AbaniKo Nº 20

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Revista digital de las letras y las artes • enero/febrero 2021 • Año IV, número 20

ISSN 2445-4478

ediciones kostadinova

abaniko

artes plásticas Miriam Martínez Abellán poesía Emilio Soler relato Juan de Dios Sáez Clavijo en portada Mabel Salgado / Isa Herrera fotografía Sergio Ferreira imprescindibles Antonin Dvořák conversaciones con Nadia Kostadinova a quemarropa Lydia Martín pentagrama Sergio Vellido


abaniko

Dirección y coordinación Nadia Kostadinova Diseño y maquetación JuanDe Sáez Clavijo Colaboraciones

Miriam Martínez Abellán, Emilio Soler, Sergio Ferreira, María Fuensanta Alemán, Joaquín Salmerón Juan, Antonio Saura, Victorio Melgarejo, María José Caride, Albena Biserova Imágenes Diego Rosique, Abel Cerezo, abaniKo, los autores, Pixabay Fuentes Los autores, Wikipedia, www.biografiasyvidas.com

abaniko, revista digital de las letras y las artes. enero/febrero 2021 • Año IV, número 20. ISSN 2445-4478 Las opinones vertidas en los textos que se publican son de exclusiva responsabilidad de sus autores, y no expresan necesariamente el pensamiento ni la opinión de la Dirección. abaniko es una publicación de Ediciones Kostadinova. www.edicioneskostadinova.com Todos los derechos reservados.

Dpto. Publicidad: 685 814 704 edicioneskostadinova@hotmail.com

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EDITORIAL

Como un niño al que le regalan zapatos nuevos ¡Estamos de celebración! A este magazine por su cuarto cumpleaños le regalamos una imagen nueva, nuevas secciones, nuevos colaboradores..., porque algo que merece la pena en este vida es ver a unos lectores satisfechos. Por eso nos hemos atrevido a hacer este sitio más ameno, para que el lector sepa quiénes son las personas que hacen AbaniKo. Este es un número más que especial. ¡El número 20! Empezamos la cuarta década de este magazine digital con un verdadero abanico cultural: los collage de Miriam Martínez Abellán, la peculiar poesía de Emilio Soler Poveda, el relato (y allí se esconde la primera sorpresa) de nuestro diseñador Juan de Dios Sáez, la fotografía de Sergio Ferreira... Por primera vez en la historia de este magazine, tiene una portada doble, pero la razón es que las dos fotógrafas, Mabel Salgado e Isa Herrera, son un equipo que es inseparable.

Por petición e insistencia de la gran amiga de AbaniKo María Fuensanta Alemán, hemos transmitido en estas páginas una conversación que tuvimos, (otra de las sorpresas de este número). ¡Y algo más! Tenemos nuevos colaboradores, nuevas secciones, nuevas experiencias. Con H de Historia por el director del museo Siyasa Joaquín Salmerón, La pincelada por los artistas del grupo Trazo6, empezando en esta ocasión con la pintora María José Caride, El resto es silencio por el director de teatro Antonio Saura. Nuestra chica de los Pentagramas, Albena Biserova, nos trae la entrevista a Sergio Vellido y por otra parte Victorio Melgarejo lanza sus preguntas A quemarropa a la cantante Lidia Martín. Sin duda un número muy interesante por lo cual les invitamos a disfrutar. ¡Hasta nuevos encuentros! Nadia Kostadinova

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enero/febrero 2021 Año IV, número 20

abaniko

editorial ................................................. 3

artes plásticas Miriam Martínez Abellán................ 6

poesía Emilio Soler ................................ 10

sabías que...?............................. 14

relato La comunidad.La antena en la azotea. Juan de Dios Sáez Clavijo............... 16

en portada Mabel Salgado / Isa Herrera...........20

fotografía Sergio Ferreira.............................22

imprescindibles Antonin Dvorák ..........................28

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conversaciones con Nadia Kostadinova .......................30

con H de historia Ordenanzas de bodegoneros en la ciudad de Murcia, 1585...........34

abaniKo News.............................36

El resto es silencio Las Artes Escénicas en la Región de Murcia.........................38

a Quemarropa Lydia Martín...............................42

Pentagrama Sergio Vellido...............................48

qué leer.....................................52

sumario

La Pincelada De mi paso por las aulas. La Infanbta Margarita...................47

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Miriam Martínez Abellán Artes Plásticas 6 en/feb21

Miriam Martínez Abellán Cieza, Murcia, 1978. Artista plástica, collagista y docente en Secundaria residente en Murcia (España). Es licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Murcia y Diplomada en Piano por el Conservatorio Superior de Música de la misma ciudad. Ha participado en múltiples actividades culturales relacionadas con el proceso creativo: talleres, conferencias, diseño de portadas de libros, ilustraciones para los mismos y carteles, además de labores de comisariado. La acompaña una amplia trayectoria expositiva en diversos espacios nacionales e internacionales; Berlín, Bruselas, Edimburgo, Madrid, Barcelona, Menorca o Alicante, así como en diferentes ciudades de la Región de Murcia. Su especialidad es el collage analógico (hecho a mano). Encontró en él su verdadera expresión artística. Lejos de lo digital, prefiere una experiencia directa y emotiva con los elementos. Recopila para ello imágenes de estética vintage, a partir de fotografías, postales, libros o revistas antiguas, objetos reciclados y diversos materiales. Su trabajo consiste en dotar de nuevos significados a imágenes ya existentes, reinventarlas y transformarlas, explorando con diversas texturas combinadas a modo de assemblages. Un halo de surrealismo mágico y cierta nostalgia acompañan a sus delicadas pero enérgicas obras. En sus conceptos predomina una intensa reflexión sobre la figura femenina en todas sus facetas, que se entremezcla con mensajes reivindicativos, irónicos y sociales, donde los elementos de la naturaleza y la búsqueda de la belleza adquieren un especial protagonismo. También trabaja con la intervención del objeto encontrado, que designa como poema-objeto. De nuevo, en la esencia del reciclaje, está el dar otras posibilidades de significado a los elementos. Dentro de un estilo propiamente conceptual, la mirada del espectador permanece activa y partícipe ante lo que observa. Proyectos actuales - La Biblioteca Regional de Murcia acaba de lanzar los nuevos carnés de socios con diseños de autor, ella es una de las artistas que ha realizado las ilustraciones para los mismos. Aquí compartimos uno de esos diseños, la obra titulada Whispered confidence. - Acaba de entregar el premio de la Segunda Edición del Concurso de Relato Corto Periodista Pedro Soler, para el que realizó el cartel y ha ilustrado el relato ganador. - Acaba de diseñar el Cartel que acompaña la Maratón Musical sobre los Beatles, que ofrece Onda Regional con motivo del 40 Aniversario de la muerte de John Lenon. - Próximamente expondrá de forma individual en la Galería Modus Operandi de Madrid. www.miriammartinezabellan.com @miriammartinezabellan contacto@miriammartinezabellan.com


Título: Whispered confidence. Técnica: collage analógico. Medidas: 10 x 18 cm. Año: 2020.

Miriam Martínez Abellán

Título: Identity. Colección: Hand Motif. Técnica: collage analógico. Medidas: 42 x 29,7 cm. Año: 2020.

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Artes Plásticas

Título: Resiliencia temporal. Colección: Hand Motif. Técnica: collage analógico, metacrilato y pan de oro. Medidas: 50 x 50 cm de diámetro. Año: 2020.

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Título: Filomela I. Colección: Trémula. Técnica: objeto intervenido. Medidas: 18 cm de diámetro. Año: 2016.


Título: Hand Motif I. Técnica: collage analógico sobre metacrilato y pan de oro. Medidas: 70 X 90 cm. Año: 2020.

Miriam Martínez Abellán

Título: Confitadas desde 15.03.2020. Técnica: objeto intervenido. Medidas: 10 diam. X 16 cm. Año: 2020.

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poesía

Emilio Soler EMILIO SOLER POVEDA Maestro de Primaria por emoción y escritor por vocación. De padre escritor, poeta y panochista, Emilio heredó la afición por el habla de la huerta murciana -y por ende el apodo: “El Corcho”-. Tras la enfermedad de su progenitor, tuvo que sustituirle como panochista oficial (perraneo) de su pueblo natal, Blanca, a la edad de 30 años. Esta circunstancia le llevó a descubrir el mundo de la escritura, de la poesía, y muy especialmente, de la literatura en murciano, en la que se ha sumergido de lleno encontrando una vocación inesperada, pero a la que sin duda estaba abocado por el destino. Tiene el privilegio y el orgullo de ser autor y “ricitaor” del Bando Anunciador del Bando de la Huerta los últimos cuatro años, desde 2016, año en el que fue nombrado “Perraneo del Bando de la Huerta de Murcia” (panochista oficial de las Fiestas de Primavera de Murcia). Finalmente, resaltar que es autor, junto con el pintor Álvaro Peña, del cuento “El secreto de Pablo” (mayo 2015), publicado a beneficio de la Asociación Española de Espina Bífida e Hidrocefalia (AMUPEHB) y que se difundió en todo el territorio nacional. El relato narra la historia de Pablo, un niño afectado de espina bífida, y las aventuras cotidianas del día a día que vive con sus amigos del colegio. Es un cuento que nace con espíritu integrador, normalizador y con la humilde pretensión de eliminar las ataduras lingüísticas que condicionan el concepto que la sociedad tiene de la palabra “especial”.

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El sueño del escondite -un poema perdido y una canción mal entonada-

Te veo Te veo, mujer, cuando de ti ya no espero ni el mínimo atisbo de lo soñado. Te veo, te conformo cuando tu rostro se ha ido y tu cuerpo apenas se intuye a lo lejos. Sé de ti casi todo cuando tu alma perfecta se diluye en el mar de la calma. Tengo la certeza de que eres tú, porque no eres nada de lo que imaginé.

Tempus fugit

Me hago mayor, envejezco por momentos; esta vida que me toca me trastoca, creo que por culpa del viento, azote fuerte sin miramientos. Ramblas de secano recorren mi piel ajada, maltratada por los días, las andanzas y los amores truncados; camino azorado con rumbo esquivo en noches quejumbrosas llenas de bruma, que cala hasta el alma. Se resienten cuerpo y espíritu de frías miradas, amistades agotadas y cercanías contrahechas, donde la soledad es la mejor compañía, la más honesta y fiel. Duele el músculo, crepita el hueso, tirita el corazón del condenado a eternas tardes impertérritas de costumbres infructuosas y esperanzas que vuelan; nada, nadie, des-norte. Me hago mayor, lo presiento cada vez que ordeno a mi pié izquierdo abandonar el dulce abrigo de mi amargo lecho, aun siendo consciente de no ser buen paso para ir al mundo.

Emilio Soler

Tiempo, tiempo, tiempo… ¿Qué tiempo tengo? (No tienes nada). ¿Cuánto te espero? (Un año, un mes, una semana,…). La duda apremia mi alma cansada. Pasa veloz, pero avanza despacio… (El tiempo que tarda en escribir tu epitafio). Momentos de gloria, horas de espera, días de rosas, meses de pena, años que duran la eternidad entera. Cuando ya han pasado todo se vela. (No aguardes más, ella te espera).

Mayoría de edad

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¿De qué hablamos? Hablemos de los días grises sin ti en el horizonte, de las lunas tan llenas que oscurecen el mar, de apagadas risas o algún paso de baile desleído, incomprendido y tenue. Hablemos del tiempo aquel que se fue y cada día sigue presente, cada minuto, cada instante, en la mirada fugaz, en brisas livianas o en gotas de rocío. Hablemos de ser quien fui, de no ser lo que era, de mirar siempre hacia atrás por temor a tropezar, de las alas sin vuelo, de anquilosadas plumas o sonrisas a medias. Hablemos del amor desmedido sin contrato ni tregua, de la entrega de dar poniendo todo sobre la mesa, de radiantes ojos abiertos serenos y limpios, esos que anhelé siempre y jamás vi. Hablemos de la fuga cuando ya no estabas al llegar yo, de la huida del ayer en pos del mañana sin detenerte en el hoy, estación donde esperé como Penélope en el tema de Serrat.

poesía

Poco queda ya por decir. Hablemos de ti, de cómo te va, de que ya eres feliz, de que estás en el hoy sin miedo, con vuelo, de que todo está dicho y de que yo vivo mi hoy.

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Llanto oscuro El llanto oscuro que mana de dentro, de lo más profundo del alma, no calla aunque no se oiga; no clama aunque crepiten los árboles y se quiebren las ramas. Ese llanto opaco que escucho a lo lejos en la pradera del alma, es melodía que suena a veces inacabada, algunas veces, casi siempre desafinada, y al final, nada: “¿Qué quieres? ¿Que suene música entallada?” Llanto que se desfigura, que se desbarata; vaporoso hilo que resbala empapando de humedad a su anfitrión, lo cala sin siquiera percatarse de la artimaña. Un llanto negro zaino exhala vapores hondos y recios de distancia, horizonte difuso en lontananza donde el mar con el cielo se toca y calla.


El juego del escondite

A las mujeres que amé (epitafio) A las mujeres que amé no tengo más que decirles; las conquisté sin reparos, sin pensar en consecuencias; amé cuanto de ellas pude y di lo que supe dar. Bien por falta de experiencia, bien por torpeza infantil o despiste interesado; o bien porque yo era así: las vi sufrir demasiado, pero de aquello aprendí. Así que, en este epitafio medido en versos de ocho, permitid, damnificadas, que haga reconocimiento del amor tan grande y bello que de vosotras me llevo. He crecido en compañía de caminos compartidos, de amistades confundidas y de deseos ajenos. Aprendí de mis horrores apostando sin remedio; apuré según el caso de unas más y de otras menos.

Este juego cruel al que no gano no me reconforta, tampoco a ellas, porque si me escondo y no me buscan, entonces me pierdo y no me encuentran.

No tengas miedo No tengas miedo, no has de tenerlo. Aunque presientas que se trunca el vuelo; Ráfaga de viento que es vendaval para quien no se atreve a echar a volar. No tengas miedo, no has de tenerlo. Sé que duele desplegar las alas, -están ateridas de no usarlas-, apenas recuerdan lo que es bailar. Aquí está mi mano, emprende el vuelo; si titubeas yo te sujeto. Seré ala delta mirando al sol es el momento, cambia la estación. No tengas miedo, no has de tenerlo. El cielo espera a pecho abierto con nubes blancas y azul etéreo, jugosos caminos que van a Oz. No tengas miedo, no has de tenerlo. Como Alicia, vuela a cualquier lugar: a jardines llenos de colores bellos donde tú eres tú y nadie más. Aquí está mi mano, emprende el vuelo; si titubeas yo te sujeto. Seré ala delta mirando al sol, es el momento, cambia la estación.

Emilio Soler

En conclusión, aquí estoy escribiendo frente al mar, mecido por su murmullo y curado por su sal, esperando que el reflejo de un sonido sea señal que indique que las sirenas encontraron costa y paz.

Juego al escondite con mis amantes, juego a que me encuentran y no estoy; juego a aparecer cuando no me buscan, juego a ser, a veces, quien no soy.

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Artes plásticas

sMurillo es uno de los pintores más universalmente conocidos, que vivió la práctica totalidad de su vida en Sevilla, con muchas curiosidades, algunas de las cuales queremos que conozcas. Murillo tomó este apellido de su abuela materna. Sus padres eran Gaspar Esteban, un famoso barbero cirujano de la ciudad de Sevilla, y María Pérez. Por tanto su nombre “real” sería Bartolomé Esteban Pérez. Se casó con Beatriz Cabrera, teniendo unos 10 hijos con ella probablemente. Pero de todos ellos, entre 3 y 5 murieron en la niñez debido a la gran mortalidad infantil y varios murieron también en la epidemia de peste de 1649. Sólo cuatro llegarían a la edad adulta. Ningún descendiente de Murillo se dedicó al arte de la pintura. Su hijo Gabriel viajó a América y los otros tres siguieron la carrera religiosa, convirtiéndose uno en canónigo de la Catedral hispalense. No solo pintaba sobre lienzo, también sobre tabla y más sorprendentemente, sobre cobre y sobre obsidiana, como se puede ver en algunas obras de la exposición Murillo IV Centenario. En 1660 funda la Academia de Pintura en la planta alta del actual Archivo de Indias, junto a Herrera el Mozo, la segunda Academia fundada en España y la 5º de toda Europa, suponiendo un gran avance, aunque sólo duraría 14 años por disputas entre sus miembros, sobre todo entre Murillo y Valdés Leal. El pintor introduce en la Academia el estudio de la anatomía humana, es decir, el desnudo directo, antes prohibido por el decoro. La decoración pictórica realizada por Murillo para la

Iglesia de Santa María la Blanca fue una de las grandes series que los franceses durante la expansión napoleónica expoliaron. Pero no todos conocen que dejaron un Murillo original, pintado unos años antes que los demás, perteneciente a su etapa de juventud. No reconocíeron al Murillo pleno en esta Santa Cena y lo desdeñaron.

