21 Crónicas periodísticas de la SOCIEDAD DE ESCRITORES DE GENERAL VIAMONTE. Dirección: S.E.G.V. S.E.G.V. Redacción: Redacción: Etel Carpi. Carpi. Colabora en diseño: Rocío Sánchez Carpi. DOMICILIO: Biblioteca Mariano Moreno. Los Toldos. Buenos Aires. EMAIL: escritoresdeviamonte@gmail.com http// sociedaddeescritores en facebook y @de_escritores en Twitter. Blog: http/ http//escritoresdeviamonte.blogspot.com.ar - Eco Literario digital en ISSUU.COM. “Lo verdaderamente importante es que nuestras palabras sean el ECO del corazón de un lector dormido que a través de ellas, logre despertar y escucharse a sí mismo, arrancarle una sonrisa olvidada, una lágrima reprimida o un sueño extraviado”. Elio W. Garciarena.
EDICIÓN ESPECIAL CONCURSO: DICIEMBRE 2015. SEGUIMOS CON LA DIFUSIÓN DE LOS TRABAJOS GANADORES DEL II CONCURSO “ACERCANDO PALABRAS”
Luces que parpadeaban dejando en mi mirada que un suntuoso paisaje me acompañara.
PRIMER PREMIO POESÍA. CATEGORÍA ADOLESC. 2 Allí estabas vos, tan lejano. UN SENCILLO OTOÑO DORMIDO Siguiendo los pasos que dejaba la niebla, Sentada sobre el banco entristecido de un plaza solitaria, desapareciendo tras ella, observé cómo pétalos envejecidos de los árboles que te envolvía en lo más profundo de la noche; se desprendían de sus dulces ramas dejándote tan ausente y a la vez, cayendo sensiblemente en lo íntimo de un suelo oculto. tan distante de mí. Imaginé por un momento Caminé por el sendero de hojas doradas, con aquella imagen tuya inmóvil; que silenciosamente me escondían dejando en secreto mi presencia.
estar a tu lado.
Mientras una humilde brisa que acariciaba mi rostro,
Tan presente y a la vez,
me invitaba a contemplar la caída del sol.
tan cercanos los dos. Manuela Marra. 17 años. Colegio San José
Anochecía, junto con la lluvia suave que caía tiñendo las calles de color gris.
A lo lejos…
ECOL. 1
PRIMER PREMIO CUENTO CAT. ADOLESC. 2
más que la mitad del camino, e iba pasando justamente por el parque, volvió a oír un grito aterrador.
LÍA Ella sabía que no debía meterse en donde no la llamaban. Pero su curiosidad pudo más y esto fue lo que ocurrió: Una mañana Lía se dirigía andando hacia su nueva escuela como todos los días. Hacía pocas semanas que ella y su familia se habían mudado de ciudad y aún no había conseguido hacer amigos allí. La escuela quedaba en la zona céntrica de la gran ciudad, y su casa en las afueras, por lo que Lía debía hacer un largo recorrido hasta llegar a destino. A uno de los lados del camino que ella recorría a diario, casi a la mitad, se encontraba un viejo y descuidado parque al cual, desde hacía ya mucho tiempo, nadie iba a disfrutar de las hermosas tardes de sol. Ese día, cuando Lía justamente pasaba por allí, oyó un estremecedor alarido de dolor que parecía venir del interior del parque. Ella se detuvo un momento para examinar con detenimiento el sector, pero no vio absolutamente nada raro, ni tampoco volvió a oir nada. Algo confundida, continuó andando con paso acelerado hasta llegar al colegio. La jornada escolar resultó ser agotadora, aburrida y detes-
Esta vez, Lía estaba segura de que lo había oído. Y para comprobar que no estaba loca, y también por curiosidad, se internó en el sombrío parque. El paso del tiempo y el abandono habían hecho de ese lugar un tétrico, oscuro y aterrador paisaje, escenario perfecto para un film de horror. Lía se estremeció. No veía casi nada y caminaba con cuidado para no caer. Ya estaba por regresar cuando oyó de nuevo el grito. Se escuchaba cerca, como si viniera del viejo y derruido galpón que allí había. Se dirigió lentamente, aunque con valor hacia allí, entró y lo que vio la dejó paralizada: los muros ensangrentados, el cuerpo mutilado y parcialmente desollado de una moribunda muchacha torturada, y lo peor de todo: el sádico autor de tal atrocidad, que se encontraba allí, y no tardó en notar la impertinente intromisión de Lía. Lía no podía reaccionar. El agresor furioso la apuntaba con un arma de fuego que no tardó en disparar. Por las mejillas de ella rodaron un par de lágrimas y su garganta emitió un ahogado gemido. Lía ni siquiera pudo gritar. Miryan E. Medina. 16 años. Escuela Normal.
