Ropa de Diario es una constelación de pequeños mecanismos de simpleza elocuente que como fracturas en la cotidianidad más cordial florecen en una rabia minúscula. Son recuerdos de un tiempo inmediato que se confunde con la evocación del desafecto y el deseo de encontrar los restos de un incendio. Estos poemas se organizan como la indumentaria para una memoria perseguida por la mirada, son pletóricos de caminos de breves senderos silvestres que acumulan emociones de una juventud discreta y cálida.