Literatura

sEl escritor irlandés Johnatan Swift, autor de la novela “Los Viajes de Gulliver”, tuvo lo que se

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puede decir una vida “normal”, sin tantos datos extraordinarios, a excepción de uno (un tanto perturbador): la ya mencionada novela originalmente se titulaba “Viajes a varias naciones remotas del planeta en cuatro partes de Lemuel Gulliver, primero cirujano y luego capitán de varias naves”. Sí, bastante largo. Es considerado como el “creador” del nombre femenino Vanessa. La identidad de “Vanessa” correspondía a su amada Esther Vanhomrigh, a la cual le dedicó el poema “Cadenus and Vanessa” (en 1712). Usó las sílabas Van-Es y de ahí surgió el nombre Vanessa. Tal parece que no existe ningún registro anterior a ese poema en donde saliera ese nombre. En su ensayo “Una modesta proposición” (publicado en 1729), satiriza a los británicos con un argumento que apoya la ingestión de bebés humanos. Con esa “proposición” esperaba que se acabara la falta de alimentos a los hijos por la tacañería de los caseros de los padres. Y, como era de esperar, nadie entendió ni el por qué lo escribió ni cuál era su intención.

Fotografía

sJuan Rulfo fue también un gran fotógrafo. La obra literaria de Juan Rulfo (Apulco, Jalisco 1918 - Ciudad de México, 1986) está compuesta por las 400 páginas de un libro de cuentos, “El llano en llamas” (1953), y de una única novela, “Pedro Páramo” (1955). Sin duda, estas 400 páginas son algunas de las más elogiadas, imitadas, comentadas y estudiadas de la historia de la literatura. Tras la publicación de “Pedro Páramo” y hasta su muerte en 1986, Rulfo se sumió en el silencio


literario más profundo y no volvió a publicar más. No sería hasta 1980, durante el homenaje que le rindió el Instituto Nacional de Bellas Artes de México, cuando se supo que nunca había dejado de hacer fotografías. Sólo sus amigos más cercanos, sobre todo aquellos que lo habían acompañado en sus correrías por el país, lo habían visto disparar la cámara que siempre lo acompañaba. La sorpresa fue mayúscula: el escritor mundialmente reconocido se revelaba como un fotógrafo de insólita profundidad. Y en 1982, dentro del Festival Horizonte-82, se exhibieron en Berlín 60 fotos de Juan Rulfo. Después de su muerte, su familia informó de que los negativos dejados por Rulfo eran más de 4000. Su hijo Juan Carlos se ha ocupado de ordenar ese gran archivo acumulado por el escritor en cajas de zapatos en un cuarto de su azotea. Normalizada la divulgación de su fotografía, Juan Rulfo ingresó con todos los honores en la lista mexicana de artistas fotógrafos, siendo un caso único de fotógrafo-escritor con equivalente nivel de calidad en ambas prácticas artísticas. Cultivar el silencio no siempre significa estar callado y mucho menos interrumpir la comunicación. Tras alcanzar la excelencia, el reconocimiento y la admiración por su escritura, Rulfo nos invita a descubrirlo a través de sus fotografías.

convirtiéndose en una de las figuras clave para el desarrollo y popularización del jazz. Sus canciones se han convertido en clásicos y su legado, tanto vocal como instrumental, en escuela. Si lo hemos traído hasta aquí y para vosotros, es porque el 4 de agosto de 2020 hubiera cumplido 119 años, nada más y nada menos. No, Satchmo no fue el padre del scat. Para quienes no lo conozcáis, el scat es una técnica de jazz vocal basada en la improvisación. Su peculiaridad consiste en que los intérpretes cantan sonidos sin un sentido aparente, como una retahíla de onomatopeyas que puede tener hasta una intención humorística. El público suele asumir que Louis Armstrong fue el padre de esta forma de cantar jazz, pero nada más lejos de la realidad. De hecho, el primer intérprete fue el humorista Joe Sims, quien lo incluía en sus números a principios del siglo XX. Más tarde, otros artistas y músicos lo añadirían a sus registros. Lo que sí hizo el trompetista de Nueva Orleans fue popularizar el scat gracias a su mítico tema Heebie Jeebies en aquel 1926. Después de él, Cab Calloway, Ella Fitzgerald, Sarah Vaughan y Bobby McFerrin se sumaron a esta peculiar manera de cantar y se convirtieron en otros de sus representantes. Uno de los temas de Louis Armstrong está viajando por el espacio. Las Voyager son dos sondas espaciales que la NASA envió a cuatro planetas del sistema solar en la década de los setenta. Ambas llevan en su interior un disco titulado Sounds of the Earth, en el que un comité científico, dirigido por Carl Sagan, introdujo sonidos e imágenes que representan al planeta Tierra y a la vida que hay en él. El objetivo de esta compilación pretende ser una cápsula del tiempo, una manera de «difundir» el legado cultural, científico y físico de la Tierra y sus habitantes. He ahí la importancia de esta curiosidad sobre Armstrong: ¡una de sus canciones está viajando por el espacio! En concreto, el tema Melancholy Blues. De esta manera, el trompetista de Nueva Orleans se ha convertido en uno de los representantes del jazz a nivel nacional, internacional y espacial. Fuente: wikipedia.

Música

s¡Quién no haya oído hablar de Louis Armstrong que levante la mano! Estamos seguros que la gran mayoría sabéis quién fue el mítico trompetista y vocalista de jazz. Louis Armstrong, también conocido como Satchmo, Pops y Satch, nació en el seno de una familia muy humilde de Nueva Orleans. Los sucesos de su vida lo llevaron a la música,

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La comunidad. La antena en la azotea. El día que me apuñalaron en la azotea del edificio, lo comprendí todo. ¡Me has jodido la vida, cabrón! -dijo uno. ¡Maricón de mierda! -masculló otro de ellos, mientras entre los tres me clavaban repetidamente los cuchillos, que frenéticamente buscaban huecos allá donde mis manos no se interponían. -¡No pego ni dos polvos al mes! ¡Hijo de puta! I Lola y yo llegamos a la ciudad a mitad del invierno de 2003. El puesto de jefe de reposición en el hipermercado, junto a un decente aumento de sueldo, fue lo que nos animó a cambiar nuestras vidas y desplazarnos a trescientos kilómetros de nuestro pueblo, de nuestra familia, de nuestros amigos... de nuestra vida cotidiana. Si bien es cierto que la cantidad económica no era considerable, la idea de cambiar de aires, de comenzar de nuevo en un lugar distinto, nos atrajo sobremanera; siempre nos gustó la aventura. A los pocos días de instalarnos, Lola ya estaba trabajando como dependienta en una perfumería cercana al piso que habíamos alquilado. El edificio era bastante antiguo y se erguía en un barrio dormitorio de trabajadores madrugadores, que paseaban con sus esposas y sus niños, mal embutidos en sus mejores galas, los domingos por la mañana por la cercana plaza del ayuntamiento. La ilusión de conocer un lugar nuevo, de descubrir calles, plazas, tiendas, supermercados, bares, paradas de autobús o aparcamientos subterráneos, compensaba las incomodidades que conlleva el ritmo frenético de la ciudad, el no conocer a nadie, el vivir en un frío y destartalado edificio, el sentirse en un sitio que no es el tuyo. Siempre me consideré un hombre un poco distinto de lo habitual. Mis padres me educaron en lo que ahora se denomina igualdad de sexos. Hombre y mujer, la pareja, trabajan por igual para mantener a la familia. En mi casa, ayudábamos todos en las labores domésticas. Mis dos hermanas, mi padre y yo, colaborábamos junto a mamá en el funcionamiento diario de nuestras vidas. Si he de ser sincero, siempre he pensado que esto influyó muy positivamente en que Lola se fijara en mí. Por motivos de horario, me encargaba de la compra al salir del trabajo. A las 6 de la mañana, empezábamos las reposiciones, para que el público pudiese tener los productos a su disposición al abrir el hipermercado. A las 12, salíamos para comer, entrando de nuevo a las 4 para terminar la jornada a las 8. Normalmente, mientras la comida hervía, aprovechaba para tender la ropa en la galería. Un mediodía, mientras tendía una lavadora de ropa blanca, noté que la vecina del tercero, frente a mi ventana pero un piso más abajo, me observaba disimuladamente. Dejó las pinzas y la pequeña camiseta azul que llevaba en las manos y desapareció hacia el interior, dando voces. -¡Pepe! ¡Peeepee! ¡Asómate! El tal Pepe -que debía de ser su marido-, apareció en la penumbra. Tan sólo pude ver de reojo que llevaba unas pantuflas grises y un pantalón azul de trabajo. Al entrar de nuevo a la cocina, los escuché vagamente discutir durante un largo rato, hasta que el sonido de un portazo se confundió entre los pitidos del vapor de la olla exprés.

Algún tiempo después, noté que las inquilinas que habitaban el bloque comenzaban a saludarme cuando coincidíamos en el ascensor, o a la entrada del edificio. Lo normal es, que, a las personas que llegan nuevas a una comunidad, los vecinos tarden unas tres semanas en iniciar los rituales de costumbre (hola, adiós, buenos días...) tras familiarizarse con la nueva presencia; según un estudio de la Universidad de no sé dónde, que Lola había visto en internet. Los hombres, incluso –según la susodicha estadística-, tardaban hasta varios meses más. Conforme iba pasando el tiempo, las féminas comenzaron a inquietarme ligeramente. A menudo, las notaba cuchichear entre ellas conforme me acercaba hacia el portal del edificio o cuando entraba en la carnicería que había dos portales más abajo. Se mostraban más agradables de lo habitual y me sonreían gracilmente al coincidir en la escalera, al bajar la basura, o cuando llegaba cargado con las bolsas del supermercado. Las dependientas de la pescadería, de la carnicería e incluso del estanco cercano, me trataban con la sonriente amabilidad que tanto echaba de menos desde que no estábamos en el pueblo. Por fin, comenzaba a sentirme habitante de la ciudad, casi como si hubiera nacido en el barrio. Lola, a su vez, también afianzaba sus relaciones con los compañeros de trabajo y parecía que las cosas no eran tan difíciles como cuando llegamos. Hasta quedaba de vez en cuando, a tomar café con una amiga de la perfumería. Sin embargo, cuando entrábamos en el bar de debajo de casa, parecía hacerse un silencio. Los hombres nos miraban fijamente. Serios. Y al instante seguían con sus absurdas discusiones futbolísticas o políticas. *** Aquella tarde, disfrutaba viendo un interesante documental sobre las islas Caimán recostado en el sofá. Lola había ido al pueblo para pasar el fin de semana. Era un sábado de junio en el que el país estaba casi paralizado por culpa de la retransmisión de un partido amistoso de fútbol entre España y no sé qué selección europea. Justo cuando el biólogo explicaba la variedad faunística de la costa, la imagen del televisor se transformó en una granulada y borrosa mancha gris. –Vaya, otra vez- me dije. Ya había sucedido un par de veces durante el invierno. El viento, según me dijo el presidente de la comunidad, un tal Joaquín, movía de vez en cuando las antenas individuales de los propietarios, variando así la recepción de la señal. La solución era tan sencilla –me explicó, secamente- como subir a la azotea y girarla hacia el norte, para que volviera a recibir la emisión del repetidor del pico de Carrascoy. Los alambres del tendedero de la azotea estaban plagados de sábanas blancas. Era lo único que los inquilinos tendíamos fuera del patio de luces, por el espacio que ocupaban y porque cualquier prenda (incluso la ropa interior) que se nos ocurriera dejar allí, desaparecía antes de secarse. Sin embargo, a la ropa de cama de los demás, todo el mundo le tiene asco, creo yo. Iba caminando entre el angulado suelo, mientras agachaba la cabeza, tratando de

Relato

Juan de Dios Sáez Clavijo (Alcantarilla, 1969) es diseñador gráfico. Aficionado a la música y a la escritura, ha participado durante

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varios años en asociaciones literarias como La Molineta Literaria o Molínea. Muchos de sus relatos y poemas han aparecido en diversas publicaciones y revistas. Tiene en su haber el libro de poesía “Sifarnodo, noches de luna oscura” (2011). Colabora habitualmente con Nadia Kostadinova en “Hay una carta para ti”, espectáculo poético musical en el que acompaña con guitarra y armónica. Parte de sus inquietudes literarias, las vuelca en redes sociales y principalmente en un blog, bajo el pseudónimo Sifarnodo. http://sifarnodo.weebly.com


no tropezar con la maraña de cables de alambre. Cuando fui a apartar una de ellas, noté una sombra que, de frente y tras la tela, se abalanzó hacia mí. Salté hacia atrás, asustado, y sentí cómo topaba contra un cuerpo que me hizo caer al suelo, mientras un agudo escozor en la espalda me hizo estremecer. Tumbado, sólo pude escuchar algunas frases entrecortadas. Tres sombras a contraluz me infligían, sin cesar, cortes y pinchazos con cuchillos como los que usaba a diario para trocear cebolla en juliana, picar tomates o laminar unos dientes de ajo que acompañaran alguna moderna ensalada. Mientras me desangraba en el suelo, intentando asimilar lo que estaba pasando, pude ver las zapatillas grises que aquel día llevaba el marido de la vecina del tercero. Y allí me dejaron, bajo el sol primaveral, tumbado en un caliente charquerío de sangre, pretendiendo gritar, pedir ayuda... Y antes de morir, sin aliento, pronuncié su nombre... Lola. II Hola, me llamo Pepe, Pepe Martínez. Soy de esta ciudad y hace más de veinte años que vivo en un edificio como otro cualquiera. Cuando era un zagal, las cosas eran distintas, esto... esto era un pueblo, era... era el pueblo. La gente solía ser de otra manera, todo resultaba distinto. Antes, las cosas eran... no sé, como antes. Cuando empecé a rondar a la Conchi, ella también era distinta. No era como las mujeres de ahora. La verdad es que tenía buen ejemplo que seguir; mi suegra siempre fue una mujer de su casa, como su madre, como mi abuela.

