inventado técnicas más sofisticadas, entre ellas ocupan un lugar preferente las técnicas psicológicas y sociológicas, asociadas a sistemas y mecanismos de socialización muy efectivos como los medios de comunicación social. Los nuevos paradigmas, enraizados en una nueva forma de observar como lo es la cibernética, son paradigmas compatibles con una mirada científicas inter-multi y transdisciplinar. Los viejos paradigmas racionalistas y mecanicistas ponen límites en las áreas de conocimiento, y los fija. La perspectiva no clásica cuestiona las ideas tradicionales de e s t a b i l i d a d, e s t r u c t u ra, c o m p o r t a m i e n t o, independencia y abre vías hacia la dialéctica y dialógica entre sistema (el que tiene el poder de actuar) y ecosistema (los escenarios sobre los que interviene el sistema). Por primera vez se incorpora el azar y el desorden como elementos del conocimiento. En la teoría clásica el observador tiene asignado un rol externo al sistema, interviene en el ecosistema para conocerlo y como consecuencia, estudiar las estrategias de dominación, como estadio previo a su explotación, conservando vivo el espíritu depredador. En el paradigma moderno el observador empírico entra dentro del ecosistema para conocerlo y cooperar con él; cambia el espíritu depredador por el espíritu cooperador. De esta forma se invierte la lógica: pasamos de las reglas de una lógica competitiva dictada por las pulsiones del instinto, a una lógica cooperativa y solidaria producida por la dialéctica de la ética, la estética, la pasión y la razón. Los nuevos paradigmas abren la opción a una relación simétrica: se puede hablar como "tú" y "yo", y no como "ello" y "eso". Una nueva forma de mirar, de ver, de decir y de hacer. Desde los nuevos paradigmas, más pragmáticos que lo que los pragmáticos reproductores del sistema instituido llaman pragmatismo, lo abstracto que tantos triunfos ha obtenido en la historia científica, dejará de tener valor absoluto y se relativiza en función de la observación, la experimentación y la cooperación.

En los nuevos paradigmas el proceso de conocer, de comprender, de reflexionar y de aplicar se complejiza. Maturana y Varela proponen comprender como el sujeto y el objeto se predeterminan: "... al estudiar de cerca el fenómeno del conocimiento y nuestras acciones surgidas de él, es que toda experiencia cognoscitiva involucra al que conoce de una manera personal, enraizada en su estructura biológica, donde toda experiencia de certidumbre es un fenómeno individual ciego al acto cognoscitivo del otro, en una soledad que (como veremos) solo se trasciende en el mundo que se crea con él."

Se habla en los paradigmas holísticos y de integralidad del método transductivo que funde la teoría (modo de conocer) y la empiria (lo que hay que conocer). Es un razonamiento lógico de reflexión con que pretende alcanzar la información de la "Unidad obser vada" desde la "Unidad del observador". En el conocimiento y en la comprensión interviene el sujeto que conoce y el objeto que pretende conocer. En el paradigma clásico, el sujeto se posiciona ante lógicas cerradas deductivas e inductivas. Ninguna de estas dos posiciones conduce a un razonamiento reflexivo, ni aportan la información necesaria para conocer el "objeto". La teoría base de la lógica deductiva trata de acercarse el "objetounidad" desde una posición (deductiva) más alta, propia de la teoría, dejando del lado la lógica que impone el objeto que observa. La lógica inductiva trata de acercarse al "objeto-unidad" desde una posición inferior, propia de la capacidad limitada del observador que prescinde de la teoría. El resultado es un cierre entre lo que debe ser y lo que en realidad puede ser (lógica determinista). En el método transductivo el sujeto se sitúa en una posición de sujeto reflexivo en situación de observar. Para ello tiene que ser consciente de que lo que trae entre manos, es decir, de lo que tiene en la mente; no vale actuar por dictados externos, sino por operaciones reflexivas (siempre relativas, siempre inacabadas, aproximativas) elaboradas en procesos ónticos en constante interacción con procesos 54


epistémicos, sensitivos, estéticos, afectivos, místicos y éticos, de información externa de que dispone la teoría, añadiendo así la propia información que emerge en las operaciones de invención, resultante de esa interacción transductiva del sujeto y objeto. El resultado final serán invenciones o creaciones abiertas a nuevas observaciones. En este proceso se abren nuevos campos y nuevas opciones. De esta manera los nuevos paradigmas abren nuevas posibilidades para que el sujeto, que vive indefectiblemente en sociedad, determine su elección. Maturana y Varela nos clarifican este horizonte. "Nosotros tendemos a vivir un mundo de certidumbre, de solidez perceptual indisputada, donde nuestras convicciones prueban que las cosas sólo son de la manera que las vemos, y que lo que nos parece cierto no puede tener otra alternativa. Es nuestra situación cotidiana, nuestra condición cultural, nuestro modo corriente de ser humanos". Dicho de otra manera: la humanidad padece ceguera. Padecer ceguera, según Von Foerster, no solo es no ver, sino que además es "no ver que no vemos". Este es el problema que estamos llamados a resolver. No podemos seguir pensando que individualmente podemos dominar el mundo y hacer sociedades con nuestras certidumbres, el mundo vivo nos invita a vivirlo (donde se vive) en busca de probabilidades, de aproximaciones a certidumbres colectivas; entre el orden y el desorden, abiertas a la complementariedad de la verdad. El hecho de estar obligados a vivir en la interacción del orden y el desorden tanto biológico, físico como social, nos obliga a inventar en cada momento cómo construir y mejorar el sistema social, para vivir un proceso dinámico que responda al movimiento orgánico que es la Vida. De lo que trato aquí no es de abolir simplemente un sistema y reemplazarlo por otro, sino de que el sistema sea el mejor de los posibles. Un sistema bueno y complejo es el que ayuda a la naturaleza a las sociedades a autodesarrollarse y auto-determinarse en la Vida querida por esa sociedad o clectividad humana que vive en cuerpos territoriales concretos; un sistema inapropiado, malo y simple es el que destruye con evidente violencia la Vida de la naturaleza y las sociedades.

En los sistemas sociales asimétricos lo que es certidumbre para unos es incertidumbre para otros: efectos de la desigualdad. En esa conducta está implicada la lucha: hay una guerra dialéctica (la única aceptable) y otra guerra sin palabras, la palabra la tienen las armas. Tanto la guerra dialéctica como la armada pueden ser a pequeña escala (local) o a gran escala (entre naciones). El ser humano aún no ha aprendido a vivir como ser inteligente, por eso persiste en mantener la guerra permanente. Para aprender a vivir como seres inteligentes tenemos que conocer y comprender nuestra finitud y darnos cuenta qué debemos ampliar las capacidades y libertades para construir claros valores éticos, sociales, económicos, políticos, ambientales, espirituales, y que esta es una tarea siempre inacabada, constante, dinámica y, como nos dice Morin de alta complejidad en las sociedades. La sociología tradicional, para explicarse y construir las sociedades, trabaja sobre lógicas comparativas estáticas, basada en concepciones del paradigma científico/positivista de las ciencias sociales. Los dispositivos técnicos reducen la sociedad a indicadores y éstos a índices. Al final todo se reduce a números y así la singularidad se reduce a residuo marginal, la minoría sin mando no se tiene en cuenta. Por eso se puede hablar de inferencia y de generalidad empíricas. En estadística poder generalizar implica una buena cosa y poder inferir con certeza implica incluir la mayoría. Pero la limitación de todo este análisis estadístico es que los datos producidos mediante una investigación con este método, en un sistema abierto como lo son las sociedades, no tendrían más que un instante de vigencia y por tanto una aproximación limitada a la verdad. Por eso mi insistencia en que la ciencia es una forma de llegar al conocimiento, pero no es la única vía del conocimiento. No todo el conocimiento pasa por la ciencia. En las ciencias sociales hay que incluir el acto de comprender en la ciencia. El hombre no es reducible a sólo conocer a través de lo que la comunidad de científicos reconocen como ciencia. Sin embargo, es la ciencia, como método de producir verdad, es también la que ha contribuido, entre otras formas de entendimiento, a comprender los 55


mismos acercamiento que sobre el mundo han hecho los métodos autoritarios y místicos que se han tornado en dogmáticos y no pocas veces violentos.

realidad y servir como "linterna" para observar, entender y solucionar situaciones vitales. En esta empresa están incluidas todas sus acciones.

El problema de los paradigmas científico racionalistas en las ciencias sociales es creer que son la única, absoluta y verdadera interpretación de lo real que sucede en la sociedad, así como creer en la "objetividad plena" y que no tienen cargas ideológicas. Las ciencias, sin duda, tienen como piso ideologías, ellas son parte de la realidad que estudian.

"La diferencia entre el modo de tener y el modo de ser en la esfera del conocimiento se expresa con dos fórmulas: Tengo conocimiento y conozco. Tener conocimiento es tomar y conservar la posesión del conocimiento disponible (la información); conocer es funcional y solo sirve como medio en el proceso de pensar productivamente".

La intervención de la ciencia sociológica, requiere que el científico se implique y se haga responsable de las consecuencias que genere con sus análisis. Albert Einstein (1879-1955) que vivió informado de los efectos de la ciencia mal aplicada, por ejemplo con la utilización de la bomba atómica en la Segunda Guerra Mundial, comprobó que la ciencia no es una "virgen pura", y que está a disposición de los gobiernos más poderosos del mundo. Y aprendió que la ciencia no se puede poner a disposición de los sujetos que mueven y concentran los hilos más poderosos del poder.

Postulo y me hace sentido sigamos trabajando por ser sujetos reflexivos, pensantes y comprendedores en la construcción de un mundo querido y deseado por todos. Sin este sujeto y con la densidad especulativa que muchos de nosotros desatamos y mantenemos la tierra y el futuro del mundo seguirá siendo como el presente: muy parecido a un desastre. En la lógica de los sistemas sociales vigentes el sujeto inteligente puro, como lo postula el racionalismo científico, no tiene sitio.

Morin, defensor y constructor del nuevo paradigma, postula una ciencia con consciencia y una consciencia con ciencia. El conocimiento -siempre- es limitado. Si esto es así, siempre existirá el desconocimiento, l a i n c e r t i d u m b re, l a a p roxi m a ci ó n y l a complementariedad. Es cierto que el conocimiento necesita estructuras teóricas para intervenir guiado por la información que éstas aportan, pero no es menos cierto que el conocimiento está condicionado a la evolución, a los contextos, a la dinámica de los conflictos y a la manera como las sociedades y colectivos humanos los dirimen, está sujeto a las culturas y sus inter-relaciones, hoy más que nunca en un mundo globalizado; el conocimiento está sujeto a los sentidos de la vida a las espiritualidades y cosmovisiones; en fin… a un complejo y amplio abanico de variables que lo impactan y determinan. Precisamente ese es el verdadero valor de la ciencia, que en medio de la complejidad de variables en donde está implicado, provoca comprensiones, an´slisis, ideas aproximadas de lo que se vive, para aportar a la evolución de la comprensión de esa 56


CAPITULO III

ECOESPIRITUALIDAD, UNA APUESTA POR LA VIDA

"La política y la técnica están sometidas a la ética, y la ética a su vez demanda una espiritualidad y una mística. De no ser así la ética se transforma en una moral del orden alcanzado y establecido y degenera fácilmente en el moralismo. Cuando nos referimos a espiritualidad y a mística aludimos a esas visiones globales que fundan convicciones poderosas que nos dan la fuerza y entusiasmo interior para definir un sentido para la vida y encontrar un significado al universo entero. Solo una mística y una espiritualidad sustentan la esperanza más allá de cualquier crisis y hasta frente a una eventual catástrofe del sistema-Tierra".

L. Boff y Frei Betto.

0. De la preocupación a la ocupación Ecoespiritual de la Vida

Dejé fluir en mí otra posible comprensión y me descentrarme de mi "zona de comodidad", de mis seguridades ideológicas y de mis creencias más sólidas para pensar y meditar una intuición que ronda en mi interior y en las relaciones que sostengo con algunas personas sobre la espiritualidad de la Vida.

Un poco haciendo caso omiso de mis aprendizajes de los últimos diez o quince años en los que vengo acercándome y buscando una visión más integral de la vida que se encarne en cambios y transformaciones en mi vida personal, familiar, colectiva y social. Todos estos cambios como expresión no solo de la dinámica misma de la Vida, sino como procesos necesarios para transformar mi vida y aportar a los cambios que son necesarios para que en mi propio ser, en mi entorno próximo, en mi país y en el mundo que habito, logremos dar pasos concretos hacia el reconocimiento de las diferencias y riquezas pluriculturales y pluriétnicas, hacia la construcción de una economía cuyo fin no sea el crecimiento del capital sino el desarrollo humano en una relación equitativa y solidaria con las demás especies y criaturas del universo; y hacia una espiritualidad que verdaderamente nos haga más profundamente amorosos con nuestros semejantes y con la naturaleza cósmica. 57


Un poco haciendo caso omiso de mis aprendizajes de los últimos diez o quince años en los que vengo acercándome y buscando una visión más integral de la vida que se encarne en cambios y transformaciones en mi vida personal, familiar, colectiva y social. Todos estos cambios como expresión no solo de la dinámica misma de la Vida, sino como procesos necesarios para transformar mi vida y aportar a los cambios que son necesarios para que en mi propio ser, en mi entorno próximo, en mi país y en el mundo que habito, logremos dar pasos concretos hacia el reconocimiento de las diferencias y riquezas pluriculturales y pluriétnicas, hacia la construcción de una economía cuyo fin no sea el crecimiento del capital sino el desarrollo humano en una relación equitativa y solidaria con las demás especies y criaturas del universo; y hacia una espiritualidad que verdaderamente nos haga más profundamente amorosos con nuestros semejantes y con la naturaleza cósmica. En esta búsqueda traigo a colación algunas conversaciones que sostuve con colegas y amigos sobre la espiritualidad en relación con el desarrollo. Dos opiniones me dejaron impactado un sociólogo que me dijo: "mira está muy interesante esa relación entre sociedad, cultura, espiritualidad y medio ambiente, es fundamental estudiarla, pues allí existen algunas vetas para seguir buscando el tipo de modelo social, económico y político que necesitan sociedades como las nuestras en medio del conflicto armado y social; sin embargo, eso de la espiritualidad de la sociedad es un asunto más bien como moralista, como religioso, como que no viene al caso, eso no es ciencia, sino un asunto subjetivo e íntimo de las personas, eso no es coherente trabajarlo a un serio cientista social; eso es un tema aparte para mirarlo en otros escenarios no científicos." La otra fue opinión fue la de un amigo, curiosamente sacerdote y al mismo tiempo cientista social con muchos años de experiencia, él me dijo: "usted qué hace hablando de territorio, de procesos sociales, de medio ambiente, si los teólogos y filósofos no sabemos de eso, que hablen de eso los que han estudiado eso".

Atendiendo a las reacciones de estos amigos opté por hacer una reflexión acompañándome de las experiencias de autores como F. Capra con su trabajo del paradigma de la "visión sistémica de la vida" y de la "ecología profunda", pues creo que esta me da la posibilidad de expresar la interrelación que existe entre los grandes componentes de la Vida: la naturaleza cósmica, los sujetos (individuales/sociales) y la dimensión espiritual, con el fin de aproximarme a una comprensión y una vivencia de lo que puede voy a llamar ECOESPIRITUALIDAD. A propósito, unas palabras de F. Capra y otras de L. Boff, que me afianzaron para avanzar en esta búsqueda, fueron las siguientes: "A principios de los ochenta, cuando escribí The Turning Point, la nueva visión de la realidad, que con el tiempo debería reemplazar en diversas disciplinas la visión del mundo cartesiano y mecanicista, no estaba bien articulada, ni mucho menos. Denominé entonces visión sistémica de la vida a esa formulación científica, lo que la relacionaba con la tradición intelectual del pensamiento sistémico, y argumenté asimismo que la escuela filosófica de la ecología profunda, que no distingue entre humanos y naturaleza y reconoce el valor intrínseco de todo ser vivo, podía proporcionar el contexto filosófico, e incluso espiritual, ideal para el nuevo paradigma científico. Hoy, veinte años más tarde, sigo manteniendo esa 50 opinión". "El modelo de sociedad y el sentido de la vida que los seres humanos proyectaron para sí, al menos en los últimos 400 años, está en crisis… En este contexto dramático se está haciendo una llamada a la ecología radical o profunda… Lo que ellas pretenden es discernir la cuestión fundamental: que la crisis actual es una crisis de la civilización hegemónica. Quiere esto decir que es la crisis de nuestro paradigma dominante, de nuestro modelo de relaciones más determinante, de nuestro sentido de vivir preponderante. ¿Cuál es el sentido primordial de las sociedades mundiales hoy? Ya lo hemos dicho: es el progreso, la prosperidad, el crecimiento ilimitado de los bienes materiales y servicios… El 58 50

CAPRA, Fritjof. Las conexiones ocultas. Ed. Anagrama. Barcelona. 2002. Pág. 17


que ha n pro d ucido el i nd ust ria l i s mo, la informatización y la robotización. Estos instrumentos no han surgido por pura curiosidad sino de la voluntad de poder, de conquista y de lucro". - Por el contrario, la ecología- es un saber acerca de las relaciones, interconexiones, interdependencias e intercambios de todo con todo, en todos los puntos y en todos los momentos… Esta evocación de la ecología pretende ser una vía de redención ¿cómo sobrevivir juntos, seres humanos y medio ambiente, dado que tenemos un mismo origen y un mismo destino común? ¿Cómo salvaguardar lo creado en 51 justicia, participación, integridad y paz?

Recuerdo como una de las primeras críticas a este tipo de trabajos, donde nos expresamos desde la experiencia personal o colectiva y muchas veces con pocas citas de reconocidos científicos, es que estos carecen de fundamento teórico, de aparato crítico y, por tanto, ni son válidos académicamente ni son aceptados en las tesis de grado ni en las revistas científicas, a no ser que vengan firmados por aquellos que primero les ha tocado hacer una larga escuela de reconocimiento científico objetivo y luego, con esos pergaminos, todo lo que quiera expresar se lo publican o lo visibilizan por cualquier medio.

Desde el momento que leí estas dos meditaciones, coincidí con la profundidad de su mensaje y entendí mejor que yo no quería continuar alimentando esa visión racionalista, especializada y fragmentada del mundo, ni mucho menos hacer este trabajo para acreditar un esfuerzo académico, sino que mi deseo y pasión, mi Chifladura, es testimoniar una manera, una forma, un sentido o una opción profunda e integral de VIVIR LA VIDA, haciéndome responsable de mi propio ser (del cual soy el único responsable); por eso, sigo en este apasionante desafío de buscar e s e s e n t i d o q u e e s t oy i n t e n t a d o l l a m a r Ecoespiritualidad.

Mi intención no es hacer reclamos de que no me han publicado suficientemente mis trabajos, no faltaba más, sin embargo si deseo decir que en mi tesis de maestría en desarrollo rural fue casi imposible que los jurados me aceptaran un capítulo sobre mi experiencia personal en el tema que investigué alrededor de las alternativas de vida económica de las mujeres cabeza de hogar migrantes y desplazadas en los de los barrios populares en Cartagena de Indias en Colombia; al final mi director de tesis, el Profesor Santiago Rojas y yo tuvimos que batirnos con argumentos más allá de lo necesario, para que este capítulo fuera aceptado y me dejaran graduar. Así, hay muchos ejemplos de cómo la visión científica de la objetividad académica, determina qué es y qué no es verdad, qué es y qué no es la realidad, qué es y que no es legítimo proponer, qué es y que no es posible cambiar o transformar.

Igualmente por eso lo escrito en este texto es el intento de aproximarme a la experiencia de meditar l o q u e s i g n i f i c a vi t a l m e n t e p a ra m í l a Ecoespiritualidad, guiado por algunas personas que ya han caminado por los paradigmas de la complejidad, y expresar unas sencillas pero bien trabajadas ideas, sobre la interrelación arriba expresada, y cómo esta interacción siento que debe tener como fundamento un sentido de fondo que estoy denominando "ecoespiritualidad de la Vida". Para mí esta tarea es todo un reto. Más aún cuando hice conciencia de que la idea es hablar en primera persona del singular, lo que ha sido siempre un atrevimiento en ciencias sociales y humanas. El miedo a ser nosotros mismos, a decir a lo que pensamos desde la individualidad subjetiva, y a que nos acusen de subjetivistas y de carentes de objetividad, siempre nos lo han mostrado como un gran error científico.

Por eso, mi propuesta para este tercer capítulo de mi Chifladura personal, que intenta exponer lo que considero lo central de mi mensaje, tiene como primer punto la exposición sobre cómo estoy sintiendo y comprendiendo una apuesta de fondo para comprender y vivir la Vida, en relación igualmente con mi entorno próximo de Colombia, especialmente asociándolo a la insostenibidad y la crisis del desarrollo actual y los sentidos espirituales en juego. Para un segundo punto del escrito propongo una especie de hipótesis en la que quiero entrar a afirmar cómo siento y comprendo la interrelación que estoy meditando entre sociedades, culturas y naturaleza; 59

51

BOFF, Leonardo. Ecología: grito de la tierra, grito de los pobres. Ed Trotta, S.A., Tercera edición 2002. Págs. 14-17, 21.


y así mismo, cómo he venido haciendo conciencia de que esta interrelación es sostenible en la medida en que ella se fundamenta en la profundidad de los sentidos espirituales de la Vida. En tercer lugar, quiero expresar algunas ideas sobre la propuesta de D. Peat, en su libro Sincronocidad, pues me parece iluminador para la interrelación que nos ocupa; teniendo en cuenta que Peat expone, con exquisita profundidad, cómo somos y estamos hechos, tanto los seres humanos como toda la naturaleza, de un mismo "patrón original" de una "misma fuente de origen", lo cual nos debe llevar a una nueva relación entre materia y espíritu, y esto a la vez puede derivar, en mi opinión, en una nueva relación entre sociedades, culturas y naturaleza, superando la división y el rompimiento entre materia y conciencia / experiencia espiritual. Finalmente, en un cuarto aspecto, considero oportuno expresar algunas ideas sobre qué significa y porque la importancia de mostrar la ecoespiritualidad en nuestra actual sociedad capitalista e individualista, centrada en el crecimiento económico y no en el desarrollo integral de los seres humanos y las demás especies; porqué esta sociedad ha generado y está generando mutaciones éticas y espirituales que inciden de manera profunda en la desigualdad social, en el crecimiento de la concentración de riqueza, en la ampliación de la pobreza, en la violación de los derechos humanos fundamentales y en el rechazo, relativismo e indiferencia frente a la responsabilidad que tenemos con la colectividad social.

1. ¿Cómo siento y comprendo la insosteniblidad de la Vida y la propuesta de la Ecoespiritualidad desde mi experiencia personal aquí y ahora en l a re a l id a d c o l o m bi a n a d o n d e vivo ?

Para muchos de nosotros el actual modelo de desarrollo dominante ha generado altos niveles de insostenibilidad de la Vida, distorsionando y enajenando la relación esencial que existe entre todas las especies de la naturaleza, y de ellas con las culturas, con su reproducción de saberes y su producción económica. Pero sobre todo, este desarrollo hegemónico ha separado, mediante una comprensión equivocada de la materia y del espíritu, a la naturaleza y al universo de los sentidos profundos de la cognición sobre la Vida que tienen las especies y de la conciencia espiritual que han tejido los seres hu ma nos c o n s u entorno f í s ic o y so cia l. En este proceso cada vez más impactante de la insostenibilidad de la vida como dice L. Boff "el ser más amenazado de la naturaleza hoy en día es el 52 pobre" . A pesar de los esfuerzos de la estadística social y de los estudios de los indicadores econométricos por mostrar otra realidad, actualmente más de las dos terceras partes de los más de seis mil millones de seres humanos, viven en estado de pobreza y los grandes capitales se concentran en un pequeño número de personas y familias del mundo son aterradores. Al parecer tres mil millones de personas tienen una alimentación insuficiente y sin embargo el mundo produce 12 veces más alimentos que los necesarios para nutrir muy bien a toda la población mundial. Algo más de 60 millones de seres humanos mueren anualmente de hambre y más de 14 de millones de jóvenes de menos de 15 años de edad mueren anualmente como consecuencia de enfermedades derivadas del hambre.

60 52

Ibid, L. Boff, págs 13 - 14


En este contexto, los dineros destinados a la solidaridad y cooperación mundial, por parte de los países "desarrollados", se acercan con dificultad al 1% del PIB anual, y los EE.UU., uno de los países más ricos y poderosos del mundo solamente destina un 0.15% de su PIB a la cooperación internacional para ayudar a calmar los factores de pobreza más urgentes a las personas que padecen grandes necesidades, pero no aplica un solo dólar para ayudar a resolver el verdadero problema: la desigualdad, la inequidad, la violación estructural de los derechos humanos, derivado del modelo de desarrollo económico basado en el crecimiento de capitales. Desde otro ángulo, en este modelo de desarrollo las demás especies de la naturaleza están experimentando amenazas y situaciones igualmente nefastas. "Se afirma- dice L. Boff- que entre el año 1500 y 1850 presumiblemente se eliminó una especie cada 10 años, y que entre 1850 y 1950 una especie por año; y que actualmente, en las dos últimas décadas se pueden estar desapareciendo una especie por día. Este desarrollo, concluye Boff, es una máquina de matar dirigida contra la vida 53 bajo sus más variadas formas" . Pero no solo veo que la desigualdad, la inequidad y la máquina de muerte del desarrollo actual ha desatado la insostenibilidad material de la vida para todas las especies, las sociedades y las personas; el proceso no se detienen en esta dimensión. Es innegable el deterioro global de las relaciones entre las personas, el modo de hacer sociedad se basa en el individualismo y el consumismo que provoca el mercado de los sentimientos y necesidades de las personas mercancías. La producción y en general los procesos económicos y políticos están en manos de la avaricia, del egoísmo y de la preservación del crecimiento del capital; el ser humano, incluso la clase dominante o elite del mundo, debe estar a su servicio. La mutación de valores es evidente; la ética económica y política se reduce a su más mínima expresión y solo se usa para reconocer de manera distorsionada que la economía debe darse en el escenario de la "libre competencia" y del "libre mercado".

