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ECO LITERARIO 47 Crónicas periodísticas de la SOCIEDAD DE ESCRITORES DE GENERAL VIAMONTE.

NOVIEMBRE2017

AÑO 4

Dirección: S.E.G.V. Redacción Y Diseño: Etel Carpi. DOMICILIO: Biblioteca Popular Mariano Moreno. Los Toldos. Buenos Aires. EMAIL: escritoresdeviamonte@gmail.com http// sociedaddeescritores en facebook y @de_escritores en Twitter. Blog: http//escritoresdeviamonte.blogspot.com.ar - Eco Literario digital en ISSUU.COM.

“Palabras que dicen, palabras que tocan, palabras felices, palabras que evocan. Profundas, triviales, simples o complejas; piadosas, fatales, de deleite o queja. Conmueven, alegran, otorgan sentido, señalan caminos, deshacen olvidos.” Marta Guzzo. Eso es ECO, son nuestras palabras, palabras cercanas, “que nacen del alma”. Palabras, palabras, palabras, palabras…………… VISITA DEL PRESIDENTE DE SADE CENTRAL CONTADOR: ALEJANDRO VACCARO

ALGO SOBRE NUESTRO VISITANTE Alejandro Vaccaro es el presidente de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores) una institución forjada con la visión de escritores del nivel de Jorge Luis Borges, Horacio Quiroga, Leopoldo Lugones y otros, con el propósito de constituir un organismo que agrupara y protegiera los derechos de los escritores. Hoy el desafío es más amplio: inaugurar una universidad de literatura, un museo y ampliar el ámbito de participación. Es también biógrafo de Borges (presidente de la Asociación Borgiana de Buenos Aires) y vicepresidente de la Fundación el Libro, que realiza la Feria del Libro en Buenos Aires. La SADE tiene 75 filiales en todo el país, dice Vaccaro sobre las mismas: “La SADE es una organización con principios netamente federales. Tenemos filiales en todo el país, con representantes en todas las provincias y allí reside la fuerza de nuestra institución. Yo tengo contacto con nuestros representantes de las filiales y a partir de allí una referencia exacta de lo que sucede con la literatura en el interior del país”. Sobre los proyectos que tienen nos comentó: “La SADE tiene dos propiedades importantes en Buenos Aires. Un edificio de cinco pisos en la Recoleta y después tenemos una casa antigua en el barrio de San Telmo, una propiedad que tiene más de 200 años. Es una casa colonial que está muy linda. Allí proyectamos construir la universidad de la SADE. Una universidad de letras con fuerte acento en la literatura argentina. Está avanzado. Tenemos el proyecto edilicio y el proyecto académico, que es lo más importante. Por el momento estamos detrás de los recursos; también importante”. También cuentan con cartas manuscritas que son históricas y tienen un valor incalculable; de Sarmiento, Mitre, la última carta de Alfonsina Storni antes de su muerte… son un gran tesoro de valor histórico y literario que fueron encontradas por él en el sótano de la SADE, en la calle Uruguay, y que hoy forman parte de su patrimonio. Recordando que la SADE se fundó en el año 1928, y su primer presidente fue Leopoldo Lugones.

El pasado sábado 28 nos visitó el Dr. Alejandro Vaccaro, para informarse e informarnos de las diversas actividades que los escritores realizan en el interior y en la Ciudad de Buenos Aires. Fue una experiencia enriquecedora que abrirá caminos a un futuro de integración y hacer común, siempre a favor de la cultura en general y la literatura en particular. La S.E.G.V. con ello, desea ampliar su campo de acción en beneficio de todos sus asociados, apostando a mejorar día a día para elevar la cultura de nuestro distrito. Esperamos que los amantes de la escritura se vayan sumando al grupo inicial.

Mabel Romero

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MIQUÉ.


SEGUIMOS DIFUNDIENDO LAS OBRAS PREMIADAS EN EL IV CONCURSO ACERCANDO PALABRAS 2017.

SEGUNDO PREMIO POESÍA, CATEG. 15-17 AÑOS HADA VALIENTE…

SEGUNDO PREMIO POESÍA, CATEG. 12-14 AÑOS

Historias El color de sus ojos, es como el de los pensamientos Profundos, obscuros. Espectadores de historias, Historias De un amor no correspondido, de pobres mentes suicidas, De un adiós Sus ojos, son ojos que resisten, que resisten lágrimas, Que ocultan problemas, que ocultan Por otro lado, sus manos. Ay, sus manos, Sin tener estas características, escriben Escriben largos versos, contando sus problemas,

Su rostro envejecido, Pinta de blanco su cabello Y de arrugas su cuerpo. Su mirada deslumbrante En todo rincón importante. Tercera edad… Que pausa el caminar Y haces lento el hablar. No te preocupes Por decirme las cosas despacito, que escucharte por mucho tiempo Es lo que yo necesito.

