© de los textos: Curtis Bauer Traducción: José de María Romero Barea y Diāna Vigule Coordinador editorial: Ediciones En Huida Maquetación: Martín Lucía (mediomartin@yahoo.es) ISBN: Depósito Legal: Está prohibida la reproducción total o parcial de este libro, al igual que su incorporación a un sistema informático, su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea éste electrónico, mecánico, reprográfico, gramofónico u otro, sin el permiso previo y por escrito de los editores. Contacte y haga su pedido (sin gastos de envío): ventas@edicionesenhuida.es
Índice de poemas Spanish sketchbook /España en dibujos 10 Three Spain Sketches /Tres dibujos de España 16 Sketchbook Sonnet #38—On Clouds /Dibujo 38. Soneto– Sobre las nubes 18 Jacarandá Love Song 20 Sketchbook Sonnet #86—A Northern Province /Dibujo 86. Soneto–Al norte 22 Ars Poetica 24 Valle de Atxondo 26 While Hydrangeas Are Falling/Cuando se marchitan las hortensias 28 Beginning With A Eucalyptus Leaf/Empezó con una hoja de eucalipto 32 While Reading I Think About Drawing/ Cuando leo pienso en dibujar 36 El Ejido 38 Lilac In Sevilla/Lila en Sevilla 42 Saetas 46 Room With A Bed In The Middle/Habitación con cama en medio 48 Hombre Raíz 50 Another Woman I Loved/Otra mujer que he amado 56 Dwarf With Bottle/Enano con botella
Throwaway Sketches of Spain/España en dibujos descartados 60 62 64 66 70 72 74 76 78 80 84 88
[Horn solo on a train]/[Solo de saxo mientras el tren] [A glass in a bar breaks]/ [Un vaso se rompe en un bar] [Wake up]/[Despierta] [Iron sculpture]/[Escultura de hierro] [No music playing]/[No se oye música] [Let them clack]/[Déjalas castañetear] [There’s no guitar here]/[No se oye guitarra] To The Birds Outside My Window/A los pájaros a través de mi ventana Poetry Reading/Lectura poética Letter From A Foreign Country/Carta desde un país extranjero Six This Morning/Seis de la mañana If This Is What It Takes/Si eso es lo que hace falta
Para Robert
Spanish sketchbook Espa単a en dibujos
Curtis Bauer
Three Spain Sketches I
This makes a city:
After Miles Davis
the Grand Via bum with no legs asleep on the bus. Malasaña hipsters wearing heavy shoes and eyeing a woman in a white parka on the platform watching her reflection blink in the passing train windows.
I’d like to slip beneath those clackings and get inside her skin, wear her bones and sense her center’s thump, her growing breath and body forced forward. Another landscape: the streets’ rising and falling tones, sounds following and seeping from it. The city’s voice is a foundation color falling into a speck on the horizon in the setting turn of day when shadows grow in a central plaza as the tram passes [through it. 10
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Tres dibujos de España I
Homenaje a Miles Davis
Esto es la ciudad:
un mendigo en Gran Vía sin piernas, dormido en el autobús hipsters en Malasaña con zapatos de invierno y miro a una chica con parka blanca que contempla su reflejo en la ventanilla del tren que pasa. Y deslizarse bajo el ruido, penetrar su piel, sentir el hueso, el latido, su centro, su aliento, su cuerpo empujado hacia adelante. Otro paisaje:
tonos que suben y bajan, sonidos que supuran y se pierden. La voz de la ciudad es un color huyendo a su punto de fuga, el día que termina, la sombra que aumenta en la plaza del centro [que un tranvía cruza. 11
Curtis Bauer
II
A mountain alone at night
east of here, east of these windows, where beech trees endure the dark like waiting for a curse, a threat to unfold. Someone clacks castanets. There is a clamoring. I’ve seen something like that outside a bus window in Madrid. I was the only one awake watching the city uncovered by first light. The bus on the M-30 seemed to float from north to south, and junkies on a train switch box, sat like children would on a summer day watching the morning traffic grow, dangling their feet, their shoes thumping the cold metal beneath them, each breath a wisp of white in front of them. 12
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II
Un monte solo, de noche,
al Este de aquí, al Este de estas ventanas, donde las hayas acatan la sombra mientras esperan la solución del misterio. Sonido de castañuelas. Jaleo. Algo así vi una vez, a través de una ventanilla, en un autobús. Fue en Madrid. Yo era el único despierto mientras la luz desnudaba a la ciudad. El autobús sobre la M-30 parecía flotar de norte a sur, y unos yonkis, sobre una caja de cambio, en una estación, como escolares en vacaciones, distraídos mirando los coches pasar, los pies colgando, los zapatos golpeando el frío metal de la caja, su vaho una blanca voluta. 13
Curtis Bauer
III
I don’t hear any music today but as I walk I clack softly.
