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Palabras Cercanas

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Palabras Cercanas

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AntologĂ­a de la Sociedad de Escritores de General Viamonte

2016 - 2017

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© Copyright 2016 Etel Carpi "Palabras Cercanas 5" Hecho el depósito que marca la Ley 11.723 Impreso en Argentina – Printed in Argentina ISBN: 978–987–656–336-9 Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita del titular del "Copyright", bajo las sanciones establecidas por las leyes, la reproducción, almacenamiento o transmisión parcial o total de esta obra por cualquier medio mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia u otro procedimiento establecido o a establecerse, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público.

Carpi, Etel Palabras cercanas 5 / Etel Carpi ; Catalina Cimino ; compilado por Etel Carpi. - 1a ed . - Junín : De Las Tres Lagunas, 2016.

124 p. ; 20 x 14 cm.

ISBN 978-987-656-336-9 1. Antología. I. Cimino, Catalina II. Carpi, Etel, comp. III. Título.

CDD A861

Ediciones de las Tres Lagunas España 68 – Telefax 54–236–4631017 – Junín (6000) Pcia. de Buenos Aires – República Argentina E–mail: ediciones@delastreslagunas.com.ar www.delastreslagunas.com.ar Impreso en el mes de Diciembre de 2016 .

Compilación: Etel Carpi Corrección: A cargo y responsabilidad de cada autor Logo S.E.G.V.: Rocío A. Sánchez Carpi Foto de tapa: Atalaya Foto de contratapa: Ceibo en flor. Plaza Bernardino Rivadavia Fotos de: Etel Carpi

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“Palabras que dicen, palabras que tocan, palabras felices, palabras que evocan. Profundas, triviales, simples o complejas; piadosas, fatales, de deleite o queja.

Conmueven, alegran, otorgan sentido, señalan caminos, deshacen olvidos. Son nuestras palabras, palabras cercanas, que nacen del alma. Palabras, palabras, palabras, palabras…”

MARTA GUZZO

A la memoria de la escritora MARTA GUZZO, primera presidenta de la S.E.G.V. Año 2011.

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Prólogo

Una vez más, los escritores, artistas toldenses son convocados, convocando a su vez, en una antología que ya los representa. Y la Palabra, nuevamente desde acá plasmada, es una invitación para que nos sumerjamos en las profundidades de cada yo, el individual del artista, y el comunitario, al socializarse su voz.

Al sumergirse en el yo, el escritor artista se interna en un tiempo que no es el de los relojes ni en el de la cronología histórica, sino en un tiempo subjetivo, el tiempo del yo viviente, muy íntimo y discordante consigo mismo. Desciende por debajo de su razón y de su conciencia, y es capaz de llegar a lumínicos parajes, o hasta oscuros territorios, que puede llegar a frecuentar en estado de sueño, de demencia transitoria, de desesperanza y desolación… Pero es necesario este descenso, ya que el mismo corresponde a esa universalidad de la sinrazón del subsuelo, de esa especie de tierra de nadie, o de todos, en que casi no cuentan los rasgos diferenciales del mundo externo, porque los problemas básicos del hombre, nos hermanan.

Por eso, en estas páginas no vamos a encontrar sólo belleza, ya que la literatura de hoy no se la propone como fin.

Los escritores toldenses han intentado profundizar el sentido de la existencia, la propia o la ajena, y sus palabras son una encarnizada tentativa de llegar hasta el fondo del problema, lo más que se pueda. Porque ellos lo saben: la vida es una constante transformación. Por lo tanto, una constante

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negación. Y ante esta disyuntiva, el artista, ser muy sensible, no puede permanecer indiferente. Necesita hurgar, manotear, aferrar, declamar… Y la Palabra se torna, entonces, en algo sagrado y único, que necesita vida. Y qué mejor que reunidas acá, Voces de Nuestra Comunidad, tan dispares como fecundas, tan lozanas como seniles…?

Y de Uds., lectores, dependerá la vivificación de estas vidas encarnadas en palabras, y de ahí, también, la trascendencia de una literatura profunda, que sería para la comunidad lo que los sueños para los individuos: una descarga, a veces salvaje, de sus deseos, de sus frustraciones, de sus verdades, de sus decepciones, de sus logros, de sus falsificaciones, de sus reconocimientos y humillaciones… Cómo no buscar este camino de las Letras, en una modesta liberación de su ser pasional?

La obra de estos creadores, entonces, es una forma mitológica de mostrarnos una significación, que despertarnos, sacudirnos de ese sueño-viaje que nos lleva de la cuna a la tumba, para ponernos delante de nuestros ojos, sentidos, propios de nuestro destino de animales metafísicos.

Los Toldos, 29 de noviembre de 2016 Gabriela Nicholson Vice-presidenta S.E.G.V. Coordinadora del Concurso Escolar “Acercando Palabras”

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PRIMERA PARTE Trabajos ganadores del tercer concurso escolar “Acercando Palabras”

Poesías y Cuentos Año 2016

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PRIMER PREMIO POESÍA CATEGORÍA SECUNDARIA 1 Alina Avellaneda Escuela San José

Pienso “Pienso que el cielo es como el mar, porque en él puedo ver tu reflejo.

Pienso que las matemáticas son como las estrellas, porque en ellas hay miles de cálculos.

Pienso que los sueños son infinitas realidades que luego pasarán.

Pienso que los errores del pasado, pueden solucionarse en el futuro.

Pienso que el tiempo son momentos que nunca olvidaremos.

Pienso en el pasado, presente, futuro.

Pienso en la vida como en la muerte, Pienso en la oscuridad como en la claridad.

Pero en todo momento pienso en vos…”

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PRIMER PREMIO CUENTO CATEGORÍA SECUNDARIA 1

Quimey Lo Gioco Inst.Ntra.Sra.de la Guardia BAIGORRITA

La verdad que esconden los sueños…

Me desperté exaltada, los ojos llenos de lágrimas y mi cuerpo temblando increíblemente. Cerraba los ojos intentando avanzar en mi sueño. Esa noche había vuelto a soñar con Él, había vuelto a acordarme de sus rulos, de su aspecto desarreglado, de su sonrisa torcida, de cómo sus ojos marrones se achinaban al reír, de cómo se levantaban sus pómulos cuando algo le causaba vergüenza, y de una inusual mariposita negra que de vez en cuando cortaba el curso de mis ojos sobre él. Me iba deteniendo en cada uno de sus fascinantes rasgos, no extremadamente hermosos, pero ¡Tan perfectos para mí!

Esa noche (como tantas otras desde hace varios meses) no pude volver a conciliar el sueño. Miré mi reloj, eran las 3:38 de la madrugada, rendida a los intentos de volver a dormir y soñar con esa persona que no existía pero sentía tan afecta a mí, me levanté de la cama y caminé hacia la cocina, puse el agua para preparar el café y me senté a esperar. Sobre la mesa de madera había un cuadro muy bonito decorado con pequeños mosaicos en punta, que raramente estaba vacío, sin

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ninguna foto, y no entendía por qué. Lo agarré y al tenerlo sobre la mano una de las puntas me hizo una herida que miré con mucha extrañeza, no porque fuese muy grande, o muy profunda, sino porque la sangre era abundante, espesa y de un color muy oscuro, hasta negro podría decir. Me lavé la mano, la desinfecté y la vendé. Preparé mi café y llamé a mi amiga, que trabaja de madrugada en una salita muy chiquita del barrio. Me atendió, y volví a preguntarle lo de todos los días…

-Mari, ¿vos estás segura de que antes de estar en coma no tenía un novio, un hermano, o alguien que ya no esté más?

Volví a soñar lo mismo, ya estoy cansada de soñar eso y no saber por qué.

-¡Ay, Luz! Si hubieses tenido ya te lo hubiésemos dicho, hacele caso a tu mamá y tu papá, no te tortures con cosas que no existen. Además, dijo el doctor que puede ser una secuela, trece meses es mucho par estar “dormida”.

-Ufff, bueno Dani, a lo mejor tenés razón, chau.

-Chau Lu, dormí.

Me arrepentí de haberla llamado, todos los días que estaba de guardia le hacía lo mismo, y ella contestaba. Creo que lo hacía más por lástima que por otra cosa, siempre me dice todo el miedo que habían tenido de perderme.

Ya acostada, aunque había asumido que no iba a poder dormirme, entré a Facebook, y entre las publicaciones vi una foto que subieron a la página de la clínica donde había estado internada, mostraban las nuevas instalaciones; en la primer foto una pequeña mariposita negra llamó mi atención, ¡Era la mariposa del sueño!. Mi habitación daba vueltas y mi cabeza un poco más, recuerdos borrosos, como flashes de películas iban apareciendo; era yo, Él y yo en diferentes lugares, en

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diferentes situaciones pero en todas juntos. Todas las imágenes desaparecieron y una pantalla negra fue lo último que vi.

Volví a abrir los ojos y me di cuenta de que estaba en el sueño de siempre, pero algo era diferente, él se acercaba a mí, se acercó hasta que logré tenerlo (por fin) a dos centímetros de distancia. Mi corazón latía tan rápido que parecía que se saldría de mi cuerpo, su boca se acercaba a mi oído, y sus manos agarraron suavemente las mías, un susurro tan dulce y tan lindo como las sensación que me provocaba esa situación, de su boca salieron seis palabras “No es tu culpa, mi amor”. Su “Mi amor” me hizo vibrar, y cada fibra de mi cuerpo se suavizó, como si cada célula se hubiera intimidado y enamorado a la vez con sólo esas dos palabras. Quise responder algo pero las palabras no salían de mi boca, Él sonrío, sabía lo que había causado en mí, sabía también como su sonrisa torcida rompía con todos mis esquemas y me descolocaba, Él lo sabía. Luego, sacó del bolsillo de su camisa de jean una mariposa. Era negra.

Desperté, con más impotencia que nunca, quería saber por qué, quién era Él, qué significaba esa mariposa. Me senté en la cama y un flash más vino a mi mente… Él, acostado en mi cama, dormido, sus rulos morochos sobre mi almohada de flores violetas, sus hermosos ojos cerrados manifestaban que su mente estaba profundamente sumida en un sueño, su boca entreabierta, él marco inspiraba paz… Hasta que en un movimiento brusco, una mano negra, con dedos desfigurados y uñas largas que seguramente superaban los quince centímetros, tapó su boca. Él abría los ojos muy asustado y de esa mano salían pequeñas mariposas negras cubriendo su cuerpo y elevándolo, hasta desaparecer en una bruma negra.

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Al terminar ese último flash de la noche mi cuerpo quedó hundido en un profundo sueño y no fue hasta la noche siguiente que volví a soñar con él, ese sueño era un tanto diferente. Él estaba, pero esta vez fue diferente.

Agarró mi mano, me miró con sus hermosos ojos morochos y me llevó hacía la habitación. Mi habitación. Parecía que hubieras viajado en el tiempo, la torturadora escena del último flash del día anterior se repitió frente a mis ojos, pero lo tenía ahí, él estaba conmigo. Él y yo, viendo el pasado.

Cuando las mariposas negras cubrieron todo su cuerpo y lo elevaron hasta desaparecer en una bruma negra, vi mi cuerpo nacer de esa bruma, que se había llevado al amor de mi vida. Pero mis ojos estaban cerrados y no los había vuelto a abrir sino hasta trece meses después.

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SEGUNDO PREMIO POESÍA CATEGORÍA SECUNDARIA 1

Narela Barraza ES N°1

Un ángel y sus seres queridos Ojalá pudiera devolver el tiempo para verte de nuevo, para estar a tu lado, así no es lo mismo… ¡Ya no llores por mí!

Yo estoy en un lugar lleno de luz, donde existe paz, donde no hay maldad, donde puedo descansar. ¡No llores por mí! ¡Es tan bello aquí…!

Con calma iré.

Quiero que seas feliz, que te vaya bien, y cuando te toque partir, espero verte aquí.

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SEGUNDO PREMIO CUENTO CATEGORÍA SECUNDARIA 1 Zoe Alegre ES N° 1.

Premonición Ana se despertó agitada víctima de una horrible pesadilla: soñó que había perdido el colgante que su madre le había regalado para sus quince años, una herencia familiar.

Desesperada, tocó su cuello y el collar verdaderamente no estaba. Recogió enseguida su cabello, se lavó la cara y se vistió rápidamente. Debía encontrarlo antes que su mamá volviera del trabajo. “Cuídalo como a tu vida misma”, le había dicho.

Era una simple enfermera en una clínica privada. Jamás podría comprar otro colgante como ese, además del valor afectivo que el mismo tenía.

Ana se puso en busca del collar tan preciado. Antes había revisado todos los cajones de todas las habitaciones de su casa y, sin pensar en el desorden que había generado su búsqueda, salió a la calle. Pasó por todos los lugares en los que había estado el día anterior, pero no tuvo noticias. Decidió entonces llamar a Judi, su mejor amiga. Mientras le contaba lo sucedido, Ana se detuvo al notar que la voz de Judi temblaba.

Su exagerado nerviosismo la preocupó aún más que la pérdida misma. Judi explicó a su amiga, quebrada, que ella también había tenido un espantoso sueño… pero sintió que era mejor

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no contárselo por el momento. ¿Había sido acaso una especie de premonición?

Horas de incansable búsqueda y todo fue en vano: Ana había perdido el collar, ese que había estado en manos de al menos tres generaciones de mujeres de la familia. Debía ser sincera con su madre. Decidió al fin buscarla en la clínica.

Seguramente había tenido una larga tarde de trabajo y una noticia como la que le llevaba, la decepcionaría muchísimo.