Un día, llegó a vivir al bloque una pareja de... no sé cómo decirlo, creo que ni siquiera estaban casados. El caso es que, al principio, todos recelábamos de la gente que venía a vivir a nuestro edificio. Desde que murieron la señora Paquita y Doña Magdalena, la viuda de Tomás el de las fraguas, habían quedado dos pisos más en alquiler en el bloque. Matrimonios, familias, e incluso algunos ruidosos estudiantes habían pasado ya diferentes temporadas en nuestra comunidad. Por supuesto, siempre eran personas de las que nunca nos fiábamos hasta que llevaban algún tiempo entre nosotros. La gran mayoría se iba a los pocos meses y solían ser molestas, maleducadas, conflictivas y a veces hasta robaban prendas de los tendederos de la azotea. Con la llegada de los últimos inquilinos, comenzaron los problemas. Al principio, ni mis vecinos Javi y Jesús ni yo les dimos importancia. Pensamos que, como casi todos los

Juan de Dios Sáez Clavijo

Al poco de casarnos, vinimos a vivir a este bloque. Pronto, pudimos compramos un televisor; después, un coche, y, poco a poco, hasta un lavavajillas para Conchi. Luego, llegaron los críos, la vida familiar... Éramos muy felices, con mi trabajo en la fábrica, los amigos, las partiditas en el bar, el paseo de los domingos... todo iba bien, a pesar del mísero sueldo que ganaba y lo que gastaban los niños. La verdad es que nunca nos ha faltado nada. Lo que siempre me gustó de Conchi es cómo sabía llevar las cosas de la casa para alante, lo bien que tenía dispuestos y arreglados a los niños para pasear por la plaza del ayuntamiento, los domingos por la mañana..., y la comida: es una cocinera magnífica. Pero los tiempos han cambiado, el pueblo se ha ido convirtiendo, poco a poco, en una gran ciudad. Autobuses, tiendas, centros comerciales, discotecas... todo creció sin apenas darnos cuenta de la gran cantidad de gentes de otros lugares que venía en busca de trabajo. Yo, como Javi el carnicero y Jesús el de la droguería, siempre tuve la idea de que todos esos que acudían a invadir nuestro pueblo de coches, ruidos y alboroto urbano, eran los culpables de los cambios que estaba sufriendo este lugar.

demás, cambiarían de domicilio en pocas semanas. Pero, a los tres meses, parecía que llevaran años en el edificio. Eran educados y no excesivamente ruidosos, aunque pronto comenzamos a notar que su comportamiento era demasiado anormal... sobre todo el de él. Nunca se dejaba ver por el bar sin que la chica lo acompañara, saludaba sonriente a los vecinos que se tropezaba en el rellano de la escalera o en el ascensor y, lo que nos parecía más extraño, compraba casi a diario en la carnicería o en la tienda de ultramarinos, o en la panadería como hacían, de toda la vida, las mujeres del barrio. Poco a poco, fuimos conociendo más detalles del tipo en cuestión, un tal F. J. Riquelme, según rezaba el papelito que identificaba el buzón del piso cuarto, puerta dieciséis. Al parecer, las mujeres de la comunidad ya cuchicheaban entre ellas, comentando los trucos culinarios que, a menudo, explicaba con detalle el individuo mientras esperaba su turno en la carnicería. Incluso, Javi escuchó cómo varias de ellas narraban, orgullosas, a otras vecinas del barrio el hecho de que en su edificio vivía un matrimonio de esos modernos, en los que el marido hacía la comida, barría la cocina y tendía la ropa. Casi sin darnos cuenta, todos empezamos a tener más discusiones conyugales de lo normal. Cuando jugábamos la partida del sábado, cada vez era más habitual terminar encabronados tras salir el tema que comenzaba a traernos de cabeza. Que si mi mujer dice que a ver cuándo hago algo en casa, que si la mía quiere que la saque más de paseo a cenar, que por qué no vamos juntos al bar de abajo... Las peleas matrimoniales comenzaron a desembocar en venganzas personales. Tanto Conchi, como las mujeres de Javi y Jesús, disminuyeron considerablemente sus relaciones con nosotros. Era como si se hubiesen puesto de acuerdo. Cada vez que me acercaba a ella con intenciones sexuales, se negaba en redondo, alegando, en un tono entre enfadado y despectivo, que cuando le ayudara en las labores del hogar y me comportara como un “hombre moderno”, ella también se comportaría como una “mujer moderna” y liberal “de las de ahora” –decía. Llegó incluso a rondarme por la cabeza la idea de que pudiera estar poniéndome los cuernos. En una ocasión, estaba tumbado en el sofá esperando la comida, cuado Conchi me llamó a gritos desde la cocina. -¡Pepe! ¡Peeepee! ¡Asómate! Cuando llegué, creyendo que me iba a sentar a la mesa ante un suculento estofado, me indicó meneando el dedo, en dirección al patio de luces. Sin asomarme del todo, pude ver al nenaza del vecino cómo tendía unas camisas blancas con el emblema de un famoso hipermercado. -¿Lo ves?, ¡a ver cuándo aprendes! La bronca fue monumental. Hacía muchos años que Conchi y yo no habíamos discutido tan intensamente. Mientras hacia el interior del patio sonaba el pitido de una olla exprés, ella me recriminaba mi forma de vida, poniendo como ejemplo al maldito vecino del cuarto, y yo le gritaba que si me había hecho levantar del sofá para semejante gilipollez...

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Un sábado, mientras jugábamos la partida de dominó en el bar, mis compañeros de fatigas y yo acordamos acabar definitivamente con el problema. Planeamos la forma de deshacernos del tal Riquelme, al que denominábamos entre otros, con términos como el maricón, la nenaza, o simplemente el hijoputa ese. *** Aquella tarde, habíamos quedado en casa de Javi para, supuestamente, ver el España-Francia, aprovechando que su mujer y la mía habían salido a casa de una amiga a una de esas reuniones de “TupperWare” en las que te ofrecen cientos de fiambreras de plástico de inverosímiles formatos y colores que, generalmente, terminan a los dos meses en el fondo del armario más olvidado de la cocina. La verdad es que me sorprendió verla salir por la puerta con aquel traje estampado tan colorido y ajustado. Incluso pensé que era mi día. Por un instante, me la imaginé entrando en la habitación contoneando las caderas -después del emocionante partido que ganaría nuestro equipo-, olvidadas ya las últimas discusiones, dejándome que le quitara suavemente la ropa, entre sudores y jadeos, como cuando éramos recién casados. El muy imbécil, el del cuarto, había comentado en más de una ocasión, en la tienda de Jesús, que gustaba de ver los documentales de bichos y esas cosas que abundaban en las emisiones televisivas de la tarde de los sábados. Tal como estaba planeado, subimos a la azotea convenientemente armados de cuchillos y otros instrumentos de la carnicería de Javi. En un instante, conseguí girar la antena de televisión marcada con la inscripción 4-16, hasta orientarla en la dirección contraria a las demás, tal como había hecho otras veces. Los alambres del tendedero de la azotea estaban plagados de sábanas blancas entre las que nos escondimos, distribuyéndonos estratégicamente para que la víctima no pudiera escapar, habiendo pensado incluso, cómo cerrarle el paso en el caso de que algo no saliera bien. A los pocos minutos escuchamos unos pasos subiendo la escalera, que se hicieron cada vez más cercanos hasta que, en un momento dado, intuimos cómo una figura caminaba lentamente entre el macabro pasillo de soleadas sábanas. Cuando la sombra apartó una de ellas, nos abalanzamos sobre él para acuchillarlo, mientras le insultábamos, descargando la ira de los problemas que nos había causado. III

Relato

Cuando llegué a vivir a este edificio, Pepe y yo acabábamos de regresar de nuestro viaje de bodas. Habíamos estado una semana en Mallorca, disfrutando de la ciudad, de sus monumentos, de los restaurantes y de la playa, que no habíamos visto nunca. Siempre recordaré la primera mañana en que nos despertamos juntos y compartimos, en la pequeña terrazita del hotel, un suculento desayuno con dos gigantescas bandejas repletas de cafés, ensaimadas, zumos y pastelitos, que no sabíamos por dónde empezar a degustar. La verdad es que, durante todos estos años hemos sido muy felices, hemos tenido nuestros más y nuestros menos como cualquier matrimonio normal, con nuestras discusiones y nuestros momentos felices, además de tres hijos maravillosos. Si he de ser sincera, no tenemos para muchos caprichos, pero somos de los que nos conformamos con poco para lo mal que está la vida hoy en día. Yo siempre he sido una mujer de las de antes, me gusta cocinar y tener a mi familia lo mejor atendida posible, con la casa siempre limpia por si vienen visitas y mis hijos bien vestidos y arreglados para el paseo de los domingos.

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Hace unos meses, mi forma de ver la vida comenzó a cambiar. Todo sucedió a raíz de la llegada al bloque de una pareja de jóvenes (muy bien parecidos, por cierto). Eran agradables, simpáticos; desde el primer momento, su educación y amabilidad destacaban gratamente, sobre todo, teniendo en cuenta la cantidad de vecinos indeseables, ruidosos o maleducados que habían pasado en los últimos años por los distintos pisos de alquiler que aumentan, cada vez más, en el edificio. Cedían sonriendo el paso a la hora de entrar al portal, daban conversación mientras duraba el viaje del lentísimo ascensor, e incluso, saludaban amablemente cuando te los encontrabas en la carnicería de Javi, el marido de Amparo, o en cualquier tienda del barrio. Al poco, comencé a darme cuenta de que él era un hombre distinto a todos los que había conocido. Además de joven y bastante atractivo, no se comportaba como los que conocí desde mi juventud. Una de las cosas que más me sorprendió al principio fue el día en el que coincidimos, casualmente, tendiendo la ropa en la galería. Pensé que sería algo circunstancial, imaginé que su mujer estaría de viaje o que se encontraba solo por algún otro motivo y que, como todos los hombres, cuando se quedan más de cuatro días en una casa (el tiempo que tardan en utilizar toda la ropa limpia y planchada disponible), se habría visto obligado a enfrentarse, en lucha a vida o muerte, con ese horroroso engendro tecnológico y satánico al que las amas de casa denominamos simplemente con el término lavadora. Conforme fueron pasando los días, me di cuenta de que las cosas no eran tal y como yo pensaba. Poco a poco comprobé que tendía la ropa frecuentemente, a la misma hora del día, además, alguna de las veces, pude entrever por la ventana de su galería cómo pelaba patatas, barría la cocina, o preparaba pacientemente guisos y comidas que, a juzgar por el olor que terminaba impregnando todo el patio de luces, debían de resultar muy sabrosos. Indagando durante las conversaciones diarias con las demás vecinas, pude saber que no estaba solo en casa, que su mujer, o novia, o lo que fuera, no estaba de viaje ni nada parecido y que acostumbraba a subir a la azotea para prender las húmedas sábanas en los gruesos y ondulados alambres que discurrían desordenadamente por la terraza del edificio. El extraño comportamiento del vecino comenzó a ser, cada vez con más asiduidad, el tema de conversación no sólo entre las habitantes del bloque cuando nos encontrábamos al volver del mercado o esperando el ascensor, sino también entre las mujeres del barrio al coincidir en las tiendas donde a diario comprábamos los arreglos para la comida. Casi sin darme cuenta, empecé a observarlo de una forma casi obsesiva. No sé por qué, pero me llamaba la atención su manera de ser. Una forma de ser que no había visto nunca. Procuraba salir a la galería o subir a la azotea a tender a la hora en la que él lo hacía mientras, disimuladamente, observaba sus movimientos, analizaba la forma en la que colocaba las pinzas sobre la arrugada ropa, o miraba de reojo la manera en que distribuía las prendas y, todo hay que decirlo, le saludaba sonriente radiografiando su cuerpo, intentando adivinar lo que escondería la camisa listada del uniforme del hipermercado en el que trabajaba. Creo que, a raíz de esos fugaces encuentros, comencé a sentir algo extraño. Volví a recordar los tiempos en los que Pepe y yo éramos novios y todo mi cuerpo se estremecía al verlo aparecer por la puerta de la casa de mis padres, con su camisa almidonada, para llevarme de paseo por el parque en la tarde de los sábados. No sé porqué pero, desde que pude comprender lo que me estaba sucediendo, mi relación con Pepe cambió por completo. Empezaba a pensar lo distinto que sería todo si mi marido fuera de otra manera, si no hubiera cambiado tanto, si no hubiese dejado, con el paso de los años, de acariciarme el pelo suavemente recostados en el sofá, o de besarme ligeramente en el cuello musitando agradables palabras, o de levantarse para


traerme un vaso de agua en las cálidas noches veraniegas, o de escuchar de mis labios lo mucho que lo quería, después de hacer el amor. Sentía envidia de aquella mujer a la que su compañero ayudaba en las tareas de la casa y, por primera vez en mi vida, me planteaba mi propio día a día. Mi comportamiento hacia Pepe fue variando bruscamente. Detalles a los que no les daba importancia, comenzaron a molestarme más que nunca hasta el punto de que llegué, incluso, a sentirme como una de esas esclavas que tenían la comida preparada, el palacio limpio y la libido preparada por si al sultán, esa noche, le apeteciera disfrutar entre los apestosos aromas del vino y el tabaco, de la mejor de sus concubinas, antes de roncar como un caballo moribundo, hasta el amanecer. En alguna ocasión intenté hacerle ver, poniéndole como ejemplo al vecino del cuarto, mientras éste tendía la ropa, lo bonito que sería compartir las labores habituales de la casa y de la vida diaria, con el mismo afán con el que disfrutábamos juntos cuando éramos novios con cualquier acontecimiento o responsabilidad que, por aquel entonces, afianzaba más nuestra relación. Pero con eso, lo único que conseguí, además de una tremenda discusión, fue que nos distanciáramos aún más. Imaginaba cómo sería mi vida si estuviera junto a un hombre como aquél con el que, disimuladamente pero cada vez con más frecuencia, conseguía coincidir en la tienda, en el ascensor, o recogiendo la ropa. Llevaba, la verdad, mucho tiempo soñando con él.

Abandoné los últimos peldaños de la escalera, cruzando decidida el umbral de la puerta que daba paso a la azotea y, quizá,... a una nueva vida. IV ¡Me has jodido la vida, cabrón! -dijo uno. ¡Maricón de mierda! -masculló otro de ellos, mientras entre los tres me clavaban repetidamente los cuchillos, que frenéticamente buscaban huecos allá donde mis manos no se interponían. -¡No pego ni dos polvos al mes! ¡Hijo de puta! Caí al suelo, sangrando, con cortes por todas partes. Mi cabeza golpeó sonoramente contra el terrazo y me quedé boca arriba observando el cielo, las sábanas salpicadas de sangre y la luz que anaranjaba tenuemente las pocas y lejanas nubes que acompasaban el difuminado atardecer primaveral. Cesadas las embestidas, entre el aturdimiento y el cansancio, giré la cara hacia un lado en gesto mortal de abandono, de resignación... de despedida. Entonces, sin apenas fuerzas para mantener los párpados abiertos, con la mejilla cálida junto al soleado suelo, la vi. Estaba tendida, varios metros más allá. Escuché pasos, voces. - Dios, ¿otra vez? - Me la encontré en el ascensor cuando subía con la bolsa de las herramientas. La muy zorra volvió antes de tiempo de su puto pueblo. Me la he cargado a martillazos, ¡nos iba a estropear el plan! No eran trigo limpio –escuché decir al que reconocí como Jesús, el dueño de la droguería. Antes de morir, sin aliento, con su imagen ensangrentada en mi cabeza pronuncié su nombre... Lola.

*** Despedí a mi amiga aceptando un insonoro beso en la mejilla tras abandonar el ascensor en la portería del edificio. Habíamos bajado juntas, sin mediar apenas palabra. Ella desapareció sonriente hacia la calle, mientras yo pulsaba nerviosa el último botón del elevador sin saber con certeza hasta dónde sería capaz de llevarme. Mientras subía, me observaba a mí misma en el espejo, apretando los labios rojos de carmín y suavizando con la mano hasta el más mínimo pliegue que el ajustado, floreado y provocativo traje pudiera conservar. Me imaginaba cómo le confesaría mi amor, cómo le diría lo mucho que deseaba que me estrechara entre sus brazos. Me preguntaba qué haría si me decía que

¿Qué vais a hacer? -dijo ella. - Lo de siempre, Conchi –comentó su marido- lo de siempre. No le compres carne a Javi hasta dentro de un mes. y... por cierto... ¿Qué cojones haces tú aquí?

Juan de Dios Sáez Clavijo Molina de Segura, junio de 2007.

Juan de Dios Sáez Clavijo

Un día, me decidí. Ideé una manera para acudir junto a él a la azotea del edificio y decirle lo que sentía. Confiaba en que era una persona que, al menos, me escucharía y quizá, quién sabe, a lo mejor hasta acabaría enredando sus dedos entre mi pelo suavemente, mientras me besaba ligeramente, para terminar musitando bonitas palabras acompasando mi cuerpo estremecido. Mi amiga Paqui, la mujer de Javi, me ayudó. Era la única del bloque con la que realmente tenía la suficiente amistad como para haber hablado con total confianza de lo que me estaba sucediendo. La verdad es que ella fue la que, ilusionada, me organizó la cita. Por la amistad que tenía su marido con Don Joaquín, el presidente de la comunidad, había oído hablar más de una vez del problema que solía provocar el viento en la terraza del edificio cuando agitaba fuertemente las antenas de televisión. Es más, en alguna ocasión, había subido con su marido para enderezar la dichosa antena con el fin de poder continuar viendo una de esas series televisivas de amor, celos, pasión y desengaño que tanto le gustaban y que el viento, momentáneamente, se había llevado. A Paqui se le ocurrió también la genial idea de inventar una de esas famosas reuniones de “TupperWare” en casa de una antigua conocida de la que, realmente, tenía la certeza de que hacía varios años que había desaparecido del pueblo para ocultar su afición a las mujeres, el mismo día y a la misma hora en que sabíamos que, como en ocasiones anteriores, nuestros maridos disfrutarían en su casa de un emocionante partido de fútbol.

no, o si montaba en cólera, escandalizando a todo el edificio y, por unos momentos, noté incluso cómo me temblaban las piernas. Recordando las palabras de Paqui antes de cerrar la puerta del zaguán, tú vales mucho, Conchi... tú vales mucho –dijo-, la sensación de miedo dio paso a una euforia y a una seguridad, que fueron aumentando a la par que el ruidoso ascenso del pequeño habitáculo. 4-16, esa era la inscripción que encontraría en la base de una de las antenas de televisión y que debía girar media vuelta. O vuelta entera. O retorcerla para esperar, escondida entre las blanquecinas sábanas, a que subiera a enderezarla un hombre que me imaginaba cariñoso, suave... dulce.

