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Sabes qué es la restauración ecológica?

antes

DEL AULA

¿Sabes qué ES LA

RESTAURACIÓN ecológica?

Pedro Eloy Mendoza Hernández Alma Orozco Segovia

www.batmexico.com.mx La palabra La palabra restaurar, del latín restaur-re, de acuerdo con la Real Academia de la Lengua Española, se defi ne como “recuperar o Real Academia recobrar, reparar o volver a poner algo en el estado o estimación recobrar, r que antes tenía”. Se refi ere a la reparación de una pintura, de que ant una escultura, de un edifi cio, etc., del deterioro que ha sufrido una esc (ver http://www.rae.es/). Esta defi nición de diccionario resulta (ver htt un buen punto de partida para abordar un tema de interés, y un bue queda claro que restaurar es una acción común en el arte; pero, queda cl ¿es posible restaurar la naturaleza? Porque también ella ha ¿es posi sufrido distintos tipos y niveles de deterioro (ver cuadro 1 y foto 1).sufrido dist

¿Cómo podemos restaurar la naturaleza? ¿Qué información debemos usar para justien la parte media de la Sierra del Ajusco (ver foto 2). Nuestro interés es fomentar y cimentar fi car la restauración de la naturaleza? ¿Qué el amor a la naturaleza y además canalizar la estrategias son las más comúnmente usadas inquietud de los alumnos por conservarla expara restaurarla? Este tipo de preguntas surgen hortándolos para que tanto ellos como los maescuando se pretende restablecer, por ejemplo, la tros colaboren en la restauración del “Parque vegetación que hemos destruido, en un lugar Ecológico de la Ciudad de México”. determinado. Para abordarlas y resolverlas es recomendable seguir pasos bien defi nidos que se ejemplifi carán a través de un proyecto de restauración ecológica que se está llevando a cabo en uno de los bosques que crecen en la Ciudad de México, dentro de un parque urbano ubicado

Restauración ecológica

Todas las sociedades del mundo usamos diferentes recursos naturales. Y todas las formas de uso

Cuadro I. Causas del deterioro

La destrucción de la capa de ozono, el calentamiento global, el deshielo de los polos, la extinción de especies, la contaminación del suelo, del agua y del aire, el incremento de la frontera agrícola y ganadera, la deforestación o la urbanización son causas que han deteriorado la naturaleza de nuestro planeta, y en particular de nuestro país. Todos estos disturbios tienen su origen, directa o indirectamente, en el crecimiento de las sociedades humanas, sobre todo de aquellas que se desarrollan dentro de modelos altamente industrializados y con mercados globalizados.

de los recursos alteran la naturaleza, unas veces de manera aparentemente imperceptible, como cuando dejamos caer una cáscara de alguna fruta por la ventanilla del carro; otras veces la alteración llega a ser de grandes magnitudes, como cuando un barco derrama miles de litros de petróleo en aguas marinas; en ambos casos, existe un deterioro de la naturaleza. El disturbio provocado por una cáscara no requiere intervenir para restaurar el medio, pero cuando ocurre un derrame de petróleo o cuando deforestamos las selvas y los bosques, sí es necesario intervenir y lo más seguro es que haya que invertir mucho tiempo, dinero y esfuerzo para restaurar la naturaleza.

La restauración ecológica es una disciplina que se encarga de recuperar la composición, estructura y función de los ecosistemas alterados, es decir, tiene la tarea de reparar los daños causados al agua, al suelo, a las plantas y a los animales que viven en un lugar determinado. La restauración ecológica es una forma de manejo de los ecosistemas, y como tal tiene su base en la teoría ecológica, pero además integra conocimientos de otras disciplinas, como la economía, la sociología, la ingeniería y la legislación (http: // www.seri.org / ).

¿Cómo iniciar la restauración ecológica?

Cada proyecto de restauración ecológica es único, porque en cada caso habrá condiciones iniciales distintas; por ejemplo, el tipo de disturbio que ocurrió, el tipo de ecosistema afectado, cuánto se conoce sobre ellos, así como las diferencias en los recursos económicos, humanos y materiales que se posean para invertir en la restauración. A pesar de lo diverso de cada proyecto, es recomendable no olvidar algunos pasos importantes al momento de diseñar cada uno de ellos.1

1 Ver Clewell et al., 2000.

Foto 1. Los asentamientos invaden áreas califi cadas como Suelo de Conservación del D. F.

Foto 2. Parque Ecológico de la Ciudad de México, en la Sierra del Ajusco.

Cuadro 2. La Sierra del Ajusco

Complejo montañoso que se formó en el periodo Cuaternario; es más antigua que el volcán Popocatépetl. La palabra Ajusco proviene del náhuatl y signifi ca “montaña de agua” o “fl oresta de agua”. La sierra forma parte del paisaje que maravilló a Cortés y a Fray Bernardino de Sahagún cuando llegaron por primera vez al Valle de México en 1521 y 1530, respectivamente.

