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BOLETÍN

Cicuta #2

(Centro Irapuatense de Cultura, TradiciÓn y Arte)

ENERO DE 2014


NOTICIA Somos un grupo de artistas y promotores de cultura residentes en diversas ciudades del estado de Guanajuato (algunos con reconocidas trayectorias de más de treinta años). Nos preocupa el desarrollo de las disciplinas que profesamos, pero nos preocupa aún más compartir nuestros dones y reflexiones con la comunidad que nos cobija. Estamos convencidos de que el arte debe cumplir la misión de enlazar los mejores sentimientos humanos en el propósito de construir sociedades más justas, participativas, fraternales. Nuestra apuesta es sobre todo por los jóvenes, en la pretensión de sumar a nuestro proyecto comunitario de cultura la mayor cantidad posible de lectores y apreciadores de las artes. Demás está decir que cada joven ganado para el arte y la lectura es un reducto de resistencia a la oferta perniciosa. Estamos presentes ante ustedes a través de este boletín mensual de título CICUTA (por las siglas que nos reúnen, no por lo que el término metafóricamente pudiera aludir). Además, en este breve espacio compartimos con ustedes algunas manifestaciones de nuestra alma que sueña. FELÍZ Y VENTUROSO AÑO 2014.

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HE AQUÍ NUESTRA OFERTA A LA COMUNIDAD: *Talleres de creación literaria, periodismo cultural, apreciación cinematográfica, artes plásticas, lectura y redacción, tradiciones populares.

*Conferencias sobre temas culturales y materias afines.

*Lecturas públicas de obra creativa de nuestros panelistas agremiados (poesía, cuento, novela, ensayo).

*Asesoría en proyectos editoriales, tesis, corrección de estilo, edición de libros y revistas, publicidad.

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EDGARD CARDOZA BRAVO CIUDAD DEL MUNDO: CIUDAD DEL ALMA Probablemente, después de la vida, la muerte y el amor, sea la ciudad el tema más recurrente de la literatura. La Biblia misma abunda en ciudadesescenario de los avatares de la fe. La multimencionada tierra prometida que mana leche y miel es la ciudad ideal que todos esperamos encontrar algún día, desde la vida o desde la literatura. Para continuar esa sana tradición de siglos, yo también me he permitido la oportunidad de tratar de honrar con mi escritura el espacio físico en el que transcurre mi tiempo de soñador, mi ciudad, y lo hecho a través del poemario Ciudad del mundo / Ciudad del alma, publicado en 2009 en edición de la Casa de la Cultura de Irapuato, y reeditado en su versión digital hace unos cuantos días por Kindle/ Amazon. Para este trabajo, he partido de una tesis muy simple: el suponer que en todas las ciudades incluida Irapuato (lugar en donde vivo), hay lugares, espacios, piedras viejas que guardan los mejores propósitos del pasado, y que es allí donde florece el alma protectora de la ciudad. En este libro he destacado algunos de estos pilares que sostienen, desde mi perspectiva, el alma de mi ciudad: sus templos, sus puentes viejos, alguna plaza a ciertas 4


horas, nuestro estadio de futbol, o las leyendas que llenan de poesía la cotidianeidad de los habitantes de hoy en día. Acorde a la que se supone es la traducción al español desde el lenguaje tarasco de la voz Eratzicutzio –lago que refleja la luna–, que habría desembocado en el actual nombre Irapuato, he tratado de interpretar pues, en los versos de Ciudad del mundo / Ciudad del alma, la idea de que en tales lugares deambula desolada la luna en busca de sus aguas perdidas. Guardadas las distancias, este libro es también un tributo a algunos autores y libros importantes que han destacado a la ciudad como tema de escritura. La lista es larga, y variada en sus interpretaciones. Podría mencionar la Comala de Juan Rulfo, aquella tierra verdeamarillenta iluminada por el maíz maduro; o el Macondo de Gabriel García Márquez, de casas con paredes de espejo como el sueño. Está el Lawrence Durrell del Cuarteto de Alejandría, que destaca el lado sexualmente sórdido de la ciudad, están Orhan Pamuk y Constantino Cavafis que observan la ciudad como reescritura permanente de los tiempos gloriosos del pasado, y está la misma Ilíada con su Troya sitiada por tantos príncipes lavadores de honras, que tardaban diez años en someter una ciudad y veinte años en retornar a casa. Estaría el Octavio Paz del Nocturno de San Ildefonso que en una imagen muy cercana a la de la significación de Eratzicutzio, le canta a Una ciudad de cal y canto/ con la luna caída sobre el lago; está el sinaloense Gilberto Owen que miraba las calles como estanterías llenas de libros conocidos/ llovidas por el insomnio de los campanarios; y está obviamente nuestro poeta mexicano de la ciudad por excelencia, Efraín Huerta que odió a su adoptivo México DF con la sarna de todo su amor posible, y 5