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Mabel Salgado / Isa Herrera Todo empieza por casualidad en un curso de fotografía nocturna en Belchite en el que la magia de los cátodos conquista a las dos amigas, Mabel Salgado e Isa Herrera. Desde entonces no han dejado de desarrollar su técnica y fomentar su creatividad. Las dos juntas tienen un proyecto sobre mujeres que han hecho historia por distintos motivos, titulado “Ladies of the light”, que desarrollan a través de distintas técnicas. Charlamos con ellas a través de la distancia, debido a las circunstancias que nos impiden una entrevista cara a cara. Por Nadia Kostadinova

en portada

“Hemos perdido quizás la estética de algunas cámaras, Es una costumbre en las entrevistas de Abaniko empezarlas con la más simple de las preguntas: ¿Quiénes son Mabel Salgado e Isa Herrera? Isabel Herrera es una fotógrafa multidisciplinar, que disfruta mucho tanto en la naturaleza como en lugares abandonados de noche, como observando la vida en la ciudad. Centrada actualmente en la formación en Vilanova i la Geltrú, dónde reside, como en Barcelona en la escuela Training photo. Mabel Salgado es una fotógrafa especializada en fotografía nocturna y Light Painting. Mezcla su experiencia en el mundo de la moda para complementar sus retratos de Light Painting. También le encanta hacer sus propias herramientas de luz.

la casa, el trabajo. En cuanto tenemos unas horas las aprovechamos al máximo, pero casi siempre robando horas de sueño. En el campo de la fotografía en general, la gran mayoría son hombres, pero cada vez, nos encontramos más mujeres.

¿Es difícil para las mujeres el mundo del cuarto oscuro? Siempre ha sido y es difícil: poco tiempo, dedicación a la familia,

Hablemos de vuestro proyecto “A la luz de las mujeres”. Nos gustaba la idea de hacer algo que tuviera que ver con

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Si de alguna manera pudieran retroceder en el tiempo, ¿qué se traerían de vuelta? Nos encantaría conocer a muchas de las mujeres de nuestro proyecto “A la luz de las mujeres”... tomar un café con Curie, apoyar a Rosa Parks, visitar una exposición con Yayoi Kusama, ser modelos de Chanel, acompañar a Joana Biarnés, y un gran etcétera.


la magia y el olor del cuarto oscuro con esa luz roja.”

Vivimos en un mundo digitalizado. ¿Echáis de menos la simplicidad de la fotografía de antes? En cuanto a técnica no. Hemos mejorado indudablemente. Nos ha facilitado el peso de los carretes, el ISO, el control hasta el final de la impresión. Hemos perdido quizás la estética de algunas cámaras, la magia y el olor del cuarto oscuro con esa luz roja. Muchos fotógrafos tienen un tema preferido y a la hora

de disparar la cámara siempre buscan un vínculo entre la realidad y su perspectiva. ¿Os pasa a vosotras? Supongo que siempre lo hacemos. Estemos preparando el atrezzo para una escena o vistiendo a una mujer, siempre, hasta llegar a apretar el obturador ha habido algo que nos ha conquistado, que nos ha enamorado y queremos mostrarlo al mundo como nosotros lo hemos querido ver. ¿Qué os gustaría dejar para la eternidad? Muchas emociones al ver nuestras imágenes y mayor igualdad para las mujeres a nivel mundial. Y para despedirnos, ¿cambiaríais la cámara por otra cosa? Creemos que sería una cámara mejor y con menos peso, pero siempre una cámara.

Mabel Salgado / Isa Herrera

nosotras, las mujeres. Una noche, durante una sesión con una modelo a la cual convertimos en Juana de Arco en “el bosc de les creus”, un bosque donde el artista Marc Sellarés realizó cruces con los troncos quemados, surgió la idea de seguir con más mujeres que nos hubieran cautivado, por su carácter, por su fuerza, por su vida.

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SERGIO FERREIRA @sefegram /sergioferreira.photo/

Desde muy joven siente una atracción especial por el mundo de la imagen, pero será con 18 años cuando muestre un mayor interés por la fotografía. Su ingreso en 1982 en la mítica AFOCAR (Asociación Fotográfica de Cartagena) confirma definitivamente la elección de este lenguaje como forma de expresión artística y el comienzo de su auténtico aprendizaje. Transcurren años de intensa actividad y extraordinaria creatividad durante los cuales intercambia, comparte y amplía conocimientos con sus compañeros. Participa en exposiciones colectivas así como en concursos regionales, nacionales e internacionales obteniendo varios premios y selecciones. Sin embargo, en 1991 por motivos personales cuelga la cámara y desaparece de la escena fotográfica hasta su vuelta en el año 2003 con un trabajo titulado “En primera línea”. Fotógrafo analógico y autodidacta en sus inicios, es a partir de 2006 cuando inicia su adaptación al mundo digital complementado su formación a través de talleres y seminarios impartidos por autores de reconocido prestigio como Joan Fontcuberta, Miguel Trillo, Manolo Laguillo, Walter Astrada, Chema Madoz, Luis Castelo o José Mª Mellado entre otros. Titulado en Artes Visuales, Fotografía y Proyecto Personal por la Universidad Miguel Hernandez de Elche, su trabajo gira en torno al reportaje, el documentalismo, la fotografía de arquitectura y de calle, el retrato y el conceptualismo. En esta segunda etapa varios de sus trabajos se han

Fotografía

expuesto y publicado, y han sido reconocidos a nivel internacional por Sony, National Geographic, Prix de la Photographie Paris (Px3), Chromatic Awards, International Photo Awards (IPA), Exhibit Around, Urban Photo Awards, Paris Street Photo Awards, Tokyo International Photo Awards, Black & White Spider Awards o Dodho International Magazine. Las fotografías que aquí se muestran fueron capturadas con un smartphone.

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SERGIO FERREIRA Mirador / Isla Plana / Cartagena / 2014

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FotografĂ­a

Antigones / Cartagena / 2013

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Edificio Gobierno Militar de Cartagena / 2014


Centro de estancias diurnas / Torrepacheco / 2014

SERGIO FERREIRA

Hospital La Vega / Murcia / 2014

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FotografĂ­a

Embarcadero de El Hornillo / Ă guilas / 2014

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Auditorio El Batel / Cartagena / 2014


Auditorio Infanta Doña Elena / Águilas / 2014

SERGIO FERREIRA

Edificio Quórum / Elche / 2014

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Imprescindibles

Antonin Dvořák (Antonin o Anton Dvořák; Nelahozeves, 1841 - Praga, 1904) Compositor checo. Hijo de un mesonero, ya desde niño demostró disposición para la música. Inició sus estudios en Zlonice en 1853 y los prosiguió en Praga durante el período 185759. Luego tocó la viola en una orquesta hasta 1871. Al mismo tiempo emprendió su actividad de compositor. El primer éxito alcanzado en este ámbito fue un Himno con texto de Viteslav Hálek (1873); gracias a tal obra obtuvo el cargo de organista de la iglesia de San Etelberto, que conservó hasta 1877. A estos años pertenecen el Stabat Mater y otras composiciones sinfónicas y vocales, pero sobre todo para conjuntos de cámara. En 1875 recibió un estipendio del Estado. Mientras tanto, sus obras provocaban el interés de Johannes Brahms y Eduard Hanslick, así como el del editor Simrock. La música de Dvořák conoció entonces mayor auge, publicando las Danzas eslavas (1878), el Cuarteto op. 51 (1879) y las primeras Sinfonías. El músico visitó repetidamente Inglaterra, donde fue nombrado doctor “honoris causa” por la Universidad de Cambridge (1891). Las de Viena y Praga también le concedieron esta misma distinción. En 1892 aceptó la invitación de marchar a Nueva York como director del Conservatorio Municipal; en América escribiría algunas de sus obras más famosas: la Sinfonía del Nuevo Mundo (1893), el Cuarteto en fa mayor (1893), los Cantos bíblicos (1894) y el Concierto para violoncelo y orquesta (1895). La nostalgia de la patria le indujo a regresar a Praga, donde volvió a ocupar el cargo de profesor de composición del Conservatorio, alcanzado en 1891. Durante los últimos años de su vida intentó, sin mayor éxito, escribir para el teatro nacional, según el ejemplo de Bedrich Smetana; en este aspecto cabe recordar sobre

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todo Russalka (1900). Antonin Dvořák falleció cuatro años después de la composición de tal obra, apreciado y honrado como uno de los principales músicos de su época y singularmente de su país, aun cuando en su música se hubiera dado, en cierta medida, una contaminación entre los elementos nacionales y la tradición sinfónica alemana. La música de Dvořák La obra de Dvořák es muy variada: desde la ópera a la música de cámara pasando por la música sinfónica, terreno al que dedicó más atención. Su obra musical no es tan sencilla y bucólica como la de su compatriota Smetana, ya que Antonin Dvořák posee un lenguaje más moderno, emplea mayor sofisticación técnica y una orquesta de plantilla más numerosa. En su orquestación busca la espectacularidad, conseguida a través de contrastes dinámicos y de la experimentación de nuevas combinaciones tímbricas. Algunos de los recursos que emplea son propios de los compositores eslavos, como la utilización frecuente del registro grave del violín y el uso de los instrumentos de metal en pianissimo. Su fluidez y gran espontaneidad melódica proceden en cierta medida de Schubert. En sus obras de juventud, Dvořák imitaba los modelos románticos, especialmente los de Felix Mendelssohn. En la década de los años sesenta se puede apreciar en su música cierta ambigüedad tonal y frecuentes modulaciones hacia ámbitos tonales lejanos. Surgieron así obras camerísticas como sus cuartetos de cuerda en fa menor Op. 9 (1873) y la menor Op. 16 (1874); y obras orquestales como la Segunda Sinfonía en si bemol mayor (1865). Pero a partir de 1874, Dvořák se alejó del influjo de compositores como Liszt y Wagner y desarrolló un estilo algo más convencional y clásico. Fue en esa época cuando comenzó a estudiar el folclore de su país, cuyos principales elementos utilizó posteriormente en sus com-


posiciones. Así, incluyó en su obra ritmos sincopados de danzas populares como la mazurka, la dumka o la sparcirka y abandonó la práctica de la anacrusa, ya que ésta no existe en el folclore checo. En esta línea de carácter nacionalista surgieron multitud de títulos, como las Tres rapsodias eslavas (1878), el Cuarteto de cuerda en mi mayor (1879), la ópera Dimitri (1881-1882) y la Sexta Sinfonía en re mayor (1880), cuyo tercer movimiento es una danza popular checa llamada furiant. También corresponden a estos años sus obras maestras Leyendas (1881) para orquesta, la cantata La novia del espectro (1884) y el oratorio Santa Ludmila (1885-1886), que junto con el Requiem (1890) hizo de Dvořák el creador del oratorio checo. Un lugar destacable de su producción lo ocupa su Stabat mater de 1877. Es su obra sacra más importante y fue concebida para ser interpretada en versión de concierto, y no en la liturgia religiosa. Es una obra de carácter meditativo y orquestación transparente, con abundancia de cromatismos. Otras obras religiosas que cabe señalar son la Misa en re mayor Op. 86, para solistas, coro y órgano, y el Te Deum (1892) para soprano, bajos solistas, coro y orquesta. Al ser un excelente intérprete de viola, se sintió fuertemente inclinado también hacia la música de cámara. Entre sus partituras de este género destacan los cuartetos de cuerda y los tríos con piano, entre los que sobresale el Op. 90, más conocido como Dumky. En él no utiliza la clásica estructura de cuatro movimientos, sino que emplea seis movimientos basados en la dumka y los divide en dos grupos. En el campo de la música orquestal desarrolló gran parte de su talento, ya que además de sus nueve sinfonías, escribió poemas sinfónicos, oberturas de concierto, rapsodias y conciertos para instrumento solista, entre

otras. El músico checo ha sido considerado como un sinfonista brahmsiano en la forma, pero de sonido wagneriano. Su Sexta sinfonía en re mayor (1880), compuesta para la Orquesta Filarmónica de Viena, fue la primera en proporcionarle notoriedad internacional dentro del campo de la música sinfónica. Pero, sin lugar a dudas, su sinfonía más célebre es la Novena o del Nuevo Mundo (1892). Esta última obra posee reminiscencias de los cantos espirituales negros y de las melodías de las plantaciones del sur de los Estados Unidos que Dvořák oyó cantar en Nueva York a Harry T. Burleigh, un alumno suyo. El compositor realizó investigaciones sobre cuáles serían los aspectos definitorios de un estilo musical propiamente americano y llegó a la conclusión de que el uso de la escala pentatónica en la línea melódica, las cadencias plagales y los ritmos sincopados eran las características más típicas de esta música. Estos aspectos se dejan ver en otras obras de Dvořák compuestas en Estados Unidos, como son el Cuarteto de Cuerda nº 12 en Fa mayor, el Quinteto de Cuerda en mi bemol mayor y las Biblické pisne (Canciones bíblicas). En cambio, el Concierto para violonchelo en si menor, compuesto en América en 1895, no contiene los citados elementos de la música norteamericana y fue escrito para el chelista checo Hanus Wihan. En el último periodo de su obra, Dvořák volvió a las formas de su juventud y prestó especial interés a las óperas y al poema sinfónico. De todas la óperas de esta época, en vida del autor sólo conoció el éxito La Ondina (1900). Respecto a sus poemas sinfónicos, destacan títulos como El hada del mediodía, La rueda de oro, La paloma (todos de 1896) y el Canto heroico (1897). Fuente: www.biografiasyvidas.com

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Conversaciones con...

Nadia Kostadinova

Por María Fuensanta Alemán

“A veces deberíamos de salir de los estereotipos, romper las normas que la sociedad nos impone, para llegar a conocer mejor a las personas que dedican su tiempo a promover la cultura...” Palabras de la gran amiga de este magazine digital, la guía turística oficial de Murcia, María Fuensanta Alemán, por cuya insistencia se produjo esta conversación que nos atrevemos a mostrar a nuestros lectores. Por ser un número especial, quizás estaría bien conocer más a las personas que se esconden tras el nombre de AbaniKo. ¿Quién fue, en su momento, Nadezhda Petkova Kostadinova de Ruse (Bulgaria), y quién es en la actualidad Nadia Kostadinova, de Murcia (España)? Diría que la misma persona, con dos décadas de diferencia, aunque sería incierto. Mi vida ha sufrido muchos cambios, algunos bruscos, otros no tanto, pero sin duda han marcado la personalidad de aquella Nadezhda de Ruse y esta Nadia de Murcia. La gran decisión de elegir Murcia para vivir ¿fue casual o muy estudiada? Fue pura casualidad o un juego del destino, porque no era algo que planeamos con antelación, simplemente llegamos a Murcia y nos quedamos, parece que para siempre. Reconozco que esta ciudad y sus gentes me ganaron a primera vista. Luego al escribir “Corriendo con el hijo del viento” descubrí que me tenían enamorada, porque lo que escribía entre las líneas de la novela era parte de mis primeras impresiones y vivencias aquí. Creo que es algo que tendría prescrito, porque he venido, he visto y me he quedado. Algunas frases las termina con “de mi herencia”, ¿a quién o a qué hace referencia? Gran parte de estas frases son las que he aprendido de mis abuelos, gente culta y con una filosofía peculiar de la vida. Por ser la más pequeña de los nietos, he sido la más afortunada de poder aprender de ellos. Mi bisabuelo fue un hombre con una vista especial sobre las cosas de la vida y su propósito fue transmitírnoslo de la mejor manera posible. También gran “culpa” de esta herencia tienen todos aquellos libros que he leído, desde los 6 años cuando aprendí a leer hasta hoy. En mi memoria se han quedado frases, fragmentos que de alguna manera has llamado mi atención. Por eso los denomino “de mi herencia”. Una joven mujer con hijos, en un país extranjero, con diferente idioma... ¿Cómo se abrió paso para llegar a trabajar en lo que deseaba? “Si es demasiado fácil, no es para ti”, decía mi abuela. Estar en un lugar que no es el tuyo, chocar con una cultura diferente y un idioma que apenas conoces sin duda es como un reto para la supervivencia. No ha sido fácil,

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ni siquiera lo es ahora mismo, pero cuando uno se lo propone lo consigue. He tratado con gente de distinto nivel de educación, he tenido que tragarme la lengua muchas veces, pero ha merecido la pena. A veces me ponía a pensar y un poco a enfadarme conmigo misma, pero me acordaba una de las frases de mi abuelo y se me pasaba. “No temas que te vayan a pisar, la hierba pisada se convierte en camino”, decía. ¿Cuál fue la dificultad con la que se encontró para llegar al centro de la cultura murciana y hacerse un merecido hueco dentro de ella? Sobre todo la prepotencia... Es un secreto público que hay cierta competencia entre “bandos”, cosa que es muy normal. Agradezco la amistad del escritor Santiago Delgado, quién me introdujo en el círculo cultural murciano, ha sido mi guía y la mano amiga que necesitaba. Una mujer extranjera, con una novela en castellano recién publicada, en una ciudad que no la conocía... Para mi fue un gran reto y creo que lo he conseguido. He llegado a conocer y hacer amistades y duraderas que aprecio muchísimo; he conseguido llevar el arte de seis artistas murcianos a tierras búlgaras; y sin duda uno de mis logros más importantes, a parte de mis libros es el magazine digital AbaniKo que empieza ya su cuarto año. De las personas que pudieron (si así lo hicieron) influir en su forma tan especial y deliciosa de hacer poesía y prosa ¿le daría el “titulo” de su Maestro/a...? Escribo desde los 9 años. Creo que es algo que es parte de mi ser, que no existiría sin la poesía, pero por supuesto hay personas que han influido en mi forma de escribir, aunque con los años ha ido cambiando. Con 12 años conocí al poeta Nedyalko Yordanov, un Maestro del verso, para mí con mayúsculas. Hace unos años en el ciclo “Poetas europeos” en la Biblioteca Regional de Murcia participé con una presentación de su obra, para lo cual se lo comuniqué antes y se quedó impresionado. Aunque le tengo un gran aprecio a los clásicos rusos como Pushkin, Lermontov... siento gran admiración por Shakespeare y por supuesto por muchos poetas contemporáneos, uno de ellos el poeta búlgaro Damian Damianov.