Al abrir la puerta de la clínica, no pudieron evitar seguir una luz blanca e intensa que inundaba el pasillo principal. Despacio y en silencio, con un extraño presentimiento, aunque sin pensar demasiado, abrieron la puerta. Allí se encontraba su madre: muerta. Con el colgante brillando en su garganta.

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TERCER PREMIO POESÍA CATEGORÍA NIÑOS

Dante Conde EET N° 1

Vos …Las estrellitas Del cielo Están quejosas De dios… …Porque no Fueron creadas Tan bonitas Como vos… …Anoche soñé Contigo: fue como Un cuento de hadas… … donde yo era el Príncipe, y vos La princesa encantada…

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TERCER PREMIO CUENTO CATEGORÍA NIÑOS Bruno Gagliardi Esc. San José

Una mujer diferente Emma tenía 10 años y no comprendía lo que sucedía frente a su casa.

Todos los días observaba aquella vivienda abandonada, en la cual habitaba una señora que se comportaba de una manera extraña.

Un día se acercó, no pudo con la curiosidad y se asomó a la ventana. Fue grande su sorpresa cuando vio que desde el techo colgaban víboras y sapos muertos. Tenía encendido fuego sobre el piso sobre el cual hervía líquido, en una olla grande y lo revolvía con un palo.

Ella vestía con un sobretodo y zapatos negros, éstos tenían pintada una cruz roja.

Su cabello totalmente rapado sobre el cual ataba un pañuelo.

Un día lo comentó con su madre y descubrió que era una mujer enferma, entonces sintió compasión.

ENSEÑANZA: NUNCA DEBEMOS JUZGAR A LOS DEMÁS SIN ANTES CONOCERLOS.

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TERCER PREMIO POESÍA CATEGORÍA SECUNDARIA 1 Joaquín Randazzo Esc. San José

Deseos Quisiera ser la luz en tus noches Quisiera ser la lluvia que moje tus cabellos Quisiera ser el sol que ilumine tu mirada Quisiera grabar en mi mente tu dulce rostro y despertar cada día con tu sonrisa Quisiera acompañarte en cada momento y ser único en tu vida Quisiera tantas cosas, pero todo es tan lejano que...

Quisiera olvidarte y dejarte en el pasado.

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TERCER PREMIO CUENTO CATEGORÍA SECUNDARIA 1 Lázaro García EET N° 1

Para que no sea demasiado tarde “Bueno chicos, les presento a Maicol” dijo la profesora, y esas palabras fueron la clave para entrar al infierno. Puse el bolso en la silla que estaba a mi lado y saqué mi cuaderno mientras escuchaba las risas de mis compañeros.

-Conmigo tendrás Matemáticas- me dijo Adriana. Sacá lo que tengas para trabajar y copiá del pizarrón. Me aclaró con una voz tan dulce como nunca había escuchado.

Mientras copiaba, notaba que detrás de mí un mar de ojos bien abiertos me miraban y la frase que se repetía como un cd rayado: “Miralo, que croto”. Así era siempre… toda la mañana, el mes, el año.

-Nos vemos mañana en la tercera hora. Nos despidió Adriana y al fin salí de la escuela. Pero mi día no terminó ahí. Al llegar me cambié de ropa y me fui a trabajar.

Ya casi era de noche cuando mi compañero Julio me gritó desde la otra vereda: -¡Hasta mañana Maicol! ¿Cómo fue tu día?

-Maso, le contesté. No muchos cartones, muchas botellas. Me alcanza para comer dos días.

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Caminé dos cuadras y no sé cómo pasó.

-¡Sucio! ¡Croto! ¡Pobretón!, ¿De dónde viniste?, ¡Andate de acá!

Fue todo lo que escuché hasta que recibí la piña más fuerte, esa que me nockeó.

La escena se repitió varias veces durante meses. Lo que más me dolía no eran los golpes, sino que venían de mis propios compañeros. El peor era Faustino, el hijo del profesor de Química. ¿Sabés lo que es llorar de rabia? ¿De impotencia?... todos me discriminaban por mi forma de vestir, por lo que hacía para ganarme la vida. La peor bronca era que la directora no me creía.

La única que me hablaba distinto era Adriana. No sé si era afecto o lástima pero no dejaba que nadie me moleste en sus horas.

Me pasó el último día de clases.

-Que no me vea, que no me vea. Rogaba yo mientras me tapaba la cabeza con la capucha de mi campera deshilachada.

-¿Maicol? ¿Sos vos?... ¡Vení!, no tengas vergüenza.

Dejé la carretilla con los cartones y las botellas y me desgarré en un llanto interminable que obligó a que Adriana me abrace.

Fuimos en su coche hasta su casa. Charlamos. Me prestó su baño, ropa y me dio de comer.

-¿Por qué lloraste cuando me viste?- preguntó.

-Perdón, pero creo que sos la única persona que me puede ayudar. Y entonces le conté todo. Del bullying, de los

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maestros que no hacían nada y de la directora que no me creía.

Ella me ayudó. Me dio hospedaje y me ayudó hasta que terminé el secundario. Después pude estudiar y cambiar mi vida.

-“Y cuénteme señor, ¿Le costó mucho rebelarse ante quienes lo maltrataban?”. Preguntó un niño gordito y con anteojos sentado en la segunda fila.

-Sí costó, pero lo logré gracias a alguien que me quiso y me escuchó. Por eso cuento mi historia, porque quiero que todo aquel que está sufriendo algún maltrato se anime a hablar, antes de que sea demasiado tarde. Gracias por escucharme.

-Damos por finalizada esta charla. Anunció una voz desde el micrófono del equipo escolar.

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TERCER PREMIO CUENTO CATEGORÍA SECUNDARIA 1 Mercedes del Villar Esc. San José

Tragedia en Chernobyl Todo parecía ser normal, recuerdo que estábamos en el mes de abril de 1986. Llegamos tarde a casa, cenamos y la acompañe hasta su dormitorio, la acosté y le di un beso de buenas noches. “Que descanses” le susurré al oído, sin saber que esa sería nuestra despedida. Me dirigí hacia mi habitación que se encontraba junto a la de ella, me recosté e inmediatamente entré en un profundo sueño.

1:22 de la mañana, me dirigí al baño que estaba al fondo del pasillo, cuando de repente un impactante fulgor iluminó la oscuridad de la casa. Aterrada por el fuerte cimbronazo, mi único deseo era poder llegar hasta su cuna y protegerla en mis brazos, corría por el pasillo mientras podía sentir la desesperación plasmada en gritos de socorro que llegaban desde afuera. Su cuna parecía estar cada vez más lejos, inalcanzable.

Con ella entre mis brazos, busque escapatoria.

Finalmente en la calle pude notar como todo el lugar se derrumbaba en llamas y pavor.

Todo parecía ser una pesadilla. 1:45 de la mañana, eran los minutos más largos que habían transcurrido durante toda

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mi vida, ella respiraba cada vez con más dificultad, todas las ambulancias estaban ocupadas, cuando de repente, a lo lejos, pude divisar un espacio vacío en una de las unidades de emergencia que ya partía, intenté llegar allí rápidamente.

Una vez en el hospital, el tiempo se detuvo, nunca podré saber si fueron días, semanas o meses.

Desde aquel 26 de abril todo fue diferente, convivo con un profundo vacío.

Nota de la coordinadora del concurso: Cabe aclarar que los 1º y 2º premios de la CATEGORÍA NIÑOS quedaron desiertos. Como así también los 1º, 2º, y 3º premios de la CATEGORÍA SECUNDARIA 2.

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SEGUNDA PARTE PoesĂ­a y narrativa Autores locales

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ENRIQUE ARAMBARRI Los Toldos

Uthalhue Vieja telera mapuche dedos de coligüe, ligeros, sonoros de sonidos coloreados por el calafate y el michai.

Llega de lejos, misterioso y encantado el recuerdo de tu silencio.

Solemne, íntegro ante la vertical trama que crece.

Sombra de ñire acuna tu obra cuna de lenga recoge a tu niño.

Que vuelvan los vientos retroceda el tiempo.

No quiero horizontes que traigan desgracias ni tampoco pampas borrando montañas.

Nieves de la infancia, laguna y distancia.

Desde los pedregales tus abuelos te llaman.

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Uthalhue: lugar de tejido.

Coligüe: caña.

Michal: arbusto. Ñire: árbol de la cordillera.

Lenga: árbol.

Del libro: Tribu de Coliqueo, recopilaciones históricas y literarias del Doctor Haroldo A. Coliqueo.

Ediciones de Las Tres Lagunas. 2013.

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JULIA AVENDAÑO Los Toldos

Pasos de la vida ¿Dónde empieza la vida, el camino? ¿Adónde irán los sueños?

Correteando el tiempo, juventud perdida detrás del ayer.

Un mañana incierto de preguntas vanas, como si en el tiempo encontrar pudiera la respuesta, inquieta, algo temerosa de saber que sigo.

Senderos pequeños.

Callejuela angosta de esos veinte años.

Ahora ya la vida se vuelve segura, tranquila, cuidada.

Con pasos más firmes cambié la mirada.

La dulce ternura de los veinte años queridos y amados lindos esos momentos que nos acompañaron.

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Juventud No, no busca estudiarte.

Necesita de ti; el futuro te espera.

Si me miro en tus ojos encuentro primaveras de vida, de sueños, y a mí, eso me falta.

Tu alegría, tu risa para poder seguir otra primavera, deshojando Sueños. ¡Juventud amada! ¡qué futuro te lleva y se aferra a tu fuerza, a tu amor, esa luz que te invade, espejo de tu alma!

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EDGARDO BARRIONUEVO Junín

Décimas Un gesto Siempre estar predispuesto sin fecha y sin horario.

Espíritu solidario a de reflejar el gesto.

Dejar librados, expuestos valores en la acción.

Ofrecer con convicción, con humildad y simpleza.

Desde “un gesto” expresa su bondad, el corazón.

Generar No fijes tu ilusión en el otro, en la gente.

Procura constantemente alentar tu decisión.

Siempre desde la acción sé tenaz y forjador.

Ingeniero, constructor se sueños y esperanzas.

“Generar” autoconfianza ayuda a ser mejor.

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Nunca El egoísmo ajeno es ventana para ver desde la luz del saber con espíritu sereno cuanto de malo o bueno hay en nosotros también.

Nadie, establece quien responder o no debiere.

“Nunca” fortuna requiere ni dar ni hacer el bien.

Otoño Cumpliendo con sus funciones los verdes se va llevando.

O mas bien.., los va trocando por sus ocres y marrones.

“Otoño” tonos impone que como propios, sostiene.

Y más allá de vaivenes y normas establecidas, cada tramo de la vida también, sus colores tiene.

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VALENTINA BRUNO Baigorrita

El hogar de Micaela En un cuarto oscuro, Micaela marcaba con cruces en el respaldar de su cama, cuántos amigos había perdido en el camino… A ella no le dolía tanto que ninguna familia sustituta la eligiera, sino saber que día a día se le iría borrando el rostro de los que se iban.

Su historia era triste, muy triste… pero ella bien sabía que algún día, sería su día.

Su rostro desfigurado provocaba que muchas personas le tuvieran miedo… el triste recuerdo de aquella noche, las ambulancias, la policía, eran momentos que iban y venían en su memoria. Sin embargo, ella sabía que tenía mucho para ofrecer y que aún no había llegado la persona y el momento para hacerlo.

Los años pasaban, Mica volvía a festejar su cumple con sus amihermanos, como ella solía nombrarlos, y con sus celadoras.

Una tarde, Elba, la mayor de ellas, les dio la noticia que se jubilaría, y que ya no trabajaría con ellos. Pero que si Mica aceptaba la llevaría a vivir a su casa. Ya que ahora sí tendría más tiempo para dedicarle, educarla, pasear juntas y prepararla para la vida…

Así como así, y en menos que canta un gallo, Micaela aceptó feliz de la vida. Una nueva oportunidad, se les presentaba a ambas, disfrutar de otro modo, acompañadas…

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Cada principio de mes, visitaban al hogar y llevaban dulces y juguetes para todos los niños. Muy a pesar de que Mica era casi una adolescente, no podía olvidar aquel sitio que le sirvió de hogar y aquellos amihermanos que fueron su familia durante tantos años.

Los meses pasaron… Mica terminó la secundaria, se sometió a muchas cirugías para dejar de ser el “cuco” de los niños. Ella sabía que nada tenía que ver con todo el amor que tenía para brindarles… pero necesitaba verse bien. Muchos eran los proyectos que tenía por delante.

Empezó la facultad, vivieron años muy duros económicamente. Pero ellas eran felices, y nada podía opacar ese estado. Excepto enterarse que cerrarían el hogar.

Necesitaban buscar una solución urgente. No solo los problemas eran por el edificio, sino que la directora había presentado la renuncia y nadie quería ocupar su lugar.

Era sabido que Micaela y Elba, pondrían manos a la obra.

Juntas armaron un muy buen plan. Lo importante eran los chicos, los que estaban y los que vendrían. El hogar no podía cerrar. Era el único en su pueblo. Además que los chicos no iban a querer separarse.

Elba vendió su departamento, y pagó la hipoteca. Era el esfuerzo de toda su vida, sin embargo no dudó un instante ante la propuesta de Micaela. Quien además, gracias a sus estudios pudo ocupar el cargo vacante. El hogar no se cerraría.

Una nueva vida tenían que enfrentar. O quizás una vieja vida renovada.

Había llegado el momento de devolver el amor que le había sido brindado. De leer los cuentos que ella, alguna vez había escuchado…

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Era el momento de demostrarle a los más débiles, a los que más sufren, que siempre llega una oportunidad, por más que a veces se tarde demasiado. Que el corazón tiene que estar preparado para dar… no importa cuánto recibimos a cambio.

