Abaniko nº12

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Revista digital de las letras y las artes • septiembre/octubre 2019 • Año II, número 12

ISSN 2445-4478

ediciones kostadinova

abaniko

artes plásticas María José Caride poesía José Daniel Espejo relato Pedro Martí fotografía Teresa Arnal entrevista Jerónimo Tristante imprescindibles León Tolstói gente con chispa David Castro a quemarropa Joaquín Salmerón


abaniko

Dirección y coordinación Nadia Kostadinova Diseño y maquetación JuanDe Sáez Clavijo Imágenes Los autores, Pixabay Fuentes Los autores, Wikipedia Colaboraciones María José Caride José Daniel Espejo Pedro Martí Teresa Arnal Victorio Melgarejo

abaniko, revista digital de las letras y las artes. septiembre/octubre 2019 • Año II, número 12. ISSN 2445-4478 Las opinones vertidas en los textos que se publican son de exclusiva responsabilidad de sus autores, y no expresan necesariamente el pensamiento ni la opinión de la Dirección. abaniko es una publicación de Ediciones Kostadinova. www.edicioneskostadinova.com Todos los derechos reservados. Dpto. Publicidad: 685 814 704 edicioneskostadinova@hotmail.com

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EDITORIAL Entre líneas se lee mejor, porque descubres lo indescubrible... Se acabó el caluroso agosto y damos un paso a un nuevo número de AbaniKo, más abierto a los lectores y más interesante todavía. Hemos empleado nuestro tiempo estos dos meses para descubrir artistas, conseguir contenidos que os harán viajar a través de estas páginas... Dicen que entre líneas se lee mejor porque descubres lo indescubrible. Hay detalles que uno ve si mira a través de los ojos de otras personas, un mundo maravilloso a través de las pinceladas de la pintora María José Caride; otras dimensiones captadas con la cámara de la fotógrafa Teresa Arnal; las rebeldías interiores en la poesía de José Daniel Espejo y el misterio encadenado entre las páginas del relato de Pedro Martí. A pesar de

la dificultad hemos conseguido una entrevista con nuestro invitado especial, el escritor Jerónimo Tristante. No podía faltar A quemarropa de Victorio Melgarejo con la entrevista a Joaquín Salmerón, director del museo Siyasa. Hemos elegido un escritor imprescindible, León Tolstói. Y no hay ni un número sin Gente con chispa, esta vez alguien muy significativo para la cultura murciana, David Castro. Pero esto no es todo... La nueva sección ¿Sabías que...? viene con curiosidades del mundo cultural. Os invito a disfrutar con este AbaniKo de las Letras y las Artes ¡y hasta nuevos encuentros! Nadia Kostadinova

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editorial ................................................... 3

septiembre/octubre 2019 Año II, número 12

artes plásticas María José Caride ......... 6

poesía José Daniel Espejo .................. 10

sabías que...? ........................................ 14

relato Pedro Martí ................................. 16

fotografía Teresa Arnal......................... 22

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entrevista Jerónimo Tristante ............................... 30

imprescindibles León Tolstói ................................ 32

gente con chispa David Castro ............................. 34

sumario

a Quemarropa Joaquín Salmerón ......................... 36

qué leer .................................................................... 38

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Artes Plásticas

María José Caride María José Caride Vázquez, natural de Murcia, pintora, ceramista y escultora. Se formó en la Escuela de Arte de Murcia y reforzó sus estudios con diversos cursos de especialización, y continuó su formación trabajando con distintos Maestros, de los que, por su reconocida trayectoria destacaríamos: Dionisio Paje, Muñoz Barberán y Manuel Avellaneda. Su obra atrapa al observador inmediatamente por su carácter colorista y fresco, pero también por los profundos mensajes que transmite haciéndonos reflexionar sobre los problemas e injusticias sociales que inquietan a la mayaría de las personas y en particular a

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la sensibilidad de María José, que a través de sus pinceles trata de hacerlos más visibles. Gran especialista en retratos, sigue trabajando en su estudio ubicado en el corazón de la ciudad, donde compagina su inquietud artística con la docencia en el colegio AIS y con las clases particulares que imparte en su estudio de Arte. Ha realizado innumerables exposiciones tanto individuales como colectivas, realizando carteles para las fiestas más importantes de la región, convirtiéndose en referente del nuevo arte. Fundadora del Grupo de Arte y Creación https:// www.trazo6.com/ , con el que realiza diferentes proyectos de marcado carácter social.


Título: “África llora”. Técnica: óleo sobre lienzo Medidas: 120X120cm.

María José Caride

Imagen de la Virgen de los Dolores para el cartel de la Semana Santa de Alcantarilla 2019. Técnica: Óleo sobre lienzo

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Artes Plásticas

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Título: “Auxilium”. Técnica: Acrílico sobre lienzo. Medidas: 70x50 cm.


Título: “Mujeres saharauis”. Técnica: Acrílico sobre lienzo. Medidas: 80X80 cm.

María José Caride

Título: “Mujer y artista”. Técnica: Acrílico sobre lienzo. Medidas: 80x40 cm.

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José Daniel Espejo poesía

José Daniel Espejo, escritor, activista, cuidador y librero, es autor de los poemarios “Los placeres de la meteorología” (Nausícäa, 2000), “Quemando a los idiotas en las plazas” (Editum, 2001), “Música para ascensores” (Tres Fronteras, 2007), “Mal” (Balduque, 2014) e id (Ediciones del 4 de Agosto, 2016), así como de las plaquettes “El tiempo hace fú” (Colectivo Iletrados, 2011) y “Psycho Killer Qu´est Que C´est” (ad minimum, 2014), y del volumen misceláneo “Habla con medusas” (La Galla Ciencia, 2015). Es uno de los poetas seleccionados por Martín Rodríguez Gaona en su estudio “Mejorando lo presente. Poesía española última. Posmodernidad, humanismo y redes” (Caballo de Troya, 2010). También ha aparecido en las antologías poéticas “Resaca / Hank Over” (Caballo de Troya, 2007), “Poesía para bacterias” (Cuerdos de atar, 2008), “Fractal” (El llano en llamas, 2010), “Esto no rima” (Origami, 2012), “Voces del extremo” (Amargord, 2013), “En legítima defensa” (Bartleby, 2014), “Desde el mar a la estepa” (Chamán, 2016), “Composición de lugar” (La Fea Burguesía, 2016) y “Qué será ser tú” (Universidad de Sevilla, 2018). Ha participado con poemas, artículos y traducciones en revistas: Litoral, Josefina la cantante, Hache, Manual de lecturas rápidas para la supervivencia, Quimera, Rebelión.org, Manifiesto azul y El coloquio de los perros. En sus intervenciones poéticas públicas, como la denominada “nada hay puramente sin filtrar”, explora los límites del género superponiéndolo a lo audiovisual, la música en vivo y el spoken word. Mantiene un espacio semanal de periodismo social y político en el diario La Opinión de Murcia, y dirige el suplemento literario de la edición regional murciana de eldiario.es, #LeerElPresente. Asimismo coordina en Murcia la librería solidaria y espacio cultural “Libros Traperos”. Vive en el Sur, con sus hijos.

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FENÓMENO Cuando aprueben el transvase de poesía cuando haya poesía para todos cuando abras todo grifo y lo que salga sea poesía cuando puedas regar con poesía a manta cuando laves los platos con poesía y la ropa y no salgas de tu casa sin ducharte sin ducharte con poesía y ni te molestes en secarte porque igual está lloviendo y es poesía y fíjate que aprieta y la tormenta trae cuarenta libros por metro cuadrado de poesía pura que forma aluviones desborda alcantarillas declaran la alerta naranja la roja por poesía y la poesía se lleva los coches aparcados en la rambla torrente abajo poéticamente y muchos ni siquiera están pagados y mira cómo flotan ahora en el río de poesía, bajo el aguacero -más bien poesíacero- en dirección a la mar que es el morir entonces la poesía estará debajo del paraguas contigo y muerta de miedo claro.

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poesía

SUCESO BIDIMENSIONAL EN LA PISCINA MUNICIPAL Primero se te invita a presentar la cartilla del paro, doblada en tres, extraerla con pinzas del fondo de la cartera desplegar su papel, que casi es transparente y ya puedes entrar. ¿Qué cosa es más plana, el documento o la superficie de la piscina clorada, brillante y azul? Filtros. Así la pantalla del móvil de tu hija los vientres de esa pareja que acaba de llegar, los paños de sombra, en el suelo, un bien escaso, el hilo musical. Y la teoría. Tendemos la toalla. Tratamos de flotar. Mantenernos en un plano en que nuestros muchos problemas puedan aliviarse, en bidimensional. Como los insectos del ejemplo, que al ser planos pasan toda su vida entre la x y la y y desconocen la z. Pertenece a los dioses, la z, mejor no mires arriba ni abajo, hace calor allí.

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CETUS Si tuviese que escribirte un poema de agua tú serías mi tabla de surf y te hablaría del mar, y tal vez de navegar de pie sobre tu espalda, del resto de metáforas. También clavaría una vela entre tus lindos omoplatos olas sol bla bla blá. Todo Tarifa se volvería para mirarnos. Llegaría mi voz amortiguada junto a la de las gaviotas a tus oídos sumergidos, en forma de rumor y tendrías los ojos abiertos. Vendrían cetáceos nunca vistos grandes sombras pasando lentamente por debajo de ti cantando dulces músicas de fosa. Tal vez nos hundiríamos me ahogaría enseguida entre tanta palabra, pero tú no. Tú bucearías, pelirroja.

HИКОГДА Se marcha su amor. El Cojo flaquea, inventa una excusa para no estar en el momento en que ella cierra la puerta. Vagabundea. No sabe cuánto tiempo. ¿Existe la ruptura si no hay nadie en el bosque para oírla? Pues sí. El Cojo vuelve a su casa. Faltan cuadros, muebles, bragas. La luz ha cambiado y la música. Este silencio le suena. ¿Es esto el destierro del amor o más bien mi patria de origen? Esta taiga ¿es un país en guerra o derrotado? Aquí se bebe. También se canta. La dulzura que acaba de perder le da letra a todas las baladas, y la melodía viene del otro lado del océano.

José Daniel Espejo

Distancias insalvables por toda frontera, el Cojo trata de mantenerse en movimiento. En círculos tal vez. Hacia adelante nikogda.