Partiendo desde la premisa que el rock es cultura y que al parecer es una de sus músicas preferidas ¿Existe dentro del alma de Nadia, una música especial de Ruse que la emocione? Extrañamente no es una pieza de rock... “El bello Danubio azul” de Straus. Me hace viajar en mis recuerdos, con la orquesta sinfónica en el Jardín de la Ciudad, que tocaba los clásicos durante todo el mes de diciembre, los copos de nieve cayendo al son de la música, el mogollón de gente disfrutando hechizados por su magia... El medio digital, relativamente nuevo, lo empleó para crear la Revista Magazine Digital AbaniKo que dirige usted misma ¿Qué la impulsó

Conversaciones con... Nadia Kostadinova

¿Qué se traería de la forma de hacer cultura en Ruse a Murcia?, y ¿qué se llevaría de Murcia a Ruse de la forma de fomentar o crear cultura? Ruse es una ciudad de muchas tradiciones, de mucha cultura. Desde finales del siglo XIX se han creado costumbres que hoy en día siguen existiendo. La ciudad donde se ha presentado la primera obra teatral, donde se ha fundado la primera biblioteca, hoy en día preserva aquellas costumbres. Sin duda traería un poco de ese amor por el arte que tiene la gente de Ruse. Y de Murcia... pues me llevaría el pastel de carne. Me gustaría, y lo intenté una vez con éxito, ser la emisaria de encuentros culturales entre las dos ciudades, aunque existen dificultades de carácter administrativo. Pero el tiempo lo dirá, quizás cuando se acabe la pandemia y podemos volver a la normalidad, me lo volveré a plantear.

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www.edicioneskostadinova.com


a ello?, ¿cómo y porqué eligió ese nombre? y lo más importante, ¿qué quiso aportar con ella a la cultura? La idea de la revista fue una sugerencia del fotógrafo Juan Pérez de Lema, con quién trabajaba en aquel entonces. Una editorial nueva, con propósitos muy distintos a las demás, necesitaba algo que la hiciera más peculiar todavía. Fue un impulso que resultó de interés desde el primer número. Y el nombre de AbaniKo, pues como si fuera el “abanico de Kostadinova”. El propósito de este magazine digital siempre ha sido servir de escaparate para los artistas, sea cual sea su disciplina, promover y preservar la cultura, dar a conocer gente nueva, darles una oportunidad, igual que me la dieron a mi hace años cuando publiqué mi primera novela. Hoy ya renovado, con un diseño más profesional y cuidado gracias a mi mano derecha, el diseñador gráfico Juan de Dios Sáez, ha llegado a ser la lectura de interés de más de 4.000 lectores de varios países hispanohablantes.

¿Qué impulso principal, según usted, le falta a la cultura en todos sus ámbitos en este s. XXI ante los grandes muros y dificultades que están creciendo, ante la pandemia mundial y sus consecuencias? La pandemia nos ha enseñado la otra cara de la moneda. Simplemente ha servido para darnos cuenta de que la cultura va con muletas, que le falta el empujón más importante, aunque muchos dirán que no es así. Se ha politizado demasiado el asunto, apartando del camino gente que verdade-

Jugando un poco con los títulos de sus más importantes obras: “Corriendo con el hijo del viento” ¿Para que correría Nadia con toda su fuerza? “Como golondrinas blancas” ¿Usaría las alas de golondrina Nadia para llegar algún lugar? “Cartas desde el fondo de mi corazón” ¿Tiene alguna carta Nadia, que escribir pendiente? “Quién enciende la Luna” ¿Quién o qué enciende la ternura de Nadia? Correría para escapar de la hipocresía, sobre todo. Lo de la golondrina, pues golondrina blanca es el símbolo de la esperanza, en sus alas uno podría llegar hasta donde la mente alcance. Todos, absolutamente todos tenemos una carta pendiente por escribir. Quizás la carta más importante de la vida es la que va dirigida a uno mismo. Me considero una persona demasiado humana, con mis virtudes y defectos, pero también creo que llevamos una vela de ternura dentro, que se apaga cuando uno se va de este mundo. ¿En qué proyectos está ahora su imaginación, su fuerza, sus ideas, sus objetivos a lograr? Tengo muchas ideas que están repoblando mi cabeza, lo que solía decirme mi madre. Una persona creativa vive de la creación, siempre lleva algo entre manos. Tengo varios proyectos que desde hace tiempo debería de haber terminado, pero creo que no es bueno sacar libros como de una cadena de fábrica. Pronto verá la luz el poemario “Aqualirics” cuya portada debería de haber hecho, y por cierto se le quedó en bocetos, el recientemente fallecido pintor y gran amigo Marcos Amorós. He tenido que atrasarme, pero la vida es así, tampoco podemos forzar el destino. Tengo preparada una segunda edición de “Corriendo con el hijo del viento”, renovada y mejorada en muchos aspectos, y un conjunto de relatos con el título “Doce pasos rebeldes hacia el olvido” que llevo recuperando desde hace años. Creo que como propósitos a corto plazo, con esto tengo para más de un año.

Conversaciones con... Nadia Kostadinova

La fotografía es otro trabajo más a aportar a los ya diversos como escritora, poeta, directora y coordinadora de la Revista Magazine Digital AbaniKo, La Boutique de Kannela, Ediciones Kostadinova, técnico en confección de prendas de vestir... y supongo que algunos más. ¿En cuál se encuentra la “esencia” de Nadia con mayor fuerza? Soy una simple aprendiz, ojalá pudiera llamarme algún día “fotógrafa”, aunque por mi trabajo he tenido que desarrollar ciertas habilidades. Para mí la costura y “La boutique de Kannela” son un oficio, pero la veredadera “esencia”, lo que siempre ha estado y estará, está en mis letras. Entre ellas está construido mi “mundo particular”, como solía decir mi profesora de literatura en el instituto.

ramente merece la pena. Se han construido muros que nos separan en vez de puentes que nos unieran. Es muy difícil cambiar el modo, aunque no imposible, pero hace falta más mecenazgo y menos política para que no se pierda lo fundamental, el propósito de la cultura.

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ORDENANZAS DE BODEGONEROS EN LA CIUDAD DE MURCIA, EN 1585

Con H de historia

Ramón María Capdevila era el cronista oficial de Cieza en 1928, año en el que publicaría lo que él denominaría como volumen II de su “Historia de Cieza”, habiendo considerado como tomo I la reedición de la Historia de Cieza de Fray Pasqual Salmerón Fernández que él mismo publicó en 1921, transcribiendo la obra original que este autor había publicado en 1777. Capdevila comenzó la redacción de su volumen III de esta Historia en los años 1930, pero la muerte le sobrevino en 1935 y esta obra no llegó a ver la luz de la imprenta quedándose en su redacción de hechos por el año 1904. Sus nietas, que han sabido conservar hasta hoy las más de mil cuartillas del citado volumen III, nos permitieron transcribir su contenido y su edición en forma de libro: “Historia de la Muy noble y Muy leal, -hoy Excelentísima- Ciudad de Cieza: tomo III”. Cieza, 2008. La importancia de la obra de Capdevila radica principalmente en la posibilidad que él tuvo de conocer fuentes escritas que los avatares históricos han ocultado, y tal vez destruido, para los investigadores de hoy en día. Parte de las Actas Capitulares de la Villa de Cieza que él consultó, e incluso transcribió en este volumen III de la Historia de Cieza, fueron hurtadas del Archivo Municipal antes de que la labor de vigilancia por nuestro patrimonio documental municipal se pusiera en acción, con gran profesionalidad, a cargo de Remedios Sancho Alguacil, actual directora del Archivo Municipal de Cieza. Entre las mencionadas fuentes del siglo XVI trascritas por Capdevila se encuentran las “Ordenanzas de los Bodegoneros”, aprobadas en la ciudad de Murcia el 7 de enero de 1585 y que estuvieron en vigor también en la entonces villa de Cieza ese mismo año. Por la importancia para conocer los usos, costumbres y normas de los principales sitios donde se vendía vino en la ciudad de Murcia y en la entonces villa de Cieza es por lo que nos animamos a publicar el presente artículo en la revista abaniKo, en la que se me ha invitado a participar. Rezan de la siguiente manera, siguiendo la transcripción literal que de ellas hizo Capdevila que mantuvo, como es debido, la grafía y estilo originales:

“ORDENANZAS DE LOS BODEGONEROS. Porque a los que principalmente se ha de atender en todas nuestras acciones, es al servicio de Dios N. S. procurando que los pecados públicos y todo género de mal ejemplo, en cuanto fuere posible se prevenga y evite: Ordenamos y mandamos: Que en los dichos bodegones no puedan acoger, ni tener para servicio, ni en otra manera, hombres vagabundos, rufianes, o sospechosos de mal vivir, o

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mujeres enamoradas, o deshonestas, so pena de seiscientos maravedises por la primera vez que se les hallaren, y por la segunda la pena doblada, aplicados conforme a la ordenanza. Y porque somos informados que los dichos Bodegoneros con su codicia de su propio interés y ganancia, las Pascuas, Domingos y Fiestas de guardar, antes de la Misa Mayor dan de comer y veber en sus bodegones, de cuya causa muchos dexan de oir Misa, y se siguen otros incombinientes, de comsideración demas del mas exemplo, para cuyo remedio: Ordenamos y mandamos: Que ninguno de los dichos Bodegoneros sea osado de abrir bodegon, ni dar de comer, ni bever a nadie hasta aver tomado a alçar a Dios la campana de la Iglesia Mayor, so pena de cuatrocientos maravedis, aplicados conforme a la ordenanza. Pero bien se les permite, si algun caminante pasara de camino, y por no detenerse les viniere a comprar de comer, se lo puedan vender y dar para que lo lleven a su posada, con que no coma en los dichos bodegones ni les acoger, so la dicha pena. Y desde primero de Março, hasta fin de Agosto, no incurra en pena bodegonero que diere de comer antes de Misa, atento lo mucho que importa en esta Ciudad, por el gran concurso de trabajadores que asisten a la cria de la seda, que son cosas tan precisas que aun las Fiestas se permite trabajar, aunque sean de las mas prinzipales. Por experiencia se ha visto, que de dar de comer en los dichos bodegones, y bever a esclavos y acogerlos a dormir en ellos de noche, se siguen grandes incomvinientes, y para escusarlos: Ordenamos y mandamos: Que en manera alguna no se les pueda dar, ni de comer, ni de bever en los dichos bodegones, ni los acoger a dormir, sestear, reposar, ni en otra manera, ni les puedan comprar leña, fruta, yerba, ni otra cosa de prendas, ni prestar dinero sobre ellas, porque el fin desta ordenanza es proibir, como se proibe, todo genero de trato y comunicazion con los dichos esclavos, so pena de mil maravedis por cada cosa de las susodichas en que excedieren, aplicados según dicho es. De mucha consideracion es que en los dichos bodegones no se dé de comer, ni bever sobre prendas, y así esta proveido por muchos acuerdos, y ordenanzas antiguas; pero porque desta provision general pareze se sigue incomviniente, se les permite que hasta en cantidad de quatro reales, y no mas, ni


dis, y la tal ropa perdida, aplicado todo según de suso. Porque es justo que los dichos Bodegoneros sepan los prezios que han de llevar por la comida que dieren en los dichos bodegones a los que fueren a comer a ellos. Ordenamos y mandamos: Que la tajada que dieren de carne cocida, pese, y tenga media libra, y puedan llevar, y lleven doze maravedis y no más. De cada tajada de avadexo cocido, frito y adereçado, que pese quatro onzas, cinco maravedis. De cada sardina arancada, asada, o frita, dos maravedis. Que el pescado caramel, o alacha, sardineta, toñina, bonito, melva, y demas pescados frescos, dandolos adereçados puedan ganar la quarta parte de lo que les tuviere de costa, contados de compra a como se vendieren por postura, y no a mas, ni esceder de los dichos precios, ni llevar cosa alguna por razon del servicio y mesa, ni en otra manera, so pena de seiscientos maravedis, aplicados conforme a la ordenanza. Que sean obligados a tener estas ordenanzas en partes acomodadas, y publicas donde puedan ser vistas, y leidas de todos, so pena de cuatrocientos maravedis, por cada vez que fueren visitados, y no se les hallaren, aplicados conforme a la ordenanza.”

En el próximo número de abaniko publicaremos las “Ordenanzas de Mesoneros” aprobadas también por la ciudad de Murcia en el mismo año anterior. Muchas son las consideraciones históricas y etnológicas que se pueden hacer sobre las ordenanzas anteriormente trascritas en las que destaca la preocupación por evitar abusos por sus regidores así como por la higiene del servicio, de sorprendente modernidad. También nos llama la atención las consideraciones sobre la negación de los servicios a los parias de la época: los esclavos, vagabundos y las que eufemisticamente se denominan como “mujeres enamoradas” (mujeres que, ocasionalmente y para ayudar a la economía doméstica, ejercían la prostitución). No obstante, creemos que el trabajo que pretendíamos nosotros termina aquí poniendo estos interesantes documentos, a partir de ahora, a disposición de otros investigadores y curiosos de nuestra Historia.

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dende arriba lo puedan hazer, y con que las prendas sean de personas seguras y conozidas, so pena de quatrocientos marvedis, aplicados según dicho es. Por quanto muchas personas suelen dar su ropa, prendas y cosas empeñadas o a guardar en los dichos bodegones, o a los criados y criadas, e gentes que los dichos bodegones tienen en ellos, teniendolos por confianza, como es justo lo sean, los quales se las trasportan, revenden, y van con ellas; y quando despues los dueños las piden, los dichos bodegoneros se escusan con decir que ellos no las rezibieron: Ordenamos y mandamos: Que los bodegoneros sean obligados a tener criados y personas fieles en sus casas y bodegones, y a dar quenta con pago de lo que a tales se les entregare a guardar, o empeñada, y no se puedan escusar de pagarlo con dezir que no se les dio y entrego a ello; para lo cual tengan obligazion de dar fianzas el tiempo que pusieren los dichos bodegones y después en cada un año por el dia del Señor San Juan de Junio, conforme nuestras ordenanzas so la pena de ellas. Ordenamos y mandamos: Que no puedan vender vino ni hacer oficio de Panaderos amasando pan para vender, so pena de seiscientos maravedis, aplicados conforme a la ordenanza; pero emviar por ello, y traerlo de donde se vendiere para los que comieren en su bodegon lo puedan hacer, con que no los quenten ni lleven por ello mas de lo que se vendiere, y costare conforme a la postura de la ciudad so la dicha pena. Ordenamos y mandamos: Que en los dichos bodegones no puedan tener, ni vendan cocido, ni adereçado mujol, orada ni otro ningun pescado de lo que se pesca y mata y en la Cañiçada de esta Ciudad, ni salir a los caminos y trochas, a tomar de los otros generos de pescados que los trajineros truxeren a vender a esta Ciudad, ni lo comprar dellos, ni de otro para provision de sus bodegones fuera de la rexa o corbos donde se venden. Ordenamos y mandamos: Que en los dichos bodegones no puedan tener, ni dar camas para que se acueste y duerma nadie; y que si de noche acogieren a dormir alguno sea en esteras, y con que los que asi rezibieren no sean pordioseros, ni de mal vivir, sino gente pazifica de bien, trabajadores y personas semejantes, a los cuales no puedan llevar mas de cuatro maravedis de posada cada noche; y con que de ninguna manera acojan a dormir mugeres, aunque sean honestas, casadas, y vayan con sus maridos, so pena de seiscientos maravedis, aplicados coforme la ordenanza. Porque se ha dado notizia que muchas vezes entre año y particularmente por el tiempo de la seda, a buelta de mucho concurso de gente que de ordinario acude a esta Ciudad, vienen algunos hombres y mugeres de mal vivir, los quales para cubrir sus disinios y amancevamientos, y mala vida, hacen que las dichas mugeres pongan bodegones y casas publicas de trato, para dar de comer el tiempo que dura la seda y acabada se van, las quales no solo vienen mal de sus cuerpos, sino que recetan y acogen otras que hazen lo propio, y lo que peor es ladrones, y los hurtos que hacen. Para remedio de lo cual: Ordenamos y mandamos: Que ninguna muger soltera pueda tener, ni poner bodegon en esta Ciudad de aquí adelante, ni darsele lizencia para ello, sino fuere de las avecindadas en ella, honestas, y de buena fama y vida, so pena de dos mil maravedis, aplicados conforme la ordenanza, y ser compelidas a no tener bodegones. Ordenamos y mandamos: Que los dichos Bodegoneros no puedan ser roperos, ni tener en sus bodegones ningun genero de ropa y mercaderia para vender, so pena de seiscientos marave-

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abaniko NEWS “Interrupciones. Tiempo suspendido”

Diez artistas exponen una muestra de su obra más reciente en la Sala de Columnas del Centro de Arte Palacio Almudí El arte contemporáneo, desde sus inicios, se ha caracterizado precisamente por la interrupción. Frente a los ritmos desbocados y acelerados del mundo actual, los artistas no han cesado de generar espacios y experiencias de detención, demora y alteración de la temporalidad. Ante la obra de arte, el tiempo se frena y se dilata. Pero su detención no tiene que ver con esa parálisis y embotamiento que vivimos estos días. El tiempo que genera el arte es un tiempo cargado de sentido, una parada necesaria para poder avanzar. Están expuestas las obras de Lorena Amorós, Eduardo Balanza, María Carbonel, Miguel Fructuoso, Coco Guzmán, Ana Martínez, Javier Pividal, Sergio Porlán, Loren-

zo Sandoval, Virginia Villaplana.