Un primer paso es justifi carla, es decir, argumentar por qué es necesario intervenir en un ecosistema alterado. La razón más fuerte es conservar la naturaleza por sí misma, conservarla viva. Otras razones son los benefi cios que de ella obtenemos las generaciones presentes y los que debemos conservar para las generaciones futuras, por ejemplo, el agua, el oxígeno, el suelo e incluso el placer de apreciar su belleza escénica. Además de las razones anteriores, para justifi car la restauración es básico determinar el nivel de deterioro del sitio y evaluar si el ecosistema es capaz de recuperarse por sí mismo. Si es el caso, las estrategias de restauración serán mínimas, mientras que si el sistema ha perdido su potencial de recuperación, entonces la intervención será alta, costosa y tardada.

Un segundo paso es detener o al menos mitigar la fuente de la perturbación, ya que muchos ecosistemas comienzan a recuperarse por sí mismos después de llevar a cabo lo anterior.

Un tercer paso es recuperar el suelo y la vegetación, cuando se trata de ecosistemas terrestres, ya que estos elementos favorecen la recuperación de otros componentes del sistema, como la fauna, así como las interacciones ecológicas.

Un caso de estudio de restauración ecológica: Parque Ecológico de la Ciudad de México

Ubicado, como se mencionó, en la parte media de la Sierra del Ajusco, al sur de la Ciudad de México, este lugar está formado por más de 100 montañas y volcanes, bellamente adornado por una majestuosa cima conocida como Pico del Águila o Cruz del Marqués, que se levanta más allá de los 3900 metros sobre el nivel del mar (ver cuadro 2 y foto 3).

El Ajusco tiene varios tipos de bosques, por ejemplo, de encino, de pino y de oyamel, que ayudan a producir oxígeno y a recargar los acuíferos de la ciudad. Sin embargo, el área que cubre la vegetación del Ajusco ha disminuido año con año; algunos datos del Instituto de Geografía de la UNAM señalan que se pierden al año más de

Foto 3. La Sierra del Ajusco, al sur del D. F., coronada por el Pico del Águila.

2400 hectáreas de vegetación, lo que sería equivalente a perder cada día algo así como de 10 a 11 campos de futbol.

Restaurar la vegetación de la Sierra del Ajusco se justifi ca por la importancia que tienen las áreas verdes para los habitantes de la ciudad, porque es fundamental mantener los servicios ecosistémicos (agua, aire, vegetación, fauna, espacios recreativos, entre otros) y recuperar un maravilloso paisaje del que disfrutarán y se benefi ciarán las generaciones actuales y futuras (ver cuadro 3).

En la parte media de la Sierra del Ajusco, un asentamiento urbano irregular que se estableció de 1980 a 1990 afectó más de 200 hectáreas de bosques y matorrales. Este asentamiento fue desalojado a fi nales de 1989 y el lugar se decretó –junto con otras 500 hectáreas de vegetación–un área natural protegida, el Parque Ecológico de la Ciudad de México.2 Aquí se han seguido los pasos básicos para restaurar la vegetación. • Primero, se justifi có la intervención por la importancia ecológica del lugar; además, con base en una revisión actualizada del sitio, se encontraron áreas del parque que no tienen la vegetación típica del sistema a causa del disturbio, y se reconoció que la vegetación estaba muy fragmentada. La fragmentación creó un mosaico de sitios donde el suelo, la cobertura vegetal, la cantidad de radiación solar,

2 Cano-Santana et al., “Ecología, conservación, restauración y manejo de las áreas naturales y protegidas del pedregal del

Xitle”, en Manejo, conservación y restauración de recursos naturales en México, Oyama, K. y Castillo, A. (eds.), UNAM-Siglo

XXI, México, 2006, pp. 203-226.

Cuadro 3. Importancia de las áreas verdes para los habitantes de la Ciudad de México

Las áreas verdes (bosques, matorrales, pastizales, parques urbanos, jardines, camellones e incluso panteones) son espacios donde se favorece la recarga de los acuíferos y la captura de bióxido de carbono, así como la producción de oxígeno. La cubierta vegetal de las áreas verdes evita la erosión del suelo, regula el clima local y facilita la ejecución de proyectos productivos, educativos y ecoturísticos a diversas escalas. En las áreas verdes del Suelo de Conservación Ecológica de la ciudad se mantienen y se reproducen las plantas y los animales silvestres típicos de cada región.