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Fotografía

La primera cámara fue la creada por Joseph-Nicephore Niepce en 1826, utilizando una cámara hecha de madera fabricada por Charles y Vincent Chevalier en París. Sin embargo, aunque se considera “oficialmente” que este fue su nacimiento, la invención de la cámara puede ser rastreada mucho antes. Pero no fue hasta la invención de la fotografía “moderna” que se pudieron preservar las imágenes tomadas por esas cámaras, mientras tanto se tenían que dibujar manualmente las fotografías para conservar la imagen capturada por ellas. La primera fotografía, de una persona se tomó en 1838 (aunque existen discrepancias en cuanto a esta fecha y algunos estudios del tema la ubican en 1839), realizada

La cámara fotográfica más grande del mundo se construyó en 1900 y su nombre era “Mammoth” (Mamut) por sus 640 Kg de peso, más de 4 metros de largo y 15 operadores para manejarla. Su inventor y constructor fue George R. Lawrence. La cámara solo podía tomar una única fotografía del tren porque Lawrence no pudo construir más que una sola placa. La fotografía se hizo y tres inmensas copias fueron exhibidas con gran éxito en la Exposición Universal de París en 1900 y reproducidas también en folletos publicitarios de la compañía ferroviaria que anunciaban: “The Largest Photograph in the World of the Handsomest train in the World”. George R. Lawrence recibió por aquella única fotografia el Gran Premio Mundial a la Excelencia Fotográfica.

Arte

por Louis Derregue en el Boulevard du Temple en París. En la zona inferior izquierda, se puede observar un hombre levantando una pierna mientras le limpian las botas. Lo curioso del tema es que la calle era muy transitada y en ese mismo instante por esa avenida circulaban varias personas y carruajes, sin embargo la gente pasaba demasiado rápido como para poder aparecer en la imagen. Excepto este misterioso personaje que se quedó quieto el tiempo suficiente.

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La losa de mármol que utilizó Miguel Ángel para crear el famoso “David” es reciclada. El bloque de mármol que se utilizó para crear esta famosa escultura fue cortado originalmente para que lo utilizara Agostino di Duccio, unos 40 años antes de que se terminara el David. En un inicio destinada para una escultura de Hércules en la Catedral de Florentina, tras una discusión con el párroco, Di Duccio abandonó el proyecto y la losa quedó varias décadas sin usar. Durante los años, distintos artistas intentaron utilizar el bloque abandonado, sin embargo, al ser tan difícil de manejar el mármol todos lo abandonaron. Al final la piedra terminó en manos de Miguel Ángel en el año 1501 y todo lo demás es historia.

Cuando ganó 100.000 francos en la lotería estatal, comprada en el Crédit Foncier en 1891, Claude Monet se hizo independiente financieramente. Pudo entonces vivir como quería hacerlo, y lo hizo, vagando y pintando el campo francés.

El género de pintura conocido como cubismo, derivó su nombre de una observación derogatoria hecha por Matisse con referencia a un cuadro de Braque. Matisse dijo que el paisaje parecía como si estuviera formado completamente de pequeños cubos. Las obras de arte más antiguas son las pinturas de animales paleolíticos descubiertos en cuevas prehistóricas en la Francia Meridional (Lascaux) y la España Septentrional (Altamira). Las pinturas, que son soberbias, datan de 30.000 a 10.000 años a. de C. Después de pintar su obra más famosa, Desnudo bajando la escalera, que fue causa de una gran controversia al exhibirse en la exposición Armony de Nueva York en 1913, el cubista francés Marcel Duchamp abandonó la pintura en favor de la “escultura confeccio-


nada”. Después, en los últimos 40 años de su vida, abandonó completamente el arte para dedicarse al ajedrez. En 2008 el inglés Adam Neate (nacido en 1977) repartió en distintos sitios de Londres mil cuadros de su autoría. Estos fueron dejados en parques, estaciones de metro o debajo de puentes, para que

cualquier persona interesada se las llevara a casa. Según los cálculos, sus obras están valoradas entre 1.500 y 7.500 dólares, lo que hace un total aproximado de 1,5 millones de dólares regalados. En palabras de Neate, lo hizo como una forma de protesta contra el mercado del arte, el cual, a su juicio, está muy inflado y sobrevalora la obra de sólo algunos artistas.

Literatura

Existen varias versiones apócrifas de El Quijote. La más conocida es la de Alfonso Fernández de Avellaneda, titulada Segundo tomo del ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, que contiene su tercera salida y es la quinta parte de sus aventuras. No obstante, algunos investigadores apuntan a que su verdadero autor es Cristóbal Suárez de Figueroa.

En 1898, Morgan Robertson publicó la novela Futilitdad, que describía el hundimiento de un gran barco llamado “Titan” tras chocar contra un iceberg en su viaje inaugural de Londres a Nueva York, suceso que reproduciría el Titanic 14 años después. Además, “predijo” con casi total precisión las medidas y características del barco, el punto exacto del choque (a 740 Km de Terranova), el número de botes salvavidas y de víctimas, la velocidad del barco y el apellido del capitán, Smith. Se cree que Leonardo da Vinci escribía de modo especular (como un espejo y de derecha izquierda) para no correr la tinta con la mano, ya que era zurdo. Esta razón podría ser más importante que la de querer cifrar sus anotaciones. Frank Baum, autor de El maravilloso mago de Oz, se inspiró para bautizar aquel reino en uno de sus archivadores, cuya etiqueta de ordenación alfabética indicaba “OZ”. Además, dicho libro forma parte de la lista de los 10 libros que nunca imaginaríais que pudieran ser censurados.

Música

Los instrumentos musicales más antiguos datan de aproximadamente hace 32 mil años, son flautas fabricadas con huesos de aves que se encontraron en las cuevas de Isturitz en Francia, y Geissenklösterle, Alemania. El corazón modifica su ritmo cardíaco cada vez que te pones a escuchar una canción, haciendo que los latidos vayan en sincronía con lo que oyes. Aunque no te des cuenta.

El ukelele no es una invención hawaiana. El nacimiento del ukelele se fecha en 1879 con el desembarco de los marineros portugueses en Hawái, donde fue bautizado. Su predecesor, el “machete de braga” también llamado “cavaquinho”, existía desde hacía mucho y fue exportado de Madeira a Hawaii. Beethoven se fue quedando sordo por culpa de una acumulación de plomo en su sistema auditivo, esto fue causado probablemente por ingerir agua del grifo de su residencia ya que las tuberías de esta eran de plomo (material que hoy en día ha sido retirado de todos los edificios antiguos en el sistema de suministro de aguas porque producía intoxicaciones y dolencias similares a las de Beethoven). Para poder componer y tocar disponía de aparatos como una “antena” parecida al que se le ponen a los perros para que nos se rasquen, una trompetilla para los oídos y una tabla de madera fina que mordía mientras tocaba para notar las vibraciones de la música. Su Novena Sinfonía la compuso plenamente sordo. Lucciano Pavarotti fue uno de los grandes tenores del siglo XX, pero pocos conocían hasta hace poco tiempo (1997) que !no sabía música! Era incapaz de leer una partitura. “Ya soy demasiado viejo para aprender…”. Y cómo lo hacía, os preguntaréis. Pues tenía establecido un sistema de símbolos y líneas de colores ascendentes y descendentes que indican la evolución de la melodía, que le servían como recordatorio a la hora de interpretar.

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Todo mío Miraba distraído cómo aquellos chicos saltaban al agua. Los más osados daban una voltereta en el aire, mientras que los que no lo eran tanto simplemente saltaban de cabeza, o con los pies por delante. Por último, los más temerosos se acercaban al límite de aquella roca aparentando una decisión de la que carecían, y miraban hacia abajo como si eso les fuese a ayudar a encontrar el valor necesario. Sin proponérselo, César dibujaba una elipsis perfecta con la cucharilla del café mientras con su mano derecha continuaba escribiendo el mensaje de texto que llevaba más de quince minutos perfeccionando. Raquel le gustaba, de eso no tenía ninguna duda. Había algo en aquella chica rubia que hacía que no le molestase su presencia ni el hecho de sentir su intimidad invadida. Como un idiota, miraba el móvil en busca de las palabras adecuadas para responder al dichoso SMS. Normalmente habría respondido lo primero que hubiese venido a su mente, sin importarle demasiado la reacción de la chica. De pronto se vio a sí mismo como a uno de esos críos que parecía que iba a saltar de la roca, pero que cuando llegaba al borde, se amedrentaba. Se torturaba pensando en que debería haber pasado la semana de vacaciones entre sus suaves y perfectas piernas. Decidió posponer su enésima intentona y terminarse primero el café. 1 Había reservado unos días de hotel en Cartagena para visitar el pueblo en el que solía veranear Eva, como tantas veces le había prometido que haría. Aquella noche cenaría con su hermana y con su sobrina Silvia, una niña de once años muy perspicaz que era su total debilidad. Le encantaba la idea, aunque implicase tener que ver a Víctor Capdevila, su infame cuñado. —¿Has oído lo de Emilio Saura? —cual espía del tres al cuarto, César afinó sus oídos para escuchar la conversación que dos agentes de la policía local mantenían en la mesa contigua izquierda—. Todo apunta a que ha sido un robo. Entraron en su casa la pasada noche y lo apuñalaron mientras dormía. ¡Apuñalado, tío! —con su mano hizo como si empuña-

se un cuchillo—. En el pecho, en el cuello, ¡e incluso en la cara! —el oído del inspector César Giralt se agudizó todavía más hasta rozar los límites de lo sobrehumano—. Su hija, de sólo quince años, lo encontró y avisó a los vecinos al llegar a casa, y fueron ellos quienes llamaron a la policía —el agente que escuchaba el relato parecía sobrecogido—. Imagínatela: llega de un botelleo en la playa y se encuentra con esa carnicería. —Joder… Vaya estampa —sonrió pese a lo macabro del asunto—. Su casa es una de las que están cerca del faro, ¿verdad? —Sí, un poco más para allá, siguiendo el camino—explicó gesticulando con sus manos sobre la mesa, que entonces se convirtió en un improvisado mapa—. ¿Sabes dónde están esas dos o tres calas donde se dan cursos de buceo? Pues una de esas casas naranjas era la suya. —Esto afectará a la compañía, ¿no crees? ¿Cómo se llamaba? ¿Cartogrícola? —¡Me importa una mierda Cartogrícola! Bastante dinero han amasado ya esos dos con sus malditas plantas agrarias. Lo que me preocupa es el pueblo —dijo bajando la voz—. Falta menos de un mes para que empiece el verano. ¿Crees que la gente querrá visitar Cabo de Palos si saben que hay un tipo al que le han rajado la cara mientras dormía? César continuó escuchando la conversación mientras con su mano derecha hojeaba rápidamente el periódico que había sobre la mesa. “Cartogrícola” —le sonaba haber leído ese nombre en alguna noticia—. No se equivocaba. En la primera página de las noticias locales se encontró con el difunto empresario. Emilio Saura era corpulento, sin llegar a ser obeso, con el pelo algo rizado y canoso, peinado hacia atrás con una ingente cantidad de gomina. Llevaba unas gafas redondas, demasiado llamativas para alguien de su edad, y una sonrisa tan perfecta como retocada que, junto a su traje de Armani, indicaban que efectivamente era un hombre pudiente. A su lado había otro hombre elegante, algo más joven y espigado, y sobre ellos un titular que rezaba: “Los hermanos Saura gobiernan el mercado agrario español.”