Mica sabía que los niños son los únicos que pueden cambiar la historia. (*)

(*) Relato de una alumna de la Escuela Secundaria Nº 9 “Patricias Argentinas” de Baigorrita.

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LUIS EDUARDO CAMPOS Zavalía

La creación del infierno Erase una vez, hace mucho, donde ni el tiempo existía, que este sitio se creó Pero no por la acción de la mano divina sino, Humana…

Esa que fue si, creada por aquella mano iniciadora de toda razón.

Estaba Dios, meditando y descansando en su extenso lugar de residencia, Al que todos, no sabemos porque, llamamos Paraíso.

Dios Meditaba largamente y disfrutaba de su paradójica existencia…

Barajando las costumbres de que nos hemos hecho eco… Para mal o para bien.

Entretanto, sobre el planeta tierra; lugar este, al que Dios tenia y no tenía acceso, La gente comenzó a estallar en protestas… una tras otra, sin aparente solución ni alivio.

Cada día se generaban más y más desórdenes… desequilibrios de todo tipo.

Estos desequilibrios generaron guerras y dentro de ellos, bombardeos, guerras y demás matanzas.

Dios seguía en su inalterable paz eterna… hasta que un buen día, su almanaque, se vio alterado por una secuencia interminable de aquellos desordenes.

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Estos ruidos y detonaciones, subían cada vez, con mayor intensidad.

Fue entonces cuando Dios decidió interrumpir su descanso y meditación, Para dar un vistazo; entonces tratar de entender que sucedía… allá lejos, pero tan cerca.

Debido a esto, súbitamente, aparecieron delante de EL, una larga fila, casi interminable, De almas de gente, que antes habitaban en el planeta.

No sin sorpresa Dios, se limitó a preguntar quiénes eran y de dónde venían…

Y curiosamente, que pretendían.

Las personas recién llegadas declararon que, eran víctimas de guerras, bombardeos Y algunas otras atrocidades cometidas originariamente en base a las religiones varias, Que se habían generado en base a su misma existencia y que, por tanto, Ellos exigían inmediata entrada a su paraíso.

Dios los miró y pensó por un instante para replicarles…

Hijos míos -Yo solamente había dejado un mensaje a la humanidad toda que predicaba: -Amaos Los Unos los Otros, sin embargo de religiones no tengo la menor idea-.

Lógicamente que lo sucedido allá abajo, distaba mucho de la prédica de su mensaje, sin embargo, lejos de desentenderse del asunto… Recomendó…

-Afuera de esta sala, hay una antesala que aún no tiene nombre, no obstante, Alguien…

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No muy confiable, me recomendó bautizarla Infierno…

Me parece un nombre apropiado para los que están desconcertados.

Pueden instalarse allí, y conversar, para ponerse de acuerdo hasta que encuentren una razón válida que justifique dejarlos entrar en mi paraíso….

Cuando la hayan encontrado, veré si han encontrado el camino…

-Y Dios volvió a su paraíso y a su calma…

A meditar y pensar, para seguir descansando…

Entonces siguió descansando en silencio, por los siglos de los siglos….

Zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz…

(Amen.)

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El celular y la legión de Superhéroes Muchas veces los de mas de cincuenta, en nuestros años de infancia hemos sido lectores de revistas que cuentan historias de fantasía de la legión de superhéroes. De eso estoy seguro y pienso que, al igual que mi convencimiento de que esto esta bien fundado, se que a muchos de ellos también, con la llegada de la tecnología y la consecuente aparición del celular en un trecho de nuestras vidas, ha traído aparejadas algunas complicaciones así como también aboliciones de otras actividades; sin embargo según otro punto de vista desde donde se lo puede observar, ha sido muy beneficioso sin dudas.

Tratemos de hacer un ejercicio mental y trasladémonos a las épocas en que estas historias transcurrían y nuestros amigos justicieros ejercían sus actividades con toda dignidad.

Podríamos citar en primer lugar al Poderoso Superman, El Hombre de acero; quien tras una interpretación de una identidad tímida fingiendo ser un periodista, al entrarse éste de que algo malo estaba sucediendo en su ciudad; inmediatamente debía recurrir a cambiar sus ropas, lo cual hacía exclusivamente en una caseta telefónica… yo pregunto: Y hoy con lo portable que resulta ser un celular; para lo que no se necesita ninguna caseta que lo resguarde ¿Dónde tendría que cambiarse Clark Kent sus vestimentas si dicho pequeño aparato, lo podría transportar en su bolsillo?

De veras que se vería en un problema; convirtiéndose en todo un peregrino en la búsqueda de nuevas paredes que lo cubrieren. ¿Que decir del pobre Batman? Con su único medio

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de comunicación instalado en su cómoda mansión quien, a pesar de ser un millonario justiciero, en aquel tiempo al no existir dicho elemento, no lo podía adquirir para comunicarse con el comisionado Fierro; sin embargo hoy, las cosas se le facilitarían entre misión y misión. Este contexto de épocas encierra una ventaja y una desventaja puesto que antes, a efectos de recibir una nueva llamada para pelear contra un nuevo villano, Batman tenía que volver a su Bati-cueva para hablar por su teléfono rojo; esto implicaba un gasto extra de combustible, energía y tiempo pero, si hubiera tenido en sus manos un celular, simplemente desde el mismo lugar del primer hecho delictivo, éste podría asistir con mayor presteza a otro caso.

Sin embargo, esto también significaría una falta de reabastecimiento en su Bati-móvil y le ocasionaría el riesgo de quedarse a mitad de camino por falta de combustible especial que necesitaba. Aquí realmente no sabemos que hubiera de haber sido mejor pero el Superhéroe que simulaba tener alas; tampoco podía ir volando pues eso sólo era un disfraz a diferencia de Superman quien si, podía volar pero entraba en dificultades al dejar ver a un hombre vestido de traje en vuelo, develando así la identidad para lo cual, dicho fingido periodista siempre mantenía la esperanza de que eso se mantuviese en anonimato.

A la par de esto, ambos hubieran tenido la misma dificultad a la hora de pasar desapercibidos, porque en situación de guardar silencio; el celular podría sonar y así dejar al descubierto la estrategia y la ubicación para atrapar a los pillos. A fin de evitar esto, podemos pensar que podrían usarlo en modo vibrador; no obstante, en horas de tensión y

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concentración; el sólo hecho de sentirse ese temblor en el cuerpo, también podría desconcentrar a nuestros héroes y así malograr la posibilidad de éxito de la misión. Finalmente, para colmo de males ¿Qué decir de la lluvia al mojar el aparato? pues ambos tampoco tenían bolsillos.

Batman podría guardarlo en su Bati-cinturón aunque sucede que llevaba tal cantidad de elementos metálicos que allí se destruiría y se arruinaría. No pensemos tampoco en los momentos libres de estos auxiliares de la justicia, mandando a diestra y siniestra mensajes de texto a sus amigos! Como se distraerían y llegarían tarde al lugar de los hechos, es mas, a muchos los habrían de omitir. Y esto se conocería por medio de Crónica TV. Vemos que ambas situaciones se encarrilan por similar andén en materia la utilidad de este dispositivo electrónico, el cual hoy parece gobernar nuestras vidas y que gracias a Dios, aquellas revistas han sido escritas prescindiendo de ello puesto que hubieran, no sólo complicando las hazañas de nuestros recordados ídolos de la infancia, según lo expuesto, sino que también habríamos crecido con la misma interferencia social, con la que parecen estar creciendo los pibes de hoy pese a la supuesta utilidad que propone la propaganda que lo anuncia en el mercado.

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ETEL CARPI Los Toldos

Tríada de amor Volver al nido Transcurre el otoño magnífico.

Desandando caminos llego al nido que cobija lejanos sueños.

Acurruco el alma en el silencio dominical mientras la lluvia interminable baña las hojas doradas de los fresnos.

La tarde me estrecha en el abrazo final mientras me invaden recuerdos que llegan en malón; vuelvo a ser niña, a escribir, a leer, a pintar, a cantar…

Busco en los colores nuevos de las paredes aquellos colores de la infancia que la memoria guarda como un tesoro: bajo siete llaves.

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Cierro los ojos y escucho: la voz dulce de mamá y el melodioso canto de mis canarios cuando querían competir con el sonido armónico del piano.

Abro los ojos y miro por la ventana: al igual que entonces, la casa del vecino permanece cerrada como todos los domingos.

Y la calle está tan desierta como entonces.

Celebro la lluvia suave en el tramo final del “año niño”. ¡Cómo festejaba la llegada de papá!

Que me invitara a construir palacios de juguete con ladrillos de plástico, a colorear…

Y en las largas noches de invierno, acurrucada bajo dos frazadas, escucharlo hipnotizada, insomne, leerme cuentos de príncipes y princesas; brujas, duendes y vampiros. ¡Cuánto te extraño papá!

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Escribo en la cocina donde mamá nos agasajaba con los más ricos manjares.

Puedo sentir esos aromas en el aire impregnado de ausencias, y en mi boca seca, los sabores que indicaban su presencia. ¡Cómo te extraño mamá!

Reinvento el pequeño espacio que contiene mis días más felices, para honrarlos con mis versos y sentirme, (aunque sé que es mentira): niña y joven de nuevo.

Remembranza Noche calma silente noche fresca noche embrujo de luna.

El farolito dibuja un halo de luz entre las hojas del limonero.

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Adentro, una dulce soledad cargada de recuerdos.

Las paredes renovadas me dan un fuerte abrazo de bienvenida.

Es mi vieja casa.

Donde crecí.

Donde fui feliz con mis padres. ¡Cuántos tesoros ocultos en la calidez del nido vacío!

Ahora ella me recibe vestida de fiesta.

Es mi noche de estreno en el refugio acogedor que me contiene.

Aquí me alejo de mi “otro” lugar para buscar “mi” espacio de soledad.

Necesito escuchar este silencio.

Necesito reencontrar mi alma en las otras almas que danzan en el aire etéreo que me acaricia, cuando recorro y disfruto hoy los espacios del ayer.

En esta fresca y calma noche de marzo he recuperado tantos recuerdos… he dialogado con mi interior y me he bañado de paz ante el espejo de un viejo amor.

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Luces de otoño Luces de otoño.

Flores de primavera.

Tropel de silencios derrama la atmósfera limpia de impurezas, al igual que mi alma que se viste de fiesta.

El fresco atardecer de colores demenciales ilumina el alma de los poetas.

Entonces… los versos nuevos cabalgan hacia la noche; hay preludio de un jugoso amanecer cuya paleta de colores adornará la llanura inmensa que es un abrazo de abundancia.

La vida es esto: humildes momentos atesorados en un rincón del corazón que acelera sus latidos cuando nace ¡como magia! otra POESÍA.

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CATALINA CIMINO Los Toldos

Recuerdos…

Volar y volar es un vuelo incierto el espacio es el camino destino y dimensión se conjugan vuelo corto, vuelo largo, vuelo al fin.

Cierro mis ojos y comienza mi vuelo un recorrido por mi vida un viaje sin valijas y sin despedidas un vuelo en el infinito, sola con mis recuerdos.

El aletear de mis alas es lento no hay apuros, ya nada tiene sentido ahora es solo placer, silencio, soledad, penumbras…

Volar y volar dice mi cuerpo ¡aventura peligrosa! dice mi mente. ¿Qué sentido tiene no intentarlo?

El hombre es un ser irrepetible, único que camina siendo peregrino llevando mochilas llenas y vacías.

Volar despierto, puede que no quieras ver lo que ves en cambio el vuelo de los pájaros es infinito como el universo abren sus alas, no tienen destino solo un fin, ser únicos volando.

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Volar y volar (Para Marta) Pasaste tu vida dando amor tus letras, canciones y libros, llenaron tu alma.

Hoy decidiste volar una nube blanca y hermosa bajó a la tierra y tomó tu vuelo.

Tu rostro lleno de paz sonrió, volar y volar, ahora es tu meta.

Destino incierto como tu inmenso vuelo.

Ahora tus alas al viento despliegan recuerdos, sonidos y llanto.

Tu vuelo no es cualquier vuelo pues vuelas muy alto, alguien te espera, allí encontrarás la paz deseada, la luz brillará como nunca y tus letras, tus canciones y tus libros, saldrán a recibirte.

Y será un encuentro inolvidable, donde una suave melodía cantada por un coro de Ángeles se escucha en la inmensidad, un encuentro para siempre.

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Oración de una abuela Ha llegado el día esperado terminar la escuela primaria los corazones colmados de alegría las manos llenas de futuros sueños.

Gracias a ti Señor, pues todo esto es regalo tuyo.

Las familias apoyaron y acompañaron la vida de estos niños, que fueron creciendo en conocimientos y amistad, no desaprovecharon la oportunidad de caminar y compartir juntos.

Hoy todos están detenidos frente a un cruce de rutas, cada uno elegirá la suya.

Cada uno seguirá rumbos diferentes.

Como abuela, Señor, te pido que lo que ellos elijan, esté iluminado por tu luz y que sus pasos estén cuidados por tu presencia.

Que nuestro acompañamiento sea una siembra constante.

Te pido tu mirada, tu bondad que los guíe siempre.

Gracias por tantos años compartidos, sigue acompañándolos, aunque a veces ellos, no te tengan presente, pues piensan que todo lo pueden.

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Saben que tendrán caídas, que no todo será dicha.

Se levantarán con tu ayuda, bendícelos en sus proyectos pues lo que ellos elijan, será su vida.

Gracias por haberme dado la posibilidad, de caminar juntos y verlos emprender otro vuelo.

Mucha suerte.

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DOCTOR HAROLDO COLIQUEO (*) Los Toldos (*) Socio Honorario de la Sociedad de Escritores.

Nombrado el año 2014.