Inquietudes. Contando historias,

No te preocupes por no caminar a prisa,

Historias que sus ojos esconden,

Rodeémonos de sonrisas.

Sus labios, sus labios contienen,

Que tus bellas caricias circulen por mis mejillas

Contienen sus sentimientos, sus problemas Y callan, callan para no gritar, callan para contener estas historias. Por último, sus oídos, escuchan Disparos, sirenas, risas, llantos, Mentiras, decepciones, problemas

Hasta terminar en cosquillas.

No te preocupes si te quedas sin dientes, siempre serás mi amorosa, las más valiente… y en mi vida siempre estarás presente.

Historias, Historias que ven sus ojos, que callan sus labios, y sus manos escriben

Gina Castilla. Instituto Nuestra Sra. De la Guardia. Baigorrita.

Y entre todas, resisten, resisten para mantener estas historias, Hasta que un día, no podrán, Y sus ojos no podrán ver, lo que sus manos escriben, Y sus oídos no podrán escuchar, lo que gritan sus labios, Y sus manos no podrán escribir, lo que estos callaban Y así no recordarán, y se perderán en sus recuerdos Las historias, Que sus ojos veían, sus oídos escuchaban, Sus manos escribían y sus labios callaban. Ay, esas historias, tan importantes eran, Ya que, entre ellas, Se encontraba la suya. Jazmín Morán. Colegio San José.

Mabel Romero. ECO L. 2


TERCER PREMIO CUENTO, CATEG. 12-14 AÑOS Penales Suena el silbato, final del partido. Siento calambres por todo el cuerpo. Mis piernas casi no responden. Veo los rostros de mis compañeros y me doy cuenta de que dejaron todo. Fueron ciento veinte minutos de lucha, entrega y desgaste. Pero no podemos fallar. Yo no puedo fallar, no puedo fallarles como capitán ahora en los penales. No otra vez, como hace un año atrás. Miro la gente en las tribunas y pregunto ¿Qué quieren? ¿Siempre hay que ganar? ¿Siempre todos ganan en lo que hacen?... Pero sé que en mi lugar no puedo fallar, yo no ¿y si yerro? ¿si yo meto el gol y los demás compañeros no? ¿Es igual? Ya está… Mejor miro a mis compañeros, mucho de ellos son mis amigos. Solo nosotros sabemos lo que peleamos para llegar hasta este momento, sacrificios y dificultades, que las superamos por nosotros; pero también por la gente que nos apoya realmente ¿Qué raro, ¿no? Si ganamos somos los mejores, soy el mejor ¿y si no? Bueno… Ya empieza la tortura de los penales, qué injusto que se decida así, creo que fuimos más. Pero ahora hay que demostrarlo y ahí voy… Tomo la responsabilidad del primer penal, el más difícil. No quiero que otro lo patee, es mucha presión para ellos, yo sé que puedo, esta vez sí. Veo el arco, lejos, mientras camino hacia él. La gente grita, algunos silban, esos no me preocupan, los que sí me preocupan, son los propios hincas que se agarran la cabeza, que murmuran, los que con una mirada pueden condenarte. Pero les voy a demostrar. Llego al área, el árbitro me saluda, me tiene respeto, entonces ¿Por qué no saco roja, al 5 de ellos, por la patada criminal del primer tiempo? Tomo la pelota, y el arquero no para de insultarme, de tirarme maldiciones, y de moverse de un lado para el otro, creo que él sí está asustado, yo, ni le hablo. Acomodo la pelota, y giro para tomar carrera, me planto contra la pelota y arranco decidido hacia ella, y es que, en ese instante, que el arquero, íntimamente, hace una mueca con su labio superior hacia su lado derecho, lo miro fijo para que no presienta dónde puede ir mi disparo. La gente, las gradas, quedo mudo. No puedo fallar otra vez no, Impacto el balón, el arquero, creyendo que lo fusilaría a la izquierda, se arroja bruscamente hacia ese lugar, pero yo me decidí otra cosa. El piqué, con suavidad, como si no me importara, entrando la pelota, lentamente a media altura, del lado contrario del arquero. Gol, solo eso. Al darme vuelta, veo a mis compañeros con caras de aliviados y más tranquilos, el árbitro se me acerca y me dice “qué fácil lo tuyo” ¿sabrá todo lo que me pasó por la mente? Ya está, muchachos, ahora con confianza, que pase el que sigue y demuestre, que la presión del primero se fue esfumando como la esperanza del arquero.