Pedro Martí. Nacido en 1988. Autor de las novelas protagonizadas por el inspector Giralt, La pieza invisible y Donde lloran los demonios, esta última

Relato

finalista del III Premio Cartagena Negra y ga-

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nadora del premio a mejor novela negra española de 2018 entregado por el prestigioso blog El búho entre libros. Es además colaborador habitual del magazine literario radiofónico El bancal de los artistas en Voz FM.


da. Ya sabe eso de que cuatro ojos ven más de dos, ¿no? —Muchas gracias, inspector Giralt, le agradezco su ayuda, pero contamos ya con muchos ojos, y no puedo dejarle pasar. “Maldito imbécil”. —Está bien, no insistiré. Tendré que conformarme con hacer un curso de buceo —sonrió una vez más—. Pero quizás, entre colegas, sí pueda contarme lo que ha sucedido. Ya sabe cómo somos los sabuesos, ¿verdad? No podré concentrarme en disfrutar de sus bellos paisajes si no me quito de la cabeza el crimen. Si usted me diese una pequeña dosis para satisfacer mi curiosidad le estaría muy agradecido. El policía vaciló unos instantes, pero finalmente decidió ofrecerle un pequeño resumen. —Se trata de un allanamiento, robo con violencia. Asesinato —le dijo en voz baja, para evitar que la multitud le escuchase—. La víctima era un empresario de éxito de la región. Le mataron mientras dormía. Su hija, Irene, de quince años, fue quien avisó a los vecinos al llegar a casa tras una fiesta en la playa, y estos fueron quienes llamaron a la policía. —¿Dónde estaba su madre? —La madre murió hace ya cinco años, víctima de un cáncer. Saura se casó hace un año con la actriz de teatro, Rosa Ferraz. ¿La conoce? —La verdad es que no… ¿No pudo hacerlo ella? ¿Estaba en casa cuando lo mataron? —¿¡Por qué iba a hacer eso!? —el inspector Salinas no pudo evitar alzar la voz—. Formaban una pareja modélica. Además, ella también estuvo fuera aquella noche, tenía ensayo en Madrid. Eso es una locura, créame. —La verdadera locura son los seguros de vida que tienen los empresarios de éxito como Saura. Deberían de comprobar su coartada al menos —le aconsejó a riesgo de que el comentario pudiese herir su ego del inspector jefe—. ¿Y qué hay de su hija? —La chica está a salvo. Está con sus abuelos en una habitación vigilada de un hotel de La Manga. Hemos hablado con su mejor amiga, y nos ha dicho que todos los chavales se fueron a casa en cuanto comenzó a llover, incluida Irene. —¿Estaba borracha? —¡Por supuesto que no! No tuvo tiempo de probar una gota, y dudo que esa niña sea de las que beben alcohol en la playa. Es pura dulzura. “Tiene quince años. Claro que bebe alcohol en la playa.” —Fantástico—sonrió de nuevo con la misma odiosa falsedad—. Están haciendo un gran trabajo. En ese momento, un agente salió de la casa, agitando su brazo pedía a su jefe, el inspector jefe Salinas, que fuese hasta su posición. —Señor Giralt, tengo que irme —se disculpó. —No se preocupe —sonrió una vez más a riesgo de que le saliesen más arrugas—. ¿Puedo hacerle una úl-

Pedro Martí

César continuó leyendo el encabezado: “Emilio Saura, fundador de Cartogrícola, y José María Saura, fundador de Agronova, compiten por el reinado de los suministros agrarios del Levante español.” Los agentes de policía se levantaron de sus asientos y César hizo lo propio. Dejó dos euros sobre la barra de la cafetería. La camarera, una chica joven, de unos dieciocho años, le sonrió al ver que le había dejado casi un euro de propina. Miró hacia el faro una vez más, y antes de poder darse cuenta se encontró a sí mismo caminando hacia la colina, como si el mismo impulso irrefrenable de siempre se hubiese adueñado de él incluso allí, en aquel bello pueblo costero. Aunque la casa de Emilio Saura no hubiese estado rodeada de un cordón policial, no hubiese sido difícil encontrarla, ya que casi veinte personas se agolpaban curioseando a las puertas de la finca. César oteó el horizonte por encima de las cabezas del gentío, y vio que, como sospechaba, eran los nacionales los que llevaban el caso. Se coló entre la multitud como si fuese un reptil, abriéndose paso con sus hombros cuando debía para poder avanzar. Finalmente llegó hasta el cordón policial. El agente que lo custodiaba, como no podía ser de otra manera, le interceptó al verle aparecer de manera tan abrupta. —¿Quién es usted? —Buenas tardes —rápidamente sacó su placa del bolsillo de atrás de su pantalón vaquero, al mismo tiempo que ensayaba su mejor y más falsa sonrisa—.Soy el inspector Giralt, de los Mossos d’Esquadra de Barcelona. El inspector al cargo, un hombre alto y fuerte, con una espesa barba negra, que luchaba como podía contra una alopecia galopante, se acercó a la placa con descaro y la leyó durante unos segundos para cerciorarse. —Hola, inspector Giralt —le estrechó la mano—.Soy el inspector jefe Salinas, y estoy al cargo de la investigación. ¿Puedo preguntarle qué hace usted aquí? —Estoy de vacaciones —César mejoró su actuación mostrando una nueva sonrisa—. Había oído que Cartagena tenía las mejores playas de España, y me decidí a comprobarlo. —¡Desde luego que es así! —afirmó orgulloso—. Pero la mayoría de los turistas suelen conformarse con un helado en el puerto, con una copa en Bondi, o con una visita al faro. —En ese caso debo considerarme un tanto extraordinario. “Si sigo manteniendo esta bobalicona sonrisa se me va a desmontar la cara”. —Parece usted muy agradable, pero no puedo dejarle pasar. Esta investigación pertenece al Cuerpo Nacional. —Le entiendo, pero creo que podría servirles de ayu-

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tima pregunta? —Dígame… —aceptó a regañadientes cuando ya había iniciado la marcha. —¿Por qué están tan seguros de que es un robo? —¡¿Cómo que por qué?! —exclamó, incrédulo ante el escepticismo del catalán—. Pues porque se llevaron todo el dinero en efectivo, relojes de gran valor y muchas joyas. Todos los cajones estaban revueltos. —Ya veo. ¿Y han encontrado el cuchillo? El gesto del robusto policía se torció. La pregunta sin duda le inquietó. —Creo que no he comentado nada de ningún cuchillo, inspector—su mirada se tornó desconfiada—.Tengo que dejarle, señor Giralt. Espero que pase una agradable Semana Santa. —Gracias, inspector, y buena suerte —se despidió mientras veía cómo Salinas entraba a la carrera en la casa de la víctima. Seguramente no le oyó. César sacó su móvil del bolsillo mientras se mezclaba de nuevo entre la multitud. Se acordó de que todavía tenía pendiente contestar a Raquel, sin embargo, el destinatario del mensaje fue su hermana Eva: aquella noche no podría cenar con ellos.

Relato

***** La espera se le hizo eterna, pero finalmente las estrellas poblaron el cielo del cabo. Como esperaba, no apreció ningún tipo de vigilancia en la casa de Emilio Saura. La noche estaba cerrada, al igual que la puerta principal, por lo que César intentó abrir todas las ventanas de la primera planta. No tuvo éxito. Cuando ya estaba barajando la posibilidad de romper uno de los cristales, fijó sus ojos en una pequeña ventana del primer piso. Le pareció que el marco corredero estaba ligeramente abierto, pero debido a la escasa visibilidad no pudo precisar más. Con dificultad trepó por una cañería de metal y alcanzó su objetivo. Efectivamente, aquella fue su vía de entrada a la escena del crimen. No quería permanecer allí más tiempo de lo necesario, por lo que decidió dirigirse rápidamente al dormitorio de Saura y de su nueva mujer. La gran mancha de sangre sobre el edredón blanco era la indudable protagonista de la escena. Los cajones de ambas mesillas de noche estaban abiertos, corroborando la teoría del robo. César Giralt se sentó sobre el borde de la cama y se llevó las manos a la frente. Tras reflexionar unos segundos, decidió salir de la habitación e ir a comprobar la entrada principal. En la alfombrilla encontró varias huellas diferentes dibujadas con barro. A simple vista pudo distinguir al menos dos tipos de zapato de hombre, aunque aquello no probaba nada, ya que cualquiera de los agentes del inspector jefe Salinas podría haber dejado allí sus zarpas. No obstante, la ausencia de un tipo de huella sí que le llamó la atención. Se dirigió de nuevo escaleras arriba. Entró en el baño de aquella pareja, y tras envolver sus manos en un trozo de papel higiénico abrió el armario. Encontró un sinfín de potingues de belleza, pero nada reseñable tratándose del tocador de una mujer que aparecía