La azotea Laguna La Azotea poblada por Ignacio Coliqueo (un siglo).

Testigo muda de misterio, leyendas, cuento, reuniones, trabajo, proyectos, sueños, vida y muertes.

Agua acariciada por el viento.

Un día te conocí y me atrapaste, Nguenechen tuvo que ver en todo esto.

En susurro escuché: Quédate, haz, dame vida.

Sólo una cruz, UN MONUMENTO? Nguenechen: Dios de los Mapuches.

De su libro: Tribu de Coliqueo, recopilaciones históricas y literarias. Ediciones de Las Tres Lagunas, 2013

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MARTA COTRONEO Los Toldos

Ausencia Apenas hace unas horas que he vuelto y ya me siento partido en dos. Ni bien pisé el andén de la estación y llené mis pulmones con ese aire fresco que ya creía olvidado, entré en un estado, no sé si de conciencia o de inconsciencia, pero sí sé que fue ese estado el que me mantuvo en vilo hasta ahora, en que vuelvo a mirar el reloj y compruebo justamente que ha pasado un buen tiempo y estoy de nuevo en el tren que me devuelve hoy.

Cuando miré desde la ventanilla, un viejo paisaje me fue envolviendo y se fue cerrando cada vez más a mi alrededor, hasta un momento en que casi me impidió respirar.

Creo que fue al leer “San Patricio” que perdí la noción de lo que había vivido durante estos veinticinco años y hasta dudé si yo era éste o el otro, el que volvía a casa una vez más con su bolso de estudiante lleno de ropa desordenada y algunos libros que paseaba cada fin de semana por si tenía tiempo de leer entre los mates de la vieja, los reproches del viejo que decía que estaba raro… que le daba poca bolilla, aquí leía mucho y le hablaba poco… el reencuentro con los amigos y la vuelta al perro para ver si la veía, si seguía mirándome… como cada fin de semana y sufriendo a la vez, por miedo a que viniera acompañada.

Bajé del tren y al pisar el pueblo tuve por un momento la idea de que alguien me levantaba la mano en señal de

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bienvenida, como si alguno me estuviera esperando.

Nadie reparó en mí, yeso que bajamos unos pocos, como siempre pasa en las estaciones chicas. Nadie me miró. A nadie conocí.

En un gesto inocente y de puro impulso, pasé la mano por mi cara y ahí reparé en la espesa barba que la cubría.

Primero caminé hacia la salida, después no supe qué hacer.

En un relámpago pasaron por mi memoria los años de ausencia, primero el estudio, después los sueños, los amigos, la organización, la persecución, el miedo el amor, el exilio, la soledad, el olvido.

Cada paso que avanzo es una pregunta: -¿para qué? ¿adónde voy?... no lo sé. Tal vez a encontrarme con el chico aquel, que alguna vez dejé cuidando de mis cosas. Así, aunque yo me fuera, estarían guardadas en lugar seguro. Pero ellos no pudieron con los años y la ausencia, por eso tampoco están hoy, para esperarme.

Otra vez me pregunto para qué; y estoy parado en el cordón de la vereda, donde un dulzón olor a mandarinas pasa junto a unos chicos que hacen picar la pelota mientras caminan ajenos a mi mundo.

Levanto la mirada y el sol que cae amarillea el tapial del frente de mi casa. Eso no cambió. Tampoco las costumbres de algunos vecinos: asomarse con el mate en la vereda, gritar a los que pasan distraídos, amontonar las hojas que caen desde las ramas, silbar pedaleando con las manos en el bolsillo. Pero ellos no me ven y yo no los conozco.

El silbido del tren me anuncia el regreso. Me asomo por la ventanilla y a través del vidrio empañado y de mis ojos húmedos miro el anochecer.

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Me encierro dentro mío y digo… volveré.

Vendré la próxima semana, y también la que sigue. Me sentiré seguro. Pisaré fuerte las calles. Me animaré a golpear la puerta y preguntar quién vive en la que fue mi casa… qué ha sido de los míos… dónde guardaron mis cosas.

Daré la vuelta al perro… para encontrarla a ella. Sólo por eso. No espero nada, sólo volver a verla. Y si no me conoce, si ya no me recuerda… me le pondré adelante, le pediré paciencia y, con pocas palabras… le explicaré mi ausencia.

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YAMIL DASILVA Los Toldos

Instante No poder detener ese instante.

Quizás si me detuviera más tiempo mirando tras esa ventana, podría apreciar un cielo descubierto.

Ya las hojas no tapan el ocaso.

Nadie se detiene a apreciar lo que el otoño nos dejó, abriendo las puertas de un nuevo invierno.

Pueda que sienta frió al caminar y no tenga quien me cobije.

Pero somos tan infelices al no apreciar lo que el tiempo nos está dando.

Aún sigo observando por esa ventana y cada vez son menos las personas que veo pasar.

El frío encierra, debilita y entristece todo aquel lo que no sabemos valorar, ese instante de tiempo que tenemos para atesorar.

No me importa que tan frío estén mis pies, ni mis manos, hoy saldré a ver lo que este nuevo frío nos trajo lejos del calor.

Hay instantes que este momento tiene para nosotros.

Paisajes que no volverán cuando recibamos la primavera, los verdes ya no serán los mismos.

Tú ya no sentirás frío, pero habrás perdido aquel invierno que la vida y el tiempo te dieron para que conozcas el caer de las hojas sobre tus pies.

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MARYLIN GRACIELA DURÁN Los Toldos

Manos Un mundo lleno de manos, manos que saben hablar lo que tantos ojos y bocas quisieran poder expresar.

Es un lenguaje mudo de palabras pero lleno de acciones hechas con amor.

Manos sabias, llenas de esa energía inagotable que desafían lo que a veces la pereza torna inquebrantable.

Manos, manos, muchas manos, todas unidas, de distintos colores, tamaños y doctrinas.

No importa la raza, ni la condición social; si nunca hicieron nada o si están arruinadas de tanto trabajar.

Un mundo de manos para estrechar, manos unidas por la igualdad, manos que dan calor, confianza, seguridad, esas manos trabajadoras, que saben luchar para que miles de sueños se hagan realidad, esas manos, yo quiero tocar.

Unirme a ellas aún en la adversidad o levantándolas para festejar aquellos triunfos tan soñados, que hoy,

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entre todos se pueden lograr.

Manos, manos, un mundo de manos, pero no todas, dignas de poder estrechar, porque llevan en su sangre la esencia del odio, que aterroriza hasta matar.

Esas manos son oscuras, aprietan fuerte y hacen mal.

Ellas se levantan solo para golpear, para actuar con crueldad, esas manos nunca, nunca quisiera tocar.

Manos, manos, muchas manos, marchando entre medio de paĂąuelos blancos, pidiendo memoria, justicia y verdad.

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El viejo otoño Un veintiuno de marzo, llega el viejo otoño, un poco cansado, y a su paso va dejando, árboles desnudos, algo avergonzados.

Para que ellos se vayan acostumbrando a modo de pedirles perdón, el viejo otoño les regala una fresca sonrisa y una dorada comparsa de hojas que crujen arremolinadas; las más juguetonas suben y bajan por los juegos de las plazas o caen como lluvia, por los techos de las casas, formando tapices geniales porque, las hojas cuando caen son así, muy originales.

El viejo otoño sonríe, está contento con su regreso, quiere algarabía y mucho festejo.

Se acomoda su sobretodo, algo raído por el tiempo, sigue su camino bajo el tibio sol y se pierde en el amarillo misterio.

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MARTÍN FONTANA Los Toldos

Caramelos Lunes. Más Tábara que Barbarie. Ya cerrando. Nene con máscara entra en esa penumbra a punto de apagarse. Otros tres con capas negras miran desde el gran ventanal. Por detrás de la máscara tiembla una voz. Dulce o truco. No contesto. No tengo caramelos pero me da lástima, tampoco quiero que me tire un huevo. Tuve la dualidad de pensar que Halloween era una boludés yanqui y también de defenderla por su raíz más celtica, siempre dependiendo del interlocutor. Por lo que a mí respecta es una extraña fiesta que se ha reducido a poner contento al dueño de Arcor. Pero también está lo otro, o mejor dicho, el otro, ese niño que me mira esperando respuesta y cree en el planteo que me está ofreciendo cómo yo creía en esas enormes llamas que ganaban el aire en San Juan. Al que perdimos y añoro. Era otra fiesta relativa al sol, también muy disfrutada he impuesta por los Nórdicos. Halloween deriva de la Noche de Samhain de los antiguos pueblos celtas. Se realizaba al final de Octubre y solían celebrar una gran fiesta para conmemorar “el final de la cosecha”, bautizada con la palabra gaélica de Samhain. Que significa, etimológicamente, el final del verano. Como explicarle a ese nene que está festejando el fin del verano en casi su principio. Tenemos huevos, gritan a coro descoordinado, los menos valientes, desde afuera.

Me paro y me acerco. Suena de fondo un tema de los Peces muy esotérico, parece musicalizado para el momento.

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Pera que me fijo. Digo. Y voy y reviso en la cocina. Pienso. Una creencia no necesita sustento, es justo eso, pero mi mente positivista es una planta de papa que necesita tierra firme. No como la de ese nene que es un clavel del aire, que se alimenta de otras cosas que, ahora, no entiendo. Tal vez es ahí donde se genera la crítica que termina siendo insulsa e inconsistente. No darles lugar a una fiesta por ser una imposición Yanqui, que a su vez les fue impuesto, o acarreado, de los inmigrantes a sus aborígenes. No encuentro nada, harina, nueces, aceites, lentejas me matan si les doy esto. ¿Qué somos? O mejor, (así evito multas o enojos) ¿Qué soy? Un argentino con octavo de aimara con nariz italiana, hablando un idioma que se llama español y queriendo ser un nativo de América. Lo soy, en parte, por una casualidad geográfica pero no culturalmente. ¿Y qué se hace con eso? Se injertan ideas nuevas en raíces viejas.

Recuerdo que fui a un Wi Xipantu (Año nuevo Mapuche) a realizar una nota, pero más que nada porque quería rescatar ese festejo que tiene concordancia con el hemisferio donde estamos. Entre de a poco en el fogón, siendo bienvenido por la mayoría, tome mate, charle, comí unos fideos amasados hervidos en un caldo que creo se llamaba pancutra. La noche era larga, la más larga, había que vencerla y me sentí entendiendo el festejo, acorde con la naturaleza. Hasta que unos de los hombres dejo bien en claro que el blanco, el Winka siempre es un traidor. Y giro su cabeza y debajo de su vincha sus ojos se clavaron sobre los míos. Dejó claro el mensaje. Me pare y salí de la carpa. Sabiendo que estaba usurpando con el color de mi cara su ritual. La noche afuera era espesa pero me sentí mejor. De golpe, Don Segundo me golpeó la espalda y me dijo, tranquilo, no pasa nada y me invito a volver. Le dije que prefería mantenerme al margen. Entonces me explico el ritual del amanecer y sus banderas y me dijo que Mapuche significa 66 - Sociedad de Escritores de General Viamonte

¨gente de esta tierra¨. Y me hizo una mueca amistosa. Casi todas las fiestas paganas tienen una relación con el sol, con solsticios o equinoccios. Navidad no varía de esto aunque el circo ya sea muy grande. No detesto la navidad. Me encanta reunirme con mi gente. Me jode el desplazamiento, simulando nieve en pinos adornados y contundentes comidas cuando estamos arrancando el verano. Al revés, una locura que por repetición e imposición se volvió natural. Pero esto también pasa por que la fiesta perdió su esencia, no sólo por la parafernalia consumista sino por su utilización como manipulación de poder romana. Halloween es una fecha con un concepto vacío que fomentaron los yanquis y eso nos molesta.

Según esos parámetros no tendríamos que festejar el día del trabajador tampoco, al menos en esa fecha, que es acorde con su tragedia. Halloween es en realidad una fiesta a la naturaleza, a sus fenómenos y eso si es digno de festejo y es una celebración que data de muchos siglos antes que los yanquis.

En vez de tantas quejas y críticas, nos falta, a mi modo de ver, volver a la adoración a la tierra y no tanto caramelos ni regalos navideños, agradecer la vida que se nos da. El sol que nos da alimento. Salgo de la cocina, el nene abre una bolsa. No tengo nada pibe, pasa mañana. Le digo. Y lo agendo mentalmente, aunque desecho el hecho de este juego, me lamentó no tener caramelos para este chico que si cree en algo y ojala le expliquen la importancia del sol y que los caramelos te revientan las muelas. Mientras mi mente se va en supuestos, pienso en cómo estaré vestido en 30 años cuando ya nadie proteste contra Halloween ni contra la Navidad y trate de convencer a mis nietos, a gritos, que no cacen perros para comérselos como hacen en Yulin, China, cada solsticio de verano.

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Perecer helado La verdad no sé qué me paso esa noche al verla, cual abrupta fue la anormalidad que genero la distinción. Y no sé, tampoco, qué dirá, después, un psicólogo. Seguro una transferencia con mi vieja, siempre son pausas, luego de un hmmm… y un centro al área, la interpretación de la transferencia, y pienso en esa deuda de bondad estoica del que te alimentó y le doy la razón y pago. Sé qué ella no me ama y tal vez es mejor así. Uno nunca se acostumbra a esos amores. Mucho tiempo viví entre polígonos. Pero cuando abrí la puerta ella me ilumino el alma y me dieron cosquillitas en la panza. ¿No es así el amor acaso? Vectorialmente Inútil. Por eso baje la mirada y trate de apagar el deseo, de esconderlo, de trenzarlo con cadenas antes de adoctrinarme a las suyas. Pero mi mirada se alzó, luego de caer de ese puesto de supra observador, y la vi… bella… atenta.