Su novia lo alentó a alistarse, y ese mismo día Jeremy le propuso a Mía matrimonio. Al poco tiempo, él tuvo que ingresar al ejército. Al llegar, lo recibieron bien y se presentó ante sus compañeros y al Sargento. Hicieron todos los ejercicios, pero hubo uno en especial al que Jeremy no concurrió: el campo de tiro. Explicó sus motivos al Sargento, pero éste le contestó: _Mientras yo esté al mando, nadie que no esté equipado con un arma se aceptará en mi unidad. Esto era un problema para Jeremy porque él quería ir a salvar vidas, no arrebatarlas. Pero no lo entendían, a tal punto que sus compañeros lo agredían e insultaban. Algunos le decían: _ ¡Cobarde, Cobarde! El no aguantó más y telefoneó muy angustiado a su padre, contándole lo que le estaba pasando. Entonces, el padre de Jeremy hizo unos arreglos con el Sargento, ya que fueron compañeros de combate en la Primera Guerra Mundial. Y el acuerdo salió bien: le permitieron a Jeremy entrar al ejército sin ningún arma. En 1945 empezó la Segunda Guerra Mundial. Jeremy y su unidad partieron a OKINAWA (JAPÓN). Por desgracia, el día que partieron fue adelantado, coincidiendo con la fecha en que Jeremy y Mía se iban a casar, pero se pospuso el enlace para cuando pasara la guerra, con la esperanza de que Jeremy volviera con vida… Durante la guerra, cada noche Jeremy salía a buscar sobrevivientes heridos por las bombas japonesas, en tanto que silenciosamente rezaba a Dios pidiéndole: _ ¡Señor, ayúdame a salvar a uno más…! Se ganó poco a poco el respeto de todos por su coraje y valentía. Su compañero de trinchera, Smithy, era uno de los que más lo agredía. Sin embargo, la dureza de la guerra los unió y se convirtieron en los mejores compañeros. Pero lamentablemente, en la batalla, Jeremy murió por una granada en pleno combate. Ese mismo día le había llegado una carta de que su prometida lo esperaba con un hijo en su vientre. Jeremy hubiera deseado profundamente conocer y abrazar a su hijo, pero su compromiso de estar al servicio de los que combatían en la guerra no le permitió alcanzar ese deseo tan amado... Julián Claudel. Escuela Normal.

Abril Olguín. Colegio San José.

TERCER PREMIO CUENTO, CATEG: 12-14 AÑOS LA LUCHA INTERNA DE JEREMY El joven de 21 años, Jeremy Zuckenberg, nació en Estados Unidos en 1921, en la ciudad de Texas, un lugar lleno de alegría y paz. De pequeño tuvo aspiraciones de soldado y enfermero. Él y su hermano Jack tenían a su padre como ejemplo; ambos peleaban y correteaban, y siempre fueron muy unidos. Jeremy era muy religioso, ya que creía en la iglesia católica, respetaba todos los mandamientos, pero en especial el de “no matarás”. Incluso a sus 21 años ayudaba a su madre en la iglesia, de monaguillo. Un día pasaba caminando por la calle, y vio a un hombre tirado que le sangraba la pierna. Rápidamente tomo su cinturón, le hizo un torniquete y lo llevó al hospital. Jeremy allí conoció a su primer amor, Mía, una enfermera bella que se encargaba de sacar sangre. Jeremy la invitó al cine y desde ese momento, fueron novios. Pasó el tiempo y Jeremy tenía intención de alistarse en el ejército como enfermero, pero había algo que lo limitaba: las armas. Se había propuesto y prometió a Dios que nunca iba a tocar un arma.