se dormía odiándolo como terapia para quererlo más por la mañana. Culmino este breve escrito con más voces alusivas a la ciudad, de algunos de estos autores mencionados: 1 Estamos en la ciudad, no podemos salir de ella sin caer en otra, idéntica aunque sea distinta, hablo de la ciudad inmensa, realidad diaria hecha de dos palabras: los otros, y en cada uno de ellos hay un yo cercenado de un nosotros, un yo a la deriva, hablo de la ciudad construida por los muertos, habitada por sus tercos fantasmas, regida por su despótica memoria... (Octavio Paz, poema Hablo de la ciudad, libro árbol adentro 2 ¡Ciudad orgullosa y apasionada! ¡Ciudad animosa, loca, extravagante! ¡Levántate oh ciudad!... ¡No temas, no te sometas a otros modelos que no sean el tuyo propio, oh ciudad! ¡Mírame, encárname como yo te he encarnado! ¡No rechacé nada de lo que me ofreciste, a quien adoptaste he adoptado! ¡Buena o mala nunca dudo de ti... canto y celebro todo lo que es tuyo! (Walt Whitman, Poema Ciudad de navíos, Libro Hojas de hierba) 6


3 Cada vez que he recreado el Estambul de mi infancia, las imágenes en blanco y negro que guardo en la memoria se mezclan con lo que otros han escrito sobre la ciudad y soy incapaz de pensar en Estambul, mi Estambul, sin ellos. (Orham Pamuk, libro Estambul) 4 La ciudad es la que debe ser juzgada, aunque seamos sus hijos quienes paguemos el precio. En esencia, ¿qué es la ciudad? ¿Qué resume la palabra Alejandría? Evoco en seguida innumerables calles donde se arremolina el polvo... La ciudad despierta como una tortuga vieja y echa un vistazo a su alrededor. Por un momento abandona los guiñapos abandonados de su carne... Hombres somnolientos abren ahora sus balcones y avanzan ofuscados en la luz pálida del día... Es la muerte del propio ser cada vez que se repite la palabra Alejandría, Alejandría... Pero una ciudad es un mundo cuando amamos a uno solo de sus habitantes. (Lawrence Durrell, libro Justine, serie El cuarteto de Alejandría) 5 Larga, larga ciudad con sus albas como vírgenes hipócritas, con sus minutos como niños desnudos, con sus bochornosos actos de vieja díscola y aparatosa, con sus callejuelas donde mueren extenuados, al fin, 7


los roncos emboscados y los asesinos de la alegría. Ciudad tan complicada, hervidero de envidias, criadero de virtudes deshechas al cabo de una hora, páramo sofocante, nido blando en que somos como palabra ardiente desoída... Efraín Huerta, poema Declaración de odio, libro Los hombres del alba.