Hoy estamos más que nunca lejos de respetar y enriquecer los saberes de los pueblos, sus tradiciones culturales, sus acumulados éticos de responsabilidad y la fecundidad de una espiritualidad que fundamente los grandes valores, sentidos y explicaciones profundas de la vida. Entrando en un análisis de esta situación, hace unas pocas décadas la contaminación del ambiente, el tratamiento y las escasez de los recursos naturales, la desigualdad y la pobreza, la gestión administrativa de los medios y condiciones de vida, así como la vida sana y la relación de estas dimensiones de la vida con las tradiciones culturales, los valores éticos y espirituales de los pueblos, eran aspectos y problemas cuya solución pertenecía a campos particulares y aislados del saber científico, tecnológico o de las ciencias humanas, según fuera el caso. Estoy convencido que hoy, cada día más, dada la dinámica del crecimiento económico, de la desintegración de los sentidos de vida, de los altos niveles de contaminación, de la pobreza de millones de seres humanos y el impacto que esto ha ocasionado no sólo por la degradación de la naturaleza sino de los valores éticos y espirituales en las sociedades y en el mundo global; repito estoy convencido, que existe una "encrucijada crítica del modelo de desarrollo" y que este nos toca a todos como sujetos individuales, como comunidad social y cultural y al medio ecológico como organización ecosistémica. Nadie se puede escapar de esta situación ni nadie es inocente de ella. Todos por participar en esta crisis de manera directa o por hacer caso omiso de la misma situación, está llamado a poner su aporte de manera urgente y con un claro sentido de la responsabilidad ética y como despliegue de su ser profundamente fecundo y libre, es decir, profundamente espiritual. Por eso creo que, cualquier ciencia, tecnología, ideología, creencia religiosa, tradición espiritual o saber tradicional, que intente desde sus propias fuerzas, propuestas y condiciones, apropiarse de la tarea de dar respuesta a la globalidad del problema de la "encrucijada de la crisis del modelo de desarrollo", solamente creará una vana e ilusoria solución. 61

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Ibid, L. Boff, págs 13 - 14


Por tanto, el esfuerzo por comprender el "desastre del actual desarrollo" en medio de los evidentes avances tecnológicos, nos plantea el reto de generar una conciencia diferente sobre la vida, una conciencia lúcida, responsable, abierta a la búsqueda de un sentido profundo sobre nuestro papel como especie humana, pues somos, compartimos y pertenecemos al universo. De esta manera creo que una de las primeras tareas que debemos emprender para comprender a fondo las causas y consecuencias de la insostenibidad de la vida, producida por el actual modelo de desarrollo, es buscar alternativas complejas de manera conjunta y con sentido de responsabilidad entre las ciencias naturales, tecnológicas, interpretativas y desde los saberes tradicionales de los pueblos; teniendo como interlocutores válidos y reconocidos a las demás especies con su saber (inteligencia) y el saber de la evolución del universo en general. Es decir, teniendo a la naturaleza, y todas sus especies, como la maestra en la construcción de la vida. Buscando caminos para la construcción de alternativas frente a la encrucijada crítica del desarrollo, encontré que algunas corrientes de ecologistas y ambientalistas, preocupados por ésta crisis, han ofrecido una pista básica general para la reflexión y la acción, que puede aportar en la comprensión ecoespiritual de la Vida, de tal manera que los enfoques radicales y contradictorios no se desvíen en una "guerra" de argumentos teóricos encubridores de intereses económicos y políticos aumentando la ya crítica situación del desarrollo actual. Esta pista dice así: "Alrededor de la crisis ambiental - que como vimos en el primer capítulo es una crisis espiritual del modelo de desarrollo actual- se hace necesario pensar globalmente y actuar localmente, así como 54 también actuar globalmente y pensar localmente" A lo que agrego, si este pensar y este actuar, tanto local como global, no se hacen desde la profundidad de una espiritualidad que convoca a la unidad materia/espíritu, el pensar y el actuar, no tendrán el sabor profundo que se necesita para construir un sujeto individual y colectivo responsable, creativo,

sensible y gratificante para conjugar con la evolución de la Vida. Quiero, de otra parte, expresar en estos momentos que esta meditación escrita, lo estoy elaborando desde las experiencias de trabajo realizado con las comunidades campesinas, negras e indígenas con las que he compartido mi ser y mi vida durante los 33 años que llevo en esta hermosa y a veces dura lucha: los amigos/as de la Unidad Campesina en Garzón (Huila), a la Escuela Nacional Campesina que durante 17 años trabajamos con los compañeros/as de trabajo del Instituto Mayor Campesina -IMCA de Buga-Valle), de la Fundación San Isidro (Duitama), al Movimiento de Comunidades Campesinas Cristianas de Colombia, a las compañeras/os de Fe y Alegría en Cartagena de Indias, a los campesinos/as en la región sur y del norte del departamento del Caquetá, a las comunidades afros de Guapi y San Antonio del Guajüí, a los pobladores del Magdalena Medio colombiano, los colegas del trabajo en el Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep), la Universidad Javeriana, organizaciones colegas, así como las organizaciones populares y religiosas cristianas católicas femeninas y masculinas, y muchos otros/as que me han enseñado a valorar la vida desde el fondo, a resistir creativamente en medio de la adversidad, a llenar mi corazón y mi mente de esperanza y a fortalecer mi espíritu para seguir creyendo en el cambio, en la transformación profunda de la sociedad y de las personas para construir la equidad, la justicia, el desarrollo humano, la coexistencia con las demás especies del cosmos y el sentido espiritual de la existencia, en medio de un conflicto social armado como en el que todos tenemos responsabilidad en Colombia. Teniendo como referente este diverso y rico grupo de interlocutores, mi Chifladura se enriquece y va tomando la forma que quiero, es decir se va tornando viva en la medida que expone lo que pienso y vivo como experiencia espiritual, hecho con esfuerzo por hacer una conversación pedagógica y didáctica sobre un camino para vivir el paradigma de la Ecoespiritualidad de cara a responder la "encrucijada crítica que vivimos como desarrollo, para generar Vida esperanzadora y abundante. 62

54

Ver: WILCHES, Gustavo. La Letra con risa entra.


Para empezar esta meditación quiero plantear esta pregunta de fondo: ¿Cómo se originó en nuestro mundo este tipo de desarrollo que está terminando en una propuesta que si bien hace aportes importantes al desarrollo de la vida es al mismo tiempo tan potente en destruir la Vida del planeta y posiblemente del Universo? Desde el capítulo primero de esta meditación, he insistido en que para comprender y desatar esa gran pregunta debemos tener clara conciencia de que el mundo pasó a ser dominado, en menos de cuatro siglos, pero de manera radical y dramática en el último siglo, un proceso que dio el salto del paradigma de la naturaleza orgánica y regida por comprensiones religiosas en el siglo XV y XVI, a la "civilización" de la naturaleza manejada por la capacidad racional, científico/tecnológica y centrada en el crecimiento económico entre los siglos XIX, XX y XXI. Pero a pesar de este cambio tan profundo y radical en la comprensión y vivencia de la Vida, no todos los seres y especies de este mundo estamos satisfechos, ni incluidos ni convencidos de que ese cambio a la racionalidad científico - tecnológica y economicista haya dado frutos convenientes para que la Vida vaya cuidando y mejorando su plenitud de Unidad Total. La historia "no oficial" cuenta que desde los albores de la primera "revolución industrial" en el siglo XIX, se levantaban voces de diverso volumen que alertaban, no sin reservas o incluso a veces de manera radical, sobre las limitaciones que implicaba el modelo la aplicación del paradigma científico-tecnológico y las consecuencias nefastas de su aplicación sobre los limitados patrimonios naturales (propuesta de los fisiócratas), así como también sobre las relaciones sociales, los medios y las condiciones de producción (Marx y Engels). Muy a pesar de estas primeras críticas, todas ellas basadas en diversas corrientes del espíritu del pensamiento alternativo sobre la relación democrática y horizontal entre los seres humanos y de ellos con la naturaleza, la producción, la economía y la riqueza, estas críticas no prosperaron. Incluso, algunos de estos críticos, como es el caso de las corrientes marxistas de izquierda que desarrollaron economía

centralizadas inspiradas en el marxismo-leninismo entraron en la misma competencia por el poder económico mundial. Un hecho que muchos han indicado como el anuncio del desastre actual de la concentración de la riqueza y la profundización de la pobreza y la exclusión, y que he denominado en este texto la crisis del espiritual del desarrollo hegemónico, fue la Gran Depresión económica de finales de la tercera década del Siglo XX. A partir de este momento también se empieza a gestar una vigorosa crítica en torno a la crisis ambiental, social y cultural, generada, en el fondo por el modelo de desarrollo de los países industrializados del mundo en cuya base está el paradigma científico tecnológico de la modernidad. Este paradigma producto de la cultura occidental dominante, así como tiene sus propios fundamentos filosóficos, morales, éticos, políticos y económicos, también tiene sus correspondientes fundamentos y principios espirituales. Y es aquí donde quiero adentrarme en esta meditación. Para el paradigma científico/tecnológico racionalista, Dios, o el Creador, es una energía de Vida que todo lo domina, es un Ser muy superior que está fuera del mundo. Él vive en otro mundo, es un ser que lo juzgará todo al final de los tiempos; es un "Dios inmaterial", la materia para este Dios es una cosa imperfecta, está contaminada, Dios por lo tanto no se encarnó en la naturaleza humana y si lo hizo, la materia que utilizó era de características muy diferentes y especiales. Est a es pi ri t u a l id a d a u t o ri t a ria, ver t ic a l y antidemocrática, regida por un "Dios" soberano, autócrata, juez, y gran pensador déspota, que está por encima del mundo, lejos de la materia y la energía del mundo, que lo crea todo pero que luego de crear hace esclavos; ese "Dios", es un tipo de "Dios" creado para un tipo de sociedad que se legitima en los marcos del autoritarismo, de la democracia controlada, disfrazada, es una espiritualidad que legitima una economía donde el ser humano, hecho a imagen y semejanza de ese "Dios", tiene derecho sobre la materia imperfecta que Él mismo creó para que el hombre (no la mujer, 63


muy poco se la nombra en esa teología), con inteligencia y razón la perfeccionara. Según esta espiritualidad, en este ejercicio de perfeccionamiento todos tenemos las mismas oportunidades y capacidades, entonces todos podemos entrar en una "sana competencia" basada en la libertad de co-crear con ese "Dios" el mundo. Esta espiritualidad, con este tipo de "Dios", legitima sistemas económicos, políticos y sociales basados en la manipulación de valores fundamentales de la Vida humana y de las demás especies; genera procesos históricos de desigualdad, de injusticia y de mutación de valores fundamentales como: la libertad, la solidaridad, la justicia, la verdad, la belleza, la felicidad, etc. De esta manera, la espiritualidad así entendida, utiliza concepciones y expresiones que aparecen como claras y trasparentes pero realmente son ambiguas y contradictorias, tales como: "liber tad de empresa", "liber tad de competencia", "libertad de capitales", "libre comercio, o zonas y tratados de libre comercio", "verdad condicionada", "verdad relativa", "justicia diferenciada", "justicia condicionada", "ayuda o solidaridad humanitaria para las emergencias". Pero detrás de este tipo de espiritualidad se esconde también una concepción de humanidad (una antropología) que llama Boff, "imperial y antiecológica vigente en los sueños, proyectos, ideales, intuiciones y valores actuales: el antropocentrimo", esta concepción muy arraiga en el paradigma racionalista, continua afirmando Boff, lee "todo en la historia de 15.000 millones de años (de humanidad), como si el único fuera el ser humano, hombre y mujer. Por consiguiente, todo culmina en él. Nada tiene valor intrínseco, nada posee alteridad y sentido sin él. Todos los seres están a su disposición en orden a realizar sus deseos y proyectos. Son de su propiedad y dominio. Él se siente por encima de las cosas y no al lado con las cosas -con las demás especies y seres del cosmos-. Se considera como un ser aislado y único (especial, rey del universo), fuera de la naturaleza y por encima de ella. Con arrogancia 55 se puede dispensar de respetarla" .

Por eso, considero que hoy, a comienzos del siglo XXI, la crisis del ambiente ha visibilizado también la crisis espiritual de la humanidad, al comprometer no sólo el asunto de la escasez de los patrimonios naturales y físicos, ni solamente el problema de la conservación de los mismos, la situación es más complicada; se trata de que está en juego como nunca antes la misma existencia de la existencia de la Vida Total en el planeta. Por eso, también creo que los movimientos sociales de carácter ambiental, las organizaciones populares de diverso tipo, las ONGs, la academia, los Estados, las organizaciones internacionales como la ONU y las reuniones mundiales sobre el medio ambiente, a pesar de estar levantando diversos análisis y postulando soluciones encontradas y contradictorias alrededor de la llamada "crisis medio-ambiental", estas alternativas no tendrán su efectividad sino existe un cambio profundo de la conciencia humana, de las disposiciones, sentidos y significaciones de fondo de los seres humanos en sus relaciones y de los seres humanos con las demás especies vivas y con todos los seres del mundo y del Universo. Es decir, el mundo no será viable sino los seres humanos no tenemos una nueva conciencia, una nueva epistemología y un nuevo sentido espiritual que nos sa cu d a a l os seres hu ma n os d e nu est ro antropocentrismo y androcentrimos (el género mascu l i no c ent ro y d o m i nad or d e to d o ) . Para entender cómo los seres humanos nos hemos convertido en el centro y en los dominadores sin límite del mundo, algunos autores contemporáneos me han ayudado a entender, desde una clave histórica-estructural, el proceso cultural de Occidente, como la hibridación (o mezcla) no secuencial de tres concepciones simbólicas que tienen su correlato en la forma como se vive la espiritualidad en los sujetos personales y colectivos en las culturas especialmente occidentales. En parte, estas tres concepciones ya las expresé en el primer capítulo, pero lo que deseo mostrar es como ellas, además de ocuparse de la relación naturaleza, sociedad y cultura, expresan igualmente una espiritualidad (correlato espiritual) que enfoca la Vida por sentido diferentes y contradictorios a lo que intuyo que es una ECOESPIRITUALIDAD de la Vida. 64

55

Ibid, L. Boff, págs 93-94


En primer lugar una concepción orgánica de la naturaleza de la época pre-moderna (Siglo XV-XVI) con un correlato espiritual religioso teocéntrico y de moralismo casuístico. En segundo lugar, un concepción capitalizada de la modernidad (Siglo XVIII-XX), en donde la pérdida de la relación fe y razón, materia y espíritu, fabricó una espiritualidad que justifica la dominación de la materia por parte de un hombre que se hace como "dios". Y, en tercer lugar, la concepción de la naturaleza construida o reinventada de la posmodernidad (finales del Siglo XX), cuyo correlato espiritual es el culmen del "dios" humano, una espiritualidad envuelta en el relativismo individualista y donde las relaciones humanas y con la naturaleza se desvanece en la decisión personalista y en el poder de los centros económicos y financieros 56 transnacionales. En este contexto, veo con claridad que la crisis profunda que se viene dando, si bien se expresa y encarna en la crisis ecológico/ambiental (rompimiento de las capacidades o niveles de resilencia de los ecosistemas), es a mi modo de ver una crisis de los sentidos y significados profundos de la Vida misma. Por eso la llamo una CRISIS ECOESPIRITUAL, que se resume en el rompimiento de la solidaridad, de la hermandad y de la convivencia de las especies, especialmente de las relaciones de la especie humana con las demás especies del mundo. Esta crisis ecoespiritual, entendida como el rompimiento profundo en las relaciones humanidad - naturaleza, y expresada de esta manera simple y directa, puede llevarnos a lugares ambiguos; por eso, creo necesario expresar de manera más refinada y compleja lo que ella significa. La significación de la crisis ecoespiritual puede ser formulada de diversas maneras, optaré en primera instancia por señalar elementos significativos que me ayuden a comunicar una formulación aproximativa en los términos indicados en el párrafo anterior, con el fin de ser lo más claro posible. La significación de la "crisis ecoespiritual" no se puede formular simplemente desde una única ciencia o saber; es decir, no es una significación para ser respondida solamente por los especialistas en

teología, en espiritualidad, en medio ambiente o ecología, ni por los economistas, los biólogos, los antropólogos, ni los filósofos o los políticos, etc. De otro lado, tampoco es un problema que se resuelve observando reglas religiosas o doctrinas de fe, ni preservando la naturaleza ni solamente adecuando los sistemas artificiales creados por las culturas, al parecer tampoco es un asunto que ya tiene respuesta desde los saberes tradicionales de las culturas populares, a pesar de acumular riquezas de la tradición indígena o africana. Creo que la construcción de la significación de la vida espiritual, o lo que estoy llamando ECOESPIRITUALIDAD es un proceso más complejo. En este sentido, estoy sintiendo en estos momentos que para comunicar algo que valga la pena sobre la significación de la crisis ecoespiritual tengo que expresar de la manera más clara y directa qué significa ella para mí en este mismo instante y de manera directa, y así lo voy a expresar a continuación: Empiezo por decir que el problema de la crisis ecoespiritual no es simplemente un obstáculo para la vida, es esencialmente una oportunidad y una esperanza que nos da la misma Vida para recuperar los espacios de separación vivida entre la naturaleza y la especie humana; pero en últimas mi aporte es que hemos separado ese TODO UNIDAD que es la Vida en dos grandes elementos que no pueden vivir d ivorciad os : L A M AT E R I A Y E L ES P Í R IT U. Si cada día que pasa, cada ser humano no avanza en cultivar positivamente esa relación, es decir si no toma conciencia de las consecuencias sociales, políticas, económicas y culturales de sus actos y de los modos de proceder en su cotidianidad y en su p ro c e s o d e vi d a, e l a v a n c e h a ci a u n a ecoespiritualidad que religue al ser humano con la naturaleza, QUE LE HAGA VER LA IMPORTANCIA DE FONDO DE LA UNIDAD RADICALMENTE INSEPARABLE MATERIA (espiritual) y ESPÍRITU (material), será más difícil de comprender y consolidar la solución cotidiana y estructural, pues los problemas ambientales, económicos, políticos y culturales que hoy vivimos serán mucho más confusos y difíciles de responder. 65

56

Ver: ESCOBAR, Arturo. El desarrollo sostenible: diálogo de discursos. En: Revista Foro No.23. Abril de 1994. Ediciones Foro Nacional por Colombia. Santafé de Bogotá.


Este es el gran reto ecoespiritual de la humanidad y de cada uno de nosotros, aquí y ahora, en estos albores del tercer milenio de la era cristiana. Por eso creo que para poder darle significado y contenido a la ecoespiritualidad es pertinente hacer crecer una visión compleja, dinámica e integral (holista) de la Vida. Para decirlo de una vez, el asunto tiene que ver con el Todo de la vida, con la globalidad, con el sistema estructural de la existencia, que contiene vida, muerte, dolor, felicidad, realización, frustración, caos y orden, luz y sombra; y, en medio de esos extremos aparentemente lejanos, está todo el proceso de construcción de la ecoespiritualidad, diciéndonos a nosotros los seres humanos que somos parte del TODO UNICO, que no somos el centro, que estamos y so mos, c o n y p a ra ot ros, que nuest ra responsabilidad, por ser los seres del elemento conciencia espiritual, puede ser mucho más exigente y de mayor servicio a las demás especies; y que además, en nuestras manos, está la posibilidad de hacer un mundo menos desigual para todos y para cada una de las especies. Y, además, que la evolución de la naturaleza siempre será a la vez la madre y la maestra de la Vida, que no somos sus amos sino sus hijos y que como tal le debemos admiración, reverencia, gratitud, respeto y amor profundo. Como lo indica Boff, "necesitamos efectivamente una nueva experiencia fundacional, una nueva espiritualidad que permita una religación singular y sorprendentemente nueva de todas nuestras dimensiones con las más diversas instancias de la realidad planetaria, cósmica, histórica, psíquica y trascendental. Solo entonces será posible el diseño de un nuevo modo de ser a partir de un nuevo 57 sentido de vivir junto con toda la comunidad global" . Por eso, finalmente creo que, ni el "antropocentrismo", ni el "ecologismo" ni el "ambientalismo" y ni el "naturocentrismo", pueden levantase como el único centro o núcleo desde el cual se resuelva la cuestión de la "crisis ecoespiritual". Se necesita, como criterio para dar significación y contenido nuevo a la ecoespiritualidad, el reconocimiento y valoración de la complejidad que viaja entre lo "ordenado" y lo "caótico", espectro dentro del cual la Vida está constitutivamente construida.

57

Ibid, L. Boff, pág 99

2. Una hipótesis sobre cómo vivir una ecoespiritualidad sostenible.

Considero la hipótesis como una afirmación que recogida desde una experiencia significativa, en este caso de una experiencia con campesinos /as de mi país, me ayuda a orientarme en la meditación de lo que he llamado la crisis y la propuesta ecoespiritual. Al leer desde el paradigma de la complejidad e integralidad de la Vida, el actual desarrollo capitalista mundial, hegemónico e insostenible, se puede llegar a concluir que la visión integral de la VIDA está golpeada y fracturada por varias partes. La aplicación del paradigma científico/tecnológico, mecanicista y racional, en la conciencia humana individual y colectiva de estos tres o cuatro siglos, generó un rompimiento que unas veces obstaculiza y otras imposibilita, resignificar y reconstruir, el sentido y las transformaciones que exige el dinamismo, la magnitud y el misterio de la VIDA. Este rompimiento, ha producido distorsiones, desconexiones y problemas cuyo resultado funesto se encarna en la intensificación de diversos tipos de violencia, que se manifiesta desde la vida familiar hasta las guerras mundiales, con innumerables vidas humanas asesinadas, pero también con millones de hectáreas de naturaleza en la devastación, el despilfarro y en la concentración de los patrimonios naturales y de las energías no renovables; igualmente se ve con manifiesta evidencia en los altos niveles de contaminación y en nuevas enfermedades físicas y psicológicas de las personas y colectivos, en los sistemas políticos dominados por los intereses y decisiones de pequeñas elites en detrimento de la democracia; y, en la destrucción de culturas, tradiciones y experiencias espirituales que ofrecieron sentido profundo a la Vida de las comunidades que las crearon. Si bien las sociedades y las personas cotidianamente buscan nuevas alternativas y hacen procesos de aprendizaje en y para la vida, como camino de resistencia y de esperanza para hacer posible un 66


presente y un futuro más feliz, esta búsqueda no solo apunta a las soluciones de sobrevivencia sino también, y tal vez esencialmente, a la construcción y vivencia de un sentido espiritual para la VIDA. La gente busca, tanto en el nivel personal como colectivo, reintegrar su VIDA en todas sus dimensiones: económica, social, política, cultural, espiritual, etc., como un TODO que garantice, de manera sostenible, equitativa y digna, el "bien- estar", el "buen vivir" la autonomía, la libertad de elección, el crecimiento humano y la reconstrucción de la relación entre naturaleza (especies), sujeto y sociedades, con el fin de volver ser parte del patrón universal como especie humana, cohabitar con las demás especies y ofrecer el servicio de nuestra conciencia reflexiva y de nuestra capacidad espiritual para mejorar y fortalecer de manera duradera el "buen vivir" en la casa de todos, en el planeta Gaia y en el Universo. De esta manera la hipótesis sobre cómo vivir una ecoespiritualidad sostenible la expreso de la siguiente forma: La reintegración de la Vida, volver a la UNIDAD VITAL TOTAL, se da en un todo dinámico que busca, lejos de una falsa armonía, comprender que en la base y como fundamento de la estructura originaria de la Vida está un sentido, una significación profunda que todo Ser tiene y debe desarrollar, esa significación se da por el sentimiento profundo de que todos somos parte de un mismo patrón de existencia. Este sentir que la razón y la conciencia humana ha podido expresar y comprender se refiere al sustento que da el hálito fundamental de Vida, que ofrece el soplo de energía para ser y estar vivos, y que proviene de una misma fuente para TODOS LOS SERES, COSAS Y MANIFESTACIONES del mundo y del Universo. Por tanto, la sostenibilidad de la vida proviene de este ÁNIMO, de esta FUERZA, de este HÁLITO, cuyo nombre es el ESPIRITU de la vida. El ser, el Estar, el Sentir, el Vivir es la expresión del Espíritu Vivificador. Por tanto, por el solo hecho de que todo Ser viviente, animado e inanimado sea materia, energía o proceso histórico, ese Ser ya contiene el Hálito, el Soplo de energía; por tanto tiene en sí mismo el ESPÍRITU DE LA VIDA.

Al romperse la relación entre la naturaleza, la sociedad y el sujeto; que es la misma ruptura que hacemos entre la Materia y el Espíritu, lo que se está quebrando, diluyendo o convirtiendo en insostenible es el mismo Espíritu de la Vida. Cuando destruimos la Vida en cualquier expresión de ella, bien sea mediante sistemas de explotación del suelo que maltratan la naturaleza, o mediante sistemas políticos antidemocráticos, o por medio de sistemas de comunicación que generan culturas dominantes, o cuando generamos guerras sociales y conflictos armados, incluso para defendernos, lo que realmente estamos haciendo es aplicar un sistema insostenible, una división y destrucción de la UNIDAD TOTAL de la Vida, desatando procesos de poder egoísta y generando la insostenibilidad en la Vida.

3. Todos los seres y las cosas del mundo estamos hechos de un mismo "patrón original"

"En lugar de un mundo determinista causal en el que la mente y materia son dos sustancias separadas, aparece un universo de sutileza infinita que es más parecido a un organismo vivo creador que a una máquina. Desde las profundidades de este orden, se despliegan armonías que se extienden por las esferas mentales y materiales en forma de patrones y conjunciones significativos que actúan como indicios de la unidad esencial de toda la 58 naturaleza" .

La frase de este apartado y el epígrafe de David Peat son para mí afirmaciones que me desatan nudos y me llenan vacíos del paradigma en el que fui educado: la materia y el espíritu eran dos asuntos c o m p l e t a m e n t e s e p a ra d os, s o l o e l " D i os todopoderoso" tenía la lleva de su relación; pero este "Dios" no estaba para nada cercano a la materia, en cambio si estaba muy cerca del espíritu. 67 58

PEAT, David. Sincronicidad. Puente entre Materia y Espíritu. Ed Kairos. Barcelona. 3ª. Edición. 2001. Pág. 212


Dejando un poco atrás esa comprensión espiritual de Dios, y recurriendo a cosmovisiones más integrales y holistas, encontré en mi camino las comprensiones indígenas, afros, campesinas y orientales. Los mitos de creación que en el próximo capítulo trabajaré, por ejemplo, me han hablado sobre el origen, el fin, el nacimiento de los seres humanos y de los seres vivos, de la conciencia de todo lo creado, pero también de la moral, de los comportamientos, de la felicidad, de la solidaridad, de la comunión y el amor, así como de las situaciones límites como el dolor, el sufrimiento y la soledad. Estas cosmovisiones, hijas de otras culturas y comprensiones de la vida, vienen hoy en occidente encontrando correlatos en algunos esfuerzos que encontré en dos maestros profundos, uno F. Capra, tanto en su meditación del "Punto Crucial" como en otra titulada "Conexiones Ocultas" y el otro maestros, que me compartió el Maestro Francisco Gutiérrez, es el David Peat con su libro "Sincronicidad". Estos maestros me han ayudado, en estos cinco años de mi vida en que he cursado el doctorado en Educación / Mediación Pedagógica, a comprender, desde una entrada más occidental, si se puede llamar así, lo que puede significar la relación entre materia y espíritu o entre naturaleza / menteconciencia; superando la paradigmática y limitada división entre estas dimensiones. Esto me ha llevado a descubrir con mayor claridad mis intuiciones y a comprender que todos los seres y cosas de este mundo universal, somos y estamos hechos de un mismo y único PATRON de origen. Por tanto, nos debemos a él y hacia él siempre estamos retornando. Esta afirmación, que se sintetiza en el título de este apartado: "Todos los seres y las cosas del mundo estamos hechos de un mismo patrón original", puede interpelar a fondo el tipo de desarrollo dominante que hoy tenemos. Y me surgen preguntas como: ¿Por qué los seres humanos depredemos la naturaleza si somos parte de ella? ¿La mente humana está enferma y no ha tomado conciencia de su papel en el mundo, pues somos capaces de maltratarnos e irnos contra nosotros mismos? Al parecer, los desarrollos de la conciencia humana son tan sorprendentemente mínimos que aún descubriendo y sabiendo las leyes de la termodinámica y de la física cuántica, sigue

depredando la naturaleza y empobreciendo a casi dos terceras partes de la población mundial. Esta constatación no me deja vivir en la tranquilidad, pero en también, en la apacibilidad de la meditación siento y pienso que el camino no es la angustia, ni la desesperación, al contrario el camino es alimentar la conciencia, superar el velo que nos ha puesto el desarrollo actual y generar procesos de educación para las actuales y las nuevas generaciones, con el fin de que el ser humano vuelva a reconocer su "Patrón Original", su fuente creadora, su espíritu vital y develemos la realidad tal y como ella ES. Esta verdad nadie la tiene en su cabeza, no es posesión de un círculo de individuos iluminados, esa verdad está ahí, en la vida misma; por eso se trata de una revelación, de una floración, de una Emergencia. Como dice el escultor: yo solo le quité a la piedra lo que le sobraba, y en su momento apareció lo que ella contenía. ¿Pero cuáles son los contenidos de ese Patrón Original que nos muestra no una simple relación mecánica entre espíritu y materia, sino la convivencia, la solidaridad y la compleja hermandad entre las dos para hacer del cosmos una sola realidad? Los autores citados nos ofrecen una buena cantidad de orientaciones y pistas para comprender esta relación como un asunto vital. Desde, estas orientaciones también me dan pie para llamar esta Unidad Total la ECOPESPIRITUALIDAD, que la propongo como visión paradigmática, pero no única, para hacer un nuevo desarrollo de Toda la Vida, no solo de la humana, sino de la VIDA Universal. Intentaré expresar una síntesis sobre esas pistas y orientaciones que han sido vitales para mi comprensión y que son un reto para seguir escudriñando en mi meditación y en lo que pueda ofrecer como aprendiente de la Vida a otros seres de la naturaleza. Para D. Peat "la naturaleza contiene determinados patrones y simetrías arquetípicas que no existen en ningún sentido material explícito, sino que están plegados en los varios movimientos dinámicos del mundo material. Según esta visión, la materia no 68


representa una "realidad fundamental" sino que es la manifestación de algo que está más allá del terreno material… De este modo, se demostrará que no existe ninguna distinción esencial entre lo mental y lo material, de modo que las sincronicidades representan el despliegue explícito de órdenes más 59 profundos" .

a estas percepciones, no es acaso un gran despropósito, una ignorancia ciega y sorda seguir enseñando y aplicando en la vida la separación de estas dimensiones? Entiendo entonces el porqué de las violencias, de las divisiones, de las guerras, de la impunidad y de la mayor enfermedad de los seres humanos: el egocentrismo concentrador de poderes.

