El miedo

POESA -:- El miedo - Manuel Arana -:- Ediciones En Huida

Como esperar recién comido debajo de la

[sombrilla. Como olvidar querer bañarse.

«Corte de digestión», El miedo, Manuel Arana

como si algo de esto existiera

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Manuel Arana & El miedo Poeta acompasado, Manuel Arana Rodríguez (Huelva, 1981), codirige, junto a Manuel González Mairena, la Revista Chichimeca desde 2001, proyecto que comenzó en el papel y que con el tiempo se ha convertido en una banda tributo poético-teatral.

Manuel Arana

Ha publicado sus poemas en varias antologías y plaquettes, y en su libro Adolescencia dos: poemas hormonados (SIM Libros, 2008), que fue traducido al inglés en 2011 por la editorial irlandesa Bradshaw Books. Es profesor interino (y errante) de Lengua y Literatura en Secundaria. Toca el bajo y canta algunas canciones en Marklenders (marklenders.bandcamp.com).

Manuel Arana

Ediciones En Huida

© De los poemas: Manuel Arana Maquetación: Martín Lucía (mediomartin@yahoo.es) Diseño de la portada: David Romualdo Fotografía: Simón Barreiro Coordinador editorial: Ediciones En Huida ISBN: 978-84-942074-9-5 Depósito Legal: Está prohibida la reproducción total o parcial de este libro, al igual que su incorporación a un sistema informático, su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea éste electrónico, mecánico, reprográfico, gramofónico u otro, sin el permiso previo y por escrito de los editores.

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Índice de poemas

11 13 15 17 19

0 ADN Todo está en 1999 Armonía Poda

23 25 27 29 31 33 35 37 39 41 43 45

I Mi oído derecho The day that never comes La ola Equilibrio Maybe I’m amazed Mis culpas En todas partes El disfraz de Dave Grohl Road to multiverse Joel-Peter Witkin La parada de los monstruos Corte de digestión

49 51 53 55 57 59 61 63 65

II That’s not my name Carné de militante Antidepresivos Nuevo amor antiguo Esquinas Dejar de escribir Últimos reproches La zampoña Saulo

69 71 73 75 77 79 81 83 85 87 89

III Mi palabra Razones para el aquí y ahora Málaga, seis de la mañana Marzo Roja Ineficacia 105 x 58 Sobrepeso El poema que no El huérfano indefenso El miedo

Manuel Arana

0 Hay libros que se escriben sobre la carne misma.

Son esas cicatrices que nos hablan y sangran cuando el tiempo se rinde a su derrota un puñado de signos que apenas comprendemos y eran el beso intacto de la vida.

Ada Salas

Sweet euphoria, mine is the heart you stole Chris Cornell

El miedo

Todo está en

Solo tengo una. Solo existe una única raíz que

encalla y ramifica dentro de todos y cada uno de mis

Y es que te agolpas en la base del estómago como una masiva onda de imposible exactitud. Que todo está en mi cabeza —escucho en el pálpito de mi párpado derecho—, que todo está en mis junturas, en cada silencio-lapso-marcadeagua, que todo está

y no puedo.

Pero tú. Tú tienes la respuesta:

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El miedo

The day that never comes

Una angustiosa impaciencia que no soy capaz de

[enjaular, que no soy capaz de hacer pasar por este aro siempre siempre envuelto en llamas.

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Manuel Arana

La ola

La misma ola que te empuja hacia delante

te devuelve a la casilla de salida. Y no hay más.

Que el engaño es una manta polar. Y llevo tanto tiempo repitiéndotelo que casi he dejado de entender la metáfora. Por eso invento esta ola, que es el miedo, ese tú que soy yo apretándome las cuerdas para que no te arrastre la resaca. Por eso entierro los pies en la orilla de esta arena movediza (la impaciencia me hunde felizycansado) y grito: [ayúdame.

Y el eco me responde de madrugada y tan bajito: ayúdome, yúdome.

Pero la ola

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El miedo

Joel-Peter Witkin Para Rafa y Fani

Un escalón es un mundo. Y a la mujer barbuda

le están saliendo canas. Desde arriba todo parece más brillante, sí. Brillante, hermoso: fácil. El tragasables tiene los labios brisados. El escenario es un mundo fácil. Limpio.

El señor que recibe el cañonazo en el estómago quiere probar la comida india. Pero el dolor ya no tiene remedio. La culpa se adosa a tus paredes. A borbotones todo se clava en el paso tembloroso que te lleva del escenario a la papelería más cercana. Dos bolígrafos negros y un sacapuntas, por favor. Y es que el miedo no puede estirarse más. El supermercado, los puentes levadizos, el estancado camino de vuelta. La mañana incierta.

El barro en la punta del zapato.

Un escalón más y de nuevo arriba. Brillante, solo, quebradizo.

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El miedo

Esquinas

Hacerse

ilusiones hacerse el maduro el señor sensible y respondón el que tiene claro todos los puntos y las íes el que se levanta cada mañana y destroza su garganta porque cree tanto en Alarcos como en Vallejo.

Hacerse ilusiones millones de ilusiones una casa con porche un columpio en el jardín una canción cada mañana suponer el porvenir crear mundos posibles universos sin esquinas una muerte prematura.

Hacerse el iluso a escala natural construir castillos en el aire escribir este poema creer en nosotros creer como si algo de esto existiera.

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Manuel Arana

Sobrepeso

Tengo la piel remangada.

Con hueso agónico y reluciente, un improbable sudor deshace la cuchara de majoleto que mi abuelo utilizaba en el campo —cuchará y paso atrás, me decía—. Paladeo ya sin entender.

Me dejo medio crudo, amontonado de restos de la poda de un bonsái de cinco metros. Y es que me hunde el humo, el ascua, el tronco recién cortado.

Pero no.

Ni trasplante ni injerto: lenteja entre algodones.

Borrón y brote nuevo.

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Manuel Arana

El huérfano indefenso

Me aturdo en el silencio

que me provoca la multitud que grita hipotecas, suegros, custodias compartidas. Asumo la niñez que me crece asalvajada.

Me deshago en miradas, suspiros, atracones de bilis. Recorro las avenidas buscando a alguien que quiera cuidarme, que necesite ser arropado cada noche.

Pero no estoy perdido —no se equivoquen—, no soy un pobre huérfano indefenso.

Sé dónde estoy: no sé quién soy.

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