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TERCER PREMIO CUENTO, CATEG: 15-17 AÑOS HECHICERA DEL ALMA Recuerdo que una vez le dije que quería vivir en su mundo…me lo negó, el mundo del que tanto me hablaba, me lo negó. Yo lo quería todo el día, y esperaba su sueño para encontrarme con él. Aunque el solo me quería en las noches en las que podía soñar. Decía que no lo culpase por quererme sólo a veces, que el mundo humano era un caos y convertía los sentimientos de las personas en inertes recuerdos que volvían para destrozarlos de vez en cuando. Sin embargo, aunque nuestras formas de querer fueran tan distintas, nos necesitábamos…él se escapaba de la realidad y despertaba a su alma muerta conmigo, y yo era feliz viéndolo tan humano, tan desastroso. Le enseñe más cosas de las que quiso aceptar. Un día, pude escaparme de mi mundo. Llegue al mundo humano; Una plaza, un nene y una madre. El nene, libre de prejuicios, amaba cada cosa nueva que descubrían sus ojos. Su mente volaba más allá de lo que se le permitía en ese horrible mundo. La madre, carente de visión, no sabía ver esas cosas lindas que le habían quitado el tiempo y la experiencia…sólo lo miraba. Pude darme cuenta de que ella sólo pensaba que su hijo debía crecer para darse cuenta de que la vida era otra cosa. Pensé, enojada, que la que debía crecer era ella. Me sentí mal, no hacía ni 15 minutos que estaba en ese mundo y ya odiaba a alguien. Yo, que no odiaba a nadie, la odié. Cuando conocí ese mundo que Facundo temía que yo conociera, entendí que no era vergüenza… me quería proteger de todas esas cosas que oscurecían el alma. Me quería cuidar. Quería cuidar lo único que no le había hecho mal, lo habían destruido tanto que temía que yo, su único escape del horrible mundo real, me convirtiera en eso. Encontré su casa, toqué su puerta, me abrió una mujer no mayor de los 40 años, con muchas arrugas que surcaban su piel (demasiadas para su edad). Debajo de sus ojos había lugar para un par de ojeras demasiado oscuras. Le pregunté si estaba Facundo en la casa, hizo una mueca rara, como extrañada por la pregunta y me dijo, medio desconcertada, que ya lo llamaría. Bajó Facundo, y al verme pude sentir que se desataba una gran tormenta, me miró raro, estaba enojado, por primera vez estaba enojado conmigo. “¿hola? ¿No me vas a saludar? Fue difícil para mí venir acá.” Dije esperando una respuesta. No me contestó. Intente nuevamente; “Facu, decime algo, ¿qué te pasa? ¿No estás contento de que pude venir?”. Sus palabras salieron por fin de su boca… “Exactamente eso me pasa, te pedí solamente una cosa, una sola, y no la cumpliste. ¿Sabés la cantidad de problemas que se nos pueden generar a los dos? Yo tengo 16 años y vos… anda a saber, allá afuera no es nada, pero acá…”. Se quedó callado, y mirando el suelo. “Maldito mundo humano”, pensé. Y después agregué “No sé, nadie cuenta los años, no son cosas importantes. ¿O a vos te importa?”. Dio media vuelta y se fue, me dejó con mis oraciones en la punta de la lengua, balbuceando que yo lo quería, me dejó tragando algo amargo, una sensación horrible se apodero de mí, mis ojos estaban inundándose y el alma me pesaba, estallé…estaba llorando, por primera vez en mi vida, yo estaba llorando y me sentía triste, triste de verdad. De noche, cuando pude usar mis dones, me metí en su sueño… nunca había sido tan oscuro ahí, estaba mal, estaba muy mal. Me vio, me fue a buscar, me abrazó, lloró y me agarró fuerte las manos que temblaban, temblaban increíblemente. “No quiero vivir más ahí, llévame con vos” dijo balbuceando. Estalló en llanto, mi alma, por segunda vez en mi vida, se caía a pedazos. Él solo repetía que quería que lo llevara. Me sentí egoísta, pero en parte yo también lo quería conmigo. Al otro día por la mañana, Facundo abandonó su cuerpo humano. Hicimos historia, la primera alma humana que habitaba nuestro mundo. Sin embargo, quedaron terribles secuelas en nosotros…el mundo humano nos había dejado como eterno legado el dolor. Nos pesaba

el alma cada vez que alguien lloraba su pérdida terrenal, nos pesaba a los dos, porque ahora…estábamos hechos de lo mismo. Quimey Lo Gioco. Inst. Nuestra Sra. De la Guardia. Baigorrita.

TERCER PREMIO POESÍA, CATEG: 12-14 AÑOS DÍ QUE NO TE DARÁS POR VENCIDO Te conocí en la oscuridad, Y tú me encendiste. Me hiciste sentir como Si yo fuera suficiente. Bailamos toda la noche, Y supe entonces Que te quería, Pero tú nunca lo supiste. Sé que te necesitaba, Pero nunca lo demostré. De alguna manera, Me haces sentir así. Hemos llegado tan lejos, Querido mío, Mira como hemos crecido. Nos hemos amado tanto Y lo seguiremos haciendo Hasta que nuestros pulmones no puedan más. Ahora todo el mundo sabe que Solo somos tú y yo, Que pago el precio de tenerte Darte amor Y ser feliz. Pero solo di, Que no te darás por vencido. Delfina Frega. Colegio San José. La Categoría 15-17 años quedó desierta, y lo mismo ocurrió con la categoría niños, tanto en cuento como en poesía.

Mabel Romero. Neumáticos y Ayudarla en lo que hace.

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