Según esto, comprendo mejor que la vida no es pues una yuxtaposición de componentes, de materia y espíritu. F. Capra postula "que la comprensión sistémica de la vida puede ser extendida al ámbito social sumando a las otras tres perspectivas de la 60 vida: materia, forma, proceso, la del significado " . Y continúa diciendo: "Utilizo el término "significado" como abreviatura del mundo interno de la conciencia reflexiva, que contiene una multitud de características 61 interrelacionadas" .

Pero, mirando más allá, creo que con estas nuevas comprensiones, los seres humanos no podemos seguir entendiendo nuestra misión en el mundo como una intervención en la evolución de los ecosistemas, como si estuviéramos por fuera de la Vida, ni como si fuéramos emperadores de la naturaleza, esto es un "mito" malformado, un sofisma del paradigma científico. Toda acción humana se hace desde dentro de la naturaleza, pues los humanos, no solo tenemos sino que somos naturaleza. Al hacerlo, no solo genera cultura en términos de saber científico y tecnológico, sino que hace posible su acción, mediante la creación de sistemas sociales, económicos y políticos; así como de modelos de desarrollo para organizar relaciones de poder, de transformación, de comunicación y de identidad cultural, de tal manera que genera modelos distintos de relacionarse consigo mismo y con su entorno natural.

Así pues, comprendo que si la Vida está hecha de materia, forma, procesos y significados, incluida la Vida en su comprensión social, la dimensión del significado encarna todo aquello que yo entiendo como la expresión de la conciencia ecoespiritual que le da sentido y comprensión profunda a todo lo que somos, hacemos, sentimos, pesamos y fabricamos en la cognición y en la reflexión los seres de la naturaleza. Todas las especies vivas somos, no solamente tenemos, estas cuatro dimensiones en interacción; y los seres humanos las ponemos en funcionamiento siempre que hacemos sociedad y cultura, pero también se expresan cuando hacemos economía y política. La Vida no solo es materia/energía, no son solo leyes físicas y sociales, sino que la Vida también es, junto con esas dimensiones, la cognición de todo ser vivo y de la conciencia humana (encarnada en la diversidad cultural y en la historia), estas dimensiones también son parte fundamental de la complejidad de toda la naturaleza. Sin embargo, como lo afirmo muchas veces en este texto, los paradigmas mecánicos científico/tecnológicos, positivistas y racionalistas, han separado todas estas dimensiones, creando una relación asimétrica entre

Al hacer este tipo de procedimientos, las culturas y las sociedades humanas, entran en un estadio dialógico con las otras especies de la naturaleza. Sin embargo, por definir esta relación como un "diálogo", no se pude aseverar, de una vez por todas, que ésta relación sea horizontal, equitativa, simétrica o justa. Es precisamente aquí, en la manera y en el sentido que le damos a la relación con las especies hermanas, donde surgen los mayores problemas de lo que hoy llamamos la "crisis ambiental", la crisis de los modelos económicos y políticos y finalmente la "crisis espiritual del desarrollo" 1ue también se puede llamar la "crisis ecoespiritual". La conciencia y el espíritu humano para relacionarse, como parte de la naturaleza, con la naturaleza misma, fue creando, poco a poco en Occidente desde los albores del siglo XIII, con precursores

69 59

Ibid. PEAT, David. Pág. 115

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El subrayado y la negrilla es mía.

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Ibid. F. CAPRA. Pág. 107


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científicos como Grosseteste , un sistema de pensamiento que brindó los elementos iniciales para que en el renacimiento y luego con el refinamiento del racionalismo de la ilustración y la modernidad, fueran dando como resultado, al lado de grandes aportes, una gran limitación: la desnaturalización de la humanidad, la separación entre especie humana y naturaleza; así como las demás concepciones fragmentadas e incluso maniqueas que he señalado: espíritu/materia; energía / materia; conciencia/naturaleza. Originando el rompimiento de la Unidad Total del Mundo y el ocultamiento del Patrón Original de la Vida. La humanidad en occidente entra, a partir de este tipo de precursores, en un proceso de liberación de las ataduras de un paradigma religioso centrado en un dios jerárquico, feudal y teocéntrico; para crear, a la luz del juicio presente, una nueva esclavitud: el antropocentrismo androcéntrico (dominación humana masculina), que si bien ha traído adelantos científicos importantes, ha generado niveles muy altos de autodesnaturalización y de una espiritualidad racionalista, basada en la dicotomía espíritu Vs. Materia (el cuerpo es cárcel del alma), con un "Dios" lejano de la Vida, excluido de la naturaleza y de un ser humano dominante, déspota, depredador de la naturaleza y enemigo de su propia especie. Así pues, el paradigma de conocimiento empíricoracionalista, mecanicista y matemático, posó su fuerza en la medición de la naturaleza y definió que ella no solo tenía un valor de uso sino un valor de cambio (A. Smith., Ricardo y K. Marx). El imperialismo antropocéntrico y androcéntrico se creyó y se cree aún ganador; además, pretende solucionar todas las necesidades humanas con la manipulación de las leyes naturales y la dominación de las especies.

Sin embargo, la sabiduría de la naturaleza y búsquedas como la ecoespiritualidad, nos está mostrando otros caminos más sostenibles e integrales de la Vida y de un desarrollo donde todos los seres y especies estamos incluidos como seres solidarios, en comunión y participación. D. Peat, me abre una posibilidad para concluir con un aporte sobre el cual se puede fundar la ecoespiritualidad para que ella sea, además, sostenible y duradera. En un aparte de su libro Sincronicidad expresa: "Se ha sugerido que la estructura de universo material es la manifestación de algo más profundo: la inteligencia objetiva. Ahora es posible especular que el origen de la mente está en un ordenamiento similar que no es ni la materia ni la mente… En este nivel más profundo, el inconsciente colectivo es mantenido por una actividad dinámica constante y por los desplegamientos sucesivos de significado patrón. Mientras que dicho nivel es inseparable de la sociedad y de nuestro pasado evolutivo, sin embargo 63 es capaz de cambiar de un modo original y creador" Esta inteligencia objetiva que se despliega en el significado patrón y que hace parte del inconsciente colectivo (C. Jung), me ofrece un escenario para decir que la ecoespiritualidad viviente en las culturas no es otra realidad que la manifestación de un Gran Espíritu innombrable que contiene Todo lo creado, y que si está en el inconsciente colectivo de la vida, no solo de la especie humana, esta manifestación no es otra cosa que, como dice D.Peat, " un orden de órdenes que es capaz de extenderse hasta la mente y más allá de ella, hacia niveles indefinidamente sutiles por un lado, y hacia los órdenes explicados de la materia por el otro. Este orden de niveles de

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Roberto de Grosseteste (1175 - 1253) nacido en Stradbroke, franciscano, fue un erudito en casi todos los ámbitos del saber de su época. Desempeñó el cargo de Obispo en Lincoln (Inglaterra) durante el siglo XIII. Importante representante de la historia del pensamiento medieval y gran precursor de la filosofía moderna, en particular por su influencia sobre Bacon, Ockham y Scoto, y por su intención de introducir el pensamiento aristotélico en la Universidad de Oxford. Probablemente su primer canciller. Recuperó para el método científico la idea griega de explicación. Su concepción de la ciencia implicaba observaciones y experimentos. La posibilidad de aplicar la matemática a la ciencia física sería desarrollada, en el siglo XIV, por otro grupo de discípulos suyos, vinculados al Merton College, conocidos como los Calculatores, quienes desarrollaron una matemática del movimiento. Su línea de pensamiento proponía retomar el pensamiento de San Agustín, procurando volver a la tradición escolástica tal como se formuló en su origen. Se trata de un gran erudito que logró escribir sobre casi todos los ámbitos del saber: astronomía, matemáticas, teología, etc.

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Ibid. D. PEAT. Pág 130. Los subrayados son míos.


orden surge de una fuente creadora. Dicha fuente debe encontrarse mucho más allá de los órdenes del pensamiento y la materia; debe ser totalmente creadora y absolutamente incondicional, y estar más allá de los órdenes de la extrema velocidad y 64 sutileza" . Así pues, espero comprender con claridad, que si el origen de toda existencia, es esta fuente creadora, entonces ella vive, ella cohabita en cada uno de los seres de la existencia, por eso agrega D. Peat en su reflexión: "Está claro que esta fuente creadora está presente en cada uno de nosotros y su manifestación se despliega no solo en la conciencia y el cuerpo físico, sino en toda la cultura, la civilización y el universo entero… Dentro de cada momento de la vida de una persona, o de una mota de polvo en el suelo, está plegado el universo entero, que es, en sí, la manifestación de una creatividad 65 inimaginable e innominable. ".

4 . La e c o espi ri t u l id a d es u n c a m i n o profundamente solidario y amoroso que busca un desarrollo social, económico, político y cultural, en tensión armónica con la naturaleza, que lleve a la felicidad y la libertad de todo ser que habita en el mundo.

"Cuando la conciencia de la sociedad se separó del contacto directo con las armonías de la naturaleza y empezaron a desarrollarse la planificación, el control y las primeras tecnologías, empezó a evolucionar un nuevo orden del tiempo con un concepto de "llegar a ser" que dominaba sobre el del "ser". De este modo, la sociedad llegó a identificarse con el tiempo lineal de sucesiones 66 del pasado hacia el futuro ."

Cuando leí detenidamente a E. Morin en su libro "El Método. La humanidad de la humanidad", encontré una comparación entre Estados de baja y alta complejidad, que guardando las debidas distancias viene ahora al caso para intentar caracterizar las culturas, igualmente de alta o baja complejidad y su relación con una nueva espiritualidad: la ecoespiritualidad. En el siguiente cuadro presento la comparación entre una cultura de baja complejidad y otra de alta complejidad y cómo en esta se da la posibilidad de construir la ecoespiritualidad.

71 64 65

Ibid. D. PEAT. Pág 215 Ibid. D. PEAT. Pág

Ibid. D. PEAT. Pág. 216

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Ibid. D. PEAT. Pág. 262


PROCESO CULTURAL DE BAJA COMPLEJIDAD: homogenización cultural y totalitarismo dominante de una cultura sobre las otras Culturas controladas esclavizadas y esclavizadoras. Resolución de los conflictos por la vía de la coerción y la violencia.

PROCESO DE ALTA COMPLEJIDAD: Diversidad cultural; multiétnica y pluricultural.

Encuentro intercultural, conflictos positivos que se resuelven en medio del diálogo y la concertación

Fuerte centralización, una sola cultura, etnocentrismo y racismo.

Importancia del policentrismo, la interculturalidad y encuentro de culturas.

Fuerte jerarquía y poder de dominación cultural. Exclusión y hasta eliminación de las personas y grupos culturales que son diferentes a la cultura dominante.

Individuos a la vez con identidades culturales fuertes, autónomos, pero abiertos al encuentro y a la aceptación de otras culturas; culturas no autosuficientes..

Débil autonomía de los individuos y grupos sociales

Gran autonomía de los individuos y grupos sociales

Culturas basadas en la hipercentralización e hiperespecialización de funciones en la sociedad.

Integración intercultural fundada en comunicaciones múltiples, especializaciones y policompetencias, reconociendo las habilidades y servicios de las distintas culturas.

Integración rígida y represiva, libertades reducidas, controles múltiples, etiqueta, ritualismo, eliminación de símbolos y significados diversos, uniformidad.

Autorganización intercultural, que comporta débil jerarquía de control y un fuerte componente de poliárquica y reconocimiento del dinamismo histórico intercultural.

Débiles y controladas comunicaciones entre grupos y entre individuos

Múltiples comunicaciones entre grupos e individuos

Predominancia de las religiones basadas en la doctrina, la moral y el rito de una confesión religiosa.

Predominancia del ecumenismo religioso y el diálogo cultural interreligioso; basado en el reconocimiento de los valores, las doctrinas y la moral del otro grupo o confesión religiosa.

Culturas simplificadoras de los significados y sentidos de la vida. La cultura es estática, rígida y dirigida a un fin (telos) estático, predeterminado y definido

Culturas abiertas, dinámicas, en búsqueda de nuevos sentidos y significados; creativas, abiertas a los cambios y nuevas respuestas frente a las nuevas preguntas.

Culturas que impulsan modelos de desarrollo altamente c o mp et i t ivos, c o nc ent rad ores d e p o d er, antropocentricos, fundados en una tecnología y una ciencia excluyente, basadas en los valores de la libertad individualista y en la libre competencia.

Culturas que cultivan procesos de desarrollo en orden a las relaciones entre las especies de la naturaleza, fundados en la solidaridad, en la hermandad de las especies, en el respeto a las diferencias, en la igualdad de derechos, oportunidades y capacidades, cuyo valor central es el reconocimiento, el respeto y el amor por los demás seres del universo. 72


Teniendo como referente las culturas de alta complejidad, puedo afirmar que en ellas es donde definitiva y positivamente se puede cultivar una ecoespiritualidad de la Vida; por tanto, la ecuación es simple pero igualmente importante: a mayor complejidad cultural mayor es la probabilidad de tejer una ecoespiritualidad sostenible que haga posible un nuevo y seguramente mejor tipo de sociedad, de relaciones económicas, políticas y ambientales. En este sentido, estoy convencido de que necesitamos una vía u otras vías que nos den la posibilidad de construir otra forma de relaciones humanas y de la especie humana con la naturaleza, otro camino espiritual que nos haga sentido, que nos vuelva a integrar con la Vida como Unidad Total: con la naturaleza, con el ser, el saber, el sentir y el conocer del hogar en el que vivimos (ecología), es decir una espiritualidad que nos haga pertenecer al universo de manera profunda y significativa. Espiritualidad que es a la vez cósmica y universal por un lado, pero también simple, profunda y propositiva para el establecimiento de relaciones entre los seres del universo. En este sentido, me arriesgo a afirmar que los seres humanos no somos dueños de la ecoespiritualidad, ella no se agota en nuestra conciencia, ni en nuestra mente ni en nuestras decisiones éticas, económicas, políticas ni en nuestras creaciones culturales; la ecoespirtualidad es también una expresión, un sentir, una cognición de los demás seres de la naturaleza. Ejemplos de esta expresión ecoespiritual los hay por montones: ¿Qué más pacífica y solidaria que una planta con su flor y su fruto, donando todo su trabajo de fotosíntesis a las demás especies que necesitamos de ella? ¿Qué puede ser más dador de Vida que un río, un lago o una cascada que se ofrece como nicho de vida para los peces y que recoge el agua de las nubes para todas las solicitudes de las especies animales y vegetales del mundo? ¿Y que puede ser más amoroso que el suelo tierra cuando nos da todo lo que le pedimos y que solo pide que lo cuidemos y convivamos con él sin maltratarlo? ¿Y qué decir del canto que ofrecen las aves y los materiales que nos donan las montañas y llanuras para nuestras locuras humanas? ¿Acaso estas especies han levantado fábricas de armas para eliminarnos, o han montado tecnologías

destructivas, o han generado desequilibrios o han violado la cadena trófica? De esta forma pienso que generar en estos momentos otras vías, es uno de los asuntos centrales para los seres humanos en su relación con la naturaleza; incluso puede ser el problema más profundo que se puede plantear la mente humana. Las otras vías pueden ser el examen de sentido más importante que hoy puede tomar la historia humana. Pues si seguimos por el camino del desarrollo económico acompañado por la devastadora tecnología que conocemos, a dónde nos va a conducir este desencadenamiento de la potencia material que conocemos? Tal vez, respondo ayudado por E. Morin "a la posibilidad de la autodestrucción de la humanidad, pero también al subdesarrollo de las potencialidades internas de la mente en pro de la colonización del mundo material, a la negligencia del 67 interior en provecho del exterior, a la atrofia del alma" Nuestra civilización actual, toda ella en occidente y en oriente, se ha desviado de la vía interior, que dispone de otros poderes posibles. No hemos reconocido con suficiente atención que existen en la Vida y en todas las especies otras aptitudes de la mente, aún subdesarrolladas o todavía desconocidas. La mente provoca curaciones llamadas milagrosas, no solo físicas sino de los más profundos sentidos y sentimientos del alma. Sin embargo, también es cierto que el control de la mente por la mente ha sido una práctica muy antigua de las culturas, incluso de culturas que han sido excluidas por las culturas dominantes, y hoy en día están siendo lentamente reconocidas y en un momento de resignificación. Me asaltan en estos momentos preguntas como las que se hace Morin en el texto citado y que considero son parte de mis retos de trabajo interior como persona y como educador aprendiz con las comunidades donde comparto la vida. Morin plantea si "podemos imaginar una civilización más allá de la megalomanía humana? ¿Podemos imaginar una era de poderes interiores de la mente tras la era de los poderes materiales, que los haría complementarios?. Por eso el autor se atreve a afirmar desde la fuerza del misterio que contiene la Vida: "todavía estamos en los inicios de la aventura humana, siendo que la amenaza del fin se acerca. La 73 67

MORIN, EDGAR. El Método. La humanidad de la humanidad La identidad de la humanidad. Ed. Cátedra. 1ª Edición, Madrid. 2003. Pág 192 . El subrayado es mío


humanidad está en rodaje y estamos cercanos a las posthumanidad. La aventura es más desconocida que 68 nunca" . Desde otros esfuerzos, que para mí hacen sentido en la búsqueda por generar nueva espiritualidad para el desarrollo de una nueva forma de vivir, L. Boof nos plantea que "la espiritualidad, que animó en su época al espíritu de progreso y de intervención en la naturaleza, se revela impotente frente al precio ecológico de desestructuración de los ecosistemas y del exceso de violencia con la naturaleza, las sociedades y las personas humanas que ella conlleva. - Esta espiritualidad- necesita con urgencia ser limitada y superada; - esta espiritualidad- tampoco se muestra capaz de reintroducir al ser humano en la comunidad de los vivientes y de devolverlo a la Tierra como patria 69 y matria común ". L. Boff, recurre al llamado urgente por precisar "una nueva espiritualidad. Ella será el fruto de una nueva sensibilidad que subyace a la nueva cosmología que se va imponiendo, lenta pero progresivamente, por todas partes…" Esta nueva cosmología concibe a Dios "como Energía Suprema y como Espíritu". Esta imagen de Dios "se revela como la más adecuada para expresar nuestra cosmología", la cual concibe al espíritu como un "principio dinámico y donador de vida. El espíritu es libertad y creatividad. El Espíritu inaugura lo nuevo y genera todo tipo de diversidades y al mismo tiempo su unidad". Este Espíritu, "exige atención y apertura para captar las señales mínimas de su presencia; por consiguiente, invita a la desinstalación, a la superación de las identidades rígidas y definidas una vez por todas, a fin de que acojamos los procesos que enriquecen esas identidades y las mantienen siempre 70 vivas y actuales ". Una nueva espiritualidad, una ecoespiritualidad, desde la perspectiva que invita Boff a trabajar, creo que necesita, como también él lo afirma, "identificar y saborear la acción del Espíritu en todas partes, en todas las culturas y pueblos, en todos los movimientos y proyectos que muestren y promuevan la vida y la 71 verdad de la vida que es comunión y comunicación "; y yo le agregaría: en todos los programas y proyectos de economía, de política y de medio ambiente que

expresen y hagan realidad una revolución espiritual que ligue, que articule, que devele, la Unidad de la Vida en todas sus expresiones de justicia, amor, solidaridad y justicia. Allí donde existe el espíritu del mal, se siente y observa la corrupción, la desigualdad, el consumismo, el acaparamiento de cosas y riquezas, la inequidad, la concentración del poder y de las riquezas, la prepotencia, la impunidad, la guerra armada, la devastación de una economía que esclaviza a la naturaleza, al ser humano y convierte en pobres a una parte muy grande de la especie humana; es decir el espíritu del mal se convierte en el mejor aliado de todo lo que puede construir una cultura de baja complejidad, haciendo que el Espíritu del AMOR deje de fluir hacia la verdad. Por eso, continúo citando a Boff, "Uno de los ejes que estructuran la ecoespiritualidad es la vivencia de la simplicidad, la más humana de todas las virtudes, puesto que debe estar presente en todas las demás. La simplicidad es la que garantiza la sustentabilidad de nuestro planeta, rico en energías pero también siempre limitado. La simplicidad exige una actitud anticultural -frente a la cultura hegemónica actual- y anti-sistema - frente al sistema de desarrollo vigente-. La cultura y el sistema dominante son consumistas y despilfarradores. La simplicidad nos despierta a vivir en concordancia con nuestras necesidades básicas". Por eso L. Boff propone que "si todos siguiesen esta consigna, la tierra sería suficiente para todos con generosidad y hasta con una discreta abundancia. La simplicidad siempre fue y sigue siendo, generadora de una distinción espiritual y de una gran libertad 72 interior" Finalizo esta meditación con unas palabras de L. Boff que expresan mejor lo que yo podría decir como sentimiento y aprendizaje de este apartado sobre la ecoespiritualidad. "Eco-espiritualmente, el amor nos lleva a identificarnos cada vez más con la Tierra, puesto que el amor es la gran fuerza unificadora e integradora del universo. Durante siglos hemos pensado acerca de la Tierra. Nosotros éramos el sujeto del pensamiento y la Tierra su objeto y contenido. Después de todo cuanto hemos aprendido de la nueva cosmología, es importante que 74 70

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Ibd. MORIN. Pág. 198 Ibid. Boff. Pág. 246. La negrilla es mía.

Ibid. Boff. Pág. 248

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Ibid. Boff. Pág. 248

Ibid. Boff. Pág. 249


pensemos en cuanto Tierra, que sintamos como Tierra y que amemos como Tierra. La Tierra es el gran sujeto vivo, que siente, que ama, que piensa y que sabe que piensa, que ama y que siente por nosotros y a través de nosotros. El amor nos inicia con una identificación tal con la Tierra, que ya no necesitaremos hacernos conscientes de estas cosas. Se convertirán en nuestra segunda naturaleza. Entonces podremos ser montaña, 73 mar, aire, camino, árbol, animal… " Podremos ser Uno con la fuente patrón de origen y fin de todo, con la Fuerza y Energía del Espíritu presente en toda criatura, ser, proceso y fenómeno de la vida.

5. El mundo inconsútil: laUnidad eco-espiritual de la vida

"La física cuántica (atómica y subatómica), ha puesto en evidencia la limitación de la física mecanicista tradicional. Se levanta la posibilidad de otra visión de la realidad: orgánica y ecológica. El universo no se percibe como una máquina compuesta por elementos separados, sino que es un todo armonioso e indivisible, como una red de relaciones dinámicas que incluyen al observador humano en su observación, muy especialmente con su conciencia. El espacio y tiempo pierden su condición de absolutos y no están separados, están íntima e inseparablemente conectados. Las partículas subatómicas son interconexiones que tienen lugar en el entramado de los acontecimientos subatómicos; son paquetes de energía o patrones de actividad. Cuando los observamos jamás vemos ningún tipo de sustancia material, lo que vemos son patrones dinámicos que se transforman continuamente los unos en los otros: una danza continua de energía. La revolución conceptual operada en la física moderna prefigura una revolución inminente en el seno de todas las ciencias y una profunda transformación de nuestra 74 visión del mundo y de nuestros valores" . Frijof Kapra

"Nuestras raíces son profundas, estamos anclados en las estrella… Los mismos átomos de nuestro cuerpo están conectados con el mundo exterior en un flujo incesante, la danza biológica". "Uno de los ejes claves de la Unidad del mundo, entre otros, es el factor humano. En el ser humano el cuerpo-mente posee una unidad intrínseca. Lo que lo lleva a plantear que la multiplicidad en la unidad es una cualidad seminal de la vida. Este principio de unidad se ilumina no solo a partir de la unidad intrínseca de mente y cuerpo, sino a partir de algo mucho más poderoso: la unidad 75 entre la conciencia y el universo" . En este apartado intentaré conversar con las impresionantes y sugestivas propuestas que L. Dossey expone la Tercera Parte de su libro "Tiempo, Espacio y Medicina": La Unidad. Estas reflexiones del autor, junto a las de Payán sobre Sistemas de Alta Complejidad, en el capítulo 5º del libro "Desobediencia 76 Vital" , han abierto nuevas ventanas en las que encuentro comprensiones y preguntas novedosas para avanzar en mi camino sobre la ECOESPIRITUALIDAD, entendida y vivida como las relaciones entre MATERIA Y ESPÍRITU, en cuanto UNIDAD VITAL que da sentido a la totalidad de la VIDA. Esta UNIDAD no es otra cosa más que la Vida comprendida como la compleja armonía dinámica de la existencia expresada en la danza biológica auto-eco-organizada que proponen las reflexiones o meditaciones de los maestros que acabo de citar. En este sentido el centro de mi preocupación es precisamente superar las dicotomías que he tenido que afrontar y que veo que otros, la sociedad y el mundo también las tienen que padecer. Los modelos de vida, los modelos de desarrollo económico y social y político, las prácticas religiosas y espirituales, las relaciones sociales y humanas entre individuos, los modelos pedagógicos y en general el paradigma científicotecnológico predominante y hegemónico actual, están basados en propuestas dicotómicas que no dejan ver ni comprender la complejidad de la realidad, y que 75

73

74

Ibid. Boff. Pág 252

Dosey, Larry. Tiempo, espacio y medicina. Ed. kairós. 2ª edición. Barcelona. 1992. Prólogo de F. Kapra, pp. 9-14

75

76

Dossey, Larry. Ibid. pp., 120, 99-100

Dossey, L. Ibid. En la Tercer Parta sobre la Unidad (Págs. 97-212) el autor propone su mensaje central. La Unidad del Todo, del Universo total. Un universo sin costuras: inconsútil. Todo en todo. La comprensión de un mundo, de un universo, como un todo unido, desde el "Kuantum" más mínimo, hasta la más grande constelación, Todo somos UNO, todos estamos en UNO. En el capítulo Dossey expone los fundamentos teóricos más importantes de esta propuesta: el Teorema de Bell, la Estructuras discipativas de Prigogini, y cita otros autores, especialmente físicos, matemáticos y biólogos, creadores de la Teoría Cuántica, y relaciona estas teorías con el trabajo de los grandes místicos, para concluir que tanto por el camino científico como por el camino místico, se llega a la misma conclusión: la UNIDAD TOTAL DEL UNIVERSO.