Del 05-11-2020 al 1001-2021. Palacio Almudí, (Murcia). Horario para visitas: de lunes a sábados de 11 a 14 h. y de 18 a 21 h. Domingos y festivos de 11 a 14 h.

Luisa Sobral en concierto

La artista portuguesa actuará en Murcia el 22 de enero Luisa Sobral es una de las más importantes compositoras e intérpretes de la nueva generación de músicos portugueses. Inició su camino discográfico en 2011, tras un exitoso curso musical musical

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en el famoso Berklee College of Music, en Boston. El primer disco, The cherry on my cake, fue un éxito inmediato en Portugal. Después de haber ocupado los primeros lugares de ventas durante varias semanas, rápidamente alcanzó el Disco de Platino. En 2017, el Festival de Eurovisión consagró a Luisa Sobral como una de las compositoras más importantes y prestigiosas por Amar pelos dois, un tema que la compositora decidió entregar, como intérprete, a su hermano Salvador Sobral. Después de una pausa, Luisa re-

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gresó al estudio para grabar su quinto álbum original. “Rosa” es su trabajo más personal, maduro e íntimo. La belleza de las composiciones es realzada por el despojo de los arreglos y por la complicidad creativa entre Luisa y Refree. A la voz y guitarras se unen un trío de vientos compuesto por fliscorno, tuba y trompa y algunos elementos de percusión clásica como marimba y tímpanos. Rosa está hecho de historias, algunas reales, otras menos. Es un disco muy crudo, compuesto por once canciones escritas en portugués, donde las palabras y las melodías son lo más importante. En 2019, Luisa Sobral regresa a los escenarios nacionales e internacionales con una nueva formación y la invitación a cantar personalmente las historias de Rosa. Gira “Rosa” 22-01-2021 / 20:30 h. Teatro Circo Murcia, calle Enrique Villar, Murcia, España Entradas disponibles en: www.comprarentradas.com

“El Desguace de las Musas de La Zaranda”

En el Teatro Villa de Molina el 22 de enero Inspirada en la desaparecida Bodega Bohemia de Barcelona, es esta la alegoría de una cultura apuntalada, que espera su desplome, situada en un antro lúgubre infestado por las ratas que asoman a nuestros trabajos, dónde un núcleo de artistas aislados y contracorriente resisten, agotados, entre la resignación y el encono, sin ningún heroísmo, más bien a merced de una época que renuncia a lo poético. 22 de enero de 2021 / 20:30 h. Teatro Villa de Molina (Molina de Segura). Entradas disponibles en: www.comprarentradas.com


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“Mito y Lógica” en el Palacio Consistorial La exposición reúne en Cartagena a 8 artistas italianos y 8 españoles En esta muestra, un nutrido grupo de artistas plásticos despliegan la respuesta del creador contemporáneo ante la percepción generada por la contaminación visual de nuestro tiempo, que convive con atisbos de legado cultura de los mitos clásicos. De esta forma, estos autores no analizan la tradición y el legado histórico en términos rigurosos y estéticos, sino desde cada imaginario privado, tan enigmático como personal. Son 8 artistas italianos: Alexandro del

Gaudio, Carlo de Lucía, Enzo Trepiccione, Nunzi Re, Vittorio Vanacore, Diana D´Ambrosio, Lucio Afeltra y Marco Pili; y 8 españoles: Antonio Cifuentes, Antonio Vidal Márquez, Virginia Bernal, Salvador Torres, Ginés Vicente, Pau Pellín, Antonio Requena y Xavi Ferragut. La exposición ‘Mito y Lógica’, comisariada por Enzo Prepiccione, María José Cárceles y Salvador Torres, se presenta en el Palacio Consistorial de Cartagena, hasta el 24 de enero de 2021.

Obras inéditas de Ramón Gaya salen a la luz en el 30 aniversario de su museo Cerca de una veintena de obras del artista Ramón Gaya constituyen la exposición “Obra escogida”, organizada por el museo del pintor en Murcia, para conmemorar su 30 aniversario. Con pinturas procedentes de colecciones particulares y de fondos propios, la exposición con la que se rinde homenaje a este ilustre murciano se complemeta con un catálogo en el que se reproducen en color todas las obras expuestas, contando con un texto del autor. La exposición está comisariada por el escultor y pintor murciano, Rafael Fuster, quien ha dividido la vida de Ramón Gaya en cuatro etapas: Juventud (1910-1939); Exilio en México (1939-1956); Regreso a Europa, a la “Patria de la Pintura” (1956-1978); y Madurez, reconquista de la inocencia (1978-2005). La consagración del pintor. Este aniversario servirá para mostrar al visitante obras inéditas de Ramón Gaya, es decir, piezas que no se habían expuesto hasta el

momento como son La jaula, una obra de su etapa en México y que, según su comisario, “marcará su vida”; Cuenca, la rama del geranio, de la etapa europea; y En la mecedora -retrato de Isabel Verdejo-, Tomates y Vaso con geranios. La exposición, que podrá verse hasta el próximo mes de marzo de 2021, se abre con el primer óleo pintado por Ramón Gaya y se cierra con el último cuadro que pintó: Vaso con geranios (2004), concretamente el 13 de abril, meses antes de morir. Para “Obra escogida” el Museo Ramón Gaya ha llevado a cabo una serie de mejoras formales de la sala de exposiciones temporales, además de habilitar la sala de audiovisual como lugar expositivo, donde se podrá ver el final de esta antología de Ramón Gaya. 9/10/2020 al 30/03/2021.

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EL RESTO ES SILENCIO1 Las Artes Escénicas en la Región de Murcia. Murcia, 6 de diciembre de 2020.

Las Artes Escénicas en la Región de Murcia

IV ENCUENTRO DREM En el año más difícil para la cultura, como el pandémico 2020, la Asociación de Dramaturgos de la Región de Murcia, DREM, organiza su IV Encuentro, que ha resultado ser el más ambicioso e internacional.

Por Antonio Saura Director de Teatro

DREM es un colectivo de dramaturgos fundado en 2017 por el impulso de la creación dramatúrgica de la Región de Murcia en todos los ámbitos. de Fulgencio M. Lax, presidente de dicha asociación. El activismo cultural Entre sus asociados se encuentran importantes nombres de la autoría teade M. Lax en los últimos treinta años ha sido fundamental para la creación y tral regional como María Alarcón, Andrés Alemán, Sofía Eiroa, Javier desarrollo de estructuras teatrales de carácter asociativo y espacios de pen- Fernández, Jesús Galera, Miguel Galindo, María José Gálvez, José samiento y debate, habiendo formado parte de los más importantes foros García Bote, Raquel Garod, Ia Gil, Fran Giménez, Fulgencio M. Lax, sobre cultura, teatro y políticas culturales en la Región de Murcia. Juan Montoro, José Pardo, Francisco Pérez, Raquel Pulido, Raúl Rey, Para su Presidente, DREM representa un punto de inflexión favorecedor Iván Rodero, Natalia Y. Rodríguez, Theor Román, Javier Ruano, Alba en el encuentro entre dramaturgos que no conseguían estrechar lazos de Saura o Juanma Soriano. comunicación y cooperación. La figura del dramaturgo Para el cumplimiento de sus objetivos, DREM realiza es fundamental para el engranaje teatral, así como numerosas actividades como: lecturas dramatizadas; para el teatro contemporáneo. Como conversábamos publicación de las obras de los asociados; conexión enhace unos días con Lax: “Hoy el teatro de texto tiene una tre los autores de la Región de Murcia y las compañías vigencia renovada con una palabra fortalecida por el profesionales; colaboraciones con otras asociaciones enriquecimiento del diálogo con otros lenguajes iniciado nacionales e internacionales con similares objetivos; en los setenta. La visión de un universo dramático como creación de vías de colaboración y creación entre sus estructura global del espectáculo y con el ensamblaje miembros y otros autores o la activación de caminos a estético de una pluralidad de fuentes de significación través de las redes sociales para la difusión de la obra de convierten al dramaturgo en una pieza clave del teatro miembros de la asociación. contemporáneo. Escribir desde una región como Murcia, De entre las actividades, destacan las colaboraciones donde todo está por hacer, donde es necesario una rupllevadas a cabo con el programa La radio del siglo de tura con las estructuras que nos anclan a una cultura del Onda Regional de Murcia, con la emisión de la propuespasado, hace aún más difícil esta tarea. Pero el teatro es Fulgencio M. Lax, presidente de ta de radioteatro Crímenes2 y la colaboración con el DREM desde 2017. una actividad colectiva y el dramaturgo necesita de los Teatro Circo Murcia a través de lecturas dramatizadas3. directores y de las compañías para proyectar su trabajo». En este sentido, los La asociación ha trabajado por visibilizar la labor de sus miembros con miembros de DREM han encontrado en las últimas temporadas importantes la publicación de sus obras dramáticas. Yo soy la otra, de Galindo y 016, puertas al escenario profesional a través de las compañías de la región. ejercicio fallido para mujeres, de M. Lax, en la Editorial Tres Fronteras Al ilusionante carro de DREM se subieron lo más granado de la autoría o las publicaciones realizadas en colaboración con La Máquina de Nubes, teatral murciana con el objetivo de promover la dramaturgia, difundir el bajo el título “Colección Nuevos Dramaturgos de Murcia” que cuenta ya en teatro en particular, y la cultura en general, y estudiar la actividad teatral su haber con tres volúmenes. Se abrió con Crímenes, donde se recogieron desde la teoría y la práctica, así como defender y potenciar la presencia la mayoría de los textos escritos para la colaboración con Onda Regional. Le

Foto de grupo del III Encuentro DREM (noviembre 2019, Centro Párraga de Murcia). (1) The rest is silent. (Hamlet, Shakespeare. V.II.).

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Fran Giménez, María Alarcón y Jesús Galera en la presentación del último libro de DREM, octubre 2020.

siguió el libro que reunía La bailarina que sí bailaba siempre, de Garod; Circo de truenos y rayos, de Montoro e Hic et nunc de Román. El tercer volumen, hasta la fecha, lo ha conformado La disputa, de Alarcón y Saliva excesiva, de Giménez. Además, la labor de los dramaturgos murcianos ha sido recogida por otras ediciones en estos últimos tres años, como La biodecisión (Editorial Artez) de Alarcón; Historias Naturales, La casa de Violeta y Manuel e Historias de Agua (La Máquina de Nubes) de Galera; Dam (o el dolor que no importa a nadie) (revista Primer Acto) e I-Manzana (Luciérnagas 24 Producciones) de Giménez; Háblame (Editorial Artez) de M. Lax o La verdadera historia de Don Juan Tenorio (Dramaturgia 17) de Pérez. Desde 2017 muchos han sido los estrenos regionales y nacionales de miembros de DREM, sumando más de una treintena. Recordamos solo algunos títulos de la larga nómina, como los textos de Alarcón para Teatro Pequeño; Solitarias (Off Teatro Lara) y Las mujeres sabias (Somos Vértice) de Alemán; Amores que matan (Alquibla Teatro) de Galera y Saura-Clares; Tangram (Grupo Mariana Pineda) o Tic, tac… Poe (La Murga Teatro) de Galindo; Badun Tss o El ala rota (Yampo Teatro) de Giménez; Háblame, Llévame contigo y Amapola (Alquibla Teatro) de M. Lax; El Flautista de Hamelin, Un racimo de Pícaros, Otro Quijote +? (Nacho Vilar Producciones) y Preparados, VIVOS, Ya! (Teatro del Limo) de Montoro; la versión de Locos de amor de Shepard (Trama Teatro) y Despedida de casa (Doble K Teatro) de Rodrí-

(2) Crímenes era una propuesta de creación dramática inspirada en los relatos de Crímenes ejemplares de Max Aub. De ahí surgieron Mi mejor amigo y Sin remedio, de Galera; Uno y Trece, de Garod; Mendigo y El barbero de Lax y Altamar y Cucharilla, de Rodríguez. (3) Como Altamar, de Rodríguez; Trece, de Garod; El barbero, de Lax y Sin remedio, de Galera. (4) Ante la imposibilidad de reunir aquí la amplia nómina de participantes en “El teatro continúa” en sus dos ediciones, desde la autoría, dirección escénica, interpretación, composición musical y realización técnica, remitimos la web de DREM https://dremweb.wixsite.com/ drem y a sus redes sociales, como DREM - Asociación de Dramaturgos de la Región de Murcia, canal de YouTube donde se encuentran todas las publicaciones, Instagram y Facebook.

EL RESTO ES SILENCIO

Primer encuentro de los presidentes de dichas asociaciones en 2018. De izquierda a derecha, Antonio Saura (DeMurcia), Manuel de Reyes (UARM), Esperanza Clares (MurciaaEscena) y Fulgencio M. Lax (DREM).

guez; Mucho ruido About Nothing, versión libre de Shakespeare u Orgullecidas (Alquibla Teatro) de Saura-Clares o La leyenda del hilo rojo (La Maleta Producciones) de Soriano. Desde el primer momento, DREM se ha sumado a la estructura asociativa del sector de las Artes Escénicas de la Región de Murcia, junto a las históricas MurciaaEscena, Asociación de Empresas Productoras de Artes Escénicas, y UARM, Unión de Actores y Actrices, así como DEmurcia, Asociación de Directores de Escena Profesionales, la última en llegar, constituida en 2018. Las cuatro asociaciones conforman el más consolidado sector de las Artes Escénicas que jamás haya existido en la región. DREM ha sido una de las asociaciones más activas en el planteamiento y desarrollo del Plan Estratégico para las Artes Escénicas de la Región de Murcia presentado en 2019. En abril de 2020 formó parte de la constitución de la Mesa de las Artes Escénicas de la Región de Murcia, formada por las cuatro asociaciones citadas, y en la que Fulgencio M. Lax, presidente de DREM, será uno de los más importantes motores del decálogo de reivindicaciones del sector teatral presentados al Gobierno regional ante la declaración del Estado de Alarma. En tiempos de confinamiento, entre abril y junio de 2020, ha sido la asociación teatral más activa, impulsando el ciclo #ElTeatroContinúa, consistente en la escritura, montaje, grabación y difusión por redes sociales

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En primer lugar, bajo la coordinación de Sofía Eiroa, tuvo lugar una sesión creativa para escribir en colaboración diferentes textos breves y así fomentar los lazos de compañerismo, encuentro y reflexión artística. Surgieron propuestas como “Motivos para saltar al vacío”, “FFP2”, “Link matrimonial” y “Esta mierda me supera”, escritas al alimón por grupos dramatúrgicos. Por la tarde, se celebró una mesa redonda que contó con la presencia de figuras sumamente renombradas del panorama teatral internacional, como el dramaturgo ecuatoriano Arístides Vargas, director del grupo Malayerba, y el dramaturgo y director mexicano Jaime Chabaud, editor de la revista Paso de gato. Además, de la escena murciana participamos en la mesa el dramaturgo Jesús Galera y yo mismo, que tuve la suerte de formar parte de este debate moderado por Alba Saura Clares. Durante casi tres horas, en una puesta en común sumamente participativa, pudimos reflexionar sobre el teatro en tiempos de pandemia, sobre cómo nos había afectado profesionalmente o cómo nos habíamos superpuesto a las adversidades reforzando la comunidad, encontrando nuevos formatos de creación desde la virtualidad o investigando sobre nuestro trabajo. El debate evidenció la necesidad de continuidad que todos habíamos sentido, pues el teatro no es solo un medio

para los artistas, sino nuestra forma de comunicación, la única manera en la que sabemos de vivir. Las reflexiones ahondaron, además, en la necesidad de defender a este arte tan necesario para la sociedad de la dejadez de muchas de las políticas culturales. Como compendiaba Saura-Clares a partir de nuestros relatos, el debate resarció el teatro como espacio comunitario, exaltando la ceremonia del encuentro, del rito artístico, y por ello se vuelve más necesario que nunca en estos tiempos de incertidumbre y desencuentro. En solo cuatro años, DREM se ha convertido en un colectivo imprescindible para las Artes Escénicas de la Región de Murcia por sus aportaciones en el campo artístico, su combativa lucha en política teatral desde un diálogo positivo y una mirada crítica de altura.