table. Esto último fue debido a que, durante la clase de Educación Física, se torció un tobillo cuando corría y cayó mal, lo que hizo que todos sus compañeros se rieran de ella. Al salir del colegio, más o menos a las 15:00, aunque estaba agotada y deseaba a ir a su casa a descansar, Lía se dirigió a la biblioteca para buscar toda la información que necesitaba para hacer un trabajo de Historia. En la biblioteca, no tardó en encontrar lo que buscaba pero, casualmente también encontró un tomo que contenía la obra de uno de sus escritores preferidos: H.P. Lovecraft, y se quedó leyéndolo allí, ya que no podía llevárselo prestado porque no era socia del local. Tanto se había entretenido leyendo que cuando posó sin querer su mirada en el reloj del local, quedó sorprendida: eran las 18:45. Salió disparada de la biblioteca al recordar que había prometido a su madre que desempacaría las cajas que estaban ocupando el sitio en que colocarían en gran piano de cola de su padre que posiblemente traerían esa misma noche.
Ascensores. Miqué.
Caminaba lo más rápido que podía, a pesar del fuerte dolor que aún sentía en su tobillo. Y cuando ya había recorrido algo
ECO L. 2
SEGUNDO PREMIO POESÍA CAT. ADOLESC. 2
SANGRANDO MI VERDAD Estoy sufriendo con mi verdad, cada día que pasa pesa un poco más. Como una pesada roca, me hunde hacia el final y comienzo a sangrar gotas de mi propia verdad. Una a una caen silenciosas y en secreto, formando a mis pies un mar, que me ahoga en sus olas y no puedo gritar. Enmudezco mientras me pierdo en el enigma del silencio, en la angustia de este momento, que me lleva a reunirme con la fría soledad. Sé que estoy desapareciendo, pero voy a regresar para que mi verdad se escuche fuerte y clara como el sonido del viento, como el murmullo del mar, como una roca cayendo y aplastando al silencio, que se esconde en el secreto de mi agobiante verdad. Miryam E. Medina. 16 años. Escuela Normal.
SEGUNDO PREMIO CUENTO CAT. ADOLESC. 2
DEPARTAMENTO 4B Paula estaba muy ansiosa, ya que por fin lo conocería, después de tantos meses hablando por chat.., hasta que decidieron salir. Se llamaba José, un amigo de su primo el cual nunca había visto personalmente, sino sólo por fotos en internet. Comenzaron a hablar cuando ella se separó de su novio, y su primo le dijo que José era muy buena persona. Además era doctor y no tenía ningún defecto aparente. Ella pensaba que era perfecto, y eso la ponía mucho más nerviosa, porque temía no ser suficiente para él. Siempre había sido muy amable y gracioso por mensaje, y “en persona debía serlo mucho más”, pensó. Estaba por llegar al café donde se encontrarían, y las últimas cuadras se hacían eternas. Cuando llegó a la esquina, lo vio: era perfecto como en las fotos. Se apresuró y lo saludó con la mano para que la viera. Él sonrió cuando la vio y le dio un beso en la mejilla para saludarla. Entraron al café y hablaron toda la tarde. Cada minuto que pasaba más le gustaba José. Ya era de noche cuando llegaron al edificio donde vivía. El lujo se podía ver por todo el lugar, ya que no debía ser barato alquilar un departamento allí. Cuando entraron, José saludó al guardia y al gerente del edificio. A Paula le pareció que estos la miraban y sonreían de una forma extraña, pero no hizo caso. Pensó que debía ser su imaginación. Subieron por el ascensor hasta el