al contrario, impulsan a la dispersión de las relaciones sociales y al control de las mismas al proponer alternativas de descomposición del Todo en partes para dominarlo, para dividir y restar, para competir y acaparar bienes, y no para sumar y multiplicar la solidaridad entre los seres humanos y de estos con la naturaleza y el cosmos. Esta comprensión del mundo, este paradigma, ha generado más problemas que soluciones. Ya he citado en este escrito los problemas sociales tan difíciles y dramáticos como la pobreza, la concentración de la riqueza, la desigualdad, la injusticia, el desplazamiento y refugio de millones de seres humanos, el hambre, las guerras intestinas por razones económicas, culturales, religiosas y sociales; la crisis ambiental con el calentamiento global, la devastación de grandes bosques sin necesidad, el agotamiento del agua y de las energías fósiles, la contaminación con CO2, etc.; pero también la crisis de valores en las relaciones sociales, las guerras, el narcotráfico y el consumo de substancias psicoactivas para escapar de la realidad; y, muchas otras nefastas situaciones que vive hoy nuestro mundo. De cara a esta realidad me he propuesto reflexionar y aplicar en la práctica de mi vida la comprensión del paradigma relacional de la complejidad basado en las redes interactivas donde el Todo y las Partes son UNO, con el propósito de reconstruir, recrear y revivir la UNIDAD DE LA VIDA. Es aquí donde los maestros que a continuación voy a traer para dialogar con ellos, me han ofrecido posibilidades de seguir construyendo el camino de búsqueda que me he planteado en la vida y también para descubrir nuevas preguntas y retos. No es mi intención llegar a conclusiones ni a soluciones cerradas o explicaciones totalitarias, tan solo espero avanzar un paso hacia delante, en esta búsqueda de la UNIDAD DEL TODO que fundamenta el espiral de la VIDA ESPIRITUMATERIAL o la ECOESPIRITUALIDAD. En primer lugar quiero traer en estos momentos a Dee Hock, posiblemente uno de los empresarios más importante del siglo XX y que luego de fundar y presidir la empresa que maneja una de las tarjetas de crédito más importantes en el mundo, Visa Internacional, escribió en su libro "El nacimiento de la era Caórdica"

el siguiente texto que me para mí interpreta con claridad la realidad que me ocupa: "La inseparabilidad y la totalidad están por todas partes. Husos y plumas, carne y espíritu, espacio y tiempo -viento, ave, sol, tierra, hombre- interconectados inequivocadamente, definiéndose el uno al otro. Todos compitiendo y cooperando a la vez, separable, pero inseparables, un todo de partes y una parte de todos, ninguno bajo control pero todos en orden. La simple, fundamental e innegable verdad es obvia: Todo es su opuesto. Todas las cosas se definen las unas a las otras. Es imposible concebir cosa sin el concepto de no cosa. No hay ave sin hombre y no hay hombre 77 sin ave. ¿Dónde están las fronteras, sino en la mente? " Es impactante para mí que un empresario de este nivel se ocupe de estos temas, pero esto me hace ver un grave error en mis percepciones, los problemas fundamentales de la humanidad y del mundo, no tienen dueño, no son tarea de algunos, de los filósofos, teólogos, científicos sociales o psicólogos. De lo que concluyo que los asuntos de la humanidad, de la convivencia entre seres humanos, del sentido de la vida y de las relaciones de los humanos con el cosmos, son preocupación y ocupación de todos. En cada uno de nosotros esta la parte y el todo de la salida, de la alternativa, de las soluciones para armonizar la vida de las relaciones que tenemos. Las demás especies también son activas en esto, ellas tienen sus lenguajes y expresiones, hay que saberlas leer, tienen sus inteligencias propias, por tanto tampoco es un asunto de solo humanos. O participamos todas las especies y el cosmos en su totalidad o no se darán soluciones viables. A cada uno y a todos les corresponde ser activo en la construcción de la VIDA. He aquí una primera pista de la UNIDAD VITAL. L. Dossey recoge la siguiente reflexión en el capítulo 3º sobre la Unidad: "La dependencia y la interdependencia son condiciones indispensables para a vida (Montague). O como lo expresa G.G. Simpson (Life of the Past. New Haven, Yale University Press, 1953): Ninguna planta ni animal vive aislado o es autosuficiente. Todos viven en comunidades que incluyen a otros miembros de su propia especie y también una variedad, normalmente 76 77

HOCK, Dee. El Nacimiento de la Era Caórdica. Ed. Granica S.A. Barcelona, 2001. p. 36


amplia, de otras especies de animales y plantas. La búsqueda de la soledad es un empreño inútil que 78 jamás han tenido éxito en la historia de la vida" . Siguiendo a Montague y Simpson, aparecen otras pistas de la UNIDAD de la VIDA: la dependencia, la interdependencia, la asociatividad y la diversidad, entre los diversos seres vivos de la naturaleza, incluidos los seres humanos. Estos "principios" básicos, claramente entendidos por la razón de los seres humanos y por las inteligencias del mundo, no han sido asumidos suficientemente por la conciencia, por esa quinta dimensión que Payán nos insiste en acrecentar y practicar en la Vida y para la Vida. Un interlocutor le pregunta a Payán: "¿Cómo es esa conciencia de la que Usted habla?" A lo que responde Payán: "Es algo como la fuerza, el principio o la posibilidad que integra o permite o produce la integración y la interacción en un ámbito muy especial, inteligente, armónico, coordinado de todos los seres del universo, tanto en su propia singularidad como en lo colectivo. Esta conciencia la vemos o sentimos a través de sus manifestaciones, aún no la conocemos en su esencia, es inmanente a los seres vitales… Es semejante a lo que Carl Gustav Jung llamó el Unus Mundus; o David Bohn llamó el orden implícito o la energía básica; o la resonancia mórfica de Rupert Sheldrake; o la ensídica y poiética de Cornelius 79 Castoriadis, o la teoría sintérgica de Jacobo Grinberg " Por lo visto son muchos los nombres y las palabras que aparecen para expresar esa búsqueda y comprensión de la UNIDAD de la Vida desde diferentes maestros, autores y reflexiones. Por su parte, para L. Dossey, esta UNIDAD FUNDANTE de la VIDA, es esencialmente experiencial, vivencial, no es teórica, y para experimentarla se necesita desarrollar otras capacidades y sentidos de la vida, la sola razón, si bien es un factor importante en la vida humana, no alcanza a percibir semejante realidad, por eso el autor propone las siguientes observaciones: "Los místicos afirman experimentar la sensación directa de esta conexión que establece la danza biológica, es decir, un conocimiento experimental de la Unidad

que los vincula con todos los seres humanos de todos los tiempos. Estas experiencias son confirmaciones de que se puede traer a la conciencia ciertas percepciones que normalmente son inconscientes". En este sentido, continúa Dossey, "La Teoría de la conciencia, de Aldous Huxley, como "válvula reductora" sigue siendo significativa: la conciencia funciona como una válvula adaptable que sólo deja pasar una minúscula fracción de estímulos, que son los que registra nuestra mente. Y sin embargo la capacidad de percepción sensorial que registra nuestra mente es, de hecho, asombrosa. Pero no sabemos con certeza si son también los místicos un caso especial para poder percibir la conexión química que nos une entre nosotros y con el mundo; pero negar la posibilidad de que ese tipo de capacidad exista sería actuar como 80 el ciego que niega que se pueda ver" . Ahora bien, la UNIDAD VITAL no solo se fundamenta en las percepciones inconscientes que pueden experimentar los místicos o los poetas en sus momentos de éxtasis o de meditación, la teoría cosmológica moderna, según Dossey, tiene explicaciones científicas modernas que se han encaminado a construir argumentos desde el paradigma tradicional, y que empiezan a dar forma a la comprobación de viejas teorías de los físicos y matemáticos empeñados en buscar explicaciones materiales al origen y al fundamento de la Vida. Es interesante comprobar que estos esfuerzos científicos estén coincidiendo con las percepciones de los místicos y los poetas. Lo que me permite decir que no hay nada más peligroso que enarbolar un camino paradigmático como la posibilidad de percibir, comprender y sentir la UNIDAD de la VIDA. En el orden de ideas que acabo de expresar Dossey afirma: "La moderna teoría cosmológica dice que hemos sido formados por las estrellas, por hechos que sucedieron a grandes distancias en el universo. Todo cuanto sucede en la tierra sufre el influjo de partes muy distantes del universo. Al parece formamos parte de una UNIDAD BÁSICA que comprende el universo entero, no solo en lo relativo a los orígenes de nuestros elementos constitutivos, sino también respecto a las mismas leyes físicas que nos gobiernan. Esta idea no 77

78 79

Dossey, L. Ibid. pp., 116 Payán, Ibid. Capítulo 1. pp. 17-18ss

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Dossey, L. Ibid. pp., 129


es nueva, el físico Ernst Mach (Principio de Mach) sostenía esta opinión. Esta idea influyó mucho en la edificación de la Teoría general de la relatividad restringida de Eistein. Mach sostenía que los cuerpos naturales tienen inercia, esto es - ofrecen resistencia a la aceleración- no a causa de una cualidad intrínseca y propia, sino a consecuencia de su interacción con el resto de la materia contenida en el universo. Por eso, cualquier movimiento que afecte a una porción material del universo, alteraría la inercia del resto de materia existente. Einstein en la teoría general de la relatividad restringida desarrolló la idea de Mach y demostró la inseparabilidad de distintas entidades físicas entre sí y con respecto a su entorno. Su idea de cómo funciona el universo material es interactuante, esto es: solo pueden comprenderse las propiedades de los objetos materiales conociendo la manera como interaccionan con los demás objetos materiales que existen en el mundo. Así, de acuerdo con la física moderna, todos los objetos están inextricablemente vinculados con su entorno. (F. Capra, El Tao de la 81 Física, 1984)" .

Aquí llegó a uno de los puntos cruciales y significativos de mi búsqueda, pues encuentro la siguiente afirmación de Dossey que ofrece luces a mi preocupación de hace muchos años, según el relato que hice en los capítulos anteriores de esta meditación sobre las relaciones entre materia y espíritu. El autor la recoge con una sencillez y claridad magistral cuando habla de la Teoría de las Estructuras Discipativas de Prigogini y que he resumido en el siguiente párrafo:

Sobre la UNIDAD de la Vida, tanto el premio Nóbel de química (1979) Ilya Prigogine como el físico John S. Bell, han propuesto desde las ciencia moderna nuevas afirmaciones que para mi neófita comprensión en estas materias, fundamentan la interconexión e inseparabilidad de la materia-la energía, y la conciencia espiritual, que fundamental la Ecoespiritualidad, veamos:

Prigogine ofrece una visión opuesta a la visión científica ortodoxa. Para él "el ser humano puede interactuar con la naturaleza. Este es el centro de su mensaje… La materia no es inerte. Está viva y activa. La Vida siempre está cambiando de un modo u otro, en su proceso de continua adaptación a condiciones de ausencia de equilibrio… "La ciencia clásica nos hacía sentir como testigos indefensos del mundo de relojería de Newton. Hoy en día, la ciencia nos permite sentirnos en casa 83 en el seno de la naturaleza".

Según Dossey, I. Prigogini en su teoría de las Estructuras Discipativas propone que: "La naturaleza es parte de nosotros, igual que nosotros somos parte de ella. En la descripción que damos de ella, podemos reconocernos a nosotros mismos". "Esta frase expresa Dossey- tan aparentemente sencilla, fue como una bomba para la ciencia pues creó, como dijo el Comité Nóbel, una teoría que tiende un puente sobre el abismo existente entre el campo de la investigación en ciencias biológicas y el de las ciencias sociales. Su teoría reafirma, en el lenguaje de la química y las matemáticas, el eterno mensaje de los místicos y los poetas: que formamos una unidad con el mundo. De hecho el Comité Nóbel llamó a Prigogine 82 el "poeta de la termodinámica" .

Desde la teoría de Prigogini, Mística y Ciencia aparecen entrelazadas por primera vez en la historia, lo que plantea exigencias nuevas al científico. Las interconexiones son tan profundas que el científico que no las percibe no solamente no comprende el campo místico, sino que tampoco comprende la propia ciencia. Para Prigogini el mundo de la física y de la biología no deben estar adaptados a los dominios de la experiencia humana, preñada de valores. Para él es claro que su "ciencia del devenir" es una "física humana"; por eso no existe separación entre el mundo microscópico, ni macroscópico y el humano.

En este mismo sentido dice Dossey que "otro premio Nóbel de física, Eugene Wigner, afirma que los objetos físicos y los valores espirituales pertenecían a una especie de realidad semejante, y esta puede ser consistente con la mecánica cuántica. Hoy se puede decir que la unión de los objetos físicos y los valores espirituales también resulta consistente con la teoría 84 de las estructuras discipativas" . Finalmente quiero traer a colación uno de los capítulos del libro de L. Dossey que más me llamó la atención y que lo considero central para el tema que he propuesto sobre la UNIDAD de la VIDA expresado en la Ecoespiritualidad; se trata del teorema de Bell. 78

81 82

Dossey, L. Ibid. pp., 131-132

Dossey, L. Ibid. pp., 134ss

83

Dossey, L. Ibid. pp., 134 - 136ss

84

Dossey, L. Ibid. pp., 140 - 141ss


John S. Bell, según comenta Dossey, es un físico que en 1964 propuso un teorema que encaja en la visión del mundo de los místicos según la cual: "la existencia del hombre es una realidad inconsútil (sin costuras) indisolublemente unida al universo que le rodea" (Bell, 85 Physics, 1965) . "Este hallazgo, continua Dossey, fue confirmado experimentalmente por primera vez por John Caluser en la universidad de Berkeley (1972). Las conclusiones son increíbles por la enorme dificultad que encuentra la razón lógica para entender cómo pueden ser verdad. Henry Stapp, otro físico de Berkeley, estudioso del teorema de Bell, lo considera el descubrimiento más importante de la historia de la ciencia. Resumo el teorema así: se ha tenido la siguiente comprobación empírica en el laboratorio. Se han separado dos partículas, una vez han estado en contacto, y aunque las situemos cada una en un extremo del mundo, cualquier cambio introducido en una de ellas produce instantáneamente un cambio correlativo en su pareja. Explica Dossey: "Las partículas separadas, aunque distantes en el espacio, siguen estando en contacto de algún modo inexplicable. La violación de los postulados de Einstein parece implicar que en cierta manera todos esos objetos constituyen un todo indivisible, como lo afirmaba el físico frances Bernard d´Espagnat. Por su parte el físico Jack Sarfatti, sostiene que entre esos dos objetos distantes no se transmite de hecho ningún tipo de señal que requiera un gasto energético; lo que se trasmite es "información", por eso no se viola la teoría de la relatividad restringida de Einstein. Pero no es claro en qué consiste esa información, resultando extraño que pueda viajar instantáneamente y no requiera ningún tipo de energía. Para el físico Nick Herbert, lo que se ha descubierto es la unidad elemental del mundo. Esa unidad no disminuye por el hecho de que exista una separación espacial. Todos los objetos surgidos en el universo están unidos en una globalidad invisible y con ella se han topado todos los modernos métodos experimentales. Es lo mismo que plantea el poeta Charles William: "separación sin desconexión, realidad 86 sin fisuras".

Explica Dossey: "Esto se comprobó experimentalmente en 1972 cuando Clauser confirmó las predicciones estadísticas de la mecánica cuántica, trabajando con un sistema complejo a base de fotones, cristales de calcita y lámparas fotomultiplicadoras. Desde entonces se ha repetido múltiples veces, y se convalida el mismo resultado, manteniéndose firme el teorema de Bell. Una vez más, como ha ocurrido en los últimos 100 años, las matemáticas y la experimentación han llevado a la humanidad a regiones inalcanzables para la 87 mente racional" . Concluye Dossey este importante capítulo diciendo: "Postular un universo inconsútil donde todo sucede simultáneamente mediante conexiones invisibles, es plantear la unidad total que abarca todo e universo, desde los átomos, pasando por los seres humanos y 88 hasta el enjambre de galaxias" . Para David Bhom, refiriéndose al tema dice: "las partículas están en conexión inmediata entre sí, por cuanto sus relaciones dinámicas dependen irreductiblemente del estado del sistema global. De esta forma, nos vemos conducidos a una nueva noción de globalidad sin fracturas, que repudia la idea clásica de que es posible analizar el mundo en partes que existen independientemente y separadas" (La danza 89 de los maestros. G. Zukav. 1979 . Estas teorías tan diferentes a las de Newton, Bacon, Descartes y muchos científicos de la modernidad y de la era contemporánea, los cuales suponen que el Universo presenta dos rasgos fundamentales: materia y espacio vacío, les parece imposible tales propuestas de sus colegas. A pesar de las comprobaciones la duda científica persiste, y es legítimo que persista ese es su camino, pero lo que no puede persistir es que no del posibilidades de que otros caminos y otras comprensiones, incluso de tipo científico, no puedan ser posibles a pesar incluso de las comprobaciones de laboratorio con sus normas, protocolos y leyes. DE esta manera me queda un campo abierto a muchas preguntas sobre la UNIDAD DE LA VIDA, entre otras planteo tres que me parecen centrales en mi proceso de búsqueda: 79

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Dossey, L. Ibid. pp., 158ss

Dossey, L. Ibid. pp.,161

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Dossey, L. Ibid. pp., 162

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Dossey, L. Ibid. pp., 163 Dossey, L. Ibid. pp., 133


¿Si aún por los métodos del paradigma científico tecnológico se comprueba la UNIDAD FUNDANTE DE LA VIDA, por qué sentido, razón o sentimiento, nosotros los seres humanos continuamos aferrados a modos o formas de desarrollo que destruyen la VIDA? Un reto fundamental es la pedagogía para vivir la VIDA. ¿Qué entendemos por VIDA cuando compartimos con otros procesos de aprendizaje? Debatimos qué entendemos por desarrollo, por política, por medio ambiente, por paz. Pero me parece que estamos dejando a un lado la pregunta fundamental. Obtener las alternativas sobre los problemas de las personas y de las sociedades está limitada a las fronteras de buscar curaciones a las enfermedades en general, pero no de a los sujetos individuales y sociales concretos ni a cómo ellos han generado la creación de sus problemas o enfermedades. ¿Cómo dar este salto en la comprensión de la enfermedad, de las crisis y problemas, no como algo que le llegó de fuera a la persona o a la sociedad, sino como una manifestación del proceso vital del sujeto individual y colectivo?

6. Mi experiencia sobre la unidad vital materia -espíritu, como vivencia ecoespiritual.

Mi experiencia ecoespiritual la veo y sintetizo como un camino que intenta pasar de la ciencia e indiferencia espiritual a la búsqueda de la unidad materia-espíritu, por la vía del crecimiento interior y del servicio del amor eficaz a los demás seres con los que me encuentro en la vida. El recuerdo que aún vive en mí desde niño es la separación entre el cuerpo material y el alma espiritual. Los años 60 y 70 del siglo XX los viví en un contexto de un gran deleite y oferta material, la educación se vinculaba al esfuerzo por construir un desarrollo individual y social que llevaría al disfrute material. Me educaron en la sociedad que viví con una buena dosis de deleite en el tener, en el poseer cosas y en gran medida con el presupuesto de que se era persona si se tenían los últimos aparatos de la ciencia y la tecnología, y el prestigio del ser se asociaba al tener.

Este era el mundo natural, este era el apremio de la educación que recibía en la escuela y la preocupación de mis padres: si yo era alguien era porque me formaba para acrecentar mis acumulados materiales, y si bien había una gran preocupación por los valores espirituales, religiosos y morales, ellos estaban en función de que mi ser personal estableciera una importante estabilidad material. Desde mi niñez pero sobre todo en mi adolescencia el currículo de educación escolarizada se centraba en los conocimientos científicos y técnicos en el modelo de desarrollo capitalista y para la profesión que ya pronto tenía que escoger para ganarme la vida. Algunas materias como la religión católica, la filosofía y otra que se llamaba "comportamiento y salud", enfocada desde el paradigma científico formal, intentaban proponer otros asuntos para mis compañeros/as de escuela, pero eran las materias de "relleno", esas que los estudiantes llamábamos despectivamente las "materias costura", aquellas que no son importantes para acumular bienes, para hacernos prestigiosos socialmente y ricos en dinero para gozar la vida. En este ambiente donde viví, de manera práctica y consciente, no se hizo visible la relación entre los sentidos espirituales y los materiales; por el contrario se aplica mucha energía a la dimensión de la vida material y corporal entendida como objeto. Sin embargo, allí también pude vivir la dimensión de la solidaridad, de las amistades entrañables, de los sentimientos afectivos desde mi identidad masculina, de los dolores por las pérdidas de amigos que murieron en este país tan violento y de las alegrías por las manifestaciones de cariño entre los pares. Es decir, siento que con mis amigos y amigas de la época, y que aún siguen estando cerca en mi vida actual, aprendí a darle sentido a muchas situaciones vitales, a ubicar las decisiones que tomé en ese momento, aprendí algunas cosas para el vivir; y si bien el vivir se hace, como dice Krishnamurti de "instante en instante" y se toman decisiones nuevas frente a nuevas situaciones, algunos de esos aprendizajes han sido un referente importante en mis decisiones y comportamientos hasta hoy.

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A pesar de esta última afirmación, la educación y los aprendizajes vividos en estos primeros años de mi vida, presagiaban en mí la enfermedad que he calificado como la fractura o la separación vital entre materia y espíritu. Al llegar el momento de mi graduación de bachiller a los 16 años y con el reto de decidir qué seguía en mi vida hacia delante, a los 17 años estaba en la Facultad de Medicina de la Universidad Libre de Cali -Valle-(Sur Occidente de Colombia). Decidí en algún momento de total inseguridad jugarle al todo del prestigio profesional de ser médico en un programa de medicina rural, bajo la concepción (ahora lo veo más claro) de la medicina alopática, línea prepotente que dice saberlo todo, para curar a miles de campesinos que estaban enfermos en mi país. Soy sincero en decir que quería más prestigio profesional y servicio que simplemente dinero. Este último llegaría como una consecuencia de mi servicio profesional en los perdidos pueblos de Colombia, esto lo sentí profundamente desde los 16 años. Así, quedé tranquilo conmigo mismo, con mi familia y con mis más cercanos amigos y amigas; sería un médico prestigioso, respetado, y al mismo tiempo, tendría lo necesario para vivir cómodamente. Las ciencias naturales, la biología, la química, la física, la biofísica, la genética, la fisiología y la anatomía humana, cobraron para mí un interés muy grande y me sentía orgulloso de tocar esos saberes. Para nada me interrogaba sobre los asuntos espirituales y del alma, ni siquiera sobre la sabiduría de la medicina popular o indígena, algo más me interesaban los asuntos sociales pero era una preocupación lejana y débil. Esos asuntos no eran ciencia, no se podía comprobar en el laboratorio, ni las leyes más profundas avalaban eso como posible, por tanto no existía. Materia (cuerpo) y espíritu, según lo había aprendido en mi familia, en mi escuela y ahora en la universidad eran dos asuntos separados, cada uno con su propio mundo. Además lo espiritual era un asunto de religión allí se agotaba y yo no era muy creyente ni practicante de ninguna religión en especial. Pensaba entonces que lo posible y los verdadero eran los cambios materiales que se daban en el cuerpo por los tratamientos médicos descubiertos por la ciencia, ella era una verdad fuerte e incuestionable que ayudaba mucho a los seres humanos, pero también esto era 90 91

DOSSEY, Larry., Ibid. Prólogo de F. Kapra., p. 9 BERMAN, Morris. Cuerpo y Espíritu. La historia oculta de Occidente. Ed Cuatro

aplicable a cualquier otra profesión científico tecnológica en cualquier campo de la Vida. Mi opinión era muy contraria a lo que nos comparte L. Dossey, y lo que encuentro hoy muy sugerente cuando dice: "Hay una crisis profunda en el cuidado de la salud y existe un descontento frente a las instituciones médicas. El centro de insatisfacción es la desproporción costeeficacia de la medicina moderna y que mientras proclaman la excelencia científica tecnológica la salud de la población no mejora significativamente. Dentro de muchas causas sobre los pocos resultados de la medicina actual uno principal es el marco conceptual que subyace a la teoría y práctica de la medicina. La crisis continuará si ese marco no se modifica. Es una crisis de orden perceptivo, por eso es una crisis sociocultural más amplia, crisis compleja y multidimensional que afecta toda la vida, a causa de problemas como: la inflación, el desempleo, energías contaminantes, desastres ecológicos, amenaza de guerras nucleares, biológicas. Todo esto por la aplicación de la visión mecanicista propia de la ciencia cartesiana-newtoniana, aplicados a una realidad que ya no se deja comprender a la luz de estos conceptos… Para comprender de manera nueva este mundo necesitamos de una nueva visión de la realidad: la perspectiva ecológica. Es un cambio fundamental en nuestros pensamientos, percepciones y valores. Una concepción holísitica de la realidad, pasando de la fragmentación a la 90 totalidad" . Por su parte M. Berman me ayuda en estos momentos a comprender mejor mi posición frente a la vida espiritual de aquella época juvenil cuando afirma: "Según Eric Dodds - gran helenista-, antes de Platón el alma era considerada como el espíritu del cuerpo, no como su prisionera. Con Platón empezó a cambiar. Una especie de puritanismo que caracteriza a ciertas culturas gnósticas, lo que Frances Yates denomina gnosticismo pesimista, entró ahora a la palestra. Esta fue la estructura oposicional que tuvo un largo período de incubación. El alma y el cuerpo fueron lanzados uno contra otro en mortal combate, y este dualismo agudamente negativo se convirtió más tarde, en manos de la iglesia católica (y cristianismos en general), en parte importante de la psiquis y herencia cultural de 91 Occidente" 81 Vientos. Santiago de Chile. Segunda edicación.1993, pp. 147. Berman propone que sobre puritanismo y gnosticismo pesimista se vea: de Eric Dodds, "Griegos y lo irracional (pp. 135 - 78 versión en ing.) y Frances yates, "Giordano Bruno yla tradición hermética (Barcelona: Planeta, 1983)


Era para mí tan supremamente lejana mi relación con los sentidos espirituales, del alma y de la religión, que ni siquiera los negaba, mi actitud era de indiferencia y desconocimiento total. En cambio, la ciencia y todo lo que tuviera que ver con la materia corporal en sí misma, sus cambios, sus problemas y su fascinante mundo tejido por átomos, moléculas, células y seres vivientes, eran en para mí lo único válido y existente. Hoy, puedo decir que posiblemente para mí el mundo en esta etapa de mi vida, no era dual ni maniqueo ni binario, sino sencilla y simplemente no existía sino la materia. Ni siquiera atendía ni entendía una conversación que pusiera el tono de la discusión en la confrontación entre espíritu, alma, religión y la materia. No recuerdo haber tenido este problema en mi conciencia. Fueron dos años de furor científico en la facultad de medicina. Largas horas de estudio en el anfiteatro frente al cuerpo de una persona, "objeto" de estudio, que no supe finalmente ni cómo se llamaba. En este tiempo el plan curricular entraba de una vez a las materias básicas médicas: anatomía, biofísica, biología, genética, etc., y algunas materias de contexto social como la historia de la medicina colombiana, historia universal médica, enfermedades endémicas, estas últimas como relleno y no importantes. Todo parecía ir muy bien, avanzaba hacia finales del tercer semestre y con toda intensión de seguir hacia el cuarto semestre de mi carrera cuando se presentó lo inevitable de las universidades públicas: el paro de las clases como reacción a la falta de un presupuesto adecuado para nuestra educación a lo que se añadías la corrupción del cuerpo directivo de la universidad apropiándose del dinero y hasta problemas de acoso sexual a las estudiantes por parte del rector y algunos profesores, a cambio de altas calificaciones y becas. A los 18 años viví por primera vez lo que era una Asamblea General de estudiantes en paro, huelga de hambre, actos culturales para mantenernos activos en la Universidad, comisiones de todo tipo organizadas por los estudiantes para que no se infiltrara la policía secreta y dañara nuestra protesta, negociaciones con las autoridades directivas de la universidad y de la secretaría de educación de la ciudad y el departamento del Valle, marchas por las calles con nuestro pliego petitorio, solidaridad de los estudiantes de otras

universidades. La irritación de esta protesta se prolongó por más de tres meses y llegó a tal nivel que mi cuarto semestre de medicina se quedó en el tintero. Esta enfermedad social de la deficiente educación pública de mi país, y que hoy infortunadamente continúa después de 30 años, me hizo pensar con más profundidad sobre lo que yo estaba haciendo. El segundo semestre del año 1979 fue un momento crítico para lo que podía seguir en mi vida; las preguntas y la necesidad de repensar lo que estaba haciendo y las decisiones no se hicieron esperar: ¿Cambiar de universidad y continuar con la medicina? ¿Un programa de medicina rural que hizo sentido en mí no había en otra parte, me tocaba pasar a otro tipo de programa de medicina y ya había invertido casi dos años, esto atrasaba mi proceso. Mi deseo era llegar rápido al prestigio profesional, ganar dinero y tener cosas, si bien me gustaba el hecho de servir a las familias campesinas y que mi vida tuviera algo de servicio social. ¿Entonces qué hacer? ¿Pasar por alto lo sucedido, esperar un poco, pero no sabía hasta cuándo? La falta de paciencia empezó a presionar en mis planes. Muchas preguntas daban vueltas en mi cabeza y había sentimientos de desesperanza. Me había costado mucho trabajo conseguir el cupo en la Universidad y en la Facultad de Medicina para que ahora todo cayera en el limbo de la suspensión de clases y la reapertura no era clara en qué momento se iba a dar. Estaba cocinando en mi ser decisiones significativas, estaba haciendo un proceso de autocuración frente a mi propia enfermedad, casi de manera inconsciente/consciente mi ser estaba trabajando. El tiempo transcurría, mi proceso se truncaba, apareció un sentimiento de competencia para demostrarme a mí mismo y a los demás que yo si podía ser médico, pero esta presión no me dejaba actuar con tranquilidad y paciencia; por eso busqué salidas a mi situación, es decir, busqué dialogar y encontrar alternativas a mi crisis. Leyendo hoy al Dr. Julio Cesar Payán, comprendo un poco más lo que yo estaba viviendo en ese momento, desde la perspectiva de la emergencia autopoiética: 82


"los seres vivos gozan de la posibilidad de autoorganización y autogestión, según su propio orden y teleología, pero al ser singularidades interdependientes de todo su contexto se debe hablar de auto-eco-organización y auto-eco-control. Este principio tiene importancia porque reconoce que el ser humano como organismo vivo, biocibernético siempre busca, y tiene la capacidad de poder auto92 eco-regularse, organizarse y gestionarse" . Por este camino, hoy alcanzo a descubrir en mi meditación que yo también soy protagonista tanto de mis propias crisis (cosa que es más clara) como de mis propias sanaciones (asunto menos claro para mi, pues los problemas estaban más afuera que en mi mismo). Hoy comprendo que frente a mis crisis y enfermedades corpo/espirituales las soluciones no están simplemente fuera de mí, que no soy un "paciente", un ser pasivo, que necesita que otro ser, un médico, un psicólogo, un sanador me cure. Entiendo hoy que mis crisis de salud no son solo un asunto físico del cuerpo ni un asunto solo de mi ánimo psicológico y espiritual, sino que al ser yo un ser integral, mis crisis son corpo/espirituales. Por eso, tanto el camino de búsqueda como las alternativas están en la atención a lo material e inmaterial de mi ser, atención al cuerpo y al espíritu por igual, es decir, se necesita un camino de búsqueda y alternativas ECOESPIRITUALES. Atender mi ser en su totalidad. Allí, en esta interacción dialógica, es donde emerge la salud necesaria para mi ser con su dimensión indivisible de cuerpo(materia) y espíritu; y si esto se da en mí la conclusión a la que llego es simple y directa: si esto pasa en mí así mismo se debe dar para otros y para el mundo en su globalidad. Para las crisis sociales, se necesitan procesos de curación integral, por eso necesita de una Eco-espiritualidad que atienda los problemas y busque alternativas integrales a los complejos problemas que se viven.