JUAN CARLOS GALVÄN CAMINO AL PARAÍSO (Fragmento) I Tienen tus labios el sabor del pecado, el aroma de lo inaccesible y volátil, ambas cosas atraen al hombre, pues lo prohibido se hizo para violentarse. Eres tú, muchachita extraña, la sinrazón, eres el encanto de un sueño permitido, cumbre, cima que corona la indulgencia, exceso de amor. Si tus formas representan el mundo, ¿qué otras tierras me queda descubrir? ¿qué rincón del alma debo abrir para volver los pasos? 8


BERNARDO MONROY UN CALLEJÓN FICTICIO Era un callejón oscuro como tantos: con el suelo repleto de basura. Con el hedor a orina y excremento. Con los grafitis adornando las paredes. Era un callejón que podía existir en la mente de cualquier lector. La prostituta llegó alrededor de las once de la noche. Aquel era un mal día: el callejón, que daba a la avenida principal, no presentaba más vida que muchas ratas y cucarachas y la presencia de un niño de la calle, vestido con un saco que le quedaba demasiado grande y una corbata de moño harapienta, atada al cuello. Se miraron fijamente durante unos minutos y el niño fue el primero en romper el silencio: -Hola. Soy Oliver Twist. El muchacho de la novela homónima de Charles Dickens. -¡Mira qué casualidad! –Respondió la mujer. Yo soy Santa, la prostituta de la novela homónima de Federico Gamboa. La mujer y el niño platicaron durante toda la noche: ella le habló sobre Hipólito, el pianista ciego que la ayudaba. Él le habló de Fagin, el judío que lo extorsionaba. Él le hablo de la Inglaterra Victoriana. Ella del México porfirista. -No hay un solo cliente. Maldita sea –comentó Santa. -Nadie a quien pueda robar –se quejó Oliver. 9


-A veces vienen otros personajes literarios –dijo Santa-. Una vez me contrató Philleas Fogg. Le hice una mamada y luego emprendió su vuelta al mundo en 80 días. -Yo le robé oro de las minas de Cuévano a un tal Francisco Aldebarán. Santa preguntó sobre la presencia de algún otro personaje literario… pero no alcanzó a terminar su frase. Una mano peluda sosteniendo una navaja le cortó la garganta con maestría. La sangre empapó los harapos de Oliver, quien alcanzó a ver la silueta de un gorila que se dirigía de aquel ficticio callejón a la calle Morgue.

BENJAMÍN VALDIVIA A DIFERENCIA DE A diferencia de los que ahora son poetas yo no miro el instante con los ojos yo no digo las cosas como van sucediendo en los gajos de materia miro si acaso a lo que habita debajo de la piel en el vacío que es el cuerpo desde dentro pregunto como el sabio por lo que hay detrás de los ojos cerrados no tengo nada qué decir acerca de la vida del mundo sin embargo traigo lumbre a pronunciar aunque mi voz vaya en sentido contrario a quienes roen su luz únicamente en la materia. 10


(Poema de la sección "Arranque del sistema" del libro "A mi debido tiempo").

JOSÉ ANTONIO VÁSQUEZ (pintor) ATRIBUTO Este es uno de los atributos del arte: transfigurar lo temporal en intemporal, trascender lo inmediato, inmortalizar lo mortal. Si tomamos en cuenta que el mundo moderno se basa en la voluntad de dominio, o sea, en el fundamentalismo científico-técnico que reduce la naturaleza a mera materia prima o simple reserva de energía explorable, podemos comprender y vindicar toda propuesta enfrentada a la empresa destructiva. Mientras a su alrededor el mundo se hace añicos y se tambalea bajo poderes vengativos y aniquiladores —la tierra humillada, el cielo que escupe fuego y desarraigo— el artista da réplica a los códigos y a los estereotipos de exclusión tendiendo puentes de encuentro hacia lo otro y los otros.

PABLO MOYA ZAFRA NERUDIANA No es un sueño hablo contigo: tu nombre es verso puro como el amanecer.

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Hoy escribo mis versos con la tinta del tiempo. El viento abre las alas de su mundo de olvido. Nuestros nombres se funden con los versos del Dios de mis entrañas. Estoy feliz de platicar conmigo con las palabras tuyas de este que no es un sueño.