Casi esperándome perpleja. Ofreciéndome, sin mirarme, todo su interior. Como pensar ahí las consecuencias. Como saber, en ese instante, que bastaba sólo desconectarla trasmisión y hundirla en la oscuridad del desinterés. Tan común como he hecho con las estatuas excesivamente vistas. La planicie de sus curvas no me molestaba. Porque todo se basaba en la posteridad del deseo. En el pensar, en el después. Su particularidad de enfriarlas cosas para utilizarlas en el momento justo. La venganza se come en plato frio, era su lema. Nunca note su mirada de hierro ni su poderío de imán al dejarme. La voracidad con que la pensaba me envolvía en una cómoda irrealidad. Y era a su vez, la agenda que me ordenaba, la frase que me inspiraba, la cerveza escarchada que embriagaba mis días. Me volví un cazador postrado, atado a sus virtudes. Diosa de los sedentarios, hechicera de los nómades. Sueño a veces

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con la carne salvaje que se aleja silenciosa afuera. Pero hay algo en su lamento, por las noches, que me acompaĂąa, que me impide volverĂĄ los indicios de la caza. Arranques crueles, que me hacen pensar, que aun sosteniendo hidalga su ignorancia, su mortecina alma me necesita. En su doler tan recĂ­proco, tan perplejo.

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ELIO W. GARCIARENA Los Toldos

¡Oh, luna! ¡Oh, luna! si pudiera labrar, con mis manos, una escalera al cielo, sólo una (una araña me guiaría): pasamanos de rocío y peldaños de hielo. ¡Oh, luna!, sería tu amante y, con un beso de tus labios brillantes, (¡Fortuna!) abrigaría la luz, en mi corazón, de tus constelaciones. ¡Oh, luna!, sería tu hijo y, en el arrullo de tus suaves canciones de cuna, soñaría que floto más allá del horizonte del universo

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¡Oh, luna!, sería tú, en vez de yo, coronando la cúpula de las dunas, cual una de tus caras, o todas las que cantan los poetas en sus versos. ¡Oh, luna! sólo tengo una pluma y un alma que se columpia en tu reverso.

La runa de mi destino está vacía.

Por la senda celeste, baja. ¡Oh, luna!

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La carta del niño que odiaba a Papá Noel ADVERTENCIA: Ante tanto rojo, blanco y verde, he decidido darle la palabra a un niño que está enojado con Papá Noel. Pero, después de lo del ántrax, su secretaria del Polo hace una selección de la correspondencia. Así que este niño tuvo que escribirla "entre líneas".

Por eso primero léanla totalmente y luego solamente las líneas impares.

-Te escribo para contarte que soy un niño obediente que hace las tareas de la escuela, no como mi vecino -travieso que vive haciendo diabluras en el barrio. Por eso no puedo dejar de ser bueno. Desde que armamos el arbolito -quiero que vengas esta Navidad y me traigas una gran bolsa de regalos para abrirlos, luego de comer el asado de mi papá y apagar el -carbón como el año pasado, cuando a tu reno Rodolfo le dejé tanto pasto que no te hacía caso. Mi tío lo vio pero había tomado tanto -vino que no podía caminar y tuvo que irse en taxi. ¡A los diez me trajiste

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un auto de carrera a control remoto y a mi hermana le regalaste -una muñeca que llora cuando la levantas! Mi mamá se rió mucho.

A la medianoche, mi vecino me tiró un petardo por la ventana.

-Fue algo que no me esperaba. Desde entonces ya no volví a celebrar con pirotecnia. Me quedo en casa, al saber que las mascotas se asustan en -la Navidad, porque es triste. Con toda mi alma quiero decirte que te quiero mucho. Te pido que esta Noche traigas Paz y Amor y te lleves el -odio tanto como sea posible. Te llamarán Santa o Papá, pero para mí sos alguien en quien siempre creeré por encima de la Llorona, el Lobizón o -el Hombre de la Bolsa. Para despedirme, deseo que sepas como tus risas me traen felicidad. Y aunque los regalos hayan caído de la chimenea nunca se -arruinaron por dentro. Sobre todo aquella muñeca con la que estarás feliz.

Tincho

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HUGO GERAVI Baigorrita

¡Feliz cumple Sportivo Baigorrita!

“La pluma se desliza a la velocidad del tiempo dedicando en nombre del pueblo este humilde homenaje: Al Club Social y Cultural Deportivo Baigorrita, Felicitándole en su flamante aniversario número 90”.

1926-2016 Fue maestra esa jugada la del puntapié inicial que acumuló el material de esa gran muchachada, su marca está registrada por ser ellos los primeros en defender la de cuero con la mayor vocación, haciendo real la ilusión de los pibes del potrero.

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El DEPO su historia cuenta de mil nueve veintiséis hoy en dos mil dieciséis está cumpliendo noventa, al DEPO todos lo alientan es espontáneo, eminente asta del cielo se siente un rumor y no está lejos, y… para nada es perplejo ¡si son aquello del veinte!

El Deportivo tiene el aval del pueblo de Baigorrita sobre su entorno gravita por su accionar cultural, es totalmente en plural como el DEPO se maneja si a los jóvenes les deja, del deporte su excelencia, un grande con experiencia hoy con su pueblo festeja.

El club como Institución tiene raíces formadas que siguen encadenadas al cumplir sin omisión, todos viven esa pasión de cancha, césped, pelota y la lámpara se frota por el deseo de goles, y se escucha un… olé, olé mientras su eco rebota.

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Quien vistió esta camiseta muy sencillo te lo explica su fuerza se multiplica convirtiéndose en saeta, tienen fijada una meta esa… la de ponerle cojones, ¡Y aparecieron los leones, y con River en la final, fue un equipo funcional todos gritamos CAMPEONES! Es tu historia es tu reporte, ¡Feliz cumpleaños Sportivo! es un momento emotivo y le hace gala al deporte, esto es futuro sin cortes de un equipo temerario al verlo con su vestuario de color celeste y blanco, todos dicen YO LO BANCO ¡A ESTE DEPO LEGENDARIO!

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MARTA GUZZO Nueve de Julio

Los juegos de tu primera infancia…

“En tu memoria Marta” La pelota de trapo tiene vida propia, va y viene despertando el interés de los más pequeños del barrio. En un instante, vuela y parece quedarse detenida en el aire milésimas de segundo antes de caer. Tus ojos siguen el movimiento; te distraés y te olvidás de seguir el juego.

Tu amigo te sacude con fuerza para rescatarte del letargo.

Por fin, volvés a la realidad con la mirada encendida.

Corrés tras la pelota, pero la sensación de estar en el aire te sigue acompañando.

Esa noche, segundos antes de dormirte, volvés a ver el mismo arco de luz dibujado en el horizonte.

De su último libro “En tu memoria”, Ediciones de las tres lagunas, año 2016

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CARLOS SALVADOR MAC DONNELL Los Toldos

El misterio de San Martín ¿Por qué esta idea de escribir una biografía del general José de San Martín? Primero por una gran admiración al héroe militar, al gobernante sensato, al patriota desinteresado, al maestro singular, al filósofo práctico.

En segundo lugar por sentir el orgullo de que un argentino haya realizado una epopeya que asombró a América y al mundo en el siglo XIX. En tercer lugar por orfandad de ejemplos en nuestra querida argentina de hoy día, que entre grandes dificultades puja por encontrar su destino. Y qué mejor para encaminarnos como nación que recordar una y mil veces al Padre de la Patria.

Es preciso volver a las fuentes de la argentinidad. Es hora de que las nuevas generaciones se encuentren con el Héroe. Que lean cómo fue su vida y cuál su obra. Entonces encontrarán sentido al ser argentino. Es como encontrarse con un Amigo al que podemos contarle nuestros logros y nuestras frustraciones. Nuestras dudas, pero también nuestros sueños.

San Martín con su vida nos a mostrado un camino de grandeza. No podemos negarnos a recorrerlo. Él es nuestro ejemplo. No necesitamos ir a buscarlo a otros lugares, a otros Países. Tenemos la enorme suerte de haber tenido a un hombre como él. Él es nuestro guía. Él nos habla todos los días a nuestra conciencia. Él nos alienta al esfuerzo, al trabajo, a la modestia, a la sencillez, a la abnegación.

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Quizás la circunstancia de haber nacido en una ciudad que lleva el nombre de una de sus más gloriosas batallas, la de Chacabuco y el clima sanmartiniano que encontré en mi actual pueblo, Los Toldos, han contribuido a esta patriada.

Me sentiría más que compensado si logro despertar alguna vocación patriótica. Si logro animar a algún joven en dificultades o simplemente encender en algún corazón bien templado el fuego del amor por la Patria.

Prólogo del libro EL MISTERIO DE SAN MARTÍN. Editorial Dunken, 2005.

La S.E.G.V. recomienda especialmente su lectura.

Palabras Cercanas 5 - 79

CRISTINA MANQUILLÁN Los Toldos

Las recetas En un cuaderno de tapas negras guardado en un cajón encontré escritas en cada una de sus hojas las recetas que escribía mi madre. ¡Qué sorpresa fue encontrarlas!

En ellas estaba la receta señalada del dulce de calabaza.

Recuerdo que siempre lo preparaba para el desayuno.

Pensé…¡son bellezas guardadas en un cajón!...

Fue inevitable para mi no sentir nostalgia de ellas, como la melodía de un tango.

Por un momento me quedé inerte, los recuerdos, se tomaban la libertad de llegar a mi cabeza.

En cada una de sus recetas había una flor de jacarandá.

Y en la blancura de sus hojas cayeron mis lágrimas frías, como una tarde de invierno tardío y triste que llegaba.

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Infantiles Hoy quiero mi chupete celeste, Bua, Bua, llora y llora el Bebé.

Mamá lo acuna en sus brazos y le canta el arrorró mientras se duerme tranquilo.

El monito chiquitín gira y gira por aquí, juega, juega por allá, la vaquita Janita come margaritas y le invita.

El sol salió y el viento sopló, y el benteveo se voló, se fue a lo de Juancito el pichón de urraca que canta y canta con una guitarra blanca como la nieve; porque claro: tiene una banda.

Palabras Cercanas 5 - 81

MARÍA ANGÉLICA MANZIONE Los Toldos

No llores cuando llueve No llores cuando llueve, demasiadas lágrimas caen del cielo, son las lágrimas de los niños muertos, de los que murieron en forma injusta y tienen la esperanza de la resurrección.

No llores cuando llueve, lava tus ojos con agua de lluvia y verás un mundo distinto.

Un mundo infinito de ángeles blancos y rubios pero también de angelitos negros con ojos grandes como uvas maduras; si pones alas a tu imaginación y abres las puertas de tu alma, encontrarás en cada gota la mirada de quien se fue de tu lado pero sigue presente en cada flor, en el vuelo del colibrí que te visita cada mañana y en el brote nuevo del jardín.

Recuerda, lo dijo el poeta: llorar el sol de ayer impide ver el sol de hoy.

Seca tus lágrimas y sonríe, dile a tu corazón que fue una broma, que lo hiciste solamente para que alguien te ponga la mano sobre tu cabeza y te diga: -no estas sola- sonríe.

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PADRE MAMERTO MENAPACE (*) Los Toldos (*) Socio Honorario de la Sociedad de Escritores.

Nombrado el año 2016.

Peluche Se estaba acercando la Navidad en nuestro pueblo. Lo que suele poner en movimiento muchos sentimientos diferentes. Desde los tiernamente familiares, hasta aquellos religiosos más profundos. Y por supuesto, otros no tan elevados, como los que tienen referencia a los hábitos alimenticios y los comerciales.

Una de las grandes jugueterías se había surtido generosamente a fin de satisfacer todos los requerimientos de sus clientes. Su dueño había viajado para ello en el tren diesel de las siete de la mañana, llegando a Buenos Aires a eso del mediodía. Durante varias horas había recorrido los negocios de la zona, proveyéndose de juguetes. Con ellos regresó en el mismo tren de las seis de la tarde.

En las estanterías podía verse de todo. Armamentos de hojalata, con banderas extrañas a nuestro pueblo, a fin de ayudar a nuestros pequeños a mentalizarse respecto a como está armado el mundo y en qué ponemos nuestra confianza cuando hablamos de la paz. Junto a estos juguetes se encontraban otros artefactos bélicos de plástico, habitados por monstruos del más pésimo gusto televisivo. Por supuesto, había también muchas otras cosas bonitas y dignas de ser obsequiadas en la alegría navideña.

Entre éstas se encontraba un precioso osito de peluche, de gran tamaño. Realmente: era bonito. Parecía trasuntar

Palabras Cercanas 5 - 83

cariño, y sus ojitos pequeños y brillantes le daban una extraña vida que cautivaba a quienes quisieran mirarlo con interés.

Era un juguete valioso, y por tanto nada barato.

Y Peluche lo sabía. Sin delirios de grandeza, él se sentía entre lo mejor que se podía conseguir en aquel lugar.

Justamente, ese era su drama. Porque los que tenían suficiente dinero como para comprarlo, no tenían niños a quienes obsequiárselo. Y los que tenían muchos niños, carecían de dinero. EI ser valioso era la causa de sus problemas. Porque a medida que se acercaba la Nochebuena, Peluche veía cómo las estanterías se iban vaciando de juguetes, mientras él continuaba siendo admirado, pero sin que nadie se decidiera a adquirirlo para alegría de un niño.

La ansiedad que había ido creciendo con las horas, se le transformó en angustia, cuando vio que el dueño bajaba lentamente las pesadas cortinas metálicas de la juguetería.

Luego se apagaron las luces, y dentro reinó el silencio. De afuera, en cambio, llegaba todo el bullicioso festejo navideño.