Por eso mismo, como asegura Payán en su texto, no existen enfermedades, sino enfermos; parafraseando a Payán: no existen enfermedades sociales sino sociedades concretas enfermas, pues básicamente cada situación en única e irrepetible en cada ser y en cada procesos histórico social. Pero además, su sanación afecta e influye en la salud global del cosmos, pues somos parte, como individuos y colectividades, de un todo complejo, de una red interconectada que es la VIDA. Volviendo a mi experiencia persona, recuerdo el momento de la decisión que voy a relatar a continuación y que significa un "giro paradigmático en mi vida". Fue un momento concreto, enfático, simple y al mismo 93 tiempo profundo; como dice Dossey , donde "el tiempo y el espacio se convierten en una realidad sicológicamente subjetiva que sobrepasa, cuestiona y hasta desmorona el carácter de absoluto que le hemos pretendido dar". La relatividad de Eintein, la incertidumbre de Heisember y la complejidad de Morín existiendo en las decisiones humanas, así lo alcanzo a ver hoy en esta experiencia eco-espiritual que me sucedió en un momento de mi vida. Para recordar bien el momento, y antes de escribir los que viene enseguida, fui a la casa de mis padres y me tomé unos horas de meditación en la misma habitación donde hace 31 años inicié a elaborar el giro vital que en gran parte influyó para estar donde actualmente estoy. Fue una noche del mes de julio de 1979, había regresado de la ciudad de Cali, donde estudiaba medicina, a la casa de mis padres en Bogotá, me senté frente a la televisión para ver las noticias de la noche pues posiblemente pasaban algo sobre la tensa situación que se vivía en la universidad, ya que varios compañeros y compañeras de los semestres avanzados se habían cosido la boca con hilo de sutura para 83

92

93

Payán de la Roche. Julio Cesar. Desobediencia Vital. pp. 43ss

DOSSEY, Larry. .(pp. 41-96). Un apretado resumen del Capítulo 2 sobre el Tiempo y Espacio aclara la idea: el autor trabaja a fondo el tiempo y el espacio tanto desde el paradigma de la física mecánica como desde la física cuántica, para concluir que en el paradigma mecánico el mundo se comprende como una realidad desagregada, compuesta por partes que se relacionan a la manera de un reloj o de una máquina, por eso tiempo y espacio son dos componentes que se relacionan de manera yuxtapuesta, uno al lado del otro, de donde se deriva una relación de causalidad. Tiempo y Espacio se comprenden como componentes separados en el mundo, como elementos preponderantes que determinan, por ser absolutos y no relativos, la vida de los seres humanos y de todo el universo. De aquí se deriva la enfermedad de la época: la enfermedad el tiempo, de la prisa, una lucha contra el tiempo, el stress, la angustia de que no alcanza el tiempo, etc. Pero nada más

contrario a la realidad, científicos de la talla de Einstein, Heisember, Bhor, Prigogini, Bell, etc, han demostrado por los mismos caminos y métodos de la ciencia dominante que no existe la separación entre tiempo y espacio, que el mundo no es simplemente una máquina, que el mundo es complejo y que la comprensión cuántica de la realidad hace posible que el tiempo y el espacio se fundan en una sola realidad compleja, que el tiempo y el espacio no son absolutos, que no son dos dimensiones, ni dos caras de una moneda, sino que se intrincan y se compenetran profundamente, que no hay vacío, ni principio ni fin, que todo está tejido en la unicidad, que el mundo y todo lo que contiene es uno solo, que no existe nada aislado, ni separado, que la vida, la muerte, el nacimiento, la enfermedad y a salud hacen parte de ese todo, que no existe el tiempo mecánico del reloj, que el tiempo es una abstracción psicológica, y que no existe realmente como lo hemos concebido, que lo que existe es un sucesión de hechos en el espacio a lo que llamamos tiempo.


presionar una respuesta adecuada a nuestras solicitudes. Antes de las noticias se presentó en un programa muy corto de la iglesia católica, que aún hoy se emite (el Minuto de Dios), un monje ermitaño franciscano mendicante, invitando a los jóvenes que quisieran tener una experiencia espiritual para aportar con su servicio a mejorar las vida del país y del mundo. Invitaba a una ermita localizada en las montañas del Macizo colombiano, en un alejado pueblo del sur del país llamado Berruecos (Nariño) y los interesados deberían llamar en los próximos días al teléfono que dictó y salió en la pantalla del televisor. Con el entrenamiento memorístico que se usa en anatomía me aprendí el teléfono y el nombre del sacerdote y lo guardé en mi memoria. Esa noche la idea me dio muchas vueltas en la cabeza, no entendía por qué me había llamado la atención esa invitación. ¿Pasar de la cura de enfermedades a la cura de almas? ¿De médico a sacerdote? ¿Pero si me gustaba mucho el oficio que estaba aprendiendo como médico rural, para qué cambiar? ¿Si yo nunca había tenido inquietudes vocacionales para la vida religiosa, ni había pertenecido a ningún grupo parroquial, ni siquiera había sido acólito de niño, ni en mi familia me habían obligado o infundido ser piadoso o creyente militante, porqué me llamaba la atención? ¿Qué me pasaba, estaba desilusionado por la espera de ya casi cuatro meses sin que la universidad se reabriera y estaba buscando algo en qué ocuparme, en qué divertirme o algo con mayor sentido para vivir? Lo cierto es que a los pocos días conversé con mis padres sobre esta inquietud y les propuse que me ayudaran con algún dinero para desplazarme a ese lejano municipio y descansar unos días mientras reabrían la universidad. Ellos accedieron a la petición sin problemas y pensaron que su hijo se iba de descanso después de casi dos años de estudio y pocos momentos de diversión. Casi dos meses duré en la ermita, junto con cinco monjes, dos colombianos y tres italianos, entre ellos el Padre Filippo, los cinco con una fuerza espiritual muy grande y convencidos de la vida de oración, trabajo material y mendicante, al viejo estilo de San Francisco de Asís. Llegamos diez jóvenes en las primeras horas de la madrugada de un sábado, luego de una larga

caminata nocturna de casi más de cinco horas por montañas oscuras pues a la linterna del cura Filippo se le acabaron las pilas a la tercera hora. Llagamos a eso de las 12:30 a.m., entrando la madrugada, los hermanos menores, como se llamaban entre ellos, estaban en la oración de la media noche, primera del día, llamada maitines; nos ofrecieron un café y nos alojaron a cada uno en una "celda", nombre que le dan ellos las habitaciones. Ya en la mañana de ese día, hacia las 5:30 a.m., nos invitaron a la segunda oración del día, los laúdes, luego pasamos al desayuno y nos reunieron a todos para explicarnos cómo era la vida allí, el rezo de las horas según el rito tradicional de los monjes (7 veces al día), los oficios materiales (la mayor parte del día), las horas de estudio (un par de horas al día), los breves momentos de recreo colectivo y las horas de sueño. Comento esta experiencia en detalle, con el fin de poder expresar el cambio tan radical que significó para mí esta experiencia vital que marcó mi existencia y me hizo ver otras dimensiones de la vida en todas sus manifestaciones. De aquí en adelante se inicia un proceso de búsqueda del sentido y significado de mi vida de una manera diferente, proceso que lo he resumido en el título que acompaña este apartado: "del camino de la ciencia e indiferencia espiritual al camino de la búsqueda de la unidad materia-espíritu, por la vía del crecimiento interior que se expresa en el servicio del amor eficaz". Para este momento, pasados los dos meses de ermita, decidí pasar de médico rural prestigioso y con todo lo necesario para tener todas las comodidades materiales, a ser un sacerdote servidor de la gente para que viviera mejor la vida, animados por la fuerza de la vida espiritual. Esta experiencia de giro inicial la viví en la espiritualidad franciscana, a la que le agradezco una comprensión cósmica universal de la espiritualidad. Sin entender, en ese momento, la dimensión de este hombre llamado Francisco de Asís, me gustó enormemente esa unión entre el cosmos y la creación de Dios, y las explicaciones teológicas y vitales que los eremitas le daban a esa relación. ¿Qué comprensión tuve de este paso o cambio de rumbo? ¿Cómo darle sentido a este cambio para mí y cómo expresarlo frente a los demás? Desde que 84


inicié esta experiencia de sentido, como dice Bernard Lonergan S.J., teólogo y epistemólogo, el "insight" autoapropiado fue el siguiente: el servicio del médico y el servicio del hombre o la mujer que asume la misión de la cura espiritual, no es otro que amar a los demás y amarse a sí mismo. Pero este amor no puede ser simplemente una idea, un sentimiento, una intensión, sino principalmente una práctica de reconocimiento, respeto, compromiso y amor eficaz para que la Vida emerja abundantemente en todos los seres con los que uno se encuentra en las relaciones humanas y en la naturaleza (cosmos universal). Esto en una sociedad desigual, injusta y fragmentada, como la colombiana y latinomericana, cobró en mi interior, en mis decisiones y en mis opciones un cambio de vida que he intentado que sea profundo y productivo. A partir de este momento impactante, o como lo denomina la experiencia cristiana, a partir de esta "conversión de vida" (metanoia), el esfuerzo ha sido recrear mi propio sentido de vida, aprender de las relaciones con los demás y con el mundo y estar abierto para aportarle a la vida de los demás, para que entre todos busquemos la justicia, la libertad, la felicidad, la igualdad, la Unidad Fundamental de la Vida. Todo esto como antídoto a las divisiones y guerras que nos plantea el paradigma científico/tecnológico que separa y manipula la realidad en extremos dicotómicos y altamente contradictorios entre: Materia Vs. Espíritu; Cuerpo Vs. Alma, o Razón Vs. Fe; Buenos Vs. Malos; Tiempo Vs. Espacio; Caos Vs. Orden; Natural Vs. Sobrenatural, etc., en los diversos ámbitos de la vida, produciendo la enfermedad de la "separación" de la Vida, lo que ha derivado en una concepción y práctica de concentración de quiénes tiene el Poder (armado, económico, religioso, político, cultural) sobre los que no lo tienen y deben obedecer o estar al servicio del poder dominante. Generando todo tipo de divisiones, guerras y dominaciones entre personas, naciones, sociedades y culturas.

Sobre este cambio Payán afirma: Las relaciones humanas están marcadas por el binomio manipulador-manipulado. Por esa razón no nos percatamos que tenemos expectativas malsanas de dependencia, de falta de responsabilidad, de culpabilidad, de juicios que llenamos con discursos y dogmas que nosotros mismos nos inventamos. Estas relaciones construyen aparatos que angustian, que no dejan correr la vida, que enferman y a los que hay que buscarles líneas de fuga. Por eso el problema … no es sólo técnico, económico, sino también de cambio de paradigmas. El cambio se puede realizar si somos capaces de aprender a pensar por nosotros mismos, si nos proponemos cambiar unos encuentros mejores, si somos más libres, más tolerantes, menos lineales, menos hegemónicos, menos soberbios, si somos capaces de desprendernos de las caretas y disfraces, si somos capaces de inaugurar la desobediencia vital, 94 en fin si somos. De nuevo, volviendo a mi experiencia, al poco tiempo de abandonar la Ermita, pues quería trabajar más con las gentes del campo, ingresé a una Congregación de religiosos, llamada Misioneros Redentoristas, cuya misión o carisma, es la atención espiritual a los campesinos pobres y excluidos, fueron 8 años de una fuerte experiencia en esta comunidad de religiosa, pero con grandes vacios y debilidades en la interacción compleja entre lo espiritual y lo material. La mayor atención se fijaba en el acompañamiento sacramental y doctrinal, y las preguntas de fondo de una espiritualidad que generara cambios sociales profundos era vista como ajena e este mundo. Esta situación me hizo pensar y sentir que el seguir bajo esas condiciones no respondía a mi propio proceso de crecimiento interior y decidí salir de la Congregación. Sin embargo, rescato de la experiencia con los Redentoristas la valiosa oportunidad de conocer experiencias y aprendizajes con comunidades campesinas, afrodescendientes, indígenas y pobladores urbanos, acompañándolos en sus búsquedas o, como llamábamos en los años 70 y 80, en sus luchas por sus derechos. De la corta experiencia en la Ermita, concluyo hoy, que no entendí el poder de la relación entre oración 85 94

Payán, Ibid. Capítulo 4. pp. 61ss


y los procesos materiales de la vida; y en la vida de la congregación no encajé en la propuesta desarticulada que separaba la espiritualidad de los procesos sociales y sin embargo se esperaba que emergiera la vida con todo su esplendor y verdad. Lo que percibí era que la espiritualidad estaba vacía de materia y ésta de espiritualidad. Era una espiritualidad fundada en los ritos de la religión organizada, pero de allí no se derivaban cambios en la vida material de los individuos y de la sociedad. Desde esta perspectiva era posible la oración, los sacramentos, las doctrinas, los dogmas y hasta los discursos sobre el amor, sin que implicara cambios substanciales en la Vida de las personas y de la sociedad. Esto me hizo cambiar el lugar de trabajo pero no el camino para buscar la Unidad Total materia-espíritu, y su relación con los cambios que una sociedad tan desigual y violenta como la colombiana ha sostenido desde que se hizo república. Quisiera agregar, para finalizar este apartado, que en los estudios de filosofía y teología que acompañaron la experiencia que relaté en los párrafos anteriores, encontré significativos hallazgos, enseñanzas y aprendizajes que no puedo dejar de mencionar. Unos maestros amigables, serios y ponderados que como decíamos entre los compañeros: "ponían en crisis nuestra fe". La lectura de los grandes filósofos y teólogos de todas las épocas de occidente, importante maestros en antropología, sociología, historia, comunicación, psicología, Biblia, teólogos de diversas áreas y pastoralistas, abiertos a las preguntas e interpelaciones que hacíamos como estudiantes, me ayudaron a tener una visión amplia que si bien era imposible agotar en los 8 años de estudio, estoy agradecido por las bases ofrecidas. Sin embargo, el haber realizado mis estudios simultáneamente con la práctica de trabajo en las organizaciones y comunidades es la mejor combinación que he podido vivir. La gente colocaba el polo a tierra, siempre hacia un llamado a la realidad, a los procesos y asuntos vitales. Igualmente aprendí que la separación entre lógos y praxis la podía trabajar profundamente en mi vida cotidiana y esto me ayudó muchísimo a comprender otras dicotomías que vivía, una de ellas, la separación entre corporalidad sexual, la afectividad 95 y la espiritualidad , y otras que aún continúo elaborando como la separación entre vida y muerte. 86 95

Espero trabajar este tema en el Curso que sobre el tema de Género propone el Doctorado.


CAPITULO IV

BIOPEDAGOGIA UN CAMINO DE APRENDIZAJE ECOESPIRITUAL

1. La pregunta por la Vida el punto de partida de la biopedagogía

¡Hay que ver de qué manera absurda pensamos la vida! La vida es algo viviente, algo activo y dinámico, y no pueden ponerla en un marco. Son los intelectuales quienes ponen la vida en un marco y tienen un esquema para sistematizarla. J. KRISHNAMURTI (Julio de 1948)96

La biopedagogía la comprendo como un proceso de aprendizaje que parte de la Vida y regresa a ella, porque la vida es esencialmente un camino de aprendizaje. La biopedagogía es entonces una mediación para cultivar la Vida y por eso mismo es una mediación para vivenciar la Ecoespiritualidad. Pero este camino aprendiente de la mano de la biopedagogía está refundado ahora bajo el nuevo paradigma holístico que concibe la materia-espíritu como Unidad. En este sentido la misión irrenunciable de la biopedagogía es generar caminos aprendientes para la ecoespiritualidad, de tal manera que se restablezcan los lazos rotos de la relación entre la materia y el espíritu, entre la naturaleza y la conciencia, para volver a la Unidad de la Totalidad y develar el falso sofisma de la división entre transcendencia e inmanencia, inscrito en marco espiritualista del paradigma científico positivista, con el propósito de concebir y transformar la Vida como To ta l id a d d i n á m ic a, d iversa y c o mpl eja.

Ahora bien, la pregunta, el significado y sentido de la VIDA es el interrogante que por excelencia venimos buscando los seres humanos desde hace miles de años. La pregunta se encuentra plasmada tanto en los antiquísimos pictogramas, artefactos, utensilios y grandes construcciones materiales, como en los textos de sabiduría y filosóficos de las más diversas culturas del mundo. Hoy, en los albores del siglo XXI d.c., la pregunta sigue vigente. Todos los procesos económicos, políticos y culturales de esta época de la globalización mundial trabajan por desentrañar el misterio de la VIDA. Los conflictos así como los inventos y la construcción de teorías en ciencias tecnológicas y sociales, cognitivas, educativas y psicológicas así lo confirman. La pregunta por la VIDA no es simplemente una curiosidad de nuestra especie humana por buscar una explicación biológica, sicológica, sociológica o espiritual. Como lo afirma Varela, para entender la vida es necesaria "una comprensión del fenómeno de la vida en toda su gloria y majestad... para evitar caer en la tentación dominante de reducir el fenómeno de la vida a la sorpresa de ver que surge de un mundo material molecular muerto y sin significación. ¿Cómo puede ser posible tal 97 fenómeno?" . Entendida la dimensión de la pregunta, siento como ser humano un gran desafío en la construcción de nuevas comprensiones sobre la Vida. Y presiento que la Ecoespiritualidad es una de esas nuevas comprensiones y el reto es generar espacios y comunidades aprendientes para expandir sus frutos e impactos en las transformaciones que necesita la Vida. 87

96

KRISHNAMURTI, Jiddu. Vivir de instante en instante. Fundación Krishnamurti Latinomericana. Barcelona. Medellín, 1994. pp. 37-38

97

VARELA, Francisco. El Fenómeno de la Vida. Ed. Océano. 2da Edición. Santiago, 2002. p. 14


Ahora bien, la VIDA en su conjunto y como un todo integral, es un devenir en proceso, ella tiene en sí misma su propia capacidad e información para desarrollarse, a la manera de un sistema autorreferenciado, autorregulado y autónomo; como lo afirma el "paradigma autopoiético y organísmico". Sin embargo, también veo que no es un sistema cerrado en sí mismo sino que tiene referentes determinantes, tales como las interrelaciones entre las especies macrocelulares, también las relaciones entre los elementos microcelulares, y a la vez, la interdependencia entre el mundo de la materialidad y el mundo de las experiencias espirituales, tal y como lo propone la Ecoespiritualidad en el sentido de los paradigmas místicos para la comprensión de la Vida. Esta aproximación sobre la comprensión de la vida está permeada por el interés que tengo en entender y aportar a la construcción de nuevas percepciones de la Vida y a la formulación de nuevos sentidos (o paradigmas experienciales) para aprende a vivir la Vida de manera Ecoespiritual. Pero, como lo he dicho en varios apartados de este trabajo, reconociendo la alta carga de incertidumbre, ignorancia y preocupación sobre este desafío. De esta manera y dada la magnitud del reto, parto de una condición según la cual si en cada uno de los seres humanos y de los seres de las demás especies, no se va dando un proceso de profundo cambios espiritual, de "metanoia", de construcción de una experiencia vital que lleve a transformaciones ecoespirituales profundas, no se generarán las condiciones ni las posibilidades para un camino que haga posible la sostenibilidad ecoespiritual de la humanidad, de tal manera que el planeta, como 98 Gaia , gane las transformaciones que necesitamos para construir un mundo más digno, incluyente, diverso, libre, bello y feliz.

98

La hipótesis de Gaia es un conjunto de modelos científicos de la biosfera en el cual se postula que la vida fomenta y mantiene unas condiciones adecuadas para sí misma, afectando al entorno. Según la hipótesis de Gaia, la atmósfera y la parte superficial del planeta Tierra se comportan como un todo coherente donde la vida, su componente característico, se encarga de autorregular sus condiciones esenciales tales como la temperatura, composición química y salinidad en el caso de los océanos. Gaia se comportaría como un sistema auto-regulador (que tiende al equilibrio). La teoría fue ideada por el químico James Lovelock en 1969 (aunque publicada en 1979) siendo apoyada y extendida por la bióloga Lynn Margulis. Lovelock estaba trabajando en ella cuando se lo comentó al escritor William Golding, fue éste quien le sugirió que la denominase "Gaia", diosa griega de la Tierra (Gaia, Gea o Gaya).

En este sentido, el maestro Hugo Asmann, me ayuda a completar la idea que quiero exponer: "la humanidad ha llegado a una encrucijada éticopolítica, y según todos los indicios, no encontrará salidas para su propia supervivencia, como especie amenazada por sí misma, en tanto no construya consensos sobre cómo incentivar conjuntamente nuestro potencial de iniciativas y nuestras frágiles predisposiciones hacia la solidaridad. Ese potencial para crear y esa apertura para compartir no se igualan bajo órdenes e imposiciones, por antigua que pueda parecer la idea, sin profundas conversiones antropológicas, traducidas en consensos políticos construidos de modo democrático, no surgirá una convivencia humana en donde no falte ni la riqueza de bienes disponibles ni el deseo de saber convivir en medio de las diferencias. Una sociedad donde todos tengan sitio solo será posible en un mundo donde quepan muchos mundos. La educación se enfrenta a la apasionante tarea de formar seres humanos para quienes la creatividad y la ternura sean necesidades vitales y elementos definitorios de los sueños de felicidad individual y 99 social" . Desde otra reflexión igualmente iluminadora, las siguientes palabras de E. Morin me han ayudado a comprender, desde el paradigma emergente integral, que la VIDA es un sistema complejo en continua construcción, que es dinámico y que presenta simultáneamente diversas dimensiones, entre las que destaco la Ecoespiritualidad de la Vida: "La vida es un sistema de sistemas de sistemas, no solamente porque el organismo es un sistema de órganos que son sistemas de moléculas que son sistemas de átomos, sino también porque el ser vivo es un sistema individual que participa de un sistema de reproducción, tanto uno como otro participan en un ecosistema, el cual participa en la biosfera... Estábamos hasta tal punto bajo el dominio de un pensamiento disociativo y aislante, que esta evidencia 100 no se había observado." 88 99

ASMANN, Hugo. Placer y ternura en la Educación. Hacia una sociedad aprendiente. Ed. Narcea, S.A. Madrid. 2002. p. 28

100

MORIN, Edgar. El Método. La Naturaleza de la Naturaleza. Cátedra. Madrid 1983. p. 121


En esta perspectiva, con la presente meditación pretendo esencialmente exponer algunas ideas sobre la rica y necesaria interdependencia que existe entre la VIDA (bios), la ecoespiritualidad como comprensión de ella y la necesidad de desarrollar un camino pedagógico para alimentar esta relación. De esta manera, en un primer punto del escrito indicaré la comprensión que tengo sobre cada una de las categorías: biopedagogía y ecoespiritualidad; sus relaciones y las consecuencias de la separación entre vida y espiritualidad como producto de un paradigma y de una pedagogía durante muchos años dominante; y luego, en un segundo punto, examino y propongo algunas pistas biopedagógicas para construir la dimensión ecoespiritual de un desarrollo humano armónico con ella.

2. ¿ C ó m o c o n c e bi r B io p e d a g o g í a y Ecoespiritualidad? Dos conceptos para aprender a recrear la Vida.

Concepto y realidad no son dos elementos separados. Los conceptos viven de la realidad y la realidad está mediada por los conceptos. En las conversaciones con mis compañeros y compañera de rizoma sobre Pedagogía y desarrollo humano, alcancé a comprender, que los conceptos, comúnmente aceptados como uno de los principales productos de la cognición de la mente, no son simplemente un ejercicio del intelecto humano que hace representaciones de la realidad, sino que los conceptos que hacemos los seres humanos se elaboran de otras maneras y que la cognición es un complejo sistema que va más allá de la sola representación. F. Varela insiste en que la "total ausencia, hasta ahora, de sentido común en la definición de la cognición, constituye la principal fuente de insatisfacción de la llamada alternativa de la Enacción. Tanto en el cognitivismo… como en el conexionismo de nuestros días…, todavía se observa que los criterios para la cognición están directamente relacionados con la representación exitosa de un mundo externo, dado

previamente, normalmente como una situación que resuelve un problema. Sin embargo, nuestra actividad cognitiva en la vida diaria revela que esta visión de la cognición es demasiado incompleta. Precisamente, la principal habilidad de toda cognición viviente es, dentro de los límites amplios, proponer los temas relevantes que han de abordarse en cada momento de nuestras vidas. No son pre-dados, sino activados o traídos a un primer plano desde un contexto y lo que cuenta como relevante es lo que nuestro SENTIDO COMÚN determina como tal, siempre de una manera 101 contextual" . De esta manera, si los conceptos no son simples representaciones de la realidad, sino que la cognición hace posible traer a un primer plano la realidad (Enacción), lo que puedo concluir es que la cognición es un estado de la conciencia que está ligado profundamente con la experiencia directa del vivir, en cada momento, o como dice Krischnamurty, con el "vivir de instante en instante". Toda la representación racionalista, ahogada en el recalcitrante objetivismo, en la representación que hace la razón en la mente, tiene que ser revisado a la luz de esta nueva manera de comprender cómo la cognición hace conocimiento y de la relación de esta con la realidad. Son caminos tan poco escudriñados y reconocidos como el Sentido Común, la Intuición, la Emoción, la Mística o los Estados de Expansión de la conciencia, entre otros. Teniendo en cuenta esta perspectiva sobre la creación de conceptos, intentaré acercarme a la comprensión de los dos conceptos que me ocupan: BIOPEDAGOGIA Y ECOESPIRITUALIDAD.