la temperatura y la humedad del aire y del suelo son extremosas y difi cultan la germinación de las semillas y el establecimiento de muchas especies de plantas (ver fotos 4 y 5). • Segundo, se eliminó el disturbio humano al desalojar el asentamiento irregular, y con ello se favoreció, desde 1990, que la vegetación se recuperase por sí misma, fenómeno conocido como sucesión secundaria; sin embargo, ésta es lenta, irregular y azarosa. Además, existen aún evidencias del disturbio, como algunas zonas de excavaciones hechas con maquinaria pesada, la acumulación de roca volcánica que sería usada para construir bardas o cimientos de las casas, la gran cantidad de desechos domésticos y de construcción, como arena, grava, cemento, etc. Por otra parte, se incrementó la fauna doméstica (perros y gatos), que ha adquirido conductas ferales o salvajes y ataca a la fauna del lugar. • Tercero, entre las estrategias que aplicamos para restaurar la vegetación del parque están: 1. la colecta de semillas,

2. la colecta de estacas o partes vegetativas, 3. la propagación de plantas en viveros con el material biológico recolectado y 4. la reintroducción de plantas con un diseño de plantaciones multiespecífi cas.

La recolección de semillas de las plantas que viven en el bosque y el matorral se orientó a aquellas especies que tienen problemas para llegar o dispersarse a las áreas alteradas o para germinar y restablecerse en las condiciones de disturbio. Recolectar semillas permite contar con material biológico para ponerlas a germinar, obtener plantas y luego reintroducirlas durante los meses de junio y julio, es decir, al inicio de las lluvias en el parque. Hemos observado que la

Foto 4. La vegetación antes del disturbio humano.

Foto 5. La vegetación después del disturbio humano.

reforestación en el parque, que llevan a cabo los encargados de su administración, sigue un esquema tradicional, es decir, se usa sólo una especie por sitio, con arreglos ordenados en el espacio, y además lejos de la vegetación secundaria o que se ha recuperado después del disturbio, por considerarla competidora.

Nosotros estamos proponiendo un esquema diferente que incorpora dos estrategias para la reintroducción de especies nativas en el parque: 1. la facilitación entre plantas, proceso también conocido como nodricismo y 2. la siembra de mezclas de varias especies al amparo de especies nodriza (ver foto 6).

La facilitación es una interacción positiva entre plantas, favorecida por la modifi cación del microclima causado por la planta preestablecida; esta modifi cación permite que se establezcan, durante las etapas tempranas del crecimiento, otras especies. Nosotros asumimos que las especies nodriza proporcionan sitios favorables que pueden utilizarse como sitios seguros para la reintroducción directa de plantas y paulatinamente restaurar la vegetación del parque. Además, proponemos que con las plantaciones multiespecífi cas sea posible aprovechar al máximo las condiciones favorables que generan las especies nodriza. ¿Por qué suponemos que hay “súper-nanas”? Porque con base en los registros de las plantas que se encuentran naturalmente bajo la copa de cuatro especies consideradas nodriza y que son comunes en los sitios alterados del parque (Buddleia cordata, Dodonaea viscosa, Eupatorium glabratum y Sedum oxypetalum), puede haber entre dos y nueve especies diferentes.

Las diferencias fi siológicas y morfológicas de las especies usadas durante la reintroducción de plantaciones multiespecífi cas favorecerán, a mediano y largo plazos, el ensamblaje de las dis-

Foto 6. Establecimiento natural de plantas debajo de especies nodriza.

tintas formas de crecimiento, tanto de la parte aérea como de la raíz, como debería ocurrir en el parque en ausencia del disturbio humano. Entonces, la restauración ecológica de la vegetación en el parque sería como organizar una gran orquesta que estaría formada por distintos músicos, cada uno con su propio instrumento, guiados por un “director de orquesta” que sería la planta nodriza, para lograr una hermosa “sinfonía de recuperación” a corto, mediano y largo plazos (ver foto 7).

Foto 7. Vista del matorral xerófi lo y el bosque de encinos del Parque Ecológico.

Maestro, alumno, padre de familia: te invitamos a colaborar como voluntario en el proyecto de restauración del Ajusco. Además, puedes solicitar asesorías, pláticas ecológicas o talleres de educación ambiental en tu propia escuela. Envía tus datos y el tema de tu interés a: peloymh@hotmail.com para recuperar una parte del rostro natural de la ciudad.

Bibliografía CANO-SANTANA, Z. I. Pisanty, S. Segura, P. E. Mendoza-

Hernández, R. León-Rico, J. Soberón, E. Tovar, E.

Martínez-Romero, L. C. Ruiz A. y Martínez-Ballesté,

“Ecología, conservación, restauración y manejo de las áreas naturales y protegidas del pedregal del

Xitle”, en Manejo, conservación y restauración de re-

cursos naturales en México, Oyama, K. y Castillo, A. (eds.), UNAM-Siglo XXI, México, 2006, pp. 203-226. CLEWELL, A., J. Rieger y J. Munro, A Society for Ecological Restoration Publications Guidelines for Developing and Managing Ecological Restoration Projects ( http: // www.ser.org / ), ( http: // www.rae.es / ).

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