I’ve grown into my shoes but my shirt billows bigger, doubles my size when I face the wind. I don’t know how to draw an image off the landscape and float it into the air around my ears, under my feet as if…as if muscle might possess the life these sketches embody. A train starts, so gradual we don’t know if the wagon is moving or the people on the platform have said goodbye and started to walk away.
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Spanish Sketchbook
III
Aunque no se oye m煤sica,
oigo, al andar, un suave taconeo. He encontrado la horma de mi zapato y es mi camisa la que desentona. Me hace parecer dos al viento. Si uno pudiera extraer esa figura del paisaje y hacerla flotar alrededor de mis orejas, bajo mis pies, como si al hacerlo uno volviera a la vida, la vida que estos apuntes pretenden evocar. El tren emprende su marcha, y no se sabe si es el vag贸n el que se mueve o es la multitud que ha dicho adi贸s y vuelve a casa.
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Sketchbook Sonnet #38—On Clouds
Today clouds walk through this mountain town. Some slow,
hardly leaning, climbing—they are a crowd of laughing women chattering as they amble a paved path through the trees. Others, wisps of fast, thin light lurch and swerve lean and aloof. They will disappear if I look away. So I do not look away but pull at their circles and bulges and hips as if they were a woman’s. I can’t draw anything on the page the way I see it— tenderness, their annoyance, ridicule, laughter. I keep looking, like a voyeur watching new lovers in a field, yes, like watching them linger and tremble. I’m lost. The view slips. These lines have become figures in my hands, and I let them touch me. Clouds gather, where the mountain beech, pine and oak breathe, like rock trickled over with moss my fingers traced after making love once on pine needles. The same white air sifted over the sea then, embossed the branches above and ignored me beneath, its vapors rippled, not waiting.
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Dibujo 38. Soneto—Sobre las nubes
Hoy las nubes pasan a través de este pueblo de montaña. Algunas,
las más lentas, se paran, luego siguen, como mujeres que, entre risas, anduvieran por un camino empedrado entre los árboles. Otras, débiles trazos de luz, se retuercen y luego se alejan. Desaparecen si dejo de mirar. Por eso no dejo de mirar, y me aferro una y otra vez a esas curvas, senos, caderas de mujer. No es posible dibujarlas tal y como las veo. Su ternura, quiero decir, su fiebre, su ridículo, su risa. Y aun así no puedo dejar de mirarlas, como un voyeur, como si fueran amantes retozando en la hierba. Cómo tiemblan. No sé hacerlo. El paisaje se desvanece. El verso se hace carne tan sólo en estas páginas, y me acaricia. Las nubes se reúnen donde el haya, el pino y el roble respiran, como la piedra rebosante de musgo aún roza los dedos después de haber hecho el amor sobre un manto de espinos. El aire claro criba el mar de entonces, hace a las ramas aún más oscuras y a mí indiferente, su blanco velo que se eriza y desaparece.