quinto piso y caminaron por el pasillo hasta que dieron con la puerta del departamento 4B. Dentro, el departamento era como una casa, más grande que la de ella. José le dijo que se sentara en el sillón, y que le traería un café. Pasó un rato hasta que él llegó con una bandeja con dos tazas y un par de bizcochos. Cuando Paula terminó su taza comenzó a sentirse mareada. Miró la cara de José pero éste ya no sonreía como siempre, sino que tenía una sonrisa perversa. Y ella cayó sobre la alfombra, mirando esa horrible sonrisa. Cuando recobró el conocimiento, estaba atada en la cama desnuda. Comenzó a mirar por la habitación hasta que se encontró con los ojos de José, quien la miraba mientras jugaba con un cuchillo, girándolo sobre una mesa. Ella le preguntó por qué le hacía esto, a lo que él le contestó que no era por ella en sí, sino que él amaba hacer eso. Dejó el cuchillo y subió sobre ella. La violó tantas veces hasta que se cansó. Cuando terminó, José tomo el cuchillo de la mesa y se lo clavó en el corazón a Paula, pero ésta ni lo sintió. Ya no podía sentir cuando su alma se había ido en las primeras violaciones… Pasaron los meses y a Paula la seguían buscando. Pero a José no podían llevarlo ante la justicia, porque el guardia y el gerente del edificio decían que él había entrado solo el día de la desaparición. Además las cámaras estaban extrañamente apagadas durante ese momento. ¿Cuántas habrán entrado en el departamento 4B? Francisco Garcia. 17 años. Escuela Normal.
ECO L. 3 ECO L. 3
Lejos, cerca, a distancia… Nada romperá este deseo.
TERCER PREMIO POESÍA CAT. ADOLESC. 2 EL DESEO
¡Tantos corazones en el mundo! Y uno es el correcto.
Esperando… ¿Por qué te demoras?
Vos serás mi doncella, serás toda una princesa
Si tan solo es un beso de tu boca.
En mi castillo, en tu castillo
El calor corre por mis venas y las ganas nos devoran.
Donde vos seas la dueña de mis sentimientos,
Tarde o temprano no mirarás la hora,
Te lo regalaré con tan sólo tus besos.
Sólo seremos vos y yo separando nuestra ropa.
Llenaré tus gustos, Llenaré tus sueños.
Tu mano y la mía no se soltarán nunca más.
Mientras tú duermes tranquila y yo,
Diciéndote cosas lindas, hermosas, al azar
Aun preso de estos deseos.
Para que te sientas querida, para que te entregues sin dudar.
Jorge Luis Nievas. 16 años. Escuela Normal.
Yo sé bien que te puedo cuidar, Yo sé bien que te puedo amar… No hacen falta gestos para que sepas cuánto te deseo. Tu pelo al viento me distrae, es como mirar miles y miles de paisajes;
TERCER PREMIO CUENTO CAT. ADOLESC. 2 SUEÑOS DE ESPERANZA. 1960, Buenos Aires, Argentina: María Stchulz y Juan López, se conocieron en el colegio primario, y desde ese momento, él no pudo sacarse de la cabeza la sonrisa y la alegría que ella siempre llevaba
Ya no sé cómo mirarte, Ya no sé cómo saludarte, Lo único que más deseo es besarte,
consigo. 1967, Buenos Aires, Argentina: Ya son casi adolecentes. Juan, es un chico bueno, tímido, perfil bajo, educado, quiere animarse a
Imaginarme ese momento, Respirando tu aliento…
contar lo que siente por ella, pero para María es solo su mejor amigo.
Desearía comprender cosas que aun no comprendo, 1969, Buenos Aires, Argentina: Dos años le llevó a Juan confesar su Estando a tu lado, todo es maravilloso
amor. Y dos meses le llevó a María enamorarse de Juan. Se pusieron de novios.