EDGARD CARDOZA BRAVO DANZÓN ¡Vladimiro Casanova, Vladimiro Casanova!, ¿qué onda con esa escoba? –escucha que le gritan–. Pero él siente que baila tango, a lo Cantinflas quizá, pero que baila. ¿Quién podría quitarle lo limpio, lo recatado, a él que después de su viudez de más de nueve años, no hace más que acicalarse y acicalar todo lo que toca? Su casa, el jardincito frontal, su parte de la calle, son, literalmente, un santuario de pulcritud. Barrer es ahora su fajina de militar retirado. ‘Nunca se sabe si va a venir alguien de sorpresa a visitarme. Y el que llegue debe encontrar mi barraca lustrosa como en mis tiempos del activo’ –dice–. Pero como el Coronel aquel de García Márquez a quien nadie echaba un lazo textual, a Vladimiro Casanova, nadie lo visita. ‘Debo de haber dejado más de diez hijos regados por todo México, pero con la que importaba, con mi viejita 12


chula, Dios no me mandó ninguno’ –señala acremente–. Pero exagero, hay otras actividades además del aseo escrupuloso a las que el Teniente Vladimiro Casanova consagra su meticulosidad. Por ejemplo sus cervezas de sábados y domingos en el Bar el Caguamón (adonde acude religiosamente a llenarse más que de birriondas, de plática de amigos) y como no, el baile de los jueves nocturnos en la Plaza Maquío en donde es, sin exagerar, el emperador del zapateo. Se desplaza entre damas de plenarias edades luciendo su donaire y todas quieren, por lo menos, un baile con ‘Don Vladi’. Ese día –los jueves– los preparativos inician muy temprano. Justo después del desayuno, frugal como en sus tiempos del ejército, la casa se llena de música cuidadosa y cálidamente modulada. En la sala-comedor, página amarillenta de relumbres plateados, se suceden los acordes que según su experiencia podrían ser los tocantes ese día. Las miradas, caderas, contoneos, perfumes, de quienes han sido sus parejas de baile en los últimos años, desfilan por su mente. Sus pasos ya cansados, pero milagrosamente solventes en lo rítmico destellan luz vital hacia los muros y ausencias de la casa. Después de varias horas de ensayo solitario, a las seis de la tarde, ya enfundado en unos zapatos negros de charol de nariz blanca, vestimenta gris/perla sin una sola arruga y sombrero negro de ala corta, Vladimiro Casanova, cuelga su soledad 13


en el perchero y va a la plaza a sentir que el mundo fluye a través sus pies, en aquella apacible, pero gozosa nube de danzón.

OSCAR ROBLES HIERBA MALA (I) Yo, huérfano de dioses y amores el yoísmo soberbio de mil almas el miserable pregonador de dolores el muriente de entrañas sin sangre el que se suicida cada día de soledad el que eternamente quiere renacer en las riberas del sueño más amante más rebelde siempre con el grito hiriente Yo, casi muerto casi vivo enteramente ebrio de penas ramificado en cada palabra como una espiga negra como hierba mala me soy a mí mismo cada noche para no olvidarme de mí para no callarme mis malditas verdades.

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DIRECTORIO CICUTA EDGARD CARDOZA BRAVO Estudios de Ingeniería Civil. Poeta y narrador. Varios Diplomados en asuntos literarios (Crítica y Creación Literaria, Narrativa Contemporánea, Literatura Latinoamericana del Siglo XX, y otros). Becario en dos ocasiones del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Guanajuato (ciclos 1993/1994 y 1997/1998). Más de diez libros publicados.

PABLO MOYA ZAFRA Enólogo de profesión. Estudiante de Pedagogía. Dos libros publicados.

BENJAMÍN VALDIVIA Miembro correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua. Tres doctorados (Filosofía, Educación, y Humanidades y Artes). Presidente de la red Cervantina Mundial. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Becario del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. Autor de más de treinta libros en diversos géneros. Traduce desde el inglés, francés, alemán, portugués, italiano, alemán y latín. 15


JESÚS MONTES Pintor egresado de la Academia Nacional de San Carlos. Más de veinte exposiciones pictóricas a nivel nacional.

JUAN CARLOS GALVÁN Periodista de profesión. Asesor de comunicación de diversas campañas políticas. Autor de varios libros (cuento, poesía, novela).

MIGUEL AYALA ESPINO Estudios de Economía. Articulista de temas culturales en diversos medios locales. Sensible crítico del género cinematográfico.

CONTACTO: Email: cicut18 Teléfono:462 509 54 62

ILUSTRACIÓN DE PORTADA: JESÚS MONTES

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