En la oscuridad a Peluche le entraron ganas de llorar. Se dio cuenta que pasaría la primera Navidad de su vida, de la manera más triste que se podía imaginar. Solo, y sin nadie con quien compartir todo eso valioso que sentía poseer. Lo que más le dolía era saber que se había quedado sólo, justamente por ser valioso. Si hubiera sido barato, ya estaría en manos de alguien, compartiendo la fiesta, aunque sólo fuera por unas horas.

De repente se sobresaltó. Creyendo sonar, vio que la sala se iluminaba con una luz suave y bella. Y sus ojitos brillaron de estupor cuando vio al mismísimo Jesús, que había entrado en la juguetería con una gran bolsa en la mano. Había venido a buscar juguetes a fin de distribuirlos él también.

Porque tienen que saber que aquí, a los chicos ricos, son sus

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padres quienes les traen regalos. Mientras que a los pobres, se los manda Dios.

Peluche tuvo la certeza de que esta vez alguien se lo llevaría con él para ser la alegría de un chico. Este Señor tenía muchos niños, y además era suficientemente rico como para pagar su precio y adquirirlo. Esperó, por tanto, con ansiedad, que se le acercara.

Cuando estuvo delante, el Señor lo miró con cariño como nunca nadie antes lo había mirado y le dirigió la palabra con toda naturalidad: -Peluche: ¿querés acompañarme esta Nochebuena para repartir regalos a los chicos de la Tribu?

Y como la Palabra del Señor es poderosa y da vida a todo aquél a quien se dirige, Peluche sintió que un extraño temblor se apoderaba de todo su cuerpo.

Saltó de la estantería, y dando cuatro vueltas carnero en el aire, llegó al piso y se puso a bailar lleno de alegría. De no haber sido de peluche, habría hecho un ruido infernal. Pero nadie sintió nada. Sobre todo, porque todos estaban ocupadísimos. Celebrando la Navidad. Tan entretenidos estaban en ello, que ni siquiera vieron a Jesús con la bolsa al hombro y con Peluche de la mano, caminando por las calles rumbo a la salida.

Hubo quienes al verlo desde atrás pensaron que se trataba de un linyera, acompañado de su perrito. ¡Es tan fácil confundir al Señor con un pobre cualquiera...! ¡Y más en Navidad!

Cuando ganaron las afueras del pueblo, Peluche quedó extasiado. Vio por primera vez la noche de los campos. EI cielo estaba que hervía de estrellas. Los grillos cantaban desde los pastos. A lo lejos los perros y los gallos indicaban donde vivían los pobres. Y en los reparos, los bichitos de luz iluminaban la noche de verano.

-¡Qué hermosa es la noche! -exclamó Peluche.

-Sobre todo si vas de mi mano- contestó Jesús.

Palabras Cercanas 5 - 85

Y así fueron visitando los ranchos. Cuando se acercaban a uno de ellos, les salían al encuentro los perros. Los perros del indio no ladran. Van derecho al bulto. Pero cuando descubrían que era Jesús quien venía, inmediatamente se aquietaban. Y mientras el Señor los acariciaba para entretenerlos, Peluche sacaba de la bolsa un regalo, y entrando sigilosamente por la ventana abierta, lo dejaba al lado de los niños dormidos. Y todavía se quedaba un ratito para mirarlos sonreír en sueños.

Como sucede en Navidad.

Así se fue gastando la noche. Cuando ya quería ir saliendo el lucero, Jesús le dijo a Peluche: -Mira. Ahora vamos todavía a visitar el rancho de Dona Matilde. El mejor de los regalos tiene que ser para su nietito, que está enfermo.

Y nuevamente, mientras el Señor se entretenía con perros de Dona Matilde, Peluche buscó en la bolsa el regalo mejor. Pero descubrió con sorpresa que ya no había más regalos. Estaba completamente vacía. Y perplejo se lo dijo a Jesús. Pero éste, guiñándole un ojo, como quien ya sabía el asunto, le dijo: -¡Hacé como yo! ¡Regálate vos!

Nota: Nunca se supo en la tribu cómo hizo Doña Matilde para conseguirle a su nietito un regalo tan hermoso. Y hasta hubo gente malintencionada que sospechó de ella... ¡Son tan ladrones los pobres! Si te acercas, te roban el corazón.

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WILFREDO G. NICOLARI Los Toldos Recordando al poeta y músico, autor de nuestro Himno.

Un pueblo olvidado Sinnombre es un pueblo ya olvidado.

Lo conocí en un sueño y en él viví sin embargo…

Jardines de helechos y nardos perfumaban el tiempo sin medidas de año.

Yo viví en él, sabiendo que era un sueño como tantos…

Sinnombre es un pueblo imaginario. ¡Qué sublime fue mi sueño cuando viví en él un rato! …Nunca volví a verlo con sus helechos y nardos, sin materia y sin tiempo que hablase de años… ¡No será mi mundo un sueño como aquel pueblo lejano…?

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Soneto Feliz aquél que de su vida un sueño forje en lo estéril de las horas vanas; sublime el alma que arrobada en versos mezca su numen del amor en aras.

Sueño de vate, (sé que solo eso), es el que nace y crece de la nada; simple utopía que ignorar pretendo de hacer un verso y sublimar el alma.

Quiero que el vuelo de las horas mías se haga poema y en silencio muera; tejer un sueño con la fantasía de hacer fecunda tierra de la arena.

Quiero entregarme, en fin, a mis manías, hasta que el humo del final me envuelva.

De su libro: ANTOLOGÍA POÉTICA. 1982.

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GABRIELA NICHOLSON Los Toldos

“El timo” La lengua se ensortija por la bruma circunstancial que rodea el cuerpo.

Todo brama, pero éste no obedece al comando de los estímulos.

Se siente la dureza del tronco enhiesto, y la impotencia de las extremidades colgantes e inertes.

Las cuencas mutaron su inmovilidad a las órbitas antes vivaces, y el músculo cardíaco hace tiempo que probó el mutismo estático.

La lava vital arrasó con el humanismo, petrificándolo a sazón y pimienta (Picante, picantísimo…!), y el coro angélico tronó sus trompetas en arpegios insensibles, apuntando a lo pétreo y esperando aún ver las flores no tan enterradas.

Los ángeles son escupidos de la bóveda sacra, en socorro de la lombriz humana que se agusanaba desde los orígenes, en su hez…

Palabras Cercanas 5 - 89

La pestilencia ensartó nuestro cerebro, acunándolo en arrorrós macabros.

El hedor se adueñó de nuestras fosas, instruyéndolas para olfatear la conveniencia…

Nariz elevada…

Ojos maniatados…

Puentes que se rompen, y aguas que abajo se ofuscan.

Flores que desangran néctar…

Almas que centripetean en un punto fijo, sin comunión ni encuentros.

Más bien pozos horadados por suspiros sedientos de ojos paralelos y silencios gemelos.

(Miradas que se hablen en la misma estrella…!)

Pero ahora ya no se mira ni se anda: se repta o se arrastra entre necrofagias.

Y si nos doblamos, vemos costados y rugosidades.

Arriba? Antenas.

Y comprobamos lo vil de nuestra condición, lo bichero de nuestra conversión…

Comprobamos que desde el origen gateamos, trémulos y balbuceantes, calvos y rugosos, llorando una memoria perdida, un olvido…

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Pero el círculo es infinito, cerrado y recurrente.

Sin principio ni fin, sino una circunferencia a base de un eterno punto.

Un punto que marea, obnubila y agobia, Enlaberintatatata…

Nuestro fin….

Como nuestro principio….

Nos arrastramos, temblorosos y gimientes, pelados y escamados, blasfemando el recuerdo, y masticando el remordimiento…. Ñññññññññ… Ññññññññ…

Ggggggñññññ…

Ggggrrrrrrr…

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SILVIA OLIVERIO Zavalía

Siglo de rosas y de espinas Pueblo prestado en los juegos de las calles sin nombre, En el canto de los pájaros flotando en la eternidad del viento.

La inquietud de los perfumes revolviendo recuerdos busca las huellas extraviadas en los arenales de la sequía.

Irse. Volver. Quedarse. Andar. No todas son rosas…

Pueblo adoptivo, digo, tal vez por un sueño troquelado Quizás por una sonrisa, quizás por amores perdidos, No saber si fue esa cómplice mirada profunda, O el abrazo de la inercia… siempre queda la duda…

Pueblo elegido porque aprieta los pies sobre la tierra, Porque remonta vuelos flotando en nubes de colores, Porque el rocío suelta despacio la dulce primavera Y porque la blanca escarcha congela los silencios.

Volar. Detenerse. Caminar. No todas son espinas…

Bajo el manto de terciopelo negro de la noche, desprendiendo estrellas titilantes de millones de años O sobre el sol que se desparrama sobre el campo Pasea María de Luján guardando todos los secretos.

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Lluvia y llanto del verano, no todo es olvido.

Sobre los pajonales de un desierto milenario Los árboles chupan las tierra hace solamente un siglo.

El tiempo sigue corriendo en el sudor de los surcos Y en el andén sin trenes se estremecen los fantasmas.

Gloria. Triunfo. Desafíos. No todo está perdido.

En los desvelos del trabajo inconcluso, Galopan los caballos perdiendo la libertad.

Ni músculos, ni manos, ni mente, ni cansancio Nada le importa a la inmensidad del cielo.

Alegría. Dolor. Esperanza. No siempre es perdón.

Acurrucarse de soledad en una esquina.

Robar besos en un atardecer cualquiera.

En la ternura de un pétalo pellizcando ensueños Un suspiro profundo se escapa en el ocaso.

La tierra renegrida me pide una semilla, Clavo la pala, la siembro, y después…

Aunque me vaya, aunque me quede Aunque no vuelva jamás…

Como quien no dice nada, ya puedo sentir que Zavalía es mi pueblo.

Palabras Cercanas 5 - 93

Monosílabos para mi escuela Semillas de letras brotando por siempre… dar, gran, vals Caminos de palabras armando un poema… más, voz, sed Números cotidianos enredados azarosamente… gol, don, sal Patio verde con sueños para multiplicar… flor, mar, gen Mi escuela no es solo un recuerdo… rol, gris, fin A mi escuela la llevo todo el día en mí… piel, luz, sol.

Bibliotecas que agitan sus puertas… plan, plus, tic Otras que ni puertas tienen para abrir… paz, sin, del Te abrazan de libros para imaginar… bien, ser, bit Inolvidable que todo empezó en un pizarrón… red, pan, miel Música jugando con viento y con láminas… do, re, mi Pinturas esparcidas sobre signos y sentimientos… fa, la, si Surcos de esperanzas sembrados poco a poco… hiel, mal, cruz

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Árboles, yuyos y flores, colores de la vida… clan, par, bis La ilusión que las manos son arte y trabajo… non, pie, rey Y sostienen eternamente a un amigo… pro, quien, riel Inquietos los pasos incautan recreos… mies, dual, cual Y los garabatos juegan a ser maestros… gag, más, lid Ahora es eterno un papel escrito de apuro… un, dos, tres Concéntricas las cuentas giran sin ningún fin… diez, cien, mil Máquinas invisibles de aprender a pensar… mol, brin, haz Vuelos de hamacas para la libertad… soy, crin, tul Mi escuela no es solo un recuerdo… fe, tris, pin, A mi escuela la llevo todo el día en mí… hoy, quid, [sic]

Palabras Cercanas 5 - 95

CÁRMEN RODRÍGUEZ Los Toldos

Sola Cuando te sientas sola ilumina tu noche con un recuerdo; busca la luz de tu alma y pinta los sueños de un mañana.

Calla tu pasado, pero no lo olvides… mira tu presente con una ilusión, y vive la magia de volver a Soñar.

Abre tus ojos conquista tu meta, ¡tienes todo por delante!

Tu silencio llora… y no te deja ver el camino.

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Desafío Desafío a la vida que sabe a recuerdos; de noches serenas embriagadas de ilusiones, de fantasías; por un deseo que agitó mi alma.

Reto a la vida, todos los días porque trazó mi destino con el lenguaje de un sueño… que el tiempo, de hijo propietario desafió a la vida con un silencio idealizado en poesía, única amiga que revela un Sueño.

Nostalgia me da la vida como señal de un olvido, mis pasos son lentos y mi pensamiento, busca el camino.

Palabras Cercanas 5 - 97

MIGUEL RUQUET Temperley

Orejas En alguna época de mi infancia supe tener algo de complejo por mis orejas. Ahí ando, a mis 7 años, con dos pulóveres tejidos a mano, superpuestos, una camisa gruesa y pantalones baqueteados de franela gris con remiendos de cuero en las rodillas.

Con mis pelos pinchos cortados demasiado cortos, un diente faltante en la sonrisa y mis orejas, explícitas, abiertas al mundo.

Ahora que veo esta foto, tantos años después, cincuenta y uno redonditos, las veo lindas a mis orejas. Simpáticas. Casi, diría, aerodinámicas. Imprescindibles.

Amplío un poco la imagen con el zoom de la notebook y aparecen, atrás, claramente, las plantas de mandarina. Oigo, incluso, el ruido de las más altas - las que arrancamos con el rastrillo- golpeando contra el piso, entreabriendo sus cáscaras naranjas. Veo el inmenso paredón de la casa de los García, nuestros vecinos. Escucho el rebote de mi pelota de goma contra él, rebotando y volviendo, una y otra vez.

Más al fondo, apenas, alcanza a verse el portón de dos hojas de chapa que nunca fue abierto porque, más vale, auto, no teníamos. ¿Quién podía tener uno en 1965? Mi padre tenía bicicleta, y en algún momento pudo comprarse una moto, una Siambretta.