Mirando a la gente paseando, Vos y yo caminando, 1972, Buenos Aires, Argentina: Durante su noviazgo, vivieron moJuntos de la mano…Nada más que eso estoy esperando.
mentos hermosos, eran perfectos juntos. Pero, no todo podía ser color de rosa… Juan, debía enfrentarse a su difícil realidad, dejar su vida, alejarse de María. Irse lejos a hacer el servicio militar. Desde aquel día en que Juan se fue, nunca volvieron a verse. María lo extrañó, lo pensó, y sufrió durante cientos de noches. 1976, Buenos Aires, Argentina: María ya es una mujer. Tiene un carácter muy fuerte e ideas muy claras. Su vida se basa en sus proyectos. Estudia derecho por obligación de sus padres, dos prestigiosos abogados que no permiten que su hija estudie la carrera que le apasiona, sociología. Pero María, rebelde como siempre, estudia ambas simultáneamente, a escondidas de sus padres. Ella es todo lo que está mal para la época. Nada la frena, participa de
¡Cuándo será el día que vos sientas algo por mí!
los centros de estudiantes de las dos universidades a las que concurre. Junto a un grupo de jóvenes, visita barrios y villas necesita-
¡Que sientas las cosas que yo siento por ti! Algún día te lo voy a decir los planes que tengo para que seas feliz
das, brindándoles educación y alimentación. Participa también, en todas las manifestaciones que le parecen justas, y como para rebalsar el vaso… es fuertemente peronista. Sus padres saben de su
ideología política, lo cual no comparten y no dejan de advertirle el
mamá…nunca perder la esperanza. Juan luchó toda su vida por la
peligro que corre, pero a María poco le importan sus opiniones.
memoria de los desaparecidos, y para que lo ocurrido en aquellos
Sigue con lucha, y nada va a detenerla. Tiene un gran compañero,
años, no se repita…nunca más.
quien la apoya y acompaña en todas sus ideas. Él es Julián. El padre del bebé que lleva en su vientre.
Coralí Otermin. 17 años. Colegio San José.
1977, Buenos Aires, Argentina: Una noche de invierno en la que María y Julián toman mate y leen algunos periódicos, derrumban la puerta, cinco tipos. Los golpean, les gritan y se los llevan. Durante el viaje, nada pueden ver ni decir, les atan las manos, les vendan los ojos y la boca. Los llevan a un lugar apodado “El Campito”. Un centro clandestino de detención. Allí los separan. María está en una habitación con otras mujeres embarazadas. Todas parecen muy asustadas, algunas más golpeadas que otras. Lo único que importa allí, es la vida de sus hijos. María es interrogada esa misma noche, y sometida a fuertes torturas. Ella jamás vendería a sus compañeros. Así sobrevivió un par de meses, soportando las peores torturas, lo único que la mantenía viva, era el deseo de que su hijo nazca sano. Nunca lograron hacerla hablar. Ni siquiera matando al padre de su
MENCIONES ESPECIALES. MICROCUENTOS.
Kratos: El deseo de Pedro
hijo delante de sus propios ojos. Una mañana, la llevan de urgencia al hospital que queda dentro del mismo centro. Está en riesgo su embarazo. Se desmaya al llegar. Al despertarse se encuentra sola en una habitación. El militar encargado de llevarle la comida, queda impresionado al verla. Pronuncia suavemente su nombre, y le quita la venda de los ojos. Ella, un poco confusa, lo reconoce. Era Juan, el amor de su vida. Se abrazan por largos minutos. Lloran. Hacen una promesa, ella simulará nunca haberlo conocido. Él salvará la vida de su hijo. Juan ahora es otra persona, ya no es aquel niño bueno y tímido, ahora es uno más de ellos. Pero al ver a María después de tantos años, y en el estado en que está, algo renace en él. Iba a cumplir con su promesa. María descansó de los maltratos y las torturas. Él le llevaba comida y conversaba largos ratos con ella. María le pidió un último favor, pase lo que pase, si es varón que lo llame Julián, y si es mujer Esperanza. Una noche, el hospital se cubre de gritos, de dolor. Era María. Los médicos le hacen una cesaría de urgencia. Nace en aquel hospital oscuro y frio, una hermosa niña. María muere dos semanas después de dar a luz. Nunca dejo de reclamar a gritos su bebé. Juan pagó sumas de dinero por la niña. La educó, y cuidó como si fuera su propia hija. Los padres de María pudieron conocerla. La llamó como su madre quería y además le agregó su nombre…María Esperanza.
