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Parálisis facial periférica
La parálisis facial periférica se considera una emergencia médica que consiste en ausencia de movilidad de toda la musculatura de la cara. Esto sucede cuando el nervio facial, que controla dichos músculos, se daña en algún punto de su recorrido y deja de funcionar. Cuando el diagnóstico y tratamiento llega a ser tardío e inapropiado, deja secuelas psicológicas y orgánicas permanentes en el paciente.
Este padecimiento está considerado dentro de las emergencias del oído por la íntima relación que tiene el VII par craneal con la patología de oído. Debe ser considerada como una urgencia de salud, sobre todo en lo que al tratamiento se refiere, debido a que, en muchos casos, un mal manejo diagnóstico o terapéutico, puede dejar como secuela una importante deformación facial, que trae consigo profundos trastornos de tipo funcional y emocional.
Síntomas y diagnóstico
La parálisis facial periférica se presenta con una alteración unilateral de la mímica facial (expresión facial) tan evidente que el paciente busca asistencia inmediata. El daño más importante ocurre en la parte motora del nervio, lo cual se comprueba cuando el médico solicita al paciente que realice gesticulaciones faciales como elevar la musculatura de la frente y la nariz, soplar y cerrar los ojos, con esto puede notarse con facilidad y confirmar el diagnóstico por la presencia de síntomas como:
• Ausencia total de pliegues frontales en la mitad de la cara del lado afectado.
• Desviación de la comisura labial hacia el lado opuesto a la lesión.
• Imposibilidad de cerrar los párpados en el lado de la lesión.
• Desplazamiento del globo ocular del lado afectado hacia arriba y hacia afuera cuando el paciente intenta cerrar los párpados y epífora.
Causas y tratamiento de la parálisis facial periférica
El tratamiento depende de la causa y del tiempo de evolución. Este está dirigido a solucionar el factor etiológico (motivo) desencadenante como:
• Parálisis facial súbita
Se presenta cuando un paciente presenta parálisis facial súbita, sin causa aparente, o por tener un antecedente de cambio brusco de temperatura ambiental. Por lo general, este cuadro se alivia en el lapso de 20 a 30 días; sin embargo, existen casos en los que, pese a las medidas terapéuticas tomadas, las alteraciones persisten, e inclusive la deformidad facial se torna más marcada. Cuando esto ocurre, el paciente debe ser remitido a un especialista, si el paciente no tiene una completa recuperación en un lapso mayor de 60 días es necesario realizar una descompresión quirúrgica del nervio. En los pacientes que sufren parálisis facial periférica idiopática, es importante descartar la presencia de alteraciones metabólicas especialmente diabetes o hipoglicemia.
• Parálisis por factores traumáticos
Si inmediatamente después de un traumatismo cráneo temporal, mastoideo u occipital, o luego de sufrir una lesión corto punzante a nivel de la región parotídea, el paciente presenta una parálisis facial periférica, se debe sospechar de una compresión del nervio desde su salida por el surco bulbo protuberancial hasta el agujero estilo-mastoideo; o en el espesor de la parótida situación que obliga a remitir el caso en forma urgente al otorrinolaringólogo, para que realice un tratamiento micro quirúrgico; de lo contrario, se instaurará una parálisis facial definitiva e irreversible.
• Parálisis por causas infecciosas
Las infecciones bacterianas del oído medio sean estas agudas o crónicas pueden, en un momento determinado, ocasionar parálisis facial al generar un proceso neurítico séptico. En estos casos, el nervio se edematiza y sufre una severa compresión contra las paredes del nerviducto de Falopio. En los pacientes con afecciones de este tipo, existe el antecedente de otorrea aguda o crónica en el lado afectado, y el tratamiento eficaz para solucionar el problema es la mastoidectomía con limpieza del foco séptico y descompresión quirúrgica del nervio por parte del otorrinolaringólogo. Dentro del grupo de lesiones debidas a procesos infecciosos debe considerarse también al síndrome de Ramsay-Hunt o herpes zoster del ganglio geniculado. Este se manifiesta, además de la parálisis facial periférica, con intensa otalgia (dolor de oído) y presencia de vesículas en el pabellón auricular y región preauricular. Si la parálisis facial no cede en el lapso de 30 a 40 días, se deberá remitir el caso al especialista, para la descompresión quirúrgica.
• Parálisis por causas tumorales
Los tumores de la glándula parótida que se ubican en el trayecto del nervio facial y las neurinomas del acústico, son los que con mayor frecuencia pueden ocasionar, en un momento determinado, la parálisis periférica del nervio facial. En lo que se refiere a los tumores parotídeos, se ha podido comprobar que todo tumor maligno (carcinomas, adenocarcinomas, etc.) tarde o temprano cursa con parálisis facial periférica. El tratamiento en estos casos es la extirpación de la masa tumoral que compromete a las ramas terminales del nervio y una parotidectomía.
Complicaciones que se pueden presentar
En general, los casos leves de parálisis llegan a desaparecer en el plazo de un mes. Sin embargo, existen complicaciones como:
• Daño irreversible en el nervio facial.
• Crecimiento anormal de las fibras nerviosas. Esto puede provocar una contracción involuntaria de ciertos músculos cuando se intenta mover otros (sinquinesis); por ejemplo, cuando sonríes, el ojo del lado afectado puede cerrarse.
• Ceguera parcial o completa del ojo que no se cierra.
Importante:
Algunos casos de parálisis facial periférica requieren de intervención quirúrgica para descomprimir; realizar neurorrafías y neurotizaciones de acuerdo a la causa y evolución de la parálisis.
Fuente:
• Serrano, F., Serrano, E. Serrano, JE., Serrano, JI., Zurita, H., Coello, F. y Vasconez, A. (2021). Manual de Urgencias y Emergencias Otorrinolaringológicas, Sexta Edición. Versión PDF. Recuperado de https://bit. ly/3yTaqYg
• Garrido M., González E., Pinós PJ., y Gil I.(2000). Una parálisis facial periférica. Medicina Integral. Vol. 36. Núm. 8. Recuperado de https://bit.ly/3EoM3Ti
• Mayo Clinic (2021). Parálisis de Bell. Recuperado de https://mayocl.in/32xTomg