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en televisión. Cuando se disponía a salir del aseo algo le llamó la atención. Detrás de uno de los muebles, uno de los adoquines destacaba ligeramente, daba la impresión de estar descolocado, quizás suelto. Y así era. César quitó con cuidado la pieza de cerámica y descubrió un agujero en la pared. De él extrajo cuatro fotografías cuadradas, estilo polaroid. En ellas podía verse a una joven rubia en ropa interior, dándole la espalda al fotógrafo. El fondo estaba demasiado oscuro, pero César reconoció la lámpara de noche del dormitorio de Saura sobre la mesita. No hubo forma de precisar la identidad de la joven, pero César se aventuró a atribuirle menos de veinticinco años de edad a la modelo. La chica estaba en cuclillas sobre la cama, y solo podía verse el lateral de su fino rostro y un lunar grande en su hombro izquierdo. Sus labios, o lo poco que se veía de ellos, mostraban tedio, quizás enfado. Nunca había visto a Rosa Ferraz, pero estaba seguro de que no se trataba de ella. Las cuatro instantáneas eran prácticamente iguales, y tan solo variaba mínimamente el ángulo entre ellas. El inspector Giralt pensó que aquello se debía a que el fotógrafo había disparado compulsivamente, movido por su excitación sexual. Cayó también en la cuenta de que se trataba de fotografías instantáneas. Evitaste revelarlas en una tienda o tenerlas en formato digital. ¿Por qué tanto cuidado? ¿Con quién engañabas a tu mujer? El ruido de un motor acabó con su calma. Su latido se aceleró sin avisar, y un sudor frío recorrió su nuca. El sonido cesó de repente. Alguien había aparcado cerca. Se metió las fotos en el bolsillo y colocó el azulejo de nuevo en su lugar. Cortó papel higiénico con un tirón y le dio una pasada al azulejo para limpiar sus huellas justo antes de oír una cerradura abrirse en el piso de abajo. Rápidamente se metió debajo de la cama. Una figura masculina ataviada de negro se mostró ante él tras subir las escaleras con celeridad. Al principio le pareció que iba hablando solo, pero no era así, estaba al teléfono. Comenzó a remover los cajones de ambas mesitas de noche mientras César observaba sus botas de montaña. Había barro seco en ellas. —Joder. No está aquí, ya te lo dije —dijo enfadado. César estaba seguro de que nunca había escuchado esa voz grave antes. Debía de pertenecer a un hombre vigoroso, de entre cuarenta y sesenta años—. ¡¿Yo qué coño sé?! ¡Ya sé que si la policía la encuentra antes que nosotros tendremos problemas! ¡No me jodas! —César trataba de memorizar cada detalle de la conversación a pesar de que el nerviosismo hacía que sintiese cada latido en su cabeza. »¡Mierda! ¿Crees que habrá sido él? ¡Ni siquiera le hemos dado el adelanto! —continuaba vociferando mientras registraba el armario de la habitación. César lamentó estar debajo de la cama, ya que solo alcanzaba a verle las


piernas—. No puede ser cosa suya… Esto es una puta carnicería, Rosa… No es lo que acordamos. Además, parece que ha sido un robo. Está todo revuelto —César casi podía escuchar los gritos de la mujer al otro lado de la línea—. ¡Ya lo sé, joder! Voy a colgar. ¿Estás en el Príncipe Felipe? Vale, iré a recogerte mañana por la noche…, y tranquila, todo saldrá bien. ¿Rosa? ¿Rosa Ferraz? El de la actriz no era un nombre muy común, y además, César, como buen sabueso que era, no creía en las casualidades. De tratarse de ella, aquella conversación la implicaría directamente en el asesinato de su esposo. Se sentó sobre la cama durante unos segundos. César sentía como si su corazón se le iba a salir por la boca. Cerró los ojos con fuerza e intentó reducir al máximo el sonido de su respiración. Antes de lo previsto escuchó el motor y finalmente pudo suspirar de alivio. Salió rápidamente de debajo de la cama y se asomó a la ventana para ver el coche del asaltante. Alcanzó a ver el modelo, pero no la matrícula. Era un Cadillac de color granate, un coche extremadamente caro, muy poco común en España, y mucho menos en un pueblo tan pequeño como Cabo de Palos. César abandonó la casa de Emilio Saura con una sonrisa en sus labios. A la mañana siguiente iría con su hermana, su sobrina y el imbécil de su cuñado a la playa, y por la noche, esperaría la llegada de un Cadillac granate a las puertas del hotel de Príncipe Felipe, a tan sólo unos kilómetros de allí. ¿Quién era aquel hombre? ¿Buscaba las fotografías secretas de Saura? ¿Qué papel había jugado Rosa en aquel asesinato? La imagen del misterioso asesinato de Emilio Saura comenzaba a formarse tímidamente en su cabeza. *****

***** Compró una bolsa de patatas fritas y se metió en su viejo Peugeot. Gabriel siempre le decía que tenía muchas de las virtudes que se le presuponían a un buen policía, pero que su mayor defecto era que odiaba esperar. Deseaba saber quién era la persona que entró en casa de Emilio Saura, pero pasar horas y horas dentro de su coche prestando atención a cada movimiento del parking del hotel Príncipe Felipe en busca del Cadillac color granate le suponía un auténtico suplicio. Se recostó sobre el asiento y suspiró. Se dio cuenta de que echaba de me-

Pedro Martí

A la mañana siguiente se levantó cansado. Cuando miró la hora en su teléfono móvil recordó que todavía tenía pendiente contestar al dichoso mensaje de Raquel. Pensó que tras meter cafeína en su sistema nervioso estaría más lúcido. Para su sorpresa, al alzar los ojos en mitad del buffet libre se encontró a su hermana Eva. A su lado estaba Silvia, una niña morena de pelo negro y cejas grandes, que sostenía un ejemplar de Estudio en escarlata, de Conan Doyle, que él mismo le había regalado. Se sintió algo rígido ante los dos besos que le dio su hermana. Le costaba llevar a cabo ese estúpido ritual de saludo. Para su sobrina, sin embargo, tenía preparada una gran sonrisa, y esta vez era sincera. —¿Cómo llevas las aventuras del mejor detective de todos los tiempos? —¡Bah! No es para tanto. Tú

eres mejor — bromeó justo antes de darle un gran abrazo. Pasaron la mañana en la playa. César odiaba el sol y el gentío, pero soportó ambos lo mejor que pudo para compensar que la noche anterior se había escaqueado de la cena. Preguntó a su hermana por Víctor, su estúpido cuñado, y ella le dijo que habían discutido y que se había quedado durmiendo. Ella le preguntó por Raquel, y él no supo muy bien qué contestar. Aquella pregunta le obligó a preguntarse a sí mismo qué significaba Raquel para él. Por el momento se centraría en contestarle al mensaje de texto en cuanto volviera al hotel. No podía dejarlo pasar de nuevo. —Oye, ¿crees que un sicario o un ladrón mataría a alguien apuñalándole la cara? Eva levantó sus finas cejas, sorprendida por la pregunta. —Por eso no pudiste venir ayer, ¿verdad? Estás investigando la muerte de ese empresario, Saura —dedujo con su habitual brillantez—. ¿Cómo te han dejado los nacionales meter las narices? —César le mostró una delatora media sonrisa—. No me lo digas: estás haciéndolo por tu cuenta, ¿verdad? Joder, César. —Oye, no necesito que mi hermana mayor me riña. Necesito que la brillante psicóloga Eva Giralt responda a la pregunta. —No —fue clara—. Ningún ladrón ni ningún sicario mataría a su víctima con un chuchillo, y mucho menos apuñalaría su rostro. Hace falta mucho odio y mucha violencia para hacer eso. Además, usar un arma blanca expone peligrosamente al asesino, por no mencionar que es mucho más engorroso. Quien lo hizo debía conocer bien a la víctima, sólo así se puede odiar tanto a alguien, de eso no hay duda. César, Eva y Silvia comieron un arroz a banda en uno de los restaurantes del puerto, llamado La Tana. No fue barato, pero estuvo buenísimo. Se despidió de ellas después del café. Las vería al día siguiente. Cuando ya se alejaba camino de su hotel, su hermana le dijo que tuviera cuidado. Él simplemente sonrió justo antes de encender otro cigarro. Nunca dormía siesta, pero aquella tarde, la brisa casi veraniega que azotaba suavemente las cortinas de su habitación le llevó a romper la máxima y dar una cabezada. Pasó el resto de la tarde leyendo en la playa, deseoso de que cayese el telón de estrellas.

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Relato

nos a Raquel. Mucho más de lo que estaba dispuesto a admitir. Tenía muchas ganas de oír su voz, de verla, de besarla, y por supuesto, de hacerle el amor. La primera hora de espera se le hizo eterna, pero la siguiente la llevó con algo más de gracia. Fue tras dos horas y cuarenta y dos minutos cuando por fin vio el coche del asaltante nocturno detenerse con suavidad frente a la puerta del hotel. Inmediatamente se incorporó sobre su asiento y se fijó en la figura que descendió del coche. Se trataba de un hombre alto y estilizado, de unos cincuenta y pocos. Tenía el pelo canoso y lacio, peinado con la raya al lado. Vestía un traje caro, de color azul marino, y miraba el móvil con inquietud. César encendió el enésimo cigarro de la tarde, y antes de que pudiese terminarlo cayó en la cuenta de que ya le conocía. Había visto su foto en el periódico junto a la de su hermano. José María Saura. Se emocionó el inspector. Una mujer rubia con una media melena ondulada llegó hasta él. Le dio un beso en la mejilla y se sentó en el asiento del copiloto. César no conocía su aspecto, pero dio por sentado que aquella era Rosa Ferraz, la actriz y viuda de Emilio Saura. Arrancó el motor de su Peugeot y comenzó a seguir al coche. Mantuvo una distancia prudente durante los quince minutos que duró el trayecto hasta un área residencial de Cabo de Palos. El inspector Giralt les siguió a pie en cuanto se bajaron del precioso coche. Se dirigían a la casa más alejada: un impresionante chalet de dos alturas de color beige. Nada más cruzar la puerta, César se asomó a la ventana principal, la que daba a un gran salón. Sus ojos se abrieron como platos al ver cómo la viuda de Emilio Saura besaba a su cuñado apasionadamente. ¿Sabría Emilio Saura que Rosa le era infiel? ¿Qué papel jugaban las fotos que había encontrado en el baño de Saura en todo aquello? ¿Le habría sido él también infiel a ella? La mujer se dirigió abruptamente hacia su posición. César pensó por un momento que le había descubierto, pero simplemente Rosa tenía calor y se había acercado para abrir la ventana. El inspector apoyó su espalda contra la pared, y fue entonces cuando, al fijar sus ojos en el jardín, le pareció que una parte del césped mostraba un tono y una textura extraños. Tenía el aspecto de haber sido levantado hace poco y posteriormente aplastado sin demasiado cuidado. Se acercó a gatas, llenándose las rodillas de verdín, y comenzó a escarbar con sus propias manos. Aquella tierra había sido torpemente removida. César encontró lo que buscaba. —Le dije que esta investigación correspondía al Cuerpo Nacional. La voz del inspector Salinas brotó a sus espaldas. —No sé de qué me habla. Estaba repasando las margaritas. Algunas necesitan agua urgentemente. Aquí no llueve mucho, ¿verdad? —No se haga el gracioso conmigo, inspector Giralt. Debí haber sabido que era usted una sanguijuela. —¿Y se dedica usted a seguir sanguijuelas? —sonrió, desafiante. —No le he seguido. He venido aquí para ha-