EL RESTO ES SILENCIO

de más de una veintena de trabajos firmados por Alarcón, Alemán, Galera, Gálvez, Giménez, Lax, Galindo, Montoro, Pardo, Pérez, Pulido, Rodríguez, Ruano, Saura-Clares y Soriano. Además, el proyecto traspasó las fronteras estatales y muchas de las propuestas fueron adaptadas y presentadas al público argentino por la compañía rioplatense El Arca Producciones, con dirección de Silvia Di Scala. En una segunda edición de #ElTeatroContinúa, realizada en junio de 2020, se contó con la colaboración de DEmurcia4, gestando nuevas propuestas a partir de los binomios creativos entre autores y directores como Alarcón-Esther Ruiz, Alemán-Mª Teresa Colomina, Galera-Alfredo Zamora, Galindo-Antonio Saura, Giménez-Rocío Carrasco, M. Lax-Paco Maciá, Montoro-Joaquín Lisón y Soriano-Pepa Castillo. En su conjunto, el proyecto tuvo un importante eco y constituyó un apasionante proyecto artístico que recoge toda una poética de la dramaturgia del confinamiento. Por otro lado, una de las más importantes actividades de la asociación ha sido la celebración de encuentros anuales, que este año cumple su cuarta edición, tras celebrarse en Águilas (2017 y 2018) y el Centro Párraga de Murcia (2019). En los tres casos han contado con invitados relevantes como Itziar Pascual (dramaturga), Ángela Monleón (directora de la revista Primer Acto), Fernando Gómez Grande (traductor, crítico teatral y dramaturgo), Esperanza Clares (Productora, Actriz y Presidenta de Murciaaescena), Carmen Losa (directora de la Escuela William Layton y dramaturga), Joan Sabas (escenógrafo y docente) o Luis Carlos Pineda (director de escena y dramaturgo guatemalteco), a quienes se suman anualmente como asistentes destacadas figuras del sector teatral murciano. Para el IV Encuentro, la DREM hizo alarde de cómo la resiliencia es una característica intrínseca a las gentes de teatro. Ante la imposibilidad de su realización presencial en el contexto actual, se trabajó para que, en su formato virtual, este cuarto encuentro consolidara la labor de la asociación. En su preocupación constante por reflexionar y trabajar con las problemáticas de la sociedad y el teatro de su tiempo, el tema de la convocatoria fue “la nueva normalidad”. El evento se desarrolló a través de diferentes acciones.

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la historia de una vocación

Fotografías © Abel Cerezo

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LY D I A MARTÍN

Por Victorio Melgarejo Gestor Cultural

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Llamé a Lydia este año para presentar la ceremonia de los Premios de la Música de la Región de Murcia. Ella tiene la facultad de hacerlo todo bien, a una voz increíble sumen ustedes su carrera de Periodismo y una vocación perenne por comunicar. Lydia es otro de esos talentos naturales que nos da esta bendita tierra. Una artista que tiene muy claro dónde quiere llegar, y a buena fe que lo va a conseguir, créanme, se le ve en la mirada. Obvia decir que cumplió con el papel encomendado a la perfección, cantó una versión, además, de Miedo, de MClan, que nos puso los pelos de punta a todos. Lydia va derrochando simpatía y gracia por donde quiera que va, siempre es un placer estar con ella y generar proyectos en común, es siempre una apuesta ganadora. Me quedaba una conversación íntima, saber un poco más de ella, y para eso hemos quedado a tomar un café. Estoy seguro de que les va a encantar conocerla.

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Dices que empezaste en los escenarios a los 7 años… Fue en Portmán, en el verano del 97 cuando subí a mi primer escenario a cantar ese “Ramito de violetas” que tanto me ha acompañado en mi carrera artística de la desaparecida Cecilia. Desde ahí fue como una especie de adicción, insistiendo a mis padres para presentarme a concursos y seguir haciendo lo que más me gustaba. Aunque al principio ellos sentían el típico miedo de que dejara de estudiar y no tuve ese respaldo que me hubiera gustado. Por suerte con los años son mis mayores fans. En ese transcurso de tu carrera musical, las causas solidarias han estado muy presentes. Sí. El Concierto de la Solidaridad del IES Mediterráneo fue la continuación, aunque ya en el colegio en las típicas actuaciones de fin de curso las profesoras de música me oían cantar y me subían al escenario. Pero el impacto fue en 2003 con “La rosa de la paz” de Amaral, que cantamos para denunciar el maltrato al medio ambiente poco después de que sucediera el desastre del Prestige. De ahí fue un no parar, tras actuar delante de 400 personas, llegando incluso a montar una pequeña pieza teatral muda también de denuncia social. Fue en el escenario del Ramón Alonso Luzzy de Cartagena donde por primera vez canté una canción propia titulada “Mi Mundo”. He de admitir que uno de mis sueños cuando estaba en el colegio y mi hermana ya estaba en el instituto, era llegar ahí para cantar en ese evento. Lo que no me imaginaba era que iba a llevarme hasta donde estoy. Has hecho mucha carrera musical fuera de nuestra Región, ¿qué ha significado Madrid para ti? El primer contacto con lo que era la música en sí y mi primer disco. Madrid fue donde empecé a conocer a productores, músicos y personas que llevaban mucho tiempo en esto. Allí me di cuenta de cómo funcionaba la industria, los pasos que había que seguir… A los 22 años estaba grabando mi primer EP con Pablo Domínguez, fundador y guitarrista de La Quinta Estación. Solo entrar a su estudio y ver Latin Grammy y discos de oro ya era un auténtico sueño hecho realidad. Me moví en concursos, seguí cogiendo tablas en el mundo de las orquestas con diferentes estilos y pisé salas muy grandes y prestigiosas como la 40Café, la sala de Los 40 Principales. Madrid es mi segunda casa y le debo mucho. Desde ahí muchos proyectos. No solo tres discos, sino un tributo único en España a Cecilia, la consolidación de Route 33 como grupo de versiones y tu actual proyecto, En Voz de Ellas. ¿Es este el proyecto de tus sueños? Queda mucho por soñar, pero tal vez sea el proyecto en el que más me siento en mi esencia y con el que más disfruto. Siento que he venido aquí a recordar a grandes mujeres y hacer honra a su memoria. Tengo a un equipo fantástico de músicos a los que adoro y conozco desde hace años y estoy homenajeando a mujeres de la música en español, tanto compositoras como intérpretes, que han sido mis influencias en la música. Cecilia, Jeanette, Mari Trini, Ana Belén, Luz Casal… hay mucho mensaje en esas canciones y eso es lo que me gusta cantar, algo que cale y llegue hasta las emociones del público. ¿Qué te gusta transmitir en tus canciones? Emociones y sentimientos que todos podemos compartir. Al final la música es un vehículo para transmitir valores, para hacer pensar y para hacer sentir. Es el arma más poderosa para tocar directamente los corazones. En mis canciones hay mucho amor, pero van cambiando. También hay empoderamiento, hay viajes y reflexiones. Van poco a poco madurando y hablo de experiencias propias en nuestro propio crecimiento personal en vez de centrarme en el amor y el desamor. Supongo que las canciones evolucionan a la vez que su creador. Es un crecimiento conjunto. ¿Cómo ves la situación de la música en la Región de Murcia? Creo que es una Región cargada de talento, pero que debería abrirse a más estilos. Hay mucha cultura indie y rock, incluso cantautor, pero hay géneros que están marginados como el pop, que protagoniza categorías para premios y festivales pero no se le da el lugar que corresponde. He oído muchas críticas directas del sector hacia el pop, como que es el género “fácil”, pero no se está

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“Las canciones evolucionan a la vez que su creador. Es un crecimiento conjunto.

“Aunque no siempre es fácil, el camino es una aventura y solo quiero seguir disfrutándola, subiendo escalones a pasos firmes.

distinguiendo en las convocatorias entre estilos. La música pop no puede entrar en festivales mayoritariamente indies aunque no los promocionen como tal, pero la música indie sí gana convocatorias pop. Creo que esto no tiene sentido. También tendemos a etiquetar mucho y a prejuzgar a artistas sin verlos en toda su potencia en el escenario. Hay personas con grandes talentos que no tienen el lugar que merecen en esta Región, y géneros que gozan de gran protagonismo por el impulso que le dan las productoras. Al final siempre me hago la misma pregunta, ¿es el público quien pide lo que quiere escuchar, o pide el género según la música que le acaban metiendo por los ojos? Seguro que otros artistas de la Región estarían llegando muy lejos si se les apoyara. Y sigue faltando presencia de la mujer. Los carteles siguen siendo mayoritariamente masculinos y protagonizados por grupos. La mujer solista básicamente desaparece aunque lleve su banda, y si el género es pop, apaga y vámonos... Es muy curioso que tengamos que seguir a estas alturas pidiendo que a la hora de entregar reconocimientos musicales estén en igualdad de condiciones. No se trata de meter a la mujer a la fuerza en las convocatorias, pero no es coherente que se justifique que hay más calidad en los grupos masculinos ante la gran variedad de artistas que hay en esta Región y se deje la mujer artista a un lado. Las preferencias de unos pocos están minando la variedad musical en esta zona.

Que ratico más bueno. Y los que vendrán. Estén atentos, esta chica está llamada a hacer cosas grandes. Estoy absolutamente seguro de que va a escribir páginas gloriosas en la historia de la cultura murciana. Y yo, si Dios quiere, estaré ahí para verlo. Gracias Lydia, por ser y estar. Siempre. Fotografías © Abel Cerezo

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Eres una caja de sorpresas. No solo cantas y compones, sino que eres periodista de carrera y presentas eventos y pones en marcha nuevas iniciativas culturales. Pareces no tener techo… No creo en los techos (ríe). Soy ambiciosa y me gusta aprender más y avanzar cada vez más en mi vida, aunque ya ha dejado de ser una obsesión. Simplemente disfruto de cada experiencia y soy muy inquieta: me gusta hacer muchas cosas diferentes y se me da bien todo lo que tenga que ver con la comunicación y la creatividad. Comunicar se puede hacer con la voz, en una charla, en una presentación de la IV Gala de los Premios de la Música que hace poco celebrábamos, pero también en las canciones y lo que transmitimos con ellas. Es para mí un tándem perfecto poder compaginar todo esto en mi día a día. No me pongo techos e intento que no me los impongan. Aunque no siempre es fácil, el camino es una aventura y solo quiero seguir disfrutándola, subiendo escalones a pasos firmes.

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DE MI PASO POR LAS AULAS

La Infanta Margarita Por María José Caride Pintora

azul... En fin, que estaba más mimada... -los golpes de efecto de tocarme la frente como que no puedo más hacen su efecto con algún “válgame el señor” de mi adorable público-. Mientras tanto, voy colocando el óvalo que hará la cabeza de la infanta en la segunda señal, triángulo para el torso y tres partes más para la falda, que exagero en anchura dibujándola en un rectángulo al que luego le quitaremos las esquinas superiores, quiero que en esa falda se muestre el “Pertegaz” que tienen dentro. Ellos siguen el dibujo con muchísima atención. En este punto, lo peor que puede pasar es que uno de ellos diga la palabra más contagiosa que puede decir un niño, que no es una palabra, sino una pregunta: “¿así, seño?”. Cuando la oigo pronunciar se me ponen los pelos de punta, porque sé que después hay un “así, seño” por cada “comensal” y es muy complicado que salgan del bucle. Por eso no paro de hablar hasta que ya está formada toda la figura, y curiosamente todos la hacen y se sorprenden del resultado. A todos los niños les encanta pintar ¡a todos! Y todos pueden pintar ¡todos! No es verdad que para pintar tengas que ser un ser especial o tener un don. Lo que pasa es que nadie se toma la molestia de enseñarles cómo. Les enseñamos a escribir y a repetir mil veces una letra o una palabra y entonces todos escriben y leen, pero ¿quién les cuenta cómo se hace una mano, una cara o un pájaro?... nadie; así que llega un momento en el que el niño se frustra y ya no quiere seguir pintando, mientras que hay otros más interesados en el tema, que copian los dibujos una y otra vez, hasta que les sale, y así van ellos solos aprendiendo. Soy de la opinión de que hace falta un profesorado más especializado en este sentido, porque dibujar es como escribir: pretender que un niño escriba sin enseñarle es algo que no entraría en ninguna cabeza humana; pues el dibujo, es lo mismo.

La pincelada

Cuando les hablo a mis niños de la infanta Margarita para comenzar una clase de dibujo, lo primero que hago, incluso antes de pisar el aula, es preguntarles: -¿Sabéis quién fue Velázquez?- Mientras me dirijo a la pizarra para colgar una imagen ampliada de Las Meninas. Si fuera más tecnológica la pondría en el proyector, pero eso supone perder un tiempo precioso; un par de trozos de fixo y a correr. Hay ocasiones en que me sorprendo y alguno me responde que es un pintor, pero he de confesar que son pocas. Estoy totalmente segura (porque además lo he probado), que si entro preguntando “¿quién vive en una piña en el fondo del mar?” el cien por cien de la clase contestaría. Pero claro, Velázquez no es Bob Esponja, así que tengo que crear un poco de atención y les cuento que era el pintor del rey y que se pasaba la vida en el castillo pintando príncipes y princesa -eso les gusta bastantey, en ese momento, señalo el cuadro que he colgado en la pizarra y apuntado a la infanta les empiezo a contar que esa niña se llamaba Margarita y era una princesa española, además me tomo la licencia de describir su carácter que, claro está, me invento. “Margarita era un poco... creída”, les cuento mirando con los ojos al techo, fingiendo que no les quiero contar. Entonces empezamos el dibujo. Con el folio horizontal comienzo a dibujar en la pizarra paso a paso lo que terminará siendo una Menina. Coloco las marcas para ir encajando el dibujo, ellos ya saben que esas marcas son importantes, así que están muy atentos porque si se despistan, luego no sale y como les interesa la historia también están calladitos, así que todos felices. - Margarita era... , -hago una pausa mientras señalo la mitad del folio- ¿cómo deciros? Estaba todo el día; que si esta falda no me va con este zapato, que si quiero una flor

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Pentagrama

Sergio Vellido

Por Albena Biserova Gestora Cultural enQuentros

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Empezamos 2021 con una entrevista al cantante Sergio Vellido, quien nos habla de la importancia de la música en su vida, de los cambios en el enfoque de su carrera y de sus últimos proyectos. En primer lugar, cuéntanos, ¿quién es Sergio Vellido? Sergio Vellido realmente es un ex-deportista barcelonés, que a lo largo de la vida y por las vivencias que he tenido, el deporte se ha ido quedando a un lado, al igual que mi ciudad de origen. Actualmente estoy viviendo en Murcia y estoy dedicándome a la música que es lo que realmente más me apasiona. Hace unos pocos meses descubrí también ya no solo el hecho de cómo componer canciones sino también cómo diseñar y grabar videoclips musicales, lo que me ha abierto un abanico hacia nuevas metas, retos y horizontes. Dices que eres de Barcelona. ¿Cuánto hace que dejaste tu ciudad natal? Aproximadamente tenía unos 20 años, y fue para empezar a estudiar la carrera universitaria de deportes. Ahora tengo 28 años, así que llevo unos 8 años viviendo en Murcia. Cuéntanos, ¿en qué momento se dio esa chispa que hace que te sientas interesado en la música hasta el punto de querer dedicarte a ella? Aunque no fue hasta muchos años después, fue a los 9 años en un viaje de Granada a Murcia, donde mi primo me puso en el reproductor de moda en aquella época un grupo que acababa de nacer, su primer disco. Recuerdo que estuve las tres horas que duró el viaje escuchando esa misma canción en bucle. La canción se titula “Y si el miedo” y el grupo se llama a día de hoy El Canto del Loco. La verdad es que fue una experiencia muy bonita. Vaya, recuerdo perfectamente a El Canto del Loco y diría que, siendo tú y yo de la misma quinta, nos marcó un poco a todos, sobre todo por sus letras “alocadas”. ¿Crees que te identificas con un estilo musical concreto, con un estilo, por ejemplo, como el de este grupo que te marcó de pequeño? Sí que es cierto que me gusta mucho probar cosas nuevas, y como lo hago porque me gusta, y no tengo necesidad por gustar a la gente ni nada de eso, siempre cada canción es de su padre y de su madre. Sí que intento que la letra y la música vayan más o menos acorde, y si el mensaje es más reivindicativo, a lo mejor la base será más reivindicativa o más balada. Voy jugando con los géneros musicales, pero sí que tengo un pilar clave, una base que es el pop-rock que se pueda asimilar a bandas como El Canto del Loco o Pignoise. Sí que es cierto que partiendo de esa base me gusta ir probando e innovando con otros estilos.