¿Y eso de biopedagogía: qué significa?

Por un poco más de tres décadas me he dedicado ha trabajar con comunidades campesinas en diferentes lugares de mi país, si bien reconozco que los conocimientos obtenidos en la academia han sido útiles para comprender algunos asuntos que me interesan en la vida, no hay duda que los mayores aprendizajes, conocimientos y saberes los he obtenido en la práctica misma de convivir y trabajar con las personas y las comunidades. 89 101

Ibid. Varela, F. Pág. 203


Por eso si mi preguntan qué es para mi la bio-pedagogía, y siguiendo las indicaciones arriba esbozadas sobre cómo se construyen los conceptos, expresaría de manera concreta y sin dudar que biopedagogía es aprender viviendo y vivir aprendiendo, y que este proceso recrea y dinamiza la Vida en todas sus dimensiones. Ahora bien, al revisar mis notas sobre lo que con otros hemos podido construir alrededor de los procesos pedagógicos, encuentro grandes coincidencias con las propuestas de autores como Varela, Maturana, Capra y Assmann. En el marco de una crítica fundamentada sobre el racionalismo, el objetivismo y el paradigma científico tecnológico que aún hoy es dominante, levantamos otras perspectivas, otros caminos y visiones sobre lo que significa hacer pedagogía (o como dicen algunos: pedagogear), con el ánimo de construir Vida en abundancia y no simplemente de crear una nueva teoría o paradigma dominante. Es aquí donde entiendo que la biopedagogía comparte los principios e inspiraciones del paradigma emergente; es decir, tanto la biopedagogía como el paradigma emergente tiene como centro y fin LA VIDA MISMA, como un TODO con sus diversas dimensiones INTERCONECTADAS al movimiento de la recreación de la Vida. En este sentido, a partir de mi trabajo con las comunidades del campo, entiendo que lo que hacemos con la pedagogía es cultivar la Vida y en ese cultivar aprendemos con y de ella, por eso mismo, más que solo pedagogía es BIOPEDAGOGIA. La biopedagogía manifiesta una nueva concepción de la pedagogía que denomino como una VISION INTEGRAL, DINÁMICA Y COMPLEJA EN MEDIO DE LA DIVERSIDAD DE LA VIDA. Con esta visión he intentado construir, junto con otros, una pedagogía desde y para la Vida campesina, teniendo en cuenta en primer lugar a la persona que vive en contextos familiares, comunitarios y sociales con sus procesos histórico culturales propios, en situaciones económicas, políticas, sociales, religiosos, psicológicas, ambientales, ecológicas, etc. particulares. Esta realidad no es una suma de partes, sino que las hemos venido trabajando como un todo integrado

para responder a la Vida en toda su magnitud. Reconociendo tanto la diversidad de contextos como de saberes propios de las culturas regionales y étnicas de los pueblos rurales. Por este camino, he llegado a entender cómo la integralidad biopedagógica es una cosmovisión, es decir, una forma como estas culturas más cercanas a la naturaleza, perciben y desarrollan la totalidad de la Vida como un Todo integral. Por eso la pedagogía que he intentado construir, con otros, es un proceso de aprendizaje que tiene como centro esa cosmovisión integradora, muchas veces no tenida en cuenta por la educación hegemónica cuya base es la segmentación y la especialización del conocimiento racionalista, positivista y mecanicista. La biopedagogía, en cambio, reconoce y valora una aprendizaje coherente con la cosmovisión integral de la Vida que tienen estas culturas campesinas nacidas del seno mismo de la naturaleza. Al mismo tiempo, la biopedagogía, al aprender de y en la Vida busca establecer las relaciones interculturales, como un encuentro entre diversas maneras de comprender y transformar la vida. En este sentido, la biopedagogía me deja ver la complejidad de la vida, pero también la diversidad y la particularidad de cómo ella se da, según los diversos contextos culturales, sociales, ecológicos y ambientales donde ella se desarrolla. La Vida es una sola, pero sus manifestaciones son diversas, en diferentes tiempos, lugares y circunstancias. Otro elemento que me he dado cuenta, en mi experiencia, es que se hace necesario trabajar más a fondo el aprendizaje y la construcción de conocimiento, definidos como un diálogo continuo de saberes, no solo de campesinos a campesinos, sino de ellos con otros (saber técnico, científico, etc). Un diálogo de saberes inter-culturales, inter-étnicos, (afros, indígenas, mestizos, etc); y junto a estas dinámicas de diálogo de saberes lo que se da en el fondo es un DIÁLOGO DE SERES que establecen relaciones en procesos tales como: "aprender a hacer haciendo"; "aprender a aprender aprendiendo"; "aprender a sentir sintiendo"; "aprender a convivir conviviendo"; "aprender a tolerar tolerando"; "aprender a dialogar conversando", "aprender a contradecir contradiciendo";"aprender a concertar concertando" o "aprender a participar participando". 90


Entiendo pues la Biopedagogía como un proceso para desaprender la visión dualista (objetivo/subjetivo; materia/espíritu,) y moralista de la realidad, que busque una síntesis entre lo integral y lo diverso, así como entre la teoría (análisis) y la práctica (quehacer social), o entre los saberes populares y los saberes científicos, sin hegemonías, ni dominaciones, sino al servicio de la Vida. Desde esta perspectiva, los procesos de formación que acompañamos necesitan ser apropiados y pertinentes "con y desde" la Vida Rural y no ser simplemente "para" los campesinos. Estos procesos de aprendizajes, más que instituciones que acrediten, necesitan ganar en vitalidad, en desarrollos "desde, con y para " la dinámica de la vida campesina: sus tradiciones, sus formas de vida, sus necesidades e intereses, sus creencias, sus sentidos, sentimientos y sueños. Formación práctica, sencilla, sin teorías aisladas, partiendo de lo que se siente y se vive en la comunidad, abierta a sus dinámicas propia en la que la Vida se da, pero también abierta al mundo global, en el interés de enriquecerse y enriquecer otros procesos de vida en otros contextos y culturas. En resumen, la biopedagogía que se basa en la Vida, va dando pasos de mayor reconocimiento y valoración sobre la sabiduría y las culturas de las gentes que viven en el campo; lo que en mi experiencia como educador ha posibilitado "bajarme del esquema": dar Vs consumir, tanto a los campesinos como a mi trabajo en tanto agente externo. Reconociendo que la gente y su Vida cotidiana, me enseña nuevos métodos e interpelan mis esquemas instrumentalistas al hacer pedagogía. Métodos que aparentemente eran confiables para mí en una época, pero que hoy se muestran desgastados, inapropiados y muy poca eficaces para la generación de alternativas de Vida. A pesar de este reconocimiento de una nueva pedagogía como biopedagogía, en la que se incorporan elementos como la integralidad y la unicidad del sujeto con su mundo, la diversidad como riqueza y no como obstáculo, las culturas como manifestaciones vitales de la existencia, la historia como memoria contada desde las más diversos actores y percepciones, o la generación de nuevos sentidos espirituales que buscan la Unidad de la Vida (materia/espíritu); a pesar

de esta visión pedagógica que está ahí en nuestros pensamientos, veo que aún me hace y nos hace falta elevarla a la conciencia y profundizar en un más acertado diálogo de saberes y en generar espacios de reconocimiento de este camino biopedagógico, para que sea más que una idea interesante un verdadero diálogo profundo de SERES. Al mismo tiempo, veo necesario explorar elementos de la vida cotidiana como: la afectividad, los sentimientos, lo vivencial, lo lúdico, las lógicas y las percepciones del mundo y la realidad desde la vida de las poblaciones en sus contextos concretos, sean campesinos, gente de ríos, gente de las costas, habitantes urbanos de nuestras complejas ciudades de hoy, indígenas que aún son resistentes y valerosos, y múltiples expresiones de vida social que hoy emergen. De esta manera creo que se logrará avanzar en la construcción de una pedagogía desde y para la Vida (una biopedagogía), aplicable, llena de vitalidad, fecunda en generar nuevas propuestas que lleven a compromisos para redescubrir los valores profundos de la existencia, re-creando culturas, propiciando relaciones nuevas de equidad entre hombres y mujeres, generando nuevos modos de vida social y de relaciones armónicas con la naturaleza. De otra parte, tengo que reconocer que por muchos años la insistencia en el discurso y en la acción colectiva política, así como la crítica y la protesta contra los modelos capitalistas económicos, crearon procesos educativos que propugnaban por una idea de nueva sociedad fundada en la justicia y nacida de procesos de liberación popular. A pesar de todo este esfuerzo, de sus frutos y de sus enseñanzas, una de sus grandes limitaciones es que dejó o se olvidó del mundo del sujeto individual y no generó un espacio para el cultivo de los sentidos espirituales, estos eran vistos como un agregado de la existencia, un aspecto paralelo y sin peso en los procesos educativos. A pesar de que muchos de nosotros podemos reconocer la existencia de una gran solidaridad humana en medio de las luchas sociales para construir la justicia social, lo personal y colectivo en relación con el mundo de los sentidos espirituales quedó en un segundo plano, no se le dio una reinterpretación propia, desaprovechando su gran potencial. Hoy tenemos mucho que trabajar en ello, pues también existen distorsiones perversas de lo espiritual en los procesos de educación y en las religiones institucionalizadas, reduciendo la espiritualidad 91


a ritos, doctrinas, dogmas, códigos de conducta y tantas otras actividades que desvirtúan la profundidad de la dimensión espiritual de la VIDA, no solo de la Vida humana, sino de la VIDA en todas las expresiones de los seres del Cosmos. Hoy, la visión integral biopedagógica quiere rescatar y ampliar la esa VIDA total del sujeto (individual y colectivo) y del mundo en toda su magnitud; por eso reconoce en la naturaleza y en la sociedad las manifestaciones y revelaciones afectivas, emocionales, sensitivas, etc., y no solo su los procesos sociales, culturales, políticas y económicas. Actualmente, en este proceso de cambio (metanoia), encuentro cada día más la necesidad de trabajar no la pedagogía basada en la aplicación de modelos y dispositivos didácticos que trabajen solo el intelecto, sino procesos biopedagógicos, es decir, relaciones de Seres, desde donde aprendamos a reconocernos, a respetarnos y a amarnos; procesos que construyan sentidos Vitales: aspectos espirituales que se construyen en medio de las relaciones éticas, morales, afectivas, lúdicas y sensitivas de la vida personal, familiar, comunitaria y social que hace unos 15 o 20 años, en nuestras prácticas sociales se interpretarían como lujos "pequeño burgueses" o asuntos "individualistas" sin ninguna relación con el bienestar y el desarrollo de la Vida. Pero no solo trabajar las relaciones entre seres humanos, sino relaciones con la naturaleza, con el cosmos, con las demás criaturas del universo, para reconstruir nuestras relaciones de hermandad, para reconocerlas y amarlas, para no destrozarlas con la máquina inventada por mi inteligencia "superior", sino para co-crear (generar libertad) con esos seres la Vida. Un error no solo de nuestras prácticas pedagógicas sino también de nuestro modelos y paradigmas de desarrollo basados en el racionalismo fue interpretar la espiritualidad como un aspecto sin base científica y, por tanto, sin valor; o, como un enemigo de la civilización y del desarrollo científico. En estos momentos escucho otras voces que dicen: ni la sola lógica de la razón, ni del conocimiento tecnológico-científico y de las ciencias, ni tampoco la sola explicación de la realidad por la vía del mundo de los afectos, sentimientos, ni la sola lógica del mundo

interior, ni de la espiritualidad, pueden llegar a la sabiduría que hoy necesitamos para construir una Vida profunda, de mayor felicidad y justicia; se necesita de una nueva síntesis entre razón y sentimiento, entre la teoría y práctica, entre el corazón y el cerebro, entre materia y espíritu, entre tan5tas separaciones, divisiones y guerras en que hemos convertido el mundo, para que la Vida retome su cauce de UNIDAD TOTAL y la dejemos retomar su trama de sabiduría y de creación profunda que ella sabe hacer como MADRE y MAESTRA de la Vida en toda su magnitud, esplendor y misterio.

¿De qué ecoespiritualidad estoy hablando? Lo que comprendo por ecoespiritualidad es algo muy diferente a lo que entienden algunos, desde un punto de vista general, como ecología (hablar y cuidar floras y faunas, y paisajes) y como religión (dogmas, organización eclesial, iglesia institucionalizada). Tampoco la ecoespiritualidad es la parte trascendente de la vida, definida a partir de contradicción o de la negación de la parte inmanente de la vida; ni la entiendo como el estado sobrenatural de la existencia en contradicción o total diferencia con la parte natural y material de la misma. La ecoespiritualidad que estoy comprendiendo es aquella que percibe la Vida de manera integral, de manera compleja e interrelacionada. En este sentido no existe espíritu y materia separados, no hay superioridad del espíritu sobre la materia, ni viceversa. Tampoco la ecoespiritualidad es misterio y la materialidad es verdad objetiva; ni la materia es un subproducto del espíritu, ni el espíritu es una invención de la mente humana para explicar lo inexplicable de la materia y su evolución. Las explicaciones positivistas y mecanicistas, que sustentan la separación y la imposibilidad de las relaciones espíritu/materia, han generado una visión de lo espiritual totalmente separado de la material y viceversa. Me parece que esta visión está cargada de muchos vacíos, contradicciones y limitaciones que oscurecen una comprensión integral y compleja de la vida. En resumen: La ecoespiritualidad es la misma materiaespiritualidad. Es lo que afirmé en todos los capítulos precedentes y que resumen todo lo que he querido expresar en esta chifladura: la unidad total de 92


la vida en toda su inconmensurable realidad. Como lo expresa maravillosamente Teilhard de Chardin en su libro El corazón de la materia "Materia y Espíritu, no son dos cosas, sino dos estados, dos rostros de una misma Trama cósmica, según se la vea, o se la prolongue, en el sentido en que se hace o por el contrario, en el sentido en que se deshace" Desde una nueva manera de comprender los paradigmas emergentes en la epistemología espiritual de culturas milenarias, de algunas teologías actuales y de las sabidurías de las comunidades con las que trabajo, he buscado re-significar en mi vida nuevos sentidos de la espiritualidad que espero expresar con 102 claridad en los siguientes puntos .

a. Cabe calificar de racionalista o escolástico-positivista a los antiguos paradigmas teológicos, especialmente en occidente, puesto que sus principales definiciones se formularon en manuales teológicos basados en interpretaciones objetivistas de los libros sagrados y bajo la presión de este tipo de paradigmas. Esto dio como resultado que las espiritualidades basadas en estos paradigmas fueran las legítimamente aceptadas, mientras que otras fueran excluidas, invisibilizadas, e incluso condenadas a sus desaparición (demonizadas). Es decir, así como en la ciencia se aceptaron algunas maneras de hacerla según los paradigmas dominantes, en la espiritualidad también fueron legítimas algunas de ellas, aquellas que se definían dentro del marco de las interpretaciones de los libros sagrados y de los dogmas estipulados por las autoridades de las religiones institucionalizadas que tenían el poder de sancionar como verdadero o falso un camino espiritual en particular. Entiendo que hoy se puede llamar holístico, integral o ecuménico al nuevo paradigma teológico, sin embargo, ninguno de estos adjetivos lo caracteriza en sus total complejidad y completud. Debemos dejar siempre abierto el camino de la búsqueda, no podemos cerrar el proceso creativo de la Vida, pues ella está abierta a la inconmensurabilidad, la Vida es un sistema autopoiético y también abierto, y, en consecuencia la eco-espiritualidad es igual.

b.

La concepción de Dios cambia: Dios (la mayor expresión ecoespiritual) no solo Es un revelador de la verdad, sino que Él mismo Es realidad autorrevelada. Con esta comprensión de Dios, la espiritualidad hace un giro "copernicano". Por eso, en el nuevo paradigma, el significado espiritual de los mensajes de sabiduría ("dogmas", en algunas religiones), solo pueden ser entendidos a partir de la dinámica del conjunto de las revelaciones divinas en la historia de relaciones con la creación. La revelación no es una intervención indiscriminada de los dioses, como un "titiritero hace con los títeres", sino que es ante todo una relación profunda entre los seres, las especies, entre ellas la humana, y la fuerza espiritual (Dios) para crear y recrear la Vida. La revelación de la fuerza espiritual, de Dios, es un proceso de una sola pieza: no hay dimensión natural y sobrenatural, la realidad es una sola. De esta manera, cada uno de los mensajes de sabiduría (dogmas) se concentra en un determinado momento de la automanifestación de Dios en la Naturaleza, en la Historia (que es solo una para Dios y para la Creación) y en la experiencia humana.

c. La revelación de la fuerza espiritual (Dios), pasa a ser en el nuevo paradigma manifestación histórica para este mundo que es uno solo (no hay inmanencia y trascendencia). En el antiguo paradigma espiritual se creía que existía una serie inmutable de verdades sobrenaturales que Dios pretendía revelarnos sin tener en cuenta la historia del mundo, ni su relación con la Creación (naturaleza). Por eso era de escasa importancia el proceso histórico en el que Dios, como fuerza espiritual, se revelaba. En el nuevo paradigma el proceso dinámico de la historia del mundo, de la naturaleza, contiene o, mejor, es revelación de la fuerza espiritual (de Dios). Dios y el mundo son UNO solo; por eso cuando se violenta al mundo se violenta a Dios, pero cuando se ama al mundo en su totalidad, se ama la totalidad que es Dios mismo revelado. Por eso, para algunas religiones esta revelación es la misma historia de salvación o de liberación, porque allí está la manifestación mayor de la fuerza del espíritu; allí está la gran "verdad" de su automanifestación. Vista así la revelación de esta fuerza espiritual resulta 93

102

Para esta parte me baso en: CAPRA, Fritjof, STEINDL-RAST, David y MATUS, Thomas. Pertenecer al universo. Encuentros entre ciencia y espiritualidad. Editorial Edaf. Madrid. 1994. pp. 15-20


intrinsecamente dinámica e histórica, y no una determinación de un Dios que todo lo maneja ahistóricamente y sin relación con la dinámica de la Vida.

d. En el nuevo paradigma hay un cambio esencial en el modo de hacer teología y por lo tanto de hacer la espiritualidad: de la teología como ciencia objetiva a la teología como proceso de conocimiento profundo que integra la totalidad de la existencia del mundo. Si en el antiguo paradigma se suponía que las formulaciones teológicas y espirituales eran objetivas, es decir, independientes del creyente y del proceso de conocimiento vital, en el nuevo paradigma sostenemos que la reflexión sobre modos no conceptuales del conocimiento, como el afectivo, el experiencial o el místico, tienen que ser incluidos explícitamente en el discurso teológico. De esta manera, los modos no conceptuales del saber y del conocimiento son una fuente integrante y fundante de las espiritualidades y de las teologías actuales.

e.

En el nuevo paradigma teológico espiritual la metáfora: "construcción de conocimiento" está siendo remplazada por las metáforas de la "red de conocimiento". Se percibe una espiritualidad, y en consecuencia una teología, como una red interconectada de relaciones que contienen las realidades trascendentes/inmanentes y que se explicitan en diversas culturas y momentos históricos. Es decir, no hay espiritualidad, ni hay teología que tenga la "verdad revelada" sobre la vida; todas ellas, en una red interconectada hacen parte de esa búsqueda que por miles de años ha realizado la humanidad en su relación con el cosmos y con la Vida. De esta manera el cambio de la construcción de un sistema doctrinal único y monolítico que vincule a todos los creyentes, a una red que interrelaciona diversas perspectivas espirituales, propone nuevos caminos para la comprensión de la Vida y puede generar nuevas explicaciones a las grandes divisiones y conflictos que ha vivido la humanidad por las "convicciones" y dogmatismos religiosos.

f.

Si el antiguo paradigma espiritual propone que nuestro conocimiento teológico y por ende espiritual está determinado y se acaba en formulaciones exhaustivas, con un mayor énfasis en el misterio, el nuevo paradigma reconoce el carácter limitado y aproximativo de toda formulación teológica y de toda práctica espiritual. Ninguna teología ni espiritualidad pueden proporcionar un entendimiento completo y definitivo de los misterios de la Vida ni de las fuerzas divinas que en ella se manifiestan, empezando por la misma Creación. De esta manera, quienes buscan en la espiritualidad la verdad última de la Vida, no pueden esperar que ella se la proporcione; las diversas espiritualidades son ricos caminos para aproximarse de manera limitada a los misterios y verdades de la Vida. Lo importante es estar en camino de búsqueda generando redes de Vida con otros, incluso con los contrarios, para generar escenarios de Vida, cuidando que ese camino no esconda impunidades y falsas unidades.

3. Aproximaciones a una biopedagogia mediadora de la ecoespiritualidad

La relación entre biopedagogía y ecoespiritualidad se juega en la creación evolutiva, que aún continúa de la Vida Total; entendida esta como manifestación de la Vida cotidiana (vida mínima) y la Vida estructural (vida máxima). Las consecuencias de la separación entre lo que el antiguo paradigma científico llamaba "vida" (= materia-energía regida por leyes - newtonianas) y las dimensiones no fácticas, llamadas por este paradigma mundo religioso o espiritual, se pueden llegar a calificar, con un mínimo temor a equivocarme, como uno de los más significativos errores del pensamiento occidental, fundado por la simplista división que se inaugura con fuerza hacia finales del Medioevo, cuando se hace una dicotomía más radical entre razón Vs. Fe; Vida Vs. Fe y Materia Vs. Espíritu. Entendida la biopedagogía y la ecoespiritualidad como las he propuesto en los párrafos anteriores en este momento quiero compartir algunas pistas (= caminos o escenarios) pedagógicas para ayudar a cerrar esa 94


errática brecha entre la materia y el espíritu para ayudar a retejer la Unidad Total de la Vida y generar nuevos estilos, formas o modos de Vida. Y quiero expresar estas pistas desde mi propia historia de vida. a. He aprendido partir de la experiencia de lo decisivo para mi vida: ecoespiritualidad básica. Toda especie viviente se esfuerza por mantenerse viva, trata de conservar su vida y la de los miembros más cercanos de su misma especie. A lo largo de los años he aprendido qué objetos, situaciones, conductas o personas pueden servir para conservar mi vida y cuáles objetos, situaciones, conductas o personas, pueden amenazar mi existencia. Hay quienes sostienen que el conocimiento es una capacidad que nace de la necesidad de conservar la vida y una forma de adaptación al medio ambiente en aras de preservarla. En la experiencia concreta de la lucha por la vida he dirigido mi atención a lo que me ha parecido clave para sobrevivir, así he ido desarrollando ciertos órganos (oídos, manos, ojos) y algunas capacidades (manejar un instrumento, escribir en computador, meditar, orar, discernir, detectar plantas medicinales, leer, resolver conflictos) que sirven, entre otras cosas, para conocer mi realidad. Pero así como he desarrollado algunos órganos y capacidades, también he dejado de desarrollar otros, que en circunstancias distintas me podrían ser muy útiles para conocer mi realidad y sobrevivir en ella exitosamente. Claro esto solo lo he constatado cuando me ha tocado enfrentar realidades enteramente inesperadas. En otras palabras, puedo decir que la experiencia real de lo que me resulta vital o mortal para mi vida, estimula el desarrollo de ciertas capacidades y órganos que me son eficaces para entender o manejar situaciones parecidas o familiares. Pero también, esa misma experiencia impide que yo madure otras capacidades que me podrían resultar decisivas ante circunstancias nuevas.

b. He aprendido a partir de la experiencia de las alegrías y dificultades de mi vida: ecoespiritualidad en el goce colectivo de la vida. Creo que vivir la vida no es solamente sobrevivir. La vida que busco y aprecio es aquella que siento como vida abundante: vida que es posible gozar junto con los demás, sin poner en peligro el que otros también la gocen; vida para disfrutar sin destruir la posibilidad de continuar disfrutándola hasta mi vejez; vida digna de ser celebrada con la fuerza espiritual que da el compartir en colectivo. Esa vida que quiero vivir y que invito a saborearla, merece ser conservada, nutrida, comunicada, reproducida, festejada y celebrada. Pero la vida que quiero vivir, es también hacer un esfuerzo por evitar que personas o grupos humanos continúen encontrando placer o concentración de poder en actividades que destruyen a otros, empujando a algunos hombres y mujeres a vivir en el dolor y la muerte, por conservar esos poderes, comodidades y prestigios. Estas realidades de la vida, de la muerte y el dolor están entre las cosas que me llaman a preguntarme porqué las cosas son como son, porqué no son de otra manera y cómo podríamos aportar para transformarlas, de tal manera que en lugar de sufrir, disfrutáramos de esa vida que queremos vivir, en forma digna, justa y solidaria. c. He aprendido a partir de la experiencia de algunas certezas e incertidumbres: ecoespitualidad en situaciones límite. Una de las experiencias dolorosas, que con frecuencia he asociado con la muerte, es el sentimiento de incertidumbre, de inseguridad, de miedo, de confusión. He visto en varios momentos de mi vida que cuando la incertidumbre se extiende por largo tiempo y es compartida por entre muchas personas y toca asuntos de vida o muerte para la colectividad, la desbandada hacia la violencia ciega pueden ser una respuesta extrema. Como todo está cargado de inseguridad se reacciona violentamente para destruirlo todo; es la antítesis de la vida y la incapacidad de reconocer la vida. 95


Otra posibilidad es que se busquen certidumbres y seguridades, materiales y espirituales a cualquier precio, porque vivir con la certeza de que se está haciendo lo que se debe hacer, es una sensación necesaria, grata y placentera. Quien ha sufrido colectiva y largamente una inseguridad dolorosa y destructiva, tiende a defender con fuerza la oportunidad de volver a vivir en la certeza, esta puede ser otra razón por la cual nos cuesta reconocer y asumir lo nuevo cuando surge. Podría decir que la experiencia de la certidumbre orienta a conocer la realidad dentro de las reglas de lo ya sabido y aceptado, en cambio la experiencia de la incertidumbre, y se podría también del misterio insondable, llama a rehacer la visión de la realidad, orienta a conocer de otra forma distinta a la ya conocida. Todas las personas, hombres y mujeres, necesitamos procesos de reflexión y meditación autocríticos y hasta dolorosos sobre nuestra manera de conocer y vivir la realidad, pero también necesitamos períodos de vivir y compartir certidumbres e incertidumbres en ambientes afectivamente acogedores. d. He aprendido desde mi experiencia como educador, interactuando en ambientes culturalmente distintos a mi mundo, a transformar la Vida desde otras perspectivas y preguntas. Ecoespiritualidad desde la frontera de los posibles cambios. Esas otras perspectivas y preguntas me llevaron a formular la siguiente pregunta sobre lo que yo hacía en mi trabajo: ¿Es posible obrar una acción directa en la que aporte a los demás y me aporte a mi mismo una Vida transformada en lo que lleguemos concentra que es la mejor forma de vivir? O siendo más claro: ¿podemos transformar verdaderamente la vida con nuestras acciones o eso es una fantasía o utopía? Con esta pregunta quiero introducir en esta meditación lo que finalmente creo que he alcanzado a percibir respecto a mi trabajo social como educador en las comunidades campesinas con las que he trabajado por tres décadas de mi vida. La pregunta se basa en una percepción de J. Krishnamurti

(K) y que yo alcanzo a entender con otra pregunta que a continuación formulo; y que, a pesar de sentirla en su redacción muy densa, intenta recoger lo que comprendo vitalmente sobre el trabajo realizado en estos 30 años de mi vida. Espero, por tanto, que este texto no quede reducido a un mero ejercicio intelectual o de ensoñación ingenua y sin sentido para mí y para quien se acerque a él. Sino que sea un cause por donde circule creatividad y ánimo por vivir. La pregunta dice así:¿La alerta percepción y la intervención que yo realizo en la realidad donde trabajo, puede estar libre, como dice K., de todo control y predeterminación, ya sea que ese quehacer lo exprese en ideas, en creencias espirituales, leyes, sentimientos de seguridad e impotencia, en dogmas de poder, en certidumbres pedagógicas e ideologías, o metodologías, estrategias, planes, indicadores de evaluación, etc.? ¿Puede llevarme este tipo de intervención que realizo a la transformación más pertinente de la realidad que habito con otros? ¿Y, sin pretender soluciones simplistas ni respuestas totalmente acertadas con la intervención educativa y social que realizo, será que lo que hago, con otros, nuevamente es otra vana ilusión para transformar las injusticias y las violaciones de los derechos humanos en mi país? Será que con mi trabajo estoy escapando del problema real: nuestra responsabilidad de transformación de mi mismo, de mi relación con los otros y de las relaciones sociales en las que vivo? ¡¿De dónde surge este tipo de cuestionamiento?!!!! No pretendo defender o esconder lo que tiene de sorpresivo, inquietante y, a la vez, de fascinante y bello, la propuesta de hacer educación, de intervenir socialmente sin control, sin planes, sin políticas, sin ideologías, sin fijaciones metodológicas y didácticas esclavizantes, sin dar estar sometidos a las reglas administrativas, y tantos otros controles y variables de mi trabjo. Diciendo esto en mi Chifladura me siento, por momentos, con el mundo "ancho y ajeno"; libre de presiones psicológicas, sin necesidad de rendirle cuentas al control, al poder, a las alabanzas de mis controladores, ni con necesidad de los aplausos de mis controlados. 96


Hasta aquí puedo decir algo de mis sensaciones, sentimientos y comprensiones abiertas, de cara a lo que llama K. la "alerta percepción del presente activo"; es decir: el vivir atento y profusamente activo, con todos los sentidos que tenemos y que somos, puestos en el obrar "de instante en instante". Pero tampoco, puedo esconder el desconcierto que me ha causado el sentirme en un estado de gran incertidumbre ante lo que tengo que hacer, sin planes, sin objetivos, sin pretensiones, sin dominar el escenario que tengo que diseñar, ejecutar, evaluar y reelaborar, por obligación, por mandato de mis controladores o porque lo he querido hacer. Pues, sí no respondo a las directrices de esos mandatos, están en juego desde mis necesidades básicas hasta mis necesidades psicológicas y espirituales. Creo que es mucho el poder que les damos a esos controladores externos e internos. Y en este punto la ecoespiritualidad tiene mucho trabajo por hacer, al buscar la unidad de la vida, más aún en los niveles relacionales en los que estoy hablando. Es decir si he comprendido lo que propongo como camino ecoespiriual debo caer en la cuenta que he estado muy abiertos a las intervenciones externas sobre mí mismo y, además, le he dado un poder tan grande que hasta mi pensamiento, mis argumentaciones y mis acciones se convierten en cómplices de esos controles. Pero el asunto no para ahí, en muchos momentos nosotros mismos asimilamos, hasta los huesos, ese poder controlador y lo hacemos parte de nuestro cuerpo psicológico y espiritual. Es decir, internalizamos y alimentamos el control sobre nosotros mismos, y además, le hacemos culto, lo sacralizamos, le damos toda la preponderancia hasta quedar envueltos en autojustificaciones que alienan nuestro vivir de todos los días. Sin autonomía, llegamos, por eso, a enajenarnos de tal manera que hacemos más y más violentas las relaciones en el mundo; en todo el mundo: el cercano y en el que creemos que está más lejano. El micro mundo y el macro mundo que, como dice K, es el mismo.