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blar con el hermano de Emilio Saura. —¿Por qué? —Hubo un detalle que no comenté con usted —sonrió—. Me guardé ciertos detalles confidenciales. —Todavía está a tiempo de comentármelo. —¿Por qué debería, inspector Giralt? Es usted una molestia. —Sí, soy un verdadero grano en el culo. Pero ha hecho bien. Ya ha resuelto el caso, inspector Salinas. Enhorabuena —dijo señalando a un trozo de tela blanco que asomaba entre la tierra—. Ahora dígame qué encontró aquella noche, se lo pido por favor. —¿Qué diablos es eso? —el policía se agachó y recogió lo que parecía ser una camisa manchada de sangre que envolvía algo. César Giralt sonrió al verle sacar de ella un cuchillo ennegrecido por la sangre—. Me disponía a hablar con José María Saura porque dentro de la boca de su hermano apareció una nota amenazante. —¿Qué tipo de nota? —Eso no es de su incumbencia. Bastante le he dicho ya —se enfadó mientras manoseaba la camisa y el arma—. Esa nota le señaló como sospechoso. Comprobamos que era su letra. —Ya veo… —comentó César— ¡Pues ya ha aparecido el cuchillo! Y me juego lo que quiera a que esa camisa pertenece al dueño de esta casa. Supongo que la nota que comenta refrendará mis sospechas de que al menor de los Saura no le gustaba la empresa de su hermano. Sin embargo, sí le gustaba su cuñada. Puede que cuando les detenga les encuentre retozando. —¿Rosa Ferraz?—preguntó el barbudo inspector, con los ojos abiertos como platos. —Se lo dije, inspector. Los seguros de vida son muy suculentos —César Giralt se encendió un cigarro—. Que no le coma la cabeza esa actriz: estaba en el ajo. Busquen en su móvil, revisen sus últimas llamadas. No dejen que se vaya de rositas. —Inspector Giralt —le dijo finalmente—. Tendremos que tomarle declaración a usted también. —Pues claro —admitió antes de meterse en su Peugeot—. Estaré aquí un tiempo. Todavía tengo que hacer ese curso de buceo, ¿recuerda? ***** La luz de la luna comenzó a bañar las limpias mejillas de la chica, que aguardaba frente al faro de Cabo de Palos conformando una postal idílica. Tenía el pelo rubio, tan largo que le llegaba a las caderas. Se sorprendió al verle aparecer a su espalda. —¿Quién eres tú? —preguntó visiblemente sobresaltada— ¿Qué coño haces aquí? ¿Dónde está Lisa? —Soy inspector de policía, Irene. He conseguido tu número de teléfono porque necesitaba hablar contigo.


—La primera vez tenía sólo once años —comenzó a relatar Irene—. No sé cuál fue el detonante, pero sí sé que comenzó cuando mi madre ya había muerto. Recuerdo que estaba aterrorizada. A veces iba al colegio tan dolorida que no podía ni jugar en el recreo con los demás niños. A César le sorprendió la tranquilidad con la que la chica hablaba de su infierno personal. Sintió un profundo asco en aquel momento. Pensó en su sobrina. —Me costó muchos años reunir el valor necesario, pero finalmente me decidí. No tenía tiempo que perder, porque supe que mi tío y esa puta estaban liados y que planeaban matar a mi padre porque suponía una amenaza para Agronova. Lisa es la única persona que conoce mi secreto. Sabía que si la policía hablaba con alguna de mis amigas, sería con ella, y ella les diría que estuve en la playa con los demás en la fiesta. —Robaste la camisa de tu tío para poder usarla aquella noche —Irene sonrió al darse cuenta de que aquel hombre era extremadamente inteligente—. Metiste en la boca de tu padre la nota amenazante que encontraste para implicar directamente a tu tío. Revolviste los cajones y te llevaste las joyas para hacerlo parecer un robo, ¿pero por qué? —Pensé que cualquier asesino que quisiera escabullirse habría intentado disfrazarlo de robo, y que mi tío no habría sido una excepción. —Ya veo. Eres muy lista para tener quince añitos. —Tú también eres muy listo —admitió finalmente—. Pero supongo que no vamos a ser amigos. ¿Nos vamos ya? —¿A dónde? —preguntó César fingiendo sorpresa. Se levantó y tiró el cigarro al suelo tras una última calada. Después lo pisó—. Como has dicho, no se puede asegurar que seas tú la que sale en las fotos. Además, ya te han robado una vida. La chica sonrió, y sin poder remediarlo dejó escapar una lágrima. —Solo una cosa más, Irene. Sabías que iban a matarle, y aun así decidiste correr el riesgo de ser tú quien lo hiciese. ¿Por qué era eso tan importante? Irene contempló una vez más la inmensidad del mar. Pensó que era el lugar perfecto para ella. Tan oscuro como su pasado. Oculto pese su tamaño en mitad de la noche. Sólo un faro gigantesco podía atisbar algunos de sus detalles, pero su verdadera naturaleza yacía en el fondo, bajo toda aquella oscuridad. —Mi padre me decía que nunca podría huir de él. Después de violarme y de echarme fotos me susurraba al oído que yo era… toda suya. No iba a dejar que nadie acabase con su patética vida. Yo fui toda suya durante demasiadas noches —Irene sonrió—. Pero por una vez, él fue… todo mío. Aquella noche, César se metió en la cama sin pasar por la ducha. Estaba tan cansado que podía notar el peso de sus párpados sobre sus ojos. Antes de dormirse contestó por fin al mensaje de Raquel. Le dijo que la echaba mucho de menos.

Pedro Martí

—Pues suerte, porque yo no voy a hablar contigo —intentó pasar junto a César con paso firme, pero éste sonrió y la cogió del brazo con cuidado. Vio el lunar en su hombro izquierdo, y con ello se disiparon las pocas dudas que le quedaban. —Siento haberme hecho pasar por Lisa, Irene, pero vas a escucharme, quieras o no —sonrió el inspector demostrando su dominio de la situación—. ¿Sabes por qué estoy aquí? —¿Porque eres un puto depravado? ¡Suéltame de una puta vez! —No voy a hacerte nada, niña —se defendió, molesto—. Toma, te pertenecen. Le soltó el brazo y le extendió a Irene una bolsa con las cuatro fotografías que había encontrado en el escondite de su padre. —¿Cómo coño...? —comenzó a pasar las fotos rápidamente, apurada. Las lágrimas no tardaron en inundar sus preciosos ojos azules—. ¿Quién coño eres tú? ¿De dónde has sacado esto? —Si lo que te preocupa es que alguien las haya visto, puedes estar tranquila, no se las he enseñado a nadie. Todavía. Irene trató de retomar la compostura. —Esto no significa nada —dijo entre sollozos—. ¡No se puede asegurar que esta chica sea yo! —Mira, mientras te calmas te diré cómo he llegado aquí —César se sentó sobre el pequeño muro de piedra que separaba el faro de la brutal caída—. La noche en que tu padre murió llovió mucho. Supuestamente tú venías de la playa, de una fiesta con tus amigos, y al llegar encontraste el cadáver. Pero me pareció muy raro que entre las huellas de barro de la entrada de tu casa no pudiera encontrar unas que fuesen más pequeñas que el resto. Nunca llegaste a casa esa noche, ¿verdad? Y eso es porque siempre estuviste dentro. Irene se sentó al lado del inspector. Continuaba estando tensa, pero también percibía que aquel adulto le transmitía cierta sensación de tranquilidad. —Además —continuó César, levantando su dedo índice al aire—, tu tío es bastante idiota, pero no es tan tonto como para manchar su propia camisa con la sangre de su hermano y enterrarlo todo en su jardín — ella buscó su mirada, pero el inspector continuaba mirando al mar azul oscuro, decorado únicamente por la luz del faro. Sacó un cigarro y le ofreció otro a la chica que lo rechazó asqueada—. No me mires así, hoy en día todos los críos de tu edad fuman, ¿no? “Por supuesto, es demasiado difícil para una chica de tu edad conseguir un arma de fuego, pero creo que nunca te preocupó eso. ¿Por qué le apuñalaste en la cara? —finalmente sus ojos se encontraron—. Puedes hablar, cielo, no llevo un micro encima.

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Fotografía

⁜ “Akelarre”

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TERESA ARNAL SÁNCHEZ Tras una larga carrera profesional en el mundo del diseño y la docencia, decido, hace apenas una década, desarrollar una nueva faceta creativa, sumergiéndome en la fotografía. He realizado exposiciones individuales en La galería de Arte La Aurora (Nunca Jamás, 2014) y en Los Molinos del Río (Como birlochas al aire, 2016). También he participado en exposiciones colectivas: Shoot Baroque. Festival Alí Baba; Objetivo Igualdad, mujeres fotógrafas. Real Casino de Murcia, Centro Municipal de El Carmen, Ayuntamiento de Murcia; Siente, Universidad de Murcia; Paisajes con Alma, Teatro Romano de Cartagena; Seexten Gold-Old-Fox, Loft 13; Inauguración LAC (Laboratorio Artístico del Carmen), Semana de la danza (UCAM). Colaboro habitualmente con colectivos artísticos y revistas ensambladas: El elefante rosa, Luz y Cía, La Jirafa en Llamas, El Paraíso... Mi línea de trabajo actual cuestiona la mirada ‘objetiva’, la verdad establecida, el hábito. Es un intento de aprehender el ‘chi’, la esencia de la vida, el movimiento vital. ¿Y qué mejor manera de acercárme a mi objetivo que la danza? He bautizado esta nueva serie con el nombre ‘Arpías’ en un particular homenaje a las mujeres injustamente tratadas por la historia, sean éstas mitológicas, literarias o reales.

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ÂżEscribes?