Sergio Vellido

Háblame de un proyecto musical del que formaste parte hace años llamado Sangre de Mayo. ¿Sigues manteniéndolo? ¿Estás trabajando en un nuevo material con tu compañero en este proyecto? Sangre de Mayo fue mi primer contacto con el mundo musical, fue el origen de todo, y todo valía. Era una mezcla, tanto encontrabas una canción metalera como una balada pop, era encontrar cuál es mi camino, mi sonido, por aquel entonces aún no sabía por dónde

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encauzarme. Quería encontrar un equilibrio entre lo que a mí me gusta, lo que a la gente le gusta y lo que realmente me queda bien. Sangre de Mayo era un primer proyecto para encontrarme en la música, y por eso llegado ese punto, dejó de tener sentido como proyecto y comencé mi carrera en solitario como Sergio Vellido.

Parece que no, pero es complicado tocar la comedia y que realmente haga su función. He hecho ya unos 3 ó 4 vídeos siguiendo esta dinámica y me han funcionado muy bien y me hacen sentir muy cómodo. Siempre he sido muy bromista, desde que nací, pero es ahora cuando estoy potenciando esa parte de mi ser.

¿Y en cuanto a la relación con el compañero de Sangre de Mayo, dirías que es buena? Pues muy buena! Él se llama Guillermo Gómez, es guitarrista de un grupo de metal cartagenero que se llama Scarecrow Avenue, mi relación con él es muy buena, tanto que ha participado en los coros de mis últimas canciones. Sigue siendo mi mejor amigo y que siga siendo así por muchos años.

He estado viendo tus últimos videos musicales, “Daiquiri” y “Game Over” y me ha sorprendido esa faceta tuya. Ha sido positivo para mí, muy entretenido y divertido verlos. ¿En qué te inspiraste para hacer esos vídeos, siendo un proceso nuevo para ti? Estos vídeos surgieron, digamos, de una forma muy extraña. había empezado a hacer vídeo pero no sabía muy bien por dónde encauzarme. Todo empezó en el cumpleaños de un amigo, Calum, que es un gran cantante de soul. Justo al lado de esta fiesta, en un restaurante, unas chicas estaban celebrando una despedida de soltera y habían contratado a un drag queen para hacer bromas en la mesa de las chicas. Pero el hombre fue tan gracioso, que acabamos juntándonos los grupos de las dos celebraciones y fue una noche muy graciosa. Salí de allí pensando: el humor tiene mucho gancho para mí y si yo en el fondo tenga esa faceta, ¿por qué no explotarla? Hacer canciones divertidas me salía de imaginarme a mí mismo grabando vídeos humorísticos. Así que realmente nació todo en ese cumpleaños de mi amigo.

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¡Estupendo! Eso es lo mejor, de un trabajo hay que llevarse a las personas y las experiencias. Dime, ¿en qué punto de tu carrera crees que te sitúas en este momento de tu vida? ¿Cuál será el siguiente paso? Realmente, me encuentro en el punto en el que, digamos que antes tenía esa presión de gustarle a todo el mundo, de crear música para gustarle al máximo número de personas posible. En estos tiempos, estando en confinamiento en estos meses de parón para todos, he reflexionado sobre ello, y me he dado cuenta de lo que realmente importa. Ahora no me apetece hacer cosas pensando tanto en los demás. Simplemente, ahora me apetece hacer música y hacer vídeos porque yo disfrute de esa canción, o porque yo disfrute con ese vídeo. Hay muchas canciones mías que han gustado a la gente, pero realmente son canciones que en su día las hice queriendo ser comercial, pero son canciones que yo mismo nunca escucho. No quiero que me siga pasando eso, a partir de ahora no. Así que estoy en un punto en el que me da igual, hago lo que me gusta y seguro que si me gusta a mí, a algunas personas más les podrá llegar lo que yo hago. ¿Y crees que este hecho ha cambiado tu forma de componer y el enfoque de tus nuevas canciones? Totalmente, mi forma de componer ha cambiado mucho en los últimos meses. Antes, siempre elegía un tema serio y escribía la letra y la música con todo muy profundo. Esa faceta mía sigue estando, hace poco publiqué la canción Incondicional que habla sobre el amor de los padres y los hijos. Y ahora estoy trabajando en una nueva canción que se llama Flor de invierno; también es profunda. Pero me he querido abrir a nuevos horizontes y ahora también hago mucho el elijo un tema serio, y de una forma respetuosa escribir la letra e incluso diseñar los vídeos enmarcando ese mensaje o ese sentimiento que quiero transmitir pero con un enfoque humorístico, de una forma graciosa y divertida.

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Muy buena forma de inspirarse, desde luego. ¿Cuentas con alguna productora que te respalda o un equipo audiovisual, o seleccionas puntualmente para cada proyecto la visión del profesional de audiovisuales?


Sí. Para cada proyecto ajusto el equipo acorde a lo que quiero conseguir. Por ejemplo, si tengo necesidades más exigentes en iluminación, busco un equipo que yo sepa que tiene más recursos en iluminación, va variando en función del proyecto, aunque intento trabajar con las personas. Respecto a la productora, a nivel de movimiento en redes sociales estoy con Al Producciones, que es de Sevilla. Pero estando un artista en un sello independiente, siempre tiene que ser el que lleve las riendas de su proyecto si quiere que funcione. ¿Has tenido actuaciones recientemente en tu propia ciudad? Antes del confinamiento estaba teniendo un auge bastante grande de actuaciones. De hecho a la semana siguiente de iniciarse el confinamiento tenía que viajar a Guatemala a dos programas nacionales de televisión y tenía una mini gira de 6-7 conciertos por Barcelona. Tuvo que pararse todo por desgracia. A pesar de lo nefasto que ha sido 2020, dejando de lado los estragos de Covid-19, este año para mí no ha sido para nada negativo. He podido seguir teniendo proyectos e ingresos, así como más tiempo para diseñar estos vídeos y para publicarlos. He tenido que suspender la agenda de conciertos, pero en cambio he crecido mucho a nivel de canal online, he podido publicar bastante música, y en lo personal también me ha ido bien. Estoy contento de tener un balance bastante positivo del año 2020.

¿Te gustaría colaborar con algún artista en concreto al que admires? Sí, claro... Bueno, lo que pasa es que a día de hoy sé que no es viable. A lo mejor en un futuro, me gustaría realmente colaborar con Dani Martín, ex vocalista de El Canto del Loco. ¿Y con alguna mujer? ¿Con alguna mujer? Bueno... son artistas más internacionales, y yo el inglés no lo llevo muy bien, así que mujeres que me puedan gustar, lo veo prácticamente imposible. Por ejemplo, me encanta Avril Lavigne, pero... eso es algo imposible… Quién sabe. Veo que tienes bastante claro lo que quieres, lo tienes en tu reserva pero, ¡tú no desistas! Para concluir, ¿te gustaría transmitir algún mensaje a los redactores y lectores de nuestros contenidos? Pues sí. Un par de cositas. Primero, si hay alguien que esté iniciándose en el mundo de la música, aunque no solamente, sea de otra disciplina que le guste, yo diría que lo más importante es que sea una persona que se estudia a sí misma para saber cuáles son sus potenciales y sus debilidades. Las potenciales para explotarlos y las debilidades para saber que están ahí y trabajarlas para que el día de mañana no lo sean tanto. Y segundo, sobre todo hay que ser uno mismo. Para que emprenda un proyecto siendo uno mismo y no una copia de las personas que están a su alrededor y que les va bien. Porque que a tu vecino le vaya bien en la música, no significa que a ti copiando su fórmula te vaya a ir bien. Porque tu vecino tiene unas características y tú tienes otras. Es lo que quiero transmitir: siempre ser uno mismo y luchar poco a poco y acorde al momento en el que está. Puedes influenciarte de otra gente pero no copiar, porque no se llega a nada. Muchísimas gracias a todo el equipo por haberme permitido este espacio. ¡Tanto a ellos como a todas las personas que nos estén leyendo, les deseo un feliz año 2021! Igualmente, Sergio, ¡muchas gracias! Feliz 2021, que cumplas todos tus propósitos, y que sigas cosechando buenos éxitos desde tu corazón, siempre como tú los deseas y como tú los sientes desde dentro.

Sergio Vellido

Cada persona es un mundo y me alegro de que tu caso sea uno positivo, no de Covid, pero sí de alegría y de buenos éxitos. Vamos a hablar un poco del futuro. ¿Cómo te ves de aquí a 5 años? A nivel personal, me veo centrado en mis proyectos extramusicales, porque veo que me pueden ir bien y puedo

vivir bien con eso. A nivel musical, me ocurre desde siempre que en las épocas de más dedicación y productividad me he presionado más. Mi impresión en esos momentos es de agobio, porque pienso que si no publico canciones de tanta calidad, no voy a vivir de ello y me voy a sentir mal. Funciono mejor en el plano musical y tranquilamente cuando en el resto de mis proyectos y facetas de mi vida puedo estar tranquilo. Digamos que de aquí a 5 años me veo así: publicando música y videoclips con ganas, con ilusión, y porque me apetece hacerlo, sin la presión de tener que sí o sí publicar música.

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Cien noches (Premio Herralde de novela 2020) Luisgé Martín Nº de páginas: 264. Editorial: Anagrama. Idioma: castellano. Encuadernación: tapa blanda. ISBN: 9788433999108. Año de edición: 2020. Plaza de edición: Barcelona.

El sueño del escondite es un compendio de poemas donde el poeta se desnuda aludiendo al escondite como rincón de paz y desasosiego, de calma e inquietud, de luz y oscuridad, de mar y tierra. Diálogo con la figura femenina donde evidencia con sutilidad la importancia de ésta en el devenir de su propia vida. Texto de expiación y reconciliación con el yo a través de la asunción de miedos y debilidades, que nada tienen que ver con el fracaso, sino todo lo contrario: mirar la vida a la cara sin renunciar a lo que fue y sin anhelo del mañana. https://bit.ly/3hP4oPY

Una fábula moral con trazas detectivescas y científicas que indaga en el amor y la infidelidad. Una novela erótica y negra que explora las formas que adoptan las mentiras. Alrededor de la mitad de los seres humanos confiesa ser infiel sexualmente a su pareja. ¿Pero la otra mitad dice la verdad, o miente? Solo hay una forma de comprobarlo: investigar su vida a través de detectives o de medios de espionaje electrónico. Este es el experimento antropológico que plantea esta novela: investigar sin su consentimiento a seis mil personas para elaborar por fin una estadística fiable de los comportamientos sexuales de nuestras sociedades. Irene, su protagonista, busca en la sexualidad los secretos del alma humana. https://bit.ly/2XhDZRu

Qué leer

El sueño del escondite Emilio Soler Poveda Nº de páginas: 92. Editorial: La fea burguesía Ediciones. Idioma: castellano. Encuadernación: tapa blanda. ISBN: 9788412032765. Año de edición: 2020. Plaza de edición: ES.

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El miedo de los niños Antonio Muñoz Molina Nº de páginas: 112. Editorial: Seix Barral. Idioma: castellano. Encuadernación: tapa dura. ISBN: 9788432237270. Año de edición: 2020. Plaza de edición: Barcelona. El miedo de los niños está ambientada en un tiempo en que los chiquillos pasaban gran parte de su vida en la calle, jugando, contándose historias en voz baja. Una de ellas es la leyenda de los tísicos: hombres con batas blancas que vienen de sanatorios secretos de la Sierra a robar sangre a los niños. Bernardo y Esteban comparten entre juegos y paseos por el pueblo la excitación ante el temor de sus propios cuentos, confundiendo al hacerlo las señales de una amenaza real. Esta narración surge de la semilla de un miedo infantil que a lo largo de los años ha germinado en la imaginación de Antonio Muñoz Molina hasta brotar con la urgente perfección de una epifanía. https://bit.ly/394EyDy


Aquitania (Premio Planeta 2020) Eva García Sáenz de Urturi Nº de páginas: 416. Editorial: Planeta. Idioma: castellano. Encuadernación: tapa dura. ISBN: 9788408235514. Año de edición: 2020. Plaza de edición: Barcelona.

Los privilegios del ángel Dolores Redondo Nº de páginas: 304. Editorial: Destino. Idioma: castellano. Encuadernación: tapa blanda. ISBN: 9788423358687. Año de edición: 2021. Plaza de edición:Barcelona.

Un gran golpe al Museo Nacional de Escultura de Valladolid, un asesinato repleto de incógnitas y una inspectora poco social y adicta al sexo empeñada en librar todas las batallas: así es la nueva novela de César Pérez Gellida. ¿Se puede capturar al criminal perfecto? Valladolid, 2019. Sara Robles es una inspectora singular. Encargada de resolver un macabro crimen, además tiene que lidiar con sus problemas cotidianos, estrechamente relacionados con la adicción al sexo y con un pasado que no termina de curar. Mientras tanto, El Espantapájaros, una misteriosa cabeza pensante, ha orquestado el robo perfecto junto a un exminero, un pocero y un sicario, y está a punto de llevarlo a cabo a través del alcantarillado de la ciudad. La suerte del enano es una brillante novela con altas dosis de investigación policial, sexo y violencia en la que el lector profundizará en el complejo mundo de los robos de obras de arte y sus extensas ramificaciones que los relacionan con grupos de delincuencia organizada. https://bit.ly/3hPqT7b

Un poderoso thriller histórico que atraviesa un siglo repleto de venganzas, incestos y batallas.“Actúa como un león. Arremete como un águila. Ejecuta como un escorpión.” 1137, el duque de Aquitania -la región más codiciada de Franciaaparece muerto en Compostela. El cuerpo queda de color azul y con la marca del “águila de sangre”, una ancestral tortura normanda. Su hija Eleanor decide vengarse y para ello se casa con el hijo del que cree su asesino: Luy VI el Gordo, rey de Francia. Pero el propio rey muere durante la boda en idénticas circunstancias. Eleanor y Luy VII intentarán averiguar, junto con los gatos aquitanos -los épicos espías de los duques-, quién quiere a los inexpertos reyes en el trono. Décadas antes de la muerte del duque de Aquitania, un niño sin nombre es abandonado en un bosque por sus cinco madres. Acaso un monstruo, o tal vez un santo, el pequeño superviviente acabará convirtiéndose en uno de los hombres más excepcionales del medievo europeo. https://bit.ly/2LrxsRg

La primera novela de Dolores Redondo. Dos amigas inseparables. Una pérdida inasumible. Una vida a la deriva. En la humilde bahía pesquera de Pasajes, en los años 70, rodeada de muelles de pesca, estibadores, humedad y salazón, se forja una fuerte amistad entre Pakutxa y Celeste, dos niñas de cinco años. Entre juegos, complicidades y travesuras, la desdicha se cruza en su camino y una trágica fatalidad las separa. Celeste, la protagonista de esta historia, sufrirá un trauma que se prolongará durante buena parte de su vida, con consecuencias terribles para ella misma y para cuantos la rodean. Vivirá la soledad de una personalidad etérea mientras una paradójica lucha se desencadena en su interior, en un intento desesperado por hallar respuestas. https://bit.ly/3q7tVXJ

Qué leer

La suerte del enano César Pérez Gellida Nº de páginas: 592. Editorial: Suma. Idioma: castellano. Encuadernación: tapa blanda. ISBN: 9788491294603. Año de edición: 2020. Plaza de edición: ES.

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