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Puedo recordar su motor esforzado en una tarde en que nos metimos en un camino que era un lodazal. En una curva, la moto se fue de costado y volamos los dos por el aire. Papá se abrió un tajo fulero cerca del tobillo. Desde el piso, pude ver cómo juntó barro con el dedo índice y se embadurnó la herida. Él creía, por las letras de las zambas que cantaba, que la tierra era buena para todo.

Y pese, o gracias al barro, la herida- contradiciendo todo lo que después estudié en la facultad- se curó. Y el viejo se daba corte con eso. Me la curé con barro, se ufanaba.

Pero me fui de tema: las mandarinas golpeando contra el piso, la pelota rebotando, el motor de la Siambretta, me hacen ver que, en realidad, aquellas orejas voladoras eran dos estupendos radares por donde fue entrando todo un universo: el griterío de la barra de amigos jugando en el Prado Italiano, el crepitar de las fogatas en San Juan y San Pedro, el trote de los sulkys entrando al pueblo. Mis notas iniciales con la guitarra, el choque de las espadas hechas con ramas, jugando a los romanos con mi hermano; los asados en el fondo de casa y yo durmiéndome en la falda de mi madre mientras las voces se alejaban.

También la primera vez que escuché «La Balsa», o cuando descubrí a los Beatles con mi radio portátil. Y un sonido inigualable: el de la lluvia sobre el techo de chapas en aquella primera casa en el barrio La Blanqueada; eso de sentirse protegido, a salvo, en medio de una tormenta. Tantas cosas.

Después, pasando el tiempo, se agregaron otras: el cabalgar del tren sobre las vías, el oleaje del mar, las voces de mis hijos. Cuántas otras.

Palabras Cercanas 5 - 99

Y acá andamos, mis orejas y yo, ahora que hace tanto que nos llevamos bien y ni me acuerdo de ellas. Tengo unas cuantas canas, muchos pelos de menos y alguna que otra lámpara quemada en mis circuitos, pero ahí vamos los tres -mis orejas y yo- más unidos que nunca, ahora que nos queremos. Incorporando nuevos sonidos.

El genio de Paul, grande y todo, sigue escribiendo canciones buenas, hoy nomás, pasaron una en la FM. He hecho arreglar mi viejo Ford y el arranque semeja un acorde de Stradivarius.

Mi perro casi que me contesta, cada vez que le hablo, con un bufido extraño que hace con la trompa y el hocico.

He hablado con un amigo muy querido. «Yo te dije que te iba a dar una mano...», me ha dicho, confirmándomelo.

Mi sobrinita me palmotea los hombros y me dice «Feliz cumple, tío...», así, tan fresca como es, con esa vocecita de laucha.

Después de todo esto, qué quieren que les diga, mi vida no es perfecta, tengo más de un problema, como cualquiera, pero si me fijo, siguen entrando cosas buenas por mis orejas, entonces, hoy por hoy, siento que los contratiempos muchas veces suelen ser heridas que se curan con barro; que, cada tanto, los semáforos me sonríen en verde, y que las gotas de lluvia en mi paraguas suenan casi, casi iguales a aquellas sobre el techo de chapas.

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PAYADOR WILSON SALIWONCZYK Nueve de julio

Simone de Beauvoir y Lacán Simone estaba podrida.

Sartre era un infeliz Que cuando estaba en París Armaba un truco enseguida.

Partida sobre partida Jugaban trucos de a dos.

Foucault, Lacan, Levy Strauss, Se repartían el mazo Y discutían de paso La inexistencia de Dios.

Así que estaba cansada Y les dijo varias veces -Hablan muchas boludeces Pero al final no hacen nada-.

Lacan dijo a la pasada -La palabra es lo que cura-.

Foucault dijo -La cordura Está ordenada en lo escrito-.

Levy Strauss le explicó un mito Y la ilustró en su estructura.

Palabras Cercanas 5 - 101

-Los de afuera son de paloDijo Sartre -Rescatate Traé más torta frita y mateHaciéndole un chiste malo.

Lacan bromeó sobre el falo Que a la mujer no la habita.

Castor con rabia infinita Ahora estaba re caliente.

Lacan retornó a la fuente Y agarró otra torta frita.

Simone, ya no habla, grita Denuncia ese disparate -Harta de sebarles mate Y de hacerles torta frita-.

-Además que tu visita Ni un kilo e´ yerba ha traídoFoucault se hizo el distraído Y mientras lastraba un pan Sartre le dijo a Lacan ¿Tenéspa´la falta envido?

-La “Falta” es falta del serLe respondió Jack Lacan -Junto a la demanda están, Inscriptas en la mujer Que no existe a mi ver-.

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Simone había enfurecido.

Sartre que estaba perdido por su amigo lacaniano Con 27 de mano Les cantó -¡real envido!-Lo “Real”, lo ImaginarioInsistía Lacan, son Una y otra dimensión En el sujeto primario-.

Ahí se acabó el seminario y la teoría lacaniana.

Simone abrió una persiana Y enfureció de tal modo Que tiró con falo y todo A Lacan por la ventana.

Lacan voló como un palo Y mientras iba cayendo Ella le seguía diciendo -mandale saludo al faloooo!Su legado es un regalo -las polleras con poderVivir en el florecer Que tira por la ventana La teoría lacaniana Y libera a la mujer.

Palabras Cercanas 5 - 103

Están lloviendo mujeres Están lloviendo mujeres, Un vendaval de polleras, Risas, lágrimas, banderas, Desafiando a los poderes.

Están lloviendo mujeres se asustan las tradiciones.

Las viejas en los balcones No se mojan de mujer; No se animan a coger Sus nuevas obligaciones.

Llueven sin parar mujeres mojan las plazas repletas.

A cántaros llueven tetas Que no hicieron los deberes.

Llueven sin parar mujeres Y enfrentan la guerra santa.

La lluvia de nenas canta Reclama torrencialmente Con un pañuelo valiente Desatado en la garganta.

Las columnas torrenciales Empiezan a caer de a gotas.

Pisan las baldosas rotas Y saltan las catedrales.

Las columnas torrenciales Avanzan regando el suelo.

La lluvia se suelta el pelo Frente al altar sacrosanto Y parece mientras tanto

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Que se está cayendo el cielo.

Están matando las lluvias, Por más que se quieran vivas, Porque son provocativas, Porque se tiñen de rubias.

Están matando las lluvias Y por eso están reunidas.

Para salvarse las vidas Hacen lo que se les cantan.

Y por eso se levantan, Por otras lluvias caídas.

Por eso están desbordadas Se desatan las crecientes Mojando los expedientes como un mar de sudestadas.

Por eso están desbordadas Son un río de estandartes.

Anuncian lluvia hasta martes, Hasta el culo de los jueces.

Nunca llovió tantas veces Libertad por todas partes.

Está lloviendo mujer.

Nos están mojando a todos.

Felices codos con codos Son el amor con poder.

Está lloviendo mujer, El tiempo va a mejorar.

Dicen que no va a parar, Están lloviendo gurisas.

Están lloviendo las risas Que ya no van a matar.

Palabras Cercanas 5 - 105

MARCOS SARLINGA Los Toldos

Hip Hop y literatura, en contexto de encierro AtrapaSueños acompañó a la banda de Hip Hop “La Eskina For Life” a la Segunda Feria del libro realizada en contexto de encierro en la Unidad 49 de la ciudad de Junín.

CRÓNICA ¿Puede extrañar que la prisión se asemeje a las fábricas, a las escuelas, a los cuarteles, a los hospitales, todos los cuales se asemejan a las prisiones?

Michel Foucault El círculo de escritores fue invitado a la segunda feria del libro realizada en un contexto de encierro en la unidad 49 del penal de Junín. El año pasado también habíamos sido invitados, pero en esa ocasión tuvimos una breve intervención, donde apenas pudimos leer (Pude) dos poemas. Para esta ocasión Gabriela Nichelson, integrante del grupo de escritores, tenía una nueva propuesta para presentar a los reclusos, pero por mi parte, cuando me enteré que se volvía a realizar el encuentro y debía ir en un grupo a parte del de Gabriela, decidí proponerles algo más que ir como escritor y leer dos poesías delante de los presos. Les conté de mis ganas de presentarme como Comunicador Social, de contarles de qué trata el medio digital AtrapaSueños en que trabajo, y a su vez, presentarles a unos chicos que hacen hip hop en nuestra ciudad (Los Toldos) que descubrí mediante el oficio de la entrevista, donde

106 - Sociedad de Escritores de General Viamonte

contaron que el arte los había salvado de la calle y otras yerbas. Ese detalle; que el arte, la cultura y el poner energía en lo que les hacia bien y amaban los salvó, me resultaba digno de ser trasmitido no sólo para los internos en la prisión, sino guardacarceles y autoridades presentes. Para que mi idea pueda concretarse, tuve la suerte y la ayuda de la coordinadora del evento, María Raquel Wendel Cangieri, quien no sólo se mostró interesada sino que hizo todo lo posible para que la iniciativa se concrete.

Cuando le comenté a los integrantes de la Eskina For Life, Facundo y José, de que podrían tocar en la cárcel, se pusieron muy contentos y José vociferó unas palabras que me quedaron resonando: “Esos tipos nos van a prestar atención como ninguno” Luego de idas y vueltas llegó el tan esperado día. Como en esta vez la Dirección de Cultura no puso a disposición un transporte para ir a la feria como en otras ocasiones, cada integrante del Círculo de Escritores debió arreglárselas como podía para llegar hasta Junín. Para nuestra suerte, Facundo consiguió que un pariente nos lleve pagándole el combustible.

Así fue que el día 23 de Junio a las 7 de la mañana José Soteras, Facundo Nahuel, y su primo quien era nuestro chofer, (para él, quizá nuestro “Transportador”) pasaron por mí para partir hacia La Unidad 49 de Junín. Ni los parpados tan pesados por la trasnoche, ni la mañana tan fría y cubierta por la neblina pudieron opacar nuestro entusiasmo de compartir un momento de música y arte junto a gente en contexto de encierro, una oportunidad que estábamos seguros, no se repetiría, llevarles el arte a toda esa gente cargada de historias pesadas, y hacerlos sentir libres a través de él.

Palabras Cercanas 5 - 107

Subí en el asiento trasero del Senda, y me senté junto a Facundo. José, quien estaba sin dormir iba adelante presto a cebar unos mates con el único mérito (Para nuestra suerte) de sólo compartirlo.

Como era de esperar, sonaba música, y entre Viejas Locas y otras canciones de repente salió del parlante que estaba saturando mis oídos, las melodías particulares del hip hop. Automáticamente los cuerpos de José y Facundo comenzaron a moverse asintiendo con la cabeza de forma continua; imagino que quien lee, lo está imaginando.

Llegamos a la cárcel, precisamente a la unidad 49. El de seguridad nos pidió identificación a través del alambrado y una vez que chequeó que estábamos en la lista de invitados, nos hizo pasar, aunque aún nos quedaba camino por recorrer.

Antes de llegar a la segunda instancia de seguridad y chequeo, quien nos había atendido anteriormente gritó a los chicos que se saquen los gorros que acababan de ponerse. Y sí…una gorra estilo Beisbol y un gorro frigio rojo, en ese entorno de figuras similares y de grises, no podía pasar desapercibido sin alterar el paisaje y alarmar la vigilancia.

La unidad 13 es una cárcel modelo, una réplica de la cárcel de Batán en Mar del Plata y es denominada como de máxima seguridad. En un aula diseñada especialmente para educación funcionan una escuela primaria, secundaria, un centro de formación profesional, un terciario de reparación de PC del instituto 2º y un terciario técnico ceramista de la escuela de Arte Xul Solar.

La unidad 49 no tiene un sector escuela pensado de antemano y por ello funciona en un pabellón común que fue acondicionado de la mejor manera para educación, y allí es donde funciona primaria, secundaria y formación profesional.

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La Unidad 16 es de mediana seguridad y tiene otra parte de régimen abierto. También funciona ahí una escuela primaria y secundaria en un lugar acondicionado para ello. Hace dieciséis años esta unidad fue una cárcel para mujeres.

En la Argentina hay más de 250 cárceles en las que se alojan en los espacios carcelarios 35.541 reos, según datos de fines de mayo de este año. Eso incluye a 32.200 que habitan las cárceles y a otros 2.300 que aún permanecen alojados en comisarías de la Bonaerense, a la espera de un “cupo” para su traslado a una prisión. Para tener una referencia, el Servicio Penitenciario Federal tiene 18.000 internos. Y en todo el país hay 52.000.

Entramos a un destacamento donde debíamos presentarnos y aguardar que nos atiendan. Tras esperar un momento, se nos acercó un Guardiacárcel pidiendo documen-tación. Se retiró unos minutos y volvió diciendo que había un problema con los documentos de uno de los chicos, que en realidad no eran tales, sino fotocopias. La documentación de Facundo, fue aprobada con más dudas que certezas, pero la de José no corrió con tanta suerte porque la copia de su DNI era, increíblemente, de cuando tenía ocho años. Desde los ocho años no había renovado el documento y pretendía entrar a un penal de máxima seguridad, con una fotocopia, gastada. A esa altura, todo parecía muy desopilante y las dudas ya no eran ajenas. Tampoco podíamos culpar al personal de sospechar de nosotros.

De esa manera no podíamos pasar, así que les dije que yo sólo había ido para presentarlos a ellos y que la coordinadora estaba al tanto de la fotocopia de los DNI, y si no podían entrar, me iría también. Ahí el Guardiacárcel, se mostró más flexible y me pidió que llame a Raquel, mientras él pedía

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autorización al director. En ese momento, mientras ellos deliberaban sobre si entrabamos o no, nosotros nos dimos cuenta que yo llevaba una mochila con libros, entre otras cosas y que José sostenía una caja con el trípode, y empezamos a reírnos. Estaban tan preocupados porque habíamos entrado con la copia de un documento sin actualizar, cuando no nos habían revisado lo que llevábamos dentro de la mochila y la caja. Así que mientras ellos se habían escandalizado por una fotocopia de DNI, nosotros podíamos haber hecho estallar la cárcel si hubiéramos querido.