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www.edicioneskostadinova.com


⁜ “Carmilla”

⁜ “Salambó”

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⁜ “Pandemonium I”

⁜ “Pandemonium II”

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Fotografía

⁜ “Celeno”

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⁜ “Ocípete”


⁜ “Aelo”

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Entrevista

Jerónimo Tristante A pesar del insoportable calor murciano he sido fiel a nuestros lectores buscando siempre a personas interesantes para la portada de este AbaniKo de

las Letras y las Artes. Me encontré con nuestro invitado, el escritor Jerónimo Tristante, uno de los imprescindibles de la literatura contemporánea murciana, cargada de preguntas a las cuales él contestó encantado. Por Nadia Kostadinova

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Para empezar, ¿quién es Jerónimo Salmerón? Pues es un profesor de Biología que disfruta mucho con la enseñanza y que un buen día comenzó a escribir por afición, como otras, como el pádel, la guitarra o correr, pero esa afición fue cogiendo importancia hasta convertirse en una profesión. ¿Cómo surgió el pseudónimo Tristante? Fue idea de mi agente y mi editor de entonces Mayte Cuadros, después de una mala experiencia con el Rojo en el Azul que firmé como Jero Salmerón, pensaron que era mejor pasar a firmar así, me pareció buena idea y así seguimos. ¿Tiene algunos escritores referentes que hayan marcado su estilo? Claro, por supuesto: Doyle, Wilkie Collins, Paul Auster, Dumas, Pérez-Reverte… son muchos. En un mundo literario hoy en día hay tanta variedad.¿Eso es bueno o nos volvemos menos exigentes? Es bueno porque vivimos en un país poco lector y es positivo que podamos captar a gente para la lectura primero porque les guste el bélico, la novela erótica o la histórica, todo suma y lo importante es que una persona comience a leer, luego irá cambiado de lecturas, es cuestión de tiempo.

presentamos las novelas y nos admiramos. Además lo pasamos bien juntos, las penurias acaban uniendo mucho a la gente. Háblenos de sus novelas, ¿quizás tiene una preferida, aunque todas son hijas del mismo padre? No, yo con las mías no tengo favoritas porque cada una tiene su momento, sus puntos fuertes y sus fallos, cada una ha surgido por un momento de inspiración distinto y las he escrito en circunstancias mejores o peores que recuerdo muy bien. Las quiero a todas por igual.

“Es gratificante que algo que tú has concebido con tu portátil acabe convertido en una serie de tv y en una serie de novelas...”

Es complicado ser original y reconocido a la vez. ¿Qué opina al respecto? No, cada uno termina por desarrollar su propio estilo, encuentras tu camino poco a poco. En mi caso , sin darme cuenta fui encarrilándome hacia el misterio-policíaco con ambientación histórica, se convirtió en mi sello, casi nadie hacía eso y a la vez es una seña de identidad en mis novelas. Salvo las dos últimas claro.

Cuéntenos un poco de la experiencia como “el padre” de Víctor Ros. Es gratificante que algo que tú has concebido con tu portátil acabe convertido en una serie de tv y en una serie de novelas que, en cierta medida, se te va de las manos. Es maravilloso que algo que salió de tu imaginación llegue a ser del público más casi que tuyo y que la gente de demande más aventuras de Víctor. Te hace sentir realizado como cuenta cuentos, mucho. Vivimos en un mundo cada vez más mediocre, atrapado por los medios de comunicación y cada vez más distante; menos gente lee, vemos cada vez menos calidad a la hora de escribir, nos rodean “perlas musicales” que sin duda arrastran a los jóvenes hacia un abismo. ¿Cree que la cultura está en peligro? No, en absoluto. Es más, me horrorizan ciertos puntos de vista que considero pseudoelitistas y absolutamente snobs. Pensar que las series o los videojuegos no son cultura es un error, son simplemente vehículos nuevos para contar historias. Igual de horroroso debió de parecerles a los cuenta cuentos que iban de pueblo en pueblo contando sus historias la aparición de la imprenta. El ser humano inventa, evoluciona crea y hay que tener una mente abierta al respecto.

Jerónimo Tristante

Murcia es una tierra de artistas, hay tanto talento por metro cuadrado como en ningún sitio, ¿Cree que hay competitividad entre todos o es una convivencia amistosa? Yo, al igual que ocurre con compañeros del resto de España y del extranjero tengo buenas experiencias. El mundo editorial en España es duro y nos acompañamos mucho unos a otros, nos apoyamos, nos

¿Hasta dónde quiere llegar Jerónimo Tristante? A ningún sitio. Soy feliz con mis clases, mis alumnos, mis novelas y con mis aficiones, poder hacer deporte o echar un vermut. No necesito nada más ni tengo afán de trascender o ser millonario, llevo una vida sencilla y lo único que deseo de veras es tener salud para poder seguir haciendo lo que me gusta.

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León Tolstói

Imprescindibles

El conde Lev (o Lyov) Nikoláievich Tolstói (en ruso: Лев Николаевич Толстой), también conocido en español como León Tolstói , nacido en Yásnaia Poliana (Rusia) el 28 de agosto de 1828, fue un novelista ruso, considerado uno de los escritores más importantes de la literatura mundial. Sus dos obras más famosas, Guerra y paz y Ana Karénina, están consideradas como la cúspide del realismo ruso, junto a obras de Fiódor Dostoyevski. Tolstói nació en Yásnaya Poliana, la finca que poseía su familia en la región de Tula (Rusia). Los Tolstói eran una conocida familia de la antigua nobleza rusa. León fue el cuarto de los cinco hijos del conde Nikolái Ilich Tolstói y la condesa Mariya Tolstaya (Volkónskaya). En 1844, comenzó a estudiar Derecho y Lenguas Orientales en la Universidad de Kazán, pero pronto abandonó sus estudios y regresó a Yásnaya Poliana, para luego pasar gran parte de su tiempo entre Moscú y San Petersburgo. Durante este periodo de su vida, su intención fue buscar un empleo o un casamiento conveniente. En aquel período de indecisiones, acosado de deudas contraídas en el juego, se declara la Guerra de Crimea y su hermano Nikolái, el teniente de artillería, lo insta a ir con él al Cáucaso, en el Valle del Térek. Al llegar a la stanitsa, Tolstói se desilusiona y se arrepiente de su viaje. Pocos días después, acompaña a su hermano que debía escoltar un convoy de enfermos, hasta el fuerte de StaryYurt. Cruzan las fuentes termales de Goriachevodsk donde Tolstói, algo reumático, aprovecha para tomar

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baños termales y donde conoce a la cosaca Márenka, idilio que reaparece en su novela Los cosacos. Tolstói no pertenecía al ejército, pero en una de las campañas de la Guerra de Crimea, el comandante, príncipe Aleksandr Bariátinski, repara en él y tras unos exámenes Tolstói ingresa en la brigada de artillería, en la misma batería que su hermano, como suboficial. Tiempo después consigue permiso para una cura reumática en las aguas termales en Piatigorsk, donde, aburrido de pasar largas horas encerrado en su habitación, se dedica a la escritura. El 2 de julio de 1852, termina Infancia y fruto de su estancia escribe La tala del bosque y los Relatos de Sebastópol. Poco después de ser testigo del sitio de Sebastópol, donde los muertos y heridos en combate o por enfermedad alcanzaron el número de 102.000, se reintegró a la frívola vida de San Petersburgo, sintiendo un gran vacío e inutilidad. “He adquirido la convicción de que casi todos eran hombres inmorales, malvados, sin carácter, muy inferiores al tipo de personas que yo había conocido en mi vida de bohemia militar. Y estaban felices y contentos, tal y como puede estarlo la gente cuya conciencia no los acusa de nada.” Adscrito a la corriente realista, intentó reflejar fielmente la sociedad en la que vivía. Anna Karénina (1877) cuenta las historias paralelas de una mujer atrapada en las convenciones sociales y un terrateniente filósofo, Liovin, que intenta mejorar las vidas de sus siervos (apellido derivado del nombre Liova, el diminutivo de Lev; así es como llamaba en privado a Tolstói su esposa Sofía Behrs). Guerra y paz es una monumental obra en la que se describen cientos de distintos personajes durante la invasión napoleónica. Tolstói tuvo una importante influencia en el desarrollo del movimiento anarquista, concretamente, como filósofo de la corriente anarquista cristiana y anarcopacifista. El teórico anarquista ruso Pedro Kropotkin lo citó en el artículo Anarquismo de la Enciclopedia Británica de 1911. Entusiasta lector del Ensayo sobre la desobediencia civil del pensador estadounidense Henry David Thoreau, envió a un periódico hindú un escrito titulado Carta a un hindú que desembocó en un breve intercambio epistolar con Mahatma Gandhi, por entonces en Sudáfrica, lo que influyó profundamente el pensamiento de


este último en el concepto de resistencia no violenta, un punto central de la visión del cristianismo de Tolstói. En septiembre de 1910, dos meses antes de su muerte, le escribió en el sentido de aplicar la “no resistencia”, ya que “la práctica de la violencia no es compatible con el

salvando los restos de la destrucción. Sin embargo, otras fuentes, en especial las soviéticas, han publicado material gráfico que muestra que los alemanes destruyeron parte de las propiedades y obras de arte de la finca. Fuente: Wikipedia.

León Tolstói

amor como ley fundamental de la vida”, principio que fue capital en el desarrollo posterior de la satyagraha del hindú. También mantuvo correspondencia con George Bernard Shaw, Rainer Maria Rilke y el Zar Nicolás II de Rusia, entre otros. Su epistolario forma un corpus de unas 10.000 cartas conservadas en el Museo Tolstói de Moscú. León Tolstói fue defensor del esperanto, y en sus últimos años, tras varias crisis espirituales se convirtió en una persona profundamente religiosa y altruista, rechazó toda su obra literaria anterior y criticó a las instituciones eclesiásticas en Resurrección, lo que provocó su excomunión. Ni siquiera una epístola celebérrima, la que le envió su amigo Iván Turguénev en su lecho de muerte para pedirle que regresara a la literatura, hizo que cambiara de opinión. Fue precursor de lo que poco después se denominaría naturismo. Tolstói escribe en su postrer libro Últimas palabras (1909) que vivamos según la ley de Cristo: amándonos los unos a los otros, siendo vegetarianos y trabajando la tierra con nuestras propias manos. Prueba de su vegetarianismo son múltiples citas suyas, entre las que destacan: “Alimentarse de carne es un vestigio del primitivismo más grande. El paso al vegetarianismo es la primera consecuencia natural de la ilustración. Un hombre puede vivir y estar sano sin matar animales para comer; por ello, si come carne, toma parte en quitarle la vida a un animal sólo para satisfacer su apetito. Y actuar así es inmoral.” Tolstói dio origen al denominado Movimiento tolsto-

yano. Tras ver la contradicción de su vivir cotidiano con su ideología, Tolstói decidió dejar los lujos y mezclarse con los campesinos de Yásnaia Poliana, donde él se crio y vivió. No obstante, no obligó a su familia a que lo siguiese y continuó viviendo junto a ellos en una gran parcela, lugar al cual con frecuencia sólo llegaba a dormir, gastando la mayor parte del día en el oficio de zapatero. Fundó en la aldea una escuela para los hijos de los campesinos y se hizo su profesor, autor y editor de los libros de texto que estudiaban. Impartía módulos de gimnasia y prefería el jardín para dar clases. Creó para ello una pedagogía particular cuyos principios instruían en el respeto a ellos mismos y a sus semejantes. Tolstói murió en 1910 a la edad de 82 años. Murió de una neumonía en la estación ferroviaria de Astápovo (actualmente, Lev Tolstói en la óblast de Lípetsk), después de caer enfermo cuando abandonó su casa a mediados de invierno. Su muerte llegó luego de huir del estilo de vida aristocrático y separarse de su esposa. Tolstói había intentado renunciar a sus propiedades en favor de los pobres, aunque su familia, en especial su esposa, Sofía Behrs, lo impidió. Este fue uno de los motivos de por qué Tolstói había decidido abandonar su hogar. Entre sus últimas palabras se oyeron estas que muestran, como ninguna de las muchas maravillosas que pronunció o escribió, la excelsitud de su alma: “Hay sobre la tierra millones de hombres que sufren: ¿por qué estáis al cuidado de mí solo?” La policía restringió el acceso a su funeral, pero miles de personas se unieron a la procesión; muchas de ellas, sin saber acerca de los logros como autor que Tolstói había alcanzado. Sus restos mortales yacen en su casa en Yásnaia Poliana. Como anécdota, el 26 de diciembre de 1941, el general alemán del 2° cuerpo panzer de blindados, Heinz Guderian usó su finca en Yásnaia Poliana como cuartel general durante el avance hacia Moscú y, según él mismo, tuvo que desactivar los dispositivos de autodestrucción de la casa y de la propia tumba de Tolstói colocados por órdenes de Stalin, antes de poder ocuparla,