Ya era pasada la media noche cuando la mamá de Pedro le ordenó que apagara la computadora y se fuera a dormir porque el día siguiente tenía que ir a la escuela, él le contestó: - ¡espera!, mato a Poseidón y me acuesto. Luego de media hora la computadora seguía encendida. La madre, enojada, entró y desenchufó la computadora, lo miró a los ojos y le dijo: - ¡¿en media hora no pudiste matar a Poseidón!? ¡¡¡A dormir!!!! Pedro, derrotado por su madre, se fue triste a dormir y en voz baja dijo: - nunca lo va a entender, ojala viviera en Esparta, Kratos sea mi nombre y pudiera combatir contra los dioses, “y cerró” sus ojos La mañana siguiente despertó con la sensación de gotas en la cara, al abrir sus ojos, descubrió un paisaje hermoso, y vio a su madre Acalisto que le decía: - hijo es hora de embarcar tu viaje para combatir a los dioses. Bruno Martin. Colegio San José. LLOVIZNA PERSISTENTE
Un día de llovizna torrencial yo, como siempre, leía una novela sobre dioses, me encantaba esa época antigua y griega. Me llamaba mucho la atención la forma de vestirse, los “poderes” que poseían, todo. Bueno… como les iba contando, mi madre, muy... No sé si molesta o preocupada, me propuso dejar de leer y salir a cenar a algún lugar cercano. Pero le respondí que no tenía muchas ganas y que no tenía apetito. Seguí leyendo muy entretenidamente y de pronto me puse a pensar , en el inframundo , en que yo era la reina del inframundo , pero luego caí de mi nube de pensamientos inútiles porque mi madre gritaba muy furiosa que dejara de leer porque creía que la lectura me iba a afectar en mi vida social .
más de diez niños que pudieron conocer a sus abuelos, y en pocos
Me dormí con mucha profundidad y al despertar me vi rodeada de un mundo nuevo, raro y también dos perros un tanto anormales, vi a Hades mirándome y me preguntó: -Vamos Perséfone… ¿¿Qué haces ahí tirada??
casos, a sus padres sobrevivientes. Le inculcó a su hija valores que
Leonela Molina. Colegio San José. 15 años.
1985, Buenos Aires, Argentina: Juan creó un centro de búsqueda de niños desaparecidos. Funcionó muy bien. Encontraron en dos años
él en algún momento había perdido; le enseñó a luchar por sus principios, por sus ideales, y no darse por vencida, a ser como su
ECO L. 5
ALGUNOS DIBUJOS QUE REALIZARON LOS CHICOS DE LA ESCUELA HOGAR CON EL CUENTO: “LA PEQUEÑA ORCA” DEL LIBRO “CUENTOS DEL SUR”. De Etel Carpi.
LAS MADRES CENTINELAS Por Norma Menuet. Zavalía.
¿Por qué tienes los ojos nublados? ¿Por qué tu sonrisa es fingida? ¡Cuánto cansancio en tu voz! Ni un destello de sana alegría... La madre centinela, siempre alerta, no descansa. Todo lo sabe, aunque no vea lo que pasa. Cubre a su hijo de niño, Cubre a su hijo de hombre, muy a su pesar...a veces, con tristeza sus errores oculta, y ¡Con cuanta alegría, sus virtudes ensalza! La madre centinela calla... siempre calla... Si es necesario se sacrifica, Si es necesario…muerde su dolor...y aguanta. Pero la madre centinela no abandona jamás ni viva ni muerta al hijo que ama.
Banana con protector.
Apocalipsis. Chistes de Miqué.
ECO L. 6 MABEL ROMERO MIQUÉ.