Pareciera entonces, como algunos proponen, que ante la propuesta de no intervenir, de no tener nada preestablecido a desarrollar, de no tener objetivos y metodologías precisas..., pareciera, repito, que nada nos queda por hacer. Que ante la total invitación de no intervenir, de no controlar, la única alternativa es el inmovilismo, es el "respeto". Pero siento, a la vez, que es como lavarse las manos y decir: que hagan otros, yo simplemente veo, yo solamente voy ahí detrás de todo lo que pueda pasar en cada instante de la vida social de la cual hago y soy parte. Pero... OJO, mucho cuidado, llegar a este tipo de conclusiones es el mayor de los riesgos tramposos de nuestro pensamiento, de mi racionalidad, de mis conclusiones aparentemente objetivas. Pues, al no tener claridades o al estar en peligro mi racionalidad, la cual siempre ha tenido la pretensión de hallar la "verdad" precisa y contundente, esta situación hace que otros caminos del conocer aparezcan como peligrosos, sospechosos, diabólicos y, sólo son útiles, si a ellos (si… los del poder egocéntrico) le son funcionales a sus "conocimientos" y a sus poderes. Por eso, el camino de la racionalidad objetiva, al sentirse sin espacios de control, de intervención clara y dominante, desata en mis sentimientos internos, un volcán de imágenes y pensamientos que me hacen dudar y, por fin, me ponen contra la pared y me dan la estocada final para esos "malos pensamientos" (la intervención sin control) salgan de mis propias decisiones. Algunos de esos "malos pensamientos" para mi "racionalidad objetiva" son: "actuar sin pretender controlar" o "intervenir sin planear, sin objetivos, sin proyectos" o "educar sin un currículo", lo que significa para la racionalidad habitual, no se inteligente, no tener ideas claras y distintas, no llegar a la transformación deseada. Pero…., la pregunta es: ¿Transformación pensada y deseada para quién? Así, por ejemplo: ser profesor sin el control del conocer; ser papá sin el control del comportamiento de los hijos y de lo que tienen que ser y hacer en la vida; ser empresario sin el control total de las decisiones del negocio; ser gobernante sin el poder de la autoridad 97


política, es la mayor irracionalidad del pensamiento racional. ¡¿No es verdad? Ante esta situación, tampoco puedo esconder que he tratado de buscar alguna alternativa, alguna respuesta que haga posible el salir de esa inquietante y, porque no, perversa actitud de creer que nada queda por hacer. Y la propuesta ecoespiritual es otra utopía que no va a generar ningún cambio personal ni social, no del desarrollo depredador que hoy tenemos. Percibo entonces que no es verdad que el vivir sin predeterminismos, es decir, sin control en la intervención social cuando hacemos políticas y planes de intervención para el desarrollo social, pueda significar: inactividad, inmovilidad, estancamiento, ostracismo, falta de seriedad, posiciones facilistas, falta de gobernabilidad, intemperancia, desengaño de mi trabajo social, locura o perversidad. Todo lo contrario, creo que se trata de una cada vez mayor actividad y responsabilidad con mi propia transformación, que, como dice K., es también la transformación de la misma vida pero tomándola más en serio, es decir contando con sus propias dinámicas, con sus complejidades, con sus propuestas diversas. Llevar todo predeterminado en la intervención educativa ahoga la vida, no la deja ser, y la conduce por una verdad predeterminada. Por eso no hablo de instrucción sino de pedagogía, mejor, de biopedagogía de la Ecoespiritualidad, donde la Vida que todos somos es, al mismo tiempo, la Maestra y la Alumna; y cuyo fin es llegar a reencontrar la Unidad Total de la Vida, pues es allí que tendremos otro tipo de relaciones, y posiblemente de desarrollo. Es allí, mediante la acción biopedagógica vamos a llegar expresar que la VIDA ES U N I DA D q u e l a V I DA ES p o r es o : ECOESPIRITUALIDAD, y que posiblemente entendiéndola, viviéndola y desarrollándola así, es que vamos a transformar esos sujetos y esas sociedades que han creado modelos políticos y económicos indeseables, excluyentes, perversos y destructivos de la VIDA. Creo yo que esta meditación es la cuestión más seria que puedo aportar en este intento por comprender el asunto de mi trabajo de interacción social en mi oficio de educador.

Sin embargo, es precisamente cuando pasé del entendimiento meramente intelectual de la propuesta de "no intervenir", en el sentido de presentarme sin poder de control y de autoridad frente a otras personas concretas, a comprender lo serio y profundamente significativo que es el otro tipo de acción sin control y predeterminaciones, que me encontré con lo supremamente activo, vital y comprometedor que contiene este otro camino. La pregunta sobre cómo hacer la Vida sin planes, sin objetivos cerrados, precisos y evaluables, y adentrarme por un camino de búsqueda para la transformación real, superando esos cambios basados en la "ideación" de la realidad, los cuales solo llegan al campo de las ideas pero no son transformaciones, me acercó a la propuesta de K. sobre la atención y la percepción del "presente activo". Esta propuesta me parece que no es un simple mecanismo esquemático de respuesta ante la aparente inmovilidad que se supone origina la "intervención sin control", sino que es un sentido de profunda búsqueda de mi responsabilidad en la transformación de la vida y donde la ecoespirtualidad funda o sostiene su búsqueda para realizar su misión: retejer y cuidar la UNIDAD espiritumaterial de la VIDA. El camino de la "atención del presente activo" que plantea K. para intervenir (= de actuar en el instante sin predeterminaciones, sin esquemas que controlan) es sin duda, para mi en estos momentos, muy poco practicada y, solo por eso, lo puedo llamar: "un camino nuevo". Este camino, usado por nosotros más de lo que parece, nos lleva a la comprensión y transformación de la Vida; sin embargo muchos de nosotros expresamos que no lo conocemos. A pesar de esta tajante afirmación ocurre todo lo contrario: según K, este camino es una "herramienta" de dotación que todos los seres humanos tenemos y la hemos llegado a construirla desde hace millones de años, desde nuestros primeros pasos como especie, pero de la cual a cada momento escapamos porque nos confronta con nuestra propia transformación y la de nuestro mundo total (materioespirtual), y nos toma cuentas del amor eficaz, es decir del amor sin 98


autoridad, sin egocentrismo, que es la transformación "real" que podemos hacer de la Vida. Este camino, todos sabemos que lo tenemos, incluso lo hemos sacado a flote cuando se "nos da la gana", cuando por algún disparador que se acciona en nuestro ser, lo hemos querido hacer funcionar. Sin embargo, ese no es el disparador que comúnmente accionamos, en cambio, hay otros disparadores que accionamos con mayor insistencia y vigor: el egocentrismo, la competencia, el desconocimiento del otro, la división, la guerra. Igualmente sabemos que en la base de todos ellos está el pensamiento de ideación, es decir, la idea clara, eficiente, precisa, concreta y científica que da poder para intervenir y transformar la vida. Esta reflexión sobre el camino de la "atención del presente activo" K. la amplía más claramente en una conferencia del 26 de julio de 1986, conversando alrededor de lo que significa la religión, la meditación, la concentración y la atención; en ese momento K. le 103 pregunta a sus interlocutores : "Estando libre de toda ilusión, ¿por dónde empezar para investigar si existe algo más allá de toda la contaminación del pensamiento, de toda la corrupción del tiempo, si hay algo más allá de nuestra existencia habitual en el espacio y en el tiempo, y si existe algún sendero o no que conduzca a ello, y de qué modo la mente puede llegar a alcanzarlo...? En primer lugar, es fundamental comprender que uno debe estar libre de todas las ilusiones... Uno debe ser muy claro con respecto a la naturaleza del deseo y comprender el movimiento del deseo -que es el pensamiento con su imagen- y también tiene que haber ausencia de cualquier motivo tras la investigación que uno encara. Puede parecer muy difícil no tener una intención, no tener un sentido de dirección fija, pero sólo así el cerebro puede estar libre para investigar". Para K., que el cerebro esté libre para investigar significa "tener orden en nuestra existencia, en nuestras relaciones y en nuestras actividades... Sin orden, que es libertad, no puede haber virtud. La virtud, la probidad, no es algo intelectualmente cultivado. Cuando hay orden, hay virtud; ese orden es algo viviente, no una rutina,

muy profundamente, no de manera superficial". Para hacer la investigación, para inquirir, dice K.,"...el ser humano ha vivido a base del pensamiento..."; la ciencia es obra del pensamiento, las grandes elaboraciones artísticas, "todas nuestras relaciones se basan en el pensamiento; aunque digamos: yo te amo, ello tiene aún como base la imagen que el pensamiento ha creado con respecto al otro. Para el ser humano, el pensamiento es pasmosamente importante; y el pensamiento mismo es limitado; su acción tiende a producir fragmentación", especialización y explicación que desagrega la realidad para poder controlarla y cambiarla. Por eso, como el pensamiento es limitado y produce esa división, K. propone el camino de la "meditación", en el cual la atención, percepción y la observación de la vida, posibilita otro tipo de comprensión y transformación de uno mismo y por tanto del mundo. Hay que decir, de entrada, que la meditación para K. no es una metodología, ni un mecanismo para tener tranquilidad, ni un narcótico placentero, ni una religión; más bien, es la actividad más profunda del ser humano, basada en la atención, la observación activa y la experiencia transformadora que nos hace aprender de nuestra propia vida y de las relaciones entre nosotros; es biopedagogía. Dice K. sobre ello: "La meditación es la capacidad del cerebro que ya no funciona parcialmente. Es el cerebro que se ha liberado de su condicionamiento y que, por tanto, opera como una totalidad. La meditación de un cerebro semejante es diferente de la mera contemplación de uno que está condicionado como cristiano o como hindú, y cuya contemplación proviene de un trasfondo, de una mente condicionada. La meditación requiere una investigación profunda, y se vuelve una exigencia extraordinariamente seria para que la mente no funcione de manera parcial" o también, de manera automática y pobre. Pasa luego K. a preguntarse más a fondo sobre la meditación y a proponer la manera como él comprende que opera la meditación en la realidad, para lo cual hace una diferenciación entre la "concentración" condicionada y la "atención" libre. 99

103

KRISHNAMURTI; J."La madeja del pensamiento". Ediciones Samurai. pp. 83 ss. sin año de publicación.


Esta exposición de K., que voy a transcribir en buena parte, me ayuda a investigar qué puede significar mi presencia, mi intervención en el trabajo que he realizado durante estos años de mi vida, así como también cómo ella nos da luces para desarrollar una biopedagogía como mediación del aprender la ecoespiritualidad en cada acción de nuestra vida. Lo primero es tomar conciencia (conciencia refleja) sobre el quehacer de la acción transformadora desde mi ser: ¿Por qué hago lo que hago? ¿Por qué lo que hago lo hago así?) y en segundo lugar tomar conciencia de la acción transformadora de los otros seres en el mundo; sin comparar, si juzgar, solo percibiendo, solo atestiguando, solo observando con tranquilidad, con profundidad. Lo que nos advierte K. es que esta toma de conciencia no es una respuesta, simplemente es una posibilidad, una propuesta para construir un camino, una invitación a trabajarla juntos, a investigarla cada persona con su propia existencia y con sus propias relaciones. Dice K: "¿Qué es la meditación? En primer lugar, la meditación requiere atención, que consiste en poner toda nuestra capacidad y energía en la observación. La atención es diferente de la concentración. La concentración es un esfuerzo que el pensamiento hace para enfocar su capacidad, su energía, en un tema particular... es un adiestramiento para que se conduzca toda la energía que tenemos hacia un punto determinado". Por eso, continúa diciendo K., "al ustedes concentrarse, impiden que interfiera cualquier otra clase de pensamiento... Es la operación del pensamiento la que enfoca la atención, la energía, en un tema específico. En ello hay compulsión, hay control. Por lo tanto en la concentración están el controlador y el controlado. El pensamiento divaga; el pensamiento dice que no debe divagar y yo lo traigo de vuelta como el controlador que afirma: 'Debo concentrarme en esto'. Pero, ¿quién es el controlador?, es una parte del pensamiento y también es el pasado (la memoria, las ideas del pensamiento controlado y controlador, el conocimiento acumulado)".

En este proceso, expresa K., "el pensamiento se ha dividido a sí mismo como el controlador y lo controlado; es una treta que el pensamiento está jugando consigo mismo". Para K. la atención es otro asunto, ni siquiera el contrario de la concentración, la cual se me parece mucho al conocimiento acumulado para dominar la realidad misma. Sin embargo, parece que lo único que el conocimiento controla es la imagen de la realidad, pero no la realidad misma. Ahora bien, en la atención no hay controlador ni existe lo controlado, es comprensión atenta y libre de instante en instante, es lo que llama K.,"el presente activo". "Solamente hay (eso) atención. Por lo tanto, es indispensable examinar cuidadosamente la naturaleza de la concentración con su controlador y lo controlado. En toda nuestra vida está presente este controlador: Yo debo hacer esto, no debo hacer aquello, debo controlar mis deseos, mi ira, mis ímpetus". La concentración para K. no es más que "el pensamiento que se ha separado a sí mismo como el controlador y el controlado. La concentración es eso operando". Por eso dice K.: "En la atención no existe un controlador", es decir, no existe una intervención con poder, con hegemonía. ¿Hay, pues, en la existencia cotidiana, una manera de vivir en que haya cesado toda forma de control psicológico?... Estamos diciendo que existe algo por completo diferente, y esto puede ser mal entendido y rechazado; como cuando se dice: ¿cómo estar presente sin intervenir con un plan, con una política, con una pedagogía, con un modelo de desarrollo? Es muy común afirmar que toda la vida es control. Que se interviene desde intereses para sacar adelante un interés propio, que se lucha para ganar frente a otra propuesta y que la propuesta que yo hago es mejor que la otra. Que, además, sí usted no actúa controlando (= ganando) no se logrará el objetivo propuesto en su plan (esto lo decimos constantemente y es algo ya natural en la relaciones y procesos que hacemos). Por eso, si no se interviene en el desarrollo de las comunidades, por ejemplo, con políticas gubernamentales claras, dicen algunos: nos volveremos 100


permisivos, absurdos, lo que hagamos no tendrá sentido; por lo tanto se debe ejercer el control, con los medios que sea, así no lo llamemos control, sino plan o programa de educación. Llegados a este punto, K. propone que nos preguntemos:"¿puede uno vivir en este mundo, con una familia y responsabilidades, sin vestigio alguno de control?" Y agrega, "Vean la belleza de esta pregunta... nuestro cerebro ha sido adiestrado por miles de años para inhibir, para controlar, (para planear, para intervenir, para acertar con claridades planificadas, objetivas, etc.) y ahora le pedimos todo lo contrario, que opere sin controlar. Miremos críticamente y sin justificaciones engañosas; miremos: cómo opera nuestro cerebro? Nuestro cerebro opera siempre intentado coincidir con el acierto, con el conocimiento, con las ideas, con la "verdad" que dice tener la razón. Opera también en la duda, en la incertidumbre, en la búsqueda, pero pronto quiere el refugio, quiere la certeza, quiere la medida clara y segura. Es decir, a pesar de ser el cerebro apto para la búsqueda no queremos zafarlo de las "seguridad" que le hemos entregado: un supuesto "poder" de verdad, de certeza, de seguridad, de prestigio, de credibilidad no solo social sino vital (psicológica, espiritual, existencial). No se trata de que el cerebro no opere, sino cómo está operando el cerebro, hacia dónde queremos que él nos oriente, o mejor, hacia dónde queremos vivir. Hacia el modelo de control que opera para dominar la naturaleza y la sociedad y así sacarle el mayor provecho egoísta, o hacia un camino de reconocimiento, respeto, solidaridad y amor por la Vida, sin pretenciones de crecimiento de mi poder y de solucionar solo mis necesidades pero sin tener en cuenta las necesidades de los otros. Ahora bien, retomando el camino de la meditación (de la atención presente) y lo que él significa para la ecoespiritualidad, K. nos advierte que hay variados tipos de meditación y que muchas de ellas lo único que han querido hacer es controlar la mente, pero no liberarla para actuar atenta y directamente, de tal manera que la transformación se realice en el presente,

en cada instante de la Vida, y, le agrego a K., para llegar a su núcleo que es la Unidad de la "espiritumateria". Dice K.: "Casi todas las meditaciones, han propugnado por involucrar el control, para tener una mente en paz y tranquila", que no tenga ruidos. "El silencio, la quietud y la tranquilidad absoluta de la mente son indispensables a fin de percibir; y para alcanzar tal estado, se proponen estas formas de meditación que, por sutiles que sean, tienen como base el control". Por este camino, agrega K., "se entregan Ustedes a un gurú, a algún ideal, y se olvidan de sí mismos" y creemos estar en paz, "pero nuevamente lo que se mueve es el pensamiento, el deseo de obtener algo que les han ofrecido". La pregunta que K. hace enseguida es: "¿Cuándo se produce la atención?" Y que complemento preguntando: ¿Cuándo es necesario que la atención sea la fuente de meditación para que la biopedagogía genere una ecoespiritualidad cuya misión es la Unidad de la Vida? K. responde: "No es mediante el esfuerzo, pues, cuando se requiere esfuerzo uno no está atento, sino inatento y requiere esfuerzo para volverse atento... Pero tener un penetrante y rápido discernimiento, es ver instantáneamente, por ejemplo: la falsedad de todas las organizaciones religiosas, de modo tal que uno ya esté fuera de ellas... por lo tanto uno no hace esfuerzo alguno. El esfuerzo existe cuando hay división". Para K. hemos perdido la "prístina viveza", por estar ejercitando y ejercitando repetidamente la concentración, la memoria, la acumulación de conocimiento, estamos embotados. "Hemos perdido la capacidad de ver directamente sin tantas explicaciones y palabras y palabras y palabras". Por la manera de operar de nuestro cerebro, siempre ejerciendo la memoria, la concentración y la acumulación de conocimiento, dejó de ser el buscador atento y directo de la realidad, para entregarse a los "bacanales" del pensamiento, a la borrachera de las ideas y a las imágenes sin realidad. "Nuestro cerebro no puede, por ejemplo, captar instantáneamente que la verdad no tiene senderos; es incapaz de ver la inmensidad de esa declaración, de ver su belleza y descartar así todos los senderos, de modo que ese cerebro se vuelva extraordinariamente 101


activo. Una de las dificultades es que nos hemos puesto mecánicos. Si el cerebro de uno no es extraordinariamente vivaz y activo, paulatinamente irá deteriorándose". El cerebro, quedará lleno, inmensamente lleno de conocimientos acumulados, de historias fosilizadas, de datos, de fórmulas, de estereotipos, pero estará cada día más vacío de la búsqueda de una significación de la Vida. Por tanto, la atención activa del cerebro es la base de la meditación para llenar de significado la Ecoespiritualidad. Pero en esta atención, dice K., "no hay centro en absoluto... la belleza de algo inmenso expulsa por un instante el centro; por un segundo quedamos pasmados ante esa inmensidad. La belleza es esa percepción (atenta) que existe cuando el centro está ausente". De esta manera, expresa K., se da "la comprensión de nosotros mismos, sin ninguna dirección, sin ningún motivo, esta libertad hace que el cerebro se encuentre totalmente activo. Cuando el cerebro está activo en su totalidad (todos los sentidos puestos) ésa es la atención total... la atención completa,... la atención que es el silencio total del cerebro, en el que no hay parloteo sino una completa quietud, un silencio absoluto de la mente y del cerebro". Es también, en ese silencio del cerebro, en la meditación, donde dejamos a un lado, o mejor, nos liberamos de nuestra propia imagen, para encontrarnos con el Todo Unitario de la Vida, donde materia y espíritu son UNO, y la Ecoespiritualidad manifiesta toda su potencia. Seguramente también, es donde experimentamos estados tan profundos como el vacío, la perfección, la redondez de la Unidad y lo diáfano de la inconmensurable existencia. Es decir, llegar a mirarnos como somos a nosotros mismos, sin justificaciones, sin juicios de valor, porque somos los únicos que podemos decir eso de nosotros mismos y de lo que el corazón nos dice en cada decisión de cada uno de los instantes que vivimos.

puede llevar a la real transformación de mi mismo y del mundo en el que vivo. Abierto a la búsqueda esperanzadora de que es posible salir de la impotencia que genera el "círculo de la muerte" con la violencia, la división y la guerra generada por los modelos políticos y económicos que hoy dominan la realidad. Finalmente quiero decir que afortunadamente para mí y para los que leen este texto, no tengo que concluir absolutamente nada de estas meditaciones, queda el camino abierto, queda expuesto todo esto a la búsquedad, queda el reto de llegar a descubrir, cultivar y cuidar la UNIDAD DE LA VIDA, en cada acto, en cada palabra, en cada saludo, en cada flor, en cada montaña, en cada río, en cada océano, especie, en cada humano de este hermoso y divino "cosmos espirtumaterial". Siento, la necesidad y la responsabilidad de dejar este texto tan abierto como pueda; pues, si pretendo concluir algo, -a pesar de que no me faltan ganas-, lo que en estos momentos alcanzo a sentir es la necesidad de reconocer con humildad la incertidumbre frente a semejante invitación que hace K: vivir sin controlar, que es lo mismo que vivir aprendiendo a no dominar, a no dividir, a no violentar. Pues la violencia es la destrucción, la separación del espíritu de la materia, mientras que la integralidad ecoespiritual, que busca la biopedagogía en medio de las incertidumbres, es la UNIDAD, es la mayor expresión del AMOR entre todos los seres del Universo, es llegar a ser UNO CON DIOS en todo y con todos los seres.

Aquí se da una de las mayores pistas de la bipedagogia para la construcción de un camino ecoespiritual abierto, así como para otras formas de hacer y de vivir la intervención social que he querido hacer y que me 102


4. El arte del Amor un camino ecoespiritual para el desarrollo de la Vida

"El Amor y el Arte tienen para mí un significado inseparable, nacen de un solo ser… Es lo que da sentido y permanencia… El Amor es un Estado en el que las sensaciones son invasoras, es búsqueda y reclamo. El conocimiento está allí siempre presente. Arte sin ese estado es imposible, aunque muchos hayan decidido practicarlo. Todo nuestro trabajo deberá estar amparado por ese ser, por ese modo de 104 práctica, arte-amor"

He sentido que un estado, o mejor una condición, de la complejidad evolutiva de la Vida en general y de la vida humana en particular, es la búsqueda de sentido sobre lo que se ES y sobre lo que se DEBE SER. Se podría decir que todos los seres del mundo buscan su significado vital. Y, una conclusión que pareciera simple, pero que a la vez por ser así de simple es sensata y profunda es que la Vida (= Ecoespiritualidad), en todas sus manifestaciones, siempre busca, en palabras sencillas de los seres humanos: la felicidad, el buen vivir, el bien-estar, en concreto siempre busca el AMOR. Digo que en palabras de los seres humanos se llama así: AMOR; pues lo que vemos en las demás especies: animales, vegetales y minerales, es que ellas no solo buscan la sobrevivencia de su especie, a pesar de que muchos siguiendo al sabio Darwin lo han interpretado así, ellas también creo que buscan la preservación y el crecimiento de la Vida en su totalidad, pues ellas son parte del movimiento del Universo. El mundo no puede ser visto como una selva inhóspita que se tiene que dominar y en la que se vive bajo la ley del dominio de aquellos que depredan desde su inteligencia prepotente y desde el "sálvese quien pueda". El mundo no solo puede ser comprendido como un escenario de poderes que se resuelven en la guerra como extensión legítima de la política y listo, como se afirma popularmente y sin atención: "así es la Vida, esa es la ley natural".