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Gente con Chispa

David Castro

Hay sitios que tienen un encanto escondido. Simplemente hace falta que aparezca la persona adecuada para convertirlos en lugar de encuentro de todo un elenco de artistas, músicos, escritores, poetas, niños que esperan ansiosos que les cuenten un cuento con los ojitos llenos de curiosidad... Se podría hablar mucho sobre el Ámbito cultural de El Corte Inglés de Murcia y las actividades que se desarrollan allí, pero sin la persona que lo dirige no sería posible. David Castro, el hombre de la eterna sonrisa, siempre dispuesto a escuchar y proponer en nombre de la Cultura. Entregado plenamente a la labor de hacer de dicho ámbito un agradable escenario para los que llaman a la puerta de su despacho y un ambiente acogedor para los que vienen a divertirse. Y no existen barreras, él mismo se ocupa de que nos sintamos como en casa. Tiene 47 años y es el responsable de la Sala de Ámbito Cultural de El Corte Inglés. En 1992 estudiaba Turismo y trabajaba en Onda Cero. Empezó su recorrido laboral en la Agencia de viajes, una experiencia inolvidable, según afirma él mismo. Hace un tiempo se me ocurrió hacerle una pregunta, simple pero la respuesta que me dió fue lo más satisfactoria posible. –¿Qué harías si algún día esto dejase de funcionar? – Pues creo que significaría que he dejado de existir... Así de simple es David, sin ego, una persona normal y corriente que ha llegado en el sitio correcto en el momento adecuado. No es fácil ser esposo, padre y a la vez ser amigo de tanta gente, o quizás sí. Para aquellas personas que son todas luz no es difícil hacerse querer y más si sus actos hablan por él. Sin duda alguna, uno tiene que ser gran amante del arte para que se le de bien convertir una simple sala en mil escenarios culturales, y hacer lo posible para que sus puertas no dejen de estar abiertas. Siempre lo he sabido, desde el primer día que le conocí, que es una de esas personas con chispa que tanto necesitamos en este mundo tan gris, un rayo de luz para los que

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luchamos para y por la cultura, intentando integrar lo nuevo junto a lo de siempre, dar oportunidades a los que hacen sus primeros pasos por ese camino, tan hostil a veces. “Ámbito Cultural de El Corte Inglés es una promotora cultural del grupo de distribución que se encarga de realizar toda suerte de eventos culturales y centra sus actividades en las presentaciones de libros, la promoción de autores españoles, debates literarios, encuentros con protagonistas de la actualidad cultural, certámenes de canto, audiciones musicales, exposiciones de pintura, apoyo a la difusión de textos en español y en los diferentes idiomas del Estado, a la vez que participa en diferentes premios de ficción y pensamiento y colabora con distintas instituciones y universidades. Sus actividades, en este caso, tienen lugar en la sala de Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Murcia.” Pero nadie dice nada de la persona, que en este caso es quizás más importante que la misma instalación, sin desmerecerla, por supuesto. Existen factores que hacen imprescindible aquella ansia de hacer todo lo posible de que la cultura sea preservada, de que haya más y variados eventos, dar la mano para los que buscan solidaridad, y allí está la persona. Y no hablo sólo desde el punto de vista de una amiga, porque con David Castro me une no solamente la amistad, sino el mismo propósito de hacer cultura, cosa que hoy en día es tan difícil con toda la mediocridad que nos rodea. Pero seguimos sobreviviendo, gracias a los que aman lo que hacen y creen en ello. Pero esto no es todo... David es todo un defensor de sus ideas.. En 1985 un autobús recorrió todo el país recogiendo firmas de apoyo a la candidatura de Barcelona para las olimpiadas, y él y sus amigos no dudaron en inscribirse como aspirantes a voluntarios. Dos meses antes, entre más de 600 murcianos, se seleccionaron a 30: “Nos trataron a nivel VIP y estuve en primera línea, porque me situaron en el control de accesos al estadio, por donde pasaban todos los famosos. Me pellizcaba para ver que era verdad lo que estaba


viviendo”, rememora. El día de la medalla de Peñalver fue una fiesta: “Pedí permiso para ir al estadio, pero finalmente, con todo el ajetreo, me lo perdí. En el momento que consiguió la medalla estaba cenando, rodeado de catalanes, y todo el mundo me decía: murciano, ¡que ha ganado el tuyo! Yo me puse a pegar saltos”. Esto es lo que dice el diario “La Opinión” de él. Una persona extrovertida, abierta y con la cara descu-

Texto: Nadia Kostadinova.

David Castro

bierta, siempre sonriente. Haciendo de chico para todo si hace falta. No hay primera fila sin su cámara, atenta a lo que ocurre en el improvisado pero imprescindible escenario del ámbito. Podría llenar páginas y páginas de todo lo que gracias a David Castro ha sucedido en dicho Ámbito, pero aquí me quedaré, porque no hay mejor muestra del agradecimiento de la gente que una sala llena de sonrisas. Ojalá haya más gente con chispa como él, son necesarios para que el arte y las letras sigan salvando la llama de la cultura.

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a Quemarropa Quemarropa Por Victorio Melgarejo Gestor Cultural

JOAQUÍN SALMERÓN En este caluroso mes de agosto, quedé con mi amigo Joaquín Salmerón Juan, Director del Servicio de Patrimonio Histórico de Cieza, en el bar Los Zagales, donde no se puede hacer otra cosa que pedir una cerveza fría en cuanto llegamos pues hay que hidratarse “a la murciana”. Con una marinera de acompañamiento empezamos nuestra charla a la que tendré que darle forma de entrevista para su publicación en esta estupenda revista Abanico que tanto nos gusta a ambos. Joaquín está casado desde hace más de 30 años y tiene un hijo de 29 y una hija de 23. Nació en Cieza en 1962, año en que iniciaron su andadura los Beatles, en el que comenzó el Concilio Vaticano II, y en el que mítico J. F. Kennedy era el presidente de los Estados Unidos. Pertenece a la generación del “baby boom” de los años sesenta en España. Fue el primero de los todos los hijos y nietos, tanto de la familia materna como de la paterna. Su abuelo, Joaquín Salmerón

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Zamorano, taxista de profesión, tuvo para él gran importancia, «cuando estaba de vacaciones escolares o los fines de semana me llevaba a coger higos, al monte y a los campos a los que llevaba a sus clientes. Él fue el primero que me dijo que había un poblado enterrado de “los moros” en el monte del castillo de Cieza, el que después conocimos como Siyâsa. También me hablaría de las ruinas antiguas de Bolvax y de Las Marirías y todo ello levantó en mí una enorme cu-


riosidad por descubrir, algún día, lo que la tierra escondía. Mi abuelo Pedro Juan Azorín, que fue oficial de notaría, me aportó una buena relación con los libros, ya que él tenía una pequeña pero interesante biblioteca. También con él veía los programas de televisión de “Misión Rescate” y “El hombre y la tierra”, lo que aumentó su curiosidad desde niño por la Arqueología, por la naturaleza salvaje y por las tribus que salían en sus capítulos. Aquellas vivencias con mis dos abuelos fue imprescindible para que desde niño me aficionara a salir a los montes y a las ruinas desde que tengo memoria. Con mi padre viajaba cuando podía (él, al igual que mi abuelo, también fue taxista, pero solo hasta 1969), tenía posibilidades de visitar las distintas ciudades de España, Francia y Portugal. Él siempre me ofrecía ir a ver estadios de fútbol (su mayor afición) o los zoológicos (él sabía de mi afición por los animales por los programas de Félix Rodríguez de la Fuente), pero yo le decía vamos al zoo, pero primero al Museo de Arqueología”. Cuando tenía 14 años decidió formar parte del grupo Neanderthal, el primero creado en Cieza, que agrupaba a los aficionados a la Arqueología, “A los 16 años me di cuenta de que esa era la que yo quería que fuera mi profesión, así que me matriculé en 1981 en la Facultad de Geografía e Historia en la Universidad de Murcia, terminando los estudios con la Especialidad de Historia Antigua y Arqueología en 1986; pero mucho antes de empezarlos ya trabajaba como voluntario en las excavaciones con profesores de la universidad. Antes de ello, en 1979, con 17 años, me presenté ante Juan Antonio Martínez Real, alcalde del primer ayuntamiento democrático de Cieza, y le dije que se creía que se debía crear un Museo Municipal de Arqueología, idea que se materializó siete años más tarde, en el edificio del antiguo Colegio “Isabel la Católica”, que se inaguró en mayo de 1987, habiendo sido ya nombrado director del mismo en el mes anterior”. En el nº 17 de la Calle San Sebastián, en el edificio rehabilitado que antes fuera Casino de Cieza, se abre el Museo de Siyâsa el 12 de mayo de 1999. En su interior se encuentran reproducciones a escala real, de dos casas andalusíes de Siyâsa con su decoración arquitectónica original, algunas de las cuales se habían mostrado en la Expo Universal de Sevilla ‘92. El museo de Cieza alberga también el material arqueológico del término desde el Paleolítico hasta el final de la Edad Media, distribuidos en su exposición en sus casi 3.000 m2 de superficie. Además posee tres salas (el Salón de Actos y las salas de exposiciones “Nivel 0” y “La Pecera”) dedicadas a exposiciones temporales, conferencias, seminarios, presentaciones de libros, y cursos, incluidos varios sobre Historia y Arqueología medievales la Universidad Internacional del Mar, convirtiéndose en un referente para todo tipo de actos culturales en Cieza. Ha sido ponente y codirector en una gran cantidad de esos cursos de la Universidad del Mar, así como profesor en un máster de Gestión del Patrimonio Cultural en

