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Dintel, umbral y sombra
Y SIGNIFICADOS
Arrigo Coen Anitúa (†)
La primitiva forma castiza de la palabra dintel
es lintel, romanceada del bajo latín lintellus, contracción de limitellus, a su vez diminutivo, -ellus, de la palabra limes, limitis, ‘límite’. Esta etimología se Dintel confi rma con el francés linteau, de igual signifi cado que dintel, y que supone en el antiguo francés la forma lintel, como chateau, ‘castillo’, fue chatel, y agneau, ‘cordero’, fue agnel; formas diminutivas en latín: castellus, de castrum, ‘fuerte’, ‘fortaleza’, ‘campamento’, y agnellus, de agnus, ‘cordero’. La raíz latina de limes, ‘límite’, es lim y connota la idea de ‘borde’, ‘principio’, ‘comienzo’; se halla en las voces limitar, eliminar, ‘echar fuera del borde’, preliminar, ‘antes de empezar’ y delimitar, ‘fi jar los extremos o bordes’. Como el dintel delimita, no ha faltado quien, equivocadamente, haya supuesto las sucesivas voces delimitellus, delintellus y dintellus, para llegar a dintel. La voz popular que sustituye al cultismo límite es linde, de que derivan lindero, colindar, deslindar, etc. Lo liminar, ‘relativo al principio’, viene de otro sustantivo latino de la misma raíz limen, liminis, que quiere decir ‘travesaño de la puerta’, ‘entrada’, ‘umbral’, y hétenos ante una segunda palabra cuyo análisis no empezaremos sin dejar explicado sublime, de sub ‘debajo’, y limen, ‘umbral’, esto es, ‘colgado del travesaño de la puerta’, y de ahí sus otras acepciones de ‘elevado, etéreo’. Por último, limbo, de limbus, ‘ribete’, ‘cinta de la cabeza’, ‘cintura’, signifi ca ‘contorno’; quedarse en el limbo es, pues, no estar en el meollo del asunto, no alcanzar el cielo, como las almas de los niños, inocentes de pecado pero sin méritos, por falta de bautismo, que se quedan en el limbo, ‘en los alrededores’, ‘a la orilla’.
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Foto: Stefan Kühn en www.wikipedia.org.
Vista total del complejo principal llamado Stonehenge en Inglaterra, el cual está conformado por grandes bloques de piedra rectangulares de arenisca que, originalmente, estaban coronadas por dinteles, también de piedra. Hoy en día sólo quedan siete en su sitio.
Para hallar la etimología propia de umbral, es necesario acudir a la forma antigua –hoy sólo usada en algunas regiones–, lumbral, y compararla con sus semejantes en otros idiomas neolatinos. En italiano y rumano hay luminare, ‘luz’; en gallego luminar, lumear y luminare, sobrelume, ‘dintel’; en antiguo portugués lumear, lomear, actual portugués lumiero; en antiguo castellano lumnera, que dio lumbrera. De lo anterior se induce que umbral, aféresis de lumbral –perdida la l por creerla artículo–, deriva del latín luminare, como lumbre de lumen, por ser propiamente ‘una entrada de luz’.
Umbral, pues, no tiene con la palabra sombra más afi nidad que una falsa etimología que hiciese derivarla de ésta. La s de sombra, aparentemente protética, se explica por la forma verbal latina subumbrare, de sub, ‘debajo’, y umbrare, ‘encapotar’, ‘ocultar’, ‘oscurecer’. De ahí sombrar y su posverbal sombra. En la práctica, cuídese de no confundir la idea de dintel, que es, tanto en puertas cuanto en ventanas, la parte superior, que forma la pieza que se apoya sobre las jambas, con la parte inferior, que es el umbral. A la equivocación contribuye que, en construcción, se llame umbral también a la ‘viga que atraviesa un vano, para sostener un muro’.