Planteo entonces, sin tener la pretensión de absolutizar mi percepción como una verdad revelada, una visión contraria, teniendo como sustento los sentidos biopedagógicos que construyen la Ecoespiritualidad: el mundo no es una selva inhóspita, sino una selva de diversidad donde todos estamos y somos diferentes, donde existe la solidaridad de la cadena trófica, donde unas especies cuidan a otras para preservar la Vida en su Totalidad. El mundo es así un conjunto de relaciones de solidaridad y de amor en medio de grandes diferencias, donde la resolución de los conflictos por la vía no violenta ayuda a cultivar la vida. Propongo que esta indagación sobre la preservación, la solidaridad y el crecimiento de la Vida se haga basada en la búsqueda del Amor profundo por su Unidad espirtumaterial, y que este AMOR no puede ser sino el resultado del reconocimiento y el respeto de la diversidad de especies a favor de la Madre y Maestra Vida. M. Kosachov describe esta búsqueda de manera muy hermosa diciendo: "Ustedes miren dentro de su cuerpoalma y descubran dónde están, en qué punto del viaje, porque lo que compartiremos será un proceso en el tiempo. Lo importante es reconocernos en algún lugar, en un cruce, en una curva. Ustedes aquí y yo en otro lugar; todos en permanente movimiento. Una ruta hecha de deseo de buscar... Por eso, es necesario que nos dejemos llevar por ese proceso, o viaje en el cuerpo, al que llamaremos viaje ritual". Que yo llamaría el viaje de la emergencia de la Vida ecoespiritual cuya meta abierta es la Unidad de la espiritumaterialidad del Cosmos. En esta búsqueda, lo que descubro con Kandinsky y que lo he experimentado con otros maestros en este viaje ecoespiritual, tales como los físicos cuánticos, los matemáticos no lineales y otros como F. Capra, Krishnamurty, Maturana, Varela, Payán y Gutiérrez, Boff y muchos otros maestros, es lo que sintetiza de manera magistral Kandinsky en el siguiente párrafo: "El espíritu que conduce al reino del futuro solo puede reconocerse a través de la intuición (producto del talento del artista)… Más arriba desaparece ya aquel miedo. Allí está en marcha una intrépida labor que sacude los pilares erigidos por los hombres. Allí 103

104

Cosachov, Mónica. "Entre el Cielo y la Tierra",Un viaje por el mapa del conocimiento. Ed.Biblos. Buenos Aires. 2000. pág. 13


encontramos a los sabios profesionales que analizan una y otra vez la materia, que no temen enfrentarse a ninguna cuestión, y que, en último término, ponen en tela de juicio la misma concepción de la materia sobre la que hasta hoy descansaba todo y en la que se basaba todo el universo. La teoría de los electrones, es decir, de la materia en movimiento, que modificará por completo el concepto de materia, cuenta en la actualidad con arriesgados constructores que rebasan ampliamente los límites que impone la prudencia y sucumben en la conquista de la nueva fortaleza de la ciencia… pero no hay fortaleza inexpugnable… Muchos científicos, entre ellos los materialistas puros, dedican esfuerzos al análisis científico de fenómenos enigmáticos que ya no pueden ocultarse… (Así mismo) aumenta el número de personas que dudan de los métodos de la ciencia materialista aplicados a la no materia, es decir a la materia que no alcanzan nuestros sentidos. Y así, como el arte recurre a los primitivos, ellos vuelven en busca de ayuda y recurren a los tiempos y métodos casi olvidados. Estos permanecen vivos entre pueblos que solemos compadecer y d e s p re cia r d e s d e l a a l t u ra d e nu e s t ros 105 conocimientos" . Comprendo pues que en este viaje ecoespiritual de la Vida, este rito sagrado que nos invita a crear relaciones de reconocimiento, de respeto y de amor por todas las criaturas del cosmos, necesita mucho más que razones intelectuales, el planteamiento de leyes naturales y la experimentación técnico-científica; y que, como la biopedagogía lo dice necesitamos estar impulsados por la necesidad interior de la Vida como maestra para buscar lo interior en lo exterior, tratando los objetos y las demás especies como seres vivos, con el fin de ver en todos ellos la Unidad y la perfección de la Vida y la naturaleza interior que conduce al Amor. A lo que agrega Kandinsky: "Consciente o inconscientemente se responde a la frase de Sócrates: ¡Conócete a ti 106 mismo! ". Esto es lo que hace finalmente, creo yo, a un verdadero ser humano; es decir, lo que hace a un verdadero místico. Como lo expresa M. Cosachov, "existe el principio de la necesidad interior", como rito sagrado para cultivar la Vida por el camino del Amor". En él somos llamados a ser, continua diciendo M. Cosachov, "ceremoniantes"

del arte del Amor. Somos participantes, y desde el principio, al asumir concientemente esta tarea, debemos tener la humilde actitud de ser y sentirnos aprendices oficiantes del ritual de la Vida. Como siempre, los primeros pasos son los más difíciles, pues implica introducir cambios en el comportamiento y realizar actos en lo que vamos a transgredir lo conocido, por esto mismo se van a presentar resistencias, pues implica otro modo de percibir, de pensar, de analizar la 106 realidad. De esta manera, parafraseando a M Cosachov, los que profesamos, los que vivimos la Vida como una experiencia profundamente espiritual, somos actores de un ritual, somos actores del Arte del Amor. Por eso, el ritual del que profesa debe partir de la necesidad 107 interior, para ser creativo, erótico y sagrado. En este mismo sentido W. Kandinsky dice que el "principio de la necesidad interior (que en otros momentos la llama necesidad anímica), tiene su origen en y está determinada por tres necesidades místicas: El artista, como creador, ha de expresar lo que le es propio. Elementos de la personalidad, de su espíritu creador. El artista, como hijo de su época, ha de expresar lo que es propio de ella. Elementos del estilo, como valor interno, constituido por el lenguaje de la época más el lenguaje del país. El espíritu de la época, contexto y de la cultura. El artista, como servidor del arte, ha de expresar lo que es propio del arte en general. Elemento de lo pura y eternamente artístico que pervive en todos los hombres, pueblos y épocas, se manifiesta en las obras de arte de cada artista… es ajeno al espacio y al tiempo. El espíritu eterno del Amor. Y continúa diciendo Kandinsky: "Es suficiente con penetrar en los dos primeros elementos con los ojos del espíritu, para que se nos haga patente el tercero. Entonces comprenderemos que una columna toscamente labrada de un templo indio, está animada por el mismo 109 espíritu que cualquier obra viva moderna" .

1 07 105

Ibid., Cosachov, pp. 25-26

106

IIbid., Kandinsky, p. 37

108 109

104 Ibid., Cosachov, p.39 Ibid., Cosachov, p.41

Ibid., Kandinsky, p. 59-60


5. La ecoespiritualidad como aprendizaje y experiencia del Amor eficaz

"La construcción sobre una base puramente espiritual requiere un largo trabajo, que inicia casi a tientas y a ciegas. Es necesario que el pintor cultive no solo su sentido visual sino también su alma, para que ésta aprenda a calibrar el color por sí misma y no actúe solo como receptora de impresiones externas (a veces también internas) sino como fuerza determinante en 110 el nacimiento de sus obras" He intentado expresar la meta de la ecoespiritualidad como aprendizaje biopedagógico; esa meta tiene como fin, sin cierres, la manifestación del AMOR en todo lo que existe como universo cósmico. "Y así Dios (el Amor) será todo en todos"(San Pablo 1 Cor 15, 28) Quiero pasar a un punto final de mi trabajo quiero decir algunas ideas sobre cómo construir esos senderos ecoespirituales para cultivar ese AMOR, que acabo apenas de señalar, en el mundo. 111

E. Fromm en su libro el "Arte de Amar" habla del Amor a Dios. Cuando leí por primera vez este libro quedé sorprendido por la cantidad de páginas que le dedica a este tema, pero más por la manera como él lo trata. Para el autor la necesidad de amar está motivada por la separatidad, por el temor al aislamiento que experimentamos los seres humanos; por eso, con el fin de superar la angustia que este estado de separación produce en los seres humanos, se busca incansablemente la unión con los demás y con el totalmente Otro: Dios. Con el fin de amar y ser amados. La humanidad entera, como materia y espíritu ha surgido de la naturaleza como una Unidad original a la que se aferra por encontrar en ella seguridad. Es sorprendente como los mitos de los pueblos ancestrales y los estudiosos de la evolución humana coinciden en proponer que en las primeras etapas evolutivas, la humanidad se identificaba con los animales y las especies vegetales; muchas religiones primitivas también

reflejan en sus rituales esta etapa evolutiva. Posteriormente la especie humana fue capaz de moldear figuras en arcilla y metales, cuando ya no depende tanto de la naturaleza; en este momento aparecen los ídolos que adquieren apariencia humana. En muchos casos los dioses han evolucionado de la misma forma que lo hacía la sociedad; el paso de una estructura social centrada en la madre a una centrada en el padre produjo el campo de dios matriarcal a patriarcal. Luego Fromm examina la diferencia entre la lógica aristotélica y la lógica paradójica, una primera diferencia es que la lógica aristotélica propone que lo que "ES", el SER, no puede ser al mismo tiempo "NO SER", mientras que el camino paradójico sí acepta esta premisa. Así, a través de la lógica paradójica podemos decir que el camino ecoespiritual es comprender el Amor a la Unidad de la Vida, el Amor a Dios, no se da por el acto del pensamiento, sino por el acto de experimentar la presencia de la Unidad con Dios. Por eso lo determinante no es el pensamiento, sino el acto, la experimentación del Amor a la Vida que se da en actos concretos, cotidianos, y en el proceso de toda la existencia en las relaciones entre los seres. Este camino ecoespiritual basado en lo paradojal, se parece mucho a las teorías de la cuántica, cuando se dice según sus autores que la materia es a la vez partícula material y energía inmaterial. Y de aquí las sincronías entre los autores cuánticos, los místicos y los artistas cuando se encuentran, no por mera coincidencia, en los puntos cruciales para comprender como la Vida está fundada en ese encuentro profundo entre materia y espíritu, y que si separamos esta dupla empezamos a distorsionar la Vida misma, rompemos su UNIDA DE AMOR. El camino espiritual paradójico, según Fromm, ofrece a la humanidad la tolerancia, la apertura, la comprensión compleja de la vida y la auto-transformación, pero también el aviso de que su extralimitación nos puede llevar al relativismo extremo donde todo es válido por encima incluso del ser humano y de la naturaleza. Por su parte, el camino fundado en el planteamiento aristotélico, quizás llevado a su mayor extremo con la lógica racionalista, ofrece el conocimiento racional como posibilidad de entender las partes y el todo del 105 111

110

Ibid., Kandinsky, p.89-90

Las ideas que cito sobre la Obra de Erich Fromm están basadas en http://www.geocities.com/Athens/Delphi/5667/frommeaa.htm Análisis-síntesis de la obra de Erich Fromm, El arte de amar. Paco Cid Jiménez


mundo, ofrece un campo de comprensión desde la razón sistemática, pero cuando se desarrolla como poder absoluto, puede perder la dimensión de sus límites, crear dogmas excluyentes y no reconocer que es uno más de los conocimientos y erigirse como EL CONOCIMENTO ABSOLUTO que todo lo define, lo delimita y lo domina. Así, por este camino, aportado por algunas culturas dominantes del mundo occidental, el Amor a la Vida, (=el amor a Dios), es sobre todo una experiencia mental, y por tanto la espiritualidad es sobre un acto de la inteligencia racional. Mientras que por el camino paradojal, especialmente desarrollado por las culturas y religiones orientales y los pueblos ancestrales de África y América Latina, el amor a la Vida (= a Dios) y la ecoespiritualidad es una intensa experiencia afectiva de Unidad personal y colectiva con el Misterio de la Unidad divina del espiritumateria, que nos hace solidarios, amorosos, responsables y libres en el mundo. Con M. Casachov, puedo decir que la lógica racionalista basada en Aristóteles, se lee con mayor dramatismo, pues en la profesión del arte, en la búsqueda del amor, el espíritu es un "eslabón perdido": "El espíritu ha quedado en del lado del ritual y lo material está en otro lugar. Pero es justamente allí donde caemos en la trampa y los eslabones se rompen. Espíritu y Materia separados no pueden realizar un viaje ritual- Finalmente plantea Casachov que esta separación explicita una pelea entre dos grandes tradiciones sobre la comprensión del mundo: "Cuestiones 112 de poder, no de sabiduría" Igualmente para Fromm, y en gran medida por estas cuestiones de poder, el Amor se está desintegrando en la sociedad occidental contemporánea. En la sociedad actual el Amor profundo es un fenómeno relativamente raro, pues hoy encontramos diferentes formas de pseudo-amor. La estructura social, regida por el capitalismo, en un principio de supuesta libertad política y de mercado, necesita mano de obra subyugada y eficiente, al mismo tiempo que consumidores compulsivos y muy poco críticos, personas que se sientan libres e independientes que encajen sin dificultades en el engranaje social. Y cuyas expresiones epidérmicas de amor no sean más que sentimientos livianos que no obstaculicen el crecimiento económico ni la masificación de la humanidad consumista.

Esta realidad ha producido, hoy más que nunca en el mundo, un gran espacio a la enajenación de los seres humanos y de las demás especies. Vivimos en una situación de angustia e inseguridad que hace más evidente las dificultades impuestas por la separación del espiritumateria, alimentada en primer lugar por la mentalización educativa y de la deformación que hacen los medios en las conciencias de los individuos y colectividades, fenómeno ante el cual la sociedad ofrece muchos paliativos y placebos, tales como: la rutinización del trabajo, el modelo del tener como camino para ser reconocido, la desvalorización de la ética y de los valores del ser, el consumo de todo tipo de cosas y la compra a crédito para obtener lo que impone la moda del mercado, el consumo de drogas, el ocio prefabricado, etc. Parece que la felicidad pasa por divertirse, y esto implica consumir. Los autómatas no pueden "amar", el "amor" llega a equiparse con las condiciones mercantilistas que rigen la sociedad, en unas relaciones que suelen ser artificiales. Se ha mantenido el error de pensar que el éxito del "amor" tan sólo radica en la satisfacción recíproca en el aspecto sexual, cuando en realidad el problema es la distorsión de la comprensión del Amor y los caminos para cultivarlo. Muchos de los problemas sexuales más frecuentes no tienen su causa en el desconocimiento de la técnica adecuada sino en las inhibiciones que impiden verdaderamente Amar. El temor o el odio al otro sexo es la raíz de la dificultad de entregarse por completo. Por eso, en las sociedades industrializadas y de altos consumos la dimensión espiritual en la Vida diaria se vive en lo más individual e intimo, aislada, separada, fruto del mismo automatismo que nos impide Amar a los demás o a nosotros mismos; y, donde la humanidad contemporánea se ha transformado en un artículo más del engranaje mercantilista, preocupada más por un éxito que llega a olvidarse del propio yo, de la propia existencia, de los demás, del camino del Amor eficaz, del amor que se hace servicio y solidaridad, que se hace justicia y libertad; al margen de todo sentimiento de hacer un cultivo ecoespiritual de la Vida como lo he venido manifestando en esta meditación.

106 112

Ibid., Cosachov, p.45


6. La práctica del Amor una alquimia ecoespiritual

"No hay nada sobre la tierra que tienda con tanta fuerza a la belleza y se embellezca con mayor facilidad que el alma… Por eso muy pocas almas resisten en 113 la tierra a un alma que se entregue a la belleza" "Este rasgo del alma es el aceite que hace posible el movimiento ascendente y progresivo del triángulo espiritual: movimiento lento, apenas perceptible, a veces aparentemente estancado, pero siempre constante 114 e ininterrumpido" "Llegará el día en que después de aprovechar el espacio, los vientos, las mareas y la gravedad; aprovecharemos para Dios (para la Vida) las energías del amor. Y ese día por segunda vez en la historia del mundo, habremos descubierto el fuego". T. de Chardin

Siguiendo a Kandisky puedo afirmar que así como el arte es "una fuerza útil para el desarrollo y la sensibilización del alma humana, y que el arte es el lenguaje que habla al alma de las cosas" , la práctica del Amor profundo es un arte que busca como el alquimista, que quiere transformar toda materia en oro, la trasformación de la Vida por el complejo camino del crecimiento del ecoespíritu en todos los seres del cosmos. Profesar el arte de amar, como nos comparte M. Casachov, necesita detonar (expandir) su propia materiaespiritu, para encontrar el modo de penetrar en la materiaespiritu del mundo. Para esto necesitamos de entrenamiento que comprenda la ecoespiritualidad como una alquimia, como camino de conocimiento espiritumaterial.

La Alquimia fue llamada Arte regio o Ars Regia, porque contenía en sí misma el proceso de la transformación del alma. Para los alquimistas existían peldaños que eran esenciales en la búsqueda del conocimiento: en primer lugar la "limpieza de la substancia", que podemos comparar con la limpieza de nuestro ser (materiaespiritu primario); en segundo lugar "la disolución de la materiaespiritu (la entrega al otro) y la "aleación" (la unión libre y profunda con el otro para hilar la separación materiaespiritual), y el tercer peldaño, la "nueva consolidación" de la materia en oro (el amor espiritumaterial en plenitud = la Unidad total en el Patrón Originario de la 115 Vida). Por eso, la ausencia del proceso ecoespiritual o alquímico, en la profesión del arte de Amar, convierte la profesión en una región árida, en un sistema cerrado, donde el deseo, la intuición, la pasión, lo sagrado y el misterio inconmensurable de la búsqueda del Amor, están ausentes, ciegos o negados. Sin embargo, como la senda del cultivo del Amor es un camino complejo, la aridez no significa desierto, sino una pelea interna una "noche negra", por el que tiene que atravesar el que profesa de manera profunda, pues la búsqueda de la Unidad perdida del espíritumateria no es un simple deseo, sino una confrontación muy honda del alma de la Vida. El que aparenta o creo profesar sin dificultades el Amor (la Unidad de la Vida) es posible que esté navegando por la espuma de la Vida, pero no se ha confrontado con los remolinos y crecientes del río del camino ecoespiritual del Amor. Por eso, la Alquimia espiritual para cultivar el amor, podría definirse como el "arte de las transformaciones del alma" (alma-cuerpo), o en sentido metafórico, el proceso de la conversión de nuestros (órganos) metales (nuestro yo: alma-cuerpo, materia prima) hasta llegar al oro (el amor)". Por tanto, el que desee profesar en profundidad deberá atravesar por este 116 camino y transforme a sí mismo. Finalmente, "la Alquimia trata de la transmutación de la materia (cuerpo-alma) para, a través de ella, lograr el encuentro con el origen de las cosas (la 107

113

K. Robert. Langewiesche Varlag. De la Belleza interior. En: De lo espiritual en el arte. Kandinsky, W. Ed. Coyoacán, Décima reimpresión 2005. México p. 109.

115

114

116

Ibid., Kandinsky, W. p.109

Ibid., M. Casachov., p. 61

Ibid., M. Casachov., p. 61


piedra filosofal); por eso es una disciplina (un camino) 117 que busca el encuentro cara a cara espiritual" con el AMOR con el misterio de la Vida. Esta travesía alquímica espiritual se hace siempre en un estado de aprendiz, se debe ser humilde y persistente en el camino, pues es un camino pleno de incertidumbres, de muertes y de nacimientos, pero este viaje espiritual es irreversible y tiene como meta llegar al reconocimiento en el Amor. De esta manera la ecoespiritualidad, como camino para la búsqueda del Amor, produce revelaciones al que busca amar, porque básicamente la ecoespiritualidad, la búsqueda de la Unidad materiaespiritual de la Vida, es una alquimia para transformar todo en al Unidad del Amor, es el cultivo del amor al otro, a todos los otros, y el crecimiento del yo en la relación. Es algo así como un sistema abierto de cultivo mutuo que implica la transformación no solo interior de los individuos sino de los cambios sociales más justos y solidarios con el crecimiento y la vivificación de la Vida, de cambios en los contextos cercanos y de los cambios globales del mundo y del cosmos. Pero como ya comenté más arriba, el Amor es un arte, y como todo arte requiere del disfrute de la constante disciplina, de la atención presente y constante, de la paciencia y de una preocupación suprema por el cuidado amoroso del este arte de amar y, claro está, ser consciente de que un arte no se aprende sino viviéndolo de instante en instante, como lo plantea Krischnamurti en todas sus conversaciones. Sin embargo, la humanidad actual está expuesta a una excesiva presión por las ofertas de modelos de vida que invitan al egoísmo, al individualismo y el hedonismo, aparte de las ofertas de consumismo y modelos de alto crecimiento económico que provocan extrema situaciones de exclusión y pobreza. La insensibilidad y la indisciplina frente a los compromisos vitales quedan subsumidos o se ponen a un lado. Se suma a esto la influencia de los medios de comunicación que dificultan la atención directa al Amor y nos impide estar a solas con nosotros mismos. Todo a nuestro alrededor es acelerado y lejano de la necesaria paciencia para la quietud y el disfrute verdadero, creyendo que algo se pierde cuando no actuamos con rapidez, cuando es justamente lo contrario.

Otro condicionamiento es el afán y la velocidad en que hoy vivimos. Existe una distorsionada preocupación por saberlo y dominarlo todo de manera rápida y fácil. Por qué demorarse tanto en pasar de un aficionado o neófito en el vivir a un maestro en la sabiduría del vivir. ¿Por qué habríamos de aprender a amar paso a paso, para que hacer tanta alquimia y tanto camino, tanta biopedagogía ecoespiritual? Una respuesta puede ser: porque antes de comenzar con la aplicación del arte mismo de amar, son varios los pasos o peldaños que debemos entrenar. Es importante tener la actitud de aprendiz y no de dominador; porque existen pasos que debemos meditar, aprender, apropiar, disfrutar, y respetar en el las relaciones con la Unidad de la Vida. Sin embargo, siento que hoy estas meditaciones no pasan de ser, para muchos, una retórica filosófica que nada dice a las conciencias y espíritus de los actuales interlocutores, de todas las edades y géneros. Pero en concreto, ¿qué tipo de cualidades son importantes para crecer espiritualmente y aumentar nuestra capacidad de Amar, de encontrar la Unidad espiritumaterial de la Vida? En primer lugar superar nuestro Ego, es decir trabajar el propio narcisismo. En segunda instancia, enriquecer de la mejor manera posible, una visión compleja e integral y unitaria del mundo. Para esto necesitamos una combinación de todos nuestros sentidos, de nuestra intuición y de la razón, acompañada de una actitud de profundo reconocimiento, respeto y humildad; pues el Amor requiere de estos componentes para que sea reconocido y vivido. En tercer lugar, se puede decir que la objetividad y la razón representan factores decisivos para cultivar el camino ecoespiritual hacia el crecimiento del arte de amar, pero sin olvidar que no basta con su aplicación, pues se necesita de otras capacidades no propiamente racionales que, con la ayuda de los maestros citados en este trabajo, ya señalé arriba. En cuarto lugar, es imprescindible vivir y experimentar cotidianamenmte en todas nuestras acciones estos caminos ecoespirituales no solo en el escenario de nuestras relaciones interpersonales cercanas, sino que 108

117

Ibid., M. Casachov., p. 61


tenemos el reto de vivenciarlas en todo el proceso de nuestra existencia y en todos los ámbitos de las relaciones: políticas, económicas y culturales; y darles la posibilidad de que ellas se expandan en todos los escenarios determinantes del mundo; de no ser así estaríamos abocados al fracaso en ambos escenarios, el individual y el social. El amor eficaz en el campo social es imprescindible e innegociable en términos de no dejar campo a la impunidad, a la injusticia ni al dolos de la violación de los derechos humanos fundamentales; pues del Amor que he venido hablando no es solo un sentimiento afectivo interpersonal o familiar, esa es su base, sino que el amor eficaz de los seres humanos deben inundar todas sus acciones sociales, políticas y culturales, para que realmente sea un Amor eficaz fundado en la materiaespiritualidad de la Vida. Termino expresando que los principios del crecimiento económico basados en la explotación muchas veces insaciable y egoísta de la naturaleza, y sobre los que se basa la sociedad capitalista, y los principios sobre los que se alimenta el Amor por la Unidad de la Vida espiritumaterial son incompatibles. Es por ello que para que el Amor se transforme en un fenómeno social y no una excepción individualista y marginal, han de producirse importantes y radicales cambios en la estructura social. Hay que pasar de la omnipresencia del interés económico, donde los medios se convierten en fines, donde la humanidad y la naturaleza cósmica son autómatas, a una sociedad donde la humanidad y su relación amorosa con la naturaleza ocupe el lugar supremo; de tal manera que la economía ocupe su lugar y esté al servicio de la UNIDAD DE LA VIDA espiritumaterial y no para que la Vida esté al servicio de la economía; donde el Amor no esté separado de la existencia social porque allí también, en la sociedad y en las culturas, está encarnada también la fuerza ecoespiritual de la Vida. Porque, en definitiva, como lo expresa E. Fromm, "el amor es la única respuesta satisfactoria al problema de la existencia humana" y de la existencia ecoespiritual del Cosmos.

109


BIBLIOGRAFÍA

LOS MAESTROS Y MAESTRAS

No todos los maestros y maestras median sus experiencias, pensamientos y meditaciones con la palabra escrita, sino con sus testimonios y su palabra pronunciada, a ellos y ellas los quiero hacer visibles en estos momentos con sus nombres. Son personas que viven y dedican su vida a oficios muy diversos, pero ante todo son seres humanos buscadores y cultivadores de la Ecoespiritualidad, de la Unidad de la Vida. Un primer escenario de relaciones que ha fundamentado mi ser, es el espacio de la vida familiar: Guillermo Guerrero y María Herminia Guevara, mis padres, quienes son un faro potente de luz en toda mi vida. Bertha Jaimes C., mi compañera de 25 años de proyectos en pareja. Camila Alejandra, mi maestra más joven, mi hija que a sus 17 años de vida me brinda lecciones de todo orden y en cada momento. Basilio Jaimes Avila, mi suegro, un campesino que en la familia lo llamamos el filósofo, pasó a una dimensión de eternidad hace ya dos casi dos años, después de acompañarnos en nuestra dimensión 88 años, de una riqueza espiritual enorme, magistral, de una percepción directa y diáfana sobre la vida, fue realmente un sabio maestro. Mi abuela materna, Dominga Avila, fueron 12 años que la pude tener cerca, día a día, con su cariño incondicional me enseñó a querer la vida y ser fuerte. A los abuelos paternos, Julio Cesar Guerrero y Rosarito Eraso, su tenacidad para criar 19 hijos y más de 80 nietos muestra una enorme capacidad de dedicación a la vida. Más adelante en mi historia, los amigos de niño y joven, unos familiares de sangre y otros hermanos de Vida. Ellos me entregan sus enseñanzas con una sinceridad y gratuidad a toda prueba, solo tengo para ellos una deuda permanente por todo lo soñado y

aprendido de ellos. Los primos Bastidas Guerrero: Álvaro, María Elvira, Diógenes y Vicente, Cristina Muñoz, los primos Pulido Guevara: Álvaro y Guillermo. Mi hermana María del Pilar y su esposo Eduardo Granados. Mis amigos de toda la vida: Ludwig y Jorge García, Gilberto Sánchez, Gustavo Matallana, Jorge Muriel y Juan Carlos Duarte. Otros son los amigos que me enseñan tocando mi ser de manera profunda, maestros existenciales que con sus acciones interpelan y con los cuales he construido decisiones que han dejado huella en mi vida y en la de ellos: Gilberto Gutiérrez, Cesar Marulanda, Marcela Cuesta, Alirio Valencia, Teófilo Jaimes, Leonor Jaimes, Francisco Jaimes. Un grupito de maestros jóvenes, con oxígeno nuevo, con proyectos de fondo, que me dan la esperanza cada día, mis sobrinos: Jeferth y Ferney Valencia, María Paula y Andrés Felipe Granados; Camila y Andrés Bastidas. Finalmente un grupo de maestros académicos y compañeros de trabajo. Muchos de ellos dedicados a la investigación y acción desde las ciencias sociales, a la educación formal y no formal con sectores populares, otros a la teología y a la tarea de las religiones institucionalizadas: Humberto Zapata, Leitner Castaño, Luis Carlos Jaime, Oscar Trujillo, Álvaro Rincón, Fernando Hurtado, Carlos Bravo, Gustavo Baena, Alberto Parra, Alberto Múnera, José Alejandro Aguilar, Alfredo Ferro, Jaime Aparicio, Jaime Ledezma, Isidro Quiroz, Antonio Paez, Santiago Rojas, Manuel Rojas, Guillermo Cardona, Jorge Julio Mejía, Francisco de Roux, Bernardo Botero, Mauricio García, Eduardo Vega, Fernán González, Teófilo Vázquez, Marco Fidel Vargas, Leonor Araújo, Luz Ángela Herrera, Luz Elena Patarroyo, Alberto Rincón, Marco Raúl Mejía, Esmeralda Parda, Carlos Salgado, Martha Cecilia García, Luz Marina Sánchez y Fanny González. 110


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