la Universidad Complutense de Madrid. Hablamos, también, del Certamen Internacional de Pintura Ciudad de Cieza / Toledo Puche, del que fue comisario durante sus 12 ediciones de existencia, desde el primer año. “Se expuso 11 años en la Universidad de Murcia y fue, durante 10 años, el único certamen murciano de artes plásticas que se exponía en Madrid”. Su trabajo de comisariado sigue actualmente en exposiciones de arte contemporáneo así como en exposiciones de Arqueología y Arte Rupestre de la Región de Murcia, que son sus especialidades de investigación como arqueólogo. Como especialista también en Arte Contemporáneo ha sido jurado en una veintena de certámenes internacionales de pintura, en los que ha compartido criterio con los pintores Antonio López, Eduardo Naranjo, Cristóbal Toral y críticos de renombre como Juan Manuel Bonet, José Marín, Barnatán y otros muchos. En el haber de Joaquín Salmerón, además de lo ya citado, hay numerosos trabajos de investigación arqueológica, publicación de los libros, conferencias en diferentes puntos de la Región de Murcia, en Zaragoza, Teruel, Salamanca, Madrid, Buenos Aires (Argentina), etc. Fue durante 12 años presidente del Centro de Estudios Históricos Fray Pasqual Salmerón, y es director desde hace 16 años de las excavaciones en Siyâsa. Fue también Delegado en la Región de Murcia de la Federación Española de Amigos de los Museos y vocal de la junta directiva nacional de la misma, así como Director Gerente de la Fundación del Valle de Ricote durante toda su andadura, organizador del único congreso de Amigos de los Museos de la Región de Murcia, coordinador regional del XX Congreso Nacional de la FEAM y presidente del Comité Científico y organizador de los III y IV Congresos Internacionales del Valle de Ricote. Entre sus preferencias literarias está la obra de poetas como A. Machado, F. García Lorca, Miguel Hernández... “y me gustan los clásicos; leí El Quijote cuando tenía 15 años (y lo volví a leer después), El Lazarillo... De los actuales me gusta la literatura de Arturo Pérez-Reverte porque es un gran aficionado a la Historia y la refleja en sus novelas. Entre los últimos libros que he leído están varios de Juan Eslava Galán”, del cual cita títulos como “El mercenario de Granada” y “Verdugos y torturadores en la Historia de España”. Actualmente es miembro, conmigo, de la junta gestora de la Asociación de Gestores y Programadores Culturales de la Región de Murcia, donde muestra interés por todas las actividades que se relacionan con nuestro mundo pero en que le interesan, en especial, los temas relacionados con el Patrimonio Histórico y los museos de nuestra región. Sobre este último tema afirma que “Los museos públicos son los bancos donde se custodia el patrimonio de todos nosotros, su existencia hace que éste se conserve, y quien no los visita está descuidando su cuenta corriente. Los museos son fuente de educación no reglada, y tienen la obligación de enseñar a la gente de aquí y de fuera”.

“Los museos públicos son los bancos donde se custodia el

patrimonio de todos nosotros...”

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Qué leer

La novia gitana. Carmen Mola. Nº de páginas: 408. Editorial: Alfaguara. Idioma: castellano. Encuadernación: tapa blanda. ISBN: 9788420433189 Año de edición: 2019.

La cara norte del corazón. Dolores Redondo. Nº de páginas: 688. Editorial: Destino. Idioma: castellano. Encuadernación: tapa blanda. ISBN: 9788423356355 Año de edición: 2019.

La primera vuelta al mundo. Antonio Pigafetta. Nº de páginas: 296. Editorial: Alianza. Idioma: castellano. Encuadernación: tapa blanda. ISBN: 9788491814993 Año de edición: 2019.

La novela policiaca más revulsiva de la literatura española. “En Madrid se mata poco”, le decía al joven subinspector Ángel Zárate su mentor en la policía; “pero cuando se mata, no tiene nada que envidiarle a ninguna ciudad del mundo”, podría añadir la inspectora Elena Blanco, jefa de la Brigada de Análisis de Casos, un departamento creado para resolver los crímenes más complicados y abyectos. Susana Macaya, de padre gitano pero educada como paya, desaparece tras su fiesta de despedida de soltera. El cadáver es encontrado dos días después en la Quinta de Vista Alegre del madrileño barrio de Carabanchel. Podría tratarse de un asesinato más, si no fuera por el hecho de que la víctima ha sido torturada siguiendo un ritual insólito y atroz, y de que su hermana Lara sufrió idéntica suerte siete años atrás, también en vísperas de su boda. El asesino de Lara cumple condena desde entonces, por lo que solo caben dos posibilidades... h t t p s : / / w w w. c a s a d e l l i b r o . com/libro-la-novia-gitana/9788420433189/6409431

Dolores Redondo (Donostia-San Sebastián, 1969) es la autora de la Trilogía del Baztán (El guardián invisible, Legado en los huesos y Ofrenda a la tormenta), que han llegado a más de dos millones de fieles lectores. A la trilogía le siguió Todo esto te daré, galardonada con el Premio Planeta 2016. Hoy, son ya más de 36 las editoriales de todo el mundo que han publicado sus obras. En agosto de 2005, mucho antes de los crímenes que conmocionaron el valle del Baztán, una joven Amaia Salazar de veinticinco años, subinspectora de la Policía Foral, participa en un curso de intercambio para policías de la Europol en la Academia del FBI en Estados Unidos, que imparte Aloisius Dupree, el jefe de la unidad de investigación. Una de las pruebas consiste en estudiar un caso real de un asesino en serie, a quien llaman “el compositor”, que siempre actúa durante grandes desastres naturales atacando a familias enteras y siguiendo una puesta en escena casi litúrgica. Amaia se convertirá inesperadamente en parte del equipo... https://www.casadellibro.com/ libro-la-cara-norte-del-corazon/9788423356355/9848458

Este libro relata la expedición, financiada por la Corona de Castilla, de las cinco naves al mando del portugués Magallanes, que, el 10 de agosto de 1519, partía de Sevilla con el fin de buscar el camino más corto hasta las “islas de las Especias”. Tres años más tarde, el 8 de septiembre de 1522 y al mando del vasco Juan Sebastián Elcano, arribaba al puerto de Sevilla la nave Victoria, con sólo dieciocho hombres, “los más flacos y destrozados que podía ser”. Si bien hubo algún beneficio económico, por encima de todo se había dado por primera vez la vuelta al mundo y se iniciaba una nueva era en la comunicación hacia el oeste. Pigafetta, embarcado sólo por afán de fama, con voluntad de escribir un libro que contase “todas las cosas pasadas día a día durante nuestro viaje” (no pocas ni poco accidentadas), dio fin a su intento y legó a la posteridad la relación de este viaje extraordinario. https://www.casadellibro.com/ libro-la-primera-vuelta-al-mundo/9788491814993/9207011

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Querido Evan Hansen. Autor: VV.AA. Nº de páginas: 352. Editorial: Planeta. Idioma: castellano. Encuadernación: tapa blanda. ISBN: 9788408208433 Año de edición: 2019.

Mercedes Ron es una joven escritora española que ha triunfado en Wattpad, donde tiene más de 258k seguidores. Los dos primeros títulos de la saga Culpa mía llevan más de 33 millones de lecturas acumuladas. Actualmente se encuentra escribiendo la tercera parte de la saga. Amar nunca fue tan peligroso como en “Enfrentados”, la nueva saga de Mercedes Ron. Marfil tiene 20 años y vive en Nueva York, pero no todo es tan idílico como parece: hace unos días fue secuestrada mientras paseaba por Central Park. Su padre tiene muy claro que la razón del secuestro ha sido para mandarle un mensaje: podemos llegar a ella. A pesar de ser liberada, todo ha cambiado para Marfil: su vida no es la misma, y ella tampoco. Sobre todo porque ahora nunca está sola, siempre la acompaña Sebastian Moore, su guardaespaldas. Sebastian demostrará ser el encargado perfecto para protegerla, sobre todo cuando comienzan a llegar las amenazas de muerte... h t t p s : / / w w w. c a s a d e l l i b r o . com/libro-marfil-enfrentados-1/9788417671488/9179516

Una historia inspiradora que se ha convertido en un fenómeno internacional, Evan Hansen creía varias cosas: que jamás superaría sus ataques de ansiedad, que a nadie le importarían sus problemas, que nunca lograría conectar con alguien, que siempre se sentiría vacío, excluido y decepcionado, que a la gente sólo le importa aparentar en las redes sociales. Se equivocaba en todas. Todo empezó con una carta que salió del corazón y cayó en manos erróneas... para acabar en una auténtica revolución por un mundo más amable. Ahora Evan tiene la oportunidad más importante de su vida: no sólo de ser reconocido, sino de decir lo que importa, crear vínculos, dejar huella... e incluso entender ese curioso fenómeno llamado amor. h t t p s : / / w w w. c a s a d e l l i b r o . com/libro-querido-evan-hansen/9788408208433/9184402

Secretos (Premio Logroño de Narrativa). Autor: Jerónimo Tristante. Nº de páginas: 472. Editorial: Algaida. Idioma: castellano. Encuadernación: papa blanda. ISBN: 9788491890850 Año de edición: 2019. Jerónimo Tristante (Murcia, 1969) es profesor de biología en un instituto de secundaria. Sin embargo, su afición por la escritura ha ido tomando la delantera en sus ocupaciones. Secretos es una magnífica novela de suspense en un entorno más o menos cerrado: una urbanización de lujo donde todo el mundo sabe secretos de sus vecinos pero que, reunidos y hábilmente utilizados, pueden convertirse en un método de extorsión infalible. Temas de actualidad como la complejidad de las relaciones personales, el ascenso económico fácil, la corrupción política, etc. Con un estilo muy efectivo y dominio de los recursos narrativos, es un magnífico libro. h t t p s : / / w w w. c a s a d e l l i b r o . com/libro-secretos-premio-logrono-de-novela/9788491890850/9182749

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Libros

Marfil (Enfrentados 1). Mercedes Ron. Nº de páginas: 448. Editorial: Montena. Idioma: castellano. Encuadernación: tapa blanda. ISBN: 9788417671488 Año de edición: 2019.

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