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Jacarandá Love Song
In May a tree called the jacarandá blooms
the color of my eyes. Across the street they heaved with flowers when I arrived and their branches sagged and my eyes wept. The air fills with sweet pollen that bathes everything in yellow most afternoons, from bare-shouldered barmaids to the tourists’ walking shoes. It is dangerous to breathe here, but my lungs are hungry for a different color, one closer to the yellow earth on the city outskirts. It’s hot, but there’s always the shaded side of the street and after rain our breath is heavy, green, and the jacarandá is the tree these people peel for their flamenco guitars. I praise the dominance of the passive voice in this language, and the man who couldn’t bare the silence of blooming wood and bent a limb and hacked a trunk to turn timber into fluttering, whispered sorrow. The wood, once it is cut and knows it can no longer push out flowers and perfume, wails and moans its loss, and the guitarist, that man in the corner room above the park, the one who understands gut and grain, can make notes that float above us clinging to the space between the dark branches. 18
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Jacarandá Love Song
En mayo un árbol llamado jacaranda hace nacer
el color en mis ojos. Aún recuerdo el día que llegué, las calles reventando de flores, las ramas que casi me rozaban, los ojos arrasados de lágrimas. El aire lleva y trae esa dulce flor que viste todo de amarillo a la tarde, de los hombros desnudos de las camareras a los zapatos de los turistas. No se puede respirar aquí, dicen, pero mis pulmones ansían ese color especial, lo más parecido al albero, en las afueras. Hace calor, dicen, pero uno siempre puede irse a la sombra. Después de la lluvia el aliento es duro y verde, y la madera de la jacaranda es la que usan aquí para hacer guitarras flamencas. Admiro el dominio que tiene la voz pasiva en el idioma, a ese hombre que no podía soportar el silencio de la materia en flor y torció una de sus ramas y hendió su tronco y los hizo alada, sonora melancolía. Como si la madera, una vez rota, supiera que no puede seguir exhalando su aroma y sus flores. Como si llorara esa pérdida, y ese chico con una guitarra, en la esquina, justo en la habitación sobre el parque, que lo sabe, no hiciera sino echar a volar las notas por encima de nosotros, y éstas huyeran al lugar al que pertenecen, a lo alto, entre las ramas oscuras. 19
Curtis Bauer
Sketchbook Sonnet #86—A Northern Province
The river crawls through the rain this morning, an untended fence standing before me. Last year I didn’t see its form when I sketched that rock between the patio door and river, shaded in its top and sides, smooth and ice-covered beside snow-covered grass. The river swells every day inside itself, hides its currents and suspends its pools, attempts to erase its banks. There is no failure in this water rubbing out the bank lines, and no bottom, no place in it which is not river. The north bank is closer than yesterday, deeper, the water sifting through another day.
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Spanish Sketchbook
Dibujo 86. Soneto—Al norte
Esta mañana el río se arrastra, a causa de la lluvia. Una cerca descuidada, justo frente a mí. Hace un año no lo supe plasmar al dibujar esa piedra justo entre la puerta del patio y el río, la roca en sombra justo arriba y a ambos lados, suave y cubierta por la escarcha y la nieve, al igual que la hierba alrededor. El río se revela cada día contra sí mismo, oculta sus corrientes, suspende sus hoyas, mientras intenta borrar sus contornos. No hay falla en en ese agua que se desborda en su trazado, como no hay fondo ni lugar en el que no sea río. La orilla norte, si acaso, que está más cerca hoy, es más profunda, mientras el agua avanza a través de un nuevo día.
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Curtis Bauer
Ars Poetica
Like one of those fourth grade math problems,
like a tunnel being dug from both sides of the mountain, my numbered days approach me, as I approach them. For years Trakl thought a man stood behind him with a knife when he wrote. But it was a shadow of the needle he loved filling the vein near his pen. I’m beginning to think it’s a bottle and instead of Trakl sitting at his desk it is me standing in the courtyard of a deserted apartment building in Mexico. In place of sharp metal, there’s an open window, four stories up. The bottles fall, whistle past my ears and shatter at my feet. The window hovers above me with an endless supply waiting for me to look away. 22
Spanish Sketchbook
Ars Poetica
Como un problema de matemáticas de cuarto, como un túnel excavado desde ambos
lados del monte, mis días contados se acercan mientras yo me dirijo hacia ellos. Durante años, Trakl creyó que había un hombre con un cuchillo detrás de él mientras estaba escribiendo, pero era la sombra amada de la aguja entrando en sus venas, junto a la pluma. Yo, a mi vez, pienso que es la botella y en vez de Trakl sentado en su escritorio soy yo, de pie en el patio trasero de un edificio derruido en México. En vez del frío metal hay una ventana abierta sobre cuatro pisos. Las botellas caen, silban cuando pasan junto a mis oídos, se rompen a mis pies. La ventana me está espiando, armada hasta los dientes, mientras espera paciente a que yo me distraiga. 23
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