"La prisión es el único lugar en el que el poder puede manifestarse de forma desnuda, en sus dimensiones más excesivas, y justificarse como poder moral" Michel Foucault Llegada la coordinadora, se llegó a la solución de dejarnos pasar pero con la condición de que los chicos se dejasen tomar una foto para poder ser identificados cuando estén entre los reclusos. Accediendo a la propuesta y pasando la última prueba nos dirigimos a la barrera final para ingresar a la cárcel y llegar al Zoom: un espacio dentro de ella donde realizan diversos eventos, en esta ocasión la Feria del libro.

El lugar era amplio, con algunos dibujos en las paredes, como un Arcoíris, el Demonio de Tasmania, Pato Lucas, entre otros. A través de unas puertas y ventanas con vidrios, podía entrar una luz fuerte, artificial, más parecida al destello de reflectores que de rayos del sol.

Luego de un rato esperando en el lugar con María Raquel, empezaron a llegar presidiarios. Unos se pusieron a armar un Stand con libros editados por ellos, y hojas con

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trabajos realizados, algunos cebaban mate, otros armaban el equipo de sonido. En un momento, algunos comenzaron a acercarse a saludar por cordialidad y para preguntarnos qué hacíamos ahí. Fue ahí que conocimos a Javier y Julián, que nos contaron cómo sentían un poco de libertad entre esas paredes, al leer un libro o hacer una obra de teatro. Cuando les pregunté qué significaba para ellos que se les acerque ese tipo de eventos, como una Feria del libro, Javier me respondió que para él representaba que todavía a un 25 % de la sociedad les importaba el otro, mientras que al 75 % restante les gustaría que todos estén muertos. Y remató: “Ellos nunca saben qué puede pasarles, nadie está exento de caer algún día acá” “Toda prisión tiene su ventana” Gilbert Gratiant Cuando les comentamos cual era nuestra función en la cárcel, la mía como comunicador y presentador y la de ellos como cantantes de Hip Hop, Javier nos contó que había un chico en la cárcel que hacia FreeStyle, y fue a buscarlo.

Cristian llegó con una sonrisa y con una contentura que se le notaba en todo el cuerpo. En su mano derecha sostenía un libro, “Las venas abiertas de América latina”, de Eduardo Galeano. Le pregunté qué le parecía el libro, para saber si le había servido para algo más que un adorno en la mano, y para mi sorpresa no sólo se refirió a su contenido, sino que lo hizo de manera específica, no de chamuyo. En la charla nos contó que tenía algunas letras de hip hop, pero que no se animaba a mostrarlas y que también sabía hacer FreeStyle… ahí surgió la idea de invitarlo a que actúe con los chicos.

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Llegó el momento de la apertura del evento donde se escuchó las palabras de la presentadora, para luego invitarnos a pasar al frente a participar.

Si bien me pone nervioso el tener que hablar frente a tanta gente, aunque parezca mentira, el verlos tan atentos a lo que podía decirles, y sobre todo, sonrientes, hizo las cosas más fáciles, contrariamente a lo que se supone puede generar hablarle a gente condenada vaya a saber uno, por qué motivo.

Les conté que había estado en ese lugar un año atrás y que había leído una poesía de un libro publicado en el 2009. Les aclaré que en esta ocasión era diferente, y sólo venia como presentador de dos chicos que hacían Rap e iban a cantarles unas canciones. Les conté como conocí a los chicos, que fue a través de mi oficio de comunicador social en una entrevista para mi medio virtual, AtrapaSueños. Hice una pequeña descripción de qué trataba el medio, y sin más preámbulos, los invité a escuchar a la Esquina For Life, poesía pura a través del rap.

José y Facundo se presentaron ofreciéndoles según sus propias palabras, “arte de la calle para todos”. Así comenzó a sonar “Lo que falta lo construyo y lo que sobra lo ignoro”.

Luego de un gran aplauso, hicieron una canción de amor, muy particular, con una letra muy extensa. En medio de la canción se vio a Cristian situarse detrás de los músicos, (donde estaba el DJ musicalizando todo), anticipándose a la invitación que le harían en pocos minutos.

“Seguramente les pasó a todos, esas ganas de volver el tiempo atrás y corregir errores y tomar otras decisiones para cambiar un par de cosas del presente…un poco de conciencia” fueron las palabras con las que José introdujo a todos en la siguiente canción, titulada “Si pudiera volver”. La misma tiene

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una letra muy profunda, con palabras dolientes que no hablan de una mirada nostálgica a un pasado ameno, sino de un deseo profundo de haber actuado de forma correcta en momentos cruciales y de la importancia en la vida de los autores. Ese detalle, esa poesía urbana nacida de los sentimientos más reales, de sueños truncos y frustración, tenía otra dimensión en ese contexto de encierro, donde quienes la escuchaban con la libertad restringida por actos que los llevaron hasta ahí, inevitablemente se han sentido identificados.

Tras el aplauso de rigor que merecía la ocasión como agasajo por semejante actuación de los muchachos raperos, Cristian pasó al frente para hacer lo suyo, mientras los chicos improvisaban unas palabras con melodías.

No era mucho el tiempo de intervención que podían tener, y el momento de la improvisación, ya había sido todo un regalo, aun así, se aprovecharon los minutos al máximo y todo fue intenso…especial. Luego de un gran aplausos de los presentes a los chicos, unas profesoras que habían ido en representación de la ciudad de Bragado, se acercaron a José y Facundo para invitarlos a enseñar Hip Hop en la escuela en la que trabajan. De a poco los internos se fueron acercando para saludarlos y felicitarlos por su actuación, para luego dejar finalizado todo el encuentro con una foto entre todos.

Todo fue movilizador. Cuando nos íbamos, le pregunté al guardiacárcel que nos acompañó hasta la salida, cuál era el porcentaje de reincidencia de las personas que estaban cumpliendo condena, y me respondió que bastante alto, y que si bien ellos trabajaban dentro para que no suceda, afuera, la sociedad misma los rechazaba y no les daba oportunidades por tener antecedentes.

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La población carcelaria se incrementa cada año en 1.200 personas en promedio. Cada 12 meses, poco más de 600 personas son liberadas –por cumplimiento de condena o por beneficios procesales– mientras que por la otra puerta ingresan 1.800 nuevos detenidos al Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).

Por estos datos, promover la educación, el arte y la cultura en contextos de encierro es indispensable para poder reinsertar a los reclusos en la sociedad. Según una investigación realizada por el diario Clarín a fines del año pasado en el Centro Universitario de Devoto, donde las autoridades no son guardias sino docentes, el 85% de los presos que estudian no vuelve a la cárcel.

La feria siguió y seguiría hasta la tarde, pero nosotros debíamos marcharnos porque nos esperaban otras responsabilidades en nuestra ciudad. Nos fuimos dejándole la propuesta al encargado de “Cultura” de la penitenciaria, de poder volver con más tiempo a dar un taller de rap y escritura.

Nos fuimos con abrazos de algunos reclusos que charlaron mucho con nosotros y nos contaron su historia y mirada de la situación. Nos fuimos también, porque podíamos hacerlo, simplemente por eso, como refregándoles en su rostro (sin quererlo) nuestra supuesta libertad.

“Ser libre no es sólo deshacerse de las cadenas de uno, sino vivir de una forma que respete y mejore la libertad de los demás” Nelson Mandela.

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ABEL DE LA TORRE (*) Los Toldos (*)Recordando al poeta que dirigió el Centro Toldense en Buenos Aires.

Con perfume de cielo La aflicción más inicua he padecido, la congoja más cruel he soportado, he buscado consuelo en el olvido y he encontrado el recuerdo en todos lados.

He oído su tierna voz de hada, he tenido su mano entre las mías, he creído haber visto su mirada pero he visto en verdad que nadie había… ¡Ay, la muerte en amor, dolor tremendo que ensombrece las almas sensitivas y las sume en el duelo más horrendo! ¡Ay, la amada que llega etérea, esquiva, con perfume de Cielo y dolorida nos mitiga, aún así, nuestras heridas!

De su libro POEMAS ENTRÁ. 1989, edición del autor.

Allí, en su dedicatoria decía: “Laboriosa hormiguita”.

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TRINIDAD URQUÍA Los Toldos

Romance del niño dormido Un pequeño se ha dormido a las orillas del mar, por buscar, con su familia, un mundo de libertad.

Tuvieron que dejar todo, patria, sueños, el hogar, todo se quedó en la arena, a las orillas del mar. ¡Ay, niñito, ¿qué te hicieron los hombres, con su maldad? ¿Quién pagará tanta culpa? ¿Cómo purgar tanto mal? ¡Ay, pobrecitos nosotros, pobrecita humanidad que deja morir sus niños víctimas de su crueldad!

Duerme, indefenso pequeño que un ángel te ha de llevar donde no existen fronteras ni límites, ¡sólo paz!

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Aprendizaje Las estocadas de la vida te enseñan, todo es un aprendizaje.

El último golpe me enseñó que no debo tener orgullo porque, en cualquier momento, puedo quedar con las manos vacías…

Que hay que disfrutarlo todo porque todo es efímero, que no tengo poder sobre el destino y que es en vano pretender torcerlo…

Que siempre hay un comienzo, un nuevo camino por transitar, aunque te sangre el alma y los pies se retraigan cansados y dolientes.

Me enseñó que si la Muerte pasa cerca de ti, sólo puedes inclinar la cabeza, inerme y desprotegido, rezar, si eres creyente y abrigarte con el calor de los que te aman.

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Que si es buena la risa compartida también lo es el llanto que libera y lava la amargura que te ahoga…

Que el Mal camina a tu lado para hacerte caer pero también hay ángeles a lo largo del sendero.

En la última embestida uno de ellos ahuyentó a las negras Alas.

Y seguimos transitando…

Y seguimos aprendiendo…

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Nota de la compiladora En esta Antología “Palabras Cercanas V” sentí la necesidad de incluir trabajos de dos autores que nos dejaron un gran legado literario: Wilfredo Nicolari y Abel de La Torre. La elección es subjetiva y fue hecha porque pude tratarlos a los dos y he aprendido también de ambos. El primero, además de maestro, fue colega y amigo, y pudimos hacer trabajos juntos en el campo de la Música. También tuve el honor de que prologara mi primer libro de poesías: SONETOS. Al segundo lo conocí en mi época de estudiante del Conservatorio Nacional de Buenos Aires y cuando incursionaba en la literatura, época de deambular por distintos ámbitos literarios. Allí, en el Centro Toldense, donde mi padre me llevaba ya que tenía varios amigos, como es el caso de Abel de La Torre. Y así, también tuve la dicha de dialogar con él y atesorar muchos de sus consejos que quedaron plasmados en dedicatorias.

También presento trabajos de nuestros dos socios honorarios: Doctor Haroldo Coliqueo y Padre Mamerto Menapace, ambos lo merecen ampliamente por ser referentes de nuestra literatura.

Etel Carpi. Diciembre 2016

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Índice general Prólogo................................................................................ 9 PRIMERA PARTE Trabajos ganadores del tercer concurso escolar “Acercando Palabras” Alina Avellaneda ............................................................... 13 Quimey Lo Gioco ............................................................... 15 Narela Barraza .................................................................. 19 Zoe Alegre ......................................................................... 20 Dante Conde ..................................................................... 22 Bruno Gagliardi ................................................................. 23 Joaquín Randazzo ............................................................. 24 Lázaro García .................................................................... 25 Mercedes del Villar ........................................................... 28 SEGUNDA PARTE Poesía y narrativa Autores locales ENRIQUE ARAMBARRI ...................................................... 33 JULIA AVENDAÑO ............................................................. 35 EDGARDO BARRIONUEVO ................................................ 37 VALENTINA BRUNO........................................................... 39 LUIS EDUARDO CAMPOS .................................................. 42 ETEL CARPI ........................................................................ 48 CATALINA CIMINO ............................................................ 53 DOCTOR HAROLDO COLIQUEO ......................................... 57 MARTA COTRONEO........................................................... 58

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YAMIL DASILVA .................................................................61 MARYLIN GRACIELA DURÁN .............................................62 MARTÍN FONTANA ............................................................65 ELIO W. GARCIARENA .......................................................70 HUGO GERAVI ...................................................................74 MARTA GUZZO ..................................................................77 CARLOS SALVADOR MAC DONNELL ..................................78 CRISTINA MANQUILLÁN ....................................................80 MARÍA ANGÉLICA MANZIONE...........................................82 PADRE MAMERTO MENAPACE .........................................83 WILFREDO G. NICOLARI ....................................................87 GABRIELA NICHOLSON ......................................................89 SILVIA OLIVERIO ................................................................92 CÁRMEN RODRÍGUEZ........................................................96 MIGUEL RUQUET ..............................................................98 PAYADOR WILSON SALIWONCZYK .................................101 MARCOS SARLINGA.........................................................106 ABEL DE LA TORRE ..........................................................115 TRINIDAD URQUÍA ..........................................................116 Nota de la compiladora .................................................119

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Hacemos realidad el sueño de todo escritor.

Publicar su libro.

Ediciones de las Tres Lagunas España 68 – Telefax 54–236–4631017 – Junín (6000) Pcia. de Buenos Aires – República Argentina E–mail: ediciones@delastreslagunas.com.ar www.delastreslagunas.com.ar

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